UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DEPARTAMENTO DE FUNDAMENTOS DE ECONOMÍA E HISTORIA ECONÓMICA Macroeconomía II: Apuntes TEMA: Big Push Crecimiento Equilibrado y Problemas de Coordinación. PROFESOR: C.M. Gómez http://www2.uah.es/econ O. Introducción Uno de los problemas básicos de la teoría del crecimiento consiste en tratar de explicar por qué razón, algunos países han conseguido mantener tasas elevadas de crecimiento económico durante largos períodos de tiempo, otros avanzan a tasas más modestas y no pocos permanecen establemente en una situación de estancamiento y atraso. El modelo básico de crecimiento neoclásico (Solow, 1956 y Diamond, 1965), no sugiere tal dispersión en el desempeño económico de los países y sugiere que si todas las economías tienen acceso a las mismas tecnologías sólo deberían exhibir diferencias temporales en sus tasas de crecimiento convergiendo todos ellos a sendas similares de crecimiento sostenido. Sin embargo, la evidencia empírica disponible parece mostrar que no existe una única posibilidad estable de crecimiento. Por su parte, la teoría del crecimiento endógeno ofrece algunas respuestas al problema que supone la diversidad mencionada en el desempeño económico de los países. Esta teoría trata de explicar el crecimiento a partir de tres hipótesis estrechamente relacionadas: en primer lugar, que la rentabilidad social de la inversión es superior a la rentabilidad privada debido a la existencia de externalidades tecnológicas (por ejemplo: Romer); en segundo lugar, que el capital definido en un sentido amplio tiene una participación mayor en el valor agregado que la que se obtiene por medidas convencionales del stock de capital físico (por ejemplo: Mankiw, Romer y Weil); y, en tercer lugar, que el progreso técnico debe interpretarse en gran medida como un resultado endógeno de esfuerzos de investigación y desarrollo promovidos por las fuerzas del mercado (por ejemplo: Lucas). La incorporación y formalización de las hipótesis mencionadas da lugar a distintos versiones del modelo de crecimiento, que permiten derivar algunas explicaciones plausibles sobre la diversidad observada en las tasas de crecimiento. Tales teorías son útiles para explicar cómo se produce el crecimiento, pero, a diferencia de las teorías que estudiamos en estos apuntes, no son útiles para explicar las condiciones necesarias para que se inicie dicho crecimiento o los cambios en la estructura económica que se producen a medida que crece la 1 economía. El objetivo de estas notas consiste en estudiar un problema diferente, y que consiste en intentar explicar cómo se inicia el proceso de crecimiento. Para ello, es necesario que se produzca algún tipo de transición capaz de sacar a la economía del estancamiento y del atraso y situarla en una senda de crecimiento sostenido. Para responder a la pregunta planteada, nos concentramos en algunas teorías que en los años 90 ofrecieron nuevas respuestas a viejos problemas de la teoría del desarrollo. Por ese motivo, en el siguiente apartado, presentamos el problema general de la llamada teoría del crecimiento equilibrado o del Big Push, formulada durante los años 40 y 50. A continuación, en el segundo apartado, presentamos la reformulación reciente de tal teoría siguiendo, básicamente, el trabajo de Murphy, Schleifer y Vishny (1989), para plantear la posibilidad de existencia de múltiples equilibrios (con y sin desarrollo económico, o con y sin crecimiento) y estudiar los problemas de coordinación que debe superar la economía subdesarrollada durante el proceso de transición. Como veremos más adelante, en el modelo de Big Push, propuesto por Murphy, Schleifer y Vishny, el problema del crecimiento equilibrado surge del tamaño limitado del mercado interno, lo que dificulta la adopción de tecnologías modernas con rendimientos crecientes de escala. Sin embargo, el mismo problema puede ocurrir en una economía integrada en el mercado internacional, cuando la producción de los bienes comercializables requiere de una gama de bienes intermedios cuya tecnología de producción presenta rendimientos crecientes y tales bienes intermedios no son comercializables en el mercado internacional. Por ese motivo, en el tercer apartado, presentamos una generalización de la tecnología moderna en una economía abierta, lo que permite generalizar la teoría del crecimiento equilibrado a un conjunto más amplio de situaciones, superando el marco restringido de una economía cerrada. En el cuarto apartado se presentan algunas extensiones y aplicaciones de las teorías modernas del crecimiento equilibrado. 1. La Teoría del Crecimiento Equilibrado: La teoría del crecimiento equilibrado tiene su origen en el estudio de Rosestein-Rodan (1943) sobre los problemas de la industrialización en los países de la Europa del Este. Posteriormente, Ragnar Nurske (1953), convirtió el concepto del crecimiento equilibrado en la pieza central de una teoría económica de los países en desarrollo que tuvo gran influencia en los años posteriores y que suscitó importantes discusiones sobre el papel del estado durante el proceso de industrialización (véase por ejemplo, Scitovsky, 1989). 2 La teoría del crecimiento equilibrado parte de la idea de que, con los recursos existentes y la tecnología disponible, los países subdesarrollados tienen abierta la posibilidad de iniciar el proceso de transición y de situarse en una trayectoria estable de crecimiento económico. Sin embargo, para los autores mencionados, el inicio de tal proceso no se produce de un modo espontáneo como resultado de las decisiones privadas de los empresarios y, en consecuencia, es indispensable inducir de algún modo la inversión en las actividades modernas. Originalmente son dos los motivos para argumentar que el mercado no conduce a una coordinación de las decisiones privadas que favorezca el despegue económico. En primer lugar, se sostiene que los precios de mercado no trasmiten toda la información necesaria para las inversiones privadas. Los mercados que existen no son eficientes y muchos otros (como los de seguros, activos financieros, etc.) puede que simplemente no existan. En segundo lugar, el mercado interno es pequeño y los empresarios cuando proyectan una inversión no esperan un aumento futuro de la demanda de bienes (no debemos olvidar que estas teorías se formulan en los años de posguerra y no se contaba demasiado con las posibilidades que ofrecía el mercado internacional). Por los dos motivos mencionados, es posible que aunque existan recursos suficientes la economía de mercado no genere incentivos para que se instalen empresas1. Los problemas mencionados conducen a la idea de que la rentabilidad económica de la inversión es superior a la que perciben los empresarios individuales. Cuando un empresario evalúa la posible rentabilidad de una nueva inversión, no tiene en cuenta el efecto favorable que su decisión puede tener sobre el tamaño del mercado local y, en consecuencia, sobre la rentabilidad de otras alternativas de inversión. Esta idea es el origen de los conceptos estrechamente relacionados de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante2 (véase, Fleming,1955 y Hirschman,1958). Los primeros, los eslabonamientos hacia 1 En el ejemplo de Rosestein-Rodan, los trabajadores (20.000) de una nueva fábrica de zapatos gastan la mayor parte de sus ingresos en otros bienes salariales, con lo que contribuyen a hacer rentable la expansión de otras industrias productoras de los mismos. A su vez, la expansión de