UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA UNIDAD ACADÉMICA DE MEDICINA, ENFERMERÍA Y CIENCIAS DE LA SALUD FACULTAD DE MEDICINA MONOGRAFÍA PREVIA A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE MÉDICO TÍTULO: “Fractura de Tibia y sus complicaciones” ALUMNA: Sr. Félix Miguel Sacoto Maldonado DIRECTOR: DR. JULIO GUAMÁN CUENCA – ECUADOR 2011 FRACTURA DE DIÁFISIS DE TIBIA Y COMPLICACIONES CAPITULO 1 1. Anatomía de tibia. 1.1. Cuerpo. 1.2. Caras. 1.3. Bordes. 1.4. Extremidad superior. 1.5. Extremidad inferior. 1.6. Irrigación. 1.6.1. Arteria tibial anterior. 1.6.2. Tibial posterior. 1.6.3. Arteria perónea. 1.6.4. Venas. 1.7. Inervación. CAPITULO 2 2. Fractura de Diáfisis de Tibia. 2.1. Definición. 2.2. Etiología 2.3. Diagnostico clínico. 2.4. Consideraciones. 2.4.1. En adultos 2.4.2. En niños. 2.5. Ordenes radiológicas. 2.6. Clasificación. 2.6.1. General. 2.6.2. Clasificación: (según la AO) 2.6.3. Clasificación de Winquist para fracturas diafisiarias. 2.6.4. Clasificación de Gustillo para fracturas abiertas. 2.6.5. Clasificación Tscherne y Gotze. 2.7. Órdenes y exámenes complementarios. CAPITULO 3 2.8. Atención inicial. 3. TRATAMIENTO DE LA FRACTURA DE DIAFISIS DE TIBIA 3.1. Fractura simple. 3.2. Fractura en cuña. 3.3. Fracturas complejas. 3.4. Fractura de tibia y síndrome compartimental. 3.5. Fractura ipsolateral de fémur y tibia. 3.6. Fractura de tibia en pacientes politraumatizados. 3.7. Fractura de tibia y lesión vascular. 3.8. Fracturas expuestas. 3.8.1. Grado I Y II 3.8.2. Grado III 3.9. Algoritmo de tratamiento de la fractura de diáfisis tibial. CAPITULO 4 4. Complicaciones de la Fractura de Diáfisis de Tibia 4.1. Síndrome compartimental. 4.1.1. Clínica. 4.2. Pseudoartrosis. 4.3. Dolor anterior de rodilla 4.4 Rotura de implante 4.5. Infección 4.5.1. Aguda. 4.5.2. Crónica. Conclusiones. Bibliografía FRACTURA DE DIÁFISIS DE TIBIA Y COMPLICACIONES CAPITULO I 4. ANATOMÍA DE LA TIBIA La tibia es un hueso largo voluminoso, situado en la parte medial de la pierna. Se articula superiormente con el fémur e inferiormente con el astrágalo. La tibia no es rectilínea, si no que esta contorneada en forma de S cursiva muy alargada, y presenta una concavidad lateral en su parte superior y medial en su parte inferior, la que consta de un cuerpo una extremidad superior e inferior. Anatomía de tibia. 4.1. CUERPO Llamado también diáfisis, es de forma prismática, triangular y se describen en el tres caras y tres bordes. 4.2. CARAS: son tres medial lateral y posterior. Cara medial: es lisa y plana, aquí se insertan los músculos sartorio, grácil y semitendinoso. Cara lateral: en su mitad superior presenta una depresión longitudinal en la que se inserta el músculo tibial anterior. Cara posterior: cruzada en su parte superior por una cresta rugosa y oblicua inferomedialmente, la línea del sóleo. Para el músculo sóleo, también se inserta el músculo poplíteo a lo largo del labio superior y los músculos tibial posterior y flexor largo de los dedos a lo largo de su labio inferior. El agujero nutricio principal se localiza generalmente un poco superior a la línea del sóleo. 4.3. BORDES: las tres caras están separadas por tres bordes el anterior, interóseo y medial. Borde anterior: contorneado en forma de S cursiva, es cortante en los tres cuartos superiores del hueso, lo que le ha dado en nombre de cresta tibialBorde interóseo: aquí se inserta la membrana interósea de la pierna. Borde medial: es romo en la parte superior y prominente en la inferior. 4.4. EXTREMIDAD SUPERIOR. Formada por dos cóndilos uno medial y otro lateral, que sostienen las caras articulares superiores de la tibia. Los dos cóndilos están separados superiormente por una depresión y anteriormente por una superficie triangular cuyo vértice inferior termina en la eminencia llamada tuberosidad de la tibia donde se inserta el ligamento rotuliano. 4.5. EXTREMIDAD INFERIOR: Es menos voluminosa que la superior pero, al igual que esta se extiende en sentido transversal que antero posterior. Presenta una forma irregular cubica. 