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5-Ap-2005
SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
ocho horas y veinte minutos del veinte de abril de dos mil siete.
Vistos en apelación la sentencia definitiva pronunciada por la Cámara Segunda de
lo Civil de la Primera Sección del Centro, a las nueve horas del diez de febrero de dos mil
cinco, en el Juicio Civil Ordinario de Indemnización de Daños y Perjuicios, promovido por
la Licenciada Beatriz del Carmen Figueroa Argueta, como apoderada del señor José Lino
Landaverde o José Lino Landaverde Rodríguez, contra el Estado de El Salvador a través
del Fiscal General de la Republica, Licenciado Belisario Amadeo Artiga Artiga, a fin de
que en sentencia definitiva se condene al Estado a indemnizarlo por daños y perjuicios
ocasionados por la destitución de su empleo sin arreglo a las leyes.
La sentencia de mérito en su respectivo fallo expresa:"" """"POR TANTO: En base
a lo antes expuesto y a lo preceptuado por los Arts 236, 237, 421, 422, 427, 439 y 521 del
Código de Procedimientos Civiles, esta Cámara a nombre de la República FALLA: A)
Declárase la existencia de los daños patrimoniales a consecuencia de la violación de los
derechos Constitucionales causados al señor José Lino Landaverde o José Lino Landaverde
Rodríguez; B) Condénase al Estado de El Salvador, a pagar al señor José Lino Landaverde
o José Lino Landaverde Rodríguez, la suma de OCHENTA Y NUEVE MIL
DOSCIENTOS TREINTA Y CUATRO COLONES CON TREINTA Y CINCO
CENTAVOS DE COLON equivalentes a DIEZ MIL CIENTO NOVENTA Y OCHO
DOLARES CON VEINTIUN CENTAVOS DE DOLAR, en concepto de daños y
perjuicios patrimoniales causados a su persona en ocasión de su destitución, resultante de
salarios, dejados de percibir a partir del día veinticuatro de febrero de mil novecientos
noventa y ocho, fecha de su destitución, hasta el tres de julio de dos mil uno, fecha en la
cual fue pronunciada la sentencia en el juicio de amparo; C) Declárase no ha lugar la
existencia de daños morales causados al señor JOSÉ LINO LANDAVERDE o JOSÉ LINO
LANDAVERDE RODRÍGUEZ. No hay condenación especial en costas.- HAGASE
SABER.-""''''''
Han intervenido tanto en primera como en segunda instancia los licenciados Beatriz
del Carmen Figueroa Argueta, como apoderada del demandante y Oscar Jerónimo Ventura
Blanco, en su carácter de agente auxiliar y en representación del Fiscal General de la
Republica.
VISTOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
I) Que con fecha diecinueve de julio de dos mil cuatro, la licenciada Figueroa
Argueta presentó demanda contra el Estado de El Salvador, la cual en lo principal
dice:'"'"'''''''''''''''''Es el caso, que mi representado laboró en el Instituto Salvadoreño del
Seguro Social, como Trabajador Social en la Unidad Médica de Santa Tecla antes Nueva
San Salvador, Departamento de La Libertad, desde el día dos de abril de mil novecientos
setenta y nueve, hasta el día veintitrés de febrero de mil novecientos noventa y ocho, fecha
en la le (sic) fue notificado por medio de nota de despido firmada por la entonces Jefa de
Recursos Humanos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social a partir de ese día quedaba
destituido de su trabajo. Que previo a ello no fueron oídos ni vencidos en juicio, de
conformidad a la Ley Reguladora de la Garantía de Audiencia de los Empleados Públicos,
ni comprendidos en la Carrera Administrativa, vulnerándoles de esta manera sus derechos
al trabajo y a la audiencia, razón por la cual promovieron PROCESO DE AMPARO, ante
la Sala de lo Constitucional de la Honorable Corte Suprema de Justicia, contra providencias
de la Directora General y Jefa de Recursos Humanos del Instituto Salvadoreño del seguro
Social, cuya sentencia es favorable al interés de mi representado, en lo pertinente DICE:
"POR TANTO: A nombre de la República, con base en las razones expuestas, y en
aplicación de los artículos 2 y 11 de la Constitución y artículos 32, 33, 34, y 35 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, esta Sala FALLA a) Sobreséese (sic) el presente proceso
respecto de de (sic) la Jefa de Recursos Humanos del Instituto Salvadoreño del Seguro
Social, por falta de legitimación pasiva; b) Declarase ha lugar el amparo solicitado por la
licenciada Marina Fidelicia Granados, en representación del señor José Lino Landaverde
Rodríguez, contra providencias de la Directora del Instituto Salvadoreño del Seguro Social
por violación a sus derechos constitucionales de audiencia y estabilidad laboral; c) queda
