Predicar-Hablar por Dios

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PREDICAR
Hablar por Dios
Por Dr. Brian J. Bailey
Título original en inglés:
“Preaching, Speaking for God”
Registrado © por Brian Bailey, 1992
Título en español “Predicar, Hablar por Dios”
Traducción al castellano: Silvia Womack
Diseño de portada: © 2010 Zion Fellowship, Inc.
Edición: Luisa Hernandez, Carla Borges 2010.
Todas las citas bíblicas encontradas en este libro
han sido tomadas de La Santa Biblia, versión Reina
Valera 1960 © Sociedaddes Bíblicas Unidas
a menos que se indique lo contrario.
Primera impresión en octubre 2010.
Publicado por:
Zion Christian Publishers
P. O. Box 70
Waverly, New York 14892
(607) 565 2801
1-877-768-7466
607-565-3329
www.zionfellowship.org
ISBN 1-59665-511-9
ÍNDICE
Predicar
5
Métodos
15
El mensaje
25
Lo que se debe y no se debe de hacer al hablar
35
5
PREDICAR
Hablar por Dios
El arte o la habilidad de predicar, la ciencia de elaborar
un sermón y comunicarlo, es conocida como homilética.
El apóstol Pablo declara, “¿Y cómo oirán sin haber
quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren
enviados?” Y también aclara que “agradó a Dios
salvar a los creyentes por la locura de la predicación”
(Ro. 10:14,15; 1 Co. 1:21).
La predicación es el método más grande usado por Dios
para comunicar la verdad. Esta puede ser difundida
oralmente o por un medio secundario como lo es una
página impresa. Sin embargo, predicar es más que
solamente la habilidad de expresar la verdad. Los maestros
seculares y políticos buscan la manera de comunicar un
mensaje, pero no son predicadores.
Ser el portavoz de Dios
Cuando usted se levanta para predicar, usted
literalmente se presenta como el portavoz de Dios.
Pedro declara en su primera epístola (1 P. 4:11) “Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios
[como el portavoz de Dios]”. Como predicador, usted
será juzgado de manera más severa que cualquier otra
persona y el juicio dependerá de cómo usted influenció
la vida de otros (Stg. 3:1-2; Mt. 5:19).
6
Predicar: Hablar por Dios
No existe una profesión mayor a la de predicar. Es la
manera que Dios ha escogido para salvar al hombre y
atraerlo a Sí mismo. Para que los cristianos puedan
madurar y crecer en el Señor, es vital que escuchen una
buena y sana doctrina bíblica semana tras semana.
“Y el mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas;
a otros evangelistas; a otros pastores y maestros” (Ef. 4:11).
Algunos cristianos tienen el don de un ministerio de
enseñanza. Dios los unge, les da una gran revelación y
percepción de Su Palabra, y los usa en una manera muy
especial para explicar e impartir Su verdad.
No muchas personas tienen este ministerio como don. Sin
embargo, existe un lugar dentro del plan de Dios para
enseñar y compartir lo que se ha aprendido de otras
personas, aunque no sea necesariamente dentro del
ministerio de enseñanza. Pablo le dijo a Timoteo: “Lo
que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a
hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a
otros” (2 Ti. 2:2).
Un pastor es como un pastor de ovejas que vigila y
alimenta a su rebaño. El Señor encomienda una
congregación o un rebaño de ovejas a un pastor, y a su
vez, Él vigila con amor y se asegura de que este pastor
cuide bien de Sus ovejas y las alimente con la buena
comida espiritual de la Palabra de Dios.
Pablo le da esta instrucción a Timoteo: “Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que
no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de
7
Predicar
verdad” (2 Ti. 2:15). A través de la Escritura, observamos
que la primera prioridad de un pastor o de un misionero
es la de predicar. Esta es la consideración más importante.
Si usted va a edificar una iglesia sólida y bien
fundamentada, va a tener que trabajar arduamente en esta
área. Un sermón puede tomar ocho o diez horas de
preparación. Así como a un abogado le toma horas
preparar un escrito, un pastor debe estar preparado para
trabajar, al menos con el mismo empeño.
Nadie llega a la cima de un día para otro. Nadie entra a un
aeropuerto y automáticamente se convierte en piloto; se
requiere de un trabajo arduo, y para predicar es lo mismo.
Trabaje arduamente y Dios lo honrará. Al hacerlo, usted
se perfeccionará, y la gente será edificada. Pero recuerde
esto: “el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades” pero
no en nuestra pereza.
Muchos pastores prefieren apartarse de todas las
distracciones cada mañana y así tomar tiempo para buscar
al Señor, y de esta manera preparan sus mensajes para el
servicio de los domingos. Si usted no cuenta con un lugar
donde no sea interrumpido, tal vez pueda estudiar en su
iglesia. Sólo avise a los demás que no desea ser
interrumpido por las mañanas mientras busca al Señor.
Preparación
Manténgase constantemente leyendo la Biblia desde
Génesis hasta Apocalipsis. No vaya a la Palabra
únicamente para obtener sermones, ¡Estúdiela
diariamente! Tome buenas notas. Escriba encabezados en
8
Predicar: Hablar por Dios
su cuaderno para cada libro de la Biblia. Tenga un
compartimento especial para Génesis, uno para Éxodo y
así para cada libro de Biblia. Busque la dirección del
Espíritu Santo mientras estudia.