4.6. IRRIGACIÓN: Proviene de la poplítea de la femoral, da las ramas tibial anterior y tibial posterior, además presenta sus ramas colaterales como son dos arterias superiores de la rodilla dos arterias inferiores de la rodilla, una arteria media de la rodilla y dos arterias musculares llamadas arterias surales. 4.6.1. Arteria tibial anterior. Proporciona además de numerosas ramas musculares, cinco ramas principales que son recurrente tibial anterior, recurrente tibial posterior la recurrente perónea anterior y las maleolares anteriores medial y lateral. 4.6.2. Arteria tibial posterior. La tibial posterior al entrar en el canal calcáneo da dos ramas la arteria plantar medial y la lateral, además da cuatro ramas colaterales las cuales son: ramas musculares para los músculos vecinos, una rama anastomótica supramaleolar, una rama maleolar medial y ramas calcáneas. 4.6.3. Arteria perónea: Da origen a la rama perforante y continúa con la arteria perónea posterior, da numerosas ramas musculares, arteria nutricia del peroné, y la rama anastomotica transversal, la rama comunicante. 4.6.4. Venas: Presenta la vena safena mayor y safena menor. 4.7. Inervación: Esta dada por el plexo lumbar que da la rama femoral y esta a su vez 4 ramos terminales dispuestos en 2 planos uno superficial en el que están en el que se encuentra el nervio cutáneo antero medial y el antero lateral; el plano profundo formado por el nervio del cuádriceps femoral y el nervio safeno. Inervación de la tibia www.google.com.ec/imgres?q=inervacion+de+tibia CAPITULO II 5. Fractura de Diáfisis de Tibia. 5.1. DEFINICION. Fracturas de tibia. www.fracturasdetibia.es Se considera como fractura de la diáfisis de la tibia, aquélla que ocurre entre dos líneas imaginarias: la superior coincidente con el plano diáfiso-metafisiario proximal, y la inferior con el plano diáfiso-metafisiario distal. Las fracturas que ocurren por encima de este límite superior, corresponden a fracturas de la metáfisis superior de la tibia, o de los platillos tibiales; cuando ocurren por debajo del límite inferior, corresponden a fracturas de la metáfisis distal o del pilón tibial; más hacia abajo ya son fracturas epifisiarias. 5.2. Etiología Este tipo de fracturas, con mucha frecuencia, se asocian a mecanismos de alta energía, siendo los accidentes de tráfico y atropellos la causa mayoritaria. Además la población afecta suele ser menor de 65 años. Otras causas de fracturas de baja intensidad son las fracturas de estrés y las patológicas, sin olvidarnos en el ámbito infantil, de aquellas denominadas “de los primeros pasos” (Anexo 1) 5.3. DIAGNOSTICO CLINICO. Mecanismo de lesión. www.elpais.com Antecedente del trauma. Dolor e imposibilidad para la marcha, deformidad y edema. Realizar examen neurovascular de la extremidad. En los casos con gran edema, gran resistencia a la presión de la pantorrilla, disminución del pulso pedio, frialdad del pie y dolor a la extensión pasiva de los dedos, sospechar de un síndrome compartimental Equimosis. Crépitaciones óseas. Frecuente desviación de los ejes: angulación y rotación del segmento distal. Bulas, generalmente de contenido sanguinolento: son indicio casi seguro de una fractura, generalmente de graves caracteres. Evaluación neurovascular de la extremidad antes y después de la reducción de la fractura. (Anexo 2) 5.4. Consideraciones. 5.4.1. En adultos Se produce por mecanismos directos o de torsión. Las fracturas causadas por mecanismos directos son expuestas en un alto porcentaje. La poca cobertura de tejidos en la cara interna de la tibia predispone a la exposición. Las fracturas de tibia pueden o no ir acompañadas de fracturas de peroné. En el primer caso, al mismo nivel si el trauma es directo; en el caso de mecanismo de rotación, la fractura de peroné esta a un nivel más alto. El peroné intacto impide en algunos casos la reducción y en ciertos casos evita la impactación. En las fracturas de tercio inferior de tibia con el peroné intacto, el fragmento inferior