Análisis del Régimen Jurídico de las Sociedades de Garantía Recíprocas en el Sistema Nicaragüense Autores: Br. Alexander Manuel García Rayo Br. Harold Danilo Herrera Castro Tutor: Dr. Jesús Jusseth Herrara Espinoza UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS “Análisis del Régimen Jurídico de las Sociedades de Garantía Recíprocas en el sistema nicaragüense” Investigación Monográfica para optar al Título de Licenciado en Derecho. Autores: Br. Alexander Manuel García Rayo Br. Harold Danilo Herrera Castro Tutor: Dr. Jesús Jusseth Herrera Managua, Nicaragua Julio 2013 1 DEDICATORIA Dedicamos esta Monografía a Dios por proporcionar las fuerzas necesarias para culminar nuestra carrera y hacer de nosotros personas de bien y gobernar en cada una de las decisiones que hemos tomado. A nuestras familias: Otilia Rayo Vallejos. Blanca Castro Amador Alejandro Tapia Oscar Danilo herrera Josué Nathán García Rayo. Blanca Herrar Castro/ Maryuri Herrera Por apoyarnos en la elección de la carrera y ayudarnos a lograr nuestro sueño, por estar con nosotros en cada momento y no dejarnos vencer por las adversidades, por todos los años de lucha y amor constantes, por todos los esfuerzos y sacrificios que hicieron a lo largo de nuestras vidas para que hoy en día seamos profesionales y sobre todo por ser parte fundamental de nuestros éxitos. Gracias por ser nuestros padres, amigos/as, hermanas. Esto es por y para ustedes. 2 Agradecimientos: Agradecemos primeramente a Dios por permitirnos llegar a esta etapa de nuestras vidas y por guiarnos en la elección de esta carrera que nos ha permitido crecer como ser humano, fortalecer nuestro corazón e iluminar nuestra mente y por haber puesto en nuestro camino aquellas personas que han sido nuestro soporte y compañía durante todo el periodo de estudio. A nuestros maestros quienes nos enseñaron a ser mejores en la vida y a realizarnos profesionalmente. Un agradecimiento a nuestro tutor el Dr. Jesús Herrera por hacer posible este trabajo. A nuestros compañeros de clases que nos acompañaron en nuestra trayectoria de aprendizaje. De manera muy personal a nuestra novias, que nos han sabido comprender y darnos el apoyo necesario para seguir, en general a todas esas personas que han convivido con nosotros, la realización de esta monografía, que no necesitamos nombrar porque tanto ellos como nosotros sabemos que desde lo más profundo de nuestro corazón le agradecemos todo el apoyo brindado, colaboración, animo pero sobre todo cariño y amistad. Objetivos: 3 Objetivo general x Analizar críticamente el régimen jurídico de las Sociedades de Garantía Recíproca en Nicaragua. Objetivos específicos: x Proyectar los antecedentes y nociones esenciales de las sociedades de garantía recíproca, con la finalidad de demostrar las características que las configuran como un tipo societario muy peculiar. x Determinar cuál es el fin de la creación del sistema de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) para la micro, pequeña y mediana empresa (MIPYME). x Poner en evidencia la importancia Jurídica de las Sociedades de Garantía Recíproca dentro del mercado del crédito en Nicaragua. x Determinar los aciertos y desaciertos de la Ley 663 Ley del sistema de Sociedades de Garantía Recíproca para la micro, pequeña y mediana empresa, de cara a una futura reforma e inclusión en el Código de comercio. 4 1 INTRODUCCIÓN En las últimas décadas la actividad económica se ha dinamizado a nivel global, por tal razón han surgido distintas actividades mercantiles, que el hombre desempeña a diversas escalas, ante tal situación, el Derecho debe evolucionar para poder darle cobertura y existencia jurídica a tales acciones socio económicas, que germinan de forma paralela al tiempo y espacio en el que se efectúan. El Derecho societario actual es una materia que precisa de una especial observancia, puesto que esta es la parte más importante del derecho mercantil tanto a nivel de doctrinario como jurisprudencial y legislativo, hoy en día nos encontramos con distintos tipos de societarios simples o complejos, ya que es de advertirse que cada vez son más personas (naturales o jurídicas), los que ejercitan la actividad mercantil en nuestro país, es por tal razón que el Derecho Societario se ha dado a la tarea, de estudia y crear diversas instituciones mercantiles, con el fin de facilitar el tráfico jurídico (ventas de bienes y prestación de servicios.) En el presente trabajo investigativo estaremos abordando un tipo social relativamente moderno, denominado Sociedades de Garantía Recíproca (SGR). Así, en dicho trabajo nos ocuparemos los aspectos doctrinales de las SGR, y de su particular regulación dentro de la legislación nicaragüense; así como también en el Derecho comparado, destacando en tal sentido las normas que rigen todas su etapas desde su nacimiento hasta su extinción, con la finalidad de brindar un aporte científico dentro de lo que es el Derecho societario nicaragüense. Por todo ello, el estudio que nos ocupa, una herramienta de estudio y consolidación de los conocimientos a los futuros estudiantes de derecho de esta universidad. 5 2 CAPÍTULO I. Aspectos Generales de las Sociedades de Garantía Recíproca 2.1 ANTECEDENTES Surge en el Derecho francés, denominándose en un primer lugar sociedades de garantía mutua, se introducen en el derecho Español por medio del Real DecretoLey 15-1977 del 25 de febrero, la cual da origen a este tipo societario especial nombrado Sociedades de Garantía Recíproca (en adelante SGR). Posteriormente, se crea el Real Decreto 1885/1978 del 26 de Julio, cuerpo normativo que reguló el régimen fiscal y financiero de dicha sociedades; normas que ulteriormente fueron derogadas por la Ley 1/1994, del 11 de marzo y por el Real Decreto 2345/1996 del 8 de noviembre, y el art 4 de dicha ley establece su calificación de sociedad mercantil, así mismo, en la actualidad, establecen el régimen Jurídico de las SGR en el Derecho Español.(Uría et al, 1999). Sucesivamente las SGR fueron surgiendo en los ordenamientos jurídicos internos de los países latinoamericanos, donde Nicaragua ha tenido su participación, institucionalizado este tipo societario en nuestro ordenamiento jurídico, mediante la Ley 663, ley del Sistemas de Sociedades de garantías recíprocas para la micro, pequeña y mediana empresa, publicada en La Gaceta diario oficial No. 173 (del 8 de septiembre de 2008); ello, como reminiscencia del artículo 98 de la Constitución Política de la República, el cual establece que: “La función principal del Estado en la economía es desarrollar materialmente el país; suprimir el atraso y las dependencias heredadas; mejorar las condiciones de vida del pueblo y realizar una distribución cada vez más justa de la riqueza”; y el artículo 99 párrafo segundo del mismo cuerpo normativo supremo, el cual prevé que: “El ejercicio de las actividades económicas corresponde primordialmente a los particulares. Se reconoce el rol protagónico de la iniciativa privada, la cual comprende, en su 6 sentido amplio a grandes, medianas y pequeñas empresas, microempresas, empresas cooperativas, asociativas y otras”. Así, este peculiar tipo societario ha sido creado en distintos países del orbe, como una alternativa a los problemas socio-económicos, que paulatinamente se han venido acrecentando en las últimas décadas, es por tal razón que con la misma han surgido como una solución jurídica a los problemas financieros a los que se afrontan las MYPIME, en vista de que generalmente las mismas no disponen de los medios idóneos de financiación, ya que por razón de su estructura constitutiva, no tienen la capacidad técnica ni económica para poder ofrecer las garantías adecuadas y requeridas por las instituciones financieras, para que estas últimas otorguen el acceso al crédito y puedan hacerlo bajo políticas de financiación favorables. Se debe resaltar la necesidad de obtener soluciones a los problemas de solvencia a los que día a día se enfrenta la pequeña y mediana empresa, puesto que no siempre se encuentran en facultades de hacer uso en causales financieras dignas, y además de eso prestar garantías adecuadas que exigen entidades de crédito, ya que dichas entes de solvencia consideran muy riesgoso prestar crédito, pues como todos sabemos las instituciones que prestan dicho servicio crediticio están más preocupadas por la seguridad de sus créditos que por la viabilidad de las operaciones que están financiando, es por esto que, este problema se convierte en la piedra angular a este sector que hoy en día representa más del 90% del universo empresarial en Nicaragua y, además, aporta el 60% del empleo total en nuestro país (Vega Rocha, F. (2012). Garantías para Pequeñas Empresas Rurales. Boletín del FUNICA. Recuperado el 07 de Marzo de 2013). 2.2 CONCEPTO Para Vicent Chuliá (2004), las sociedades de garantía recíproca, son una entidad mercantil variable, con elementos del tipo societario anónimo, con elementos del tipo societario de responsabilidad limitada 7 (sus participaciones no son incorporables a títulos negociables) y del tipo societario de cooperativa (su base es mutualista), y también plantea que son sociedades sometidas a autorización y fiscalización del Banco, es decir una institución estatal, y, por último, su organización corporativa se basa en la necesaria presencia de socios partícipes y en la posible de socios protectores. Según Uría et al (1999, p 1303), las sociedades de garantía recíproca son: . . .Se trata de sociedades integradas por pequeños y medianos empresarios (individuales o sociales), que se asocian para buscar mayores posibilidades de financiación a través de las garantías o avales prestados a sus socios por la propia sociedad, quien además les asesora sobre las formas más adecuadas de financiación para sus operaciones. Conviene advertir, asimismo, que la función económica desarrollada por estas sociedades se conecta con un sistema de reafianzamiento de las mismas caracterizado por la participación de la Administración pública, cuya finalidad es reforzar la solvencia de las sociedades de garantía recíproca a través de la figura de las sociedades de reafianzamiento. . . De acuerdo con Jiménez Sánchez (2000), las sociedades de garantía recíproca son sociedades de capital variable cuyo objeto social consiste en el otorgamiento de garantías personales, por aval o por cualquier otro medio diferente del seguro de caución a favor de sus socios, para las operaciones que éstos (los socios) realicen dentro del giro o tráfico de las empresas que sean titulares, sin que en caso alguno pueda concederse alguna clase de crédito a sus socios y, una vez cubiertas las reservas y provisiones legalmente establecidas por la ley para ellas ( las SGR), pueden participar en sociedades o asociaciones cuyo fin sea dirigido a pequeñas y medianas empresas. Broseta Pont (1995) define las sociedades de garantía recíproca como: Aquella sociedad mercantil de capital variable, formada por socios que a su vez son en su mayoría pequeñas y medianas empresas, cuyo objeto social exclusivo consiste en prestar garantías personales por aval o cualquier otro medio admitido en Derecho, salvo el seguro de caución, a favor de sus socios partícipes dentro del giro tráfico de las empresas de que sean titulares, así como prestar asistencia y asesoramiento financiero a sus socios (p.617). 8 Después de haber plasmado los distintos conceptos ofrecidos por la doctrina científica, podemos conceptualizar a las SGR como un tipo especial societario de capital variable y de responsabilidad limitada relativamente moderno, que consiste en la agrupación de personas naturales o jurídicas, públicas o privadas que se explotan una micro, pequeña o mediana empresa, y se asocian con el fin de obtener, por parte de las entidades financieras, mayores posibilidades de financiación, mediante las garantías personales de pago emitidas por la misma sociedad (SGR), a favor de sus socios partícipes; así como, también, obtener asesoría técnica y financiera por parte de la misma, sin que pueda ésta otorgar a sus socios ninguna especie de crédito, es decir, lo que se busca por los integrantes de dicha sociedad es obtener una mayor solvencia como fiador o avalista. El artículo 1 de la Ley del Sistema de Sociedades de garantías Reciprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa establece: que la misma tiene como objeto regular la creación, operación y funcionamiento del Sistema de Sociedades de Garantías Reciprocas con el fin de facilitar a la micro, pequeña y mediana empresa (MIPYMES), el acceso al financiamiento, las contrataciones y adquisiciones públicas y privadas a través de avales, fianzas y otras garantías, denominadas para efectos de la Ley como “garantías financieras o de pago”, así como brindar capacitaciones y asesoramiento técnico, económico y financiero. De este primer artículo de la Ley se puede colegir un conato de concepto de Sociedades de Garantía Recíproca, ya que el mismo trata de establecer el especial giro o empresa que desarrollarán las SGR, que es, como ha quedado sentado en líneas precedentes, el emitir garantías o avales distintos del seguro de caución, a favor de los socios partícipes que integran las SGR pero, del mismo artículo se deprende que, en Nicaragua la puesta en marcha de éste tipo peculiar de sociedades al menos en el ámbito legislativo, no sólo ha sido con el fin exclusivo de brindar mayores oportunidades de financiación a las MIPYMES, sino que, también, hacer que las mismas sean más competitivas dentro de la actividad económica que efectúan, porque, según el contenido de la Ley, las sociedades de 9 garantía recíproca no sólo podrán garantizar los créditos frente a las entidades financieras; también lo podrán hacer frente a instituciones públicas o privadas con la que las MIPYMES contraten, cuando las primeras (instituciones públicas o privadas) exijan que las ofertas presentadas sean garantizadas, como es el caso particular de las contrataciones públicas en donde el Estado requiere que los oferentes y contratistas garanticen las ofertas exteriorizadas y el cumplimiento del contrato público, ya sea de la construcción de una obra o la prestación de un servicio, según sea el caso. 2.3 NATURALEZA JURÍDICA Para Sánchez Calero (2002, p. 454) . . .El régimen de esta sociedad es tan especial que no se le ha de confundir con el régimen de una Sociedad anónima, es decir se especula que es una sub especie de ésta, pero se puede ver de manera simple que no posee un régimen de sociedad anónima ya; que sus particiones sociales no se denomina acciones, su capital es variable y además posee un aspecto personalista. . . . . .Por lo antes comentado todo apunta a que estas Sociedades de Garantía Recíproca en verdad posee una naturaleza mutualistas y no como una idea de Sociedades Anónimas ya que así como dice el maestro Broseta Pont; el fin de la sociedad no es obtener un lucro directo que sea repetible entre los socios, sino desarrollar una actividad económica al servicio de sus socios, satisfaciendo con ello necesidades que sean comunes a todos ellos. Es decir prevalece la idea uno consorcio mutual, en donde sólo importará la unión de los socios para que cada uno sea ayudado con el beneficio que genere dicha sociedad. Como antes explicamos en nuestra investigación, este tipo de sociedad nace en el Derecho Francés como una idea de carácter Mutual, de donde se desprenden también las cooperativas y mutuas de seguro, pero las SGR, a diferencia de estas dos últimas, si es calificada por la Ley 663, Ley del Sistema de Sociedades de Garantías para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, como una sociedad de carácter Mercantil, en su artículo 2, el que íntegra y literalmente plantea lo siguiente: Naturaleza: Las Sociedades de Garantías Recíprocas, que para los 10 efectos de la presente ley se denominaran “SGR”, tendrán carácter mercantil y se consideraran como entidades financieras de capital variable y deberán ser autorizadas como tales por su Órgano Regulador. Su constitución y funcionamiento se regirá por la presente ley, el Código de Comercio y demás leyes aplicables a este tipo de sociedades. 2.4 CARACTERÍSTICAS De los conceptos ofrecidos por diferentes autores en la doctrina, al igual que del concepto colegido de los artículos 1 y subsiguientes de la Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Reciprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, se deducen las principales características de las sociedades de garantía recíproca, de tal forma que este tipo societario es considerado como una institución mercantil, por tal razón a la misma, además de la ley especial y su reglamento que la crea, se le aplicará de forma supletoria el código de comercio y, en su defecto, el código civil de la República de Nicaragua (arts. 2 y 72 de la ley 663). Las SGR son también sociedades de capital social variable, lo cual implica que el mismo (el capital social), puede ser aumentado o disminuido por el simple acuerdo de los socios, sin que medie autorización judicial ni reformas al estatuto social, sólo bastará que dicha variación sea notarialmente certificada, inscrita en el registro correspondiente y presentada al órgano regulador (art. 19 de la Ley 663), ello con la finalidad de que dicha sociedad pueda cumplir con su cometido principal, es decir, emitir garantías de pago a favor de sus socios y ampliar la cobertura de créditos garantizados, lo cual beneficia no sólo a los socios que requieren dicho servicio por parte de las SGR sino que, también, beneficia al sistema financiero, en vista de que disminuye considerablemente los riesgos del crédito y el número de clientes del sistema financiero aumenta. 