3. Reglas, procedimientos y dinámica de las - siare

Anuncio
“Análisis comparado de las relaciones laborales en la administración pública latinoamericana”. CLAD, 2002
Costa Rica
Estudio elaborado por José Alberto Bonifacio y Graciela Falivene, por encargo del BID
3. Reglas, procedimientos y dinámica de las relaciones laborales y condiciones de empleo
3.2 Características y tendencias: consulta y negociación
Aspectos generales
La negociación colectiva es reconocida en la legislación laboral, y fue un instrumento ampliamente utilizado en
las instituciones autónomas del sector público, excluyendo el gobierno central donde impera la Ley del Servicio
Civil. Pero la Ley General de la Administración Pública N° 6227 de 1979 sujeta las relaciones laborales del
sector público al derecho administrativo, a partir de lo cual no se pueden realizar negociaciones colectivas en el
sector estatal, permitiéndose en todo caso la actualización o conservación de las convenciones firmadas con
anterioridad. 1 En esta situación se encuentra la CCSS, cuya convención se mantiene y actualiza
periódicamente, pero sujeta a regulaciones que anualmente emite la Autoridad Presupuestaria creada en 1982.
La ley considera servidor público a la persona que presta servicios a la Administración o a nombre y por cuenta
de ésta, como parte de su organización, en virtud de un acto válido y eficaz de investidura, con entera
independencia del carácter imperativo, representativo, remunerado, permanente o público de la actividad
respectiva. Por el artículo 112 establece que el derecho administrativo será aplicable a las relaciones de servicio
entre la Administración y sus servidores públicos.
No se consideran servidores públicos los empleados de empresas o servicios económicos del Estado
encargados de gestiones sometidas al derecho común, que se rigen por el derecho laboral o mercantil, según
los casos.
De allí se establece que el servidor público deberá desempeñar sus funciones de modo que satisfagan
primordialmente el interés público, el cual es considerado como la expresión de los intereses individuales
coincidentes de los administrados, y que prevalece sobre el interés de la Administración Pública cuando pueda
estar en conflicto, teniendo en cuenta, en primer lugar, los valores de seguridad jurídica y justicia para la
comunidad y el individuo, a los que no puede en ningún caso anteponerse la mera conveniencia. Así, el servidor
público es considerado un servidor de los administrados, en general, y en particular de cada individuo o
administrado que con él se relacione en virtud de la función que desempeña; cada administrado se considera en
el caso individual como representante de la colectividad de la cual el funcionario depende y por cuyos intereses
debe velar.
Los gremios, en particular los grupos profesionales, optaban por el conflicto colectivo o la negociación de facto,
recurriendo a los tribunales del trabajo para obtener “laudos arbitrales” con los cuales lograron mejoras
salariales (no fue el caso en educación y salud), pero en 1992 la Sala Constitucional declaró inconstitucional
este recurso. A fin de restablecer derechos a la negociación y arbitraje de sus conflictos colectivos, se ha
propuesto una nueva “Ley de Empleo Público” que sustituya el Estatuto del Servicio Civil, pero ésta no ha
prosperado.
Según Bronstein (1997), la creación de comisiones nacionales tripartitas en Costa Rica, podrían contribuir a
crear un mayor clima de consenso y de negociación, destacando que la credibilidad de estas instituciones
depende del protagonismo que el Estado acepte acordarles.
1
Según Blanco Vado, “Si hasta 1979 la orientación de nuestra jurisprudencia había sido la de que el Estado podía negociar
con los sindicatos los instrumentos convencionales, aunque no se encontraba obligado a ello, la nueva legislación,
interpretada en sentido desfavorable a los intereses laborales, estableció que a partir de entonces era real la imposibilidad
de suscribir nuevas Convenciones Colectivas de Trabajo en la administración pública costarricense.” A partir de entonces se
emiten las denominadas directrices en materia de negociación, según las cuales solamente resulta posible actualizar los
instrumentos suscritos antes de la entrada en vigencia de la Ley General de Administración Pública, deslindándose dos
grandes ámbitos: de un lado, aquellos sectores y organizaciones sindicales que habían negociado sus instrumentos antes
del 26 de abril de 1979, fecha de vigencia de la LGAP, y por el otro todos aquellos sectores y organizaciones que no lo
tenían, y que fueron excluidos de tal posibilidad. La suscripción de las negociaciones queda circunscripta al sector
descentralizado y empresas estatales. Mario A. Blanco Vado, “La negociación colectiva de facto en la administración pública
costarricense”, en Debate Laboral: Revista Americana e Italiana de Derecho del Trabajo, Año III, No. 6, Editada por Iscos
Cisl - Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, San José, 1990.
