enemigo oculto

Anuncio
rx | hemorroides
Hemorroides
Enemigo oculto
Aunque pocos se atreven a reconocer abiertamente que han
sufrido o sufren el trastorno, la atención de los primeros síntomas
es clave para tomar a tiempo medidas preventivas y evitar
tratamientos invasivos / Adriana López Méndez
La anatomía del ano cuenta con una compleja
red de vasos sanguíneos que trabajan en conjunto con el esfínter anal para garantizar que el
mecanismo de continencia de las heces sea efectivo. La herencia, el estrés, la dificultad para evacuar y el embarazo son algunos de los múltiples
factores que pueden producir la inflamación de
las venas y arterias ubicadas en la zona, dando
origen a las protuberancias internas y externas
que se conocen con el nombre de hemorroides.
30+SALUD
Más que una enfermedad, las hemorroides son
consideradas un trastorno gastrointestinal que
deteriora la calidad de vida, especialmente la de
quienes habitan en países desarrollados, donde la
alimentación pobre en fibra y vegetales, el sedentarismo y el ritmo de vida acelerado han abierto
el camino al estreñimiento crónico, una afección
determinante en la aparición de hemorroides,
precisa Alberto Benshimol, proctólogo y cirujano
general del Hospital de Clínicas Caracas.
hemorroides | rx
El estreñimiento crónico es una
afección determinante
en la aparición de hemorroides
Cultura de evacuación
En contraste con el pasado, las hemorroides se
presentan hoy en pacientes cada vez más jóvenes. ¿La razón? Benshimol explica que se debe
a la falta de hábito de evacuación, una falla que
es mucho más frecuente en las mujeres, porque “durante la adolescencia a las niñas se les
inculca la idea de no utilizar los baños públicos,
incluso el de su propia escuela”. Esa “prohibición” da origen a un círculo vicioso: cuando las
pequeñas tienen deseos de evacuar “no pueden
hacerlo” y cuando se encuentran en casa están
muy apuradas como para ir al baño o, simplemente, no sienten ganas.
Para enfrentar el problema, Benshimol sugiere
la creación de “una cultura de la evacuación: los
padres deben aleccionar a sus hijos sobre la necesidad de tomar una hora del día para realizar
esa función y así crear una rutina”. El especialista reitera que la ausencia de este hábito es “uno
de los factores condicionantes más frecuentes
del estreñimiento y, como consecuencia, de la
aparición de hemorroides”.
Siempre atento
Uno de los síntomas más comunes de las hemorroides es el sangramiento anal durante
las evacuaciones. Sin embargo, la aparición de
heces ensangrentadas no necesariamente indica la presencia del trastorno: la sangre puede
ser señal de una pequeña ruptura de un vaso
sanguíneo o de problemas gastrointestinales
de mayor gravedad, especialmente en personas
mayores de 45 años.
Alejandro González Padrón y Armando Nessim
Landau, coloproctólogos y cirujanos generales
de la Policlínica Metropolitana, precisan que la
pérdida de sangre producida por las hemorroides puede venir acompañada de otras molestias:
dolor intenso durante la defecación, picazón en
la región anal y la sensación de humedad o de
que el recto no está completamente vacío.
Benshimol advierte sobre la importancia de
prestar atención a esos síntomas a la hora de ir
al baño. Su presencia corresponde a los primeros
estadios de la afección, cuando las hemorroides son internas o se reintroducen de forma
espontánea (en caso de que llegaran a salirse
del canal rectal). Ése es el momento oportuno
para consultar al proctólogo y comenzar a tomar
En el embarazo
Hacia el término de la gestación o, incluso,
inmediatamente después del parto, muchas
mujeres presentan hemorroides. Nessim Landau
explica que “cuando hay dolor y masa anal, todo
hace suponer la presencia de una trombosis externa,
que puede ser tratada conservadoramente
en el consultorio”, mediante un procedimiento
que demanda la colocación de anestesia local
para evacuar el coágulo. Luego, el especialista
sugiere la realización de baños de asiento
con agua tibia y dormir del lado izquierdo
(posición que mejora la congestión pélvica).
También recomienda evitar el uso de papel higiénico
para no agravar la irritación.
Benshimol, por su parte, aclara que una vez eliminado
el trombo es muy probable que el problema desaparezca
del todo. Sin embargo, advierte que en las mujeres
que padecían de hemorroides antes del embarazo
la inflamación puede reaparecer y, por lo tanto, se deben
extremar las medidas para evitar el estreñimiento
en el último período de la gestación. En esos casos,
la ingesta de una mayor cantidad de fibra, vegetales
y frutas puede resultar especialmente útil.
31+SALUD
rx | hemorroides
Aunque no necesariamente
es indicador de la condición,
uno de los síntomas más comunes
es el sangramiento anal durante
las evacuaciones
medidas preventivas que impidan la evolución
del trastorno.