Si se mantiene estudiando la Biblia, constantemente
recibirá pensamientos, ideas y nuevos hallazgos. ¡Ore
mucho! El hombre que habla por Dios debe aprender a
hablar mucho con Dios”. A menudo, durante un tiempo
de oración en el Espíritu y de esperar en Dios, el Señor le
hablará acerca de alguna senda de verdad. Pero si el Señor
no le da una dirección específica, busque un área de
necesidad y, después de haber preparado y estudiado el
tema, predique para satisfacer esa necesidad en particular.
Mantenga su mente en el Señor, recuerde siempre que
usted es un canal para comunicar Su mensaje. Busque
la clave de Dios para el mensaje, algo que interese a
cada corazón. No se levante y predique de una manera
suelta e incongruente. Trabaje para producir el mejor
mensaje posible.
Oposición
Entregar el mensaje de Dios ha hecho nacer en nuestro
corazón es una lucha y una batalla. Satanás hará cualquier
cosa para evitar su preparación y distraerlo del mensaje.
Tratará de hacer que su mente divague, traerá
interrupciones, hará que se sienta cansado o incluso que
piense que no está siendo guiado por el Espíritu Santo.
Debido a toda esta oposición usted debe apartar un tiempo
específico para prepararse. Encuéntrese con el Señor cada
9
Predicar
mañana. Es esencial que usted lo haga debido a la
importancia de predicar la Palabra. Mientras usted predica,
existe literalmente una batalla con el enemigo. Algunas
veces espíritus inmundos vendrán sobre usted para robarle
sus ideas mientras entregando el mensaje. Predicar es una
batalla, pero recuerde: Dios usa la locura de la predicación
para salvar a aquellos que crean.
El hombre
La vida de un predicador debe mostrar lo que sus labios
dicen. Usted es su propio sermón. Cuando usted predique,
todo su ser debe predicar. Su vida y su ejemplo influyen
en las personas mucho más que las palabras que salen de
su boca.
El joven predicador Timoteo fue instruido “Ten cuidado
de ti mismo y de la doctrina” (1 Ti. 4:16). De igual forma,
Pablo exhortó a los ancianos y a los líderes de Éfeso,
diciendo: “Por tanto, mirad por vosotros, [y luego agrega]
y por todo el rebaño” (Hch. 20:28).
Si la vida de un predicador es correcta, Dios usará y
bendecirá lo que habla. A menos que usted sea un
testimonio verdadero y predique con su vida a donde
quiera que vaya, es inútil ir a algún lugar y predicar con
su boca.
Su vida debe ser un ejemplo que otras personas puedan
seguir. La gente debe ser capaz de ver su vida y darse
cuenta que usted está viviendo de la misma manera que
les dice que deben vivir (1 Co.11:1; Fil. 3:17).
10
Predicar: Hablar por Dios
Honestidad
Las predicaciones pueden sobrevivir un sinnúmero de
errores honestos, pero no pueden perdurar la falta de
sinceridad. Usted debe ser honesto con Dios, con sigo
mismo y con la gente. Es en vano predicar contra la
mentira e inmoralidad si habla sobre algo que no ha
experimentado completamente. Sea honesto con su
congregación y dígales “Dios está obrando esto en mi
vida. Yo mismo estoy empezando a hacerlo, ¡no lo he
alcanzado todavía!” no pretenda haberlo logrado cuando
en realidad no lo ha hecho.
Actitud del corazón
Dios requiere de un espíritu contrito y humillado. “Los
sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú oh Dios” (Sal. 51:17).
Debemos reconocer nuestras propias debilidades de
manera que nos lleven a una dependencia total del Señor.
Tenemos que erradicar la autosuficiencia. Debemos
darnos cuenta de que la obra de Dios puede ser realizada
únicamente por el poder del Espíritu Santo. Todo orgullo
en nuestro propio intelecto y habilidades y toda creencia
que es por nuestras propias fuerzas que influenciamos a
otros, deben ser quitadas. Pablo dijo que la circuncisión
del corazón da testimonio por aquellos en quienes “nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la
carne” (Fil. 3:3). ¡Sea humilde! No es necesariamente
malo estar nerviosos al predicar, si esto nos impulsa a
buscar a Dios por su fortaleza.
11
Predicar
Pureza de corazón
Debemos estar apartados para el servicio de Dios, aún de
cosas legítimas que no son en esencia incorrectas, pero
que pueden obstaculizar o hacer que nuestro ministerio
sea menos efectivo. “purificaos los que lleváis los
utensilios del Señor” (Is. 52:11). Jesús dijo “Y por ellos
yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean
santificados en la verdad” (Jn. 17:19).
Como ministros del Señor debemos purificarnos a
nosotros mismos, asegurándonos de que no haya ningún
pecado sin confesión en nuestras vidas. Dios espera un
nivel más alto de dedicación en aquellos que ministran su
palabra que en los otros cristianos. “Hermanos míos, no
os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que
recibiremos mayor condenación” (Stg. 3:1).
