PROTOCOLIZACION ¡jI., .-v:::.. Jf'lU : 11Q :j~ ~~ ,'r(!J'''¡;r./~ I r ¡ Resolución PER Nro. ).6/ /lO.-SUPERINTENDENCIA Buenos Aires,.3 \de marzo de 2010. VISTO: El expediente P. 7836/2009, caratulado "Procuración General de la Nación si TUPPO, Hernán Alberto -secretario de la Fiscalía de Distrito de Saavedra- si denuncia publicada en su contra en distintos medios gráficos de comunicación", a fin de resolver la situación administrativa del doctor HERNÁN ALBERTO TUPPO, D.N.!. 18.262.092, argentino, casado, abogado, nacido el 7 de febrero de 1967 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, secretario de fiscalía de primera instancia, con funciones en la Fiscalía del Distrito SaavedraNúñez sito, en su anexo de la calle Lavalle 1638, 2do. piso, Ciudad de Buenos Aires, de las demás condiciones obrantes en su legajo personal del Ministerio Público Fiscal de la Nación que corre por cuerda, en orden a los hechos que le fueran imputados en ese legajo, y CONSIDERANDO: I Que las actuaciones indicadas en el Visto se iniciaron a través de la Secretaría Disciplinaria, Técnica y de Recursos Humanos de la Procuración General de la Nación, tras haber tomado conocimiento, por medio de diversos periódicos de distribución masiva, que, Hemán Tuppo -identificado en las publicaciones como "fiscal" y como "secretario de la Fiscalía de Saavedra y ex juez de Santiago del Estero entre mayo de 2004 y marzo de 2005"-, el pasado 4 de septiembre concursaba para ocupar el cargo de juez de Tribunal Oral en lo 1 Criminal Federal de Paraná, y había sido descubierto teniendo en su poder copias de los exámenes, antes del inicio de la evaluación. En ese marco se constató que en la denuncia publicada se estaría haciendo referencia al agente Hemán Alberto Tuppo, quien se desempeña como secretario de la Fiscalía de Distrito de Saavedra-Núñez y se certificó que en el Juzgado Federal Nro. 1 de Paraná -en lo Criminal y Electoral-, provincia de Entre Ríos, se iniciaron las actuaciones Nro. 12.414, caratuladas "Cabral, Luis María si su denuncia", cuyo objeto es la investigación de los sucesos acaecidos en el marco del concurso de oposición para cubrir el cargo de Juez del Tribunal Oral Federal de esa jurisdicción. Asimismo se constató que en la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación se había tomado conocimiento de un pedido de sumario efectuado por el señor presidente de dicho órgano y de un pedido de investigación formulado por los señores integrantes del jurado del concurso de referencia, doctores Morín, Costa y Tedesco y, en virtud de ello, se habían iniciado las correspondientes actuaciones administrativas (confr. fs. 8 y 13/22). Que, teniendo en cuenta el tenor de las circunstancias ventiladas en las versiones periodísticas y en la medida que la conducta que se había hecho pública podía constituir una trasgresión al deber de todo el personal del Ministerio Público Fiscal de la Nación de observar una conducta irreprochable (artículo 31 del Régimen Básico de los Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación -Resolución PGN Nro. 2/06-), se dispuso la iniciación de un sumario en el marco de lo previsto en el artículo 30 del Reglamento Disciplinario para Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación Resolución PGN Nro. 52/08- (confr. Res. PER Nro. 926/09). II Que recibidas que fueron las actuaciones por parte del doctor Javier De Luca, Fiscal General designado instructor sumariante, éste ordenó la realización de distintas medidas de prueba. Así, se agregaron recortes periodísticos que dan cuenta de los sucesos que fueran génesis de las actuaciones (confr. fs. 43/6); se 2 dejó constancia de los llamados telefónicos efectuados por el doctor Hemán Tuppo al despacho del doctor De Luca (confr. fs. 47 y 58); se requirió al señor Presidente del Consejo de la Magistratura la elaboración de un informe relativo a distintas circunstancias del concurso de oposición de referencia, a las actuaciones posteriores originadas en los sucesos denunciados, a los mecanismos de evaluación de los postulantes y a los procesos de selección de los casos utilizados en las pruebas de oposición (confr. fs. 48/9); se solicitó al Fiscal Federal de Paraná la remisión de copias de la citada causa 12.414 y de la documentación secuestrada (confr. fs. 50); se solicitó un informe al doctor José María Campagnoli, titular de la Fiscalía de Distrito Saavedra-Núñez en orden a la situación laboral del doctor Tuppo, el lugar físico donde se desempeñaba, los instrumentos informáticos que utilizaba, su inscripción a concursos, la última vez que se hizo presente en la oficina y acerca de si consideraba necesaria la adopción de alguna de las medidas preventivas dispuestas en el artículo 24 del Reglamento Disciplinario (confr. fs. 59/vta.); se pidió al doctor Mario Gustavo Costa -jurado del concurso de referencia- información relativa a la prueba de oposición, a la creación, selección, almacenamiento, formato y envío de los casos para el concurso (confr. fs. 60/vta); se agregó una copia del Reglamento de Concursos Públicos de oposición y antecedentes para la designación de magistrados del Poder Judicial de la Nación (confr. fs. 61/5); se recibió el legajo personal del doctor Tuppo obrante en la Procuración General de la Nación (con fr. fs. 67); se solicitó ampliación de informe al doctor Campagnoli (confr. fs. 68, 97); se recibió la respuesta (confr. fs. 70/1); se solicitó al Departamento de Informática y Comunicaciones de la Procuración General que se determinara si el agente Tuppo había tenido acceso a la computadora ubicada en su despacho o a la de alguno de sus compañeros entre los días 4 y 7 de septiembre de 2009 (confr. fs. 91); se agregó el informe de la Secretaria ad hoc doctora María Romina Del Buono del que se desprende el allanamiento realizado en la oficina que utilizara el doctor Tuppo (confr. fs. 96); se recibióel informe del Prosecretario Letrado a cargo de la Secretaría de la comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del l¡ Consejo de la Magistratura, doctor Claudio Martucci, con el relato de los hechos, 3 la descripción del proceso de selección de candidatos a magistrados reglamento de concursos públicos de oposición y antecedentes y el para la designación de magistrados (confr. fs. 981110); se agregaron copias certificadas del expediente Nro. 63/2009 del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, caratulado "Concurso N° 245. Tribunal Oral en lo Criminal de Paraná - Provincia de entre Ríos" (confr. fs. 111/264); se agregaron copias del expediente 12.414 del Juzgado Federal de Paraná, caratulado "Cabral, Luis María si denuncia" (confr. fs. 266/303); se recibió el informe elaborado por el doctor Mario Gustavo Costa junto con la documental aportada para acreditar el intercambio por correo electrónico producido en relación al concurso Nro. 245 (confr. fs. 304/6 y 307/64vta.); se agregó la Resolución Nro. 392/09 del Plenario del Consejo de la Magistratura por la cual se excluyó al doctor Tuppo de todos los procesos de selección en los que se encontraba participando incluido el Nro. 245 (confr. fs. 367/9); se solicitó al señor Fiscal Federal de Paraná, doctor Mario Silva, que remita copia de la documentación secuestrada al doctor Tuppo en el marco de la prueba de oposición del concurso Nro. 245 y de lo actuado con posterioridad a la compulsa del expediente (confr. fs. 375); se agregó el informe del Director General de Informática y Comunicaciones de la Procuración General de la Nación, Ingeniero Rubén Jorge Fusario, en el que se expresa que el usuario "htuppo" se logueó desde la PC ubicada en la oficina de Lavalle 1638 a las 3:03 pm del sábado 5 de septiembre de 2009 (confr. fs. 379/80); se recibió el legajo 1187 de los concursos en los que participó el doctor Tuppo ante el Consejo de la Magistratura (confr. fs. 381); se incorporó un nuevo informe del Prosecretario Letrado a cargo de la Secretaría de la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura, doctor Claudia Martucci (confr. fs. 383/vta. y la documentación acompañada a fs. 384/406 relativa al concurso Nro. 237); se agregó el informe elaborado por el doctor Sebastián Gallino, titular del Juzgado de Instrucción de Nogoyá, provincia de Entre Ríos, quien también participó del concurso Nro. 237 (confr. fs. 409110 y 490/4); se incorporó el oficio del doctor Mario Osvaldo Silva, Fiscal Federal de Paraná, en el que informa sobre el proceso judicial iniciado con motivo de los hechos objeto de este sumario 4 (confr. fs. 41116) y se agregó el informe del doctor Luis María Cabral, miembro del Consejo de la Magistratura (confr. fs. 42112). Que, asimismo, el instructor citó al doctor Hemán Tuppo a efectos de que ejerciera su derecho de defensa en el marco de la audiencia prevista por el artículo 32 del Reglamento Disciplinario, oportunidad en la que hizo uso de su derecho a negarse a declarar luego de que se le hiciera saber el hecho que se le imputaba y las pruebas incorporadas hasta ese momento (confr. fs. 423/vta.). También se le corrió vista de las actuaciones al sumariado, quien las compulsó y obtuvo copias de las partes que seleccionó (confr. fs. 424 y 427). Que cabe indicar que en esa instancia el doctor De Luca imputó al doctor Tuppo "el haber obtenido en forma ilegítima y con anterioridad a las fechas de las pruebas de oposición, los casos de exámenes de los concursos organizados por el Consejo de la Magistratura para cubrir las vacantes de jueces federales fueron ante la justicia federal de Paraná y Concepción del Uruguay, que tomados entre el 2 y 4 de septiembre permanecer secretos" (confr. fs. 423). de 2009, los cuales debían Apuntó el sumarianteque "las imputaciones surgen del hecho de haberse descubierto en su poder los casos de exámenes, en el último de los exámenes previstos de ese grupo, el 4 de septiembre, en la Escuela de Comercio N° 1de la ciudad de Paran á, cuando la autoridad del Concurso -el Dr. Luis Cabal, consejero de la Magistratura- a modo de iniciación formal participantes del acto, se encontraba leyendo en voz alta a los el caso que acabada de ser desinsaculado y extraído del sobre cerrado correspondiente, oportunidad en la que fue observado por otros concursantes que Ud. tenía en su poder el mismo caso que se estaba leyendo. Además, porque con posterioridad, como consecuencia de la requisa dispuesta por el juez federal, le fueron encontrados los otros casos de esa prueba de oposición y algún otro de los concursos para las vacantes de Concepción del Uruguay, todo lo cual, tampoco podía haber tenido en su poder en forma Ilegítima" (confr. ídem). Que analizado el cuadro probatorio reunido hasta ese entonces y de conformidad con el informe efectuado por el titular de la dependencia en la que el 5 sumariado cumple funciones (confr. fs. 70/1 vta.), el sumariante solicitó la suspensión del doctor Tuppo, medida que se hizo efectiva por decisión del suscripto y posteriormente se prorrogó en dos oportunidades conforme a las previsiones de la nonnativa vigente (confr. Resoluciones PER Nro. 1043/09, 1160/09 Y 1322/09). Que, además, se solicitó al Jefe del Cuerpo de Auditores del Poder Judicial de la Nación, doctor Pedro Jorge Fernando Meydac la remisión de copias autenticadas del sumario instruido en esa sede en relación a los sucesos acaecidos en el referido proceso de selección (confr. fs. 430) y se requirieron al Prosecretario Letrado a cargo de la Secretaría de la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura, doctor Claudio Martucci, copias de los casos confeccionados por los jurados para el concurso Nro. 245 (confr. fs. 431). También se recibió el informe del jurado del concurso Nro. 237, doctor Gustavo Alfredo Bruzzone (confr. fs. 43517 y documentación adjunta a fs. 438/85), y se agregaron copias del Dictamen Nro. 10/06 del Plenario del Consejo de la Magistratura en el marco del concurso Nro. 115 destinado a cubrir la vacante de juez del Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero en el que participaron y luego fueron ternados los doctores Hernán Tuppo y Alberto Pravia (confr. fs. 501/8) y, posteriormente, se obtuvieron copias del expediente de ese concurso y se agregó un informe actuarial en orden a las principales constancias de ese legajo (confr. fs. 511/66 y 568/9). Luego, se glosó documental extraída de la página oficial del Poder Judicial de la Nación relativa al concurso Nro. 210 para cubrir una vacante de juez del Tribunal Oral Federal de Neuquén (confr. fs. 617/26). Que, asimismo, se recibieron las copias de los casos sometidos a sorteo para el concurso Nro. 237 y el acta confeccionada con motivo de ese examen (confr. fs. 57l/80vta.), de los casos hallados en poder del doctor Hernán Tuppo (confr. fs. 581/9vta.) y de los casos sorteados para el concurso Nro. 245, del tema elegido para resolver y del acta administrativa confeccionada con motivo del hecho que diera origen al sumario (confr. fs. 590/600). 