25 Subanálisis de estudio retrospectivo y multicéntrico para evaluar la función renal en pacientes con EPOC ingresados en servicios de cuidados intensivos y tratados con anfotericina B liposomal Autores: M. Rodríguez*. Hospital Infanta Leonor. Madrid. España M. C. Soriano. Hospital La Paz. Madrid. España M. Catalán. Hospital 12 de Octubre. Madrid. España A. Llorente. Hospital 12 de Octubre. Madrid. España N. Vidart. Hospital Clínico San Carlos. Madrid. España F. Álvarez-Lerma. Hospital del Mar. Barcelona. España Introducción: Anfotericina B liposomal (AmB-L) se emplea en pacientes críticos para el tratamiento empírico o dirigido de hongos filamentosos o levaduras. Objectivos: Evaluar la seguridad renal de AmB-L en pacientes con EPOC ingresados en UCIs de centros españoles. Materiales y métodos: Se partía de un estudio en pacientes ingresados en UCI y tratados con AmB-L durante al menos 3 días, por cualquier motivo. Para este subanálisis se ha definido como “caso de estudio” los pacientes con EPOC que no han utilizado técnicas de depuración extrarenal durante el tratamiento con AmB-L. Resultados: Se incluyeron un total de 37 pacientes procedentes de 21 UCIs. Al ingreso, la media del Apache II era 21,4 ± 7,5. Al inicio del tratamiento con AmB-L, el 100% de los pacientes portaba catéter venoso central y sonda vesical, el 89,2% había recibido antibióticos en los 7 días previos, el 84,2% tenía una vía arterial, el 86,5% requería ventilación mecánica y nutrición parenteral total el 62,2%. AmB-L fue empleada fundamentalmente por su amplio espectro y la inestabilidad hemodinámica de los pacientes, siendo administrada como primera línea de tratamiento en el 56,8% de los casos (21 pacientes). La duración media del tratamiento con AmB-L fue 12,2 ± 5,9 días y la dosis media administrada fue 3,1 ± 1,0 mg/kg/día. La creatinina al inicio del 1/2 25 tratamiento con AmB-L era igual o menor a 1,5 mg/dl en el 64,9% de los pacientes (24 de 37). Al final del tratamiento con AmB-L, el 91,7% de los pacientes con creatinina igual o menor a 1,5 mg/dl al inicio de éste continuaban con valores iguales o inferiores a 1,5 mg/dl. Al inicio del tratamiento la creatinina media fue de 1,71 ± 1,5 mg/dl que descendió a 1,40 ± 1,0mg/dl al final del tratamiento con AmB-L (p=0.089). Evaluando en porcentajes, al final del tratamiento se produjo un descenso o se mantuvo igual en el 67.57% de los pacientes. A pesar de que el 66,7% de los pacientes (24 de 36) estaba siendo tratado con fármacos nefrotóxicos concomitantes solo se produjo un aumento de la creatinina 2 veces el valor basal en 2 pacientes (5.41%). Ningún paciente abandonó el tratamiento por nefrotoxicidad u otra, ni se produjeron acontecimientos adversos graves. Conclusiones: La función renal en pacientes con EPOC ingresados en UCIs no se vió alterada durante el tratamiento con AmB-L, sin observarse abandonos por toxicidad renal a pesar del uso de fármacos nefrotóxicos concomitantes. Aunque la muestra de pacientes es escasa, los datos sugieren que AmB-L se puede administrar de forma segura a pacientes críticos con EPOC. Palabras clave: EPOC; anfotericina B liposomal; seguridad renal; 2/2