11 Por otra parte, están inmersas dentro del sistema financiero nicaragüense, por tanto son consideradas como instituciones financieras y están sometidas, por ende, al control y regulación del Estado de Nicaragua, ya que del sistema financiero depende en gran mediada la endeble economía de nuestro país, control del cual estaremos hablando en su momento, en las ulteriores páginas. Otra característica muy particular de las sociedades de garantía recíproca es que está constituida por dos tipos de socios, estos son: los socios partícipes y los socios protectores de los cuales hablaremos enseguida. Un aspecto interesante es que al menos los socios partícipes deben ser personas naturales o jurídicas que exploten una micro, pequeña o mediana empresa, esto obedece a la función económico-social que la ley propende mediante este tipo societario, que no es otra cosa que el crecimiento económico de nuestro país, en vista de que, según estadísticas que se manejan en nuestro país, las MIPYME representan el 90% del Producto Interno Bruto (PIB) y son una fuente importante dentro de la generación de empleos, que, dicho sea de paso, es una de las cosas que más aclama la población, en vista de que en los últimos años ha habido un déficit notable de plazas laborales. Afirma Uría et al (1999), que las sociedades de garantía recíproca se rigen por normas análogas a las de las sociedades anónimas en lo que alude al capital social y al tipo de responsabilidad de los socios por las deudas sociales contraídas con terceros. Es decir, al igual que las sociedades anónimas, el capital social de las SGR debe cumplir con algunos principios relativos al mismo (al capital social). Algo muy peculiar de las sociedades de garantía recíproca, como antes ya fue señalado, es que su objeto social está previamente establecido y delimitado por la ley, es decir, el otorgamiento de fianzas, avales y otras garantías en favor de las micro, pequeña y medianas empresas que hayan dado lugar a la constitución y nacimiento de la misma, así como brindar capacitaciones y asesoramiento técnico, económico y financiero a sus socios; por tal razón, este tipo societario discrepa del resto, y se asemeja en gran medida a los tipos societarios anónimos de carácter 12 especial, en donde su fin está delimitado por la ley que las regula, tal es el caso de las instituciones bancarias y de seguros; es importante mencionar que, en algunos países latinoamericanos las SGR son reguladas como una sociedad anónima de carácter especial, debido a las notables similitudes que tienen con este tipo de sociedades capitalistas. Sánchez Calero (2002), plantea una característica muy importante en su obra Instituciones de Derecho Mercantil, al considerar que, a la par de las Sociedades de Garantía Recíproca, se deben constituir unas instituciones denominadas Sociedades de Reafianzamiento, con el objeto de facilitar un reaval de las operaciones de las garantías conferidas por las SGR, estas sociedades de reafianzamíento se regulan en España el Real Decreto 1644/1997 del 31 de octubre, que las consideran como entidades financieras cuyo objeto es otorgar una garantía subsidiaria o reaval, así mismo, esta garantía subsidiaria no es prestada directamente a los empresarios pequeños o medianos sino que a la sociedad de garantía recíproca, que es la encargada de prestar estas garantías. Estas sociedades de reafianzamíento también son reguladas en nuestro ordenamiento jurídico, por el mismo cuerpo normativo que regula a las Sociedades de Garantía Recíproca, y de las mismas estaremos hablando ulteriormente en el presente trabajo. Y, por último, por lo que respecta a las características o elementos distintivos y relevantes de las sociedades de garantía recíproca, podemos decir, que éstas tienen un tipo de responsabilidad limitada, por ende, sus socios sólo responden, al igual que en las sociedades anónimas, hasta el límite de las aportaciones que hayan hecho al capital social, así lo establece el artículo 16 párrafo segundo de la Ley en cuestión, el que íntegra y literalmente estipula lo siguiente: Los Socios Protectores y los Socios Participes tendrán responsabilidad limitada hasta por el monto de los certificados de participación suscritos. La participación de los socios protectores no podrá exceder del cincuenta por ciento del capital social. La participación de cada socio participe no podrá superar el cinco por ciento del mismo. 13 3 4 CAPÍTULO II. Regulación de las Sociedades de Garantía Recíproca en el sistema nicaragüense. Examen a la luz del Derecho Comparado CONSTITUCIÓN DE LAS SOCIEDADES DE GARANTÍA RECÍPROCA Para la constitución de sociedades, a manera de regla general, son necesarios una serie de requisitos que a posteriori darán el nacimiento a la sociedad como tal; estas sociedades necesitan para su constitución requisitos sustantivos como también requisitos de forma y publicidad; los sustantivos son aquellos que recogen una serie de elementos, que si bien no forman parte del proceso constitutivo, son esenciales para la configuración de la sociedad (objeto social, denominación social, etc.), y los de forma y publicidad no son otros más que la escritura pública y sus estatutos sociales que son objeto de inscripción en el Registro Público, momento en el que la sociedad adquiere personalidad jurídica propia (De la Calle y Peral et al, 2000) 4.1 DENOMINACIÓN O RAZÓN SOCIAL Como todos sabemos, toda sociedad debe tener una denominación o razón social que funge como elemento de distintivita, elemento bajo el cual son dadas a conocer al público para efectos de contrataciones, inclusive para cuestiones o asuntos jurisdiccionales, y el tipo societario del cual nos ocupamos en esta ocasión no es la excepción. La denominación social es la primera particularidad de la personalidad jurídica, todos los involucrados en la sociedad actúan bajo un nombre común. Así, la razón 14 social tiene dos rasgos característicos que son: el identificar y habilitar a la sociedad (Herrera y Ulloa, 2007). Como teoría general, la denominación social o razón social puede clasificarse o erigirse de dos maneras, que son: la objetiva y la subjetiva; la primera hace referencia a la actividad o actividades comerciales que la sociedad desempeña, es decir, este tipo de denominación se plantea en atención al objeto social que se consuma dentro del tráfico jurídico, y también puede ser un nombre de fantasía; en cambio, la segunda clasificación está estrictamente vinculada al nombre o razón social de todos o alguno der sus socios. El artículo 7 de la Ley 663, establece en su primer párrafo que: las Sociedades de Garantías Recíprocas podrán usar la denominación o razón social y nombre comercial, que crean conveniente, siempre que la misma no pertenezca a otra sociedad previamente inscrita. Al final de la razón social deberá figurar, la indicación “Sociedad de Garantía Recíproca” o la abreviatura “SGR”, que es exclusiva de este tipo de sociedades. En este artículo se evidencia la amplia libertad que el legislador ofrece a los socios para poder designar el nombre o razón social de la empresa que estará a su cargo o de la cual serán titulares, con el simple requisito de que dicha denominación no se encuentre previamente registrada de previo por otra sociedad, requerimiento de determinación de la denominación social y nombre comercial, que es común a todo tipo de sociedad; y que al final de la misma se plasme: Sociedad de Garantía Recíproca o su abreviatura. Asimismo, cabe mencionar que no es lo mismo la denominación social o razón social que el nombre comercial, la primera en un nombre común de la persona jurídica, la cual puede ser adoptada de manera objetiva o subjetiva, o simplemente puede ser un nombre de fantasía. Por el contrario, Robleto y Hermida (2007, p. 126) citan a Sánchez Calero (2001) y a Pérez de la Cruz (1999) quienes afirman que el nombre comercial es la denominación que utiliza el empresario en el ejercicio de su empresa 15 Del mismo artículo se infiere que, en nuestro ordenamiento jurídico, como efectivamente fue señalado en las líneas precedentes, el legislador le dio un tratamiento jurídico autónomo y singular a esta institución jurídica, por tal razón en nuestro ordenamiento la misma figura surge como un nuevo tipo societario. En el segundo párrafo del artículo de la ley antes aludido, plantea que ninguna SGR usará en su denominación o nombre comercial la expresión “Nacional” o cualquier otra que pueda sugerir que se trata de una organización garantizada por el Estado. En la Ley 1 de 1994, cuerpo normativo al cual nos referimos al inicio del presente trabajo; se establece en su artículo 5 que en la denominación social de la sociedad deberá figurar necesariamente la indicación Sociedad de Garantía Recíproca, que es exclusiva de este tipo social. Si se utiliza la abreviatura S.G.R., deberá incluirse al final de la denominación. No podrá adoptarse una denominación idéntica a la otra de otra entidad mercantil preexistente. Hasta aquí vemos que regulación en la legislación española es similar a la nuestra es decir, sólo se plasman los requisitos necesarios para la determinación y validez de la razón social de las SGR. Posteriormente, el artículo antes mencionado, en su segundo párrafo, establece que ninguna persona, física o jurídica, sin haber tenido la preceptiva autorización y hallarse inscrita en los correspondientes registro, puede utilizar las denominaciones genéricas propias de éstas u otras que puedan inducir a confusión con ellas. Y, por último, señala el artículo cinco que el Registro Mercantil y demás registros públicos no inscribirán aquellas sociedades cuya denominación se oponga a lo dispuesto en este artículo. Cuando, no obstante, tales inscripciones se hallen practicadas, serán nulas de pleno derecho, debiendo procederse a su cancelación de oficio o a petición del órgano administrativo competente. Dicha nulidad no perjudicará los derechos de terceros de buena fe, adquiridos de conformidad con el contenido de los correspondientes registros, lo que se comunicará, al propio tiempo, a las personas afectadas. 16 En la Ley española se plasma un supuesto no previsto en nuestra ley, como lo es la declaración de nulidad de la inscripción de la sociedad, lo cual automáticamente, desde nuestro punto de vista, suspende la personalidad jurídica de misma pero, también, la ley 1 de 1994, establece que las relaciones jurídicas preexistentes con terceros no se verán afectadas; por tal razón en caso que se presente tal situación se deberá aplicar por analogía y de forma supletoria lo establecido en el código de comercio y demás leyes de carácter mercantil. Por su parte, en la República de El Salvador las SGR son reguladas por el Decreto Legislativo 553; disposición legal en la que éstas instituciones jurídicas son reguladas como una sociedad anónima de carácter especial; esta norma plantea en su artículo 7, párrafo primero, que las Sociedades de Garantía podrán adoptar y registrar cualquier nombre comercial o denominación que crean conveniente con tal que no pertenezca a otra entidad y no se preste a confusiones. Deberá figurar, necesariamente, la indicación “Sociedad de Garantía” o su abreviatura S.G.R., que es exclusiva de este tipo de sociedad. Y en el segundo párrafo del mismo artículo prescribe que ninguna Sociedad de Garantía usará en su denominación o nombre comercial la expresión “Nacional” o cualquier otra que pueda sugerir que se trata de una organización por la que responda el Estado. Es manifiesto que la regulación en cuanto a la denominación social de las SGR, tanto en el ordenamiento jurídico nicaragüense como en el ordenamiento jurídico de El Salvador, prevé un tratamiento uniforme, es decir, en ambos países impera una disposición semejante. En cambio en la Ley 20.179, Ley que establece el Marco Legal para la Constitución y Operación de las Sociedades de Garantía Recíproca en Chile, establece en su artículo 3, literal b, que el nombre deberá contener la frase "Sociedad Anónima de Garantía Recíproca", o la abreviación "S.A.G.R.", en el caso de las sociedades, y "Cooperativa de Garantía Recíproca", o la abreviación 17 "CGR", para el caso de las cooperativas. La sigla de fantasía que adopte, en su caso, deberá también contener la señalada frase o su abreviación. En El Salvador, a diferencia de lo que ocurre en Nicaragua, las SGR, son reguladas como un tipo societario anónimo pero, sólo en la República de Chile la norma que las regula establece que en su denominación social figure la frase “sociedad anónima” , por otra parte, el derecho chileno admite que las Sociedades de Garantía Recíproca sean constituidas bajo un régimen de Sociedad Anónima o bien bajo un régimen de Cooperativa, en donde en el último, desde nuestro punto vista, sobresale mucho más el carácter mutual de las sociedades de garantía recíproca, debido al régimen especial aplicable a las instituciones creadas bajo la forma de cooperativa, lo cual a la postre, desde nuestra perspectiva, es un tanto más idóneo, en vista de que el fin inmediato que se persigue con las SGR es tener mayores posibilidades de financiación y no un lucro directo, por tal razón consideramos que es más viable la instauración de estas sociedades bajo la figura de cooperativa, en vista de que al haber un crecimiento económico considerable en las mismas, el mismo no podrá fugarse o desviarse del patrimonio de la sociedad garante, lo cual permitiría el crecimiento de la misma, lo que vendría a permitir una consolidación financiera, lo que a su vez daría lugar a que se garanticen mayor número de créditos o créditos más amplios frente a las instituciones bancarias y financieras. 4.2 OBJETO SOCIAL El objeto social no es nada más que la expresión de la actividad o actividades a las que se va a dedicar la sociedad, constituye uno de los puntos que, como contenido mínimo, deben recoger los Estatutos sociales. Esto resulta de suma importancia puesto que incluso puede llegar a determinar el tipo de sociedad que se quiere constituir. En otras palabras, el objeto social es la actividad Mercantil lícita y determinada o giro del negocio que se propone como meta perseguir dicha sociedad, asimismo, 18 esta actividad siempre debe de ir encaminada a la realización de los actos de comercio o actividad empresarial presupuestados con antelación, y la redacción del objeto social debe ser clara y fiel a lo que va a ser el proyecto. Para Uría et al, la SGR tiene como único objeto social, el otorgamiento de garantías personales, por aval o por cualquier otro medio admitido en derecho que no sea el seguro de caución, a favor de sus socios para las operaciones que éstos lleven a cabo dentro del giro o tráfico de las empresas de que sean titulares y que, además, podrán prestar servicios de asistencia y asesoramiento financiero, tanto a sus socios como a sociedades o asociaciones cuyas actividades estén dirigidas a pequeñas y medianas empresas (1999). En el caso que nos ocupa, el objeto social de las SGR se encuentra demarcado en el artículo 1 de la Ley 663, que literalmente dice así: facilitar a las micro, pequeña y mediana empresas (MIPYMEs), el acceso al financiamiento, las contrataciones y adquisiciones públicas y privadas a través de avales, fianzas y otras garantías, denominadas para efectos de esta ley como "garantías financieras o de pago", así como brindar capacitaciones y asesoramiento técnico, económico y financiero. De tal forma que, las SGR son un tipo societario en donde la actividad comercial que deben desempeñar se encuentra previamente delimitada por la ley, por ende, ha de considerárseles como sociedades mercantiles de carácter especial, ya que no podrán desempeñar otra actividad que no sea la preestablecida en la norma. De igual forma, tanto en España como en El Salvador el objeto social de éstas instituciones jurídicas lo encontramos previamente definido en la norma que las regula respectivamente, y la actividad social que la ley en estos países prevé es, en efecto, igual a la prescrita en la norma Nicaragüense. Por otra parte, la ley 663 estatuye en su artículo 45 otras actividades que las SGR podrán efectuar, tales son las que encontramos en los literales c, d, e, f, g, h, e i del susodicho artículo, actividades que a continuación describimos: c) Contratar reavales para para cubrir las garantías otorgadas por sus socios partícipes. 19 d) Invertir sus recursos líquidos en títulos valores, acciones, valores y otros instrumentos de oferta pública y privada. e) Constituir depósitos en instituciones financieras. f) Efectuar las Operaciones análogas y conexas de su giro ordinario y en cumplimiento al objeto prescrito en la Ley, en la escritura constitutiva y sus estatutos. g) Realizar convenios con instituciones financieras para facilitar el acceso al crédito de sus Socios. h) Participar en carácter de socio en la creación de Sociedades Reavaladoras (RSGR) junto con otras SGR y Socios Protectores. i) Otras operaciones que apruebe el Órgano Regulador. Todas estas actividades que la norma dispone, es sin duda alguna con el propósito de que las Sociedades de Garantía Recíproca conserven su patrimonio y solvencia, en aras de que los riesgos crediticios disminuyan, y no se exponga al Sistema Financiero Nacional a posibles fracturas o daños por causa de la insolvencia de sus clientes y de estas sociedades de garantía, que juegan un papel importante dentro del mercado del crédito, y son quienes avalan o garantizan los créditos de las micro, pequeñas y medianas empresas que requieren de créditos financieros para su impulsión y desarrollo, y que, dicho sea de paso, las posibilidades de que estas últimas no cubran o solventen sus obligaciones frente a la entidades financieras son muchas, debido a su endeble desarrollo económico; es por todo ello que la norma establece todo ese mecanismo de inversión económica por parte de las SGR, mecanismo que desde nuestro punto de vista, sin duda alguna, es efectivo y saludable tanto para las SGR, como para el Sistema Financiero Nacional. 20 4.3 ESCRITURA SOCIAL Y LOS ESTATUTOS Al igual que en el resto de entidades societarias mercantiles, la voluntad de las personas naturales o jurídicas de constituir una Sociedad de Garantía Recíproca, debe manifestarse mediante instrumento público o escritura pública, requisito que es indispensable para la constitución de la entidad mercantil, porque de no expresarse la voluntad por este medio, no podrá a la postre obtenerse la personalidad jurídica que es requisito sine quanon para poder lograr la obtención de la personalidad jurídica, sin la cual no se puede ser sujeto de derecho, es decir, poder ser titular de derechos y obligaciones. Cabe señalar que, la ley 663 no establece taxativamente cuales son los elementos que deberá contener la escritura constitutiva, por ende nos debemos remitir por analogía, y de forma supletoria, al artículo 124 del Código de Comercio, el cual establece que las escrituras de sociedad anónima y de sociedad en comandita por acciones, deberán contener para su validez: 1.- El nombre, apellido y domicilio de los otorgantes; 2.- La denominación y el domicilio de la sociedad; 3.- El objeto de la empresa y las operaciones a que destina su capital; 4.- El modo o forma en que deban elegirse las personas que habrán de ejercer la administración o sea el consejo o junta directiva de gobierno; cuál de ellas representará a la sociedad judicial o extrajudicialmente; el tiempo que deben durar en sus funciones, y la manera de proveer las vacantes; 5.- El modo o forma de elegir el Vigilante o los Vigilantes; 6.- Los plazos y forma de convocación y celebración de las juntas generales ordinarias, y los casos y el modo de convocar y celebrar las extraordinarias; 21 7.- El capital social, con expresión del valor que se haya dado a los bienes aportados que no consisten en dinero, o del modo y forma en que deba hacerse el avalúo; 8.- El número, calidad y valor de las acciones, expresando si son nominativas o al portador o de ambas clases; si las acciones nominativas pueden ser convertidas en acciones al portador y viceversa. 9.- El plazo y modo en que deba enterarse el capital suscrito; 10.- Las ventajas o derechos particulares que se reserven los fundadores; 11.- Las reglas para la formación de los balances, el cálculo y la repartición de los beneficios; 12.- El importe del fondo de reserva; 13.- El tiempo en que la sociedad debe comenzar y concluir. Su duración no puede ser indefinida, ni pasar de noventa y nueve años; 14.- La sumisión al voto de la mayoría de la Junta, debidamente convocada y constituida así en Juntas ordinarias como en las extraordinarias, y el modo de formar dicha mayoría para que sus resoluciones sean obligatorias. 15.