ÍNDICE DE CONTENIDOS 1. 1.1 1.2 EFECTOS DE LA RED DE CAMINOS SOBRE LOS SUELOS EROSIÓN EN CAMINOS FORESTALES CONTROL DE LA EROSIÓN EN CAMINOS 1 2. 2.1 ESTABLECIMIENTO DE PLANTACIONES HABILITACIÓN DE TERRENO MEDIANTE QUEMAS 4 4 2 2.2 PREPARACIÓN DE SUELOS PARA PLANTAR 2.2.1 Labranza 2.2.2 Labranza extensiva o de superficie 2.2.3 Labranza en tazas 2.2.4 Conservación y reemplazo del mantillo 2.2.5 Reconstrucción de laderas 2.2.6 Otros 2.3 HERRAMIENTAS PARA REHABILITACIÓN 2.4 REGIMEN DE NUTRIENTES 8 9 9 10 10 10 11 13 15 3. 3.1 3.2 3.3 3.4 3.4.1 3.4.2 3.5 3.6 COSECHA VOLTEO Y DESRAME MADEREO PREVENCIÓN DE DAÑOS DE COSECHA SELECCIÓN DEL EQUIPO DE MADEREO Equipos de cosecha terrestre Sistemas de rodado y tracción ACOPIO EN CANCHAS Y CAMINOS MADEREO CON TORRES 18 18 19 24 25 25 28 29 30 4. TRANSPORTE 31 5. NECESIDADES DE INVESTIGACIÓN 32 6. BIBLIOGRAFÍA 34 ÍNDICE DE CUADROS CUADRO PÁGINA 1 PRINCIPALES EFECTOS DE LA RED CAMINERA Y MEDIDAS DE CONTROL 4 2 PRINCIPALES EFECTOS DE LAS QUEMAS Y MEDIDAS DE CONTROL 7 3 EFECTOS DEL TRÁNSITO VEHICULAR Y MEDIDAS DE CONTROL 32 ÍNDICE DE FIGURAS FIGURA PÁGINA 1 EMPLEO DE EXCAVADORA EN LABORES DE LABRANZA EN TAZAS 10 2 IMPACTO EROSIVO EN ZONAS DESNUDAS Y CUBIERTAS POR BOSQUE 11 3 CABEZAL VH MULCHER PARA LABORES DE MULCHING EN TAZAS 12 4 ESCARIFICADOR MONTADO EN BULLDOZER 14 5 GUSANOS, INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO 24 PRÓLOGO El presente estudio se hace a petición de Forestal MININCO S.A. y consiste en una revisión del estado del arte en cuanto a los actuales intereses de los países desarrollados en materia de conservación de suelos forestales. Gran parte de las fuentes mencionadas provienen de artículos publicados en los EEUU y Canadá, abarcando un período de cuatro años. Este texto es un resumen de las publicaciones revisadas, las que están contenidas in extenso en una base de datos, a la cual se accede mediante la interfaz “PROSUELO” diseñada en Visual Basic 6. La información que surja de este informe, puede servir de apoyo para la implementación de un Plan de Conservación de Suelos y el establecimiento de indicadores de mejoramiento continuo demandados por el Sistema de Gestión Ambiental de la Empresa, lo cual contribuirá al proceso de certificación forestal. La comprensión de la productividad de los sitios y el entendimiento de los factores determinantes de la calidad del suelo, son materias que han generado interés por largo tiempo en aquellos relacionados con el ámbito forestal. Al hablar de calidad del suelo, se entiende como la capacidad de un suelo específico de sostener, dentro de fronteras ecosistémicas naturales o manejadas, la productividad animal y vegetal, manteniendo o mejorando la calidad del aire y aguas, contribuyendo a la salud humana y habitabilidad del ambiente. Es evidente, por el número de funciones del suelo que intervienen en la determinación de la calidad del suelo, que se trata de una materia de alta complejidad. Ésta considera ámbitos tan variados como biodiversidad, producción, flujos de agua, reciclaje de nutrientes y soporte estructural, entre otros, que tienen parte en la dinámica de la calidad edáfica. Este informe se centra en averiguar cuáles son las preocupaciones e investigaciones actuales concernientes a la conservación de la productividad del suelo en el largo plazo, determinando que éstas se dan fundamentalmente en materias de prevención y rehabilitación de los impactos producidos al suelo por operaciones de cosecha y preparación de sitios. La prevención dice relación con las actividades de cosecha, construcción y mantenimiento de caminos, en tanto que la rehabilitación trata principalmente lo concerniente a la preparación de sitio para las futuras plantaciones y la eliminación de los efectos adversos que surgen durante la cosecha. Es necesario mencionar al respecto, que la sección dedicada a rehabilitación en este informe se ha confeccionado siguiendo en gran medida las líneas generales expuestas en la “Guía de Rehabilitación de Suelos del Ministerio de Bosques de British Columbia”, cuyo enfoque está dado en exponer las técnicas disponibles para restaurar la productividad del suelo, con el fin de restablecer un ecosistema forestal productivo en sitios que han sufrido algún nivel de degradación. AGRADECIMIENTOS El Programa de Producción Forestal y Medio Ambiente (PROFORMA) de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Austral de Chile, agradece a Forestal Mininco S.A. por la gentil autorización para difundir esta recopilación bibliográfica con fines académicos. RESUMEN A partir de una completa revisión de la literatura de los últimos cuatro años, que incluye la totalidad de las publicaciones científicas recientes de nivel de importancia CAB-Abstracts, la información disponible en internet y las publicaciones a la vanguardia en la temática forestal, se extrae el estado del arte de la investigación mundial en el manejo forestal y su relación con los diversos factores que determinan la conservación y mejoramiento de la productividad de los suelos como base del ciclo de producción forestal. La revisión identifica los principales aspectos de la preocupación mundial, a saber, el estudio de los efectos de la red de caminos, las labores de preparación de suelos para favorecer el establecimiento de las plantaciones y la selección del equipo y momento apropiados para el madereo en la cosecha, como los principales factores que afectan la productividad de los suelos a largo plazo. A pesar del cúmulo de experiencias de investigación mundial, se percibe la necesidad de realizar estudios a escala local, que permitan determinar apropiadas medidas preventivas de eventuales daños al suelo y prescribir correctas soluciones mitigadoras de impactos producidos, que incidan en la productividad de los suelos forestales. 1 1. EFECTOS DE LA RED DE CAMINOS SOBRE LOS SUELOS El efecto de los caminos sobre la productividad de los terrenos se analiza comúnmente desde dos perspectivas. Una, es la ocupación de terreno por las obras de acceso, canchas y áreas de instalaciones permanentes que restan superficie productiva y otra, se refiere a las consecuencias que genera la construcción y el mantenimiento de los caminos, principalmente: la remoción de suelos, la inestabilidad de taludes, erosión y generación de sedimentos. La intensidad de caminos generalmente se determina minimizando los costos de producción y varía en un amplio rango según sea el estándar de caminos requerido, la topografía, el recurso que se extrae, el sistema de cosecha y la disponibilidad de equipos de madereo. No obstante, algunos códigos de buenas prácticas han llegado a sugerir que las instalaciones permanentes no debieran superar el 5% de la superficie neta productiva (British Columbia, Ministry of Forests, 1995). Además existen una serie de iniciativas como la americana “roadless” que sugiere evitar el aumento de la construcción de caminos en zonas de bosques e incluso mantener zonas de exclusión (http://roadless.fs.fed.us/). Pero sin duda, más que establecer límites a la cantidad de caminos a construir, la mayor parte de la literatura está asociada a estudiar cómo predecir, evaluar y mitigar la erosión y generación de sedimentos provenientes de los caminos forestales. En consecuencia, este trabajo se concentra en este aspecto en los párrafos siguientes. 1.1 EROSIÓN EN CAMINOS FORESTALES De los documentos publicados recientemente sobre caminos, se desprende que la principal preocupación de los investigadores al respecto ha estado centrada en el control de la erosión y particularmente en la predicción de la generación de sedimentos a partir de éstos. A pesar que comúnmente los deslizamientos naturales producen el mayor aporte de sedimentos, de las actividades de manejo forestal, los caminos son los principales contribuyentes, seguidos por las operaciones de cosecha (McLELLAND, 1999). Así, se determinó que de los deslizamientos generados, 58% estaba asociado a caminos, 12% se encontraba relacionado a trabajos de cosecha y el tercio restante eran de origen natural. Una adecuada asesoría geotécnica ayuda a disminuir el riesgo de deslizamientos. Los factores de riesgo que identifican las áreas susceptibles de deslizamientos son: material parental del suelo, altitud, exposición de la pendiente, pendiente de la ladera y forma del terreno. ELLIOT y TYSDAL (1999) destacan que en caminos hechos en corte, 30% del sedimento proviene del camino, 60% se genera en la cuneta y menos de 10% se da en la pendiente de corte. La erosión en las cunetas se reduce en el caso de taludes de corte de baja altura. Factores determinantes de la erosión en este punto son longitud del camino, pendiente longitudinal, tipo de suelo y factores climáticos. 2 Una forma para evaluar la sedimentación potencial generada por caminos en EE.UU es a través del uso de programas computacionales (ELLIOT, HALL y GRAVES, 1999). Uno de estos programas, descritos de forma recurrente y su capacidad para evaluar miles de combinaciones de las variables de sedimentación es el WEPP (Water Erosion Prediction Program). La capacidad de la base de datos del programa permite realizar estimaciones no sólo a nivel local, sino que posibilita su aplicación a nivel nacional. WEPP mejora las predicciones de la tradicional y conocida ecuación USLE (Universal Soil Loss Equation), ya que esta última, de uso agrícola, si bien se ha adaptado para el ingreso de parámetros de bosques, no lo ha hecho para caminos forestales. En cuanto a los detalles y capacidades del programa, éste evalúa el aporte de sedimentos en base a suelo, clima, cubierta del suelo y condiciones topográficas del sitio. También es capaz de simular las condiciones diarias que afectan la tasa de erosión, incluyendo la cantidad de dosel presente, presencia de residuos superficiales y el contenido de agua del suelo. El modelo es sensible al tipo de precipitación (sólida o líquida), calculando infiltración y escurrimiento, para lo cual requiere entrada de datos desde los registros de estaciones meteorológicas. Algunos de los usos prácticos de este programa son la determinación de espaciamiento entre drenajes transversales, incluso en vías de saca; la identificación de secciones de camino que sean candidatas para cierre o para medidas de mitigación. Asimismo, permite evaluar el empleo de las medidas, pero sin duda lo más importante es que hace posible determinar cual es el aporte de sedimento desde cada segmento del camino y así poder planificar e implementar las medidas preventivas o rectificadoras convenientes. 