Teología y Vida, Vol. XXXVII (1996), pp. 293-306 André Hubcrt, s.j. Profesor de la Facultad Pontificia Universidad de Teología Católica de Chile La ratio fidei, según Anselmo de Canterbury Todos reconocen a Anselmo como el padre de la Escolástica, por haber creado el método teológico en que une fe y razón, y en el cual da una importancia primordial a la razón, Sin embargo, hoy día Anselmo ha caído en el olvido y sólo queda de él su famoso argumento ontológico sacado del capítulo 2 del Proslogión (Pr) (1), Antes de entrar en el tema de la relación entre fe y razón, para mostrar la importancia de este tema y la importancia de Anselmo, quiero hacer una muy breve reseña histórica. Anselmo nace en 1033 Y muere en 1109; entonces vive en una época rica en acontecimientos y llena de esperanza, tanto en el mundo como en la Iglesia. Es testigo de un hecho crucial para la Iglesia: la separación (hoy no hablamos ya de cisma) entre la Iglesia de Occidente y la Iglesia de Oriente, Varias veces Anselmo alude al hecho en sus libros. especialmente en el De Procesione Spiritus Sancti (Proc), escrito que retoma una exposición suya en el Concilio de Bari (2), Es también la época de la primera cruzada y escribid a Godofredo de BouilIon, jefe supremo de la primera cruzada y primer rey católico de Jerusalén. Otro hecho que marcará la vida de Anselmo: la famosa querella de las investiduras; Anselmo se pone del lado de la Iglesia, es decir, a favor del Papa. lo que le vale dos exilios, En el ámbito puramente espiritual, Anselmo es contemporáneo de las grandes reformas en los monasterios: San Romualdo (9501(27) Y la Camáldula, San Bruno (\ 035-11 01) Y los cartujos. San Norberto (10881134) Y los premostratenses. San Bernardo (1099-1153) Y los cistercienses. En su tiempo se prepara una revolución en la teología y Anselmo, de alguna manera, la iniciará. Esta época tiene la reputación de ser poco culta. R, Roques habla ele Anselmo como de "un genio especulativo en medio de un mundo bárbaro" (3). Es posible que esta apreciación sea un poco fuerte, pero muestra bien cuánto Anselmo sobresale por encima de su siglo, Sea lo que sea, en esta época empiezan las escuelas abaciales y monásticas; poco a poco, algunas se hacen famosas, La de Le Bec con Lanfranco y Anselmo, la de Laón con el otro Anselmo; empieza la escuela de París. (1) Abreviaciones CDH: De Gl"lIlIllllilfi('(): (2) (3) para las obras (k Anselmo. Verilll/i: DV: ES/Jis/olll DG: De Poles/llle: Monologión: de /IICIII'I/IICiolle Mon: Proslogión: Verbi: Ine: De PI': Cur Deus HOlllo: CIISU Dillboli: DCD: De DP. Cfr. Corbin. L'oeu\'!"e de S. AlISe/lile de ClIlI/orbér\'. R. Roques. SlIilll AlIselllle de C(//1forbér\,. Pourquoi p.29. Tomo IV, Cerf Paris. 1990. pp. 214-215. SC 91. Cerf Paris. 1961. Dieu s'estfúi/llOlllllle. ANDRE HUIlERT donde se hará célebre Abelardo; otros. Se dice que allí empezaron los victorinos también son contemporáneos, las futuras universidades o la idea de ellas, y muchos El método teológico también se va transformando: es la gran pelea contra los dialécticos. San Pedro Damián será la punta de lanza de loa antidialécticos. Anselmo, con mucha humildad, anuncia que él utilizará la razón, sin mencionar la autoridad de la Escritura (4 l. En eso. hizo escuela hasta hoy. El problema fundamental del momento parece ser la búsqueda de un fundamento de todas las cosas. A nivel teológico, algunos defienden la fe revelada como lo único válido (Pedro Damián sobre todo); otros anuncian la supremacía de la razón (los dialécticos, Abelardo, Roscelino y otros). Anselmo parece haber encontrado un cierto equilibrio, A. Cantin ha hablado del comienzo de la aventura europea de la razón (5), es decir, ve en Anselmo a aquel que ha dado a la razón sus letras de nobleza. El problema se resiente también a nivel político, Si se quiere construir la cristiandad, ¿de dónde saear un punto de apoyo'! ¡,Debe ser el Papa') ¿El emperador? ¿Debe el cristianismo pasar por encima de otras religiones. el Islam, por ejemplo? ¿El monaquismo es la mejor (la única) manera de vivir la fe cristiana? Estos problemas (y otros parecidos) son los que influyen en los siglos XI y XII. Aquí será imposible analizarlos detenidamente, Entonces. el problema hásieo es: ¿,cuál es la relación entre fe y razón? Lo que quiero en esta exposición es tratar de entender el pensamiento de Anselmo cuando habla de ratio fldei, la razón de la fe. La expresión está ya presente en el título primero del Monologión: "Exc/1lpllllll meditalldi de ratiolle fidei" (6), El método que voy a usar será simple: voy a analizar los textos de Anselmo y ver lo que dicen acerca de la fe (primera parte), acerca de la razón (segunda parte) y ver que hay una crisis en el mismo Anselmo (tercera parte). Tengo que advertir dos cosas, En primer lugar, utilizaré sobre todo el Monologión (Mon) y el Proslogión (Pr); en menor grado, el ellr Dcu.l' !lO/1l0 (CDH), del cual utilizaré. sobre todo. el capítulo 1, Eso, en parte porque hay que limitarse, en parte porque son los textos claves para conocer el pensamiento de Anselmo y también claves para el tema escogido. En segundo lugar. quiero recordar que muchos, a través de los siglos, han querido encasillar a Anselmo como filósofo puro o como teólogo insigne; muchos también han hahlado de Anselmo sólo para apoyar o rechazar su argumento ontológico. Aquí no he querido entrar en esta polémica, Para entender a Anselmo hay que olvidar por un momento elfamoso argumento, porque Anselmo es mucho más que eso. Por esta razón hablaré muy poco de él. "En esta distinción entre dialécticos y místicos, Anselmo quiebra todos los marcos. Es un dialéctico sutil y un místico ardiente; es un gran metafísico y un gran teólogo, Pero es sobre todo su manera de ser todo esto lo que hace la originalidad de su espíritu" (7), (4) (:i) (6) (7) Mon, ProL 7. 