jurisdicción constitucional - Poder

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JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
Esta es una selección de todas las acciones de inconstitucionalidad y consultas
judiciales, resueltas por el fondo, por la Sala Constitucional de 1989 al 2012.
En este archivo, se encuentran diferenciadas las normas que han sido declaradas
inconstitucionales a través de estos tipos de recursos, así como las normas sobre las que
se ha hecho un juicio de constitucionalidad y se ha determinado que no son contrarias a
nuestra Constitución Política.
Para mayor comodidad de nuestros usuarios, se hizo un pequeño resumen que contiene:
el número de voto, el tema tratado, la norma impugnada y la parte dispositiva de la
sentencia. Asimismo, se puede buscar con la función CONTROL-B, cualquier norma en
esta materia que se tenga interés en consultar.
Igualmente, se puede consultar el voto completo en la página de Internet, en donde se
encuentran disponibles todos los votos emitidos por la Sala Constitucional, cuya
dirección es: www.poder-judicial.go.cr/salaconstitucional
TEMA
JURISDICCIÓN
CONSTITUCIONAL
ASUNTOS
NORMAS
RESUELTOS CONSTITUCIONALES
50
28
SENTENCIAS
INADMISIBLES
22
LO CONSTITUCIONAL
RESUMEN
4512-93. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. AMPARO CONTRA RESOLUCIONES
JUDICIALES. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b) de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. El recurrente señala que el Juez Agrario de Limón, dentro de un juicio
interdicta de amparo de posesión, restitución y suspensión de obra nueva, procedió a dictar
sentencia declarando con lugar la demanda. Señala que aunque se apele la sentencia debe
cumplir con el desalojo lo cual estima contrario a los artículos 39 y 41 de la Constitución Política.
La Sala estima, al igual que lo hizo en el precedente establecido en la sentencia número 2277-92,
que ya se había pronunciado sobre el tema, que el artículo 30 inciso b) de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional no es contrario al principio de tutela judicial efectiva, ni al derecho de
la Constitución, en cuanto existen remedios jurisdiccionales que resultan efectivos para la revisión
de las resoluciones jurisdiccionales que puedan afectar la supremacía de la Constitución y la Ley.
Se declara sin lugar la acción. Los Magistrados Piza, Solano y Arguedas declaran con lugar la
acción y anulan la norma impugnada, con las consecuencias correspondientes. SL
2277-92. SE LIMITA EL AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES. Acción de
Inconstitucionalidad contra lo dispuesto en el inciso b) del artículo 30 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional, número 7135 publicada en el Alcance número 34 de la Gaceta número 198 del
diecinueve de octubre de mil novecientos ochenta y nueve. Se acusa que con la norma
cuestionada, se crea un régimen especial y de favorecimiento para con el Poder Judicial al
excluirse sin razón alguna del Control de Constitucionalidad de sus resoluciones, ya que los
recursos ordinarios y extraordinarios de la legislación procesal sólo pueden garantizar la legalidad
de las resoluciones, pero no así, la constitucionalidad de las mismas, por lo que se viola lo
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dispuesto en el artículo 33.
Señala la Sala que ese hecho –el de que se trata de
inconstitucionalidad para el caso concreto- motivó que, en acatamiento de los dispuesto en el
artículo 10 indicado, el legislador plasmara la prohibición –en la Ley que regula la competencia de
la Sala- tanto en el inciso b) del artículo 30 como en el 75, así que en razón de lo expuesto la
prohibición no devendría inconstitucional, toda vez que el constituyente derivado lo que quiso fue
reservar del conocimiento de la jurisdicción constitucional las resoluciones y actuaciones
jurisdiccionales –incluso las de las propia Sala- de todo pronunciamiento de inconstitucionalidad –
ya fuere en las acciones propiamente tales, como en los procesos de amparo- tal vez porque el
ejercicio de la judicatura debe estar en manos de personas que por conocimiento, rectitud y
experiencia están en la obligación de respetar y hacer respetar el derecho de la Constitución, ésta
y sus principios, en la forma que allí ella misma lo establece. Se declara sin lugar las acciones,
con el voto salvado de los Magistrados Piza Escalante y Solano Carrera. SL
2523-92. AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JURISDICCIONALES. Acción de
Inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.
Indica esta Sala, que por haber sido declarada sin lugar la acción tramitada bajo expediente
número 1193-90, por voto número 2277-92, de las 16:30 horas del pasado 18 de agosto, contra el
artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, conforme lo dispuesto en el
párrafo segundo del artículo 9 de la misma Ley, procede rechazar por el fondo esta acción. El
Magistrado
Solano
Carrera
salva
el
voto
y
lo
declara
con
lugar.
RF
2998-92. AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES. Acción de inconstitucionalidad
contra los artículos 470 y 471 del Código Procesal Civil, el 30 inciso b) y 74, 75, 76, 77, 79 y 80
de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Por voto número 645-91, se rechazó de plano esta
acción, en cuanto a todos los extremos impugnados, con excepción del artículo 30 inciso b) de la
Ley de la Jurisdicción Constitucional, para lo cual se la dejó en suspenso hasta tanto no fueran
resueltas las que bajo expediente 1193-90 estaban pendientes de resolver ante esta Sala. Como
por voto número 2277-92 de las 16:30 horas del 18 de agosto de este año se declaró sin lugar la
acción de inconstitucionalidad que bajo expediente número 1193-90 se tramitó ante esta Sala,
contra el artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, procede rechazar por el
fondo esta acción por no encontrarse motivos para variar de criterio o razones de interés público
que justifiquen reconsiderar la cuestión. Se rechaza por el fondo la acción. RF
3988-92. AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES. Acción de inconstitucionalidad
contra el inciso b) del artículo 30 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, número 7135 del 11
de octubre de mil novecientos ochenta y nueve. A criterio del accionante el artículo 30 inciso b)
de la Ley de la Jurisdicción Constitucional es contrario al 25 inciso 1o de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, pues mientras en este se garantiza a toda persona el
acceso a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o
tribunales competentes, que le ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la Convención, en aquél se veda la posibilidad del
amparo en relación con pronunciamientos jurisdiccionales. Se rechaza por el fondo la acción con
base en el voto 2217-92, con el voto salvado de los Magistrados Solano y Del Castillo. RF
771-93.
LEY
DE
LA
JURISDICCIÓN
CONSTITUCIONAL.
ACTUACIONES
JURISDICCIONALES DEL PODER JUDICIAL. Acción de Inconstitucionalidad contra del artículo
30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. En resolución de las dieciséis horas cinco
minutos del ocho de enero de mil novecientos noventa y uno esta Sala dispuso la suspensión de
la tramitación de esta acción de inconstitucionalidad, en virtud de que contra el inciso b) del
artículo 30 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, ya se tramitaba acción bajo expediente
número 1193-90, en la que se discutía su inconstitucionalidad, razón por la que debía resolverse
de previo ésta por resolución número 2217-92, se resolvió la acción que se tramitó en el
expediente número 1193-90, declarándola sin lugar. Por otra parte en fallo 1371-92 de las catorce
horas y cuarenta minutos del veintiséis de mayo del año pasado, esta Sala reconoció que en el
artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se reconoce el derecho que
todo ciudadano tiene para recurrir al amparo en protección de sus derechos fundamentales, pero
éste no es el único medio de reparación de la violación de aquellos, toda vez que, también puede
lograrse en la jurisdicción común, que también tiene rango constitucional, por medio de los
recursos establecidos, con aplicación directa de lo dispuesto en la Constitución y en las normas
convencionales. Los Magistrados Arguedas y Del Castillo, salvan el voto. Se rechaza la acción
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por el fondo. SL
4805-93. TUTELA JUDICIAL. RESOLUCIONES JURISDICCIONALES. Acción de
inconstitucionalidad contra los artículos 13, 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional
y 34 de la Ley Orgánica del Organismo de Investigación Judicial. El accionante considera que la
sentencia 2217-92 de esta Sala es contraria al ordenamiento jurídico, pues al legitimar la
existencia del artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, está permitiendo
que el Poder Judicial, carezca de control ante su Sala a través del recurso de amparo, a pesar de
que sus decisiones se encuentran sometidas a la Constitución Política y a las leyes, de igual
forma que la Administración Pública en general. En cuanto al artículo 34 de la Ley del Organismo
de Investigación Judicial, estima que limita la potestad impugnatoria del imputado respecto de los
dictámenes del Organismo de Investigación Judicial, en relación con algunos de los dictámenes
médicos legales. Sobre la primera pretensión, esta Sala se ha pronunciado ya en dos
oportunidades sobre la constitucionalidad del artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional, en su primera oportunidad en la sentencia 2217-92 y más recientemente en la
número 4512-93. En la segunda impugnación, estima la Sala que la norma impugnada no es
contraria al derecho de la Constitución por cuanto sobre los peritajes, los interesados pueden
solicitar las aclaraciones y adiciones que estimen convenientes y oportunas. Se declara sin lugar
la acción en cuanto al artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, se rechaza
de plano en relación al artículo 34 de la Ley Orgánica del Organismo de Investigación Judicial.
Salva el voto el Magistrado Arguedas y declara con lugar la acción en cuanto al artículo 30 inciso
b de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, el cual se anula. SL.
6130-93. LEY DE JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. AMPAROS CONTRA ACTOS
JURISDICCIONALES. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b) de la Ley de
la Jurisdicción Constitucional, y la interpretación judicial de los artículos 1022, 1023 párrafo
primero del Código Civil y 5 y 7 de la Ley de Expropiaciones por causa de Utilidad Pública. Alega
el accionante, que la primera norma se impugna en cuanto es contrario al principio de tutela
judicial efectiva y al derecho de la Constitución. En cuanto a la interpretación judicial de los
artículos impugnados los considera contrarios a los derechos constitucionales. Sobre la primera
pretensión, esta Sala estima que no es contrario al principio de tutela judicial efectiva, ni al
derecho de la Constitución, en cuanto existen remedios jurisdiccionales que resultan efectivos
para la revisión de las resoluciones jurisdiccionales que puedan afectar la supremacía de la
Constitución y la Ley. En ese sentido la revisión de estos actos elimina toda posibilidad de que
existan zonas de inmunidad o de privilegio en cuanto ellos que puedan resultar contrarios al
principio de igualdad y al derecho a la jurisdicción. Además, los actos no jurisdiccionales de las
autoridades judiciales, sí quedan comprendidos dentro del amparo, por ser el artículo de
referencia limitado a las actuaciones jurisdiccionales y no a las demás (sentencia número 227792). No existiendo razones para variar de criterio o que justifiquen reconsiderar la cuestión, se
rechaza por el fondo la impugnación con base en la sentencia indicada. En cuanto a la
jurisprudencia impugnada, esta Sala ha señalado en forma reiterada (vgr. 300—90) que por
disposición expresa de Ley (artículo 74 LJC) no cabe acción de inconstitucionalidad contra
resoluciones jurisdiccionales. Es por eso que la Sala ha señalado que para distinguir una
sentencia concreta de la jurisprudencia, es necesario acreditar que existen otros casos resueltos
en el mismo sentido y que han llegado a convertirse en jurisprudencia, es decir en una fuente no
escrita de derecho. En vista de que el accionante no acredita que el criterio que impugna sea
jurisprudencia, se rechaza de plano la acción en cuanto a este extremo. Se rechaza por el fondo
la acción en cuanto impugna el artículo 30 inciso b de la Ley de la Jurisdicción Constitucional y de
plano lo demás. Los Magistrados Piza, Solano y Arguedas salvan el voto en lo primero y declaran
con lugar la acción con sus accesorios. RF Y RP
6227-93.
JURISDICCIÓN
CONSTITUCIONAL.
AMPAROS
CONTRA
ACTOS
JURISDICCIONALES. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b) de La Ley de
la Jurisdicción Constitucional. Alega la accionante que la norma impugnada es contrario al
principio de tutela judicial efectiva y al derecho de la Constitución. En conclusión, resuelve este
Tribunal Constitucional, que la mayoría de la Sala estima, al igual que lo hizo en el precedente
establecido en la sentencia número 2277-92, que ya se había pronunciado sobre el tema, que el
articulo 30 inciso b) de la Ley - de la Jurisdicción Constitucional no es contrario al principio de
tutela judicial efectiva, ni al derecho de la Constitución, en cuanto existen remedios
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jurisdiccionales que resultan efectivos para la revisión de las resoluciones jurisdiccionales que
puedan afectar la supremacía de la Constitución y la Ley. En ese sentido la revisión de estos
actos elimina, toda posibilidad de que existan zonas de inmunidad o de privilegio en cuanto ellos
que puedan resultar contrarios al principio de igualdad y al derecho a la jurisdicción. Finalmente,
los actos no jurisdiccionales de las autoridades judiciales, si quedan comprendidos dentro del
amparo, por ser el artículo de referencia limitado a las actuaciones jurisdiccionales y no a las
demás. Naturalmente que el hábeas corpus, por disposición expresa de ley, sí es oponible frente
a las autoridades jurisdiccionales en los términos contemplados en los artículos 10, 48 de la
Constitución y 15 y siguientes de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.” No existiendo razones
para variar de criterio o que justifiquen reconsiderar la cuestión, se rechaza por el fondo la
impugnación con base en los precedentes mencionados. Se rechaza por el fondo la acción.
Salvan el voto los Magistrados Piza Solano y Arguedas y ordenan dar curso a esta acción. RF
6266-96. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. ACTOS JURISDICCIONALES. Acción de
inconstitucionalidad contra el articulo 30 inciso b de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, y
contra la interpretación del artículo 20 de la Ley de Pensiones Alimenticias. Alega el accionante
que las normas impugnadas violan los artículos 27, 41, 48(tutela judicial efectiva), igualdad y
razonabilidad (artículo 33), y sobre el derecho a la jurisdicción e independencia de los tribunales,
contenida en los artículos 9, 153 y 154 de la Constitución. La inconstitucionalidad de la norma
presentada ya fue resuelta por esta Sala por medio de la sentencia número 2277-92 la cual
indico: “Que el artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional no es contrario al
principio de tutela judicial efectiva, ni al derecho de la Constitución, en cuanto existen remedios
jurisdiccionales que resultan efectivos para la revisión de las resoluciones jurisdiccionales que
puedan afectar la supremacía de la Constitución y la Ley. En ese sentido a revisión de estos
actos elimina toda posibilidad de que existan zonas de inmunidad o de privilegio en cuanto ellos
que puedan resultar contrarios al principio de igualdad y al derecho a la jurisdicción. Finalmente,
los actos no jurisdiccionales de las autoridades judiciales, sí quedan comprendidos dentro de
amparo, por ser el artículo de referencia limitado a las actuaciones jurisdiccionales y no a las
demás. Naturalmente que el hábeas corpus, por disposición expresa de ley, sí es oponible frente
a las autoridades jurisdiccionales en los términos contemplados en los artículos 10, 48 de la
Constitución y 15 y siguientes de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.” Con el fundamento de
la sentencia transcrita queda claro que no existe violación a los artículos 27, 41, 48(tutela judicial
efectiva), igualdad y razonabilidad (artículo 33), y sobre el derecho a la jurisdicción e
independencia de los tribunales, contenida en los artículos 9, 153 y 154 de la Constitución. En,
cuanto a los artículos 1 y 2 de la Constitución, que establecen el principio democrático y el
concepto de soberanía popular, no estima esta Sala que exista relación alguna entre estos
conceptos y la impugnación que se hace, pues como se ,explicó en la resolución transcrita, no
existe un fuero, especial de inmunidad o privilegio de las resoluciones jurisdiccionales,
simplemente el régimen de impugnación y revisión de estas resoluciones, es a través de
mecanismos legales distintos al amparo con control nacional e internacional, sin que pueda
alegarse que existe un derecho fundamental a contar con un proceso determinado para acceder
la jurisdicción. En consecuencia, no existiendo razones para variar de criterio o que justifiquen
reconsiderar la cuestión. Se rechaza por el fondo la impugnación con base en los precedentes
mencionados. Los magistrados Solano y Arguedas salvan el voto y ordenan continuar con la
instrucción de la acción en cuanto se refiere al artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. Se rechaza por el fondo la acción en cuanto impugna el artículo 30 inciso b) de la
Ley de la Jurisdicción Constitucional. En lo demás se rechaza de plano. RF Y RP.
