1 Sección PRINCIPIOS Y CONCEPTOS 1 HISTORIA DEL DIAGNÓSTICO ESTRUCTURAL Y DE LA MEDICINA MANIPULATIVA HISTORIA La medicina manual es tan antigua como el arte y la ciencia de la medicina misma. Existen fuertes indicios del uso de maniobras de medicina manual en la antigua Tailandia, como lo demuestran esculturas que datan de al menos 4.000 años. El uso de las manos en el tratamiento de la lesión y la enfermedad ya era practicado por los antiguos egipcios. Sabemos que incluso Hipócrates, padre de la medicina moderna, usaba procedimientos de medicina manual, especialmente la tracción y técnicas de apalancamiento, en el tratamiento de la deformidad de la columna. Los escritos de figuras históricas de la medicina tan notables como Galeno, Celso y Oribasios refieren el uso de maniobras manipulativas. Existe un vacío documental sobre el uso de procedimientos de medicina manual que se corresponde aproximadamente con la época en que se produjo la división entre médicos y cirujanos-barberos. A medida que los médicos se fueron implicando cada vez menos en el contacto con los pacientes, y el cuidado manual directo de éstos se convirtió en responsabilidad de los barberos, parece que el papel de la medicina manual declinó dentro del arte de curar. Este período también coincide con la época de las pestes, durante la cual los médicos quizás eran reticentes a entablar contacto físico personal con sus pacientes. El siglo XIX supuso un renacimiento del interés por este campo. A principios de ese siglo, el doctor Edward Harrison, graduado por la Universidad de Edimburgo en 1784, se ganó una considerable reputación en Londres por el uso de procedimientos de medicina manual. Al igual que muchos otros defensores de esta disciplina, fue completamente marginado por sus colegas por su uso constante de estos procedimientos. El siglo XIX supuso un período de gran popularidad para los ensalmadores, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. El trabajo del Sr. Hutton, famoso y hábil ensalmador, llevó a médicos tan eminentes como James Paget y Wharton Hood a sostener en revistas médicas tan prestigiosas como el British Medical Journal y The Lancet que la comunidad médica debería prestar atención a los éxitos de los poco ortodoxos practi- cantes del curanderismo. En los Estados Unidos, los miembros de la familia Sweet fueron ensalmadores de suma pericia de la región de Nueva Inglaterra, en Rhode Island y Connecticut. Existen documentos de que algunos descendientes de la familia Sweet emigraron al oeste a mediados del siglo. Sir Herbert Barker fue un conocido algebrista británico que ejerció hasta el primer cuarto del siglo XX, y alcanzó tal eminencia que la Corona le otorgó el título de caballero. El siglo XIX fue también una época de confusión y controversia en la práctica de la medicina. La historia de la medicina de aquellos tiempos está repleta de numerosos sistemas de curación poco ortodoxos. Dos personas que influirían profundamente en el campo de la medicina manual fueron producto de este período de confusión médica. El doctor en medicina Andrew Taylor Still fue un médico formado de acuerdo con los preceptos de su época, en tanto que D. D. Palmer fue un tendero que se convirtió en manipulador autodidacta. Medicina osteopática Still (1828-1917) presentó por primera vez su filosofía y práctica de la osteopatía en 1874. Su desencanto con la práctica médica de aquellos tiempos le condujo a formular una nueva filosofía médica a la que denominó «medicina osteopática». Realizó una gran síntesis del pensamiento médico y edificó su nueva filosofía tanto sobre las antiguas verdades médicas como sobre los éxitos médicos de su época, a la vez que denunció abiertamente lo que para él constituía una mala práctica de la medicina, en especial el uso inadecuado de medicamentos en la práctica de ese entonces. La enconada oposición de Still a los tratamientos medicamentosos de su tiempo no fue bien recibida por sus colegas y, desde luego, no es secundada por los médicos osteópatas actuales. No obstante, no era el único que mostraba preocupación por el abuso de los tratamientos farmacológicos. En 1861, Oliver Wendell Holmes dijo: «Si la totalidad de la MATERIA MÉDICA se arrojara al océano, sería en todo sentido mejor para el género humano y peor para 4 Principios de la medicina manipulativa los peces.» Sir William Osler, contemporáneo de Still, afirmó: «Uno de los primeros deberes del médico es educar a las masas a no tomar medicinas. El hombre posee un ansia innata de medicinas. La sobredosificación durante varias generaciones ha creado en sus tejidos una sed de drogas. El deseo de tomar medicamentos es una característica que distingue al animal humano de las demás criaturas.» La nueva filosofía médica de Still consistía, en esencia, en lo siguiente: 1. 2. 3. 4. 