10-1 I A. Cantin. SoilIf Alise/lile 622. Prpro:94.6-7. S. Vannin Rovighi. Nores Médiévak. 1964. p. 423. 011 dé/}(Ir! Sil!" de /'illf/llellec /'OI'c/lIlIl"e de Soill! elll"lll'éelllle Alise/lile de {1I1 /1/ misoll. XIII' siéc/c. Spic. B~c. 11. pp. 611- Cahiers de Civilisation LA RATIO F1lJEI. SEGUN ANSELMO DE CANTERBURY 1. 295 LA FE Para Anselmo, la fe, o el creer, es el punto de partida de todo. El Monologión (Mon) parte de "lo que necesariamente creernos acerca de Dios y de su creación" (8). La fe es una necesidad. Todo deriva de eso. La necesidad, o lo necesario, es algo que existe, que está presente, lo queramos o no. Toda vida cristiana, sea contemplativa, sea reflexiva, tiene que partir de lo que nos dice la fe. Aparece la misma idea en el Proslogión (Pr). Fue escrito, en palabra de Anselmo, "en nombre de quien se esfuerza por elevar su mente a la contemplación de Dios y buscar entender lo que cree" (9). El creer es primero; el entender sigue. Hay algo más; no se trata solamente de creer y entender lo que se cree. Se trata también de contemplar a Dios: estamos en un ambiente de oración. El Pr I termina con este acto de fe que es también una oración de humildad: "No trato, Señor, de penetrar tu altura, porque de ninguna manera le comparo mi intelecto. Pero deseo de alguna manera entender tu verdad que cree y ama mi corazón. Por eso, no busco entender para creer, sino que creo para entender. Firmemente lo creo, porque si no hubiera creído no habría entendido" (10). Es el adagio agustiniano: credo ut ill/cligwlI (1 1). En Pr 2, el capítulo donde describe el famoso argumento ontológico, Anselmo escribe: "Entonces, Señor, Tú que das entendimiento a la fe, dame de entender, tanto como Tú sabes explicar, que Tú eres como lo creemos y que Tú eres lo que creemos. En efecto, creemos que Tú eres eso, de lo cual nada mayor puede ser pensado" (12). Y sigue el famoso argumento. Se trata de creer; es un acto de fe. K. Barth y M. Corbin llaman este argumento el "nombre inspirado" (13). Podemos ver la misma idea en los demás libros de Anselmo. En la Encomendación (Com) del Cllr DClIS H011lO (CDH) al Papa (Com) insiste Anselmo: "Si no creen, no entenderán" (14). Lo primero es la fe: "para entender, hay que estar estable en la fe (15) Y el trabajo del teólogo es elevarse hacia la razón o hacia lo razonable de lo que creemos" (16). Desde el prefacio del CDH, Anselmo proclama que "tiene que llegar por necesidad todo lo que creemos de Cristo" (17). El motivo del CDH será: creemos y confesamos que Dios se hizo hombre y, por su muerte, dio vida al mundo, entonces podemos tratar de entender las razones o necesidad de su actitud (18 J. Y Bosón, el protagonista (11) Mon 1: 13. <J. PI' prooerniulI1: 94.1-2. PI' 1: 100. 1:1-19 Agustín, Serrno 91. 7, <J. (12) 1'1'2:101.3-:1. (X) (<J) (10) (13) K. Harth . COlllor!Jérr. (14) (1:1) (16) (17) (IX) /\II.1'e/llle. Lahor el' fiJes Genéve. T. 1, Cer!' París, 19X6, p. 220. .1'01111 Corn: 40-X. CDH COIl1: 40. 1-2: fide .lla!Ji/ilus. CDH Corn: 40. 14. CDH Praef: 43. 2-3. CDH 1:4X.2-4 CDH 198:1. p. 73: M. Corbin. L 'oeuvre de 5ailll Alise/me 29(-i ANDRE HUBERT literario del CDH, exclama: "El orden recto exige que creamos las cosas profundas de la fe cristiana antes que presumir de su discusión por la razón" (19). El De Veritate (DV) empieza con un "porque creemos que Dios es la Verdad" (20). En la "Espisto/a de Incanwtione Verbi" (lnc), Anselmo repite que "si discute algo de la firmeza de la fe, no es para confirmarla, sino para satisfacer a algunos hermanos que así lo piden" (21); "en efecto, ningún cristiano debe discutir cómo la Iglesia Católica cree con su corazón y confiesa con su boca" (22); "si ve con su inteligencia, que dé gracias a Dios; si no lo puede, que no arroje sus cuernos al viento, sino que baje la cabeza para adorar" (23). Todos los textos indican lo mismo: lo primero es creer y, si la fe está firme, en segundo lugar tratar de entender y explicar esta misma fe. Hay más. Para esto quiero volver al Monologión. Después de anunciar en el capítulo l que su punto de partida es la fe, Anselmo se olvida de hablar de la fe hasta el capítulo 64. Es decir, explica a través de razonamientos (es el movimiento del Monologión) que Dios existe, que existe su Palabra por la cual se dice a sí mismo y dice al mundo, que esta Palabra