expedito al actor el derecho de iniciar el proceso civil de indemnización por daños y
perjuicios directamente contra el Estado; y d) Notifíquese. -----FUNDAMENTO LEGAL Y
CUANTIA DE LAS INDEMNIZACIONES.----FUNDAMENTO LEGAL--------En primer
lugar nuestra acción se sustenta en la fuerza de ejecución y debido cumplimiento que por
definición de la Ley, tiene la sentencia pronunciada por la Sala de lo Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia, máxima instancia del órgano judicial, pues de conformidad al
artículo ochenta y uno de la Ley de procedimientos Constitucionales, la sentencia definitiva
en el proceso de amparo produce los (sic) sentencia definitiva en el proceso de amparo
produce los efectos de cosa juzgada, restando establecer la cuantía de lo reclamado; en
segundo lugar sustento mi acción, en el artículo doscientos cuarenta y cinco de la
Constitución de la República, que establece que el Estado responderá subsidiariamente por
los daños materiales o morales que se causaren a sus ciudadanos como una consecuencia de
la violación de los derechos consagrados en la Constitución, cuando tales infracciones
fueran cometida por funcionarios ó empleados públicos, quienes por su parte responderán
personalmente en estos casos; y en tercer lugar planteamos la pretensión ante este tribunal y
en juicio ordinario sobre la base de los artículos 193 ordinal quinto Cn, 49, 514 y 962 del
Código de procedimientos civiles, para que mediante los tramites de ley y prueba que
ofrezco aportar, se liquiden los daños y perjuicios causados al señor JOSE LINO
LANDAVERDE RODRÍGUEZ, por la cesación laboral inconstitucional de que fue objeto
y en sentencia definitiva previa liquidación, se condene al Estado de El Salvador al pago de
los daños y perjuicios causados a mi representado. Como lo establece el artículo 960 Pr. C.
adjunto certificación de la Sentencia en la cual se expresa que procede la acción civil por
daños y perjuicios, asimismo anexo la declaración de cuenta jurada que especifica y estima
los daños morales y perjuicios causados, las que consta en Acta Notarial.------CUANTIA
DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS------Mi representado fue despedido injustamente, el día
veintitrés de febrero .de mil novecientos noventa y ocho, fecha desde la cual no recibió más
su salario ni aguinaldo. Sobre la base de lo anterior y atendiendo al salario que devengaba,
el cual era de: CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA COLONES, equivalentes a
QUINIENTOS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON
CINCUENTA Y SIETE CENTAVOS DE DÓLAR; puesto que fue despedido en la fecha
arriba indicada, en esta oportunidad se exige el pago de Indemnización por despido que
asciende a CIENTO SETENTA Y SEIS MIL OCHOCIENTOS COLONES, equivalentes a
VEINTE MIL DOSCIENTOS CINCO DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMERICA CON SETENTA Y UN CENTAVOS DE DÓLAR; y salarios dejados de
percibir por mi representado, que asciende a la cantidad de: OCHENTA Y NUEVE MIL
DOSCIENTOS TREINTA Y CUATRO COLONES CON TREINTA Y CINCO
CENTAVOS, equivalentes a DIEZ MIL CIENTO NOVENTA y OCHO DOLARES DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON VEINTIUN CENTAVOS DE DÓLAR;
como puede analizarse el no percibir dichas prestaciones le ha producido perjuicios
económicos a mi representado y a su familia, lo que oportunamente demostrare con prueba
documental y testimonial que desde ya ofrezco presentar.------Por otra parte los bienes
morales son bienes intrínsecos a las personas, que caen en el ámbito jurisdiccional cuando
les son lesionados; por su carácter abstracto son de naturaleza subjetiva, que cuando se
intenta su tasación del daño inferido son de compleja determinación, porque marca sus
efectos en el consciente y subconsciente del individuo respecto a su propio ego y del
exterior hacia él, una actitud justificada o no de censura o señalamiento con que reacciona,
a veces pasiva, solapada o activamente con los miembros del medio social en que se
desempeña la victima. Sobre este particular se ha pronunciado la Sala de lo Civil en
Sentencia número 1316-2002, citando resolución de la Cámara Primera de lo Civil de la
Primera Sección del Centro:..."...También en parte de su sentencia el Tribunal Ad-Quem ha
dicho "Llegado a este punto, es preciso establecer la responsabilidad de quien ha cometido
un hecho ilícito que causa un agravio de naturaleza extrapatrimonial y su reparación por