- La persona o personas que tengan la representación provisional de la compañía mientras se procede al nombramiento de la Junta Directiva por la Junta General de Accionistas. Cabe aclarar que, algunos de los elementos establecidos en el artículo antes plasmado no aplican en el caso concreto, en vista de que los términos jurídicos varían, y algunos requisitos ya vienen predeterminados por la norma debido a la naturaleza jurídica de las SGR, este es el caso particular del objeto social de este tipo peculiar de sociedades. Como otro requisito de forma exigido para la constitución de una sociedad mercantil, y en el caso particular de las SGR, encontramos los estatutos sociales, 22 que no son más que normas que regulan las relaciones internas de la sociedad, siempre en observancia de las normas y principios generales del Derecho, es decir, que en ellos se prevé la denominación de la sociedad, su domicilio, su nacionalidad, las obligaciones y derechos de los socios y miembros de la administración frente a la sociedad misma y viceversa, el capital social, el número de participaciones sociales en que se divide el capital, el valor nominal de dichas participaciones, así como también, las relaciones societarias frente a terceras personas. Al igual que lo que ocurre con el contenido que deberá presentar el proyecto de escritura social, la ley es omisa con lo atinente al contenido y emisión de los estatutos de la SGR y que, como antes señalamos, son parte del acto constitutivo y por ende debemos aplicar de forma supletoria, por mandato de la Ley, el artículo 203 del Código de Comercio, el que íntegra y literalmente estatuye que en los estatutos se detallarán las atribuciones de la Junta Directiva, de la Junta de Vigilancia y de las Juntas Generales ordinarias o extraordinarias; se establecerá un régimen de buena administración, de vigilancia de las operaciones de los gerentes, el derecho de los socios de conocer el empleo de los fondos sociales, el número de los socios y participación del capital que habrá de concurrir a las juntas en que se reduzca o aumente dicho capital, o en que se trate de la disolución o modificación de la sociedad. Por lo que respecta a la emisión de los estatutos, parece ser que ocurre lo contrario a lo que pasa en las sociedades anónimas, en donde los estatutos sociales se emiten en la primera Junta General de Socios, convocada de acuerdo a lo establecido en el pacto social; en cambio, la emisión de las normas internas que han de regir a la SGR, puede colegirse, según nuestro criterio, que son dados por los socios de forma concomitante con la escritura social, en vista de que el artículo 8 de la Ley 663; establece que para la autorización de la constitución de las Sociedades de Garantías Reciprocas (autorización de la cual hablaremos en las líneas inmediatas sucesivas), es menester presentar junto a la solicitud la escritura social y los estatutos. 23 En cambio, la legislación Española en su Ley 1 de 1994 (norma utilizada para el derecho comparado) en el que se regula el tipo de sociedades objeto de este trabajo, se establece en su artículo 17 que en la escritura de constitución de la sociedad de garantía recíproca se expresará: 1. Los nombres, apellidos, edad y número de identificación fiscal de los otorgantes, si éstos fueran personas físicas, o la denominación o razón social, y código de identificación fiscal, si son personas jurídicas, y, en ambos casos, la nacionalidad y el domicilio. 2. La voluntad de los otorgantes de fundar una sociedad de garantía recíproca con arreglo a los preceptos de la presente Ley. 3. El metálico que cada socio aporte, indicando el número de participaciones sociales que se le atribuyan. Deberá acreditarse ante el notario la realidad de las aportaciones mediante exhibición y entrega de los resguardos de depósito del dinero correspondiente a nombre de la sociedad en una entidad de crédito o mediante su consignación y entrega en metálico para que aquél lo constituya a nombre de ella. Esta circunstancia se expresará en la escritura. 4. Los estatutos que han de regir el funcionamiento de la sociedad. 5. Los nombres, apellidos y edad de las personas que se encarguen inicialmente de la administración y representación social, si fueran personas físicas, o su denominación social, si fueran personas jurídicas, y, en ambos casos, su nacionalidad y domicilio, así como las mismas circunstancias de los auditores de cuentas de la sociedad. Por otra parte, el artículo 18 de la misma normativa española, prescribe que en los estatutos que han de regir el funcionamiento dela sociedad se hará constar: a) La denominación de la sociedad. b) El objeto social. 24 c) La actividad o actividades económicas y el ámbito geográfico que sirvan para delimitar los empresarios que pueden formar parte de la sociedad como socios partícipes. d) La posibilidad de admitir, en su caso, socios protectores. e) La duración de la sociedad. f) El domicilio social y el órgano competente para decidir la creación, supresi6n o traslado de sucursales, agencias o delegaciones. g) La cifra mínima de capital social. h) El valor nominal de las participaciones en que estuviere dividido el capital social. i) Los criterios que han de seguirse para la admisión de nuevos socios y los requisitos necesarios para la creación de nuevas participaciones sociales. j) La forma y condiciones en que ha de ejercitarse el derecho a pedir el reembolso de las participaciones sociales y el modo en que éste debe ejecutarse. k) Las causas que puedan establecerse para la exclusión de los socios y la forma de efectuarla. l) La composición, facultades del Consejo de administración, así como la forma de deliberación y adopción de sus acuerdos. Igualmente deberá contener el modo de proveer las vacantes que se produzcan. m) La determinación de los administradores a quienes se confiere el poder de representación, así como su régimen de actuación. n) Los plazos, la forma y el procedimiento para convocar y constituir las Juntas generales, según su clase y competencia, así como el modo de deliberar y adoptar sus acuerdos. 25 ñ) La fecha de cierre del ejercicio social. A falta de disposición estatutaria se entenderá que el ejercicio social termina el 31 de diciembre de cada año. o) La forma en que han de aplicarse los resultados. p) La participación en el capital social exigible a cada socio en proporción al importe de las deudas cuya garantía solicite de la sociedad. q) Las condiciones generales aplicables a las garantías que otorgue la sociedad. A nuestro criterio, habrá que incluir en la Ley 663, en una futura reforma, el contenido o elementos de la escritura y estatutos sociales que son requisitos formales indispensables para la constitución de las SGR, todo ello, con el fin de brindar mayor seguridad jurídica tanto para la asociación como para los terceros con quienes contrate la entidad afianzadora; de tal forma que, las reglas internas por la que se ha de regir la sociedad estén previamente delimitadas por la Ley, la escritura social y los estatutos con la finalidad de no dar lugar de forma alguna a la ilegalidad, a la corrupción y a la arbitrariedad a lo interno de la sociedad, entrañadas por omisiones de carácter legislativo y para que a la postre no se afecte el Sistema Financiero Nicaragüense. 4.4 AUTORIZACIÓN PARA LA CONSTITUCIÓN DE LA SGR Las personas naturales o jurídicas que tengan interés en constituir una Sociedad de Garantía Recíproca en Nicaragua, deberán tener previo al otorgamiento de la escritura social y los estatutos, la autorización por parte del Estado; autorización que sólo será posible mediante una solicitud incoada por los interesados frente a la Comisión Interinstitucional de Sociedades de Garantías Recíprocas para las MIPYMEs u Órgano Regulador que llevará por nombre; Comisión Interinstitucional de Sociedades de Garantía Recíproca, quien es el encargado de la autorización y funcionamiento de las SGR. 26 Dicha solicitud deberá contener los nombres y apellidos o razón social, domicilio y profesión de los organizadores, junto al escrito de solicitud se deberá acompañar el proyecto de la escritura social y sus estatutos, un estudio de factibilidad de la SGR y minuta de depósito del uno por ciento del monto del capital mínimo, en la cuenta corriente del Órgano Regulador, para la tramitación de la solicitud. Una vez que hayan iniciado sus operaciones, le será devuelto dicho depósito a los solicitantes. En caso en caso que sea rechazada la solicitud, el diez por ciento del depósito ingresará a favor del Fondo para el Desarrollo de las Sociedades de Garantía Recíproca; el saldo les será devuelto a los interesados. Para efectos de la devolución se establece un plazo no mayor a los sesenta días contados a partir de la fecha de inicio de operación o de la fecha de la notificación de la denegación de la solicitud (Art. 8 de la Ley). Esta intervención por parte del Estado, encuentra su fundamento en la Ley misma, en vista de que en su artículo 1 parte in fine, estipula que la Ley es de orden público, esto se debe, como antes lo señalamos, a que el Estado pretende mediante la creación y aplicación de la Ley 663, impulsar la micro, pequeña y mediana empresa mediante políticas adecuadas de financiación, pero siempre preservando el Sistema Financiero Nacional. En España, al igual que en Nicaragua, para poder constituir una SGR, se debe contar de previo con el beneplácito del Estado; la Lay española establece algunos requisitos adicionales que debe contener la solicitud de autorización de la SGR que hagan los interesados; como por ejemplo: el programa de actividades; en el que de modo específico deberá constar el género de operaciones que se pretenden realizar y la estructura de la organización de la sociedad, relación de los socios que han de constituir la sociedad, con indicación de sus participaciones en el capital social y relación de las personas que hayan de integrar el primer Consejo de Administración y de quienes hayan de ejercer como Directores generales o asimilados; con información detallada de la actividad profesional de todos ellos. 27 Nosotros creemos que esos requisitos, establecidos en la Ley española, se encuentran en la Ley 663 aunque no de manera explícita, pero si de manera implícita, porque a nuestro criterio esa información se brinda mediante la escritura social y los estatutos, los cuales deben de contener tal información, entonces, erijamos que en relación a tales requerimientos la Ley española no presenta soluciones normativas de avanzada con relación a la Ley 663. 4.5 ESTUDIO DE LA SOLICITUD PARA LA AUTORIZACIÓN PARA CONSTITUIR UNA SGR Presentada la solicitud y los documentos antes mencionados, el Órgano Regulador otorgará o rechazará la autorización para constituirse la SGR como tal. La resolución que otorgue o rechace la constitución de la sociedad deberá ser emitida en un plazo máximo de treinta días contados a partir de la presentación de la solicitud (Art. 9 de la Ley). Una vez que el Órgano Regulador emita resolución que autorice la constitución de la SGR, dicha resolución deberá ser insertada de forma íntegra en la escritura de constitución. De modo que, el siguiente paso deberá ser la inscripción de la escritura social y de los estatutos en el Registro Público Mercantil, quien denegará dicha inscripción si no se efectúa la inserción antes señalada. Si la documentación suministrada al Registro cumple con todos los requisitos de Ley, la inscripción deberá materializarse y, en ese mismo momento, la Sociedad de Garantía Recíproca quedara legalmente constituida, es decir, tendrá personalidad jurídica (Arts. 10 de la Ley, y 155 numeral 2 de la Ley General de los Registros Públicos Mercantil). Es necesario mencionar que, hasta este momento sólo nos hemos referido a los trámites y requisitos para la constitución de una SGR, y que no debemos confundir la tramitación para la autorización de la constitución con la autorización para el inicio de operaciones, pues, es en esta última etapa en donde la sociedad como tal, inicia su cometido principal, es decir, la emisión de garantías y avales en favor 28 de sus socios frente a las entidades financieras, así como también, brindarles asesoramiento técnico y económico tanto a sus socios como otras instituciones que tienen como fin el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa. 4.6 REQUISITOS PARA EL INICIO DE OPERACIONES Una vez constituida la Sociedad de Garantía Recíproca por el cauce legal antes manifestado, y de conformidad con el artículo 11 de la Ley, la sociedad deberá presentar una solicitud ante el Órgano Regulador, en aras de que este último autorice la apertura de sus operaciones y, a su vez, deberá acreditar los siguientes requisitos: 1. Pagado en dinero efectivo el cincuenta por ciento del capital social mínimo. El restante cincuenta por ciento deberá ser enterado en efectivo dentro del siguiente año a partir del inicio de sus operaciones. En ambos casos, deberá presentarse certificación emitida por un Contador Público Autorizado que acredite el entero en efectivo de esas aportaciones. 2. Testimonio de la escritura social y sus estatutos con las correspondientes razones de inscripción en el Registro Público Mercantil. 3. Balance General de apertura, certificado por un Contador Público Autorizado, y 4. Certificación Notarial del acta de elección de los miembros de la Junta Directiva, del vigilante y del nombramiento del Gerente General. En cambio, en el Derecho Español una vez que éste tipo de sociedades adquieren su personalidad jurídica, la cual supone efectivamente la existencia de una autorización previa por parte del Estado, tienen el plazo de un año a partir de su autorización para dar inicio a sus operaciones, porque de lo contrario el Estado 29 mediante el Órgano competente está facultado para revocar la autorización (Art. 12 numeral 4 de la Ley 1/1994). 4.7 AUTORIZACIÓN DE FUNCIONAMIENTO Cumplidos los requisitos exigidos para el funcionamiento de las SGR, el Órgano Regulador otorgará la autorización de funcionamiento dentro de un plazo máximo de diez días, contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud requerida para tal efecto. En caso contrario, se comunicará a los peticionarios los requisitos omitidos y, una vez subsanados éstos, se otorgará la autorización solicitada dentro de los siguientes tres días. La autorización deberá publicarse en la Gaceta, Diario Oficial, e inscribirse en el Libro Segundo de Sociedades de Registro Público Mercantil por cuenta de la SGR (Art. 12 de la Ley). Es válido indicar que, la Ley no establece un término específico para llenar las omisiones que incardina el artículo 12 de la misma, lo cual desde nuestra perspectiva da lugar a que los encargados de la regulación y fiscalización de estas instituciones jurídicas, de llegar a consumarse algún tipo de omisión, puedan adoptar decisiones arbitrarias relativas a la autorización de éstas sociedades, es por esto que, consideramos que la norma debe ser ampliada por los legisladores en vista de que estamos frente a una omisión de ley manifiesta que puede afectar directamente a los socios de las SGR al momento de hacer valer sus derechos frente al órgano regulador. El párrafo segundo del artículo 12 establece, finalmente, que si la solicitud para que se autorice el funcionamiento, con evidencia de los requisitos mencionados, no fuere presentada al ente correspondiente dentro de ciento ochenta días a partir de la notificación de la resolución que autoriza su constitución, la misma quedará sin efecto y el diez por ciento del depósito del uno por ciento requerido para la constitución de la SGR, ingresará a favor del Fondo para el Desarrollo de las Sociedades de Garantía Recíproca, y el contingente les será reintegrado a los solicitantes. 30 Cabe señalar que, la Ley en este sentido no prevé expresamente el silencio administrativo, de tal forma que si los encargados de emitir la resolución correspondiente, no lo hacen en el término previsto, los interesados no podrán presumir que la falta de resolución de lugar a la existencia del silencio administrativo positivo y que, por ende, su solicitud se presuma resuelta de forma positiva, en todo caso, se estaría frente a una inactividad administrativa la cual deberá ser resuelta por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte suprema de Justicia de conformidad con las Leyes de la República aplicables al caso en concreto. Es este sentido percibimos que existe un vacío jurídico, ya que efectivamente la ley 663 plasma en su art, 72 prevé que a la ley 663 se le deberá aplicar normas de forma supletoria, dentro de las que se encuentra el Código de Comercio, la ley de Superintendencia de Bancos entre otras, pero no se encuentra el articulado de la ley, la supletoriedad de la ley de los Contencioso Administrativo. 5 Tipos de socios: Socios partícipes, Socios protectores, Número de socios para su constitución, Prohibiciones La calidad o condición de socio en una Sociedad de Garantía Recíproca, se adquiere de dos formas: originaria o bien derivada; la primera es la que se da por medio de la suscripción del pacto social o escritura pública es decir, al momento de la constitución de la sociedad, en otras palabras, cuando hablamos de la condición originaria de socio nos referimos a la figura del socio fundador que plantea la Doctrina del Derecho; en cambio, la derivada se da mediante la transmisión de los certificados de participación de manera inter vivos o mortis causa en observancia de las normas legales respectivas o bien, por la adquisición de nuevos certificados que sean emitidos por la SGR, posteriores a su constitución, todo esto con previa autorización del consejo de administración. 31 Buena parte de la doctrina coincide en afirmar que una de las grandes especialidades de las sociedades de Garantía Recíproca, es precisamente el hecho de que éstas estarán constituidas por dos tipos de socios, que han sido denominados por la Ley como: Socios Partícipes y Socios Protectores. Situación jurídica que guarda algunas similitudes con las Sociedades Comanditarias, ya que éstas también están integradas por dos tipos de socios, que son: los Gestores y los Comanditarios, con el matiz de que los primeros responden de manera ilimitada y solidariamente responsable frente a las obligaciones sociales, y los segundos solamente responden hasta el importe de sus acciones. 5.1 SOCIOS PARTÍCIPES Podrán ser únicamente personas naturales o jurídicas que pertenezcan al sector de la micro, pequeña y mediana empresa, que se incorporen participando en el capital social de una SGR. En cuyo caso no será aplicable el acápite f del artículo 18 de la Ley 499, Ley General de Cooperativas; “A las cooperativas les será prohibido: Formar parte de entidades cuyos fines sean incompatibles con los de las cooperativas lo que implica que lo establecido en el mencionado artículo de la susodicha Ley de Cooperativas será una prohibición para que estos socios de sociedades cooperativas participen como socios partícipes en una SGR (Art. 13 de la Ley). Los Socios Partícipes podrán obtener por su condición beneficios tales como: Garantizar sus créditos mediante los avales emitidos a su favor por parte de la SGR, créditos a largo plazo con intereses reducidos como consecuencia de los acuerdos a que llegue la sociedad avaladora con las Entidades financieras, capacitaciones y asesoramiento técnico, económico y financiero; beneficios que, efectivamente, sin la existencia de las SGR serían difíciles de obtener. Cabe hacer mención que, la Ley en su artículo 23 establece que solamente los Socios Protectores tendrán derecho a obtener los beneficios antes mencionados. 32 5.2 SOCIOS PROTECTORES Son las personas naturales o jurídicas, públicas, nacionales o extranjeras, privadas o mixtas, que participen en el capital social de una SGR, éstos socios son los que proporcionarán a las SGR apoyo financiero y solvencia frente a terceros (Art. 13 de la Ley). Al estudiar estos tipos de socios que permiten la instauración de este especial tipo societario nos damos cuenta que espíritu de la norma es, crear una estructura social que permita a las micro, pequeña y mediana empresas desarrollarse a través de mecanismos que les permitan obtener apoyo económico y asesoría que brinda la figuro del Socio Protector; ello, como antes señalamos, debido a que las MIPYMEs no cuentan con suficiente respaldo económico y difícilmente pueden cumplir con los requisitos de garantía solicitados por las Entidades Bancarias y otras Instituciones Financieras para poder acceder a créditos que permitan desarrollar sus empresas. La figura de Socio Protector está pensada para que entidades públicas y privadas que tienen una economía sólida puedan ser parte de las SGR y garantizar la solvencia que las MIPYMEs por sí solas no pueden proporcionar. Por otro lado, según Romero Salmerón (2010, pp, 14 y 15) las ventajas que obtienen los socios protectores encontramos: - . . .Oportunidad de disminuir riesgos: los inversores tienen la ventaja de limitar el riesgo ya que el capital no va directo a las MYPIMEs que lo solicita, sino que se coloca en un “fondo de provisiones técnicas y reserva legal” que se constituye al crearse la SGR para atender los posibles incumplimientos o pérdidas y que, como vimos, se compone además de los aportes de los socios, de asignaciones de los resultados de las SGR, donaciones, recupero de las garantías por las SGR, acciones no rembolsadas a socios excluidos y rendimiento financieros provenientes de la colocación del propio fondo. - Oportunidad de inversión: los activos que constituyen el fondo de provisiones técnicas pueden ser invertidos y obtener una renta a favor de sus titulares (socios protectores) con el plus de la exención en el impuesto de las ganancias, de las utilidades que genera. . . 