es el Hijo, que existe el Espíritu Santo, y llega al capítulo 64 para declarar que esto que parece inexplicable, sin embargo, debe ser creído (24): la fe ayuda a "comprender racionalmente que es incomprensible" (25). Solamente en Mon 71, Anselmo empieza a dar un contenido a la re, "nada parece más consecuente y debe ser creído con más certeza que esto: el alma humana fue hecha de tal manera, que si desdeña amar a la esencia eminente sufrirá la miseria eterna; si ama, se alegrará con el premio eterno" (26). En todo este capítulo 71 explica que el alma fue hecha para (hacia) una finalidad (27). Desde el capítulo 76 quiere definir más. El título es: "Hay que creer en ella (en la esencia eminente)" (28), y describe: "No se puede amar o esperar lo que no se cree. Por eso, es importante para esta misma alma humana creer la esencia eminente (hago a propósito una falta gramatical) y las cosas sin las cuales ella no puede ser amada. para que, creyendo estas cosas, tienda hacia la esencia eminente o en ella (29). Anselmo emplea aquí la preposición in con acusativo, para marcar que no se trata solamente de tender hacia, sino también de llegar hasta la cosa buscada, es decir, compenetrarse en ella. Para expresar mejor su idea, desde ahora va a hablar de "creer en" (credere in con acusativo. "Es mejor creer en ella, que creer hacia ella" (30). Por eso, hay que creer de igual manera en el Padre. el Hijo y su Espíritu Santo, en cada uno por separado y en los tres juntos (31). Y "es evidente que nadie puede tender en la esencia eminente, si no cree en ella, y que no es útil a nadie creer en ella, si (19) (20) (21) (22) CDH 1:48. 18. DV l. 176.4. Ine 1: 5. 19-21. IneI.6.11. (23) (24) (25) (26) Ine 1: 7. Mon 64: Mon 64: Mon 71: (27) (28) (29) (0) (1) 3-4. 74. 29 (título). 75. 11. 81. 19-82. i. ad id ad Ifl/od: 71: 81. 12. 76: 83. 15. 76: 83. 16-18 76: 84. 2. 77: 74. 6-7 LA RATIO FlDE!. SEGUN ANSELMO DE CANTERIlURY 297 no tiende en ella" (32). De allí vendrá la definición de la fe: "La fe viva es la fe que cree en eso en lo cual debe creer (ill id ill qllod); la fe muerta es la que eree lo que debe creer (id qllod)'" (33). Es decir, la fe es viva cuando hay un movimiento de tensión hacia Dios para llegar a vivir plenamente en El. Es todo un movimiento escatológico: "hay que creer en una cierta inefable unidad trina y trinidad una" (34). 11. LA RATIO He dicho anteriormente que me es difícil mo le da varias acepciones. de buscar resistió Por ejemplo, por la necesidad de la razón a la tarea por varias ambos casos no significa razones "razón",! rotio en singular en pI ural, por "razones". Se puede primer (35) y algunas (36). Ciertamente ratio por "razón". Me parece por "razón", "razonamiento" o "conjunto (la fe tiene razón difícil de entender o desde lo interior; y entender, de la razón. a reconocer lo que creemos fe o mostrar pruebas será un excelente gación (2) (33) (34) (35) (6) (7) (3X) (39) maestro, el Monologión. ratio fidei'! la expresión es escribir, 94. 6-7. Anselmo nuestro nos ayuda a la razón aclara a nacer (37). Es evidenque esta primera función será profundizar el uso de la dialéctica; (38). Era el deseo de partida mostrar que su finalidad algo sin la autoridad de la verdad en traducir. i.e., a leer interior- de razonamientos. a todas las objeciones anuncia i.e., leer es tanto apren- de allí la dificultad a intelliE;ere. o a aquí que el muy bien que la "entender"; de esta fe a través al enseñar Anselmo de la razón y la claridad 77: X4. 11-13. 7X: X.\ X-9. 79: X5. 12-13. Mon Pro!: 7. lO. Mon Prol: 7.14. PI' proocllliulll: 93.2-3: Mon Pro!: 7. 11-12. MonPro!:7.IO-11 es traducir y ratiolles, de razonamiento" o ayuda por la fe. Su segunda de la verdad y así "a responder de sus hermanos) la necesidad funeión- que se le pueda ocurrir" Veamos en ¿qué signifi- es illtelliE;ere. /lItelliE;ere es illtlls-legere, todo junto o separado; misma sin sentido dice que se sigue: la fe. Pero veremos no es exactamente mente, zar todas las preguntas mishabla ratio utilizada era: Exel71pllll71 l71editalldi de ratiolle fidei la fe a través La razón -y es su primera Anselmo más abajo por el momento exactamente fe es primera y que la razón tiene que explicar impresión, aunque justa, no es suficiente. der como reconocer Anselmo (ver lo que la razón dice de la fe). Recordemos título del Monologión Otra palabra líneas que la palabra conflictivo ¡.cómo tradueir subjetivo objetivo te que no se trata de buscar interiormente ratio. Anselmo Pero la difieultad que lo menos Además, ver un genitivo vivir) o un genitivo la palabra del Monologión, lo mismo. Hasta ahora he traducido ca la palabra traducir en el prólogo quiere esa En eso, profundi- aun simplistas o quizás del Monologión. (parece que por obli- de la Escritura y por (39). La ratio se opone a la autoridad 298 ANDRE HUI3ERT de la Escritura, no como fuente de la verdad, sino lo contrario (la fe es siempre primera): la razón como poder del hombre lo ayuda a leer interiormente, a reconocer, a encontrar lo que la fe dice. Dicho de otra manera, el hombre, usando solamente el