Número de registro: 18021 Novena Época Instancia: Segunda Sala

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
Número de registro: 18021
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XIX, Abril de 2004
Página: 848
CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO (ACTUALMENTE EN
MATERIA CIVIL DEL MISMO CIRCUITO), TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL
DÉCIMO CIRCUITO Y EL TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO
DEL SEGUNDO CIRCUITO.
MINISTRO PONENTE: JUAN DÍAZ ROMERO.
SECRETARIA: ESTELA JASSO FIGUEROA.
CONSIDERANDO:
CUARTO. Del juicio de amparo directo 241/2003, resuelto por el Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Segundo Circuito, derivan los siguientes antecedentes.
1. Ante la Junta Especial Número Dos de la Local de Conciliación y Arbitraje, Cecilia
Miriam Trejo Aguirre demandó de Adriana Leticia Martínez García el pago de diversas
prestaciones de carácter laboral.
2. Emplazada que fue la demandada, al contestar negó la existencia de la relación laboral y,
por ello, negó los hechos de la demanda.
3. Seguido el juicio por sus trámites legales, la Junta dictó laudo en el que determinó que la
actora acreditó la existencia del vínculo laboral y condenó a la parte demandada al pago de
las prestaciones reclamadas.
Inconforme con el laudo emitido, la demandada Adriana Leticia Martínez García interpuso
juicio de amparo directo, el cual correspondió conocer al Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Segundo Circuito con el número DT. 241/2003, y en sesión celebrada el quince
de mayo de dos mil tres emitió la ejecutoria en que negó el amparo, cuyas consideraciones se
transcriben en lo que interesa a la materia del presente asunto.
"IV. ... En efecto, refiere el quejoso que se violaron en su perjuicio los artículos 14 y 16
constitucionales, así como 337, fracción III, 840, 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo,
porque según su parecer, la responsable, al proveer lo relativo a la admisión de pruebas
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incurrió en violaciones al procedimiento, al haber admitido la inspección ocular ofrecida por
la actora, siendo que dicha prueba se objetó y se solicitó que para el indebido caso de que ésta
fuera admitida, debía hacerse sin prejuzgar sobre la existencia de los documentos base de su
desahogo, tomando en cuenta que desde su contestación de demanda negó la relación laboral.
Invocando como apoyo las tesis con los rubros: ‘PRUEBA DE INSPECCIÓN. ADMITIDA
SIN PREJUZGAR SOBRE LA EXISTENCIA DE DOCUMENTOS, NO ES VIOLATORIA
DE GARANTÍAS, SI EL DEMANDADO NEGÓ EN FORMA LISA Y LLANA LA
EXISTENCIA DE LA RELACIÓN DE TRABAJO.’ e ‘INSPECCIÓN OCULAR. CUANDO
SE NIEGA RELACIÓN DE TRABAJO NO PROCEDE EL OFRECIMIENTO DE LA.’. Es
infundado el anterior concepto de violación y para una mejor comprensión, es pertinente
destacar que el actor en audiencia de nueve de mayo de dos mil dos, entre otras pruebas,
ofreció: ‘Como numeral IV, la inspección que se sirva practicar el actuario adscrito en el
domicilio de los demandados ...’ (se transcribe). Como se observa, dicha prueba se ofreció en
relación con: a) nóminas, b) recibos de pago, c) altas y bajas ante el IMSS, d) cuotas de
liquidación obrero patronal, e) tarjetas checadoras, f) listas de asistencia, g) expediente
personal de la actora, y h) muy en especial cualquier documento que acostumbre llevar la
demandada en el renglón correspondiente de la actora. La parte demandada objetó tal
probanza de la siguiente forma: ‘... por lo que respecta a la inspección que ofrece la parte
actora en el numeral IV, dicha prueba se objeta en cuanto a su alcance y valor probatorio que
la oferente pretende darle, primeramente por tratarse de una mera pesquisa prohibida por la
ley y toda vez de que mi representada al estar negando la relación laboral de trabajo y al no
haber existido dicha relación entre la actora y mi mandante no tiene la obligación de contar
con documentación a la cual se refiere la parte actora y así mismo, para el dado caso de que
dicha probanza sea aceptada por esta Junta ésta deberá ser sin prejuzgar sobre la existencia de
dichos documentos.’. La responsable al acordar lo relativo al ofrecimiento de dicha prueba,
expuso: ‘A la parte actora se le tienen por admitidas todas y cada una de las pruebas que
ofrece ... Apercibiéndose a la demandada que para el caso de no exhibir los documentos que
se refieren para el desahogo de dicha probanza, se le tendrán por presuntivamente ciertos los
extremos que se pretenden acreditar con esta probanza y a la parte actora por perdido su
derecho para realizar manifestaciones y objeciones que estime procedentes con posterioridad
respecto de los documentos exhibidos.’. Destacado lo anterior, debe mencionarse que la
circunstancia de que el hoy quejoso mencione: 1) ser persona física y, 2) haber negado la
relación laboral con el actor, ello no era suficiente para que la responsable no admitiera la
inspección ocular o la admitiera sin prejuzgar sobre los documentos base de su desahogo;
máxime que, como se advierte, fue ofrecida entre otros documentos, en relación con: a)
nóminas, b) recibos de pago, c) altas y bajas ante el IMSS, d) cuotas de liquidación obrero
patronal, y e) tarjetas checadoras y listas de asistencia; documentos que en términos del
artículo 804, fracciones II, III y V, respectivamente, de la Ley Federal del Trabajo, el patrón
tiene obligación de conservar y exhibir en juicio; referente a las tarjetas checadoras y listas de
asistencia, debe decirse que al objetar la prueba en cuestión no negó contar con dichos
documentos o bien que no acostumbra llevarlos en el centro de trabajo, ni tampoco aparece
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que en la contestación de demanda ni en la objeción de referencia, hubiere negado ser el
propietario o responsable de la fuente laboral, en donde dice prestó sus servicios la actora,
por lo que, de conformidad con el artículo 878, fracción IV, de la ley de la materia, en el cual
se establece que ‘el demandado en su contestación opondrá sus excepciones y defensas,
debiendo de referirse a todos y cada uno de los hechos aducidos en la demanda, afirmándolos
o negándolos y expresando los que ignore cuando no sean propios y que el silencio y las
evasivas harán que se tengan por admitidos aquéllos sobre los que no se suscite controversia’,
es que se debe entender aceptó tal carácter; pues sólo se limitó en su objeción a referir que no
tenía la obligación de contar con la documentación porque no existió relación laboral con el
actor. Con respecto a la inspección ocular que se ofreció sobre: a) nóminas, b) recibos de
pago, c) altas y bajas ante el IMSS, d) cuotas de liquidación obrero-patronal, y e) tarjetas
checadoras, y listas de asistencia; debe entenderse que solicitó dicha prueba en términos
genéricos, comprendiendo los documentos que se refieren a todos los trabajadores del
negocio y no sólo referida al actor; pues de no estimarse así, no se explica el porqué también
solicitó se practicara sobre ‘el expediente personal de la actora y muy en especial cualquier
documento que acostumbre llevar la demandada en el renglón correspondiente de la actora.’.
Por tanto, la circunstancia de que el quejoso se atribuya el carácter de patrón como persona
física y que para sostener sus argumentos invoque las tesis con los rubros: ‘RELACIÓN
LABORAL. LA FALTA DE EXHIBICIÓN DE LOS DOCUMENTOS SOBRE LOS QUE
DEBE DESAHOGARSE LA PRUEBA DE INSPECCIÓN NO PRESUME SU
EXISTENCIA CUANDO ES NEGADA POR EL PATRÓN Y ÉSTE ES UNA PERSONA
FÍSICA QUE NO CONSTITUYE UNA EMPRESA.’ y ‘PERSONA FÍSICA. NO ESTÁ
OBLIGADA A EXHIBIR LOS DOCUMENTOS QUE REFIERE EL ARTÍCULO 804 DE
LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, CUANDO NIEGA LA RELACIÓN LABORAL.’, no
lo exime de exhibir la documentación que conforme a la ley están obligados a conservar y
exhibir en juicio. Lo anterior se afirma con apoyo en los artículos 10, párrafo primero y 804
de la Ley Federal del Trabajo que a la letra dicen: ‘Artículo 10. Patrón es la persona física o
moral que utiliza los servicios de uno o varios trabajadores.’. ‘Artículo 804. El patrón tiene
obligación de conservar y exhibir en juicio los documentos que a continuación se precisan: I.
