editorial índice

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EDITORIAL
La piel, el mayor órgano del cuerpo, desempeña multitud de funciones imprescindibles para el bienestar del individuo. Dada su interacción constante con el medio ambiente, quizá su función más obvia sea su capacidad para
proteger tejidos internos, defendiéndolos de los agentes patógenos y de la pérdida excesiva de agua. Pero su labor
es mucho más compleja; actuando como aislante, regulando la temperatura y siendo el medio por el cual el animal percibe sensaciones. Por tanto, es fácil de entender que si la piel no está en perfectas condiciones puede existir un riesgo para la salud del individuo; aunque algunos veterinarios consideren a la piel un órgano superficial,
privando a la dermatología, quizá, de la importancia de otras disciplinas.
Es cierto que para estudiar la piel con un microscopio y algunos instrumentos quirúrgicos básicos suele ser suficiente, pero esta sencillez no debe conformar al veterinario, ya que la dermatología, probablemente aún más que
otras disciplinas, requiere de una gran experiencia para la realización de una anamnesis completa y evitar la tentación de administrar un tratamiento antes de tener un diagnóstico adecuado mediante un procedimiento diagnóstico metódico. Existen, literalmente,
centenares de enfermedades dermatológicas diferentes, pero la dificultad reside en que más de una patología puede presentarse con
lesiones similares, siendo frecuente la emisión de un diagnóstico erróneo. Esto es lo que hace que el estudio de las dermopatías sea a
la vez fascinante y frustrante. A estas dificultades hay que añadir que muchas enfermedades que afectan a la piel son crónicas, con
tendencia a recidivar si las medidas de control son inadecuadas. Además, el veterinario debe tener en cuenta que la piel refleja el
estado de salud (o la falta de salud) del animal y que patologías de órganos internos se pueden reflejar en la piel; la dermatología
puede, por lo tanto, ser una de las especialidades más fascinantes.
Es imposible encontrar una sola revista que abarque la totalidad de patologías dermatológicas que existen, más aún si tenemos en
cuenta la amplísima bibliografía al respecto. Aun así, este número contiene mucha información para ayudar a la investigación, el
diagnóstico y el tratamiento de diversas enfermedades de la piel; esperando que contribuya a que el reto de la dermatología sea a la
vez más interesante y menos dificultoso.
Ewan McNeill
Editor en jefe
ÍNDICE
Enfermedades del oído externo en perros y gatos
p. 02
Gustavo Machicote Goth
El papel de la raza en las enfermedades dermatológicas caninas
p. 10
Helen Power y Pascal Prélaud
Cómo abordar… las reacciones adversas al alimento cutáneas en el perro
p. 18
Jon Plant
Dermatopatías felinas poco frecuentes
p. 24
Pablo Manzuc y Porfirio Trápala Arias
Epidemiología de la dermatitis atópica canina
p. 32
Elizabeth Lund
Tumores cutáneos en el perro y el gato
p. 34
James Warland y Jane Dobson
El papel de los ácaros de almacenamiento en la dermatitis atópica canina
p. 42
Pilar Brazis
Guía para recortar y guardar... Consejos para conseguir raspados y biopsias útiles
p. 47
Kate Griffiths
Veterinary Focus, Vol 21 n°3 - 2011
Puede encontrar los números más recientes de Veterinary Focus en la página web de IVIS: www.ivis.org
Comité editorial
• Denise Elliott, BVSc (Hons), PhD, Dipl.
ACVIM, Dipl. ACVN, Health and Nutritional
Sciences Director, Royal Canin, Francia
• Philippe Marniquet, DVM, Dipl. ESSEC,
Publishing & Scientific Events Manager,
Royal Canin, Francia
• Pauline Devlin, BSc, PhD, Scientific
Communications and External Affairs,
Royal Canin, RU
• Franziska Conrad, DVM, Scientific
Communications, Royal Canin, Alemania
• María Elena Fernández, DVM, Scientific
Communications, Royal Canin, España
• Hervé Marc, Global Corporate Affairs
Manager, Royal Canin, Francia
• Giulio Giannotti, BSc, Product Manager,
Royal Canin, Italia
• Laura Diana, DVM, Dipl. FCV, UBA, Scientific
Communications, Royal Canin, Argentina
Control de traducción
• Imke Engelke, DVM (Alemán)
• Noemi Del Castillo, PhD (Español)
• Giulio Giannotti, BSc (Italiano)
• Prof. Robert Moraillon, DVM (Francés)
• Matthias Ma, DVM (Chino)
• Ben Albalas, DVM (Griego)
• Atsushi Yamamoto, DVM (Japonés)
• Boris Shulyak, PhD (Ruso)
• Carla Teixeira e Inês Barbosa, DVM
(Portugués)
Publicado por: Buena Media Plus
Jefe ejecutivo y editor: Bernardo
Gallitelli
Dirección: 85, avenue Pierre Grenier
92100 Boulogne - France
Teléfono: +33 (0) 1 72 44 62 00
Editor
• Ewan McNeill, BVMS, Cert VR, MRCVS
Secretaría de redacción
• Laurent Cathalan
[email protected]
• Olivia Amos
Material gráfico
• Youri Xerri
Impreso en la Unión Europea
ISSN 0965-4577
Circulación: 80, 000 copias
Depósito legal: Octobre 2011
Veterinary Focus se publica en Inglés, Francés,
Alemán, Italiano, Español, Japonés, Chino,
Griego, Portugués, Ruso y Polaco.
Los arreglos de licencia de los agentes terapéuticos propuestos para uso en especies de
pequeños animales varían mucho a nivel
mundial. En ausencia de una licencia específica, debe considerarse advertir sobre los
posibles efectos secundarios, antes de la
administración del medicamento.
Enfermedades
del oído externo en
perros y gatos
Gustavo Machicote Goth,
DVM
Vilanova de Arousa, Pontevedra,
España
El Dr. Machicote Goth se licenció
en veterinaria en la Universidad de
Buenos Aires en 1982 y posteriormente obtuvo un posgrado ESAVS en
dermatología. Es full member de ESVD y miembro del
grupo de dermatología de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales). Es
responsable de dermatología en dos clínicas veterinarias en
Vilanova y Pontevedra, así como de la formación de residentes y de la asesoría on line en dermatología del servicio
Vetsupport España.
Las afecciones óticas tienen una prevalencia de alrededor
del 15-20% en los perros y 6-7% en los gatos (1). No
hay predisposición sexual y es más frecuente en perros
de 5 a 8 años y en gatos de 1 a 2 años (2).
Etiopatogenia de la otitis
externa
Para entender las enfermedades del oído externo es
útil recordar que se trata de una estructura dermoepidérmica en forma de “L” con folículos y glándulas
apocrinas ceruminosas y sebáceas (1,3). Las alteraciones
de esta estructura anatómica producen un desequilibrio
en el microambiente que puede servir de detonante
para la inflamación y consiguiente infección. Los
siguientes factores son todos importantes:
Introducción
La dermatología juega un papel fundamental en las
enfermedades del oído externo, debido a que esta
porción del oído está formada por una invaginación de
piel y anexos donde se manifiestan diferentes patologías
cutáneas. Es importante destacar que la palabra otitis
hace referencia a un signo de inflamación, no a un
diagnóstico. Es decir, cuando tratamos una otitis, la
mayoría de las veces posiblemente estamos tratando un
signo más de la enfermedad primaria que la provoca.
PUNTOS CLAVE
• La conformación del pabellón auricular, que puede
perjudicar la ventilación.
• La verticalidad del conducto, que perjudica el
drenaje natural.
• La estrechez natural del conducto con forma de codo
que favorece la estenosis.
• La presencia de pelos, que pueden obliterar la luz del
conducto.
• La abundancia de glándulas secretoras, lo que puede
producir un exceso de exudado.
• El oído medio es un compartimento relativamente
cerrado.
La otitis expresa sólo un signo de inflamación,
no un diagnóstico completo.
También es importante destacar otros tres puntos:
Una membrana timpánica intacta no descarta
la presencia de una otitis media.
• Las glándulas del oído externo segregan cerumen,
que tiene mucha importancia en la homeostasis del
conducto auditivo, ya que tiene propiedades bacteriostáticas y micostáticas (2).
• El concepto de migración epitelial (1), un mecanismo
de autolimpieza, por medio del cual las células
epiteliales que tapizan el conducto auditivo externo
crecen de forma sincronizada hacia el exterior,
eliminando por arrastre todo el detrito. Cualquier
Algunas enfermedades sistémicas pueden producir
otitis; de hecho, puede ser el único signo clínico.
El no identificar la causa primaria o subyacente de la
otitis puede ser una de las razones más importantes
para cambiar de veterinario.
Gran parte de los fracasos terapéuticos se deben
a una interrupción temprana del tratamiento.
2 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
ENFERMEDADES DEL OÍDO EXTERNO EN PERROS Y GATOS
alteración del epitelio, ya sea por edema, hiperqueratosis o inflamaciones crónicas, detiene esta migración
con la consiguiente acumulación de desechos, lo que
provoca una inflamación, que si no se controla,
evoluciona hacia la osificación del conducto auditivo
externo y los cartílagos asociados (1,3).
• La integridad de la membrana timpánica es muy importante cuando se considera la otitis externa y media.
Para que se produzca una otitis deben confluir diversos
factores y causas (1-5), que pueden agruparse en
factores predisponentes, causas primarias, factores
secundarios y factores perpetuantes. Una combinación
de ellos provoca la aparición de otitis y el veterinario
debe identificarlos mediante la historia clínica, la
anamnesis y la exploración clínica; el enfoque correcto
frente a una otitis no se limita a su tratamiento sino a
establecer los factores subyacentes. Los factores
predisponentes y las causas primarias se especifican
en la Tabla 1. Se piensa que estas causas primarias son
las inductoras directas de las otitis externas; muchas
de ellas se sospechan, pero no se confirman definitivamente. Si se quiere evitar la recidiva de una otitis es
esencial descubrir la causa primaria y controlarla. Un
animal puede tener una causa primaria que favorezca
una otitis pero que esta no se desarrolle hasta que no
se den los factores secundarios oportunos, como
bacterias, levaduras o medicamentos que provoquen
una reacción. Es importante recordar que cualquier
hipersensibilidad puede desencadenar una otitis (1),
inflamando la piel y sus anexos en el conducto auditivo
externo; de hecho, cualquier traumatismo autoinfligido
y el prurito pueden provocar otitis. Los primeros
síntomas suelen ser un eritema en el pabellón auricular
y en el canal vertical, con sobreproducción de cerumen;
esto altera el ecosistema cutáneo, lo que es aprovechado
por bacterias o levaduras. En muchos casos, no se observa
exudado hasta que aparecen los agentes secundarios.
El 80% de los perros y el 20% de los gatos con reacción
adversa a alimentos están predispuestos a sufrir otitis
externa (1,5). Las últimas teorías refuerzan la idea de
que puede haber una relación estrecha entre la atopia
y las reacciones adversas a alimentos; de hecho, una dieta
hipoalergénica o de eliminación puede ser fundamental
para el control de la otitis externa inducida por
fenómenos de hipersensibilidad (7).
En la Tabla 2 se muestran los factores secundarios y
los factores perpetuantes (cambios patológicos producidos por la combinación de causas primarias y factores
secundarios, que pueden cronificar la otitis o favorecer
las recidivas). Si estos factores no se reconocen el
tratamiento no resulta eficaz y puede ser motivo de
pérdida de confianza por parte del cliente.
Es necesario el tratamiento continuo para evitar las
recidivas de las otitis; en algunos casos puede durar
meses. En estados avanzados de otitis externa la dermis
que rodea a los cartílagos se calcifica, estando indicada
la antibioterapia sistémica durante periodos prolongados. La membrana timpánica también se ve alterada,
con cambios de color y pérdida de transparencia que
impiden ver la inserción del martillo. En estos casos se
puede confundir una membrana timpánica alterada
con un cúmulo de queratina o exudados impactados.
Diagnóstico
Examen otoscópico
Es una buena práctica revisar en primer lugar el oído
sano o menos doloroso para evitar la resistencia del
animal (4). Sin embargo, la resistencia no debe servir
de excusa para justificar una revisión incompleta y debe
recurrirse a la anestesia si es necesario. En situaciones
de tímpano roto los oídos deben lavarse primero con
líquidos limpiadores indicados, como el suero fisiológico
tibio. Es esencial secar el conducto (el cúmulo de líquidos
bloqueará la visión e impedirá una exploración adecuada), lo que puede hacerse utilizando peras de goma,
aspiradores quirúrgicos o gasas en abundancia. Una
vez limpio el conducto es posible una exploración
exhaustiva, debiéndose verificar la integridad del
tímpano, lo que puede representar un verdadero desafío
diagnóstico, ya que la lesión puede no ser obvia (una
membrana rota puede desarrollar adherencias que
formarán pliegues o bolsas pudiendo confundirse con
una membrana timpánica intacta) (1). En caso necesario
podemos ayudarnos de algunas de las siguientes recomendaciones para confirmarla:
• Repleción del conducto con suero, para comprobar
burbujas, deglución o tos.
• Palpación y medición de la longitud del conducto en
comparación con el contralateral, utilizando sondas
flexibles (por ejemplo, urinaria de gato).
• Endoscopia.
Hay una serie de signos que deben tenerse en cuenta a
la hora de diagnosticar la otitis y diferenciar las partes
afectadas de los oídos (Tabla 3). El aspecto, olor, textura
y color del exudado auricular puede ser una guía para
orientarnos sobre la etiopatogenia de la otitis (Tabla 4).
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 3
Tabla 1.
Factores que predisponen a la otitis externa
Factor
Detalle
Razas con orejas péndulas
Falta de ventilación
Estrechez de conducto (Figura 1)
Dificultad en la migración epitelial por acumulación de detrito
Exceso de humedad
Alteración del ecosistema
Hipertricosis auricular*
Todos los anteriores
Tendencia seborreica
Cúmulo que dificulta la migración epitelial
Otitis previas
Estenosis
Pólipos nasofaríngeos (6)
En felinos predisponen a otitis media
Neoplasia de glándulas ceruminosas
Falta de ventilación
Quistes apocrinos en perros y cistoadenomatosis apocrina en gatos Falta de ventilación. Dificultad en la migración epitelial
Estrechez y extensión del canal horizontal
Puede estar relacionada con la raza, por ejemplo, más
frecuente en el Pastor Alemán
Cuidados inapropiados
Humedad por secado insuficiente
Microtraumatismos por arrancamiento de pelos*
Uso inapropiado de bastoncillos
*En algunas razas se estila arrancar los pelos del oído; en perros con tendencia a la otitis esto puede estar desaconsejado debido al
microtraumatismo producido.
Causas primarias de la otitis externa
Factor
Hipersensibilidad
Detalle
Notas
Atopia
El 80% de perros atópicos desarrollan otitis; el 5% tiene otitis
como único síntoma (1,5) (Figura 2)
Reacción adversa a los alimentos (RAA)
En perros, la otitis se observa en el 80% de las RAA y el 20%
tienen otitis como único síntoma (1,5); en gatos, el 20% de
todos las RAA son otitis (5)
Dermatitis alérgica a la picadura de pulgas
No influye por sí sola
Otodectes
Puede iniciar el cuadro y no ser detectado en el frotis (Figura 3)
Notoedres, Demodex, Sarcoptes
Poco frecuentes (Figura 4)
Ácaros auriculares
Pioderma
Dermatitis piotraumática local primaria o intértrigo
Alteraciones de la epitelización y el metabolismo
Endocrinopatías o seborreas primarias (Figura 5)
Cuerpos extraños (normalmente semillas de la hierba)
Normalmente con una indicencia estacional
Bacterias patógenas
Pseudomonas o E. coli, que afectan a los animales inmunosuprimidos; pueden proceder de aguas contaminadas
Dermatitis irritativa por contacto
Afecta más a la zona vertical distal del canal y al pabellón.
Algunos agentes (como los limpiadores auriculares de propilenglicol), entre otros, pueden ser una causa primaria y actúan por
mecanismos de alergia; o secundaria (como la neomicina) si la
otitis ya está instaurada; en este caso actúan por mecanismos
irritativos
Celulitis juvenil
Piogranulomas fistulizados estériles
Enfermedades autoinmunes
Pústulas, costras y placas eritematosas (Figura 6)
Enfermedades
víricas
Neoplasias
4 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Causa faringitis e inflamación de la
trompa de Eustaquio (6)
Por inmunosupresión o como inductores de pólipos
secundarios a metaplasia de la mucosa del oído medio (6)
Pólipos/adenomas/adenocarcinomas
Estrechez del conducto auditivo en un Shar Pei.
Otitis felina por Otodectes cynotis.
©Dr. Gustavo Machicote Goth.
Figura 4.
Otitis canina por Demodex.
©Dr. Gustavo Machicote Goth.
Figura 5.
©Dr. Gustavo Machicote Goth.
©Dr. Gustavo Machicote Goth.
Figura 3.
Figura 2.
Hiperplasia del conducto auditivo en un perro atópico.
©Dr. Gustavo Machicote Goth.
Figura 1.
©Dr. Gustavo Machicote Goth.
ENFERMEDADES DEL OÍDO EXTERNO EN PERROS Y GATOS
Figura 6.
Otitis externa por seborrea primaria en un Cocker Spaniel.
Otitis por pénfigo foliáceo en un perro.
Citología
por su contenido lipídico. En el caso de enfrentarnos a
otitis complejas previamente sometidas a diversos
tratamientos, o que no han respondido a las terapias,
deben realizarse citologías y extracción de muestras
para cultivo y antibiograma, diferenciando las del canal
vertical y las cercanas al tímpano. La miringotomía
puede ser una intervención necesaria para la obtención
de muestras del oído medio.
La citología es un método complementario esencial
para el diagnóstico y la monitorización de la terapia.
Es la técnica de elección (más que el cultivo) y debe
realizarse antes de instaurar un tratamiento empírico
o de primera intención. Los cultivos y los antibiogramas suelen realizarse en casos de otitis recidivante o
si están producidas por bacilos (5). Los kits comerciales
para tinción inmediata son muy útiles (Figura 7),
aunque no permiten diferenciar los microorganismos
Gram. Si la muestra extraída es cérea se recomienda
pasar por la llama el portaobjetos, pues en caso
contrario el alcohol fijador del kit podría lavar la muestra
Con la citología del conducto externo, algunos autores
defienden que la presencia de más de 3 Malassezias, 5
cocos o 1 bacilo por campo de aceite de inmersión son
altamente sospechosos de infección (2,5). Esto se
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 5
Tabla 2.
Factores secundarios en la otitis externa
Detalle
Factores
Bacterias
Casi siempre actúan después de una causa primaria
Levaduras
Principalmente Malassezia pachydermatis. Proliferan por alteraciones de
la flora y el ambiente óticos
Reacción tópica
a medicamentos
Propilenglicol, neomicina y otros componentes que actúan sobre otitis ya
insaturadas (Figura 8)
Factores que perpetúan la otitis
Cambios patológicos
progresivos del oído
Hiperqueratosis, estenosis, mineralización, hiperplasia
Membrana timpánica rota
Figura 7.
©Dr.Gustavo Machicote Goth.
Inflamación principalmente de la bulla con o sin membrana timpánica
intacta
©Dr.Gustavo Machicote Goth.
Otitis media
Figura 8.
Citología típica de un perro con otitis grave. Obsérvense los
bacilos y un macrófago con núcleos de neutrófilos fagocitados.
Inflamación grave por reacción tópica a medicamentos.
confirma si, además, se observan neutrófilos. En el oído
medio, la observación de una bacteria por campo ya es
significativa o, en su defecto, la presencia de neutrófilos
o restos nucleares (5).
una posterior inflamación (8). Por su efecto astringente,
los lavados pueden inhibir la dermatitis de los pliegues
del pabellón auricular. Es importante ablandar el
cerumen acumulado del oído mediante el uso de cerumenolíticos (Tabla 5). Si es posible, debe verificarse la
integridad del tímpano antes de realizar los lavados,
ya que esto puede determinar la elección del líquido
que se va a utilizar. Lo ideal es dejar actuar los cerumenolíticos unos 5-15 minutos antes de enjuagar con
abundante suero fisiológico (5,9). En la otitis media,
la limpieza debe extenderse hasta el oído medio.
Tratamiento
Es fundamental determinar en lo posible los factores
concomitantes que provocan la otitis. La limpieza ótica
a conciencia es necesaria, no sólo para la inspección
sino también como parte del tratamiento.
Higiene y técnicas de limpieza
La higiene es esencial para eliminar elementos perpetuantes y para asegurar un tratamiento efectivo. Con
los lavados buscamos la eliminación de exudados que
interfieran en la terapia y de las toxinas bacterianas,
detritos celulares y ácidos grasos libres que estimulan
6 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Los gatos son animales mucho más sensibles a la
afección de oído medio por irritación, por lo que el
veterinario debe ser mucho más cuidadoso con esta
especie y evitar los riesgos. La disfunción vestibular en
perros puede tardar en recuperarse desde sólo horas
ENFERMEDADES DEL OÍDO EXTERNO EN PERROS Y GATOS
Tabla 3.