estas industrias provocará un crecimiento de la demanda de zapatos, pero no necesariamente hasta el punto de hacer rentable la inversión inicial en capacidad para producir zapatos. Lo importante, por tanto, es la percepción por parte de las empresas de las respuestas estratégicas de las otras empresas no sólo en líneas de producción competitivas, sino potencialmente en todas las líneas. Obviamente para tomar decisiones los empresarios requieren una gran cantidad de información y probablemente se limitarán a hacer conjeturas acerca de la respuesta de las empresas en las líneas complementarias más próximas. Cuanto más limitado sea el ámbito de las conjeturas, menor será la expansión de la producción. Como consecuencia de lo anterior, podría darse el caso de que ninguna empresa invierta y que la situación de atraso se convierta en una situación estable (en la que no existen incentivos individuales), aunque los recursos disponibles permitan una situación mejor. Para conseguir el traslado del equilibrio de bajo nivel al equilibrio industrializado es necesario el Big Push o gran empujón que permite adelantar simultáneamente las inversiones en todos los sectores y en las cantidades adecuadas. 2 Los conceptos de backward linkages y forward linkages (eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante) están estrechamente relacionados, como advierte Krugman (1993), con el concepto más moderno de complementaridades estratégicas que surgen cuando los bienes individuales se producen con economías de escala. 3 atrás, ocurren cuando el aumento de la demanda que genera la inversión en una empresa hace rentable la instalación de otras empresas con una escala mínima de producción. Los segundos, los eslabonamientos hacia adelante, ocurren cuando la actividad de una empresa reduce los costes de producción de otras empresas que, en consecuencia, se convierten en alternativas viables de inversión. Si tales externalidades son relevantes, puede darse el caso de que la inversión industrial sea socialmente preferible a la situación actual de subdesarrollo y que, sin embargo, la economía de mercado no ofrezca un sistema adecuado de incentivos privados. En este caso el subdesarrollo se convierte en una trampa de equilibrio de bajo nivel. Para entender mejor el problema, vale la pena detenerse en las condiciones necesarias que hacen posible la existencia de tales trampas de subdesarrollo (y la posibilidad del Big Push). En primer lugar, para que exista el problema debe haber rendimientos crecientes en la producción de los distintos bienes. Si no existieran tales economías de escala, la rentabilidad de las empresas no dependería de su tamaño y, en consecuencia, tampoco de que otras empresas inviertan al mismo tiempo. En el caso de rendimientos constantes de escala (o de costes medios constantes), se producirá alguna cantidad inicial y, si pasado el tiempo se descubre que las previsiones iniciales eran demasiado conservadores, se producirán nuevas inversiones. Es otras palabras, de no existir rendimientos crecientes, las previsiones pesimistas sobre la demanda futura podrán explicar una cierta lentitud en la toma de decisiones, pero, en ningún caso, la parálisis o la ausencia de inversiones en la industria. En segundo lugar, también se deben considerar los posibles efectos negativos de una la expansión simultánea de muchas actividades industriales. Las empresas compiten por capital y trabajo y su expansión simultánea puede aumentar los costes de producción (véase Fleming, 1955). Vamos por partes. En lo referente a los trabajadores no calificados no se preveían dificultades, dada la existencia de distintas formas de desempleo y subempleo encubierto en el sector tradicional y en la economía informal, lo que supone una oferta de trabajo muy elástica (como vimos en las teorías dualistas: Lewis, Ranis y Fei, Todaro). Tal circunstancia, además, garantiza un aumento relativo de la participación de los beneficios en la renta total, lo que favorece el aumento del ahorro y la inversión (como apuntaba Lewis, 1954). En lo que se refiere al capital, es posible que (aunque exista una capacidad elevada de ahorro), en una economía cerrada la capacidad del sector de construcción y de maquinaria imponga un límite a la inversión que puedan realizar las demás industrias (véase Mahalanobis, 1953). Si la oferta mundial de tales bienes es muy elástica, las importaciones solucionan este cuello de botella, de manera que el ahorro local pasa a ser el factor más limitante, siempre que pueda ser transformado en divisas a través de mayores exportaciones3. La mayoría de los teóricos del crecimiento equilibrado estaban convencidos de que la capacidad de ahorro era 3 Volveremos sobre este punto en el tema 10 del programa cuando estudiemos la teoría de las dos brechas. 4 suficiente para abastecer a la economía de bienes de capital, pero estaban menos seguros de que tal ahorro potencial pudiera convertirse en inversión efectiva debido a la crónica escasez de divisas. Esto explica la petición de ayuda externa como instrumento para superar las restricciones de balanza de pagos más que para iniciar el proceso sin reducciones drásticas en el consumo interno. En resumen, la interacción entre economías externas de escala al nivel de la empresa, de un lado, y de una oferta elástica de factores, de otro, crea las condiciones necesarias para que tenga éxito el desarrollo simultáneo de varios sectores de la economía. Este conjunto de ideas originales es el que recogen Murphy, Schleifer y Vishny (MSV) (1989). En la próxima sección nos detenemos en el estudio de dos versiones del modelo de estos autores, la primera de ellas tiene como objetivo definir e ilustrar el efecto que tienen las externalidades generadas por la existencia de competencia imperfecta entre empresas con costes fijos de producción elevados. Tales externalidades provienen, como hemos mencionado, de la ampliación del mercado interno. La primera versión del modelo MSV permite ilustrar la dinámica de transición hacia una economía industrializada. En tal modelo, la industrialización, en caso de ser posible, se producirá de un modo espontáneo y no hay lugar para los problemas de coordinación planteados arriba. Los problemas del estancamiento y la necesidad del big push surgen en la segunda versión del modelo en la que, manteniendo el supuesto de una oferta elástica de factores, suponemos que las actividades industriales deben ofrecer un salario más elevado a los trabajadores para conseguir que estos abandonen las actividades tradicionales. Ese supuesto simple es suficiente para generar múltiples equilibrios y para que surjan los problemas de coordinación estudiados por la teoría original del crecimiento equilibrado. 