CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

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Dentro del juicio ordinario No. 332-2011 que por reivindicación sigue KATHIA NICOLINA Y ROSA
MILDRED MANDARANO PONCE contra AIDA GENOVEVA MORA MORA, se ha dictado lo que
sigue:
JUICIO No. 332 - 2011
Juez Ponente: Dr. Eduardo Bermúdez Coronel
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.- Quito,
25 de junio de 2012, las 10h45.VISTOS: 1. COMPETENCIA: En virtud de que los Jueces Nacionales que suscribimos hemos sido
debidamente designados por el Consejo de la Judicatura de Transición mediante Resolución No. 004-2012
de 25 de enero de 2012 y, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, mediante Resolución de 30 de enero de
2012, nos designó para integrar esta Sala Especializada, y conforme el acta de sorteo que obra del cuaderno
de casación somos competentes y avocamos conocimiento de esta causa, conforme el Art. 184.1 de la
Constitución de la República, Art. 190.1 del Código Orgánico de la Función Judicial y Art. 1 de la Ley de
Casación. - 2. ANTECEDENTES: En lo principal, sube el proceso a esta Sala en virtud del recurso de
casación oportunamente interpuesto por Kathia Nicolina y Rosa Mildred Mandarano Ponce, contra la
sentencia, voto de mayoría, proferida por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias
Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, misma que confirma la sentencia dictada por el
Juez Tercero de lo Civil del Cantón Quito que desecha la demanda petitoria de dominio propuesta por las
ahora recurrentes en contra de Aída Mora Mora.-
3.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
Las
recurrentes alegan como infringidas en la sentencia impugnada las disposiciones de derecho contenidas en
los Arts. 157 y 933 del Código Civil; Arts. 82 y 629 del Código de Procedimiento Civil y, Arts. 1 y 11,
numerales 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 9 de la Constitución de la República. Fundamentan el recurso en las causales
primera “… y causal primera, numeral tres del Art. 3 de la Ley de Casación”. Concluido el trámite de
sustanciación, para resolver, se puntualiza: 4. CONSIDERACIONES RESPECTO DEL RECURSO DE
CASACIÓN: La casación es un medio de impugnación extraordinario, público y de derecho estricto; es
recurso limitado desde que la Ley lo contempla para impugnar, por su intermedio, sólo determinadas
sentencias. La casación es “recurso formalista, es decir, impone al recurrente, al estructurar la demanda con
la que lo sustenta, el inexorable deber de observar todas las exigencias que exige la técnica de casación, a
tal punto que el olvido o desprecio de ellas conduce a la frustración del recurso y aún al rechazo in limine
del correspondiente libelo” (Humberto Murcia Ballén, Recurso de Casación Civil, Bogotá, 2005, p. 71). El
objetivo fundamental de la casación es atacar la sentencia que se impugna para invalidarla o anularla por los
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vicios de fondo o forma de los que puede adolecer, hecho que se verifica a través del cotejamiento riguroso
y técnico de la sentencia con el ordenamiento jurídico vigente, lo que permite encontrar la procedencia o no
de las causales invocadas. Este control de legalidad está confiado al más alto Tribunal de Justicia Ordinaria,
que en el ejercicio de ese control así como el de constitucionalidad, lo que busca es garantizar la defensa del
derecho objetivo en procura de la seguridad jurídica, pilar fundamental en el que se sustenta el Estado
constitucional de derechos y justicia, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, así como la unificación de la
jurisprudencia a través del desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados en fallos de triple
reiteración. La casación es recurso riguroso, restrictivo y formalista por lo que su interposición debe
sujetarse necesaria e invariablemente a los requisitos previstos en la ley.- 5. ANÁLISIS DEL CASO
CONCRETO EN RELACIÓN A LAS IMPUGNACIONES PRESENTADAS: 5.1. PRIMER CARGO,
NORMAS CONSTITUCIONALES: Cuando se acusa violación de las disposiciones constitucionales, este
cargo debe ser analizado en primer lugar por el principio de supremacía constitucional establecido en los
Arts. 424 y 425 de la Constitución de la República, que es norma suprema del Estado y fuente fundamental
y fundamentadora del ordenamiento jurídico, a la cual ha de ajustarse todo el ordenamiento
infraconstitucional y las actuaciones de jueces, autoridades públicas y ciudadanos. No basta con alegar que
se ha violado, in genere, un derecho fundamental, sino que debe expresarse en forma concreta y precisa la
manera cómo ha ocurrido, pues que de tener sustento el cargo perdería toda validez lo resuelto. No
precisan, menos fundamentan las casacionistas, esto es no precisan, con rigor lógico jurídico, la supuesta
vulneración de esas normas fundamentales, simplemente, las enuncian, por lo que se inadmite el cargo.5.2. SEGUNDO CARGO, CAUSAL TERCERA: 5.2.1. Expresan las recurrentes que existe: “Respecto
a las normas adjetivas, la misma causal primera, numeral 3 del Art. 3 de la Ley de Casación, esto es la