Signos de otitis
• Sacudidas de la cabeza
• Dolor, prurito y lateralización
• Eritema del pabellón
Otitis
externa
• Mal olor
• Pelos pegados por costras y exudados
• Otohematoma
media
Figura 9.
Dermatitis piotraumática de la frente y dorsal al oído.
©Dr.Gustavo Machicote Goth.
Otitis
• Membrana timpánica engrosada o rota,
opaca o con cambios de color
• Rotura del tímpano con detritos en el
oído medio
• Bulla deformada o radiopaca en la
radiografía
• Inclinación de la cabeza por afectación
vestibular
• Parálisis de nervio facial (párpado caído
y ausencia de reflejo palpebral)
• Afectación del sistema simpático
(síndrome de Horner: miosis, enoftalmo
y protrusión de membrana nictitante)
(Figura 10)
• Afectación del sistema parasimpático
(queratoconjuntivitis seca)
• Dolor al abrir la boca y a la palpación
de la bulla
• Sacudidas de la cabeza, deficiencia
auditiva, dolor, olor y letargia
©Dr.Gustavo Machicote Goth.
• Dermatitis piotraumática facial lateraldorsal (Figura 9)
• Ataxia asimétrica con mantenimiento de
la estación
Otitis
• Inclinación de la cabeza
interna
• Caminar en círculos o caídas
• Nistagmos horizontal o rotatorio
• Vómitos (en estados agudos)
Figura 10.
Síndrome de Horner en un gato con otitis media.
hasta 2 días, sin embargo en gatos la recuperación es
lenta y el pronóstico puede ser peor. Con un oído limpio,
la membrana timpánica rota puede cicatrizar en 5-10 días
(1). No se recomienda el uso de bastoncillos o hisopos
hechos con pinzas y algodón para limpiar el fondo del
oído, ya que puede dañarse el tímpano por traumatismo
directo o por presión y desplazamiento hacia el interior
al empujar el contenido luminal. Así, los detritos se
acumulan en la bulla dando lugar a una otitis media.
Tratamiento tópico
Los preparados tópicos en general combinan glucocorticoides o antiinflamatorios, antibióticos, antifúngicos
y parasiticidas. En algunos casos los productos pueden
contener uno, dos o tres componentes. El veterinario
debe conocer el medio en el que se halla la medicación.
Los de tipo aceitoso o ungüentos deberían ser los
elegidos para otitis secas con escamas o costras y los
acuosos en forma de solución o loción para las otitis
exudativas. Es importante que la medicación difunda
bien hacia el fondo del oído. Ya que los propietarios
suelen ser reacios a introducir cánulas para aplicar el
producto, debemos educarles para que extiendan el
pabellón hacia arriba y masajeen el oído después de
poner las gotas. La cantidad que debe administrarse
varía lógicamente según el tamaño del perro, y suele
ser preferible hablar de “chorritos” que de gotas.
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 7
Tabla 4.
Tipos de exudados observados en la otitis
Aspecto
Etiología
Granos de café secos
Otoacariasis
Amarronado húmedo
Cocos y levaduras
Purulento cremoso amarillo,
Gramnegativos
olor putrefacto (Figura 12)
Céreo grasiento amarillo
parduzco, olor rancio
Otitis ceruminoso-seborréica
Gris caseosos, olor rancio
Otitis micótica
Los antibióticos de primera elección son los aminoglucósidos, debido a que su espectro de acción cubre la
mayoría de las bacterias más frecuentes implicadas en
la patología ótica. Las fluoroquinolonas pueden ser
una buena opción en otitis graves por gramnegativos.
En otitis muy purulentas la polimixina puede inactivarse; por lo tanto, en situaciones donde no es posible
una buena limpieza previa, es mejor optar por otro
antibiótico (5). Cuando un antibiograma sugiera la
utilización de un antibiótico no disponible en gotas
óticas, podremos optar por los colirios o formas
inyectables que puedan adaptarse a su aplicación en el
oído.
Para la otitis debida a Malassezia (Figura 11), las
sustancias efectivas disponibles son el miconazol, el
posaconozol, el clotrimazol, la nistatina o el ketoconazol, la clorhexidina al 0,05% o el ácido acético al
2% + ácido bórico al 2%. Con respecto a los antiparasitarios óticos, debe recordarse que Otodectes
cynotis es causa primaria de otitis. Los fármacos más
utilizados contra Otodectes son las piretrinas, las
lactonas macrocíclicas (ivermectina, selamectina,
moxidectina), el amitraz (contraindicado en gatos), el
fipronil (gotas intraauriculares con tímpano intacto) y
los componentes oleosos de diferentes gotas óticas. En
casos agudos, de mucha inflamación y dolor, está
indicado un corticoide potente (betametasona, mometasona, fluocinolona); una vez controlado el proceso,
o en los casos de tratamiento prolongado, debe utilizarse
otro más suave como la hidrocortisona. En algunos
casos la hiperplasia cutánea en la luz del canal cierra
la entrada al oído de tal forma que puede hacer imposible
la inserción del cono del otoscopio. En estas situaciones
puede ser necesario el tratamiento sistémico con dosis
inmunosupresoras de corticoides (12) durante 3 a 14
días, que luego se reducen a la mitad cada 48-72 horas
como mantenimiento. Los corticoides no sólo desinflaman sino que disminuyen la viscosidad del contenido
favoreciendo su expulsión.
El tacrolimus en pomada o en solución para aplicación
tópica puede ser una opción para el mantenimiento de
Tabla 5.
Cerumenolíticos
Componentes
Acción
Agente
Surfactante
Reducen la tensión superficial y sirven
como humectantes o detergentes
Docusato sódico
Detergente
Emulsiona las ceras y los lípidos
Laurilsulfatosódico
Humectantes
Humedecen y estabilizan el contenido
de agua
Propilenglicol - Glicerina - Aceites minerales o
vegetales - Urea - Trietanolamina - Escualeno (*)
- Suero fisiológico (*)
Regenerante
Mantenimiento de la barrera cutánea
Fitoesfingosinas
Ácidos y alcoholes
Desecantes
Alcohol isopropílico - Ácido bórico - Ácido benzoico
Ácido salicílico - Ácido acético - Ácido láctico
Enzimas proteolíticas
Degradación proteica
Proteasas
Antisépticos
Antibacterianos y antimicóticos
Clorhexidina al 0,05% (*) - Ácido bórico
Ácido acético al 2% con o sin ácido bórico al 2% (*)
Alcalinizantes
Antisépticos
Bactericidas y potenciadores de los
antibióticos
Trometamina-EDTA (*)
*: inocuo para usar con membrana timpánica rota.
8 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
©Dr.Gustavo Machicote Goth.
Figura 11.
Malassezia pachydermatis obtenida por citología de una otitis
externa.
©Dr.Gustavo Machicote Goth.
ENFERMEDADES DEL OÍDO EXTERNO EN PERROS Y GATOS
Figura 12.
Otitis purulenta grave.
aquellos oídos externos con tendencia a la hiperplasia y
la inflamación (10), y puede ser una opción interesante
en los casos de otitis necrotizante felina (11).
Conclusión
Todos los veterinarios han tenido en alguna ocasión la
mala experiencia de no lograr controlar o resolver una
otitis y pensar que la opción quirúrgica podría ser válida
para este problema. Se debe destacar, sin embargo,
que si no se logra detectar y evitar las causas primarias,
la opción quirúrgica puede estar también abocada al
fracaso. En las situaciones graves donde los cambios
©Dr.Gustavo Machicote Goth.
Cuando existe una otitis severa, puede ser necesario
administrar antiinflamatorios y antibióticos por vía
sistémica. El tratamiento sistémico debe considerarse
también en los casos en los que no es posible el tratamiento tópico (por ejemplo, obstrucción del conducto
o poco cumplimiento del propietario).
Figura 13.
Osteotomía de la bulla lateral con ablación total del conducto.
Vista intraoperatoria.
morfológicos son irreversibles y la resolución de la
otitis se hace imposible, la ablación total del conducto
auditivo con drenaje del contenido de la bulla puede
ser la única opción (Figura 13).
BIBLIOGRAFÍA
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ilustrada. Buenos Aires: Intermédica, 2001; 26-44.
2. Scott D, Miller W, Griffin C. Muller and Kirk’s Small Animal Dermatology.
6th ed. Philadelphia: Saunders 2001; 1203-1235.
3. McKeever P. Otitis externa. In: Manual de Dermatología en pequeños
animales. Colección BSAVA – Ediciones S -1999; 147-158.
4. Hill PB. Small Animal Dermatology. Elsevier Science 2002; 143-147.
5. Griffin C. Otitis externa and media. Dermatology I. ESAVS 2002; 115-143.
6. Colcuc M, Degasperi B, Alton K. Ear polyps of the cat: two case reports and
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Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 9
El papel de la raza en
las enfermedades
dermatológicas caninas
Helen Power,
Pascal Prélaud,
DVM, Dipl. ACVD
DVM, Dipl. ECVD
Especialistas Veterinarios del
Pacífico, Capitola, California,
EE.UU.
Clínica Advetia, París, Francia
La Dra. Power se licenció en la Universidad de California Davis. Tras
licenciarse continuó formándose
en Medicina Equina en la Universidad de Cornell y trabajó
con Équidos y Pequeños Animales antes de realizar una
residencia en Dermatología en la Universidad de California,
donde obtuvo su certificado de especialización en 1991.
Fundó su propia clínica de dermatología veterinaria en
la zona de la Bahía de San Francisco y ha sido ponente
en numerosos congresos de formación, además de ser
docente en diversas facultades de veterinaria.
Introducción
Cuando se evalúa una enfermedad cutánea, no hay duda
de que la raza es una pieza vital del rompecabezas que
supone el diagnóstico. Los perros de raza se seleccionan
por sus características específicas, ya sea el color, el tamaño
o la capacidad para realizar una tarea determinada. Esta
selección significa que ciertos factores, como el fenotipo,
el carácter y los rasgos, se estandarizan y se vuelven
predecibles para una raza determinada, pero también,
minimiza la variabilidad genética pudiéndose introducir
involuntariamente aspectos no deseables en una raza
determinada. Además, la práctica de emplear un número
PUNTOS CLAVE
Algunas razas caninas están predispuestas a sufrir
enfermedades cutáneas.
El diagnóstico definitivo requiere un estudio completo
incluyendo la histopatología.
Muchas enfermedades cutáneas relacionadas con la
raza tienen etiologías mal definidas y son de naturaleza
crónica, lo que exige estrategias de manejo continuas y
la posibilidad de terapias prolongadas.
Determinadas razas pueden mostrar una presentación
clínica más severa de algunas enfermedades.
10 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
El Dr. Prélaud se licenció en 1984 en
la Escuela Nacional de Veterinaria
de Toulouse y es especialista en
Dermatología Veterinaria. En 1987
fundó CERI, un laboratorio de Anatomía Patológica Veterinaria pionero en el análisis de las
alergias en Europa. En la actualidad, dirige el laboratorio
y trabaja también en una clínica veterinaria especializada
en París. Miembro del Grupo de Trabajo Internacional
sobre la Dermatitis Atópica Canina, es autor de muchos
artículos y libros de texto sobre dermatitis alérgica y otología en perros y gatos.
reducido de ejemplares para la reproducción, así como el
cruce emparentado dentro de la línea de ascendencia o
line-breeding, supone la pérdida de variabilidad genética.
En las últimas décadas ha aumentado la tendencia de tener
perros de pura raza, frente a los mestizos. Los veterinarios
en su labor diaria tienen que tener presente esta pérdida de
variabilidad genética (vigor híbrido), ya que muchas
enfermedades crónicas tienen predisposiciones raciales.
Con el aumento del conocimiento del genoma canino, se
buscan, y en algunos casos se identifican, los genes concretos implicados en esas enfermedades específicas de raza.
Esto, a su vez, quizá permita el desarrollo de métodos para
identificar a los individuos en situación de riesgo.
Las enfermedades pueden clasificarse según la influencia
de la raza como causa en:
• Enfermedades exclusivas de un individuo o de una
camada, debidas a una única combinación de información genética. Las enfermedades en estos perros pueden
compararse con los rasgos que aparecen en las líneas
endógamas de ratas de laboratorio, que se han determinado genéticamente y son perceptibles. A menudo se
trata de una herencia autosómica recesiva. Un ejemplo
de este tipo de enfermedad cutánea de origen genético,
es la dermatosis acantolítica vesicular, descrita reciente-
EL PAPEL DE LA RAZA EN LAS ENFERMEDADES DERMATOLÓGICAS CANINAS
• Enfermedades limitadas a una raza. Un ejemplo es la
mucinosis primaria del Shar Pei o la otitis media secretora en el Cavalier King Charles Spaniel. Una vez descrita
la enfermedad original en una raza, a menudo ésta se
identifica en otras aunque con una menor incidencia. Por
ejemplo, la adenitis sebácea se describió originalmente
en el Caniche Gigante, pero se reconoció muy rápidamente que otras razas, como el Akita, también tenían
riesgo de padecerla. Actualmente la enfermedad se ha
documentado también, aunque con menor frecuencia,
en individuos de muchas otras razas diferentes.
©Dr. Pascal Prélaud.
mente en cuatro camadas muy endogámicas de Retrievers de la Bahía de Chesapeake (1). Debido a la
gravedad de este tipo de rasgo heredado y a la elevada
incidencia de aparición en las camadas afectadas, es
improbable que estas enfermedades lleguen a consolidarse dentro de una raza. Los veterinarios normalmente
llegan a reconocer este tipo de enfermedad genética.
Figura 1.
Cilindros foliculares en un perro con adenitis sebácea.
asociada a una raza determinada. Este es el caso de la
dermatofitosis en el Yorkshire Terrier, en la forma grave de
la dermatitis atópica que padece el West Highland White
Terrier y el Bulldog Francés, en la demodicosis generalizada del Pug y Doberman Pinscher, y en el mastocitoma del
Shar Pei. En este artículo se considerará un pequeño número de patologías cutáneas específicas de raza.
Adenitis sebácea
• Enfermedades que se dan con mayor incidencia en
algunas razas. Hay que tener en cuenta que la predisposición racial para estas enfermedades está muy
influida por la localización geográfica y la época del año.
Se han realizado muchos informes sobre el estudio de la
incidencia de una determinada enfermedad en razas,
pero al utilizar poblaciones pequeñas y de la misma
región, es difícil valorar los resultados. Por ejemplo, se ha
descrito que el Setter Inglés e Irlandés tienen riesgo de
padecer dermatitis atópica. Sin embargo, estas razas son
poco frecuentes en ciertas localizaciones geográficas, por
lo que es imposible saber si esta información es precisa.
Cabe observar que con el aumento de clínicas asociadas
y el uso centralizado de registros informatizados de
grandes poblaciones, es posible una evaluación epidemiológica más exacta. Recientemente se ha realizado un
estudio de este tipo sobre la incidencia y la predisposición
racial de la demodicosis juvenil generalizada contando
con más de un millón de perros, siendo 500.000 menores
de 18 meses (2). En este estudió se comunicó que la
incidencia de esta enfermedad era del 0,78% y las razas
de riesgo fueron: Shar Pei, Bull Terrier Americano y
Staffordshire Bull Terrier, Boston Terrier, Bulldog, Bóxer,
Pinscher Miniatura, Gran Danés y Pug. Esta predisposición racial descrita coincide en cierto modo con
informes previos, pero también muestra algunas
diferencias, por lo que hay que destacar la necesidad de
actualizar continuamente este tipo de datos.
La influencia de la raza en dermatología también se
expresa en la manifestación externa de una enfermedad
Esta enfermedad fue descrita, en el noreste estadounidense por primera vez, en el Caniche Gigante. Posteriormente se reconoció en el Akita y más recientemente se ha
visto que el Samoyedo también tiene un elevado riesgo
de padecerla (3-6). En la actualidad se ha descrito su
aparición esporádica en otras razas, como el Caniche
Enano, el Pastor Belga y el Terranova. Los análisis del
pedigrí y posteriores estudios de cría sugieren un modo de
herencia autosómica recesiva en el Caniche Gigante y
en el Akita. La edad de aparición de la adenitis sebácea
puede variar ampliamente, desde jóvenes hasta mediana
o avanzada edad. El diagnóstico se realiza teniendo en
cuenta la raza, la exploración física y la evaluación
histopatológica. El signo físico más destacable en el
Caniche Gigante es la presencia de cilindros foliculares
(Figura 1) y caspa fuertemente adherida a las vainas foliculares, con una alopecia parcial debido a la pérdida de
pelos secundarios en determinadas superficies como la
parte superior de la cabeza, por detrás de las orejas, en la
región del lomo, la cola y la superficie craneal de las
extremidades (Figura 2). En otras razas la formación de
cilindros foliculares es más discreta. El diagnóstico debe
confirmarse mediante evaluación histopatológica de
múltiples biopsias cutáneas, que revelan hiperqueratosis
orto- o paraqueratósica y ausencia de glándulas sebáceas.
Además, se deben realizar raspados cutáneos (para descartar demodicosis) y citologías de superficie (para evaluar
el grado de colonización secundaria bacteriana o por
Malassezia). Los principales diagnósticos diferenciales
incluyen la pioderma superficial, la demodicosis y la
leishmaniosis. El fármaco de elección para el tratamiento
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 11
lesiones no muy severas pero completamente alopécicas,
intercaladas con otras zonas con pelo y sin lesiones.
©Dr. Helen Power.
Onicodistrofia lupoide simétrica
Figura 2.
©Dr. Pascal Prélaud.
Adenitis sebácea. Nótese la pérdida de pelo en la extremidad.
Figura 3.
Aspecto típico de las uñas en un caso de onicodistrofia lupoide
simétrica.
es la ciclosporina (5mg/kg/día) continuada hasta que se
observe el beneficio máximo para posteriormente disminuir la dosis hasta la mínima necesaria para mantener la
respuesta (7). En los casos graves, puede ser beneficiosa la
administración de corticoesteroides en las primeras etapas
del tratamiento. Según la experiencia de los autores, la
ciclosporina no suele ser totalmente eficaz en el Caniche
Enano, aunque normalmente sí que se puede controlar el
prurito y la alopecia asociados. Para las razas grandes la
ciclosporina es cara y el tratamiento tópico difícil y la única
solución posible suele ser la terapia con dosis bajas de
corticoesteroides a largo plazo. En el caso de que el animal
presente pioderma superficial el tratamiento debe incluir
también la adecuada antibioterapia. La administración
simultánea de ácidos grasos esenciales por vía tópica
puede ser beneficiosa. Lo ideal sería que los criadores
seleccionaran a los perros con potencial reproductor en
función del resultado de una serie de biopsias, ya que la
enfermedad puede presentarse de forma asintomática.
Una forma clínica e histopatológicamente distinta de la
adenitis sebácea, la adenitis sebácea granulomatosa,
afecta al Vizsla. Los perros afectados muestran abundantes
12 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Esta enfermedad se describió por primera vez en Norteamérica, en el Pastor Alemán (9) y más recientemente en
Noruega, en el Setter Gordon e Inglés (9), así como en otras
razas grandes. Es de aparición aguda, y en la exploración
física del paciente, se observa el desprendimiento de uñas,
descamación o la muda de las capas de la uña desde la
tercera falange (onicomadesis). Los perros afectados
cojean y se lamen los dedos afectados, ya que las lesiones
son dolorosas. La etiología sigue sin conocerse. Dado que la
enfermedad puede aparecer junto con otras enfermedades
alérgicas o inmunomediadas, la onicodistrofia puede
mostrar un patrón de reacción frente a diferentes estímulos. A medida que se conoce más esta enfermedad, se
han sugerido términos como onicomadesis simétrica u
oniquitis interfásica para describir mejor esta patología. El
diagnóstico normalmente se basa en los signos clínicos, ya
que es la única enfermedad que provoca una rápida muda
de todas o la mayoría de las capas de las uñas (Figura 3)
(10). Si sólo están afectadas una o dos uñas, la biopsia, el
cultivo y la radiografía pueden contribuir al diagnóstico. En
los pacientes en los que la enfermedad se ha cronificado
por falta de tratamiento, está indicado realizar un cultivo y
radiografías para evaluar si existe infección secundaria y
osteomielitis. La citología del exudado subyacente a las
uñas extraídas muestra principalmente neutrófilos y puede
ser valiosa para evaluar el grado de infección secundaria.
Una vez establecido el diagnóstico, es importante explicar
los siguientes puntos al propietario:
• El dolor se debe a la infección o a las uñas dañadas que no
se han desprendido.
• La etiología se desconoce, pero puede considerarse
cualquier enfermedad inmunomediada.
• No existe ningún tratamiento específico especialmente
eficaz.
• El objetivo es controlar el dolor y evitar la descamación
de las uñas.
• Puede producirse una resolución espontánea, pero no es
frecuente.