haber causado un daño moral, que cumple como antes se dijo una función satisfactoria
únicamente, ya que en materia de agravios morales no existe la reparación perfecta, por que
nunca el agravio en el honor será borrado completamente, ni volverán las cosas al estado
previo al evento dañoso pagando una suma de dinero. El objetivo de la reparación puede
traducirse entonces en que la reparación tiene finalidad reponer al perjudicado en un estado
igualo similar al que poseía antes de sobrevenir la situación dañosa. Para esta reparación se
han ideado varios medios que se consideran idóneos como la publicación de la sentencia de
condena, la retracción publica del ofensor o la replica del ofendido. Pero en el caso en
examen el daño moral se puede traducir, por ejemplo en daño patrimonial, como
consecuencia directa del alejamiento del cargo." Si bien es cierto mi cliente no cuenta con
la hoja de vida del demandante del caso de la sentencia, es igualmente cierto que por
disposición constitucional todos somos iguales ante la ley, Art. 3 Cn., y también todos
tenemos derecho a que se garantice nuestro derecho al honor, Art. 2 inciso segundo de
nuestra Constitución, y el señor LANDAVERDE RODRÍGUEZ se le violento éste al
despedirlo alegando falta grave cometida en el desempeño de sus labores sin haberle dado
el derecho a defensa. Continua la aludida sentencia diciendo: "La demostración del daño
moral, como se dijo, es objetiva y resulta de la violación de alguno de los bienes que tutela
el derecho. Lo que lleva a pensar que la reparación del daño moral no exige prueba de su
existencia y extensión; se acredita por el solo hecho de la acción antijurídica y la titularidad
del derecho del demandante. Tal resulta de la conculcación de bienes de naturaleza
extrapatrimonial"..." La forma de resarcimiento de los daños morales deberá asumir la
figura de reintegración en dinero / proporcionada, equitativa y discrecional por el juzgador.
Sistema propuesto por Alessandri Podrá resultar un medio grosero de satisfacción, pero y
desgraciadamente el ser humano y la ley no pueden hallar otro medio idóneo para tales
fines". Medio solicitado en la presente demanda para resarcir al señor Landaverde
Rodríguez de los daños morales a él causados, situación que le acarreo severos problemas
psicológicos y problemas económicos, ya que a la fecha no ha podido reincorporarse a la
vida laboral, en forma estable, y la ausencia de su salario le ha causado severos problemas
económicos, tales como juicios ejecutivos mercantiles, como la Asociación cooperativa de
Ahorro y Crédito Trece de Octubre de R.L., Durante el presente período ha perdido su línea
telefónica la cual correspondía al número 288-7800, la cual perdió por falta de pago a tal
grado de que se le aviso de un proceso judicial por parte de TELECOM S.A. DE C.V., pero
la situación llegó a tal grado que afecto a la esposa de mi representado en el sentido de que
en la actualidad esta con invalidez por motivos emocionales, derivado de la problemática
económica del compañero de vida, lo que ha llevado a una crisis económica a tal grado de
que ha caído en mora tal como lo compruebo fotocopia certificada ante notario de la nota
de cobro que se le hiciera a la compañera de vida del señor Lino Landaverde de lo anterior
se anexan la documentación que ampara lo expuesto; los daños morales causados al señor
José Lino Landaverde.------HONORABLES SEÑORES MAGISTRADOS, los daños
morales no pueden compensarse en su verdadera magnitud al ofendido o víctima, y aun
estando plasmados en nuestra Constitución de la República, Art. 2 inciso tercero, no son
desarrollados por ninguna ley secundaria, pero ya hay pronunciamiento al respecto de la
Honorable Sala de lo Constitucional al establecer en el caso de "Inconstitucionalidad
números 3-92 y 6-92 (acumulados}..." Toca resolver sobre el aspecto de condena en daños
y perjuicios. Sobre este punto, la Sala hace las siguientes acotaciones: cuando el Tribunal
encargado del control constitucional otorga el amparo, esta señalando que la autoridad o
funcionario que dictó o ejecuto el acto reclamado y en un sentido más general el Gobierno
del Estado, ha incurrido en responsabilidad por cuanto su conducta es antijurídica. Esta
responsabilidad deriva del incumplimiento de la Ley Suprema y viene a ser la consecuencia
jurídica que la transgresión de la Carta Magna produce en relación con el funcionario o
autoridad que la incumple, obligándose al mismo y al Estado...""""""""