razonamiento (40), podrá encontrar la verdad de la fe. Esa es la apuesta de Anselmo. Hasta podrá decir que la ignorancia es irracional (41). Hay un límite a la raz6n o al razonamiento: está hecho por un hombre; entonces, "aunque las razones me parecen necesarias, no las digo absolutamente necesarias, sino que lo son provisionalmente" (42). Anselmo habla de "razones necesarias". Y se podría traducir la expresión de esta manera: implacables, no por eso son definitivos. aunque los razonamientos Siempre la fe es primera; sean impecables o es lo único absoluta- mente necesario (43). Y si todo lo encontrado está asegurado por razones necesarias y que, al mismo tiempo, la inteligencia no puede explicarlo, no olvidemos que podemos comprender racionalmente que es incomprensible" (44). El Proslogión, que para algunos es el punto de partida de la razón moderna, apenas emplea la palabra ratio. Solamente dos veces en el prefacio, cuando recuerda el título primero del Monologión, y tres veces en los capítulos 9 y 1 1, cuando demuestra que la raz(lIl que tiene Dios para actuar nos sobrepasa, i.e., es incomprensible. Quizá el Proslogión es el menos racionalista. El CDH volverá a insistir sobre los razonamientos. En la Encomendación (Com) de su libro al Papa, Anselmo habla de nuevo de la razón de la fe (45) y explica que siempre la fe es primera, pero que, si esta misma fe ha purificado el corazón (46), si la fe tiene estabi lidad (47), entonces es importante buscar siempre nuevamente las razones de la verdad que es tan amplia y profunda, que no puede ser agotada por mortales (48). y recuerda que "1'1 Sagrada Escritura nos invita a investigar la razón de la fe, cuando dice: si no creen, no entenderán. Así nos advierte claramente que debemos ensanchar nuestra intención hacia la inteligencia y, al mismo tiempo, nos enseña cómo debemos avanzar hacia ella" (49). Es decir, hay que buscar la razón de lo que creemos. La finalidad del CDH es: "Mostrar que la razón no puede contradecir la fe" (50); "entonces. descartando a Cristo como si nunca supiéramos de El, se quiere probar por razones necesarias (i.e .. por razonamientos implacables) que es imposible que hombre alguno se salve sin El (51). Este es el resumen del libro primero. En el libro segundo, "como si no se supiera nada de Cristo, se quiere mostrar con una raz6n y una verdad no menos clara que la naturaleza humana fue instituida para que un día el hombre entero, i.e. en cuerpo en alma, goce de la bienaventurada inmortalidad; que es necesario que (-lO) (-11) (-12) (-13) (-1-1) (-15) (-16) (47) (-IR) (-19) (50) (51) .1'11/<1 rIIlill/le: 1: 13. 11: rlllill/le dual/le: 1; 13. 16 1; 1-1.3--1. /lecess"rie crediJllus: 1: 13. 'l. 6-1: 75. R-II CDH COIll: 39. 3-5. CDH COIll: .'9, -1-5: cordejide /lIII/ldlllll. CDH COIll: 40, 1-2 .tide sl"hililus. CDH COIll: 40, 4-5. CDH COIll: 40. 7-10. CDH PraéL 42. 10. CDH PraéL 42. 12-13. 1: 13. 15-16. LA RATIO FlOE!. SEGUN ANSELMO DE CANTERBURY 299 llegue al hombre eso para lo cual fue hecho, pero sólo a través de un Hombre-Dios; que por necesidad debe llegar todo lo que creemos de Cristo" (52). No olvidemos: y la razón no tiene corno finalidad llevar a la fe. Ese es el camino prohibido. La razón reenuncia la fe; ayuda a expresar las palabras de la fe de manera dialéctica. Profundicemos. La razón marca el esfuerzo del hombre para expresar la fe. De esto, veo varias consecuencias que están muy relacionadas entre sí. l. IlIlportancia de una expresirín adecuada de la fe Anselmo, en todos sus libros, tiene desarrollos para mostrar la importancia que él otorga a la búsqueda de expresiones adecuadas o de razonamientos adecuados. Un ejemplo: Anselmo tiene desarrollos en el Monologión y en el De Casu Diaboli (DCD) para explicar el significado de la palabra "nada" (53). Además Anselmo tiene dos libros dedicados enteramente a este tema. Uno es el De Gralllllwtico (DG), en el cual Anselmo muestra claramente el peligro de las "razones necesarias"; ellas pueden llevarnos en uno u otro sentido (54) e insiste en la humildad. para no obstinarse en ideas propias frente a argumentos más valederos (55). El otro libro es el De Potestote (DP). En este último, la paternidad de Anselmo está puesta en duda, pero no su paternidad espiritual. Esto significa que este libro recoge ideas de Anselmo sobre el empleo de distintas palabras (56). Parece algo como primer borrador de un libro o un recuento de notas para utilizar en distintos pasajes libros. un de También en este contexto hay que hablar de la analogía. Anselmo no conoce la palabra "analogía" y utiliza "semejanza-desemejanza" (57). Para Anselmo es un esfuerzo siempre renovable; hay que buscar expresar lo inexpresable, aunque nuestras palabras sean pobres. y sin olvidar que son pobres. El Concilio Letrán IV utilizará las mismas palabras de Anselmo: hay que afirmar una semejanza y, al mismo tiempo, una desemejanza (58). El Padre Chenu hace remontar el comienzo de la metafísica y de la analogía 2. El buscar repente (52) (51) (54) (55) (56) (57) (5X) (5l)) (60) a Anselmo y a su/ides la m::.rín de la/é C/uaerells illtellectulll (59). es algo deleitable Dentro de lo que parece una fría lógica, hay como gritos de admiración. "Esto de me llevó a algo grande y deleitable" (60). "Me parece deleitable volver a tocar CDH Praef: 42, 14: 41, l. Mon X: DCD 11 DG 1: 145. X-l). DG21.16X,IO-11 A. Galonniér. 