Es fundamental invertir el tiempo necesario en hacer
comprender al propietario que esta enfermedad necesita
tratamiento constante y que no tiene cura. El tratamiento
específico consiste en la extirpación de las uñas bajo
anestesia (y aplicar un vendaje flojo durante las 48 horas
posteriores), tratamiento antibiótico a largo plazo
(normalmente doxiciclina o cefalexina) y niacinamida
(250-500 mg/perro/12 horas); así como analgesia y uso
de antisépticos tópicos (11). Se ha observado que en
algunos casos, las enfermedades ungueales pueden
mejorar o empeorar al modificar la dieta de los pacientes, y
puede estar recomendada la administración de un
alimento cuya fuente de proteica sea nueva para el perro y
que contenga gran cantidad de ácidos grasos esenciales (o
suplemen-tación con ácidos grasos esenciales). También se
recomien-da como tratamiento de mantenimiento el
tracolimus tópico aplicado sobre la base de las uñas, y la
extirpación de nuevas uñas afectadas en los momentos de
reaparición de la enfermedad. Se espera que las uñas
extirpadas vuelvan a crecer, desapareciendo el dolor con
unas uñas nuevas y funcionales, aunque la mayoría sufren
malformaciones, lo que exige un cuidado de mantenimiento durante toda la vida.
©Dr. Pascal Prélaud.
EL PAPEL DE LA RAZA EN LAS ENFERMEDADES DERMATOLÓGICAS CANINAS
Figura 4.
Foliculitis quística interdigital.
Ésta es una enfermedad con diferentes etiologías posibles y
que se ha reconocido en el Labrador Retriever, el Bull
Terrier Americano, el Staffordshire Bull Terrier, y en el
Bulldog. En los perros de raza grande y pelo corto se ha
descrito una forma resistente al tratamiento. Recientemente, mediante el estudio anatomopatológico de las
manos y pies de estas razas, se ha propuesto que una de las
posibles causas podría ser el peso soportado sobre la piel
cubierta de pelo entre el espacio interdigital (12). En estos
perros, se desarrollan episodios que comienzan con la
aparición de comedones y quistes foliculares en la parte
ventral de la piel entre las almohadillas (12), que posteriormente se rompen, provocando una dermatitis piogranulomatosa y fístulas (Figuras 4,5). Los trayectos de las fístulas
van migrando dorsalmente a medida que la piel interdigital
se vuelve hiperqueratósica y acantósica, debido al trauma
que provoca el soporte de peso. Por tanto, el aumento de
peso es también un factor de riesgo. El tratamiento más
común consiste en la antibioterapia sistémica y la administración de corticoesteroides tópicos o sistémicos. En la
mayoría de los perros afectados la antibioterapia prolongada (y continua) controlará los signos, pero teniendo en
cuenta que se han identificado bacterias estafilocócicas
resistentes a la meticilina por una antibioterapia a largo
plazo, este planteamiento puede estar limitado.
Debido al coste de los antibióticos, los tratamientos a veces
son demasiado cortos y se interrumpen antes de controlar
una pioderma profunda. Según la experiencia de los
autores, esta enfermedad suele estar asociada a la
dermatitis atópica, aunque es imposible saber si una
enfermedad alérgica cutánea es la causa o si ambas
enfermedades coexisten en razas predispuestas. Estas dos
enfermedades suelen aparecer simultáneamente, de modo
©Dr. Pascal Prélaud.
Foliculitis quística
interdigital/forunculosis
Figura 5.
Citología de la foliculitis quística interdigital.
que está indicada la evaluación diagnóstica completa de
todos los signos asociados a la piel y el prurito, basando el
tratamiento según los hallazgos encontrados. En general,
el enfoque preferido es:
• Control de la infección bacteriana con antibióticos por vía
sistémica y, posiblemente, metronidazol. En su caso,
también se debe tratar simultáneamente la pododermatitis por Malassezia.
• Manejo de la dermatitis atópica mediante dieta de
eliminación, inmunoterapia específica de alérgeno y
ciclosporina (o corticoesteroides si es apropiado).
• Prevención de la forunculosis con corticoesteroides tópicos o tacrolimus.
Recientemente se ha extendido el tratamiento quirúrgico
con láser en perros que muestran esta foliculitis. Los
resultados generalmente son excelentes, ya que el láser
destruye los comedones y los quistes, además de cauterizar
los vasos sanguíneos de pequeño calibre (12).
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 13
©Dr. Helen Power.
Figura 6.
©Dr. Helen Power.
Aspecto típico de la dermatitis inducida por la exposición al sol.
Nótese el eritema y el engrosamiento cutáneo.
Figura 7.
©Dr. Pascal Prélaud.
Carcinoma de células escamosas secundario a una dermatitis
solar.
Figura 8.
Hemangiosarcoma secundario a una dermatitis solar.
Dermatitis actínica inducida por el
sol y carcinoma de células escamosas
Las razas ligeramente pigmentadas como el Bull Terrier, el
Dálmata y el Basset Hound, son susceptibles de padecer
esta enfermedad cutánea inducida por el sol. Los perros de
estas razas de mediana edad o mayores, que viven en
regiones soleadas y en el exterior de las casas, pueden
presentar lesiones actínicas debido a la exposición solar
crónica. Las lesiones suelen estar limitadas a las zonas del
vientre menos cubiertas de pelo, área inguinal y flancos. El
14 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
propietario suele mencionar que el perro habitualmente
está expuesto al sol. Las zonas afectadas son las no pigmentadas que se presentan engrosadas, eritematosas y
con escamas. Estas zonas limitan directamente con las
zonas pigmentadas, que no presentan ningún tipo de
lesión. Se pueden observar también comedones actínicos múltiples, quistes foliculares o carcinoma de células
escamosas inducido por la exposición al sol. El diagnóstico se basa en la historia del paciente considerando la
exposición al sol, en los resultados de la exploración
física, y resultados de la biopsia. Entre los hallazgos
histopatológicos se encuentran la hiperplasia epidérmica,
edema intraepidérmico y presencia de queratinocitos
vacuolados y apoptósicos. La elastosis solar y la presencia
de degeneración basófila de la elastina respaldan enormemente el diagnóstico (13).
Históricamente, para tratar la enfermedad actínica, se
han utilizado retinoides sistémicos, pero los beneficios
obtenidos han sido moderados (14). Basándose en estos
últimos años en los tratamientos de medicina humana, el
interés se ha centrado en la capacidad inmunomoduladora
del imiquimod tópico en forma de crema aplicándolo dos
veces a la semana, o en el diclofenaco (un AINE) tópico en
forma de gel (15,16). Sin embargo, aparecen recidivas si la
exposición al sol se mantiene. Una vez diagnosticada la
enfermedad solar, los perros afectados deben pasar una
estricta revisión cada seis meses, para identificar posibles
lesiones que hayan sufrido una transformación neoplásica y facilitar así su extirpación quirúrgica precoz. Es
importante advertir a los propietarios que en las razas de
riesgo se debe evitar la exposición excesiva al sol.
Las lesiones pueden progresar hacia el carcinoma de
células escamosas (Figura 7) o , con menos frecuencia,
hacia el hemangioma o hemangiosarcoma dérmico (Figura
8). El tratamiento de las lesiones neoplásicas consiste en la
escisión quirúrgica (convencional o por láser), aunque la
crioterapia también resulta útil (17-19). Es importante
considerar la asociación del hemangioma y del hemangiosarcoma con la exposición al sol, ya que el pronóstico de
estas neoplasias en concreto, después de la extirpación, es
bueno.
Pénfigo foliáceo del Chow Chow y
del Akita
El pénfigo foliáceo es la enfermedad cutánea inmunomediada más frecuente del perro (20). Las lesiones están
causadas por la unión de autoanticuerpos a los desmosomas de la capa granular de la epidermis, con la consiguiente formación de pústulas. En la mayoría de los
trabajos sobre el pénfigo foliáceo no se hace referencia a la
Salvo que haya una respuesta rápida inicial al tratamiento,
con la consecuente disminución de la dosis requerida, el
pronóstico es reservado. En un estudio retrospectivo se
documentó que aproximadamente el 50% de los pacientes
afectados se tuvieron que eutanasiar por los efectos
secundarios del tratamiento (22). Es esencial informar al
propietario sobre la respuesta particularmente pobre en el
Chow Chow y el Akita, de forma que conozcan de antemano la respuesta prevista, los efectos secundarios y el
coste del tratamiento. Con una supervisión meticulosa
del paciente, equilibrando los efectos secundarios de la
medicación con la respuesta terapéutica, puede conseguirse un control moderado de los signos.
Alopecia X
Se supone que la Alopecia X es un trastorno endocrino de
las glándulas adrenales. También se ha denominado como
desequilibrio de las hormonas sexuales adrenales de las
razas de pelaje abundante, alopecia por respuesta a la
esterilización, alopecia por respuesta a la hormona de
crecimiento, hiposomatotropismo y pseudo Cushing. La
gran variedad de denominaciones empleadas para este
síndrome dan a entender que, aunque es bien conocido,
aún no se ha determinado su patogénesis. Se sabe que la
alopecia se debe a la detención del ciclo de los folículos
pilosos, aunque es posible que el pelo vuelva a crecer. Las
Figura 9.
Pénfigo foliáceo. Costras y úlceras en el hocico.
©Dr. Helen Power.
predisposición racial. Sin embargo, merece destacar esta
patología en el Chow Chow y en el Akita, ya que el curso
clínico y la respuesta al tratamiento son menos favorables
en estas dos razas. Las lesiones primarias consisten en
costras y ulceraciones graves en la parte dorsal del hocico
(Figura 9), zona periocular y superficie cóncava de las
orejas, así como ulceración e hiperqueratosis de las almohadillas (Figura 10). Las lesiones en los pies a menudo
provocan cojera. Estas lesiones, aunque en principio sean
moderadas, pueden avanzar hasta afectar la mayoría del
cuerpo. El diagnóstico se confirma mediante histopatología con la presencia de pústulas intragranulares o
subcorneales con queratocitos acantolíticos. La leishmaniosis, en regiones donde la enfermedad es endémica,
es la principal enfermedad que se debe incluir en el
diagnóstico diferencial. Los protocolos terapéuticos consisten en la combinación de prednisolona (1 mg/kg/día) y
azatioprina (1-2 mg/kg/día) así como en la antibioterapia
en caso de infección secundaria (21). Los autores prefieren
un tratamiento a largo plazo con corticoesteroides a dosis
inferiores a las recomendadas en la mayoría de los
protocolos, ya que estas razas parecen propensas a sufrir
los efectos secundarios del tratamiento con dosis elevadas
de esteroides, con la consiguiente aparición del Cushing
iatrogénico.
©Dr. Helen Power.
EL PAPEL DE LA RAZA EN LAS ENFERMEDADES DERMATOLÓGICAS CANINAS
Figura 10.
Pénfigo foliáceo. Hiperqueratosis de las almohadillas.
razas de mayor riesgo son las que se han seleccionado para
potenciar el hirsutismo. La raza clásica en la que aparece
esta patología es el Pomerania, pero también se observa en
el Chow Chow, e incluso en el Keeshond y Caniche Enano,
aunque en realidad, la alopecia X se ha identificado en la
mayoría de las razas.
Inicialmente los signos de esta enfermedad son la pérdida
del pelo, que continúa con una alopecia completa e hiperpigmentación marcada alrededor del cuello, lados del
tronco, zona lumbosacra y cola (Figura 11). La cabeza y
las extremidades no se ven afectadas. En las investigaciones
en las que se han evaluado los metabolitos intermediarios
de las hormonas sexuales adrenales, se han documentado
anormalidades en los perros afectados de raza Pomerania,
pero también se han observado resultados similares en los
no afectados (23). Los trabajos más recientes se han
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 15
Tabla 1.
Ejemplos de patologías que aparecen con más frecuencia en determinadas razas.
Akita
Chihuahua
Cocker
Spaniel
Collie
Teckel
Dálmata
Doberman
Pastor
Alemán
• Pénfigo foliáceo
• Adenitis sebácea
• Síndrome uveodermatológico
• Dermatopatía isquémica
• Alopecia
• Vasculitis
• Defectos congénitos de cornificación
(seborrea primaria)
• Hiperqueratosis nasal/digital
• Otitis externa ceruminosa primaria
• Dermatosis que responde a la vitamina A
• Pénfigo bulloso
• Dermatomiositis
• Lupus eritematoso discoide
• Histiocitosis
• Foliculitis y forunculosis nasal
• Lupus eritematoso sistémico
• Dermatosis ulcerosa/lupus cutáneo
eritematoso
• Acantosis nigricans
• Alopecia con dilución del color
• Hiperadrenocorticismo
• Hipotiroidismo
• Dermatopatía isquémica
• Celulitis juvenil
• Dermatosis pustular lineal por IgA
• Dermatitis por Malassezia
• Paniculitis nodular estéril
• Alopeia
• Vasculitis
• Dermatitis atópica
• Dermatosis solar
• Dermatitis acral por lamido
• Pénfigo bulloso
• Alopecia con dilución del color
• Demodicosis (generalizada)
• Reacciones medicamentosas (sulfamidas)
• Hipotiroidismo
• Foliculitis y forunculosis del hocico
• Pénfigo foliáceo
• Vitíligo
• Dermatitis acral por lamido
• Celulitis (foliculitis y forunculosis)
• Lupus eritematoso discoide
• Vasculopatía familiar
• Fístulas metatarsianas
• Pioderma mucocutánea
• Dermatofibrosis nodular
• Enanismo hipofisario
• Onicodistrofia lupoide simétrica
• Lupus eritematoso sistémico
• Vitíligo
centrado en estudiar el aumento de los niveles basales de
cortisol.
Dado que los signos clínicos son llamativos, el diagnóstico
de esta enfermedad se debe sospechar con los hallazgos de
la exploración fisica, ausencia de sintomatología sistémica,
ausencia de alteraciones bioquímicas y la relación normal
16 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Golden
Retriever
Jack Russel
Terrier
Labrador
Retriever
Leonberger
• Dermatitis acral por lamido
• Dermatitis atópica
• Foliculitis y forunculosis
• Hipotiroidismo
• Ictiosis
• Celulitis juvenil
• Dermatitis piotraumática
(puntos calientes)
• Dermatitis atópica
• Dermatomiositis
• Demodicosis
• Hipotiroidismo
• Alopecia X
Caniche
• Hiperadrenocorticismo (Enano/Toy)
• Alopecia X (miniatura)
• Adenitis sebácea (común)
Schnauzer
Miniatura
• Aurotriquia
• Síndrome de comedones del Schnauzer
• Dermatosis pustulosa subcorneana
• Dermatitis necrolítica supurativa
superficial
Pastor de
Shetland
• Dermatomiositis
• Pioderma superficial
• Lupus eritematoso sistémico
• Dermatosis ulcerosa de Collies y
Shelties
Shih Tzu
• Dermatitis atópica
• Dermatitis por Malassezia
Husky
Siberiano
• Lupus eritematoso sistémico
• Granuloma eosinofílico bucal
• Displasia folicular
• Onicodistrofia lupoide simétrica
• Dermatosis que responde al zinc
• Síndrome uveodermatológico
West Highland
White Terrier
Yorkshire
Terrier
• Dermatitis atópica
• Ictiosis
• Dermatitis por Malassezia
• Foliculitis bacteriana
• Alopecia con dilución del color
• Dermatofitosis
• Demodicosis generalizada
cortisol/creatinina en orina. El hipotiroidismo y el hiperadrenocorticismo deben descartarse con los análisis
pertinentes. El diagnóstico se confirma con el estudio
histopatológico de las biopsias cutáneas de las zonas más
alopécicas, que revelan una dermatosis endocrina con
queratinización triquilemal excesiva de los folículos
(folículos en llama).
En animales enteros la esterilización es el tratamiento de
elección. La segunda opción es la administración de
melatonina por vía oral durante 2 a 3 meses, lo que puede
producir un nuevo crecimiento del pelo moderado, pero
incompleto. Se ha utilizado con éxito el tratamiento con
trilostano a dosis bajas, pero se requiere la monitorización de la funcionalidad adrenal (24). Algunos veterinarios
aconsejan a los propietarios que aumenten la exposición
solar de sus perros, con la esperanza de que esto estimule
el ciclo folicular y, por tanto, el nuevo crecimiento del pelo,
pero los autores no han observado un beneficio con esta
práctica. Dado que se trata de una patología estética podría
ser razonable no darle demasiada importancia, y ayudar al
propietario a que acepte la alopecia y utilice ropa para
proteger al perro cuando sea necesario.
©Dr. Helen Power.
EL PAPEL DE LA RAZA EN LAS ENFERMEDADES DERMATOLÓGICAS CANINAS
Figura 11.
Alopecia X. Nótese la alopecia con hiperpigmentación marcada
alrededor del cuello, lateral del tronco, cadera y cola. La cabeza
y las extremidades no están afectadas.
Conclusión
Las enfermedades dermatológicas constituyen un reto
diagnóstico para el veterinario de Pequeños Animales y no
se debe descartar la posibilidad de que se trate de una
enfermedad específica o con predisposición racial en
una raza (algunas razas pueden estar predispuestas a
varias enfermedades cutáneas) (Tabla 1). En todo paciente con problemas cutáneos es esencial realizar un enfoque
sistemático junto con una buena base diagnóstica. En el
diagnóstico no hay que permitir que algunas enfermedades
específicas de raza pasen desapercibidas.
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Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 17
CÓMO ABORDAR…
Las reacciones adversas
al alimento cutáneas
en el perro
Jon Plant,
DVM, Dipl. ACVD
Clínica SkinVet, Lago Oswego,
Oregón, Estados Unidos
El Dr. Plant se licenció en la Universidad del Estado de Oregón en 1988
y completó su Residencia en Dermatología en la Clínica de Dermatología Animal en California en 1991. Fundó dos clínicas
privadas de referencia: una en Marina del Rey, California, y
otra en Lake Oswego, Oregón. De 2005 a 2008 el Dr. Plant
ha sido profesor adjunto en la Universidad del Estado de
Oregón, en la Facultad de Medicina Veterinaria.
Introducción
La reacción adversa al alimento (RAA) cutánea es un
importante diagnóstico diferencial dentro de las diferentes patologías dermatológicas. La presentación
cutánea más común de la RAA recuerda a la dermatitis
atópica canina (DAC) y se piensa que comparte una
patogenia común. Otros signos cutáneos comunicados
de RAA son la otitis externa, el prurito, la urticaria, la
seborrea, la vasculitis y la onicodistrofia; pudiendo
haber o no signos gastrointestinales concurrentes.
PUNTOS CLAVE
La reacción adversa al alimento cutánea normalmente
se presenta con los mismos signos que la dermatitis
atópica canina.
Los pies, las axilas, el abdomen y el pabellón auricular
son las zonas afectadas con más frecuencia.
Otros signos de reacción adversa al alimento cutánea
son el prurito sin lesiones, la otitis externa, la foliculitis
bacteriana recurrente, la seborrea y la urticaria.
El único método preciso de diagnóstico sigue siendo la
administración de una dieta de eliminación seguida de
un test de provocación.
Cualquier dieta de eliminación se debe diseñar en
función del historial alimentario del perro, además, la
educación del propietario es fundamental para
asegurar el cumplimiento de la misma.
18 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
¿Cómo se clasifican las RAA?
Las RAA se clasifican generalmente de acuerdo con el
mecanismo patogénico sospechado (Tabla 1) pudiendo
ser inmunológicos o no inmunológicos. La forma inmunológica puede subdividirse en hipersensibilidad al alimento
y anafilaxis alimentaria; la mayoría de los casos de RAA
se asume que se deben a reacciones de hipersensibilidad,
siendo el objeto de este artículo. Las causas no inmunológicas de las RAA son la intolerancia alimentaria y la intoxicación; en estos casos suelen aparecer asociados signos
gastrointestinales. La carencia de enzimas digestivas, las
reacciones idiosincrásicas a los aditivos (conservantes
antimicrobianos, colorantes, antioxidantes, emulsificantes) y a la ingestión de aminas vasoactivas son ejemplos
de intolerancia al alimento. La intoxicación puede ser
consecuencia de la ingestión de toxinas bacterianas o
fúngicas.
¿Cuál es la patogenia de las RAA?
El tubo digestivo ha evolucionado para permitir al organismo enfrentarse a diversos alérgenos potenciales, sin llegar
a desarrollar hipersensibilidad clínica. Existen varios
mecanismos que evitan el desarrollo de alergia alimentaria
en los perros sanos. Los alérgenos alimentarios suelen ser
glicoproteínas hidrosolubles de gran tamaño, que oscilan
entre 10.000 y 70.000 daltons. La digestión de las proteínas
a amino-ácidos y péptidos pequeños hace que la proteína
ingerida apenas sea inmunogénica. De esta forma, las
proteínas poco digestibles y termoestables pueden ser
más alergénicas. Las proteínas que tras la digestión son
lo suficientemente grandes como para conservar epítopos
alergénicos se encuentran con una capa mucosa que
contiene IgA y porciones carbohidratadas que pueden
limitar la interacción del alérgeno con las microvellosidades. Esta capa puede verse alterada por enfermedades
inflamatorias e infecciosas del tubo digestivo, lo que
probablemente predisponga a la aparición de RAA. Estos
alérgenos en potencia deben atravesar la barrera epitelial
y, acto seguido, hacer frente al tejido linfoide asociado al
intestino (GALT). El GALT puede tanto producir una
respuesta inmune frente a las sustancias y los microorganismos nocivos como dar lugar a la tolerancia de
LAS REACCIONES ADVERSAS AL ALIMENTO CUTÁNEAS EN EL PERRO
Reacciones adversas al alimento
No inmunológicas
Inmunológicas
• Tipo I, III, IV
Anafilaxis
Intolerancia
Intoxicación
• Tipo I
• Carencia de enzimas
digestivas
• Reacciones idiosincrásicas
• Toxinas bacterianas
• Toxinas fúngicas
© Dr. Plant.