II) Por auto de las ocho horas y cinco minutos del veintitrés de julio de dos mil
cuatro, se tuvo por parte al señor José Lino Landaverde, conocido por José Lino
Landaverde Rodríguez, a través de su apoderada licenciada Beatriz del Carmen Figueroa
Argueta, se admitió la demanda y se ordenó emplazar al Estado de El Salvador por medio
del licenciado Belisario Amadeo Artiga Artiga, en su calidad de Fiscal General de la
Republica.
III) Emplazado que fue el licenciado Belisario Amadeo Artiga Artiga, se mostró
parte por medio del licenciado Oscar Jerónimo Ventura Blanco en su carácter de Agente
Auxiliar del Fiscal General, actuando en su nombre y representación, y al apersonarse al
proceso sin contestar la demanda, alegó la excepción de oscuridad e informalidad de la
demanda, la cual fue declarada sin lugar mediante resolución de las quince horas cincuenta
minutos del nueve de septiembre de dos mil cuatro, por lo que se ordenó correr traslado al
Licenciado Ventura Blanco, para que dentro del término de Ley contestara la demanda, lo
que hizo en sentido negativo por medio de escrito presentado "el veintisiete de septiembre
del mismo año.
Por auto de fs. 50 se abrió el juicio a pruebas por el término de Ley, pronunciándose
la sentencia definitiva que corre agregada de fs. 104 a 110, habiendo apelado de ella la
parte demandada por escrito de fs. 113.
IV. Al expresar agravios el recurrente manifestó:'""' """"Que se me ha corrido
traslado por el término de seis días para efectos de que exprese agravios; al respecto
considero; que la Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro emitió
sentencia correspondiente por medio de la cual dijo: "A) Declarase la existencia de los
daños patrimoniales a consecuencia de la violación de los derechos constitucionales
causados al señor José Lino Landaverde ó José Lino Landaverde Rodríguez; B) condenase
al Estado de El Salvador a pagar al señor Landaverde la suma de Ochenta y nueve mil
doscientos treinta y cinco centavos de colón, equivalentes a diez mil ciento noventa y ocho
dólares con veintiún centavos de dólar, en concepto de daños y perjuicios patrimoniales
causados a su persona en ocasión de destitución, resultante de salarios dejados de percibir a
partir del día veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y ocho, fecha de su
destitución, hasta el tres de julio de dos mil uno, fecha en la cual se pronunció la sentencia
de amparo"; la honorable Cámara sentenciadora expresó que efectivamente ha existido un
hecho de un agente público, consecuencia de su actuación orgánica y ello ha sido la
destitución del señor LANDAVERDE RODRÍGUEZ, lo cual se ha establecido con la
sentencia de amparo dictada por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia, en la que relaciona la destitución del mencionado señor, en flagrante violación de
sus derechos y garantías de audiencia y estabilidad laboral. Manifiestan que con la
constancia de sueldo agregada a folios 21 se ha establecido que el sueldo recibido por el
demandante en el mes de febrero de 1998, fue su ultimo sueldo percibido por el despido
ilegal consecuentemente ha quedado establecido el daño causado por el agente público y el
nexo de causalidad entre el daño y quien causó el daño. Dicha Cámara sentenciadora tomó
como parámetro para la indemnización de los daños y perjuicios del demandante, el salario
percibido por el demandante antes relacionado, establecido en la constancia de salarios
establecida en el documento autentico expedido por la autoridad competente en el ejercicio
de sus funciones; al respecto la representación fiscal considera que la Cámara Segunda de
lo Civil ha actuado no apegada a derecho, en vista de que no se ha podido determinar el
tiempo especifico por el que tiene que pagársele los daños y perjuicios al demandante.""""