5. La unidad del cuerpo. El poder curativo de la naturaleza. Sostenía que el cuerpo dispone de todo lo necesario para mantener la salud y recuperarse de la enfermedad. El papel del médico consistiría en incrementar esa capacidad. El componente somático de la enfermedad. Creía que el sistema musculoesquelético era una parte integrante del cuerpo en su totalidad y que las alteraciones de este sistema afectaban la salud de todo el cuerpo y la capacidad de éste para recuperarse de la lesión y la enfermedad. Interrelación estructura-función. La interrelación estructura-función había sido defendida por Virchow a principios del siglo XIX y Still aplicó este principio en su concepto de integración total del cuerpo. Creía firmemente que la estructura gobernaba la función y que la función influía en la estructura. El uso de terapia manipulativa. Este aspecto se convirtió en parte esencial de la filosofía de Still, dado que estaba convencido de que la restauración de la capacidad funcional máxima del cuerpo aumentaría el nivel de bienestar y ayudaría a la recuperación de la lesión o la enfermedad. No está muy claro cuándo y cómo el doctor Still añadió la manipulación a su filosofía de la osteopatía. No fue sino hasta 1879, unos cinco años después de su anuncio del desarrollo de la osteopatía, que se le empezó a conocer como el «algebrista relámpago». No existe ningún registro histórico de que tuviera contacto o conociera a algún miembro de la familia Sweet tras la migración de ésta al oeste. Still jamás escribió un solo libro sobre técnicas manipulativas. Sus escritos fueron extensos, pero se centraron en la filosofía, los principios y el ejercicio de la osteopatía. El intento de Still de interesar a sus colegas médicos en estos conceptos fue rechazado, especialmente cuando los llevó a la Universidad Baker de Kansas. A medida que triunfaba clínicamente y era bien conocido nacional e internacionalmente, muchas personas acudieron a estudiar con él y a aprender la nueva ciencia de la osteopatía. Esto condujo al establecimiento, en 1892, de la primera escuela de medicina osteopática en Kirksville (Missouri). En 2002 existían 20 escuelas de medicina osteopática en los Estados Unidos, en las que se graduaban más de 2.000 estudiantes por año. La osteopatía en otras partes del mundo, especialmente en el Reino Unido y en países de la Comunidad Británica de Naciones como Australia y Nueva Zelanda, es una escuela de práctica limitada al diagnóstico estructural y a la terapia manipulativa, aunque firme defensora de algunos de los conceptos fundamentales y principios de Still. La medicina osteopática en los Estados Unidos es, desde sus comienzos hasta nuestros días, una escuela completa de medicina y cirugía que conserva las bases de los principios y conceptos osteopáticos y mantiene el uso del diagnóstico estructural y la terapia manipulativa en el tratamiento global del paciente. Quiropraxia Daniel David Palmer (1845-1913) fue, al igual que Still, un producto del medio oeste de los Estados Unidos de mediados del siglo XIX. Aunque no había estudiado medicina, se sabe que ejercía como sanador magnético y que se convirtió en un terapeuta manipulativo autodidacta. Se sigue discutiendo si Palmer fue alguna vez paciente o alumno de Still en Kirksville, pero sí se sabe con certeza que Palmer y Still se reunieron en Clinton, Iowa, a principios del siglo XX. Palmer recorrió asiduamente todo el país y fundó su primera escuela en 1896. Las primeras escuelas se instalaron en Davenport (Iowa) y en la ciudad de Oklahoma (Oklahoma). Aunque se le atribuye a Palmer el origen de la quiropraxia, fue su hijo, Bartlett Joshua Palmer (1881-1961), el que la impulsó. Los conceptos originales de Palmer eran que la causa de la enfermedad residía en una variación de la expresión de la función nerviosa normal. Creía en la «inteligencia innata» del cerebro y del sistema nervioso central y estaba convencido de que los trastornos de la columna vertebral (subluxaciones) alteraban la función neurológica y causaban la enfermedad. El tratamiento consistía en la supresión de la subluxación merced al ajuste quiropráctico. La quiropraxia nunca ha pretendido ser una escuela de medicina completa y en sus estudios no se imparte cirugía ni el uso de medicamentos más allá de vitaminas o simples analgésicos. Sigue existiendo una división dentro de la profesión quiropráctica entre los «ortodoxos», que continúan fieles a los conceptos originales de Palmer, y los «heterodoxos», con una visión más amplia de la quiropraxia que incluye otras intervenciones terapéuticas, como el ejercicio, la fisioterapia, la electroterapia, la dieta y las vitaminas. Capítulo 1 Historia del diagnóstico estructural y de la medicina manipulativa 5 A mediados de la década de 1970, el Consejo de Educación Quiropráctica (CCE) solicitó al Departamento de Educación de los Estados Unidos el reconocimiento como agencia de acreditación de la formación en quiropraxia. El CCE se vio fuertemente