indebida aplicación de los Arts. 82 y 629 del Código de Procedimiento Civil”. El Art. 3 citado por las
recurrentes no integra en su causal primera ningún numeral tres, está contenida en un solo inciso, que a la
letra prevé: “Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas de derecho,
incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios, en la sentencia o auto, que hayan sido
determinantes de su parte dispositiva”. Al así expresarse, no realizan fundamentación en forma clara y
precisa, incurren en imputaciones vagas, lo que determina la imposibilidad de establecer por parte de este
Tribunal si se ha infringido la ley en la sentencia impugnada. Se debe tener presente que “Los cargos que se
hacen a la sentencia, deben estar apoyados en una causal precisa y pertinente, ya que un mismo cargo no
puede fundamentar a más de una causal, y esa elección la debe realizar el recurrente, no el Tribunal de
Casación”. (Humberto Murcia Ballén, Recurso de Casación Civil, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez,
Sexta Edición, 2005, p. 273). En todo caso, se observa que la causal primera del Art. 3 de la Ley de la
materia se refiere a vicios respecto de normas sustanciales o materiales de derecho más no a adjetivas o
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procesales. Por lo que las casacionistas han incumplido con lo dispuesto en el numeral 4 del Art. 6 de la
Ley de Casación, lo que impide a este Tribunal hacer pronunciamiento al respecto.- 5.3. TERCER
CARGO, CAUSAL PRIMERA:
5.3.1. Expresan las casacionistas, refiriéndose a esta causal, que la
sustentan “Por falta de aplicación de los artículos 157 y 933 del Código Civil”. 5.3.2. Para que el recurso,
con sustento en esta causal prospere, es necesario que se cumplan los requisitos que señala el texto que se
dejó transcrito: a) Que la violación corresponda a una norma de derecho, es decir a un precepto sustantivo
desde que para la adjetiva corresponde la causal segunda. b) Que la infracción de la norma de derecho
sustancial se produzca por uno de los tres eventos que señala la ley: 1. Aplicación indebida, como
consecuencia de la incorrecta elección de la norma; 2. Falta de aplicación, ocasionada por el empleo de una
norma impertinente o extraña al caso; y, 3. Errónea interpretación, como consecuencia de atribuir a la
norma en cuestión un significado que no le corresponde; y, c) Que la infracción, en cualquiera de sus tres
casos, haya sido determinante en la parte dispositiva de la sentencia, esto es para que el juzgador pueda
concluir en uno o en otro sentido. En la especie, el cargo es de falta de aplicación de los Arts. 157 y 933 del
Código Civil. En el escrito de interposición y formalización del recurso, consta a continuación del número
9) el acápite que se inicia con “Las normas antes invocadas han sido indebidamente aplicadas, pues la
demandada lo único que ha justificado es su condición de cónyuge sobreviviente de nuestro difunto padre
…”. Esas normas son las que bajo el título “Normas sustantivas” del escrito de interposición del recurso,
constan expresamente de este modo “Art. 157 del Código Civil: que habla del haber de la sociedad
conyugal. Art. 933 del Código Civil: ‘La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una
cosa singular, de
que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela’”.
Se puntualiza que no se puede imputar respecto de unas mismas normas jurídicas, aplicación indebida y
falta de aplicación, como acontece en el caso sub lite, desde que se trata de conceptos distintos e
incompatibles entre sí. “Desde vieja data ha sostenido la Corte su doctrina de que la inaplicación, la
aplicación indebida y la aplicación errónea corresponden a tres conceptos distintos y aún incompatibles de
transgresión de la ley sustancial, puesto que cada uno de ellos deriva de fuentes distintas”. (Humberto
Murcia Ballén, op. cit., p. 311). En todo caso, se deja claro que la aplicación indebida tiene lugar cuando la
norma legal es clara, pero ocurre por uno de estos motivos: 1) Porque se aplica a un hecho debidamente
probado, cuestión que el tribunal reconoce y el recurrente no discute en ese cargo, pero no regulado por esa
norma. 2) Porque se aplica a un hecho probado y regulado por ella, haciéndose producir los efectos
contemplados en tal norma en su totalidad, cuando apenas era pertinente su aplicación parcial. 3) Porque
se aplica a un hecho probado y regulado por ella, pero haciéndole producir efectos que en esa norma no se
contemplan o deduciendo derechos u obligaciones que no se consagran en ella, sin exponer una errada
interpretación del texto, (pues de lo contrario se trataría del tercer modo de violación directa).- 5.3.3. La
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causal primera del Art. 3 de la Ley de Casación, alegada por las recurrente, prevé: “1ra. Aplicación
indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas de derecho, incluyendo los precedentes
jurisprudenciales obligatorios, en la sentencia o auto, que hayan sido determinantes de su parte dispositiva”.