Hipersensibilidad
• Reacciones farmacológicas
Tabla 1.
Clasificación de las reacciones adversas al alimento en el perro.
numerosos alérgenos del alimento mediante una respuesta
inmunosupresora. De esta forma, la tolerancia a los alérgenos que entran por vía oral tiene lugar mediante la exposición controlada de los alérgenos alimentarios al GALT.
Si los mecanismos que producen tolerancia oral, mediada
por células T reguladoras y anergia linfocitaria, no funcionan adecuadamente puede producirse sensibilización.
Aunque no está demostrado en perros, se cree que la hipersensibilidad de tipo I (inmediata, mediada por IgE)
desempeña un papel fundamental en la hipersensibilidad
alimentaria. En algunos artículos sobre alergia alimentaria
de aparición espontánea en perros (1) se ha documentado
la presencia de IgE específicas de antígeno, pero este
hallazgo no ha sido uniforme. También se ha propuesto
que las reacciones de hipersensibilidad de tipo III (retardada, por inmunocomplejos) y tipo IV (retardada, mediada
por células) contribuyen a la patogenia de las RAA en el
perro, aunque existen menos evidencias que respalden
estos mecanismos. Recientemente se ha puesto en duda
el concepto de que las RAA cutáneas sean una entidad
separada y distinta de la DAC (2); en un gran estudio
prospectivo de los signos clínicos de la DAC sólo se evidenciaron leves diferencias entre los individuos con sensibilidad alimentaria y los que carecían de esta sensibilidad, lo
que sugiere una patogenia común. Se propuso la expresión dermatitis atópica inducida por alimento (DAIA) para
describir a los perros con hipersensibilidad al alimento y
signos clínicos típicos de la dermatitis atópica. En medicina
humana se sabe que existen reacciones cruzadas entre
diversos alérgenos orales y alérgenos ambientales, lo
que provoca una enfermedad clínica en los individuos
sensibilizados. Un ejemplo lo constituyen los individuos
sensibles al polen de la ambrosía que reaccionan a las
manzanas o los melones. En el perro apenas se han descrito
casos. Se sabe poco sobre la importancia de varios alérgenos
alimentarios como causas de las RAA. En un libro de texto
de reciente publicación (3) se resumen quince informes de
la bibliografía veterinaria en los que se documentan 278
perros con RAA cutáneas procedentes de varios continentes.
La carne de vaca, los productos lácteos y el trigo fueron los
alérgenos implicados con más frecuencia, seguidos por el
cordero, los huevos de gallina, el pollo y la soja. Se han identificado específicamente como alérgenos en el perro la
albúmina sérica de pollo, las IgG bovinas, las IgG ovinas y
la fosfoglucomutasa muscular de origen bovino y ovino.
Las sensibilidades múltiples son frecuentes. En un estudio,
el 64% de los perrosalérgicos al alimento presentaban alergia
a dos o más proteínas (4).
¿Cuál es la prevalencia de las
RAA cutáneas?
Se desconoce la verdadera prevalencia de las RAA cutáneas. Tanto los falsos positivos como los falsos negativos
son frecuentes debido a la falta de estandarización de
las pruebas de eliminación-provocación. El fallo en el
diagnóstico se debe, en parte, a la falta de cumplimiento
del propietario. Entre los perros que acudieron a clínicas
dermatológicas de referencia, la prevalencia estimada
se sitúa entre el 7,6% y el 12% (5,6). Parece que la prevalencia es mayor en los individuos con enfermedad alérgica,
con estimaciones que oscilan entre el 9% y el 36% (6,7).
En el hombre, muchas veces no se puede confirmar la
hipersensibilidad a un alimento en concreto aunque se
evalúe meticulosamente con una dieta placebo controlada.
¿Qué razas de perros están
predispuestas?
Carecemos de datos epidemiológicos sólidos, pero ciertas
razas caninas pueden tener predisposición a padecer RAA,
como el Cocker Spaniel Americano, Bóxer, Shar Pei, Collie,
Teckel, Dachshund, Dálmata, Springer Spaniel Inglés,
Pastor Alemán, Golden Retriever, Lhasa Apso, Schnauzer
Miniatura, Caniche, Pug, Rhodesian Ridgeback y West
Highland White Terrier (6,7).
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 19
Figura 1.
© Dr. Plant.
© Dr. Plant.
CÓMO ABORDAR…
Figura 2.
La dermatitis atópica inducida por el alimento provoca a menudo
un eritema y una alopecia autoinducida en la mano.
Las reacciones adversas al alimento en los perros a menudo
comienzan con inflamación del pabellón auricular dando lugar a
una otitis externa.
¿Cuáles son las características
clínicas?
sugirió que había tanto desencadenantes alimentarios
como ambientales. Además de las manos (Figura 1) y los
pabellones auriculares, en la dermatitis atópica inducida
por el alimento están muy afectados los pies, las axilas
y el abdomen. Las regiones afectadas con menos frecuencia son las superficies de flexión del codo, las extremidades, los labios, la cara, el tórax y los genitales (2). Son
frecuentes las infecciones secundarias bacterianas y por
levaduras, pudiendo extenderse a otras zonas del cuerpo.
Las RAA pueden aparecer prácticamente a cualquier
edad; se han descrito casos desde los 4 meses hasta los
14 años de edad (3). En los niños es más frecuente diagnosticar hipersensibilidad al alimento que en adultos, y
del mismo modo algunos autores sugieren que la prevalencia de las RAA cutáneas puede ser superior en los
cachorros que en adultos (8). Los signos cutáneos pueden
variar; los más frecuentes son la dermatitis atópica
inducida por el alimento, el prurito y la otitis externa.
DAC inducida por el alimento
La presentación más frecuente de las RAA cutáneas es
prácticamente idéntica a la DAC desencadenada por
alérgenos ambientales, o dermatitis atópica no inducida
por el alimento. Las características clínicas más comunes
pueden ser (I) pies/manos y/o pabellones auriculares
afectados, (II) comienzo en individuos menores de 3
años de edad, (III) prurito que responde a los corticoesteroides, (IV) dermatitis por levaduras recurrente o
crónica, (V) vida en interior, (VI) no afectación del
borde del pabellón auricular y (VII) no afectación de la
zona lumbosacra. En un estudio de 843 perros atópicos,
se encontraron pequeñas diferencias entre los grupos de
dermatitis atópica inducida por el alimento y la no
inducida por el alimento (2). En comparación con el
grupo de dermatitis no inducida por el alimento, el
grupo de dermatitis inducida por el alimento mostró
cambios significativos en función de la estación del año
(disminuidos), los trastornos gastro-intestinales (aumentados), la dermatitis de los párpados (disminuida), el
prurito sin lesiones cutáneas (disminuido) y la respuesta
del prurito a los glucocorticoides (disminuida). En un
perro estas diferencias no fueron suficientes para
diferenciar entre una inducida por el alimento y una no
inducida por el alimento, siendo necesario realizar pruebas de eliminación-provocación; la respuesta parcial
20 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Prurito
El pruritus sine materia (prurito sin signos visibles)
precede a la aparición de las lesiones cutáneas en la
mayoría de los perros afectados. En el estudio que se ha
mencionado antes (2), el 47% de los perros diagnosticados de dermatitis atópica inducida por el alimento
presentó prurito previo a las lesiones cutáneas.
Otitis
Según algunas estimaciones (8), el 25% de los perros con
RAA tienen como único signo otitis (Figura 2); la otitis
suele ser bilateral, pero también puede ser unilateral.
Los perros suelen acudir a consulta por infecciones secundarias a una inflamación. Malassezia pachydermatis suele
ser el microorganismo predominante en las primeras
etapas de la otitis externa, mientras que en las otitis
crónicas se observa crecimiento de Staphylococcus y
gramnegativos. Las pruebas de eliminación-provocación
son un punto importante en el procedimiento diagnóstico de la otitis externa crónica o recurrente.
Foliculitis bacteriana recurrente
Una presentación menos común de las RAA es la foliculitis bacteriana recurrente (Figura 3), normalmente causada por Staphylococcus pseudintermedius. Al contrario
que la dermatitis atópica inducida por el alimento, que
suele ir acompañada de pioderma secundaria, el prurito
no es una característica de esta presentación. Los perros
© Dr. Plant.
Figura 3.
© Dr. Plant.
LAS REACCIONES ADVERSAS AL ALIMENTO CUTÁNEAS EN EL PERRO
Figura 4.
Las reacciones cutáneas adversas al alimento pueden presentarse como
foliculitis bacteriana recurrente, dando lugar a un aspecto apolillado.
La vasculitis del pabellón auricular es una forma poco frecuente de
reacción adversa al alimento cutánea.
con foliculitis bacteriana recurrente debida a RAA cutáneas no suelen presentar prurito, o el prurito puede resolverse con terapia antimiocrobiana adecuada, recayendo
solamente si no se maneja la hipersensibilidad alimentaria.
nicado que algunos perros han respondido parcial o
completamente a dietas de eliminación.
Seborrea
La RAA en perros puede presentarse con seborrea seca
u oleosa. Puede aparecer descamación generalizada,
alopecia, liquenificación, eritema e hiperpigmentación.
Son comunes las infecciones secundarias por bacterias
y levaduras, debido a la alteración del proceso de queratinización normal.
Urticaria
La urticaria es una manifestación cutánea poco frecuente
de las RAA. Puede ser localizada o generalizada. La
urticaria da lugar a grupos de pelos erectos, y se reconoce
más fácilmente en los perros de pelo corto. El prurito
en este tipo de RAA es variable.
Vasculitis
La RAA cutánea es una de las múltiples causas de vasculitis cutánea. Las máculas eritematosas, las úlceras y
las costras son frecuentes. Entre las áreas afectadas
suelen incluirse la superficie cóncava del pabellón
auricular y sus márgenes (Figura 4), así como las almohadillas, pero puede afectar a cualquier región del cuerpo.
La vasculitis se reconoce clínicamente si no desaparece
la coloración tras presionar la zona, lo que es indicativo
de hemorragia extravascular.
Onicodistrofia lupoide simétrica
La onicodistrofia lupoide simétrica es una manifestación poco frecuente de las RAA (9). Varias uñas en todas
las extremidades crecen de forma anómala pudiendo
ablandarse (onicomalacia), romperse (onicoquicia y
onicorexis) o desprenderse (onicomadesis). Se ha comu-
Eritema multiforme
Otra presentación inusual de las RAA cutáneas es el
eritema multiforme, caracterizado por máculas eritematosas policíclicas o en forma de diana que tienden a
curar centralmente mientras se expanden en la periferia.
La histopatología del eritema multiforme se tipifica por
apoptosis aislada de los queratinocitos. La RAA cutánea
es una de las muchas causas de eritema multiforme.
¿Los perros afectados muestran
signos gastrointestinales?
Los perros con RAA cutánea pueden presentar signos
gastrointestinales simultáneos, como vómitos, diarrea,
heces blandas, flatulencias y aumento de la frecuencia
de defecación (3,1 veces al día en perros con RAA frente
a 2,2 veces al día en perros con prurito debido a otras
enfermedades) (10). La prevalencia de los signos gastrointestinales entre los perros con RAA cutánea varía
según las publicaciones, oscilando entre el 10% y el
31% (2,6).
¿Cómo diagnosticar una RAA
cutánea?
Las dietas de eliminación y los test de provocación continúan siendo el único método para diagnosticar las RAA
cutáneas en el perro. Las pruebas intradérmicas y las
pruebas de IgE específicas de alérgeno, aunque disponibles, no consiguen demostrar fiabilidad y no pueden
recomendarse para el diagnóstico (6). Para realizar una
prueba de eliminación-provocación ha de tenerse en
cuenta el historial alimentario del perro. En primer
lugar se realiza una transición hacia la dieta de eliminación para que éste sea el único alimento que ingiera el
perro durante un determinado periodo de tiempo, y finalmente se van introduciendo los alimentos que el perro
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 21
CÓMO ABORDAR…
Tabla 2.
Etapas para llevar a cabo una prueba de eliminación-provocación.
• Obtener una anamnesis detallada del paciente (alimento actual del animal junto con todos los alimentos previos y las golosinas,
suplementos y medicamentos con saborizantes que haya tomado).
• Elegir una dieta con una única fuente de proteínas que sea nueva en función de los antecedentes alimentarios del animal. Puede ser
una dieta de proteína hidrolizada, una dieta con ingredientes limitados o una dieta casera.
• Transición gradual de la alimentación habitual del animal a la dieta seleccionada a lo largo de una semana. A continuación,
alimentación exclusiva con la nueva dieta durante un mínimo de 8-12 semanas. Durante este tiempo hay que evitar que el perro
tome otras golosinas, medicamentos con saborizantes y suplementos.
• Si no se observa mejoría en los signos clínicos del animal durante este período, es poco probable que el diagnóstico sea una RAA
cutánea.
• Si se observa mejoría con la dieta de eliminación, es importante hacer un test de provocación proporcionando al animal el alimento
(o cada uno de los alimentos) que tomaba previamente. Una exacerbación de los signos en una semana respalda un diagnóstico de
reacción adversa al alimento cutánea.
tomaba anteriormente hasta observar una exacerbación
de los signos clínicos (Tabla 2). Siempre que sea posible,
los medicamentos con saborizantes deben ser sustituidos por otros sin saborizantes. Si bien esto es sencillo
en cuanto al concepto, la realización estrictamente
controlada de una dieta suele representar un problema
para muchos propietarios. Muchos perros con RAA
cutáneas tendrán al menos una respuesta parcial a una
dieta apropiada en 8 semanas; cierto porcentaje necesitará más tiempo (8). Si se observa una respuesta positiva,
muchos propietarios se muestran reacios a llevar a cabo
el test de provocación. Si no se observa una respuesta
significativa, es improbable que haya una RAA cutánea.
Los fallos más frecuentes incluyen la elección de una
dieta de eliminación inapropiada, la falta de interés por
la dieta de algún miembro de la familia e indiscreción
alimentaria por parte del perro. Durante las primeras
semanas, puede ser necesario y humano tratar la pioderma, la dermatitis por Malassezia, la otitis externa y
administrar fármacos antipruriginosos de forma transitoria. El compromiso por parte del propietario del cumplimiento de la dieta de eliminación es fundamental, pero
éste puede verse influenciado por varios factores. Un
autor describe el uso de un diagrama de Venn para
destacar la relación entre la dermatitis atópica y la
alergia alimentaria cuando se informa a los propietarios
de animales de compañía que se presentan con la intención de realizar la prueba de eliminación-provocación
(5); esta técnica disminuyó el número de clientes que
interrumpió prematuramente la dieta del 52% al 27%.
Como parte de la educación del cliente, el autor destacó
la facilidad relativa con la cual pueden controlarse a
largo plazo las RAA cutáneas, en comparación con la DAC.
¿Cómo se selecciona una dieta
de eliminación?
La primera etapa para seleccionar una dieta de eliminación es realizar una correcta y completa anamnesis
22 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
de la alimentación del perro, prestando especial atención
a la fuente de proteínas. El animal puede haber consumido el alimento durante años antes de la aparición de
la RAA cutánea. Esto les puede parecer ilógico a muchos
propietarios. Si se dispone de una historia detallada de
la alimentación se puede seleccionar una nueva fuente
de proteínas. En caso contrario, como puede ocurrir en
un perro adoptado en la etapa adulta, la mejor
elección puede ser una dieta de proteína hidrolizada.
Dietas con proteínas “novel”
La proteína utilizada en los alimentos comerciales
como proteína “novel” varía en función de la parte del
mundo en la que se comercialice, en función de la disponibilidad y de las costumbres sociales. Pueden contener
carne de venado, cordero, conejo, pato, diferentes pescados, ganso, cabra, avestruz, jabalí silvestre y emú, entre
otros. Siempre que sea posible, debe tenerse cuidado
con la selección de alimentos con una única fuente
principal de proteínas; es posible que el etiquetado no
muestre la información completa de ingredientes,
dependiendo de los requisitos de los diferentes países.
En algunos casos, se detectan proteínas que no figuran
en la etiqueta mediante técnicas analíticas. Por ejemplo,
el análisis de alimentos comerciales de venado demostró
la presencia de otras proteínas que no figuraban en la
etiqueta (soja, aves de corral o vaca) en 3 de los 4 alimentos
estudiados (11). Durante muchas de las fases de la fabricación y del proceso de envasado es posible la contaminación
cruzada. Un fabricante puede producir alimentos para
animales de compañía para docenas de compañías
utilizando centenares de fórmulas diferentes. Es aconsejable seleccionar una fuente de proteínas que sea lo más
diferente posible, desde el punto de vista taxonómico,
del alimento habitual del perro. Las reacciones cruzadas
entre las diferentes fuentes de carne no se ha estudiado
todavía en el perro (6). Las fuentes de carbohidratos se
describen con menos frecuencia como causas de RAA
LAS REACCIONES ADVERSAS AL ALIMENTO CUTÁNEAS EN EL PERRO
cutáneas, pero la dieta de eliminación ideal debe tener
también en una fuente nueva de carbohidratos.
Dietas de proteína hidrolizada
Los alérgenos alimentarios son normalmente glicoproteínas de gran tamaño. Durante el proceso de hidrolización
el tamaño de las proteínas se reduce a menos de 10.000
daltons, en teoría, disminuyendo así su alergenicidad.
Varias compañías fabrican alimentos con proteínas
hidrolizadas de pollo o soja como dieta de mantenimiento. Diversos estudios revelan que los alimentos
con proteína hidrolizada se toleran por la mayoría,
pero no todos, de los perros con sensibilidad a la proteína
nativa (13, 14). En una revisión sistemática de 11 estudios
sobre dietas con proteínas hidrolizadas se concluyó que
debían evitarse cuando se sospecha que la proteína nativa
es un alérgeno, ya que ocasionalmente algunos perros
siguen mostrando signos de RAA cutánea con dietas con
proteínas hidrolizadas obtenidas a partir de alérgenos
conocidos (15).
Dietas preparadas en casa
Si un propietario está dispuesto a preparar una dieta
equilibrada compuesta por una única fuente de proteínas,
las dietas caseras son una alternativa. La comida recién
preparada ofrece la ventaja de evitar los aditivos alimentarios; destacamos que en raras ocasiones se han documentado RAA debidas a los aditivos alimentarios. Muchos
alimentos húmedos para animales de compañía están
exentos de estos aditivos. Si los propietarios eligen preparar la comida en casa, debe seguirse meticulosamente
una receta equilibrada formulada por un nutricionista
veterinario (3). A algunos propietarios les gusta la idea de
proporcionar a sus animales dietas elaboradas con
alimentos crudos. No hay pruebas de que los alimentos
crudos sean de mayor calidad que los cocinados en una
dieta de restricción; de hecho, calentar las proteínas puede
hacerlas menos alergénicas en el caso de las personas.
Además de las consideraciones sobre la formulación que se
acaban de hacer, las dietas con alimentos crudos aumentan el riesgo de exposición a especies de Salmonella, E.coli
y otros microorganismos patógenos (12).
Prueba de provocación
Los perros que responden a la dieta de eliminación pueden someterse a la provocación con su alimento previo o
con cada uno de sus ingredientes por separado, y con
sus golosinas o medicamentos con saborizantes. Salvo
que se complete esta etapa, el diagnóstico de RAA
cutánea sólo puede hacerse de manera provisional, ya
que otras influencias pueden haber provocado la mejoría.
Los perros con RAA cutánea, una vez reexpuestos a los
alérgenos que les afectaban, pueden mostrar una exacerbación de los signos (3). Desde un punto de vista práctico,
se recomienda reintroducir un ingrediente por semana.
Conclusión
La RAA cutánea es frecuente en el perro y la presentación
más típica es indistinguible de la DAC si se toman los
signos clínicos como único dato. Se necesita un periodo
de 8-12 semanas administrando una dieta de eliminación
con un alimento con una fuente nueva de proteína o una
dieta con proteínas hidrolizadas para llegar al diagnóstico. Una vez identificados los alimentos o los ingredientes
implicados, la dieta con la nueva proteína o la dieta hidrolizada pueden resultar adecuadas como alimento de
mantenimiento, o quizá el propietario prefiera probar
con nuevos alimentos. Suponiendo que los alérgenos se
hayan identificado y que puedan evitarse, el pronóstico
para los perros con RAA es excelente.
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Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 23
Dermatopatías felinas
poco frecuentes
Pablo Manzuc, MV
Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Plata, Buenos Aires, Argentina
El Dr. Manzuc se licenció en la Universidad Nacional de la Plata, Buenos Aires, en 1995,
donde actualmente trabaja en la Facultad de Veterinaria como internista de perros y gatos, con
particular interés por la dermatología. Autor de artículos, libros, capítulos de libros sobre
dermatología veterinaria, ha sido ponente en muchos congresos y conferencias sobre este
tema.
Porfirio Trápala Arias, MV
Centro de Estudios Universitarios, Facultad de Medicina Veterinaria, Monterrey, Nuevo
León, México
El Dr. Trápala se licenció en 1992 en la Universidad Mesoamericana de Puebla, México. Después de
trabajar en clínicas de España y México, divide ahora su tiempo entre una clínica privada de
dermatología en Monterrey y la docencia en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma
de Nuevo León. Autor de dos manuales sobre dermatología y endocrinología, ha escrito también
varios artículos sobre dermatología canina y felina, y medicina interna.