Carácter y habilidad
¡Lo que usted es como persona, es mucho más importante
para Dios que lo que usted pueda hacer! ¡Lo que usted
es, es más importante que lo que hace! Todas las personas
tienen tanto carácter como habilidad. Pero el carácter es
mucho más importante que la habilidad. Moisés era una
persona muy inteligente, “Y fue enseñado Moisés en toda
la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus
palabras y obras” (Hch. 7:22). Pero Dios estaba
interesado, no tanto en su habilidad, sino en el carácter
que había sido desarrollado en Moisés durante esos
cuarenta años en el desierto. A lo largo de su vida,
enfóquese en honestidad, bondad y justicia. Las cosas se
12
Predicar: Hablar por Dios
reproducen según su género, es decir, un fruto producirá
el mismo fruto. El carácter de su congregación, reflejará
el carácter del pastor. Lo que la congregación observa en
un predicador es lo que va a imitar.
El carácter se forma por asociación. Aquellos con quienes
usted se relaciona, afectarán el desarrollo de su carácter.
Los esposos y esposas crecen en similitudes mientras
pasan más tiempo juntos. De la misma manera sucede
con Jesús y nosotros. Él es la mejor persona con la que
debemos asociarnos. Mientras más tiempo pasamos con
Jesús, somos transformados a Su semejanza.
La mayoría de las personas no recuerdan el mensaje, pero
recuerdan a la persona que lo predicó. Una vida de justicia
es la clave para un buen mensaje. No son sus muchos
talentos los que Dios bendice, sino su similitud con
Jesucristo. Jesús debe ocupar el primer lugar en nuestras
vidas y después el ministerio. Debemos amar a Jesús más
que amar el predicar.
Autoridad
La autoridad en nuestro ministerio proviene de Dios, no
de ninguna posición o talento que tengamos. Una gran
autoridad viene de una relación cercana a Jesucristo. Los
apóstoles pasaron tres años con Él y más tarde predicaron
con mucho poder y autoridad.
Pablo dice: “conforme a mi evangelio” (2 Ti. 2:8, Ro. 16:25).
¿Por qué Pablo tenía la autoridad de hablar de esta manera?
Porque recibió su revelación de parte de Dios. “Mas os
13
Predicar
hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por
mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí
de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”
(Gál. 1:11-12). De igual forma, Pablo pudo decir
“conforme a mi evangelio” porque él vivió su evangelio.
Se nos ha encomendado seguir el ejemplo de Pablo: “Sed
imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Co. 11:1).
Nuestra autoridad viene de lo que recibimos de nuestra
relación cercana al Señor.
Ministros verdaderos y falsos
1. Un ministro verdadero, ama a su gente. Este debe tener
la misma actitud hacia ellos que el Señor quien dijo:
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por
las ovejas” (Jn.10:11).
2. Un ministro verdadero no codicia, no busca ni desea
dinero, ni una congregación grande, o una buena casa.
Como el apóstol Pablo, sabrá vivir humildemente y
sabrá tener abundancia (Fil. 4:12).
3. Un ministro verdadero muestra en su vida el fruto del
Espíritu: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza” (Gál. 5:22-23).
4. Un ministro verdadero no busca su propia gloria. “El
que habla por su propia cuenta, su propia gloria
busca, pero el que busca la gloria del que le envió,
éste es verdadero, y no hay en él injusticia” (Jn. 7:18).
14
Predicar: Hablar por Dios
Como un hombre de Dios dijo: “El Espíritu Santo tiene
una característica única: No le gusta hablar de Sí
mismo”. Aquellos hombres que están llenos del
Espíritu Santo, tampoco deben hacerlo.
5. Un ministro verdadero logra discernir el Cuerpo de
Cristo al reconocer los diferentes ministerios que Dios
ha establecido en la iglesia, y también reconoce los
lugares que Dios ha establecido para otras personas
en diferentes áreas del ministerio. Los ministerios no
son auto nombrados ni asignados por hombres, sino
nombrados por Dios.
La única manera que un bebé aprende a caminar, es
caminando. La única manera que un predicador aprende
a predicar, es predicando. Sin embargo, en este estudio
mencionaré algunas directrices que pueden ser de gran
utilidad.
15
LOS MÉTODOS
Existen dos enfoques que se pueden
seguir al predicar:
1. Eisegesis. Integrar la forma de pensar de una persona
a la Palabra de Dios tratando que las Escrituras
coincidan con su propia opinión. (La palabra griega
para este proceso es eisegesis). Esto siempre conduce
al error y produce cristianos con una fe principalmente
intelectual.
2. Exégesis. Extraer el significado real de las Escrituras.
(La palabra griega para este proceso es exegesis). Esto
conlleva a cristianos saludables, bien alimentados y
en crecimiento. Observen la diferencia entre integrar
en las Escrituras y extraer de las Escrituras.
La prédica puede ser
tópica, textual o expositora
Estudiaremos estos tres métodos.
1. Tópicos. Este método es escoger un tema de la Palabra
de Dios como por ejemplo, la sangre de Cristo o la
oración, y luego desarrollarlo. No sea un predicador
exclusivamente de temas o tópicos.