Los pacientes, por lo general, pasan por alto
las molestias iniciales y sólo toman la decisión
de visitar al médico cuando se presentan prolapsos –caída o descenso de las hemorroides por
el ano– o cuando las protuberancias están permanentemente expuestas. Llegado este punto,
el especialista no tiene otra opción que recurrir
Bajo la lupa
Aunque algunos especialistas clasifican las hemorroides según su tamaño, la mayoría considera que
la gravedad de la afección se juzga por su ubicación:
si se mantienen en el interior del canal rectal o se
desplazan al exterior.
Grado I. Las hemorroides son internas. Puede pre-
sentarse sangre en las heces, prurito y sensación de
un peso en el ano.
Grado II. Durante la evacuación hay un prolapso de
las hemorroides, pero se reintroducen de manera espontánea cuando desaparece el estímulo. El escozor
y la sensación de que aún existe materia fecal en el
recto suele ser más evidente.
Grado III. El paciente se ve obligado a aplicar presión manual para reintroducir las hemorroides en
el canal rectal una vez terminada la deposición.
Además del sangramiento, existe prurito y dolor
en la región anal.
Grado IV. Las hemorroides permanecen expuestas
de forma permanente, siendo frecuente el sangrado en la zona del recto durante gran parte del día. La
picazón y el dolor en la región están acompañados
de ardor.
32+SALUD
a tratamientos invasivos e, incluso, utilizar técnicas quirúrgicas.
A raya
Antes de comenzar el tratamiento, el proctólogo
debe identificar el grado de la afección. En primera instancia, precisa Benshimol, es necesario
practicar “un examen físico directo de la región
anal, asociado con el tacto rectal”. Si bien esta
evaluación puede ser suficiente para hacer el
diagnóstico, hay casos que requieren estudios
adicionales para poder apreciar la magnitud
del trastorno y descartar otras patologías (infecciones, fisura anal o tumor), especialmente
en pacientes de edad avanzada.
Hay evaluaciones complementarias para afinar
el diagnóstico que pueden realizarse sin ningún
tipo de sedación, como la anoscopia, utilizada
para visualizar los últimos diez centímetros del
recto. Otras, en cambio, requieren la administración de un sedante leve. Tal es el caso de la
colonoscopia, que permite ver la longitud completa del intestino grueso e identificar cualquier
anormalidad en el tejido.
La elección del tipo de evaluación depende del
tiempo que lleva el paciente con los síntomas y
de la sospecha de una enfermedad adicional.
Vías de control
Una vez realizado el diagnóstico, el especialista
deberá decidir el tratamiento. Para los primeros
estadios, el uso de supositorios con antiinflamatorios y esteroides puede ser útil, además
de la inclusión de fibra en la dieta y la práctica
periódica de ejercicios, medidas que ayudan a
evitar el estreñimiento. En las fases avanzadas
se debe recurrir a tratamientos menos conservadores, siendo la vía quirúrgica la salida más
frecuente.
hemorroides | rx
Los especialistas insisten
en la importancia de no pasar
por alto las molestias iniciales
de las hemorroides
Además de la hemorroidectomía tradicional,
que busca remover las venas inflamadas interna
o externamente, existe la opción del PPH (Procedimiento para Prolapso y Hemorroides). De data
relativamente reciente –tiene alrededor de 15 años
en uso–, la técnica ha dado resultados positivos.
Si bien hoy aún existen algunas divergencias
sobre cuándo utilizar cada uno de los métodos,
los especialistas coinciden en que el PPH debe
emplearse cuando hay prolapso con mucosa
anal, mientras que las hemorroides con coágulos internos o aquellas que estén asociadas con
edema rectal severo son candidatas al procedimiento tradicional.
Aunque tanto la hemorroidectomía como el
PPH buscan la eliminación de las hemorroides,
el método tradicional lo hace a través de cortes,
dejando heridas en la piel que cicatrizan lentamente y que suelen ser dolorosas. Los pacientes,
en consecuencia, requieren de un reposo más
prolongado, a veces incluso de un mes.
En el PPH, en cambio, se emplea un instrumento autosuturador descartable que se introduce
por el ano para eliminar el excedente de mucosa
rectal, disminuir el flujo sanguíneo –reduciendo
con ello la inflamación– y fijar la vena en su posición original. La ausencia de lesiones o marcas
y la rápida recuperación son pruebas de la efectividad de la técnica.
Ahora bien, dado que “la cirugía puede curar
las hemorroides, pero no el estreñimiento”, advierte Benshimol, los pacientes deben saber que,
independientemente del éxito de la intervención
quirúrgica, la clave para mantener a raya la afección está en el control del estreñimiento.
•
F u entes c o ns u ltadas
Alberto Benshimol, proctólogo y cirujano general. Hospital de Clínicas Caracas | Armando Nessim Landau, proctólogo y cirujano general. Policlínica Metropolitana.
Alejandro González Padrón, proctólogo y cirujano general. Policlínica Metropolitana | Manual Merck de información médica para el hogar. Merck Sharp & Dohme. Editorial
Océano. España, 2007 | medlineplus.gov / www.wrongdiagnosis.com / www.hemorroides.com.ve / www.tuotromedico.com
33+SALUD
Descargar