influido por las escuelas de orientación «heterodoxa», las cuales habían promovido un aumento de los requisitos educacionales tanto de pregrado como de grado. La quiropraxia se practica en todo el mundo, pero la mayor parte de la formación en esta disciplina sigue impartiéndose en los Estados Unidos. A fines de la década de 1970, la quiropraxia consiguió un mayor reconocimiento tanto en Australia como en Nueva Zelanda y sus profesionales participan en los programas sanitarios de estos países. MÉDICOS MANIPULADORES El siglo XX ha supuesto un renovado interés en la medicina manual por parte de la profesión médica tradicional. En la primera mitad de ese siglo, James Mennell y Edgar Cyriax obtuvieron el reconocimiento de la manipulación articular por parte de la comunidad médica londinense. John Mennell continuó el trabajo de su padre y realizó grandes aportes a la bibliografía sobre medicina manual y a su difusión por todo el mundo. Como miembro fundador de la Academia Norteamericana de Medicina Manipulativa (NAAMM), contribuyó decisivamente a que ésta permitiera la afiliación de los médicos osteópatas en 1977. Defendió con firmeza la ampliación del papel de los fisioterapeutas adecuadamente entrenados para trabajar junto con los profesionales médicos en la aplicación de la manipulación articular al tratamiento de los pacientes. James Cyriax es bien conocido por sus libros de texto sobre estas disciplinas y también fomentó el incremento de la formación y del campo de acción de los fisioterapeutas. Incorporó procedimientos de medicina manual a la práctica de la «medicina ortopédica» y fundó la Sociedad de Medicina Ortopédica. En sus últimos años, Cyriax se mostró convencido de que la manipulación devolvía la función en los trastornos de los discos intervertebrales y habló cada vez menos de efectos específicos de las articulaciones planas (artrodias). Despreció a los osteópatas y a otros grupos de manipuladores, y el influjo de su dinámica personalidad dejó una impronta que se sentiría mucho después de su muerte, acaecida en 1985. John Bourdillon, cirujano ortopédico formado en Gran Bretaña, ya se sintió atraído por la medicina manual cuando estudiaba en la Universidad de Oxford. Durante su formación aprendió a realizar manipulaciones con los pacientes bajo anestesia general y, posteriormente, utilizó las mismas técnicas sin anestesia. Observó los buenos resultados de los manipuladores sin calificación médica y comenzó a estudiar sus técnicas. Estudiante de por vida y maestro en este campo, publicó cinco ediciones de su libro Spinal Manipulation. Tras su muerte, acaecida en 1992, salió una sexta edición de esa obra, con Edward Isaacs y Mark Bookhout como coautores. La NAAMM se fusionó con la Asociación Americana de Medicina Ortopédica en 1992 y continúa representando a los Estados Unidos en la Federación Internacional de Medicina Manual (FIMM). Canadá está representada en la FIMM por la Academia Americana de Osteopatía. PRÁCTICA DE LA MEDICINA MANUAL La medicina manual no debería ser contemplada de manera aislada o separada de la «medicina convencional» y, claramente, no representa la panacea para todas las enfermedades de los seres humanos. La medicina manual considera la capacidad funcional del organismo humano, y los que la ejercen se encuentran tan interesados en los procesos dinámicos de la enfermedad como los que estudian los procesos patológicos desde la perspectiva estática de los datos de laboratorio, la anatomopatología y los resultados de las autopsias. La medicina manual se concentra en el sistema musculoesquelético, el cual comprende más del 60% del organismo humano, y a través del cual se debe realizar la evaluación del resto de los sistemas orgánicos. El diagnóstico estructural no solo evalúa las enfermedades y disfunciones específicas del sistema musculoesquelético, sino que también puede usarse en la evaluación de las manifestaciones somáticas de la enfermedad y el desarreglo de las vísceras internas. Los procedimientos manipulativos se utilizan fundamentalmente para aumentar la movilidad en zonas de restricción de la función musculoesquelética y para disminuir el dolor. Algunos de sus practicantes se centran en el concepto del alivio del dolor, mientras que otros se interesan más por los efectos del incremento de movilidad en las zonas del sistema musculoesquelético que sufren restricción. Cuando se usan adecuadamente, los procedimientos manipulativos pueden ser clínicamente eficaces para reducir el dolor en el sistema musculoesquelético, aumentar el grado de bienestar del paciente y prestar ayuda a los pacientes en una miríada de procesos patológicos. OBJETIVO DE LA MANIPULACIÓN En 1983 se celebró en Fischingen, Suecia, un encuentro de trabajo de seis días que reunió a alrededor de 35 expertos en medicina manual de todo el mundo. Éstos representaban a muchos países distintos y a diferentes escuelas de