tiende a angularse en varo, en cambio, cuando el peroné esta fracturado, el fragmento inferior de la tibia fracturada tiende a angularse en valgo En estas fracturas el síndrome compartimental es relativamente frecuente. En el tercio distal de la diáfisis tibial, la vascularización es escasa. La unión de las fracturas es más lenta y no es rara la pseudoartrosis. La fractura de diáfisis tibial, junto con la fractura de diáfisis femoral, son las que con mayor frecuencia presentan fallas de consolidación. El rasgo de fractura del 1/3 medio o distal, con frecuencia compromete la arteria nutricia del hueso, agravando aún más el déficit vascular. La metafisis inferior presenta una vascularización aún más empobrecida, si consideramos que a ese nivel la arteria nutricia está terminando en su distribución, y a ella no alcanza la vascularización epifisiaria distal. Está recubierta por cara antero-interna sólo por el tegumento cutáneo. El rasgo de fractura oblicuo o helicoidal, con suma frecuencia desagarra la piel como un cuchillo. 5.4.2. En niños. Fractura en tallo verde www.google.com.ec/fractura+tallo+verde En los niños la fractura típica es la espiroidea con peroné intacto. En los niños entre 3 y 6 años se producen las fracturas las fracturas en tallo verde en la metafisis y diáfisis alta, entre los 6 y 10 años generalmente es transversa. El tratamiento generalmente es conservador. La pseudoartrosis de tibia en niños es más difícil de tratar que en adultos. 5.5. Ordenes radiológicas. Permite investigar: Estado biológico del esqueleto. Nivel de la fractura. Anatomía del rasgo: único, múltiple, conminución, dirección, forma, etc. Compromiso del peroné. Desviación de los fragmentos. Integridad articular tanto proximal como distal. Ordenes a pedir: Rx. AP y lateral de tibia. AP y lateral de tibia, incluyendo ambos extremos articulares para poder observar el eje de la pierna. En fracturas expuestas en que se sospecha lesión vascular, ordenar arteriografía. 5.6. Clasificación. 2.6.1. General. 1. Por su localización: 2. Por su mecanismo: 3. Por su anatomía del rasgo: 4. Por su intensidad: 2.6.2. Clasificación: (según la AO) En adultos. Diáfisis. Metáfisis. Epífisis. Traumatismo directo. Indirecto. Torsión. Cizallamiento. Flexión. Compresión. Transversales. Oblicuas. 1. Cortas. 2. Largas. Espiroídeas. Conminutas. Baja energía. Alta energía. A Fractura simple A1 simple espiroidea. A2 Fractura simple oblicua con más de 30º de ángulo. A3 Fractura simple trasversa con menos de 30º de ángulo. B Fractura en cuña. B1 Fractura en cuña espiroidea. B2 Fractura en cuña en flexión. B3 Fractura en cuña fragmentada. C1 Fractura compleja espiroidea. C2 Fractura compleja segmentaria o focal. C3 Fractura compleja irregular. C Fractura compleja. 2.6.3. Clasificación de Winquist para fracturas diafisiarias. Tipo I Sin conminución en el sitio de fractura Fracturas estables que permiten un manejo ortopédico Tipo II Conminución o fragmento que no compromete más del 50% de la circunferencia del hueso Permite contacto cortical >50% al realizar reducción Permite enclavamiento endomedular sin bloqueo Tipo III Estabilidad axial Compromiso entre el 50 y el 100% de la circunferencia del hueso Fracturas inestables rotacional y axialmente Requiere tratamiento con enclavamiento bloqueado para ofrecer estabilidad axial y rotacional Tipo IV Pérdida de cualquier contacto cortical Conminución en segmento largo del hueso Inestabilidad axial y rotacional 2.6.4. Clasificación de Gustillo para fracturas abiertas. 2.6.5. Clasificación Tscherne y Gotze. 5.7. Órdenes y exámenes complementarios. Si el paciente va a ser intervenido quirúrgicamente: Exámenes de sangre. EKG, en pacientes mayores a 40 años. Valoración cardio respiratoria si es necesario. En caso de sospecha síndrome compartimental. Medir la presión compartimental. Si se sospecha de lesión vascular. Realizar eco Doppler y si es necesario arteriografía. 