Contratos individuales de trabajo que se celebren, cuando no exista contrato colectivo o
contrato ley aplicable; II. Listas de raya o nómina de personal, cuando se lleven en el centro
de trabajo; o recibos de pago de salarios; III. Controles de asistencia cuando se lleven en el
centro de trabajo; IV. Comprobantes de pagos de participación de utilidades, de vacaciones,
de aguinaldos, así como las primas a que se refiere esta ley; y V. Los demás que señalen las
leyes. Los documentos señalados por la fracción I deberán conservarse mientras dure la
relación laboral y hasta un año después; los señalados por las fracciones II, III y IV durante el
último año y un año después de que se extinga la relación laboral, y los mencionados en la
fracción V, conforme lo señalen las leyes que los rijan.’. Como es de apreciarse, el numeral
mencionado en primer término, establece que patrón es la persona física o moral que utiliza
los servicios de uno o varios trabajadores; luego entonces, partiendo de tal definición y
atendiendo al principio general del derecho que establece que donde la ley no distingue el
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juzgador no tiene por qué hacer ninguna distinción, es claro que al establecer, el artículo
mencionado en segundo término, que el patrón tiene la obligación de conservar y exhibir en
juicio los documentos que ahí se precisan, sin hacer distinción alguna en el sentido de que
sólo las empresas estén obligadas a ello, se debe entender que los patrones que sean personas
físicas también tienen la obligación de conservar y exhibir en juicio los referidos
documentos, con el apercibimiento que de no hacerlo se tendrán por ciertos presuntivamente
los hechos que se tratan de probar; aunado a que conforme a lo dispuesto en los artículos 2o.,
3o. y 18 de la Ley Federal del Trabajo, la regla es que las normas de trabajo deben
interpretarse atendiendo a las finalidades de esta rama del derecho y en caso de duda, por
falta de claridad en las propias normas, prevalecerá la interpretación más favorable al
trabajador. De ahí que tampoco se compartan los criterios en que el quejoso apoya sus
argumentos; más aún cuando se advierte que no es exacto lo que se sostiene en el primero de
ellos, en el sentido de que del texto de la jurisprudencia 2a./J. 38/95 de nuestro más Alto
Tribunal, bajo el rubro: ‘RELACIÓN LABORAL, LA PRESUNCIÓN DE SU EXISTENCIA
SE ACTUALIZA SI CONFORME A LA PRUEBA DE INSPECCIÓN, EL PATRÓN NO
EXHIBE LOS DOCUMENTOS QUE CONFORME A LA LEY ESTÁ OBLIGADO A
CONSERVAR.’, se derive que los patrones que sean personas físicas no estén obligadas a
conservar y exhibir en juicio los documentos de ley, puesto que del mismo se desprende que
sólo se refiere al patrón, sin hacer distinción alguna. En relación con que al haber negado la
relación laboral no debió admitirse la inspección ocular, debe mencionarse que dicha
probanza es un medio de prueba establecido expresamente en la ley de la materia a favor de
las partes, a través de la cual el trabajador puede demostrar la existencia de la relación laboral
negada por el patrón, tal como aconteció en la especie. En lo conducente es aplicable la
citada jurisprudencia número 2a./J. 38/95 de la Segunda Sala, suscitada con motivo de la
contradicción de tesis 28/94, visible en la página 174, Tomo II, agosto de 1995, del
Semanario Judicial de la Federación, que a la letra dice: ‘RELACIÓN LABORAL, LA
PRESUNCIÓN DE SU EXISTENCIA SE ACTUALIZA SI CONFORME A LA PRUEBA
DE INSPECCIÓN, EL PATRÓN NO EXHIBE LOS DOCUMENTOS QUE CONFORME A
LA LEY ESTÁ OBLIGADO A CONSERVAR. De conformidad con lo dispuesto por los
artículos 776, 777, 784, 804, 805, 827, 828 y 829, de la Ley Federal del Trabajo, la
inspección es un medio de prueba establecido expresamente en la ley a favor de las partes, y
si mediante ella el trabajador pretende demostrar la existencia de la relación laboral negada
por el patrón sin que éste exhiba los documentos relativos, debe hacerse efectiva la
presunción que como sanción a dicha omisión establece la legislación laboral, no siendo
permitido que tal presunción se deje de aplicar en favor del oferente por el juzgador bajo el
pretexto de que se estaría obligando al patrón a lo imposible, ya que esa imposibilidad no
puede darse porque conforme a la ley es él quien debe tener en su poder esos elementos, los
cuales, una vez mostrados al actuario que desahoga la diligencia o bien robustecerán su dicho
al no apreciarse, dentro de los trabajadores de la empresa, que figure como tal el actor, o
coincidirán con la presunción que se seguiría conforme a la ley para el caso de que el patrón
no aportara los documentos referidos, a saber que el actor sí tenía calidad de trabajador del
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demandado.’. No pasa inadvertido para este Tribunal Colegiado que la responsable
indebidamente admitió la inspección ocular sobre documentos particularizados del actor, al
exponer: debiendo revisar en el renglón correspondiente a ‘Cecilia Miriam Trejo Aguirre en
los documentos consistentes en nóminas, recibos de pago, altas y bajas ante el IMSS, cuota
de liquidación obrero patronal, tarjetas checadoras, listas de asistencia, expediente personal
de la actora y cualquier otro documento que acostumbre llevar la demandada’; cuando, como
ya se expuso, no fue ofrecida en esos términos por el accionante sino de manera genérica,
comprendiendo los documentos que se refieren a todos los trabajadores del negocio, como lo
son: a) nóminas, b) recibos de pago, c) altas y bajas ante el IMSS, d) cuotas de liquidación
obrero patronal, e) tarjetas checadoras y f) listas de asistencia; sin embargo, como ya se
apuntó, al no exponer el peticionario conceptos de violación en ese sentido, esto es la
discordancia entre los términos en que fue ofrecida la prueba y la forma en que fue admitida,
es que esta última debe quedar firme en sus términos al estar imposibilitado este Tribunal
Colegiado a suplir la deficiencia de la queja, cuando el promovente del amparo sea la parte
patronal. En lo conducente es aplicable la jurisprudencia de la anterior Cuarta Sala, marcada
con el número 83, página 61 del Tomo V, Materia del Trabajo, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, que a la letra dice: ‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN
INOPERANTES. Si los conceptos de violación que hace valer el patrón quejoso no combaten
las consideraciones que rigen el sentido del laudo reclamado, dichos conceptos resultan
inoperantes.’. También en lo conducente es aplicable la jurisprudencia marcada con el
número 716, Tomo VI, Materia Común, página 482, del mismo Apéndice antes referido, que
a la letra dice: ‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN QUE OMITEN COMBATIR ALGUNAS
CONSIDERACIONES EN QUE SE APOYA EL ACTO RECLAMADO. SON
INSUFICIENTES. Los conceptos de violación deben estar relacionados directa e
inmediatamente con los fundamentos del acto reclamado, para que de esta forma queden de
manifiesto los vicios de que adolezca; por tanto si el quejoso omite hacerse cargo de algunas
consideraciones en que se apoyó la autoridad responsable y no las combate, el Tribunal
Colegiado no está en aptitud de examinar la constitucionalidad de éstas y por consecuencia
deben subsistir.’. También es pertinente destacar que si bien cuando la inspección se ofrece a
cargo de la demandada sobre documentos particularizados del actor, pretendiendo demostrar
la relación laboral y/o circunstancias particulares de ésta y aquélla niega la relación laboral, el
apercibimiento deberá formularse con la condicionante de que sólo se hará efectivo si se llega
a demostrar la existencia del vínculo laboral con cualquier otro medio de prueba; sin
embargo, al tampoco haber expuesto el quejoso conceptos de violación en ese sentido, en
relación con los documentos a inspeccionar en los incisos g) expediente personal de la actora
y h) muy en especial cualquier documento que acostumbre llevar la demandada en el renglón
correspondiente de la actora; es que la admisión de dicha prueba debe quedar intocada. En lo
conducente es aplicable la jurisprudencia de este propio tribunal, visible en la página 1206,
Tomo XV, marzo de 2002, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que a la letra
dice: ‘INSPECCIÓN. SI EL PATRÓN NIEGA LA RELACIÓN LABORAL PERO
ACEPTA SER PROPIETARIO DE LA FUENTE DE TRABAJO, EL APERCIBIMIENTO
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PREVISTO EN EL ARTÍCULO 828 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, NO
SIEMPRE DEBE SER LISO Y LLANO. La ley y la jurisprudencia establecen que la
prevención contenida en el citado numeral, consistente en que de no exhibir el patrón los
documentos que tiene en su poder, se presumirán ciertos los hechos que el oferente de la
prueba pretende acreditar con ellos, ha de realizarse en principio cuando el actor ofrece la
inspección sobre los documentos que el patrón demandado está obligado a conservar, de
conformidad con el artículo 804 del citado ordenamiento. Sin embargo, cuando el demandado
no reconoce la relación laboral, pero acepta ser propietario o responsable de la fuente de
trabajo, o no niega serlo (lo cual se traduce en una aceptación tácita), sólo procederá formular
el apercibimiento liso y llano si se propone en términos genéricos, comprendiendo los
documentos que se refieren a todos los trabajadores de la empresa (y no únicamente referida
al actor), con la finalidad de probar mediante su examen cuidadoso, que en ella sí figura el
demandante y, por ende, el vínculo laboral. Empero, si se ofrece sobre documentos
particularizados del actor (su contrato de trabajo, su tarjeta de control de asistencias, las
nóminas en el renglón en donde él aparece, etc.), pretendiendo demostrar las condiciones y
circunstancias de tal relación, el apercibimiento deberá formularse con la condicionante de
que sólo se hará efectivo si se llegare a demostrar la existencia de la relación laboral, a través
del examen antes señalado (si es que la inspección se ofreció también en esos términos), o
con cualquier otro medio de prueba, o se derive de la no demostración del demandado de que
los servicios que le prestó el actor engendraron una relación distinta a la laboral, si aquél, de
tal manera, se excepcionó. Esto es así, porque no resulta admisible que si el patrón
demandado niega la relación laboral, la presunción de su existencia y de las condiciones y
circunstancias que afirma el actor prevalecieron en tal vínculo, se derive exclusivamente de la
no exhibición de los citados documentos, a pesar de que su no elaboración y consecuente no
exhibición por el patrón sea entendible y congruente con su negativa de mérito. Pero por el
contrario, si en este supuesto no se formulara apercibimiento alguno, se le impediría
injustificadamente al actor prevalerse de esta prueba para demostrar las condiciones y
circunstancias de su relación laboral, no obstante ofrecerse sobre documentos que el patrón sí
estaba obligado a exhibir, en virtud de haber quedado evidenciado por otra vía el referido
nexo.’. Sin que obste para todo lo anterior, el hecho de que el quejoso en su objeción también
señalara que la prueba de inspección ocular ofrecida por la parte actora, sea una pesquisa
prohibida por la ley, porque dicha prueba se ajusta a los lineamientos ordenados por el
artículo 827 de la Ley Federal del Trabajo, esto es, se señaló el objeto materia de la misma, el
lugar donde debía practicarse, el periodo que abarcaría y los documentos que serían
examinados. Por otra parte, refiere el quejoso que al haber negado la relación laboral y
atendiendo al principio de que ‘el que afirma debe probar’, a la trabajadora correspondía la
carga de probar el vínculo laboral. Apoyando su argumento en las tesis con los rubros:
‘RELACIÓN LABORAL. DEBE ACREDITARLA EL TRABAJADOR CUANDO LA
NIEGA EL PATRÓN.’, ‘RELACIÓN LABORAL. NEGATIVA DE SU EXISTENCIA
CUANDO ES LISA Y LLANA. CARGA DE LA PRUEBA.’, ‘RELACIÓN LABORAL,
NEGACIÓN DE LA. CARGA DE LA PRUEBA.’ y ‘RELACIÓN DE TRABAJO. CARGA
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DE LA PRUEBA.’. Sobre el particular, debe exponerse que en ese aspecto no le causa
perjuicio el laudo que se combate, puesto que la responsable al plantear la litis, expuso que la
carga de la prueba sobre la existencia de la relación entre patrón y trabajador, correspondía a
este último, al haber negado el primero de manera lisa y llana el vínculo laboral; por las
mismas consideraciones son inatendibles las tesis en que sustenta sus argumentos.
Finalmente, arguye el peticionario que la responsable no tomó en cuenta que la actora no
logró demostrar el vínculo laboral y que la inspección ocular por sí sola no es un elemento
suficiente para condenar al demandado, ya que al haber negado la relación laboral no existe
obligación a su cargo de probar un hecho negativo, por lo que estima se emitió un laudo
incongruente. Apoyando sus argumentos en las tesis con los rubros: ‘LAUDOS
INCONGRUENTES.’, ‘LAUDOS INDEBIDAMENTE RAZONADOS.’ y ‘LAUDO
INCONGRUENTE, POR FUNDARSE EN EXCEPCIÓN NO OPUESTA.’. Al respecto debe
decirse que, como ya se destacó, la responsable al plantear la litis estimó que a la parte actora
era a quien correspondía demostrar que existió el vínculo laboral, de ahí que no se pueda
aducir, como lo arguye el quejoso, que se le esté obligando a probar un hecho negativo y, por
otra parte, la trabajadora sí logró demostrar la relación laboral a través de la presunción
derivada de la inspección, siendo ésta suficiente para demostrar tal relación cuando no
aparece desvirtuada por otra prueba, tal como aconteció en la especie. En lo conducente es
aplicable la jurisprudencia número 2a./J. 12/2001 de la Segunda Sala, suscitada con motivo
de la contradicción de tesis 86/2000-SS, visible en la página 148, Tomo XIII, marzo de 2001,
del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que a la letra dice: ‘RELACIÓN
LABORAL. LA PRESUNCIÓN DERIVADA DE LA PRUEBA DE INSPECCIÓN SOBRE
DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN DEBE CONSERVAR Y QUE NO PRESENTÓ, ES
SUFICIENTE POR SÍ SOLA PARA ACREDITAR DICHA RELACIÓN SI NO APARECE
DESVIRTUADA POR OTRA PRUEBA. La inspección es uno de los medios de prueba
permitidos por la ley para que el juzgador pueda llegar al conocimiento real de la verdad de
los hechos expuestos por las partes, y tiene por objeto que el tribunal verifique, por conducto
del funcionario facultado para ello, hechos que no requieren de conocimientos técnicos,
científicos o artísticos especiales, esto es, la existencia de documentos, cosas o lugares y sus
características específicas, perceptibles a través de los sentidos. Por otra parte, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, el patrón tiene
la obligación de conservar y exhibir en juicio, entre otros documentos, los contratos
individuales de trabajo que se celebren, cuando no exista contrato colectivo o contrato-ley
aplicable; las listas de raya o nómina de personal, cuando se lleven en el centro de trabajo, o
los recibos de pago de salarios; los controles de asistencia, también cuando se lleven en el
centro de trabajo, así como los comprobantes de pagos de participación de utilidades, de
vacaciones, de aguinaldos y primas a que se refiere dicha ley; a su vez, el artículo 805 del
propio ordenamiento legal prevé que el incumplimiento a lo dispuesto en el citado artículo
804, establecerá la presunción de ser ciertos los hechos que el actor exprese en su demanda,
en relación con tales documentos, salvo prueba en contrario. En ese tenor, la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J. 38/95, que aparece
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publicada en la página 174 del Tomo II, correspondiente al mes de agosto de 1995, Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, sostuvo que la presunción de la
existencia de la relación laboral se actualiza, si para el desahogo de una prueba de inspección,
el patrón no exhibe los documentos que conforme a la ley está obligado a conservar. Por
tanto, atendiendo a lo anterior y a los principios tuteladores que rigen en materia de trabajo a
favor de quien presta sus servicios a un patrón, necesariamente ha de concluirse que cuando
la referida presunción no se encuentre desvirtuada con medio alguno de prueba aportado por
el patrón, por sí sola resultará suficiente para acreditar la existencia de la relación laboral.’.
