EL SOL Y EL CÁNCER DE PIEL

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EL SOL Y EL CÁNCER DE PIEL
El daño solar es acumulativo e irreversible. Las exposiciones reiteradas e
indiscriminadas producen a largo plazo envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y cáncer de piel. La exposición solar es el factor de riesgo más evitable
para todos los cánceres de piel, incluido el Melanoma.
¿Cómo podemos prevenir el cáncer de piel?
El cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos. Es importante realizar un
autoexamen frecuente para conocer los lunares presentes en la piel y detectar si
se producen cambios.
Si hallamos manchas nuevas o que se hayan modificado, debemos consultar con
un Dermatólogo, a quién es importante visitar regularmente ya que el
Dermatólogo es quién podrá evaluar nuestro riesgo y determinar la frecuencia de
control necesaria.
¿Cuáles son los signos más habituales que hacen sospechar de un cáncer
de piel?
 Mancha rosada o rojiza, áspera al tacto y que se vuelve cada vez más rugosa o
escamosa.
 Aparición de bultos en la piel que crecen con el tiempo.
 Lastimaduras en la piel que no cicatrizan a pesar de un tratamiento correcto.
 Herida en la piel, sangrante, costrosa, sin trauma previo evidente, que no
cicatriza.
 Lunar que cambia su coloración (tiene varios colores), sus bordes se tornan
irregulares, es asimétrico y crece, pica o se inflama.
¿Qué cuidados debemos tener frente a la exposición solar?
 Protéjase bajo la sombra cuando sea apropiado. Recuerde que los rayos del
sol son más fuertes 10 a.m.- 2 p.m. Si su sombra parece ser más pequeña que
usted, protéjase en la sombra.
 Use ropa protectora, como camisas de manga larga, pantalones, un sombrero
de ala ancha y anteojos de sol, siempre que sea posible.
 Si se encuentra cerca del agua, la nieve y la arena, recuerde que éstos reflejan
e intensifican los rayos dañinos del sol, aumentando las posibilidades de
quemaduras solares.
 Evite las camas solares. La luz ultravioleta de las camas de sol y bronceado
puede causar cáncer de piel y arrugas. Si quiere lucir bronceado, considere el
uso de un producto autobronceante, pero siga utilizando protector solar con
él.
 Los menores de 1 año deben estar a la sombra con ropa liviana y sombrero,
evitando el sol directo. A partir de los 6 meses de edad pueden utilizarse
protectores solares.
 Los lunares pueden cambiar de color con la exposición al sol, las camas
solares y durante el embarazo, pero siempre que exista un cambio se debe
consultar al Dermatólogo porque puede indicar un riesgo.
 Algunos fármacos pueden tornar la piel más sensible frente al sol.
 Personas con trasplantes de órganos, quienes hayan recibido quimio o
radioterapia, deben aumentar el cuidado frente a los rayos UV, porque su
riesgo es mayor.
 Aplique protector solar en toda la piel expuesta. Visite “Video explicativo” y
Ficha “Cómo aplicar un protector solar”
Recuerde: El cáncer de piel puede desarrollarse en cualquier parte de la piel y es
Referencias
Sociedad Argentina de Dermatología (http://www.sad.org.ar)
American Academy of Dermatology (http://www.aad.org)
uno de los pocos tipos de cáncer que generalmente puede verse con ojos
propios. Solicite ayuda para controlar su piel, especialmente en lugares difíciles
de ver. Si usted nota un lunar que es diferente de los demás, o que cambia, pica o
sangra (incluso si es pequeño), usted debe consultar a un Dermatólogo.
NOTA: Para facilitar la revisión periódica visite el “Mapa de Lunares” y descargue
su planilla para el Control de Lunares desde Aquí.
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