5.8. Atención inicial. Inmovilizar el miembro con una férula posterior incluyendo el pie, el vendaje debe ser compresivo. El miembro se eleva unos 30º de la horizontal, aplicar hielo a nivel del sitio de la fractura. Si hay mucho edema, levantar más el miembro hasta unos 60º aproximadamente. La fijación interna disminuye rápidamente el edema; por eso, de ser posible no retardar la intervención en caso de ser necesaria. CAPITULO III 6. TRATAMIENTO DE LA FRACTURA DE DIAFISIS DE TIBIA 6.1. Fractura simple. Fractura de trazo simple de diáfisis tibial www.google.com.ec/imgres?q=fracturas+de+tibia A1. Considerada como fractura estable por lo que se trata de manera conservadora. A2. A3. Si se asocia a la fractura de peroné, la consideraremos inestable, en este caso es necesario la estabilización con clavo intramedular encerrojado. En el caso de no haber desplazamiento el tratamiento puede ser conservador, primero con el paciente sentado colocamos un yeso por debajo de la rodilla para realizar una leve tracción desde el pie y aprovechar la gravedad, luego acostamos al paciente, y se completa al yeso hasta la ingle, dejando la rodilla en 30º de flexión. Este yeso lo mantenemos por 2-3 semanas para luego cambiarlo por un funcional por debajo de la rodilla y con apoyo patelar, con este yeso se aconseja realizar la carga total sobre la extremidad. (Anexo 3) En el caso de haber desplazamiento, bajo anestesia general se realizan maniobras de reducción, la que se considerara estable al considerar los siguientes parámetros: 1. Contacto entre los fragmentos no menor del 50% 2. Angulación en varo o valgo no mayor de 5º. 3. Angulación ánteroposterior no mayor de 10º. 4. Rotación no mayor de 10º. 5. Acortamiento no mayor de 1cm. Realizar control radiológico inmediatamente con el yeso puesto, en el caso de haber una angulación inaceptable, se puede corregir realizando cuñas en el yeso. Se debe realizar tratamiento quirúrgico cuando: 1. No se logra una reducción satisfactoria. 2. El paciente no es muy joven. 3. Tiene trastornos circulatorios. 4. Problemas cutáneos que dificulten su cuidado con el yeso puesto. 5. Hay osteoartritis en la rodilla o tobillo. El tratamiento quirúrgico consiste en realizar un enclavijamiento cerrado. Indicando la carga progresiva a partir del quinto día. 6.2. Fractura en cuña. Fractura ipsilateral de la diáfisis femoral, manejada con sistema UFN insertado de manera retrógrada B1 B2 B3. En este caso es necesario utilizar un clavo intramedular con cerrojo proximal y distal para estabilizar la fractura y evitar el colapso. Luego de este procedimiento no es necesaria la inmovilización adicional con yeso. Cuando el control radiológico muestras signos incipientes de consolidación a las 6 a 8 semanas, dinamizaremos el clavo quitando el bloqueo de uno de los extremos del mismo, para permitir la compresión axial de la fractura y estimular la formación y maduración del callo óseo. La fijación de estas fracturas con placas DCP casi no se realiza, salvo en la fractura de diáfisis tibial, cuyo trazo de fractura se extiende a la articulación de la rodilla o a la del tobillo, también en caso de fracturas ipsilaterales de fémur y de tibia en donde hemos fijado la fractura del fémur con placas y tornillos. 6.3. Fracturas complejas. Fractura de diáfisis de tibia y peroné www.google.com.ec/imgres?q=fracturas. C1 C2 C3. Igual que las fracturas de B1 B2 B3. 6.4. Fractura de tibia y síndrome compartimental. Se realiza fijación externa colocado preferentemente en el lado interno de la pierna y realizando la fasciotomía, mediante un abordaje externo. Al actuar rápidamente disminuye la posibilidad de que la hipertensión compartimental continúe hasta convertirse en un síndrome oclusivo. 6.5. Fractura ipsilateral de fémur y tibia. Estas fracturas deben ser tratadas quirúrgicamente con el mismo sistema de implantes, al utilizar las placas DCP en ambos huesos, la carga no es un factor importante mientras se consigue la consolidación; en cambio, permite una movilización precoz. Si se utiliza un clavo intramedular en fémur y tibia, la carga puede permitirse tempranamente así como la movilización de las articulaciones. Por ser fracturas de alto impacto pueden producir fractura expuesta de tibia mientras la de fémur es cerrada, en estos caso se utiliza el clavo intramedular en fémur, y fijación externa en tibia de manera temporal por 2-3 semanas para luego cambiar por un clavo intramedular. 