Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (Sala de lo Social, Sección 1ª). Sentencia núm. 7846/2008 de 21 octubre AS\2008\3080 EXTINCION DEL CONTRATO DE TRABAJO: voluntad del trabajador: incumplimientos graves del empresario: acoso moral o «mobbing»; consecuencias de la extinción: indemnización: cálculo. Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 5412/2008 Ponente: Ilmo. Sr. D. miguel angel sánchez burriel El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por la parte demandada contra Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 4 de los de Barcelona, de fecha 16-04-2008, en autos promovidos sobre reclamación de extinción del contrato de trabajo. TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTÍCIA CATALUNYA SALA SOCIAL NIG : 08019 - 44 - 4 - 2008 - 0010193 RM ILMO. SR. MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ BURRIEL ILMO. SR. MIGUEL ANGEL FALGUERA BARÓ ILMO. SR. EMILIO DE COSSIO BLANCO En Barcelona a 21 de octubre de 2008 La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, compuesta por los Ilmos. Sres. citados al margen, EN NOMBRE DEL REY ha dictado la siguiente S E N T E N C I A núm. 7846/2008 En el recurso de suplicación interpuesto por Centro Europeo de Evolución Económica, S.A. frente a la Sentencia del Juzgado Social 4 Barcelona de fecha 16 de abril de 2008 dictada en el procedimiento Demandas nº 180/2008 y siendo recurridos MINISTERIO FISCAL, -F.G.S.- Fondo de Garantía Salarial e Daniela . Ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr. MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ BURRIEL. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Con fecha 3 de marzo de 2008 tuvo entrada en el citado Juzgado de lo Social demanda sobre Extinción a instància del trabajador, en la que el actor alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó procedentes, terminaba suplicando se dictara sentencia en los términos de la misma. Admitida la demanda a trámite y celebrado el juicio se dictó sentencia con fecha 16 de abril de 2008 que contenía el siguiente Fallo: "QUE ESTIMANDO EN PARTE la demanda formulada por la Sra. Daniela contra CENTRO EUROPEO DE EVOLUCION ECONOMICA, S.A.; FONDO DE GARANTIA SALARIAL y MINISTERIO FISCAL, DECLARO la extinción del contrato de Sra. Daniela en la fecha de esta resolución, debiendo la empresa abonarle la cantidad de 73.755,36 euros en concepto de indemnización. Más 8.000 euros por daños morales. Se absuelve a la parte demandada de las restantes pretensiones ejercitadas. Se absuelve al FOGASA, sin perjuicio de sus responsabilidades legales." SEGUNDO En dicha sentencia, como hechos probados, se declaran los siguientes: "1.- Sra. Daniela , con D.N.I. nº NUM000 , trabaja para la empresa CENTRO EUROPEO DE EVOLUCION 1 ECONOMICA, S.A. desde el día 20-11-1978, con categoría profesional de Secretaria del Servicio de Asistencia Técnica, (SAT) y percibiendo un salario mensual de 1.756,08 euros brutos mensuales, incluída la parte proporcional de pagas extraordinarias. 2.-El día 30-11-2007 inició situación de I.T. por depresión y ansiedad causadas por la conflictividad laboral que padecía. 3.-Su actuación profesional es correcta y su actitud con las otras compañeras, también. 4.-Cuando entró a prestar servicios en la Empresa la Sra. Inés , como Secretaria de Dirección, se rodeó de un grupo de personas que le seguían la corriente, y a quien no lo hacía le apartaba del grupo, no dirigiéndole la palabra, ni ella ni las que le seguían. 5.-Es costumbre en la Empresa, desde que llegó a ella la Sra. Inés , que se castigase a las Secretarias de los diferentes Departamentos impidiéndoles el uso del teléfono, del escanner, de la fotocopiadora... 6.-La Sra. Daniela , tras la entrada en la Empresa de la Sra. Inés , se vió apartada del resto de Secretarias, que no le dirigían la palabra, cuando ella entraba se apartaban, se vió castigada sin el uso del teléfono, del scanner...etc. 7.-Dentro de esa dinánica, el día 29-11-07, y tras haber advertido la Sra. Daniela unos errores de contabilidad que hizo que tuviera que acudir a hablar con la Sra. Elena (Secretaria del Departamento BED, de antiguos clientes) quien le gritó diciéndole que si se tenía que repetir la estadística, que la repitiese, acudió a comentar el suceso con la Secretaria de Dirección, Sra. Inés , quien se dirigió a ella con gritos diciéndole que creería siempre a la Sra. Elena y a ella, nunca. 