En consecuencia, para que la casación sustentada en esta causal pueda prosperar, es necesario que se
cumplan los requisitos que siguen: a) Que la violación corresponda a una norma de derecho sustancial o
material, puesto que para el evento de transgresión de norma adjetiva tiene aplicación la causal segunda; b)
Que la infracción de la norma de derecho sustancial acontezca, como ya se dijo, por uno de los modos que
reconoce la ley: 1) Aplicación indebida, constituida por la elección incorrecta de la norma; 2) Falta de
aplicación, como consecuencia del empleo de una norma impertinente o extraña al caso; y, 3) Errónea
interpretación, ocasionada por atribuir a la norma en cuestión un significado que no le corresponde; y, c)
Que la infracción, en cualquiera de esos tres modos, haya sido determinante en la parte dispositiva de la
sentencia, esto para que el juzgador pueda concluir en uno u otro sentido.- 5.3.4. Este Tribunal encuentra
la necesidad de puntualizar que la reivindicación o acción de dominio prevista por el Art. 933 del Código
Civil, que las recurrentes dicen no haberse aplicado en el fallo impugnado, a la letra, consagra: “La
reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está en
posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela”. Reivindicación, de la locución latina,
“vindicatio rei”, señala el derecho que asiste a quien le corresponde una cosa de recobrarla o vindicarla de
poder de otra persona que la detenta. En efecto, por la reivindicación se protege el derecho de dominio, en
cuanto el dueño persigue la cosa de su propiedad, sin consideración a la persona que la detenta, acción real
que “le asiste al propietario para recaudar la cosa propia de que ha sido desposeído, o de la que no ha
entrado aún en posesión por no haberle sido entregada” (Leonardo Rivas Cadena, Derecho Civil. Tomo III,
Corporación de Estudios y Publicaciones, Quito, 1982, p. 174). Se caracteriza esta acción petitoria porque
el titular de dominio persigue la cosa que le pertenece y que no está en posesión, pues que, precisamente el
fundamento de la potestad radica en el supuesto total de la propiedad en cuanto a este derecho va unida la
posesión de la cosa, supuesto que, por excepción, se altera cuando dominio y posesión quedan separados
por haber el propietario perdido involuntariamente ese segundo elemento que, se recupera, a través de la
reivindicación que persigue a la cosa. Es ésta la razón por la que la acción “no es un mero accesorio del
derecho de dominio, sino que está integrada a su contenido como un componente de tipo adjetivo, porque
sin ella la propiedad no pasaría de ser una pura ilusión jurídica”. (Luis Parraguez Ruiz, Manual de Derecho
Civil Ecuatoriano, Vol.
II, Gráficas Hernández, Cia. Ltda., Cuenca, 1997,
p. 150).
Este precepto
normativo fue debidamente aplicado en la sentencia de voto de mayoría objetada, la que expresa “No se
puede dejar pasar por alto que éste es un bien hereditario que al momento se encuentra bajo la jurisdicción y
competencia de diferentes jueces de lo civil que pretenden mediante los procesos correspondientes que sean
parte de inventario y de partición”.-
5.3.5. El derecho de herencia es un derecho real “ … distinto del
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dominio; esto que es indiscutible en nuestro Código no es tan claro para la doctrina francesa, parte de la
cual sostiene que el derecho de herencia no es distinto del de dominio de los bienes hereditarios. Son varias
las razones por las cuales concluimos que para nuestro legislador la herencia es un derecho real: 1º El
artículo 577, al enumerar los derechos reales menciona expresamente el de herencia … 2º El mismo
precepto define el derecho real como el que se tiene sobre una cosa sin respecto a determinada persona. El
derecho de herencia queda perfectamente comprendido en tal definición, porque se tiene sobre el patrimonio
del difunto o sobre una cuota de él, sin respecto a otra persona determinada; 3º Puesto que los derechos
reales no se tienen respecto a determinadas personas, sus titulares gozan del derecho de persecución, es
decir, pueden perseguir dichos derechos en contra de cualquier persona que los desconozca … Pues bien,
del derecho de herencia nace una acción real, la de petición de herencia, en cuya virtud el verdadero
heredero puede reclamar su derecho de herencia, invocando su calidad de tal, en contra de cualquier persona
que esté en posesión de la herencia. Por estas razones es que no cabe confundir en nuestro Código el
derecho de herencia con el dominio de los bienes hereditarios”. (Manuel Somarriva Undurraga, Derecho
Sucesorio, Versión de René Abeliuk, Editorial Nacimento S.A., Santiago, Chile, 1983, pp. 41 y 42).
