La Observación de Marte

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La Observación de Marte
martes, 08 de enero de 2008
Modificado el viernes, 16 de mayo de 2008
Marte siempre ha atraido a los hombres y mujeres de la Tierra. Desde la antiguedad su elevado brillo, que en
ocasiones le hacía sombra al mismo Júpiter y su color rojizo provocaron que fuera objeto de veneración.
Dibujo a la cera de Marte durante la gran oposición de 1988.
Marte puede alcanzar un color tan rojizo y un brillo tan intenso, que los antiguos no pudieron evitar asociar este planeta
con la guerra: Ares, Kasei, Nirgal, Salvatana... son innumerables las civilizaciones que han relacionado a Marte con la
guerra mediante su deificación. Poco sospechaban que era el elemento del hierro, presente igualmente en nuestra
sangre y en la superficie de Marte el que emparentaba a la guerra con el cuarto planeta del sistema solar. El rojo de la
sangre derramada en las batallas lo produce el mismo elemento que colorea la superficie de Marte.
Observar Marte es siempre más fácil cuando se encuentra más cerca de la Tierra. Esto no ocurre todos los
años por igual.Cuando Marte se acerca a la Tierra
En la actualidad Marte despierta un gran interés para los
astrónomos, pero misteriosamente sólo cada cierto número de años. ¿A qué se debe esto?
Marte no se
encuentra siempre a la misma distancia de la Tierra. De hecho ningún planeta se encuentra a una distancia fija de la
Tierra. Los planetas se mueven, unos más deprisa que otros, dentro de sus órbitas en torno al Sol, al igual que hace la
Tierra. Dependiendo de la posición relativa de un planeta con respecto a la de la Tierra y el Sol, se le considera planeta
interior o exterior:
Planeta interior: Aquel cuya órbita está comprendida por la órbita de laTierra, es decir, que es un planeta más
cercano al Sol que la Tierra. Los planetas interiores siempre se encuentran cerca del Sol en el cielo. Son Mercurio y
Venus.
Planeta exterior: Aquel cuya órbita se encuentra más alejada del Sol que la de la Tierra. Pueden distanciarse
del Sol hasta 180º en el cielo (teniendo en cuenta que la circunferencia de la esfera celeste son 360º). Son Marte,
Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
La Tierra está
representada por el círculo gris oscuro de la órbita intermedia.
Los planetas interiores entran
en conjunción con el Sol dos veces por cada traslación que hacen en torno a él. Es decir, que observados desde la Tierra,
se encuentran junto al Sol en su viaje por el cielo. Los planetas exteriores sólo tienen una conjunción con el Sol, y
además una oposición. La oposición ocurre prácticamente en el momento de máxima distancia aparente entre el Sol y
el planeta. Consiguientemente, ese es el momento de mayor aproximación a la Tierra.
La órbita de Marte es un tanto
especial, en el sentido de que está muy achatada. Por eso no todas las oposiciones de Marte son iguales, y cada cierto
número de años tenemos momentos de gran acercamiento de Marte a la Tierra. Esto ocurre en las llamadas
oposiciones perihélicas, aquellas en las que la distancia de Marte al Sol es menor en el momento de mayor
acercamiento a la Tierra. El gráfico siguiente resulta muy explicativo:
Durante la gran oposición de 1988 Marte se acercó a sólo 59 millones de kilómetros de la Tierra. En 2003 esa distancia se
redujo hasta los 56 millones de kilómetros.
Un astrónomo danés, Tycho Brahe, obtuvo unas
observaciones visuales del movimiento de Marte en el cielo de una precisión máxima. Kepler, un matemático más
joven que él, recibió de manos del propio Tycho Brahe esas observaciones, y a partir de ellas descubrió las leyes
fundamentales del movimiento de los astros.
Los planetas describen órbitas elípticas en torno al Sol, órbitas que
pueden ser más o menos excéntricas y en las que describen sus movimientos a una velocidad no uniforme. La órbita de
Marte es una de las más elípticas de entre los planetas de nuestro Sistema Solar, y fue precisamente gracias a ello a lo
que el genio matemático de Kepler pudo descubrir cómo era realmente el movimiento de estos cuerpos celestes, leyes
que hoy en día se aplican al movimiento de los satélites artificiales. Si la órbita de Marte hubiera sido más circular, el
descubrimiento de las leyes del movimiento de los astros habría tenido que esperar.
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