1.2 CONTROL DE LA EROSIÓN EN CAMINOS Respecto del control de la erosión, la primera práctica para controlarla es desviar el escurrimiento desde la superficie del camino o cuneta en proceso de erosión hacia el bosque. Los métodos para conseguir este objetivo son el uso de drenajes superficiales que crucen el camino, el bombeo o pendientes transversales, las alcantarillas y descargas para las cunetas. La mayor parte de la erosión de caminos se produce a partir de la concentración de flujo en huellas y cunetas. Esto deriva en alteraciones cuyos impactos más importantes son la modificación de las características de escorrentía de la cuenca, pérdida de masa y erosión superficial. Con el ahuellamiento y falta de mantenimiento se pierden todas las ventajas generadas por un buen diseño del camino, ya que el agua no es dirigida hacia donde fue pensado, sino que sigue la huella. En tanto si el camino está bien mantenido, la principal causa de erosión es la cuneta, a menos que ésta cuente con ripio o una cubierta vegetal. Otro factor determinante en la generación de sedimento desde caminos forestales es el tránsito vehicular. En presencia de tránsito ligero se puede llegar a generar nueve veces más sedimentos que en situaciones sin tránsito. Esta cantidad puede duplicarse en el caso que se presente ahuellamiento en el camino. Por ello, el mantenimiento de las vías es esencial, 3 junto a la posibilidad de restringir el ingreso al camino en determinados períodos del año. Esto lleva a costos menores que los producidos por reparaciones esporádicas y las pérdidas por erosión. Formas adicionales de controlar erosión comprenden estabilizar la calzada del camino con el fin de incrementar su conductividad hidráulica y, reducir la presión de inflado de los neumáticos de los vehículos. Para comprender la importancia del primer método de control hay que considerar que la infiltración típica de un camino es de 1 mm/h, en tanto bajo bosque tiene 80 mm/h. El ripio lograría aumentar la infiltración a 3 mm/h, valor reducido, pero que por sus efectos, ya es de una magnitud interesante. El segundo método de control, la disminución de la presión de inflado de los neumáticos, se describe en la sección 4. Otra forma efectiva de controlar la erosión es la desactivación de caminos, para lo cual hay que producir la rotura de éstos, usualmente con un escarificador, de forma de eliminar la compactación, consolidación y sellado de la superficie y por ende la erosión producida por el escurrimiento superficial. Idealmente, es necesario cortar transversalmente el camino o colocar desechos arrumados en tramos regulares de 20 metros, por ejemplo, de tal manera de disminuir la cantidad y fuerza del agua. Es normal, una vez realizado el tratamiento, lograr infiltraciones de 40 mm/h, valor que es menor al de infiltración bajo bosques, pero que ayuda en el caso de lluvias moderadas. Las recomendaciones generales que se desprenden de las investigaciones para prevenir la erosión de caminos y sus efectos colaterales son (ELLIOT y TYSDAL, 1999. FAUNDEZ, 1996): Generales - situar el camino lo más lejos posible de los cursos de agua desactivar caminos y canchas Talud de corte - emplear taludes de corte de baja altura - establecer una cubierta vegetal - usar empalizadas y muros Plataforma - agregar ripio a las cunetas o permitir el establecimiento de cobertura vegetal en ellas para disipar energía mantener la cunetas libres de residuos utilizar pendientes longitudinales moderadas al diseñar, utilizar segmentos cortos de camino conservar el bombeo del camino eliminar oportunamente los ahuellamientos agregar ripio a calzadas y plataforma para incrementar su conductividad hidráulica Derrame - establecer una cubierta vegetal (hidrosiembra) o de desechos 4 - emplear derrames de corta longitud construir muros canalizar las aguas Cuadro1. Principales efectos de la red caminera y medidas de control Origen Impacto • Deslizamiento • • Ahuellamiento Tránsito vehicular • • Generación de altas cantidades de sedimentos Contaminación de cursos de aguas Inutilización de caminos Erosión superficial acelerada por concentración de flujo Generación de sedimentos Acción Correctiva/Preventiva ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü Correcto emplazamiento y diseño de caminos Construcción de muros de contención Establecimiento de cubiertas vegetales Canalización de aguas Mantenimiento periódico de caminos y cunetas Restricción de circulación en condiciones de alta humedad Adición de ripio Mantenimiento de caminos Restricciones estacionales al tránsito Limitaciones a la velocidad del tránsito Circulación con baja presión de neumáticos 2. ESTABLECIMIENTO DE PLANTACIONES El establecimiento de plantaciones requiere de actividades que, si no son planificadas adecuadamente, pueden afectar la productividad de los suelos. En los párrafos siguientes se discutirá especialmente los efectos del empleo de quemas, las diferentes técnicas y herramientas de labranza para la preparación del suelo. 2.1 HABILITACIÓN DE TERRENO MEDIANTE QUEMAS Los artículos escritos recientemente sobre el impacto de las quemas al suelo, como técnica de preparación de sitio, coinciden en gran mayoría en sus opiniones. El trabajo al que se han abocado los investigadores, es a confirmar las hipótesis de los impactos negativos que tiene esta práctica sobre la productividad en el largo plazo y a analizar las alteraciones colaterales derivadas de ella. Un punto de común acuerdo entre los investigadores es que los efectos perniciosos de las quemas residen fundamentalmente en la mala ejecución de las mismas y no en su empleo. Concuerdan también en que se requiere un horizonte de tiempo mayor para lograr 5 determinar de forma fehaciente las tendencias que han logrado establecer, ya que no se conoce con certeza, por ejemplo, cuál es el efecto de la pérdida de biomasa de un rodal por efectos de la combustión, aún cuando hay resultados relativamente claros en horizontes de tiempo que van desde los 10 a los 30 años. Éstos establecen que si las quemas se realizan de forma correcta y adecuadamente espaciadas en el tiempo, el impacto que generan sobre la productividad es bajo, siendo irrelevante por los beneficios que se obtienen (KRANABETTER, 1998 y GUINTE, 1998). El efecto directo del fuego sobre el suelo depende de la severidad del mismo, la cual está dada por la cantidad de combustible presente en el rodal, la humedad del suelo, las temperaturas que alcance el mismo y, como factor determinante, la duración del evento. El ámbito al que se circunscriben las alteraciones producidas por quema es amplio e involucra la eliminación total o parcial de la biomasa que se halla sobre el suelo, interfiriendo en los procesos físicos y químicos del suelo y afectando su biota (NEARY, 2000). La quema interfiere básicamente con dos procesos fundamentales : la mineralización de los nutrientes y la formación de materia orgánica del suelo. Si se quema con frecuencia, la formación de materia orgánica se verá disminuida, así como el abastecimiento de nutrientes, ya que el piso del bosque tiene un rol esencial al servir de vínculo entre los procesos del ciclo de nutrientes aéreos y subterráneos. La materia orgánica otorga protección a la superficie del suelo, mejorando su arquitectura, facilitando la absorción y retención de agua, y moderando las temperaturas. El fuego, al alterar las propiedades físicas, químicas y biológicas del piso del bosque, interrumpe o modifica la ordenada transferencia de nutrientes desde el piso al suelo (TIEDEMANN, 2000). En tanto, si se realizan quemas de baja intensidad, adecuadamente espaciadas en el tiempo, se pueden obtener ciertas ventajas. Los beneficios de las quemas de bajo impacto residen en la posibilidad de disminuir el riesgo de incendio al eliminar material combustible de forma controlada, allanando el terreno para el establecimiento de plantaciones, promoviendo el crecimiento de la flora herbácea y el cambio de las condiciones de pH a un entorno más alcalino. También, este tipo de quema incrementa la cantidad de nutrientes disponibles para la vegetación al permitir, por ejemplo, la transformación del nitrógeno de formas orgánicas a inorgánicas de fácil absorción, si bien la duración de este beneficio es corta y en general no supera el año. Dentro de los cambios negativos inducidos por las quemas están: las modificaciones en la sucesión de los bosques, alteraciones en la composición de especies presente sobre y bajo el suelo, volatilización de nutrientes y su transporte como cenizas, la modificación de las tasas de mineralización, la alteración de la relación C/N, reduciendo los contenidos de materia orgánica del suelo, disminuyendo el nitrógeno y en consecuencia la calidad de la materia orgánica formada a posteriori. Se debe mencionar también, la posibilidad que se genere pérdida de nutrientes por erosión acelerada, lixiviación y desnitrificación, en ausencia de una capa que amortigüe el efecto de las precipitaciones. Además, se pueden producir cambios en la función hidrológica del suelo por la hidrofobia, los cuales agravan la erosión en presencia de pendientes y dificultan el establecimiento de una capa vegetal. Cambios 6 adicionales involucran la disminución de la micro y macrofauna, y su rol sobre la estructura del suelo, descomposición de la hojarasca y mineralización del carbono y el nitrógeno. Otras alteraciones y cambios perjudiciales se producen en las poblaciones microbianas, en la calidad de las aguas por contaminación con sedimentos, en el régimen térmico superficial y en la estructura del suelo por el consumo de la materia orgánica que forma los agregados del suelo. Todos impactos que pueden ser acumulativos a través del tiempo, siendo éste quizás el mayor riesgo. A estos efectos negativos, TIEDEMANN (2000) agrega el impacto sobre la belleza escénica, sobre el refugio y alimento de la vida silvestre y la menor captura de anhídrido carbónico atmosférico por parte del bosque debido a una productividad reducida. MCLVER (2000) menciona muchos de los daños ya expuestos, enfatizando los efectos de la erosión acelerada, potenciada por las condiciones de la pendiente del sitio, la textura y composición del suelo. Tanto MCLVER (2000) como NEARY (2000) concuerdan que la persistencia de esta degradación estaría dada por la severidad del fuego y por las condiciones del ecosistema tras la quema, siendo de mayor duración los cambios en sitios más secos y fríos. El último punto es de particular relevancia en la dinámica de la materia orgánica de los sitios, incidiendo el fuego de forma distinta según donde se almacene ésta. Sitios con gran acumulación subterránea, como las praderas, resisten mejor el empleo de fuego. En el caso de las pérdidas de los elementos N, P y K por erosión tras una quema, éstas pueden aumentar fácilmente por un factor de cuatro, en forma de sedimento (THOMAS, 1999). Ello, debido a las altas concentraciones de estos nutrientes en superficie, producto de la transformación de la materia orgánica y la vegetación. Las pérdidas pronunciadas pueden prolongarse por un par de años, y la remoción de estos finos enriquecidos introduce un potencial deterioro de la calidad del suelo, especialmente en quemas severas. De los elementos que se eliminan de esta manera, el fósforo es el que puede tener mayor impacto en la fertilidad de un suelo, por cuanto sus mecanismos de reposición son más limitados. El nitrógeno total de un sitio puede reducirse hasta 25% en un lapso de diez años tras una quema. Empero, con quemas moderadas el fuego tiene un efecto de redistribución de los nutrientes, especialmente cierto para los elementos P, Ca y Mg, incidiendo en la disponibilidad de los mismos para las plantas. Las pérdidas de nutrientes producidas se dan principalmente para carbono y nitrógeno por volatilización y descomposición, y para potasio por lixiviación (KRANABETTER, 1998). Algunos autores (GUINTE, 1998) van todavía más lejos, sugiriendo que la dinámica de nutrientes con quema moderada y sin quema es la misma, incidiendo el fuego únicamente en la aceleración de los procesos de disponibilidad de los mismos. Sin embargo, aún en quemas moderadas, las pérdidas de materia orgánica puede variar entre un 20 y un 80 % de pérdida de masa total y, de acuerdo a THOMAS (1999), demoraría alrededor de 5 años en restablecerse el nivel de nutrientes de un sitio al estado anterior a la intervención en el caso de fuegos moderados. 