6 Lr R OTOCO ,~ 1 1 . L 1ZAC I ON.I ., ~ ¡ CH.A: ~,J,o~u1Q.~ '" ¡ Que sustentado en las pruebas colectadas y cumplidos los estadios reglamentarios pertinentes, el instructor sumariante confeccionó el informe previsto en el artículo 36 del Reglamento Disciplinario en el que concluyó que en atención a la magnitud y gravedad de la falta atribuida al doctor Tuppo era aconsejable aplicar la sanción de cesantía (confr. arto 7, inciso "e", del referido régimen aprobado por Res. PGN Nro. 52/08) y que se dejara reservado para un futuro la posible aplicación de la sanción de exoneración, para el caso en que resultara condenado en la causa penal sustanciada ante la justicia federal de Paraná (confr. fs. 627/34). Por cuestiones de brevedad se remite a los fundamentos del doctor De Luca los que aquí se tienen por reproducidos. Que de ese acto fue notificado el doctor Tuppo al tiempo que se le corrió nueva vista de las actuaciones y se le hizo entrega de las copias que solicitó (confr. fs. 635, 636 Y 638). También se le proporcionaron, ante su pedido, copias de las Resoluciones PGN Nros. 02/06 y 52/08 (confr. fs. 639/40). Que a fojas 646 se ordenó que corrieran por cuerda las fotocopias del expediente CAD 8/2009, caratulado "Presidencia del Consejo si irregularidades en prueba de oposición conc. 245 slinvest. sumaria", remitido por el Cuerpo de Auditores del Poder Judicial. En ese acto se dispuso que se informara al doctor Tuppo de la recepción a efectos de que pudiera tomar vista de esas actuaciones, circunstancia que se produjo al día siguiente de la notificación al sumariado (confr. fs. 647) Que también se agregaron COpIaSde la resolución de fecha 28 de octubre de 2009 dictada en el marco del expediente 12.414, por la que el Juez Federal Subrogante a cargo del Juzgado Federal Nro. 1 de Paraná, provincia de Entre Ríos, doctor Gustavo C. Zonis, decidió procesar a Alberto Pravia por considerarlo, prima facie, autor del delito de revelación del secreto oficial previsto en el artículo 157 del Código Penal -dos hechos en concurso real-, y a Hemán Alberto Tuppo como partícipe necesario de ese delito -también por dos hechos- (confr. fs. 654/64vta.). Que, luego, el sumariado presentó un escrito proponiendo medidas probatorias (confr. fs. 666/79). El sumariante, si bien resolvió declarar esa 7 presentación extemporánea a fojas 680/2vta., a fin de salvaguardar el derecho de defensa del sumariado, analizó su solicitud desde el punto de vista material y descartó en forma fundada la producción de las medidas propuestas. Frente a esa decisión el doctor Tuppo interpuso recurso de apelación (confr. fs. 694bis/704). Por cuestiones de brevedad se remite a lo resuelto en oportunidad de analizar esa impugnación (confr. Res. Per. Nro. 1322/09 cuya copia glosa a fojas 7071l3vta.). Que, por último, el instructor sumariante produjo el Informe Final en los términos del artículo 40 del Reglamento Disciplinario. Allí, concluyó que se había determinado en la actuaciones sumariales que "en relación con el examen para la vacante de Paraná del 4 de septiembre, que una vez constituidos todos los concursantes y autoridades del Consejo en el lugar prefijado (ver lista de fs. 208110), el Dr. Luis Maria Cabral procedió a elegir un sobre al azar ya extraer y leer el caso que alli se con tenia (Acta del Consejo de fs. 211). Enseguida, dos concursantes, Mateo José Busaniche y Noemi Marta Berros, advirtieron que el aspirante Tuppo tenia en su poder el tema cuyas primeras lineas habian sido leidas por el Dr. Cabral. Ante el anoticiamiento este último dispuso suspender la actividad y pidió a Tuppo que mostrara lo que tenia consigo. Sin embargo, Tuppo procedió a guardar los papeles en un sobre color madera -el mismo del que habia sacado previamente el material en cuestión- y manifestó que se trataba de papeles personales que no deseaba exhibir y que si era necesario renunciaria al concurso ahí mismo. Cabral le hizo saber lo que se le imputaba y Tuppo lo negó y manifestó que presentaba su renuncia indeclinable al concurso. Cabral hizo la denuncia penal y convocó al Juez Federal (acta de fs. 213). El juez concurrió a la media hora y procedió a requisar a Tuppo, al que hallaron en su poder dos teléfonos celulares y, en un portafolios, unos libros juridicos, apuntes, jurisprudencia y, en lo que aqui interesa, un sobre con membrete del Poder Judicial de la Nación que contenia dos hojas iguales con membrete del Poder Judicial de la Nación, cada una de las cuales comienza con el titulo 'Hechos ... ' y prosigue '...A raiz de una denuncia anónima recepcionada en la delegación de la policiafederal ... ' y una hoja con titulo 'Caso 11 Concurso N° 245 C. MAG. ' que comienza diciendo 'Sorprendida cuando llevaba en su poder, durante una 8 r~Q,aTaCO ¡[ - '" !; ~ J JA" C'.¿:: r'¡.~" L\ ZA e I ON ro I / Ae ""1"I~L,, \ requisa en la via.: consignas: deberá resolver la cuestión planteada, reseñando en su voto los distintos argumentos que habrían sostenido las partes en la incidencia', el reverso de dicha hoja consigna '(tomando como base que el fiscal mantendría su criterio esta vez fundado)', dos hojas doble faz y una simple faz con el título 'Concurso 245 - TOF Paraná' las que desarrollan los puntos del uno al diez en numeración romana y comienzan estado nacionaL.' y concluye 'Juan Prado, proveedor 'Elabore una sentencia del que atienda a las cuestiones introducidas por las partes y que resuelva la situación en la que se encuentran Sebastián Corso y Arturo Pinta, sin agregar datos que no se encuentren en el relato'; del bolsillo lateral del bolso descripto se secuestró una hoja con membrete del Poder Judicial de la Nación con el título 'Hechos' que dice 'El jefe de la comisaría de Concepción del Uruguay ... '; una hoja con el título 'Caso de Derecho Penal Tributario' que comienza diciendo Jiménez 'I Néstor es el dueño de una pequeña fábrica textil ... '. También se secuestraron los documentos del Consejo en posesión de sus autoridades, como los cuatro sobres con los temas empleados en el concurso; el seleccionado, abierto (ver fs. 271/2)" (confr. fs. 742vta./3). En orden a la imputación, agregó: "es decir, a Tuppo le fueron encontrados en su poder los mismos casos que habían confeccionado los jurados, que también guardan identidad con los que estaban ensobrados al celebrarse el concurso (ver acta de secuestro, declaraciones de Cabral y del Fiscal Mario Silva, y copias de los casos remitidas por el Fiscal de la causa penal). Lo único que difiere es el formato final, como márgenes, encabezados, membretes, etcétera. Cabe señalar que, paralelamente, también tenía en su poder, el día del concurso de Paraná, un caso del Concurso N° 237 para juez de. Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay. Ello surge del secuestro, de los dichos del fiscal Mario Silva y del jurado de ese concurso Dr. Gustavo Alfredo Bruzzone (ver su informe que relevaremos más adelante y copias de los documentos secuestrados en la causa penal remitidas por el fiscal / )1 federal de Paraná, Dr. Mario Silva)" (confr. fs. 743/vta.). Que, sustentado en argumentos que aquí se tienen por reproducidos en mérito a la brevedad, el instructor recomendó la aplicación al doctor Hemán 9 Alberto Tuppo de la sanción de cesantía (art, 7, inciso "e", del referido régimen aprobado por res. PON Nro. 52/08). Una vez más el doctor De Luca requirió que se dejara reservada para un futuro la posible aplicación de la sanción de exoneración para el caso en que resultara condenado en la causa penal (confr. fs. 74l!9vta.). III Que notificado de ese informe (confr. fs. 755), el doctor Tuppo presentó su alegato en uso de la facultad establecida en el artículo 41 del reglamento aprobado por Resolución PON Nro. 52/08 (confr. fs. 758/804). Que luego de reseñar el desarrollo del sumario administrativo y sus presentaciones a lo largo de la tramitación (confr. fs. 759/65), consignó sus motivos de crítica a la actividad del instructor. Que, en primer lugar, destacó que, contrario a lo señalado por el sumariante, la obligación de mantener una conducta irreprochable prevista en el artículo 31 del Régimen Básico para los Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación -aprobado por Res. PON Nro. 02/06-, no debe ser mantenida "en todo tiempo y lugar" o "en todo ámbito". Así, puso de resalto que con esas dos fórmulas diferentes el instructor "amplió capciosa y caprichosamente el tipo objetivo del arto 31, al agregar en dos oportunidades distintas circunstancias que no están incluidas en el texto del artículo" (confr. fs. 768). Acudió a la cita de precedentes del más alto Tribunal de la Nación relativos a la interpretación y aplicación de los textos legales, consignando que "los jueces no deben sustituir al legislador, sino aplicar la norma, tal como este la concibió" y que "las leyes deben interpretarse, conforme el sentido propio de las palabras que emplean, sin molestar su significado específico" (confr. ídem con referencia a Fallos: 295:376; 300:700 y 302:973). Que, en esa inteligencia, indicó que esa "delicada manipulación del tipo legal, colisiona con el debido principio de legalidad, custodiado por el arto 18 de la Constitución Nacional" (confr. fs. 769). Agregó que en virtud del sentido sancionador de la rama del derecho administrativo aplicable al caso bajo estudio, 10 deben serIe inherentes ciertos principios característicos del derecho penal. En virtud de ello, estimó que para que una conducta sea calificada como una infracción administrativa sancionable debe estar expresamente descripta en una ley anterior a su comisión. Aclaró que "la taxatividad de la ley siendo ... pauta constitucional no puede ser ignorada por el Instructor" (confr. fs. 770). Concluyó que el dictamen del instructor era arbitrario pues había violado las prohibiciones de analogía y de creación judicial de normas. Que, asimismo, indicó que el sumariante "extrajo de su real contexto, el sentido de la norma, en lo que respecta a su ámbito de aplicación". Fundó su postura en que el artículo mencionado se encuentra incluido en el Titulo 11 relativo a las Condiciones de Prestación del Servicio y bajo el rótulo "Deberes y Prohibiciones", y, por eso, aseveró que se "circunscribe su legítima aplicación, a hechos cometidos por funcionarios o empleados exclusivamente, en ejercicio de las funciones propias del cargo" (confr. fs. 771). Concluyó que median defectos graves de fundamentación y razonamiento que impiden considerar al resolutorio impugnado como un acto válido pues se encuentra "viciada la correcta interpretación de la norma" (confr. fs. 772 con cita de Fallos: 312:111, considerando 8°). Que, por otro lado, consignó que desde un inicio sus derechos fueron soslayados. Así, refirió que la indagatoria -a la que indicó como equivalente por sus efectos a la audiencia del artículo 32 del reglamento- es "el ámbito por excelencia de defensa material, y no debe permitirse que toda la plataforma de garantías que rodean al instituto, se convierta en una ficción y/o en una realidad virtual" (confr. fs. 775). Aseguró que en forma previa a la audiencia prevista por el artículo 32 no había tenido la posibilidad de compulsar materialmente la causa administrativa. Que, en ese orden de ideas, señaló que adoptó idéntico temperamento procesal tanto en el expediente penal como en el administrativo, porque en ambas / ¡ jurisdicciones se le negó el acceso irrestricto a las actuaciones antes de la audiencia, y que tal circunstancia no podía ser considerada como una presunción en su contra. 