8.-La Sra. Sara , también trabajó en la empresa y denunció la situación de acoso moral de la que era objeto por parte de su superior jerárquico, Sr. Sergio , y de la Secretaria de Dirección, Sra. Inés , (docs. 24, 25 y 26 de la actora). 9.-Todas las Secretarias de Departamento cobraron prima Navidad 2007, excepto la Secretaria y el Director del Departamento SAT. 10.-El día 4-4-2008 tuvo lugar la celebración del preceptivo acto con conciliación con el resultado de "sin avenencia"." TERCERO Contra dicha sentencia anunció recurso de suplicación la parte demandada, Centro Europeo de Evolución Económica, S.A., que formalizó dentro de plazo, y que la parte contraria, a la que se dió traslado impugnó, Daniela , elevando los autos a este Tribunal dando lugar al presente rollo. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO La sentencia de instancia estima la demanda interpuesta por Daniela , en reclamación de extinción del contrato de trabajo, contra la empresa CENTRO EUROPEO DE EVOLUCIÓN ECONÓMICA, S. A. declarando extinguida la relación laboral entre las partes y condenando a la mencionada empresa al pago de una indemnización de 73.755,36 euros, fijada en función de la antigüedad de la demandante, con más 8.000 euros por daños morales. Frente a dicha resolución judicial se alza la entidad empresarial mediante Recurso de Suplicación que articula al amparo de los apartados a), b) y c) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) y que ha sido impugnado de contrario. Debe señalarse, previamente por la Sala, que con fecha inmediatamente a la votación de la presente sentencia en fecha 15.10.08 , se ha presentado por la demandante escrito, de fecha de presentación de 14.10.08, al que acompaña, como documento que titula de nueva noticia, Resolución Administrativa dictada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social por la que se declara el período de incapacidad laboral iniciado por aquélla en fecha 30.11.07 como derivado de accidente de trabajo. La admisión de documentos en fase de recurso está limitada en el proceso laboral por lo dispuesto en el artículo 231 de la Ley de Procedimiento Laboral en relación con el artículo 270 de la vigente Ley de Enjuiciamiento Civil ( RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892) , por lo que a la vista del mismo considera la Sala que no concurren alguna de las causas que permitirían su admisión por lo que, por razones de economía procesal sin necesidad de dar traslado a la contraparte, no ha lugar a su admisión ni valoración. SEGUNDO Al amparo del apartado a) del artículo 191 del Texto Refundido de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , denuncia la recurrente, en dos apartados separados, la infracción de lo dispuesto en el artículo 97.2 de La Ley de Procedimiento Laboral tanto en su vertiente de insuficiencia de hechos probados de la sentencia a fin de fundamentar el fallo de la misma, como por predeterminación de éste en virtud de lo recogido en el hecho probado segundo de dicha resolución, así como la infracción del artículo 179.2 del 2 mencionado texto legal al haberse acordado la inversión de la carga de la prueba, únicamente, en tanto en cuanto la demandante solo "menciona" en la demanda indicios de vulneración de derechos fundamentales, sin aportar principios de prueba de dicha vulneración. Tanto la Sala Social del Tribunal Supremo, como el propio Tribunal Constitucional, han establecido la doctrina consolidada de que para que exista vulneración del derecho reconocido por el artículo 24.1 de la Constitución Española ( RCL 1978, 2836) , no basta el mero incumplimiento formal de normas procesales ni basta cualquier infracción o irregularidad procesal cometida por los órganos judiciales, sino que es imprescindible que de las mismas se derive un perjuicio material para el interesado, esto es, ha de tener una repercusión real sobre sus posibilidades efectivas de defensa y contradicción, por lo que debe concurrir una infracción procesal especialmente cualificada que haya provocado la vulneración efectiva del derecho de defensa, privando a quién así lo denuncia del derecho de alegar y demostrar en el proceso los propios derechos; a mayor abundamiento, conviene recordar que la nulidad ha de operar siempre de forma subsidiaria, esto es, siempre que ello sea posible, han de agotarse todos los medios ordinarios