33 - Desarrollo de clientes y proveedores: las SGR son un formidable herramienta tanto para profesionalizar el riesgo de exposición ante clientes (empresas) como de potenciar las posibilidades de acompañamiento de proveedores en la política de expansión de las grandes empresas. - Mejora en el desempeño de las empresas vinculadas. De Manera general, y de conformidad con el artículo 20 del Decreto N˚ 71-2008, aprobado el 6 de noviembre del año 2008, publicado en la gaceta N˚ 49 del 12 de marzo del 2009, Reglamento de la Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas, la calidad de Socio Partícipe o Socio Protector se puede perder por tres motivos, tales son: 1. El fin de la existencia de la persona natural o jurídica, sin el perjuicio del derecho de los herederos o beneficiarios es su caso. 2. Retiro voluntario; y, 3. Exclusión. Las causas que pueden decretar la exclusión de un socio, son materia de los estatutos de la sociedad, pero algunas vienen instauradas en el reglamento a la ley 663 (DECRETO N° 71-2008), y en tal sentido el artículo 21 del decreto 712008 establece las siguientes: a) Por interdicción civil o pérdida de sus derechos civiles y políticos producto de sentencia firme. b) Cuando la sociedad se hubiera visto obligada a pagar en virtud de la garantía otorgada a favor de un socio, el Comité de Garantía podrá proponer a la Junta Directiva la exclusión del socio con los efectos previstos en la Ley. c) Por violaciones a lo establecido a la Ley y su reglamento y los estatutos de la SGR. d) Cuando los socios siendo cual fuese su condición incurran dentro de los establecido en los artículos 13 y 14 del presente reglamento. 34 e) No cumplir con las resoluciones del órgano regulador y órgano de gobierno. f) Actuaciones fraudulentas en perjuicio de la SGR. g) Obtener un derecho y/o beneficio por la presentación de información falsa. La exclusión de los Socios por las causales antes expuestas corresponderá proponerla a la Junta Directiva (Art. 22 del Reglamento de la Ley). 5.3 NÚMERO DE SOCIOS PARA SU CONSTITUCIÓN Para la constitución de una SGR será necesario un mínimo de cincuenta Socios Partícipes que pertenezcan al sector de la pequeña y mediana empresa, y al menos un socio protector, que será en todo caso un socio de capital importancia para la SGR. En cambio, en legislación Española esto cambia, ya que el art 16 de la Ley 1/1996 esboza que: No podrá crearse una sociedad de garantía recíproca sin que concurran en el acto fundacional, presente o representado, al menos 150 socios partícipes. Los socios protectores podrán también concurrir al acto fundacional, no computándose su número en la cifra anterior. El decreto 553 de nuestro cercano país centroamericano, El Salvador, establece que se fundará las SGR con no menos de cien socios partícipes y al menos un socio protector. Cabe destacar que en la Ley 1/1996 la diferencia entre socios partícipes y protectores radica en que, mientras los socios partícipes son esenciales para las SGR, los protectores no lo son, es decir, en España puede existir una SGR sin socios protectores pero no sin socios partícipes, no obstante, aunque no sean indispensables para la existencia legal de las SGR, su participación en el capital social puede ser determinante para la obtención de solvencia de las SGR y así cumplir con los requisitos mínimos de liquidez (De la Calle y Peral et al, 2000). 35 Podemos percibir que la idea de socio protector en las legislaciones salvadoreña y nicaragüense está pensada para la sobrevivencia económica y solvencia de las SGR, ya que gran parte del aporte brindado por un socio protector formará parte significativa dentro del capital social de la SGR, quien será la encargada de pagar la obligación debida en caso de que los o el socio partícipe no satisfaga su obligación frente al acreedor crediticio. 5.4 PROHIBICIONES Cuando las Instituciones financieras reguladas por la SIBOIF participen como Socios Protectores, sus Directores o las empresas relacionadas con los mismos, no podrán participar como socios partícipes (Art. 14 de la Ley). De conformidad con el artículo 55 de la Ley 561, Ley General de Bancos, Instituciones no Bancarias y Grupos Financieros, son partes relacionadas con un banco. a. Los accionistas que, bien sea individualmente o en conjunto con otras personas naturales o jurídicas con las que mantengan directa o indirectamente vinculaciones significativas, posean un cinco por ciento (5%) o más del capital pagado del banco. b. Los miembros de su Junta Directiva, el secretario cuando sea miembro de esta con voz y voto, el Ejecutivo Principal así como cualquier otro funcionario con potestad, individual o colectiva, de autorizar créditos sustanciales, calificados de acuerdo a normativas generales establecidas por el Consejo Directivo de la Superintendencia. De igual forma estarán incluidas las personas jurídicas con las que tales miembros y funcionarios mantengan directa o indirectamente vinculaciones significativas. c. Los cónyuges y familiares hasta el segundo grado de consanguinidad y segundo de afinidad de las personas naturales incluidas en algunos de los 36 literales anteriores, así como las personas jurídicas con las que tales cónyuges y familiares mantengan directa o indirectamente vinculaciones significativas. d. Las personas jurídicas con las cuales el banco mantenga directa o indirectamente vinculaciones significativas. e. Las personas jurídicas miembros del grupo financiero al cual el banco pertenece, así como sus directores y funcionarios. El artículo 18 del reglamento de la Ley, establece que no podrán ser socios partícipes o socios protectores: 1. Las personas a quienes se les haya condenado por participación en las actividades relacionadas con estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas, delitos contra Hacienda Pública y la Seguridad Social, delitos de falsificación de moneda, valores y efectivos timbrados, lavado de dinero, bienes o activos, delitos de falsedad, delitos societarios, delitos contra el sistema bancario, delito de usura, delitos de quiebra o insolvencias punibles, delitos de defraudación sin perjuicio de los demás delitos establecidos en el Código Penal vigente de la República de Nicaragua. 2. Las personas que hubiesen sido declaradas judicialmente en estado de insolvencia, concurso o quiebra durante los últimos cinco años. Éstas no son más que normas de solvencia e integridad que deben de cumplir las personas que deseen ser socios de una SGR, con el fin de evitar que conductas punibles pongan en situación de riesgo la sociedad misma, afectando su estabilidad y funcionamiento y, por ende, evitar de alguna manera que se afecte al Sistema Financiero. 37 Por otra parte, el artículo 19 del Reglamento de la Ley, prescribe que no podrán ser socios partícipes quienes fueren cónyuges o establecidos en unión de hecho estable, o tuvieren relación de parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad con un socio protector, o que tengan directa o indirectamente interés accionario en una persona jurídica que sea socio protector. Y por último, el referido artículo plantea que ninguna persona, sea natural o jurídica, podrá ser socio partícipe y socio protector de manera concomitante. 6 Capital social El capital social es la suma total de las aportaciones que hacen los socios al momento de la constitución de la sociedad, es decir, la suma integral del valor nominal de los certificados totales de participación que al momento de la constitución se decidió emitir por parte de los fundadores. Uría (1976), en tal sentido, plantea que: Todas las sociedades se constituyen con un capital determinado, cuyo importe habrá de figurar necesariamente en la escritura fundacional como mención inexcusable de los estatutos… El importe del capital representará, así, la suma total de los respectivos valores nominales de las acciones [en el caso particular de las SGR será de los certificados de participación] en que esté dividido, y se expresara numéricamente por medio de una cifra que ha de constar inexcusablemente en los estatutos (p.181). Habrá que poner especial cuidado y no confundir los conceptos de capital social y de patrimonio social. Técnicamente, cuando se habla de capital social se alude exclusivamente a esa cifra escriturada, es decir, la suma de los valores nominales de las acciones [para efectos del presente trabajo certificados de participación] que en cada momento tenga emitida la sociedad; en cambio, el concepto, en estricto sentido, del patrimonio, se refiere al conjunto de derechos y obligaciones de valor pecuniario pertenecientes a la persona jurídica social. En el momento en que se funda la sociedad es común que coincida la cifra-capital y el 38 importe o montante del patrimonio social (integrado entonces por los fondos que los socios ponen o se obligan a poner en la sociedad); pero esa coincidencia inicial desaparece cuando la sociedad comienza sus operaciones, porque las vicisitudes de la empresa social repercuten necesariamente sobre el patrimonio de ésta en sentido positivo o negativo, aumentándolo o disminuyéndolo, mientras que la cifra de capital permanece indiferente a esa vicisitudes y sólo puede ser modificada en más o en menos previo acuerdo social de aumento o reducción del capital, tomado con las formalidades prescritas en la Ley (Uría, 1976). 6.1 NATURALEZA JURÍDICA Al igual que en el resto de tipos societarios, el capital social de las SGR estará integrado por las aportaciones económicas que hagan los socios al mismo. Para Broseta Pont (1992), en este apartado el tratamiento que se le da a las Sociedades de Garantía Recíproca sigue los mismos principios que se establecen en las sociedades anónimas, pero que a su vez existen notables especialidades, y que la primera y principal consiste en que el capital social de las SGR es variable, situación que es totalmente distinta en las sociedades anónimas, lo cual implica que el mismo (el capital social), puede aumentarse o disminuirse por el simple acuerdo del Consejo de Administración, sin necesidad de que medie una modificación estatutaria, pero que dicha modificación debe hacerse respetando el mínimo establecido en los estatutos y, a su vez, este último debe respetar el límite mínimo del capital social exigido por la ley, y que fuera de esos límites no se podrá hacer una modificación al capital social sin que no haya una reforma en los estatutos. Y la otra gran especialidad, es que el capital social está dividido en participaciones sociales de igual valor nominal, participaciones que son acumulables e indivisibles, y que dichas participaciones sociales no podrán ser catalogadas como valores negociables, y, asimismo, en ningún caso podrán ser denominadas como acciones. 39 La Ley de SGR nicaragüense prescribe, en su artículo 16, que el capital social será variable e ilimitado; al igual que en nuestro país, tanto en España como en El Salvador es de naturaleza variable, esto es, debido a que, como efectivamente plantea la doctrina, con la variación del capital se logre que el funcionamiento de la sociedad sea más expedito, es decir, que la exclusión de un socio no represente mayores implicancias dentro del patrimonio social y que, en cambio, el ingreso de un nuevo socio, ya sea protector o partícipe, suponga el crecimiento de la SGR y, por ende, se ensanche la cobertura de créditos bancarios avalados por estas sociedades financieras. 6.2 CAPITAL MÍNIMO El artículo 16 de la Ley 663 estipula, en su primer párrafo, que el capital social de las SGR será variable e ilimitado, el cual no podrá ser inferior a cuatro millones doscientos cincuenta mil córdobas (C$4,250,000.00), representados por Certificados de Participación, nominativos, indivisibles y transferibles por endoso, previa autorización de la Junta Directiva. El valor nominal de cada “Certificado de Participación” se determinara en el acta de constitución de la SGR. En El Salvador, el capital mínimo de Sociedades de Garantía no podrá ser inferior a Un Millón Ciento Cuarenta y Cinco Mil dólares de los Estados Unidos de América. La participación de los socios protectores no podrá exceder del cincuenta por ciento del capital social y, a su vez, la participación de cada uno de los socios partícipes no podrá ser superior al cinco por ciento del mismo (Art. 16 parte in fine de la Ley 663). Esta es una medida preventiva que se establece con la finalidad de impedir que mediante participaciones excesivas un grupo de socios, y especialmente los socios protectores (particularmente las grandes empresas), lleguen a dominar a las SGR (Broseta Pont, 1992). 40 La Ley establece que al momento de la suscripción de las participaciones sociales, los socios deberán enterar en efectivo, como mínimo, el cincuenta por ciento de las participaciones sociales (Art. 17 de la Ley). Partiendo del aporte doctrinario de que a las Sociedades de Garantía Recíproca se les aplican normas similares a las de las sociedades anónimas, particularmente en lo atinente al capital social, hemos de señalar que la Ley presenta un vacío jurídico en vista de que no se respetan en su totalidad los principios del capital social, al no establecer el porcentaje de las aportaciones que debe ser suscrito por los socios; principios que el legislador debió haber tomado en cuenta al momento de confeccionar y aprobar la norma. Para Uría (1976) los principios del capital social son los siguientes: a) Principio de la determinación. El capital habrá de estar determinado en los Estatutos, expresando su importe y “el número de acciones en que estuviera dividido, el valor nominal de las mismas, su categoría, la serie, si existieren varias, y si son nominativas o al portador”… b) Principio de la integridad. El capital habrá de estar “suscrito totalmente”, para que pueda constituirse la sociedad. La suscripción íntegra del capital implica que todas las acciones estén asumidas o suscritas en firme por personas por personas con capacidad para obligarse. Esta exigencia ha venido a prohibir la práctica de las llamadas acciones en cartera, consistente en conservar sin suscribir un cierto número de las acciones integrantes del capital, ya en el momento fundacional, ya en los ulteriores aumentos del mismo, dejando al arbitrio de los administradores la elección del momento propicio para entregarlas a la suscripción de los socios o de terceros. Hoy el capital en cartera está proscrito. c) Principio de desembolso mínimo. El capital, además de suscrito, habrá de estar “desembolsado en una cuarta parte, por lo menos”. Ese desembolso mínimo habrá de afectar a todas las acciones (No será lícito, por ejemplo, desembolsar las mitad de las acciones en un 10 por 100 y el resto y el resto 41 en un 40 por 100 del capital nominal total). La exigencia legal está fundada en la conveniencia de que las sociedades inicien su vida con un mínimo de fondos inmediatamente disponibles. d) Principio de la estabilidad. Quiere decir que la cifra-capital determinada en los Estatutos no puede ser alterada, aumentándola o reduciéndola, sino por los trámites legales establecidos al efecto y modificando la correspondiente mención estatutaria… e) Principio de la realidad. Como mínima defensa de los acreedores sociales se opone la ley a la creación de sociedades con capitales ficticios. Por eso establece que el capital “se integrará por las aportaciones de los socios” y declara “nula la creación de acciones que no respondan a una efectiva aportación patrimonial a la sociedad”… (pp. 182 y 183). Retomando nuestro criterio, relativo a la omisión correspondiente a la suscripción de las aportaciones sociales que la ley presenta, por analogía y de forma supletoria, de conformidad con los artículos 2 y 72 de la Ley en cuestión, nos remitimos al art. 206 del Código de Comercio el cual establece que ninguna compañía anónima podrá comenzar sus operaciones mientras no tuviere suscrita siquiera la mitad del capital social, y en dinero efectivo, el 10% del capital que consista en numerario; de tal forma que, a los socios de las SGR correspondería suscribir el cincuenta por ciento del capital social, porcentaje que sería igual al exigido por la ley para efectos de las participaciones desembolsadas o pagadas. La aplicación supletoria y analógica del código de comercio en lo relativo al porcentaje de las participaciones sociales que deben ser suscritas es un tanto ambigua. De tal forma que no es recomendable en este aspecto aplicar de forma analógica y supletoria del código de comercio ya que como lo hemos señalado los riegos crediticios aumentarían debido a que se estaría encendiendo créditos avalados con garantías ficticias ya que no estarían respaldadas económicamente en su totalidad de tal manera, matemáticamente, lo que la ley exige para el inicio de operaciones de las sociedades de garantía recíproca es que la mitad del capital 42 social esté suscrito y desembolsado, es decir, que la SGR tenga como capital social líquido, el valor de dos millones ciento veinticinco mil córdobas (C$2,125,000.00) desembolsados o pagados. En nuestra opinión, tal disposición violenta el principio de integridad del capital social que, como mencionamos en las líneas anteriores, son aplicables a este tipo de sociedades según la doctrina científica más autorizada, ya que la Ley es omisa en cuanto al porcentaje del capital social que debe ser suscrito, debería aplicarse el procedimiento supletorio antes aludido, sólo será menester que se suscriba el cincuenta por ciento del capital social, y ese mismo porcentaje para efectos del desembolso de las aportaciones sociales según la norma especial, lo que desde nuestra perspectiva es un tanto contraproducente, porque el fin de la norma es elevar las posibilidades de financiación para las micro, pequeñas y medianas empresas, pero a su vez, también lo que se busca de alguna manera es que no se ponga en riesgo el sistema financiero nacional, en vista de que este juega un papel preponderante en la economía nacional pero, si se permite que una SGR avale créditos a sus socios con un capital social parcialmente ficticio, dicha situación es inconcebible, ya que por ningún motivo se debería permitir que una sociedad avaladora, como lo es una SGR, desempeñe tal actividad económica sin que tenga un soporte económico suficiente, lo que da lugar a que la norma deje en un cierto grado de indefensión a los acreedores sociales crediticios, ya que la institución avaladora, de no llegar a solventar sus deudas financieras un buen porcentaje de sus socios, su capacidad de pago se va a ver fuertemente afectada, en tanto no va a disponer del capital social necesario para cubrir el valor de los créditos, y es ahí donde puede resultar considerablemente afectado el sistema financiero nacional. Es importante señalar que, por lo antes mencionado, la ley 663 debe ser reformada en cuanto la suscripción y desembolso mínimo del capital social para tratar de erradicar la problemática que genera el hecho de que el capital social inicial no esté totalmente suscrito y desembolsado. 