11 Que, además, recordó que se lo "investigaba" por el mismo hecho en tres sedes diferentes -en referencia a la causa penal en la justicia federal de Paraná, en el Consejo de la Magistratura y en esta jurisdicción administrativa- y que, en virtud de esas circunstancias, la administración pública no debía tener un criterio que obstruyera su labor destinada a contrarrestar la acusación. Concluyó que tanto el magistrado a cargo de la investigación penal como el instructor sumariante habían obstruido el legítimo ejercicio de su defensa material. También criticó la Resolución Nro. 329/09 del Consejo de la Magistratura de la Nación alegando que se había violentado el debido proceso adjetivo en la medida que no se le había otorgado oportunidad de defenderse. Que, asimismo, se agravió nuevamente del rechazo de las pruebas que ofreció oportunamente. En esa inteligencia, se quejó porque no tuvo favorable recepción la solicitud que efectuara para que depusieran los doctores Juan Ilardo, Claudio Martucci y Pablo Vaser acerca de los usos y costumbres en los exámenes en el interior del país y sobre el concepto que tenían de él como postulante con antelación a los sucesos que derivaran en la formación del sumario. También cuestionó que no se solicitaran los antecedentes del concurso Nro. 237 ni las copias de las pruebas de oposición rendidas en los años 2007, 2008 Y 2009. Aseveró que la realización de esas medidas habría resultado de utilidad para fortalecer su concepto, evacuar dudas sobre su supuesto corrupto accionar y tener un parámetro objetivo de su rendimiento en las pruebas de oposición. Que continuó el desarrollo de ese agravio reñríendo que había solicitado, en vano, que se practicara una comparación entre los modelos secuestrados a fin de establecer si se advertía en ellos alguna maniobra fraudulenta de su parte y que se los analizara en orden a establecer si existían insertas en ellos escrituras que le pertenecieran. Criticó que el instructor ''promocione la expectativa del resultado de la pericia de la computadora que se secuestró de mi despacho anunciando que allí se dilucidaría si de los archivos (existentes o "eliminados" pero recuperables) surgen elementos de interés que indiquen el origen de los casos de los concursos, si después cuando se le solicita que reclame el resultado de esa pericia, livianamente señala que ese peritaje en 12 ,...~._.'------~ 1; ?Q.OTOCOLiZACiON i 'tnCJ.,re ~ 1 i,,~._~ __ ._. _~_~~_J r nada puede modificar la valoración de las pruebas salvo que el resultado demostrara una maniobra fraudulenta y ahí si fuera considerado en mi perjuicio" (confr. fs. 783). También cuestionó que no se hubiese proveído en forma favorable a la realización de una pericia scopométrica tendiente a acreditar si existía algún tipo de escritura en la documentación secuestrada que obra en poder del Juzgado Federal de Paraná, y se realizara una compulsa tendiente a comprobar si en ella se advertía alguna anotación que resolviera el caso sorteado o algún otro. Apoyó su crítica en que esas medidas eran imprescindibles para la averiguación de la verdad real. Que similares reproches desplegó para la negativa a citar a la Licenciada Galazo; a librar oficio al Juzgado Federal de Paraná para que informara si en los allanamientos practicados en el marco de las actuaciones penales se procedió al secuestro de sobre idénticos al incautado; a constatar en el sobre original la existencias pertenezcan, de huellas dactilares o de escrituras entre otras cuestiones; a contar con la declaración que le del doctor Candiotti; al pedido de informes al Ministerio de Justicia y a la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura, en punto a los concursos que rindió y las temas que integró; y a la solicitud de informes a la oficina administrativa pertinente para que se certificara si registró algún tipo de sanción o distinción. Que, por otro lado, indicó la existencia de "desacierto en la valoración de las pruebas, reunidas ... por la instrucción administrativa". Al respecto, puntualizó que los testimonios fueron analizados con una "virtual liviandad" (confr. fs. 788). ., Que, sobre el particular, en pnmer lugar refirió que no se había analizado el testimonio del doctor Cabral en forma pormenorizada y a la luz de los dichos de los principales protagonistas, los doctores Berros y Busaniche. Así, señaló que prueba de ello era que mientras el instructor había relatado que " ... el !1, I . Dr. Luis María Cabral procedió a elegir un sobre al azar y a extraer y leer el caso que allí contenía (Acta del Consejo de fs. 211) ... "; quien eligió el tema había sido la doctora Berros que se encontraba parada al lado del doctor Cabral ''y 13 siendo corta de vista (dato que se desprende de su declaración) mal pudo haber visto lo que juró que vio" (confr. fs. 788). Que, además, consignó como otras deficiencias en la valoración de la prueba colectada, que se habían computado los dichos del concursante doctor Gallino, quien no estuvo presente el día que los acontecimientos imputados acaecieron; que el infonne solicitado a la Dirección de Informática no guarda vinculación directa con la acción que se le imputó; que los dichos "no juramentados" del doctor Cabral violaron el secreto de sumario impuesto en el expediente penal; que se había hecho referencia a los mensajes de texto que habría intercambiado con el doctor Pravia sin indicar cuál era su contenido; y que se mencionó que se había hospedado en el mismo hotel que el doctor Pravia, en habitaciones próximas, pero no se explicitó que pudo pasar allí. Que en esa línea argumental indicó que el instructor había reconstruido la historia entre el doctor Pravia y sus colegas del jurado para utilizarla en su contra, y que ello se contradecía con su proceder porque paralelamente cercenaba varias medidas probatorias manifestando que no era posible investigar a personas ajenas a la administración del Ministerio Público Fiscal de la Nación. Que concluyó que esos ejemplos lo llevaban a considerar "que el dictamen sigue razonamiento, exhibiendo que lo aparta defectos de la graves sana de crítica, fundamentación y lo hace y de concluir indefectiblemente, en una solución manifiestamente contraria a las leyes de la lógica y a la experiencia, es decir, al correcto entendimiento judicial" (confr. fs. 790/1). Que a continuación se refirió a la medida preventiva que le fuera impuesta, reiterando los argumentos vertidos en el recurso de reconsideración que fueron analizados en la Resolución Per Nro. 1160/2009. También criticó el informe del doctor Campagnoli que tomara el instructor como uno de los antecedentes del pedido de suspensión preventiva que efectuara oportunamente. Que, por otro lado, aseguró que "la autoría" no estaba acreditada, y que el instructor había soslayado la presunción de inocencia cuando consignó 14 r~RO TOCO LiZAC 10 NI I ~ i CHt¡;OO.i.Q~," jo. \ ¡ ! ! . " ...sin perjuicio de que a la fecha se encuentran pendientes de producción algunas medidas ... al cuadro valorativo ... en todo caso lo empeorarán" (confr. fs.802). Que, ya en otra presentación, el doctor Tuppo solicitó la suspensión del trámite del sumario a las resultas del expediente penal en trámite ante la justicia federal de Paraná. Sustentó su petición en el artículo 55 del Reglamento Disciplinario y en la posibilidad de que en ambas jurisdicciones se arribara a resultados contradictorios. IV Que de lo actuado se corrió vista a la Asesoría Jurídica de esta Procuración General de la Nación que emitió opinión mediante el Dictamen Nro. 9714 (confr. fs. 810/25). Que la oficina consultiva, luego de reproducir los hechos que motivaron la denuncia y hacer una descripción de las distintas etapas del proceso sumarial -apertura, instrucción, medidas de investigación, medidas preventivas, informes del instructor y descargos del sumariado- (confr. fs. 810/20), analizó el procedimiento a la luz de las reglas establecidas Funcionarios y Empleados del Ministerio Público en el Reglamento Fiscal de para la Nación - aprobado por Res. PGN Nro. 52/08-. Que, en ese orden de ideas, recordó: desempeño de correspondiente las funciones sólo puede ser "la presunción desvirtuada de buen mediante el sumario que respete las reglas del debido proceso adjetivo (CSJN Fallos: 295:344 y 518; 303:542 y 779; 394:538 y 1891; 305:115 y 628; 306:2009; 307:207, 388 y 1525, entre otros)" (confr. fs. 820/vta.). Así, consideró que durante la tramitación del sumario se respetaron acabadamente las reglas de í. procedimiento establecidas en la referida normativa. Por cuestiones de brevedad { se remite a las consideraciones allí efectuadas para sustentar esa conclusión, las que aquí se tienen por reproducidas (confr. fs. 820vta./l). 15 Que, por otra parte, concluyó que el instructor respetó el derecho al debido proceso adjetivo del sumariado que comprende el de ser oído, ofrecer y producir pruebas, y obtener una decisión fundada (confr. fs. 82114). Que en cuanto a los sucesos motivos de imputación consignó que "el Dr. Tuppo no respetó el deber impuesto por el arto 31 del reglamento, debiendo resaltarse que los hechos imputados se encuentran suficientemente acreditados en virtud de la prueba producida" (confr. fs. 824vta.). Que en orden a la sanción propuesta entendió que "en atención a la gravedad y trascendencia de los hechos imputados ... es proporcionada y razonable, debiendo destacarse que se encuentra suficientemente motivada en los antecedentes y en las disposiciones del Reglamento que contemplan expresamente la situación en crisis" (confr. fs. 824vta.). Que sin perjuicio de ello aseveró que, en virtud del artículo 56 del reglamento aplicable que establece que "[p]endiente la causa criminal, las sanciones que se apliquen serán provisorias, pudiendo ser agravadas a resultas de la sentencia condenatoria en sede penar', a su entender, "no sería necesario reservar la posible aplicación de la sanción de exoneración para el caso de que resulte condenado en sede penal, siendo suficiente a esos efectos consignar la norma en cuestión" (confr. fs. 825). V Que descriptos la forma en que se iniciaron las actuaciones, el trámite del sumario, los informes del instructor sumariante y su sugerencia en orden a la sanción que correspondería aplicar, el descargo del sumariado y la opinión de la Asesoría Jurídica de esta Procuración, es preciso resolver en orden a la situación del doctor Hemán Alberto Tuppo, funcionario de este Ministerio Público Fiscal de la Nación. Que en primer lugar cabe indicar que del cotejo de las actuaciones se observa que el sumario, como bien consignó la Asesoría Jurídica, se ha ajustado a las reglas de procedimiento establecidas en el Reglamento Disciplinario para los 16 ;r-·~"""~-'"'----..., I /:)ROTOCOLiZACiON l' I J l L~!A: OO()L ",L., 1.q9 r ,',f' , 1, ¡( I . , . ~ r v / r i~,._.__~",._~._._ .._~_.._j Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación -aprobado por Res. PGN Nro. 52/08-. Que, es preciso destacar que se ordenó la sustanciación de las actuaciones administrativas conforme las previsiones de los artículo 14, 16 Y 23 de esa norma, designándose al doctor Javier De Luca como instructor sumariante (confr. Res. Per Nro. 926/09); éste, a su vez, designó Secretario de actuaciones en uso de la atribución conferida por el artículo 17 (confr. fs. 41); se ordenaron y realizaron las medidas de prueba descriptas en el apartado 11 de la presente conforme las atribuciones del instructor previstas en el artículo 35 del reglamento referido-, de la cuales fue anoticiado el doctor Tuppo (confr. fs. 423/vta.; 424, 427; 635/6; 638 Y 647); atento a lo normado en los artículos 30 y 32 del reglamento, se citó a prestar declaración al agente sumariado, ocasión en la que se le hicieron saber las causas que motivaron la iniciación de las actuaciones, el hecho que se le atribuía, las pruebas colectadas hasta el momento y los derechos que le asistían, en especial el de negarse a declarar sin que ello sea interpretado como una presunción en su contra y el de ampliar su declaración cuantas veces lo estimara necesario (confr. fs. 423/vta); de conformidad con la atribución del artículo 24 se resolvió en forma fundada y previa solicitud del instructor, suspender en forma preventiva al doctor Tuppo por el plazo previsto en la normativa (confr. Res. PER Nros. 1043/09; 1160/09 Y 1322/09); se produjo el primer informe del instructor según las previsiones del artículo 36 (confr. fs. 627/34); se notificó de ese acto al sumariado (confr. fs. 635/6); el doctor Tuppo presentó su descargo y ofreció las medidas probatorias que estimó necesarias (confr. fs. 666/79); el sumariado recurrió el rechazo del instructor a las diligencias que propuso y su impugnación fue rechazada por Res. PER Nro. 1322/09 conforme lo dispuesto en los artículos 39 y 