2. Industrialización y el Big Push: La formalización de Murphy, Schleifer y Vishny. La teoría del crecimiento equilibrado intenta explicar por qué algunos países se industrializan y otros no lo consiguen. Una posible respuesta es el carácter limitado del mercado interno. Cuando dicho mercado es "pequeño" y el comercio internacional no es completamente libre, o está asociado a costes elevados de transacción, las empresas pueden no ser capaces de generar un volumen de ventas suficientemente grande para hacer rentable la adopción de la tecnología con rendimientos crecientes de escala. Por otra parte, cuando existen rendimientos de escala a nivel de la empresa, la industrialización de un sector cualesquiera contribuye a aumentar el tamaño del mercado para los demás sectores y cabe la posibilidad de que la coordinación de inversiones cree las condiciones suficientes para que se produzca la industrialización. Si varios sectores adoptan simultáneamente la tecnología con rendimientos crecientes, cada uno de ellos puede generar rentas suficientes que se convierten en la fuente de mayor demanda para otros sectores, de modo que la industrialización se hace rentable para todas las actividades económicas. El modelo de Murphy, Schleifer y Vishny ofrece una representación minimalista del problema del 5 crecimiento equilibrado en una economía cerrada y bajo un conjunto de supuestos restrictivos con respecto a las preferencias de los consumidores, las tecnologías disponibles y la configuración del mercado. En primer lugar, se supone un sistema de precios fijos, tanto de los bienes finales como del trabajo, determinados por el sector tradicional de la economía. Por otra parte, el único factor de producción es el trabajo homogéneo que se ofrece de forma inelástica al tipo de salario vigente y se utiliza para producir un número grande (m, eventualmente infinito) de bienes diferenciados. Las preferencias de los consumidores sobre el consumo de los bienes diferenciados que produce la economía puede expresarse como: Ln U = im=1 Ln xi [1] De tal manera que la función de demanda de cada uno de los bienes que produce la economía tiene una elasticidad unitaria y, en equilibrio, los consumidores destinan una parte proporcional e idéntica de su renta al consumo de cada uno de los bienes disponibles. Por otra parte, la población está formada por L consumidores, cada uno de los cuales posee una unidad de trabajo que ofrece al precio de mercado. Para producir cada uno de los bienes hay dos tecnologías alternativas: o En primer lugar, una tecnología tradicional que exhibe rendimientos constantes de escala y transforma una unidad de trabajo en una unidad de producto. Esta tecnología es la única utilizada en el momento actual y la cantidad producida de cada uno de los bienes puede expresarse como: T xi = Li Li = o [2] L m En segundo lugar, la tecnología moderna, o industrial, idéntica para todos los bienes, requiere la constitución de un capital fijo (equivalente a F unidades de trabajo para cada empresa), y permite obtener un rendimiento de α > 1 unidades por cada trabajador adicional empleado. En otros términos: M xi = ( Li - F) [3] Debido a los rendimientos crecientes, cada bien dentro de la tecnología moderna es producido por una única empresa, que no siempre está activa. Por otra parte, cada monopolista, debido al supuesto de elasticidad unitaria de la función de demanda, 6 deseará cobrar el precio más elevado posible por el bien que produce. Sin embargo, en ningún caso tal precio puede ser superior a 1, ya que el monopolista se vería desplazado del mercado por los productores tradicionales. En consecuencia, podemos suponer que, cualquiera que sea la tecnología de producción de cada bien, el precio de cada uno de los bienes de la economía será igual a 1. El ingreso agregado puede expresarse como la suma de los beneficios empresariales (π) más el fondo salarial (L). Y = + L [4] La economía puede encontrarse en tres situaciones posible: puede estar completamente especializada ya sea en la tecnología tradicional o en la tecnología moderna, o puede encontrase en una situación intermedia: En la situación inicial, todos los sectores se encuentran produciendo con la tecnología tradicional y en consecuencia, el ingreso agregado es igual al fondo salarial (YT=L) (obsérvese que, dada la tecnología en uso, la economía no produce beneficios empresariales). Frente a esta situación podemos considerar una alternativa en que todos los recursos de la economía se trasladan a la técnica moderna de producción. En este caso, la producción total sería igual a: M Y = (L - mF) [5] y el fondo salarial sería igual a: L= Y + mF [6] Cada unidad producida se venderá a un precio unitario (el máximo posible) y su coste marginal de producción es 1/α. En consecuencia, el beneficio marginal por cada unidad producida es igual a: a=1-1/α. Multiplicando tal beneficio variable por el número de unidades producidas, y deduciendo los costes fijos de instalación de todas las empresas (mF), obtenemos las ganancias o beneficios privados correspondientes a la plena industrialización del país: = 1 - 1 M Y - mF = a Y M - mF [7] Reemplazando las expresiones [6] y [7] en [4], y despejando YM, obtenemos el nivel de producción correspondiente a una especialización completa de la economía en la tecnología moderna de producción, que se expresa como: 7 M Y = L - mF 1- a [8] Hasta ahora hemos definido el nivel de producción correspondiente a las dos situaciones de plena especialización de la economía. Podemos ahora determinar el nivel de producción cuando la economía sólo se encuentra parcialmente industrializada y conviven simultáneamente las dos tecnologías. Estas situaciones intermedias pueden estudiarse definiendo el porcentaje de empresas que utilizan actualmente la tecnología con rendimientos crecientes como λ=n/m. Siguiendo el razonamiento anterior, los beneficios se definen como: ( ) = Y(1 - 1 ) - mF [9] Sumando los costes laborales del conjunto de la economía determinamos la renta total en una situación de industrialización parcial como: Y= L - mF 1 - a [10] La anterior es la ecuación básica del modelo de Murphy, Schleifer y Vishny. Se puede observar con facilidad que las situaciones de plena especialización son los casos límite de la ecuación [10]. Así, cuando todas las actividades utilizan la tecnología tradicional (λ=0), el ingreso total de la economía es simplemente igual al fondo salarial (Y=L). En el otro extremo, cuando se encuentran activas todas las industrias posibles (λ=1) obtenemos el nivel de ingreso definido por la ecuación [8]. El numerador de la expresión [10] puede interpretarse como el número de "trabajadores activos"; es decir, las unidades de trabajo que quedan una vez que descontamos las unidades de trabajo que se dedican a la construcción del capital fijo necesario para que funcionen las actividades industriales (λmF). El inverso del denominador es un multiplicador cuya magnitud aumenta con el grado de industrialización de la economía (1/(1-λa)). Este multiplicador puede interpretarse desde dos puntos de vista equivalentes: Desde el punto de vista de la oferta, el multiplicador significa que la creación de una nueva industria, permite obtener el nivel de producción previo con un número inferior de trabajadores, de tal manera que el trabajo ahorrado puede distribuirse entre todos los sectores de la economía aumentando el nivel de producción agregado; es decir, el multiplicador de Murphy, Schleifer y Vishny refleja el impacto agregado de una mejora técnica ahorradora de trabajo. La otra interpretación, más cercana al espíritu de la teoría del crecimiento equilibrado, es la que podemos hacer desde el lado de la demanda agregada; cuando una nueva empresa toma la decisión de instalarse en la economía obtiene unos beneficios positivos que distribuye entre sus socios, aumentando el tamaño del mercado y, por lo tanto, la rentabilidad y los ingresos de las demás 8 industrias instaladas con anterioridad; como resultado del aumento de la demanda interna de todos los bienes, se producirá una expansión de la producción total, en una magnitud superior a los beneficios individuales de la empresa. Todo esto puede observarse fácilmente si calculamos la derivada parcial del ingreso con respecto a λ: dY aL - mF 1 = = d (1 - a )2 1 - a [11] Es decir, el efecto agregado sobre el ingreso total es igual a los beneficios que obtiene la última empresa en incorporarse al sector industrial (π/λ), por el multiplicador de Murphy, Schleifer y Vishny. Como es esperable, las empresas solamente capitalizan una parte de los beneficios económicos que resultan de su decisión de invertir. La parte restante es la externalidad positiva que produce su decisión, y que conduce al aumento en la escala de producción de todas las demás industrias. Por otra parte, tales efectos externos de la creación de una nueva industria serán mayores en cuanto más elevado sea el número de empresas que se beneficien de él, lo que se refleja en el hecho de que el multiplicador crece con el grado de industrialización de la economía. El modelo expuesto nos permite explicar fácilmente el modo en que funcionan las externalidades a través de la ampliación gradual del mercado interno, y el motivo por el que tales externalidades tienen efectos significativos sobre el bienestar agregado. Sin embargo, el modelo estudiado no da lugar a la existencia de problemas de coordinación ya que cualquiera que sea la situación de partida el equilibrio resultante es único. En otras palabras, si la industrialización es la mejor situación posible de la economía, los incentivos que produce el mercado se encargarán de conseguir tal resultado de un modo espontáneo. Si en la situación inicial, existe la posibilidad de instalar una empresa de tecnología moderna con la escala mínima necesaria para que obtenga beneficios, el mercado ofrecerá los incentivos necesarios para que todos los sectores se industrialicen. En el caso contrario, la primera empresa en invertir obtendría pérdidas y reduciría, en lugar de aumentar, la demanda interna, reduciendo a su vez los incentivos para que se instalen otras empresas. Para que existan problemas de coordinación es necesario que los efectos externos que produce una inversión individual sean independientes de que la primera empresa en instalarse con la tecnología moderna obtenga un nivel positivo de beneficios. En ese sentido, Murphy, Schleifer y Vishny ofrecen varias reformulaciones del modelo básico que dan lugar a la existencia de problemas de coordinación; en el próximo apartado estudiamos una de tales posibilidades. 9 2.1. Un modelo con múltiples equilibrios: Supongamos ahora que, para atraer trabajadores a las actividades industriales, es necesario pagar un salario mayor al que ofrece la producción tradicional. Este supuesto, sugerido por Rosestein-Rodan, es compatible con la evidencia empírica de que las actividades industriales pagan sistemáticamente salarios más elevados que las actividades agrícolas y artesanales, y con la idea de Lewis (1967) de que tales diferencias son compatibles con el patrón diferencial del consumo urbano o, alternativamente, que las actividades modernas deben pagar salarios de eficiencia sustancialmente superiores a los de la economía tradicional (Stiglitz). Definamos el salario industrial como ω>1. El diferencial de salarios se explica por la desutilidad relativa del trabajo en el sector moderno cuyos trabajadores, aunque reciben un salario mayor, disfrutan del mismo nivel de bienestar de los trabajadores que permanecen en el sector tradicional. Formalmente esto equivale a redefinir la función de utilidad de los trabajadores industriales como: ln U M = i xi - ( - 1)i = 1,...,m [1 ] Analicemos ahora las posibles situaciones de equilibrio de la economía: La primera posibilidad es que la situación actual, en la que todos los sectores de la economía utilizan la tecnología tradicional, sea un equilibrio estable. En este caso, el nivel de producción de cada uno de los bienes diferenciados es igual a xi=L/m. Tal situación será estable en el largo plazo si, dada la demanda actual, ningún empresario individual tiene incentivos suficientes para iniciar la producción con la tecnología industrial. Los beneficios esperados por un empresario que se plantea la posibilidad de instalar la primera industria del país pueden expresarse como: = ( Li - F) - Li 0 [12] donde el nivel actual de demanda, al que el empresario evalúa sus posibles ganancias, está definido por: xi = L = ( Li - F) m [13] despejando en la ecuación [13] el valor de Li (el trabajo necesario para satisfacer la demanda actual con la tecnología de rendimientos crecientes), y reemplazando dicho valor en la expresión [12], obtenemos los beneficios de la empresa como función exclusivamente de la dotación de factores de la economía (L/m) y de los parámetros del problema. Con esta 10 información, podemos concluir que la plena especialización en la tecnología tradicional es un equilibrio estable si: i= L 1 - - F 0 m [14] Analicemos ahora la situación opuesta, es decir en la que el punto de partida es el de una economía plenamente industrializada. En este caso, el trabajo total empleado por cada empresa será L/m y, considerando el esquema de precios fijos del trabajo y de los bienes de consumo, el beneficio de cada una de las industrias del país será igual a: L L - F - m m i = [15] Para que el problema tenga algún interés, supongamos que α>ω (de otro modo nunca sería rentable establecer una industria en el país). De la expresión [15] podemos deducir que la situación de plena industrialización es un equilibrio si cada una de las m industrias obtiene un nivel positivo de beneficios; es decir si: i= L 1 - - F > 0 m [16] Una inspección de las dos ecuaciones de equilibrio ([14] y [16]) permite observar que para algunos niveles de dotación de factores productivos (en este caso, para algunos valores de L/m), existen simultáneamente las dos situaciones de equilibrio. Esta situación se ilustra en la Figura 1. A la izquierda de l2 el único equilibrio posible es la plena especialización en la tecnología tradicional. Por otra parte, a la derecha de l1 el único equilibrio posible es el que corresponde a la utilización de la tecnología moderna en todos los sectores de la economía. Sin embargo, entre ambos valores de L/m coexisten ambos equilibrios y aparece el problema de coordinación planteado por la teoría del crecimiento equilibrado4. Para caracterizar esta situación intermedia, por la que necesariamente debe pasar la economía, podemos considerar el problema de decisión de una empresa individual cuando la economía se encuentra en el punto A de la Figura 1, la demanda observada por dicha empresa es igual a xiA. Utilizando la tecnología moderna, una empresa de nueva creación que utilice la tecnología moderna tendrá la posibilidad de satisfacer la demanda actual utilizando un número menor de trabajadores de los que actualmente emplea la economía con el mismo objetivo. Sin embargo, como la empresa debe pagar un salario más elevado que el sector tradicional, el nivel de beneficios asociado a la demanda actual es 4 En la Figura 1, puede observarse fácilmente que la posibilidad de la coexistencia de ambos equilibrios desaparece si ω es igual a 1, lo que correspondería al modelo básico que estudiamos en el apartado anterior. 