FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO LIBRO1. LA MENTE DEL ESTRATEGA Kenichi Ohmae SEMINARIO DE ESTRATEGIA EMPRESARIAL Fabiola Valencia Ortega Alfredo Landa Herrera Prof. Eric Manuel Rivera Rivera Semestre 2011-2 La mente del estratega Kenichi Ohmae Objetivo El objetivo del libro, como lo dice su autor, no es brindarnos formulas para desarrollar estrategias de negocios, sino proporcionarnos una serie de indicadores que puedan ayudarnos a desarrollar la capacidad y los hábitos del pensamiento estratégico. Para ello el autor, Kenichi Ohmae, divide el contenido del libro en 3 secciones: 1. El arte del pensamiento estratégico: Basado principalmente en el proceso mental. 2. Elaboración de estrategias eficaces: Nos define los distintos tipos de estrategia. 3. Realidades estratégicas actuales: Habla de aquellos factores ambientales que influyen en el pensamiento táctico y la formulación de estrategias. A continuación se hace un resumen de cada una de las secciones antes mencionadas. Resumen I. El arte del pensamiento estratégico El punto crucial de arranque de un pensamiento estratégico es el análisis, puesto que al enfrentarse a problemas, tendencias o acontecimientos, al estratega no le es suficiente verlo como un todo, sino que esté lo divide en sus partes constitutivas y luego tras descubrir el significado de los componentes los vuelve a ensamblar para maximizar sus ventajas. Para ello, lo primero que hace es determinar el punto crítico, es decir determina cuál es el punto clave del problema a resolver, se apoya en diagramas “de problema”, en donde se estudian necesidades y gustos del cliente, participación en el mercado, etc. También, otra herramienta de análisis son los diagramas de los beneficios, que son considerados como la base de cualquier negocio. Siempre es importantes, en ambos diagramas, formularse preguntas precisas orientadas a la solución del problema. La ventaja competitiva es la causaste de que se origine una estrategia, pues su objetivo está en determinar acciones que tiene como fin directo alterar la fortaleza de una compañía en relación con sus competidores. El autor estable 4 rutas o estrategias de negocios para obtener esa ventaja competitiva: 1. 2. 3. 4. Identificar factores clave Superioridad relativa Iniciativas agresivas Grados de libertad estratégica En las 4 estrategias, se busca evitar realizar las mismas cosas que la competencia y ganar una ventaja relativa por medio de medidas que a los competidores les sea difícil copiar o seguir. La mente del estratega Kenichi Ohmae Para identificar los factores clave, hay que segmentar el mercado y posteriormente identificar las diferencias entre aquellas empresas que han logrado el éxito con las que no, sin embargo, no siempre es suficiente identificar los factores clave, el estratega siempre debe de tener en cuenta toda la cadena vertical de sistemas de negocios implicados. Para lograr una superioridad relativa, lo que recomienda el autor, es comparar nuestro producto con cada uno de los productos de la competencia de modo sistemático y analizar las diferencias con la finalidad de establecer donde se podría lograr cierta ventaja relativa, en precios y costos. En el caso de la estrategia basada en iniciativas agresivas, esta consiste en cuestionar los supuestos prevalecientes con una sola pregunta “¿Por qué?” una infinidad de veces, esto nos permitirá identificar cuellos de botella que impiden las mejoras fundamentales y resulte posible realizar adelantos importantes en el logro de los objetivos. En la estrategia de grados estratégicos de libertad, estos se refieren a los ejes sobre los cuales es posible desarrollar dicha estrategia, la cual tiene como objetivo evitar pérdidas de tiempo y dinero que pueden surgir si la gerencia no logra determinar con anticipación la mejor dirección para un mejoramiento. Es indispensable definir una función objetivo que es el valor o la variable que se desea mejorar, pues esta será el punto de partida de la estrategia. A pesar de estas 4 rutas que nos menciona el autor para el desarrollo de una ventaja competitiva a partir de una estrategia, se hace hincapié, en que la estrategia tiene que venir de un pensamiento abierto, que permita responder con flexibilidad a los inevitables cambios en la situación que confronta la empresa, que una estrategia perfecta no existe, que se basa en oportunidades, que se deben hacer listas en los puntos donde se tengan dudas, estimar probabilidades positivas o negativas y evaluar los impactos sobre los resultados generales. El estratega siempre tiene que determinar los factores claves de éxito (FCE) y nunca perderlos de vista. Si primero identifica los probables FCE y después comprueba si sirven o no, pronto llegará a la esencia del problema. Un punto importante es la actitud de la gente, pues un cambio de actitud de quienes afrontan el problema puede hacer la gran diferencia entre el éxito y el fracaso. Recordemos que los logros de una corporación finalmente son el resultado de combinar la planificación con la ejecución, pues de nada sirve tener una gran estrategia, sino existe el apoyo del personal operativo. II. Elaboración de estrategias eficaces En la segunda parte de libro, es autor nos muestra los distintos tipos de estrategias según el enfoque que se esté buscando, a partir de lo que él llama el triángulo estratégico: compañía, clientes y competencia. Nos explica las diferencias entre una estrategia corporativa de una de negocios y hace también referencia a la cartera de producto. Para llevar a cabo cualquier estrategia de negocios se deben tener en cuenta 3 puntos principales: la corporación misma, el cliente y la competencia. Y para que ésta sea eficaz, debe asegurarse que exista una sólida relación entre la corporación y las necesidades del cliente, pues de nada sirve lo La mente del estratega Kenichi Ohmae que se haga, sino se ve reflejado un beneficio para el cliente o se cubran las necesidades del mismo. Sabemos que ningún mercado permanece homogéneo, que cada grupo de clientes tiene tendencia a desear un servicio ligeramente diferente, por lo que la corporación no puede llegar a todos los clientes con la misma eficacia, habrá clientes más fáciles y otros más difíciles. Así pues, la estrategia basada en el cliente busca establecer un margen sobre la competencia, para ello, la corporación deberá segmentar el mercado, identificar una o más series de clientes dentro de un mercado total y concentrarse en su satisfacción. En la estrategia basada en la corporación, las estrategias son de tipo funcional cuyo propósito consiste en maximizar los puntos fuertes de la corporación en relación con la competencia en las áreas funcionales críticas para tener éxito en la industria, su objetivo no es resolver problemas operativos de un departamento en particular, sino reforzar el rendimiento funcional específico requerido. En esta estrategia puede haber mejoras en el rendimiento funcional, en la efectividad en los costes y se pueden prevenir errores. Las estrategias basadas en los competidores, se establecen observando las fuentes de diferenciación de todas las funciones, que van desde compras, diseño e ingeniería, hasta ventas y servicios. Cualquier diferencia entre nosotros y los competidores deben relacionarse con uno o más de los tres elementos que determinan el beneficio: precio, volumen y costos. Aquí podemos competir utilizando una imagen. En la realidad, según el autor, existen 3 tipos de corporaciones: de un solo producto, conglomeradas y diversificadas. Nos dice, que un conglomerado trata de maximizar los beneficios para el accionista a través de medidas financieras, como asignación de recursos, mientras que una compañía diversificada trata de maximizar la riqueza de la corporación mediante la explotación de sinergias entre sus distintos negocios. III. Realidades estratégicas actuales Existen ciertas situaciones que hacen que las estrategias vayan cambiando según la situación económica, política o social que se presenten. Una de ellas, que toma en cuenta el autor, es el medio ambiente económico, entre aquellos puntos que tendrán un alto impacto se encuentran: persistencia de crecimiento lento, maduración del mercado y estancamiento estratégico, desigualdad de distribución de recursos, crecientes complejidades internacionales e inflación irreversible. Otros puntos que se deben tener en consideración para la planificación de la estrategia son: un cambio de las industrias con un alto grado de mano de obra a las industrias con alto grado de capital, un cambio de empresas multinacionales a compañías multilocales, un cambio en el índice entre costos fijos y variables, un cambio en la industria con base en el acero a las industrias con La mente del estratega Kenichi Ohmae base en la electrónica, un cambio en la administración financiera del ámbito internacional al local, y un cambio hacia un sistema coordinado de valores corporativos. El autor hace una breve reseña histórica explicando de dónde y cómo es que tiene este tipo de pensamiento estratégico, de cómo sus estrategias han funcionado y nos muestra las diferencias que existen entre una organización japonesa y una occidental. Explica que la estrategia como país, comienza en