58 del reglamento aplicable-; el /1, instructor emitió el informe final previsto en el artículo 40 (confr. fs. 741/49vta.); ese informe fue notificado al sumariado, quien presentó su alegato en uso del derecho establecido en el artículo 41 (confr. fs. 758/805); las actuaciones fueron elevadas a conocimiento del suscripto de acuerdo a lo normado en los artículos 13 17 y 42 del reglamento, y, previo a resolver, se corrió vista de las actuaciones a la Asesoría Jurídica de esta Procuración General. Que, en síntesis, las actuaciones sumariales se encuentran en condiciones de resolver sobre la situación administrativa del doctor Tuppo luego de seguir el procedimiento establecido en la normativa de forma aplicable, aprobada por Res. PGN Nro. 52/08. VI Que en forma congruente con la descripción de los sucesos efectuada en la decisión de apertura del sumario (confr. Res. PER Nro. 926/09) y la referida por el instructor sumariante luego de reunir la prueba descripta en el apartado II de la presente decisión, con las precisiones del caso obtenidas ante el devenir de la investigación (confr. fs. 741/9vta., yen especial fs. 742vta./743vta.), considero que se ha acreditado en las actuaciones indicadas que el 4 de septiembre de 2009 en la Escuela de Comercio Nro. 1, Justo José de Urquiza, sita en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, mientras se desarrollaba la prueba de oposición escrita organizada por el Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, en el marco del concurso Nro. 245 para cubrir la vacante de juez de cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná, el doctor Hemán Alberto Tuppo, funcionario de este Ministerio Público Fiscal de la Nación, fue sorprendido teniendo en su poder, en forma ilegítima, copias de los casos o pruebas escritas de por lo menos dos concursos dispuestos por el Consejo de la Magistratura -el que se estaba desarrollando y a punto de tomar examen, y el Concurso Nro. 237 para cubrir la vacante de juez de cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, que se había desarrollado dos días antes en el mismo lugar-, los cuales debían permanecer secretos. Que, como bien destacó el instructor, se ha determinado en relación al examen del 4 de septiembre, que una vez constituidos todos los concursantes y autoridades del Consejo en el lugar prefijado (confr. lista de fs. 20811O), el doctor Luis María Cabral, juez de tribunal oral y consejero designado presidente ad hoc del concurso, procedió a elegir un sobre al azar y a extraer y leer el caso que 18 contenía (confr. acta del Consejo de fs. 211). Enseguida, dos concursantes, los doctores Mateo José Busaniche y Noemí Marta Berros, advirtieron que el doctor Tuppo tenía en su poder el tema cuyas primeras líneas acababan de ser leídas por el doctor Cabral. Ante el anoticiamiento, este último dispuso suspender la actividad y pidió al doctor Tuppo que mostrara lo que tenía consigo. Sin embargo, éste procedió a guardar los papeles en un sobre color madera -el mismo del que había sacado previamente el material en cuestión- y manifestó que se trataba de papeles personales que no deseaba exhibir, y que si era necesario renunciaría al concurso ahí mismo. Frente a ello, el doctor Cabralle hizo saber lo que se le imputaba y el doctor Tuppo lo negó manifestando que presentaba su renuncia indeclinable al concurso. Acto seguido, el doctor Cabral hizo la denuncia penal y convocó al Juez Federal Subrogante (confr. acta de fs. 213), quien concurrió a la media hora y procedió a requisar al doctor Tuppo. Hallaron en su poder dos teléfonos celulares y, en un portafolios, unos libros jurídicos, apuntes, jurisprudencia y, en lo que aquí interesa, un sobre con membrete del Poder Judicial de la Nación que contenía los casos secretos de los concursos Nros. 237 y 245. Que, a fin de precisar los elementos incriminatorios incautados al doctor Tuppo, se reproduce la descripción efectuada por el instructor: "dos hojas iguales con membrete del Poder Judicial de la Nación, cada una de las cuales comienza con el título "Hechos ... " y prosigue " ...A raíz de una denuncia anónima recepcionada en la delegación de la policía federal ... " y una hoja con título "Caso II Concurso N° 245 C. MAG. " que comienza diciendo "Sorprendida cuando llevaba en su poder, durante una requisa en la vía ... consignas: deberá resolver la cuestión planteada, reseñando en su voto los distintos argumentos que habrían sostenido las partes en la incidencia ", el reverso de dicha hoja consigna "(tomando como base que el fiscal mantendría su criterio esta vez fundado) ", dos hojas doble faz y una simple faz con el título "Concurso 245 - TOF Paraná" las que desarrollan los puntos del uno al diez en numeración romana y comienzan "Juan Prado, proveedor del estado nacional ... " y concluye "Elabore una sentencia que atienda a las cuestiones introducidas por las partes y que 19 resuelva la situación en la que se encuentran Sebastián Corso y Arturo Pinta, sin agregar datos que no se encuentren en el relato"; del bolsillo lateral del bolso descripto se secuestró una hoja con membrete del Poder Judicial de la Nación con el título "Hechos" que dice "El jefe de la comisaría de Concepción del Uruguay ... "; una hoja con el título "Caso de Derecho Penal Tributario ,. que comienza diciendo "1. Néstor Jiménez es el dueño de una pequeña fábrica textil ... ". También se secuestraron los documentos del Consejo en posesión de sus autoridades, como los cuatro sobres con los temas empleados en el concurso; el seleccionado, abierto (confr.fs. 271/2)" (confr. fs. 742vta./3). Que, en primer lugar, cabe destacar que estos hechos se encuentran corroborados en las actuaciones indicadas en el Visto por las declaraciones de los doctores Cabral y Martucci, testigos directos de las circunstancias relatadas. Así, a preguntas del instructor, el primero consignó que conocía al doctor Tuppo por su participación en otros concursos ante el Consejo de la Magistratura; que a los concursantes sólo se les permite ingresar a la sala de examen con leyes y que los funcionarios del Consejo que intervienen en las pruebas de oposición "requieren al postulante que entregue el temario junto con el desarrollo del caso y, de requerirse copia del planteo a resolver, hacen saber al interesado que se encuentra a su disposición un ejemplar en la Secretaría de la Comisión de Selección luego de que las pruebas sean remitidas al jurado para su corrección" (confr. fs. 421). En orden al suceso concreto, apuntó que "el día 4 del corriente mes, siendo aproximadamente las 9:30 hs., nos encontramos reunidos en la Escuela de Comercio n01, sita en la calle Urdinarrain n° 27 de la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, a fin de dar cumplimiento a la prueba de oposición convocada en el marco del concurso n° 245. En dicho acto me asistían el Secretario de la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial, doctor Claudia Martucci y el Subdirector General de esa Secretaría, señor Juan Carlos Ilardo. También se encontraba presente en el local el miembro titular del jurado, doctor Alberto Pravia y quienes concursaban el cargo vacante. Una vez sorteado el caso, antes que se fotocopiara oportunamente desinsaculado y distribuyera el tema -identificado con el número 2-, en presencia 20 _J de todas las personas referidas procedí a leer el caso y las consignas en viva voz. Concluido dicho acto los concursantes Mateo José Busaniche y Noemí Marta Berros se acercaron hasta el lugar en el que estábamos las autoridades de la prueba y refirieron que acababan de observar que un concursante cuyo nombre no conocían tenía en su poder el tema cuyas primeras líneas habían sido leídas por el suscripto. Al requerir a los concursantes que indicaran el postulante, éstos señalaron a una persona del sexo masculino, que pude determinar se trataba del doctor Hernán Alberto Tuppo cuyo rostro conocía por haber concurrido a la entrevista personal que convoca la Comisión de Selección de Magistrados -de la que formo parte- en el marco de otro concurso. Así fue como me acerqué al postulante Tuppo y le requerí que exhibiera los papeles que tenía en su poder. Inmediatamente, luego de mi exhortación, el postulante procedió a guardarlos en un sobre papel madera y manifestó que no deseaba exhibirlos por tratarse de documentos personales y que, de ser necesario, procedería a renunciar al concurso. Ante tal respuesta le hice saber que otros postulantes habían denunciado que entre sus papeles se encontraría el tema sorteado, circunstancia que en ese acto negó, al tiempo que manifestó que presentaría su renuncia al concurso n° 245. Seguidamente el doctor Tuppo requirió que se preguntara a los postulantes Busaniche y Berros qué era lo que habían observado. De conformidad con ello y ante mi interrogante el doctor Busaniche señaló haber visto que el concursante tenía en su poder una hoja que en su encabezado decía 'Concurso N° 245, Tribunal Oral en lo Criminal de Paraná' y que enunciaba el tema que minutos antes había sido leído a viva voz por mí. A su turno, la doctora Berros manifestó que el concursante que estaba sentado delante del doctor Busaniche y un poco hacia su izquierda sacó de entre sus útiles un sobre papel madera y de su interior hojas escritas, pudiendo advertir que en una de ellas obraba la inscripción concurso N° 245 Y la identificación del tribunal correspondiente al concurso, no así las primeras líneas del tema debido a la distancia que existía con el postulante. No obstante ello, la doctora Berros señaló que el doctor Busaniche leyó en voz alta del papel que portaba el doctor Tuppo parte de lo que fuera leído por mí al presentar el caso. Minutos después, siendo 21 las 10:00 hs., se hizo presente en el lugar el señor Juez Federal Subrogante de Paraná, doctor Gustavo Zonis, a quien previamente había comunicado los acontecimientos vía telefónica, y en cuyo mérito ordenó la requisa de los papeles que portaba el doctor Tuppo, la que se efectivizo luego de que se hiciera presente el servicio médico y asistiera al postulante" (confr. fs. 421/vta.). Que el doctor Cabral fue categórico al afirmar que "Tuppo tenía en su poder el caso de examen desinsaculado", que "no se trataba del mismo formato ni encabezado, lo que coincidía era el contenido del caso", y que "entre los papeles del doctor Tuppo había una hoja que contenía un caso con hechos que sucedieron en la ciudad de Concepción del Uruguay, pero no se correspondla con el que había resultado desinsaculado el dfa 2 de septiembre para la prueba de oposición convocada para cubrir tres cargos de juez del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Concepción del Uruguay. Desconozco si, en los sobres cerrados y que se conservan en la Secretaría de la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial, se halla el caso en cuestión" (confr. fs. 422). Que, por último, agregó que "el doctor Tuppo se negó a exhibirme los papeles que tenía en su poder. Los introdujo en un sobre papel madera y éste en un portafolio de tela negro. Ese fue el sobre en que se halló el tema que había sido sorteado. El doctor Tuppo expuso ante mi requerimento que eran 'papeles personales', se mostró manifiestamente nervioso y pidió que se dejara constancia que no le había permitido retirarse, lo que no es así pues no tenía jurisdicción para imperdirselo" (contr. ídem). Que, por otra parte, el Prosecretario Letrado a cargo de la Secretaría de la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del Consejo de la Magistratura, doctor Claudio Martucci, informó que por Resolución Nro. 243/09 se había dispuesto celebrar la prueba de oposición del Concurso Nro. 245 destinado a cubrir una vacante de juez de cámra en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná- en la provincia de Entre Ríos el 4 de septiembre de 2009. Además, que de la Resolución Nro. 348/09 surgía que estaban habilitados para concursar, entre otros, los doctores Noemí Marta Berros, Mateo José Busaniche y Hernán Alberto Tuppo (confr. fs. 98). Asimismo, el funcionario 22 f P~OTOCOLIZACION t ¡! "".r r",A.''''