9131-98.
DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. Acción de inconstitucionalidad contra el
Artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Alega el accionante que la norma
impugnada es contraria a los derechos fundamentales de las personas, pues el artículo 48
consagra el derecho a interponer el recurso de amparo para mantener o reestablecer el goce de
los derechos fundamentales, y el artículo 30 inciso b) lo restringe para la impugnación de
resoluciones jurisdiccionales. Que el artículo 10 establece que son nulas todas las actuaciones
contrarias a la Constitución sin hacer excepción, de tal forma que las resoluciones jurisdiccionales
deberían ser sujetas de impugnación por medio del recurso de amparo. Esta Sala, considera que
La tutela judicial efectiva es un derecho fundamental de cobertura universal y de aplicación
inmediata, posee dos vertientes, uno es el que se ocupa del señalamiento que se hace para que
todas las personas tengan la posibilidad de ejercer sus derechos, en otras palabras, del acceso a
la justicia, el segundo se refiere a la materialización de esa tutela en forma efectiva y pronta, de
manera que no solo haya acceso sino que se cuente con los instrumentos requeridos y
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necesarios para que el ente encargado al que se acude con la petición, otorgue una respuesta a
esa solicitud en un plazo razonable -la cual obviamente podrá ser afirmativa o negativa a la
pretensión solicitada-, y con fuerza ejecutoria. Además el derecho a la tutela judicial efectiva es
un derecho complejo por cuanto incluye dentro de él toda una serie de derechos como el de
acceso, debido proceso, juez natural, justicia pronta y cumplida. En conclusión, la mayoría de la
Sala estima, al igual que lo hizo en el precedente establecido en la sentencia número 2277-92,
que ya se había pronunciado sobre el tema, que el artículo 30 inciso b) de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional no es contrario al principio de tutela judicial efectiva, ni al derecho de
la Constitución, en cuanto existen remedios jurisdiccionales que resultan efectivos para la revisión
de las resoluciones jurisdiccionales que puedan afectar la supremacía de la Constitución y la Ley.
Se rechaza por el fondo la acción. RF
005883-00. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. IMPOSIBILIDAD DE INTERPONER
RECURSO DE AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JURISDICCIONALES. Acción de
inconstitucionalidad contra el inciso b) del artículo 30 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.
Alegan que la norma impugnada es violatoria de los artículos 25 de la Convención Americana
Sobre Derechos Humanos, 25 del Pacto de San José y 11, 154, 39 y 41 de la Constitución
Política, en concreto del debido proceso y de justicia pronta, pues impide ejercer la defensa de los
derechos fundamentales por medio del recurso de amparo contra resoluciones jurisdiccionales
que arbitrariamente afecten o inculquen sus derechos e impide el control de constitucionalidad
contra los actos de los funcionarios judiciales. Finalmente indica que el artículo cuestionado es
violatorio del derecho a la participación civil en el control de la judicatura. Es criterio
jurisprudencial reiterado de esta Sala que la actual redacción del inciso b) del artículo 30 de la
Ley que regula esta jurisdicción no es inconstitucional al establecer la improcedencia del recurso
de amparo contra resoluciones jurisdiccionales, y como esta Sala no encuentra motivos para
variar de criterio, ni razones de interés público que justifiquen reconsiderar la cuestión, la acción
debe ser rechazada por el fondo. Se rechaza por el fondo la acción. RF
3194-92. AMPARO CONTRA ACTOS ELECTORALES. Acción de inconstitucionalidad contra el
artículo 30 Inc. d) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional 7135 de 11 de octubre de 1989.
Considera el accionante que la norma impugnada es contraria al artículo 48 de la Constitución
Política. Esta Sala entiende que la autonomía de la materia electoral y la exclusividad y
obligatoriedad de la interpretación constitucional y legal en esa materia, por parte del Tribunal
Supremo de Elecciones, obliga a una consecuencia adicional: la de que tampoco puedan ser
impugnables en la vía de amparo los actos del Registro Electoral y de los demás organismos
electorales propiamente dichos -juntas electorales específicamente- cuando sean susceptibles de
recurso o impugnación para ante el Tribunal. Esto, por dos razones: la primera, porque si,
pudiendo ser recurridos, lo son en efecto, por esto solo quedar n incluidos dentro de la
competencia específica del Tribunal, y porque, si no lo son en tiempo y forma, se convertir n en
actos consentidos, excluidos de conocimiento en la Jurisdicción Constitucional, por lo menos
normalmente -es decir, mientras no violen gravisimamente principios o derechos fundamentales,
como por ejemplo el derecho a la vida, o no caigan en vicios extremos, equivalentes a su
"inexistencia jurídica", o mientras no constituyan lo que en doctrina se conoce como "vías de
hecho", ello por cuanto los actos inexistentes y las conductas no fundadas en un acto eficaz, o
vías de hecho, por definición no requieren de ninguna declaración de nulidad, sino que
simplemente se constatan para efecto de detener la conducta lesiva, la cual seria igual si se
fundara en esa mera apariencia de acto que si no se fundara en ninguno. Sin embargo, conviene
aclarar que, al entender que también se encuentran excluidos del amparo los actos de otros
organismos a que se refiere el considerando anterior, la Sala condiciona su tesis a que tales
actos no sean después declarados intangibles para el Tribunal o fuera de su competencia, porque
en tales supuestos -que fueron en parte los considerados por la Sala en la sentencia de amparo
citada, 2456-92-, no podría la Jurisdicción Constitucional desentenderse de que, sin su
intervención, pudieran quedar impunes violaciones a los derechos o libertades fundamentales de
las personas. Se declara sin lugar la acción. Comuníquese, notifíquese y publíquese. SL
0785-94 ARTÍCULO 74 DE LA LEY DE LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL RESULTA
INCONSTITUCIONAL AL IMPEDIR EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD. Acción de
inconstitucionalidad contra el artículo 74 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional y la resolución
del Tribunal Superior Primero Civil de San José, de las ocho horas veinte minutos del veintiocho
de octubre del año pasado. Alega la accionante que resulta inconstitucional al impedir el control
de constitucionalidad, en esta vía, de los actos y resoluciones jurisdiccionales, por violación al
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principio de igualdad contemplado en el artículo 33 constitucional. Dice además que la resolución
del Tribunal Superior Primero Civil de San José de las ocho horas veinte minutos del veintiocho
de octubre del año pasado es inconstitucional por ser discriminatoria. La Sala indica que el
artículo 10 de la Constitución Política excluyes expresamente las resoluciones jurisdiccionales del
control de constitucionalidad en esta vía, se reformaron varios artículos de la Constitución
Política, entre ellos el artículo 10. Dispone esta norma, que "corresponderá a una Sala
especializada de la Corte Suprema de Justicia declarar, por mayoría absoluta de sus miembros,
la inconstitucionalidad de las normas de cualquier naturaleza y de los actos sujetos al Derecho
Público". Tal y como hasta aquí aparece redacta dicha disposición, podría dar cabida a la tesis
que esgrime el recurrente en su escrito de invocación. No obstante, la norma en comentario
agrega: "No serán impugnables en esta vía los actos jurisdiccionales del Poder Judicial, la
declaratoria de elección que haga el Tribunal Supremo de Elecciones y los demás que determine
en la Ley". Al resultar improcedente la acción de inconstitucionalidad contra el artículo 74 citado,
se deber rechazar de plano la acción contra la resolución jurisdicción impugnada. Se rechaza por
el fondo la acción en cuanto al artículo 74 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Se rechaza
de plano en cuanto a la resolución del Tribunal Superior Primero Civil. RF
413-90. LEY DE AMPARO ANTERIOR A LA CREACIÓN DE LA SALA CONSTITUCIONAL.
Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 4 de la Ley de Amparo Nº 1161 del 2 de junio de
1950. El recurrente acusa que la norma impugnada establece taxativamente contra quién puede
plantear un recurso de amparo, lo cual limita su acceso a la justicia. La acción se declara sin
lugar, por haber perdido interés actual, ya que la declaratoria de inconstitucionalidad de las
normas antes citadas, no resulta, a este momento, ser un medio razonable para amparar el
derecho que el recurrente estima le ha sido inconstitucionalmente desconocido, pues la supra
indicada Ley de Amparo, fue derogada expresamente por la Nº 7135 del 11 de octubre del año
pasado (Ley de la Jurisdicción Constitucional), en su artículo 113 inciso b) y en la normativa
ahora aplicable en materia de amparo, la situación que sirvió de base al accionante para
presentar su articulación fue sustancialmente modificada al permitirse al tercero que derive
derechos subjetivos del acto causante del recurso de amparo, apersonarse como parte. La Ley
de la Jurisdicción Constitucional en el artículo 34 párrafos 2º y 3º dispone: «Se tendrá también
como parte al tercero que derivare derechos subjetivos de la norma o del acto que cause el
proceso de amparo. Además, quien tuviere un interés legítimo en el resultado de recurso podrá
apersonarse e intervenir en él como coadyuvante del actor o del demandado. Se declara sin lugar
la acción de inconstitucionalidad interpuesta. Solicítese el expediente del amparo respectivo al
Tribunal Superior de Puntarenas para el trámite y resolución correspondiente. SL
000125-92.
JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. IRRECURRIBILIDAD DE SENTENCIAS DE LA SALA
CONSTITUCIONAL. Acción de Inconstitucionalidad contra los artículos 11 párrafo segundo y 57
a 66 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Considera que violan lo dispuesto en los artículos
7, 10, 11, 33, 39, 43, 45 y 48 de la Constitución Política y 8.2 inciso h), 25 y 29 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. La Sala es un órgano Jurisdiccional con las competencias
que le señalan la Constitución Política y la Ley de la Jurisdicción Constitucional y en ningún caso
se trata de un superior Jerárquico impropio de los entes públicos con los cuales no tiene
relaciones de Jerarquía ni de tutela administrativas y las acciones recursos consultas o conflictos
que ante ella se formulen son de naturaleza Judicial de modo que tanto los poderes públicos
como los particulares tienen la obligación de ejecutar y hacer cumplir todo cuanto resuelva o
disponga en el ejercicio de sus competencias Tampoco es cierto que la Sala Constitucional
cuando juzga actuaciones de particulares con particulares actúa como cualquier otro órgano
Jurisdiccional y como tal debe estar sujeta al principio de la doble instancia, pues no existe otra
instancia a la que la Constitución le atribuya facultades para ello. En cuanto se impugnan los
artículos 57 a 65 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional procede rechazar de plano la acción
La Sala ha expresado que no basta la existencia de un asunto previo en que se invoque la
Inconstitucionalidad sino que además es necesario que sea un medio razonable de amparar el
derecho o interés que se discute en el asunto principal, como la inconstitucionalidad fue alegada
en el recurso de revocatoria apelación e incidente de nulidad concomitante contra la resolución de
las 11 04 hrs. del 21 de Junio de 1991 que resolvió el recurso de amparo Nº 1942 -90 la misma
no es medio razonable de amparar el derecho o interés que se considera lesionado, porque la
oportunidad procesal precluyó una vez dictada la sentencia. Se declara sin lugar la acción en
cuanto impugna por inconstitucional el párrafo 29 del articulo 11 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional y se rechaza de plano en lo demás. SL
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515-93 IRRECURSABILIDAD. RECURSOS CONTRA SENTENCIAS DE TRIBUNALES
CONSTITUCIONALES. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 11 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Los accionantes alegan la inconstitucionalidad por considerarlo
contrario a los artículos 33, 39 y 42 de la Constitución Política, 8.2 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Según
el voto 125-92 se declara sin lugar la acción en cuanto se dirige contra lo dispuesto en el párrafo
segundo del artículo 11 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, porque esa norma tiene
sustento en lo que establecen los artículos 10 y 48 de la Constitución Política y en doctrina
universal sobre la irrecurribilidad de las sentencias dictadas por los tribunales constitucionales. No
existe razón alguna para variar el criterio mantenido en la transcrita resolución, procede rechazar
por el fondo la acción intentada, de conformidad a la facultad concedida en el supra citado
artículo 9o. de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. SL
1013-93.
DEBIDO
PROCESO.
IRRECURRIBILIDAD
DE
LAS
SENTENCIAS
CONSTITUCIONALES. Acción de inconstitucionalidad contra los artículos 11 y 62 parte final del
párrafo del primero de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. El accionante considera que el
artículo 11 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional es violatorio de la Constitución Política,
porque no permite recurso alguno contra las sentencias de esta Sala, así como la parte final del
párrafo primero del artículo 62 de esta mimo cuerpo normativo, en la medida en que obliga a la
Sala a condenar en costas, daños y perjuicios, si resuelve conceder el amparo. En la sentencia
número 125-92, la Sala declaró sin lugar la acción en cuanto dirige contra lo dispuesto en el
párrafo segundo del artículo 11 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, porque esa norma
tiene sustento en lo que establecen los artículo 10 y 48 de la Constitución Política y en doctrina
universal sobre la irrecurribilidad de las sentencias dictadas por los tribunales constitucionales. En
cuanto a los vicios de inconstitucionalidad que, a juicio del accionante, presenta la parte final del
párrafo primero de ese artículo, se rechaza por el fondo de la acción. Al no existir motivos para
cambiar de criterio, o razones que justifiquen reconsiderar la cuestión, lo procedente es, en uso
de las potestades conferidas en el artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, rechazar
de plano esta acción, en relación al artículo 11 comentado. Se rechaza de plano la acción. SL
1537-95. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. SE CUESTIONA SENTENCIA DE LA SALA
CONSTITUCIONAL. Acción de Inconstitucionalidad contra los artículos 13 y 74 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional; 285 inciso 5), 420 inciso 9), 438 inciso 5), 448 inciso 2), 452, 591
incisos 1) y 2), 619 y 622 del Código Procesal Civil; 71 inciso 11) de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y la sentencia número 0479-90 de esta Sala. Indica el primero de los accionantes que la
sentencia número 0479-90 de esta Sala infringe los artículos 121 inciso 1) y 129 de la
Constitución, pues puso en vigencia una ley derogada, atribución que únicamente corresponde al
legislador. Agrega que también los artículos 13 y 74 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional
contravienen la Carta Fundamental y en especial el artículo 8.2 inciso h) del Pacto de San José,
ya que impiden recurrir las resoluciones que se dicten en esta Jurisdicción, sin tener en cuenta la
incongruencia originada con la promulgación de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, en
relación con la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1937, última que omite cualquier referencia a
la Sala que regula la primera. La Sala indica que de este modo, para lo único que resulta la
acción de inconstitucionalidad medio razonable de tutela de sus intereses o derechos, es la
alegada contravención a la Constitución originada en dicha omisión del legislador en el artículo
619 del Código Procesal Civil, que regula las causales de revisión en esa materia. En lo demás,
según las facultades concedidas por el artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, debe
rechazarse de plano esta acción pues el asunto base, como ya se anotó, consiste en un recurso
de revisión interpuesto con fundamento en una causal inexistente. No existiendo razón para variar
de criterio ni razones de orden público que ameriten reconsiderar la cuestión, debe rechazarse
este argumento de inconstitucionalidad por el fondo. Se rechazan por el fondo las acciones
acumuladas en cuanto a los artículos 591 incisos 1) y 2) y 619 del Código Procesal Civil. En
cuanto a lo demás, se rechazan de plano. RF
10550-09. RECURSO CONTRA SENTENCIAS, AUTOS O PROVIDENCIAS DE LA SALA
CONSTITUCIÓN Acción de Inconstitucionalidad, en contra del Párrafo in fine del artículo 11 de la
Ley de la Jurisdicción Constitucional. Aduce el accionante que la Sala Constitucional puede estar
extralimitándose en sus funciones, pues no solo resuelve sobre derechos fundamentales, sino
que además le ha quitado funciones a los otros poderes de la república, y lo más grave es que se
involucra en actos de naturaleza política sin tener ningún control político. Además, considera que
la jurisdicción constitucional conoce cotidianamente de asuntos penales o que dan fin a procesos
sin que se pueda contar con la garantía de la doble instancia en perjuicio de los derechos
fundamentales de los ciudadanos. En reiteradas ocasiones la Sala se ha pronunciado sobre la
8
constitucionalidad del artículo 11 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, se citan las
sentencias 125-92, 331-1991, 515-1993, 1013-199 y 935-1994 y con base en éstas y otras
consideraciones se rechaza por el fondo el recurso. RF
784-93.
