- RESUMEN La historia es contada por una chica, Ôngela, que vivÃ−a en Valverde de Lucerna, que recuerda cosas que su madre le contaba y lo que le ocurrÃ−a a ella y a sus conocidos cuando ella era joven y vivÃ−a allÃ−. Al principio cuenta cuando llegó su padre de viajero trayendo libros de aventuras y novelas. Conoció a su madre y se casó con ella. Más tarde nació ella. Recuerda que teniendo ella, Ôngela, diez años el párroco, “Don Manuel”, como ella lo llamaba, tenÃ−a treinta y siete años y era alto, delgado, erguido, etc. Llegó por ese tiempo una carta de su hermano Lázaro, que vivÃ−a en América, que decÃ−a que la llevasen a un colegio de religiosas en Renada, para que terminase sus estudios fuera de la aldea. Al llegar al colegio de religiosas Ôngela querÃ−a ser maestra pero, luego cambio de idea. En el colegio hizo amistad con unas chicas de allÃ− pero, seguÃ−a pendiente de lo que en su aldea ocurrÃ−a. Hasta allÃ− llegaba la fama del párroco de su aldea, por el que las monjas le preguntaban. Se hizo amiga Ã−ntima de una chica del colegio, tanto que decidieron y juraron, hasta con juramento de sangre, que iban a ser siempre como hermanas. Cuando Ôngela hablaba a su amiga o recibÃ−a una carta de su padre que le contase algo de Don Manuel, su amiga lo encontraba interesante. Una de las veces que ella le habló de Don Manuel exclamó: “¡Qué suerte, chica, la de poder vivir cerca de un santo vivo, de carne y hueso, y poder besarle la mano! Cuando vuelvas al pueblo escrÃ−beme y háblame de él”. Luego se refiere a Don Manuel como párroco pero, cuenta que decÃ−a la gente que él no se habÃ−a metido a cura por vocación religiosa, sino porque querÃ−a estar cerca de su hermana que se acababa de quedar viuda y actuar de padre y protector de ella y de sus hijos. à l tenÃ−a un gran talento y gran agudeza mental pero que preferÃ−a estar en la aldea y ayudar allÃ− que estudiar una carrera. Recuerda que una vez llegó una chica que era hija de Doña Rabona, con un hijo y soltera, y no paró hasta encontrarla un joven bueno y sensible que se casase con ella y la cuidase a ella y a su hijo. En la noche de San Juan solÃ−an ir chicos y chicas al lago a desahogarse. Don Manuel empezó a actuar como lago, a curar penas y desgracias. Una vez llegó una madre con su hijo y le pidió que hiciese un milagro para curar a su hijo a lo que él le respondió que no tenÃ−a permiso del obispo para hacer milagros. Se empeñaba en que todo el mundo fuese limpio y si veÃ−a a alguien con un roto lo mandaba al sacristán, que era sastre, para que se lo cosiese. Ôngela decÃ−a que Don Manuel tenÃ−a una voz divina que hacÃ−a llorar en las misas. En el sermón de Viernes Santo Don Manuel solÃ−a decir: “¡Dios mÃ−o, Dios mÃ−o!, ¿Por qué me has abandonado?” y por todo el pueblo pasaba un temblor hondo que llegaba hasta el lago, era como si se oyese a Jesucristo, como si la voz saliese del crucifijo de la iglesia. Una vez al oÃ−rlo la madre de Don Manuel no se pudo contener y dijo: “Hijo mÃ−o” y todo el mundo creyó que la voz habÃ−a salido de la estatua de la dolorosa. Don Manuel tenÃ−a tanta acción sobre la gente de la aldea que nadie se atrevÃ−a a mentirle. En la misa todo el pueblo recitaban el credo en una sola voz, en la parte en la que se dice: “Creo en la resurrección de la carne y la vida perdurable”, Don Manuel se callaba y ella oÃ−a las campanadas de la 1 iglesia de la villa sumergida en el lago. Los temas más frecuentes de sus sermones son las malas lenguas pero, Don Manuel no querÃ−a creer en la mala intención de nadie. Don Manuel ayudaba mucho a la gente: redactaba cartas de las madres a sus hijos, trabajaba en el campo cuando alguien se ponÃ−a enfermo, para ocupar su lugar, etc. Le