de subsanación, dado que la declaración de nulidad de la sentencia ha de reservarse para casos extremos, habida cuenta de la negativa repercusión que dicha medida tiene, no sólo sobre los legítimos intereses de las partes, sino también en orden a la efectividad del principio de celeridad del proceso, máxime, además, si la invocada irregularidad es subsanable por el cauce del artículo 191, apartados b) y c) de la Ley de Procedimiento Laboral . En atención a lo expuesto, este primer motivo no puede ser aceptado por cuanto la consecuencia de la vulneración denunciada en este motivo no es la nulidad de actuaciones, sino la revisión de los hechos probados mediante la modificación, adición o supresión del ordinal señalado, como así tiene solicitado la empresa recurrente en el segundo de los motivos y, respecto de la denuncia de infracción del artículo 179.2 de la Ley de Procedimiento Laboral , dicha cuestión supone para la Jurisprudencia ( STS 01/10/96 ( RJ 1996, 7220) ) una valoración jurisdiccional provisional de carácter complejo, correspondiente en principio al Juez de instancia, que versa tanto sobre elementos de hechos ('indicios') como sobre calificaciones o elementos de derecho ('violación' del derecho fundamental), y cuya revisión en Suplicación sólo tiene trascendencia o efecto práctico cuando el Tribunal Superior de Justicia entienda que el Juzgado de lo Social debió haber aplicado esta regla atenuada de inversión de la carga de la prueba por lo que, asimismo, procede su desestimación. Además, la cuestión que se plantea por la letra a), de la que no se predica cause indefensión, se halla en íntima conexión con la formulación que se hace en el motivo amparado en la letra c) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral en cuanto que incide en la cuestión de fondo, por lo que habrá de ser analizada conjuntamente. TERCERO Al amparo de la letra b) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , interesa la recurrente la supresión del inciso final del hecho probado segundo por ser predeterminante del fallo, limitando su contenido al siguiente párrafo: "el día 30- 11-2007 inició situación de I.T. por depresión y ansiedad". Asimismo, interesa la modificación del hecho probado sexto para que quede redactado del siguiente tenor literal: " Sra. Sara , también trabajó en la empresa y denunció la situación de acoso moral de la que era objeto por parte de su superior jerárquico, Sr. Sergio . (docs 24, 24 y 26 de la actora)". Siendo el proceso laboral de una única instancia, ello comporta que el único Juez competente para valorar la prueba en su plenitud sea el que celebró el juicio, lo cual, unido al carácter extraordinario del recurso de suplicación impide que el Tribunal "ad quem" parta de otros hechos diferentes de los declarados probados por el Juez "a quo", teniendo solo atribuida la posibilidad de revisar la valoración fáctica, a la vista de las pruebas documentales y periciales practicadas (apartado b) del art.191 de la Ley de Procedimiento Laboral ) exigiéndose la concurrencia, por la jurisprudencia, de los siguiente presupuestos esenciales: a) que de los documentos o pericias únicos medios de prueba susceptibles de fundamentar el recurso, se evidencie la equivocación del juzgador, sin necesidad de conjeturas ni hipótesis ni razonamientos (STS 16.4.78 , 28.1.88 ( RJ 1988, 65) y 9.12.89 ( RJ 1989, 9195) ), dicho de otro modo respecto a los documentos "deben tener una eficacia radicalmente excluyente, contundente e incuestionable, de tal forma que el error denunciado emane por si mismo de los elementos probatorios invocados, de forma clara, directa y patente, y en todo caso sin necesidad de argumentos, deducciones, conjeturas o interpretaciones valorativas; b) la revisión que se pretende ha de tener trascendencia para el fallo; c) No es motivo de recurso sustituir la libre valoración de la prueba que el juzgador de instancia lleve a cabo por la interpretación necesariamente subjetiva del propio recurrente ( STS.13.12.90 ( RJ 1990, 9784) ). La revisión así pretendida no puede ser aceptada por cuanto las modificaciones postuladas en base a la prueba documental valorada por la Magistrada de instancia no evidencian error en dicha apreciación, pues el inciso que se pretende suprimir en el hecho segundo no contiene valoración jurídica predeterminante del fallo limitándose el contenido del mismo a