DEBIDO
PROCESO.
IRRECURSABILIDAD
DE
LAS
SENTENCIAS
CONSTITUCIONALES. Acción de inconstitucionalidad contra el párrafo segundo del artículo 11
de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. El accionante considera que el hecho de que los fallos
de esta Sala sean irrecurribles, por disposición expresa del artículo 11 párrafo segundo de la Ley
de la Jurisdicción Constitucional, es contrario al debido proceso contenido en el artículo 41 de la
Constitución Política. En la sentencia número 125-92, la Sala declaró sin lugar la acción en
cuanto se dirige contra lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo 11 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional, porque esa norma tiene sustento en lo que establecen los artículos 10
y 48 de la Constitución Política y en doctrina universal sobre la irrecurribilidad de las sentencias
dictadas por los tribunales constitucionales. Al no existir motivos para cambiar de criterio, o
razones públicas que justifiquen reconsiderar la cuestión, lo procedente es -en uso de las
potestades conferidas en el artículo 9 supra citado-, rechazar por el fondo esta acción. Se
rechaza por el fondo el recurso. SL
3446-96. COMPETENCIA JURISDICCIONAL. Acción de Inconstitucionalidad contra el artículo 51
de la Ley de la Jurisdicción Constitucionalidad. La accionante estima que es totalmente irracional
la posibilidad de que se pueda producir una condena de responsabilidad civil en un proceso
sumario, y que el legislador rebasó los límites de razonabilidad, justicia y conveniencia con que
debe ejercer su discrecionalidad al legislar. Indica la Sala, que en un Estado de Derecho, tanto la
función administrativa como la jurisdiccional constituyen modos de ejecución de la ley, y su única
distinción consiste en los efectos; a los tribunales de justicia les corresponde la comprobación de
los hechos y del derecho mediante fallos que poseen una fuerza especial, el valor jurídico propio
que se llama "cosa juzgada", en virtud de la cual no puede ser modificada, discutida, retirada,
retractada, sino únicamente mediante los recursos establecidos en la ley; la decisión de la
Administración no tiene esta fuerza de verdad legal que se le reconoce a la cosa juzgada. Debe
tenerse en claro que son dos funciones distintas, ambas responden a fines distintos; mientras que
la función administrativa está destinada a proveer a las necesidades de la colectividad, la función
jurisdiccional tiene por fin consolidar el orden público con la solución de las diferencias y la
sanción a las violaciones de la ley; pero que, por igual están sujetas al régimen de
responsabilidad del Estado, por cuanto el daño causado por el ejercicio de cualquiera de estas
funciones es imputable a un acto del Estado, y por lo tanto, susceptible de comprometer su
responsabilidad. Por lo cual la responsabilidad patrimonial del Estado sí ha tenido discusión a lo
largo de la tramitación del recurso promovido ante la Sala Constitucional, por cuanto la misma
deriva de la comprobación o no de una actuación ilegítima de la Administración, que en este caso
se verifica por la violación de derechos fundamentales; la del funcionario sólo procede cuando ha
tenido oportunidad de manifestarse en lo personal y ejercido su defensa en ese carácter.
Asimismo, en virtud de las competencias asignadas a esta Sala por mandato constitucional o
legal, es que únicamente hace la condenatoria de daños y perjuicios en forma abstracta,
remitiendo a la vía de la ejecución de la sentencia la determinación del monto a resarcir;
procedimiento regulado en los artículos 692 a 704 del Código Procesal Civil, en el cual también
se hacen efectivas las garantías del debido proceso, y que escapa a la competencia de esta Sala.
Asimismo, no resulta violatorio del debido proceso el procedimiento seguido ante esta Sala para
reconocer esa responsabilidad, todo lo contrario, la condenatoria se fundamenta en los escritos y
documentos aportados al expediente, como resultado de la verificación de un incumplimiento a
una obligación constitucional, cual es el respeto de los derechos fundamentales. Se rechaza por
el fondo la acción. RF
1468-90. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. CONDENATORIA A FUNCIONARIOS
PÚBLICOS. Acción de Inconstitucionalidad contra el Párrafo 2° de los artículos 26 y 51 de la Ley
de la Jurisdicción Constitucional Nº 7135. Consideran los accionantes que la condena en daños y
perjuicios y costas allí previstas contra los funcionarios públicos en su carácter personal, infringe
los artículos 7, 33 y 39 de la Constitución Política, 8.1 y 24 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Lo anterior por
cuanto, a su juicio, se le deniega al funcionario público su derecho al debido proceso, se
introduce una discriminación en su perjuicio frente a los demás habitantes y se violenta el
derecho a la defensa. Resuelve esta Sala, que no procede la acción de inconstitucionalidad
contra los actos jurisdiccionales del Poder Judicial, entre los cuales se encuentran las sentencias
9
de la Sala. La inconstitucionalidad interpuesta no es medio razonable dentro de ese discutible
asunto previo, pues lo que se pretende es incumplir los mandatos de la misma Sala y de la Ley
de la Jurisdicción Constitucional y plantear la violación constitucional por parte de sentencias, lo
cual está vedado por la Carta Magna. Lo propio es que los accionantes cumplan con las
resoluciones de la Sala y con lo que dispone la Ley de la Jurisdicción Constitucional, y si
mantienen su tesis de que los artículos 26 y 51, en su segundo párrafo, son inconstitucionales,
existen otros procedimientos para que tal pretensión se resuelva; mas, dentro de un proceso que
tiende a revisar en la vía ordinaria diversas resoluciones de esta Sala, no se puede considerar la
acción como medio razonable de amparar un derecho o interés. Se rechaza por el fondo la
acción. RF
4956-09. CONDENATORIA EN LO PERSONAL EN SENTENCIAS DE LA SALA
CONSTITUCIONAL. Acción de Inconstitucionalidad contra del Artículo 51 párrafo segundo de la
Ley de Jurisdicción Constitucional. Considera el accionante que vulnera el principio de debido
proceso, el derecho de defensa y el principio procesal general a una doble instancia, en cuanto
establece la posibilidad de que un funcionario público sea condenado solidariamente en lo
personal, al pago de las costas, daños y perjuicios causados, cuando se declare con lugar un
recurso de amparo y se demuestre que medió dolo o culpa de su parte, en los términos que
establece el artículo 199 de la Ley General de la Administración Pública. Esto por cuanto,
considera que en el recurso de amparo: 1) En ningún momento se formula una relación oportuna,
expresa, precisa, clara y circunstanciada de la actuación del funcionario agente y no se
fundamenta por qué se estima hecha con dolo o culpa grave, lo cual no le permite ejercer una
efectiva defensa y vulnera los derechos de audiencia, defensa, intimación e imputación. 2) El
plazo que se concede al órgano administrativo para responder es muy breve, lo que atenta contra
la necesaria concesión de tiempo y medios razonablemente necesarios para una adecuada
preparación de la defensa. 3) El carácter sumario del amparo y el objeto de éste, no permiten un
debido proceso donde se pueda demostrar el grado de participación de la propia Administración
en la causa del daño, conforme lo establece el artículo 203 de la Ley General de la
Administración Pública, así como determinar la corresponsabilidad civil de otros funcionarios o
servidores. 4) La inexistencia de una segunda instancia impide al servidor combatir la declaración
en sentencia, lo cual también vulnera el derecho de defensa. Sobre el tema, se citan las
sentencias 3446-96 y 9819-07. Con base en lo anterior, se rechaza por el fondo la acción. RF
17745-06. CONSULTA LEGISLATIVA EN CASOS DE REFORMAS AL REGLAMENTO
LEGISLATIVO. Acción de Inconstitucionalidad contra del artículo 96 inciso b) de la Ley número
7135 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. La norma se impugna en cuanto establece la
posibilidad de que un grupo no menor a diez diputados plantee consulta previa de
constitucionalidad respecto de reformas al Reglamento de Orden, Dirección y Disciplina Interior
de la Asamblea Legislativa. Considera el accionante que dicha norma resulta contraria al principio
de autorregulación del Parlamento. SL
004548-00. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. FALTA DE QUE LA SALA CONSTITUCIONAL
VERIFIQUE LA VERACIDAD DE LOS INFORMES RENDIDOS POR LOS RECURRIDOS.
Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 44 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.
Alegan que en los procesos que se tramitan en la jurisdicción constitucional, la Sala
Constitucional no se cuestiona si los informes rendidos por las autoridades recurridas se
fundamentan en hechos falsos sino que los tiene como ciertos al haberse dado bajo juramento; lo
que a su criterio desvirtúa los hechos alegados por el recurrente, dejándole en estado de
indefensión. Considera que la norma impugnada resulta violatoria del principio de igualdad
constitucional, consagrado en el artículo 33 de la Constitución Política. Estima la Sala que la
norma cuestionada no contiene distinción alguna entre las partes procesales, como para que
pueda tenerse como violado el principio constitucional de igualdad, sino que por el contrario al
tener los informes rendidos por las autoridades recurridas dados bajo juramento, habilita la vía
penal al recurrente para que plantee la denuncia ante el Ministerio Público, si estima que el
recurrido incurrió en el delito de falsedad o perjurio. Se rechaza por el fondo la acción. RF
0255-94 / 935-94. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. IMPUGNACIÓN DE SENTENCIAS Y
REQUISITOS DE LA ACCIÓN. Acción de inconstitucionalidad contra los artículos 9 párrafo
segundo y 11 párrafo final de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, Ley número 7135 del once
de octubre de mil novecientos ochenta y nueve. Las normas impugnadas, permiten a la Sala
acoger o rechazar cualquier gestión interlocutoriamente cuando se base en normas o principios
evidentes o en precedentes judiciales de la misma, lo que resulta contrario a los artículos 10 y 85
de esa misma ley, por cuanto la vista es preceptiva necesariamente para garantizar el debido
proceso -artículo 41 Constitucional- y la oportunidad de las partes de defender oral y
10
públicamente sus tesis; y 11 párrafo final, por cuanto las resoluciones de este Tribunal no pueden
ser impugnadas, no existiendo posibilidad de revisar, revocar o reconsiderar en general ciertos
casos y actuaciones de este Despacho, ambas normas de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional, Ley número 7135 del once de octubre de mil novecientos ochenta y nueve. Sobre
el tema se citan los votos 1668-90, 588-90 y 679-90. Asimismo en lo que respecta a la alegada
inconstitucionalidad del artículo 11 parte final de la Ley de la Jurisdicción Constitucionalidad, en
cuanto no permite la impugnación de las resoluciones emanadas de este Tribunal, ya la Sala se
ha pronunciado en reiteradas ocasiones en sentencias, 331-91, 125-92. Se rechaza por el fondo
la acción. RF
2127-94. JURISDICCION CONSTITUCIONAL. SE ACUSA QUE SALA NO PERMITE QUE SE
UTILICE DOS VECES UN PROCESO PARA PLANTEAR UNA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. DOBLE INSTANCIA EN MATERIA PENAL.
Acción de
inconstitucionalidad contra el artículo 35 del Código de Procedimientos Penales y lo establecido
en el artículo 76 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, por estimar que son contrarios al
principio de igualdad y a la garantía fundamental al debido proceso, consagrados, por su orden,
en los numerales 33 y 39 Constitucionales. Alega el accionante que por estimar que son
contrarios al principio de igualdad y a la garantía fundamental al debido proceso, consagrados,
por su orden, en los numerales 33 y 39 Constitucionales, el primero de aquellos en la medida que
no permite recurrir de las resoluciones dictadas sobre recusaciones, y el segundo por cuanto no
permite que se utilice un mismo proceso como juicio base para promover una segunda acción de
inconstitucionalidad, aún cuando ésta sea distinta a la primera, toda vez que su promovente
interpreta erróneamente el concepto de "doble instancia en materia penal" que tutela nuestra
legislación y los pactos internacionales, puesto que dicha garantía debe comprenderse que
opera únicamente respecto a la resolución final dictada en un proceso, mas no así de los
pronunciamientos que no producen estado, fuera aquél, como ocurre en el caso de estudio.
Agrega el Fiscal General que lo dispuesto en el artículo 35 del citado Cuerpo normativo no viola el
"principio de doble instancia", pues, en este caso, la resolución emitida por el juzgador que
conoce del proceso, no es un pronunciamiento final de aquél y que el legislador procesal penal
hizo al excluir la posibilidad de recurrir el pronunciamiento que se interesa, fue incorporar el
"Principio de Taxatividad" en nuestro sistema procesal penal el cual en nada violenta el debido
proceso, sino que garantiza un funcionamiento más eficiente, sobre todo, si se garantiza la
posibilidad de impugnar la sentencia final. La Sala indica que no resulta demás señalar también al
promovente lo sostenido por esta Sala, en el sentido de que la más adecuada exégesis e
interpretación de lo dispuesto por el artículo 76 cuestionado, es la de entender que la restricción cuantitativa- allí establecida, opera en aquellos casos en los que la Sala se hubiese pronunciado
ya sobre el fondo de la misma cuestión debatida, mas no así, si se trata de otra diferente, de
modo que bien puede invocarse el mismo proceso como sustento a varias acciones de
inconstitucionalidad, siempre y cuando cada una de ellas se refiera a impugnaciones de diferente
índole y que el nuevo cuestionamiento no hubiese sido rechazado por el fondo o bien declarada
sin lugar la pretensión en cuanto a él. Se rechaza por el fondo el recurso. RF
LO DECLARADO INADMISIBLE
RESUMEN
0516-93. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. RECURSO CONTRA RESOLUCIONES.
CONSIDERAN QUE LA NORMA ES CONTRARIA A LA CONSTITUCION POLITICA Y ES UNA
REITERACION DEL VOTO 515-93. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 11 de la Ley
de la Jurisdicción Constitucional. Alegan la inconstitucionalidad del artículo 11 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional, por considerarlo contrario a los artículos 33, 39 y 42 de la
Constitución Política. En el artículo 9o. de la Ley de la Jurisdicción Constitucional se faculta a esta
Sala para rechazar de plano, aún desde su presentación, cualquier gestión que resulte una
simple reiteración de otra ya resuelta. Esta acción es una simple reiteración de la que se tramitó
con el número de expediente 2997-92, ante esta Sala y se rechazó por el fondo, según
11
resolución número 515-93, de las quince horas y treinta y tres minutos de hoy, razón por la que
procede rechazar de plano esta acción. Se rechaza de plano la acción. RP
1013-95. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. ALEGAN QUE LA NORMA NO INCLUYE UNA
DISPOSICION QUE RESPETA LOS DERECHOS ADQUIRIDOS, QUE SON LOS REQUISITOS
DE JUBILACION. Acción de Inconstitucionalidad contra el Transitorio I de la Ley número 7268,
de catorce de noviembre de mil novecientos noventa y uno, por considerar que es contrario al
principio de igualdad ante la ley y al principio de la irretroactividad de la ley -33 y 34 de la
Constitución Política-, por cuanto no incluyó una disposición que respetara los derechos
adquiridos al amparo de la legislación derogada -Ley número 2248-, de quienes no habían
cumplido los requisitos de jubilación de la legislación derogada, pero que les faltaba menos de
dieciocho meses para ello, disposición que sí se encuentra en la Ley Marco de Pensiones,
número 7302. En el caso en estudio por resolución DNM-M-1344-94, dictada por la Dirección
Nacional de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se resolvió el recurso de
reconsideración promovido por el accionante contra la resolución número 3445-93, del primero de
octubre de mil novecientos noventa y tres, dictada por la Dirección, el cual fue declarado con
lugar, y en consecuencia decidió: "..., revocar las resoluciones 314-93, de las dieciséis horas del
once de marzo de mil novecientos noventa y tres, de la Junta de Pensiones y Jubilaciones del
Magisterio Nacional, y 3443-93, de las diez horas del primero de octubre de mil novecientos
noventa y tres, de esta Dirección. Se requiere a la Junta para que mediante resolución ajuste a
las formalidades de Ley, otorgue el beneficio solicitado por la Ley 2248, del cinco de septiembre
de mil novecientos cincuenta y ocho y sus reformas, y de conformidad con el artículo 25 de la Ley
7268 eleve en aprobación final la resolución." Como se observa, no existe pendencia del asunto
principal, motivo por el cual no se da cumplimiento a lo requerido en el artículo 75 supra citado, y
observándose que el mismo fue resuelto en forma satisfactoria para el promovente, procede
rechazar de plano esta acción de inconstitucionalidad, de conformidad con lo dispuesto en el
párrafo primero del artículo 9 de la Ley que rige esta Jurisdicción. Se rechaza de plano la acción.