En las relatadas condiciones, lo que procede en la especie es negar el amparo y la protección
de la Justicia Federal solicitada."
La resolución emitida por el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Segundo Circuito
generó la tesis II.T.257 L, visible en la página 1001 del Tomo XVIII, octubre de 2003,
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, cuyos rubro y texto dicen:
"DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN TIENE OBLIGACIÓN DE CONSERVAR Y
EXHIBIR EN JUICIO. LA CIRCUNSTANCIA DE QUE EL EMPLEADOR SEA UNA
PERSONA FÍSICA Y HUBIERE NEGADO LA RELACIÓN LABORAL CON EL ACTOR,
NO LO EXIME DE ESA OBLIGACIÓN. El artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo
establece que ‘el patrón tiene obligación de conservar y exhibir en juicio’ ciertos documentos
que detalla a través de sus cinco fracciones. Por otra parte, el diverso numeral 10 del mismo
ordenamiento define como patrón a ‘la persona física o moral que utiliza los servicios de uno
o varios trabajadores’; luego, conforme al principio general de derecho, según el cual donde
la ley no distingue al intérprete le está prohibido hacerlo, dicha obligación la tiene tanto el
empleador ‘persona moral’ como el empleador ‘persona física’. No invalida la anterior
conclusión la circunstancia de que, además, el patrón persona física niegue la relación
laboral, cuando el actor oferente de la prueba menciona esos documentos como base de la
inspección y se refiera a los de los trabajadores en general y no a documentos particulares del
actor, puesto que de conformidad con la tesis jurisprudencial 2a./J. 38/95 ‘RELACIÓN
LABORAL, LA PRESUNCIÓN DE SU EXISTENCIA SE ACTUALIZA SI CONFORME
A LA PRUEBA DE INSPECCIÓN, EL PATRÓN NO EXHIBE LOS DOCUMENTOS QUE
CONFORME A LA LEY ESTÁ OBLIGADO A CONSERVAR.’, la negativa del vínculo
laboral no imposibilita al patrón, persona física o moral (pues dicha tesis no excluye a la
primera), a conservar y exhibir esos documentos."
QUINTO. El Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, al resolver los amparos
directos 674/99, 650/99, 222/2000, 431/2000 y 501/2003, sostuvo la tesis jurisprudencial
cuyos texto, rubro y datos de identificación son del tenor siguiente:
"PERSONA FÍSICA. NO ESTÁ OBLIGADA A EXHIBIR LOS DOCUMENTOS QUE
REFIERE EL ARTÍCULO 804 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO CUANDO NIEGA
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
LA RELACIÓN LABORAL. Es cierto que de conformidad con el artículo 804 de la Ley
Federal del Trabajo el patrón tiene la obligación de conservar y exhibir en juicio los contratos
individuales de trabajo, listas de raya o nóminas de personal, controles de asistencia,
comprobantes de pago de participación de utilidades, de vacaciones, de aguinaldo, de primas
y los demás documentos que establezcan las leyes, y que en caso contrario se presumirán
ciertos los hechos que su contraparte se proponga acreditar con los documentos no exhibidos
en la inspección judicial, como lo prevé el diverso numeral 805 ibídem; sin embargo, tal
presunción no puede operar para el caso en que el patrón se trate de una persona física que al
contestar la demanda laboral ha negado todo nexo contractual con el actor, pues de exigirse a
la persona física demandada la exhibición de documentos, sería tanto como obligarlo a lo
imposible, ya que al negar la relación de trabajo evidentemente no cuenta en su poder con
ningún documento de aquellos que señala el artículo 804 citado. De ahí que la condena a la
parte demandada, cuando es una persona física, respaldada en la presunción que engendra la
falta de exhibición de esta clase de documentos se torna violatoria de garantías." (Tesis:
X.3o. J/5, visible en la página 1248 del Tomo XVIII, septiembre de 2003 del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época).
Los precedentes que integran la jurisprudencia inserta, son los siguientes:
• Amparo directo 674/99. Isidoro Vázquez González. 22 de febrero de 2000. Unanimidad de
votos. Ponente: Leonardo Rodríguez Bastar. Secretaria: Nora Esther Padrón Nares.
• Amparo directo 650/99. Alfonso Vidal Castro. 29 de febrero de 2000. Unanimidad de votos.
Ponente: Leonardo Rodríguez Bastar. Secretaria: Nora Esther Padrón Nares.
• Amparo directo 222/2000. Guadalupe Contreras Gómez. 11 de julio de 2000. Unanimidad
de votos. Ponente: Leonardo Rodríguez Bastar. Secretaria: Nora Esther Padrón Nares.
• Amparo directo 431/2000. Sergio Tejeda Noriega y otro. 8 de febrero de 2001. Unanimidad
de votos. Ponente: Fidelia Camacho Rivera, Secretaria de Tribunal autorizada por el Pleno
del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrada.
Secretario: Isaías Corona Coronado.
• Amparo directo 501/2003. Juan Ovando Bautista. 8 de agosto de 2003. Unanimidad de
votos. Ponente: Carlos Manuel Bautista Soto. Secretaria: Fidelia Camacho Rivera.
Para mayor claridad de la tesis sustentada por el mencionado Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Circuito, resulta conveniente relatar los antecedentes de la tercer ejecutoria que le
dio origen, así como transcribir sus consideraciones, en la inteligencia que las demás reiteran
el criterio en comento, por lo que es innecesaria su inserción:
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Amparo directo 222/2000.
1. Guadalupe Contreras Gómez demandó de Jesús Ávalos Rodríguez por sí y como
propietario de la combi de transporte público número 1102 de la ruta Tabasquillo-Centla,
diversas prestaciones.
2. Emplazado que fue el demandado negó lisa y llanamente la relación laboral.
3. La Junta emitió laudo y en la valoración de las pruebas consideró que, en relación con la
prueba de inspección que se llevó a cabo, no le trae beneficio alguno para acreditar la
relación de trabajo, en razón de que compareció la demandada y exhibió los documentos que
le fueron requeridos, donde el actuario hizo constar que de las documentales exhibidas no se
desprende que el actor haya sido contratado por los demandados, y no se desprende que le
hayan cubierto las prestaciones de referencia, por lo que no se genera presunción alguna que
le favorezca al actor para demostrar la existencia de la relación laboral.
Inconforme con el laudo pronunciado, el actor promovió juicio de amparo que correspondió
conocer al Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito con el número de amparo
222/2000, en cuyos conceptos de violación expuso que la Junta indebidamente absuelve al
demandado porque en relación con el desahogo de la prueba de inspección en ningún
momento exhibe la documentación requerida, a pesar de encontrarse en el apercibimiento de
ley y porque se exhibieron dos hojas de nóminas y, por otro lado, el demandado aceptó con
dichos documentos ser una fuente de trabajo y que, por tanto, se acredita la relación laboral.