hacer referencia a la conclusión obtenida por el Médico Forense, resultando, por lo demás, intrascendente a los efectos de la modificación del fallo de la sentencia, la 3 modificación propuesta respecto del hecho probado octavo en cuanto a la supresión de la referencia que en dicho hecho se efectúa a "Sra. Inés ". CUARTO En trámite de censura jurídica, al amparo de la letra c) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , denuncia la empresa recurrente la infracción de los artículos 50.1.a) y c) del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) , así como la infracción de los artículos 14, 15 y 18 de la Constitución Española ( RCL 1978, 2836) , alegando, según resumen que hacemos, que ni ha existido discriminación salarial como así se recoge en los fundamentos de derecho de la resolución recurrida ni ha existido acoso moral en la interpretación que de dicho concepto realiza la jurisprudencia, máxime a la vista de la insuficiencia de los hechos probados de los que no se desprende la existencia de un acoso sistemático, por lo que no ha existido vulneración de los derechos fundamentales que pueda amparar la extinción del contrato de trabajo ni mucho menos la obligación de indemnizar por unos daños y perjuicios inexistentes Por su parte la sentencia de instancia entiende que a partir de los indicios que menciona la demandante, no desvirtuados por la empresa, se constata una situación de acoso moral y de hostigamiento psicológico sufrida por la actora de forma repetida y continuada en el tiempo que le ha supuesto un daño en su dignidad y autoestima que le ha sumido en una enfermedad de trastorno de ansiedad. Recogíamos en la Sentencia de esta Sala, de fecha 22.09.05 ( AS 2006, 124) la doctrina jurisprudencial sobre el acoso laboral o «mobbing» definido, entre otras, en la STSJ de Madrid de 18 de junio de 2001 ( AS 2001, 1667) como «aquellas situaciones de hostigamiento a un trabajador frente al que se desarrollan actitudes de violencia psicológica de forma prolongada y que conducen a su extrañamiento social en el marco laboral, le causan alteraciones psicosomáticas de ansiedad y, en ocasiones, consiguen el abandono del trabajador del empleo al no poder soportar el stress al que se ve sometido». Así, y entre las varias actitudes a través de las que puede aquél instrumentarse nos encontramos con el aislamiento de la víctima dificultándole el trabajo con menoscabo de su formación (lo que se puede generar tanto por la encomienda de un exceso de trabajo o de funciones superiores a la competencia exigible para su desarrollo u obligándole la realización de tareas de nivel inferior al suyo); con el trato desigual recibido frente a sus compañeros, desacreditando al acosado tanto en su reputación personal o laboral con la única finalidad de provocarle una situación límite que le lleve a desistir de sus derechos profesionales o, incluso, la propia relación de trabajo. La ausencia de un planteamiento sistemático de comportamientos repetitivos frente al trabajador permite diferenciar el mobbing de aquellas situaciones de conflicto que tiene su origen en el ejercicio (por parte del empresario) de su poder de dirección y organizativo. De igual manera se expresa esta Sala en su Sentencia de 11 de junio de 2003 ( AS 2003, 2516) al recordar que la calificación de mobbing «ha de reservarse para los casos en que hay una acoso sistemático, repetición de determinadas conductas con una cierta duración en el tiempo y puesta en práctica con la intención de minar la autoestima del trabajador, asociado normalmente a la finalidad de hacerle romper la relación laboral (lo que no significa) que la finalidad tenga que estar predeterminada, puede también establecerse y calificarse la situación cuando se enquista la relación en unos parámetros de ataque, reproches y humillación repetida, deliberados, que aparentemente para el trabajador no resultan explicables. En este tipo de conductas incluso convive el beneficio por acosar con el sufrimiento de la víctima, pero esta calificación -concluye- ha de obtenerse de elementos que puedan objetivarse, no basta la alegación y la constatación de algunas conductas (que) han de ubicarse en el contexto, en el tiempo y analizar la sistematicidad de las mismas, su repetición, y su contenido (lo que impone) un análisis profundo sobre la concurrencia de los hechos que puedan llevar a concluir que tal situación es susceptible de ser calificada de acoso moral». Y, en esta línea, se rechaza otorgar tal singular calificación a un supuesto en que la empresa había incumplido su obligación de dar trabajo efectivo al empleado al no concurrir el «ejercicio de violencia psicológica de forma sistemática y recurrente por parte de la empresa y durante un tiempo prolongado con la finalidad de destruir las redes de comunicación del actor con otros compañeros de trabajo...