¿ '!IV) ,Aa ,~,JM,7lc..r.,f.,"" l t~'tl{IIl\r \ ! consignó que por Resolución Nro. 379/09 se designó al doctor Luis Maria Cabral como Presidente ad hoc de la prueba de oposición de ese concurso y a él como Secretario ad hoc. Que, puntualmente sobre el día de los sucesos que motivaron el sumario administrativo, el testigo relató que, encontrándose los postulantes y las autoridades -incluido el doctor Alberto Pravia, juez de Tribunal Oral, en su carácter de integrante del jurado- en el recinto del examen, había hecho referencia a los dispuesto por los artículos 31 y 32 del reglamento aplicable "destacando que la duración del acto no podía exceder de ocho horas, que se debían utilizar las hojas provistas por el Consejo, que se abstuviesen de insertar en sus exámenes signos identifica torios de cualquier tipo, que podían utilizar únicamente los textos legales vigentes que llevaren consigo, mas no obras de doctrina y jurisprudencia" (confr. fs. 98vta.). Continuó el relato refiriendo: "a las 9:05 hs. se abrió el acto y en cumplimiento con la normativa legal vigente, se sorteó el temario. En mi carácter de Prosecretario Letrado exhibí ante las restantes autoridades del Consejo, el integrante del jurado y los postulantes presentes, los cuatro sobres de idénticas características, no identificables, cerrados y firmados en las solapas por el doctor Pravia, que contenían los temarios elaborados por los integrantes del tribunal (v. arto 32, 1ero Párr., R. C]. Seguidamente, le pregunté al jurado presente si reconocía la firma que obraba en cada uno de los sobres y si podía identificarla, quien contestó en forma afirmativa, reconociendo como propia la firma obrante en cada uno de los sobres. Luego, numeré cada uno de los sobres, del 1 al 4, y sorteé el temario. Uno de los postulantes de la prueba de oposición, eligió al azar, uno de los sobres que resultó ser el identificado con el número 2. Acto seguido, abrí el sobre sorteado y le entregué su contenido al Presidente ad hoc, que se encontraba a mi lado junto con el resto de los presentes. El doctor Cabral hizo una breve lectura del primer párrafo del temario y ordenó la extracción de tantas fotocopias como postulantes presentes , se encontraban en el recinto, entregando el original al Subdirector General a fin de proceder con lo indicado ... El señor llardo, se trasladó a la sala donde estaba la fotocopiadora, para realizar la tarea encomendada, en mi compañía. 23 Paralelamente, en el recinto donde se encontraban los postulantes a la espera de recibir la copia del temario, dos de ellos -Ios doctores Mateo Busaniche y Noemí Berros-, manifestaron ante el doctor Cabral que un concursante tenía en su poder el tema cuyas primeras líneas habían sido leídas por él, previamente. El Presidente ad hoc identificó al postulante que estaba siendo cuestionado como Hernán Alberto Tuppo, quien es concursante en distintos procesos de selección .... El doctor Cabral se acercó al doctor Tuppo solicitándole que exhibiera los papeles que obraban en su poder. El postulante los guardó en un sobre papel madera y manifestó que eran papeles personales que no deseaba exhibirlos y que, de ser necesario, renunciaría al concurso. En ese estado, el Consejero Cabral solicitó mi presencia en el recinto donde se encontraban los postulantes, dirigiéndome inmediatamente ... Luego el doctor Cabral le comunicó al doctor Tuppo que se presentó una denuncia indicando que, presumiblemente, papeles se corresponderían con el temario sorteado. El postulante esos negó lo expuesto por el Presidente ad hoc y expresó que renunciaría indeclinablemente a continuar participando del presente proceso de selección. También manifestá que tal imputación lo ofendía ya que manchaba su buen nombre y honor y que luego de semejante acusación, el no quería continuar participando en el concurso. Consecuentemente, por disposición del Presidente ad hoc, se labró un acta dejando constancia de los hechos, siendo firmada por los doctores Luis M. Cabral, Alberto Pravia, Mateo Busaniche, Noemí Berros, Hernán Tuppo, el Sr. Juan C. !lardo y quien suscribe, incorporándose a pedido del doctor Tuppo, las manifestaciones presenciaron de los doctores Busaniche y Berros sobre los hechos que ...Al respecto, el doctor Mateo Busaniche manifestó: 'vi que el concursante tenía en su poder una hoja que en su encabezado decía Concurso N° 245 Tribunal Oral Criminal de Paraná y a continuación comenzaba el enunciado del tema que inmediatamente antes había leído el doctor Cabral '. Por su parte la doctora Berros refirió: 'Aprecio que el concursante estaba sentado delante del doctor Busaniche y un poco hacia la izquierda de la declarante y, adelante, sacaba de entre sus útiles un sobre papel madera y de su interior extraía una hoja escrita alcanzando a leer la declarante Concurso N° 245, la identificación 24 ¡ t l_~~~_--J del tribunal correspondiente a este Concurso no así las primeras líneas debido a su visión y distancia, pero en ese momento el doctor Busaniche leía en voz alta del papel que el doctor Tuppo había extraído del sobre aquello que antes había leído el doctor Cabra!'. " (confr. fs. 98vta./99vta.). Que continuó el doctor Martucci aseverando que "A las 10:00 hs., en virtud de la denuncia formulada, en forma telefónica, por el doctor Cabral, se apersonó el Juez Federal de Paraná, doctor Gustavo Zonis, ordenando requisar al doctor Tuppo, quien tenía un maletín de color negro en el que habría guardado el sobre con los papales objeto de la denuncia. Como primer medida requirió la presencia circunstancias del servicio de emergencia médica, atento a las que advirtió sobre el estado de salud del doctor Tuppo. El personal médico estuvo en el recinto hasta la conclusión del acto. Bajos esas circunstancias, se hace presente el Señor Presidente de esta Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial, doctor Mariano A. T. Candioti. En relación a ello, informo que las autoridades presentes pusieron a disposición del magistrado Zonis la siguiente documentación: el temario sorteado, 3 sobres cerrados que contenían los restantes temarios y el acta administrativa aludida en el párrafo anterior" (confr. 99vta.). Que, con importancia respecto de consideraciones que se referirán más adelante en orden al origen de los casos hallados en poder del sumariado, el doctor Martucci relató que "el 31 de agosto de 2009 el doctor Pravia se presentó ante esta Secretaría con el objeto de hacer entrega de los cuatro sobres de idénticas características, no identificables, cerrados y firmados en las solapas por el mencionado jurado, que contenían los temarios rubricados por los integrantes del tribunal, labrándose el acta respectiva .... Los sobres a los que se alude, quedaron reservados -bajo llave- en Secretaría, dándose cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 31 del Reglamento ! I de Concursos Públicos de Oposición y Antecedentes para la designación de magistrados del Poder Judicial . de la Nación" (confr. fs. 98/vta.). Que de lo hasta aquí reseñado se advierte que existe uniformidad entre las versiones de los hechos brindadas por los doctores Cabral y Martucci. Sin 25 perjuicio de ello, a fin de otorgar aún más certeza al relato de lo sucedido, cabe referir que se encuentra agregada a las actuaciones la copia del acta administrativa labrada el 4 de septiembre de 2009 a las 9:30 horas, como consecuencia de los sucesos relatados por el hoy Presidente del Consejo de la Magistratura y el señor Pro secretario a cargo de la Comisión de Selección de ese órgano. Dicho instrumento, cuya autenticidad no ha sido cuestionada por el sumariado en sus descargos, corrobora en un todo 10 informado por los nombrados. No constituye un detalle menor que, tal como refirió el doctor Martucci, el acta se encuentra suscripta por el doctor Hernán Alberto Tuppo (confr. fs. 213/vta.; 270/vta. y 591/vta.). Esa circunstancia tampoco ha sido controvertida por el funcionario sumariado. Que a ello se aduna la acertada conclusión del instructor en orden a que el doctor Tuppo en ningún momento dijo que le habían colocado los casos en el sobre dentro de su portafolios, y que, luego, una vez descubierto, la conducta desplegada no hizo más que corroborar que estaba ocultando algo que conocía perfectamente. En efecto, insistentemente ofreció su renuncia al concurso y se mostró claramente renuente a exhibir sus pertenencias. Esos detalles resultan por demás llamativos y, a la luz de la evidencia colectada, devienen reveladores. Que también verifican las circunstancias referidas por los doctores Cabral y Martucci, plasmadas en el acta mencionada, la constancia del Juez Federal Subrogante, doctor Gustavo C. Zonis, que fuera génesis del expediente 12.414 del registro del juzgado a su cargo (confr. fs. 267); la resolución que ordenó la requisa que derivó en el hallazgo en poder del doctor Tuppo de la documentación descripta ut supra (confr. fs. 269/vta.); el acta de requisa y secuestro obrante a fojas 5/6 de la causa 12.414 -efectuada frente a testigos y también refrendada por el doctor Tuppo- (confr. fs. 271/2); el acta de apertura de las cajas que contenían los efectos incautados -firmada por el doctor Zonis, el Fiscal Federal de Paraná, doctor Mario O. Silva, el Defensor Oficial, doctor Juan Carlos Ferrari y la Secretaria doctora María Silvia González- (confr. fs. 15 de la causa 12.414); el informe del doctor Martucci al doctor Zonis en el marco del expediente 63/2009 del Consejo de la Magistratura 26 (confr. fs. 385/7); el ,_._------ i PROTOCOLlZACION i ~ECHA: Vt!iJI ~ ~""""~7r..Jr'L~~g [o JC'I (4 j ,\\ requerimiento de instrucción del fiscal federal, doctor Mario Silva, en el marco de las referidas actuaciones penales (confr. fs. 299); los dichos por oficio del 28 de septiembre de 2009 de ese representante del Ministerio Público Fiscal (confr. fs. 411/13); y las circunstancias descriptas en el auto de procesamiento dictado por el doctor Zonis respecto de los doctores Tuppo y Pravia (confr. fs. 654/64). Que, en resumen, el marco probatorio hasta aquí descripto resulta categórico a efectos de acreditar la comisión de la conducta imputada por parte del doctor Tuppo. Que la gravedad de esos sucesos, a juicio del suscripto, por sí sola basta para fundar la imposición de la sanción propuesta por el instructor sumariante. No obstante ello, es preciso efectuar ciertas consideraciones que no pueden ser dejadas de lado al valorar la conducta del funcionario sumariado. Que, en primer lugar, constituye un agravante para la situación del doctor Tuppo el hecho que se hubiera inscripto y participado en gran cantidad de concursos ante el Consejo de la Magistratura (confr. Legajo Nro. 1187 correspondiente al doctor Tuppo que corre por cuerda a las actuaciones indicadas en el Visto). Esa circunstancia resulta óbice para que el sumariado alegue el desconocimiento o menosprecio de las reglas que enmarcan a este tipo de procesos, entre las que se encuentran las que establecen que el temario es reservado y que los concursantes no deben portar consigo computadoras, teléfonos celulares, máquinas de escribir con memoria, ni ningún material jurídico que no sean los textos legales (confr. arto32 Reglamento de Concursos, obrante a fs. 103 y ss.). Que, por otra parte, como bien destacó el doctor De Luca, "este tipo de exámenes son una competencia, donde no basta con obtener una buena nota para aprobarlo, sino que la finalidad es superar a los demás. Esta condición es muy importante para ponderar la realización de actos prohibidos por el Reglamento. / Si un alumno de escuela, colegio o facultad tiene un "machete ", sólo se beneficia / él pero no perjudica a los demás, ya que el hecho queda acotado al intento de alcanzar una mejor nota individual. Pero aquí, este acto, además de prohibido por el Reglamento y por las instrucciones verbales, cuyos procedimientos fueron 27 consentidos previamente por todos los concursantes, perjudica a los demás (el aspecto de competencia), y al sistema mismo, porque altera las reglas del juego del concurso público, que tiene inspiración y viene impuesto nada menos que en la Constitución Nacional de 1994 (art. 114 CN) ... no debe olvidarse que aunque los textos que él tenía consigo no coincidieran por detalles con las últimas versiones entregadas por los jurados al Consejo, el solo hecho de tener esas versiones pone de manifiesto una participación en un acto de infidelidad inconcebible, de connivencia con alguien del círculo íntimo de los jurados del concurso. Pone en evidencia que tuvo acceso a los casos que manejaban los jurados, lo cual es contrario a la buena fe y a la ética con que debía comportarse, no sólo porque así lo prescribe el Reglamento de Concursos (art. 30), sino porque ello constituye un deber inexcusable de todo agente del Ministerio Público Fiscal, en tanto nuestra principal labor o cometido es el contribuir a la valoración y juzgamiento de las conductas de los demás habitantes" (confr. fs. 745vta.). Que resulta reprochable desde todo punto de vista que el doctor Tuppo haya pretendido valerse de semejantes métodos para intentar acceder a una magistratura de la Nación. Es intolerable dentro de un Estado de Derecho que un individuo recurra a una actitud tan deleznable para acceder a una posición social relevante, a la que se le ha asignado la misión de resolver en punto a conflictos que afectan la vida de quienes se someten o, peor aún, son sometidos a la decisión de la Justicia. Tanto más grave deviene la actitud del sumariado pues proviene de un integrante del órgano al cual la Constitución Nacional ha asignado expresamente la tutela de la legalidad (confr. arto 120). Que, además, esa acción también ha derivado en un perjuicio indirecto a la reputación del Ministerio Público Fiscal de la Nación porque al cobrar estado público sus acciones no sólo se lo señaló -erróneamente- como "fiscal" (confr. fs. 1, 3, 5/6, 79/80, 81, 85, 87, entre otras) sino que claramente se lo indicó como funcionario integrante del órgano (confr. fs. 2, 72/4, 75/6, 78, entre otras). A ello se suma que a consecuencia de los hechos investigados se llegó al extremo de que se allanó una dependencia del Ministerio Público. 