Producido el fallecimiento, opera la sucesión por causa de muerte en cuanto transmisión del patrimonio de
una persona o de bienes determinados, en favor de otras personas también determinadas, por lo que la
sucesión por causa de muerte es un modo de adquirir el dominio, Art. 603 del Código Civil, lo que origina
el derecho real de herencia Art. 595 inc. 2do, ibídem, cuyo objeto es el patrimonio del causante o una parte
de él. Como el patrimonio constituye una universalidad jurídica pasa íntegro a los herederos, por lo que
continúa esa universalidad jurídica de derecho en manos de aquéllos.
Al constituir la herencia una
universalidad jurídica, conforma “Un continente distinto de su contenido; el objeto de este derecho es la
universalidad del patrimonio en conjunto y no los bienes que lo forman prácticamente … De aquí se deriva
una consecuencia de gran aplicación práctica. La herencia en sí misma como universalidad, no puede ser
considerada como un derecho inmueble, aunque en la masa hereditaria existan bienes raíces, ya que el
derecho se tiene sobre la universalidad en sí misma y no sobre bienes determinados”. (Manuel Somarriva
Undurraga, op. cit., p. 43). Como consecuencia del fallecimiento del causante deviene el derecho real de
herencia, con tal derecho, en el evento de haber varios herederos, la indivisión hereditaria, a la que se le
pone término mediante la partición, en cuanto operación de liquidar la comunidad y realizar las
adjudicaciones correspondientes. “Una vez practicadas éstas, sí que es indiscutible que el derecho de
herencia pasa a confundirse con el derecho de dominio”. (Manuel Somarriva Undurraga, ídem, p. 43) lo
que le habilita a su titular para activar la acción petitoria correspondiente. La jurisprudencia española,
coincidente con la nuestra en esta materia, señala “ … conforme se desprende del ordenamiento jurídico
español, el demandante no ostenta una parte indivisa sobre cada uno de los bienes de la comunidad sino una
expectativa de derechos sobre los mismos, deducida de su condición de heredero y comunero, al igual que
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su hermana, cotitular de la herencia dejada por su madre. Estos derechos abstractos y expectantes sobre la
masa hereditaria pervivirán hasta tanto se proceda a su partición y adjudicación. Sólo con la división y
adjudicación del haber patrimonial se produce la transformación de la cuota ideal, o potencial de los
interesados, adquiriendo así el título con el que podrá accionarse al amparo del Art. 348 CC. Señala la
sentencia de 25 de marzo de 1998 que, mientras no se haya practicado la verdadera partición con la
adjudicación individualizada de los bienes que integran el caudal relicto, jurídicamente permanecen en el
seno de las herencias y esa titularidad simplemente atribuye cuotas ideales, pero no de bienes concretos. La
sentencia de 16 de septiembre de 1995 recoge la doctrina que alude a que el heredero carece de titularidad
para reivindicar sin atribución concreta de cuota en partición hereditaria, puesto que los derechos de los
herederos se encuentran indeterminados y hasta la adjudicación no hay derecho efectivo”. (Galo Pico
Mantilla, Jurisprudencia Ecuatoriana de Casación Civil, Primera edición, Impreseñal, Cía. Ltda., Quito,
2006, p. 120).- 6. DECISIÓN EN SENTENCIA: Por la motivación que antecede, este Tribunal de la
Sala de lo Civil y Mercantil, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO
DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA,
no casa la sentencia de voto de mayoría, proferida por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y
Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha. Notifíquese y devuélvase.- ff) Dr.
Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Paúl Íñiguez Ríos y
Dra.
Paulina
Aguirre
Suárez,
JUECES
NACIONALES.- Certifico. ff) Dra. Lucía Toledo Puebla.-SECRETARIA RELATORA.RAZON:- Siento por tal que la copia que antecede es igual a su original. Certifico. Quito, a 25 de junio de
2012.
Dra. Lucía Toledo Puebla
SECRETARIA RELATORA
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