Control de plaguicidas en Estados Unidos ALGUNOS ASPECTOS RELEVANTES Claudia Ciudad B. Biaqufmico Cuando se hace referencia a la normalización y control en la fabricación y comercialización de plaguicidas de uso agropecuario, se piensa que los pa(ses europeos estar(an a la vanguardia junto con Estados Unidos y Canadá, pero no es as(. Los países norteamericanos son los únicos que poseen un sistema racionalizado frente a la compleja problemática que plantea el uso de estos xenobióticos. Europa se encuentra superando las primeras etapas de la regulación en el uso de plaguicidas; en Sudamérica y Asia, en cambio, el proceso está recién comenzando, y ello tiene relación directa con los recursos y el potencial tecnológico que respectivamente poseen. Es e! natural resultado de las dificultades implicadas en la fabricación, el manejo y el control de sustancias qui'm1cas, la mayoría de ellas altamente peligrosas, que evolucionan con una dinámica sorprendente de acuerdo a los adelantos y descubrimientos en ese campo en los pai'ses industrializados. El problema carecería de importancia si, por un lado, los plaguicidas no tuviesen relación con la cadena alimentaria y, por otro, si no existiera el intercambio de alimentos que se realiza entre los hemisferios Norte y Sur, favorecido por el desfase lPA La Platina Nº 38, 1986 estacional, en que aparecen involucrados pai'ses con diferentes recursos y tecno!og(as. Es interesante recordar, respecto a este punto, que Chile exporta más del 90 por ciento de la uva de mesa que se consume en Estados Unidos durante su perfodo inverna!. En los mercados agropecuarios internacionales se exige una óptima calidad de los productos bajo ri'gidas normas de estandarización. La concentración de xenobióticos se ve sujeta a controles exhaustivos para evitar la entrada de productos que sobrepasen los niveles permitidos. Incluso, si determinada sustancia no se encuentra registrada por el país importador, los productos que !a contienen no son aceptados. Es aqu( donde se genera una suerte de mal entendido entre exportadores e importadores, que favorece a aquellos que poseen una infraestructura racionalizada donde hay plena armon{a entre los factores involucrados, principalmente: una legislación adecuada que refleje una decidida defensa de la salud pública y del medio ambiente, y una tecno!ogi'a anali'tica ad hoc con los recursos económicos necesarios para cubrir todo el espectro que demanda el control y la normalización. 13 E 1 segundo punto mencionado es el mayor proble ma en los países en desarrollo por su alto costo de operac1on, ya que requiere de !a mantención de una red de laboratorios espec1al1zados, con equipos y reactivos sof1st1cados, y, por último, de nume roso personal bien entrenado, ya sea como 1nspec to res o como químicos anal 1stas Los antecedentes que se señalaron iust1f1can una revisión de las principales eventualidades que han determinado la conducta del pueblo y del gobierno de !os Estados Unidos respecto al problema que puede s1gn1f1car el uso de dichas sustancias tóxicas en la producción agropecuarra, en el medio ambiente y en la sa!ud publica HISTORIA La Ley Federal de 1 nsect1c1das, Fung1c1das y Rodent1c1das ( FI F RA) fue establecida y aprobada en 1947 Su apl1cac1ón le fue encomendada al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el que deb1a registrar todos los "venenos comerciales" Estos fueron definidos como "cualquier sustancia o mezcla de sustancias cuyo ob1et1vo sea prevenir, destruir, repeler o mitigar la presencia de insectos, roedores, nematodos, hongos y malezas u otras formds de vida, como plantas, animales o virus, a los que se les denominó con el nombre de pestes Se exceptuan aquellos que se encuenLran v1v1endo con el hombre y le son utiles" Por casi 30 años, el USDA administró el proceso de registro ba10 sus propias 1nterpretac1ones de la normativa, y se preocupaba fundamentalmente de la s1tuac1ón agricola A medida que creció el numero de productos qu1m1cos registrados por FIFRA, aparecieron problemas que generaban un quiebre en la armon1a del medio ambrente, con la lógica preocupación de los c1entlf1cos y ambiental1stas, y, por qué no decirlo, del pueblo de los Estados Unidos Ante esa eventualidad, en 1970, se creó la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), la cual tomó para sí los problemas ambientales que no pudo administrar adecuadamente el USDA Con el fin de adaptarse a las nuevas 1nstanc1as que reclamaban !os 1nqu1etos amb1ental1stas, el Congreso del pa1s del norte, en octubre de 1972, estableció la Ley Federal de Control de Pest1c1das del Medio Ambiente (FEPCA) Por primera vez, el Congreso no sólo estableció las nuevas d1spos1c10nes reglamentarias para el control de pest1c1das, sino, también, severas medidas contra !os infractores de tales reglamentaciones En suma, la Presunción Refutable de Registro (RPARI* fue establecida, forzando a Jos fabricantes de productos qu1m1cos a establecer claramente el peligro que representa su uti11zac1ón La s1tuac1ón que se creo en un princ1p10 fue