2. Textos. Este método toma uno o dos versos de la Escritura
como un “texto” y se habla sobre ese tema. Por ejemplo
en Apocalipsis 3:20 dice “He aquí yo estoy a la puerta y
llamo”. Se puede hablar acerca de Jesús, cuando Él toca
a la puerta de nuestros corazones y Su deseo es entrar.
16
Predicar: Hablar por Dios
3. Exposición. Este método extrae el significado real de
un pasaje de la Escritura. Lo mejor es usar este método
la mayor parte del tiempo, de lo contrario se le puede
acabar el material y puede caer en repeticiones.
Prédicas expositoras
a) Produce predicadores y oidores bíblicos. El
predicador toma pasajes de la Palabra y como
consecuencia obtendrá una iglesia llena de personas
que conocerán la Palabra de Dios muy bien desde
Génesis hasta Apocalipsis. Las prédicas tópicas y
textuales no producirán un buen conocimiento general
de las Escrituras en las personas.
b) Se conforma a la idea bíblica de predicar. El gran
sermón de Pedro en el día de Pentecostés (Hch. 2:1436) está lleno de citas del Antiguo Testamento, y de la
explicación y aplicación de estas citas. Este debe ser
nuestro patrón también, porque el Espíritu del Señor
nos ungirá y bendecirá Su palabra.
Cómo preparar un sermón expositor
1. Encuentre el tema o la verdad principal de la Escritura
que ha escogido. El tema se toma de la idea principal.
2. Encuentre el verso clave y hágalo el texto.
3. Agrupe los versos del pasaje bajo encabezados. Haga
que cada encabezado represente un pensamiento o una
idea. No todos los versos terminarán en el orden en
que fueron escritos en la Biblia.
4. Elabore un borrador con las diferentes ideas y arregle
los puntos de tal manera que provean la base de un
17
Los métodos
sermón que se pueda seguir fácilmente y sea unificado:
el bosquejo.
5. La prédica expositora no es hacer un comentario
apresurado de versos en secuencia, sino es el predicar
un sermón basándose ellos. No lea un verso y comente
y luego otro y comente nuevamente, etc.
La idea
Al predicar, usted debe tener una idea de lo que va a
comunicar y de la verdad central que desea publicar. Tome
la decisión de extraer la verdad que contiene la idea que
va a exponer. Su audiencia solamente puede absorber una
idea o un tema a la vez.
Para ayudarse en su preparación, escriba claramente el
propósito del sermón y la idea que se pretende abarcar en
una corta oración y también las necesidades humanas que
desea satisfacer. No mencione esta oración a la
congregación, esto es un paso inicial que le va a servir
como herramienta de ayuda.
Encuentre una parte conveniente en la Biblia en la que
pueda basar su sermón. Obtenga su texto, pensamientos
y palabras de parte de Dios.
El bosquejo
La preparación del bosquejo de un sermón es organizar
lo que desea transmitir en el orden correcto. El bosquejo
es como un esqueleto. Sin él, se tendría únicamente una
masa sin forma. Sin embargo, el esqueleto no debe verse;
18
Predicar: Hablar por Dios
debe estar cubierto con carne viva. Las ideas y
pensamientos que forman el esqueleto, deben ser
elaborados y desarrollados.
Un bosquejo:
a) Ayuda a un predicador en el desarrollo de sus ideas.
b) Guarda al predicador en la trayectoria correcta al
comunicar su mensaje.
c) Guarda las partes del sermón en la proporción correcta
de manera que ninguna parte esté sobre enfatizada.
d) Asegura el fluir del sermón.
Un predicador necesita saber a dónde dirigirse y qué
objetivo debe alcanzar. La idea de empezar con un bosquejo
es que se pueda mover en la misma dirección, como una
flecha que da en el blanco. El bosquejo debe fluir fácilmente
a través de los temas secundarios. Asegúrese de que la
transición sea fácil de un punto a otro.
Es más fácil recordar un sermón bien organizado, y si un
sermón se puede recordar, éste tiene valor permanente.
La distribución de las ideas del sermón en una forma lógica
y progresiva ayudará a la audiencia a recordar las ideas.
También les ayudará a entender lo que usted ha
transmitido. Las ideas confusas producirán mentes
confusas en la audiencia.
19
Los métodos
La organización aumenta
la efectivadad del sermón
IDEA PRINCIPAL
IDEAS SUBORDINADAS
CONCLUSIÓN
Un bosquejo necesita tener cuatro cosas principales:
Unidad, orden, movimiento y clímax.
1. Unidad
Unidad – algo en común en cada división.
1. Cómo nos acercamos al trono de gracia: “con
denuedo”.
20
Predicar: Hablar por Dios
2. Por qué nos acercamos al trono de gracia: “para
obtener misericordia y recibir ayuda”.
3. Cuándo nos acercamos al trono de gracia: “en el tiempo
de necesidad”, en todo momento.
Cada idea debe ser una idea subordinada del tema
principal.
a)
b)
c)
d)
e)
Escriba la idea del sermón en una oración completa.
Enumere y escriba cada idea en una línea separada.
Debe haber una transición fácil de una idea a otra.
Exponga solamente un tema.
La clave es la simplicidad. Mientras más conozca su
tema, lo elaborará con mayor claridad. He aquí
diferentes maneras de elaborar un mensaje:
1. Elaboración verbal – Defina cualquier palabra del
texto que no sea clara.