7 Sin embargo, hay que actuar con cautela pues todavía no se conocen bien los efectos del fuego en el largo plazo, especialmente en lo referido a las relaciones de la biota con el ciclo de nutrientes. Es recomendable el astillado y dispersión de los residuos como forma alternativa para reducir las cargas combustibles en los sitios. Se pueden esperar pérdidas de 50% en área basal para Pinus ponderosa al simular quemas espaciadas a intervalos de 10 años, para un horizonte de estudio de 200 años, siendo ésta pérdida todavía significativa al espaciar las intervenciones cada 20 años (TIEDEMANN, 2000). Analizando lo que piensan los distintos investigadores se puede notar que coinciden y demuestran acuerdo en la necesidad de restablecer la cobertura de vegetación a la brevedad (MCLVER, 2000). Estudios realizados en rodales de coníferas, al fertilizar con ceniza y quemar los sitios muestran que se produce un importante cambio en la distribución de los organismos que viven en el suelo. Los dos tratamientos empleados tuvieron impacto similar en cuanto a la modificación de las características físico-químicas de la capa orgánica, hallándose modificaciones en la calidad de la materia orgánica que entra a la cadena de descomposición en los sitios quemados. Las quemas provocaron también un claro descenso en la biomasa total de microbios y de hongos, en tanto que la ceniza no tuvo este efecto. Sin embargo, el cambio en el pH del suelo por depositación alcalina de cenizas, cambió la composición de la comunidad microbiana. Para el caso de aplicación de cenizas se reportan incrementos en la respiración (HAIMI 2000). Cuadro2. Principales efectos de las quemas y medidas de control Impacto Acción Preventiva/Correctiva • • • • • • ü • • • • • • Eliminación de materia orgánica Volatilización de nitrógeno Erosión acelerada Lixiviación de nutrientes Contaminación del aire Eliminación de porciones importantes de la biota del suelo Alteraciones en las tasas de mineralización Modificación del régimen térmico del suelo Alteración de la calidad de aguas Hidrofobia Transporte de cenizas Exposición del suelo mineral Restablecer la cobertura vegetal por plantación o siembra ü Emplear métodos alternativos para eliminar la aglomeración de combustible, como mulches 2.2 PREPARACIÓN DE SUELOS PARA PLANTAR De acuerdo a lo señalado en la Guía de Rehabilitación de Suelos del Ministerio de Bosques de British Columbia (BULMER, 1998) la productividad de las plantas se ve mermada en suelos degradados por: 8 a) b) c) d) e) f) compactación del suelo erosión lixiviación de nutrientes regímenes de humedad, temperatura y aire inadecuados alteración en los ciclos de nutrientes interacción entre estos factores. Lo más importante es aliviar la compactación del suelo y restaurar el sistema poroso de forma que el agua y el aire puedan moverse libremente, ya que al estar un suelo compactado se crean un número de condiciones que inhiben el crecimiento radicular. La compactación puede incrementar la cohesión del suelo al punto que las raíces se vean imposibilitadas de penetrar el suelo, la compactación y el amasado causan el colapso de los agregados del suelo y destruyen los macroporos, esenciales para el transporte de aire y agua. La importancia relativa de la cohesión del suelo y la aireación como factores limitantes del crecimiento dependen del contenido de agua y de la textura del suelo, así como de otros factores como clima, demanda de agua por las plantas y características de drenaje del sitio. Esto llega a extremos donde el crecimiento de la raíz, en suelos arenosos, puede estar directamente relacionada con la fricción, en tanto que la aireación constituiría el mayor problema en suelos compactados de texturas finas. Las alteraciones producidas en el suelo pueden ser compensadas en cierta medida por condiciones favorables al momento de la intervención y por subsecuentes condiciones climáticas benignas. Esto no es aplicable a caminos por ser situaciones de fuerte alteración y bajo contenido en materia orgánica, ni en las superficies que abarcan las canchas de acopio. Para estos casos es inevitable recurrir a la desactivación para restaurar la productividad de un sitio. Un punto interesante que resalta la Guía de British Columbia es la importancia de la oportunidad en el momento de empleo de las maquinarias y la relevancia que tiene la capacitación del operador. Es decir, en ocasiones una buena prescripción y entrenamiento tienen una importancia mayor que el implemento utilizado. En relación al uso de maquinaria, básicamente se pone énfasis en no realizar operaciones en condiciones muy húmedas que excedan la capacidad de soporte del suelo o en condiciones de extrema sequedad. Para identificar los efectos de una determinada técnica de rehabilitación, hay que esperar de forma normal un lapso de 10 a 20 años, pudiéndose realizar evaluaciones preliminares observando las propiedades del suelo. Los costos de rehabilitación que se generen dependerán en gran medida de los requerimientos de acceso que se tenga, las condiciones de sitio imperantes, el sistema de madereo empleado y el éxito en los esfuerzos de rehabilitación. A continuación se revisan las principales técnicas de labranza y equipos de actual uso. 9 2.2.1 Labranza La labranza tiene como principal objeto la eliminación de la compactación del suelo, mejorando los regímenes de aireación y de drenaje. También se emplea para formar camas de semillas y para incorporar enmiendas de materia orgánica al suelo. El equipo que se emplee en esta labor depende de las condiciones de sitio, los objetivos, costos dispuestos a asumir y disponibilidad de maquinaria. Es muy importante que esta intervención se realice en el momento adecuado, con el suelo con una capacidad de soporte suficientemente elevada para soportar el tratamiento. Esto es particularmente cierto en el caso de los suelos arcillosos, que se ven muy afectados según la condición de humedad presente. RAB (1998) confirma esto, comentando que el contenido de humedad del suelo al momento de realizar las operaciones tiene importantes efectos en la estructura del suelo que producirá el labrado, sumando a lo anterior la importancia del contenido de humedad del suelo en términos de la compactación que puede producir la labor de rehabilitación. En el caso de operar sobre suelos muy húmedos se producirá amasado, en tanto que en condiciones de baja humedad se producirán bloques y pulverización. RAB (1998) señala que bajo distintos contenidos de humedad se forman sustratos con distinto tamaño y distribución de agregados. La trabajabilidad de los suelos, y en particular los de tipo arcilloso, depende de su límite plástico y éste está influido en gran medida por el contenido de materia orgánica. Esta última observación es concordante con lo hallado en otras investigaciones (RAHIMI, 2000) y con las recomendaciones de incorporar enmiendas ricas en nutrientes en sitios degradados al usar este método de rehabilitación (BAINBRIDGE, 1999). Un tratamiento complementario en zonas donde es necesario favorecer la retención de humedad, es la construcción de franjas de infiltración. 2.2.2 Labranza extensiva o de superficie Este tratamiento comprende toda la superficie alterada hasta una profundidad determinada. En general sus tasas de productividad son más altas que los otros métodos de rehabilitación y sus costos más bajos. Normalmente utiliza equipos que se mueven en una dirección y que completan la operación en una sola pasada, incidiendo positivamente en el rendimiento y costos en que se incurre. 10 2.2.3 Labranza en tazas De la maquinaria que se emplea en este tratamiento destaca el uso de la excavadora hidráulica con accesorios para arrumar desechos y soltar el suelo. Este método es adecuado para rehabilitar por general zonas discretas de uno a dos metros de diámetro. En condiciones de pendientes fuertes, se aplica como tratamiento individual o como complemento a otros, beneficiando sitios secos, aquellos con bajas temperaturas o con exceso de humedad. Figura 1. Empleo de excavadora en labores de labranza en tazas 2.2.4 Conservación y reemplazo del mantillo La conservación o reemplazo del mantillo es importante en la restitución de la materia orgánica del suelo y sus beneficios físicos, químicos y biológicos. Esta labor otorga una mayor estabilidad a los agregados del suelo, originando una mejor distribución de poros y menores densidades aparentes. Para un tratamiento efectivo se debe almacenar el suelo removido de canchas y caminos en sectores habilitados expresamente con este fin, hasta el momento de su uso, teniendo especial cuidado que no se produzca una mezcla de material proveniente de distintas profundidades durante las labores de almacenaje. RAB (1998) indica la necesidad de emplear este tratamiento para restaurar la productividad de canchas en conjunto con el subsolado. La pérdida de productividad será más severa cuando se pierden suelos con mantillos ricos en nutrientes y humus. Por ello, este tratamiento es particularmente interesante en la recuperación de áreas fuertemente alteradas. 2.2.5 Reconstrucción de laderas La reconstrucción de las laderas resulta de la deshabilitación de caminos y vías de saca, restituyendo el relieve del terreno a su condición original. Con esto se consigue restablecer los patrones de drenaje del sitio y la estabilidad de las pendientes. Sus objetivos son el control de la erosión superficial, prevenir la pérdida de volumen de suelo, restringir acceso, mejorar la estética y restaurar la productividad del suelo. Requiere el almacenamiento previo del suelo superficial y una vez restituido, necesita del establecimiento de vegetación en la superficie. El costo estimado de estas labores es similar al que se incurrió al momento de construcción de las vías. En sitios rehabilitados de forma exitosa no debiera notarse una diferencia de crecimiento respecto de sitios no alterados. Ello marca la diferencia respecto de vías de saca que no han 11 sido rehabilitadas, dónde los árboles que crecen en la zona interna del camino son comúnmente más pequeños que aquellos que se encuentran en su zona externa. Para la realización de esta labor es común emplear excavadora hidráulica. La técnica que se emplee y si se ocupará árboles u otro tipo de vegetación para rehabilitar, generalmente dependerá del riesgo de erosión existente y calidad de los suelos (BULMER, 1998). 2.2.6 Otros a) Reforestación y establecimiento de vegetación: tiene como objeto primordial reducir la erosión superficial y promover la acumulación de materia orgánica. En muchas ocasiones se emplean leguminosas y pastos para estabilizar, acarreando como efecto adverso el retraso en el establecimiento de arbustos que portan Figura 2. Impacto erosivo en zonas desnudas y cubiertas por micorrizas. Otro bosque efecto contrario reportado en climas secos, es el incremento en la mortalidad de plantaciones al momento del establecimiento por carencia de agua. En sitios húmedos en tanto su efecto puede ser positivo o negativo, ya que aparte de la acumulación de materia orgánica y nutrientes, disminuye la rapidez de la tasa de establecimiento de especies arbóreas competidoras. El tipo de rehabilitación por el que se opte, dependerá exclusivamente del grado de alteración y riesgo de erosión. Si éstos son bajos se puede simplemente reforestar el lugar en cuestión, idealmente con árboles inoculados con micorrizas. b) Labrado biológico: para realizar esta labor se emplean comúnmente especies agrícolas que pueden penetrar en suelos compactos. El lupino es una de éstas especies, y por regla general las dicotiledóneas ejercen un mejor efecto que las gramíneas. Una ventaja adicional que conlleva este método es la incorporación de nitrógeno al suelo al ser fijado por las plantas, así como un efectivo control de la erosión superficial. La desventaja fundamental del empleo de esta técnica de rehabilitación reside en la poca profundidad en que es efectivo el tratamiento, aún si se emplean arbustos, y que requiere de un tiempo prolongado para obtener resultados. 12 c) Mulch o colchón de materia orgánica. El propósito de los mulches es controlar la erosión superficial del suelo, preservar el agua y moderar las temperaturas del suelo. Mulches delgados sirven para estabilizar superficies y mejorar el establecimiento de pastos y leguminosas. Los gruesos (del espesor del piso del bosque), derivados de residuos del madereo u otros materiales, son mejores en el caso de plantaciones. Los mulches influyen principalmente en los cambios de humedad del suelo y en forma secundaria afectan la temperatura del suelo. Por sí solos no constituyen un tratamiento efectivo para mejorar rápidamente las características físicas del suelo, sin embargo al combinarse los mulches con labranza, son útiles en la protección de la estructura del suelo. La calidad del mulch y su susceptibilidad para descomponerse es esencial en la productividad de sitio. De esto depende la dinámica de las poblaciones de gusanos presentes en el suelo, así como la calidad y estabilidad de los agregados del suelo. Resalta además el rol que juegan las poblaciones de gusanos en la posterior incorporación del mulch al suelo (BUCK, 2000). Figura 3. Cabezal VH Mulcher para labores de mulching en tazas Aquellos mulches provenientes de materiales de descomposición lenta, tienen frecuentemente un efecto más duradero y constituyen un buen sustituto para la quema, con la ventaja que pueden ser aplicados en cualquier temporada, evitando la pérdida de un año de rotación. Como desventajas se puede mencionar que, en general, las máquinas no trabajan más allá de un 30% pendiente y tienen problemas con las rocas presentes en el suelo, las que pueden dañar los equipos. 