19
“Análisis comparado de las relaciones laborales en la administración pública latinoamericana”. CLAD, 2002
Costa Rica
Estudio elaborado por José Alberto Bonifacio y Graciela Falivene, por encargo del BID
M. Castro explica que en 1992, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional
la utilización en el sector público del proceso arbitral regulado en el Código de Trabajo, lo que lleva a suscribir el
Pronunciamiento conjunto del Poder Ejecutivo y de las Organizaciones Sindicales y Gremiales, acuerdo de 22
de octubre de 1992, en el cual el Gobierno se compromete a regular la negociación colectiva, los
procedimientos de solución de conflictos colectivos y la huelga en el sector público por medio de una Ley de
Empleo Público. Hasta que la ley se promulgara, se produjo de forma transitoria el Reglamento de Negociación
Colectiva de los Servidores Públicos. En su apreciación, como los acuerdos del año 1992 y los sucesivos
acuerdos del año 1998 y 1999 nunca fueron cumplidos por el Gobierno, la Ley de Empleo Público no fue
promulgada y por lo tanto, el reglamento de transición antes citado ha permanecido vigente, con el “problema
de que ese mecanismo viola los principios elementales de negociación colectiva”. 2
Como fuera expuesto, más allá de la no suscripción del convenio 151 y 154 de la OIT, hay permanentes y
variadas instancias de negociación institucionalizada.
Durante la administración del Presidente Calderón (1990-1994), una misión de la OIT visitó el país y constató
violaciones a los derechos laborales, posteriormente la Asamblea Legislativa promulgó la ley 7360 que reformó
el Código de Trabajo en cuanto a la inclusión del fuero sindical. La Sala Constitucional redactó además la
sentencia 5000-93, en la que ordena respetar la libertad sindical.
La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), junto con otras organizaciones sindicales,
denunció al Gobierno costarricense ante el Departamento de Comercio de los Estados Unidos y la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), aduciendo que el país carece de las condiciones para efectuar negociaciones
colectivas tanto en el sector público como en el privado. Ya en 1993 se presentó una denuncia similar cuyo
trámite fue suspendido por los sindicatos luego de que el Gobierno impulsara la ley que estableció el fuero
sindical en el Código de Trabajo.
Pero en mayo y agosto de 2000, la Sala Constitucional limitó, en dos fallos separados, las convenciones
colectivas en el sector público. En el primero, declaró inconstitucionales las convenciones de 50 de las 81
municipalidades, por lo cual cada Concejo debe definir con sus empleados quiénes realizan o no gestión
pública. Esto por cuanto quedan fuera de negociación los empleados que dicten actos administrativos que
supriman o modifiquen derechos de los demás funcionarios.
El fallo de la Sala IV podría llevar a la Defensoría de los Habitantes, la Contraloría o la Procuraduría a solicitar la
declaratoria de inconstitucionalidad de otros beneficios incluidos en diferentes convenciones del sector público.
ANEP sostiene que "el camino nacional (de negociación) quedó cerrado, lo que procede es el escenario
internacional". La demanda intenta acogerse a las cláusulas sociales del Sistema General de Preferencias y de
la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), del que Costa Rica forma parte, que obligan al país a mantener
condiciones laborales como la negociación colectiva.