11 negativo, y un empresario aislado decidirá no adelantar la inversión. La situación sería muy distinta, si todas las empresas posibles tomaran simultáneamente la decisión de invertir y fueran capaces de prever el aumento futuro de la demanda de sus respectivos productos. En ese caso, todos los sectores se trasladarían al punto B de la figura, y obtendrían un nivel positivo de beneficios, lo que convertiría en estable la situación de plena industrialización. Figura 1: El Problema de Coordinación y La Transición En una Economía en Desarrollo Otra forma de ver el problema planteado por la coexistencia del equilibrio de bajo nivel con el equilibrio de plena industrialización, consiste en observar el primero de ellos como una situación de equilibrio no cooperativo y el segundo como una de equilibrio cooperativo. Si cada empresario toma sus decisiones suponiendo un entorno estable, se producirá un equilibrio de Nash en el que ningún empresario tomará la decisión de invertir y la economía permanecerá atrapada en el nivel existente de bienestar. Sin embargo, el nivel de bienestar individual sería mucho mayor si todos los empresarios coordinaran sus decisiones e inviertieran simultáneamente en una escala adecuada (en otras palabras, el equilibrio de bajo 12 nivel se caracteriza porque lo que está en el interés de cada empresario aislado no coincide con el interés general de todos los empresarios). La opinión general de los teóricos del crecimiento equilibrado, es que el funcionamiento del mercado (y la información contenida en el sistema de precios) es favorable al mantenimiento de la situación de subdesarrollo, por lo que es necesario buscar formas alternativas de resolver el problema de coordinación planteado por la coexistencia de ambas situaciones de equilibrio. 3. Rendimientos de escala en economías integradas en el mercado internacional. A menudo se argumenta que la teoría del crecimiento equilibrado solamente es válida en economías cerradas y que los problemas de coordinación mencionados desaparecerían completamente si las empresas cuentan con la posibilidad de intercambiar mercancías con el resto del mundo. En otros términos, si todos los bienes son comercializables y el comercio internacional es libre y sin costes, no puede argumentarse que el tamaño del mercado interno sea una limitación para el establecimiento de empresas rentables que adopten tecnologías con rendimientos crecientes de escala. Por ese motivo, el modelo de Murphy, Schleifer y Vishny es una fomalización interesante del problema del crecimiento equilibrado, pero no ofrece argumentos suficientes para que consideremos tal situación como un problema relevante en economías integradas al comercio internacional. Para que tal problema tenga alguna validez en la explicación del subdesarrollo, es necesario demostrar que el tamaño del mercado doméstico sigue siendo una restricción importante cuando consideramos una economía abierta al comercio con el resto del mundo. Esto último es precisamente uno de los hallazgos recientes de la nueva teoría del comercio internacional. En concreto Either (1982), demuestra que la existencia de economías de escala en la producción de bienes intermedios es el origen de la existencia de economías externas en la producción de los bienes finales. Si tales bienes intermedios no son comercializables en el mercado internacional, los efectos externos derivados de un aumento en la producción local de los mismos, son una característica específica de cada país. En este caso, los cambios en el tamaño del mercado doméstico tienen efectos significativos sobre el conjunto de la economía y es posible plantear la posibilidad de que existan problemas de coordinación en una economía abierta. En esta dirección apuntan, por ejemplo, los modelos presentados en Helpman y Krugman5 (1985, cap.11). A continuación utilizamos las ideas mencionadas de la nueva teoría del crecimiento para elaborar 5 También es posible añadir que, como vimos en el primer tema del programa, existe una evidencia empírica considerable que demuestra la importancia de los mercados domésticos en la explicación del crecimiento económico. Los trabajos, por ejemplo, de Chenery y Syrquin (1975) y de Chenery, Robinson y Syrquin (1986) demuestran que la demanda interna explica el 72 por ciento del crecimiento económico de los países con población superior a 20 millones de habitantes. 13 una nueva formalización de la tecnología moderna, considerando la existencia de economías de escala en la producción de bienes no comercializables. Para tal exposición nos basaremos en Helpman y Krugman (1985) y en Krugman y Brezis (1993). Nuestro objetivo final consiste en generalizar la teoría del crecimiento equilibrado, expuesta en la sección anterior, superando el marco restringido de una economía cerrada. Además, aprovecharemos este desarrollo para superar algunos otros supuestos restrictivos del modelo de Murphy, Schleifer y Vishny. En particular consideraremos fijos los precios de los bienes comercializables, pero no los de los bienes no comercializables, los cuales se definen por la competencia en el mercado doméstico; en segundo término, consideraremos dos factores primarios de producción, capital y trabajo homogéneos, y que los precios de tales factores se definen bajo condiciones de competencia perfecta (es decir no están determinados por el sector tradicional). 3.1 Una tecnología simple con rendimientos crecientes de escala: Consideremos una economía abierta a los intercambios internacionales que produce tres tipos de bienes. Un insumo básico no comercializable (que podríamos definir como energía), que se utiliza bien para la producción de una categoría amplia de bienes intermedios no comercializables o, directamente, para la producción de un bien final comercializable. La función de producción del insumo básico exhibe rendimientos constantes de escala y se define del siguiente modo: X = T K L1- [17] Los bienes intermedios diferenciados no comercializables se producen con economías de escala, con la misma función de producción para todos ellos, de tal manera que el nivel de producción de cada uno de ellos puede expresarse como: zi = ( xi - )[18] Finalmente, la función de producción del bien final comercializable es del tipo Either-DixitStiglitz, con rendimientos constantes en la utilización del insumo básico (XF) y en los bienes intermedios, pudiéndose expresar del siguiente modo: 1- Y F = X F QI [19] QI es un índice de todos los bienes intermedios que produce la economía y θ, es un parámetro relacionado con la elasticidad de sustitución de tales bienes intermedios (tal elasticidad de sustitución constante se define como η = 1/(1-θ ), y θ es un número positivo menor que 1). QI se define como: Q I = i zi [20] 1 Como puede observarse, la oferta total del insumo genérico se distribuye en la producción de dos 14 tipos de bienes. Una parte se utiliza en la producción de bienes intermedios, y la parte restante se utiliza directamente en el producto final: X = X F + i xi = X F + X I Asumimos la siguiente estructura del mercado: (a) el producto final puede venderse en el mercado internacional a un precio fijo; (b) la producción del insumo genérico es plenamente competitiva, lo que garantiza la existencia de mercados competitivos para los factores de producción; y (c) el sector de bienes intermedios produce bajo condiciones de competencia monopolística. 