« ( Sentencia de la Sala de 23 de julio de 2003 ( AS 2003, 3047) ); pues -como se indica en la de 10 de diciembre de 2002 ( AS 2003, 480) y se reitera en la de 11 de junio de 2003- puede existir un ataque a la dignidad del trabajador («ex» art. 50ª ET ( RCL 1995, 997) ) sin que exista mobbing (cual sucede en el supuesto que en esta última se contempla) al obligarse a la trabajadora -a la que se cambia el contenido de su cometido laboral- "a colocar la mesa y la pantalla del ordenador de una determinada forma para ser vista por el empresario". Que la recurrente haya visto modificadas la ubicación física de su puesto de trabajo o modificadas sus funciones no puede (se concluye) y en modo alguno, "ser visto por sí mismo como determinante de un comportamiento empresarial discriminatorio" cuando aquéllas "le son encargadas dentro del ámbito material propio de la categoría profesional que tiene reconocida la trabajadora, que tienen un contenido significado económico e interés evidente para la empresa...». En el presente caso, si bien la sentencia de instancia es esquemática en la redacción de los hechos 4 probados, del examen global de los mismos resulta posible llegar a la conclusión que la conducta relatada en aquéllos, completada con las manifestaciones de indudable contenido fáctico que se contienen en los fundamentos de derecho, comporta una situación de acoso moral laboral para con la actora si bien, es cierto que aisladamente consideradas dichas manifestaciones o conductas pudieran ser insuficientes para poder ser calificadas como tal. En efecto, de los hechos probados se desprende, a partir del nombramiento de la Sra. Inés como Secretaria de Dirección, una conducta reiterada y sistemática de humillación para con la demandante a quien, amen de retirarle elementos de trabajo (teléfono, scanner, etc.) privándole de la posibilidad de comunicación así como de la exigencia de pedir autorización para utilizar dichas herramientas, se le ha aislado socialmente no dirigiéndole la palabra e ignorando su presencia en los ambientes de trabajo al tiempo que, finalmente y como detonante de la situación de incapacidad laboral, se le trata a gritos a la hora de tratar temas de trabajo. Dicha actitud, reiterada en el tiempo, aun cuando no consta precisado en la sentencia, y sistemática, valorada en su conjunto comporta, per se, una intencionalidad en el trato vejatorio y humillante sufrido por la actora que le ha provocado un maltrato psíquico y moral causante de la situación de incapacidad laboral que padece lo que constituye una lesión de la dignidad de la trabajadora demandante, entendida ésta, según doctrina constitucional, como el derecho de todas las personas a un trato que no contradiga su condición de ser racional igual y libre, derecho básico de los trabajadores en su relación de trabajo según se recoge en el artículo 4. 2 c) del Estatuto de los Trabajadores , lo que constituye causa justa para solicitar la extinción indemnizada del contrato de trabajo. Por otra parte, la dignidad, como valor jurídico fundamental, se halla ligada al derecho fundamental a la integridad física y moral del artículo 15 de la Constitución ( RCL 1978, 2836) , habiendo señalado el Tribunal Constitucional que "los tratos degradantes" que menciona el citado artículo 15 son expresiones contrarias a la integridad física y moral, habiéndose acreditado en autos una relación de causalidad entre la situación laboral vivida por la actora y el cuadro psicopatológico que padece, lo que constituye una vulneración de dicho derecho fundamental. En consecuencia, habiéndose acreditado la lesión de tales derechos fundamentales no procede apreciar las infracciones denunciadas en el recurso, relativas a la inversión de la carga de la prueba y a la infracción de las normas jurídicas alegadas, por lo que el motivo se desestima. QUINTO Finalmente, la sentencia de instancia otorga la cantidad de 8.000 euros