43 En el Derecho comparado, en España, el artículo 15 de la Ley 1/1994, establece que no podrá constituirse ninguna sociedad de garantía recíproca que no tenga su capital mínimo totalmente suscrito y desembolsado. De igual forma, siguiendo una misma directriz, en El Salvador, el artículo 54 del Decreto 553 establece que no podrá constituirse ninguna Sociedad de Garantía que no tenga su capital mínimo totalmente suscrito y pagado; efectivamente, podemos constatar que nuestra norma presenta un vacío jurídico y una deficiencia latente, en vista de que en los demás ordenamientos jurídicos estudiados, se exige que el capital social mínimo se encuentre totalmente suscrito y desembolsado para poder constituirse una Sociedad de Garantía Recíproca. 6.3 VARIABILIDAD DEL CAPITAL SOCIAL En este tipo societario, la variabilidad de capital social permite que con facilidad, los socios puedan incorporarse a la sociedad o separarse de la misma, ello con finalidad de que la SGR pueda cumplir con su cometido principal, es decir, que sus socios puedan obtener mayores posibilidades de financiación mediante las garantías que emite la misma en favor de sus socios (Uría et al, 1999). Es por ello, que la Ley prevé en su artículo 19 que la variación del capital social no requerirá autorización judicial, bastará con la certificación notariada del Acta de la Asamblea General de Socios en que se acordó la variación del capital. Dicha Certificación deberá ser inscrita en el Registro Público correspondiente y se presentará al Órgano Regulador dentro de los cinco días siguientes, junto con Certificación del Registrador de haber sido inscrita en el Registro Público Mercantil. Por otra parte, el artículo 30 del Reglamento a la Ley 663, estipula, que la variación del capital no requerirá autorización por parte del Juez, sin embargo, la SGR deberá presentar el proyecto de Acta de variación del capital social ante el Órgano Regulador para que el mismo sea aprobado; procedimiento que juicio nuestro es criticable, ya que el mismo no está previsto en la Ley, cuestión que podría ser anulable mediante la vía de lo Contencioso Administrativa o bien 44 mediante los recursos que permiten ejercer el control constitucional. El carácter variable del capital está pensado para que los socios de forma expedita hagan las modificaciones al capital social cuando lo estimen conveniente, o cuando decidan el ingreso de una nueva persona (natural o jurídica) como socio de la SGR, y no someter esa decisión al conocimiento del juez. Y en el párrafo segundo del mismo artículo se plantea que la disminución del capital social no podrá ser inferior al mínimo fijado en la ley. Cabe señalar que la variación del capital social, en cuanto a su aumento prevista en la Ley, podría tildarse de absoluta, por cuanto la norma establece que es ilimitado, y no establece un límite máximo al que deba ser sometido el aumento del capital social. En tal sentido, en la norma española encontramos, en el artículo 7 numeral 1, de la Ley 1/1994, que el capital será variable y que dicha variación estará sometida a una cifra mínima fijada en los estatutos, y el triple de dicha cantidad; en el Derecho salvadoreño encontramos, en el artículo 11 del decreto 553, que el capital social se integrará por las aportaciones de los socios y será variable entre un monto mínimo fijo, determinado en los estatutos de cada sociedad, y hasta el triple de ese monto. 6.4 CARÁCTER DE LAS APORTACIONES AL CAPITAL SOCIAL El artículo 17 de la Ley 663, establece que al momento de la suscripción de las participaciones sociales los socios deberán enterar en efectivo, no menos del cincuenta por ciento de las participaciones sociales que suscriban. Actualizaciones del capital social mínimo El artículo 18 de la Ley instituye que el Órgano Regulador actualizará el monto del capital social mínimo requerido por lo menos cada dos años, en caso de variaciones cambiarias del córdoba con respecto al dólar de los Estados Unidos de América, y deberá publicar en un diario de circulación nacional, sin perjuicio de su publicación en la Gaceta, Diario Oficial. Por ende, habrá que decir que, a la 45 fecha, el capital mínimo exigido para la constitución de una sociedad ya no es el valor nominal plasmado en la ley, sino que debería ser ese valor más la devaluación de esa cantidad en estos cinco años respecto al dólar de Estados Unidos de América. También en el mismo artículo, la Ley plantea que la SGR cuyo capital se encuentre por debajo del capital mínimo actualizado, deberá ajustarlo en un plazo no mayor a un año. Ante tal situación jurídica, lo lógico es que se dé una modificación estatutaria en vista de que al aumentar el valor nominal del capital social, obviamente se deberán emitir nuevos certificados de participación, o bien aumentar el valor nominal de los ya existentes; aunque debido a la naturaleza del capital social de este particular tipo societario, hemos de decir que la modificación estatutaria no es en estricto sentido, esto es, debido a que sólo bastará con que se tome la decisión por parte de la Asamblea General de Socios y la misma conste en acta certificada por notario público, y posteriormente sea inscrita en el Registro Público correspondiente, y presentada posteriormente al Órgano Regulador; vale aclarar que la Ley no plantea tal situación respecto al aumento del valor nominal de los certificados de participación o emisión de nuevos certificados. En el Derecho Español, no existe disposición alguna que determine la actualización del capital social y de la misma manera ocurre en la norma que regula las SGR en el Derecho Salvadoreño, esto obedece a las políticas cambiarias de cada país, y es por ello que en España y en El Salvador el capital social no se actualiza de forma periódica, en cambio en nuestro país si debido a que la moneda de curso legal constantemente experimenta devaluación, la cual es tasada generalmente respecto a la moneda de Estados Unidos de América. 7 Relaciones internas En todo tipo de sociedad, la cualidad de socio atribuye un conjunto de derechos y obligaciones de carácter patrimonial y de carácter político; derechos y obligaciones que influyen directamente tanto en la sociedad como en el ámbito económico 46 personal de cada socio. Esa relación bilateral entre la sociedad y sus socios es la que la da vida y realce a la actividad económica o empresa que se efectúa bajo la concepción de sociedad, es por ello que la Ley prevé una gama de derechos y obligaciones sociales de las que estaremos hablando de inmediato. 7.1 DERECHOS DE LOS SOCIOS Al ser creadas las SGR con la finalidad exclusiva de facilitar a la micro, pequeña y mediana empresas, el acceso al financiamiento, las contrataciones y adquisiciones públicas y privadas a través de avales, fianzas y otras garantías, que las mismas emiten en favor de sus socios, así como brindar capacitaciones y asesoramiento técnico, económico y financiero a sus asociados; el principal derecho de los socios será por consiguiente, que sus créditos sean avalados frente a las Instituciones Financieras propiamente dichas por la SGR, así como recibir las capacitaciones y el asesoramiento del cual hablamos anteriormente, ello se desprende del artículo 1 de la Ley. Es por tal beneficio común a todos los socios de la SGR, que la Doctrina del Derecho plantea un cierto grado de carácter mutual de este tipo de sociedad, y es que, efectivamente, ocurre lo contrario a las sociedades capitalistas en donde el derecho económico preponderante de los socios es el obtener un porcentaje de las ganancias o utilidades obtenidas como efecto positivo del giro del negocio. Este derecho, como fue señalado en las líneas que anteceden, sólo corresponde a los socios partícipes, cuestión cuya justificación se desprende del fin para el cual ha sido creada la figura del socio protector. Posteriormente, el artículo 20 de la norma en cuestión, prescribe que los certificados de participación (documentos que a su vez desempeñan una función probatoria en vista de que con los mismos se demuestra un aporte patrimonial a la sociedad o la cualidad de socio legítimo) concederán a su titular los siguientes derechos: 47 a) Participar con voz y voto en las Asambleas Generales Ordinarias y Extraordinarias b) Elegir y optar a ser electo en los Órganos de gobierno de la SGR. c) Solicitar el reembolso de la participación social. d) Participar, en su caso, en los beneficios sociales establecidos en los estatutos de la sociedad. e) Recibir información. f) Participar en el patrimonio resultante de la liquidación. g) Los demás que establezca la Ley y su Reglamento de cada socio participe no podrá superar el cinco por ciento del mismo. Por último, el artículo 24 de la Ley establece que una vez constituidas las reservas de ley y las que determinen por acuerdo en base a lo que dispongan los estatutos, y por acuerdo de Asamblea General se podrán distribuir utilidades a los socios en proporción al capital que hayan aportado. En una misma directriz, el párrafo segundo del referido artículo, señala que en todo caso, los socios para percibir dividendos, deberán tener pagadas la totalidad de los certificados de participación que hubieren suscrito. Además, los socios partícipes no podrán encontrarse en mora por cualquier concepto con la sociedad ni con las personas naturales o jurídicas ante las cuales esta última hubiere otorgado caución. 7.2 OBLIGACIONES DE LOS SOCIOS La obligación principal de los socios es, en todo caso, la de aportar al capital social; dicha aportación según la norma objeto de nuestra temática, puede hacerse de dos maneras; la primera consiste en el desembolso mínimo plasmado en la Ley que es el cincuenta (50) por ciento del capital social que por ende, afecta a la totalidad de las acciones, es por ello que cada socio estará obligado a aportar 48 en un principio el cincuenta (50) por ciento del valor de las acciones suscritas y la posterior y segunda manera de aportar es, solamente si el aporte inicial es parcial, lo que dará lugar al nacimiento de lo que la Doctrina Científica del Derecho a dado en llamar como dividendos pasivos, que no son más que la parte del capital suscrito y no desembolsado, dicha obligación deberá cumplirse en los términos adoptados en los estatutos o en Acuerdo de la Junta General de Socios. Cumplida esa obligación, sólo pesarán sobre el socio deberes genéricos de orden empresarial, como el de someterse a los acuerdos de la Junta General, el de cumplir los estatutos, el de respetar los intereses sociales al momento de emitir el voto, etc., que pueden considerarse como expresión del deber general de colaborar en el desenvolvimiento de la empresa social (Uría, 1976). Con lo que respecta al derecho comparado, tanto en España como en El Salvador, las normas respectivas de la materia, atribuyen a los socios los mismos derechos y obligaciones que reconoce la Ley 663 en nuestro país, con la única discrepancia que con lo que alude a la obligación de aportar al capital social, si la SGR se constituye con el capital mínimo previsto en las leyes correspondientes, los socios deberán desembolsar la totalidad del capital social suscrito. 8 Órganos de la Administración Como cualquier otro ejemplar de sociedad, las SGR necesita de Órganos para poder crear, emitir y ejecutar voluntades; órganos que expresamente la ley enuncia en su art 27 (Ley 663), estos son: La Asamblea General de Socios, la Junta Directiva [estos principalmente tienen como función, en distintos ámbitos y con distintas facultades, reunir a los accionistas con el fin de deliberar, encargarse de la gestiones internas y representación de la sociedad frente a terceros] (Broseta Pont, 1992); del mismo artículo desprende dos figuras más, que también son fundamentales para el funcionamiento de las SGR, tales son; el Vigilante; que 49 es el que tendrá a cargo la supervisión de las actividades económico-social de las SGR; y El Comité de Garantías, que será una sección destinada a la administración de las garantías financieras que se les concederán a los socios como tal. Según el artículo 27 de la Ley sólo los socios de la SGR podrán ser miembros de dichos Órganos, asimismo, plantea que queda expresamente prohibida la concurrencia de miembros de la Junta Directiva, Comité de Garantías y Vigilante en las sesiones en que se discuta, analice y decida la aprobación de temas o hechos que involucren directamente a dichos miembros. Después de haber hablado a grosso modo de los Órganos de la Administración de la SGR, a continuación entramos en detalle con cada uno de ellos. 8.1 ASAMBLEA GENERAL DE SOCIOS A semejanza de cualquier tipo de sociedad, la Asamblea general, será el Órgano de mayor poder dentro de la SGR. Del conglomerado de conceptos que la Doctrina nos ofrece encontramos que ésta: “es un órgano social que generalmente consiste en la reunión física de socios, válidamente constituida, generalmente convocada según las normas generales y estatutarias, para debatir y tomar acuerdos por mayoría por asuntos sociales de su competencia” (Vicent Chuliá, 2004, p. 357). Broseta Pont (1992, p. 389), cita a su vez al Uría (1972), quien afirma que “la Asamblea General de Socios, es aquella reunión de accionistas debidamente convocada, para deliberar y decidir por mayoría sobre determinados asuntos sociales propios de su competencia”. Definitivamente, la Asamblea General de Socios es el Órgano de Gobierno que delibera y adopta los acuerdos de mayor relevancia dentro de la sociedad, dichas funciones encuentran su fundamento, en las aportaciones patrimoniales que los 50 socios efectúan a la entidad societaria, quienes a su vez conforman la Asamblea General de Socios. 8.1.1 Integración Obviamente, la Asamblea General de Socios, como su mismo nombre lo indica, estará integrada por los socios partícipes y socios protectores de la SGR, quienes como antes lo señalamos, son las personas legitimadas para deliberar y tomar acuerdos de gran trascendencia para la sociedad. 8.1.2 Tipos de asamblea La Asamblea General de Socios puede ser de dos formas, y tal clasificación obedece a criterios eminentemente funcionales o de competencia. 8.1.3 Asamblea general ordinaria Según Rodríguez (1978), son Asambleas Generales Ordinarias aquellas en las que se reúnen para adoptar acuerdos sobre asuntos que no correspondan a la Asamblea Extraordinaria. Es decir, son objeto de aprobación por parte de la Asamblea Ordinaria, aquellos asuntos en que la Ley expresamente lo dispone o cuando los mismos no son atribuidos a la Asamblea General Extraordinaria. Este tipo de reunión de socios se efectúa generalmente una vez por cada año de forma periódica, en tal sentido, el artículo 29 de la norma aplicable a estas entidades societarias particulares, estipula que la Asamblea General Ordinaria se reunirá dentro de los tres primeros meses del corte de cada ejercicio económico, y decidirán sobre los asuntos atribuidos a la misma por las disposiciones legales o por los estatutos sociales. 8.1.4 Funciones de las Asamblea General Ordinaria Según el art. 29 de la SGR, La Asamblea General Ordinaria desempeñará las siguientes funciones: a) Elegir a los miembros de la Junta Directiva, del comité de garantías y al vigilante de conformidad con sus estatutos. 51 b) Aprobar los estados financieros anuales, debidamente auditados y la distribución de utilidades en su caso. c) Aprobar la Memoria Anual. d) Aprobar el Plan Operativo Anual y su Presupuesto, así como fijar el límite máximo a garantizar por la sociedad durante cada ejercicio. e) Establecer el monto del capital mínimo que los Socios Partícipes deben aportar a la Sociedad; f) Nombrar al Gerente General. g) Excluir a un socio por alguna de las causas establecidas en el reglamento de la Ley y en los estatutos de la respectiva sociedad; h) Cualesquiera otros aspectos señalados en esta Ley o en los estatutos de la SGR. 8.1.5 Asamblea general extraordinaria Son Asambleas Generales Extraordinarias, aquellas las que se reúnen los socios para realizar modificaciones a los estatutos, o resoluciones que por disposición de Ley o de los propios estatutos, se requiera mayoría especial (Rodríguez, 1978). A diferencia de la Asamblea General Ordinaria, la celebración de la Extraordinaria, no obedece a una periodicidad plasmada en la Ley o en los estatutos, sino más bien a discreción de la Junta Directiva cuando la misma estime conveniente o por voluntad de al menos el quince por ciento de los socios que deseen tratar asuntos relativos a modificaciones estatutarias, variación del capital social por debajo del capital mínimo que figure en el acta de constitución o cuestiones atinentes a la transformación, escisión, disolución o liquidación de la sociedad (Art. 30 de la Ley). 8.1.6 Funciones de la asamblea general extraordinaria De conformidad con el Art. 30 de la Ley 663, son atribuciones de la Asamblea General Extraordinaria las siguientes: a) Aprobación o modificación de los estatutos de la sociedad. 52 b) Disminución del monto del capital social que figure en el acta de constitución. c) Fusión, disolución o liquidación de la sociedad. d) Nombramiento de representantes especiales en el caso de disolución y liquidación forzosa. 8.1.7 Convocatoria y requisitos de deliberación De conformidad con el artículo 31 de la Ley, tratándose de la primera convocatoria, las asambleas generales quedaran constituidas: a) Cuando exista un solo socio protector de la SGR se necesitará la participación de por lo menos el ochenta por ciento del total de los votos de la sociedad debiendo incluir dicho porcentaje un treinta por ciento de los votos de los socios partícipes; b) Cuando exista más de un socio protector se necesitara la presencia de por lo menos el cincuenta y uno por ciento del total de los votos de la SGR debiendo incluir dicho porcentaje como mínimo un veinticinco por ciento de los votos que los socios partícipes tienen en la sociedad. Tratándose de la segunda convocatoria, las Asambleas Generales serán válidas con la presencia de por lo menos treinta por ciento de la totalidad de los votos de la sociedad, debiendo incluir dicho porcentaje como mínimo un treinta por ciento de los votos que los socios partícipes tienen en la sociedad. Para decisión por asamblea de temas que involucren la modificación de los estatutos, la elección de la junta directiva, la fusión y la escisión o disolución de la sociedad se requerirá una mayoría del sesenta por ciento de los votos sobre la totalidad del capital social, debiendo incluir dicho porcentaje como mínimo un treinta por ciento, de los votos que los socios partícipes tienen en la sociedad. Para el resto de las decisiones se requerirá mayoría simple de los votos presentes, salvo que los estatutos requieran otro tipo de mayoría. En todos los 53 casos las mayorías deberán incluir como mínimo un quince por ciento de los votos que los socios partícipes tienen en la sociedad. Los socios podrán hacerse representar en Asamblea General mediante comunicación escrita. Nadie podrá tener un número de representaciones de socios partícipes superiores a diez, ni un número de votos delegados superiores al diez por ciento del total de los mismos. Los socios partícipes y los socios protectores no pueden ser representados de manera concomitante por una misma persona (Art. 32 de la Ley 663). Con lo que respecta al derecho español, encontramos que las funciones tanto de la Junta General Ordinaria como Extraordinaria, son regulas y atribuidas a dichas Juntas de forma indistinta, es decir, que las funciones de adoptar acuerdos de disolución, fusión y escisión de la sociedad, nombramiento del consejo de administración o modificaciones estatutarias pueden ser decididas en Juntas Ordinarias excepto la aprobación de los estados financieros, fijación del límite máximo de deudas a garantizar por la sociedad durante cada ejercicio y el nombramiento de auditores de cuenta que según se infiere de la norma española son competencia exclusiva de las Juntas Generales Ordinaria, ya que para poderse efectuar tales funciones se exige una periodicidad y en el derecho salvadoreño encontramos que este órgano (Junta General de Socios) tiene similares o iguales funciones que las atribuidas para este mismo órgano en nuestro país Nicaragua. 