La Apariencia Personal del Niño Predicador

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La Apariencia Personal del Niño Predicador
Un niño que va a hablar en público debe cuidar su apariencia personal
ya que la forma como se presente influye positiva o negativamente en
la audiencia que lo observa. Recuerde que las personas tienden a mirar
lo que está delante de los ojos por eso es necesario que se cuide el
aspecto personal. Para crear en los niños conciencia de la importancia
de cuidar su apariencia personal estudie con ellos los puntos que se
presentan a continuación:
1. El aseo personal– El baño es indispensable para la buena salud. Cuando se lava la piel con agua y
jabón, se eliminan muchas bacterias y sustancias de desecho que están en la piel. El baño nos hace
sentir frescos relajados además de que suaviza la piel y elimina los malos olores. Los niños que van
a predicar deben cuidar de estar bien bañaditos, peinados y con sus zapatos limpios.
2. Usar ropa adecuada para predicar – Para presentarse ante el público es recomendable usar la mejor
ropa que se tenga. No es necesario que la ropa sea nueva, pero que le asiente bien y le quede
cómodo. Los niños crecen muy ligero y la ropa a veces les queda muy ajustada. Para predicar se
necesita ropa holgada que facilite los movimientos naturales del cuerpo.
3. Cuidado con los diseños y adornos – Algunas piezas de vestir traen diseños o grabados que no son
apropiados para la iglesia (grabados de figuras de la T.V. o promociones de compañías). Es mejor no
utilizar ese tipo de ropa para la iglesia. Es muy importante que la ropa esté limpia, en buen estado y
que sea cómoda. En el caso de las niñas se debe tomar como precaución advertirles que la ropa muy
corta no es adecuada para predicar ni tampoco debe ser el estilo de ropa que use una niña
cristiana. Los padres deben recordar que la función del niño predicador será predicar y no subir a la
plataforma para participar en un desfile de modas.
4. Mostrar naturalidad- es de vital importancia el cuidado de los gestos al predicar, de manera que se
pueda ver una expresión libre y natural. No es conveniente obligar al niño a realizar ciertos
movimientos cuando está hablando porque a nosotros nos parece que debe ser así. Recordemos
que ellos tienen una individualidad que hay que respetar. Explique al niño cuáles son los
movimientos más adecuados al hablar y trate de corregir los que usted vea que no son
convenientes, pero no le obligue a seguir un modelo que no le agrade o que no sea cómodo para el
niño.
5. Sentir alegría y expresarla en el rostro – Si el niño se muestra asustado es posible que al enfrentarse
al público se le olvide todo lo que pensaba decir o tal vez comience a hablar tan rápido que termine
su sermón en menos de 10 minutos. Para inspirarles ánimo y tranquilidad es muy conveniente que
la maestra o los padres estén en un lugar donde el niño los pueda ver y eso le transmitirá confianza.
Quizás una seña disimulada o una mirada de ternura puede impartirle al niño asustado mucho
ánimo.
Manual Niños Predicadores/www.mujerdevision.com
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