6.6. Fractura de tibia en pacientes politraumatizados. En estos casos se fija inmediatamente de manera quirúrgica para permitir la movilización precoz del paciente. 6.7. Fractura de tibia y lesión vascular. El factor tiempo es importante, ya que entre menor sea el tiempo de isquemia mejor es el pronóstico. Se debe estabilizar inmediatamente la fractura con un fijador externo, e inmediatamente procedemos a la reparación vascular. Se debe preparar la extremidad contralateral para un posible injerto de la vena safena. No hay que olvidarse de realizar la fasciotomía de la pierna afecta luego de la revascularización. 6.8. Fracturas expuestas. 6.8.1. Grado I Y II. Incluidas las fracturas por arma de fuego y de proyectil, previa irrigación y desbridamiento de la herida, pueden ser tratadas con un clavo intramedular y con cerrojo proximal y distal. Si hubiera transcurrido más de 6 horas, y luego de haber realizado la limpieza y desbridamiento, es conveniente colocar una férula de yeso, instalar antibiótico terapia por 48 a 72 horas, para luego utilizar un clavo intramedular. 6.8.2. Grado III Previa irrigación y desbridamiento de la herida, deben ser estabilizadas con un fijador externo. El que puede ser temporal y en mucho de los casos definitivo. En niños se presentan fracturas simples: oblicuas cortas, oblicuas largas o transversas. El tratamiento es conservador colocando una bota larga de yeso con la rodilla en flexión de 5º y con taco de marcha. Un acabalgamiento inicial de hasta 1cm puede ser compensado total o parcialmente por el crecimiento. Las deformidades de varus de hasta 15º corrigen espontáneamente. Las deformidades en valgus pueden persistir. Las deformidades rotacionales persisten siempre, especialmente las internas. (Anexo 4) Las únicas indicaciones para un tratamiento quirúrgico en las fracturas de tibia y peroné en los niños son: 1. Fracturas que no pueden ser tratadas conservadoramente como: niños politraumatizados, traumatizados de cráneo, quemados, etc. 2. Fracturas expuestas. 3. Pseudoartrosis. CAPITULO IV 4. Complicaciones de la Fractura de Diáfisis de Tibia 4.1. Síndrome compartimental Fasciotomía en síndrome compartimental. www.google.com.sindrome+compartimental EL síndrome compartimental (SC) se define como el aumento de la presión dentro de un espacio cerrado por fascias, que afecta la viabilidad de los tejidos. Las dos formas de presentación en este síndrome son la aguda y la crónica. El SC crónico puede aparecer con cualquier actividad repetitiva capaz de aumentar lo suficiente la presión intracompartimental en cada caso. Las fracturas de la diáfisis tibial son la causa más frecuente de síndrome compartimental agudo, presentándose a una edad promedio de 30 años, más en sexo masculino. Con frecuencia en estas formas agudas pueden asociarse flictenas en la exploración física. 4.1.1. Clínica • Compartimento anterior: – Dolor flexión plantar pasiva y limitación activa de dorsiflexión. – Pérdida de sensibilidad del primer espacio interóseo. • Compartimento lateral: – Dolor pasivo inversión y eversión de pie y tobillo. – Trastorno sensitivo en dorso del pie, sin afectar borde lateral. • Compartimento posterior superficial: – Dolor en zona posterior de la pierna con dorsiflexión pasiva y limitación activa de la flexión plantar y trastorno sensitivo del borde lateral del pie. • Compartimento posterior profundo: – Dolor pasivo a la dorsiflexión, eversión e inversión. • Existirá indicación de fasciotomía si: – Cuadro clínico positivo (preponderante sobre todo lo demás). – Presión intracompartimental: puede determinarse de varias formas. 1.30 mmHg con respecto a la diastólica en normo tensos. 