8.2 JUNTA DIRECTIVA Robleto Arana (2006), cita Uría (1976) y este último define la Junta Directiva como: Un órgano de administración, gestión y representación frente a terceros, es considerado como un órgano necesario y permanente; es necesario porque a través de este funciona la sociedad; es permanente porque su gestión social está dirigida a lograr el fin social, que puede sufrir solución continua. Este órgano de administración desempeña una de las más importantes funciones de la de la sociedad, al ejecutar los acuerdos de la Junta General y 54 ejecutar otras funciones sociales dentro de su competencia. Se trata de un órgano necesario si el la sociedad no podría cumplir su función a través de la realización del objeto… Para Rodríguez (1978), la Junta Directiva es el órgano indeleble en que se confía la gestión y la representación de la sociedad como tal. Toda sociedad adquiere por antonomasia una organización administrativa, de esto se encargara la Junta Directiva, que es el órgano por excelencia de dirección y representación, este órgano de administración es necesario y permanente dentro de la estructura de las sociedades, de tal suerte que las SGR al igual que cualquier otro tipo societario requiere de un órgano administrativo que gestione la empresa y represente la misma pero, por ser una sociedad especial encuentra un regimen sui generis en la norma que las institucionaliza. 8.2.1 Integración La Junta Directiva de las SGR estará integrada por siete miembros, electos por la Asamblea General de Socios por un período no mayor de tres años ni menor de uno, pudiendo ser reelectos. Los cargos en la Junta Directiva serán: Presidente, Vicepresidente, Secretario, Tesorero, primer Vocal, segundo Vocal y tercer Vocal. El cargo de Presidente corresponderá a un Socio Partícipe y el de Vicepresidente a un Socio Protector. Los demás cargos serán distribuidos entre los otros miembros. La Junta Directiva tendrá la representación legal y la delegará en el Presidente. Para la enajenación de bienes, este Órgano deberá contar con la autorización de la Asamblea General de Socios (Art. 34 de la Ley). Cabe mencionar, que la Junta directiva no sólo deberá estar conformada por los socios, sino que, aparte de eso, la Ley es un tanto absolutista en vista de que los dos cargos más importantes dentro de la Junta Directiva (como lo son la presidencia y vicepresidencia) ya vienen previa y legalmente reservados para el tipo de socio particular que lo deberá desempeñar, lo cual desde nuestra perspectiva pone en sobre aviso a los Socios Protectores, que son al fin y al cabo los que mayor aporte económico inyectan a la sociedad y los que, obviamente, se 55 verían mayormente afectados por un mal desempeño de la administración de Órgano encargado para tal efecto. En cambio, en la norma española y en la de nuestro vecino país El Salvador, se deja abierta la posibilidad a la Junta General de Socios la elección de los miembros del consejo de administración, de tal forma que los cargos de presidente y vicepresidente de este último órgano podrán ser ostentados por cualquier socio (partícipe o protector) de forma indistinta, es más, la norma española deja abierta la posibilidad de que el propio órgano administrativo elija a su propio presidente. Otra importante discrepancia que podemos encontrar en la Ley española respecto a la Junta o Consejo de Administración es que sólo el presidente y vicepresidente deberán ser socios de la SGR y el resto de los miembros de dicho órgano no podrán serlo; lo cual desde nuestro punto de vista es un tanto ventajoso ya que de esta manera se reviste a este órgano administrativo de mayor independencia e imparcialidad. 8.2.2 Funciones El artículo 35 de la Ley 663, estatuye que son atribuciones de la Junta directiva las siguientes: a) Decidir sobre la admisión de nuevos socios. b) Proponer la variación del capital social de la SGR mediante la creación o el reembolso de aportaciones sociales, respetando, en todo caso, los requisitos mínimos de solvencia. c) Determinar las normas a las que se sujetará el funcionamiento de la sociedad y realizar todos los actos necesarios para el cumplimiento del objeto social. d) Proponer el nombramiento del Gerente General de la SGR. e) Determinar las inversiones del patrimonio social. f) Convocar la Asamblea General de Socios. g) Rendir cuentas, presentar balances y proponer la aplicación de los resultados del ejercicio a la Asamblea General de Socios. 56 h) Proponer a la Asamblea General de Socios la fijación de la cuantía máxima de las deudas a garantizar durante cada ejercicio. i) Autorizar las transmisiones de participaciones sociales. j) Realizar cualesquiera otros actos y adoptar cualesquiera otros acuerdos que no están expresamente reservados a la Asamblea General de Socios por precepto legal o estatutario. 8.3 EL VIGILANTE El vigilante es una figura que se encarga de la supervisión de la gestión social, con independencia de la administración e interés exclusivo de la sociedad como tal. Vigila porque, no son simples revisores de contabilidad; es permanente, porque se hace en cualquier tiempo, en todos los instantes de la vida social de la sociedad (Robleto Arana, 2006). 8.3.1 Elección y funciones El artículo 36 de la Ley 663 prescribe que la Asamblea General de socios elegirá a un Vigilante quien tendrá a su cargo la supervisión de las actividades económicas y sociales de la SGR, la fiscalización de los actos de la Junta Directiva y del Gerente General de conformidad con la Ley y los estatutos de la SGR. Sus funciones se determinarán en los estatutos. Las responsabilidades, retribuciones y reglas de funcionamiento establecidas para los miembros de la Junta Directiva son aplicables al Vigilante. Hemos de afirmar, que la figura del vigilante no es regulada ni en la norma española ni en la salvadoreña, en tal sentido la Ley 663, en este aspecto, es un tanto superior, ya que incardina en la SGR un órgano que se encarga de la buena andanza de la gestión social. 57 8.4 COMITÉ DE GARANTÍAS Este órgano de administración es propio de las Sociedades de Garantía Recíproca y es incardinado en la norma por el legislador, con el objetivo de que cumpla un cometido muy importante y particular dentro de este tipo societario, y es que será el órgano encargado de lidiar con el otorgamiento o denegación de las garantías en dependencia de la situación económica que afronten los socios. 8.4.1 Integración Como señalamos en las líneas anteriores, solo los socios pueden ser miembros de dicho Comité de Garantías, en cuyo caso el mismo estará integrado por tres miembros con sus respectivos suplentes: Coordinador, secretario y vocal (Arts. 27 y 37 de la Ley). 8.4.2 Funciones Según el artículo 37 de la Ley 663, son atribuciones del Comité de Garantías las siguientes: a) Fijar el importe máximo y el plazo de las garantías financieras o de pago que la sociedad puede suscribir a petición de cada uno de los socios partícipes en particular. b) Otorgar o denegar las garantías financieras o de pago solicitadas por los socios partícipes para sus operaciones, estableciendo, en su caso, las condiciones especiales que haya de cumplir el socio para conseguir la garantía financiera o de pago. También el mismo artículo plantea que el Comité de Garantías podrá proponer la exclusión del socio, cuando la sociedad sea compelida a pagar en virtud de una garantía otorgada en favor del mismo. En España y en El Salvador, las facultades que la Ley 663 atribuye a este Comité son propias de la Junta Directiva. La creación de este órgano potencialmente proporciona una ventaja, ya que las personas encargadas de determinar el plazo y 58 cuantía de las garantías, así como otorgar o denegar las mismas, son un pequeño grupo de individuos, que única y exclusivamente se dedicarán a tal cometido, lo que permite que los estudios pertinentes se hagan de manera oportuna y en el tiempo necesario, permitiendo de tal forma reducir los potenciales riesgos que achacan de forma directa a la SGR, y en un segundo plano el Sistema Financiero. 8.5 PROHIBICIONES PARA SER MIEMBRO DE LA JUNTA DIRECTIVA, VIGILANTE O DEL COMITÉ DE GARANTÍAS Para ser miembro de la Junta Directiva, Vigilante o miembro del Comité de Garantías, se debe cumplir con determinados requisitos adicionales, requisitos que los encontramos narrados de forma negativa (prohibiciones) en el artículo 39 de la norma que crea y regula las SGR (Ley 663); artículo que íntegramente dice: No podrán ser: miembros de la Junta Directiva, del Comité de Garantías o Vigilante: a) Las personas menores de edad b) Las personas que directa o indirectamente sean deudores morosos de cualquier banco o institución sujeta a la vigilancia de la SIBOIF o que hubiesen sido declarados judicialmente en estado de insolvencia, concurso o quiebra. c) Los que fueren cónyuges o establecidos en unión de hecho estable, o tuvieren relación de parentesco dentro del segundo grado de consanguinidad o segundo de afinidad con otro miembro de la Junta Directiva. d) Los funcionarios o empleados de cualquier otra SGR. e) Los funcionarios o empleados de la misma SGR. f) Las personas que hayan sido sancionadas mediante sentencia judicial firme dentro de los cinco años anteriores, por causar perjuicio económico a una institución financiera o a la fe pública. 59 g) Las personas a quienes se les haya condenado por participación en las actividades relacionadas con Delitos conexos y relacionados con estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas, delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, delitos contra la falsificación de moneda, valores y efectos timbrados, lavado de dinero, bienes o activos, delitos de falsedad, delitos societarios, delitos contra el sistema bancario, delito de usura, delitos de quiebra e insolvencias punibles, delitos de defraudación establecidos en el Código Penal vigente de la República de Nicaragua. h) Los que hayan participado como directores de un banco que haya sido declarado en estado de quiebra culpable, durante los últimos quince años. i) Los que hayan sido declarados en estado de quiebra dolosa, durante los últimos cinco años. 8.6 GERENTE GENERAL Como todos sabemos, la figura del Gerente General es quien tiene la responsabilidad de ejercer la administración propiamente dicha de la SGR, así como el control de las actividades de la sociedad, este es quien garantiza una administración eficiente y capaz de aumentar la producción y desarrollo de la institución, mediante la ejecución de proyectos creados para tal fin (Art. 38). La Asamblea General de Socios será el órgano encargado de nombrar al gerente general y éste a su vez responderá ante la Junta Directiva en el desempeño de su función (Art. 38 de la Ley). De manera general, toda elección de los miembros de la Junta Directiva, Comité de Garantías, Vigilante y el nombramiento del Gerente General de la SGR, deberá contar con el beneplácito del órgano regulador (Art. 40 de la Ley 663). 60 9 Patrimonio y solvencia de las SGR 9.1 CAPITAL SOCIAL Como efectivamente señalamos en las páginas que preceden, el capital social no es más que la suma de todas y cada una de las aportaciones hechas por los socios al momento de la constitución o de forma posterior como reminiscencia de efectuar aumentos a dicho fondo común. De este acápite no entraremos en detalle ya que fue tratado en su momento al inicio del presente trabajo. 9.2 FONDO DE PROVISIONES TÉCNICAS Después de completar el capital social mínimo exigido o actualizado, las SGR deberán constituir de forma permanente un fondo de provisiones técnicas, el que formará parte de su patrimonio y tendrá como finalidad la cobertura de los riesgos que contraiga (Art. 25 de la Ley). Dicho fondo estará integrado por: a) El monto que la sociedad destine de las utilidades netas de cada ejercicio. b) Las subvenciones, donaciones otras aportaciones que a la SGR se le hicieren. c) El exceso de la reserva legal obligatoria. d) Cualquier otra aportación que la Ley, el Reglamento o la escritura social determine. 9.3 RESERVA LEGAL Y OTRAS RESERVAS La reserva legal se constituye para cubrir o amortizar las pérdidas que pudieran producirse en ejercicios económicos posteriores y se conformará del cincuenta por 61 ciento de las utilidades netas que obtenga en cada ejercicio, hasta alcanzar un valor igual al veinte por ciento del capital social mínimo. El exceso podrá ser capitalizado o llevarse al fondo de provisiones técnicas. Las SGR determinarán en sus estatutos otros tipos de reservas que estimen conveniente (Art. 26 de la Ley). En nuestra opinión, es un desacierto de la Ley el que el valor porcentual de la reserva legal sea tasado en atención al capital mínimo requerido por la propia Ley, ya que las SGR, por naturaleza, son sociedades de capital variable, y al efectuase variaciones sucesivas que aumenten dicho capital, con el pasar del tiempo, la reserva legal será insuficiente o al menos desproporcional, lo que vendría a dar lugar, de cierto modo, a una especie de riesgo, ya que en caso de darse pérdidas exorbitantes consecutivas, por causa del incumplimiento de los socios como consecuencia negativa de la situación económica que cada día es más adversa, la SGR podría entrar en un estado de insolvencia. Para enmendar tal situación lo ideal es que el valor de la tasa porcentual de la reserva legal se tase en atención al capital social desembolsado y actualizado de la SGR. La Ley 663, en su artículo 43, prescribe que el patrimonio de la sociedad estará compuesto por: el capital social, las reservas legales, el fondo de provisiones técnicas y las otras reservas que constituya la SGR. De igual forma plantea, que la relación entre el patrimonio y la suma de los activos de riesgo ponderado, será normado y fijado por el Órgano Regulador de tal suerte que será este mismo, quien dicte las normas técnicas y prudenciales relativas a la ponderación de los activos de riesgo de estas sociedades. En caso de haber pérdidas en un ejercicio económico, la Junta Directiva deberá de cubrirlas según el siguiente orden: Con las utilidades acumuladas de los ejercicios anteriores; si estas utilidades no alcanzan, se aplicarán las reservas de capital en el siguiente orden: las reservas que constituyan las SGR, el Fondo de Provisiones Técnicas y la Reserva Legal. Si estas fueran insuficientes para absorber el saldo de las pérdidas, el Órgano Regulador dictará las medidas preventivas y correctivas pertinentes (Art. 44 de la Ley). 62 En caso de que suceda lo anterior, es decir, que las reservas de capital sean insuficientes para amortizar las pérdidas sufridas, es en donde entran en juego las normas de que habla el artículo 44 de la Ley, es por ello, que si las pérdidas ascienden hasta el cincuenta por ciento del patrimonio de la sociedad, el Órgano Regulador otorgará un plazo de hasta noventa (90) días a la Junta Directiva de la sociedad para que regularice sus situación a través del plan de regularización que establezca el Órgano Regulador (Art. 52 de la Ley). Es válido y digno de mencionar, que el sistema de normas de solvencia implementado en la Ley 663 tiene muchas similitudes con las normas de solvencia plasmadas en la Ley 561, Ley General de Bancos, Instituciones Financieras no Bancarias y Grupos Financieros; ejemplos de ello es la forma de suplir las pérdidas de los ejercicios económicos experimentados, la forma en que se conforma la reserva legal, con el matiz de que, según la Ley 561, cuando la reserva legal alcanza su límite; que es el valor del capital social pagado, el 40% de la misma deberá ser capitalizado (Art. 21 de la Ley 561); en cambio, el artículo 26 de la Ley 663 estatuye que una vez que la reserva alcance su límite que es del 20% del capital social mínimo, el contingente podrá pasar a formar parte del capital social o bien de los Fondos de Provisiones técnicas (Arts. 25 inciso c y 26 in fine de la Ley 663). 10 Entidad de autorización, fiscalización y regulación Al entrar las SGR a desempeñar un papel importante dentro del Sistema Financiero Nacional y por ende ser parte del mismo, el legislador se ha visto obligado a crear un Órgano especial que se encargue de la autorización, fiscalización y regulación de las mismas con el fin de garantizar la buena andanza del Sistema de Sociedades de Garantía Recíproca y, por ende, del Sistema Financiero en general. Dicho Órgano Admirativo no es otro que la Comisión Interinstitucional de Sociedades de Garantía Recíproca para las MIPYMEs denominado para efectos 63 de la Ley y del presente trabajo investigativo como Órgano Regulador. La Comisión tendrá a su cargo la aplicación, ejecución y funcionamiento de la Ley 663, Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, publicada en La Gaceta, Diario Oficial número 173 del 8 de Septiembre de 2008 y del Decreto No 71-2008, Reglamento de la Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, publicada en La Gaceta, Diario Oficial número 49 del 12 de Marzo de 2009, así como brindar capacitación y el asesoramiento técnico, económico y financiero (Art. 3 de la Ley 663). Es válido destacar que, en el Anteproyecto de Ley figuraba como órgano encargado de la autorización y fiscalización de las SGR y de las RSGR la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SIBOIF), lo cual a nuestro criterio era bastante positivo en vista de que el órgano encargado de las funciones antes mencionadas, es un órgano previamente constituido y por ende con la capacidad estructural, técnica, infraestructural y experiencia requerida para desempeñar tal cometido y que sin duda alguna hubiese desempeñado las atribuciones encomendadas por la Ley 663 con la eficiencia requerida para impulsar el Sistema de Sociedades de Garantía Recíproca que tanto aclama la Ley. De haberse aprobado la Ley como se tenía previsto en su Anteproyecto, potencialmente no se hubiesen presentado las complicaciones que a la fecha imperan con lo que respecta a la implementación del Sistema de Sociedades de garantía Recíproca para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, en vista de que el santificado Órgano Regulador que tanto pregona la Ley no ha sido legalmente constituido, constitución que en principio no era posible porque la Ley generaba una especie de contradicción con la Ley 732, Ley orgánica del Banco Central de Nicaragua por lo que el artículo 4 de la Ley 663 establecía que el mencionado Órgano Regulador estaría integrado por un miembro nombrado el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC), quien lo coordinará, un miembro nombrado por el Banco Central de Nicaragua (BCN) y un miembro nombrado 64 por la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SIBOIF). Estos nombramientos deberán efectuarse por el representante de cada una de las instituciones antes mencionadas y por su parte la Ley 732 establece en su artículo 75 que el Banco Central de Nicaragua, los miembros de su Consejo Directivo y sus funcionarios, no pueden ser miembros titulares o suplentes en los directorios de cualquier otra empresa o institucional estatal, con excepción de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SIBOIF). Tampoco pueden ser parte de cualquier comisión u órgano colegiado público no contemplado en esa ley; cuestión que fue solucionada mediante la reforma practicada al artículo 4 de la Ley 663 por virtud de la Ley 764, Ley de Reforma a la Ley No. 663, Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, publicada en la Gaceta, Diario Oficial No. 96 del 26 de mayo de 2011. En cuanto al Derecho Comparado, tanto en España como en el Salvador, las Sociedades de Garantía Recíproca son autorizadas y fiscalizadas por un órgano estatal. Es importante mencionar que en España antes de la entrada en vigor de la Ley 1 de Marzo de 1994, las SGR no necesitaban la aprobación por parte del Estado para su aprobación. 