la educación elemental, en su formación, a diferencia de la occidental. Ninguna persona que ocupa cargos de alta dirección, llegó sin haber recorrido toda la empresa, por lo que hace que tenga una ventaja competitiva, pues conoce el manejo y la operación de la empresa donde labora. La gente es importante dentro de la empresa, para los trabajadores la empresa es su familia. Finalmente, no existe una fórmula del éxito estratégico, pero sí deben existir por lo menos 3 condiciones: realidad, receptividad y recursos. Ejemplos y aportaciones para el diseño de estrategias empresariales La creación de estrategias es una labor creativa, intuitiva, que puede ir en contra de lo tradicionalmente establecido, en algunas ocasiones pueden carecer de validez desde el punto de vista de los analistas externos; sin embargo, el impacto competitivo de dichas estrategias se debe justamente al elemento creativo de los planes, así como a la determinación y empuje de las personas que los conciben. En la actualidad los estrategas “naturales” están siendo reemplazados por especialistas en planificación estratégica y financiera, por lo que las corporaciones no se encuentran capacitadas para manejar la innovación. La mayoría se enfoca en la mejora de sus procesos y sus sistemas, centrándose en el crecimiento de volúmenes, lo anterior implica el aumento en la capacidad para la adaptación, sin embargo, reduce el incentivo para la innovación. El autor descubrió que en muchas corporaciones se inhibía el desarrollo de estrategias innovadores debido a que las promociones se basaban en la antigüedad, por lo que los jóvenes talentos con incentiva no podían contribuir significativamente a la estrategia de la corporación, lo que puede ocasionar un estancamiento del pensamiento estratégico. Este es el problema principal sobre el que se enfoca el libro, el estancamiento estratégico de las organizaciones y las formas mediante las cuales se pueden desarrollar las capacidades necesarias para reproducir la mentalidad estratégica. Se menciona un punto muy importante, las estrategias son “aquellas acciones que tienen como fin directo alterar la fortaleza de la compañía en relación con sus competidores” y no debemos confundirlas con acciones puntuales que tienen que ver con mejoras operativas, de costos, procedimientos administrativos, capacitación, entre otros. Las estrategias requieren un tipo específico de pensamiento, ya que cuando un estratega se esfuerza por obtener o conservar una ventaja competitiva la mente funciona de manera muy diferente que a cuando únicamente se está tratando de realizar una mejora interna de acuerdo a un modelo absoluto. La mente del estratega Kenichi Ohmae Al diseñar estrategias no se debe pensar en términos absolutos, siempre debemos compararnos con los competidores y buscar las maneras de diferenciarnos y ganar terreno en forma significativa a costos aceptables. El concepto de ser diferente tiene mucha importancia en la actualidad. No sólo hay más competencia, sino competencia más dura e inteligente. Para tener éxito, los productos deben destacarse, se necesita ofrecer algo que los competidores no puedan igualar. En otras palabras, el producto debe diferenciarse. Las compañías que tienen éxito no son aquellas que intentan ser todo para todos; son aquellas que lo hacen mejor que los que se posicionan en algo único. Se debe ejercer el pensamiento estratégico para romper con el campo visual limitado, respaldándose en el ejercicio cotidiano de la imaginación y un constante entrenamiento de los procesos lógicos del pensamiento. Los estrategas no deben recurrir a este recurso únicamente en los casos en los que se encuentran obstáculos inesperados, se debe desarrollar de manera constante y hacerlo de forma cotidiana y natural. Las corporaciones actuales deben seguir un proceso meticuloso, avanzando paso a paso con el fin de prevenir carencias que pudieran convertirse en obstáculos para su crecimiento; se debe buscar una gama más amplia de opciones estratégicas en tecnología, producción, ingeniería y mercadotecnia. Comprender y aplicar los enfoques estratégicos que se mencionan en el libro puede ser un gran apoyo para un buen estratega corporativo. El “éxito” en la creación y aplicación de estrategias no puede reducirse a una fórmula o una lista de pasos, sin embargo, si se toman en cuenta los conceptos tratados en el libro, es posible desarrollar las costumbres mentales y formas de pensamiento que nos ayuden a liberar el poder creativo y el pensamiento estratégico, incrementando nuestras posibilidades para desarrollar estrategias empresariales que tengan éxito.