CONCLUSIONES MESA 1 “ANÁLISIS DE SITUACIÓN Y EVALUACIÓN” 1. Es necesaria la transparencia y el debate en el proceso de priorización de los objetivos de los Planes de Salud y de las intervenciones del Sistema Sanitario. 2. Sería útil encontrar una tercera vía entre objetivos explícitos e implícitos manteniendo la necesidad de participación, transparencia y rendición de cuentas. 3. Se han desarrollado herramientas para la formulación y la evaluación de Planes de Salud y existe una cierta homogeneidad en el desarrollo y diseño de los mismos. 4. Es deseable comparar los Planes de Salud en cuanto a objetivos, intervenciones y resultados, para lo cual se necesita disponer de información de calidad. 5. Se constata que los objetivos alcanzados tienen relación con las intervenciones de los servicios sanitarios y los no alcanzados con los objetivos intersectoriales y de salud pública. Ésta debería ser la línea de estudio y de avance para el futuro. 6. Es necesario conocer la relación entre los resultados de los servicios y los resultados en salud aunque puede no ser adecuado utilizar indicadores de salud para medir la actuación de los servicios asistenciales. 7. Hace falta mejorar el desarrollo de los sistemas de información. Es necesaria la transparencia, la no utilización partidista y el liderazgo institucional para armonizar los sistemas de información de forma que permitan la evaluación comparativa entre Comunidades Autónomas. 8. Reflexionar sobre la conveniencia de incorporar objetivos del ámbito socio-sanitario intersectorial en los Planes de Salud. 1 CONCLUSIONES MESA 2 “IMPLEMENTACIÓN Y PARTICIPACIÓN” 1. Se aprecian importantes diferencias entre las comunidades autónomas (CC. AA.) con respecto a la sensibilidad de género en la formulación de planes de salud en España. En el futuro, las consideraciones de desigualdades de género o de otro tipo deberían quedar integradas, en su caso, en los planes de salud. Estas consideraciones no debieran limitarse a los valores en los que se fundamentan los planes, sino que la consideración de la desigualdad e inequidad deberá sustentarse explícitamente en acciones concretas. 2. El desarrollo tecnológico ha propiciado el establecimiento de sistemas de información que se han mostrado ágiles y útiles en la monitorización de los indicadores propuestos para la evaluación de los planes de salud. La existencia de una Oficina Permanente del Plan de Salud garantiza la cohesión y coordinación paralela a la territorialización de los planes de salud. 3. Para la monitorización, seguimiento y evaluación de los planes de salud, las comisiones de área del plan de salud, creadas en algunas comunidades autónomas, han permitido realizar un seguimiento correcto del grado de cumplimiento de los objetivos establecidos en el Plan. Esta participación en la evaluación de los planes ha sido valorada positivamente en la implementación de algunos de los planes vigentes, permitiendo, además, divulgar e informar del contenido del plan de salud a todas las estructuras sanitarias. 4. Independientemente de los planes de salud de las CC. AA., se han desarrollado experiencias en niveles de organización más bajos funcionando en red, como es la Red Europea de Ciudades Saludables, que se muestran como ejemplos de buena práctica en el desarrollo de planes de salud y en los que aspectos usualmente de difícil materialización, como es la participación, se han hecho realidad. La metodología diseñada para tales experiencias puede ser aplicable con éxito en otros niveles. 2 5. Se constata en nuestro país la heterogeneidad en el diseño de planes de salud. Mientras unas CC. AA. optan por planes de salud orientados a mejorar el nivel de salud individual según procesos prioritarios y orientados al ciudadano, otras optan por planes de salud más integrales, orientados a mejorar la salud colectiva, abordando otros determinantes de la salud. Estas diferencias, una vez desarrolladas y evaluadas, podrán aportar conocimiento clave en el diseño de los planes de salud futuros. Uno u otro abordaje precisarán de la implementación de distintas estructuras organizativas. 6. La efectividad de la oferta de intervenciones en los planes de salud ha de ser respaldada por la evidencia científica. 7. Se ha comprobado que es posible comprometer a los sectores no sanitarios en el diseño y la aplicación de los planes de salud, desarrollando políticas y acciones concretas dirigidas a ganancias en salud. 8. Algunas CC. AA., bien por su configuración territorial o bien por la distribución desigual de los problemas de salud en su territorio, podrían necesitar del desarrollo de instrumentos organizativos que permitan la descentralización efectiva de los planes de salud, de forma que estos mantengan su viabilidad, su adecuación y su eficiencia. 9. Se evidencia la necesidad de introducir la participación comunitaria en las agendas políticas, como condición necesaria para el desarrollo de los Consejos de Salud. 10.Es necesario institucionalizar al máximo las conferencias de salud como instrumentos de territorialización de los planes de salud en las áreas y zonas básicas de salud, en convergencia con la estrategia de desarrollo sostenible concretada en las agendas 21 locales. Su organización corresponde a los respectivos consejos de salud a través del uso de metodologías participativas. 3 CONCLUSIONES MESA 3 “PRIORIZACIÓN Y FINANCIACIÓN” 1. La mayoría de las Comunidades Autónomas ha implementado Planes de Salud, pero es necesario que avancen en la utilización de criterios explícitos, metodologías transparentes y procedimientos participativos para su elaboración. Existen experiencias de investigación en este terreno que pueden ayudar a mejorar la metodología empleada hasta ahora. 2. Si no queremos correr el peligro de elaborar Planes vacíos de contenido, es preciso que estén basados en la evidencia científica y que contemplen las consecuencias de las desigualdades sociales y económicas sobre la salud. Pero no basta con el mero reconocimiento de las desigualdades, sino que los Planes de Salud deben indicar qué programas y acciones poner en marcha para reducir las desigualdades, preferentemente programas intersectoriales que han de ir más allá de las acciones aisladas efectuadas sólo por el sector salud. 3. La evaluación económica de los Planes de Salud es imprescindible para la toma de decisiones. Es necesario, si se quiere acreditar una evaluación fiable, garantizar que las Agencias responsables de la misma gocen de independencia para llevar a cabo su trabajo. Existen instrumentos científicos que están estandarizados y permiten la comparación entre los diversos programas, tecnologías o acciones para ayudar a priorizarlos. No obstante, debe tenerse siempre presente que el objetivo es mejorar la salud y por tanto el esfuerzo para reducir las desigualdades, además de la económica, tiene otras muchas perspectivas que deben ser consideradas a la hora de priorizar. 4 CONCLUSIONES MESA DE DEBATE “EL PAPEL DE LOS PLANES INTEGRALES DE LA LEY DE COHESIÓN Y CALIDAD EN EL CONTEXTO DEL SNS” 1. La experiencia de los Planes Integrales planteados por la Ley de Cohesión y Calidad del 2003, y en particular del PICI (Plan Integral de Cardiopatía Isquemia) es relevante en su manufactura técnica, y de forma similar al “National Serviced Framework” británico, puede ser muy útil para estimular respuestas ante un problema de Salud. 2. Sin embargo, las dificultades evidenciadas para encajarlo como instrumento de Planificación del SNS, obligan a una reflexión más profunda sobre como se construye la política sanitaria del país. 3. Los Planes de Salud, sin ser un médelo agotado, deben proyectarse al ámbito de las políticas públicas. En un SNS altamente descentralizado, debemos buscar mecanismos participativos para concretar entre todos de mejora de la salud, y en especial aquellos que afecten a otros sectores y ámbitos del gobierno. 5