11I!l'IIducc;IÍII, in M. COl'bin, L 'oeuvre de Saílll Alise/me Paris Ccrf ¡9l)O. pp. 161 ss. Mon 11: 26, 2. DS X06: DZ 412. 1\1. D. Chcnu. Ll/ Ihé%gie l/U dlll¡;jfJlle síhk Paris Vrin. 1l)57, 1'.1/4. Mon 6: Il), 15. de Cl/llloriJú.". Tomo IV, ANDRE HUBF.RT JOO ¡mis seguido un seereto tan impenetrable eomo la pluralidad en Dios" (61). "Mientras miro de manera deleitable las propiedades y la eomunión del Padre y del Hijo, al contemplarlos no encuentro nada más deleitable que su afecto mutuo" (62). Se podrían dar muchos ejemplos en cada libro: Anselmo gusta de su trabajo de teólogo. Las palabras "deleitar", "gozar", "alegrarse" son muy frecuentes. "Numerosos son estos bienes y mi inteligencia es estrecha y no puede verlos juntos para deleitarse con todos al mismo tiempo" (63). El CDH está aún más claro. "No para acceder a la fe por la razón (eso es el camino prohibido), sino deleitarse por la inteligencia y la contemplación de lo que se cree y para que, en cuanto sea posible, podamos estar siempre dispuestos a satisfacer a todo aquel que reclame razón de esta esperanza que está en nosotros" (64). A pesar de las dificultades del tema, el u'abajo interesa, porque entender es "amable por la utilidad y la belleza de su razón" (65). "No solamente la materia a tratar es hermosa, sino que, como concierne al más hermoso de los hijos de los hombres, es hermosa por una razón que sobrepasa la inteligencia de los hombres" (66). La belleza atrae. Hasta en su manera de escribir busca Anselmo la belleza. Su latín no pierde su belleza, aun cuando su objetivo primero es enseñar. Prueba de ello, el Retruécano (1a palabra técnica es COlllll1l1tatio), e'ste juego de palabras que Anselmo gusta. Un ejemplo: "Dios es el único que toda naturaleza debe venerar amando y amar venerando" (67); "esta Trinidad una y Unidad trina" (68). Creo que para Anselmo era un gozo espiritual el pen:>ar y escribir. Además para él es una alegría compartir lo que descubre: "Cuando descubro algo que antes no había visto, lo abro a otros con gusto" (69). No hay duda: se trata del gmuliwl/ de I'eritate de San Agustín (70): encontrar la verdad es agradable; buscar la verdad también tiene su agrado, su deleite. 3. La búsqueda por la razán I/lInca terll1ill1a Siempre hay algo más que buscar (Com), porque Dios es m<1sgrande que todo lo que se puede pensar (Pr), porque la "razón de la verdad es tan amplia y tan profunda, que no puede ser agotada por mortales" (71 ). Además cuando la Escritura nos dice: "Si no creen, no entenderán", nos indica que también es importante el entendimiento y que hay que expresar este entendimiento (72). Esto es un esfuerzo siempre renovable. (61) (62) (6-') (64) (65) (66) (67) (6X) (69) (70) (71) (72) Mon 4-': 59.17. Mon 4'): 64,16-18. Pr IX: 114, 17. id Pr25: 118.20 la hellezadeleita. Pr24: IIX, I IK9 de/eClllhi/is - de/ce 111/10. CDH 1. 1: 47. X-lO. CDH 1. 1: 4X. 8-9. Cfr línea 1-': Las ensas son mC!llreS con preguntas y respuestas: gustan mús. Cfr en la púgina 49. el empleo de s¡Ji'cioslIs. CDH 1.1:49.17-19. MllIlXO:X7.9-IO. Mon 79: 86. \-'-14. CDH Com: 40. 16-17. Agustín. COIlt:. X. 23. 33. citado por Juan Pahlo 11en su COllsliluciúlI "1){)slú/ica sobre 111.1Ulliversidades CIl/ií/iCIIS N° l. CDH Com: 40. 4-5. CDH Com: 40.8-9. LA RATIO FlDE!. SEGUN ANSELMO DE CANTERBURY 301 El CDH insiste sobre otro aspecto: habla de las "razones más altas" (altioras). A Anselmo, que teme tratar de cosas "más altas" (73), Bosón responde que Dios da su gracia, y al que distribuye lo recibido, Dios responde con gracias "más altas" (74). Sobre todo hay que entender que "cualquier cosa que el hombre pueda decir sobre aquello, siempre se esconden tantas razones más altas de esta cosa" (75). Esta insistencia sobre algo "más alto que se esconde" muestra que para Anselmo siempre hay que avanzar. Por eso él hace un pacto: "Si digo algo que no confirma una autoridad mayor, aunque parece ser probado por esta razón, quiero que no sea recibido por otra certeza que ésta: hasta ahora a mí me parece así, hasta que Dios me lo revele por otra manera mejor. Y si he podido en alguna manera satisfacer tu pregunta, también es cierto que alguien más sabio podrá hacer lo mismo de manera más plena" (76). y en otra parte del libro el mismo Bosón anima a Anselmo, que no se atreve a entrar en lo inescrutable, diciéndole: "Acepto que ningún hombre puede en esta vida abrir totalmente tan gran secreto; no te pido hacer lo que ningún hombre puede hacer, sino hacer cuánto puedes. En efecto, me persuadirás mejor que en esta cosa se esconden razolles más ((Itas, si me muestras que ves alguna, mejor que, al no decir nada, me pruebas que no reconoces ninguna razón en ella" (77). Es decir, al buscar una razón de la fe. el teólogo muestra que existe algo más alto, algo