En sesión celebrada el once de julio de dos mil, el citado órgano colegiado resolvió en los
siguientes términos:
"VI. Son infundados los conceptos de violación aducidos por el quejoso Guadalupe Contreras
Gómez, atento las consideraciones que enseguida se exponen: En el laudo reclamado, la Junta
para declarar no probada la acción estimó que la litis se establecía para efectos de resolver si
existió o no relación de trabajo entre el actor y el demandado físico por sí y como propietario
de la combi de transporte público número 1102 de la ruta Tabasquillo-Centla, con número de
placas 51093V, modelo 1986, por lo que correspondía al actor la carga probatoria para
demostrar la relación de trabajo, misma que no había satisfecho, porque dijo la Junta que las
pruebas ofrecidas por el demandante no le beneficiaban para acreditar el vínculo laboral ya
que no demostraban la subordinación o dependencia económica que se requieren como
elementos esenciales, conforme los artículos 8o., 10, 20, 21, 134, fracción III, de la Ley
Federal del Trabajo. Infundado, por cuanto a la valoración de la prueba testimonial ofrecida
por el actor a cargo de Roberto Crisóstomo Bolaños y José Guadalupe Pérez Contreras, cabe
decir que no obstante que habiéndosele arrojado al actor la carga probatoria de demostrar que
existió vínculo laboral, la Junta erróneamente sostuvo que tales testimoniales no acreditaban
el despido injustificado, lo cual, como antes se dijo, no era el punto previo a dilucidar. Sin
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
embargo, a nada práctico llevaría conceder la protección constitucional para efectos que la
autoridad responsable valorara esta prueba en cuanto a la relación de trabajo, toda vez que del
análisis del contenido de esta probanza se advierte que no logra su objetivo. Ello es así, si se
toma en cuenta que el primero de los testigos, Roberto Crisóstomo Bolaños, sostiene, entre
otras cosas, que su presentante (actor) siempre ha trabajado como chofer de transporte
público en la ruta Tabasquillo-Centla y últimamente trabajaba en una combi propiedad del
señor Jesús Ávalos Rodríguez, que le consta que el dieciséis de abril, como a las doce del día,
cuando se disponía a abordar la combi, vio que este último bajaba a Guadalupe Contreras
Gómez, diciéndole que ya no quería que trabajara con él y que quedaba despedido. Y, por su
parte, el segundo de los testigos, José Guadalupe Pérez Contreras, entre otras cosas, dijo que
conoce al Sr. Guadalupe Contreras Gómez, que siempre ha trabajado en una combi de
transporte público y últimamente trabajaba para el señor Jesús Ávalos Rodríguez, y que le
consta que el dieciséis de abril del año pasado (1998) se disponía a abordar la combi 1102 de
la ruta Tabasquillo-Centla, y como a las doce del día vio que el señor Jesús Ávalos Rodríguez
bajaba al señor Guadalupe Contreras Gómez, diciéndole que no quería que trabajara para él y
que quedaba despedido. Pero tales declaraciones, en modo alguno engendran convicción de
la existencia de la relación laboral, pues los testigos ni siquiera refieren acerca del inicio de
ese vínculo de trabajo, ni precisan los días en que el actor laboraba, ni el horario, días de
descanso y menos el salario que diariamente devengaba por su jornada. Esto quiere decir que,
efectivamente, aquellos testigos son ineficaces para acreditar que entre actor y demandado
existió nexo laboral, pues aquello de que últimamente laboraba en la ‘combi de Jesús Ávalos
Rodríguez’, no es suficiente para presumir la existencia de la relación laboral, dado que sus
testimonios en esos términos no son dignos de fe y credibilidad. Contrariamente a lo
argumentado por el quejoso, la junta de trabajo estuvo en lo correcto al considerar que la
inspección ocular ofrecida por el actor, desahogada en documentos del demandado, no
beneficiaba al oferente de la prueba, pues aunque el tercero perjudicado Jesús Ávalos
Rodríguez reconoció ser propietario de la combi de servicio público de pasajeros número
1102, y que durante el desahogo de la diligencia de inspección ocular exhibió nóminas
correspondientes del quince al treinta y uno de enero, y del uno al quince de abril todas de
mil novecientos noventa y ocho, en las que aparecen los nombres de los choferes que
laboraban a su servicio, lo que significa que el nombrado tercero perjudicado constituye una
fuente de trabajo, y que conforme al artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, el patrón
tiene la obligación de conservar y exhibir en juicio todos los documentos relativos a contratos
individuales de trabajo, listas de raya o nóminas de personal, controles de asistencia,
comprobantes de pago, de participación de utilidades, de vacaciones, de aguinaldo, so pena
que de no hacerlo se presumirán ciertos los hechos que su contraparte se proponga acreditar
con los documentos no exhibidos en la inspección judicial, pero no debe perderse de vista
que en tratándose de que el demandado es una persona física que negó el vínculo laboral con
el actor, no estaba obligado a cumplir con la inspección ocular en los términos en que se
ofreció, es decir, con la presentación de los documentos respectivos por el periodo del quince
de enero de mil novecientos noventa y cinco al dieciséis de abril de mil novecientos noventa
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
y ocho. Esto en virtud de que habiendo negado toda relación de trabajo no puede obligársele
a presentar documentos, pues sería tanto como imponérsele algo imposible, ya que al negar la
relación laboral evidentemente no conservan documento alguno que demuestre vínculo de
trabajo. No obsta a la anterior circunstancia, el evento de que durante el desahogo de la
inspección ocular exhibiera las hojas de nóminas aludidas, pues estos documentos aun
cuando demuestran que los diversos choferes Pedro Cruz Jiménez y Esteban Hernández
Estrada estaban subordinados al demandado, en realidad no acreditan que esa relación de
trabajo fuese en relación con la combi del servicio público de alquiler. De manera que ante la
negativa de la relación de trabajo entre actor y demandado, consiguientemente este último no
está obligado a conservar documentos de un vínculo laboral que no existe. Y en este sentido
este órgano colegiado se ha pronunciado en los amparos directos 650/99, resuelto el
veintinueve de febrero de este año, y 674/99 de veintidós de los mismos mes y año, al
sustentar la tesis que dice: ‘PERSONA FÍSICA. NO ESTÁ OBLIGADA A EXHIBIR LOS
DOCUMENTOS QUE REFIERE EL ARTÍCULO 804 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, CUANDO NIEGA LA RELACIÓN LABORAL. Es cierto que de conformidad
con el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, el patrón tiene la obligación de conservar y
exhibir en juicio los contratos individuales de trabajo, listas de raya o nóminas de personal,
controles de asistencia, comprobantes de pago de participación de utilidades, de vacaciones,
de aguinaldo, de primas y los demás documentos que establezcan las leyes, y que en caso
contrario, se presumirán ciertos los hechos que su contraparte se proponga acreditar con los
documentos no exhibidos en la inspección judicial, como prevé el diverso numeral 805,
ibídem; sin embargo, tal presunción no puede operar para el caso en que el patrón se trata de
una persona física, que al contestar la demanda laboral ha negado todo nexo contractual con
el actor; pues de exigirse a la persona física demandada la exhibición de documentos, sería
tanto como obligarlo a lo imposible, ya que al negar la relación de trabajo evidentemente no
cuenta en su poder con ningún documento de aquellos que señala el artículo 804 citado. De
ahí que la condena a la parte demandada, cuando es una persona física, respaldada en la
presunción que engendra la falta de exhibición de esta clase de documentos se torna
violatoria de garantías.’. En las condiciones apuntadas con antelación y dado que el laudo
impugnado no es violatorio de garantías, lo que en la especie procede es negar la protección
constitucional solicitada."
SEXTO. Del juicio de amparo directo 658/96, promovido por Francisco Pérez Quezada y
otros, resuelto por el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito (ahora en Materia Civil),
derivan los siguientes antecedentes.
1. Francisco Pérez Quezada y otros actores, demandaron de Joel Huerta Guarneros el pago de
diversas prestaciones.
2. Emplazado que fue el demandado negó la relación laboral.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
3. La Junta al pronunciar el laudo respectivo consideró que los actores no lograron demostrar
el vínculo laboral y al referirse a la prueba de inspección expuso que no benefició a su
oferente, porque si bien es cierto que el demandado no exhibió documentación alguna,
también es cierto que no podía hacerlo, toda vez que no se trató de una empresa o
negociación donde se puede llegar al centro administrativo de pago de salarios y demás
aportaciones y reclamaciones, que tampoco con dicha prueba se logra demostrar los
elementos esenciales que dan origen a la relación laboral, tales como subordinación,
fiscalización, dependencia económica y que estuviesen sujetos los actores a un horario.
Inconforme con el laudo relacionado en el párrafo anterior, Francisco Pérez Quezada y otros,
en su carácter de actores en el juicio laboral, promovieron juicio de amparo directo que
correspondió conocer y resolver al Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito
(actualmente en Materia Civil) con el número DT. 658/96, cuyas consideraciones se
transcriben en la parte que interesa para el presente asunto.
"QUINTO. Son infundados los conceptos de violación expuestos por los quejosos.
Previamente es conveniente narrar los antecedentes del acto reclamado. 1. Mediante escrito
presentado el veinticuatro de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, ante la Oficialía de
Partes de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado, Francisco Pérez Quezada,
Hugo Pérez Martínez y Margarito Reyes García, por su propio derecho, designando como
representante común al primero de los mencionados, promovieron juicio laboral contra la
persona física o moral que resultara ser legítima propietaria del inmueble ubicado en el
número cincuenta y nueve de la calle Popocatépetl, de la colonia Malintzi de esta ciudad, y
en lo personal contra Joel Huerta Guarneros, de quien reclamaron las siguientes prestaciones
(se transcriben). Al efecto manifestaron que el seis de junio de mil novecientos noventa y
cuatro comenzaron a prestar sus servicios para Joel Huerta Guarneros, persona que se ostentó
como propietaria del inmueble mencionado, con quien celebraron contrato verbal de trabajo
por tiempo indeterminado; que Francisco Pérez Quezada prestó sus servicios como oficial de
albañilería, Hugo Pérez Martínez y Margarito Reyes García como ayudantes de albañilería y
que laboraron a las órdenes de Joel Huerta Guarneros; que lo hicieron con el mejor
desempeño; que dicha persona ejerció en el centro de trabajo actos y funciones de dirección,
supervisión y vigilancia; que su centro de trabajo lo tuvieron en la obra en construcción
ubicada en el número cincuenta y nueve de la calle Popocatépetl de la colonia Malintzi, de
esta ciudad, que el horario de trabajo al que estuvieron sujetos comprendió de las ocho a las
dieciocho horas, diariamente, de lunes a sábado de cada semana y por todo el tiempo que
existió la relación laboral; que, por tanto, laboraron dos horas extras diariamente desde la
fecha de su contratación; agregaron que por la prestación de sus servicios para los
demandados percibieron como salario diario, Francisco Pérez Quezada, la cantidad de cien
nuevos pesos; Hugo Pérez Martínez y Margarito Reyes García sesenta pesos, el cual les fue
cubierto en forma personal por Joel Huerta Guarneros; que siempre cumplieron con sus
obligaciones y que no obstante, el cuatro de julio de mil novecientos noventa y cuatro, a las
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
ocho horas, en que se presentaron a laborar, en la puerta de entrada y salida del centro de
trabajo el señor Joel Huerta Guarneros les impidió el acceso al inmueble y les manifestó que
a partir de ese momento estaban despedidos, que se largaran porque no los quería ver en esos
lugares, que estaban despedidos porque ya no los necesitaba, sin darles ninguna explicación,
lo cual consideran como un despido injustificado por lo que promovieron el juicio respectivo.