RP
1069-95. JURISIDICCIÓN CONSTITUCIONAL. LA NORMA IMPIDE INTERPONER EL
RECURSO DE AMPARO CONTRA ACTUACIONES Y RESOLUCIONES JURISDICCIONALES,
NO LE ES POSIBLE REPARAR POR NINGUN MEDIO VIOLACIONES CONSTITUCIONALES.
Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. Manifiesta el accionante que ante el Juzgado Quinto Civil de San José, se tramitó
bajo expediente número 1019-92, un proceso de "Fijación de Alquiler" contra su representada; y
que no obstante que en su criterio, conforme al artículo 13 de la Ley de Inquilinato vigente, dicha
acción judicial era inadmisible, tanto ese Juzgado, como el Tribunal Superior Primero Civil
rechazaron sus alegatos. Alega que la interpretación que de esa norma hicieron los juzgadores es
errónea, y que además violenta sus derechos constitucionales; pero que como el artículo 30
inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, impide interponer el recurso de amparo
contra actuaciones y resoluciones jurisdiccionales, no le es posible reparar por ningún medio tales
violaciones constitucionales, estimando que dicha norma es contraria a los artículos 11 y 33 de la
Constitución Política. Bajo expediente número 3-95, en el que, según indica, invocó la
inconstitucionalidad del numeral 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional aquí
impugnado. Dicho amparo se interpuso el dos de enero de este año, y fue rechazado de plano
por resolución número 69-95 de las dieciséis horas veintisiete minutos del cuatro de enero
siguiente, en la que literalmente se indicó: «La legalidad de las actuaciones de los órganos
jurisdiccionales recurridos -que dispone la admisión del incidente de aumento de alquiler
planteado por el arrendatario, sin que se hubiese observado lo dispuesto en el artículo 13 de la
Ley de Inquilinato-, que aquí se cuestiona, constituye un diferendo ajeno al ámbito de
competencia de esta Jurisdicción, toda vez que por su naturaleza es un asunto que debe
dilucidarse ante la instancia judicial que tramita el proceso de desahucio en que aquel
pronunciamiento se adoptó, más aún si se observa que lo actuado por la autoridad recurrida no
tiene el efecto de causar menoscabo alguno a los derechos fundamentales del recurrente...».
Esta acción se interpuso el veinticinco de enero en curso, es decir, varias semanas después de
haberse resuelto definitivamente el amparo que le sirve de base; y por ello, conforme a lo
dispuesto en el artículo 77 de la Ley de esta Jurisdicción, el derecho a pedir la declaración de
inconstitucionalidad que ahora interesa se extinguió desde el cuatro de enero, es decir con el
dictado de la sentencia número 69-95 indicada, debiendo en mérito de lo expuesto, rechazarse de
12
plano la acción. Se rechaza de plano la acción. RP
2903-95. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. LA NORMA IMPIDE INTERPONER EL
RECURSO DE AMPARO CONTRA ACTUACIONES Y RESOLUCIONES JURISDICCIONALES,
NO LE ES POSIBLE REPARAR POR NINGUN MEDIO VIOLACIONES CONSTITUCIONALES.
Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b.) de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. En cuanto niega a los ciudadanos recurrir en la vía del amparo tratándose de
resoluciones y actuaciones jurisdiccionales del Poder Judicial, produciéndose una situación
discriminatoria, ya que los funcionarios judiciales también pueden incurrir en erróneas
interpretaciones de la ley. El accionante no señala cual asunto puede tenerse como previo a
efecto de cumplir con la exigencia requerida en el párrafo segundo del artículo 75 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional; sin embargo, del escrito de interposición de la demanda y de la copia
aportada al expediente, se desprende que es el recurso de amparo promovido por él contra el
Tribunal Superior Segundo Civil de San José, Sección Primera, el cual se tramitó bajo expediente
número 1796-95, y que por sentencia número 1948-95, de las quince horas treinta minutos
dieciocho del abril último, fue rechazado de plano. Para promover una acción de
inconstitucionalidad ante esta Sala, es necesaria la existencia de un asunto pendiente de
resolver, de forma que la invocación que se haga en esta vía constituya en medio razonable para
amparar el derecho alegado en el asunto principal. El recurso de amparo promovido por él contra
el Tribunal Superior Segundo Civil, Sección Primera, tramitado bajo expediente número 1796-95;
el que, por sentencia número 1948-95, de las quince horas treinta minutos del dieciocho de abril
último, fue rechazado de plano, bajo las siguientes consideraciones: "UNICO: Es evidente que lo
pretendido con el amparo es revisar en esta sede el criterio vertido por los Despachos judiciales
que se mencionan en el libelo sobre el juicio ordinario de divorcio que involucra al promovente,
pretensión que, con arreglo a lo dispuesto en el inciso b) del artículo 30 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional, es inadmisible, pues no cabe el amparo contra actuaciones o
resoluciones del Poder Judicial." En razón de lo anterior, es que, habiéndose resuelto
definitivamente el recurso de amparo que figuraba como asunto previo de esta acción, es decir,
no habiendo pendencia de dicho asunto, esta acción resulta inadmisible, procediendo su rechazo
de plano, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley que rige esta Jurisdicción, en
relación con el artículo 75 ibídem. Se rechaza de plano la acción. RP
4190-95. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. CONSECUENCIAS DE LA DECLARATORIA DE
INCONSTITUCINALIDAD. ALEGA QUE NO SE CONCEDE AUDIENCIA PREVIA A LAS
PARTES AL RESPECTO, IMPIDIENDO EL CONTROL MÍNIMO INDISPENSABLE, ESTO POR
CUANTO LOS DERECHOS E INTERESES DE LAS PARTES PUEDEN SER LESIONADOS
IRREPARABLEMENTE EN FORMA SORPRESIVA. Acción de inconstitucionalidad contra el
artículo 89 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. El accionante promueve acción de
inconstitucionalidad, por estimarlo contrario a los artículos 11, 39, 41 y 154 de la Constitución
Política, ya que no se concede audiencia previa a las partes al respecto, impidiendo el control
mínimo indispensable, tendente a corroborar si realmente se da la conexión a que alude el citado
artículo, esto por cuanto los derechos e intereses de las partes pueden ser lesionados
irreparablemente en forma sorpresiva, violentándose todo el sentido y razón del principio de
defensa. El accionante fundamenta su legitimación para promover esta acción de
inconstitucionalidad, en la existencia de la acción de inconstitucionalidad presentada por la
empresa "C.S. IMES, LIMITADA" contra el párrafo primero del artículo 22 de la Ley Reguladora
de la Caña de Azúcar, tramitado bajo expediente número 0142-93 ante esta Sala, en la cual el
promovente de esta acción presentó una gestión de adición y aclaración de la sentencia número
0550-95, que declaró con lugar la misma. Anteriormente, por resolución número 3858-93, de las
catorce horas tres minutos del once de agosto de mil novecientos noventa y tres, se le tuvo como
coadyuvante pasivo de la acción tramitaba bajo expediente número 0633-93, la cual fue
acumulada a la tramitada bajo expediente número 0142-93, mediante resolución número 395993, de las catorce horas seis minutos del once del once de agosto de mil novecientos noventa y
tres. En caso de que la Sala estime que no hay asunto previo, señala que se encuentra en los
presupuestos establecidos en el párrafo segundo del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. La Sala al respecto cabe hacer varias acotaciones: en primer término, el
accionante debe tener en cuenta que en el párrafo primero del artículo 75 es claro en restringir el
acceso a la vía de la inconstitucionalidad ante este Tribunal Constitucional a "... asuntos
13
pendientes de resolver ante los tribunales, inclusive de hábeas corpus o de amparo,..."; y en
ningún momento se hace mención expresa de que la acción de inconstitucionalidad pudiera servir
como asunto previo a otra acción, a efecto de cumplir con esta exigencia establecida en el citado
artículo 75. Por otra parte, aún suponiendo que una acción de inconstitucionalidad pudiera servir
de base para plantear otra, en este caso no operaría, por cuanto la acción tramitada bajo
expediente número 0142-93 fue fallada en sentencia número 0550-95, es decir, no se encuentra
pendiente de resolver, por cuanto aunque el promovente asegura que ha planteado una gestión
de adición y aclaración, éste no incide contra el carácter de cosa juzgada del pronunciamiento,
pues mediante esta gestión no puede revocarse lo resuelto, sólo aclararlo si fuere oscuro lo
dispuesto o ampliarlo si no se hubiere resuelto sobre todo lo planteado; en otras palabras, la
adición y aclaración no opera como un recurso, sino como una gestión tendente a que se aclare o
adicione la sentencia, pero en ningún momento podrá variarse el contenido de la misma. Por
último, mediante resolución número 0349-I-95, del catorce de este mes, se denegó la gestión
promovida por el accionante, con lo cual no hay pendencia en el asunto previo, según lo
requerido por el párrafo segundo del artículo 75 de la Ley que rige esta Jurisdicción. Con
fundamento en todas las razones dadas es que, en cuanto se basa la legitimación en la
existencia de otra acción de inconstitucionalidad, no resulta admisible esta acción, lo que
ameritaría, en consecuencia, su rechazo de plano, al tenor de lo dispuesto en el párrafo primero
del artículo 9 de la Ley que rige esta Jurisdicción. La federación accionante impugna, más que la
facultad de esta Sala de declarar también la inconstitucionalidad de las otras normas "cuya
anulación resulte evidente y necesaria por su conexidad y consecuencia", el procedimiento por la
Sala utilizado en la aplicación del artículo 89 de la Ley que rige esta Jurisdicción, por cuanto no le
concede audiencia previa a las partes para que se manifiesten al respecto. En relación con lo
anterior, es necesario tener en cuenta la naturaleza misma del proceso de la acción de
inconstitucionalidad. En primer término, se trata de un proceso de naturaleza incidental y no de
una acción directa o popular, con lo cual se quiere decir, que se requiere la existencia de un
asunto pendiente de resolver -sea ante los tribunales de justicia o en el procedimiento para agotar
la vía administrativa- para poder acceder a la vía constitucional, pero de manera tal que, la acción
constituya un medio razonable para amparar el derecho considerado lesionado en el asunto
principal, de forma que lo resuelto por el Tribunal Constitucional repercuta positiva o
negativamente en dicho proceso pendiente de resolver, por cuanto se manifiesta sobre la
constitucionalidad de las normas que deberán ser aplicadas en dicho asunto; y únicamente por
excepción es que la legislación permite el acceso directo a esta vía -presupuestos de los párrafos
segundo y tercero del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional-. En razón de la
especial tarea encomendada a esta Sala Constitucional de "garantizar la supremacía de las
normas y principios constitucionales", es que esta competencia que se le otorga -de declarar la
inconstitucionalidad de las normas conexas de la norma contra la que se dirigía la acción- resulta
una consecuencia lógica, función que debe ser realizada en forma integral, es decir, solucionando
la contradicción constitucional planteada, y esta tarea no es completa si presentada una acción
contra una norma específica, se determina que otras normas, por su conexidad y consecuencia,
también resultan inconstitucionales, la Sala no pueda declarar su anulación de sistema jurídico; el
problema fáctico que se suscita si existiera ese impedimento es de gran gravedad, ya que habría
que esperar la presentación de otra acción de inconstitucionalidad para que la Sala pueda cumplir
esa obligación de garantizar la supremacía constitucional. En todo caso, esta competencia
otorgada a esta Sala tiene el límite fijado en la norma impugnada, la cual expresamente
determina que se podrá anular aquellas normas que "... cuya anulación resulte evidentemente
necesaria por conexión o consecuencia,..."; es decir, únicamente aquellas normas que resulten
indispensables para lograr la armonía con las normas y principios de la Constitución, siempre y
cuando se traten del mismo tema analizado y debatido en la sentencia de que se trate. Se
rechaza de plano la acción. RP
5411-95. JURISDICCION CONSTITUCIONAL. LA NORMA IMPIDE INTERPONER EL
RECURSO DE AMPARO CONTRA ACTUACIONES Y RESOLUCIONES JURISDICCIONALES,
NO LE ES POSIBLE REPARAR POR NINGUN MEDIO VIOLACIONES CONSTITUCIONALES.
Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b.) de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. En cuanto niega a los ciudadanos recurrir en la vía del amparo tratándose de
resoluciones y actuaciones jurisdiccionales del Poder Judicial, produciéndose una situación
discriminatoria, ya que los funcionarios judiciales también pueden incurrir en erróneas
interpretaciones de la ley. El accionante no señala cual asunto puede tenerse como previo a
efecto de cumplir con la exigencia requerida en el párrafo segundo del artículo 75 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional; sin embargo, del escrito de interposición de la demanda y de la copia
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aportada al expediente, se desprende que es el recurso de amparo promovido por él contra el
Tribunal Superior Segundo Civil de San José, Sección Primera, el cual se tramitó bajo expediente
número 1796-95, y que por sentencia número 1948-95, de las quince horas treinta minutos
dieciocho del abril último, fue rechazado de plano. Para promover una acción de
inconstitucionalidad ante esta Sala, es necesaria la existencia de un asunto pendiente de
resolver, de forma que la invocación que se haga en esta vía constituya en medio razonable para
amparar el derecho alegado en el asunto principal. El recurso de amparo promovido por él contra
el Tribunal Superior Segundo Civil, Sección Primera, tramitado bajo expediente número 1796-95;
el que, por sentencia número 1948-95, de las quince horas treinta minutos del dieciocho de abril
último, fue rechazado de plano, bajo las siguientes consideraciones: "UNICO: Es evidente que lo
pretendido con el amparo es revisar en esta sede el criterio vertido por los Despachos judiciales
que se mencionan en el libelo sobre el juicio ordinario de divorcio que involucra al promovente,
pretensión que, con arreglo a lo dispuesto en el inciso b) del artículo 30 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional, es inadmisible, pues no cabe el amparo contra actuaciones o
resoluciones del Poder Judicial." En razón de lo anterior, es que, habiéndose resuelto
definitivamente el recurso de amparo que figuraba como asunto previo de esta acción, es decir,
no habiendo pendencia de dicho asunto, esta acción resulta inadmisible, procediendo su rechazo
de plano, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley que rige esta Jurisdicción, en
relación con el artículo 75 ibídem. Se rechaza de plano la acción. RP
6267-96. JURISIDICCIÓN CONSTITUCIONAL. LA NORMA INDICA QUE IMPIDEN PLANTEAR
RECURSOS DE AMPARO Y ACCIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD CONTRA
ACTUACIONES Y RESOLUCIONES JURISDICCIONALES DEL PODER JUDICIAL. Acción de
inconstitucionalidad contra los artículos 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional y
10 de la Constitución Política. En cuanto impiden plantear recursos de amparo y acciones de
inconstitucionalidad contra actuaciones y resoluciones jurisdiccionales del Poder Judicial, resultan
contrarios a los artículos 1, 2, 9, 27, 33, 41, 48, 153 y 154 de la Constitución Política, 1, 7, 8, 19,
24, 25 y 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y 7, 8 y 17 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, y así solicita que se declare. En este extremo la acción debe
ser rechazada de plano, pues cuando se cuestiona la validez de disposiciones de la Constitución
Política, la competencia de este Tribunal únicamente está reservada al control meramente formal,
según se desprende de los dispuesto expresamente en el numeral 73 inciso ch) de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional, que señala que la acción procede “cuando se apruebe una reforma
constitucional con violación de normas constitucionales de procedimiento”, es decir, que conforme
a esa norma sólo es posible verificar en esta sede si el legislador utilizó o no, el cauce establecido
para modificar parcialmente la Constitución, estipulado en los numerales 195 y 10 inciso b) de
ésta, pero no el mérito sustancial de la reforma, por ser ello una cuestión que atañe única y
exclusivamente al constituyente derivado, y que consecuentemente escapa de la competencia de
esta Sala. La Sala Constitucional carece de competencia para analizar en la vía del amparo, la
constitucionalidad de las resoluciones o actuaciones jurisdiccionales del Poder Judicial, y que por
ende sólo resulta aplicable en esta Jurisdicción y no en otras, como pareciera entender el
accionante. La Ley de la Jurisdicción Constitucional exige que en el asunto que sirve de base a la
acción, se haya invocado la inconstitucionalidad de la norma cuestionada, y que dicha invocación
constituya medio razonable de amparar los derechos e intereses del accionante (artículo 75
párrafo primero), lo que no ocurre en este caso, en el que de anularse la norma impugnada, ello
no tendría ingerencia alguna en las diligencias que se citan en el libelo inicial; por el contrario, si
se hubiera invocado esa circunstancia ante esta Sala, dentro de un recurso de amparo, la
anulación del artículo 30 inciso b) de la Ley sí produciría como efecto inmediato la admisión del
amparo y la obligación de la Sala de resolver el fondo de lo planteado, con lo que se daría cabal
cumplimiento a la norma en análisis.- En otros términos, como no se impugna una norma que
vincule al juez en la resolución del asunto base, y que tampoco es aplicable en forma alguna
dentro de una diligencia de fijación de alquiler, la impugnación de esa norma no es un medio
razonable de defensa del accionante, y por ello la acción debe ser rechazada de plano. Se
rechaza de plano la acción. RP
05668-99. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. AMPARO CONTRA RESOLUCIONES
JUDICIALES. Acción de inconstitucionalidad contra los artículos 30 inciso b) de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional y 619 inciso 6) del Código Procesal Civil. La accionante solicita que se
declare la inconstitucionalidad de los artículos, en virtud de los cuales estima se le ha causado
una situación de absoluta indefensión, al no existir mecanismos que garanticen la aplicación y
protección de los derechos fundamentales, cuando se trata de actuaciones y resoluciones
jurisdiccionales, contrariando con ello lo dispuesto en los artículos 7, 8, 10 y 17 de la Declaración
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Universal de Derechos Humanos y 2 incisos 1) y 3) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, en lo que se refieren a la tutela judicial efectiva, recurso efectivo, garantías judiciales,
debido proceso, notificación conforme a derecho, a la garantía del derecho de propiedad y
principio de igualdad, con lo que también se infringe el artículo 7 constitucional. Señala que el
artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional es una norma general que resulta
omisa, al no establecer los casos en que procede la revisión, aplicándose en forma
indiscriminada, cuando en la práctica existen una gran cantidad de casos en que las resoluciones
jurisdiccionales son contrarias a los derechos fundamentales, dignas de protección en la vía del
amparo a excepción de una vía ordinaria de revisión; es decir, que el amparo .procedería cuando
en la vía ordinaria no existan mecanismos efectivos de protección de los derechos
fundamentales. Por su parte, del inciso 6) del artículo 619 del Código Procesal Civil, alega que
establece un mecanismo para conocer de la legalidad o ilegalidad de la indefensión en la vía
ordinaria pero condicionado, a una garantía pecuniaria y deja a la discrecionalidad del juzgador la
suspensión del proceso, lo que hace inconstitucional el procedimiento, al contradecir los
principios que tutelan la naturaleza de protección de los derechos fundamentales y, en el caso
concreto, de los principios del derecho agrario. La Sala pueda válidamente conocer de la
impugnación, "[…] se trata de un proceso de naturaleza incidental, y no de una acción directa o
popular, con lo que se quiere decir que se requiere de la existencia de un asunto pendiente de
resolver -sea ante los tribunales de justicia o en el procedimiento para agotar la vía
administrativa- para poder acceder a la vía constitucional, pero de tal manera que, la acción
constituya un medio razonable para amparar el derecho considerado lesionado en el asunto
principal, de manera que lo resuelto por el Tribunal Constitucional repercuta positiva o
negativamente en dicho proceso pendiente de resolver, por cuanto se manifiesta sobre la
constitucionalidad de las normas que deberán ser aplicadas en dicho asunto; y únicamente por
excepción es que la legislación permite el acceso directo a esta vía -presupuestos de los párrafos
segundo y tercero del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional." En el caso en
estudio, del escrito de interposición de la acción, se desprende que no hay un asunto pendiente
de resolver, toda vez que el juicio ejecutivo hipotecario que se solicita se tenga como previo a
efecto de fundamentar su legitimación -promovido por el Banco Nacional de Costa Rica contra la
empresa "Plantas Vivas, Limitada" y otros, que se tramita en expediente número 218-92, en el
Juzgado Tercero Civil de Alajuela- ya está definitivamente resuelto. Lo anterior se constata con
vista en la copia certificada de la resolución número 000151-99, de las quince horas veintidós
minutos del veintiséis de marzo del año en curso, dictada por la Sala Primera de la Corte
Suprema de Justicia -visible a folio 19-, por la que se rechazó de plano el recurso de revisión
interpuesto por la gestionante. Inclusive, promovió un recurso de amparo contra la Junta Directiva
del Banco Nacional -que se tramitó en expediente número 98-007995-007-CO-, en el que se
impugnó la decisión de cobrar un interés fluctuante del 42 por ciento, y la tramitación dada a este
caso por las autoridades jurisdiccionales, que también fue rechazado de plano por sentencia
número 08436-98, bajo las siguientes consideraciones: "Reiteradamente este Tribunal ha
indicado que de conformidad con el artículo 30 inciso b) de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional, las actuaciones y resoluciones judiciales no están sometidas al control de
constitucionalidad, por lo que, las violaciones al debido proceso no pueden ser conocidas en ésta
vía a través del recurso de amparo y deben ser alegadas en la jurisdicción ordinaria. Asimismo, y
en relación con el reclamo sobre la liquidación de intereses a una tasa variable, al estarse
tramitando el conflicto en la vía ordinaria, no resulta procedente que la Sala vierta
pronunciamiento alguno (positivo o negativo) sobre el caso, porque para dilucidar si ha habido
infracción o no de derechos fundamentales, primero se debe resolver la situación jurídica de la
parte demandante en el plano de la legalidad. Esta atribución no es de la Sala Constitucional y,
más bien, hacerlo podría interferir indebidamente en lo que es competencia de los tribunales
ordinarios. En consecuencia, lo que procede es desestimar el recurso de amparo planteado,
como en efecto se hace." En virtud de lo anterior, al no existir un asunto pendiente en el que
pueda repercutir positiva o negativamente lo que eventualmente resuelva este Tribunal
Constitucional en relación con la normativa impugnada, la acción resulta improcedente en los
términos previstos en el párrafo primero del artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional,
por lo que debe rechazarse de plano. Se rechaza de plano la acción. RP
17119-06. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. REQUISITOS DE LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. ALEGA QUE LA DOBLE SANCION EN LA MULTA ES
CONTRARIA A TODOS LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y CONSTITUCIONALES. Acción
de inconstitucionalidad contra el artículo 44 incisos a), b.1.2.3. y c) de la Ley Constitutiva de la
Caja Costarricense del Seguro Social y el artículo 74 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.
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Alega que la Constitución Política establece claramente la prohibición de juzgar dos veces el
mismo hecho. Tanto los incisos a) y b) párrafo tercero, del artículo 44, establecen lo que
constituye una doble sanción de multa, en el primer caso por no iniciar el proceso de
empadronamiento y en el segundo, por no deducir la cuota obrera. Es preciso observar que los
dos supuestos de hecho que contenidos en ambos incisos están íntimamente relacionados al
punto que se trata de un mismo hecho, pues si un trabajador no fue empadronado, no es posible
deducir sus cuotas. Si bien el legislador tiene potestad para establecer sanciones, debe ajustarse
al marco constitucional y no puede imponer dos o más sanciones generadas en un mismo hecho,
de manera arbitraria. La norma viola también el principio de razonabilidad; no se busca el simple
castigo, sino que va más allá, socavando el patrimonio del administrado. Adicionalmente la multa
que se impone es confiscatoria y constituye un enriquecimiento sin causa a favor de la
Administración. Por otra parte, la accionante acusa la inconstitucionalidad del artículo 74 de la
Ley de la Jurisdicción Constitucional pues prohíbe interponer acción de inconstitucionalidad
contra los actos jurisdiccionales del Poder Judicial. Tal y como señala el artículo 1° de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional, su objetivo es garantizar la supremacía de las normas y principios
constitucionales, así como los derechos y libertades fundamentales, consagradas en la
Constitución Política. ¿Qué sucede cuando los jueces, al dictar sentencias, por interpretación u
omisión, resuelven a contrapelo de lo establecido en la Constitución Política? El artículo 3 de la
Ley de la Jurisdicción Constitucional establece claramente los casos en que resulte infringida la
Constitución Política, esto es, cuando así resulte de la confrontación del texto de la norma o acto
cuestionado, de sus efectos o interpretación o aplicación por las autoridades públicas, con las
normas y principios constitucionales. No hay ninguna justificación razonable para excluir a los
jueces –emisores de actos jurisdiccionales-, del control de constitucionalidad, como autoridades
públicas que son. Tal disposición es contraria al espíritu que inspira la Ley y además, es
irrazonable y arbitraria. El control de constitucionalidad de las normas se realiza a través de la
acción de inconstitucionalidad, la cual es una gestión que debe reunir determinadas formalidades
establecidas en la Ley de la Jurisdicción Constitucional y que, de no cumplirse, impiden a la Sala
conocer sobre la impugnación que se presenta. En relación con este aspecto, este Tribunal ha
señalado: "[...] se trata de un proceso de naturaleza incidental, y no de una acción directa o
popular, con lo que se quiere decir que se requiere de la existencia de un asunto pendiente de
resolver -sea ante los tribunales de justicia o en el procedimiento para agotar la vía
administrativa- para poder acceder a la vía constitucional, pero de tal manera que, la acción
constituya un medio razonable para amparar el derecho considerado lesionado en el asunto
principal, de manera que lo resuelto por el Tribunal Constitucional repercuta positiva o
negativamente en dicho proceso pendiente de resolver, por cuanto se manifiesta sobre la
constitucionalidad de las normas que deberán ser aplicadas en dicho asunto; y únicamente por
excepción es que la legislación permite el acceso directo a esta vía -presupuestos de los párrafos
segundo y tercero del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional-" Analizado el
expediente del proceso que la accionante identifica como base de la acción, el Tribunal
comprueba que ya concluyó. En efecto, mediante sentencia de segunda instancia dictada a las
ocho horas del veintidós de junio del 2006, el Juzgado de Trabajo del Segundo Circuito Judicial
de la Zona Atlántica confirmó la sentencia venida en alzada, por la cual se declaró a la accionante
autora responsable por infracción a la Ley de la Caja Costarricense del Seguro Social,
imponiéndole al efecto una multa. Si bien de la accionante recurrió esa resolución a través de un
recurso de Casación ante la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia, ésta mediante
resolución de las nueve horas cincuenta y cuatro minutos del veinticinco de agosto del dos mil
seis, rechazó de plano el recurso. Por carecer de asunto previo y de legitimación, requisitos de
admisibilidad que exige el artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, la acción debe
ser rechazada de plano. Se rechaza de plano la acción. RP
00060-02. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. REQUISITOS DE LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. SE PROCURA EL RESPETO AL DEBATE POLÍTICO
ORGANIZADO POR TELENOTICIAS CANAL 7, EL CUAL ESTÁ BASADO EN LAS
ENCUESTAS DE OPINIÓN PÚBLICA SOBRE LA INTENCIÓN DE VOTO. Acción de
inconstitucionalidad contra los artículos 30 inciso d) y 74 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. Alega que interpuso el recurso de amparo contra el Tribunal Supremo de
Elecciones, en el cual se procura el respeto al debate político organizado por Telenoticias Canal
7, el cual está basado en las encuestas de opinión pública sobre la intención de voto, creando sin
lugar a dudas interés respecto de los que tienen mayoría a su favor, y no los emergentes o de
minoría. Que en el recurso de amparo, se invoca la inconstitucionalidad de lo dispuesto en los
artículos 30 inciso d) y 74 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, tanto por contrariar normas
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constitucionales como convencionales. No obstante que los recurrentes consideran ilegítimo
desde el punto de vista constitucional y convencional, que no proceda el amparo contra los actos
y disposiciones del Tribunal Supremo de Elecciones, así como aquellos relativos al ejercicio de la
función electoral, estima esta Sala, que con base en los diferentes pronunciamientos que ha
emitido esta jurisdicción sobre el tema de la admisibilidad de recursos de amparo o de habeas
corpus, que sustentan acciones de inconstitucionalidad, se requiere –previamente- que los
mismos sean admisibles. De este modo, por sentencia No. 1994-2004, entre otras estableció: "
Por otra parte, la Sala no puede dejar de advertir la situación concreta planteada en el recurso,
específicamente en lo que se refiere a la posibilidad que otorga el artículo 75 párrafo primero de
la Ley de la Jurisdicción Constitucional, de interponer una acción de inconstitucionalidad sobre la
base de un recurso de amparo o de hábeas corpus pendiente ante ella, debiendo indicarse que
para estos casos es absolutamente necesario que éstos sean admisibles; es decir, que
efectivamente se trate de un asunto en el que estén de por medio no sólo derechos
fundamentales de las personas, sino también que para su resolución hayan de aplicarse las
normas cuya inconstitucionalidad se pretende; un amparo o hábeas corpus manifiestamente
improcedente no constituye medio razonable de amparar ningún derecho o interés, y por ello no
puede pretenderse dentro de aquél una declaratoria de inconstitucionalidad, pues ello implicaría
reconocer, por esa vía, la existencia en nuestro ordenamiento de una acción popular como
presupuesto de legitimación para el acceso al control de constitucionalidad de las normas,
situación que en reiteradas oportunidades se ha sido rechazado, tanto en la doctrina
especializada, como la propia jurisprudencia de esta Sala.-" No obstante, del análisis que se hizo
de los alegatos del recurrente al resolverse el amparo por sentencia 2002-00059, y según ha
resuelto la jurisprudencia constitucional, como se indicó supra, no es posible fundar una acción de
inconstitucionalidad en un recurso de amparo o de habeas corpus, que sea inadmisible en esta
jurisdicción, pues ello sería admitir, una acción popular como presupuesto de legitimación para el
acceso al control de constitucionalidad de las normas, cosa que, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, no existe. Por ello, la Sala estima
que al haberse rechazado el recurso de amparo, evidentemente, el asunto no puede radicarse en
esta jurisdicción constitucional por carecer de un asunto pendiente de resolver. Se rechaza de
plano la acción. RP
09079-02. JURISDICCION CONSTITUCIONAL. LOS ARTICULOS QUE FUERON
DEROGADOS QUE POR MOTIVO NO PUEDEN SER UTILIZADOS NI APLICADOS COMO
NORMAS JURIDICAS. Acción de inconstitucionalidad contra los artículos 86 a 95 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Alega que tales artículos fueron derogados por los artículos 534 al
541 del Código Procesal Civil, motivo por el cual no pueden ser utilizados ni aplicados como
normas jurídicas para regular el procedimiento de la declaratoria de inconstitucionalidad de una
norma jurídica. Manifiesta estar legitimado para interponer la acción con sustento en el párrafo
segundo del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional que dispone que no sea
necesario el caso previo pendiente de resolución cuando por la naturaleza del asunto no exista
lesión individual y directa. Este es un asunto en el cual no puede existir lesión, individual o
colectiva en razón de que la naturaleza misma del asunto -revisión de la misma Ley de la
Jurisdicción Constitucional- no lo permite. Señala que la Ley de la Jurisdicción Constitucional
(L.J.C.) fue aprobada el cinco de octubre de 1989, sancionada por el Poder Ejecutivo el 11 de
octubre de 1989 y publicada en el Diario Oficial La Gaceta el 19 de octubre de 1989, fecha en que
entró en vigencia. Por su parte el Código Procesal Civil (C.P.C.) fue aprobado por la Asamblea
Legislativa el 21 de julio de 1989, sancionado por el Poder Ejecutivo el 16 de agosto de 1989 y
publicado en el Diario Oficial La Gaceta el 3 de noviembre de 1989; entró en vigencia el 3 de
mayo de 1990, según dispuso su propia normativa. Ese Código, en sus artículos 534 al 541
contempla el procedimiento para declarar la inconstitucionalidad de una norma. Las leyes no
están vigentes cuando se aprueban y sancionan por la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo
respectivamente, sino como señala la Constitución Política, cuando ellas lo designen. Si el C.P.C.