incomprensible. Y aunque sabe que la teología avanza, sabe también que siempre habrá algo más alto. Al saber esto, el teólogo no puede quedarse indispensable a la teología. es incomprensible" (78). Yeso II!. en silencio. Mostrar que hay algo incomprensible es algo Volvemos al Monologión: "Comprendí racionalmente que me lleva a la tercera parte: hay una crisis. LA CRISIS Recordemos: la fe es primera; la fe busca entendimiento, Tomo a propósito esta segunda frase. porque era el título primero del Proslogión: Fieles qllaerells illtellectlllll. El Proslogión nació dos años después del Monologión, de la insatisfacción de Anselmo por lo que había escrito en este mismo Monologión. Si la insatisfacción es de orden científico, parece normal. Todo científico, cuando ha escrito algo, se da cuenta quc no ha dicho todo lo que quería decir ni de la manera cómo quería decirlo. Además su trabajo cicntífico avanza y también los descubrimientos que hay que participar a otros (79). Y al cmpezar el Proslogión. Anselmo parece confirmar este tipo de insatisfacción. Nos confiesa que al ver que el Monologión tenía un encadenamiento de argumentos múltiples, buscó encontrar un argumento único (80). In) l. 1:4X. 2'1. 1. 1: 4<J. 6. (74) CDH CDH 17'1) CDHI.2:'iO.12-13 (76) (77) CDHI.2:'iO.7-12. CDH 11. 16: 117,18-22. (78) Mon 64: 7'1.11-12. (7<J) Cfr. CDH I XO) Pr Pro: <J.'. 4 ss. COIll: 40. 1'1· t 6: "Cuando descubro algo, lo abro a otros con gusto". ANDRE HUBEln Pero la insatisfacción de Anselmo al escribir el Proslogión no es sólo científica. Hay algo más. Tampoco es mera casualidad o simple esfuerzo literario que el estilo del Proslogión sea distinto del estilo del Monologión. El PI' I es un texto escrito en forma dc oración y recuerda la introducción del libro de las "Confesiones" de Agustín. Después de todo, el movimiento del Monologión podríamos esperar una declaración de fe sobre la grandeza de Dios (lo que se hará PI' 2). En vez de esto, nos encontramos con una descripción de la miseria humana: es un hOlllllncio, un pobre hombre que no sólo debe rebajarse, sino reconocer la miseria de su fortuna. "¡Oh miserable fortuna del hombre desde que ha perdido todo eso para lo cual fue hecho'" (X 1). Y lo más terrible: tendía en Dios, tropecé en mí mismo (X2). Temiere in era el comienzo de la definición de la fe en el Monologión, y aun de la fe viva en contraposición a la fe muerta (recordemos: in id in qllod). ¿Qué ha pasado en la mente de Anselmo'/ Y no es un caso aislado. En PI' 14 vuelve la misma idea: "Mi alma se tiende para ver más y, más allá de lo que ve, no ve sino tinieblas" (X3). En PI' 16, cuando parece haber alcanzado por fin lo que ansiaba -la luz inaccesible-, vuelve a declarar: "Esta luz brilla demasiado, el ojo de mi alma no la capta, ni sufre tender algún tiempo en ella" (84). Existe siempre esta "tensión" hacia Dios o hacia el conocimiento de Dios y parece terminar siempre en fracaso. Anselmo mismo nos indica una primera pista en el final del prefacio del Proslogión cuando explica los cambios de nombre. Dice que había escrito dos opúsculos, uno llamado Exelllpllllll l1leditandi de ratione fidei y el otro fides qllaerens intcllectlllll. Estos dos libros estaban ya circulando sin nombre de autor. "Varios, explica Anselmo, sobre todo el reverendo arzobispo de Lyon, Hugo, legado apostólico de Galia que me lo ordenó, en virtud de su autoridad apostólica, varios me obligaron a encabezar mis libros con mi nombre. Para que esto se haga de manera más conveniente, he nombrado el primero "Monologión", o sea, monólogo, y el segundo "Pros]ogión", o sea, alocución" (X5). Anselmo se dio cuenta que para retlexionar sobre la fe o los razonamientos acerca de la fe no basta un "monologión", es decir, no se puede hacer en un monólogo; se necesita un "proslogión", es decir, una alocución o un diálogo. Me explico. El Monologión muestra las razones necesarias y, al mostrarlas, trata de convencer. pero al final se parece más a un libro científico al estilo positivista; es decir, donde es más importante el método científico y el exponer 10 descubierto, que la ciencia misma, o el científico que investiga o el lector del libro. Bouyer habla del Monologión como de un desliz sensacional (X6). El Monologión fue escrito en nombre de "quien razona en si1cncio consigo mismo e investiga lo que no sabe" (87). Este "silencio", "consigo mismo" huelen mal cuando se trata de investigar lo que no se sabe. (XI) (X2) (X3) (X4) (X5) (X6) (X7) PI' 1:<J8. 16. PI' 1: 99.10-11: !l'llde/¡olll ;11 Del/lIIl'! lit/el/di il/ 111(' ¡I}SI/II/. PI' 14: 111. 24-25. PI' 16: 112.24-25. PI' Pro: 94.Y-D. L. Bouyer. CIISI/WS. Cerf París. 19R2. p. I X2. La palabra usada es dérulJilge. accidente con consecuencias tráglcas. PI' Pro: 93. 