13 Para las situaciones de altas pendientes, existe la posibilidad de realizar tazas con excavadora, a la que se le pone un cabezal adaptador para realizar faenas de elaboración de mulches (VH Mulcher, 2000). d) Mejoramiento de suelos: dentro de las alternativas que se tienen para lograr este objetivo es común el uso de fertilizantes y el empleo de enmiendas. - - Los fertilizantes tienen como propósito mejorar el establecimiento de las plántulas, acelerar su crecimiento y mantener la productividad. Su impacto en estas materias ha sido investigado profusamente durante largo tiempo. Enmiendas. La materia orgánica en forma de compost o enmiendas ricas en nutrientes, es relevante en la recuperación de suelos fuertemente degradados. Las enmiendas deben realizarse en conjunto con algún tipo de labranza para incorporar éstas al suelo superficial y restaurar las propiedades físicas del mismo, producidas principalmente por compactación. Como ejemplo se puede mencionar los bosques de Quercus sp. al sur de California donde el contenido de materia orgánica del suelo llega a alcanzar 20%, en tanto que en áreas degradadas este valor reside usualmente bajo 2% (BAINBRIDGE, 1999). El departamento de conservación de Missouri (1994), en tanto, indica que ocupar enmiendas bajas en nutrientes, como el aserrín, conlleva riesgos, si no se toman las debidas precauciones. Aparte de los problemas derivados de los cambios de pH en el suelo, señala como principal problema la inmovilización temporal del nitrógeno en el suelo (generalmente durante el primer año). Por la baja tasa C/N que posee la enmienda, ésta provee a las bacterias y hongos con una rica fuente de energía en forma de carbohidratos. Ello provoca que los microbios puedan llegar a usar el stock de nitrógeno disponible en el suelo de forma total, mermando significativamente el desarrollo de plantas. Como umbral mínimo aceptable para la relación C/N, se recomiendan valores de 20:1, en tanto que el aserrín comúnmente tiene cerca de 500:1. Si no se cumple con esta premisa es fácil ver reducciones de hasta 40% en aserrín fresco y de 30% para el caso del envejecido. Como solución a esta situación se recomienda mezclar el aserrín con guanos para hacer compost, el que luego de 90 días ya se ha degradado para su uso. Este tratamiento trae como ventajas la incorporación de microorganismos al suelo y que no requiere añadir nitrógeno adicional al sitio pues no se produce inmovilización del nutriente. De lo expuesto anteriormente se desprende que, si se toman los debidos cuidados, se pueden aprovechar los beneficios que tiene la materia orgánica en la mejora del drenaje, la aireación de la zona de crecimiento de las raíces, el aumento en la estabilidad de los agregados del suelo, la disminución de la densidad aparente y su función como fuente de nutrientes y conservación de la humedad. A esto se agrega la ventaja que constituye el emplear un desecho del cual muchas veces se produce acumulación, como lo es el aserrín. 14 2.3 HERRAMIENTAS PARA REHABILITACIÓN a ) Subsolador con alas Esta herramienta ha sustituido al subsolador tradicional y es considerada la mejor en intervenciones que requieren una aplicación uniforme en profundidad con una sola pasada. Normalmente va montado directamente en un tractor o es tirado detrás de él. Consiste de dos a tres vástagos verticales con un ala simple adosada al extremo de cada uno. Al arrastrar esta estructura por el suelo en profundidad, las alas levantan el suelo, creando fuerzas que exceden la cohesión del suelo y resultan en la fractura del material. Alas anchas se ocupan en suelos profundos o en texturas más finas. En una sola pasada es capaz de soltar el 70% del volumen compactado de un suelo franco arcilloso y el 80-90% de uno franco. En un estudio realizado en British Columbia por PLOTNIKOFF (1999), se halló que los árboles de Pinus contorta creciendo en canchas rehabilitadas con este equipo crecían igual o mejor que las plantaciones vecinas. En el caso donde los rendimientos fueron menores, hay sospecha que el efecto en las propiedades físicas del suelo al momento de intervenir no fue el adecuado. A pesar de ello, todos los sitios presentaron un crecimiento dentro de los rangos considerados como aceptables y normales para la zona en cuestión, es decir, se logró con éxito recuperar una superficie considerada como no productiva. La diferencia de los sitios rehabilitados respecto de las áreas vecinas se dio por la presencia de contenidos de humedad menores y temperaturas extremas más altas, probablemente debido a la ausencia de la capa orgánica normal del piso del bosque que actúa como mulch. Considerando esto, el autor sugiere que puede ser útil para el contenido de nutrientes y las relaciones C/N del suelo, disponer de suelo superficial almacenado a priori. La importancia de este estudio radica en la posibilidad de utilizar el subsolado como tratamiento individual con excelentes resultados. b) Escarificador tirado por bulldozer Este equipo es efectivo hasta los 15 a 20 cm de profundidad y sólo en presencia de texturas gruesas. Cuenta con estructuras masivas, similares a dientes, que se montan directo tras la máquina. Este se baja al suelo a medida que la máquina avanza, produciendo la rotura del suelo. Da buenos resultados en la recuperación de canchas de acopio al usarse en pasadas múltiples. En otros usos, no es claro si su empleo es ventajoso, no detectándose beneficios en muchas ocasiones. Este equipo no suelta más allá de un 45% del Figura 4. Escarificador montado en bulldozer 15 volumen compactado en una pasada y, al igual que el equipo que se describe a continuación, da resultados deseables en cultivos poco profundos, pero más allá de ese punto ocasiona una compresión del suelo. Esto es especialmente evidente en suelos de texturas finas que están húmedos. El empleo de escarificador o de subsolador para recuperar la capacidad de infiltración de caminos, en cambio, es un elemento lo suficientemente bueno como para reducir el riesgo de escorrentía superficial, aún cuando no llega a conductividades hidráulicas tan elevadas como las de laderas forestadas. En caminos sin rehabilitar la conductividad hidráulica normalmente es de 0-4mm/h, en tanto que en zonas tratadas, ésta llega a 20-40 mm/h con lluvias de 90 mm/h. El sellado de la superficie y los procesos de asentamiento del suelo labrado, son importantes en reducir esta conductividad frente a lluvias repetidas, según LUCE (1997). El efecto de la rehabilitación sería temporal, no persistiendo más allá de un año si no se emplea otro tratamiento. Usar una cubierta de mulch en la superficie del suelo rehabilitado puede contribuir de forma muy significativa a reducir el escurrimiento superficial, por cuanto reduce la energía cinética de las precipitaciones. Con esto se evitan el sellado de la superficie del suelo y la erosión por salpicadura. En su estudio, LUCE (1997) menciona también que donde se incorporó de forma inadvertida algo de la capa de materia orgánica del suelo forestal de los alrededores, el suelo mantuvo su estado suelto. c) Escarificador sobre excavadora Las excavadoras son máquinas que presentan elevados costos de operación, pero cuyo uso queda justificado por su versatilidad. Se le pueden adaptar numerosos accesorios, ejerce una baja presión sobre el suelo y tiene la habilidad de llegar a rutas abandonadas con un mínimo impacto al suelo. Asimismo puede trabajar en condiciones de pendientes elevadas. Su empleo fundamental se da en la rehabilitación de canchas de acopio y vías de saca, así como en el reemplazo del suelo superficial, el movimiento de desechos, la incorporación de enmiendas y el rompimiento de agregados de grandes dimensiones. Uno de sus accesorios más comunes son los “dientes de escarificación”. Se usa con éxito en áreas que sufren de ahuellamiento y en general en el caso de tratamientos puntuales. d) Rastra de discos. La rastra cultiva el suelo en una profundidad muy superficial y se usa con frecuencia en la regeneración de bosques (RAB, 1998). Sin embargo la profundidad en que actúa no es suficiente para solucionar los problemas de compactación que se da en vías de saca y en canchas, ya que con una sola pasada no se consigue soltar más allá de 10 cm y en múltiples pasadas no más de 20 cm. Además, si se emplea en conjunto con otros tratamientos incrementa el costo de operación lo cual no es deseable, por ello también es ideal sólo aplicar un método de rehabilitación. 16 2.4 REGIMEN DE NUTRIENTES El régimen de nutrientes sigue siendo un elemento de importancia para los investigadores de la calidad del suelo. Especial atención se le ha dado recientemente a la exportación de nutrientes producto de la cosecha de árbol completo y al rol que juega el mantillo y la materia orgánica en la dinámica de productividad del suelo. Dentro de las nuevas preocupaciones que se han generado en este campo está el mal empleo de fertilizantes y el efecto de exceso de fertilizantes en el ambiente. a) Exceso de fertilizante BAINBRIDGE (1999) enfoca su atención en el exceso de fertilización, especialmente con productos nitrogenados. Indica que esto trae como problema que las malezas responden mejor que los árboles a este incremento. Como problema adicional conlleva el hecho que hace a las plantas más palatables a los herbívoros y que, al modificar la relación C/N se afecta a la vez la relación raíz-tallo. Al estimular el nitrógeno la elongación del tallo incrementa también el stress hídrico. A estos efectos negativos hay que agregar aquellos descritos por BALLARD (2000). Este comprobó, que la fertilización con urea puede incrementar el pH del suelo en corto tiempo. Este cambio conduce a la lixiviación de metales y biocidas presentes en el suelo y que están asociados normalmente a coloides orgánicos como los ácidos húmicos. Agrega que las partículas de coloides disgregados se pueden acumular en los poros del suelo taponándolos y que a largo plazo la acidificación del suelo, resultante de la nitrificación de los fertilizantes nitrogenados, puede resultar en la lixiviación de cationes de metal pesado. b) Exceso de nitrógeno En el trabajo realizado por FENN et al (1998) se exponen preocupaciones adicionales frente al problema de exceso de nitrógeno en el suelo en Norteamérica. Concretamente se indica que aunque muchos sitios estén limitados por la cantidad de nitrógeno disponible, y que su adición normalmente produzca un incremento en el crecimiento, es cada vez más común hallar sitios donde ocurre lo contrario. Señalan que la aparición de saturación por adición de fertilizante es también influida por factores físicos (clima, geología, topografía y suelos), biológicos (tipo de vegetación, estado del rodal, etapa sucesional) y humanos (uso de la tierra, emisiones de nitrógeno). Todos estos factores deben ser evaluados en los distintos ecosistemas presentes para identificar los recursos en riesgo. NOHRSTEDT (1998) por su parte, al estudiar rodales de Pinus sylvestris, trata las aplicaciones de nitrógeno y cómo éstas reducen la tasa de respiración del suelo por un tiempo prolongado. Para ello efectuó una fertilización con 120, 240 y 600 kg N/ha. Pasados 27 años no encontró efectos adversos mensurables. Notó en cambio, una tendencia a la reducción de la relación C/N en la capa de humus, para el caso de la fertilización más elevada, así como una mayor concentración de carbono en el suelo mineral. Estos hallazgos 17 aclaran en gran medida las dudas de estudios anteriores que señalaban que la actividad biológica del suelo se ve afectada por más de 14 años tras fertilizar. c) Cosecha de árbol completo En lo que se refiere a la cosecha de árbol completo existen resultados contradictorios y no se logra determinar si ella resulta perjudicial en el largo plazo. Sin embargo, el concepto que domina, indicaría que se puede esperar una disminución en la productividad del sitio en algún momento, lo cual sería especialmente cierto en sitios pobres en nutrientes o con restricciones de otra naturaleza, ya que el 70% de los elementos nutritivos del árbol se hallan en la copa, ramas y corteza. JOHNSON (1998), analizó los efectos de la cosecha de árbol completo en contraposición a la de sistemas de árbol trozado, sobre los balances de carbono y nutrientes en un bosque mixto de Quercus sp. en Tennessee. Se encontraron mayores concentraciones de calcio, potasio y magnesio en el follaje bajo el esquema de troza corta, sin embargo no hubo deficiencias nutricionales ni un crecimiento distinto