entró en vigencia en fecha posterior (3 de mayo de 1990) a la L.J.C. (19 de noviembre de 1989) y
las leyes posteriores derogan a las anteriores, ese Código derogó el procedimiento de
declaración de inconstitucionalidad de una norma jurídica contemplado en la L.J.C., de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 129 párrafos primero y quinto de la Constitución
Política. En vista de que el Código Civil no señala la posibilidad de eliminar normas jurídicas
inconstitucionales, sino solamente desaplicarlas, la Sala Constitucional no puede eliminar una
norma jurídica, pues al hacerlo estaría aplicando una normativa derogada, lo que violaría la
misma Constitución Política. Previendo tal choque de procedimientos el legislador indicó en el
artículo 113 inciso c) de la L.J.C. que el procedimiento de declaración de inconstitucionalidad de
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las normas contenido en el C.P.C. se derogaba. Sin embargo, tal derogativa no se podía realizar
pues al entrar en vigencia la L.J.C. el C.P.C. aún no existía como norma jurídica. Tampoco puede
considerarse que la L.J.C. derogara "a futuro" el C.P.C. pues tal derogatoria a futuro no solo no la
contempla la Constitución Política, sino que pareciera contradecirla al tenor del texto del artículo
129. Impugna asimismo el artículo 114 de la L.J.C. que indica: "Artículo 114. Vigencia de esta ley.
Esta ley rige a partir de su publicación y sólo podrá ser modificada por otra destinada
expresamente a complementar o modificar su texto." La posibilidad de modificación expresa
contradice lo establecido en los artículos 129 y 121 inciso 1) de la Constitución Política, en tanto
las potestades de la Asamblea Legislativa no pueden ser limitadas ni restringidas por el texto de
una ley ordinaria. La L.J.C., al igual que cualquier ley ordinaria, puede ser objeto de
modificaciones expresas o implícitas por cualquier ley posterior. Tal limitación constituye una
violación al principio constitucional según el cual ninguno de los poderes puede delegar ni dejar
de ejercer las funciones que le son propias. El párrafo segundo del artículo 75 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Este artículo establece los presupuestos de admisibilidad en las
acciones de inconstitucionalidad, y regula tres situaciones distintas: en el párrafo primero, exige la
existencia de un asunto pendiente de resolver, sea en sede judicial, incluyendo los recursos de
hábeas corpus o de amparo, o en la administrativa, en el procedimiento de agotamiento de esta
vía, en el que se invoque la inconstitucionalidad de la norma cuestionada, como medio razonable
de amparar el derecho que se considera lesionado en el asunto principal; en los párrafos segundo
y tercero, se regula la acción directa -no se requiere del asunto base-, en los siguientes
supuestos: cuando por la naturaleza del asunto no exista lesión individual y directa, o se trate de
la defensa de intereses difusos, o que atañen en la colectividad en su conjunto; y cuando la
acción sea promovida por el Procurador General de la República, el Contralor General de la
República, el Fiscal General de la República y el Defensor de los Habitantes. El concepto
contenido en la frase 'por la naturaleza del asunto no exista lesión individual y directa' se ha
utilizado para admitir aquellos asuntos que no causan una lesión directa e individual al ciudadano;
es decir, son aquellos asuntos en los que no se está legitimado, ni individual ni colectivamente, ni
como miembro de una determinada comunidad de intereses difusos, pero que frente a las normas
impugnadas nadie lo estaría excepto de una manera totalmente indirecta o refleja. La primera, la
fase introductoria o de iniciativa, consiste en la presentación de un proyecto de ley en la
Asamblea Legislativa (art. 123 de la Constitución Política). Luego siguen las fases de deliberación
y resolución, que suponen la discusión y aprobación del proyecto en Comisión o en el plenario
(art. 124 de la Constitución Política). La última etapa de ese proceso corresponde a la
promulgación y publicación de la ley. Dentro de este proceso, la promulgación constituye en
concreto la emisión de una Ley, acto sin el cual aquella no existiría. El último paso dentro de ese
proceso es la publicación de la ley, que no tiene que ver con la existencia misma de ella, sino con
su obligatoriedad. Si bien se puede distinguir entre ambos momentos -algún sector de la doctrina
constitucional lo hace, otro no-, en nuestro ordenamiento jurídico ambas instituciones coinciden
en un solo acto jurídico, pues la promulgación se expresa a través de la publicación de la ley. Así
y de conformidad con nuestro ordenamiento, la validez de una ley la determina la sanción
ejecutiva o el resello y la eficacia, su publicación en el Diario Oficial. En este sentido, la vigencia
de la ley, su vida o posible aplicación, se extiende a partir del plazo señalado al promulgarla,
hasta su derogación, expresa o tácita; hasta cumplir su finalidad, si su contenido está limitado a
determinadas circunstancias o por el simple transcurso del tiempo, cuando la misma ley establece
un plazo de vigencia. En el caso en estudio, cuando se aprobó el Código Procesal Civil, el
legislador estimó necesario diferir su entrada en vigencia algunos meses, con el objeto de
adecuar la situación jurídica precedente a las nuevas normas y causar el menor trastorno posible
en la vida jurídica y general del país (ver artículo 9° de la Ley Nº 7130). Se rechaza de plano la
acción. RP
02795-04. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. LA NORMA IMPIDE LA FORMULACIÓN DE
RECURSOS
DE
AMPARO
CONTRA
RESOLUCIONES
Y
ACTUACIONES
JURISDICCIONALES. Acción de inconstitucionalidad contra el inciso b) del artículo 30 de la Ley
de la Jurisdicción Constitucional. Los accionantes solicitan la declaratoria de inconstitucionalidad
del inciso b) del artículo 30 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, que impide la formulación
de recursos de amparo contra resoluciones y actuaciones jurisdiccionales; lo cual estiman
violatorio de los artículos 11, 39, 41, y 154 de la Constitución Política, en tanto constituye una
infracción del debido proceso, al impedir el acceso al control constitucional, y por ende, a la
justicia; lo cual crea una situación de impunidad respecto de los administradores de justicia que
resuelven contra derecho, teniéndose en cuenta que la judicatura es evidentemente una función
pública. Asimismo, estiman infringido el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos
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Humanos (Pacto de San José), por no disponer nuestro ordenamiento jurídico de un mecanismo
rápido, sencillo y efectivo para amparar a los ciudadanos contra los actos que violen los derechos
fundamentales, cuando son cometidos por los administradores de justicia, en el ejercicio de sus
cargos. Por último, consideran que la norma impugnada es contraria al propio espíritu de la
jurisdicción constitucional, toda vez que no garantiza la supremacía constitucional y del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos. Ya con anterioridad esta Sala ha considerado al
respecto: " [...] se trata de un proceso de naturaleza incidental, y no de una acción directa o
popular, con lo que se quiere decir que se requiere de la existencia de un asunto pendiente de
resolver -sea ante los tribunales de justicia o en el procedimiento para agotar la vía
administrativa- para poder acceder a la vía constitucional, pero de tal manera que, la acción
constituya un medio razonable para amparar el derecho considerado lesionado en el asunto
principal, de manera que lo resuelto por el Tribunal Constitucional repercuta positiva o
negativamente en dicho proceso pendiente de resolver, por cuanto se manifiesta sobre la
constitucionalidad de las normas que deberán ser aplicadas en dicho asunto; y únicamente por
excepción es que la legislación permite el acceso directo a esta vía -presupuestos de los párrafos
segundo y tercero del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.-" Sin embargo, debe
hacerse la observación de que la acción es inadmisible, precisamente por haber precluido la fase
procesal en que se realizó tal invocación; por cuanto, esa apelación (de la resolución que rechazó
el incidente de presentación de libros) fue rechazada por el Tribunal Superior Civil, mediante voto
número 109, de las catorce horas del nueve de abril siguiente (según información que dan los
propios accionantes en el memorial de interposición, visible a folio 11 del expediente); suerte que
también sufrió la gestión de adición y aclaración que formularon contra ese voto. De manera, que
al haberse resuelto definitivamente el punto debatido en el proceso judicial que lo sustenta, en
que se realizó la invocación de inconstitucionalidad de la norma impugnada en esta acción, sea,
al haberse rechazado el incidente de presentación de libros, no puede pretenderse su discusión
en la etapa procesal en que se encuentra el proceso, en que se discute si procede o no la litis
consorcio pasivo necesaria; ya que ello iría contra el principio de la seguridad jurídica, que
también integra el ordenamiento jurídico (bloque de legalidad, en los términos previstos en el
artículo 7 de la Ley General de la Administración Pública). Asimismo, es dable considerar que la
admisión de esta acción, en lo términos en que está planteada, implicaría "ordinarias" esta
jurisdicción, en tanto lo que se pretende es la revisión, en esta sede, de las diversas resoluciones
y actuaciones de las autoridades judiciales que han conocido del proceso que sustenta esta
acción -tanto del Juzgado Quinto Civil de Mayor Cuantía de San José, como del Tribunal Superior
Civil-, materia que escapa al control constitucional, no por disposición legal, sino constitucional,
en los términos previstos en el artículo 10 de la Constitución Política: "Corresponderá a una Sala
especializada de la Corte Suprema de Justicia declarar, por mayoría absoluta de sus miembros,
la inconstitucionalidad de las normas de cualquier naturaleza y de los actos sujetos al Derecho
Público. No serán impugnables en esta vía los actos jurisdiccionales del Poder Judicial, la
declaratoria de elección que haga el Tribunal Supremo de Elecciones y los demás que determine
la ley." En virtud de lo cual, al tenor de lo dispuesto en los artículos 9, párrafo primero, y 75 de la
Ley que regula esta Jurisdicción, por inadmisible, procede el rechazo de plano de la acción. Se
rechaza de plano la acción. RP
08924-04. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. ALEGAN QUE LA NORMA NO POSEE UNA
AUTÉNTICA LIBERTAD DE PETICIÓN, YA QUE ESTA SE DISMINUYE ANTE EL
REQUERIMIENTO DE LA AUTENTICACIÓN. Acción de inconstitucionalidad contra el párrafo
primero del artículo 78 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Sostiene que tal requisito, en
su caso concreto de simple ciudadano, contraviene los numerales 27 y 33 de la Constitución
Política y 8, 24 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos por 4 razones: no
posee una auténtica libertad de petición, ya que esta se disminuye ante el requerimiento de la
autenticación; no es igual ante la ley, pues un particular requiere de un profesional en Derecho
que homologue y respalde su dicho; no tiene recursos económicos para pagar los honorarios de
un profesional en Derecho; y no tiene acceso real a discutir y criticar aquellas medidas que
contravienen los principios enunciados en la Constitución. En cuanto a la legitimación, el
accionante alega que defiende intereses difusos, por tratarse del derecho de petición, uno en el
que el firmante posee un interés individual en tanto se afecta su libertad de petición ante
funcionarios públicos, pero en el que a la vez existe un interés colectivo, ya que la lesión también
se produce en la colectividad como un todo. Por otra parte, el recurrente se niega a presentar
autenticada su firma por razones económicas y porque las razones de la acción son personales,
de tal manera que considera que no necesariamente un abogado litigante debe coincidir con él.