3-4. que da la imagen este de un LA RA no FIDEI. SEGUN ANSELMO DE CANTERIlURY El Proslogión es una oración a Dios. El piadoso Proslogión, dice Bouyer. Es una oración de petición: "Llévame a la luz inaccesible donde tú habitas". Fue escrito "en nombre de quien se esfuerza en elevar su mente hacia la contemplación de Dios y busca entender lo que cree" (8S). El motivo de toda teología está aquí presente: "Buscar entender lo que se cree"; pero antes hay que elevarse "hacia la contemplación de Dios". No es que el monólogo sea malo; es insuficiente. Se necesita un diálogo, en primer lugar, con Dios. No olvidemos que Anselmo es monje. Pero hay más. Quiero recordar ahora el movimiento de todo el Proslogión. Parte en el capítulo I de la petición de conocer a Dios y del reconocimiento de la bajeza del hombre. "Busco tu rostro, tu rostro busco, Señor" (S9); lo busco a través de la imagen que has creado en mí. La imagen en mí es la memoria, la inteligencia y el amor (90). Pero esta imagen está oscurecida por el pecado y sólo queda el deseo de "entender de alguna manera tu verdad" (9) ). Entonces viene el capítulo 2: "Creemos que tú eres eso de lo cual nada mayor puede ser pensado" (92). Y esa "definición" de Dios nos prueba que si está en el intelecto, también debe estar en la realidad (Pr 2-4). Si queremos ahora entrar más en esa realidad, veremos que Dios es "todo lo que es mejor ser que no ser" (93): es justo. bienaventurado; es sensible (Pr 6), es todopoderoso (Pr 7), es misericordioso e impasible (PI' 8). es justo cuando castiga y justo cuando perdona (Pr 912), es incircunscrito y eterno (PI' 13). En PI' 14, después de todas estas descripciones, vuelve a preguntarse si ha encontrado y se da cuenta que sólo ve tinieblas, porque Dios es "mayor que lo que se pueda pensar" (94). Viene entonces una descripción de la luz inaccesible donde habita Dios (PI' 16), porque en El todo es inefable (PI' 17). Por eso, vuelven la tristeza y el dolor; "mi alma esperaba estar saciada y vuelve agobiada por la indigencia" (95). Dios está más allá de la vida y la eternidad (PI' IS), más allá del tiempo y del espacio (PI' 19), más allá de todas las cosas, aun las eternas (Pr 20-21). Dios es único; es el único que es realmente y se satisface a sí mismo (PI' 22). Es el Bien Supremo. Padre, Hijo y Espíritu Santo; único bien necesario (PI' n). Entonces, pensemos: si cada bien es deleitable. ¡cuánto más lo será ese Bien que hizo las cosas deleitables I Para medir esto, midamos la distancia entre el Creador y la creatura (PI' 24). Y viene la gran pregunta: ¡.Cómo, dónde gozar de ese Bien? "Si la belleza los delcita. los justos brillarán como la luz. Si es la velocidad o la fuerza o la libertad del cuerpo que no tenga obstáculo: serán semejantes a los ángeles de Dios, porque se siembra un cuerpo animal y surge un cuerpo espiritual, por el poder de Dios y no de la naturaleza. Si es una vida larga y saludable: allí está la eternidad sana y la eterna sanidad, pues los justos viven perpetuamente y la salud de los justos viene del Señor" (96). Todo el capítulo 25 describe los deseos de todo hombre para mostrar que están (XX) (X')) (9()) (')21 Pr Pro: 94.1-2. Pr 1: 97. 9-10: cilación de Sal 26. X. Pr 1. lOO. 12-1:1. que rctoma Mon 67: es la idea de la Trinidad sicológica Prl: 100. 17. Pr 2: 101. 5. (9:1) (94) (95) (96) Pr5: 104. 16. Pr 15: 112. 15. Pr IX: 114. 19. Pr 25: 118.20-25. (')1) de San Agustín. J04 ANDRE HUBERT realizados plenamente y más que plenamente en la bienaventuranza eterna. Y no solamente los deseos personales. Porque "si otra persona a quien amarías absolutamente como a tí mismo, tuviera esta misma bienaventuranza, tu alegría sería duplicada, porque ya no te alegrarías menos por él que por ti. Y si dos o tres o muchos más tuvieran la misma cosa, te alegrías tanto por cada uno que por ti mismo, si los amaras como a ti mismo" (97). "En efecto, si aman a Dios con todo el corazón, todo el espíritu y toda el alma de tal manera que todo el corazón, todo el espíritu y toda el alma no sean suficientes para la dignidad del amor, ciertamente se alegrarán de todo corazón, todo espíritu y alma. de manera que todo el corazón, el espíritu y el alma no sean suficientes para la plenitud de la alegría" (98). Es decir, podemos amar a Dios lo más posible y amaremos a Dios lo más posible. Aun así el amor nunca será suficiente (siempre hay un más), pero recibiremos la alegría plena que sobrepasará siempre más lo que podamos recibir. Siempre hay un "más". Si se quiere: Dios no es solamente "mayor que todo lo que puede pensar" (PI' 15), sino que es también "mayor que todo lo que se puede amar" y que si lo amamos con todo el corazón, el espíritu y el alma nos dará la alegría "mayor que todo lo que se pueda gozar". Es lo que describe el capítulo 26. No vamos a recibir la alegría, sino que "vamos a entrar en la alegría del Señor" (99). De allí la oración final: "Pido, Dios, que pueda conocerte y amarte para gozar de Ti. S i no lo puedo en esta vida. que, por lo menos, pueda progresar cada día hasta que aquello venga en su plenitud. Que aquí progrese en mí Tu conocimiento y se haga pleno allá; que crezca tu amor y sea pleno allá, para que mi alegría sea grande en esperanza aquí y plena en la realidad allá" (100). El progreso de esta vida es fundamental, si nos prepara a la realidad plena y plenificada del Reino. Todo el movimiento del Proslogión nos lleva