28 f"~--------.., ¡ PROrOCOUZAC!ON ! ~;::!'~A'cvt:. c.."." ,'\,¡J,;}J" 'ot. 1 .. T.¡."Q. J .". ~.,~---' ! t -'"~~~~~, Que, por otra parte, cabe remitir, de nuevo en honor a la brevedad, a las consideraciones efectuadas por el instructor en punto al entorno del jurado del que el doctor Tuppo habría obtenido la documental secuestrada, perteneciente a dos concursos diferentes -Nros. 237 (de éste tenía un caso que nunca llegó al Consej o de la Magistratura por haber sido desechado por el tribunal con antelación a la entrega de las versiones definitivas) y 245- cuyos jurados sólo poseían un integrante en común -el doctor Alberto Pravia-, quien, por otra parte, se encargó de recolectar los casos propuestos para el examen del Nro. 245 que fueron encontrados en poder de aquél en versiones anteriores a las definitivas que fueron sorteadas (confr. fs. 743 y ss., es especial la cita al informe de los jurados del concurso Nro. 245, doctores Daniel Emilio Morín, Ignacio F. Tedesco y Mario Gustavo Costa glosado a fojas 18/9; la declaración del jurado doctor Costa y la documentación anexada en orden a los temarios y al intercambio de correos electrónicos entre los miembros del jurado obrante a fojas 304/6 y 307/25; la declaración del jurado del concurso Nro. 237, doctor Gustavo Alfredo Bruzzone a fojas 43517; y la declaración del postulante doctor Jorge Sebastián Gallino, Titular del Juzgado de Instrucción del Departamento Judicial de Nogoyá, a fojas 490/2). Que este extremo consistente en la presunta participación de un miembro del jurado cuya actividad debe ser secreta pues, como bien apunta el instructor, si bien no pertenece a la planta del Consejo deben ser considerados funcionarios públicos a los fines de esta actividad (confr. arto 77, párrafo cuarto, del Código Penal; arto 13 de la Ley 24.937; y arts. 1, 2, 3 Y concordantes del Reglamento de Concursos Públicos de Oposición y Antecedentes para la Designación de Magistrados del Poder Judicial de la Nación -Aprobado por Resolución 288/02 y modificado por las Resoluciones 367/02, 203/03, 333/03, 52/04,580/06,331/07,350/07 / / Y 47/08-), determina que el doctor Tuppo pueda resultar partícipe de un delito de violación de secretos investigado en el ámbito de la justicia penal federal de Paraná, agravando aún más su situación. Que, en virtud de lo expuesto, considero que la conducta atribuida al doctor Tuppo se encuentra acreditada a la luz de los elementos de prueba reunidos 29 por el instructor sumariante. De todos modos, con antelación a analizar su subsunción en alguna de las faltas administrativas descriptas en la normativa aplicable, es menester analizar los agravios referidos por el sumariado en su alegato final. VII Que llegada la instancia de abocarse al estudio de los argumentos de defensa del doctor Tuppo, es conveniente comenzar el análisis por su alegación en orden a que no se habría respetado el debido proceso y su derecho de defensa en juicro. Que, esta alegación defensista, como se refirió en el apartado III, posee tres facetas. La primera, sustentada en que, a juicio del sumariado, desde un inicio sus derechos fueron soslayados. Así, puntualizó que en forma previa a la audiencia contemplada por el artículo 32 del Reglamento no había tenido la posibilidad de compulsar materialmente la causa administrativa. extremo destacó que adoptó idéntico temperamento procesal Sobre este tanto en el expediente penal como en el administrativo, porque en ambas jurisdicciones se le negó el acceso irrestricto a las actuaciones antes de la audiencia, y que tal circunstancia no podía ser considerada como una presunción en su contra. La segunda queja refiere a que se lo "investigaba" por el mismo hecho en tres sedes diferentes -en referencia a la causa penal en la justicia federal de Paraná, al Consejo de la Magistratura y a esta jurisdicción administrativa- y que, en virtud de esas circunstancias, la administración pública no debía adoptar un criterio que obstruyera su labor destinada a contrarrestar la acusación. Concluyó que tanto el magistrado a cargo de la investigación penal como el instructor sumariante habían obstruido el legítimo ejercicio de su defensa material. También criticó la Resolución Nro. 329/09 del Consejo de la Magistratura de la Nación alegando que se había violentado el debido proceso adjetivo en la medida que no se le había otorgado oportunidad de defenderse. Por último, reiteró el menoscabo que significaba que se le hubiese impedido producir la prueba que ofreció en la etapa instructoria. 30 ~~'------. . P.ROTOCOL!ZAC/ON ¡ l ~EC:HÁ: ~,.J9,~J19. c-, l. Que en cuanto al primero de los argumentos debe precisarse que desde el comienzo de las actuaciones el instructor fue extremadamente cuidadoso en garantizar el derecho de defensa del sumariado cumpliendo todos los estadios procesales previstos en la reglamentación a esos efectos. Que, en esa inteligencia, una vez que el doctor De Luca produjo las diligencias probatorias que estimó pertinentes citó al doctor Tuppo a prestar declaración en los términos del artículo 32 del Reglamento Disciplinario, oportunidad en la que le hizo saber sus derechos -que no declaraba bajo juramento, que se podía negar a declarar sin que ello implique presunción en su contra y que estaba facultado para ser asistido por un abogado-, le describió la imputación, le informó la calificación legal, le hizo saber los hechos de los cuales surgía la imputación, las pruebas reunidas hasta ese momento y que estaban a "su disposición para ser compulsadas", se le informaron las pruebas pendientes de recepción o realización y se 10 identificó (confr. fs. 423/vta). En esa oportunidad, el sumariado lejos de esbozar un planteo como el que ahora introduce, se limitó a expresar que por directivas de su abogado se negaba a declarar pues también lo había hecho en el expediente penal porque no se le exhibieron las constancias de la causa ni las pruebas obrantes en ella. Además, solicitó vista de las actuaciones ''para evaluar la posibilidad de efectuar un descargo por escrito" (confr. fs. 423vta.). Es decir, ahora introduce el argumento relativo a la falta de acceso al expediente administrativo cuando en su momento lo tuvo en forma irrestricta dentro de los estadios procesales correspondientes (confr. fs. 424, 426vta. y 427, entre otras) y, debido a una estrategia de defensa, eligió simplemente abstenerse de deponer. Repárese que igualmente el reglamento otorgaba la posibilidad al '\ sumariado de ampliar la declaración cuantas veces lo estimase necesario ante el instructor, quien la recibiría inmediatamente, siempre que el estado del trámite lo permitiera (confr. arto32). Que, aSÍ, el primer argumento carece de sustento por lo que debe ser descartado, porque en las actuaciones se respetó su derecho a ser oído y a ofrecer y producir pruebas. El doctor Tuppo a lo largo de las actuaciones sumariales apeló la medida preventiva de suspensión que le fuera impuesta (ver expte. P. 31 9314/2009), Y si bien optó por no declarar en la oportunidad indicada en el párrafo precedente, posteriormente presentó su alegato, su descargo y recurrió el rechazo de la prueba ofrecida (confr. fs. 423/vta.; 666/79; 694bis/704 y 758/805). 2. Que en cuanto a la segunda alegación -que se lo "investigaba" por el nusmo hecho en tres sedes diferentes-, sólo cabe consignar que resultó claro desde el principio el objeto de las actuaciones administrativas de referencia, y que la existencia de otros obrados en distintos ámbitos referidas a los sucesos objeto de sumario no obstaculizó el legítimo ejercicio del derecho de defensa. Que, por lo demás, está fuera de discusión que un mismo hecho puede tener implicancias en distintos ámbitos y no se advierte en qué modo esa circunstancia colisiona con el debido proceso adjetivo, más allá de las molestias que puede significar esa situación para el sumariado. Con acierto aludió la Asesoría Jurídica a la doctrina que refiere que "la responsabilidad del agente público puede hacer efectiva en todos los órdenes, pudiendo ser, entonces, política, penal, administrativa y civil ... Dado que cada uno de los tipos de responsabilidad de que es susceptible el agente público, tiende a proteger o tutelar un distinto y especifico bien o valor jurídico, va de suyo que un mismo hecho o comportamiento del funcionario puede dar lugar, simultáneamente, a varias de las mencionadas especies de responsabilidad, sin que esto importe violar los principios 'non bis in idem' o 'non ter in idem'. De lo expuesto dedúcese que las expresadas especies de responsabilidad no son excluyentes entre si" (ver Marienhoff, Miguel S., Tratado de Derecho Administrativo - Tomo III-B, Lexis Nexis - Abeledo Perrot, 1998, Lexis Nexis/Abeledo Perrot Online Nro. 2205/001967). Este criterio pacífico en el plano disciplinario administrativo ha sido receptado en el propio Reglamento Disciplinario cuando prescribe que "fl] a sustanciación de los sumarios disciplinarios y la aplicación de las sanciones pertinentes, tendrán lugar con prescindencia de que los hechos que las originen constituyan delito", y que "[cjuando mediare sanción, ésta se aplicará sin perjuicio de las responsabilidades civiles y penales que .fijen las leyes vigentes" (confr. arts. 56 y 7). La Corte Suprema así lo ha interpretado también cuando al referirse a la independencia de los pronunciamientos en sede penal y 32 r-;p()-:r'o COL! Z.A e ! o N I r:/,Ó,iO':L:19. f , .~~J administrativa, ha dejado en claro que ambas instancias persiguen objetivos diferentes y no son excluyentes (Fallos: 256:182; 258:195; 262:522; 290:382). Que, además, 10 cierto es que aquí no se obstruyó su labor destinada a contrarrestar la acusación, por 10 que ese agravio carece de sustento, máxime cuando este ámbito de discusión se limita a las actuaciones sumariales instruidas en el Ministerio Público Fiscal, siéndole ajenos los juicios de valor en orden a la actividad de los magistrados del Poder Judicial de la Nación en la causa judicial por presunta violación de secretos o la de los miembros del Consejo de la Magistratura en relación a las medidas reglamentarias adoptadas en los concursos de oposición en los que participó el doctor Tuppo. 3. Que en cuanto al rechazo a la prueba que ofreció en el marco del sumario, además de remitir a lo oportunamente referido en la Resolución PER Nro. 1322/09 -cuyos términos se tienen aquí por reproducidos en mérito a la brevedad-, es preciso indicar que el instructor, a fin de asegurar el derecho de defensa del sumariado, llegó al extremo de tratar las medidas de prueba por él propuestas pese a que lo habían sido en forma extemporánea, cuando se podría haber limitado a efectuar su rechazo fundado sólo en esa circunstancia. Bien trae a colación la Asesoría Jurídica que "el sumariado puede perder el derecho de ejercer su defensa si no lo hace en tiempo oportuno, sin que ello importe un menoscabo a tal derecho" (confr. fs. 821vta. con cita de Alfredo L. Repetto, Procedimiento Administrativo Disciplinario - El Sumario, Ed. Cátedra Jurídica, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2008, pág. 281). VIII Que corresponde analizar ahora las críticas puntuales del sumariado a la valoración de la prueba efectuada por el doctor De Luca. 1. Que en primer término consignó como una deficiencia en ese sentido la forma en que se habían valorado los dichos del concursante doctor Gallino, quien no estuvo presente el día que los acontecimientos imputados acaecieron. 