2. El nueve de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro dio inicio la audiencia de
demanda, excepciones, ofrecimiento y admisión de pruebas, dándose por fracasada la
conciliación. 3. En la etapa de demanda y excepciones la parte actora ratificó, reprodujo su
escrito inicial. 4. El demandado Joel Huerta Guarneros, al comparecer a la audiencia, otorgó
en forma personal un poder al licenciado Armando Becerra Manchinelly con facultades para
representarlo en el juicio, por lo que solicitó se le reconociera tal personalidad. El
compareciente por el demandado negó todo nexo contractual con los actores por lo que adujo
que no eran procedentes ninguna de las acciones que éstos ejercieron en su contra. 5. En la
vía de réplica la parte actora pidió que fueran desechadas las manifestaciones del apoderado
del demandado, persona física, que era falso lo sostenido por éste, ya que la verdad de los
hechos se encuentra plasmada en el escrito inicial de demanda y solicitó que a la persona que
resultara legítima propietaria del inmueble se le tuviera por contestada la demanda en sentido
afirmativo, dada su no comparecencia. 6. En vía de contrarréplica la parte demandada dijo
que la manifestación hecha al contestar la demanda se apegaba a la realidad y a la verdad de
los hechos. 7. En la etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas los actores, por conducto de
sus apoderados, ofrecieron las siguientes: a) Confesional a cargo de la persona física o moral
que resultara ser legítima propietaria del inmueble demandado; b) Confesional a cargo de
Joel Huerta Guarneros; c) Testimonial que deberían desahogar Roque Jehová Arroyo Durán,
Claudio Pérez García y Porfirio Arroyo Durán; d) Inspección ocular; e) Presuncional legal y
humana; y, f) Instrumental pública de actuaciones. 8. La parte demandada, por su parte,
ofreció las siguientes pruebas: a) Confesional a cargo de Francisco Pérez Quezada, Hugo
Pérez Martínez y Margarito Reyes García; b) Presuncional legal y humana y, c) Instrumental
de actuaciones. 9. Seguido el juicio por los demás trámites legales el diez de mayo de mil
novecientos noventa y seis, la Junta Especial Número Cuatro de la Local de Conciliación y
Arbitraje del Estado de Puebla dictó el laudo al tenor de los puntos resolutivos que quedaron
transcritos en el resultando primero de esta ejecutoria y que constituye el acto reclamado en
el presente juicio de garantías. Ahora bien, en sus conceptos de violación los quejosos
aducen, sustancialmente: a) La responsable incurre en violación de las leyes del
procedimiento al dejar de apreciar con detenimiento la litis, así como las pruebas ofrecidas
por la parte actora, pasando por alto lo establecido en los artículos 840, fracciones IV y VI,
841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo; b) Es inaplicable a la litis planteada la tesis
invocada por la Junta, pues no se trata de determinar si existió o no el despido, a lo que se
refiere dicha tesis, sino si sus mandantes prestaron o no sus servicios a la persona física o
moral que resulte ser legítima propietaria del bien inmueble, tanto en su raíz como en su
construcción, así como para Joel Huerta Guarneros en virtud de un contrato individual de
trabajo y, por tanto, si existió o no relación laboral; c) En ningún momento la responsable
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
apreció los hechos en conciencia, ya que de hacerlo se habría percatado que el demandado
Joel Huerta Guarneros, al dar contestación a la demanda, no manifestó que se tratara de una
empresa o negociación donde se pudiera llevar el control administrativo tanto de pago de
salarios como de las prestaciones; d) Que la prueba de inspección ocular sí benefició a los
actores puesto que los hechos que se narran en la misma se presumieron ciertos, sin que
exista prueba en contrario que la destruya, lo cual debió tener en cuenta la responsable; e)
Que indebidamente la Junta aduce que el señor Roque Jehová Arroyo Durán jamás estuvo
enfermo durante la secuela procesal, pues no existe constancia alguna de ello; f) Del
desahogo de la prueba testimonial se advierte que los testigos presenciaron los hechos sobre
los que declararon ya que fueron uniformes y dignos de credibilidad, y que con ella se
demuestra que estuvieron bajo las órdenes, subordinación y dependencia económica de Joel
Huerta Guarneros, por lo que se acredita la existencia de la relación laboral con la persona
física que resulte ser legítima propietaria del inmueble. Conviene destacar los hechos
siguientes: I. Ramón Aguilar González en calidad de apoderado de Francisco Pérez Quezada,
Hugo Pérez Martínez y Margarito Reyes García, promovió juicio laboral contra el propietario
del bien inmueble y obra en construcción marcado con el número cincuenta y nueve de la
calle Popocatépetl, de la Colonia Malintzi, de esta ciudad y, en lo personal, contra Joel
Huerta Guarneros, reclamando las prestaciones y narrando los hechos que se precisaron con
anterioridad. II. En la segunda etapa de la audiencia de ley el demandado Joel Huerta
Guarneros negó la existencia de la relación laboral. III. En la fase de ofrecimiento y admisión
de pruebas los actores ofrecieron como pruebas de su parte la confesional a cargo de los
demandados, la testimonial, la inspección ocular y la presuncional legal y humana, así como
la instrumental de actuaciones. IV. La junta responsable al emitir el laudo que constituye el
acto reclamado circunscribió la litis a dilucidar si los actores tenían o no derecho al pago de
indemnización constitucional por el despido injustificado, entre otras prestaciones, del que
dijeron fueron objeto, o bien si existió o no la relación laboral entre las partes, por haberla
negado el demandado. Así planteada la litis por la autoridad responsable, ésta hizo recaer en
los demandantes la carga de la prueba para acreditar la relación de trabajo con la parte
demandada, determinación que este tribunal considera ajustada a derecho, dado que si bien es
cierto que de acuerdo a lo establecido en el artículo 784 de la Ley Federal del Trabajo
corresponde a la parte patronal probar su dicho, esto sólo sucede cuando exista controversia
sobre los términos de una relación laboral cuya existencia es aceptada por las partes, lo que
de ninguna manera puede hacerse extensiva al caso de que se niegue en forma lisa y llana
todo vínculo laboral con los trabajadores, porque en este supuesto corresponde a éstos
demostrar su existencia, pues de lo contrario se estaría obligando al patrón a demostrar un
hecho negativo. Al respecto este tribunal comparte el criterio del Segundo Tribunal
Colegiado del Quinto Circuito, publicado en la página 353 del Tomo X, septiembre de 1992,
Octava Época del Semanario Judicial de la Federación que dice: ‘RELACIÓN LABORAL.
EN EL TRABAJADOR RECAE LA CARGA DE LA PRUEBA CUANDO EL PATRÓN
NIEGA LISA Y LLANAMENTE LA. De acuerdo con lo estatuido por el artículo 784 de la
Ley Federal del Trabajo, corresponde al patrón probar su dicho sólo cuando exista
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
controversia sobre los términos de una relación laboral cuya existencia es aceptada por las
partes, pero de ninguna manera puede hacerse extensiva al caso en que se niega lisa y
llanamente la existencia de esa relación laboral o de un contrato de trabajo, porque en tales
supuestos, la Junta no está en aptitud de exigir al demandado la exhibición de alguna prueba
que la lleve al conocimiento de los hechos, pues de hacerlo lo estaría forzando a demostrar
hechos negativos, lo cual es contrario a la técnica jurídica.’. Respecto de las pruebas
aportadas por la parte actora para acreditar la relación laboral, las mismas, como lo consideró
la responsable, resultan insuficientes para ese fin. ... Por lo que respecta a la prueba de
inspección que ofrecieron los actores, debe decirse que la misma tampoco les beneficia, como
acertadamente lo estimó la responsable, contrariamente a lo que manifiestan los quejosos,
toda vez que en el caso de que se trata tal probanza resulta inconducente para acreditar el
extremo pretendido por su oferente. En efecto, es cierto que conforme a lo establecido por el
artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, el patrón tiene obligación de conservar y exhibir
en juicio los siguientes documentos: ‘I. Contratos individuales de trabajo que se celebren,
cuando no exista contrato colectivo o contrato ley aplicable; II. Listas de raya o nóminas de
personal, cuando se lleven en el centro de trabajo; o recibos de pagos de salarios; III.
Controles de asistencia, cuando se lleven en el centro de trabajo; IV. Comprobantes de pagos
de participación de utilidades, de vacaciones, de aguinaldo, así como las primas a que se
refiere esta ley; y V. Los demás que señalen las leyes. ...’. Del escrito de ofrecimiento de
pruebas se advierte que el actor ofreció la inspección ocular que se llevaría a cabo en el
inmueble y obra en construcción sobre los siguientes documentos: recibos de pago, tarjetas
checadoras, listas de raya, nóminas de sueldo, avisos de afiliación y modificación ante el
Instituto Mexicano del Seguro Social, recibos de aportaciones ante el Infonavit y el SAR, por
el periodo del seis de junio al dos de julio de mil novecientos noventa y cuatro. De la
demanda laboral se advierte que los actores demandaron a la persona física o moral que
resultara ser propietaria del inmueble en construcción ubicado en el número cincuenta y
nueve de la calle Popocatépetl, Colonia Malintzi, de esta ciudad, y le otorgaron tal carácter al
demandado persona física Joel Huerta Guarneros, quien al dar contestación a la demanda
negó la relación laboral. Ahora bien, aun cuando es cierto que la existencia de un vínculo de
naturaleza laboral puede acreditarse con la prueba de inspección ocular, como lo ha sostenido
la Suprema Corte de Justicia, lo cierto es que, tratándose la parte demandada de una persona
física y por la construcción de un inmueble, según aducen los propios actores, sería ilógico
que se le exigiera la documentación que los demandantes precisaron al ofrecer tal probanza,
toda vez que como acertadamente lo consideró la responsable, la parte demandada no
constituye una empresa o negociación donde se llevan documentos como listas de raya,
control de asistencia, tarjetas checadoras, aportaciones al Infonavit y al SAR, es por ello que
en el caso a estudio la prueba de inspección no tiene los alcances probatorios que le atribuyen
los hoy quejosos. Este Tribunal considera que el criterio anterior no contradice lo sostenido
por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J.
38/95 que dice: ‘RELACIÓN LABORAL, LA PRESUNCIÓN DE SU EXISTENCIA SE
ACTUALIZA SI CONFORME A LA PRUEBA DE INSPECCIÓN, EL PATRÓN NO
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
EXHIBE LOS DOCUMENTOS QUE CONFORME A LA LEY ESTÁ OBLIGADO A
CONSERVAR. De conformidad con lo dispuesto por los artículos 776, 777, 784, 804, 805,
827, 828 y 829, de la Ley Federal del Trabajo, la inspección es un medio de prueba
establecido expresamente en la ley a favor de las partes, y si mediante ella el trabajador
pretende demostrar la existencia de la relación laboral negada por el patrón sin que éste
exhiba los documentos relativos, debe hacerse efectiva la presunción que como sanción a
dicha omisión establece la legislación laboral, no siendo permitido que tal presunción se deje
de aplicar en favor del oferente por el juzgador bajo el pretexto de que se estaría obligando al
patrón a lo imposible, ya que esa imposibilidad no puede darse porque conforme a la ley es él
quien debe tener en su poder esos elementos, los cuales, una vez mostrados al actuario que
desahoga la diligencia o bien robustecerán su dicho al no apreciarse, dentro de los
trabajadores de la empresa, que figure como tal el actor, o coincidirán con la presunción que
se seguiría conforme a la ley para el caso de que el patrón no aportara los documentos
referidos, a saber que el actor sí tenía calidad de trabajador del demandado.’. En efecto, del
texto de la jurisprudencia transcrita se desprende que la misma se refiere a empresas o
negocios de tal naturaleza en los que los patrones se encuentran obligados a guardar y exhibir
los documentos que se establecen en el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, antes
transcrito, supuesto que no se da en la especie por el dicho de los propios actores que el
demandado es una persona física a la que le dieron el carácter de propietario de un inmueble
en el que afirman intervinieron en la construcción, pues en los términos del artículo 16 de la
Ley Federal del Trabajo se entiende por empresa la unidad económica de producción o
distribución de bienes o servicios, por lo que una obra en construcción no puede considerarse
como tal. En las anteriores condiciones, debe concluirse que es correcto lo sostenido por la
Junta responsable al valorar la probanza de mérito, sin que en el caso se estuviera en la
necesidad de que el demandado, al comparecer a juicio, expresara que no se trataba de una
empresa o negociación, dado que además negó toda relación con los actores; por tal motivo,
es evidente que, como ya quedó apuntado, la prueba de inspección ocular tampoco benefició
a sus oferentes. En este orden de ideas es incuestionable que de las pruebas anteriormente
citadas no se desprende ningún dato que conduzca a tener por acreditados los elementos de la
relación laboral, y en las relacionadas condiciones la Junta responsable se ajustó a derecho al
absolver a la parte demandada de las prestaciones que le fueron reclamadas y, por ende, lo
que procede es negar a los quejosos el amparo que de la Justicia Federal solicitaron."
El criterio del Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito (actualmente en Materia Civil)
propició la emisión de la tesis VI.3o.16 L, visible en la página 788 del Tomo V, febrero de
1997 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, cuyos rubro y
texto dicen:
"RELACIÓN LABORAL. LA FALTA DE EXHIBICIÓN DE LOS DOCUMENTOS
SOBRE LOS QUE DEBE DESAHOGARSE LA PRUEBA DE INSPECCIÓN NO
PRESUME SU EXISTENCIA CUANDO ES NEGADA POR EL PATRÓN Y ESTE ES
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
UNA PERSONA FÍSICA QUE NO CONSTITUYE UNA EMPRESA. De conformidad con
lo dispuesto por el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, el patrón tiene la obligación de
conservar y exhibir en juicio los contratos individuales de trabajo que celebre, las listas de
raya o nóminas de personal, controles de asistencia, comprobantes de pago de participación
de utilidades, de vacaciones, de aguinaldo, de primas y los demás documentos que
establezcan las leyes; en caso contrario, se presumirán ciertos los hechos que su contraparte
se proponga acreditar con tales documentos a través de la prueba de inspección, como lo ha
establecido la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J. 38/95, bajo
el rubro: ‘RELACIÓN LABORAL, LA PRESUNCIÓN DE SU EXISTENCIA SE
ACTUALIZA SI CONFORME A LA PRUEBA DE INSPECCIÓN, EL PATRÓN NO
EXHIBE LOS DOCUMENTOS QUE CONFORME A LA LEY ESTÁ OBLIGADO A
CONSERVAR.’. Sin embargo, lo anterior debe entenderse así, sólo cuando el patrón es una
empresa, entendida ésta en los términos de lo dispuesto por el artículo 16 de la ley laboral
citada, como se desprende del texto de la jurisprudencia indicada, y no cuando el patrón es
una persona física que no constituye una empresa, y la fuente de trabajo consiste en la
construcción de una casa, y se ha negado la relación de trabajo, pues en estos casos, sería
injusto que se exigiera la documentación referida y de no entregarse, se aplicara la sanción
consistente en presumir ciertos los hechos que se le atribuyen."