a esta plenitud escatológica. Porque de esto se trata y es fundamental. Tenemos varias etapas. La primera. al comienzo, es un recuerdo de la realidad que es realidad de pecado (miserable suerte del hombre) y también realidad de re (es el id qllod maillS cogitari possit). De allí parte todo el esfuerzo "racionar' para exponer mejor esa fe. Se llega a ver que Dios es l!Iaius qU(/1!I cogitari possit. Pero hay un nuevo tope: la tiniebla, o mejor, la luz es demasiado fuerte. Al mismo tiempo, y es el tercer grado, esta tiniebla me ayuda a ver que Dios es el Bien Supremo y es Padre, Hijo y Espíritu Santo; es decir, no es solamente "algo" (id qllod: esto es, para el pensamiento), sino que es "alguien" que es factible amar. El amor me lleva a "más", a un méÍs escatológico. Un más que hay que vivir desde ahora. Yen eso está la importancia de la ratio. Nuestra vida se desarrolla entre la fe, que es siempre primcra, y la bicnaventuranza o visión beatífica, que es la realidad plena. Entre las dos estéÍ la ratio. Ahora es importante definir bien lo que es la ratio o. por lo menos, mostrar bien lo que es. La ratio es todo esfuerzo del hombre para expresar la fe. para mostrar que la fe es razonable y (eso es importante) así preparar desde ahora la visión beatífica. Esto no rebaja la razón humana; por lo contrario, importancia de todo esfuerzo teológico razonable. Todo esfuerzo (97) (98) (99) (lOO) PI' 25: PI' 25: PI' 26: Pr26: 120.5-9. 120. 17-20. ¡21.6 citando a MI 25. 21. 121.14-18. muestra humano la grandeza e (ver la reseila LA RATIO F1lJU. SEGUN ANSELMO DE CANTERBURY histórica dcl comienl.O) y teológico siempre tiene que partir de la fe y preparar conscientemente la visión beatífica, que es la realidad plena. La ratio une fe y visión de una manera indisoluble e indispensable. "Porque reconozco que la inteligencia que recibimos en esta vida es intermedio entre fe y visión, estimo que más alguien progresa hacia esa inteligencia y más se acerca a la visión a la cual todos aspiramos" (101). Es la mejor descripción delfldcs qlWcrClIs illtC/lcctlllll: la fe busca inteligencia, porque esta inteligencia nos prepara directamente a la visión. Anselmo se dio cuenta que no podía lograrlo, sino en un proslogión, i.c., en una alocución con Dios. Quedarse en un monologión o monólogo sería hacer actuar la sola inteligencia, o poner de nuevo a Dios a nivel de la inteligencia. El proslogión, o alocución, ya ayuda de por sí a ir más allá de todo lo que se puede pensar. V isto eso, podemos coneluir. CONCLUSION Creo haber mostrado con mi expOSIción que Anselmo ha querido trabajar en "proslogión", i.c., en diálogo. Creo también haber mostrado el sentido escatológico de la fe (en la primera parte) y de la razón (en la tercera parte). Podemos entender mejor ahora lo que quiere decir Anselmo cuando habla de la "razón de la fe". La fe es siempre primera. La fe es necesaria y es recibida por el hombre que entonces hacc uso de su facultad primordial: la razón. El primer trabajo de la razón es illtclligcrc, es tratar de exponer esta fe y/o tratar por su solo esfuerzo de encontrar lo que creemos necesariamente. La fe no es solamente algo recibido por el hombre; es también algo escatológico: es una tensión hacia Dios para compenetrarse en El. En eso también la razón ayuda, porque todo descubrimiento, todo avance en el entendimiento de la fe, es preparación directa de la bienaventuranza, es un hacer fructificar los talenlos recibidos para enlrar en la alegría del Señor. Este Me pareció importante presentar estos aspectos para entender bien a Anselmo. puede ayudarnos a retlexionar dentro de nuestro mundo de hoy y a presentar nuestro quehacer teológico con dimensión escatológica: de cara a este mundo, como un trahajo de eso trata la razón de la fe. eseneial, necesario y Hay cn Anselmo un gusto pronunciado al diálogo (102). Hay, además, un deseo de comunicar a otros lo descubierto. Es posible que Anselmo estuvo él mismo impresionado por lo que descubrió al escribir el Proslogión, o que el método usado le gustó tanto, que decidió conservarlo, ya no como oración o diálogo con Dios, sino como diálogo con otro hombre. El método así lo obliga a ponerse a nivel de los seres humanos y IlO solamente a quedarse a nivel de la razón razonante, Para terminar, recuerdo que no hay definición de la palabra "razón", quizás porque, para Anselmo, la razón es el esfuerzo natural, lógico, para entender la fe y llevarla a su cumplimiento escatológico, El hombre razonable es el hombre que recibe la fe, la (101) 11(2) CDHCOIll:40, R~cordcmos 10-12. que (kspués de Pros!ogión, Anselmo escribió sus libros en forma de diálogo. 306 ANDRE HUBERT ayuda a ser una fe plenamente viva, ¡.e., a llevarla o a llevarse hasta Dios, el Bien Supremo. El hombre no razonable (103) o insensato ( 104) es el hombre que dice en su corazón "no hay Dios" y, entonces, no puede llevar su fe, su vida, su ser a su plenitud escatológica, y así no puede llegar a entrar en la plenitud de su Señor. ( 1m) Recordemos que la ignorancia (104) Insipiens: Pr 4. es irracional: Mon 1: 13. 1Ó.