La Defensoría de los Habitantes impulsó uno de los recursos que falló la Sala IV, que sostiene que no se
cuestionan las convenciones pues son un derecho, sino que se combaten las cláusulas abusivas. 3
Desde la perspectiva gremial se considera que en Costa Rica se da un entrevero jurídico en materia laboral,
donde el Código del Trabajo garantiza la negociación colectiva para los trabajadores, la Constitución Política
refuerza el derecho de negociación colectiva y le da rango constitucional a las convenciones colectivas de
trabajo, pero en el caso del sector público los remite a un Estatuto de Servicio Civil que regula las relaciones
entre el Estado y sus servidores. A lo largo del tiempo el estatuto quedó solamente en el gobierno central,
mientras que en algunas empresas públicas se desarrolla la negociación colectiva conforme al Código del
Trabajo. Así, se aprecia que en la Administración Pública costarricense existe un caos en materia de relaciones
laborales y negociación colectiva, y en el caso del sector municipal se ha llegado al extremo en el que la gente
vive en un vaivén jurídico (“un día hay negociación colectiva y al otro día no”). 4
En la visión de la dirigencia sindical, la ley de 1978 que refuerza la prohibición de la negociación colectiva en la
Administración Pública, para no crear un problema político y conflictos sociales, llevó al gobierno a establecer
2
Castro, Mauricio. “Violación de disposiciones laborales por
http://www.aseprola.org/documentos/. Castro es asesor legal de la ANEP.
3
Villalobos, Carlos A. La Nación (Costa Rica), Martes 23 de enero de 2001.
4
Entrevista a Albino Vargas, citada.
20
el
gobierno
de
Costa
Rica”,
en
“Análisis comparado de las relaciones laborales en la administración pública latinoamericana”. CLAD, 2002
Costa Rica
Estudio elaborado por José Alberto Bonifacio y Graciela Falivene, por encargo del BID
que las convenciones colectivas de trabajo en el sector público hasta ese momento vigentes seguirían
existiendo. 5 Así, a mediados de los 80 hubo un boom de negociación colectiva en los sectores hasta ese
momento excluidos a través de la figura del Código del Trabajo, y con ella algunos sectores tradicionalmente
descubiertos de negociación colectiva, tuvieron acceso a la misma a través del sistema judicial, por un pliego
petitorio presentado al juez de trabajo, quien sentenciaba. Se conoció como “el boom de los laudos”, que sin
embargo se detuvo abruptamente en 1992 cuando la Sala Constitucional se pronunció contra la negociación
colectiva en la Administración Pública, no correspondiendo aplicar la figura del conflicto colectivo de carácter
económico y social, aunque los derechos adquiridos de buena fe en función de los laudos se mantienen para no
generar problemas. En 1999 se produce otro fallo constitucional sobre la negociación colectiva bastante
polémico y confuso: puede haber negociación colectiva en aquellos sectores del Estado cuya actividad sean
servicios económicos que también pueden ser desempeñados por particulares. 6
En síntesis, el tema de la negociación colectiva en el sector público es materia de controversia entre el gobierno
y los sindicatos desde hace décadas, y la disputa se extiende entre los tratadistas y los tribunales. El hecho
cierto de su habilitación temprana ha generado derechos que permiten la subsistencia de acuerdos realizados y
lo que se dio en llamar la “negociación colectiva de facto”, pero el carácter más terminante de las
interpretaciones hechas por los últimos fallos judiciales, así como ciertas facultades de interpretación por parte
de la administración, más la presión sindical y el peso de las recomendaciones de la OIT, mantienen abierto el
debate.
Educación
En el sector educación existe la práctica de negociar acuerdos entre organizaciones magisteriales y el Ministerio
de Educación Pública (MEP). 7 Es el caso de las negociaciones realizadas en junio de 2001 donde las primeras,
agrupadas en el “Magisterio en Acción”, someten al gobierno planteamientos que incluyen temas laborales,
salariales, de calidad de la educación y aspectos académicos, sobre la promoción de la igualdad en la
educación, legislación, presupuesto y pensiones. Así, dentro de estos capítulos principales, se incluyen
procedimientos sobre concursos y publicidad de los actos, redefinición de políticas salariales para puestos
específicos y por condiciones de trabajo, reclasificación de puestos, incremento de incentivos.
Naturalmente ello no significa la aceptación de los planteos gremiales por el gobierno, como es el caso del
requerimiento de incorporar al salario base el incentivo mensual otorgado por la ampliación del curso lectivo,
que al no considerarlo procedente, consolida el acuerdo oportunamente tomado por la Comisión Negociadora
de Salarios del Sector Público con el Ministerio de Trabajo. Eduardo Rojas Carranza (ANDE), reivindica que el
convenio firmado para presentar al ministro, con 49 puntos, obtiene respuesta positiva en 47, y que el conjunto
de planteos hace al mejoramiento de la calidad de la educación. 8
Dentro de esta modalidad de trabajo, también se acuerda la constitución de comisiones bipartitas de trabajo,
como es el caso de la encargada de analizar los contenidos del Convenio Centroamericano sobre Unificación
Básica de la Educación. Aspectos tan importantes como la implementación de la universalización de la
educación preescolar, o la evaluación de proyectos financiados por organismos internacionales, forman parte de
la agenda.