medicina manual, con una considerable diversidad de experiencia clínica. Las actas de este taller (Dvorak J, Dvorak V, Schneider W, eds. Manual Medicine 1984. Heidelberg: 6 Principios de la medicina manipulativa Springer-Verlag, 1985) representan la suma de los conocimientos de la medicina manual actual. El taller arribó a un consenso sobre el objetivo de la manipulación, el cual consiste en restaurar el máximo movimiento indoloro del sistema musculoesquelético en el equilibrio postural. Esta definición es amplia, pero específica, y merece ser tomada en consideración por todos los que estudien en este campo. PAPEL DEL SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD Es realmente desafortunado que gran parte del pensamiento y las enseñanzas médicas contemplen el sistema musculoesquelético solo como la percha de la que cuelgan el resto de los sistemas orgánicos y no como un sistema orgánico susceptible de padecer sus propias lesiones y procesos patológicos. El campo de la medicina manual considera al sistema musculoesquelético en un contexto mucho más amplio, en particular como una parte integrante e interrelacionada del organismo humano global. Aunque la mayoría de los médicos aceptarían un concepto de integración global del cuerpo que incluya al sistema musculoesquelético, los conceptos específicos y utilizables acerca de cómo se produce esa integración y su relación con el diagnóstico estructural y la terapia manipulativa parecen ser limitados. Existen cinco conceptos básicos que este autor encuentra útiles. Dado que la mano es una parte esencial en el ejercicio de la medicina manual actual y comprende cinco dedos, resulta fácil recordar un concepto con cada uno de los dedos de la mano palpatoria. Son los siguientes: 1. 2. 3. 4. 5. Holismo Control neurológico Función circulatoria Gasto energético Autorregulación Concepto de holismo El concepto de holismo tiene distintos significados y usos por parte de los diferentes profesionales. En la medicina manual, el concepto hace hincapié en que el sistema musculoesquelético merece una evaluación completa y concienzuda en cualquier momento y lugar en que se vea al paciente, independientemente de la naturaleza de las afecciones por las que acude a la consulta. Tan incorrecto es obviar la evaluación del sistema cardiovascular en un paciente aquejado por un trastorno musculoesquelético primario como no evaluar el sistema musculoesquelético en un paciente que presenta dolor torácico agudo que se sospecha de origen cardíaco. El concepto es que un paciente enfermo necesita ser examinado. El sistema musculoesquelético comprende la mayor parte del cuerpo humano y sus alteraciones influyen en el resto del organismo; enfermedades de los órganos internos se manifiestan como alteraciones del sistema musculoesquelético, frecuentemente en forma de dolor. Es una verdadera suerte que últimamente los conceptos holísticos hayan ganado popularidad en la comunidad médica, pero el concepto aquí expresado habla de la integración global del organismo humano más que de la suma de sus partes. Debemos recordar que nuestro papel como profesionales de la salud consiste en tratar pacientes y no enfermedades. Concepto de control neurológico El concepto de control neurológico se basa en el hecho de que los seres humanos disponemos del sistema nervioso más desarrollado y sofisticado de todo el reino animal. Todas las funciones corporales se encuentran bajo algún tipo de control por parte de este sistema nervioso. El paciente responde permanentemente a estímulos, procedentes tanto del ambiente externo como del interno, por medio de complejos mecanismos de los sistemas nerviosos central y periférico. En el primer año de nuestra carrera estudiamos la anatomía y fisiología del sistema nervioso. Revisemos brevemente un segmento de la médula espinal (fig. 1.1). En el lado izquierdo de la figura se encuentran representadas las vías reflejas somatosomáticas clásicas, con impulsos aferentes procedentes de la piel, los músculos, las articulaciones y los tendones. Los estímulos aferentes de los nociceptores, mecanorreceptores y propioceptores entran a través de la raíz dorsal y finalmente hacen sinapsis, sea de forma directa o por medio de una serie de interneuronas, con una célula del asta anterior, desde la que parte una fibra eferente hacia el músculo esquelético. Es merced a múltiples permutaciones del arco reflejo central que respondemos a los estímulos externos –incluida la lesión–, orientamos nuestros cuerpos en el espacio y llevamos a cabo muchas de las actividades físicas de la vida diaria. El lado derecho de la figura representa el arco reflejo viscerovisceral clásico, en el que las aferencias procedentes del sistema sensorial visceral hacen sinapsis en la columna celular intermediolateral y de ahí prosiguen a la cadena ganglionar lateral simpática o a los ganglios colaterales, para hacer sinapsis