2. Comparar con el lado sano y constatar una diferencia 30 mmHg. 3. La monitorización, que permite seguir la evolución. 4.2. Pseudoartrosis Pseudoartrosis. www.google.com.ec =pseudoartrosis+de+tibia Se ha atribuido clásicamente a la pérdida de hueso, excesivo movimiento en el foco de fractura, débil envoltura de partes blandas o pobre aporte sanguíneo. Los factores que aumentan su incidencia son: • Fractura abierta. • Trazo de fractura transverso. • Diástasis en el foco de fractura. • Hábito tabáquico. • Peroné íntegro. Todas las pseudoartrosis o retrasos de consolidación en fracturas abiertas deben considerarse como potencialmente infectadas. Las recomendaciones actuales de tratamiento: • Dinamización mediante retirada de tornillos de bloqueo (2º-3º mes) con/sin osteosíntesis del peroné. • Fijación con placa de compresión +/injerto (asociado a descarga) y estimuladores óseos. • Recambio de clavo (no fresado a fresado y/o aumento de diámetro) • Empleo de factores de crecimiento. 4.3. Dolor anterior de rodilla Dolor de rodilla. www.cosasdesalud.es/remedios-dolor-rodilla En caso de emplear enclavado intramedular. No se observan diferencias en cuanto a dolor en la parte anterior de la rodilla en relación al abordaje transtendinoso o paratendinoso así como tampoco existen diferencias significativas en determinaciones de la fuerza muscular y pruebas funcionales entre dichas técnicas. 4.4 Rotura de implante Rx. AP y lateral de tibia. www.andarines.com/primerosauxilios/fracturas. La causa más frecuente es por la fatiga en los tornillos de bloqueo del clavo intramedular (10% a 40%). Dentro de este porcentaje lo más frecuente es un encerrojado estático asociado a una composición de titanio. Los clavos suelen romper a partir del 3º-4º mes siendo precedida de rotura del tornillo de bloqueo excepto en un 5-10% de casos en los que la rotura es primeramente del clavo. Por esto no son recomendados clavos sólidos en fémur o tibia. No hay que olvidar que la rotura del implante es sinónimo de pseudoartrosis, mientras no se demuestre lo contrario. 4.5. Infección 4.5.1. Aguda (<1 semana): el desbridamiento y el drenaje son el tratamiento de elección. Hay que añadir antibioterapia IV durante 6 semanas como mínimo, manteniéndolo vía oral hasta que la PCR se normalice. En caso de retardo en la consolidación debe valorarse el aporte de injerto óseo, preferentemente de localización posteroexterna (mejor cobertura de partes blandas). 4.5.2. Crónica: habitualmente existe secuestro segmentario. En estos casos debe extraerse todo el material de osteosíntesis asociado a limpieza quirúrgica y hueso desvitalizado seguido de fijación externa con aporte de injerto óseo de esponjosa autólogo para defectos <2 cm. En caso de defectos de 2-5 cm se emplearán técnicas de fijación externa en donde se contemplará la compresión aguda del foco y distracción ósea proximal o distal. Si el defecto excede los 5 cm existe la posibilidad de emplear un injerto heterólogo de banco óseo o también se puede acudir al clásico transporte óseo, con un mejor resultado global. La antibioterapia debe ser IV al menos 6 semanas, valorando continuar vía oral hasta normalización de PCR. Generalmente se asocian dos antibióticos, de los cuales uno podría ser cefalosporina o ciprofloxacino y el otro rifampicina o trimetoprimsulfametoxazol. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. Luego de haber realizado un trabajo monográfico sobre fracturas de diáfisis tibial y sus complicaciones, he llegado a las siguientes complicaciones: En lo que concierne al objetivo general, al reconocer una fractura de diáfisis tibial, aplicar un correcto manejo inicial y un tratamiento adecuado nos ayudada a disminuir las complicaciones. En cuanto al primer objetivo, al tener en cuenta la anatomía de la tibia, su inervación e irrigación, podemos hacer una idea de a qué tipo de fractura nos encontramos de esta manera pensar en posibles complicaciones. En la que concierne al segundo objetivo, al ser identificada una fractura de diáfisis tibial, debemos ayudarnos tanto