2. Contextual – Para aclarar el texto, utilice algunos
versos alrededor del texto. Generalmente estas
explicaciones vendrán de los versos del contexto, pero
a veces algunos versículos de otros pasajes del mismo
libro son útiles. Por ejemplo, el libro de Hebreos
capítulo 11 nos ayuda a entender la frase “nube de
testigos” de Hebreos 12:1.
3. Histórico – Eventos históricos o condiciones
relacionadas al autor o a las personas a las que fue
dirigido determinado libro.
4. Pasajes paralelos – Frecuentemente las escrituras se
explican a sí mismas a través de otras escrituras.
21
Los métodos
Ilustraciones – De la Biblia, historia, vida
contemporánea, o experiencias personales. Las
ilustraciones deben ser apropiadas, deben reafirmar
algún punto del texto.
2. Orden
El propósito de un sermón es persuadir a la audiencia a
volverse a Cristo. La persuasión depende tanto del orden
de los argumentos como de los argumentos en sí. Por lo
tanto, se necesita un orden lógico. Se debe atraer tanto a
la mente de las personas como a su corazón. Evite tener
ideas aisladas en sus declaraciones, ser desorganizado,
distraído o alejarse de la idea principal.
Correcto
Incorrecto
?
22
Predicar: Hablar por Dios
3. Movimiento
El movimiento se alcanza al acomodar el sermón en
divisiones de una manera creciente, hasta alcanzar el
clímax.
4. Clímax
Un sermón no solamente necesita moverse, sino que
también necesita alcanzar la meta indicada por el tema
principal. Para obtener el clímax, los puntos deben ser
ordenados en una escala ascendente.
B
A
Su objetivo como predicador, es llevar poco a poco a la
audiencia del lugar donde se encuentran (punto “A”) a un
plano más alto (punto “B”) donde Dios los quiere. Por lo
Los métodos
23
tanto, usted necesita saber a dónde debe dirigirse y dónde
se encuentra el punto “B”. Usted como Pastor, debe
conocer el camino y haberlo experimentado anteriormente
para que pueda ayudar a las ovejas a evitar riesgos
innecesarios. No se deprima, como el muchacho que tenía
los panes y los pocos pescados, sino confíe que Dios puede
tomar lo que usted posee para alimentar a la congregación
con ello, aún si usted sólo ha sobrepasado ligeramente
arriba del punto A. (Ver Juan 6:1-4)
Su clímax se debe desarrollar gradualmente. Empiece
lentamente y no prometa más de lo que vaya a exponer.
No tenga un gran comienzo y una continuidad muy pobre.
Para alcanzar a llegar al clímax, los subtemas deben ser
ordenados en una escala ascendente. No tenga muchos
puntos culminantes, arriba y abajo.
24
Predicar: Hablar por Dios
Algunos pastores cansan a sus congregaciones con
muchos clímax. Edifique perfectamente hacia una cima,
la cual debe ser la idea que usted desea alcanzar. Cuando
la haya alcanzado, termine. Nunca llegue a su clímax
demasiado pronto, ya que tendrá dificultades para
terminarlo. Sí lo hace, llevará a la audiencia a la cima y
luego los hará descender, y eso no es bueno para ellos.
Ejemplo de un bosquejo
de un sermón expositorio
Justificación
Texto: Romanos 5:1-9
1.
2.
3.
4.
La necesidad de la justificación
a) El hombre es débil (verso 6)
b) El hombre es pecador (verso 8)
La provisión de la justificación
a) El amor de Dios (verso 8)
b) La muerte de Cristo (verso 6)
La asignación de la justificación por medio de
la fe (versos 1-2)
Los resultados de la justificación
a) Acceso a la gracia (verso 2)
b) La paz con Dios (verso 1)
c) Salvación de la ira (verso9)
d) Victoria en la tribulación (verso3)
e) Desarrollo del carácter (versos 3-5)
1. De paciencia a la prueba
2. De la prueba, a la esperanza
3. Y la esperanza no avergüenza
25
EL MENSAJE
Introducción
La introducción es la clave de su sermón. Tenga cuidado
en ver que los cantos y los preparativos guíen hacia la
introducción del mensaje.
Cada mensaje debe tener una introducción. El propósito
de la introducción es obtener la atención de las personas,
provocarlos a que deseen escuchar lo que usted tenga que
decir. Su introducción debe ser buena. La oración de
apertura debe ser llamativa. Si su introducción es mala,
perderá la atención de la mitad de la congregación. Cuando
llegue al cuerpo del mensaje, querrá que la audiencia
empiece a razonar, pero no podrá razonar con ellos si
fracasa en la introducción.
La introducción debe ser clara, breve y presentar
solamente una idea. Nunca se disculpe en la introducción.
Trate de evitar o dejar de lado todo tipo de disculpa. Si
siente que no ha tenido suficiente tiempo de preparación,
únicamente pídale a Dios que lo ayude y siga adelante.
Una disculpa no hace que el mensaje mejore.
No sea selectivo en su introducción. Trate de hacerla tan
amplia como le sea posible para incluir y ganar la
aceptación de todos aquellos que lo escuchan. Por
ejemplo, como una regla general, no diga: “el día de hoy
tengo un mensaje especial para los jóvenes”.