La Sala se pronunció así sobre la naturaleza incidental de la acción de inconstitucionalidad: “La
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acción de inconstitucionalidad es, en esencia, incidental. Es decir, su interposición debe
analizarse, primero que nada, desde el punto de vista de un asunto principal, respecto del cual es
un instrumento para el efectivo respeto de los derechos o intereses en él reclamados. Uno de los
aspectos medulares de ese estudio inicial es el de la legitimación con la que se actúa. La
fundamentación en un asunto principal es el primero de los supuestos tratados en el artículo 75
de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, norma básica en relación con el tema. Las restantes
hipótesis deben comprenderse restringidamente, no con el ánimo de cercenar el derecho a la
tutela judicial efectiva, sino de respetar la lógica del sistema de justicia constitucional en lo que
toca al control de constitucionalidad, pues de nada valdría la construcción del legislador de un
esquema relativamente formal para el inicio de la acción de inconstitucionalidad, si en la práctica
se dejara de lado toda forma y se admitieran los asuntos, como si se tratara de un sistema regido
por la denominada acción popular. Pueden, de este modo, calificarse como especiales y
excepcionales los casos del párrafo segundo del artículo 75 citado, que eximen al actor de
vinculación alguna con un asunto principal.” No comparte la Sala el criterio del accionante: se
entiende que hay intereses difusos ante una lesión concreta aunque no individualizada; es claro
que la lesión debe ser real y no solo potencial. El accionante no presenta ningún caso de lesión
actual individualizada o difusa, sino tan solo una eventualidad. Solo una interpretación extensiva,
en contra de lo que reiteradamente ha resuelto la Sala, podría sustentar la tesis expuesta. En
consecuencia, la acción debe rechazarse de plano. La Sala echa de menos la autenticación de la
firma del accionante, lo que habría dado lugar a que se le previniera a su cumplimiento, de
conformidad con el artículo 80 del la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Sin embargo, habiendo
razones para rechazar la acción, carece de sentido prevenir ese cumplimiento. Por economía
procesal, lo apropiado es rechazar sin más trámite la gestión, tal como lo permite el artículo 9 de
la ley que rige esta Sala. Se rechaza de plano la acción. RP
12392-04. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 77 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Esta norma es inconstitucional, pues para que un tipo penal sea legal,
el delito allí normado debe de contener en su redacción dos elementos de obligada
consideración: tipicidad y antijuridicidad. Lesiona la exigencia de la tipicidad pues en su inciso 2)
no señala la conducta a realizar y el inciso 3) obliga al destinatario a complementar la descripción
de la conducta del autor con otra norma penal, el artículo 219 del Código Penal. Manifiesta que
interpuso un proceso de revisión ante la Sala Tercera de lo Penal, el cual fue rechazado por este
Tribunal por voto 2004-00892, pues estimó que la solicitud era inadmisible e infundada. El
Tribunal indicó que no existe una causal para tramitar un proceso de revisión penal cuando el
vicio consista en un defecto en la estructuración de un tipo penal como sucede con el artículo 213
del Código Penal. El único fundamento jurídico que puede usarse para denegar un procedimiento
de revisión de la sentencia penal que alega la inconstitucionalidad de una norma es el artículo 77
de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. De la redacción de este artículo se concluye que una
vez firme el fallo de la sentencia, se pierde el derecho a pedir que se examine la legalidad penal
de una norma penal. En este caso, la del artículo 213 del Código Penal pues en el caso de
sentencias firmes caduca el derecho a presentar la acción de inconstitucionalidad de una norma
penal sin importar si la sentencia se fundamenta en la norma a cuestionar. Lo dispuesto por este
artículo constituye una denegatoria de justicia, pues permite que se dicte una sentencia con
sustento en un tipo penal ilegal, lo que no solo es contrario al principio de legalidad, sino que
constituye un horror judicial que viola derechos humanos regulados por tratados con rango
superior a la ley. El artículo 77 constituye un obstáculo para revisar las sentencias dictadas en su
contra; es inconstitucional pues impide presentar la acción de inconstitucionalidad. En este caso,
sin embargo, el accionante presenta un escrito que no cumple ninguno de los requisitos de
admisibilidad. En primer término, el accionante no indica la legitimación que ostenta para accionar
ante esta jurisdicción, sea porque exista un asunto pendiente de resolución de conformidad con el
párrafo primero del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional o porque se encuentre
dentro de alguno de los supuestos establecidos en el párrafo segundo del mismo artículo que le
permitiría accionar en forma directa. El escrito de interposición de la acción no está autenticado,
ni en él se indica en forma clara, el o los motivos por los que estima que la norma impugna es
inconstitucional. El accionante se limita a objetar en forma general la sentencia de la Sala Tercera
que rechazó el proceso de revisión interpuesto por él, rechazo que a su juicio es consecuencia de
lo dispuesto en el artículo 77 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Sin embargo, lo cierto es
que en este caso dicha prevención implicaría la presentación de una nueva gestión, pues la
actual no cumple con ninguno de los requisitos exigidos, motivo por el cual la gestión deviene
improcedente y manifiestamente infundada, lo que motiva su rechazo de plano, al tenor de lo
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dispuesto en el párrafo primero del artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Se
rechaza de plano la acción. RP
12393-04. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 77 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Alega que por desconocimiento de la ley procesal y sustantiva fue
sentenciado con fundamento en el artículo 213 del Código Penal, norma que vulnera el principio
de legalidad penal. Esta norma es inconstitucional, pues para que un tipo penal sea legal, el delito
allí normado debe de contener en su redacción dos elementos de obligada consideración:
tipicidad y antijuridicidad. Lesiona la exigencia de la tipicidad pues en su inciso 2) no señala la
conducta a realizar y el inciso 3) obliga al destinatario a complementar la descripción de la
conducta del autor con otra norma penal, el artículo 219 del Código Penal. Manifiesta que
interpuso un proceso de revisión ante la Sala Tercera de lo Penal, el cual fue rechazado por este
Tribunal por voto 2004-00892, pues estimó que la solicitud era inadmisible e infundada. El
Tribunal indicó que no existe una causal para tramitar un proceso de revisión penal cuando el
vicio consista en un defecto en la estructuración de un tipo penal como sucede con el artículo 213
del Código Penal. El único fundamento jurídico que puede usarse para denegar un procedimiento
de revisión de la sentencia penal que alega la inconstitucionalidad de una norma es el artículo 77
de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. De la redacción de este artículo se concluye que una
vez firme el fallo de la sentencia, se pierde el derecho a pedir que se examine la legalidad penal
de una norma penal. En este caso, la del artículo 213 del Código Penal pues en el caso de
sentencias firmes caduca el derecho a presentar la acción de inconstitucionalidad de una norma
penal sin importar si la sentencia se fundamenta en la norma a cuestionar. Lo dispuesto por este
artículo constituye una denegatoria de justicia, pues permite que se dicte una sentencia con
sustento en un tipo penal ilegal, lo que no solo es contrario al principio de legalidad, sino que
constituye un horror judicial que viola derechos humanos regulados por tratados con rango
superior a la ley. El artículo 77 constituye un obstáculo para revisar las sentencias dictadas en su
contra; es inconstitucional pues impide presentar la acción de inconstitucionalidad. Finalmente
señala que denunció a Costa Rica por violación a las garantías del debido proceso, motivo por el
cual desea dejar agotada la vía interna, para que la denuncia ante la Corte Interamericana no
sufra ningún obstáculo. La exigencia de la existencia de un asunto pendiente de resolver,
establecida en el párrafo primero de la Ley que rige esta Jurisdicción, como se anotó
anteriormente, ha sido interpretada por esta Sala de manera tal que, no basta la mera exigencia
de la existencia de ese asunto, ni la simple invocación de inconstitucionalidad de la norma
impugnada, sino que la acción de inconstitucionalidad debe constituir “medio razonable para
amparar el derecho o interés considerado lesionado”, tal y como lo dispone la norma en
comentario, es decir, que la misma debe ser de aplicación -directa o indirecta- en el asunto que le
da sustento a la acción. Todo lo anterior demuestra que, por decisión del legislador, la acción de
inconstitucionalidad es una gestión que debe reunir determinadas formalidades, contrario con lo
que sucede con los recursos de hábeas corpus y de amparo. Así, si no se cumplen algunos de
los requisitos de ley, de conformidad con el artículo 80 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional,
la Presidencia de la Sala puede prevenir la presentación de los requisitos omitidos. En virtud de lo
dispuesto por el artículo 80, la Presidencia de esta Sala podría haberle prevenido la presentación
de los requisitos que fueron omitidos. Sin embargo, lo cierto es que en este caso dicha
prevención implicaría la presentación de una nueva gestión, pues la actual no cumple con
ninguno de los requisitos exigidos, motivo por el cual deviene improcedente y manifiestamente
infundada, lo que motiva su rechazo de plano. Se rechaza de plano la acción. RP
009202-09. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. NORMA NO PERMITE INTERPONER
AMPARO NI ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD CONTRA LAS RESOLUCIONES Y
ACTUACIONES JURISDICCIONALES. Acción de inconstitucionalidad contra los artículos 30
inciso b), 74 y 77 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Alega que la Constitución Política es
la norma superior del ordenamiento jurídico. De ahí que el contenido de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional debe ajustarse a aquella. Los artículos 30 inciso b) y 74 de dicha ley, no permiten
interponer recurso de amparo ni acción de inconstitucionalidad contra las resoluciones y
actuaciones jurisdiccionales y las dictadas por el Tribunal Supremo de Elecciones, lo cual lesiona
los artículos 8 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos y el artículo 7 de la
Constitución Política. Por otra parte, el artículo 77 es inconstitucional pues el derecho a pedir la
declaratoria de inconstitucionalidad jamás puede darse por la firmeza de una sentencia mucho
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menos en una condenatoria. Si así fuera entonces se estaría derogando de facto el recurso
establecido en el artículo 408 del C.P.P. (sic). Indica el accionante que la sentencia, aunque
firme, pudo darse violentando las garantías judiciales o procesales descritas. Así, obligar al
recurrente a obtener de la propia Sala III que declare la violación por parte de ella misma de esas
garantías, resulta ilusorio y contrario a derecho, y lesiona los artículos 8.1 y 8.2.4 sobre la
competencia, independencia e imparcialidad. Todo lo anterior demuestra que, por decisión del
legislador, la acción de inconstitucionalidad es una gestión con determinadas formalidades,
contrario a lo que sucede con los recursos de hábeas corpus y amparo, de manera que si no se
cumplen los requisitos de ley, aunque se trate de uno sólo de ellos, la Sala está facultada para
rechazar de plano la acción, de conformidad con lo dispuesto en el párrafo primero del artículo 9
de la Ley que rige esta Jurisdicción. En algunos casos, la ausencia de uno o varios requisitos
pueden ser prevenidos para su cumplimiento por la Presidencia de la Sala. Sin embargo, ello no
procede en este caso debido a que existen razones adicionales que hacen inadmisible la acción.
La Sala no encuentra relación alguna entre dichos cuestionamientos y las normas impugnadas,
que excluyen del control constitucional, sea a través del recurso de amparo o de la acción de
inconstitucionalidad, las resoluciones y actuaciones jurisdiccionales del Poder Judicial y los actos
y disposiciones del Tribunal Supremo de Elecciones. Por otra parte, el accionante no invocó la
inconstitucionalidad de las normas en el asunto previo, lo cual es un requisito necesario de
conformidad con lo establecido en la Ley de la Jurisdicción Constitucional que permite comprobar
que la acción es medio razonable de amparar el derecho que se estima lesionado en el proceso
pendiente de resolución. En segundo término el accionante alega la defensa de intereses
colectivos. Sobre este último aspecto, es preciso indicar que cuando el artículo 75 párrafo
segundo de la Ley de la Jurisdicción Constitucional hace mención a "los derechos que atañen a la
colectividad en su conjunto", no se esté refiriendo a la colectividad nacional, ni a una colectividad
regional, ni a un grupo de hecho de personas, pues ello equivaldría a aceptar y reconocer una
acción popular no regulada en nuestra legislación. Con dicha frase el legislador quiso referirse a
la legitimación que ostenta una entidad corporativa, cuando actúa por intermedio de sus
representantes en defensa de las personas que conforman su base asociativa. En este supuesto,
como requisito adicional se exige que se trate del cuestionamiento de normas o disposiciones que
inciden en aquel núcleo de derechos o intereses que constituye la razón de ser y el factor
aglutinante de la agrupación, aún cuando en algunos casos, los efectos de tales normas pudieran
repercutir de manera individualizada en cada uno de sus miembros. La acción no constituye
medio razonable de amparar el derecho que se estima lesionado; además, el accionante carece
de legitimación para alegar la defensa de intereses colectivos. Por ello, procede el rechazo de
plano de la acción. Se rechaza de plano la acción. RP
018344-09. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. DEROGATORIA DEL APREMIO CORPORAL.
LA NORMA DE APREMIO CORPORALES PATRONO PAGAR EL SALARIO AL
TRABAJADOR, NO PERMITIR LA APLICACIÓN DEL APREMIO CORPORAL PARA COBRAR
SALARIOS. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 113 inciso ch) de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Se alega que la norma impugnada vulnera el derecho humano a una
remuneración, mediante la cual el trabajador y su familia puede obtener una subsistencia digna,
según el artículo 7 inciso a) del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos Económicos Sociales y Culturales. Afirma que siendo un deber
constitucional del patrono pagar el salario al trabajador, no permitir la aplicación del apremio
corporal para cobrar salarios, siendo equivalente al incumplimiento de deberes alimentarios, es
inconstitucional la no aplicación del artículo 583 del Código de Trabajo, que establece que el
cobro de toda clase de salarios se hará por la vía de apremio corporal, una vez que los Tribunales
de Trabajo hayan declarado en forma definitiva el respectivo derecho. Señala que el Código de
Trabajo establece apremio, en los artículos 94 bis y 554 por lo cual no hay duda de que el artículo
583 está vigente, no hay una voluntad expresa del legislador en desproteger al trabajador
derogando el mismo. Debe aplicarse el apremio ya que está regulado de antemano en el Código
de Trabajo, en la Constitución Política, y el salario no es una obligación netamente civil, por lo
que no representa roces con instrumentos internacionales como el artículo 7.2 de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos y el numeral 25 párrafo segundo de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que establece que nadie puede ser detenido
por incumplimiento de obligaciones de carácter civil. Solicita se declare la inconstitucionalidad del
artículo 113 inciso ch) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional en materia de trabajo. Ello por
cuanto la acción de inconstitucionalidad -como lo ha reiterado la jurisprudencia de la Sala- es un
remedio incidental a favor de cualquiera de las partes en dicho asunto principal, como una forma
de procurar hacer valer sus derechos. En el presente asunto, la accionante acusa la
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inconstitucionalidad del artículo 113 inciso ch) de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, sin
embargo la misma resulta inadmisible, por los motivos que se exponen de seguido. La
Constitución Política prevé en su numeral 39 párrafo segundo el apremio corporal en materia civil
y de trabajo, por lo que debe entenderse que el artículo 583 está vigente, cabe señalar que en la
sentencia N. 615-90 de las quince horas treinta minutos del cinco de junio de mil novecientos
noventa, este Tribunal señaló que la Ley de la Jurisdicción Constitucional derogó todas las formas
de apremio, salvo en materia de alimentos. En lo que interesa, dispuso este Tribunal: “V.-El
artículo 37 de la Constitución Política permite imponer restricciones a la libertad personal,
específicamente en razón de existir indicio comprobado de haber cometido delito. En el artículo
38 se prohíbe expresamente la prisión por deudas y el 39 permite a la ley el establecimiento de
apremios corporales y detenciones en materia de insolvencias, quiebras o concursos de
acreedores.
Es evidente que la institucionalización de estas detenciones en la Carta
Fundamental impide considerarlas como inconstitucionales, pero también es claro que su
previsión no está establecida como una obligación o norma imperativa, sino más bien como
facultad otorgada al legislador para, si a su juicio es conveniente, regular tanto el apremio
corporal como las detenciones en los casos señalados.” No puede alegarse entonces que exista
un derecho fundamental al apremio corporal como medio para hacer efectivo el cobro de salarios,
como parece afirmar la accionante en su demanda, por lo que la acción es inadmisible también
porque la pretendida inconstitucionalidad no resultaría medio razonable para amparar el derecho
o interés que se considera lesionado, en los términos del artículo 75 de la Ley que rige esta
jurisdicción. En consecuencia, la acción debe ser rechazada de plano, como se dispone. Se
rechaza de plano la acción. RP
000619-10. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. CONDENA EN ABSTRACTO PARA LA
ADMINISTRACIÓN. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 51 párrafo segundo de la
Ley de la Jurisdicción Constitucional. Alega que actualmente el Subproceso Laboral Disciplinario,
según reorganización a nivel interno, realizada y avalada por el Director General, mediante oficio
DG-0324-2009 del 29 de enero del 2009, es el que instruye los procedimientos disciplinarios,
contrario a lo que se indica en el Reglamento de Organización y Servicio de la Policía Especial de
Migración. Por ello, señala que al elevarse vía administrativa en Recurso de Apelación ante el
superior –que en este caso es la Ministra de Gobernación y Policía y Seguridad Pública-, son
anulados los procedimientos en virtud de que el Subproceso Laboral Disciplinario no es el
competente de instruir los procedimientos disciplinarios, tal y como se indica en el Reglamento de
cita. Agrega que el Reglamento de Organización y Servicio de la Policía Especial de Migración y
el Reglamento Autónomo de Servicios de la Dirección General de Migración y Extranjería,
resultan contrarios entre sí, especialmente en cuanto a las amonestaciones en razón de
ausencias injustificadas, lo que asegura implica una imposibilidad para determinar la aplicación
de dichas sanciones. Estima que al estar vigente el Reglamento de Organización y Servicio de la
Policía Especial de Migración, que encuentra fundamento en la Ley de Migración Nº 7033 no
vigente, se produce una grave incoherencia al ejercer las potestades que le corresponden a la
Dirección General de Migración en su actuar basado en la Ley actual de Migración Nº 8487. Por
ello considera imperativo actualizar las normas que regulan la organización y servicio de los
funcionarios de la Policía Especial de Migración y Extranjería, a fin de obtener un Reglamento
uniforme en su regulación y organización. Estima que las inconsistencias apuntadas transgreden
de manera total, lo dispuesto en el numeral 5 de la Ley General de la Administración Pública.