Introducción
Las dermatopatías felinas pueden tener varias presentaciones y numerosas causas. Mientras que hay
enfermedades comunes y por tanto frecuentes, de vez en cuando aparecen enfermedades exóticas y poco
frecuentes que pueden engañar al veterinario. El objetivo de este artículo es proporcionar un resumen
de algunas de las presentaciones más notables e inusuales de las enfermedades dermatológicas felinas
junto con una revisión de la bibliografía y con referencias a otras lecturas cuando es apropiado.
1. Alopecia paraneoplásica felina
• Generalidades: se trata de una rara dermatopatía
asociada a carcinomas hepatocelulares o pancreáticos,
aunque debe tenerse presente que sólo una pequeña
proporción de dichos carcinomas cursan con afección
cutánea. No se conoce el motivo por el cual se produce
esta alteración cutánea, pero existen evidencias que la
24 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
vinculan con los tumores mencionados procedentes de
dos casos clínicos en los que la extirpación del tumor
pancreático resolvió la alopecia del paciente; en uno
de ellos el cuadro cutáneo reapareció al recidivar la
neoplasia.
• Presentación clínica: la enfermedad es más frecuente
en gatos adultos o de edad avanzada (más de 7 años de
edad). Los pacientes afectados presentan dos categorías
de signos clínicos: los relacionados con la neoplasia
interna y los relacionados con la piel (las manifestaciones
paraneoplásicas). La sintomatología sistémica derivada
de la neoplasia es variable, consistiendo fundamentalmente en inapetencia, vómitos y decaimiento. Los signos
cutáneos paraneoplásicos consisten en alopecia espontánea en la superficie ventral del cuello, axilas, ingles y
tronco. La piel se presenta fina e hipotónica, y las áreas
alopécicas se observan con un brillo característico
(Figura 1). Donde aún perdura el pelo, éste es muy fácil
de arrancar. Las almohadillas plantares pueden estar
también afectadas, así como los pabellones auriculares y
la región periocular. Las lesiones no son pruriginosas,
aunque en algunos pacientes se ha comunicado sobrecrecimiento de Malassezia con el prurito asociado.
• Diagnóstico y tratamiento: la combinación de signos
cutáneos y sintomatología sistémica es muy sugestiva.
La biopsia de piel muestra telogenización, atrofia de
folículos pilosos y un estrato córneo minúsculo o ausente
(los vestigios de estrato córneo aparecen paraqueratósicos). Puede observarse algún grado de exocitosis
linfocítica y en la dermis hay poca celularidad. La ecografía abdominal puede revelar nódulos hepáticos o
pancreáticos, aunque el hecho de no observarlos no
descarta la enfermedad; en muchos casos la neoplasia
interna se identifica sólo durante la laparotomía exploratoria o la necropsia. Las alteraciones hematológicas y
bioquímicas están relacionadas más con el tumor que
con la afección cutánea. La citología de la superficie
cutánea permite demostrar el sobrecrecimiento de
Malassezia. El pronóstico es malo y el tratamiento consiste
en la extirpación completa del tumor abdominal, si es
factible. Si existe sobrecrecimiento superficial de levaduras, puede instaurarse terapia tópica con un champú
de miconazol o clorhexidina o terapia sistémica a base de
itraconazol (5 mg/kg/día 2 días seguidos por semana).
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
DERMATOPATÍAS FELINAS POCO FRECUENTES
Figura 1.
Alopecia paraneoplásica en un gato común. Nótese el adelgazamiento cutáneo extremo (que permite ver los vasos sanguíneos) y
su característico brillo.
PUNTO
CLAVE:
La piel afectada con más intensidad es la del abdomen, apareciendo hipotónica y brillante. Estas dos características son
fuertemente sugestivas de la enfermedad.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL Y
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
• Pascal-Tenorio A, Olivy T, Gross JS, et al. Paraneoplastic alopecia associated
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• Noli C. Síndromes Paraneoplásicos Cutáneos, Proceedings. XI Simposio Bayer
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2. Lagochilascariasis felina
• Generalidades: las especies de Lagochilascaris constituyen un género de parásitos de ciclo indirecto que
afectan a los gatos, aunque a veces pueden estar infes-
tados los perros y las personas. Esta enfermedad consta
de un típico ciclo predador-presa y se ha descrito como
autóctona de Sudamérica, en especial en las regiones
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 25
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
Figura 2.
Figura 3.
Absceso subcutáneo en el cuello de un gato joven causado por
larvas de Lagochilascaris.
Mismo paciente de la Figura 2. Nótese la larva del áscaris saliendo
por el absceso.
rurales próximas a la cuenca amazónica, aunque se han
comunicado casos en Uruguay, Argentina, Brasil, Bolivia,
Colombia y México, y algunos casos anecdóticos en
otros países como Chile, Ecuador y Venezuela. Como
hospedador intermediario se ha identificado a Cavia
porcellus (cobaya) y a otros roedores silvestres. Los gatos
se contagian al ingerir al hospedador intermediario (en
cuyos músculos, tejido adiposo y subcutáneo están
enquistadas las larvas infestantes). El parásito adulto se
desenquista en el intestino y migra hacia la faringe, el
esófago anterior y la región subcutánea del cuello, donde
producen los signos clínicos característicos.
• Diagnóstico y tratamiento: el diagnóstico se establece
mediante la observación de los parásitos adultos en el
absceso o en la faringe, o mediante técnicas parasitológicas de flotación para identificar los huevos (que
tienen la típica forma de huevo de áscaris) realizadas
en el material que proviene de la fístula. Los adultos
recuperados deben ser clasificados taxonómicamente
para poder así establecer el diagnóstico definitivo. La
terapia consiste en la eliminación de los parásitos
adultos mediante la administración oral de bencimidazol.
La ivermectina (200 μg/kg) también ha demostrado ser
eficaz. En todos los casos los tratamientos con antiparasitarios deben repetirse para lograr la completa
eliminación del parásito.
• Presentación clínica: el cuadro clínico se corresponde
con un absceso en la región cervical ventral o en el cuello
(Figura 2). Este absceso puede estar fistulizado o no. En
el momento de su apertura sale un exudado purulento
cargado de huevos larvados que contaminan el ambiente.
El absceso abierto tiende a no cicatrizar. En ocasiones
fistuliza hacia el interior de la región faríngea ocasionando dificultad para deglutir o incluso para respirar. Al
explorar el interior del absceso pueden observarse los
ascárides adultos (Figura 3). Sin embargo, en ocasiones
están más profundos y debe realizarse una exploración
más profunda (con instrumental quirúrgico y, en ocasiones, disecando la fístula) que permita su detección.
Cuando la fístula abre hacia el interior de la faringe,
pueden observarse los parásitos adultos en el fondo de
la cavidad oral. La importancia de esta enfermedad
radica en que muchos gatos desarrollan abscesos en el
área del cuello y la cara como consecuencia de peleas;
ésta es la razón de que pueda pasar desapercibida la
presencia de este raro parásito. Por consiguiente, debe
prestarse especial atención a si el paciente vive o proviene
de un área endémicamente afectada o de una región en
la que se hayan comunicado casos.
26 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
PUNTO
CLAVE:
Cuando se presenta un gato con un absceso en el cuello, debe
evaluarse minuciosamente la posible presencia de parásitos
en el interior del absceso y en la región faríngea, recurriendo a
la anestesia si es necesario.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL Y
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
• Spampinato MF, Denzoin Vulcano LA, Fógel FA. Un caso de
Lagochilascaris en un gato. Práctica Veterinaria (Revista Mensual de
www.veterinariosenweb.com.ar ), 2004; Nota N°1.
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3. Dermatitis exfoliativa
asociada a timoma
• Generalidades: se trata de una reacción paraneo-
ninguna evidencia del tumor, que termina siendo
diagnosticado por necropsia. En otras ocasiones, los
signos dermatológicos se asocian a signos sistémicos
como disnea o depresión. En lo referente a los signos
dermatológicos, se observa una masiva y generalizada
descamación cutánea (Figuras 4 y 5) con grandes escamas, que afecta inicialmente la cabeza y los pabellones
auriculares, pero que rápidamente se extiende a todo
el tegumento. Las lesiones no son pruriginosas, aunque
la contaminación secundaria con Malassezia puede
inducir prurito con rascado o lamido.
plásica poco frecuente caracterizada por una intensa y
masiva descamación cutánea relacionada con la presencia simultánea de un timoma. Esta asociación ha sido
demostrada, ya que la extirpación del timoma da lugar
a la desaparición de las manifestaciones cutáneas. No
se conoce con detalle el mecanismo de esta asociación,
pero se ha especulado que el timoma podría generar
una población aberrante de linfocitos T autorreactivos
(como ocurre en el hombre).
• Presentación clínica: el cuadro dermatológico en
• Diagnóstico y tratamiento: la sospecha clínica de la
general precede a los signos asociados al timoma, muy
posiblemente porque los estadios iniciales de éste son
asintomáticos, mientras que la afección cutánea asociada,
cuando existe, es muy evidente y precoz. De hecho,
muchas veces las radiografías torácicas no muestran
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
Figura 4.
Dermatitis exfoliativa en un gato con timoma. Nótese la intensa
descamación cutánea. Este paciente presentaba también sobrecrecimiento de Malassezia pachydermatis. El diagnóstico final de
timoma fue realizado postmortem.
enfermedad se establece en base a la historia clínica y
las lesiones cutáneas. Entre los diagnósticos diferenciales
se cuentan la demodicosis, la dermatofitosis generalizada, el pénfigo foliáceo y reacciones adversas a fármacos.
Figura 5.
Mismo paciente de la Figura 4. Nótese también la afectación de
las almohadillas plantares.
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 27
tratamiento con itraconazol (5 mg/kg/día 2 días a la
semana).
PUNTO
CLAVE:
© Dr. McNeill and Dr. Griffiths.
Muy pocas enfermedades cutáneas generan una exfoliación
tan marcada, por lo que debe sospecharse la posible presencia
de un timoma en todos los pacientes que se presentan con esta
marcada descamación.
Figura 6.
Radiografía torácica lateral que muestra un timoma craneal a la
silueta cardiaca.
Por consiguiente, deben realizarse raspados cutáneos
(en busca de Demodex y dermatofitos), cultivos micológicos, evaluación citológica de la superficie cutánea
(en busca de sobrecrecimiento de Malassezia), biopsia
cutánea y estudio radiológico del tórax (Figura 6). En el
estudio histopatológico puede observarse una dermatitis
de interfase con hiperqueratosis y queratinocitos apoptósicos en los estratos basales. Estos hallazgos histopatológicos contrastan con los observados en las enfermedades
antes mencionadas como diferenciales. Por otro lado, la
incapacidad para identificar una masa en la región craneal
del tórax en la radiografía no descarta la presencia de
un timoma. El tratamiento consiste en la extirpación
del timoma. Ninguna terapia exclusivamente de la piel
ha demostrado ser suficientemente efectiva. Si existe
sobrecrecimiento de levaduras, puede administrarse
BIBLIOGRAFÍA GENERAL Y
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
• Carpenter JL, Holzworth J. Thymoma in 11 cats. J Am Vet Med Assoc
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Bayer de Actualización Veterinaria, México 2011.
4. Leishmaniosis visceral felina
• Generalidades: la leishmaniosis visceral es una
enfermedad crónica que afecta a los animales y al
hombre, producida por Leishmania infantum y trasmitida
por flebotomos. La frecuencia de la enfermedad es muy
baja en gatos, en particular cuando se compara con los
perros; no obstante, ha aumentado en los últimos
años. En la última década se han publicado más de 15
casos de leishmaniosis felina. Este aumento de la frecuencia puede explicarse por el uso de técnicas diagnósticas
más eficientes o por un mejor conocimiento de la enfermedad, sobre todo en lugares endémicos. El primer
diagnóstico de leishmaniosis felina se hizo en Argelia,
en un hogar donde también se diagnosticó la enfermedad en un niño y su perro.
28 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
• Presentación clínica: la leishmaniosis visceral puede
presentarse tanto con lesiones cutáneas como con
afectación importante de otros órganos. No debe
confundirse la presentación cutánea de la leishmaniosis visceral con la leishmaniosis cutánea o tegumentaria
(producida por otras especies de Leishmania como L.
braziliensis, L. panamensis, L. guyanensis, L. mexicana,
L. amazonensis, L. garnhami y L. peruviana, con
implicaciones epidemiológicas muy diferentes). En los
gatos afectados de leishmaniosis visceral las lesiones
observadas con más frecuencia son nódulos solitarios
o múltiples distribuidos en diversas áreas corporales,
úlceras que no cicatrizan (que suelen corresponder al
chancro de inoculación) especialmente localizadas en
regiones faciales (Figura 7), úlceras o erosiones en
uniones mucocutáneas o en los párpados (blefaritis,
conjuntivitis e incluso retinitis). Al ser estas lesiones
tan inespecíficas, la lista de diagnósticos diferenciales
es muy amplia y el clínico debe estar atento a la posible
presentación de un paciente afectado si éste vive o ha
estado en alguna zona endémica. Algunos casos presentan sintomatología sistémica evidente como insuficiencia
renal aguda o hepática y alteraciones esplénicas. Es
importante mencionar que la leishmaniosis felina
puede estar relacionada con enfermedades retrovirales
como la leucemia felina (VLFe), la inmunodeficiencia
felina (VIF) o la peritonitis infecciosa felina (PIF), aunque
se necesitan más estudios para comprender la interrelación e interacción real de estas virosis en pacientes
felinos con leishmaniosis.
• Diagnóstico y tratamiento: la visualización directa
del agente etiológico es una prueba concluyente para el
diagnóstico de la enfermedad. Se pueden hacer extensiones de médula ósea, linfonódulos o lesiones cutáneas.
Otra técnica diagnóstica útil es la histopatología de
órganos internos (incluida la medula ósea) o de biopsias
cutáneas. Cabe mencionar que es importante que el
anatomopatólogo tenga un buen entrenamiento y
experiencia en el diagnóstico de leishmaniosis. Otras
técnicas de laboratorio que pueden utilizarse son las
inmunológicas, como la imnunofluoresencia indirecta
(IFI), ELISA y PCR. El tratamiento es diverso y muy
debatido. Puede utilizarse fluconazol en una dosis de
1 mg/kg al día durante un mes, con descanso de una
semana. Otros autores mencionan que el tratamiento
más efectivo es el uso de alopurinol (10-20 mg/kg cada
12 a 24 horas durante un mes) o el uso de sales de
© Dr. Antonio Moreno-Boiso.
DERMATOPATÍAS FELINAS POCO FRECUENTES
Figura 7.
Gato doméstico con presencia de una úlcera epidérmica sin
cicatrizar (chancro) ocasionada por Leishmania infantum.
antimonio en dosis muy diversas (de 5 a 50 mg/kg cada
24 horas durante 30 días).
PUNTO
CLAVE:
Los nódulos cutáneos múltiples son las lesiones observadas
con más frecuencia en la leishmaniosis felina. Mucho menos
frecuente es la forma visceral con sintomatología sistémica.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL Y
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
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5. Lupus discoidal felino
• Generalidades: cuando se escucha el término “lupus
discoidal” se suele pensar en la enfermedad canina, pero
no en la felina. Esta dermatopatía es poco frecuente en
el gato y su fisiopatología es muy similar a la del perro.
Se trata del depósito de inmunocomplejos en la membrana basal de la epidermis y de otros órganos (lupus
sistémico felino). Se ha sugerido que el lupus discoidal
es una variante benigna del lupus sistémico, igual que
en el perro. Algunos elementos pueden contribuir a
desencadenar la enfermedad, como virus, vacunas y
luz ultravioleta; esta última especialmente en gatos que
están fuera de sus hogares o gatos callejeros. Se han
mencionado algunas razas predispuestas, como Siamés,
Persa e Himalaya.
• Presentación clínica: las lesiones del lupus discoidal
en el gato son muy diferentes a las del perro. Se trata
generalmente de lesiones alopécicas con costras y
eritema en la cara, extremidades anteriores, orejas y
algunas veces en todo el cuerpo (Figura 8). Las lesiones
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 29
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
Figura 8.
Gato común de 5 años de edad con múltiples zonas de alopecia y
pioderma secundaria. La propietaria comentó que no respondía a
la antibioterapia sistémica tradicional. Los resultados de la histopatología fueron muy sugerentes de lupus discoidal felino.
nasales, con costras, despigmentación y úlceras, tal como
se presentan en el perro, no se manifiestan tan característicamente en el gato. Las lesiones pueden parecerse
a las que ocasiona el pénfigo foliáceo. El prurito es
variable y su intensidad será también variable según el
paciente presente una infección concomitante por
bacterias o levaduras. Los diagnósticos diferenciales
pueden ser múltiples e incluyen las enfermedades
alérgicas, dermatofitosis, el complejo pénfigo y reacciones adversas a medicamentos.
• Diagnóstico y tratamiento: el diagnóstico de esta
enfermedad se basa en la presentación clínica y en
estudios histopatológicos de la piel. En la biopsia suele
observarse un infiltrado linfoplasmocitario con un
patrón de interfase y que puede estar rodeando los
folículos pilosos. El tratamiento de esta enfermedad es
muy similar al del perro. Si el gato vive fuera de casa se
debe procurar modificar sus hábitos de vida y convertirlo
en un gato de interior. Los inmunosupresores tópicos y
sistémicos son de gran ayuda. En lesiones no muy
extendidas pueden aplicarse cremas a base de betametasona o pimecrolimus (preferida por uno de los
autores) aunque tienen la desventaja de que el paciente
puede quitarse parte del medicamento mediante el
lamido. Aun así dan excelentes resultados. Los corticoides sistémicos son sumamente útiles y mucho mejor
tolerados en los gatos que en los perros. Puede emplearse, por ejemplo, prednisolona en dosis de 1 a 2 mg/kg
cada 12 a 24 horas. Muy pocas veces se requiere de otros
inmunosupresores sistémicos, pero de ser necesarios
puede utilizarse clorambucilo. En la bibliografía se
describe como eficaz la administración combinada de
tetraciclina y niacinamida.
PUNTO
CLAVE:
El pronóstico es bueno, aunque el tratamiento es generalmente de por vida y se tiene que contar con la ayuda y comprensión del propietario.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL Y
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
• Scott DW, Miller WH, Griffin, CE. (eds) Muller & Kirk´s Small Animal
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6. Nocardiosis cutánea felina
• Generalidades: la pioderma en los gatos es poco
• Presentación clínica: Nocardia vive naturalmente
frecuente salvo cuando se presenta asociada a mordeduras por peleas callejeras. Es muy raro ver gatos con
lesiones extensas de foliculitis y sobrecrecimiento
bacteriano como en el perro. Esto puede ser debido a
que la piel del gato contiene una población bacteriana
tegumentaria pobre o bien al ritual del lamido. Las
infecciones por especies de Nocardia son también poco
comunes, pero hay que tenerlas en cuenta cuando
existan piodermas felinas recurrentes o lesiones que
no responden a la antibioterapia empírica.
en el suelo, es aerobia y puede ingresar al organismo
por vía cutánea, oftálmica o respiratoria, fundamentalmente en los gatos que padecen algún tipo de inmunosupresión, como diabetes mellitus, infecciones por el
virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) y de la
leucemia felina (VLFe) o el síndrome de Cushing. Las
lesiones más frecuentes por especies de Nocardia pueden
ser respiratorias (lesiones granulomatosas en los pulmones), cerebrales (más frecuentes en personas) o
cutáneas. Las manifestaciones cutáneas en el gato son
30 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Figura 9.
Gato común de 8 años de edad con presencia de múltiples úlceras
en la piel con secreción serosanguinolenta. El paciente fue positivo
al virus de la inmunodeficiencia felina (VIF). La histopatología fue
compatible con nocardiosis. El cultivo posterior confirmó la presencia de Nocardia.
lesiones ulceradas interconectadas en su interior (aspecto
y forma de panal de abeja) (Figura 9). Algunas de ellas
fistulizan con secreción serosanguinolenta y pueden
producir un exudado blanquecino o amarillento. Los
signos generales son: hipertermia, linfadenopatía regional y, en ocasiones, manifestaciones pulmonares (tos y
disnea).
• Diagnóstico y tratamiento: la enfermedad rara vez
se diagnostica en la primera consulta; es más habitual
que el propietario explique que su gato no ha mejorado
con la antibioterapia convencional, lo que lleva al veterinario a investigar más para establecer la causa subyacente. El diagnóstico definitivo se realiza mediante cultivo
bacteriológico y estudios histopatológicos (Figura 10). El
tratamiento varía de un caso a otro, pero consiste fundamentalmente en el uso de antibióticos con o sin
desbridamiento quirúrgico de las lesiones, junto con la
aplicación de soluciones antisépticas. Los antibióticos
se seleccionan en función del resultado de los antibiogramas; puede utilizarse de forma empírica sulfatrime-
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
© Dr. Manzuc – Dr. Trápala.
DERMATOPATÍAS FELINAS POCO FRECUENTES
Figura 10.
