Parque Nacional "Santos Luzardo" Edo. Apure

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Parque Nacional "Santos Luzardo" Edo.
Apure
Nuestra expedición hacia estas remotas tierras fue tal vez una de las
más interesantes de las realizadas a lo largo del año 2013, sin duda
la navegación a través de los ríos Cinaruco y Capanaparo, nos
comprometió mucho más aún como equipo de documentalistas de la vida
silvestre con nuestro País.
No existe, a juicio de quienes participamos de esta expedición, un
escenario con mayor belleza escénica en todas las llanuras venezolanas
que Santos Luzardo, el contraste entre las infinitas llanuras verdes y
los cielos teñidos del azul más profundo que podamos imaginar, son sin
lugar a dudas de los escenarios que cada uno de los venezolanos
estamos en el deber de conocer.
La sabana en Santos Luzardo
Este Parque como citaba está constituido de un relieve muy plano
apenas interrumpido por las Galeras de Cinaruco, médanos eólicos, ríos
y algunos caños, con una cobertura vegetal de bosques ombrófilos,
submontanos, semideciduos estacionales, selvas de galería, sabanas y
palmares.
Nuestro campamento base se estableció en
una aldea de pescadores enclavada en la
surcada por el río Capanaparo, la fuente
indígenas que aquí se asentaron desde
Yaruro y Guahibos.
la comunidad de La Macanilla,
mitad de una sabana infinita
de vida de varias comunidades
tiempos remotos, los Pumé ,
Aquí en compañía de nuestro guía indígena el Yaruro Manuel, durante
siete días nos dedicamos a navegar a lo largo del Río Cinaruco y
Capanaparo, con el fin de documentar la fauna existente a lo largo de
las selvas de galería de cada uno de estos colosos, allí encontramos
una gran variedad de aves, llamándonos la atención la gran cantidad de
martines pescadores, indicadores del buen estado en que se encuentran
estos ríos.
Un miembro del equipo de la Fundación captando la vida silvestre que se encuentra en las orillas
del Río Capanaparo
De igual manera, aunque las limitaciones técnicas para documentar la
fauna sub-acuática, pudimos apreciar la abundancia de toninas, las
cuales nos acompañaron diariamente a lo largo de nuestro recorridos
fluviales, no se puede dejar de mencionar la presencia de nutrias en
grupos que superaban los seis individuos, así como también la
presencia del Caimán del Orinoco que en menor medida también nos
regaló unas cuantas veces su presencia.
Hablar de Cinaruco y Capanaparo y no referirse a su enorme potencial
en materia de pesca deportiva sería un gran error, aquí conocimos a
distintos grupos de pescadores de Pavón, una de las especies
emblemáticas de la pesca deportiva a nivel mundial y que en Santos
Luzardo se podría decir que tienen su templo más importante.
Son 584.368 hectáreas de parque nacional que esperan a los visitantes
que buscan vivir una aventura realmente salvaje, aquí la naturaleza y
el hombre coexiste de manera equilibrada desde hace miles de años y se
podría decir que quien desee conocer el corazón profundo de los llanos
venezolanos, debe acercarse a estas lejanas tierras y dejarse cobijar
por los amaneceres más hermosos del planeta.
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