3.2 Determinación de precios y del nivel de producción: Empezamos señalando que el valor añadido de la economía se distribuye, de acuerdo con la ecuación [19], en una proporción γ que remunera directamente al input genérico, y una proporción 1-γ que remunera los bienes intermedios diferenciados. En el sector de bienes intermedios existe un número m (variable y suficientemente grande) de empresas, cada una de las cuales produce un bien diferente. Cada empresa fijará un precio de monopolio por encima del coste marginal, de acuerdo con la siguiente condición de optimización: 1 1 Pi 1 + = [21] Sin embargo, como los bienes intermedios son sustitutos cercanos en la producción del bien final, la libre entrada de empresas en el sector terminará por igualar el precio de mercado (Pi) al coste medio de producción, eliminando las ganancias en el sector. Reemplazando, en la expresión [21], el precio por el coste medio de producción y la elasticidad de sustitución η, obtenemos una solución de equilibrio para cada empresa. Según esta condición la economía produce una cantidad fija de cada uno de los bienes intermedios disponibles. Esta cantidad se define por: zi = [22] 1 - En la producción de cada bien intermedio se utiliza una cantidad fija del insumo básico que (sustituyendo [22] en [18] y despejando), está dada por: xi = 1 - Como XI es la cantidad total del insumo básico que se utiliza para producir bienes intermedios, podemos concluir que el número de tales bienes diferenciados que produce la economía (m=XI/xi), está dado por: 15 m= X I 1 - [23] Introduciendo estos elementos podemos redefinir el índice agregado de bienes intermedios como: 1 Q I = X I [24] Donde φ es una constante relacionada con los parámetros del problema6. Dadas las características de la competencia monopolística, los beneficios del sector de bienes intermedios son iguales a cero, y todo el valor agregado de la economía se destina a remunerar al insumo genérico. En consecuencia, de acuerdo con la función de producción del bien final, podemos observar que una proporción γ del valor agregado se destina a remunerar el insumo genérico utilizado directamente en la fabricación del bienes final (XF), mientras que la parte restante (1-γ) se destina a remunerar el insumo genérico utilizado para la producción de los bienes intermedios (XI). Es decir: X F = X = T K L 1- [25] 1- X I = i xi = (1 - )X = (1 - )T K L [26] Utilizando las expresiones [19] y[24], podemos definir la función de producción de valor añadido de toda la economía como: 1- Y F = X F X I Lo que implica (reemplazando [25] y [26]), que la función de producción de valor añadido puede expresarse como7: Y F = A K L1- + 1- [27] Puede observarse que si aumenta la producción del insumo básico, la economía tendrá la posibilidad de producir una mayor variedad de bienes intermedios; esto conducirá a un aumento más que proporcional en la producción del bien final como consecuencia de los rendimientos crecientes de la función de producción de valor agregado. 6 Concretamente: 1 1 - = 7 -1 En la expresión [27], A es una constante relacionada con los parámetros del problema. Concretamente: 1- 1- A = T + (1 - ) 1- 16 Vale la pena insistir en dos aspectos importantes sobre los rendimientos crecientes de escala al nivel de la economía: (a) en primer lugar, aunque los rendimientos de escala se aplican a toda la economía, estos resultan de la interacción entre rendimientos de escala al nivel de la empresa y de cambios en el tamaño del mercado interno; (b) en segundo lugar, tales efectos de ampliación del mercado interno siguen siendo significativos aunque la economía esté muy integrada en el comercio internacional (incluso aunque la economía exporte el total de su producto final), ya que el tamaño de mercado que interesa es el de los bienes no comercializables. Por supuesto en esta economía podría exportarse el total del valor agregado y, a pesar de ello, los rendimientos crecientes de escala seguirán existiendo y siendo significativos. 3.3 Determinación de precios de los factores: Para completar la especificación del modelo, pasamos ahora a definir los precios de los factores productivos. Como hemos mencionado, las características de la competencia en el interior y el exterior de la economía garantizan que todo el valor agregado se destinará a la remuneración del insumo básico. En este sector, se remunera a los propietarios del capital y a los trabajadores en proporción a las elasticidades μ y 1 - μ. En consecuencia podemos definir los precios resultantes de los factores del siguiente modo: 1- -1 r = Y F = A K + K 1- (1- ) + L 1- [28] 1- -1 = (1 - ) Y F = (1 - ) A K + L(1- ) + L [29] Tales precios pueden representarse en un diagrama común a través de la frontera convencional de precios de los factores, cuya pendiente en cada punto es igual al simétrico de la intensidad de capital. Vale la pena advertir, que con la tecnología descrita, el aumento en la diversidad de bienes producidos por el país permite el pago de mayores remuneraciones a los factores productivos y, por lo tanto, desplaza hacia afuera la frontera de precios. Véase el Apéndice para un ejemplo de esta situación. 4. El Problema del crecimiento equilibrado en economías de desarrollo intermedio. Las ideas expuestas en el apartado anterior, nos permiten generalizar el problema del crecimiento equilibrado a economías abiertas. Como señala Paul Krugman (1993, p.31), una preocupación central de la teoría del desarrollo es el estudio de la transición económica desde el uso de tecnologías tradicionales, que se suponen con rendimientos constantes de escala, a la utilización masiva de tecnologías modernas, que se suponen con rendimientos crecientes de escala. 17 En los últimos años se han producido distintas aportaciones interesantes en la dirección mencionada. Dentro de ellos vale la pena mencionar como trabajos más relevantes: el estudio de Krugman (1991), sobre la estabilidad de patrones de especialización geográfica en modelos de dos regiones (en los que una de las regiones se especializa en la producción de bienes básicos con rendimientos constantes, y la otra región en la producción de bienes industriales con economías de escala). En segundo lugar, el trabajo de Andrés Rodríguez (1994), en el que se considera una economía que tiene abierta la posibilidad de especializarse completamente en la producción de uno de dos bienes comercializables que utilizan bienes intermedios con distintas intensidades. Finalmente, el trabajo de Dani Rodrick (1994), en el que la economía tiene la posibilidad de especializarse en la producción de bienes de alta tecnología (que requieren de factores específicos de producción y bienes intermedios no comercializables), o permanecer en la producción de bienes comercializables de baja tecnología, cuya producción requiere solamente capital y trabajo con rendimientos constantes de escala. Como se deduce de las referencias mencionadas arriba, el tema de la transición tecnológica es objeto de investigación reciente (los trabajos de Rodrik y Rodriguez son por ahora documentos de discusión) y no es abordable completamente en estas notas (entre otras cosas por que requiere de un conocimiento profundo de la nueva teoría del comercio internacional y de un elevado nivel de matemáticas). No obstante, los elementos que hemos desarrollado hasta ahora sí nos permiten hacer una presentación general del problema, así como de algunas de sus implicaciones más interesantes de política económica. Supongamos una economía pequeña y abierta que tiene la posibilidad de especializarse completamente en la producción de uno de dos bienes comercializables cuyos precios están determinados por el mercado internacional. En primer lugar, un bien, que denominaremos de baja tecnología, cuyo precio internacional es p, y cuya producción se realiza bajo rendimientos constantes de escala con la siguiente función de producción (en términos monetarios). 1- Y LT = p T K L [I] En segundo lugar, un bien, con precio internacional q, que se produce con rendimientos crecientes de escala de acuerdo con la configuración de la economía descrita en el apartado anterior: Y HT = q A K L1- + 1- [II] En la Figura 2 se representan las dos tecnologías mencionadas sobre un diagrama común de precios de los factores productivos. 