por daños morales por vulneración de derechos fundamentales al estimar probado que la conflictividad es la causa de la situación de trastorno adaptativo con síntomas de ansiedad de intensidad leve que padece la actora, siendo así que en la demanda formulada no consta acreditadas las bases del quantum indemnizatorio que en aquélla se cifraban en 65.000 euros, cantidad que se dice posteriormente, en el acto de juicio, como correspondiente a tres años de salario. Es doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo que poder adoptar el mencionado pronunciamiento condenatorio es obligado "en primer lugar, que el demandante alegue adecuadamente en su demanda las bases y elementos clave de la indemnización que reclama, que justifiquen suficientemente que la misma corresponde ser aplicada al supuesto concreto de que se trate, y dando las pertinentes razones que avalen y respalden dicha decisión; y en segundo lugar que queden acreditados, cuando menos, indicios o puntos de apoyo suficientes en los que se pueda asentar una condena de tal clase". De otra parte, una reiterada doctrina jurisprudencial ha venido declarando que la determinación del monto indemnizatorio es extremo reservado en principio a la competencia del juez a quo y sólo impugnable por vía de recurso extraordinario cuando exista error en las bases de determinación. Así, las sentencias del Tribunal Supremo (Sala 4ª) de 8 de julio de 1986 ( RJ 1986, 3992) o 23 de marzo de 1987 ( RJ 1987, 1654) , y (Sala 1ª) de 20 de julio de 1998 ( RJ 1998, 6126) . En relación con ello debemos manifestar que, atemperada por la resolución recurrida si bien con argumentos concisos, la indemnización solicitada por la actora en su demanda, posteriormente explicitada como correspondiente a tres años de salario, la Sala no encuentra razones para suprimir dicha indemnización, pues a las razones que se esgrimen en los fundamentos de derecho de indemnizar, se une, fundamentalmente, el daño moral causado o sufrimiento espiritual así como el período de incapacidad laboral, siendo así, además, que el daño moral, por su propia naturaleza responde a algo inmaterial difícilmente mensurable por pertenecer a la propia intimidad de la persona que lo padece, por lo que no encontrando la Sala arbitraria, desproporcionada o injusta la indemnización señalada procede mantener la misma. SEXTO En aplicación de lo dispuesto en el artículo. 233.1 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , la desestimación del recurso formulado a quien vencido en él no gozare del beneficio de justicia gratuita, lo que no acontece en el presente caso, lleva aparejada la condena en costas y la fijación de cantidad a percibir por la Letrada impugnante, en concepto de honorarios profesionales devengados en la 5 impugnación, en la cuantía de 300 euros. Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de general y pertinente aplicación. FALLAMOS Que debemos desestimar y desestimamos el Recurso de Suplicación interpuesto por CENTRO EUROPEO DE EVOLUCIÓN ECONÓMICA, S.A. contra la Sentencia, de fecha 16 de Abril de 2008, dictada por el Juzgado de lo Social núm. 4 de los de Barcelona, en el procedimiento núm. 180/08 sobre extinción del contrato de trabajo, seguido a instancia de Daniela contra la empresa recurrente CENTRO EUROPEO DE EVOLUCIÓN ECONÓMICA, S.A. que se confirma íntegramente. Se condena a la parte recurrente al pago de una minuta de 300 euros al letrado de la parte recurrida que ha impugnado el recurso. Asimismo, se dispone la pérdida de la cantidad objeto del depósito constituido para recurrir que se ingresará en el Tesoro Público y respecto de la consignación, désele el destino legal una vez sea firme la presente resolución. Contra esta Sentencia cabe Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina que deberá prepararse ante esta Sala en los diez días siguientes a la notificación, con los requisitos previstos en los números 2 y 3 del Artículo 219 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) . Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y expídase testimonio que quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al correspondiente libro de sentencias. Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. Publicación.- La anterior sentencia ha sido leída y publicada en el día de su fecha por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente, de lo que doy fe. 6