de la clínica como de métodos imagenológicos para poder encasillarla dentro de una clasificación adecuada, sin olvidar previamente haber dado al paciente una atención inicial. Siempre tener información actualizada en cuanto a los tratamientos de fracturas de diáfisis de tibia, conjuntamente con un algoritmo de tratamiento, lo que nos ayudaría en gran medida a un manejo adecuado de la fractura, en cuanto a lo que se ha revisado en este capítulo hemos encontrado que las fracturas simples se pueden tratadas de manera conservadora, o en el caso de no ser posible se puede utilizar un clavo bloqueado, en cuanto a las fracturas en cuña y complejas el tratamiento se utiliza des de un clavo bloqueado de elección e incluso se puede utilizar placas DCP, o inmovilizadores externos. En fracturas asociadas a síndrome compartimental se utilizara una fijación externa más fasciotomía. en las fracturas expuestas siempre previo a una irrigación y desbridamiento se decide el tratamiento adecuado Siempre debemos tener en cuenta la anatomía de la diáfisis de tibia ya que de esta manera nos ayudaría en gran medida a conocer e identificar las posibles complicaciones que se presentaran estas fracturas, ya que la cara anterior de la tibia es subcutánea, por lo que la mayoría de las fracturas se vuelven expuestas, la vascularización es escasa, favoreciendo al retraso en la consolidación y por ende a una pseudoartrosis. En cuanto a la recomendación que haría es en referencia a las complicaciones que se presentan, ya que cabe recalcar que por la anatomía de la tibia estas pueden ser muy frecuentes por lo que recomendaría crear algoritmos de tratamiento de las complicaciones más frecuentes para un correcto manejo de las mismas. ANEXOS UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA COMUNIDAD EDUCATIVA AL SERVICIO DEL PUEBLO UNIDAD ACADÉMICA DE MEDICINA, ENFERMERÍA Y CIENCIAS DE LA SALUD FACULTAD DE MEDICINA DISEÑO DE MONOGRAFÍA I. DATOS INFORMATIVOS 1. TEMA: “Fractura de Tibia y sus complicaciones.” 2. DIRECTOR: Traumatólogo: Dr. Julio Guamán 3. INVESTIGADOR: Sr. Félix Miguel Sacoto Maldonado 4. MÉTODOS: Método Científico. 5. TÉCNICAS: Técnica de la lectura científica. Técnica Documentada 6. FUNDAMENTOS LEGALES. Mediante el cumplimiento de los requisitos legales que la facultad exige como es haber aprobado los cinco años de estudio, un año de internado, tal como establece el reglamento universitario, estoy apto para presentar el diseño de monografía cuyo tema es “Fractura de Diáfisis de Tibia y sus complicaciones” el mismo que será aprobado por el Honorable Consejo Directivo, previa obtención del título de Médico. II. JUSTIFICACIÓN: Este tema fue escogido debido a que las fracturas de diáfisis de tibia se presentan en un alto porcentaje, generalmente por accidentes de tránsito, estas pueden o no ir acompañadas de fracturas de peroné, dependiendo el mecanismo del trauma. Además trataremos las complicaciones de las fracturas de diáfisis de tibia que son muy frecuentes y entre estas podemos encontrar el síndrome compartimental, relativamente frecuente; la vascularización es escasa por lo que la unión de las fracturas es más lenta y no es rara la pseudoartrosis. En los niños entre 3 y 6 años se producen las fracturas las fracturas en tallo verde en la metafisis y diáfisis alta, entre los 6 y 10 años generalmente es transversa, entre sus complicaciones tenemos la pseudoartrosis, por eso la importancia de tratar este tema, con la finalidad de aprender su correcto manejo inicial por el personal médico para llegar a un tratamiento correcto y eficaz y de esta manera disminuir la incidencia de sus complicaciones. El tratamiento generalmente es conservador. La pseudoartrosis de tibia en niños es más difícil de tratar que en adultos. III. OBJETIVOS: 1. Objetivo General: - En el presente trabajo el objetivo está encaminado en reconocer una fractura de diáfisis de tibia, dar una atención inicial, encasillar dentro de una clasificación adecuada para llegar a su respectivo tratamiento y de esta manera poder evitar complicaciones posteriores. 