18 Cada una de las fronteras de precio representa una situación de plena especialización. La frontera de precios correspondiente al bien final de baja tecnología está representada para el precio internacional correspondiente (p), y la frontera correspondiente al bien de alta tecnología se representa para el precio internacional (q), y suponiendo que la economía ocupa todo el capital y el trabajo disponible en la producción del insumo básico y, en consecuencia, produce el número máximo posible de bienes intermedios (m*). La pendiente en cada punto, de cada una de las fronteras, es igual al simétrico de la intensidad de capital (-k = K/L). La búsqueda de posibles equilibrios puede hacerse a partir de una dotación específica de factores (es decir de una intensidad de capital k)8. Existen tres situaciones posibles: (a) que la producción de baja tecnología sea el único equilibrio posible; (b) que la especialización en alta tecnología sea el único equilibrio posible; y (c) que existan múltiples equilibrios y surja el problema de coordinación planteado por la teoría del crecimiento equilibrado. El primer caso se ilustra en la propia Figura 2. Esta situación corresponde a una economía con una pobre dotación de factores (k es relativamente bajo) cuya única posibilidad de especialización está en la producción de bienes de baja tecnología. Aunque todos los agentes económicos fueran capaces de coordinarse adecuadamente para trasladar todos los recursos disponibles a la producción de bienes de alta tecnología, el resultado sería un nivel de remuneración de los factores productivos inferior al que se obtienen con la tecnología tradicional. En este caso la tecnología tradicional es estable y preferible en el sentido de Pareto. El segundo caso ocurre cuando la plena especialización en la alta tecnología es preferible, a la especialización en baja tecnología. Este caso se presenta en la Figura 3. En esta situación, una vez que todos los recursos disponibles se hayan trasladado a la producción de alta tecnología, la situación resultante será un equilibrio (ya que en la nueva situación no será posible explotar rentablemente la tecnología tradicional con los precios vigentes de los factores). Sin embargo, este hecho no significa que una economía que cuente con una adecuada dotación de factores terminará por industrializarse. Es decir, si partimos del punto A de la Figura 3, la economía no se trasladará espontáneamente a la situación descrita por el punto B. Para que esto ocurra es necesario que el mercado provea los incentivos adecuados; en caso contrario, como veremos a continuación, la economía tendrá abiertas las dos posibilidades de especialización. 8 Alternativamente, podría suponerse libre movilidad de capitales. En este caso, el tipo de interés internacional estaría determinado en el sistema financiero internacional y la intensidad de capital sería una variable endógena del modelo. El lector puede comprobar que en este caso los resultados del análisis serán cualitativamente idénticos a los que se presentan en el texto. 19 Para estudiar el problema de coordinación implícito en la transición desde la tecnología tradicional a la tecnología moderna, definamos m´ como el número máximo de empresas productoras de bienes intermedios que pueden coordinar sus inversiones (lo normal en una economía de mercado es suponer que m´ es igual a 1). Si la inversión de tales m´ empresas es competitiva con los precios iniciales de los factores (como se muestra en la Figura 4), la especialización en la alta tecnología será el único equilibrio posible. El número reducido de empresas líderes en la implantación de la alta tecnología, hará aun más rentable la instalación de sus seguidores y paulatinamente disminuirán los recursos actualmente ocupados en la producción tradicional; este proceso de reasignación de factores continuará de un modo natural hasta que la economía termine por especializarse completamente en la producción de bienes de alta tecnología. El resultado será un proceso gradual, pero sostenido, de diversificación de la economía que terminará con la desaparición de las formas anteriores de producción. 20 Cabe, sin embargo, la posibilidad de que aquellos empresarios líderes que pueden coordinar espontáneamente sus inversiones no encuentren rentable iniciar la producción de alta tecnología con los precios actuales de los factores. Esta situación se representa en la Figura 5. En la situación actual, representada por el punto A, el statu quo es un equilibrio no cooperativo de Nash, ya que el salario y el tipo de interés vigentes impiden la adopción de la alta tecnología, aunque la plena especialización en tal tecnología es Pareto preferible. Esto es, en la economía se presenta el problema del crecimiento equilibrado según el cual los incentivos que ofrece el mercado favorecen el mantenimiento de un equilibrio de bajo nivel. 21 Como el problema planteado es un problema de coordinación, cabe la posibilidad de distintas políticas gubernamentales que hagan compatibles las decisiones individuales con la mejor situación posible desde el punto de vista de toda la economía. Una primera alternativa de solución consiste en diseñar algún tipo de institución pública que resuelva el problema. Entre los mecanismos institucionales de coordinación que podrían contemplarse se encuentra la creación de un consejo mixto de inversiones (como sugería Rosestein-Rodan) que se encargase de garantizar la inversión simultánea en un número significativo de empresas. Otra posibilidad consiste en utilizar el presupuesto público de inversiones para crear excesos deliberados de oferta en la producción de bienes intermedios de tal manera que se produzca, en palabras de Albert Hirschman, la "tensión creativa" necesaria para iniciar el proceso de transición. Otra alternativa, más fácil de formalizar en nuestro modelo básico, consiste en intervenir sobre los precios de los factores productivos con el objetivo de desestabilizar la producción de bienes de baja tecnología y crear de ese modo las condiciones necesarias para iniciar la transición tecnológica. A continuación nos concentramos en el análisis de esta posibilidad. Una forma de ver el problema planteado consiste en observar el punto A de la Figura 5 como una situación en que la economía cuenta con una elevada dotación de trabajadores en relación con el stock 22 disponible de capital (de tal manera que los salarios resultantes son demasiado bajos). Esto sugiere, en primer lugar, una política de subsidios a la inversión con miras a aumentar la intensidad de capital. Como el modelo es estático, la fuente natural de tales incrementos del stock de capital es el ahorro externo. Supongamos, por ejemplo, que el gobierno anuncia un esquema de subsidios a la inversión suficiente para garantizar a los inversores extranjeros una tasa de retorno superior a la actual (presumiblemente igual al tipo de interés internacional). Esto ocasionaría un desplazamiento a lo largo de la frontera de precios de la baja tecnología, en dirección del punto C, aumentando la dotación de capital por trabajador y elevando el tipo de salario de equilibrio. Una vez que el tipo de salario alcance ω1, se habrá conseguido el Big Push y la economía estará lista para iniciar el proceso de transición tecnológica; en ese momento, los m´ empresarios que son capaces de