26
Predicar: Hablar por Dios
Si usted es pastor, siempre trate de variar sus
introducciones. Es una buena idea empezar algunas veces
con una lectura adecuada de la Escritura. A continuación
hay algunas ideas; puede empezar su mensaje de esta
manera:
1. Con un texto. Haga que su texto sea llamativo y
obtenga la atención de las personas. Hable claramente,
enfatice la parte importante del texto que va a resaltar
en su sermón.
2. Anunciando su tema. Por ejemplo, “Voy a hablar sobre
la segunda venida de Cristo”.
3. Dando una explicación acerca de la conexión entre el
texto y el tema.
4. Dando una indicación de la importancia o revelación
del tema en la vida moderna. Llevando el mensaje de
lo teológico a lo práctico.
5. Presentando algún material interesante designado para
atraer la atención de la audiencia. Por ejemplo:
a) Algún incidente o historia de la vida real.
b) Una breve historia. Si empieza con una
historia, asegúrese que sea muy breve.
c) Una carta, poema o himno. Si empieza con
un himno, mencione solamente un verso.
d) Una cita (se usa muy raramente).
e) Una referencia de la temporada o de cierta
ocasión.
f) Un libro muy conocido.
27
El mensaje
Orden de la introducción
A. Si empieza con un texto, mocione su contexto, su
explicación y exposición. Siga con una situación
contemporánea, problema o necesidad. Haga una
ilustración con un material interesante, luego
especifique el tema. Por ejemplo: Mateo 24:15, “Por
tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación
desoladora de que habló el profeta Daniel (el que
lee, entienda)”.
1. Contexto – Jesús habló a Sus discípulos en el
monte de los Olivos.
2. Explicación – La referencia se encuentra en del
libro de Daniel (capítulo 12:11) y se refiere a los
últimos tiempos.
3. Exposición – ¿Qué es la abominación desoladora?
Explique lo que es (el Anticristo ofreciendo una
abominación, cabe suponer de un cerdo en el
Templo).
4. Una situación contemporánea – La situación en
el mundo hoy, los problemas que enfrentamos.
5. El tema – La Segunda Venida de Jesús.
B. Empiece con una situación humana, un problema,
necesidad, una dificultad o una pregunta. Proporcione
primeramente un material interesante, ilustrativo, y
después continúe con el texto. Cualquier cosa que
usted haga, debe cerciorarse de que tiene su
fundamento en las Escrituras, en la Palabra de Dios.
28
Predicar: Hablar por Dios
Longitud
La introducción debe ser precisa, rápida y directa, para
que pueda empezar rápidamente con su mensaje.
Preparación
Deje la introducción para el final. Prepare su mensaje
primero, y después escriba la introducción. Después de
la introducción viene el cuerpo, la parte más importante
del mensaje.
El cuerpo
Aquí es cuando usted empieza a razonar con las personas.
El cuerpo del mensaje necesita tener cuatro cosas:
¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Y después?
1. ¿Qué? Defina su tema. Diga lo que la Biblia dice al
respecto.
2. ¿Por qué? Explique e ilustre por qué la Biblia lo
dice. Muéstreles en qué creer, y por qué deben
creerlo. La audiencia necesita que se le muestre el
significado del subtema- esto es razonable y de
acuerdo a las Escrituras. Las ilustraciones son las
“ventanas del sermón”. No es suficiente que las
personas escuchen palabras, sino que también ellos
deben visualizar y entender de lo que usted esté
hablando. Use lecciones objetivas. El Señor
Jesucristo constantemente usó ejemplos concretos
de la vida diaria para ilustrar Sus ideas espirituales.
También nosotros debemos hacerlo.
El mensaje
29
3. ¿Cómo? (pruebe el tema) El argumentar, es un
proceso por el cual se prueba y se demuestra que una
declaración es correcta o falsa. Las cartas del Nuevo
Testamento están llenas de argumentos. Por lo tanto,
podemos decir que argumentar tiene su espacio en el
sermón cristiano. El apóstol Pablo dijo, “oíd ahora
mi defensa”. De la palabra griega “defensa”
obtenemos la palabra en inglés “apologetics” que
quiere decir “de disculpa”. Pablo estaba defendiendo
o dando pruebas de lo que estaba predicando. ¡La
predicación debe ser dirigida también a la voluntad,
así como al intelecto y las emociones del hombre!
4. ¿Y después? (Aplicación) ¿Qué es lo siguiente? Después
de haber hecho lo anterior, ¿A dónde nos dirigimos? Las
aplicaciones se pueden hacer en cada punto del sermón,
o se pueden hacer todas juntas al final del sermón. En
general, parece más conveniente usar las aplicaciones
después de cada punto. Por ejemplo:
1.
2.
3.
4.
Lo que la Biblia dice
Por qué lo dice la Biblia
Cómo lo hacemos
¿Qué es lo siguiente? – Lo que sucede cuando lo
hemos hecho.
En cada una de estas secciones, debe haber sub-puntos
que respalden la idea principal. Acomode los puntos en
orden ascendente hacia alcanzar el clímax.