con una fibra motora posganglionar que llega a la víscera de destino. Obsérvese que los órganos cutáneos también reciben estimulación eferente de la cadena ganglionar lateral. Estas vías reflejas simpáticas inervan la actividad pilomotora de la piel, el tono vasomotor del árbol vascular y la actividad secretomotora de las glándu- Capítulo 1 Historia del diagnóstico estructural y de la medicina manipulativa 7 Figura 1.1. Sección transversal de un segmento medular. Motoneuronas viscerales Ganglio de la raíz dorsal Neurona sensitiva visceral Interneurona De la piel Ramo posterior Nervio raquídeo Raíz ventral Ramo anterior Piel Músculo Articulación Tendón Motoneurona somática Ramo gris Ramo blanco A la musculatura esquelética Ganglio de la cadena simpática Ganglio colateral Fibra motora posganglionar las sudoríparas. Las alteraciones de la actividad del sistema nervioso simpático sobre estas estructuras se traducen en cambios palpatorios, identificables por medio del diagnóstico estructural. Aunque la figura separa las dos vías, en realidad se encuentran interrelacionadas, de manera que las aferencias somáticas influyen en las eferencias viscerales y las aferencias viscerales pueden manifestarse en eferencias somáticas. Esta figura representa una sección horizontal de la médula espinal, pero debe recordarse que también existen vías ascendentes y descendentes entre los distintos segmentos medulares, así como vías procedentes de los centros superiores del cerebro. Otro concepto neurológico que merece ser recordado es el del sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA consta de dos partes, la parasimpática y la simpática. La división parasimpática incluye los nervios craneales III, VII, VIII, IX y X y los niveles medulares S2, S3 y S4. El mayor nervio de la división parasimpática es el vago, el cual inerva todas las vísceras desde la raíz del cuello hasta la porción media del colon descendente, así como todas las glándulas y la musculatura lisa de estos órganos. El nervio vago (fig. 1.2) posee una amplia distribución y constituye la principal fuerza conductora de los sistemas cardiovascular, pulmonar y gastrointestinal. Muchos agentes farmacéuticos alteran la actividad nerviosa parasimpática, en particular la del vago. La división simpática del SNA (fig. 1.3) está representada por neuronas preganglionares originadas en los segmentos medulares de T1 a L3; la cadena ganglionar lateral, incluidos los ganglios cer- Nervio esplácnico Fibra sensitiva visceral Pilomotricidad Arteriola Glándulas sudoríparas A los órganos cutáneos Ramo meníngeo X nervio craneal Ramo auricular Paladar blando Lengua Raíz del accesorio (espinal o XI par) Nervio del seno carotídeo Ramo faríngeo Nervio laríngeo interno Cuerda vocal Nervio laríngeo externo Nervio laríngeo recurrente Ramos para el plexo pulmonar Pulmón Nervio vago derecho Ganglio celiaco Ramos cardiacos Corazón Nervio vago izquierdo Estómago Bazo Hígado Páncreas Riñón Figura 1.2. Distribución del nervio vago. Colon A los vasos sanguíneos (vasomotricidad), músculos erectores del pelo (pilomotricidad) y glándulas sudoríparas (secreción) 8 Principios de la medicina manipulativa Ojo Ganglio ciliar III VII IX X Mesencéfalo Bulbo raquídeo Tronco simpático C1 C2 C3 C4 C5 C6 C7 C8 T1 T2 T3 T4 T5 T6 T7 T8 T9 T10 T11 T12 L1 L2 L3 L4 L5 S1 S2 S3 S4 S5 Ganglio submaxilar Glándula submandibular Ganglio ótico Ganglio cervical superior Glándula parótida Ganglio cervical medio Ganglio estrellado Corazón Nervio esplácnico mayor Ganglio celiaco Estómago Nervio esplácnico menor Intestino delgado Ganglio mesentérico superior Médula suprarrenal Ganglio mesentérico inferior Función circulatoria Colon Vejiga Nervio pélvico actividad de todo el sistema nervioso en respuesta a los estímulos. El sistema nervioso se encuentra íntimamente relacionado con otro sistema de control, el sistema endocrino, por lo que resulta útil pensar en términos de control neuroendocrino. Los recientes avances en el conocimiento de los neurotransmisores, las endorfinas, las encefalinas y productos como la sustancia P nos han ofrecido información detallada de muchos mecanismos previamente incomprendidos, y también comienzan a proveer respuestas sobre algunos de los mecanismos por los cuales las alteraciones biomecánicas del sistema musculoesquelético pueden alterar la función corporal. Se ha puesto énfasis en las actividades refleja y de transmisión neural del sistema nervioso, pero éste posee también una potente función trófica. Sustancias lipídicas y proteicas sumamente complejas son transportadas a lo largo de las neuronas en sentido anterógrado y retrógrado y pasan a través de la sinapsis de la neurona hacia el órgano de destino. Las alteraciones de esta transmisión neurotrófica pueden resultar perjudiciales para la salud de ese órgano. Plexo vesical Figura 1.3. Sistema nervioso autónomo. vicales superior, medio e