10.1 INTEGRACIÓN El Órgano Regulador estará integrado por tres funcionarios o funcionarias de competencia calificada en la materia. Se designará uno o uno por cada titular de cada una de las siguientes instituciones: Ministerio de Fomento, Industria y Comercio, quien lo coordinará; Ministerio de hacienda y Crédito Público y la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras. El Órgano Regulador operará en el MIFIC, quien le proporcionará el espacio e infraestructura necesaria. Este Órgano sesionará por lo menos una vez al mes y sus decisiones se tomarán por mayoría (Art. 4 de la Ley 663 de acuerdo con la reforma incorporada por la Ley 764, Ley de Reforma a la Ley No. 663, Ley del 65 Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa). 10.2 ATRIBUCIONES DEL ÓRGANO REGULADOR De acuerdo al artículo 5 de la Ley, son atribuciones y funciones del Órgano Regulador, sin perjuicio de las demás que le otorga le Ley y su Reglamento, las siguientes: a) Promover, planificar y ejecutar las políticas nacionales del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas en beneficio de las MIPYMEs. b) Autorizar la constitución y funcionamiento de las SGR y sociedades de Sociedades de Garantías Recíprocas (RSGR). c) Aprobar los cambios y actualizaciones que soliciten las SGR y las RSGR. d) Velar que las SGR y RSGR, cumplan con las disposiciones de la Ley; pudiendo por lo menos una vez al año, cuando lo estime conveniente y por medio de inspectores contratados para realizar inspecciones o auditorias. e) Atender gestiones y consultas de las SGR y RSGR o de sus socios. f) Requerir, a solicitud de parte o de oficio, documentación para realizar investigaciones en las SGR y las RSGR. g) Asistir, a solicitud de parte o de oficio, a las Asambleas Generales de Socios de las SGR y de las RSGR. h) Llevar estadísticas actualizadas del registro de las SGR y de las RSGR. i) Coordinar su labor con otros organismos nacio9nales e internacionales. j) Aprobar las resoluciones de los Órganos sociales de las SGR y las RSGR, así como revocarlas o suspenderlas cuando éstas sean contrarias a la Ley 663 y su reglamento, a los Estatutos Sociales y a sus reglamentos internos. k) Suspender de oficio o a solicitud de parte que lo justifique, el funcionamiento de las SGR y las RSGR, así como intervenirlas, disolverlas y liquidarlas cuando se compruebe que cometió o comete infracciones o violaciones flagrantes a la Ley u su reglamento. 66 l) Asistir y auxiliar oportunamente a los socios de las SGR y las RSGR, cuando se considere que se está lesionando los intereses de tipo societario y/o se ponga en grave peligro la propia existencia de la misma. m) Divulgar información de experiencias que fortalezca el derecho y la jurisprudencia de las SGR y las RSGR en Nicaragua. n) Convocar a Asamblea General conforme lo disponga la Ley. o) Elaborar investigaciones y estudios orientados a las actividades de las MIPYMEs, para promover y formular propuestas que permitan mayor participación de los sectores económicos y financieros en las sociedades creadas por la Ley. p) Dictar las normas prudenciales de carácter general que considere necesarias para la aplicación efectiva de la Ley. q) Aprobar o denegar la solicitud de distribución de utilidades, que previamente deberán presentar al Órgano Regulador las SGR y las RSGR. r) Contratar por cuenta de las SGR y RSGR auditoria forense. s) Aprobar su presupuesto anual de ingresos y egresos. El Órgano Regulador ejercerá sus funciones de manera autónoma e independientemente conforme las atribuciones que le otorga la Ley. La integración del Órgano Regulador prevista en el artículo 4 de la Ley, no implica vinculación funcional ni técnica respecto de las instituciones que los nombren (Art. 74 de la Ley). 10.3 RECURSOS DEL ÓRGANO REGULADOR Prescribe el artículo 6 de la Ley 663, que con el fin de garantizar los recursos necesarios para su funcionamiento, el Órgano Regulador contará con las siguientes fuentes de ingreso: 67 1. Los recursos que le asigne el Estado en el Presupuesto General de la República para el funcionamiento, fortalecimiento institucional, promoción y fomento del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas. 2. Los aportes que hagan las Sociedades de Garantía Recíproca al Órgano Regulador en base al porcentaje determinado por la Ley, de las utilidades liquidas de cada ejercicio económico anual. 3. Los ingresos percibidos por los servicios de emisión de documentos que le soliciten y las multas que se impongan de conformidad a las facultades y atribuciones otorgadas por la Ley al Órgano Regulador. 4. Los prestamos concesionales y donaciones provenientes de convenios de cooperación con organismos nacionales e internacionales celebrados por el Órgano Regulador dentro del ejercicio de sus facultades. 5. Las demás fuentes que determine la Ley. En ese mismos sentido, el artículo 51 de la Ley 663 estipula que las SGR contribuirán con un aporte equivalente al dos por ciento de las utilidades liquidas de cada ejercicio económico, para los costos por los servicios de fiscalización del Órgano Regulador, el que mediante por resolución razonada, podrá incrementar dicho aporte hasta por uno y medio por ciento. Y, finalmente, el artículo 75 de la Ley 663 estatuye que Las SGR autorizadas por el Órgano Regulador, deberán aportar antes del inicio de sus operaciones, el uno y medio por ciento del capital social mínimo requerido para cubrir los costos iniciales de su supervisión. Sin ese requisito no podrá iniciar sus operaciones. Después de un año de operaciones se sujetarán a lo previsto en el artículo 51 de esta Ley. No obstante lo anterior, en caso de que dichas sociedades cierren su ejercicio económico anual sin utilidades o que el monto de estas no fuera suficiente para cubrir el aporte para gastos de fiscalización, el Órgano Regulador podrá establecer a las respectivas SGR, una contribución basada en otros parámetros equivalentes, que cubran los costos de fiscalización. 68 10.4 CAUSALES POR LAS QUE EL ÓRGANO REGULADOR DEBE DE INTERVENIR EN LAS SGR. La Ley 663 prescribe en su artículo 53 que El Órgano Regulador, sin perjuicio de las sanciones que correspondan, aprobará la resolución de intervención siempre que hubiere ocurrido una o varias de las circunstancias siguientes: 1. Encontrarse en una situación de cesación de pagos por incumplimiento de obligaciones liquidas, vencidas y exigibles o que se presentaren indicios de un inminente estado de suspensión de pagos. 2. Si no se presentare el plan de regularización municionado en el artículo 52 de la Ley. 3. Por reducción de capital social por debajo del monto mínimo establecido o actualizado para este tipo de sociedades. 4. Si la SGR persistiera en infringir la Ley, las disposiciones y normativas emanadas del Órgano Regulador, su escritura de constitución social o sus propios estatutos. 5. Por quiebra de la sociedad. 6. Por revocación de la autorización de operación por parte del Órgano Regulador. 10.5 DEL PLAZO DE LA INTERVENCIÓN La intervención tendrá un plazo de tres meses, prorrogable por un mes adicional, durante el cual la SGR no podrá emitir nuevos avales, fianzas o garantías. Durante el tiempo de intervención, el Órgano Regulador, en coordinación con los socios, o por sí mismo, designara al nuevo representante legal de la empresa y una comisión gestora, conformada por un máximo de cinco personas, en la que los socios podrán tener una representación no mayor del cuarenta por ciento de los miembros de dicha comisión (Art. 54 de la Ley). 69 10.6 RÉGIMEN SANCIONADOR Las SGR y las RSGR, así como quienes ostenten cargos de administración o dirección en las mismas, estarán sometidos a las normas disciplinarias que establezca el Órgano Regulador. La transgresión de tales normas así como de las disposiciones de la Ley 663 y su Reglamento será sancionada a través de multas que determinara el Órgano Regulador, la que no podrá ser mayor al medio por ciento del monto del capital social mínimo determinado o actualizado. Adicional a la sanción anterior, también podrán perder los beneficios fiscales o su autorización de funcionamiento según lo determine el Órgano Regulador. Todo ello sin perjuicio de las sanciones civiles y penales aplicables (Art. 55 de la Ley). 10.7 DE LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS Contra las resoluciones del Órgano Regulador, podrá interponerse recurso de revisión dentro del término de diez días hábiles a partir de la fecha de notificación. Podrá interponerse recurso de apelación contra la resolución del Órgano Regulador que resuelva el recurso de revisión. El recurso se presentará ante el Órgano Regulador, dentro del término de cinco días hábiles a partir de la notificación, quien lo admitirá y lo enviará junto con un informe, para su trámite al Ministerio de Fomento, Industria y Comercio, quien deberá resolver y notificar su resolución dentro de los treinta días siguientes a la presentación de la apelación. Con esta resolución se agota la vía administrativa. El afectado podrá reservarse el derecho de utilizar la vía judicial dentro del término establecido por la ley de la materia (Art. 56 de la Ley 663). Una vez agotada la vía administrativa los interesados podrán demandar sus derechos ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de conformidad con la Ley 350, Ley de Regulación de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo. 70 11 Fusión, disolución y liquidación Debemos tomar en cuenta que la existencia jurídica de esta sociedad puede llegar a su fin, por ser una sociedad un poco peculiar, no significa que no llegara a la última etapa de su vida jurídica, es decir, por pertenecer a la esfera mercantil su disolución y liquidación se dará para su extinción como tal, no obstante como veremos a continuación, no termina la existencia jurídica de esta sociedad solo con esos dos métodos, puesto que se le adhiere a este otro noción bastante utilizado, para lo que se refiere a temas societarios, esta es la fusión. 11.1 FUSIÓN La Fusión, compone un proceso de Naturaleza social, al fin del cual dos o más sociedades, previa disolución de alguna o de todas ellas concluyen unir su patrimonio formando uno solo para crear una nueva sociedad (Cruz, 2003). Para el profesor Rodríguez (1978), no es más que la trasmisión de un patrimonio entero de una sociedad a otra, es decir, las sociedades que se fusiona se disuelven, viniendo a constituir con sus respectivos patrimonios una nueva sociedad. Para la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE): La fusión consiste en la transmisión del patrimonio de una o varias sociedades a otra sociedad, por medio de la absorción por parte de una sociedad. (Economico, 2005), Las SGR adoptan la fusión como una forma de extinción de las sociedades, no obstante esta fusión legal mercantil, solo cabe entre las sociedades dela misma esfera jurídica, es decir, su fusión solamente serán cono una SGR. En el caso que nos ocupa, el Art 58 de la Ley 663 sostiene que las obligaciones adquiridas por las SGR para el caso de fusión las asumirá la nueva sociedad y 71 para el caso de escisión a las garantías otorgadas a los socios partícipes, observamos que la Ley contempla la escisiones que es todo lo contrario a la Fusión, este supuesto se define como el hecho que parte del patrimonio de una sociedad deja de estar bajo su titularidad para formar una nueva sociedad (Cruz, 2003). Es decir, se segrega o se divide para formar parte de una nueva sociedad o de una ya existente. 11.2 DISOLUCIÓN La disolución es el acto jurídico que abre el proceso de liquidación que dará lugar a la extinción de la sociedad como contrato y como persona jurídica. (Salmeron, 2000) La disolución no se connota como un fenómeno ni simple ni complejo ya que con el sobrevenir de una causa de disolución se abre todo un proceso que empieza con liquidación de los negocios sociales irresueltos (cobros, pagos, deudas) y que terminaran con la división del haber social entre los socios. En este sentido armoniza con la conjetura que sostiene el competente profesor Brunetti (1978) que a su vez cita a Rocco; indica que una verdadera liquidación no tendrá razón de ser sin la subsistencia de la personalidad jurídica de la sociedad durante la liquidación. Como podemos observar la disolución no es el fin de la sociedad como tal, sino más bien una de las últimas etapas de esta, ya que la personalidad jurídica debe de existir para cumplir con las últimas obligaciones de la sociedad. Serán causales de disolución: a) Por incapacidad manifiesta para realizar el fin social. b) Por absorción o fusión con otras SGR. c) Por escisión total de la sociedad para la constitución de dos o más SGR. d) Por acuerdo de la Asamblea General Extraordinaria, con los mismos requisitos exigidos para la modificación de los estatutos. 72 e) Por decisión del Órgano Regulador, basado en las causales establecidas en el artículo 49 de la Ley. Cuando concurra alguna de las causas previstas en los acápites a), b), c) y d), se requerirá el acuerdo de la Asamblea General Extraordinaria de Socios, con los mismos requisitos exigidos para la modificación de los estatutos y previa autorización del Órgano Regulador. Adoptado el acuerdo de disolución de la sociedad, quedará en suspenso el derecho de los socios a pedir el reembolso de las participaciones sociales. Las obligaciones adquiridas por las SGR, para el caso de fusión las asumirá la nueva sociedad y para el caso de escisión se atenderá a las garantías otorgadas a los socios partícipes (Art 58 de la Ley 663 SGR) Autorizada o determinada la disolución de la SGR por el Órgano Regulador, la Asamblea General de Socios elegirá una Comisión Liquidadora designando quien la presidirá. Dicha comisión estará conformada por cinco miembros de los cuales uno pertenecerá a los Socios Protectores, otro al Órgano Regulador y el resto a los Socios Partícipes. Si en el término de treinta días dicha comisión no fuera nombrada o no entrase en funciones, el Órgano Regulador procederá a nombrarla de oficio. 11.3 LIQUIDACIÓN La liquidación se entiende como el conjunto de operaciones indispensables para concluir los negocios pendientes a cargo de la sociedad, por la liquidación se concluye los vínculos jurídicos existentes entre la sociedad y terceros que contraten con ella (Cruz, 2003). La personalidad jurídica de la sociedad debe seguir existiendo al momento de la liquidación, no obstante esta personalidad jurídica solo preexistirá hasta que se 73 concluya todos aquellos cobros, pagos de lo que deba, o más bien liquidar sus pasivos y dividir el patrimonio existente entre la sociedad y terceros que contraten con ella La liquidación de una SGR debe quedar concluida en un plazo no mayor de seis meses, y podrá ser prorrogada por el Órgano Regulador por una sola vez y por un período igual al anterior (Art 60), en el caso de una sociedad anónima los socios en el acto de nombramiento deben estipular la fecha en la cual deberá terminar el proceso de liquidación de la sociedad y si la liquidación no pudiese terminarse en ese plazo marcado, este se prorrogara por la mitad del plazo previamente estipulado, todo esto según el Art 278 Cc. Concluida la liquidación de la SGR, la Comisión Liquidadora presentará al Órgano Regulador su informe final para que declare concluido el estado de liquidación y cese de la existencia legal de la sociedad. Dicha resolución deberá inscribirse en el Registro Público Mercantil y presentará fotocopia certificada de la misma con su respectiva inscripción registral al Órgano Regulador (Art 59 y 60). En caso de que no se apruebe el informe a que se refiere el párrafo anterior, corresponde al Órgano Regulador realizar las actuaciones pertinentes para concluir el estado de liquidación y el cese de la existencia legal de la SGR, así como intentar las acciones necesarias, con el fin de que se establezcan las responsabilidades de la Comisión Liquidadora y se apliquen las sanciones que sean procedentes (art 60). La Comisión Liquidadora tendrá las siguientes atribuciones: a) Levantar inventario de los activos patrimoniales y de los pasivos de cualquier naturaleza que sean, de los libros correspondientes, de los documentos de la SGR. b) Concluir las operaciones pendientes al tiempo de la disolución. c) Exigir cuentas de su administración a las personas que hayan manejado intereses de la SGR. d) Vender todos los bienes muebles e inmuebles de la SGR. 74 e) Cobrar judicial y extrajudicialmente los créditos activos, recibir su importe y otorgar los finiquitos respectivos. f) Liquidar y cancelar las cuentas de la SGR con terceros, en primer lugar y con cada uno de los socios, si hubiere remanentes. g) Presentar estados de liquidación ante los socios y el Órgano Regulador. h) Rendir al fin de la liquidación, cuenta general de su gestión y solicitar el finiquito. (Art 61 Ley 663) Durante la liquidación de una SGR no podrán iniciarse procedimientos judiciales contra éstas, no podrán decretarse embargos, constituirse gravámenes, ni dictarse otras medidas precautorias sobre sus bienes, ni seguirse procedimientos de ejecución de sentencias en razón de fallos judiciales, a causa de obligaciones contraídas con anterioridad a la presentación de solicitud de liquidación. (Art. 63 de la Ley). 12 Sociedades Reavaladoras Según Broseta Pont (1992), el involucramiento del Estado español en la concesión de reavales o garantía a las operaciones de garantía previamente efectuadas por SGR ha constituido siempre una pieza de cierre primordial en el sistema de las Sociedades de Garantía Recíproca, ya que sin dicha garantía por parte del Estado sería casi imposible conseguir el reconocimiento y financiación de las entidades encargadas de ello. Es con ese fin que el legislador Nicaragüense estipuló en el artículo 71 de la Ley 663, que con el fin de que entre en funcionamiento el Sistema de Garantías Recíprocas para las MIPYME, el Estado, con recursos del Fondo para el Desarrollo de las Sociedades de Garantías Recíprocas, podrá constituir la primera SGR en carácter de Socio Protector. 75 12.1 NATURALEZA JURÍDICA Al igual que las Sociedades de Garantía Recíproca, las Sociedades Reavaladoras de Sociedades de Garantía Recíproca (RSGR) tendrán carácter mercantil y se consideraran como entidades financieras de capital variable, creadas con el fin de reavalar las operaciones de garantía que efectúen las SGR (Art. 67 de la Ley). 12.2 CONSTITUCIÓN, AUTORIZACIÓN Y REGULACIÓN DE LAS RSGR Las RSGR serán constituidas, autorizadas y reguladas de misma forma que las SGR es decir, a las primeras se les aplicará el mismo régimen jurídico de las SGR por tal razón y como es obvio, se les aplicará la Ley 663 y su reglamento (Art. 67 párrafo segundo). 12.3 DENOMINACIÓN Al final de la denominación o razón social de cada Sociedad Reavaladora deberá figurar la indicación "Reavaladora de Sociedades de Garantías Recíprocas" o su abreviatura "RSGR" (Art. 68 de la Ley). 