Corte histopatológico del paciente de la Figura 9. Se observa hiperqueratosis ortoqueratósica e hiperplasia basal con edema intercelular moderado difuso. En la dermis se encuentra infiltrado
inflamatorio constituido por neutrófilos, leucocitos y macrófagos,
así como múltiples células gigantes multinucleadas (tipo cuerpo
extraño) en un patrón severo multifocal nodular. Presencia de
colonias bacterianas con bacilos filamentosos dispuestos en forma
radiada.
toprim en una dosis de 30 mg/kg dos veces al día al
menos durante 30 días.
PUNTO
CLAVE:
Si existe una pioderma en un gato que no responde a la terapia
empírica tradicional, deben buscarse causas subyacentes y
realizarse una biopsia cutánea y un cultivo bacteriano.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL Y
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
• Guaguére E, Prélaud P. Guide pratique de la dermatologie féline. Lab,
Merial 1999. Nocardiosis Ch 6, 6.8-6.9.
• Medleau L, Hnilica K. Small animal dermatology: a color atlas and
therapeutic guide. Elseiver Saunders, 2007;52-53.
• Malik R, Krockenberger MB, O'Brien CR, et al. Nocardia infections in cats:
a retrospective multi-institutional study of 17 cases. Aust Vet J
2006;83(7):235-245.
• Mueller RS, Bettenay SV, Lording P, et al. Aust Vet Pract 1998;28:10-13.
• Scott DW. Nocardiosis and actinomycosis. In; Current Veterinary Therapy
VI, Kirk, RW (ed). Philadelphia: WB Saunders 1977;1328-1329.
• Scott DW. Feline dermatology 1900-1978. A monograph. J Am Anim Hosp
Assoc 1980;16,331-459.
Conclusión
Las dermatopatías felinas poco frecuentes no son, por definición, comunes, pero ninguna de ellas ha de
considerarse como imposible. Una aproximación sistemática a cada caso, con una historia clínica
completa y una anamnesis trabajada, pueden permitir al veterinario diagnosticar correctamente las
enfermedades más atípicas en el caso de que éstas se presenten.
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 31
Epidemiología de la
dermatitis atópica canina
Elizabeth Lund,
DVM, MPH, PhD
Banfield, The Pet Hospital,
Portland, Oregón, Estados Unidos
La Dra. Lund se unió a Banfield en
2006 como Directora Sénior de
Investigación del equipo de conocimiento e investigación aplicada.
Dentro de la epidemiología, la Dra. Lund ha trabajado
en los últimos 22 años en la investigación académica de
la industria y la salud pública. Además de su DVM, tiene
también un Máster en salud pública y es Doctora en
epidemiología/informática.
E
l diagnóstico y el tratamiento de la dermatitis
atópica canina pueden llegar a ser frustrantes.
Hasta el momento no se han llevado a cabo
estudios de población a gran escala que definan la
prevalencia de la enfermedad y qué animales podrían
estar en situación de riesgo; sin embargo, se han emprendido investigaciones para intentar comprender mejor
una posible predisposición genética en perros, aunque
la herencia genética sigue sin estar clara (1). Se ha
comunicado una prevalencia de dermatitis atópica
canina en la población general del 3% al 15% (2,3),
mientras que la clínica especializada en dermatología
registra una prevalencia del 30% (3). Parece ser que
razas como el Bóxer, West Highland White Terrier,
Labrador Retriever, Golden Retriever, Pastor Alemán,
Cairn Terrier y Fox Terrier están genéticamente predispuestas a padecer atopia (1).
Método
Se seleccionó a aquellos perros en los que se diagnosticó
por primera vez: atopia/dermatitis atópica o dermatitis
por alergia de contacto, por alergia alimentaria o por
alergia a la picadura de pulga. Un subgrupo (los perros
con atopia/dermatitis atópica) se comparó con un
conjunto de perros control que habían sido atendidos en
la consulta ese año y que no presentaban patologías
cutáneas. Se utilizó un programa especializado (4) para
generar la estadística descriptiva para la edad media y la
frecuencia de los signos clínicos, y se evaluaron los posibles
factores de riesgo (sexo/entero/esterilizado, raza, región,
32 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Nota del editor
Estamos encantados de continuar esta sección de Veterinary
FOCUS utilizando la información obtenida de la base de
datos informática de Banfield, The Pet Hospital. En esta
sección se analizan los extensos registros generados por los
veterinarios de Banfield con el fin de examinar la enorme
variedad de parámetros dentro de la población de los
animales de compañía. En este artículo ofrecemos un breve
resumen sobre la epidemiología de la dermatitis atópica
canina.
diagnósticos simultáneos seleccionados) como variables
individuales antes de utilizar métodos multivariables.
Se empleó regresión logística (4) para determinar los
factores de riesgo que podrían ser importantes a la hora
de predecir qué perros era probable que se vieran
afectados por una dermatitis atópica. Para cuantificar
el riesgo, se estimó el riesgo relativo (RR) utilizando la
odds ratio (OR) (5) para la asociación entre la edad, la
raza, el sexo/entero/esterilizado, la región, los diagnósticos simultáneos seleccionados y la enfermedad atópica. Un valor de RR > 1 sugiere una asociación positiva
entre un resultado y un factor, mientras que un valor de
RR < 1 sugiere una relación inversa entre el factor
estudiado y la enfermedad; un valor de RR = 1 refleja
la ausencia de asociación. Se calcularon los intervalos
de confianza para cada cociente RR (el intervalo de
variabilidad para el riesgo estimado si los perros se
muestreaban varias veces).
Resultados
De los 1.345.697 perros atendidos en 2007, el 27% se
presentó con una o más patologías dermatológicas, y de
estos, el 10% padecía una alergia cutánea. La atopia y la
dermatitis atópica se diagnosticaron en 22.280 perros,
el 1,7% de la población total. Cuando se consideraron
otros diagnósticos simultáneos comunes en los perros
atópicos (Tabla 1), la alopecia se diagnosticó en el 37%
de los individuos, mientras que casi el 32% fueron
diagnosticados simultáneamente de una otitis externa.
Los signos clínicos comunicados en los casos de atopia
incluyeron eritema (45,3%), excoriaciones, costras o
EPIDEMIOLOGÍA DE LA DERMATITIS ATÓPICA CANINA
Tabla 1.
Prevalencia y riesgo de diagnósticos simultáneos, perros con (casos) y sin (control) atopia.
Enfermedad
Prevalencia %, - casos
Prevalencia %, - control
RR
Intervalo de confianza
Alopecia
36,6
12,5
3,6
3,5-5,7
Otitis externa
31,5
10,6
3,0
2,9-3,1
Pioderma superficial
4,9
0,6
3,4
3,2-3,6
Malassezia
1,4
0,1
5,7
4,6-7,2
Sarna sarcóptica
0,7
0,2
2,8
2,1-3,8
Dermatofitosis
0,6
0,1
2,7
1,9-3,8
Intolerancia alimentaria
0,4
0,1
3,8
2,6-5,5
Cheylietella
0,03
0,01
6,2
1,4-28,4
Tabla 2.
Población Banfield 2007 – razas con riesgo
de atopia.
Raza
RR
West Highland White
Terrier
3,3
Bichón Frisé
2,4
2,1-2,7
Jack Russell Terrier
1,9
1,6-2,19
Bulldog Inglés
1,8
1,5-2,1
Staffordshire Terrier
1,7
1,4-2,4
Ratonero
1,7
1,4-2,0
Bulldog Americano
1,7
1,3-2,2
Bichón Habanero
1,7
1,0-2,7
Lhasa Apso
1,6
1,4-1,9
Cairn Terrier
1,6
1,2-2,0
Shih Tzu
1,6
1,2-1,4
Boston Terrier
1,5
1,3-1,8
Bichón Maltés
1,4
1,4-1,8
Pitbull
1,3
1,2-1,5
Pequinés
1,3
1,1-1,6
Schnauzer
1,3
1,1-1,6
Schnauzer Miniatura
1,3
1,1-1,5
Bóxer
1,2
1,1-1,3
Yorkshire Terrier
1,2
1,1-1,3
Shar Pei
1,2
1,0-1,5
Intervalo de confianza
2,7-3,9
escamas (25,6%), sacudidas de la cabeza o rascado de
las orejas (15,3%) e hiperpigmentación (13,7%).
El análisis estadístico reveló como factores de predicción estadísticamente significativos para la atopia la
edad, sexo/entero/esterilizado, la raza, la región y las
enfermedades concomitantes. La edad media del grupo
en estudio fue de 4,5 años, mientras que la edad media
de la población control (n = 72.275) fue de 3,6 años. Con
independencia de la edad, los perros esterilizados
presentaron un riesgo casi tres veces mayor de padecer
atopia que los perros enteros (RR = 3,2) y los machos
mostraron un riesgo ligeramente mayor (RR = 1,2).
En la tabla 2 se detalla el riesgo en función de la raza.
Discusión
La prevalencia global de nuevos casos de atopia y
dermatitis atópica en perros en 2007 fue del 1,7%.
Según nuestro análisis multivariable, la probabilidad
de diagnosticar atopia y dermatitis atópica aumenta
ligeramente con la edad y es más probable que afecte a
perros esterilizados. El tipo de raza también puede
predecir el riesgo de padecer atopia. Independientemente de la edad, la raza o el hecho de estar esterilizado,
en estos perros se reveló una mayor probabilidad de
presentar alopecia, otitis externa, pioderma superficial
o dermatitis por Malassezia, entre otras enfermedades.
Resulta curioso que, aunque se pensaba que era más
probable que los Golden Retriever y los Labrador Retriever fueran diagnosticados de enfermedad atópica, los
resultados no respalden esta idea; las dos son razas muy
populares y, por lo tanto, quizá sea simplemente que
vemos más casos de enfermedad atópica en estas razas
en comparación con las razas de riesgo más elevado, de
las que hay una menor población.
BIBLIOGRAFÍA
1. Sousa CA, Marsella A. The ACVD task force on canine atopic dermatitis
(II): genetic factors. Vet Immunol Immunopathol 2001;81:153-157.
3. Hillier A, Griffin CE. The ACVD task force on canine atopic dermatitis (I):
incidence and prevalence. Vet Immunol Immunopathol 2001;81:147-151.
2. Lund EM, Armstrong PJ, Kirk CA, et al. Health status and population
characteristics of dogs and cats examined at private veterinary practices in
the United States. J Am Vet Assoc 1999;214:1336-1341.
4. SAS. Version 9.1.3 Copyright (c) 2002-2003 by SAS Institute Inc., Cary, NC, USA
5. Simon S. Odds ratio versus relative risk. Children’s Mercy Hospitals and Clinics.
Available at: http://www.childrens mercy.org/stats/journal/oddsratio.asp.
Accessed Jan. 2, 2008.
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 33
Tumores cutáneos en el
perro y el gato
James Warland,
Jane Dobson,
MA, VetMB, MRCVS
MA BVetMed, DVetMed
Dipl. ECVIM-CA & Onc
MRCVS
Hospital Universitario Veterinario
Queen's, Cambridge, Reino Unido
El Dr. Warland se licenció en la Facultad
de Veterinaria de Cambridge en 2009 y
posteriormente trabajó en una clínica
general mixta antes de volver a la
Universidad de Cambridge en 2011 como Junior Clinical
Veterinarian en Oncología. Sus principales intereses son el
mastocitoma canino y las neoplasias de origen infeccioso, así
como procurar la mejor calidad de vida a los pacientes
oncológicos.
Introducción
Debido a su compleja estructura, en la piel pueden
aparecer una gran variedad de tumores primarios (Tabla
1), así como tumores secundarios (metastásicos). Mientras que en el perro, aproximadamente 2 de cada 3 tumores cutáneos representan lesiones benignas solitarias
con origen en el epitelio o estructuras anexas, en el
gato, los tumores malignos son más frecuentes que los
benignos. La etiología de la mayoría de los tumores
cutáneos se desconoce todavía, pero, en algunos casos se
ha demostrado la influencia de la exposición a la luz
UVB y de etiologías hormonales y víricas. En este
artículo se proporciona una visión general de los
tumores cutáneos más frecuentes en perros y gatos, sin
incluir a los sarcomas de tejidos blandos.
Durante la exploración clínica se puede emitir un
diagnóstico presuntivo de un tumor cutáneo solitario,
PUNTOS CLAVE
Los tumores de piel son las neoplasias más
frecuentes en el perro y el gato.
En la piel pueden aparecer una enorme variedad
de tumores, por lo que el pronóstico puede variar
desde excelente hasta fatal, en función del tipo
de tumor.
El diagnóstico exacto del tumor es fundamental
para elegir el tratamiento correcto.
34 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Hospital Universitario Veterinario
Queen's, Cambridge, Reino Unido
La Dra. Dobson se licenció en el
Royal Veterinary College, Londres,
donde posteriormente trabajó como residente. En la
actualidad es profesora de oncología veterinaria. Es
diplomada fundadora en la subespecialidad de oncología
del ECVIM, y es una RCVS especialista reconocida en
oncología veterinaria. Sus principales intereses son la
quimioterapia, la radioterapia y la investigación de las
neoplasias asociadas a raza en el perro.
sin embargo, en las lesiones multifocales el diagnóstico diferencial con otras patologías cutáneas puede ser
más complejo. La aspiración con aguja fina (AAF) es
una técnica rápida, mínimamente invasiva y útil para
evaluar cualquier masa en la piel. En algunos casos (por
ejemplo, los mastocitomas y los linfomas cutáneos) la
citología puede ser diagnóstica, aunque sigue siendo
necesario el estudio histológico del tumor para establecer
el grado. La AAF de los linfonodos regionales es útil
también para evaluar la presencia de metástasis. Se
necesitan biopsias incisionales, con aguja fina o con
punch para un diagnóstico histológico definitivo. Tomar
una muestra representativa del tumor es fundamental,
y este punto se aborda más adelante en otro artículo de
este número. La biopsia por escisión (resección completa
de la masa) debe realizarse tras una valoración completa,
pues puede tener consecuencias desastrosas si se hace
de manera inadecuada, pudiendo perder la oportunidad
de instaurar un tratamiento curativo. La biopsia por
escisión está indicada en los casos en los que el conocimiento previo de la histología/grado de la neoplasia no
cambia el enfoque quirúrgico.
Tumores cutáneos específicos
Carcinoma de células escamosas
El carcinoma de células escamosas (CCE) es una de las
neoplasias cutáneas malignas más frecuentes en el
perro y la más frecuente en el gato. Suele aparecer en
TUMORES CUTÁNEOS EN EL PERRO Y EL GATO
Tabla 1.
Clasificación de los tumores cutáneos y subcutáneos más comunes en función de su origen.
Benigno
Origen
Maligno
Tumores epiteliales
Epidermis
Papiloma - Tricoblastoma (tumor de células
basales) – acantoma queratinizante infundibular
(epitelioma cornificante intracutáneo)
Carcinoma de células basales
Carcinoma de células escamosas
Glándula sebácea
Adenoma de glándulas sebáceas
Epitelioma sebáceo
Adenocarcinoma de glándulas
sebáceas
Glándulas perianales
Adenoma perianal/ adenoma
de glándula hepatoide
Carcinoma perianal/carcinoma de
glándula hepatoide
Glándulas apocrinas
Adenoma/cistoadenoma
Adenocarcinoma
Folículos pilosos
Pilomatricoma - Tricoepitelioma
Tumores de células redondas
Mastocitos
Mastocitomas
Linfocitos
Linfomas cutáneos - Linfoma de células T epiteliotropo
Células plasmáticas
Plasmocitoma
Células dendríticas
Células de Langerhan epidérmicas
Histiocitoma cutáneo canino
Histiocitosis cutánea
Células dendríticas
intersticiales e interdigitantes
Sarcoma histiocítico localizado
y diseminado
Tumores mesenquimatosos
Fibroblastos
Hamartoma colagenoso - Acrocordón
(pólipo fibroepitelial) - Fibroma - Mixoma
Fibrosarcoma
Mixosarcoma
Adipocitos
Lipoma
Liposarcoma
Endotelio de los vasos
sanguíneos
Hemangioma
Hemangiosarcoma
Pared de los vasos
sanguíneos
Leiomioma - Hemangiopericitoma Miopericitoma - Angioleiomioma Angiofibroma
Leiomiosarcoma
Angioleiomiosarcoma
Nervios periféricos
Tumor de la vaina de los nervios
periféricos (PNST) - Schwannoma
PNST maligno
Melanocitos
Melanoma
Melanoma maligno
Origen desconocido
Sarcoma anaplásico de células gigantes
(ej: histiocitoma fibroso maligno, tumor de células gigantes de tejidos blandos)
animales de más de 10 años de edad, sin predisposición
racial. En el perro puede aparecer en cualquier zona de
la piel, mientras que en el gato, suele desarrollarse en la
cabeza, y principalmente en el plano nasal (Figuras 1, 2),
pabellones auriculares, párpados y labios. Se distingue
el CCE productivo con crecimiento nodular y friable , y el
CCE erosivo, que da lugar a lesiones ulceradas que deben
distinguirse de las lesiones inflamatorias o infecciosas.
Etiología
La exposición prolongada a la luz UVB está directamente
relacionada con: la dermatitis actínica solar, el carcinoma
in situ y, en último término, el CCE, aunque en algunos
casos el origen puede ser el virus del papiloma, una lesión
térmica o la inflamación crónica.
Comportamiento, tratamiento y pronóstico
La queratosis actínica es una lesión preinvasiva que
puede evolucionar a carcinoma premaligno y posteriormente a CCE. Estos tumores son localmente invasivos,
infiltrando la dermis y el tejido subcutáneo. Son tumores
normalmente diferenciados que metastatizan (por regla
general lentamente) normalmente por vía linfática. La
incidencia de metástasis puede variar en función de la
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 35
© Dr. Dobson.
como un tratamiento coadyuvante en los casos en los
que no es posible una resección quirúrgica adecuada.
Se ha comunicado la aplicación local de Estroncio 90
para el tratamiento de las lesiones superficiales (1). La
terapia fotodinámica (PDT) se ha utilizado satisfactoriamente en el tratamiento de las lesiones superficiales
y precoces del plano nasal en gatos, proporcionando
una buena alternativa a la cirugía y radioterapia (2).
Figura 1.
© Dr. Dobson.
Carcinoma de células escamosas incipiente en el plano nasal de
un gato.
Figura 2.
Carcinoma de células escamosas invasivo en el plano nasal.
En gatos se ha descrito un CCE in situ multicéntrico
(3). Desde el punto de vista biológico, se trata de una
lesión premaligna que es histológicamente similar a la
enfermedad de Bowen en el hombre (a la que a veces se
denomina carcinoma Bowenoide). Suele afectar a
gatos mestizos de edad media o avanzada, con lesiones
que se desarrollan en regiones de la piel pigmentadas y
con pelo. En la etiología puede estar implicado el virus
del papiloma y la lesión puede progresar a CCE invasivo.
El CCE de la base de la uña en el perro es un tumor
agresivo, siendo frecuente la invasión y destrucción de
la falange distal. El tratamiento de elección es la amputación del dedo o de los dedos afectados, pero estos
tumores pueden metastatizar a los linfonodos locales y
regionales, y a distancia; por lo que el pronóstico es
reservado. En perros de raza grande y capa negra, por
ejemplo el Caniche Gigante y el Schnauzer Gigante, se
ha descrito un tipo de CCE que afecta a varios dedos
(4). Parece ser que esta presentación tiene menos
tendencia a metastatizar, aunque sí que puede afectar a
varios dedos de más de una extremidad.
© Dr. Dobson.
Melanoma
Figura 3.
Carcinoma de células escamosas del dedo.
zona donde aparezca, por ejemplo, los CCE de la base
de la uña (Figura 3) suelen tener un comportamiento
mucho más agresivo. En líneas generales, las neoplasias
del plano nasal en el perro son localmente agresivas, metastatizando con frecuencia a los linfonodos regionales.
El tratamiento de elección es la resección quirúrgica
con márgenes, y si se logra, el pronóstico es favorable.
El CCE es moderadamente radiosensible y la radioterapia puede estar indicada como una alternativa o
36 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Los tumores melanocíticos son relativamente poco
frecuentes. En los perros, el melanoma cutáneo aparece
sobre todo en animales de edad avanzada, siendo más
frecuente en las razas muy pigmentadas, por ejemplo,
el Terrier Escocés. Los gatos mayores también pueden
desarrollar melanomas, aunque no existe predisposición sexual ni racial. Macroscópicamente los tumores
pueden aparecer como masas planas, parecidas a placas
o en cúpula, de un diámetro máximo de 2 cm, asentados
en la dermis. Suelen ser de color marrón oscuro a negro
y bastante bien definidos. Los tumores malignos pueden
alcanzar tamaños mayores , contener menos pigmento,
y a menudo están ulcerados. En el gato, el melanoma
cutáneo debe distinguirse del tumor de células basales
pigmentado, que es más frecuente.
Comportamiento, tratamiento y pronóstico
Parece ser que la localización del melanoma cutáneo es
TUMORES CUTÁNEOS EN EL PERRO Y EL GATO
La escisión quirúrgica amplia es el tratamiento de elección para el melanoma dérmico benigno y el pronóstico
tras la extirpación quirúrgica completa es bueno. La
resección quirúrgica está indicada también para el
control local de los tumores malignos, pero el pronóstico
en estos casos es de reservado a malo, debido al elevado
riesgo de metástasis. No se ha demostrado el efecto de
la quimioterapia en el control del melanoma maligno.