V- La parte apelada, al contestar agravios, dijo: ''''''''''Que se me ha corrido traslado
para el termino de Ley para que exprese agravio; al respecto considero: Que tal como lo
manifesté en el escrito de apelación de fecha catorce de febrero de este año, por no estar de
acuerdo al pago en que condena la Cámara Segunda de lo Civil al Estado de El Salvador en
virtud de que, se vulnera en lo económico a mi representado por los siguientes motivos; en
efecto la Cámara hace el reparo en cuanto a la cantidad que se pide y lo que realmente le
corresponde en efecto el informe que aparece a Fs. 22 emitido por el Procurador de Trabajo
de la Procuraduría General de la República el veintisiete de septiembre de dos mil dos, en
donde efectivamente se puede deducir que se cambiaron los conceptos, es decir, que los
salarios dejados de percibir desde le despido (sic) son CIENTO SETENTA Y SEIS MIL
OCHOCIENTOS SEIS COLONES Y la indemnización por despido son OCHENTA Y
NUEVE MIL DOSCIENTOS TREINTA Y CUATRO COLONES CON TREINTA Y
CINCO CENTAVOS (tal como aparece en el informe emitido por el Ministerio de Trabajo
y Previsión Social que aparece a fs. 23) como puede observarse la Cámara en el fallo
solamente se pronuncio en cuanto al pago de indemnización por daños y perjuicios en lo
referente a salarios dejados de percibir desde el despido hasta el momento del fallo emitido
por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, los que conforme a
derecho ascienden a la cantidad de CIENTO SETENTA Y SEIS MIL OCHOCIENTOS
SEIS COLONES; por otra parte en la demanda se pide indemnización por despido la
cantidad de OCHENTA y NUEVE MIL DOSCIENTOS TREINTA Y CUATRO
COLONES CON TREINTA Y CINCO CENTAVOS, es decir, desde la fecha de su ingreso
a laborar hasta la fecha del despido; en esta petición la Cámara no se pronuncio en el fallo,
no obstante ser un derecho constitucional plasmado en el Artículo Treinta y Ocho ordinal
Once de la Constitución de la República, desarrollado en el Código de Trabajo en el
Artículo Cincuenta y Ocho, dicha cantidad aparece en el informe al Ministerio de Trabajo y
Previsión Social (fs.23 del Exp.12-JO-C/E-04), por lo que la Cámara tuvo que haberse
percatado de tal situación.-----En cuanto a lo pedido en concepto por daños morales, como
lo dije en la demanda es difícil de probar en el sentido que son bienes intrínsicos a las
personas que caen (Sic) el ámbito jurisdiccional cuando les son lesionados, y la cesantía
llevó a mi representado y su grupo familiar a perder una vivienda, a trabajar en otros
ámbitos laborales, contraer deudas, enfermedad psicológica a la esposa de éste, y otras
circunstancias que aparecen en la prueba documental aportada, sin embargo la Cámara no
le dio valor probatorio, así como a la prueba testimonial, por lo que considero que al
permitir el fallo tanto en la indemnización por daños y perjuicios, es decir en los salarios
dejados de percibir desde el momento del fallo de la Honorable Sala de lo Constitucional de
la Corte Suprema de Justicia y lo que le corresponde en concepto por indemnización por
despido desde el día que empezó a laborar en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social a
la fecha del despido y en los daños morales, son los tres rubros que se reclaman en la
demanda, por lo que considero que el fallo atenta contra garantías fundamentales
consagradas en el Art. 2, 3, 38 ordinal 11 de la Constitución, Art. 14, 58, del Código de
Trabajo; por las razones antes expuestas OS PIDO:-----Me admitáis este escrito;------Se
tenga por contestados los traslados que se me han conferido; Se resuelva favorable a los
intereses del trabajador, en el sentido de que se le pague lo que conforme a derecho le
corresponde, en lo referente a la indemnización por despido que asciende a OCHENTA Y
NUEVE MIL DOSCIENTOS TREINTA Y CUATRO COLONES CON TREINTA Y
CINCO CENTAVOS; salarios dejados de percibir desde el momento del despido y el fallo
de Sala de lo Constitucional de Corte Suprema Justicia (sic) que asciende a CIENTO
SETENTA Y SEIS MIL COCHOCIENTOS SEIS COLONES Y la indemnización por
daños morales ocasionados.''''''''.
VI. ANÁLISIS DEL RECURSO
Visto el juicio y los alegatos de las partes, esta Sala hace las siguientes
consideraciones:
La sentencia impugnada tiene dos partes, una en la que se condena al demandado al
pago de cierta cantidad de dinero en concepto de daños y perjuicios patrimoniales, y la otra,
en la que se declara no ha lugar a la existencia de daños morales causados al actor.
El licenciado Oscar Jerónimo Ventura, en nombre y representación, en su calidad de
Agente Auxiliar del Fiscal General de la Republica, apeló de la sentencia dictada en
primera instancia, respecto de la condena que se hace al Estado de El Salvador, por la
cantidad de OCHENTA Y NUEVE MIL DOSCIENTOS TREINTA Y CUATRO
COLONES CON TREINTA Y CINCO CENTAVOS DE COLON, equivalentes a DIEZ
MIL CIENTO NOVENTA Y OCHO DOLARES CON VEINTIUN CENTAVOS DE
DÓLAR, en concepto de daños y perjuicios patrimoniales.
