46 REVISTA DE TRABAJO SOCIAL ENTREVISTA A MARSHALL WOLFE Magdalena Aguirre V. Edificio de Naciones Unidas. En la División de Desarrollo Social entrevistamos Marahail Wolfe (Fotografía gentileza de El Mercurio). Cisnes de cuello negro nadan en un enorme espejo de agua Escuchamos nuestros propios pasos sobre la gravilla. Salvo el viento que siempre corre al pie de los cerros, todo es silencio y tranquilidad. Es el recinto de las Naciones Unidas. "Da la sensa. ción de estar en otro país", comenta Nidia. Y es cierto. Ni el tráfico de Vitacura, ni el nervioso ajetreo ciudadano llegan hasta aquí. A pesar del entorno, estamos nerviosas. Yo porque debo usar una grabadora (ielementa'l!); Nidia porque debe entrevistar a Mars. hall Wolfe que tiene fama de hombre parco y de escasas palabras En recepción nos entregan un pase. Subimos al segundo piso por una imponente escala de caracol. En la oficina indicada no hay secretaria ("salió un momentito" nos informa alguien al pasar). Esperamos. El silencio y la tranquilidad siguen ahí. Y PERFIL INTERNACIONAL 47 nosotras, más nerviosas. No han pasado veinte segundos y el propio Marshall Wolfe emerge desde su oficina y nos hace pasar. Es un hombre de mediana estatura, de cerca de... años, pelo blanco, pequeño y risueños ojos muy azules. Nada que ver con la imagen aterrante que nos habíamos formado... ¡si hasta parece estar más nervioso que nosotras! Su oficina tiene enormes ventanales que miran al parque. Es sobria. Muy sobria. El único elemento es una enorme mesa llena de libros y documentos, muy ordenados, al centro de la habitación. Nos ofrece asiento. Mientras nos instalamos, Nidía aprovecha para entrar en tema... Nidia: M. Wolfe: Como ya le adelantamos en una carta, tenemos gran interés en esta entrevista, especialmente porque Ud. como Director del Departamento de Desarrollo Social de Cepal es la voz más autorizada para dar una visión global, a nivel latinoamericano, de la realidad social y del servicio social; una visión con más perspectivas, más abierta. Es posible que mi visión sea algo pesimista. Nidia: Por lo que Ud. ha escrito aquí (Nidia le muestra el documento de Cepal, "La pobreza como fenómeno social y como problema central de la política de desarrollo"), en verdad, debería ser así. M. Wolfe: Y lo es. Yo siento una gran contradicción entre un estilo de desarrollo en la mayor parte de la región, el cual parece ser viable, pero que al mismo tiempo es inaceptable en muchos aspectos que sólo pueden mantenerse por medio de la represión de demandas incompatibles. Hace algunas semanas asistí, en Santo Domingo, a la reunión preparatoria para la sesión donde Cepal discute sus propios informes evaluando el desarrollo. Ahí, por tercera vez, se aprobaron informes que plantean un estilo de desarrollo completamente diferente al existente en la mayor parte de la región, mucho más avanzados en su política social. Y, bueno, algunos gobiernos lo apoyan entusiastamente, otros callan y votan porque sí... Pero, el vacío entre los planteamientos de políticas y las políticas reales se agranda cada vez más. Nidia: Usted se refiere a la contradicción existente entre las postulaciones verbales que se hacen y las implementaciones reales de las políticas. M. Wolfe: Exactamente. Y siento vergüenza de repetir planteamientos' sobre qué se debe hacer en desarollo social; ya tenemos demasiados. Nidia: Según esto, no se trataría ya de definir nuevas tareas prioritarias sino de hacer acciones efectivas, ¿verdad? M. Wolfe: Sí. En primer lugar, las acciones dependen del estilo de desarrollo que se desea. Si se quiere el estilo de desarrollo existente, bueno, él tiene sus costos. Y generalmente los grupos que obtienen las ventajas no pagan los costos. Si se quiere otro estilo de desarrollo, se debe programar. Es difícil plantear políticas relevantes, al menos en términos generales, pero lo importante es ¿dónde están REVISTA DE TRABAJO SOCIAL 48 los agentes para aplicar dichas políticas? No quiero decir que ellos existan, sino que son ineficaces en sus propias contradicciones. Nidia: Sin embargo, se han hecho experiencias ... veces han sido contraproducentes. claro que muchas M. Wolfe: Como por ejemplo todo el movimiento de concientización. Básica. muy honesto- era mente, esta idea de Paulo Freire -hombre excelente, pero al final, si se concientiza a gente que no tiene poder, los resultados para ellos mismos son peores que al comienzo. Nidia: En la perspectiva del Servicio Social todos tenemos claro que la meta del desarrollo social es el cambio, pero qué difícil es avanzar con tantas contradicciones: Ud. cree que, a la larga, ¿avanzamos o retrocedemos? M. Wolfe- Hemos discutido mucho ese asunto, aquí en Cepal. Enrique