entre tratamientos. No se encontró evidencia de declinación en las cantidades de calcio, fósforo y nitrógeno 15 años tras el tratamiento, ni ninguna otra evidencia de efectos adversos por la cosecha de árbol completo. Esto se contrapone frente a lo hallado por NISBET (1997), quien asevera que el modelo de corta de árbol completo produce variadas alteraciones en el sitio y su productividad, entre las que se cuentan: - - - daño físico al suelo y erosión: ya que requiere que mayor cantidad de material sea removida y por ende genera más tránsito. A esto se suma una mayor probabilidad de compactación, erosión y ahuellamiento, ya que no se ocupan capas protectoras de residuos para transitar. Tras la cosecha no se cuenta tampoco con una capa vegetal que amortigüe las precipitaciones. empobrecimiento de la fertilidad del suelo: ya que en comparación con el sistema de troza corta se puede perder dos y hasta tres veces más nitrógeno y fósforo. Otros elementos como potasio, calcio y magnesio se pierden en magnitudes que llegan hasta el doble. Esto repercute negativamente en particular en sitios con escasez de estos nutrientes. crecimiento de malezas: al estar ausente los desechos de cosecha que conforman un mulch efectivo para suprimir el crecimiento de especies indeseables. acidificación del suelo: producida por la remoción de cationes, puede eliminar en gran parte la acción buffer del suelo forestal. contaminación de fuentes de agua por sedimentos, con efectos nocivos para la biota acuática y el consumo humano. eutroficación de las aguas: producida por la concentración de desechos que pueden lixiviar nutrientes dando origen a olores, proliferación de hongos y pérdida de oxígeno en los cursos de agua. 18 - Degradación de hábitat: al eliminar el desecho leñoso grueso que sirve de refugio a diferentes especies de biota. Degradación de paisaje: su efecto puede ser tanto positivo como negativo. Un sitio más limpio y la tasa acelerada que tiene el establecimiento de vegetación reducen el impacto visual, pero las rutas de extracción en mal estado y los desechos a orillas de camino pueden tener un efecto adverso. Para paliar los efectos de la lixiviación, NISBET (1997) recomienda ubicar los desechos en sectores secos y lejos de cursos de agua. Recomienda también utilizar mantos de desecho en las vías de saca para reducir el impacto en el suelo. Al realizar fertilizaciones compensatorias en rodales de coníferas, raleados con sistema de madereo de árbol entero en Finlandia, Noruega y Suecia, JACOBSON (2000) encontró una reducción de volumen de 5 a 6 % en un espacio de 10 años. Esta reducción fue combatida agregando NPK como fertilizante, de lo cual se desprende que la reducción se debía a carencias de nitrógeno. Diez años más tarde todavía se producían reducciones al cosechar el árbol completo por lo que se estableció que era necesario prolongar el estudio. JACOBSON sospecha que el esquema de árbol entero exporta más nutrientes que los que el sistema logra reponer, y que esto puede afectar la productividad del sitio en el largo plazo. En bosques mixtos de latifoliadas de los montes Apalaches de EE.UU. se halló que las concentraciones de calcio, magnesio y potasio aumentaron significativamente tras una cosecha con esquema de troza entera. Este efecto se percibió en los primeros 10 cm de suelo y su efecto persistió por tres años siguientes a la cosecha. veinte años tras la cosecha las concentraciones de magnesio y potasio aún estaban significativamente sobre los niveles de pretratamiento. A una profundidad de 10-30 cm los niveles de calcio no variaron, sin embargo magnesio y potasio mostraron ser más altos. Los suelos de la cuenca vecina no exhibieron cambios en la proporción de sus cationes en el mismo período (KNOEPP, 1997). d) Materia orgánica Diversos investigadores se han abocado a estudiar el tema de la materia orgánica y el rol que ésta juega en los ecosistemas forestales. ZUTTER (1998) notó un incremento de 8.8% en el crecimiento Pinus taeda y Liquidambar sp al final del primer año de crecimiento producto de la presencia de materia orgánica en el mantillo. También observó que al aumentar la densidad del rodal, el efecto producido por la materia orgánica desaparecía. Se sugiere que la luz y agua estarían jugando un rol más importante a esas densidades en el crecimiento de los árboles. La importancia de la materia orgánica es resaltada por RAHIMI (2000) que comprueba que su cantidad y tipo son el factor más relevante en la estabilidad de la estructura del suelo. Según este estudio, la materia orgánica tendría un rol dual: por una parte incrementaría la fuerza repulsiva entre partículas y aumentaría las cargas negativas de arcilla pura, la cual intensifica la condición de coloide de las partículas del suelo y aumenta la dispersión de la 19 arcilla, mientras que por otro lado la formación de vínculos con cationes adsorbidos aumentan la resistencia física de los agregados del suelo contra la dispersión, incrementando la estabilidad de los mismos. Según JURGENSEN (1997), la remoción de copas tiene un impacto marcado sobre el régimen de nitrógeno. En una serie de ensayos halló que un tratamiento de tala rasa y quema redujo la fijación de este elemento en un 63%. Al realizar tala rasa en conjunto con remoción de desechos ésta tasa fue de 48% menor y al emplear sólo tala rasa se redujo en 16%. También analizó el efecto de la adición de residuos leñosos en el sitio, notando que éstos incrementaban la fijación de nitrógeno en un 33%. 3. COSECHA De las actividades que comprende el ciclo de producción forestal, la que tiene mayor impacto sobre las características del sitio y del suelo es la cosecha. Dentro de esta actividad, después de la construcción de caminos, la operación del madereo es la más afectante. Por ello, es recomendable poner especial cuidado en la selección de la maquinaria correcta para realizar esta labor y en el impacto que generan éstas bajo diversas condiciones. Ello debe ir acompañado de una adecuada planificación de las actividades a realizar y una meticulosa capacitación y supervisión de los operadores de los equipos. 3.1 VOLTEO Y DESRAME Las alteraciones del suelo producidas con volteo mecanizado son pocas en comparación con el volteo tradicional. El suelo se beneficia de la menor cantidad de tránsito y las bajas velocidades de circulación de los equipos. Aún así hay que tener precaución, ya que una sola pasada de máquina sobre suelos susceptibles a la compactación puede crear alteraciones. Esto es particularmente cierto al tratar con texturas finas o suelos húmedos, situaciones en la debería evitarse el uso de maquinaria pesada. La forma de operación de los equipos mecanizados entregan otras ventajas tanto desde el punto de vista productivo como ambiental. En el caso de equipos de volteo como los fellerbuncher, ellos permiten una vez volteado y desramado el árbol, la posibilidad de acumular la madera en pilas. Esto hace que el madereo sea más eficiente y produzca un menor impacto en el suelo, permitiendo además que los equipos como skidders de tenazas y skidders con garra alcancen altos valores de productividad gracias a que el tiempo de enganche de las trozas se reduce. Por lo general, es más favorable para la mantención de las características del suelo que el desrame se realice en el bosque, ya que permite que los desechos producidos queden dispersos de forma más homogénea sobre el rodal. De esta manera se protege el suelo y se favorece el reintegro de una porción importante de los nutrientes presentes en la copa de los árboles al suelo. 20 Los fellers son asimismo, capaces de mover árboles lejos de áreas frágiles como las ribereñas, generando menores alteraciones que los skidders. La visión que se tiene desde la máquina es otro factor positivo durante su empleo en labores de volteo, permitiendo al operador una visión muy ventajosa del sector en que está trabajando y que permite planificar de mejor manera las labores. La operación adecuada de este tipo de maquinaria requiere que el operador tenga un alto grado de capacitación. 3.2 MADEREO Las investigaciones relativas al efecto del madereo sobre el suelo, concuerdan que los mayores impactos son derivados de dos fuentes: la compactación del suelo, y la remoción de la materia orgánica del sitio. Estas alteraciones tienen su principal efecto sobre los regímenes de agua y aire del suelo, y desencadenan la mayor parte de los problemas que se presentan en estas faenas. Especial relevancia tiene la compactación sobre la proporción de poros gruesos en el suelo, lo cual constituye el mayor impacto derivado de las operaciones de cosecha. El grado de alteración de los sitios donde se realice cosecha dependerá de la intensidad de la intervención. MARSHALL (2000), ordena las distintas intervenciones de cosecha, según el impacto que estas tienen sobre el sitio. De acuerdo a esto, establece que la tala rasa ejerce la mayor presión sobre el sitio y la selección de árbol individual la menor. En puntos intermedios se encuentran las cortas de árbol semillero, de protección, en parches y de selección en grupos. Las principales alteraciones derivadas del madereo como parte de las labores de cosecha se describen a continuación: a) Efectos físicos sobre el suelo Uno de los efectos adversos más comunes de la cosecha es la generación de suelos compactados o densificados por el peso de los vehículos, las pisadas de animales y de personas (BAINBRIDGE, 1999). Esta alteración puede afectar otras características que incrementan la resistencia del suelo, como la remoción de la vegetación y el pastoreo, y que al reducir las entradas vía hojarasca al suelo, se afectan los organismos del suelo, aumentando aún más la densidad y la resistencia del suelo. El incremento en la densidad del suelo, puede hacer muy difícil la penetración de las raíces en el sustrato. Trabajos donde se incrementó la densidad del suelo en 12% en vías de saca y canchas, bajo ambientes forestales favorables, redujeron el prendimiento de la plantación. Otro impacto proveniente de la compactación es la reducción en el crecimiento de la raíz, a causa de la baja actividad respiratoria, con la consecuente incapacidad de ellas de proveer a la vegetación con una adecuada humedad y flujo de nutrientes. En un artículo escrito por RAB (1998) sobre suelos graníticos de Australia, éste señala que tras el madereo, 19 a 32% del área tributaria quedó cubierta por vías de saca y canchas. 21 Agrega que en estas zonas se produce compactación, la cual puede persistir por años, mermando significativamente los crecimientos de plantas de Eucalipto, al ser comparadas con sitios inalterados. De las alteraciones adicionales introducidas por el madereo menciona aquellas que cambian el perfil del suelo, incluyendo remoción del mantillo, la mezcla de éste con el suelo mineral, la mezcla de suelo mineral con material parental intemperizado y la exposición del suelo mineral. Del área estudiada por él, un 16% mostró remoción de la capa superior del suelo y exposición del subsuelo tras el madereo. Menciona además un notable aumento en la densidad aparente y reducción de la porosidad gruesa, produciendo infiltración reducida en la zona de las raíces debido a la conductividad hidráulica saturada. Todos estos cambios en las propiedades del suelo disminuyen la productividad de sitio al hacer al suelo más propenso a la erosión, impidiendo el crecimiento normal de las raíces, la regeneración de la vegetación o su crecimiento en etapas tempranas de su desarrollo. Como factores determinantes del grado de compactación señala la magnitud y naturaleza de las fuerzas que actúan sobre el suelo, la humedad del suelo al momento de intervenir, la densidad aparente inicial, la textura del suelo y su contenido de materia orgánica. Estos efectos también son reportados por MURPHY (1997), el cual los apreció en plantaciones de Pino Insigne, con pérdidas de volumen promedio de 60% tras el decimoprimer año de crecimiento. En el caso de remoción del mantillo sin presencia de compactación en el suelo, también se producen disminuciones en las tasas de crecimiento, las cuales se pueden extender por un período superior a los cinco años. JURGENSEN (1997) junto con mencionar la reducción de materia orgánica como producto de cosechas y preparación de sitio