bastante confusa, dada la alta compleJ 1dad que s1gn1f 1caba aplicar las nuevas normas y el gran numero de sustancias químicas que eran sometidas a registro, que, indefectiblemente, debían pasar por complicados y prolongados ensayos b1ológ1cos Productos que habi'an sido usados por décadas para controlar ciertas pestes, eran entonces cuestionados por ser canceri'genos en potencia, terato~ génicos o mutagén1cos (efecto sobre los genes de la estructura celular) * Ver más adelante. En los mercados 1nternac1onaque exigen una óptima calldad de los productos~ los residuos de pest1ctdas se ven su¡etos a controles exhaustivos. les~ 14 !PA La Platina Nº 38, 1986 En el control de plaguicidas en pa/ses en desarrollo el principal problema es la falta de laboratorios especializados y persdnal entrenado. La mayor complicación nació del hecho de que era difícil conciliar !as demandas dictadas en normas que tienen su origen, muchas veces, en lucubraciones de carácter teórico y, por tanto, se alejan en alguna medida de las prácticas de campo. Muchas veces el personal de EPA efectuó ensayos que daban !ugar a exigencias que no tenían asidero en la realidad. Sobre el particular, se conocieron numerosos casos que reflejaban lo que sucede cuando un problema tecnológico es abordado por un solo especialista, quien, obviamente, tiene una visión muy estrecha para el amplio espectro de problemas que aqu! se presentan. Todas estas eventualidades fueron creando cuellos de botella que entrababan las actividades de las industrias qu(micas, a tal punto que muchas de las más pequeñas corrieron el riesgo de quebrar o de cerrar sus puertas. Ante esa sítuación, la Ley volvió a! Congreso para rectificarla y mejorar aquellas normas más conflictivas. Dicha complicación representó un gasto impresionante para la economr'a del pals y un retardo en el desarrollo industrial. PROCESO DE REGISTRO El registro de los pesticidas agr(colas es uno de Jos más complejos, porque requiere de ensayos de campo para cada cultivo y para cada plaga. EPA ha preparado una serie de formularios que deben ser llenados por los fabricantes con los datos que se indican a continuación: Sección A. Antecedentes qur'micos y f{sicos. Manufactura, estabilidad, vida útil, fórmula. IPA La Platina Nº 38, 1986 Sección B. Etiquetado. Hoja de datos de aplicación del producto. Sección C. Pruebas toxicológicas en animales de laboratorio y humanos. Debe incluir además datos sobre diagnóstico, primeros auxilios, paliativos, antídotos. En el caso de pesticidas agrícolas, por su alta potencialidad para entrar en la cadena alimentaria, un estudio de esta naturaleza tiene un costo aproximado de entre 250 mil y 500 mil dólares, dependiendo del número de datos que sean requeridos. Secciones Di E, F, G. Están reservadas a problemas de contaminación de productos agri'colas, especial~ mente a estudios sobre residuos a través de procedimientos anal(ticos, métodos de remoción, !Imites de tolerancia. Sección H. Pruebas de eficacia de pesticidas. Sección l. Informes y datos toxicológicos en animales domésticos y fauna. Sección J. Datos sobre daños en el medio ambiente obtenidos d.e estudios realizados por EPA de acuerdo con el fabricante. Como se ve, !as imposiciones restrictivas son enormes, lo que frena el desarrollo de nuevos productos qui'micos. Como resultado de las restricciones, la comunidad cienHfica ha pedido a EPA y al Congreso considerar la simplificación de las pruebas de aceptación, con el objeto de disminuir la tramitación y los costos. 15 PROCESO DE PRESUNCION REFUTABLE CONTRA REGISTRO (RPAR Process) Las normas han establecido un procedimiento para determinar !os posibles riesgos del uso de las susl tancias qu(micas. El procedimiento, llamado Presunción Refutable contra Registro, examina intensamente los pesticidas para determinar si e! riesgo en su uso sobrepasa los beneficios o viceversa. Para pertenecer a la lista de RPAR el producto debe cumplir con algunas caracten'stlcas, por ejemplo, tener extrema toxicidad, ser posible causa de cáncer, de mutaciones o de muerte, o estar emparentado a sustancias de alta toxicidad. El fabrícante se encuentra obligado a probar mediante estudios toxicológicos y con los antecedentes que se poseen si ros beneficios del uso de! producto excede sus riesgos. La EPA tiene una sección especial, abreviada OSPR, para estudiar tales datos. Su decisión puede determinar si un producto es clasificado como de uso restringido, de uso general o prohibido de usar. Exportación e importación: la ley exceptáa de registro a los productos exportados, por ejemplo, el DOT, cuyo uso está discontinuado en los Estados Unidos, pero no en la mayoría de los países del tercer mundo. En consecuencia, es posible que los fabricantes de esta sustancia en territorio norteamericano la expendan sin registro a otras naciones. Sin embargo, a medida que se ha ido masificando el uso de pesticidas en el mundo, EPA se ha concientizado y está tratando de obtener que el Congreso acepte incluir en los registros los pesticidas destinados a la exportación. Todos