Solicita que se declare inconstitucional el párrafo segundo del artículo 51 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Esta Sala ya se pronunció en relación con la constitucionalidad de la
norma impugnada al señalar: “La apoderada judicial del Instituto Nacional de Vivienda y
Urbanismo impugna el artículo 51 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, por estimarlo
contrario a lo dispuesto en los artículos 39 y 41 de la Constitución Política, ya que en ella se
faculta a la Sala Constitucional para condenar en abstracto a la Administración Pública y a los
funcionarios involucrados a indemnizar los daños y perjuicios causados con los hechos que
motivaron la declaratoria de con lugar de un recurso de hábeas corpus o amparo, con valor de
cosa juzgada. Estima que es totalmente irracional la posibilidad de que se pueda producir una
condena de responsabilidad civil en un proceso sumario, y que el legislador rebasó los límites de
razonabilidad, justicia y conveniencia con que debe ejercer su discrecionalidad al legislar. III. DE
LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA DEL ESTADO. Efectivamente, tal y como lo señala la
institución accionante, el artículo 51 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional faculta a esta Sala
para condenar en abstracto a la Administración y funcionarios responsables, cuando se declare
con lugar un recurso de hábeas corpus o de amparo; en los siguientes términos: “Además de lo
dispuesto en los dos artículos anteriores, toda resolución que acoja el recurso, condenará en
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abstracto a la indemnización de los daños y perjuicios causados y al pago de las costas del
recurso, y se reservará su liquidación para la ejecución de sentencia. La condenatoria será contra
el Estado o, en su caso, la entidad de que dependa el demandado, y solidariamente contra éste,
si se considerare que ha mediado dolo o culpa de su parte, en los términos del artículo 199 de la
Ley General de la Administración Pública, todo ello sin perjuicio de las demás responsabilidades
administrativas, civiles o penales en que haya incurrido.” Con fundamento en las razones dadas,
es que la impugnación del artículo 51 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional deviene en
improcedente, al reconocerse, por el contrario, que constituye un principio constitucional, derivado
de los artículos 9 y 49 de la Constitución Política, la responsabilidad objetiva del Estado, principio
que es desarrollado -como se apuntó- por la Ley General de la Administración Pública en los
artículos 190, siguientes y concordantes. Asimismo, no resulta violatorio del debido proceso el
procedimiento seguido ante esta Sala para reconocer esa responsabilidad, todo lo contrario, la
condenatoria se fundamenta en los escritos y documentos aportados al expediente, como
resultado de la verificación de un incumplimiento a una obligación constitucional, cual es el
respeto de los derechos fundamentales. En razón de lo anterior es que procede rechazar por el
fondo la acción, al tenor de lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo 9 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional.” Por no apreciar motivo alguno para variar el criterio establecido en
dicha oportunidad, lo que procede es desestimar la acción de inconstitucionalidad planteada por
el fondo, como en efecto se dispone. Se rechaza de plano la acción. RP
7932-12. JURISDICCIÓN CONSTITUCINAL. REQUISITO DE ASUNTO BASE DE LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD. Acción de Inconstitucionalidad contra Artículo 75 de la Ley de
Jurisdicción Constitucional. La norma exige para la admisibilidad de la acción de
inconstitucionalidad un asunto pendiente de resolver, lo cual no se pude en el caso concreto, por
lo que solicita que las normas independientemente del caso base, puedan se cuestionadas por
vía de acción. Señala la Sala, que la voluntad del legislador fue entonces que la acción de
inconstitucionalidad fuese una gestión formal, contrario a lo que sucede con los recursos de
hábeas corpus y amparo, de manera que si no se cumplen los requisitos de ley, aunque se trate
de uno sólo de ellos, la Sala está facultada para rechazar de plano la acción, conforme con lo
establecido en el párrafo primero del artículo 9 de la Ley que rige esta Jurisdicción. En algunos
casos, la ausencia de uno o varios requisitos puede ser prevenida para su cumplimiento por la
Presidencia de la Sala (artículo 80) si lo estima procedente. Sin embargo, ello resulta innecesario
en este caso, por cuanto el accionante no aportó el timbre de ley correspondiente a la
autenticación, ni desarrolló el fundamento de constitucionalidad por el cuales estima que la norma
en cuestión resulte inconstitucional. Se rechaza de plano la acción. RP
003792-11. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. LA NORMA CUESTIONADA ES LA
RESOLUCIÓN DE LA PRESENTE, SOLICITA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS
REQUISITOS DE AUTENTICACIÓN, AL SER FORMAS PARA LA DENEGACIÓN DE
JUSTICIA, MÁXIME PARA LAS PERSONAS DE ESCASOS RECURSOS.
Acción de
inconstitucionalidad contra los artículos 114 del Código Procesal Civil y 78 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Señala que se apersona sin patrocinio letrado en ejercicio de la
defensa material constitucional. Aduce que el proceso pendiente de resolver está en la Sala
Primera expediente 10-003953-1027-CA y en éste, para la resolución de la presente, solicita la
inconstitucionalidad de los requisitos de autenticación, al ser formas para la denegación de
justicia, máxime para las personas de escasos recursos. Señala que el asunto base un asunto
laboral con la administración, negando el acceso constitucional a la justicia en materia de trabajo
y constitucional, al ser contrario al artículo 25 de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos y al artículo 41 de la Constitución Política y según los artículos 5 y 8.1 de la ley
Orgánica del Poder Judicial y el artículo 13 de la Ley de la jurisdicción Constitucional. La
existencia de un asunto pendiente de resolver, establecida en el párrafo primero de la Ley que
rige esta Jurisdicción, como se anotó anteriormente, ha sido interpretada por esta Sala de manera
tal que, no basta la mera exigencia de la existencia de ese asunto, ni la simple invocación de
inconstitucionalidad de la norma impugnada, sino que la acción de inconstitucionalidad debe
constituir “medio razonable para amparar el derecho o interés considerado lesionado”, tal y como
lo dispone la norma en comentario, es decir, no basta la mera invocación de inconstitucionalidad
de la norma cuestionada, sino que la misma debe ser de aplicación -directa o indirecta- en el
asunto que le da sustento a la acción; como lo ha manifestado en forma reiterada esta Sala, entre
otras, en las sentencias número 1668-90, 4085-93, 0798-94, 3615-94, 0409-I-95, 0851-95, 419095, 0791-96. Además, aunque menciona la existencia de un asunto pendiente, en los términos
establecidos en el párrafo primero del artículo 75 de la Ley que rige esta Jurisdicción, no aporta
certificación literal del libelo de impugnación en el asunto principal. Asimismo, el escrito de
25
interposición no es autenticado por abogado, como lo exige el párrafo primero del artículo 78
ibídem. En virtud de lo dispuesto por el artículo 80, la Presidencia de esta Sala podría haberle
prevenido la presentación de los requisitos que fueron omitidos, sin embargo, lo cierto es que en
este caso dicha prevención implicaría la presentación de una nueva gestión, ya que no se cumple
ninguno de los requisitos exigidos, como se anotó anteriormente, motivo por el cual, la gestión
resulta improcedente y manifiestamente infundada, por lo cual procede su rechazo de plano, al
tenor de lo dispuesto en el párrafo primero del artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. Se rechaza de plano la acción. RP
003793-11. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. LA NORMA CUESTIONADA ES LA
RESOLUCIÓN DE LA PRESENTE, SOLICITA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS
REQUISITOS DE AUTENTICACIÓN, AL SER FORMAS PARA LA DENEGACIÓN DE
JUSTICIA, MÁXIME PARA LAS PERSONAS DE ESCASOS RECURSOS.
Acción de
inconstitucionalidad contra los artículos 114 del Código Procesal Civil y 78 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Señala que se apersona sin patrocinio letrado en ejercicio de la
defensa material constitucional. Aduce que el proceso pendiente de resolver está en la Sala
Primera expediente 10-003953-1027-CA y en éste, para la resolución de la presente, solicita la
inconstitucionalidad de los requisitos de autenticación, al ser formas para la denegación de
justicia, máxime para las personas de escasos recursos. Señala que el asunto base un asunto
laboral con la administración, negando el acceso constitucional a la justicia en materia de trabajo
y constitucional, al ser contrario al artículo 25 de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos y al artículo 41 de la Constitución Política y según los artículos 5 y 8.1 de la ley
Orgánica del Poder Judicial y el artículo 13 de la Ley de la jurisdicción Constitucional. La
existencia de un asunto pendiente de resolver, establecida en el párrafo primero de la Ley que
rige esta Jurisdicción, como se anotó anteriormente, ha sido interpretada por esta Sala de manera
tal que, no basta la mera exigencia de la existencia de ese asunto, ni la simple invocación de
inconstitucionalidad de la norma impugnada, sino que la acción de inconstitucionalidad debe
constituir “medio razonable para amparar el derecho o interés considerado lesionado”, tal y como
lo dispone la norma en comentario, es decir, no basta la mera invocación de inconstitucionalidad
de la norma cuestionada, sino que la misma debe ser de aplicación -directa o indirecta- en el
asunto que le da sustento a la acción; como lo ha manifestado en forma reiterada esta Sala, entre
otras, en las sentencias número 1668-90, 4085-93, 0798-94, 3615-94, 0409-I-95, 0851-95, 419095, 0791-96. Además, aunque menciona la existencia de un asunto pendiente, en los términos
establecidos en el párrafo primero del artículo 75 de la Ley que rige esta Jurisdicción, no aporta
certificación literal del libelo de impugnación en el asunto principal. Asimismo, el escrito de
interposición no es autenticado por abogado, como lo exige el párrafo primero del artículo 78
ibídem. En virtud de lo dispuesto por el artículo 80, la Presidencia de esta Sala podría haberle
prevenido la presentación de los requisitos que fueron omitidos, sin embargo, lo cierto es que en
este caso dicha prevención implicaría la presentación de una nueva gestión, ya que no se cumple
ninguno de los requisitos exigidos, como se anotó anteriormente, motivo por el cual, la gestión
resulta improcedente y manifiestamente infundada, por lo cual procede su rechazo de plano, al
tenor de lo dispuesto en el párrafo primero del artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional. Se rechaza de plano la acción. RP
005243-11. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL. AUTENTICACIÓN DEL ESCRITO INCIAL DE
LA ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo
113 de la ley orgánica del tribunal supremo de elecciones y el artículo 78 de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional. Apunta que el proceso pendiente de resolver se encuentra en el
Tribunal Supremo de Elecciones, expediente número STSE-0620-2011. Refiere que solicita la
declaratoria de inconstitucionalidad de los requisitos de autenticación exigidos por el Tribunal
Supremo de Elecciones, ya que constituyen formas para la denegación de justicia, tanto la
administrativa como la constitucional, sobre todo para las personas de escasos recursos. Indica
que el asunto base es un proceso administrativo donde está de por medio el interés superior de
los menores, y con la aplicación de los citados artículos se está denegando el acceso
constitucional a la justicia, a pesar de que varios instrumentos internacionales reconocen la
gratuidad de este tipo de servicio público, entre ellos la Convención Iberoamericana de Derechos
de los Jóvenes, específicamente el artículo 13.2. Señala que se le está restringiendo de forma
arbitraria su derecho de presentar procedimientos administrativos y procesos judiciales. Afirma
que la Ley de Certificados, Firmas Digitales y Documentos Electrónicos, estipula la posibilidad de
que todas las personas puedan comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, en vía
administrativa, por medio de correo electrónico, siendo que este tipo de manifestación se tendrá
por jurídicamente equivalente a los documentos que se otorguen por medios físicos. Por lo
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descrito, estima irrespetados los artículos 10, 11, 24, 27, 29, 33, 39, 41, 48, 51, y 74 de la
Constitución Política; además, fundamenta la acción en los artículos 5, 6 bis, 8.1 y 57 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, artículos 1, 2, 3, 13, 73, 75 y 78 de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional, artículos 7, 29, 33, 35 y 87 de las Reglas de Brasilia, artículo 113 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Elecciones, artículo 3 de la Convención sobre los Derechos
del Niño, artículos 1, 8, 24 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículos
1 y 10 de la Declaración sobre el derecho y deber de los individuos, los grupos y las instituciones
de promover los derechos humanos, artículo 13 de la Convención Iberoamericana de Derechos
de los Jóvenes, y artículo 2 de la Ley Reguladora de Exoneraciones Vigentes. En primer lugar se
debe subrayar que el párrafo primero del artículo 75 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional
estipula que para interponer una acción de inconstitucionalidad es necesario que exista un asunto
pendiente de resolver ante los tribunales, inclusive un recurso de hábeas corpus o de amparo, o
bien, un procedimiento administrativo, en los cuales se invoque la inconstitucionalidad como
medio razonable de amparar el derecho o interés que se considere lesionado. De otra parte, el
segundo párrafo del mismo ordinal dispone, a modo de excepción, que no será necesario el caso
previo pendiente de resolución cuando por la naturaleza del asunto no exista lesión individual y
directa, o se trate de la defensa de intereses difusos o que atañen a la colectividad en su
conjunto. Adicionalmente, el párrafo tercero del artículo bajo comentario, preceptúa que tampoco
lo necesitarán, el Contralor General de la República, el Procurador General de la República, el
Fiscal General de la República y, el Defensor de los Habitantes. Aunado a estas exigencias, el
artículo 78 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional dispone que el escrito en el cual se
interponga la acción de inconstitucionalidad deber presentarse debidamente autenticado, sus
fundamentos deben ser expuestos de forma clara y precisa, con cita concreta de las normas o
principios que se consideren infringidos. Por último, el numeral 79 del mismo cuerpo normativo,
establece que el escrito de interposición debe ser presentado junto con la certificación literal del
líbelo en que se haya invocado la inconstitucionalidad en el asunto principal. Aprecia la Sala que
del análisis de la norma que se le está aplicando al accionante en el Tribunal Supremo de
Elecciones, no se extrae vicio de inconstitucionalidad alguno. El citado artículo 113 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Elecciones, que en lo que interesa dice: “Todo escrito dirigido
al Tribunal o al Registro, deberá hacerse con tinta o a máquina; la firma del gestionante o de
quien lo haga a ruego, habrá de ser autenticada por un abogado, o por el Jefe de la Oficina
Regional, o por la autoridad política del domicilio del gestionante y deberá llevar cita de su cédula
de identidad o de residencia, o hacer manifestación de que no la tienen”, no se estima que sea
una norma viciada de inconstitucionalidad, o que por su parte, impida el acceso gratuito a la
justicia administrativa, ya que como bien lo expresa el artículo, el escrito puede ser autenticado
por un abogado, o bien, por los funcionarios públicos que menciona la ley, sin que para ello se
requiera la cancelación de ningún tipo de monto, pues quienes efectúan dicha diligencia son
funcionarios a quienes se les impide lucrar por ese tipo de trámites. Así las cosas, en vista de que
el aludido artículo 113 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Elecciones, no sólo restringe
la presentación de escritos a los que vengan autenticados por un abogado –tal y como lo sostiene
el accionante-, sino que otorga la posibilidad de que los administrados se presenten ante los
funcionarios públicos que dispone el mismo artículo con el fin de que sean ratificadas las firmas,
no considera la Sala que se esté denegando injustificadamente el acceso a la justicia que acusa
el accionante. Además, según se aprecia en el oficio número STSE-0620-2011, que aporta el
accionante como prueba, también se le está dando la posibilidad, no sólo de que presente su
gestión de manera autenticada, sino que puede presentarla de forma personal sin que se le exija
su autenticación, por lo que en su caso concreto tampoco se le está denegando el acceso a la
justicia gratuita. Se rechaza de plano la acción. RP
JURISDICCIÓN
CONSTITUCIONAL.
13-001575
/5091-13.
AMPARO
CONTRA
RESOLUCIONES JUDICIALES. Acción de inconstitucionalidad contra el artículo 30 inciso b) de
la Ley de la Jurisdicción Constitucional. La norma que se cuestiona señala que “no procede el
amparo: b) Contra las resoluciones y actuaciones jurisdiccionales del Poder
Judicial.” Sobre el tema, se cita el voto 2277-92. Se rechaza por el fondo la acción. El Magistrado
Castillo salva el voto. RF
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