extensivas menciona la disminución de las poblaciones de micorrizas como un agravante adicional a los impactos físicos y químicos. El documento “Sustaining Minnesota Forest Resources” (MFRC, 1999) concuerda con lo expuesto por BAINBRIDGE y MURPHY e identifica los impactos que se producen, así como la fuente que los origina. Los impactos principales sobre el suelo que se indican son: compactación, amasado, ahuellamiento y escarificación. La susceptibilidad de un suelo a estos impactos esta dada principalmente por la textura del suelo y el contenido de humedad presente. Las texturas finas a medias serían las más fácilmente afectadas junto a contenidos de humedad elevados. A lo dicho sobre daños de cosecha, JURGENSEN (1997) agrega otros factores críticos a considerar en la evaluación: intensidad de tratamiento del sitio, tipo de equipo utilizado, momento del año en que ocurre la cosecha, cantidad de materia orgánica en la superficie del suelo. Las alteraciones mencionadas se dan muchas veces en forma simultánea y son causadas casi exclusivamente por: - tránsito de equipo pesado durante volteo, madereo con skidder y forwarder y operaciones de preparación de sitio - la acción de arrastre de las trozas al ser movidas del tocón hacia la cancha - la disposición de los desechos y las labores de preparación del sitio. Estas alteraciones tienen efecto sobre la erosión que se produce en el sitio, la cual se verá agravada por la intensidad y duración de las precipitaciones. Importancia tiene también el 22 tipo de precipitación, el largo de la pendiente, lo escarpado que sea, la erodabilidad del suelo y la cobertura del mismo. La recuperación de suelos compactados dependerá del tipo de suelo, vegetación, las condiciones climáticas imperantes y el grado de compactación que se haya alcanzado. De esto se puede decir que la recuperación natural de los suelos es, en general, más lenta en los arenosos que en aquellos arcillosos, producto de la ausencia en los primeros de procesos de cambio dimensional derivados de modificaciones en sus contenidos de humedad. La compactación superficial tomaría al menos 10 a 20 años en recuperarse en tanto que en las capas más profundas este tiempo se extendería de 50 a 100 años (RAB, 1998). El servicio forestal canadiense (CFS, 1996) reporta permanencias de daño producidas en vías de saca de hasta 32 años. SENYK y CRAIGDALE (1997) en su estudio de operaciones de acanche en British Columbia bajo climas húmedos, analizan el efecto sobre las propiedades del suelo y el crecimiento de la raíz. Notaron que la densidad aparente del piso del bosque y de los primeros 20 cm de suelo mineral incrementan con el aumento en la intensidad de los viajes de equipos skidder. Estos cambios no fueron significativos en viajes sucesivos con tratamiento de baja presión sobre el suelo. Si lo fueron en cambio, en el caso de usar skidders con neumáticos convencionales, donde se encontraron diferencias marcadas entre los ciclos de los equipos. A pesar de esto no se hallaron diferencias significativas en la altura media y volúmenes de las plantas de Pino Oregón al séptimo año. Estos resultados deben ser tomados con precaución ya que corresponden a una situación particular, en la cual se observó que las plántulas establecidas en suelo no alterado sufrieron mayor stress hídrico que las vecinas. La remoción de las copas durante la cosecha influye en la temperatura del suelo y en el régimen de humedad. Efectos físicos de operaciones madereras terrestres pueden incluir cambios estructurales en el suelo, influir en la retención y flujo de agua y reduciendo la aireación y la penetración de las raíces. b) Efecto Interno sobre los Nutrientes del suelo AROCENA (2000) en un estudio sobre nutrientes del suelo señala que el grado de compactación y la pérdida de materia orgánica del piso del bosque tiene influencia directa sobre las tasas de intemperización de los minerales, la mineralización de nutrientes, y como consecuencia el crecimiento de la vegetación. Al analizar las cantidades de Ca+2 , K+, Mg+2 , y Al+3 presentes en la solución del suelo, notó que sus valores fueron mayores en los tratamientos donde se conservó el piso del bosque y no hubo compactación. Las menores cantidades se dieron con la remoción del piso del bosque y con compactación. Los índices de disponibilidad de K+ y Ca+2 también disminuyeron con la remoción del piso del bosque. De acuerdo a este estudio, la reducción en la concentración de K+ en la solución del suelo puede ser tan alta como 88% al producirse compactación y la eliminación del mantillo. 23 Mayores temperaturas durante el día y a lo largo de la temporada de crecimiento tienden a aparecer producto del desplazamiento del suelo forestal y de otras alteraciones derivadas de las operaciones de cosecha y preparación de sitio. La compactación del suelo puede reducir el intercambio gaseoso provocando una lixiviación incrementada de cationes, como consecuencia de la formación de ácido carbónico. Si este fenómeno es muy marcado, puede resultar en desnitrificación y la reducción de manganeso, hierro y sulfatos (BALLARD, 2000). En un seguimiento realizado en España por MERINO y EDESO (1999) durante cuatro años a una plantación de Pino Insigne tras cosecha con esquema de madereo de árbol completo, se afectaron de forma negativa las propiedades físicas y la fertilidad en la capa donde se desarrollaban las raíces. Fue posible observar alteraciones de sitio severas y erosión acelerada, originándose además lixiviación de nutrientes. Se generaron suelos con densidades aparentes restrictivas al crecimiento, los cuales tras cuatro años todavía mostraban valores altos. Se observó a la vez, una baja tasa de recuperación de la materia orgánica del nitrógeno y azufre totales y del calcio intercambiable. En tanto en el mismo período, el potasio se incrementó probablemente por la rápida liberación desde residuos de cosecha y la descomposición de la materia orgánica. La remoción del mantillo y la alteración en profundidad del suelo indujeron deficiencias de nutrientes en el follaje, así como niveles potencialmente tóxicos de manganeso, los cuales se asociaron a síntomas de clorosis, pérdida acicular y crecimiento pobre. Estos efectos sobre los nutrientes pueden verse agravados en rotaciones sucesivas de especies de rápido crecimiento, donde la frecuencia de exportación de ellos del sitio es más frecuente, no dando tiempo para una adecuada recuperación. Se pudo observar además que la preparación intensiva al mezclar horizontes afectan la toma de nutrientes por parte de las plantas. c) Efectos sobre la biota Los impactos que producen los equipos de madereo en el suelo no se circunscriben a los fenómenos descritos en los párrafos anteriores que son principalmente de carácter físico. También se producen alteraciones profundas en la dinámica de la biota del suelo, la cual es pieza importante en la incorporación de la materia orgánica al suelo, en la circulación de nutrientes y en el mejoramiento de las propiedades de los agregados del suelo. Esto es puesto en evidencia por JORDAN (1999) en su artículo sobre los efectos de prácticas forestales en las poblaciones de gusanos y biomasa microbiana en bosques de latifoliadas de Missouri. La compactación producida por las faenas de cosecha afectan las poblaciones de gusanos y microbios, dándose una significativa correlación negativa del número de gusanos con la humedad y el nitrógeno inorgánico del suelo. La actividad microbiana en tanto, depende principalmente de la presencia de carbono y nitrógeno en el suelo. 24 Además, en el caso de los gusanos la oportunidad de intervención tiene efectos marcados sobre su población, con el mayor impacto apareciendo en suelos severamente compactados donde además se removió la capa orgánica, lo que lleva a una reducción en el contenido de humedad, nitrógeno inorgánico y masa microbiana del suelo. Estos efectos adversos desaparecen gradualmente en el tiempo, haciéndose menos limitantes. Figura 5. Gusanos, indicadores de calidad del suelo Se ha establecido que con menores poblaciones de gusanos se pierde a la vez el efecto que tienen éstos sobre la estructura del suelo. De acuerdo con este estudio, el madereo de árbol completo tiene efectos adversos mayores que aquellos que dejan los desechos en el bosque. La recuperación producto de las manipulaciones físicas del suelo tienen un impacto limitado en el tiempo que está circunscrito entre los dos a cinco años, sin embargo se estima que es necesario realizar estudios adicionales para entender en plenitud los procesos que se suceden. Lo que dice JORDAN (1999), se ve confirmado por hallazgos hecho por otros investigadores como BUCK (2000) el cual también asevera que la compactación del suelo no afecta directamente a los animales, sino que esto es producto de una reducción en la dinámica de distintos procesos como la actividad enzimática del suelo. Respecto de la calidad del suelo señala sin embargo que, a pesar que los gusanos tienen un rol en la aireación y densidad del suelo, más importante es la estabilidad de los agregados del suelo, la cual está dada según la calidad del material que sirva de fuente de alimento a esta fauna. En este sentido tratamientos como el mulch pueden ser determinantes en el ámbito y duración del efecto estabilizador de los agregados en el suelo. La compactación hasta llegar a un grado que impide en cierta medida el crecimiento radicular, determina una redistribución en los hábitos de los nemátodos del suelo, más que producir un impacto en su número total. En suelos compactados se ha observado que ellos tienden a conformar una población herbívora y en menor proporción se dan aquellas predadoras-omnívoras y bacterívoras. Esto estaría asociado a condiciones más pobres para el crecimiento de los cultivos (BOUWMANN, 2000). Los organismos del suelo y parámetros bióticos por otro lado pueden utilizarse como indicadores de calidad del suelo. Ello porque factores como abundancia, diversidad, cadena alimenticia y estabilidad de la comunidad están altamente correlacionados con funciones benéficas del suelo y ecosistema como son el almacenamiento de agua, la descomposición y ciclo de nutrientes, la destoxificación y la supresión de patógenos perjudiciales (DORAN y ZEISS, 2000). BENGTSSON (1997) en un estudio de largo plazo (15-18 años) realizado en rodales de Pinus sylvestris encontró que en madereo de árbol completo se producía un descenso en el 25 número de colémbolos, arañas, insectos predadores, larvas de dípteros, sin detectarse efectos adversos en enquitraqueidos o en diplópodos. La composición de la fauna, así como la cadena alimenticia se vieron significativamente afectadas, sin embargo la importancia relativa de cada grupo de la fauna no cambió marcadamente. Comenta que la cosecha de árbol completo puede afectar la abundancia de algunos animales de la fauna del suelo a largo plazo. Esto es algo preocupante, particularmente en sitios con dinámica de nutrientes interna, dado que la retroalimentación positiva que dan estos organismos hacia una mayor productividad de sitio se pierde, reportando pérdidas en la abundancia general de un 48%. 