2. Objetivos Específicos: CAPITULO I. Anatomía de la tibia. - Reconocer las estructuras anatómicas que conforman la tibia, su inervación e irrigación, mediante una breve revisión bibliográfica. CAPITULO II. Fracturas de Diáfisis de tibia. - Identificar, diferenciar, clasificar, llegar a un diagnostico y actuar de manera adecuada ante una fractura de diáfisis de tibia, para lo que nos valemos de los antecedentes del trauma, la clínica, métodos de imagenológicos, sin olvidar dar un manejo inicial adecuado de la fractura. CAPITULO III. Tratamiento de fracturas de diáfisis tibial. - Conocer las técnicas de tratamiento clínico o quirúrgico, según la complejidad y el tipo de fractura, mediante una clasificación actualizada, la que nos permitirá un manejo adecuado de la fractura. CAPITULO IV. Complicaciones de la fractura de Diáfisis de tibia. - Conocer las complicaciones post-fractura de diáfisis de tibia, realizando una valoración integra de la fractura, y de esta manera reducir sus complicaciones. IV. RECURSOS: 1. Institucionales: - Biblioteca personal - Biblioteca universitaria - Universidad Católica de Cuenca 2. Humanos: - Al Dr. Julio Guamán Catedrático de la Universidad Católica de Cuenca, Unidad Académica de Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud. 3. Materiales: - Material de escritorio - Equipo de computo - Material bibliográfico. 4. Técnicos: - Internet 5. Económicos: V. Autofinanciamiento ESTRUCTURA: 1. INTRODUCCIÓN. La misma será redactada al concluir el trabajo monográfico. 2. CONTENIDO CAPITULO I FRACTURA DE DIÁFISIS DE TIBIA Y COMPLICACIONES 1. Anatomía de tibia. 1.1. Cuerpo. 1.2. Caras. 1.3. Bordes. 1.4. Extremidad superior. 1.5. Extremidad inferior. 1.6. Irrigación. 1.6.1. Arteria tibial anterior. 1.6.2. Tibial posterior. 1.6.3. Arteria perónea. 1.6.4. Venas. 1.7. Inervación. CAPITULO II. Fracturas de diáfisis de tibia. 2. Fractura de Diáfisis de Tibia. 2.1. Definición. 2.2. Etiología 2.3. Diagnostico clínico. 2.4. Consideraciones. 2.4.1. En adultos 2.4.2. En niños. 2.5. Ordenes radiológicas. 2.6. Clasificación. 2.6.1. General. 2.6.2. Clasificación: (según la AO) 2.6.3. Clasificación de Winquist para fracturas diafisiarias. 2.6.4. Clasificación de Gustillo para fracturas abiertas. 2.6.5. Clasificación Tscherne y Gotze. 2.7. Órdenes y exámenes complementarios. 2.8. Atención inicial. CAPITULO III. Tratamiento de las fracturas de diáfisis tibial. 3. Tratamiento de la fractura de diáfisis de tibia. 3.1. Fractura simple. 3.2. Fractura en cuña. 3.3. Fracturas complejas. 3.4. Fractura de tibia y síndrome compartimental. 3.5. Fractura ipsilateral de fémur y tibia. 3.6. Fractura de tibia en pacientes politraumatizados. 3.7. Fractura de tibia y lesión vascular. 3.8. Fracturas expuestas. 3.8.1. Grado I Y II 3.8.2. Grado III 3.9. Algoritmo de tratamiento de la fractura de diáfisis tibial. CAPITULO IV. Complicaciones de las fracturas de diáfisis de tibia. 4. Complicaciones de la Fractura de Diáfisis de Tibia 4.1. Síndrome compartimental. 4.1.1. Clínica. 4.2. Pseudoartrosis. 4.3. Dolor anterior de rodilla 4.4 Rotura de implante 4.5. Infección 4.5.1. Aguda. 4.5.2. Crónica. Conclusiones. La misma será redactada al concluir el trabajo monográfico. Bibliografía ………………………………… INVESTIGADOR ………………………………… DIRECTOR Capítulo I Anatomía de tibia. Anexo 1. Anexo 2. Capítulo III. Tratamiento de las fracturas de diáfisis tibial. Anexo 3 Anexo 4 BIBLIOGRAFÍA 1. ALCIVAR, Eduardo, ALGORRITMO EN EL TRAUMA ORTOPÉDICO. Pág. 313-324 2. GUSTILO RB, KYLE RF, TEMPLEMAN DC. FRACTURAS Y LUXACIONES. Año 1996. Pág. 90144. 3. ESCARPENTER JC. PSEUDOARTROSIS DIAFISARIAS. Editorial Ciencias Médicas. La Habana. Pág. 211-224. 4. SILVERMAN, Fernando, ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA, Editorial Marbán. Pág. 128-147. 2° edición. Año 2003 5. ROUVIERE, H. ANATOMIA HUMANA DESCRIPTIVA Y FUNCIONAL, decima edición, Editorial Masson. Pág. 313-538.tomo III. 6. Anexos. www.google.com www.medline.com www.netter.com