La parte actora, por medio de la Licenciada Beatriz del Carmen Figueroa Argueta,
de igual forma apeló de la sentencia, en relación a ambas partes de la sentencia, pues no
está de acuerdo en la cantidad fijada por los daños y perjuicios de carácter patrimonial, ni
en la declaratoria de no ha lugar a los daños morales.
Así las cosas, es pertinente analizar los argumentos expuestos por ambas partes
como fundamento de su recurso.
DAÑOS MATERIALES
El licenciado Ventura Blanco, manifiesta que la sentencia no está dictada y
conforme a derecho, pues la Cámara no ha podido determinar el tiempo específico por el
que tiene que pagársele los daños y perjuicios al demandante.
Sobre el mismo punto, la licenciada Figueroa Argueta alega que la Cámara vulneró
los derechos de su representado, por cuanto, hace reparo en la cantidad que se pidió y la
que realmente le corresponde como salarios dejados de percibir, pues señala, que
ciertamente se dio un error en la demanda, pues se relacionó lo que aparece en el informe
de fs. 22 p.p. emitido por el Procurador de Trabajo de la Procuraduría General de la
República, en el cual al hacer el cálculo de la indemnización se invirtieron los conceptos, es
decir, que los salarios dejados de percibir desde el despido hasta la fecha de la sentencia
son CIENTO SETENTA Y SEIS MIL OCHOCIENTOS SEIS COLONES Y la
indemnización por despido son OCHENTA Y NUEVE MIL DOSCIENTOS TREINTA Y
CUATRO COLONES CON TREINTA Y CINCO CENTAVOS (tal como aparece en el
informe del Ministerio de Trabajo de fs. 23). En ese sentido, la Cámara debió condenar en
la cantidad que conforme a derecho le corresponde a su representado como salarios dejados
de percibir, y no la que erróneamente se consignó en la demanda.
Además, agrega, que debió condenarse al demandado, en el pago de la
indemnización por despido a que alude el Art. 38 ord. 11 de la Constitución de la
República, desarrollado en el Código de Trabajo en el Art. 58.
Entrando en materia y en lo que al fondo del asunto concierne, esta Sala estima
pertinente señalar, que si bien el proceso de autos es de naturaleza civil, lo que ha dado
lugar al mismo, en otras palabras, el conflicto que generó la responsabilidad civil que acá se
discute, proviene de una relación laboral entre el ahora actor y el Estado; en ese sentido, no
puede obviarse en manera alguna el carácter irrenunciable que conforme a nuestra
Constitución, tienen los derechos fundamentales de los trabajadores, sean del sector privado
o público.
La irrenunciabilidad de los derechos laborales, está consagrada en el Art. 52 Cn. y
significa, que es nula toda acción, acuerdo o convenio que implique renuncia o menoscabo
de los derechos establecidos a favor de los trabajadores. En ese sentido, si se ha probado en
el proceso la fecha en la que acaeció el hecho del despido ilegal del que fue objeto, como
así lo es, y siendo obvio el error en el planteamiento de la demanda, en el que se invirtieron
los conceptos correspondientes a indemnización por despido y salarios dejados de percibir,
la Cámara debió conceder al actor la cantidad que de acuerdo a la ley le corresponde; es
decir, comprendiendo los salarios desde la fecha del despido hasta la de la sentencia dictada
por la Sala de lo Constitucional en el proceso de amparo respectivo.
Debe tomarse en cuenta, que lo que ha dado lugar al presente proceso, es una
violación a derechos fundamentales de un trabajador o empleado, como quiera llamarse;
que conlleva la obligación del Estado, ahora demandado, a reparar el daño ocasionado; de
ahí que, mal se haría en no concederle los salarios en la forma en que se ha dicho, pues ello
conllevaría nuevamente una violación a un derecho fundamental, y un incumplimiento al
deber de restitución o reparación que de acuerdo a la ley le asiste al actor.
No es cierto, a juicio de esta Sala, que se infrinja el Principio de Congruencia, pues
además de ser evidente el error cometido al detallar los montos de la indemnización que se
pide en la demanda, lo relativo al monto que le corresponde desde la fecha del despido,
tiene un basamento en un Principio Constitucional como es el de irrenunciabilidad de los
derechos de los trabajadores, que está por encima de cualquier norma secundaria; y por
consiguiente, siendo que todos los Jueces son Jueces de la Constitución, tienen el deber de
aplicarla, no debiendo apartarse de ella bajo ninguna justificación, sobre todo, cuando está
de por medio un deber de reparación de un derecho fundamental.
