Gran Guerra Patria: Gesta soviética por la paz mundial Caracas, 08 May. AVN.- El nazismo alemán, que tanto sufrimiento y dolor causó a la humanidad, especialmente a la Europa de su tiempo, terminó para siempre el 9 de mayo de 1945, en Berlín, luego de que el jefe de los ejércitos del frente oriental de la Alemania nazi, Mariscal Wilhem Keitel, capituló oficialmente ante el Mariscal ruso Georgi Zhúkov. Este hecho histórico que puso fin a la Segunda Guerra Mundial, después de seis años en los que Europa se desangró en destrucción, odio y muerte, fue la victoria soviética en la gesta heroica que pasaría a la historia como la Gran Guerra Patria, que tuvo como antecedente la instauración del Imperio nazi o el Tercer Reich (tercer imperio) durante 12 años, entre 1933 y 1945, cuando Adolfo Hitler gobernó Alemania, bajo los postulados ideológicos del nazismo —con el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP)— que evidenciaba puntos en común con el fascismo. El sistema político se sostenía con base al autoritarismo y la expansión militar, que condujo al exterminio de socialistas, comunistas y cualquier otro tipo de opositores políticos. Igualmente, se oponía al racionalismo, el liberalismo y la democracia; también se sostenía sobre diversas doctrinas racistas según las cuales los pueblos nórdicos —los llamados arios puros— no solo eran físicamente superiores a otras razas, sino que también lo eran su cultura y moral, por lo que en procura de la pureza de la raza fueron asesinados a los alemanes de origen judío, negros y gitanos. El exterminio de judíos, a los que consideraba una raza inferior, alcanzó el genocidio, de cerca de 11 millones de individuos, en lo que se conoce como el Holocausto. También eliminaron a cerca de un millón de gitanos. Políticamente, el partido nazi empleó la violencia para inhibir al Estado y atemorizar al resto de partidos políticos: socialistas, comunistas y demócratas, usando fuerzas paramilitares de asalto. Avance del nazifacismo Los nazis se plantearon el concepto de la Gran Alemania en la perspectiva de unificar a los pueblos de origen ario diseminados por toda Europa en una sola nación. Ante ello, entre 1935 y 1939, el Tercer Reich se anexa Austria, con el objetivo de unir a dos naciones de un mismo origen étnico, y destruye buena parte de Checoslovaquia. Luego, en 1939 los nazis invaden Polonia y tal acción provoca el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, en 1940 ocupan Dinamarca y Noruega, y comienza la invasión de Francia a través de Bélgica, Luxemburgo y Holanda; además arranca la campaña de África del Norte. En abril de 1941, invaden Yugoslavia y Grecia y el 22 de junio, Hitler decide dar un vuelco a las acciones y se plantea la invasión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), ocupando Ucrania, Bielorrusia, Letonia, Lituania y Estonia, así como la mitad occidental de la Rusia europea. La conducta del Tercer Reich no se limitaba a tratar de recuperar las fronteras pérdidas después de la Primera Guerra Mundial, con el Tratado de Versalles, sino ampliar sus fronteras al Este de Europa, a expensas de "razas inferiores" como la eslava. Operación Barbarroja La invasión a la Unión Soviética, por parte de las tropas alemanas, llevó ese nombre. El plan estaba concebido como una operación corta de apenas dos meses de duración, en el que el alto mando militar del Reich estimaba aniquilar a la URSS. De conquistar ese vasto territorio, este será vital para satisfacer las necesidades de tierra y materias primas para la población alemana durante siglos, por lo que el plan de Hitler era avanzar hacia el Este con tres ejércitos. Para el momento de iniciarse esta ofensiva, el Tercer Reich controlaba militarmente a: Bélgica, Checoslovaquia, Dinamarca, Francia, Grecia, Holanda, Luxemburgo, Noruega, Polonia y Yugoslavia. Además, contaba con el apoyo de: Bulgaria, Finlandia, Hungria, Italia y Rumanía. El eje alemán inició su ofensiva con un ejército de 4 millones y medio de hombres, desplegados a los largo de una línea de 1.800 kilómetros. Ante el ataque, la Unión Soviética respondió y Joseph Stalin declaró la Gran Guerra Patria, para enfrentar la invasión de las tropas germanas, que avanzaron ágilmente sobre territorio soviético. El término fue leído por primera vez por los soviéticos en el periódico Pravda. La crudeza del frío invernal y la resistencia ofrecida por Leningrado donde murieron dos millones de rusos por hambre, y Moscú al centro, le hacen perder la iniciativa en la guerra. Gesta por la paz mundial El nombre de Stalingrado (hoy Volgogrado) entró en la historia de las guerras como la batalla más larga y sangrienta de la humanidad. Duró 200 días, entre junio de 1942 y febrero de 1943, y en ella murieron más de 3 millones de combatientes tanto nazis como del Ejército Rojo. Este lugar fue un objetivo estratégico para Hitler por ser la entrada a la rica región petrolífera del Cáucaso, no obstante la valiente resistencia de los soldados y pueblo soviéticos impidieron esta conquista. De hecho, la contundente derrota de los nazis en la referida ciudad tornó las cartas a favor de la URSS que en lo sucesivo pasó a la ofensiva. Fue, entonces, el 5 de julio de 1943 cuando se llevó a cabo el último esfuerzo ofensivo de las debilitadas tropas alemanas. Esta vez, el sitio fue la ciudad de Kursk, en la que tras menos de un mes de batalla, los nazis fueron derrotados y se replegaron desordenadamente hacia el oeste del territorio soviético. Entretanto, los aliados contra Alemania bombardearon en Europa occidental los territorios ocupados por el Reich. Pero fue a principios de 1945 cuando las tropas soviéticas rodearon Berlín, mientras que Estados Unidos e Inglaterra ocupaban Alemania occidental. El ejército rojo entró en la ciudad y sostuvo enfrentamientos con la población civil adepta al régimen nazi, al tiempo que Hitler, envejecido, deteriorado e impotente, se suicidó en su búnker el 30 de abril de ese año. Dos días después, el 2 de Mayo de 1945, el General alemán Helmuth Weidiling, se rindió incondicionalmente al general ruso Vasili Chuikov y más tarde, el 9 de Mayo, el Mariscal alemán Wilhem Keitel hizo lo propio el Mariscal ruso Georgi Zhúkov. Fue el fin de la Alemania nazi, en su propia cuna. La encarnizada guerra concluyó con un saldo de 55 millones de muertos, de los cuales 27 millones eran ciudadanos de los pueblos soviéticos, y de estos últimos 13,7 millones eran civiles. 70 años del fin del horror nazi Este sábado, en Moscú, capital de Rusia, se realizarán los actos conmemorativos de este triunfo soviético, también conocido como Día de la Victoria, en el que participarán 27 jefes de Estado o Gobiernos, incluidos el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon y la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), Irina Bókova. El presidente de la República, Nicolás Maduro arribó a suelo ruso, al igual que el primer mandatario nacional de Cuba, Raúl Castro. Además, en el acto participarán 16.500 efectivos, 200 unidades, 140 helicópteros y aviones según la información suministrada por el Ministerio de la Defensa de dicho país, reseñado así por la Agencia de Noticias Ria Novosti. Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)