coordinarse espontáneamente iniciarán el proceso de transición tecnológica. El mismo resultado anterior se podría obtener si el gobierno interviene modificando directamente el tipo de salario. Supongamos que el gobierno decreta un salario mínimo de ω1. El impacto inmediato de tal medida será la reducción del tipo de interés, hasta R1, y la aparición del desempleo (ambos fenómenos están además asociados al aumento de la intensidad de capital en la producción de bienes de baja tecnología). Con los nuevos precios de los factores (ω1 y R1), resulta rentable iniciar las inversiones en la alta tecnología; el sector de baja tecnología pierde su estabilidad, de modo que la economía puede iniciar su camino hacia el equilibrio más deseable. En palabras de Rodrick (1984, p.14) "la razón por la que una política de salarios elevados puede funcionar como mecanismo para desestabilizar el sector de baja tecnología, está en que tal sector es relativamente intensivo en trabajo. Un aumento de los salarios lesiona más gravemente al sector de baja tecnología y desplaza recursos a otros sectores cuyos costes laborales sean menos importantes". El reverso del argumento, que también puede observarse fácilmente en la Figura 5, es que una política de salarios bajos impide el establecimiento de un sector viable de alta tecnología haciendo más atractiva la inversión en bienes tradicionales; es decir, cuando se presenta el problema del crecimiento equilibrado, los bajos salarios pueden perjudicar la transición tecnológica y favorecer que la economía permanezca atrapada en la situación de equilibrio de bajo nivel. Vale la pena terminar con dos notas de precaución, más importantes aun dado el carácter preliminar de los resultados obtenidos en esta última parte de la exposición. La primera, la podemos enunciar en palabras del propio Dany Rodrick (1994, p.27), en los siguientes términos: "una demostración teórica no equivale a un consejo de política económica.... en ausencia de tal demostración, la intervención del gobierno para promover la diversificación industrial debe considerarse una estrategia arriesgada". La segunda, en palabras de Paul Krugman (1993, p.32) "una revisión de los últimos desarrollos intelectuales de la teoría económica puede servir como precaución contra los intentos de llevar demasiado lejos la 23 ortodoxia del libre mercado. Dada la tendencia manifiesta de muchos países subdesarrollados a involucrarse en formas irracionales de intervención, tiene sentido que el Banco Mundial y otras instituciones multilaterales promuevan con fuerza políticas liberales. Sin embargo, debemos tener siempre presente que no es cierto que la teoría económica "demuestre" que el libre mercado es siempre la mejor estrategia: hay argumentos muy sólidos para que algunos gobiernos intervengan en la promoción del sector industrial". 24 Referencias Ethier, W. (1982). National and international returns to scale in the modern theory of international trade. American Economic Review. 72:389-405. Fleming, J.M. (1955). External economies and the doctrine of balanced growth. Economic Journal. 65:241-256. Grossman, G.M. y Helpman, E. (1991) Innovation and Growth in the Global Economy. MIT Press. Helpman, E. y Krugman, P. (1985) Market Structure and Foreign Trade. MIT Press. Krugman, P. (1991) Geography and Trade. MIT Press. Krugman, P. (1993) Toward a counter-counter revolution in development theory. Procedings of the World Bank Annual Conference on Development Economics 1992: 15-38. Lewis, A. (1954) Economic development with unlimited supply of labor. 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(1989) Balanced growth. en Eatwell, J.; Milgate,M y Newman,P. (ed) The New Palgrave: A Dictionary of Economics. Macmillan. Apéndice: El propósito de este apéndice es ilustrar las propiedades de la tecnología descrita en la segunda sección del trabajo; lo que podemos hacer mediante un ejercicio simple de estática comparativa en el que utilicemos la frontera de precio de los factores descrita por las ecuaciones [28] y [29]. El ejercicio que pretendemos desarrollar se encuentra en Krugman y Brezis (1993) donde se puede consultar un desarrollo analítico más completo. Supongamos que la economía está plenamente integrada en los mercados financieros internacionales y que, 25 tratándose de una economía pequeña, los flujos de capital se estabilizan al tipo de interés internacional (r*). En consecuencia, la intensidad de capital de la economía (k=K/L) es endógena y la situación inicial de equilibrio se puede representar por el punto A de la figura 1.A.. El salario inicial es wo. Supongamos que, por alguna razón exógena, se produce la inmigración de un cierto número significativo de trabajadores que se incorporan inmediatamente al mercado de trabajo y analicemos los efectos que esto tendrá sobre la economía. Evidentemente, en el más corto plazo, el efecto de la inmigración se traducirá en una disminución del tipo de salario como resultado de una disminución de la cantidad de capital por trabajador, y esto hará aumentar la tasa de rentabilidad del capital. Estos cambios se representan fácilmente por el traslado sobre la frontera de precios de los factores desde el punto A hasta el punto B. Sin embargo, la cuestión importante consiste en saber lo que ocurrirá en el largo plazo. Precisamente en la respuesta a esta pregunta es en la que entran en juego las economías de escala en la producción de bienes no comercializables. Para contar con un caso estándar de referencia, supongamos que no existen tales rendimientos de escala (es decir que γ es igual a cero y θ es igual a 1), y que la tecnología puede representarse a través de una función de producción estándar de Cobb Douglas (Y´ = AKμL1-μ). Es evidente que, en este caso, la reducción de los salarios reales sólo es un efecto de corto plazo; el ingreso de ahorro externo servirá para aumentar la dotación de capital por trabajador y, una vez que se estabilicen los flujos de capital, se restablecerá el tipo de salario anterior y la economía retornrá al nivel inicial de renta percápita (es decir al punto A de la Figura A.1). En conclusión, aunque durante el período de ajuste la inmigración ocasiona efectos negativos sobre los salarios y la renta per-cápita, de no existir economías de escala los efectos de largo plazo de la inmigración son irrelevantes. La situación será muy distinta si la economía presenta rendimientos de escala en la producción de bienes no comercializables (como vimos en la sección 3). La mayor disponibilidad de trabajadores y el flujo de capital que esto ocasiona, conduce a un aumento en la escala de producción de los insumos no comercializables, aumentando la variedad de bienes intermedios de la economía y mejorando las posibilidades de remuneración de todos los factores productivos. Este efecto se traduce en un desplazamiento hacia afuera de la frontera de precio de los factores; en la nueva situación, el tipo de interés recuperará su nivel de equilibrio y los salarios reales serán más elevados que en la situación de partida. Cuando la economía recupere su situación de equilibrio de largo plazo, el stock de capital habrá aumentado más que proporcionalmente con respecto al aumento inicial de la fuerza de trabajo, con lo que la inmigración habrá producido efectos significativos y permanentes sobre el nivel de bienestar del país (a pesar de los efectos negativos que se producen en el corto plazo). Obsérvese también que la mejora en el bienestar se produce sin ningún cambio en la tecnología. 26