Escúchame, que he venido desde Riohacha, para invitarte a la paz

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La nueva exposición temporal del Museo del Oro del Banco de la República está dedicada a los pütchipü’ü, los
palabreros wayuu.
“Escúchame, que he venido desde Riohacha, para invitarte a la paz”
Precisas y naturales, como el canto de los pájaros, son las palabras que
emplean los pütchipü’ü, o palabreros, para dirimir los conflictos, conciliar
disputas y mantener la armonía social en el interior del pueblo wayuu, la etnia
indígena que habita la península de La Guajira colombo-venezolana. La
tradición y el presente de este oficio, considerado Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad por la UNESCO, es el tema central de la exposición “Pütchipü’ü: el
oficio de la palabra entre los wayuu”, una curaduría del antropólogo Weildler
Guerra, Gerente del Banco de la República de Riohacha, que exhibirá el Museo
del Oro desde el 6 de junio. Entrada libre con la boleta de ingreso al Museo.
Sobre los pütchipü’ü
“El pütchipü’ü reconoce el conflicto como una circunstancia inevitable de la vida, pero
también como un evento necesariamente pasajero. Con su palabra, busca restablecer
la convivencia entre los grupos enfrentados y proponer una compensación justa para
las dos partes en disputa”, explica Wieldler Guerra.
Los wayuu distinguen entre los palabreros dedicados a arbitrar casos de sangre y los
que hacen negociaciones matrimoniales. Existen también palabreros menores que
concilian pequeñas querellas en los vecindarios. El especialista en matrimonio o
aquel que solo se limita a pedir la compensación por una falta, llamado maünai o
maünapü’ü, no requiere apelar a elaborados recursos de oratoria para conciliar un
conflicto. También existen las mujeres palabreras, especialmente para pagos
menores y conflictos interétnicos entre los wayuu y los alijuna, la gente no wayuu.
Existen tres principios generales que operan en el sistema normativo wayuu y que
Ángel Amaya Uliana, pütchipü’ü de Tokopee,
Riohacha, La Guajira. Foto Clark M. Rodríguez
guían el trabajo de los pütchipü’ü. En primer lugar, todo daño que uno se cause a sí
mismo o que otro le cause tiene que recibir compensación; en segundo lugar, la
víctima no reclama directamente al agresor, sino que debe utilizar un pütchipü’ü como intermediario para que transmita a los
parientes del agresor la solicitud de compensación; y en tercer lugar, el pago no se entrega a la víctima sino a sus parientes.
Sobre la exposición
A modo de infografías, “Pütchipü’ü: el oficio de la palabra” recorre aspectos determinantes de este oficio, desde la
concepción particular que tienen los indígenas wayuu sobre los conflictos y las compensaciones, su sistema normativo, la
formación del palabrero, las cualidades de su aprendizaje, la indumentaria que utilizan –de la que sobresale el uso del
bastón o waraarat , elemento principal que representa la conexión con la memoria ancestral-, así como aspectos generales
de la historia y la cosmovisión del pueblo wayuu.
Sobre el curador
Weildler Guerra es antropólogo, , perteneciente al clan Uliana de la etnia wayuu. Magíster en Antropología por la
Universidad de los Andes y candidato a Doctor por la misma universidad. Premio Nacional de Cultura 2001-2002 en el Área
de Antropología. Dirigió el Informe Regional de Desarrollo Humano del Caribe auspiciado por el PNUD. Entre 1991 y 1994
fue Secretario de Asuntos Indígenas del departamento de La Guajira, además Director Ejecutivo del Observatorio del Caribe
Colombiano, un centro de pensamiento e investigaciones sobre desarrollo y cultura de la región norte de Colombia.
Actualmente se desempeña como gerente del Banco de la República de Riohacha.
Tome nota
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Para más información visite la página web del Museo del Oro:
www.banrepcultural.org/museo-del-oro
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