Tanto la doctrina del Derecho Constitucional comparado, como la jurisprudencia de
la Sala Constitucional, tienen establecido que el valor normativo de la Constitución vincula
a la totalidad de los jueces y Tribunales del sistema como operación previa a su aplicación
práctica, conforme a la máxima iura novit curia, y no solo al Tribunal Constitucional en sus
labores de garante de la supremacía de las normas y principios constitucionales (Cfr. García
de Enterría, Eduardo. "LA CONSTITUCION COMO NORMA Y EL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL", Editorial Civitas, S. A., Madrid, 3° edición, 1983, reimpresión,
1994, páginas 63 a 103). La Constitución no es un mero programa de gobierno ni una mera
toma ideológica de posición, sino un cuerpo de normas, principios y valores fundamentales
por cuyo cauce debe correr la vida toda de la sociedad, nacidos de un consenso lo más
cercano a la unanimidad posible; normas, principios y valores que, por su mismo carácter
de fundamentales, no deben estar sujetos a constantes modificaciones ni, mucho menos, al
vaivén de mayorías parlamentarias transitorias, lo que denota la situación superior que en la
estructura normativa corresponde a la Constitución, y le da primacía en su interpretación
como operación previa a cualquier aplicación.
Asimismo, el derecho a la tutela judicial efectiva o derecho a la jurisdicción,
consiste en el derecho que tiene toda persona de acudir a los órganos del Poder Judicial a
que se le haga justicia, a través de un proceso con unas garantías mínimas, y a obtener una
sentencia fundada en derecho (González Pérez, Jesús. "EL DERECHO A LA TUTELA
JURISDICCIONAL", 2° Edición, Editorial Civitas, S. A., 1989, página 27).
Así las cosas, la Sala estima que debe ordenarse el pago de los salarios dejados de
percibir desde la fecha del despido ilegal de que fue objeto el actor, hasta la de la sentencia
emitida por la Sala de lo Constitucional en el proceso de amparo respectivo.
En cuanto a la indemnización por despido conforme al sistema tarifado que
establece el Código de Trabajo, solicitado por la parte actora, debe apuntarse, que dicho
sistema de indemnización no es aplicable en este caso, pues ello procede cuando se está
ante un proceso ordinario por despido injustificado conforme al Código de Trabajo,
normativa aplicable a otro tipo de trabajadores, más no a aquellos, que como en el caso de
autos, su relación con la institución se origina en un acto administrativo como el
nombramiento en ley de salarios. Si dicha normativa fuera la aplicable, y por ende, el
sistema tarifado de indemnización que la misma contempla, hubiese sido competencia de
los tribunales de trabajo, el conocimiento de la pretensión correspondiente, pues es dicha
jurisdicción la encargada de hacer valer los derechos y obligaciones emanados de la
respectiva relación laboral. El hecho de que se haya dado curso al proceso de Amparo base
del presente proceso declarativo de daños, indica que fue precisamente porque no existía
una vía ordinaria para que el actor (trabajador) pudiera hacer valer sus derechos por el
despido ilegal de que fue objeto. En ese sentido pues, no es posible atender la petición
aludida, pues no es aplicable en el caso de autos, de ahí que la Cámara haya dado conforme
a derecho en este punto.
En suma, pues, procede modificar la sentencia impugnada en cuanto al monto de la
cantidad relativa a los daños y perjuicios de carácter material, en el sentido de condenar al
demandado, al pago de los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la
de la sentencia dictada en el proceso de amparo respectivo, sin incluir la cantidad solicitada
como indemnización por despido conforme a la legislación laboral.
DAÑOS MORALES:
Ahora bien, en cuanto a los daños de carácter moral, el señor Lino Landaverde,
manifestó a través de su representante licenciada Beatriz del Carmen Figueroa Argueta, que
la Cámara no le dio valor probatorio a la prueba testimonial y documental aportada al
proceso para establecer los daños morales, por lo que considera que el fallo atenta contra
garantías fundamentales consagradas en el Art. 2, 3, 38 ordinal 11 de la Constitución.
Al respecto la Sala tiene a bien hacer las consideraciones siguientes:
La base constitucional la encontramos en el Art. 2 de la Carta Magna el cual a la
letra subraya: "Se establece la indemnización conforme a la Ley por daños de carácter
moral", norma de carácter general contenida en la sección primera que trata sobre los
derechos individuales. Otra manifestación la encontramos en forma específica, en el Art.