inferior; los ganglios toracolumbares de T1 a L3, y los ganglios colaterales. Las fibras simpáticas inervan todas las vísceras internas, al igual que la división parasimpática, pero se organizan de manera diferente. La división simpática se organiza de forma segmentaria. Es interesante destacar que todas las vísceras por encima del diafragma reciben inervación simpática de fibras preganglionares superiores a T4 y T5 y que todas las vísceras por debajo del diafragma reciben su inervación simpática de fibras preganglionares inferiores a T5. A través de esta organización segmentaria se correlacionan ciertas partes del sistema musculoesquelético con determinados órganos. Recuérdese que el sistema musculoesquelético solo recibe inervación simpática, en absoluto inervación parasimpática. En consecuencia, el control de toda la actividad glandular y vascular del sistema musculoesquelético es mediado por la división simpática del SNA. Recuérdese también que todos estos mecanismos reflejos están permanentemente sujetos a controles excitatorios o inhibitorios centrales o locales. Mecanismos de control conscientes y subconscientes procedentes del cerebro modifican constantemente la El tercer concepto es el de la función circulatoria. Este concepto puede ser descrito de manera sencilla como el mantenimiento de un ambiente celular adecuado para todas y cada una de las células del organismo (fig. 1.4). Imaginemos una célula, un grupo de células formando un tejido, o un grupo de tejidos formando un órgano, que descansan en medio del «ambiente celular». Esa célula depende para su función, sea cual fuere, del suministro de oxígeno, glucosa y el resto de las sustancias necesarias para su metabolismo, a cargo de la parte arterial de la circulación. El sistema arterial dispone de una poderosa bomba, el miocardio del corazón, para propulsar la sangre. La función cardiaca de bombeo se encuentra estrechamente controlada por el sistema nervioso central, en especial por el SNA, a través del plexo cardiaco. El control del tono vasomotor del árbol vascular lo realiza la división simpática del SNA. Cualquier factor que interfiera los mensajes del SNA simpático, mediado segmentariamente, puede influir en el tono vasomotor del órgano de destino. Las arterias también se encuentran encerradas en los compartimentos fasciales del cuerpo y están sujetas a fuerzas compresivas y de torsión que pueden entorpecer el suministro de flujo sanguíneo arterial a la célula del órgano de destino. Una vez que la célula ha recibido sus nutrientes y ha realizado su metabolismo normal, los productos de desecho deben ser retirados. Los sistemas circulatorios de baja presión, el venoso y el linfático, son los responsables del transporte de estos productos metabólicos de desecho. Tanto las venas como los vasos linfáticos pre- Capítulo 1 Historia del diagnóstico estructural y de la medicina manipulativa 9 Linfático Figura 1.4. Ambiente celular. Vénula Válvula Arteriola Capilares linfáticos Lecho capilar sentan paredes más delgadas que las arterias y carecen de la fuerza de empuje del bombeo cardíaco; en cambio, dependen del sistema musculoesquelético para su acción propulsora. Los grandes músculos de las extremidades contribuyen enormemente a esta actividad, pero la bomba principal de los sistemas de baja presión la constituye el diafragma (fig. 1.5). El diafragma dispone de amplios anclajes en el sistema musculoesquelético, que incluyen las vértebras lumbares superiores, las seis últimas costillas, la apófisis xifoides del esternón y, merced a conexiones miofasciales con las extremidades inferiores, los músculos psoas y cuadrado lumbar. La actividad del diafragma modula la presión intratorácica negativa que produce una acción de succión sobre los retornos venoso y linfático a través de la vena cava y de la cisterna del quilo. Debido a las extensas inserciones del diafragma en el sistema musculoesquelético y a su inervación por el nervio frénico, procedente de la médula cervical, las alteraciones del sistema musculoesquelético a diferentes niveles pueden alterar la función diafragmática y, en consecuencia, los retornos venoso y linfático. La acumulación de productos de desecho metabólicos en el ambiente celular interfiere en la salud de la célula y en su capacidad de recuperación de una enfermedad o lesión. Hay que destacar que el orificio para la vena cava inferior se encuentra en el ápice de la cúpula diafragmática. Existen algunos indicios de que la excursión diafragmática ejerce una actividad directa de compresión y propulsión sobre la vena cava inferior. Otro concepto circulatorio relacionado con la función del sistema musculoesquelético se refiere al sistema linfático (fig. 1.6) y al lugar donde desemboca en el sistema venoso. La linfa del lado derecho de la cabeza y el cuello y de la extremidad superior de- recha se vierte en la vena subclavia derecha a nivel de la