La justicia indÃ-gena todavÃ-a es tabú

Anuncio
Contexto TMT
La justicia indÃ-gena todavÃ-a es tabú
Thursday, 05 de May de 2011
DERECHOS HUMANOS El Tribunal Supremo de Justicia no permite a los pueblos originarios juzgar delitos graves
Los tratados internacionales, la Constitución y las leyes fundamentan procedimientos y sanciones inconcebibles en
tribunales ordinarios
EDGAR LÓPEZ
50 chivos, 10 vacas y 3 collares.
Eso fue lo que pagó Venejildo González, por haber violado a su hijastra de 15 años de edad, luego del acuerdo
indemnizatorio entre el agresor y la vÃ-ctima, según las costumbres ancestrales del pueblo wayúu.
El acuerdo fue homologado ante la División Regional de Educación Intercultural del estado Zulia, el 4 de agosto de
2009. Desde entonces González se asumÃ-a libre de culpas, pero hace un mes fue detenido por la policÃ-a, pues
figuraba como solicitado. A instancias de la FiscalÃ-a, un tribunal de control de Zulia decretó su detención judicial
preventiva y luego declaró procedente la acusación por el delito de violación. TodavÃ-a está recluido en el internado
judicial de El Marite, donde espera el comienzo de un juicio que podrÃ-a acarrearle entre 15 y 20 años de prisión, de
acuerdo con lo establecido en el numeral 2 del artÃ-culo 374 del Código Penal.
El abogado Ricardo Colmenares asumió la defensa de González y completa la historia: "Después del acuerdo, el
agresor y la vÃ-ctima formaron pareja y tuvieron un hijo. La cónyuge es una de las más interesadas en que se respete la
justicia wayúu y su marido no sea juzgado por la justicia alijuna, como se denomina a lo que no es indÃ-gena".
Pluralismo jurÃ-dico. Lo primero que alegará Colmenares es el fundamento constitucional y legal de los diversos
mecanismos utilizados por los pueblos indÃ-genas venezolanos para juzgar los delitos cometidos por sus integrantes en
sus territorios.
Al reconocer la jurisdicción especial indÃ-gena "como un componente esencial del Poder Judicial", razona Colmenares,
el artÃ-culo 260 reivindica el pluralismo jurÃ-dico en Venezuela, es decir, la coexistencia de varios sistemas normativos.
La etnia wayúu, la más numerosa del paÃ-s, cuenta con la figura del pütchipü’ü, que también es conocido como
palabrero y actúa como mediador.
En el caso de Venejildo González y su hijastra, indicó Colmenares, un pütchipü’ü promovió la negociación que
terminó con la indemnización material de la vÃ-ctima.
Sin embargo, esa forma de resolver conflictos no serÃ-a aplicable al asesinato de ocho miembros de la familia Cambar,
que fueron emboscados por integrantes de la familia Palmar el 23 de abril, en el sector Aipiapa. Aunque el hecho sólo
involucra a indÃ-genas y ocurrió en territorio indÃ-gena, todo indica que corresponde a una variante de delincuencia
organizada, la cual está expresamente reservada a la justicia ordinaria.
http://52.0.220.108/base/krafts
Potenciado por Joomla!
Generado: 24 November, 2016, 23:23
Contexto TMT
Los ye’kuana, por ejemplo, proceden de otra manera en caso de homicidio. Alberto RodrÃ-guez, presidente de la
Organización de Pueblos IndÃ-genas del Caura Kuyujani, explicó que el öyajö o capitán de la comunidad donde
hayan ocurrido los hechos se reúne con un consejo de ancianos para determinar la gravedad del hecho. "Hace algunos
años, dos grupos de jóvenes salieron a cazar. A uno se le escapó un disparo y mató a otro. En este caso las familias
de la vÃ-ctima y del victimario fueron convocados por el öyajö y el consejo de ancianos. No hubo sanción, pues todos
se conformaron con la verificación de que no hubo intención de matar".
RodrÃ-guez explicó que si se tratara de un homicidio intencional, la sanción es el destierro. El homicida abandona la
comunidad y es rechazado hasta por sus familiares. En el derecho ye’kuana no figuran las indemnizaciones materiales a
la vÃ-ctima.
Freno en el TSJ. La jurisdicción especial indÃ-gena es un derecho y no una concesión, de modo que el Estado está
obligado a promoverlo. AsÃ- lo entiende el defensor especial indÃ-gena, Alonso Guevara (jivi), con lo cual sugiere que las
polÃ-ticas estatales deben deslastrarse de posturas civilizatorias o demagógicas para responder a lo esencial: ¿se cree
o no en las capacidades de autogobierno de los indÃ-genas, lo cual incluye el resarcimiento del daño causado por una
muerte con chivos, vacas y collares? A pesar del avance logrado con la promulgación de la Ley Orgánica de Pueblos y
Comunidades IndÃ-genas en 2005, la justicia indÃ-gena todavÃ-a es tabú y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia no admite su aplicación en casos de delitos graves (como el homicidio y la violación), considerados de
orden público, es decir, que trascienden los intereses particulares de los directamente involucrados.
El constitucionalista Rafael Chavero realizó un estudio de las sentencias dictadas por el TSJ y concluye que ha privado
una concepción restrictiva.
Técnicamente, la solución es sencilla: la jurisdicción especial indÃ-gena también tiene fundamento en el Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo, que fue suscrito y ratificado por el Estado. En virtud del artÃ-culo 23 de la
carta magna, corresponde aplicar yla norma más favorable; en este caso, el convenio de la OIT, que no exceptúa la
posibilidad de juzgar delitos de orden público.
Chavero considera que la reivindicación de los derechos indÃ-genas se ha limitado al discurso populista y plantea una
hipótesis: "Aunque en Venezuela hay más de 800.000 indÃ-genas, la reivindicación de sus derechos se ha tratado
como un asunto marginal".
Olegario Romero, un guerrero doblegado por la ley watÃ-a
La lucha de los yukpas por las tierras de la sierra de Perijá tenÃ-a dos grandes lÃ-deres: Sabino Romero y Olegario
Romero.
Juntos se habÃ-an enfrentado al hostigamiento de los ganaderos y a la desidia gubernamental por el reclamo de sus
derechos. Juntos marcharon hasta Miraflores, en 2008, con la esperanza de que el presidente Chávez los escuchara.
Un año después seguÃ-an juntos, pero presos, como responsables de dos homicidios.
El 13 de octubre de 2009, Sabino y Olegario se enfrentaron a tiros.
http://52.0.220.108/base/krafts
Potenciado por Joomla!
Generado: 24 November, 2016, 23:23
Contexto TMT
Mientras el primero permanecÃ-a irreductible, el segundo habrÃ-a pactado con el Gobierno a cambio de bolsas de comida.
El caso se expuso ante el TSJ, pero el máximo juzgado negó la posibilidad de que se aplicara la jurisdicción especial
indÃ-gena.
Se impuso la ley watÃ-a, término referido a lo que no es propio de los yukpas.
La semana pasada, Olegario fue absuelto por un tribunal ordinario. Debe pagar a su abogado Alfonso ChacÃ-n.
El detalle relevante es que ChacÃ-n también es abogado de la familia Vargas, propietaria de la hacienda Kusare, la
misma que en 2007 Olegario ocupó por la fuerza.
http://52.0.220.108/base/krafts
Potenciado por Joomla!
Generado: 24 November, 2016, 23:23
Descargar