En la actualidad existen estudios sobre una vacuna
para el melanoma canino así como el empleo de la
tirosinasa humana (5).
© Dr. Dobson.
un factor importante para su comportamiento biológico.
La mayoría de los tumores melanocíticos de la piel canina
son benignos y de crecimiento lento. Los tumores que
aparecen en los dedos y en las uniones mucocutáneas
(por ejemplo, párpados y labios) son más agresivos, con
una mayor incidencia de metástasis en los linfonodos
locales, pulmón y otros órganos.
Figura 4.
Mastocitoma subcutáneo en la extremidad anterior.
Mastocitoma
La presentación y el comportamiento del mastocitoma
son totalmente diferentes en el perro y el gato.
Figura 5.
Mastocitoma ulcerado.
© Dr. Dobson.
Los mastocitomas constituyen una de las neoplasias
cutáneas más comunes: representando hasta el 20%
de todos los tumores cutáneos caninos (6). Tienden a
afectar a los animales mayores (edad media 8 años),
aunque pueden aparecer a cualquier edad. Algunas
razas, como el Bóxer, el Staffordshire Bull Terrier y,
posiblemente, el Labrador y el Golden Retriever parecen
estar predispuestas. Los tumores muestran una enorme
diversidad en su aspecto macroscópico, comportamiento clínico, tasa de metástasis y respuesta al tratamiento,
por lo que suponen un verdadero problema a la hora
de elegir un tratamiento y emitir un pronóstico. A continuación se proporciona una breve revisión; invitando
al lector a consultar la extensa bibliografía disponible.
© Dr. Dobson.
Mastocitoma canino
Figura 6.
Mastocitoma inguinal agresivo con ulceración y nódulos satélites.
Presentación/signos clínicos
El aspecto macroscópico puede imitar a cualquier otro
tumor cutáneo (Figuras 4, 5). Los tumores de bajo
grado, bien diferenciados, suelen presentarse como un
nódulo dérmico, solitario, de crecimiento lento. Algunos
tumores se ulceran y, en algunos casos, la liberación
local de histamina puede hacer que el tamaño de la
lesión varíe, volviéndose roja (aspecto de “enfado”).
Los mastocitomas más agresivos pueden presentarse
como grandes masas de tejido blando mal definidas, y
algunas pueden rodearse de nódulos satélites a medida
que el tumor se expande a través de los vasos linfáticos
cutáneos circundantes (Figura 6).
Comportamiento
El comportamiento del mastocitoma es muy variable,
desde tumores de grado bajo y crecimiento lento, que
siguen un curso benigno, a tumores muy malignos, invasivos, de crecimiento muy rápido. Se ha demostrado
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 37
Tabla 2.
Pronóstico y propuesta terapéutica para el mastocitoma canino en función del grado histológico.
Origen
Grado I
Descripción
Índice mitótico
Bien diferenciado
< 5-7*
Grado II
Grado II
Grado III
(Mitosis/10 X)
Aspecto histológico y
comportamiento
intermedios. El
pronóstico es más
difícil de predecir
Muy poco
diferenciado y de
crecimiento rápido
> 5-7*
Potencial de
metástasis
Tratamiento recomendado
Pronóstico
Baja (< 10%)
Cirugía
Bueno
Variable (< 20%)
Cirugía +/- radioterapia,
si no es posible la resección
completa
Favorable
Variable (< 50%)
Cirugía +/- radioterapia,
si no es posible la resección
completa. Debe considerarse
la quimioterapia coadyuvante
Reservado
Elevada (> 80%)
Quimioterapia (tradicional o
inhibidores de la tirosina
quinasa). Debe considerarse
una terapia multimodal
consistente en cirugía +
radioterapia
Malo
*No se ha establecido el mejor valor de corte para el índice mitótico; diferentes autores se inclinan por 5 ó 7 mitosis por 10 hpf (campo de gran aumento)
que el grado histológico, basado en el grado de diferenciación celular, el índice mitótico y la invasión del
tejido adyacente, tiene valor pronóstico (7-9). En la
Tabla 2 se comentan el comportamiento, los tratamientos
sugeridos y el pronóstico de los mastocitomas.
Los mastocitomas malignos pueden metastatizar tanto
por vía linfática como sanguínea. En la mayoría de los
casos, el primer signo de metástasis es el aumento de
tamaño del linfonodo local. Las metástasis pulmonares
son discretas y poco frecuentes; el mastocitoma tiene
preferencia por metastatizar a bazo, hígado, riñones y
piel.
Síndromes paraneoplásicos
Los mastocitomas solitarios, así como sus metástasis,
pueden tener efectos locales o sistémicos por la liberación
de histamina y de otras aminas vasoactivas por parte de
las células tumorales. Esto puede provocar edema local
y eritema de los tejidos adyacentes, así como úlceras
gastroduodenales que pueden generar anorexia,
vómitos, melena, anemia y, en algunos casos, perforación.
Pruebas diagnósticas
El estudio del hemograma puede indicar anemia debida
a pérdida de sangre por la presencia de una úlcera intestinal sangrante. Los mastocitos circulantes (mastocitosis)
son poco frecuentes, sin embargo puede haber eosinofilia.
38 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Los mastocitos se reconocen con facilidad en la citología,
por lo que esta sencilla técnica debe realizarse antes de
extraer quirúrgicamente cualquier lesión cutánea. La
citología puede indicar una aproximación al grado de
diferenciación de los mastocitos tumorales, pero no
puede establecer el grado exacto. Por lo tanto, siempre
deben remitirse las muestras para su estudio histopatológico, que precisará el grado y evaluará los márgenes
quirúrgicos.
Siempre deben estudiarse los linfonodos locales y regionales por palpación, radiografía/ecografía (según sea
apropiado) y citología. La evaluación ecográfica del
hígado, bazo y riñones es también valiosa. Las metástasis
pulmonares son poco frecuentes, pero la piel es una
zona común de metástasis de los mastocitomas, y los
nódulos cutáneos deben valorarse mediante AAF o
biopsia. Los perros que se presentan con mastocitomas
múltiples de grado bajo o intermedio tienen un desarrollo tumoral de novo independiente, más que una
enfermedad metastásica, y cada uno debe abordarse
como un tumor independiente. El tiempo de supervivencia en estos animales no es menor que el de los perros
con un mastocitoma único (10).
Tratamiento
La cirugía es sin duda el tratamiento de elección para
cualquier mastocitoma bien diferenciado. La resección
quirúrgica amplia no es tan importante como se pensaba
antes, de forma que márgenes de 2 cm son adecuados
TUMORES CUTÁNEOS EN EL PERRO Y EL GATO
para todos los tumores de grado I y II < 5 cm de
diámetro, pero no para los tumores más agresivos (11).
La causa más frecuente de fracaso del tratamiento es la
cirugía incorrecta, al reseccionar de forma inadecuada
el tumor primario lo que deriva en la recidiva local. La
primera cirugía es la que dará mayor probabilidad de
éxito, así que cada nueva cirugía o terapia coadyuvante
irá reduciendo la tasa de curación. Es de vital importancia identificar un mastocitoma (mediante citología o
biopsia) antes de cualquier intento de tratamiento, de
modo que puedan planificarse los márgenes quirúrgicos
apropiados y alcanzar el objetivo en el primer intento.
La radioterapia puede ser beneficiosa como tratamiento postquirúrgico en los casos de tumores intermedios
donde la resección quirúrgica completa no es factible
(12) y, en ocasiones, puede utilizarse junto con la
quimioterapia para el tratamiento de tumores que no
pueden ser extirpados quirúrgicamente debido a su
ubicación (13). No hay evidencia de que la radioterapia sea adecuada como único tratamiento.
En el caso de los tumores de grado II con un elevado
índice mitótico y los tumores de grado III, la quimioterapia se utiliza para evitar o ralentizar la propagación
del mastocitoma (14). Se han conseguido respuestas a
corto plazo con protocolos con vinblastina, clorambucilo y prednisona o lomustina (CCNU). Dos inhibidores
de la tirosina quinasa: el masitinib y el torecanib, están
autorizados en algunos países para su uso en el mastocitoma canino de grado intermedio a alto no operable
o recidivante. Carecemos de experiencia, pero muestran
una eficacia prometedora (15,16). Debe recordarse
que la cirugía sigue siendo el tratamiento de elección y
que debe ser un cirujano especializado quien decida la
imposibilidad de extirpar el tumor.
Los pacientes con signos sistémicos o gastrointestinales
deben tratarse adecuadamente con fármacos como los
H2 antagonistas, cimetidina o ranitidina. El sucralfato
también es beneficioso.
Mastocitoma felino
En el gato, los mastocitomas son menos frecuentes que
en el perro y también constituyen un menor problema
diagnóstico. Se reconocen dos formas: cutáneo y visceral. La mayoría de los mastocitomas cutáneos aparecen
como nódulos cutáneos/dérmicos solitarios benignos.
Es poco frecuente que un gato presente varios nódulos
cutáneos, o que una lesión solitaria sea invasiva. No se
ha demostrado que el grado histológico de los masto-
citomas cutáneos sea clínicamente útil. La cirugía es el
tratamiento de elección y el pronóstico suele ser bueno
(17). En los gatos con tumores múltiples, los corticoesteroides pueden ser paliativos. Los tumores invasivos
o con resección quirúrgica incompleta se pueden tratar
con radioterapia coadyuvante.
Se ha descrito una variante de mastocitoma felino que
afecta fundamentalmente al Siamés (18). Este tumor,
que puede ser multicéntrico, se caracteriza histológicamente por presentar láminas de mastocitos parecidos a
los histiocitos con agregados de linfocitos y eosinófilos. Estos tumores pueden desaparecer espontáneamente sin tratamiento.
Plasmocitoma
Los plasmocitomas son frecuentes en el perro, pero
raros en el gato. Normalmente afectan a los perros de
edad avanzada sin predisposición racial, y habitualmente se presentan como un tumor cutáneo o mucocutáneo solitario; la cavidad bucal (incluyendo las
encías), los pies, el tronco y las orejas son las presentaciones más frecuentes. El aspecto macroscópico es
normalmente el de una masa bastante bien definida,
elevada, roja o ulcerada, y rara vez de un tamaño
superior a 2-5 cm. Las células plasmáticas proceden de
los linfocitos B; el diagnóstico histológico puede ser
difícil si las células tumorales carecen de una diferenciación clara y quizá sean necesarias técnicas de tinción
especiales para diferenciar un plasmocitoma de un
sarcoma poco diferenciado y de otros tumores de células
redondas. Existe la posibilidad de que un plasmocitoma sea la metástasis de la presentación sistémica de
los tumores de células plasmáticas, el mieloma múltiple
(tumor maligno). Este último caso se ha comunicado
en el gato, pero no en el perro (19). La presentación
cutánea y oral del plasmocitoma suele ser benigna y en
raras ocasiones se asocian con signos sistémicos. La
cirugía suele ser curativa y el pronóstico es bueno.
Enfermedades histiocíticas de la piel
Se han descrito diversas enfermedades histiocíticas
neoplásicas reactivas y malignas. La más común es el
histiocitoma cutáneo canino (HCC), un tumor cutáneo
benigno exclusivo de la piel del perro y que representa
hasta el 10% de todos los tumores cutáneos caninos. El
histiocitoma cutáneo canino es más común en los perros
jóvenes; el 50% aparece en animales menores de 2 años.
El tumor aparece normalmente en la cabeza, extremidades, pies o tronco, y se presenta como una lesión intradérmica de crecimiento rápido. Su superficie puede
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 39
ulcerarse y volverse alopécica. Se ha descrito que el
Bóxer, el Teckel y el Retriever de Pelo Liso, están predispuestos al desarrollo de HCC. Las biopsias muestran
infiltración de la epidermis y dermis por histiocitos
tumorales, con mitosis abundantes y límites mal definidos, dando a la lesión el aspecto de una neoplasia muy
maligna. Sin embargo, el HCC es un tumor benigno
que suele remitir espontáneamente. La remisión está
asociada con la infiltración del tumor por células T
citotóxicas; a menudo se describe infiltración linfocítica
en los informes histológicos. La cirugía, de ser necesaria,
suele ser curativa y el pronóstico es bueno.
Neoplasias cutáneas
multifocales o difusas
Aunque el mastocitoma y las metástasis de los carcinomas y los sarcomas pueden presentarse como lesiones
cutáneas nodulares múltiples, los tumores asociados
con más frecuencia a las lesiones cutáneas multifocales
o difusas son las neoplasias linfoides.
Linfoma cutáneo
Normalmente con origen en las células T, el linfoma
cutáneo primario puede clasificarse como epiteliotropo
(epidérmico) o no epiteliotropo (dérmico) en función
de la histopatología.
El linfoma epiteliotropo (micosis fungoide) es el más
frecuente en perros. La biopsia muestra una infiltración
difusa de la epidermis por linfocitos T memoria neoplásicos y otras células inflamatorias, microabscesos de
Pautrier y un tropismo por los anejos (Figura 7). En las
etapas avanzadas de la enfermedad, las células tumorales invaden las capas más profundas de la dermis,
anunciando la diseminación sistémica.
40 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
© Dr. Dobson.
© Fernando Constantino Casas.
Figura 7.
Imagen histológica del linfoma epiteliotropo. Nótese el infiltrado
de células tumorales en la epidermis y los anejos circundantes.
Figura 8.
Linfoma epiteliotropo. Nótense las lesiones focales en los flancos y
alrededor del abdomen, prepucio y hocico.
En la etapa inicial, un perro puede presentarse con una
enfermedad eritematosa, exfoliativa o seborreica de la
piel, que a menudo es muy pruriginosa. Las lesiones
pueden curar en una región y luego aparecer en otra.
Progresa gradualmente formando placas, nódulos y
úlceras cutáneas. En las uniones mucocutáneas, la
infiltración, la despigmentación y las úlceras son típicas.
En las fases terminales, hay una progresión rápida, que
culmina con una diseminación generalizada a otros
órganos. Las mucosas de la boca, de los ojos y de los
genitales pueden estar afectadas en todas las etapas
(Figura 8).
El linfoma no epiteliotropo es un tumor muy agresivo
que normalmente se presenta con múltiples nódulos,
placas o eritroderma cutáneo. Desde el punto de vista
histológico hay una infiltración de la dermis y tejido
subcutáneo con linfocitos neoplásicos, normalmente
procedentes de las células T. La enfermedad suele tener
un curso rápido y se disemina muy deprisa, afectando a
otros órganos como el hígado, bazo y médula ósea. Esta
forma de linfoma cutáneo es más común (aunque sigue
siendo rara) en el gato.
El pronóstico del linfoma no epiteliotropo es malo, con
un curso rápido y tiempos de supervivencia que rara
vez superan los 2-3 meses. El linfoma epiteliotropo
tiene una evolución más lenta y el tratamiento puede
ser más satisfactorio. La respuesta de las lesiones a la
quimioterapia sistémica es variable, pero puede alcanzarse cierta mejoría. Se han descrito buenos resultados
con la lomustina (CCNU) en monoterapia, pero a menudo con tasas de remisión cortas (80%). Los retinoides,
la L-asparraginasa y el interferón alfa, así como la radio-
TUMORES CUTÁNEOS EN EL PERRO Y EL GATO
terapia, se han probado y han demostrado cierta eficacia
(20). El tratamiento tópico con mostaza de nitrógeno
no está recomendado.
Linfoma cutáneo secundario
El linfoma sistémico puede diseminarse a la piel. Procede
con más frecuencia de las linfocitos B, lo que refleja el
origen tumoral. El pronóstico es malo, ya que estos
animales han recibido a menudo quimioterapia durante
tiempo por lo que suelen ser resistentes a varios fármacos.
La radioterapia puede ser una opción en el tratamiento
de las lesiones problemáticas.
Tumores metastáticos cutáneos
En la piel pueden aparecer metástasis cutáneas de
cualquier grado de malignidad. Las lesiones pueden ser
muy variables de aspecto, pero normalmente se reconoce
la presencia de una neoplasia maligna primaria. La
biopsia o AAF es normalmente diagnóstica, y el pronóstico por lo general grave. Merece particular atención el
síndrome dígito- pulmonar en el gato. Este síndrome se
caracteriza por metástasis de un tumor pulmonar primario en los dedos (CCE, carcinoma broncogénico, carcinoma pulmonar). Los gatos afectados suelen presentar
cojera, con dolor debido a la hinchazón y úlceras en uno
o más dedos, y la uña puede perderse (21). El pronóstico
es malo.
Conclusión
Los tumores de la piel se ven a diario en la clínica de
Pequeños Animales y, si bien la mayoría de las lesiones
en los perros son benignas y tienen un pronóstico
favorable, es importante estar familiarizado con los
tumores malignos más frecuentes para poder diagnosticarlos y tratarlos de la manera apropiada. En este artículo
se ha intentado proporcionar una visión general de los
tumores cutáneos más comunes en el perro y el gato.
Remitimos al lector a la bibliografía publicada, ya que
abarcar las neoplasias cutáneas es una cuestión extensa
y compleja.
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Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 41
El papel de los ácaros de
almacenamiento en la
dermatitis atópica canina
Pilar Brazis,
DVM, PhD
UNIVET, Universitat Autònoma
de Barcelona, España
Pilar Brazis se licenció en la Facultad
de Veterinaria de la Universidad
Autónoma de Barcelona en 1995.
Continuó como investigadora en el
Departamento de Farmacología de
la UAB durante 5 años y se doctoró en veterinaria en 2001.
Su investigación se centra en la biología de los mastocitos
y la patogenia de la dermatitis atópica canina. Desde 2001
es socia fundadora y directora del área de diagnóstico del
laboratorio UNIVET, especializado en el diagnóstico y la
investigación en dermatología.
Introducción
La dermatitis atópica canina (DAC) es un síndrome
complejo en el que numerosos factores como la genética
del individuo, el ambiente y los alérgenos implicados
desempeñan importantes papeles; pueden intervenir
otros factores. Según la nomenclatura más reciente, la
dermatitis atópica canina se define como una dermatosis
“pruriginosa e inflamatoria con una sintomatología
PUNTOS CLAVE
La dermatitis atópica es una enfermedad compleja
en la que intervienen numerosos factores y cuyo
diagnóstico, en ocasiones, resulta complicado.
Actualmente se ha demostrado que los ácaros del
almacenamiento pueden ser considerados como
alérgenos potenciales; muchos perros atópicos
están sensibilizados frente a ellos.
Se ha demostrado una alergenicidad cruzada entre
los ácaros del polvo y los del almacenamiento.
Los alimentos secos pueden ser una fuente de
ácaros del almacenamiento; es conveniente
minimizar la contaminación de ácaros en este tipo
de alimentos.
42 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
clínica característica asociada a anticuerpos IgE, comúnmente dirigidos contra alérgenos ambientales” (1).
Diagnóstico de la dermatitis
atópica canina
El diagnóstico de DAC es complejo y se basa en descartar
otras enfermedades cutáneas que cursan con signos
clínicos parecidos, como las ectoparasitosis. Por tanto,
se trata de un diagnóstico esencialmente clínico. La
mayoría de los perros con dermatitis atópica tienen
prurito y empiezan a presentar la sintomatología entre
los 6 meses y los 3 años de edad. En general, llegan a la
consulta con lesiones en la cara, la zona ventral del cuello, axilas, ingles, abdomen, y las superficies dorsal y
ventral de los pies (Figuras 1,2). En muchos casos, la
otitis externa puede ser el único signo clínico apreciable.
Desde 1986 se dispone de una serie de criterios de
diagnóstico que el clínico puede utilizar para identificar
casos dermatológicos con probabilidad de ser una DAC
(2). Estos criterios han sido revisados posteriormente
y han ido evolucionando a medida que se han ido conociendo más aspectos de la DAC. Un estudio reciente
(3) ha demostrado que, si se aplican 5 de los 8 criterios
clínicos indicados en la Tabla 1, es posible diagnosticar
la DAC con una sensibilidad del 85% y una especificidad
del 79%, y diferenciarla de otras enfermedades que
cursen con prurito recurrente o crónico.
Al principio uno de los criterios de diagnóstico que debía
tenerse en cuenta era una respuesta positiva al test intradérmico o la presencia de IgE específica de alérgeno
(determinadas mediante técnicas serológicas). Es importante destacar que el resultado positivo a la prueba,
intradérmica o serológica, no debe considerarse en ningún caso una prueba diagnóstica de DAC. Las llamadas,
de forma familiar e incorrecta, ‘pruebas de alergia’ sirven
sólo para identificar los alérgenos implicados en la
enfermedad, y así poder establecer la composición de
© Dr. Pilar Brazis.
Figura 1.
© Dr. Pilar Brazis.
EL PAPEL DE LOS ÁCAROS DE ALMACENAMIENTO EN LA DERMATITIS ATÓPICA CANINA
Figura 2.
Pododermatitis en un perro con dermatitis atópica.