Iglesias (Director Ejecutivo de Cepal) es optimista al respecto. En realidad, la capacidad productiva de América Latina ha crecido enormemente en los últimos años; toda la estructura de la comunidad ha cambiado, la capacidad de los gobiernos, la capacidad técnica de planificación, etc., todo lo cual ha transformado a América Latina en una región muy diferente a lo que era hace 20 años: ahora posee una capacidad de realizar cosas que antes no poseía. Sin embargo, yo por mi parte, siento que este aumento de capacidad va acompañado de características que hacen menos probable que dicha capacidad puede utilizarse... Se han producido cambios muy importantes y muy ambivalentes. Creo que hace falta una mayor comprensión de esos cambios lo que hará posible una acción más coherente. En este sentido, la región ha avanzado poco o nada. El enorme crecimiento de las capas medias en la sociedad, todo el proceso de reorganización de la sociedad de consumo, etc., han creado estructuras muy difíciles de cambiar. Nidia: M. Wolfe: Nidia: ¿Cómo ve Ud. el problema de la pobreza en América Latina? Antes que nada, yo distingo entre dos niveles de pobreza. La po. breza extrema o crítica que en Latinoamérica es minoritaria, y la pobreza relativa que es igualmente problemática. Si bien los pobres han mejorado ciertos aspectos esenciales como el nivel educacional, el nivel de organización familiar, la pobreza continúa existiendo en la misma proporción. ¿Pobreza extrema o relativa? M. Wolfe: Pobreza relativa diría yo. En las sociedades estratificadas en un solo sentido, la pobreza siempre existe. No importa cuál sea el nivel de ingresos de la familia. En Nueva York una familia con televisor y un departamento con agua caliente, también sufre de pobreza extrema en ese ambiente. Hay una relatividad que depende del nivel del país. Nidla: En el artículo que comentamos, Ud. plantea diversas posibilidades en la lucha de los gobiernos contra la pobreza crítica ... PERF IL INTERNACIONAL 49 M. Wolfe: Ahí digo que cuando los gobiernos intentan de alguna manera elevar el nivel de consumo, tienen tres posibilidades. Una es la orientación asistencialista que se puede adoptar; cuando ella no funciona, hay que entrar en cierto modo, a manejarse con la fuerza y la represión. Es la segunda posibilidad. Y la tercera, es el préstamo de ayuda al esfuerzo propio, a nivel de cooperativismo, de desarrollo de la comunidad, etc. Nidia: En Chile esta última posibilidad se desarrolló bastante, pero ahora se está frenando... ¿Cómo se da en el resto de América Latina? M. Wolfe: Tiene "cierta" posibilidad de éxito. Recuerdo una serie de movimientos cooperativos que se han dado en los años que estudio a América Latina... Pero creo que es un camino de solución que produce más esperanzas que resultados. Casi siempre los programas quedan a nivel pequeño, de programas piloto. Los gobiernos suelen recurrir a ese sistema porque promete producir resultados con pocos costos. Pero se espera mucho de él y no se analizan los topes que tiene la misma estructura económica y social para implementar dichos programas. Nidia: ¿Tan negativas son las perspectivas para solucionar a largo plazo el problema de la pobreza? M. Wolfe: Así parece ... Yo pienso que para resolver el problema de la pobreza hace falta otro tipo de sociedad. Admito, por supuesto, que dentro del tipo de sociedades existentes se pueden hacer "algunas" cosas; hay una gran diferencia entre dejar morir de hambre a los pobres y dar servicios mínimos, pero la pobreza no se elimina. En el plano internacional existe un gran auge del "utopismo" en materia de desarrollo. Me refiero a proposiciones hechas por algunos grupos: unas dicen relación a un orden internacional nuevo, de igualdad económica entre las naciones; y otras relativas a un nuevo orden interno de los países encaminado principalmente a la satisfacción de las necesidades humanas, a la autosuficiencia colectiva y a la igualdad entre los seres humanos. Son utopías concretas nacidas de la convicción de que se precisan estrategias radicalmente distintas a las del desarrollo económico tal como se ha dado hasta ahora. El auge del utopismo, en general, se ha originado en los países ricos, particularmente en Suecia, y el único ejemplo relativamente convincente que muestran de una sociedad igualitaria con otro tipo de desarrollo es China. Pero China tiene otros cosas que no son tan agradables... ¿Conocen los trabajos de la Fundación Bariloche? (*). Nidia: M. Wolfe: Sí. Los investigadores de la Fundación plantean que América Latina puede satisfacer sus necesidades básicas sin ayuda externa, pero (0) Importante Fundación de carácter privado que funciona en San Carlos de Baríloche, Argentina, y cuyo fin es la creación de un centro de investigación y estudio orientado a mejorar la calidad de vida y el desarrollo. 