245 de la máxima ley, el cual expresa "Los funcionarios y empleados públicos responderán
personalmente y el Estado subsidiariamente por los daños materiales o morales que
causaren a consecuencia de la violación a los derechos consagrados en esta Constitución".
Norma que está contenida en el título VIII que trata de la responsabilidad de los
funcionarios públicos.
Cuando el Art. 2 del texto constitucional, usa la frase conforme a la ley, entiende
que para darle aplicación a dicho precepto deban haber leyes secundarias que desarrollen, al
menos, estructural mente el contenido de dicha y disposición, aserto que da la razón al
pensamiento de esta Sala, por cuanto el artículo 271 del texto constitucional a la letra dice:
"La Asamblea Legislativa deberá armonizar con esta Constitución las leyes secundarias de
la República y las leyes especiales de creación y demás disposiciones que rigen las
Instituciones Oficiales Autónomas, dentro del período de un año contado a partir de la
fecha de vigencia de la misma, a cuyo efecto los órganos competentes deberán presentar los
respectivos proyectos, dentro de los primeros seis meses del período indicado,", misión que
la Honorable Asamblea Legislativa todavía no ha cumplido, por lo cual, no existiendo en
materia civil, ni mercantil, ni laboral, ni en materia de tránsito, normas que regulen,
decimos los aspectos fundamentales, estos se vuelven de imposible reclamación dentro del
actual orden legal. Por supuesto que lo antes dicho no inhibe lo existencia de casos en las
cuales pueda haber condena respecto de daños morales, tal es el caso del reconocimiento
judicial de paternidad, en los cuales, ante la negativa del padre de reconocer al hijo y media
vez exista prueba existe una condena a favor del menor y de la madre en este caso In-ReIpsa, de acuerdo al Código de Familia, y a la Ley Procesal de Familia, siendo este el caso
más significativo, aunque en realidad hay otros casos; lo mismo podríamos decir respecto al
Código Penal, el cual en su artículo 116 recoge el siguiente concepto: "Toda persona
responsable penal mente de un delito o falta, lo es también civilmente, si del hecho se
derivan daños o perjuicios, ya sean éstos de carácter morolo material. Las empresas que
hubieren asumido el riesgo de las responsabilidades pecuniarias como consecuencia de un
hecho previsto en la ley penal, serán responsables civilmente hasta el límite de la
indemnización legalmente establecida o convencionalmente pactada, sin perjuicio del
derecho de repetición contra quien corresponda". Como se ve, es debido entonces a la falta
de regulación legal que en el presente caso, no procede la condena del daño moral,
independientemente de otra problemática que representa, por lo que es muy del caso
declarar sin lugar todo petitorio o alegación en relación al daño moral, salvo los casos de
excepción mencionados.
Se hace la aclaración, que este proceso no fue incoado contra el funcionario público
y el Estado en forma subsidiaria, sino que se demandó al Estado en forma directa, ya que
según lo dictaminó la Sala de lo Constitucional en la sentencia base de la pretensión, la
responsabilidad se desplazó al Estado, y en su fallo dejó expedito el derecho del actor, para
demandar directamente al Estado, por los daños resultantes de la violación constitucional,
tal cual se hizo.
POR TANTO: De acuerdo a las razones antes dichas, disposiciones legales citadas
y Arts. 1089 y 1092 Pr.C., a nombre de la República, esta Sala FALLA: a) MODIFÍCASE
el literal b) de la sentencia impugnada en el sentido siguiente: CONDÉNASE AL ESTADO
DE EL SALVADOR, a pagar al señor JOSÉ LINO LANDAVERDE o JOSÉ LINO
LANDAVERDE RODRÍGUEZ, la suma de CIENTO SETENTA MIL SEISCIENTOS
CINCUENTA Y UN COLONES CON CUARENTA CENTAVOS DE COLÓN,
equivalentes DIECIOCHO MIL TRESCIENTOS SESENTA DÓLRES CON DIECISÉIS
CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA; b)
CONFÍRMASE el literal C) de la sentencia impugnada; y, c) No hay especial condenación
en costas.
Devuélvanse los autos al Tribunal de origen con certificación de esta sentencia para
los efectos de rigor. Expídase la ejecutoria de ley. HAGASE SABER.
M. E. VELASCO----------------PERLA J.-----------------M. F. VALDIV.---------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN--------RUBRICADAS---------ILEGIBLE.
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