817709. . Tercera Sala. Quinta Época. Informes. Informe 1932, Pág. 269. ALBACEAZGO EN JUICIOS INTESTAMENTARIOS. La prueba testimonial que se rinde previamente en los juicios de intestados, de conformidad con lo prescrito por el artículo 1754 del Código de Procedimientos Civiles, acerca de sí el autor de la herencia dejó cónyuge, descendientes, ascendientes o colaterales dentro del octavo grado civil, es, sin duda, muy deficiente, para que pueda tomarse de una manera absoluta como la comprobación de los derechos de los herederos, ya que pueden existir parientes que son del todo desconocidos, aun por los más allegados, como sucede con los hijos naturales, principalmente; pueden existir, por otra parte, parientes de grado más próximo a los que se presenten y, aun siendo éstos muy cercanos, puede haber otros de igual grado, o de grado más lejano, que estuvieren en aptitud de disputar la herencia, impugnando los documentos presentados por los primeros; y la ley, en previsión de todo esto, estimando que no debe darse valor pleno a un documento que puede impugnarse, no podía, por la simple presentación de él, ordenar que se hiciera una declaración prematura, sin tenerse la seguridad de que ningún otro heredero se presentaría después de la convocatoria respectiva y dentro del término fijado por ella. Si de distinta manera se hiciera, las declaraciones de herederos no tendrían la firmeza que deben tener, ya que, hechas en la primera junta,quedarían sujetas a los múltiples eventos que puedan presentarse y, por esos motivos, determina la ley que se sigan todos los trámites que señala, para que los se crean con derecho a la herencia, se presenten a deducirlo; y sólo hasta que estos trámites se han llevado a cabo, la misma ley estima que existe la firmeza necesaria para que pueda hacerse una declaración, dentro de la jurisdicción voluntaria, que cause estado y no pueda impugnarse sino en la vía contenciosa. De lo anteriormente expuesto, se desprende, con claridad, la intención del legislador, perfectamente justificada, de que en el juicio intestamentario, se lleven a cabo dos juntas de herederos, de las cuales, en la primera, el Juez no debe hacer declaración alguna, definitiva, acerca de quiénes son los sucesores del autor de la herencia, derecho acerca del cual se establece solamente una presunción, para el efecto de que pueda proveerse, de una manera provisional, a la representación de los intereses del intestado; y la presentación definitiva se reserva para después de que, corridos todos los trámites necesarios, a fin de que se presenten los que se crean con derecho a la herencia, se nombre al albacea definitivo, no por los presuntos herederos, que son los reconocidos en la primera junta, sino por los herederos judicialmente declarados en la segunda junta. En concreto: el nombramiento que se hace en la primera junta, prevista por el artículo 1757 del Código de Procedimientos Civiles, se lleva a cabo por los presuntos herederos, y el carácter del nombrado es, simplemente, el de albacea provisional o interino; la designación que se hace en la segunda junta, con arreglo a los artículos 1763, 1764 y 1765 del citado código procesal civil, se verifica ya por los herederos judicialmente declarados, por los que tienen un carácter perfectamente definido como tales herederos, y cuando hecha la designación, resulta persona distinta de quien venía figurando como albacea provisional, cesa éste en sus funciones. Amparo en revisión 3093/30. Cusi Alejandro Eugenio. 27 de enero de 1932. La publicación no menciona el sentido de la votación, ni el nombre del ponente. -1-