33 Que, sobre el particular, no se advierte la incorrección apuntada en la medida que ese testimonio versó principalmente sobre ciertos aspectos del otro concurso mencionado en las actuaciones -Nro. 237-, aportó precisiones sobre el examen allí desarrollado y el caso que resultó desinsaculado para la prueba de oposición, y fue valorado por el instructor sólo en ese sentido (confr. fs. 490/2 y 744). Cabe recordar que se encontró en poder del sumariado documentación de ese concurso. 2. Que a igual conclusión cabe arribar en relación a la ponderación del instructor en cuanto al resultado del informe solicitado a la Dirección de Informática. Si bien es cierto que en principio parecería no guardar vinculación directa con la acción que se le imputó al doctor Tuppo, no lo menos que el instructor pretendió reconstruir ciertas circunstancias relativas al trasfondo que rodeó al hallazgo en poder del sumariado de los casos de los concursos de referencia y a su actuación posterior al malogrado concurso. En todo caso, tampoco se advierte ni ha sido alegado el perjuicio que esa medida habría ocasionado al sumariado. 3. Que tampoco se advierte porque el doctor Cabral se encontraba impedido de declarar en el marco de las actuaciones citadas en el Visto por el hecho de que regía el secreto de sumario en el expediente penal ante la justicia federal de Paraná. Es sabido que el secreto de sumario se ha instituido con carácter excepcional y solamente puede imponerse en aquellos casos y dentro de la condiciones que las normas legales o reglamentarias establecen (art. 204 del Código Procesal Penal de la Nación), ello deriva de la publicidad de los actos que caracteriza a la forma republicana de gobierno (Fallos: 320:484, entre otros). Este instituto "sirve como contrapeso entre la impunidad que la dispersión de la prueba -casual o provocada- puede otorgar a quien incurrió en un hecho delictuoso y el interés de la comunidad agraviada en lograr el castigo del responsable. Su eficacia radica en que neutraliza la posibilidad de coartada" (ver D'Albora Francisco J., Código Procesal Penal de la Nación, Abeledo Perrot, 1994, pág. 207). Así, en todo caso, la veda que implica el secreto de las actuaciones es para el acceso de terceros o de los imputados a la información allí 34 r; 0~TOce) izAr: !~ L 10 Nl, QÓ'¡f:J'1;4P [ \ contenida a fin de preservar la investigación, no así en relación a quren la suministra para impedirle brindarla en otro ámbito cuyo cometido es también determinar responsabilidades, pero en el orden administrativo. Aquí, no sólo no precisó cuál sería el perjuicio que le ocasiona la circunstancia alegada al sumariado sino que, por el contrario, parece que si alguien podría haberse beneficiado al conocer lo declarado por el doctor Cabral pese al secreto de sumario en las actuaciones penales, habría sido el propio doctor Tuppo o su consorte de causa. Que, por otro lado, en orden a la alegación relativa a que fue la doctora Berros quien extrajo el sobre con el temario para el concurso, cabe referir que no se advierte conflicto alguno entre las versiones brindadas por quienes asistieron al acto, amén de que esa circunstancia tampoco deviene determinante en orden a la acreditación de los sucesos objeto de reproche. 4. Que en cuanto a la referencia a los mensajes de texto que habría intercambiado con el doctor Pravia sin indicar cuál era su contenido y al hecho que se mencionó que se había hospedado en el mismo hotel, en habitaciones próximas, pero no se explicitó que pudo pasar allí, es preciso indicar que el instructor trató de establecer un contexto a la conducta investigada a fin de graduar la responsabilidad y descartar defensas sobre ese punto. Además, al hacer esa alusión (confr. fs. 745), estaba parafraseando el auto de procesamiento dictado respecto de los doctores Tuppo y Pravia por el presunto delito de violación de secretos (confr. fs. 744vta./5). Que en punto a la alusión a que el instructor había reconstruido la historia entre el doctor Pravia y sus colegas del jurado para utilizarla en su contra, cabe apuntar que ello no se contradice con haber declinado realizar varias medidas probatorias manifestando que no era posible investigar a personas ajenas a la administración del Ministerio Público Fiscal, porque es claro que la relación con aquél magistrado ha sido cotejada al sólo efecto de analizar y valorar la conducta del sumariado. Es más, el sumariante expresamente aseveró que "al contar previamente con el caso, participa de la violación de un secreto que hace a la esencia del concurso ... Alguien se lo tuvo que haber adelantado, asunto que 35 es investigado por el juez federal y el Consejo de la Magistratura. Ahí se detiene el objeto de este sumario" (confr. fs. 747, el subrayado pertenece al suscripto). Que, por lo demás, las expresiones del sumariado en orden a que los ejemplos hasta aquí tratados respecto de la valoración de la prueba lo llevaban a considerar "que el dictamen sigue exhibiendo defectos graves de fundamentación y de razonamiento, que lo aparta de la sana crítica, y lo hace concluir indefectiblemente, en una solución manifiestamente contraria a las leyes de la lógica y a la experiencia, es decir, al correcto entendimiento judicial" (confr. fs. 790/1), parecen ser meramente dogmáticas y carentes de asidero a la luz del cuadro probatorio contundente descripto ut supra. A igual conclusión se arriba respecto de las apreciaciones del doctor Tuppo en punto a que "la autoría" no estaba acreditada, y que el instructor había soslayado la presunción de inocencia cuando consignó" ...sin perjuicio de que a la fecha se encuentran pendientes de producción algunas medidas ... al cuadro valorativo ... en todo caso lo empeorarán" (confr. fs. 802). IX Que, a esta altura, deviene necesario analizar la defensa fundada en la extensión de la obligación de mantener una conducta irreprochable prevista en el artículo 31 del Régimen Básico para los Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación -aprobado por Res. PON Nro. 02/06-. El doctor Tuppo sostuvo que la conducta irreprochable no debe ser mantenida "en todo tiempo y lugar" o "en todo ámbito", y que con esas dos fórmulas diferentes el instructor "amplió capciosa y caprichosamente el tipo objetivo del arto 31, al agregar en dos oportunidades distintas circunstancias que no están incluidas en el texto del artículo" (confr. fs. 768). Acudió a la cita de precedentes del más alto Tribunal de la Nación relativos a la interpretación y aplicación de los textos legales que fueron desarrollados en el apartado respectivo y aquí se dan por reproducidos (confr. ídem con referencia a Fallos: 295:376; 300:700 y 302:973). Que, en esa inteligencia, indicó que esa "delicada manipulación del tipo legal, colisiona con el debido principio de legalidad, custodiado por el arto 36 :r ~ PROTOCOLIZACION ¡ 1 r F.e H A: Qfó, .I.P,<¡; ,'lo 18 de la Constitución Nacional" (confr. fs. 769). Agregó que en virtud del sentido sancionador de la rama del derecho administrativo aplicable al caso bajo estudio, deben serle inherentes ciertos principios característicos del derecho penal. En virtud de ello, estimó que para que una conducta sea calificada como una infracción administrativa sancionable debe estar expresamente descripta en una ley anterior a su comisión. Aclaró que "la taxatividad de la ley siendo ... pauta constitucional no puede ser ignorada por el Instructor" (confr. fs. 770). Concluyó que el dictamen del instructor era arbitrario pues había violado las prohibiciones de analogía y de creación judicial de normas. Que, asimismo, indicó que el sumariante "extrajo de su real contexto, el sentido de la norma, en lo que respecta a su ámbito de aplicación". Fundó su postura en que el artículo mencionado se encuentra incluido en el Titulo 11 relativo a las Condiciones de Prestación del Servicio y bajo el rótulo "Deberes y Prohibiciones", y, por eso, aseveró que se "circunscribe su legítima aplicación, a hechos cometidos por funcionarios o empleados exclusivamente, en ejercicio de las funciones propias del cargo" (confr. fs. 771). Concluyó que median defectos graves de fundamentación y razonamiento que impiden considerar al resolutorio impugnado como un acto válido pues se encuentra interpretación "viciada la correcta de la norma" (confr. fs. 772 con cita de Fallos: 312:111, considerando 8°). Que, ahora bien, contrario a lo sostenido por el sumariado, el deber de guardar una conducta irreprochable no se limita a los hechos acaecidos en el cumplimiento de funciones sino que también comprende conductas vinculadas a sucesos ajenos al servicio, especialmente cuando por su naturaleza son incompatibles con el ejercicio de la función. Este criterio ha plasmado en forma expresa el propio Reglamento Disciplinario cuando establece la posibilidad de instaurar la medida preventiva de suspensión en el supuesto del dictado de un auto de procesamiento por hechos ajenos al servicio (confr. arto 24, último párrafo, del régimen aprobado por Res. PON Nro. 52/08). También es por ese motivo que el Régimen Básico aprobado por Res. PON Nro. 02/06, en el mismo título que se contempla la figura que exige la observación de una conducta 37 irreprochable (art. 31) encabezando los "Deberes y prohibiciones", se incluyen disposiciones relativas a actos ajenos a la función -levantamiento de embargos; ejercicio de la abogacía; asesoramiento profesional; afiliación a partidos políticos; practicar en forma asidua juegos por dinero; ejercicio de actividades comerciales sin autorización y práctica de deportes como profesional (confr. arts. 32, inc. d, y 33, incs. a, b, e, e, g e i)-. De una correcta hermenéutica de estas nonnas a la luz de la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en orden a que al interpretar una norma se debe computar la totalidad de preceptos de manera que armonicen con el ordenamiento jurídico restante (Fallos 312: 111), se deduce que existen hechos ajenos al servicio que pueden vulnerar el deber de guardar conducta irreprochable. Que así lo ha entendido el Tribunal cimero al indicar que el estándar de conducta irreprochable contenido en la norma genérica del artículo 8° del Reglamento para la Justicia Nacional -antecedente inmediato del artículo 31 del Régimen Básico aprobado por Res. PGN Nro. 02/06-, es afectado por un acto ajeno al ejercicio de la función cuando es igualmente apto para originar una situación de desconfianza, al deteriorar la relación ética y de confianza que debe existir entre el Poder Judicial y sus agentes (ver expte. 1379/2008, "S. S. A. s/ dcia. c/ G. C. y A. P. M. p/presunta conducta privada irregular", rto. el 18/06/2008, con cita de la Resolución Nro. 43/94 en Expte. SAJ-349/94; Resolución Nro. 29/98 en Expte. 