12.4 CAPITAL MÍNIMO El capital mínimo de las Sociedades Reavaladoras deberá ser de Dos Millones Ciento Veinticinco Mil Córdobas (C$ 2, 125,000.00), el cual deberá estar suscrito y pagado al momento de su constitución. A cada tipo de socio le corresponderá enterar el cincuenta por ciento del capital social (Art. 59 de la Ley). Nos llama mucho la atención el hecho de que el valor mínimo del capital social de las RSGR sea tan inferior a capital mínimo requerido para las SGR, cuando 76 realmente lo que se persigue con la institucionalización de la primera, es apoyar al Sistema ofreciendo cobertura y garantía suficiente a los riesgos contraídos por las SGR y aumentar la capacidad de cobertura de las Sociedades de Garantía, mediante la suscripción de contratos de reafianzamíento. Por su parte, la norma salvadoreña le da una regulación al capital mínimo requerido para las RSGR con un valor igual al necesario para la constitución de una SGR es decir, un millón ciento cuarenta y cinco mil dólares de los Estados Unidos de América. 12.5 NÚMERO DE SOCIOS Las Sociedades Reavaladoras se constituirán con un Socio protector y diez SGR como mínimo (Art. 70 de la Ley). En definitiva, las RSGR son para las SGR, lo que los bancos de segundo piso son para los bancos. Y sin duda alguna su implantación vendría a favorecer no solo a las SGR, sino que también a los socios de estas últimas ya que la puesta en marcha de las mismas disminuiría los riesgos crediticios y por ende las Micro, Pequeña y Mediana Empresa efectivamente tendrían mayores posibilidades de financiación que a la postre ese es el fin del Sistema de Sociedades de Garantía Recíproca. 77 13 Conclusiones 1. El objetivo principal de la puesta en marcha del Sistema de Sociedades de Garantía Reciproca en Nicaragua, es desarrollar las Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MIPYMES), en vista de que por medio de las SGR éstas pueden obtener mayores posibilidades de financiación, con beneficios tales como: tasas de interés menores, plazos crediticios prolongados y comisiones reducidas, gracias a los avales o garantías que aquéllas (las SGR) emiten a su favor. Asimismo, las MIPYMES podrán obtener por parte de las SGR asesoramiento técnico, económico y financiero con el propósito de que las mismas exploten la empresa de la que son titulares de una manera más eficiente y productiva. 2. Por otra parte, la Ley 663, Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, fue aprobada con el propósito de coadyuvar a amortiguar los efectos adversos de la pobreza que impera a nivel mundial, procurando disminuir el desempleo, que es un indicador prominente generado por la pobreza que nos invade. 3. La Ley 663 presenta ciertas parcelas que a nuestro juicio son contraproducentes, muestra de ello son, por ejemplo: el hecho de que no se señalan los requisitos mínimos de la escritura social y de los estatutos; las disposiciones relativas al desembolso del capital social, en donde la Ley prevé que al momento de que se suscribiesen las aportaciones sociales los socios deberán desembolsar al menos el cincuenta por ciento del valor nominal de las mismas, lo cual es inconcebible debido a que no se puede pretender que una entidad societaria de carácter financiero, como lo son las SGR, inicie sus operaciones sin que siquiera su capital social mínimo esté 78 totalmente suscrito y desembolsado, tal situación pone en riesgo el Sistema Financiero Nacional debido a que, de alguna manera, se estarían garantizando créditos sin que exista un capital que respalde adecuadamente las garantías de éstos. 4. Creemos que el principio de aplicación supletoria de algunas normas, entre ellas el Código de comercio y otras leyes de la República de Nicaragua, adoptado por la Ley 663, es ampliamente deficiente, debido a que estamos frente a un tipo societario muy peculiar, y el legislador nicaragüense no específica de manera concreta las disposiciones supletorias aplicables a las SGR, lo cual puede dar lugar a una mala interpretación y aplicación de la Ley, lo que en nada abona a la seguridad jurídica. 5. Efectivamente, la Ley 663 es bastante novedosa y representa un gran aporte legislativo en materia societaria: por crear una sociedad con un objeto social estrictamente definido; introduce la existencia de dos categorías de socios (partícipes y protectores) dentro de una misma figura societaria; también, se trata de una sociedad con clientes exclusivos, clientes que a su vez son socios de la misma entidad social; por lo que atañe al sistema adoptado para efectos de tomar decisiones y acuerdos, éste se hace bajo la idea del principio de igualdad, y existen limitaciones al momento de ejercitar el derecho al voto. 6. Es lamentable, que a pesar de que la Ley tiene aproximadamente cuatro años y medio de haber entrado en vigor, no se ha constituido ninguna Sociedad de Garantía Recíproca en Nicaragua, esto debido a que no se ha constituido la Comisión Interinstitucional que será el órgano encargado de la autorización y fiscalización de las mismas. 79 7. A pesar de todo lo antes señalado, creemos que la Ley 663, en general, es congruente con el carácter de las SGR, de conformidad con lo que establece un importante sector de la Doctrina Científica del Derecho, así como algunos ordenamientos jurídicos importantes. 8. A manera de corolario, hemos de comentar que la implementación de la ley 663 y su Reglamento, vendría a favorecer enormemente a las MIPYMES, de tal suerte que obtendrían los beneficios financieros antes relatados, y lograrían a la postre desarrollarse como efectivamente ha sucedido en otros países del orbe, tales como España, Chile y El Salvador, en donde éstas juegan un papel importante dentro de la economía interna de esos países, al igual que en Nicaragua, con la diferencias de que en los países mencionados las MIPYMES están fuertemente institucionalizadas, y cuentan ya con los Sistemas funcionamiento. 80 de Garantía Recíproca en total 14 Recomendaciones 1. Es necesario que la Ley 663, Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, sea íntegramente revisada y posteriormente reformada por el órgano competente, ya que a lo largo de la misma se presentan algunos vacíos jurídicos tales como: la falta de elementos de la escritura social y de los estatutos; no se establecen los plazo para llenar omisiones; no se indica el porcentaje mínimo de suscripción de las participaciones sociales; y algunas normas que son un tanto contraproducentes para el Sistema Financiero Nacional, como es el caso del monto del monto del capital social desembolsado requerido para ser autorizadas. 2. Se debe constituir de forma urgente la Comisión Interinstitucional que se encargará de hacer cumplir la Ley 663, y de manera específica será quien se encargue de la autorización y fiscalización de las SGR. 3. Es menester que el legislador nicaragüense trate de plasmar las normas concretas del código de comercio y de otras leyes que se deberán aplicar de manera supletoria a las SGR, con el fin de no dar nacimiento a malas interpretaciones y generar así inseguridad jurídica. 4. Es necesario que el gobierno implemente políticas de Estado para fortalecer el Sistema de Sociedades de Garantía Recíproca, y que se adopten las medidas necesarias para que dicho sistema sea divulgado a nivel nacional y se promueva la cooperación, tanto nacional como internacional, en aras de fortalecer dicho sistema. 81 Referencias Bibliográficas Arana, C. A. (2006). Derecho de Sociedades Mercantiles (Ma Asuncion Moreno Castillo, Jessenia Bonilla ed.). Managua. Brunetti, A. (1978). Tratado de Derechos de las de las Sociedades. Italia. Calero, F. S. (2002). Instituciones de Derecho Mercantil. En F. S. Calero, Instituciones de Derecho Mercanti. Madrid: McGraw-Hill. Chuliá, F. V. (2004). Introduccion al Derecho Mercantil (17 ed.). Valencia, España: Tirant lo Blanch. Cruz, J. R. (2003). Manual de Derecho Mercantil. Managua: Hispamer. De la Calle y Peral,J., Di Rovasenda,A., Fernandez, E., González, J., Olivares, J., Pemán, C., et al. (2012). Sociedades Mercantiles. Memento Práctico Sociedades Mercantiles. Epaña. Lefebvre Economico, D. p. (2005). www.oecd.org/centrodemexico. Recuperado el 10 de junio de 2013. Herrera, J. & Ulloa, M. (2007). Derecho Bancario I. Managua. Nacional, A. (s.f.). codigo de comrecio. Broseta, M. (1992). Manual de Dercho Mercantil (11 ed., Vol. I). madrid, España: tecnos. Rodriguez, J. (1978). Derecho Mercantil. Argentina: Porrua. Rodriguez, J. R. (1978). Derecho Mercantil (Vol. Tomo I). Mexico: Porrua, S.A. Uría, R., Menéndez, A., Soto, R. A., Iglesias, J., Arroyo, I., Paz-Ares, Cándido., Beltrán, E., Pérez de la Cruz, A., Cortes, L. J., Roja, A., García de Enterría, J., Vérguez.,M., et al. (1999). Curso de Derecho Mercantil. (Primera dedición). Madrid, España. Civitas. Salmeron, M. (2000). www.5campus.com. Recuperado el 10 de 06 de 2013. Robleto, C. & Hermida, V. (2008). Derecho de Propiedad Intelectual. Managua, Nicaragua. Facultad de Ciencias Jurídicas. Uría, R. (1976). Derecho Mercantil. En R. Uría, Decimo Tercera Edición Derecho Mercantil. Madrid. Zunino, J. O. (1984). Sociedades Mercantiles . Buenos Aires: ASTREA. 82 Normas Jurídicas Constitución política de la republica de Nicaragua. 1987. Ley Española 1/1994, de 11 de marzo, sobre régimen jurídico de las sociedades de garantía recíproca. Ley General de Cooperativas, LEY No. 499. Aprobada el 29 de Septiembre del 2004. Publicada en La Gaceta No. 17 del 25 de Enero del 2005. Ley No. 663. Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Gaceta Diario Oficial No. 173 del 8 de Septiembre de 2008. Decreto Legislativo (Salvador) Nº 553 Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas. Decreto No. 71-2008. Reglamento de Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Publicado en la Gaceta Diario Oficial No. 49 del 12 de Marzo de 2009. Ley No. 764. Ley de Reforma a la Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Recíprocas para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Publicada en la Gaceta, Diario Oficial No. 96 del 26 de mayo de 2011. Romero Salmerón, F. (2010). Análisis jurídico a la Ley del Sistema de Sociedades de Garantías Reciprocas, en la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Managua, Nicaragua. Ley 350. Ley de Regulación de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo. Publicada en La Gaceta, Diario oficial No. 140 y 141 del 25 y 26 de Julio del 2000. Ley 561. Ley General de Bancos, Instituciones Financieras no Bancarias y Grupos Financieros. Publicada en La Gaceta, Diario Oficial No. 232 del 30 de Noviembre del 2005. Ley 732. Ley Orgánica del Banco Central de Nicaragua. Publicada en La Gaceta, Diario Oficial, No. 148 y 149 del 5 y 6 de agosto del año 2010. LEY Nº 18.046 (Chile), Ley de Sociedades Anónimas. 83 Tabla de contenido 1 INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 5 2 CAPÍTULO I. Aspectos Generales de las Sociedades de Garantía Recíproca ............................... 6 2.1 ANTECEDENTES ................................................................................................................... 6 2.2 CONCEPTO ........................................................................................................................... 7 2.3 NATURALEZA JURÍDICA ..................................................................................................... 10 2.4 CARACTERÍSTICAS.............................................................................................................. 11 3 CAPÍTULO II. Regulación de las Sociedades de Garantía Recíproca en el sistema nicaragüense. Examen a la luz del Derecho Comparado.......................................................................................... 14 4 CONSTITUCIÓN DE LAS SOCIEDADES DE GARANTÍA RECÍPROCA.............................................. 14 4.1 DENOMINACIÓN O RAZÓN SOCIAL ................................................................................... 14 4.2 OBJETO SOCIAL .................................................................................................................. 18 4.3 ESCRITURA SOCIAL Y LOS ESTATUTOS .............................................................................. 21 4.4 AUTORIZACIÓN PARA LA CONSTITUCIÓN DE LA SGR........................................................ 26 4.5 ESTUDIO DE LA SOLICITUD PARA LA AUTORIZACIÓN PARA CONSTITUIR UNA SGR ......... 28 4.6 REQUISITOS PARA EL INICIO DE OPERACIONES ................................................................ 29 4.7 AUTORIZACIÓN DE FUNCIONAMIENTO ............................................................................ 30 5 Tipos de socios: Socios partícipes, Socios protectores, Número de socios para su constitución, Prohibiciones ..................................................................................................................................... 31 6 5.1 SOCIOS PARTÍCIPES ........................................................................................................... 32 5.2 SOCIOS PROTECTORES ...................................................................................................... 33 5.3 NÚMERO DE SOCIOS PARA SU CONSTITUCIÓN ................................................................ 35 5.4 PROHIBICIONES ................................................................................................................. 36 Capital social.............................................................................................................................. 38 6.1 NATURALEZA JURÍDICA ..................................................................................................... 39 6.2 CAPITAL MÍNIMO .............................................................................................................. 40 6.3 VARIABILIDAD DEL CAPITAL SOCIAL .................................................................................. 44 84 6.4 7 CARÁCTER DE LAS APORTACIONES AL CAPITAL SOCIAL.................................................... 45 Relaciones internas ................................................................................................................... 46 7.1 DERECHOS DE LOS SOCIOS ................................................................................................ 47 7.2 OBLIGACIONES DE LOS SOCIOS ......................................................................................... 48 8 Órganos de la Administración ................................................................................................... 49 8.1 ASAMBLEA GENERAL DE SOCIOS....................................................................................... 50 8.1.1 Integración ................................................................................................................ 51 8.1.2 Tipos de asamblea ..................................................................................................... 51 8.1.3 Asamblea general ordinaria ...................................................................................... 51 8.1.4 Funciones de las Asamblea General Ordinaria.......................................................... 51 8.1.5 Asamblea general extraordinaria .............................................................................. 52 8.1.6 Funciones de la asamblea general extraordinaria .................................................... 52 8.1.7 Convocatoria y requisitos de deliberación ................................................................ 53 8.2 JUNTA DIRECTIVA .............................................................................................................. 54 8.2.1 Integración ................................................................................................................ 55 8.2.2 Funciones .................................................................................................................. 56 8.3 EL VIGILANTE ..................................................................................................................... 57 8.3.1 8.4 Elección y funciones .................................................................................................. 57 COMITÉ DE GARANTÍAS..................................................................................................... 58 8.4.1 Integración ................................................................................................................ 58 8.4.2 Funciones .................................................................................................................. 58 8.5 PROHIBICIONES PARA SER MIEMBRO DE LA JUNTA DIRECTIVA, VIGILANTE O DEL COMITÉ DE GARANTÍAS .............................................................................................................................. 59 8.6 9 GERENTE GENERAL ............................................................................................................ 60 Patrimonio y solvencia de las SGR............................................................................................. 61 9.1 CAPITAL SOCIAL ................................................................................................................. 61 9.2 FONDO DE PROVISIONES TÉCNICAS .................................................................................. 61 9.3 RESERVA LEGAL Y OTRAS RESERVAS ................................................................................. 61 10 Entidad de autorización, fiscalización y regulación............................................................... 63 10.1 INTEGRACIÓN .................................................................................................................... 65 10.2 ATRIBUCIONES DEL ÓRGANO REGULADOR ...................................................................... 66 10.3 RECURSOS DEL ÓRGANO REGULADOR ............................................................................. 67 85 10.4 CAUSALES POR LAS QUE EL ÓRGANO REGULADOR DEBE DE INTERVENIR EN LAS SGR. . 69 10.5 DEL PLAZO DE LA INTERVENCIÓN ..................................................................................... 69 10.6 RÉGIMEN SANCIONADOR .................................................................................................. 70 10.7 DE LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS.............................................................................. 70 11 Fusión, disolución y liquidación ............................................................................................ 71 11.1 FUSIÓN .............................................................................................................................. 71 11.2 DISOLUCIÓN ...................................................................................................................... 72 11.3 LIQUIDACIÓN ..................................................................................................................... 73 12 Sociedades Reavaladoras ...................................................................................................... 75 12.1 NATURALEZA JURÍDICA ..................................................................................................... 76 12.2 CONSTITUCIÓN, AUTORIZACIÓN Y REGULACIÓN DE LAS RSGR ........................................ 76 12.3 DENOMINACIÓN ............................................................................................................... 76 12.4 CAPITAL MÍNIMO .............................................................................................................. 76 12.5 NÚMERO DE SOCIOS ......................................................................................................... 77 13 Conclusiones.......................................................................................................................... 78 14 Recomendaciones ................................................................................................................. 81 Referencias Bibliográficas......................................................................................................... 82 86