b R21 LATERCERA Domingo 27 de diciembre de 2015 “Hemos sido más rápidos que la clase política para asumir las malas prácticas” Alberto Salas llegó este año a la presidencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), desde donde debió enfrentar los casos de colusión y de financiamiento ilegal de la política que han golpeado a los más importantes grupos económicos, como también las reformas que ha impulsado el gobierno. Texto: Francisco Artaza Fotografía: Marcelo Segura “ Las encuestas castigan a los empresarios y esa es una realidad. Es triste el hecho de que la ciudadanía generalice, es doloroso que a buenos empresarios, que están haciendo las cosas bien, se les tilde de corruptos, sólo porque se crea que todos los empresarios son sinvergüenzas. Por eso, estoy a favor de que seamos más disuasivos con las malas prácticas, porque con todos los códigos de ética no las hemos logrado impedir. Soy partidario de una acción penal más rigurosa, pero hay que ser cuidadosos en los proyectos de ley que se están estudiando para que no se produzcan dobles sanciones, por el hecho de que actúan a la par la Fiscalía Económica y los tribunales. El momento más duro que me tocó enfrentar este año fue el de la colusión en el papel tissue, ese caso opacó todos los otros. Fue el remezón más fuerte. Coludirse es ir en contra del corazón de lo que es un mercado abierto y de libre competencia. Hacer trampa, juntarse para enriquecerse más a costa de millones de chilenos, es tremendo. Por eso hemos sido categóricos en condenar la colusión y estamos trabajando fuertemente para erradicar esas malas prácticas. Pienso, además, que los empresarios hemos sido más reflexivos, prácticos y rápidos que la clase política para asumir estos hechos y los hemos asumido con total honestidad. En ese sentido, el gesto de Eliodoro Matte de dar la cara y pedir perdón fue notable. No fue un gerente o ejecutivo de la CMPC, sino que fue él quien pidió perdón. Días antes de que hiciera el gesto, conversamos el tema. Lo vi muy afectado, de verdad estaba muy afectado por estos hechos. Los directorios tienen la responsabilidad de ser lo más acuciosos en exigir toda la información, en pedir que se les aclaren todas las cifras. Pero también queda en claro que las malas prácticas son cada día más sofisticadas, precisamente para que no los pillen. Lo sorprendente en el caso de la colusión del papel tissue es cómo profesionales de esa categoría, de ese prestigio, son capaces de hacer esas cosas. La forma en que actuaron demuestra plena conciencia de que estaban haciendo la del bandido. El que hayan hecho esas cosas por obtener más plata, me resulta chocante. Pese a lo doloroso que ha sido todo esto, hay que resaltar como algo positivo el que todos: ciudadanía, empresarios, autoridades, se sorprendan, se molesten y condenemos de inme- diato. Creo que en los casos anteriores (de colusión de farmacias y pollos) se reaccionó con más tibieza, pero ahora hemos reaccionado como corresponde. *** Lo ocurrido este año me ha hecho pensar aún más en la necesidad de generar confianzas. En la importancia de actuar con más ética y celo. Si cada uno de los chilenos nos preocupamos de eso, vamos a generar más confianzas en el país. También aprendí este año a no dar por bueno nada a priori, a no pensar que porque se trata de tal o cual empresa las cosas van a hacerlas bien y no hay que preocuparse. Tenemos que ser mucho más cuidadosos en la administración de las empresas y este es un periodo de reflexión profunda, de revisar cada una de sus actitudes y comportamientos personales. Pero es imposible decir que no habrá más casos de colusión en el futuro, sin duda podrían aparecer otros y será más dolor, más frustración y más vergüenza. Obviamente, estos casos me sacaron de lo pensaba sería mi gestión, por eso estoy poniendo mucho énfasis en el comité de productividad, en llamar a colaborar porque la productividad es la única forma de potenciar el crecimiento de un país. Pero la coyuntura es la coyuntura. El discurso en la Enade tuve que cambiarlo poco antes de pronunciarlo para incluir los hechos de corrupción y el tema de la colusión. *** Me tocó entenderme con el ministro Arenas y ahora con el ministro Valdés. Ambos son grandes profesionales, tal vez sentía a Arenas con un poco más de distancia pero las cosas que le decía son las mismas que le he dicho a Valdés. Es difícil medir los niveles de confianzas con el gobierno, aunque creo que han ido mejorando. A veces me preguntan por qué se ha frenado la inversión en Chile, para no pelear digo que se debe en un 50% a razones externas, a la crisis internacional, y 50% a razones internas. El problema es que el 50% interno es porque no lo hemos hecho bien. Iniciamos un conjunto de reformas que fueron poco dialogadas y que fueron desprolijas, tanto en su elaboración en el Ejecutivo como en su tramitación en el Legislativo. Nosotros creemos que hay que hacer cambios, siempre estuvimos de acuerdo en que había que hacerlos, pero buenos cambios. Estuvimos de acuerdo en pagar más impuesto, aun- que a nadie le gusta pagar más impuestos, pero aquí nos dijeron que había que hacerlo por un motivo: necesitamos 8.000 millones de dólares para Educación, va a ser un gasto permanente y necesitamos ingresos permanentes. Eso a nosotros nos pareció bien, dijimos que eso hablaba bien del país, porque se cuidaban los equilibrios macroeconómicos, y por ende dijimos que estábamos disponibles para eso. Pero hagámoslo simple, hagámoslo de manera que se entienda y demos señales para incentivar la inversión. En la reforma laboral nosotros siempre dijimos que era un tema extremadamente relevante para el desarrollo. Qué había que hacer una política laboral, pero el proyecto que se envió es sólo una política sindical. Yo creo en los sindicatos, me he entendido con ellos, he tenido negociaciones colectivas buenas, malas, eso no es algo que me asuste. Yo no puedo entenderme con 400 trabajadores, pero sí puedo entenderme con sus representantes sindicales, Pero si le doy a los sindicatos un poder mayor de lo que estamos negociando, le doy un arma de chantaje contra los empresarios. Creo también que hubo más cambios de los que esperaba. Pensé que el tema constitucional iba a ser más adelante, porque genera grandes incertidumbres. Se trata de un tema crucial y por eso es mejor abordarlo cuando hay más estabilidad. En mis conversaciones con grandes empresarios extranjeros, del área minera especialmente, en Londres, Canadá, la primera pregunta que siempre me hacen es qué significa esta reforma constitucional. La constitución es perfectible, pero deberíamos avanzar sobre lo ya logrado, no es necesario plantearlo desde una perspectiva refundacional. Con la Presidenta Bachelet tengo una buena relación, una relación formal entre una presidenta y un dirigente gremial, pero no es una relación de amistad. Las veces que hemos podido conversar siempre he sentido que he podido plantearle todas las inquietudes y puntos de vista de mi gremio. Son conversaciones francas, sinceras, cálidas. Otra cosa es que los resultados no siempre son lo que uno espera. La última vez que nos reunimos fue hace un mes y medio. Tuvimos una larga conversación en la que repasamos varios temas. Ella toma nota de lo que uno dice, anda con un cuaderno y anota cosas que uno dice, o ella pregunta cosas. Ahora, aunque hemos transmitido nuestros mensajes con responsabilidad pensando en el bien de Chile, nuestras propuestas en general no han sido acogidas.R Es imposible decir que no habrá más casos de colusión en el futuro, sin duda podrían aparecer otros y será más dolor, más frustración y más vergüenza.