abertura torácica superior, justo detrás del extremo anterior de la primera costilla y del extremo interno de la clavícula. La linfa del resto del cuerpo se vierte en la vena subclavia izquierda, a nivel de la abertura torácica superior, detrás del extremo anterior de la primera costilla izquierda y del extremo interno de la clavícula izquierda. Las alteraciones de la biomecánica del desfiladero torácico, en particular de su continuidad fascial, pueden afectar a los vasos linfáticos, con sus delgadas paredes, cuando se vacían en el sistema venoso. La función plena del sistema musculoesquelético es un factor importante para la eficiencia del sistema circulatorio y el mantenimiento de un ambiente celular normal en todo el cuerpo. Gasto energético El cuarto concepto es el del gasto energético, fundamentalmente por el sistema musculoesquelético. Éste no solo comprende más del 60% del organismo humano, sino que también es el principal consumidor de la energía corporal. Cualquier aumento de la actividad del sistema musculoesquelético exige que las vísceras desarrollen y entreguen energía para mantener esta actividad física. Cuanto mayor es la actividad musculoesquelética, mayor es la demanda. Si la eficiencia del sistema musculoesquelético se halla alterada por una disfunción, se registra un aumento de la demanda de energía no solo ante un incremento de la actividad, sino también durante la actividad normal. Si tenemos un paciente con compromiso de sus sistemas cardiovascular y pulmonar que padece insuficiencia cardiaca congestiva crónica, cualquier aumento de la demanda de energía del sistema musculoesquelético puede ser perjudicial. Por ejemplo, un paciente con insuficiencia cardiaca congestiva 10 Principios de la medicina manipulativa Pleura parietal posterior Figura 1.5. A, B. Diafragma toracoabdominal. Aorta Vena cava inferior Esófago Centro frénico (tendón central) Hiato esofágico 7 8 9 10 Hiato aórtico A Ligamentos arqueados Pilares Origen esternal Triángulos esternocostales Centro frénico (tendón central trifoliado) Hiato esofágico Hiato para la vena cava inferior Hiato aórtico Ligamento arqueado interno (arco del psoas) B Ligamento arqueado externo (arco del cuadrado lumbar) Área del trígono lumbocostal Músculo cuadrado lumbar Pilares crónica compensada que sufre un esguince de tobillo e intenta proseguir con una actividad normal bien podría sufrir un rápido deterioro de su compensación cardiaca, debido al aumento de la demanda energética que le supone la alteración de la marcha por su lesión de tobillo. Obviamente, sería más sensato tratar la alteración del sistema musculoesquelético y actuar sobre el esguince de tobillo que aumentar las dosis de la medicación para controlar la insuficiencia cardiaca congestiva. La restricción de una articulación importante de la extremidad inferior puede aumentar el gasto energético de la marcha normal en un 40%, y si son dos las articulaciones con restricción en el mismo miembro el aumento puede alcanzar el 300%. Múltiples restricciones menores de movilidad del sistema musculoesquelético, en especial en el mantenimiento Músculo psoas de la marcha normal, también pueden ejercer un efecto perjudicial sobre la función corporal global. Autorregulación El quinto concepto es el de la autorregulación. Existen literalmente miles de mecanismos de autorregulación que operan en el cuerpo en todo momento. Estos mecanismos homeostáticos son esenciales para el mantenimiento de la salud y, si se alteran por una lesión o enfermedad, deben ser restaurados. Todos los médicos dependen de estos mecanismos autorreguladores para tener éxito en el tratamiento de sus pacientes. De hecho, su objetivo debería ser mejorar todos estos mecanismos para contribuir a la recuperación de la enfermedad. Los médicos no deberían estorbar los mecanismos de au- Capítulo 1 Historia del diagnóstico estructural y de la medicina manipulativa 11 torregulación más de lo estrictamente imprescindible durante el proceso de tratamiento. Todo lo que se hace o pone en el cuerpo humano altera estos mecanismos en mayor o menor medida. Cuando a un paciente se le suministra una sustancia extraña, se deben ponderar los beneficios o perjuicios potenciales de esa sustancia. Dado que los avances de la farmacología moderna permiten obtener efectos farmacológicos cada vez más potentes, hemos de reconocer su potencial iatrogénico. Puesto que existen muchos pacientes que toman múltiples medicamentos, en especial en el ambiente intrahospitalario, conviene conocer claramente las acciones e interacciones de cada uno de ellos para evitar problemas iatrogénicos. Solamente los médicos ocasionan enfermedades iatrogénicas. Se ha informado que, en los Estados Unidos, uno de cada siete días de estancia hospitalaria se debe a reacciones adversas a las intervenciones farmacológicas. LA LESIÓN MANIPULABLE La medicina manual consiste en la identificación