3.3 PREVENCIÓN DE DAÑOS POR COSECHA En un estudio realizado por PINARD (2000) en Malasia, se manifiesta la importancia de la planificación en los impactos producidos por labores de cosecha. Se examinó la alteración asociada a madereo con bulldozer y la regeneración en vías de saca. En sectores con cosecha no controlada, 17% de la superficie quedó cubierta por vías de saca, en tanto que en las que se utilizó prácticas de madereo de impacto reducido fue 6%, además de estar menos alteradas. En el madereo convencional 84% de la superficie de las vías de saca manifestó alteración al suelo mineral, en tanto que en la planificada, esta conservó en un 62% su mantillo. Medidas de prevención para la mantención de los procesos biológicos del suelo: - - - planear las labores a realizar, minimizando los impactos del fuego, compactación y preparación de sitio (MARSHALL, 2000). De esta forma no se pierde la capa dónde se acumula el capital de nutrientes, no se modifica el espacio poroso y no se produce erosión que acabe tanto con nutrientes como organismos del suelo. conservar la materia orgánica, incluyendo desechos leñosos en el sitio y el uso de estos en las vías de saca para disminuir la compactación. Como efectos adicionales trae la mejora en la retención de humedad en sitios secos, la reducción de la erosión, el proveer un nicho para las bacterias asimbióticas fijadoras de nitrógeno y para una variada gama de micro y macrofauna. restablecer rápidamente la diversidad vegetal y evitar crear situaciones de microclima extremas, ya que muchos organismos son sensibles a temperaturas y humedades límites. En este sentido es recomendable el circunscribir las operaciones severas como la tala rasa a superficies discretas. En lo que atañe a lo que es la prevención de impactos negativos en cosecha, McDONALD s.f. estudió los efectos de la aplicación de desechos de cosecha en la compactación de las vías de saca de forwarders, aplicando distintas cantidades de desecho bajo diferentes intensidades de tránsito. El objetivo tras esta medidas es proveer al suelo con una capa que absorba la carga del equipo, disminuyendo la presión neta sobre el suelo. Lo que McDONALD s.f. halló, fue un incremento de la densidad aparente del suelo tras tan sólo una pasada de la máquina sobre suelo seco con un contenido de humedad de 8%, independientemente del tratamiento empleado. Cada pasada adicional del vehículo incrementó la densidad aparente del suelo desnudo, en tanto que aquel cubierto con 26 desechos se mantuvo estable tras la primera pasada. En el caso de suelos húmedos se notó la misma tendencia, así como ligeras diferencias hacia menores densidades al ocupar una mayor cantidad de desechos. Los resultados de este trabajo difieren de aquellos que se puede hallar normalmente, donde el efecto benéfico de los residuos es notable en las primeras pasadas, para luego desvanecerse. 3.4 SELECCIÓN DEL EQUIPO DE MADEREO Al realizar cosecha de troza completa las torres de madereo han demostrado ser un buen equipo de extracción por su bajo impacto al suelo (NISBET, 1997). KNOEPP (1997), concuerda con esta apreciación y señala que este sistema no afecta de forma adversa la concentración de cationes del suelo, ello a diferencia del skidder con el cual se hacen presente mayores riesgos. Con empleo de skidders hay que cuidar la época en que se realiza la intervención y se debe proteger las vías con una capa de desechos. En el caso de producirse ahuellamientos pronunciados, caracterizados por huellas de más de 10 cm de profundidad por 5 m de largo, es conveniente suspender las operaciones de cosecha (NISBET, 1997). 3.4.1 Equipos de cosecha terrestreFUENTE FERIC Y M OF F BC En la selección de los equipos de madereo terrestre hay que cumplir con tres requerimientos básicos para su operación: las distancias de madereo deben ser discretas, el terreno debe conformar una superficie no muy escarpada o quebrada y, no menos importante, el suelo debe ser lo suficientemente fuerte para soportar la maquinaria de forma de no producir alteraciones muy profundas. Desde el punto de vista ambiental, existe un riesgo inherente de daño al suelo derivado del tránsito de maquinaria. Sin embargo, el daño al suelo se da típicamente cuando la máquina viaja por la misma ruta varias veces, excediendo la capacidad de soporte del suelo, y por los virajes alrededor del sitio de volteo, la cancha o a orilla de camino. La ventaja de las máquinas terrestres es que pueden trabajar en raleos, sin necesidad de corredores rectos, como los que necesitan las torres de madereo, pero de todo modo se debe procurar contar con un espacio lo suficientemente amplio para que el equipo y su carga circulen sin doblar, quebrar o dañar los árboles residuales. La inadecuada capacidad de soporte del suelo en relación al peso de la maquinaria puede ocasionar degradaciones como compactación o ahuellamiento. La capacidad de soporte puede verse mejorada por condiciones de suelos congelados o la carga de la máquina puede distribuirse sobre un área mayor empleando neumáticos anchos, orugas anchas, esteras de flotación, desechos leñosos o nieve profunda. 27 En suelos altamente susceptibles a compactación y amasado es común postergar la operación de cosecha hasta el momento en que la capacidad de soporte del suelo sea la mayor o bien emplear otro tipo de sistemas de madereo. Suelos con baja capacidad en su soporte de cargas no sólo deben intervenirse exclusivamente en determinados momentos del año, sino que se debe usar neumáticos anchos o emplear patrones particulares de arrastre, a veces restringiendo la carga del equipo. Un punto con el que se debe ser cuidadoso, respecto del empleo de equipos terrestres es el cruce de cauces de agua. En estos lugares la maquinaria terrestre puede causar alteraciones inaceptables y por lo tanto debe controlarse de forma estricta. En estos casos se puede emplear puentes temporales que permitan el cruce dentro de límites de alteración aceptables. Equipos como el forwarder permiten acarrear el puente al sitio seleccionado y posicionarlo con mínimas alteraciones. Respecto de las distancias de madereo se puede decir que aquellas cortas incrementan la densidad de caminos, lo cual aumenta el potencial de sedimentación, en tanto que las largas reducen la densidad de caminos, pero aumentan la compactación del suelo en las vías de saca y cerca del camino y canchas, por el incremento del tránsito. En cuanto al sentido de madereo, la mayoría de los equipos maderea mejor cuesta abajo y al maderear cuesta arriba puede además producirse daño al suelo que redunde en una sedimentación incrementada por el giro y patinaje de neumáticos u orugas. A continuación se presenta una breve reseña de los equipos de madereo ocupados con mayor frecuencia y los impactos que tienen éstos sobre el recurso suelo: a) SKIDDER CON HUINCHE El principal impacto de los equipos skidder es producto de la cantidad de viajes que deben realizar sobre los sitios para cosechar un determinado volumen, ya que no pueden transportar cargas muy grandes. Ello puede conducir a la compactación de sitios frágiles por lo que es conveniente en esos casos el empleo de vías de saca especialmente habilitadas, de forma de restringir la zona de daños. Estas vías de saca pueden requerir de rehabilitación tras la cosecha para restaurar la pendiente original del terreno y sus patrones de drenaje, reduciendo así el potencial de erosión y restaurando la fertilidad del sitio. En terrenos escarpados los surcos provocados por el arrastre de las trozas en el suelo pueden convertirse en focos de acumulación y flujo de aguas. Dentro de las características típicas de los skidder con huinche, está su capacidad de retirar trozas de zonas ribereñas, sin ingresar la máquina a los sectores protegidos. Además pueden cosechar rodales donde se dejan árboles residuales, permitiendo a la máquina permanecer en la vía de saca designada, evitando así la alteración entre las vías. 28 En el caso de encontrar suelo blando, se puede detener la acción del huinche y mover el skidder a suelo más firme, desde donde puede volver a tirar las trozas, reduciendo el impacto al suelo, especialmente en madereo contra la pendiente. b) SKIDDER CON GARRA Estos equipos deben situarse de forma adyacente a las trozas para engancharlas. Por ello son poco adecuados para el trabajo en zonas ribereñas. Al maniobrar con mayor intensidad en el punto de enganche en comparación con los skidders con huinche, pueden aumentar el daño a la regeneración avanzada y provocar un incremento en las alteraciones del suelo. c) SKIDDER DE TENAZAS Estos equipos pueden operar en suelos más débiles que los skidders tradicionales debido a su sistema de tracción de orugas montadas sobre los neumáticos, que transmiten la presión ejercida por el peso del equipo sobre una superficie de suelo mayor. Su secuencia de carguío requiere que viajen sobre una porción de la distancia de arrastre con carga parcial. Con adecuada planificación y supervisión, el momento en que lleve cargas parciales puede hacerse coincidir con el paso por suelos más débiles, reduciendo de esta manera el impacto sobre el sitio. Por su gran tamaño y baja maniobrabilidad, los skidders de tenazas son poco adecuados en cortas parciales. Su trocha ancha en comparación con los skidders convencionales hacen además difícil proteger regeneración avanzada. d) FORWARDER Estos equipos diseñados para trabajos en pendientes suaves con esquema de troza corta se complementan bien con el uso de fellers y procesadores. Esto permite disminuir la presión de la máquina sobre el suelo, al crear el feller un manto a partir de desechos de ramas y despuntes, sobre el cual se desplaza el forwarder. De esta manera el ahuellamiento y la compactación se limitan a las vías de saca y la capa de residuos reduce el impacto sobre el suelo. Sin embargo, en situaciones de tránsito intenso o suelos blandos, la capa de desechos puede quedar compactada en el suelo haciendo difícil establecer la regeneración a posteriori y en tal caso se torna necesario rehabilitar las vías de saca. Una de las características relevantes desde el punto de vista ambiental con este tipo de madereo es que al realizarse el procesamiento de los árboles en el tocón, todas las ramas y material de despunte permanece en el rodal, con una adecuada distribución, lo cual elimina las acumulaciones a orilla de caminos y puede beneficiar el reciclaje de nutrientes en algunos sitios. Su desventaja es que aumenta el peligro de incendios en el rodal y puede dificultar las labores de establecimiento que sigan a la cosecha. 29 Otra de las ventajas que ostenta el uso de sistemas de trozado a medida, es la facilidad con que los equipos pueden maniobrar entre los árboles residuales en el caso de cortas parciales. La exitosa operación en estas cortas, dependerá del espaciamiento de los árboles residuales y el tamaño de la máquina. e) ANIMALES La principal ventaja ambiental del madereo con animales es su operación silenciosa y su adecuación para labores de raleo o corta de selección. Las alteraciones que producen en el suelo se limitan a los corredores por donde se desplazan los animales, pero puede ser severas en las vías de saca ya que la presión que ejercen sobre el suelo es alta. A esto se agregan alteraciones producidas por el paso de los extremos de las trozas por el suelo. 3.4.2 Sistemas de rodado y tracción a) NEUMÁTICOS Causan por general más compactación que las orugas y no es conveniente usarlos en pendientes sobre 35%. Otorgan las más altas velocidades de circulación, pero también requieren las mejores condiciones de suelo. Son implementos particularmente susceptibles de causar daños cuando el contenido de humedad del suelo es alto. Para mejorar la tracción y reducir las alteraciones se les puede acondicionar con cadenas o dispositivos de orugas. El empleo de neumáticos anchos también reduce la presión sobre el suelo, pero hacen que la maquinaria sea más difícil de maniobrar entre árboles residuales, tocones o regeneración avanzada. Estas modificaciones a la vez incrementan los costos de operación b) ORUGAS Al ser empleadas de forma apropiada, las máquinas dotadas de orugas tienen un impacto mínimo sobre el suelo. Si no se respeta esta premisa y se ocupa la máquina, por ejemplo, en suelos frágiles bajo condiciones húmedas, se puede producir compactación y amasado significativos. Asimismo al virar las máquinas, estas pueden causar daños de consideración, por lo que hay que cuidar dónde y cuan frecuentemente lo hacen. c) ORUGAS FLEXIBLES 30 Las orugas flexibles son más versátiles que las tradicionales porque permiten la operación de la maquinaria bajo condiciones de suelos blandos sin causar ahuellamiento. Este efecto se produce debido a que en todo momento mantienen un total contacto con el suelo, sin originar puntos de presión en presencia de terrenos muy accidentados. Sin embargo, al ser estos equipos más rápidos que los de oruga tradicional, pueden producir daños mecánicos al suelo si son operados descuidadamente en áreas frágiles. d) NEUMÁTICOS CON ORUGAS Su baja velocidad de circulación minimiza la cantidad de daño mecánico al suelo. Al ejercer menor presión que las máquinas equipadas de neumáticos simples, permiten su uso exitoso en condiciones de suelos más débiles sin causar tanta compactación. Esto conlleva el beneficio adicional de poder extender las temporadas de uso, lo que puede mejorar la economía de operación. 