Infección bacteriana secundaria en un perro con dermatitis
atópica.
la inmunoterapia específica de alérgeno como tratamiento de la enfermedad o para establecer medidas de prevención con el fin de evitar la exposición a los alérgenos
implicados (4).
inducir el desarrollo de las dermatitis alérgicas en los
animales, los alérgenos de los ácaros son sin duda los
más importantes en la DAC. De forma similar a lo que
ocurre en medicina humana, en la que se ha demostrado una correlación entre la exposición a los ácaros
domésticos y el desarrollo de dermatitis atópica en
niños, la presencia y la densidad de los ácaros domésticos es mayor en el hábitat de perros atópicos, alérgicos
a los ácaros, que en el hábitat de perros sanos. Por lo
tanto, la DAC podría ser más frecuente en los perros
que viven en el interior de las casas y que están en
contacto con los ácaros del ambiente (6). Los alérgenos
de los ácaros entran en contacto con el paciente a través
de diferentes vías como la oral, la respiratoria o la percutánea, pero sabemos que esta última es la más importante para el desarrollo de la enfermedad. Los alérgenos
penetran en la piel atravesando la denominada barrera
cutánea, es decir, las capas más externas de la epidermis
que forman el estrato córneo. Éste está compuesto por
Además, cabe destacar que no siempre es posible demostrar la presencia de IgE específicas de alérgeno en
todos los pacientes atópicos. Los pacientes a menudo
presentan síntomas típicos de la DAC y cumplen los
criterios de diagnóstico clínico; sin embargo, no es
posible documentar la presencia de IgE específicas en
su suero ni observar respuestas positivas a la prueba
intradérmica. Estos animales sufren la que se conoce
como “dermatitis atopic-like” (5) o “dermatitis similar
a la atópica”, un tipo de dermatitis atópica intrínseca, en
la que no es posible evidenciar una respuesta a alérgenos
ambientales u otros alérgenos por los medios usuales.
La dermatitis similar a la atópica se diagnostica a
menudo en razas como el Bulldog Francés.
Alérgenos implicados en la
dermatitis atópica
Los alérgenos implicados en la dermatitis atópica son
ambientales, principalmente ácaros del polvo y del
almacenamiento, pólenes de gramíneas, malas hierbas
y árboles, hongos o levaduras. Ahora sabemos que los
alérgenos alimentarios pueden actuar también como
factores agravantes de la dermatitis atópica en los
pacientes atópicos. Éste es un concepto reciente, ya
que en el pasado los términos alergia alimentaria y
dermatitis atópica se trataban como entidades completamente separadas. Sin embargo, sabemos que algunas
de las reacciones adversas a los alimentos pueden
manifestarse clínicamente como una dermatitis atópica.
A pesar de la amplia gama de alérgenos que pueden
Tabla 1.
Criterios para el diagnóstico de la dermatitis
atópica canina (al menos 5 confirmados).
1. Inicio de los signos antes de los 3 años de edad
2. Perro que vive principalmente en interior
3. Prurito que responde a los glucocorticoides
4. Pruritus sine materia al inicio (por ejemplo, prurito
alesional⁄primario)
5. Pies delanteros afectados
6. Pabellones auriculares afectados
7. Márgenes auriculares no afectados
8. Área dorsolumbar no afectada
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 43
queratinocitos cornificados (corneocitos) ensamblados
mediante complejas láminas de lípidos que hacen la
piel impermeable al agua, protegiendo así al organismo
de la penetración de los agentes que pueden dañarla.
Parece que en pacientes atópicos la barrera epidérmica
se encuentra alterada tanto estructural como funcionalmente. Están disminuidos los lípidos que la constituyen,
principalmente las ceramidas, y la barrera se hace más
permeable, lo que permite la pérdida de agua y la desecación consiguiente de la piel.
ticos” para referirse a los dos tipos de ácaros. Las condiciones ambientales imprescindibles para estos ácaros
son una temperatura cálida (25-30°C) y una humedad
relativa alta (en condiciones óptimas, de un 80%). Estas
condiciones favorecen el crecimiento de los hongos, que
constituyen uno de los nutrientes esenciales para los
ácaros del almacenamiento.
Recientemente se ha demostrado que el grosor y la consistencia de la barrera cutánea canina son fundamentales
para el desarrollo de la sensibilidad a los ácaros en el
perro. Se ha demostrado que si se retira parte del estrato
córneo con la técnica del celo, el perro es más propenso
a la sensibilización epicutánea, lo que provoca un aumento de las IgE específicas de ácaros. Además de estas
alteraciones intrínsecas, en los perros con dermatitis
atópica parece que los ácaros del polvo y sus alérgenos
contribuyen al deterioro de la estructura de la piel: los
ácaros poseen enzimas (proteasas) capaces de degradar
algunas uniones entre corneocitos, debilitando así la
barrera cutánea (7).
El cuerpo y las heces de los ácaros constituyen una fuente
importante de alérgenos, que son fundamentalmente
enzimas con actividad proteolítica, capaces de desencadenar reacciones alérgicas en personas y animales. En
el hombre, la alergia a los ácaros del almacenamiento es un
problema de salud pública importante; aparecen enfermedades respiratorias alérgicas en las personas como
granjeros, panaderos y manipuladores de grano que trabajan con productos contaminados por diversas especies de
ácaros (8). Además del serio problema de alergia ocupacional que representan para el hombre, también se han
descrito reacciones anafilácticas graves tras la ingesta
de harina contaminada por ácaros de almacenamiento.
Los ácaros del almacenamiento
Dentro del amplio grupo de los ácaros alergénicos, los
ácaros del almacenamiento van tomando cada vez más
protagonismo, ya que un alto porcentaje de perros atópicos están sensibilizados a ellos. Los ácaros del almacenamiento pertenecen, junto con las garrapatas, al orden
Acari, y comprenden diferentes especies de las familias
Glycyphagidae y Acaridae dentro del grupo de los ácaros
no piriglifidos. Los géneros más comunes de ácaros de
almacenamiento son Tyrophagus, Acarus, Lepydoglyphus,
Glycyphagus o Blomia.
A diferencia de los ácaros del polvo (Dermatophagoides)
que, como su nombre indica, se alimentan de descamaciones cutáneas y necesitan, por tanto, vivir cerca
del hombre, los ácaros del almacenamiento no necesitan
un contacto tan directo. Se encuentran en productos
almacenados como el heno, la paja, el grano o los alimentos secos, y desempeñan un papel importante en el
proceso biológico del reciclaje de materiales orgánicos.
Además, se nutren de alimentos ricos en proteínas como
el queso, el jamón o los cereales, produciendo verdaderas
plagas en muchas de estas industrias. Sin embargo, al
igual que los ácaros del polvo, se encuentran también
en el interior de los hogares formando parte del polvo,
de ahí que se utilice a menudo el término “ácaros domés-
44 / Veterinary Focus / Vol 21 No 3 / 2011
Importancia clínica de los
ácaros del almacenamiento en
la dermatitis atópica
En veterinaria, nadie pone en duda la importancia clínica
de los ácaros del polvo Dermatophagoides farinae y
Dermatophagoides pteronyssinus en las dermatitis alérgicas, que ha sido demostrada en múltiples estudios. Sin
embargo, los datos que tenemos sobre los ácaros del
almacenamiento son más escasos. ¿Qué sabemos de
este grupo de ácaros y de su capacidad alergénica? Los
ácaros del almacenamiento empezaron a considerarse
como una causa potencial de reacciones alérgicas en el
perro en 1986 cuando un estudio (9) demostró que 18 de
24 perros con síntomas que parecían estar asociados a
una alergia presentaron reacciones cutáneas frente al
ácaro de almacenamiento más común, Acarus siro,
mientras que 4 de los 29 perros que no presentaban
síntomas relacionados con alergias también desarrollaron reacciones cutáneas. Éste era el primer trabajo
que demostraba la alergia a los ácaros del almacenamiento en perros atópicos en comparación con perros
sanos. Sin embargo, su relevancia clínica en la DAC ha
sido más controvertida. En general, la prevalencia de la
sensibilización a los ácaros del almacenamiento es
muy alta. Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos
comunicaba que el 94% de un grupo de perros atópicos mostraba IgE específicas frente a estos ácaros,
principalmente a Tyrophagus (10). En Francia, otro trabajo
demostraba que el 46% de un grupo de perros atópicos
EL PAPEL DE LOS ÁCAROS DE ALMACENAMIENTO EN LA DERMATITIS ATÓPICA CANINA
En el perro, se ha demostrado in vitro la alergenicidad
cruzada entre ácaros del polvo y del almacenamiento.
Existe incluso un estudio in vivo, realizado en perros
Beagles sensibilizados y expuestos únicamente a un
ácaro del polvo (Dermatophagoides farinae) que demostró
que estos perros responden de forma positiva a la
inyección intradérmica de especies de Tyrophagus, uno
de los ácaros del almacenamiento más comunes (12).
Sin embargo, estas reacciones cruzadas no se dan
siempre, algunos pacientes presentan IgE elevadas
exclusivamente frente a los ácaros del almacenamiento. Por tanto, los datos indican que los perros están en
contacto de forma habitual con los ácaros del almacenamiento y así se sensibilizan.
Figura 3.
Muestras de diferentes alimentos secos analizados para valorar
la contaminación con ácaros de almacenamiento.
© Dr. Pilar Brazis.
En la clínica diaria, es frecuente observar reacciones
positivas a la combinación de ácaros del polvo y ácaros
del almacenamiento tras una prueba intradérmica o
serológica. ¿Cómo podemos interpretarlo? Podría tratarse de una cosensibilización (el paciente es alérgico a
ambos grupos de ácaros) o bien una reacción cruzada
entre las especies probadas. En medicina humana, se
han identificado y secuenciado diferentes alérgenos
mayores de los ácaros del almacenamiento. De este
modo se ha demostrado que los grupos alergénicos de
Lepydoglyphus y Tyrophagus comparten más del 40%
de su secuencia con el grupo 2 de los alérgenos de las
especies de Dermatophagoides, lo que indica que efectivamente existe una reacción cruzada entre estos ácaros.
© Dr. Pilar Brazis.
sometidos a intradermorreacción mostraban reacciones
positivas a los ácaros del almacenamiento de los géneros Tyrophagus, Acarus o Lepidoglyphus, solos o en
combinación con los ácaros del polvo (11).
Figura 4.
Imagen de un ácaro del almacenamiento (Tyrophagus spp.)
sobre alimento seco.
El alimento seco como una
posible fuente de ácaros del
almacenamiento
En un estudio reciente se ha demostrado que, efectivamente, los ácaros del almacenamiento pueden vivir y
reproducirse en alimentos secos de diferentes tipos
(Figura 3) y composiciones, bajo unas condiciones
© Dr. Pilar Brazis.
Una de las posibles fuentes de ácaros del almacenamiento son los alimentos secos. Estos alimentos presentan características que los hacen muy atractivos a
los ácaros: en primer lugar, contienen un alto contenido
en cereales; en segundo lugar, los sacos de alimento
seco suelen almacenarse durante periodos prolongados;
en tercer lugar, tienen un contenido de humedad que
favorece el crecimiento de los hongos.
Figura 5.
Imagen aumentada de un ácaro del almacenamiento (Tyrophagus
spp.) sobre alimento seco.
Vol 21 No 3 / 2011 / Veterinary Focus / 45
EL PAPEL DE LOS ÁCAROS DE ALMACENAMIENTO EN LA DERMATITIS ATÓPICA CANINA
Tabla 2.
Sugerencias para una buena práctica
de alimentación
• Evitar los sacos de papel para almacenar el alimento, ya
que se contaminan con más facilidad que las bolsas de
plástico. Almacenar el alimento seco en contenedores
cerrados de forma hermética en una zona seca.
• No almacenar el alimento seco abierto durante más de
3 meses.
• Evitar la presencia de colchonetas o alfombras en el área
donde se guarda el alimento seco.
• Controlar el acceso de los insectos a los alimentos secos,
ya que los ácaros del almacenamiento utilizan los
insectos como vehículo para transportarse.
específicas de temperatura y humedad (13). En este
estudio, se analizaron 10 alimentos secos comerciales
de diferentes marcas que se almacenaron abiertos
durante 6 semanas en un garaje. Transcurrido este
tiempo, se tomaron muestras de los alimentos, que se
analizaron mediante técnicas de flotación, microscopia
y test de guanina. La mayoría de los sacos de alimento
se encontraban contaminados por especies de Tyrophagus (Figuras 4,5). Previamente en otros estudios no
había sido posible demostrar la presencia de estos
ácaros de almacenamiento (14) ni de los ácaros del
polvo (15) en alimentos secos. Probablemente fue el
clima más frío y más seco el responsable de la ausencia
de ácaros en estos dos estudios. A pesar de que los
alimentos secos son una fuente de contaminación de
ácaros de almacenamiento, parece que el número de
ácaros presentes en los alimentos secos almacenados
en una casa es mucho menor al encontrado en el polvo
doméstico (16). Los datos procedentes de todos los
estudios en los que se ha analizado la presencia de
ácaros de almacenamiento en los alimentos secos
demuestran que la temperatura, la humedad y las
condiciones de almacenamiento constituyen los factores
más relevantes en la contaminación de los alimentos
secos. El método empleado para sellar los sacos en el
proceso de envasado podría ser también uno de ellos.
Sin embargo, el tipo de alimento y su composición no
es un factor determinante.
Conclusión
El tratamiento de la dermatitis atópica puede abordarse
mediante tratamientos sintomáticos que actúan inhibiendo el sistema inmunitario (como los corticoides o la
ciclosporina) o a través de tratamientos específicos que
activan el sistema inmunitario frente al alérgeno que causa
el problema (como la inmunoterapia específica de
alérgeno). Sin embargo, no deben olvidarse las medidas
preventivas que impiden o reducen el contacto entre el
alérgeno y el organismo del paciente atópico, y que
pueden aplicarse a la vez que los tratamientos. Dado que
los ácaros del almacenamiento forman parte también del
polvo doméstico, pueden aplicarse las medidas de
prevención habituales frente a los ácaros del polvo
(aspirar alfombras y mantas, disminuir la humedad
ambiental, utilizar productos acaricidas en los lugares de
la casa a los que pueda acceder el animal o usar colchonetas o fundas antiácaros en la cama del animal). Además,
considerando que el alimento seco puede ser una fuente
de contaminación, podemos considerar algunas medidas
específicas como las indicadas en la Tabla 2 para controlar la exposición a los ácaros del almacenamiento.
BIBLIOGRAFÍA
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contamination of food stuff and environment, in Proceedings. 21st North
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dust mites. Vet Dermatol 2001;2:183-187.
16. Gill C, McEwan N, McGarry J, et al. House dust and storage mite
contamination of dry dog food stored in open bags and sealed boxes in
10 domestic households. Vet Dermatol 2011;22(2):162-72.
GUÍA PARA RECORTAR Y GUARDAR...
Consejos para conseguir
raspados y biopsias útiles
Kate Griffiths, BVSc, CertVD, MRCVS
Facultad de Veterinaria de la Universidad de Nottingham, Nottingham, Reino Unido
Raspados cutáneos
1/ Elegir el tipo de raspado según su
profundidad…
• Superficial para parásitos superficiales (p.ej. Cheyletiella).
• Profundo para parásitos más profundos (p.ej. Demodex,
Sarcoptes).
... y el mejor sitio
• Raspar las lesiones primarias sin traumatismos, siempre
que sea posible.
• Sarcoptes: buscar lesiones en el margen del pabellón
auricular, codo, tarso y abdomen.
• Demodex: incluir zonas de alopecia, comedones, hiperpigmentación (Nota: estudiar además el tricograma en
aceite mineral).
- Raspado profundo: justo hasta provocar sangrado.
• Depositar el material en uno o más portaobjetos con aceite
mineral y cubrir con el cubreobjetos (Figura 2).
• Ajustar la luz del microscopio, bajando el condensador
para un mejor contraste.
• Explorar sistemáticamente todo el portaobjetos a un
aumento de 40X o de 100X.
3/ Errores
• Número de muestras insuficiente: deben tomarse al menos
6, si es posible.
• Aceite mineral inadecuado.
• Falta de cubreobjetos.
• Muestra demasiado gruesa u oscurecida por la sangre.
• Demasiada intensidad de la luz.
• No hacer un estudio exhaustivo.
2/ Tomar una muestra de buena calidad y
observar con detenimiento
• Recortar el pelo de la zona a estudiar (con cuidado de
no alterar las escamas o la superficie de la piel si el raspado
es superficial).
• Colocar aceite mineral en la hoja del bisturí y unas gotas
directamente en la piel.
• Apretar la piel antes de raspar si se sospecha de
Demodex.
• Raspar con la hoja colocada en un ángulo de 90° con
respecto a la superficie de la piel, en la dirección del crecimiento del pelo (Figura 1).
• ¿A qué profundidad hay que raspar?
- Raspado superficial: no necesita llegar a provocar sangrado.
Figura 2.
Biopsia cutánea
✂
1/ Elegir los mejores puntos de biopsia
• Obtener muestras representativas de las lesiones.
• Tomar varias muestras (salvo que se trate de una lesión
solitaria), mínimo 3.
• Obtener muestras de las lesiones primarias completamente
desarrolladas siempre que sea posible, evitando la piel
traumatizada.
• Para la alopecia: biopsiar la zona de máxima pérdida de
pelo, el margen de la zona alopécica y la piel normal con
pelo.
• Para la piel ulcerada: biopsiar la zona ulcerada y la zona
justo adyacente a la úlcera, donde la epidermis está todavía
intacta.
• Para las pústulas, vesículas o ampollas: extraer la lesión
completa sin romperla.
2/ Preparar la zona cuidadosamente
• Recortar el pelo, pero no demasiado. Suelen ser preferibles
las tijeras a las pinzas.
© Dr. Griffiths.
Figura 1.
CONSEJOS PARA CONSEGUIR RASPADOS Y BIOPSIAS ÚTILES
• No tocar las costras ni la superficie de la piel.
• No desinfectar ni frotar la piel (salvo para la biopsia escisional de nódulos).
• Marcar con rotulador indeleble una línea de orientación
a lo largo de la línea de crecimiento del pelo (especialmente
para los casos de alopecia) (Figura 3).
3/ ¿Biopsia con punch o biopsia en cuña
(elipse)?
Cuña o elipse para el caso de:
• Escisión de nódulos solitarios.
• Transición de una piel normal a lesionada (p.ej. borde
de alopecia o úlcera).
• Vesículas.
• Sospecha de lesiones profundas como la paniculitis.
Biopsia con punch:
• Biopsias de 4 mm sólo para estructuras delicadas (p.ej.
el plano nasal de los perros de talla pequeña); utilizar el
punch de 6 mm o de 8 mm de forma sistemática.
• Mantener la perpendicular a la superficie de la piel.
• Girar en una única dirección, no de atrás hacia delante.
• ¡No reutilizar los punch de biopsia!
4/ Manipular la muestra apropiadamente
• Manipular la biopsia con suavidad y únicamente por el
tejido subcutáneo, nunca por la dermis ni por la epidermis
(Figura 4).
• Secar la sangre con cuidado empezando por la parte
inferior de la muestra.
• Si la muestra es fina, colocarla en una superficie dura o en
el extremo de un depresor lingual de madera (tejido subcutáneo hacia abajo) para evitar que se arrugue (Figura 5).
• Colocar lo antes posible la muestra en formol, con el
tejido hacia abajo.
• Utilizar formol al 10% y un volumen como mínimo 10 veces
el volumen de la muestra de tejido.
5/ Ayudar al anatomopatólogo
• Proporcionar la historia completa.
• Enviar la muestra a un anatomopatólogo con interés particular en dermatohistopatología, si es posible.
6/ Consideraciones especiales para las
masas cutáneas…
• Quizá no sean homogéneas, especialmente si son grandes,
y probablemente la biopsia en cuña incisional (Figura 6) o
la biopsia escisional (Figura 7) sean más representativas
que la biopsia con punch.
• Si se sospecha una neoplasia infiltrativa, se debe tomar en
primer lugar una biopsia incisional para identificar la
masa antes de intentar su extracción para así asegurarse
de tomar los márgenes adecuados.
• Asegurarse de que se toma la biopsia con márgenes adecuados para extraer el tumor en su totalidad.
• Extraer el tejido más profundo “en bloque” y remitir
intacto para valorar la infiltración.
• Para una fijación adecuada, tomar un grosor máximo de
tejido de 1 cm.
7/ ... y para el cultivo de tejido bacteriano
y fúngico
• Retirar la administración de antibióticos unos 5-7 días
previos a la obtención de la muestra.
• Enviar la muestra de biopsia por punch en solución
salina estéril o en una gasa empapada en solución salina
estéril.
• Si se sospecha una enfermedad micobacteriana, hacer
una impronta del tejido biopsiado para citología y
enviar la biopsia al anatomopatólogo (solicitar tinciones
de Ziehl-Neelsen en ambos). Congelar el tejido no fijado
para un posterior cultivo de micobacterias, por si fuera
necesario. (Nota: considerando el potencial zoonótico,
tome precauciones durante la toma de muestra y el envío).
Neoplasia
Centro necrótico
Figura 3.
Inflamación
periférica
Figura 6.
Biopsia en cuña incisional.
Figura 7.
Biopsia escisional.
Figura 5.
✂
© Dr. Griffiths.
Figura 4.
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