20-00511198 y Resolución Nro. 1161/06 en Expte n? 4612005. En igual sentido, Resolución Nro. 584/86, Expte S-419/85 Superintendencia-, de fecha 4 de septiembre de 1986, respecto del agente "Muñiz"). Que ello es así pues se supone que el agente debe observar una conducta que evite incurrir en gravísimas faltas que lesionan la imagen de la Justicia y afectan el servicio (ver Corte Suprema, Resolución N° 825/89, Expte. N° 832/89 -Superintendencia- "Carricart", del 4 de septiembre de 1989). Bien ha acotado el doctor De Luca que en Fallos: 322:1381 ("Petroni"), "el máximo tribunal trató un caso de actos de comercio realizados por el agente sin autorización, y reiteró el principio de que la "conducta irreprochable" a la que 38 fPROTOCO 1.1 Z.AC! ON f, se refiere el arto 8 del Reglamento para la Justicia Nacional tiende a la preservación de la absoluta confianza que debe merecer el personal judicial y, por ello, que corresponde la sanción cuando el agente deja de merecer esa confianza que debe inspirar todo empleado como auxiliar de la delicada misión que debe cumplir en el ámbito judicial" (confr. fs. 748vta. con cita de Fallos: 303:1175 "Tellería"; Fallos: 311:2706 "Reznik"; Fallos: 328:98 "López" y Fallos: 329:2946 "Pozzo"). Con el mismo cometido refirió: "la Corte Suprema afirmó que los magistrados y funcionarios de los poderes judiciales y ministerios públicos tienen deberes de conducta que se mantienen no sólo a extramuros de la sede en que cumplen funciones sino también fuera del ejercicio especifico de sus atribuciones, pues dichas exigencias que imponen el más alto estándar de rectitud en su actuación, tienen el propósito institucional de preservar la confianza de la sociedad a la que sirven dentro de un orden republicano, en la inescindible integridad ética de los miembros del poder judicial (en el caso, se trataba de un fiscal de Neuquén)" (confr. fs. 748vta./9 con cita de la causa TAOO -XLIV- "Trova, Facundo Martín si jurado de enjuiciamiento", sentencia del 10/11/2009). Que la doctrina en la materia ha explicitado que "no es necesario que las causales que generan la aplicación de una sanción disciplinaria, o aun la destitución, estén previstas detalladamente. Basta una enumeración genérica, esto es, conceptos jurídicos determinados o indeterminados ... De tal manera, el órgano competente aplica la sanción, en ejercicio de potestades regladas como discrecionales, realiza el encuadramiento hipótesis en forma que Consecuentemente, amplia o del hecho real en alguna de las reducida determine la norma dentro de cada una de las causales que comporten faltas disciplinarias puede existir un margen más o menos amplio para encuadrar situaciones no previstas expresamente, siempre que resulten implícitas dentro de alguna de las previstas" Disciplinaria (ver de Sesín, Domingo, "La Responsabilidad de los Jueces ", en la obra La responsabilidad judicial y sus dimensiones, de Alfonso Santiago (h) -Director-, Ed. Ábaco, 2006, págs .. 672, 676 Y687, citado por la Asesoría Jurídica a fojas 822). 39 Que ello es así pues el concepto de buena conducta en la función pública se relaciona íntimamente con la idoneidad como requisito para ocupar un cargo (art. 16 de la Constitución Nacional). La doctrina más autorizada en la materia con claridad meridiana ha sostenido que "la expresión 'mala conducta', equivalente a grosso modo al 'mal desempeño' (como dice la Constitución Nacional), es interpretable con latitud en la doctrina especializada, incluyendo supuestos de falta comportamiento de idoneidad (profesional, técnica, moral) y de doloso o culposo" (ver Sagüés, Néstor P., "Judiciabilidad federal de los conflictos de poderes locales. "Juez natural" y "debido proceso" en un juicio político", publicado en La Ley 1988-C, pág. 117, con cita de Bidart Campos, Germán 1., "El derecho constitucional del Poder", Ed. Ediar, Buenos Aires, 1967, Tomo I1, págs. 382/3, y Bielsa, Rafael, "Derecho constitucional", 3a edición, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1958, pág. 599). De allí que la fórmula de "conducta irreprochable" incluye los actos ajenos a la función que estén reñidos con la idoneidad moral que debe poseer un agente que se desempeña en el poder del estado que tiene la delicada misión de velar por la tutela de la legalidad y de colaborar con el servicio de justicia. Que, en este caso, la exigencia es aún mayor pues se trata de un funcionario de jerarquía superior dentro del escalafón del Ministerio Público, pues el postulado es simple: a mayor jerarquía mayor responsabilidad y exigencia. La Corte Suprema en su ámbito de superintendencia también lo ha entendido así al referir que "los requisitos de conducta irreprochable y absoluta confianza exigidos a quienes se desempeñan en este Poder Judicial, cobran especial relevancia en el caso de los secretarios y más aún, de los secretarios de cámara, pues la elevada jerarquía de dichos funcionarios dentro del escalafón judicial importa que toda acción u omisión que -con reprochable y palmaria negligencia- se desvíe de los deberes conformidad con lo establecido manifiestamente incompatible funcionales que les competen por las leyes y los reglamentos, de resulte con la adecuada y eficaz administración de justicia" (ver Resolución Nro.l 682/07, en el Expte. Nro. 3807/03 caratulado "Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil- Avocación- Calatayud, Mario P.; 40 ?ROTO'COLiZACION or::.¡o\'¡ ,•;F:H~\ . 11.1." .1, :, 1 j1-U;"., .. Mirás, Osvaldo D. y Bellucci, Carlos si acuerdo 14/10103- Secret. Nro. 2", del 24/04/07. En igual sentido, Fallos: 308:2667 y 324:2714; "Avocación Daleia Liliana Marta si sumario administrativo", Res. 682/07 y Res. 4186 del 10/12/09). Que, por lo expuesto, la defensa del doctor Tuppo con sustento en la interpretación y extensión de la obligación establecida en el artículo 31 del Régimen Básico no puede prosperar. x Que hasta altura, descriptos la forma en que se iniciaron las actuaciones, el trámite del sumario, los informes del instructor sumariante y su sugerencia en punto a la sanción que correspondería aplicar, el descargo del sumariado y la opinión de la Asesoría Jurídica de esta Procuración, establecido el apego a la normativa del proceso administrativo, analizada la responsabilidad del doctor Hemán Alberto Tuppo en orden a los sucesos que le fueron imputados, y tratadas todas las defensas planteadas, corresponde ahora analizar la subsunción reglamentaria de la conducta del funcionario. Que en virtud de lo referido en el Considerando VI de la presente, la gravedad y trascendencia de esos sucesos, el conocimiento por parte del sumariado de las reglas que enmarcan las pruebas de oposición, la afectación de la credibilidad del sistema de selección de magistrados del Poder Judicial de la Nación, la circunstancia de haberse valido de semejantes métodos para intentar acceder a una magistratura de la Nación, la calidad de integrante del Ministerio Público Fiscal en una jerarquía de indudable entidad en el escalafón de funcionarios y la responsabilidad que ello acarrea en orden al respeto de la misión que al órgano le ha encomendado en forma expresa la Constitución Nacional, yel perjuicio indirecto a la reputación del Ministerio Público Fiscal de la Nación ! / í derivado de la difusión de los sucesos y del allanamiento a una de sus dependencias, determinan que el suscripto coincida con la sugerencia efectuada por el instructor y avalada por la Asesoría Jurídica de esta Procuración, en lo que respecta a la sanción que debe imponerse al doctor Tuppo. 41 Que la conducta del funcionario constituye un caso palmario de incumplimiento de las obligaciones del artículo 31 del Régimen Básico para los Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación -aprobado por la Res. PGN Nro. 02í06-, ya citado, que ordena observar una conducta irreprochable en todo ámbito. Que, así, a la luz de las circunstancias agravantes aludidas y teniendo en cuenta las condiciones personales del doctor Tuppo -las que se desprenden del legajo obrante en esta Procuración General de la Nación y fueran descriptas y consideradas con acierto y precisión por el instructor sumariante a fojas 749: "El Dr. Hernán Alberto Tuppo tiene 42 años, es casado, abogado, recibido en 1994 en la Universidad de Lomas de Zamora, vive actualmente en un departamento del barrio de Barracas en la ciudad de Buenos Aires, tiene una vasta antigüedad en el Poder Judicial y Ministerio Público Fiscal, ha cubierto cargos de gran responsabilidad en distintas dependencias y hasta ha sido fiscal subrogan te. También fue magistrado de la Intervención Federal a la provincia de Santiago del Estero del periodo 2004/5. Se ha presentado en gran cantidad de concursos para vacantes de jueces en el Poder Judicial. Es decir, cuenta con una capacitación de importancia. No surge de los legajos compulsados que Tuppo padezca alguna enfermedad o dificultades familiares, ni necesidades para ganarse el sustento propio y de los suyos. Desde todos estos puntos de vista, se trata de un funcionario estándar, medio, para el cual sus condiciones personales no influyen en absoluto en la realización de la conducta que se le imputa'>, estimo que cabe imponer la sanción de cesantía de conformidad con 10 establecido en el artículo 9, inciso e, del Reglamento Disciplinario aprobado por Resolución PGN Nro. 52í08, en orden a que es causa para imponer esa sanción el "Incumplimiento de las obligaciones establecidas en los artículos 31, 32 Y 44, segundo párrafo, de la Resolución P. G.N Nro. 02/06 o de aquella normativa que la reemplace; o quebrantamiento de las prohibiciones establecidas en los articulos 33 y 44 primer párrafo de la mencionada reglamentación, cuando a juicio de la autoridad competente, por la magnitud y gravedad de la falta así correspondiere" (el destacado pertenece al suscripto). 42 Que, por último, en virtud de lo expuesto, de las previsiones del artículo 56 del Reglamento aprobado por Res. PGN Nro. 52/08 en cuanto a que "la sustanciación de los sumarios disciplinarios y la aplicación de las sanciones pertinentes, tendrán lugar con prescindencia de que los hechos que las originen constituyan delito", y la doctrina del más alto Tribunal de la Nación en cuanto a que "la absolución, en sede penal, del empleado judicial, no obsta a la cesantía impuesta por la cámara respectiva fundada en irregularidades graves", porque "la decisión en materia disciplinaria no depende de la existencia condenación por los mismos hechos, en tanto las jurisdicciones disciplinaria persiguen de una penal y objetivos diferentes y no son excluyentes" (Fallos: 326:345; 308:2667; 306:1620; 290:382; 262:522; 258:195 y 256:182, entre muchos otros), no corresponde hacer lugar a la suspensión del trámite del sumario a las resultas del expediente penal en trámite ante la justicia federal de Paraná. Que en razón de lo establecido por el artículo 120 de la Constitución Nacional; el artículo 33, incisos 11)y m), y concordantes de la Ley Orgánica del Ministerio Público de la Nación -24.946-; el artículo 31 del Régimen Básico para los Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación aprobado por la Resolución PGN Nro. 02/06 y los artículos 7, 9, inciso e), 42,56 Y concordantes, del Reglamento Disciplinario para Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal aprobado por Resolución PGN Nro. 52/08, EL PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN RESUELVE: 1.- NO HACER LUGAR a la solicitud de suspensión del sumario a las resultas del expediente penal Nro. 12.414 del registro del Juzgado Federal de Paraná, provincia de Entre Ríos (confr. arto 56 del Reglamento Disciplinario para Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal aprobado por Resolución PGN Nro. 52/08). 11. APLICAR la sanción de CESANTIA al doctor HERNÁN ALBERTO TUPPO, D.N.!. 18.262.092, argentino, casado, abogado, nacido el 7 43 de febrero de 1967 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, secretario de fiscalía de primera instancia, con funciones en la Fiscalía del Distrito SaavedraNúñez, anexo de la calle Lavalle 1638, 2do. piso, Ciudad de Buenos Aires, de las demás condiciones personales obrantes en las actuaciones administrativas señaladas en el Visto, por considerarlo autor de la falta consistente en haber incumplido el deber de observar una conducta irreprochable, prevista en el artículo 9, inciso e, del Reglamento Disciplinario aprobado por Resolución PGN Nro. 52/08, en función del artículo 31 del Régimen Básico para los Funcionarios y Empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación, aprobado por la Res. PGN 02/06, según lo descripto en los considerandos (arts. 120 de la C.N.; 33, incisos 11)y m), y concordantes de la Ley 24.946; 31 del Régimen aprobado por la Res. PGN 02/06; Y 7, 9, inciso e), 42 y concordantes, Disciplinario para Funcionarios del Reglamento y Empleados del Ministerio Público Fiscal aprobado por Resolución PGN Nro. 52/08). III.- COMUNICAR lo resuelto a la oficina de Liquidación de Haberes, al Departamento de Novedades y el área de Situación de Revista de esta Procuración General. IV.- REGÍSTRESE, notifiquese al doctor Tuppo, al titular de la Fiscalía de Distrito de los barrios de Saavedra y Núñez, doctor José María Campagnoli, al fiscal a cargo de la Fiscalía General Nro. 3 ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, doctor Marcelo A. Solimine, aI9,ocfó;j;~i~AUgUsto De Luca, a la Secretaría de Concursos de esta ProcuraciÓn General d~ la Nación, agréguese copia de la presente al legajo del doctor Tuppo y, oportnnamente, archívese. ESTEBAN RIGHt PROCURADOR GENERAL OELA NAC10N 44