3.5 ACOPIO EN CANCHAS Y CAMINOS Las operaciones de cosecha contemplan el almacenamiento temporal de la cosecha antes de su carguío y transporte a destino. Este almacenamiento se puede dar en canchas especialmente habilitadas o en su defecto a orilla de caminos. Ambos sistemas de acanche presentan patrones de circulación de las máquinas considerablemente distintos dentro del área del área de intervención, los que pueden determinar si el potencial de crecimiento del sitio se ve degradado tras la cosecha. Al acanchar a orilla de camino el tránsito se dispersa sobre un área mayor y casi cada porción de la superficie soporta algún tránsito, sufriendo las zonas cercanas a la orilla de caminos varios ciclos de los equipos. Hay que tener en cuenta que los primeros cinco pasadas de las máquinas sobre el sitio son los que causan la mayor porción de compactación, así que es posible afectar todo el rodal al intervenir bajo este esquema. Sin embargo, el impacto que tenga el tránsito dependerá principalmente de las características del sitio y de las condiciones de operación. Otra consideración que hay que tener presente al realizar acanche a orilla de camino es la necesidad de restaurar todas las estructuras de drenaje del camino una vez que se hayan finalizado las operaciones, ya que estas pueden verse obstruidas por desechos de cosecha. Para reducir la compactación en el sector directamente a la orilla del camino, se puede hacer apilado con un cargador, en vez de usar un skidder. Esto puede originar menos impacto con un costo adicional, pero el incremento en la productividad del skidder compensa esta pérdida. En el caso del almacenamiento de madera en canchas, en cambio, el tránsito se concentra en un número discreto de vías de saca, especialmente cerca de la cancha. Estas vías se ven severamente compactadas y requieren una rehabilitación posterior, pero tienen a su favor 31 que el ámbito del impacto está bien definido. La cancha misma es otro sector que hay que desactivar de forma adecuada una vez finalizadas las intervenciones o que se debe rehabilitar si se desea reincorporar ese terreno a la superficie productiva. En los trabajos de elaboración de las vías de saca se ocupa comúnmente skidder, tractor oruga o excavadoras. Las últimas permiten conservar el suelo superficial y el subsuelo separados durante la construcción y tienen más control sobre la disposición del mismo para rehabilitaciones más exitosas a posteriori. Además, son capaces de trabajar en zonas más sensibles cerca de los esteros ya que no causan tanta alteración cuando la máquina cambia de dirección. Pueden usarse también en la elaboración de cruces provisionales o para ubicar puentes portátiles, sin afectar mayormente el curso de agua. Como recomendación general se puede decir que los patrones de arrastre de los skidder pueden ser aleatorios en terrenos de pendientes suaves, sin tránsito concentrado en un lugar específico, en tanto que las rutas designadas y marcadas en terreno son mejores en caso de áreas más escarpadas o sensibles y así limitan la extensión de las alteraciones. En este último caso, también se puede considerar realizar vías de retorno separadas para el tránsito con lo cual éste se segrega, aumentando la productividad de las labores. 3.6 MADEREO CON TORRES Sin duda la mayor ventaja derivada del uso de torres es que el tránsito sobre el terreno es virtualmente eliminado, pero una cantidad significativa de alteración al suelo todavía puede darse en zonas cercanas a las canchas, donde las trozas comúnmente tocan el suelo. Las alteraciones generadas por el uso de torres generalmente se dan en áreas de deflexión pobre donde el extremo de la troza no se puede levantar del suelo. Estos impactos pueden constituirse en vías para la escorrentía superficial, provocando de esta manera erosión. Aparte de este hecho, existen otras desventajas en el uso de torres como el que se requiera de corredores rectos para tirar sus líneas, por lo que al emplearse en cortas parciales, se dejan espacios adicionales sin cubierta boscosa. En el caso de emplear torres donde el madereo no sea de troza suspendida, las depresiones dejadas en el terreno por el paso de las trozas concentrarán los flujos de agua, generando erosión. Al maderear hacia abajo, estas rutas tienden a converger y por ende así lo hace la escorrentía superficial. En tanto que lo opuesto ocurre en el madereo cuesta arriba, con la escorrentía superficial dispersándose en el área de intervención. Dentro de las ventajas con que cuenta este sistema de madereo se puede mencionar que la maquinaria usualmente no abandona los caminos, con lo que se reduce el riego de daño al suelo y sus efectos asociados sobre la calidad de las aguas. Asimismo, es posible transportar trozas sobre plantaciones existentes o zonas sensibles sin necesidad de construir caminos o vías de saca en zonas protegidas. Por otro lado el emplear distancias de madereo grandes también es beneficioso ya que se puede reducir la densidad de la red de caminos, lo que tiene como efecto una baja en la 32 sedimentación generada por los caminos y una disminución en la cantidad de tierras productivas ocupadas por ellos. 4. TRANSPORTE El tránsito vehicular es la fuente principal en la generación de sedimentos desde un camino, aumentándola hasta nueve veces. Para paliar este efecto ELLIOT, FOLTZ y LUCE (1999) recomiendan el disminuir la presión de inflado de los neumáticos de los vehículos. El uso de sistemas de centrales de inflado de neumático es una buena solución, dando al conductor la posibilidad de cambiar la presión de éstos desde su cabina. Al efectuar una reducción en las presiones de todos los neumáticos desde la presión de carretera de 620 kPa a 480 kPa, se reduce la producción de sedimentos en un 45%. En tanto que al ocupar 480 kPa en el eje direccional y entre 210-340 kPa en los restantes, se consigue una disminución de hasta el 80%. Este efecto surge por la menor formación de huellas, producto de la cual el agua tiende a fluir acorde al diseño del camino pasando su borde. La presión reducida trae como beneficios adicionales la posibilidad de tener temporadas de carga más prolongadas, incrementar la movilidad del vehículo, ostentar un menor mantenimiento de los equipos, otorgar una mayor comodidad al conductor y bajar los costos de reparación de caminos. MOORE (1995) manifiesta de igual manera su postura positiva frente a la utilización de sistemas centrales de inflado para controlar la sedimentación desde caminos, señalando de paso el impacto que el material particulado tiene sobre la calidad de las aguas, tanto para uso humano como para la biota acuática. En el caso de la biota acuática menciona el rol perjudicial de los sedimentos en la movilidad de los peces y en la reproducción de los mismos al modificar el fondo de los cauces en las áreas de desove. Cuadro 3. Efectos del tránsito vehicular y medidas de control Impacto Acción Correctiva/Preventiva • ü ü ü Generación de sedimentos Mantenimiento de caminos Restricciones estacionales al tránsito Limitaciones a la velocidad del tránsito ü Circulación con baja presión de neumáticos 33 5. NECESIDADES DE INVESTIGACIÓN De los artículos que se consideraron en este informe se desprende que las necesidades de investigación en el exterior, en cuanto a la conservación de suelos están en general bien definidas y podrían servir para orientar la investigación en Chile. Sin embargo, es también claro que en Chile no sólo es necesario realizar experiencias propias para validar los datos de éstas investigaciones, sino que además es imperativo que se implementen aquellas tecnologías probadas con éxito durante largo tiempo en otros países, a las que todavía no se les asigna la debida importancia en el ámbito nacional. Áreas de estudio en la conservación de suelos que ya están cubiertas casi en su totalidad son las referidas a quemas y caminos. Las quemas necesitarían sólo de un período de estudio más prolongado para terminar de definir su influencia, especialmente sobre la biota, en tanto que en los caminos la investigación faltante se concentra principalmente en la simulación de generación de sedimentos desde las vías. Para el caso chileno se requeriría adaptar los estudios existentes de manera de contar con un programa para la predicción de generación de sedimentos desde caminos a nivel regional. En su defecto, habría que desarrollar programas particularmente pensados en nuestra realidad. Sin embargo, se hace desde ya urgente determinar los parámetros que se necesitarán de forma de empezar a crear y poblar bases de datos para su uso. A nivel local faltan también estudios que evalúen el impacto ambiental y económico de la intensidad y construcción de caminos de estándares más reducidos, con anchos menores a los actuales y que se ven beneficiados por velocidades de circulación menores y una caída en la generación de sedimentos desde los caminos De igual manera se necesita evaluar e implementar localmente el uso de centrales de inflado en los camiones que realizan labores de transporte, tecnología probada por largo tiempo con buenos resultados en distintos puntos del mundo. En el área de rehabilitación de terrenos, en tanto, todavía faltan muchos estudios por realizar tanto a nivel nacional como en el extranjero, especialmente porque las condiciones de cada sitio son muy variadas y no permanecen constantes durante el año, dificultando la interpretación de resultados. Entre otros, no se sabe con certeza que estrategia de labranza se comporta mejor bajo la variedad de sitios y condiciones que pueden hallarse. Tampoco se sabe si la restauración de las capas superficiales del suelo constituye una técnica efectiva para restaurar la productividad en sitios que presentan un enraizamiento poco profundo de forma natural. Específicamente en este último punto es necesario cuantificar el beneficio del reemplazo del suelo en comparación con otros métodos de restaurar la estructura del suelo y los ciclos de nutrientes. 34 Se necesita además, investigar los procesos biológicos en los suelos rehabilitados y, por último, determinar métodos de construcción de bajo costo para conservar y reemplazar el suelo superficial. Así pues las interrogantes básicas referidas a la rehabilitación se orientan hacia tres áreas: profundidad de labrado, estabilidad de la estructura del suelo y tratamiento mínimo. El tratamiento de rehabilitación que todavía se encuentra bajo cuestionamiento es la efectividad de la restitución de laderas de caminos y vías de saca, que tiene vacíos de información los cuales se centran en el desconocimiento de la productividad de los caminos rehabilitados, si bien en este campo ya hay estudios en curso. En el ciclo de nutrientes, los vacíos que pueden encontrarse en los estudios se centran en el establecimiento y comprensión de la influencia de la biota sobre los procesos de reciclaje de nutrientes. También existe preocupación en relación al uso de residuos leñosos para rehabilitar ya que no se entienden, más que parcialmente, sus beneficios potenciales y su uso se ve frenado por la preocupación frente al riesgo de degradar la productividad de sitio a través de un uso inadecuado. Las labores de cosecha por su parte, tienen múltiples frentes que requieren ser investigados con mayor profundidad. Uno de estos frentes corresponde al impacto que tienen las intervenciones de cosecha sobre la biota del suelo, sobre la cual ya se están realizando los primeros estudios. Sin embargo, todavía dista mucho para comprender los procesos que se suceden en esta materia y la interacción entre éstos. Una necesidad urgente para las empresas forestales del país es la de contar con información detallada de las máquinas que se desempeñan en labores de cosecha y preparación de sitios, ya que no se conoce a cabalidad datos tan relevantes como el impacto que estas tienen sobre el suelo. En general, se aprecia que hay una demanda tanto a nivel nacional como en el exterior de analizar los costos de rehabilitación enfrentados a los costos de prevención de dicha degradación. 35 6. BIBLIOGRAFÍA Arocena-J. 2000. Cations in solution from forest soils subjected to forest floor removal and compaction treatments. Forest-Ecology-and-Management. 2000, 133: 71-80; 40 ref. 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