SÉPTIMO. Atendiendo a los relacionadas ejecutorias, corresponde ahora verificar,
previamente, si en el caso existe o no la contradicción denunciada entre los criterios
sustentados por el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito (ahora Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito), Tercer Tribunal Colegiado del Décimo
Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Segundo Circuito.
Para ello es necesario tener presente que la contradicción de tesis se presenta cuando los
Tribunales Colegiados, al resolver los negocios jurídicos que generan la denuncia, examinan
cuestiones jurídicas esencialmente iguales, adoptando posiciones o criterios jurídicos
discrepantes y que, además, la diferencia de criterios se presente en las consideraciones,
razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas; requiriéndose
asimismo que los criterios provengan del examen de los mismos elementos.
Es aplicable la jurisprudencia número P./J. 26/2001 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia
la Nación, visible en la página 76 del Tomo XIII, abril de 2001 de la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Novena Época, que es del tenor literal siguiente:
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
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que corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que
existen tesis contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en
las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas;
y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos."
OCTAVO. A fin de facilitar la resolución del presente asunto, es conveniente sintetizar las
resoluciones emitidas por el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito (actualmente en
Materia Civil), Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito y el Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Segundo Circuito, destacando sólo los aspectos fundamentales que se
dieron en cada caso y que pueden dar origen a la contradicción.
A) El Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Segundo Circuito al resolver el amparo
directo 241/2003, calificó de infundados los conceptos de violación enfocados a combatir la
postura adoptada por la autoridad responsable que admitió al actor la prueba de inspección, e
hizo efectivo el apercibimiento al demandado como persona física, teniendo por
presuntivamente cierta la relación laboral que se pretendía acreditar con dicha prueba; para
ello consideró lo siguiente:
1. La circunstancia de que el demandado quejoso haya mencionado ser persona física y
negado la relación laboral con el actor no era suficiente para que la responsable desechara la
inspección ocular, o bien, la admitiera sin prejuzgar sobre los documentos base de su
desahogo, máxime que fue ofrecida respecto de documentos que, en términos del artículo
804, fracciones II, III y V, respectivamente, de la Ley Federal del Trabajo, el patrón tiene
obligación de conservar y exhibir en juicio, referentes a las tarjetas checadoras y listas de
asistencia; al objetar la prueba en cuestión, no negó contar con dichos documentos o bien que
no acostumbrara llevarlos en el centro de trabajo, ni tampoco aparece que en la contestación
de demanda, ni en la objeción de referencia hubiere negado ser el propietario o responsable
de la fuente laboral en donde se dice prestó sus servicios la actora, por lo que se consideró
que se entiende que aceptó tal carácter, pues sólo se limitó en su objeción a referir que no
tenía la obligación de contar con la documentación porque no existió relación laboral con el
actor.
2. Que por la circunstancia de que el quejoso sea persona física y los documentos como base
de la inspección se refieran a los de los trabajadores en general y no específicamente al actor,
no lo exime de exhibir la documentación que conforme a la ley están obligados a conservar y
exhibir en juicio, conforme a los artículos 10, párrafo primero y 804 de la Ley Federal del
Trabajo, al disponer el primero de ellos que patrón es la persona física o moral que utiliza los
servicios de uno o varios trabajadores; luego, partiendo de tal definición y atendiendo al
principio general del derecho que establece que donde la ley no distingue el juzgador no tiene
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
por qué hacer ninguna distinción, opera este último precepto acerca de que el patrón tiene la
obligación de conservar y exhibir en juicio los documentos que ahí se precisan, sin hacer
distinción alguna en el sentido de que sólo las empresas estén obligadas a ello; por tanto, se
debe entender que los patrones que sean personas físicas también tienen la obligación de
conservar y exhibir en juicio los referidos documentos, con el apercibimiento de que de no
hacerlo se tendrán por ciertos presuntivamente los hechos que se tratan de probar; aunado a
que conforme a lo dispuesto en los artículos 2o., 3o. y 18 de la Ley Federal del Trabajo, la
regla es que las normas de trabajo deben interpretarse atendiendo a las finalidades de esta
rama del derecho y, en caso de duda, por falta de claridad, en las propias normas prevalecerá
la interpretación más favorable al trabajador.
3. Que el actor logró demostrar la relación laboral a través de la presunción derivada de la
inspección, siendo ésta suficiente para demostrar tal relación cuando no aparece desvirtuada
por otra prueba y es aplicable la jurisprudencia 2a./J. 12/2001, de la Segunda Sala bajo el
rubro: "RELACIÓN LABORAL. LA PRESUNCIÓN DERIVADA DE LA PRUEBA DE
INSPECCIÓN SOBRE DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN DEBE CONSERVAR Y QUE
NO PRESENTÓ, ES SUFICIENTE POR SÍ SOLA PARA ACREDITAR DICHA
RELACIÓN SI NO APARECE DESVIRTUADA POR OTRA PRUEBA."
B. El Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito (actualmente en Materia Civil) al resolver
el amparo directo 658/96, calificó de infundados los conceptos de violación expuestos por los
quejosos en su carácter de actores en el juicio laboral tendentes a impugnar la determinación
de la autoridad responsable de tener por no acreditada la relación laboral y desestimar la
prueba de inspección respecto de la cual señalaron los quejosos que les benefició, porque los
hechos se presumieron ciertos, sin que existiera prueba en contrario que la destruyera; para
ello el citado órgano colegiado consideró:
1. Que la prueba de inspección resultó inconducente para acreditar el vínculo laboral porque
si bien es cierto que conforme a lo establecido por el artículo 804 de la Ley Federal del
Trabajo el patrón tiene obligación de conservar y exhibir en juicio los documentos que dicho
precepto enumera, y que la existencia de un vínculo de naturaleza laboral puede acreditarse
con la prueba de inspección ocular, como lo ha sostenido la Suprema Corte de Justicia, lo
cierto es que, tratándose la demandada de una persona física y por la construcción de un
inmueble, según aducen los propios actores, sería ilógico que se le exigiera la documentación
que los demandantes precisaron al ofrecer tal probanza, toda vez que como acertadamente lo
consideró la responsable, la parte demandada no constituye una empresa o negociación donde
se llevan documentos como listas de raya, control de asistencia, tarjetas checadoras,
aportaciones al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y al
Sistema de Ahorro para el Retiro y, por ello, la prueba de inspección no tiene los alcances
probatorios que le atribuyen los hoy quejosos.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
2. También expuso el órgano colegiado que el invocado criterio no contradice lo sostenido
por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J.
38/95 bajo el rubro: "RELACIÓN LABORAL, LA PRESUNCIÓN DE SU EXISTENCIA
SE ACTUALIZA SI CONFORME A LA PRUEBA DE INSPECCIÓN, EL PATRÓN NO
EXHIBE LOS DOCUMENTOS QUE CONFORME A LA LEY ESTÁ OBLIGADO A
CONSERVAR.", porque en su texto se refiere a empresas o negocios de tal naturaleza en los
que los patrones se encuentran obligados a guardar y exhibir los documentos que se
establecen en el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, supuesto que no se da en la
especie por el dicho de los propios actores, que el demandado es una persona física a la que le
dio el carácter de propietario de un inmueble en el que afirman intervinieron en su
construcción, pues en los términos del artículo 16 de la Ley Federal del Trabajo se entiende
por empresa la unidad económica de producción o distribución de bienes o servicios, por lo
que una obra en construcción no puede considerarse como tal y, en las relacionadas
condiciones, la Junta responsable se ajustó a derecho al absolver a la parte demandada de las
prestaciones que le fueron reclamadas.
C. El Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito al resolver los juicios de amparo
674/99, 650/99, 222/2000, 431/2000 y 501/2003, consideró que si bien es cierto que de
conformidad con el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo el patrón tiene la obligación de
conservar y exhibir en juicio los contratos individuales de trabajo, listas de raya o nóminas de
personal, controles de asistencia, comprobantes de pago de participación de utilidades, de
vacaciones, de aguinaldo, de primas y los demás documentos que establezcan las leyes, y que
en caso contrario se presumirán ciertos los hechos que su contraparte se proponga acreditar
con los documentos no exhibidos en la inspección judicial, como lo prevé el diverso numeral
805 ibídem; sin embargo, tal presunción no puede operar para el caso en que el patrón se trate
de una persona física que al contestar la demanda laboral ha negado todo nexo contractual
con el actor, pues exigirse a la persona física demandada la exhibición de documentos sería
tanto como obligarla a lo imposible, ya que al negar la relación de trabajo evidentemente no
cuenta en su poder con ningún documento de aquellos que señala el artículo 804 citado. De
ahí que la condena a la parte demandada, cuando es una persona física, respaldada en la
presunción que engendra la falta de exhibición de esta clase de documentos, se torna
violatoria de garantías.
NOVENO. De acuerdo a los razonamientos que tuvieron en cuenta los órganos colegiados
para resolver, se configura la contradicción de tesis, ya que examinaron cuestiones jurídicas
esencialmente iguales que provienen del análisis de los mismos elementos, pues en las
demandas que dieron pauta a los juicios laborales de donde derivan los laudos reclamados los
trabajadores demandaron diversas prestaciones a las distintas personas físicas que figuraron
como demandadas, quienes negaron la existencia de la relación laboral. En los citados
procedimientos se ofreció por parte de los actores la prueba de inspección con la que
pretendieron demostrar la existencia de la relación laboral y a partir de la valoración de dicha
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
prueba los Tribunales Colegiados emitieron criterios discrepantes, en cuanto examinaron si la
obligación contenida en el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo es de observancia
obligatoria para personas físicas a las que atribuye el actor el carácter de patrón, con la
consecuencia de que, en su caso, opere la presunción que establece el artículo 805 del mismo
ordenamiento.
En efecto, los Tribunales Colegiados Tercero del Sexto Circuito (ahora en Materia Civil) y
Tercero del Décimo Circuito sostienen que si bien de conformidad con el artículo 804 de la
Ley Federal del Trabajo el patrón tiene obligación de conservar y exhibir en juicio los
documentos que ahí se consignan y, en caso contrario, se presumirán ciertos los hechos que
su contraparte se proponga, ello debe entenderse sólo cuando el patrón es una empresa y no
cuando es una persona física, resultando injusto que se le exija la documentación materia de
inspección cuando niega la relación laboral y se le aplique la sanción de presumirse ciertos
los hechos, señalando además el segundo de los citados órganos colegiados que de exigirse a
la persona física la exhibición de la documentación sería tanto como obligarla a lo imposible,
por no contar con ella; mientras que el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Segundo Circuito determina que conforme al principio general del derecho de que donde la
ley no distingue al interprete le está prohibido hacerlo y la obligación de exhibir la
documentación que señala el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo es tanto para el
patrón persona moral como para el patrón persona física, lo cual no pierde validez por la
circunstancia de que la persona física niegue la relación laboral y el actor oferente de la
prueba mencione esos documentos como base de la inspección referida a los trabajadores en
general, ya que la no exhibición de los documentos no imposibilita al patrón, persona física o
moral, a conservar y exhibir esos documentos.