los pesticidas importados (aquellos que se producen fuera del territorio de Estados Unidos) deben ser reg·1strados y las disposiciones reglamentarias que los rigen son idénticas a las de los que se fabrican internamente. Es importante acotar que aquellos alimentos que poseen t"esiduos de plaguicidas no registrados por EPA y que pretenden acceder al mercado norteamericano corren el riesgo de ser rechazados. Actividades estatales: en ningún Estado se puede Uso restringido de pesticidas: muchos pesticidas, registrar un producto sin e! conocimiento o autori- por su inherente peligro, pueden ser restringidos con el fin de reducir su exposición sobre el medio ambiente. Un producto de uso restringido sólo debe ser aplicado por una persona autorizada, la cual ha sido sometida a rigurosos exámenes en agenc'1as estatales controladas por EPA. En cambio, un producto de uso general puede ser aplicado por cualquier persona. La etiqueta debe indicar s1 el producto es de uso restringido o de uso general. zación de EPA. Sobre registro: EPA obliga a registrar nuevamente sudamericanos. En resumen, estamos en condiciones de afirmar que Estados Unidos es el pa(s occidental que posee la más avanzada infraestructura legal Y técnica para llevar a cabo un control exhaustivo y efectivo de los plaguicidas que se comercializan Y que contaminan con sus residuos a los alimentos Y al medio ambiente. Lo siguen Canadá y el Mercado Común Europeo, contrastando con e! deficiente control que se ejerce en Jos países asiáticos Y los productos cuando las normas se modifican. Secreto industrial: es un factor que ha sido motivo de innumerables problemas. El punto es determinar qué información debe ser de conocimiento público y cuál debe ser confidencia( en un sistema en que impera la libertad de información, sobre todo cuando se trata de asuntos en que se halla involucrada la salud pública, que es un deber irrestricto cautelar, y por otro lado se perjudica al fabricante revelando fórmulas y procesos de elaboración. La decisión se toma en consenso entre el fabricante y la EPA. 16 Recientemente están tomando auge en nuestro pa(s las actividades de regulación y control, más que nada porque es una exigencia que nos imponen los pa(ses importadores de nuestros productos agropecuarios y no, como sería lógico, por la noble preocupación por la salud de la población. El registro y control de plaguicidas es un proceso de gran complejidad y dinamismo, que debe ser sometido a permanentes revisiones. Conviene recordar que toda sustancia química, cual más, cual menos, constituye un peligro potencial que debe ser vigilado. IPA La Platina Nº 38, 1986 SAG REGULA INFORMACION EN PLAGUICIDAS Una valiosa información de utilidad para los productores y exportadores de especies frut(co!as, sobre los pa(ses que tienen establecidas tolerancias de residuos para los plaguicidas, deben tener obligatoriamente los envases de esos compuestos qu(micos a partir de la última semana de septiembre de 1986. As( lo dispuso el Servicio Agrícola y Ganadero, con el fin de que los productores y exportadores dispongan en et propio envase del pesticida, de información relevante acerca de los residuos de plaguicidas que no son aceptados en los pa(ses importadores de la producción agrícola nacional, o que si lo son, tienen tolerancias establecidas que no pueden ser sobrepasadas. La resolución Nº 938 dictada por el SAG sobre la materia y publicada en el Diario Oficial del 23 de julio del presente año, establece que "las etiquetas de los plaguicidas deberán indicar los paises o áreas económicas que son mercados de exportación de productos vegetales chilenos en que está permitído e! uso o que tengan tolerancias establecidas del plaguicida para las especies agrlcolas en las cuales se recomienda su utilización. Deberán indicarse, cuando existan, !as tolerancias de residuos que para estos casos establecen dichos paises o áreas económicas". Agrega el cuerpo legal que "esta información podrá incorporarse a la etiqueta en el sector correspondiente a las instrucciones de uso, ir en una etiqueta complementaria adherida al envase en la proximidad de la etiqueta o en una separata agregada a la unidad de comercialización". Según la resolución del Servicio Agrlcola y Ganadero, la información relacionada con los plaguicidas que son usados en la producción de frutas y hortalizas debe estar obligatoriamente contenida en el envase a partir del 21 de septiembre. En cuanto a los plaguicidas que son utilizados en !os demás productos agrícolas, dicha información debe aparecer en las etiquetas o envases a partir del 19 de enero del próximo año. Además, el Servicio Agrlcola y Ganadero ha elaborado un compendio de las reglamentaciones de residuos de plaguicidas vigentes a la fecha en Estados Unidos y en la Comunidad Económica Europea, que incluye también, el listado de los plaguicidas registrados en el Servicio y que se ha puesto a disposición de las entidades relacionadas con la exportación de productos agrlcolas.e ~ J !PA La Platina Nº 38, 1986 '3'.. ~,~=:::::;¡ 17