MEMORÁNDUM ENTRE ARGENTINA E IRÁN: UN DEBATE

Anuncio
MEMORÁNDUM ENTRE ARGENTINA E IRÁN: UN DEBATE IMPERATIVO
La aprobación legislativa del Memorándum de Entendimiento firmado con la
República Islámica de Irán tiene y tendrá profundas implicancias internas e
internacionales. La política exterior del país, su inserción actual y su proyección
futura nos enfrentan a un camino que se bifurca.
El logro de justicia frente al acto terrorista ocurrido en 1994 contra la AMIA se
debe inscribir en las mejores tradiciones del país. El aporte argentino a la paz y la
seguridad internacional coronada en su momento con el otorgamiento del Premio
Nobel de la Paz al Canciller Carlos Saavedra Lamas y el fin de la rivalidad
argentino-brasileña a partir de los acuerdos entre los Presidentes Raúl Alfonsín y
José Sarney—y que derivaron más tarde en MERCOSUR--fueron testimonio de un
modo de validar, entre otros, el derecho internacional y la convivencia pacífica
entre las naciones. Se trató de decisiones de alcance estratégico que le brindaron
reputación y credibilidad a la política internacional de la Argentina, al tiempo que
contribuyeron al bienestar, la seguridad y la autonomía del país. En un tiempo más
reciente la activa promoción y defensa de los derechos humanos en la política
internacional durante la presidencia de Néstor Kirchner le brindó prestigio e
influencia al país. Inversamente, la tardía declaración de beligerancia contra
Alemania en la Segunda Guerra Mundial y la ocupación militar de las Islas
Malvinas significaron decisiones que erosionaron el reconocimiento y el respeto
mundial de la Argentina: fueron decisiones estratégicamente erradas. Este
Memorándum, firmado por el Ejecutivo y hoy debatido por el Legislativo tiene la
estatura de aquellas determinaciones. Ese es el tamaño de lo que hay en juego
con el acuerdo iraní-argentino.
No dudamos que cuando un gobierno, en Argentina y en otras latitudes, se
dispone a negociar con otro país lo hace con la convicción de que no siempre los
intereses y valores de las partes son convergentes: se negocia con aliados, con
amigos, con distantes, con oponentes, y hasta con recalcitrantes. El punto medular
es que el Memorándum firmado necesita más esclarecimiento y una mejor
comprensión. Nada obliga—tal lo públicamente acordado—que nuestro país deba
ser el primero en aprobarlo ni que haya que hacerlo con carácter urgente ni que
sea bueno contar para ello con el apoyo de un solo partido. No se debe maniobrar
con ambigüedaes, porque el resultado sería una legalidad frágil y una legitimidad
cuestionable.
Es imperioso hacer una pausa; esto es, ampliar los canales de deliberación, elevar
la calidad del debate e incrementar las expresiones de diversos actores de la
sociedad civil. En breve, se requiere una discusión sustantiva de un asunto cuyos
efectos de corto y largo plazos serán, a no dudarlo, importantes. El Congreso
debería convocar audiencias especiales, los partidos políticos deberían avanzar
en
nuevos
debates
internos
sobre
el
tema,
las
organizaciones
no
gubernamentales deberían pronunciarse con amplitud y difusión, y el gobierno
debería dar la bienvenida a todas esas manifestaciones democráticas y pluralistas.
En buena medida el ingreso de la Argentina a la política mundial del siglo XXI está
íntimamente vinculado a este tema. Oficialistas y opositores, fuerzas políticas y
sociales, trabajadores e intelectuales, expertos y legos debemos asumir que,
mancomunados, podemos dar un paso prometedor para alcanzar la justicia en el
atentado a la AMIA; o podemos, en el vértigo, dar un paso abismal que nos divida,
cree rencores y consagre la impunidad.
HERMES BINNER, ROBERTO BOUZAS, JUAN J. CAMPANELLA, DANTE
CAPUTO, ROBERTO GARCÍA MORITÁN, ROBERTO GUARESCHI, OSVALDO
GUARIGLIA, ANÍBAL PEREZ LIÑAN, VICENTE PALERMO, ROBERTO
RUSSELL, HORACIO TARCUS, MARCELA TERNAVASIO, JUAN GABRIEL
TOKATLIAN
Descargar