de la lesión manipulable y en el uso apropiado de un procedimiento de medicina manipulativa para resolver el problema. El campo de la medicina manual ha sufrido la existencia de múltiples, divergentes y, a veces, confusas definiciones de la entidad susceptible de ser manipulada. Se la ha denominado «lesión osteopática», «subluxación quiropráctica», «bloqueo articular», «pérdida del juego articular», «disfunción articular», entre otras. El término aceptable para esta entidad es el de disfunción somática. Ésta se define como la función alterada o deteriorada de los componentes relacionados con el sistema somático: estructuras esqueléticas, articulares y miofasciales y sus correspondientes elementos vasculares, linfáticos y nerviosos (Hospital Adaptation of the International Classification of Disease, 2nd ed., 1973). Nótese que se pone el énfasis en la alteración de la función del sistema musculoesquelético y no en un estado de enfermedad o en un síndrome doloroso. Obviamente, si existe una disfunción somática que altera las funciones vascular, linfática y neurológica, pueden aparecer una miríada de síntomas, incluidas afecciones dolorosas o diversas entidades patológicas. El diagnóstico de disfunción somática puede acompañar muchos otros diagnósticos o puede existir como entidad independiente. El arte del diagnóstico estructural consiste en definir la existencia de una o varias disfunciones somáticas y determinar su posible responsabilidad en los males que aquejan al paciente o en el proceso patológico en curso. Si se considera significativa, debería ser tratada con procedimientos de medicina manual, de la misma forma que otros hallazgos diagnósticos pueden también necesitar tratamiento adecuado. Ganglios submandibulares Ganglios cervicales profundos Conducto linfático derecho Vena yugular izquierda Conducto torácico Vena subclavia izquierda Ganglio axilar central Esófago Vasos linfáticos del tórax derecho Ganglios iliacos primitivos Ganglios iliacos externos Ganglios inguinales Vasos linfáticos del tórax izquierdo Conducto torácico Ganglios intestinales (muestra) Cisterna del quilo (de Pecquet) Ganglios y troncos preaórticos Ganglios aórticos externos Ganglios iliacos internos Ganglios sacros Figura 1.6. Sistema linfático. TRÍADA DIAGNÓSTICA PARA LA DISFUNCIÓN SOMÁTICA Los criterios diagnósticos para la identificación de una disfunción somática se pueden expresar mnemotécnicamente con la palabra ARTE. «A» de asimetría, tanto estructural como funcional, de las distintas partes del sistema musculoesquelético. Ejemplos pueden ser la asimetría en la altura de los hombros o de las crestas iliacas, o en el contorno y función del tórax, generalmente reconocidas por la inspección y la palpación. «R» de recorrido articular de una o varias articulaciones o de una región determinada del sistema musculoesquelético. La amplitud del movimiento puede ser anormal tanto por exceso (hipermovilidad) como por defecto (hipomovilidad). El hallazgo habitual en la disfunción somática es la restricción de movilidad, identificada mediante la inspección y la palpación con la colaboración activa y pasiva del paciente. «TE» de textura tisular anormal de las partes blandas del sistema musculoesquelético (piel, fascias, músculos, ligamentos, etc.). La textura tisular anormal se aprecia por medio de la inspección y de diferentes exámenes palpatorios. Algunos autores añaden «D» o «DP» a esta clave mnemotécnica. «D» de dolor asociado a otros hallazgos y «DP» de dolor a la presión, lo cual resulta particularmente diagnóstico si se localiza en un ligamento. Un ligamento normal no despierta dolor al tacto. Un ligamento hipersensible al tacto casi siempre es anormal. Empe- 12 Principios de la medicina manipulativa ro, tanto el dolor espontáneo como el dolor a la presión son hallazgos subjetivos, a diferencia de los hallazgos objetivos de asimetría, recorrido articular y textura tisular anormal. Usando estos tres criterios se intenta determinar la existencia de disfunciones somáticas, su localización, si son agudas o crónicas y, en especial, si guardan relación con el estado del paciente en ese momento. Además de su valor diagnóstico, los cambios en estos criterios pueden revestir valor pronóstico en el monitoreo de la respuesta del paciente no solo al tratamiento manipulativo dirigido a la disfunción somática, sino también a otras intervenciones terapéuticas. LECTURAS SUGERIDAS Buerger AA, Greenman PE, eds. Empirical approaches to the validation of spinal manipulation. Springfield, IL: Charles C. Thomas Publisher, 1985. Buerger AA, Tobis JS. Approaches to the validation of manipulative therapy. Springfield, IL: Charles C. Thomas Publisher, 1977. Buzzell KA. The cost of human posture and locomotion. In: Northup GW, Korr IM, Buzzell KA, et al., eds. The physiological basis of osteopathic medicine. 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