Consecuentemente, la contradicción de tesis consiste en dilucidar si la obligación que prevé
el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo de conservar y exhibir en juicio los documentos
que dicho precepto relaciona aplica para la persona física que figura como demandada en el
juicio laboral y negó la existencia de la relación de trabajo que se le imputa, o si es exclusiva
de la persona moral.
DÉCIMO. Al haberse configurado la contradicción de tesis en los términos precisados, esta
Segunda Sala procede a esclarecer el criterio que debe prevalecer con carácter
jurisprudencial, de acuerdo con el artículo 197-A de la Ley de Amparo.
Previamente a dilucidar el punto contradictorio que ya quedó destacado, resulta conveniente
hacer algunas precisiones en torno al tema que ocupa la materia de la contradicción.
Referente a las pruebas documentales reguladas en la Ley Federal del Trabajo, el artículo
804, en concordancia con el 784, enumera las que el patrón debe conservar y exhibir en juicio
con arreglo a las leyes; y el 805 fija la sanción por el incumplimiento de esta obligación al
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
disponer la presunción de tener por ciertos los hechos expresados por el trabajador, salvo
prueba en contrario.
Por lo que respecta a la inspección, es uno de los medios de prueba permitidos por la ley para
que el juzgador pueda llegar al conocimiento real de la verdad de los hechos expuestos por
las partes, y tiene por objeto que el tribunal verifique, por conducto del funcionario facultado
para ello, hechos que no requieran de conocimientos técnicos, científicos o artísticos
especiales, esto es, la existencia de documentos, cosas o lugares y sus características
específicas, perceptibles a través de los sentidos.
La Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción
de tesis 28/94, sustentó el criterio de que la inspección es un medio de prueba establecido
expresamente en la ley a favor de las partes y si mediante ella el trabajador pretende
demostrar la existencia de la relación laboral negada por el patrón sin que éste exhiba los
documentos relativos, debe hacerse efectiva la presunción que como sanción a dicha omisión
establece la legislación laboral, no siendo permitido que tal presunción se deje de aplicar a
favor del oferente por el juzgador bajo el pretexto de que estaría obligando al patrón a lo
imposible. Así fue sustentado dicho criterio en la jurisprudencia por contradicción de tesis
número 38/95, que aparece publicada en la página 174 del Tomo II, agosto de 1995, Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que textualmente dice:
"RELACIÓN LABORAL, LA PRESUNCIÓN DE SU EXISTENCIA SE ACTUALIZA SI
CONFORME A LA PRUEBA DE INSPECCIÓN, EL PATRÓN NO EXHIBE LOS
DOCUMENTOS QUE CONFORME A LA LEY ESTÁ OBLIGADO A CONSERVAR. De
conformidad con lo dispuesto por los artículos 776, 777, 784, 804, 805, 827, 828 y 829, de la
Ley Federal del Trabajo, la inspección es un medio de prueba establecido expresamente en la
ley a favor de las partes, y si mediante ella el trabajador pretende demostrar la existencia de
la relación laboral negada por el patrón sin que éste exhiba los documentos relativos, debe
hacerse efectiva la presunción que como sanción a dicha omisión establece la legislación
laboral, no siendo permitido que tal presunción se deje de aplicar en favor del oferente por el
juzgador bajo el pretexto de que se estaría obligando al patrón a lo imposible, ya que esa
imposibilidad no puede darse porque conforme a la ley es él quien debe tener en su poder
esos elementos, los cuales, una vez mostrados al actuario que desahoga la diligencia o bien
robustecerán su dicho al no apreciarse, dentro de los trabajadores de la empresa, que figure
como tal el actor, o coincidirán con la presunción que se seguiría conforme a la ley para el
caso de que el patrón no aportara los documentos referidos, a saber que el actor sí tenía
calidad de trabajador del demandado."
También esta Segunda Sala al resolver la contradicción de tesis 86/2000, el nueve de febrero
del año dos mil uno, sostuvo, en relación con el criterio anterior, que "... si para desvirtuar
dicha presunción, el patrón no aporta ninguna prueba en contrario, es incuestionable que,
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
atendiendo a los principios tutelares que rigen en materia de trabajo a favor de la clase
trabajadora, la misma resulta suficiente para acreditar la existencia del vínculo laboral, ya que
de no considerarlo así, en el caso de que el accionante no contara con alguna otra prueba para
acreditar tal circunstancia, aparte de la inspección en los documentos que el patrón tenga la
obligación de conservar y exhibir en juicio, bastaría con que éste se negara a exhibirlos, para
que no se pudiese justificar dicho vínculo, pues no obstante de que se vería sancionado con la
presunción de certeza de los hechos que con dicha probanza se pretendieran acreditar, al
resultar insuficiente, el trabajador quedaría imposibilitado para demostrar la existencia de la
relación laboral por carecer de otro medio convictivo.", la contradicción de tesis referida
propició la emisión de la jurisprudencia 2a./J. 12/2001 visible en la página 148 del Tomo
XIII, marzo de 2001, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
que textualmente dice:
"RELACIÓN LABORAL. LA PRESUNCIÓN DERIVADA DE LA PRUEBA DE
INSPECCIÓN SOBRE DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN DEBE CONSERVAR Y QUE
NO PRESENTÓ, ES SUFICIENTE POR SÍ SOLA PARA ACREDITAR DICHA
RELACIÓN SI NO APARECE DESVIRTUADA POR OTRA PRUEBA. La inspección es
uno de los medios de prueba permitidos por la ley para que el juzgador pueda llegar al
conocimiento real de la verdad de los hechos expuestos por las partes, y tiene por objeto que
el tribunal verifique, por conducto del funcionario facultado para ello, hechos que no
requieren de conocimientos técnicos, científicos o artísticos especiales, esto es, la existencia
de documentos, cosas o lugares y sus características específicas, perceptibles a través de los
sentidos. Por otra parte, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 804 de la Ley Federal
del Trabajo, el patrón tiene la obligación de conservar y exhibir en juicio, entre otros
documentos, los contratos individuales de trabajo que se celebren, cuando no exista contrato
colectivo o contrato-ley aplicable; las listas de raya o nómina de personal, cuando se lleven
en el centro de trabajo, o los recibos de pago de salarios; los controles de asistencia, también
cuando se lleven en el centro de trabajo, así como los comprobantes de pagos de
participación de utilidades, de vacaciones, de aguinaldos y primas a que se refiere dicha ley; a
su vez, el artículo 805 del propio ordenamiento legal prevé que el incumplimiento a lo
dispuesto en el citado artículo 804, establecerá la presunción de ser ciertos los hechos que el
actor exprese en su demanda, en relación con tales documentos, salvo prueba en contrario. En
ese tenor, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia
2a./J. 38/95, que aparece publicada en la página 174 del Tomo II, correspondiente al mes de
agosto de 1995, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, sostuvo
que la presunción de la existencia de la relación laboral se actualiza, si para el desahogo de
una prueba de inspección, el patrón no exhibe los documentos que conforme a la ley está
obligado a conservar. Por tanto, atendiendo a lo anterior y a los principios tuteladores que
rigen en materia de trabajo a favor de quien presta sus servicios a un patrón, necesariamente
ha de concluirse que cuando la referida presunción no se encuentre desvirtuada con medio
alguno de prueba aportado por el patrón, por sí sola resultará suficiente para acreditar la
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
existencia de la relación laboral."
Ahora bien, aunque ya se destacó que el punto de contradicción de tesis radica en determinar
si la obligación contenida en el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo la debe observar
únicamente el patrón como persona moral, o también las personas físicas, resulta necesario
transcribir también los artículos 784 y 805 del mismo ordenamiento:
"Artículo 784. La Junta eximirá de la carga de la prueba al trabajador, cuando por otros
medios esté en posibilidad de llegar al conocimiento de los hechos, y para tal efecto requerirá
al patrón para que exhiba los documentos que, de acuerdo con las leyes, tiene la obligación
legal de conservar en la empresa, bajo el apercibimiento de que de no presentarlos, se
presumirán ciertos los hechos alegados por el trabajador. En todo caso, corresponderá al
patrón probar su dicho cuando exista controversia sobre:
"I. Fecha de ingreso del trabajador;
"II. Antigüedad del trabajador;
"III. Faltas de asistencia del trabajador;
"IV. Causa de rescisión de la relación de trabajo;
"V. Terminación de la relación o contrato de trabajo para obra o tiempo determinado, en los
términos del artículo 37 fracción I y 53 fracción III de esta ley;
"VI. Constancia de haber dado aviso por escrito al trabajador de la fecha y causa de su
despido;
"VII. El contrato de trabajo;
"VIII. Duración de la jornada de trabajo;
"IX. Pagos de días de descanso y obligatorios;
"X. Disfrute y pago de las vacaciones;
"XI. Pago de las primas dominical, vacacional y de antigüedad;
"XII. Monto y pago del salario;
"XIII. Pago de la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas; y
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
"XIV. Incorporación y aportación al Fondo Nacional de la Vivienda."
"Artículo 804. El patrón tiene obligación de conservar y exhibir en juicio los documentos que
a continuación se precisan: I. Contratos individuales de trabajo que se celebren, cuando no
exista contrato colectivo o contrato ley aplicable; II. Listas de raya o nómina de personal,
cuando se lleven en el centro de trabajo; o recibos de pagos de salarios; III. Controles de
asistencia, cuando se lleven en el centro de trabajo; IV. Comprobantes de pagos de
participación de utilidades, de vacaciones, de aguinaldos, así como las primas a que se refiere
esta ley; y V. Los demás que señalen las leyes.-Los documentos señalados por la fracción I
deberán conservarse mientras dure la relación laboral y hasta un año después; los señalados
por las fracciones II, III y IV durante el último año y un año después de que se extinga la
relación laboral, y los mencionados en la fracción V, conforme lo señalen las leyes que los
rijan."
"Artículo 805. El incumplimiento a lo dispuesto por el artículo anterior, establecerá la
presunción de ser ciertos los hechos que el actor exprese en su demanda, en relación con tales
documentos, salvo la prueba en contrario."
En la exposición de motivos que el titular del Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados con
la iniciativa de decreto para modificar algunos artículos de la Ley Federal del Trabajo
publicada en el Diario Oficial de la Federación el cuatro de enero de mil novecientos ochenta
se expuso:
"Durante muchos años se han involucrado en las diversas ramas del derecho procesal dos
principios que, relacionados entre sí, no pueden ser considerados como idénticos: la
obligación de quien afirma de probar los hechos a que se está refiriendo, como constitutivos
de su acción, y la limitación de los casos en que el que niega está obligado a probar. Este
principio, cuando se aplica rígidamente, limita de manera considerable la actividad del
tribunal, que en las sentencias o laudos debe formarse una idea clara y completa de los
hechos que sirven de sustento a la aplicación de las normas en las sentencias o laudos.
"En realidad, tanto el que afirma determinados hechos en calidad de demandante, como el
que los afirma en situación de demandado, deben aportar al tribunal los elementos de que
dispongan para probar su dicho y, además, deben señalar la forma de obtener las pruebas de
las que no dispongan en ese momento, si son documentales, para que las Juntas de
Conciliación y Arbitraje se las alleguen, exigiendo su presentación a quien las tenga. Es el
aspecto inquisitivo al que tienden los tribunales de trabajo, como órganos del Estado
destinados a impartir justicia con pleno conocimiento de los hechos, así como a evitar
formulismos que han desaparecido incluso en el derecho privado.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
"Estar obligado a probar un hecho y disponer de todos los medios para hacerlo, son dos
situaciones que no siempre coinciden. Es frecuente que la contraparte o que terceros ajenos al
juicio, dispongan de más elementos que el actor para comprobar lo que éste afirma. Por esa
razón, en esta iniciativa se propone que la Junta podrá eximir de la carga de la prueba al
trabajador, cuando por otros medios se esté en posibilidad de llegar al conocimiento de los
hechos. Si el patrón es requerido deberá exhibir la documentación que tenga la obligación de
conservar en la empresa, bajo el apercibimiento de que, de no presentarlos, se presumirán
ciertos los hechos alegados por el trabajador. Corresponderá al patrón probar su dicho cuando
exista controversia sobre los hechos y actos en que el empleador está obligado a disponer de
sus antecedentes.