5
Esas convenciones se quedaron en las empresas públicas del Estado: en la refinadora del Estado, en dos de los bancos
estatales, en los puertos, en la compañía de luz y fuerza, en el ámbito municipal y en otras instituciones menores. El grueso
de la Administración Pública quedó exento de negociación colectiva: maestros, administración central, sector salud y otros.
Entrevista a Albino Vargas, citada.
6
“En estos casos se debe excluir la administración de cada institución, salvo que el juez de trabajo diga que “aquí en la
refinadora hay negociación colectiva” solamente que en la refinadora la administración debe decir cuál es el estamento de
funcionarios que queda afuera, cuáles son los que participan directamente de la gestión pública, definir la patronal. El
problema es que creíamos que eso estaba resuelto pero la Abogacía del Estado (Procuraduría General de la República)
dice que está bien ese fallo pero que no cubre a los municipios. Los municipios quedan fuera de toda forma de negociación
colectiva siendo que han sido los que históricamente han tenido la negociación colectiva más vieja del país. Se está
preparando una huelga (programada para enero) para defender los derechos sindicales y de negociación colectiva en el
sector municipal.” Entrevista a Albino Vargas, citada.
7
Véase Ministerio de Educación Pública, Magisterio en Acción en www.apse.or.cr
8
Entrevista a Eduardo Rojas Carranza, Presidente Asociación Nacional de Educadores (ANDE), noviembre de 2001.
21
“Análisis comparado de las relaciones laborales en la administración pública latinoamericana”. CLAD, 2002
Costa Rica
Estudio elaborado por José Alberto Bonifacio y Graciela Falivene, por encargo del BID
Aspectos que pueden asociarse a cuestiones laborales en sentido estricto, se incluyen en acuerdos de
elaboración de un Código de Salud Ocupacional del MEP; la solicitud de garantías de respeto a los derechos
laborales contenidos en los convenios 87, 98 y 135 de la OIT, la Constitución Política y el Código del Trabajo,
que la representación del gobierno da por plenamente ratificados. En materia presupuestaria, los gremios
plantean la aplicación correcta del 6% del PIB a infraestructura y equipamiento, para lo que el MEP se
compromete a garantizar la no subejecución de estos recursos en acción coordinada con el Ministerio de
Hacienda. Todos estos acuerdos son materia de seguimiento y control de parte de una Comisión bipartita
conformada por los Presidentes y Secretarios Generales de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), la
Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), la Asociación Nacional de Directores de Enseñanza
Media (ADEM), el Sindicato de Asistentes de Dirección de Enseñanza Media (SADEM), el Sindicato Nacional de
Conserjes (SINAC) y el Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) y los Viceministros y el
Oficial Mayor del Ministerio de Educación Pública.
Estos acuerdos sucedieron a una serie de reclamos del magisterio, donde estaba en disputa el calendario
escolar que afectaba derechos adquiridos en materia de permisos sindicales y conquistas económicas,
relacionadas con el incentivo, y todos estos relacionados, a su vez, con la “política de los 200 días”, cuestionada
en tanto se la presenta como suficiente para mejorar la calidad de la educación. En el caso de APSE, a los
postulados a ser defendidos resultaron de sucesivas asambleas de Presidentes de Base como mecanismo de
consulta.
Salud
Cabe destacar que, en el proceso de modernización del sistema de salud, mediante la incorporación de los
contratos de gestión, se fortaleció la capacidad de conducción de las gerencias en las cuales se firman los
acuerdos facilitando la gestión de estructuras conformadas por pares profesionales. Con los compromisos se
dispone de una herramienta válida para rendir cuentas por resultados. En el Servicio Civil también se está
comenzando con una experiencia piloto de compromisos de gestión que concomitantemente lleva a revisar el
sistema de evaluación.
22
Descargar