conmovÃ−a mucho la muerte de los niños. Don Manuel siempre le decÃ−a a ella que lo primero es que el pueblo esté contento de vivir y no quiera morirse hasta que Dios quiera. Ôngela ha querido con estos recuerdos describir a Don Manuel tal como era cuando ella vivÃ−a allÃ− y a los dieciséis años volvió a Valverde de Lucerna. Cuando fue a confesarse con Don Manuel por primera vez desde que volvió del colegio se sintió nerviosa y balbuceaba al hablarle. Le dijo Don Manuel que si temblaba por él y Ôngela empezó a llorar. Luego la tranquilizó y ella empezó a contarle sus inquietudes. La segunda vez que se confesó el cura le dio a entender o eso creÃ−a ella que no creÃ−a en el demonio. Se fue a casa y salió otra vez a hablar con él. Le preguntó que si existÃ−a el infierno y él le respondió que ella no iba a ir y que no se preocupase por ello. Un dÃ−a una de sus amigas le invitó a la ciudad, estando ella allÃ− no podÃ−a continuar sin estar junto a Don Manuel porque querÃ−a aliviarle. Cuando Ôngela habÃ−a cumplido ya los veinticuatro años llegó su hermano Lázaro desde América y la dijo que si ella y su madre querÃ−an irse con él a Madrid. La madre de ella se opuso aunque ella también querÃ−a oponerse a irse de allÃ−. Desde ese momento Lázaro se puso contrario a Don Manuel. Lázaro le decÃ−a que leyese y Ôngela fue a contárselo a Don Manuel y él le dijo que lo hiciese por darle gusto a su hermano. Enfermó de muerte su madre y antes de morir Lázaro le prometió que rezarÃ−a por ella. Después de ese dÃ−a Don Manuel convirtió a Lázaro. El dÃ−a de la comunión de Lázaro a Don Manuel se le calló la hostia y Lázaro la recogió y se la metió en la boca y Don Manuel lloraba de alegrÃ−a. Esa misma noche Lázaro le contó a ella el verdadero secreto de Don Manuel y ella lloró y rezó toda la noche por la conversión de su hermano y de Don Manuel. Ella temÃ−a el encontrarse con Don Manuel. Al final se encontraron y Don Manuel se confesó con ella y al terminar él le preguntó que si le absolvÃ−a y ella un poco desconcertada le dijo: “En el nombre del Padre, del Hijo y del EspÃ−ritu Santo le absuelvo Padre”. Lázaro seguÃ−a yendo a pasear por el lago con Don Manuel. Lázaro le propuso formar un sindicato de agricultores a lo que Don Manuel le respondió que si el pueblo lo proponÃ−a y lo querÃ−a hacer bien que servirÃ−a para entretenerles pero, que por su parte no. Al dar su última comunión de su vida Don Manuel le dijo a ella que rezase por todos. El último dÃ−a, dÃ−a en que murió Jesucristo, Don Manuel hizo ir a su casa a Lázaro y a su hermana y tras haberles recordado lo que él les dijo cuando les dio la hostia les hizo que le llevasen a la iglesia y allÃ− en el altar junto a Lázaro, Ôngela y Blasillo, un chaval que se habÃ−a agarrado fuertemente a la mano de Don Manuel, murió Don Manuel y Blasillo mientras el pueblo rezaba el Credo. 2 Seguidamente salió toda la gente de la iglesia en dirección a la casa de Don Manuel a por recuerdos y reliquias. DÃ−as después su hermano le dijo que rezase por él por Don Manuel y por todos y Lázaro murió Llegó un cura nuevo a “intentar” sustituir a Don Manuel. Ôngela se quedó sola y pasados los años “escribió” esta especie de novela contando su historia. - CARACTERISTICAS DEL PERSONAJE • Es una chica (la cuenta desde pequeña y cómo se va haciendo mayor). • Respeta mucho a Don Manuel. • Cuida de los pobres, siguiendo el ejemplo de Don Manuel. • Es una♦chica muy sentimental. - CARACTERISTICAS DE LA NOVELA • Introduce un testigo de los hechos. • Hay dos modos de concebir la vida, creer y no creer. • Utiliza la técnica de manuscrito encontrado. • La novela transcurre entre dos “ahora”. • Novela está dividida en partes que parecen independientes. 3