Cuando predique, sea flexible, el Espíritu Santo tal vez
quiera decir algo a través de usted, aunque no lo haya
preparado.
30
Predicar: Hablar por Dios
Un sermón es como una comida, ¡debe ser interesante
comerla! Alimente a las personas. La audiencia debe
retirarse de “la mesa” sintiéndose satisfecha.
Conclusión
La conclusión es un resumen; un repaso rápido de lo que
se ha dicho. No repita los pensamientos o divisiones de
su sermón, sino realice un resumen compacto con algunas
oraciones bien escogidas, que sean llamativas y
conmovedoras al alma; o tal vez una ilustración
determinada.
Usted debe predicar de tal manera que lleve a la audiencia
a tomar una decisión y la conclusión es su última
oportunidad de alcanzarlo. Aún si usted ha predicado un
sermón con un tema acerca del cielo, debe haber una
aplicación para las personas. La conclusión debe ir al
corazón y debe terminar con un desafío para las personas.
El mensaje no debe dejarse únicamente en un nivel
intelectual. Debe conmover las emociones de las personas.
Debe haber una súplica para llevar a la audiencia al punto B.
Una buena conclusión debe ser marcada con intensidad, pero
no necesariamente una intensidad en el volumen. Lo más
importante son el volumen moral y espiritual, un entusiasmo
sincero y celo divino en lo que usted está diciendo.
La palabra conclusión significa concluir o terminar; por
lo tanto, no empiece su conclusión veinte minutos antes
de que usted termine su mensaje.
El mensaje
31
Todo deberá ser canalizado hacia su conclusión sobre la
cual Dios se mueve en el corazón de las personas. Sin
embargo, no puede haber un mover del Espíritu Santo a
menos que sean confrontados a una decisión. Si usted es
demasiado general, el propósito no se alcanzará. Sea
específico, para que el Espíritu de Dios se mueva en ese
punto en particular.
No termine la predicación con la conclusión. Permítale a
Dios moverse de tal manera que redarguya a la audiencia.
Después de la conclusión, tal vez pueda proseguir con un
himno que hable del mismo tema que se ha estado
hablando. Si se canta un himno con un tema diferente, se
perderá el propósito principal de este segmento de la
reunión.
Si por ejemplo, usted ha hablado de la necesidad de tener
un espíritu que perdona, usted podría:
1) Desafiar a las personas a restaurar sus errores. Permita
que haya silencio mientras ellos meditan en esto.
2) Invite a las personas a pasar adelante como señal de
respuesta a lo que Dios ha estado hablando, o para
que oren por ellos. Puede también pedir que los que
se han identificado con el mensaje levanten su mano
mientras las otras personas mantienen sus cabezas
inclinadas. Otra opción es invitar a las personas a
hablar con usted después de la reunión.
3) Termine el mensaje y deje que las personas sigan
adorando.
32
Predicar: Hablar por Dios
Algunos consejos prácticos al predicar
sobre un libro entero de la Biblia
Mencione:
1. El trasfondo histórico del libro. Mencione algunos
puntos principales, pero no pase mucho tiempo en
esto.
2. Un resumen breve del contenido del libro.
3. El mensaje permanente del libro. Debe ser diferente
del contenido.
Por ejemplo, el libro de Habacuc
1. Trasfondo – El reino de Joacim, justamente antes de
que los judíos fueran llevados cautivos. En este tiempo
los caldeos se levantaron contra los judíos.
2. Contenido – La situación: Capítulo 1, el pecado de
los judíos; la idea de que los caldeos se levantaran y
se enfrentaran contra los judíos. Capítulo 2, el profeta
se da cuenta que Dios le va a hablar; versos 5 al 19,
lamentaciones. Capítulo 3, la venida del Señor en
juicio; versos 6 al 19, la esperanza del profeta y su
regocijo en el Señor en los versos 17 al 19. Sin
embargo, todo esto no es el único mensaje permanente
del libro, sino que tiene un mensaje fresco para
nosotros el día de hoy.
3. Mensajes permanentes – A pesar de que este libro
es antiguo, contiene mensajes invariables. Por
ejemplo, el capítulo 2:4 habla acerca del justo que
vivirá por su fe. El capítulo 2, habla acerca del fiel
El mensaje
33
guardia que espera por el Señor; y como resultado, se
pudo regocijar en el tiempo de tribulación. El capítulo
3:17, 18 nos muestra que a pesar de las dificultades,
el triunfo no aguarda.
Consejos prácticos al predicar
sobre un personaje Bíblico
Esto se puede realizar de dos maneras: Si usted va a
predicar, use el primer método. Si va a enseñar una clase
bíblica, puede utilizar el segundo método.
1. Relate la historia de la vida del personaje y después
presente lecciones acerca de ello. Por ejemplo, José.
Relate la historia completa hasta el final de su vida.
2. Relate la historia sección por sección y extraiga las
lecciones sección por sección. Las lecciones serán los
puntos en su bosquejo. Por ejemplo en la vida de José:
1) Su nacimiento 2) Dotán; 3) La caída 4) Potifar 5)
La cárcel 6) Faraón 7) El encuentro con sus hermanos.
Resalte un tema principal en todas las facetas de la
vida del personaje.