50 REVISTA DE TRABAJO SOCIAL a condición de crear una sociedad completamente igualitaria, muy participatoria, del tipo de socialismo utópico. Pero, ¿cómo se llega a eso, pregunto yo? Nidia: ¿Podría Ud. destacar alguna experiencia interesante que se esté realizando en algún país de Latinoamérica en el plano de la lucha contra la pobreza? M. Wolfe: Pienso que el trabajo de la Vicaría de la Solidaridad acá en Chile es admirable. Sobre todo si se tiene en cuenta que se realiza bajo condiciones tan difíciles. En casi todos los países existen grupos que hacen lo que pueden. También hay movimientos inter. nacionales que trabajan en proyectos locales... Pero tengo la sensación de que todo esto dista mucho de un ataque frontal contra la pobreza. Son iniciativas privadas, de recursos limitados La lucha contra la pobreza, si no se hace a nivel estatal difícilmente pueda ser bien implementada. Nidia: Usted conoce la realidad del servicio social a nivel latinoamericano, señor Wolfe, ¿cuál es su opinión con respecto a la profesión y sus posibilidades de aporte a una realidad de desarrollo? ¿Ha evolucionado en los últimos años? M. Wolfe: (Sonriendo). Para estar preparado a esta pregunta leí "El desafío al Servicio Social" (*). Le confieso que me sorprendió comprobar que tenían las ideas mucho más claras de lo que yo esperaba. En los años 60, acá en Cepal teníamos mucho más contacto con el servicio social y mi opinión es de que era relativamente ineficaz. Sin embargo, hay evidencia aquí, en este libro, de que la experiencia de los últimos años ha servido para mucho: hay conciencia de los problemas reales; hay conciencia de que el servicio social tiene que existir en tensión dentro del tipo de sociedad que se encuentre. No tiene sentido plantearse el servicio social como la vanguardia del cambio revolucionario. Es excesivo. Pero tampoco puede asumir una postura conformista. Esto coloca al servicio social en una postura muy difícil. Más difícil aún si se la compara con otras profesiones, ya que las técnicas del servicio social dependen, para su relevancia, del tipo de sociedad con que trabaja. Un médico puede funcionar con sus técnicas en cualquier sociedad, pero un trabajador social en un proceso de cambio, tiene problemas que no puede resolver por adelantado. Tal como Uds. lo indican en el libro, la gran mayoría de los trabajadores sociales tienen que buscar trabajo asalariado en institu. ciones que tienen sus propias limitaciones, lo cual les hace ir perdiendo realismo y visión en la capacidad de cambio. Pero lo importante es que existen trabajadores sociales analizando estos problemas en forma clara e inteligente. Me atrevo incluso a decir que, probablemente, Uds. tienen las ideas más claras que la gente de servicio social en las Naciones Unidas. Nidia: Quizás eso se deba a que la gente del servicio social en N. U. tiene una perspectiva demasiado amplia, a nivel mundial, y esto (6) DESAFIO AL SERVICIO SOCIAL. ¿Crisis de la reconceptualización?, por varios autores. Editorial Humanitas, Buenos Aires, 1976, 293 págs. PERFIL INTERNACIONAL 51 les impida penetrar en profundidad lo que pasa en América Latina, ¿no? M. Wolfe: Tal como yo lo he observado, el servicio social en Naciones Unidas opera con fórmulas muy vagas; tratan de inventar un servicio social que sea relevante en Africa, en la Unión Soviética y en Chile, lo que no es posible, pues se trata de realidades radicalmente diferentes desde el punto de vista social. Los valores tal vez son comunes, algunos métodos ... pero eso no es lo más significativo de una profesión, sino que es su objeto de acción. Poco a poco la entrevista se va transformando en una conversación más informal. Nidia comenta con Marshall Wolfe la poca eficacia de la capacitación del trabajador social en el extranjero, por el mismo hecho de que las realidades son tan diferentes. Wolfe se muestra de acuerdo. Aprovecho una pausa para pedir a Marshall Wolfe que nos cuente su trayectoria profesional. Sonriendo cuenta que nació en Massachusetts, U.S.A. Estudió y se graduó en Williams College, primero, y luego en Oxford. Ingresó a las Naciones Unidas en New York en 1946. Fue trasladado a Chile en 1962 y permanece aquí desde entonces, como Director del Departamento de Desarrollo Social. Es casado con Virginia Paraíso, asistente social filipina y no tienen hijos. Autor de numerosas publicaciones, entre otras: "El desarrollo esquivo: exploraciones en la política social y la realidad socio-política" (F. C. E. México, 1976); "Desarrollo y cambio social en América Latina" (Cuadernos de CEPAL, N? 16, Santiago, 1977).