"De este modo se establece una modalidad más del sistema participativo, en base a la franca
colaboración de todos aquellos que intervienen en el juicio, para lograr el esclarecimiento de
la verdad y para aportar a las Juntas de Conciliación y a las de Conciliación y Arbitraje todos
los elementos que faciliten el desempeño de sus importantes funciones sociales.
"Las Juntas apreciarán libremente las pruebas, valorándolas en conciencia, sin necesidad de
sujetarse a reglas o formalismos. Al respecto conviene repetir que el sistema de las pruebas
tasadas no opera en el derecho del trabajo y que los códigos de procedimientos civiles se han
apartado también de este rígido sistema. Ello no significa que al apreciarse las pruebas no
deba razonarse el resultado de la evaluación del órgano jurisdiccional, sino solamente que, al
realizar esa operación, no están obligados a ajustarse a moldes preestablecidos.
"...
"Se estipula que el patrón tiene obligación de conservar y exhibir en juicio una serie de
documentos vinculados con las relaciones de trabajo de sus colaboradores; que deberá
conservarlos durante el tiempo que dura la relación laboral de aquéllos si se trata del contrato
de trabajo y el último año y uno después, si se trata de otros documentos.-Estos preceptos
constituyen una consecuencia lógica de lo que estipula el artículo 774, comentado
anteriormente. La consecuencia procesal del incumplimiento de la obligación a que se refiere
este artículo, se traduce en la presunción que admite prueba en contrario, de considerar
ciertos los hechos que el actor exprese en su demanda, en relación con los documentos que
deberán conservarse. De este modo se coadyuva a que los patrones lleven un registro
completo del cumplimiento de sus obligaciones, tanto en los aspectos de contratación,
salarios y participación de utilidades, como en lo referente a sus obligaciones con el Instituto
Mexicano del Seguro Social y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores ..."
En el proceso legislativo de discusión en la Cámara de Origen se expuso:
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
"En todo caso corresponderá al patrón probar su dicho. Asimismo, las Juntas apreciarán
libremente las pruebas valorándolas en conciencia y necesidad de sujetarse a reglas o
formalismos; se estipula que el patrón tiene obligación de conservar y exhibir en juicio
documentos vinculados con la relación de trabajo de sus empleados y colaboradores, que
deberá conservarlos durante todo el tiempo que dure la relación laboral."
Del texto de los artículos transcritos y de la exposición de motivos, se observa que en
relación con el artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo no se hizo distinción en cuanto a la
obligación por parte de personas físicas y morales de contar con los documentos vinculados
con las relaciones de trabajo; sin embargo, se destacó que la consecuencia procesal del
incumplimiento de la obligación que se traduce en la presunción, que admite prueba en
contrario, de considerar ciertos los hechos que el actor exprese en su demanda, en relación
con los documentos que deberán conservarse, coadyuva a que los patrones lleven un registro
completo del cumplimiento de sus obligaciones.
Por tanto, de la interpretación del artículo 804 de la ley laboral, se concluye que impone
como obligación a cargo del patrón conservar los documentos básicos normativos de las
relaciones laborales, y refleja el principio de la obligación probatoria que sustituye a la carga
de la prueba, de manera que el patrón debe llevar la documentación requerida por la ley, cuyo
incumplimiento conlleva a la presunción de ser ciertos los hechos que el actor expresa en su
demanda, en los términos del artículo 805 de la citada ley, salvo prueba en contrario.
Por otra parte, el citado artículo 804, al señalar que el patrón tiene obligación de conservar y
exhibir en juicio los documentos que el mismo precepto detalla, se entiende que dicha
obligación recae en el patrón, como la persona física o moral que utiliza los servicios de uno
o varios trabajadores.
Lo anterior, si se toma en consideración que el artículo 10 de la Ley Federal del Trabajo
dispone lo siguiente:
"Artículo 10. Patrón es la persona física o moral que utiliza los servicios de uno o varios
trabajadores.
"Si el trabajador, conforme a lo pactado o a la costumbre, utiliza los servicios de otros
trabajadores, el patrón de aquél, lo será también de éstos."
Consecuentemente, si la ley refiere al vocablo "patrón" como la persona física o moral, sin
distinguir una de otra, obviamente que ambas personas tienen la obligación de conservar y
exhibir la documentación relacionada en el referido precepto 804 de la Ley Federal del
Trabajo, lo cual se confirma, además, con la exposición de motivos antes transcrita, que
refiere a que la sanción de considerar ciertos los hechos que el actor exprese en su demanda,
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
en relación con los documentos que deberán conservarse, coadyuva a que los patrones lleven
un registro completo del cumplimiento de sus obligaciones, lo que significa que la obligación
de llevar los documentos es en forma general, sin que se hubiese hecho alguna distinción, y
sin que pueda considerarse injusta la exigencia de tales documentos cuando la persona física
niegue la relación laboral y se haya admitido la prueba de inspección y, por ello, no tenga en
su poder aquellos que señala el artículo 804 citado y, en relación con ellos, se tenga
establecida la presunción de ser ciertos los hechos reclamados, como lo invocan los
Tribunales Colegiados Tercero del Sexto Circuito (ahora en Materia Civil) y Tercero del
Décimo Circuito.
Lo anterior es así, toda vez que la presunción establecida en el artículo 805 de la invocada ley
laboral se contrae a que la parte patronal debe aportar al juicio una prueba de mayor eficacia
convictiva para poder destruir la presunción que con su conducta omisa se generó en su
contra; así lo sostuvo la otrora Cuarta Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación al
determinar el alcance del artículo 805 en la tesis de jurisprudencia cuyos rubro, texto y datos
de identificación se citan a continuación:
"DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN TIENE OBLIGACIÓN DE CONSERVAR Y
EXHIBIR EN JUICIO. ALCANCE DEL ARTÍCULO 805 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, CUANDO NO LOS PRESENTA.-El artículo 805 de la Ley Federal del Trabajo,
establece que si el patrón no exhibe los documentos que tiene la obligación de conservar, se
tendrán por presuntivamente ciertos los hechos que el actor exprese en su demanda en
relación con tales documentos, salvo prueba en contrario. Ello quiere decir que a lo único que
obliga la ley en caso de incumplimiento al establecer esa presunción, es a que la parte
patronal debe aportar al juicio una prueba de mayor eficacia convictiva a fin de poder destruir
la presunción que con su conducta omisa se generó en su contra, pues sostener lo contrario,
implicaría admitir que bastaría la no presentación de los documentos respectivos, para tener
plenamente acreditados los hechos a los que se refieren y no como una simple presunción,
que es lo que realmente la ley prevé, ya que cualquier otro elemento de convicción
presentado en contrario, por inútil, tendría que desecharse o bien carecería de la eficacia
suficiente para desvirtuar la presunción." (Tesis 4a./J. 12/91, visible en la página 69 del Tomo
VIII, relativo al mes de julio de 1991 del Semanario Judicial de la Federación, Octava
Época).
La Ley Federal del Trabajo en el artículo 10 señala que el patrón puede ser también una
persona física, por lo que esta calidad no conduce necesariamente a establecer que no tenga
obligación de llevar los documentos de que se viene tratando, pues no puede desconocerse la
realidad en el sentido de que hay personas físicas que tienen actividades empresariales.
Cabe precisar que cuando el patrón niega la relación laboral y el actor, para desvirtuar la
negativa, ofrece la inspección ocular sobre la documentación que aquél está obligado a llevar,
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
dicha inspección debe ordenarse respecto de los documentos de todos los trabajadores del
centro de trabajo o categoría y no exclusivamente en relación con el actor, porque al estar
negada la relación laboral, es lógico que el patrón carezca de los documentos que se refieran
al oferente, mas de esa prueba incompleta no cabría obtener la presunción que establece el
artículo 805 de la Ley Federal del Trabajo.
Conviene precisar también que cuando el demandado no tiene la calidad de patrón, porque no
utiliza los servicios de ningún trabajador, también resulta lógico que carezca de la
documentación correspondiente a todo tipo de relación laboral, por lo que en tal supuesto no
tiene obligación de exhibir documentación alguna, ni puede, válidamente, producir efecto de
presunción la no exhibición de documentos.
DÉCIMO PRIMERO.-En mérito de lo hasta aquí expuesto, en el caso debe prevalecer con
carácter de jurisprudencia la tesis que sustenta esta Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en los siguientes términos:
PATRÓN. TIENE OBLIGACIÓN DE CONSERVAR Y EXHIBIR EN JUICIO LOS
DOCUMENTOS QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 804 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, AUNQUE SE TRATE DE UNA PERSONA FÍSICA.-El artículo 804 de la Ley
Federal del Trabajo establece que el patrón tiene obligación de conservar y exhibir en juicio
los documentos que en él se precisan; por otra parte, el artículo 10 del mismo ordenamiento
dispone que "patrón" es la persona física o moral que utiliza los servicios de uno o varios
trabajadores. Consecuentemente, al tener la calidad de patrón, tanto las personas físicas como
las morales tienen obligación de conservar y exhibir en juicio la documentación
correspondiente, sin que la negativa del vínculo laboral por parte de los patrones, personas
físicas, imposibilite su cumplimiento, por lo que la falta de exhibición de esa documentación
actualiza la presunción de tener por ciertos los hechos expresados por el trabajador que
tienden a demostrar la existencia de la relación laboral mediante la prueba de inspección,
presunción que opera cuando esta prueba no se contrae exclusivamente al requerimiento de
los documentos que correspondan al actor; sino a todos los trabajadores que laboran en el
centro de trabajo o categoría, ello sin perjuicio de que la parte patronal pueda aportar pruebas
para destruir la presunción que su conducta omisa genera en su contra. En cambio, cuando la
negativa de la relación laboral conlleve implícita o expresamente a estimar que el demandado
no tiene la calidad de patrón, porque no utiliza los servicios de ningún trabajador, no tiene
obligación de exhibir documentación alguna, ni se produce la presunción legal indicada.
En mérito de lo expuesto y fundado, con apoyo en los artículos 107, fracción XIII y 197-A de
la Ley de Amparo, se resuelve:
PRIMERO.-Sí existe la contradicción de tesis que ha sido denunciada en autos.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 143/2003-SS.
SEGUNDO.-Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio sustentado por esta
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los términos que ha quedado
precisado en el último considerando de esta resolución.
Notifíquese; remítase la tesis jurisprudencial aprobada por esta Segunda Sala al Pleno y a la
Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales Colegiados de
Circuito que no intervinieron en la contradicción y al Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta para su correspondiente publicación, y envíese testimonio de la presente resolución
a los Tribunales Colegiados de Circuito que intervinieron en esta contradicción y, en su
oportunidad, archívese este expediente como asunto concluido.
Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cuatro votos de los señores Ministros Genaro David Góngora Pimentel, Sergio Salvador
Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente Juan Díaz Romero. Fue
ponente el señor Ministro Juan Díaz Romero.
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