35
LO QUE SE DEBE HACER
Y LO QUE NO SE DEBE
HACER AL HABLAR
1. Tenga cuidado de no desarrollar un efecto de cántico
rítmico o “gemido santo”.
2. No grite
3. No deje caer su voz en las últimas palabras de su
oración.
4. Proyecte su voz. Diríjase a la persona que ocupa el
último asiento en el santuario. Mantenga sus músculos
relajados. Si se siente tenso, espere un poco.
5. Use un tono de voz natural, como en una conversación.
Sea cortés, comparta con la gente en vez de predicarles.
6. Evite la monotonía. Varíe el tono de su voz. Ponga color
a su mensaje. ¡Sea entusiasta!
7. Estudie el tiempo al usar pausas. Cuando tenga algo
muy importante que decir, haga una pausa después de
decirlo. Las pausas son muy importantes.
8. Aprenda a ser su propio crítico. Si la gente lo felicita
por su sermón pregúntese: “¿Por qué fue un buen
mensaje?”
9. Practique regularmente. Practique usted mismo sus
mensajes durante la semana.
10. Cuando empiece a predicar, olvide su voz. No sea
consciente de su voz cuando predique.
11. Cada ministro de la palabra de Dios desarrolla un estilo.
Su estilo dependerá de su personalidad, llamado o su
lugar geográfico. Su estilo cambiará con su edad y
madurez. Aprenda a ser usted mismo, no imite a otros.
Aprenda a mejorar su estilo, pero sin afán. Se requiere
de práctica y de experiencia.
36
Predicar: Hablar por Dios
Comunicación visual
1. Ojos. Cuando se ponga nervioso, solamente mantenga
su mirada por encima de las cabezas de la última fila.
A medida que se acostumbra a hablar en público, mire
a las personas, pero deje que su mirada se mueva
alrededor de la audiencia. No tenga su mirada fija en
una sola persona y cuando sus ojos estén sobre una
persona, asegúrese que sea con gentileza.
2. Expresiones faciales. Con excepción de las
ilustraciones, lo mejor es evitar expresiones faciales.
Practique predicar en frente del espejo para deshacerse
de ellas.
3. Manos. No las deje divagar alrededor de su cuello.
En general, ponga sus manos en el púlpito a menos
que tenga control de ellas.
4. Hombros. Manténgalos rectos, con sus pies firmes
colocados sobre el piso.
5. Cabeza. Manténgala en una posición erguida.
6. Cuerpo. Esto puede ser utilizado algunas veces como
una ilustración. Por ejemplo, puede encogerse
mostrando que tiene temor; o inclinarse (humildad);
mirar hacia arriba (esperanza); alardear (orgullo);
agacharse (agresividad, enojo).
7. Pies. Si tiene problemas y no sabe qué hacer con sus
pies, manténgase detrás del púlpito. No debe llamar
la atención; solamente su mensaje.
8. Forma de vestirse. Debe estar nítido, sin llamar la
atención. Jesús es nuestro modelo. Él es nuestro
modelo supremo de elegancia y gracia.
9. General. No se distraiga. Predicar no es una obra de
teatro. Evite payasadas en la plataforma. Recuerde que
Lo que se debe y lo que no se debe de hacer al hablar
37
el motivo principal por el cual usted se encuentra en
el púlpito, es comunicar el mensaje de Dios.
EL SERMÓN
Conclusión
clímax
Introducción
Cuerpo
Mover del
Espíritu Santo
Amplia aceptación
Razonamientos
Punto de partida
Libros por el Dr. Brian J. Bailey
Comentarios sobre los libros de la Biblia
Génesis: El libro de los orígenes
Fiestas y Ofrendas, el libro de Levítico
Rut: La novia gentil de Cristo
Las tres casas de Ester
Salmos I: Capítulos 1-50
Salmos II: Capítulos 51-100
Salmos III: Capítulos 101-150
El libro de lamentaciones
El carro del trono de Dios: Una exposición del libro de
Ezequiel
Daniel
Profetas Menores I: La restauración de los caídos (Oseas)
Profetas Menores II: Joel – Sofonías
Profetas Menores III: Hageo – Zacarías
El Evangelio de Mateo
El Evangelio de Juan
El Evangelio de Lucas
Romanos: Más que vencedores
Soldados de Cristo: Una exposición de la epístola de Pablo
a los Efesios
Dando en el blanco: Una exposición de la epístola a los
Filipenses
Colosenses y Filemón: La Senda de la Santidad
Hebreos: Detrás del velo
La Era de la Restauración
Las dos Sabidurías: La epístola de Santiago
Las Epístolas de Juan
Apocalipsis
Otros libros
Conozca su Biblia
El Viaje de Israel
El Tabernáculo de Moisés
Estudios sobre las vidas de David y Salomón
Pilares de la fe
El Espíritu Santo
La Cruz y la Resurrección de Cristo
La vida de Cristo
La Segunda Venida: Una exposición de la segunda venida
del Señor
Liderazgo
Los Nombres de Dios
Maestros de Justicia
La Preparación para el Avivamiento
Los Reyes de Judá
Los Reyes de Israel
El Ministerio del Profeta
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COSTA RICA
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BOLIVIA
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BOLIVIA
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