WWW. LAPALABRAISRAELITA. CL HOLOCAUSTO VIERNES 13 DE ABRIL DE 2012 13 9.000 criminales de guerra nazi llegaron a Sudamérica después de la Segunda Guerra Mundial Después de más de 70 años se les concedió a fiscales alemanes el acceso a los archivos secretos de Brasil y Chile, y confirmaron el número real de inmigrantes del Tercer Reich. Según los documentos, se estima que 9.000 criminales de guerra huyeron a América del Sur (incluyendo los croatas, ucranianos, rusos y otros europeos occidentales que ayudaron a la máquina asesina nazi). Los archivos secretos revelaron que unos 9.000 nazis huyeron a América del Sur en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, usando el dinero que obtuvieron del saqueo de Europa para huir. La mayoría, tal vez unos 5.000 llegaron a Argentina, entre 1.500 y 2.000 a Brasil, alrededor de 500 a 1.000 a Chile, y el resto a Paraguay y Uruguay. Durante la guerra, el Presidente argentino Juan Domingo Perón, vendió 10.000 pasaportes argentinos en blanco a Odessa, la organización creada para proteger a los hombres de las SS en el caso de una derrota. El Fiscal alemán Schrimm, dijo: «Cada día que pasa hace que cada vez sea menos probable, pero no quiero que la gente diga que en el futuro no lo probamos». Schrimm y su colega Uwe Steintz, consideran que, los archivos, pueden proporcionar pistas sobre los nazis que volvieron de nuevo a su patria para vivir sin ser detectados. De interés son los detalles de las llamadas «rutas de las ratas»; las rutas de escape de una des- trozada Europa al final de la Segunda Guerra Mundial, que permitió a unos 800 asesinos escapar con los falsos pasaportes proporcionados por el Vaticano. Desde su llegada a América del Sur hace tres semanas, el Sr. D. Schrimm y Steintz revisaron los registros históricos de Río de Janeiro. El Archivo Nacional es el depositario de todos los documentos de inmigración donde se muestra que 20.000 alemanes se establecieron sólo en Brasil entre 1945 y 1959, muchos «bajo un nombre falso y con un oscuro pasado». Muchos países, en la posguerra, de América del Sur fueron gobernados por dictaduras de corte fascista militar que dio la bienvenida a los funcionarios del antiguo III Reich con muy pocas preguntas. Steintz dijo: «Ya vemos algo del sistema usado. Casi siempre entraron en el país solos y sus familias llegaron después». La mayoría entró con un pasaporte de la Cruz Roja Internacional. 800 altos cargos del aparato alemán, como oficiales superiores de las SS y altos funcionarios del Estado nazi entraron en Argentina con esos pasaportes. Los archivos muestran que el punto de contacto para muchos fue un alemán, el obispo Alois Hudal, el sacerdote-confesor de la comunidad católica alemana en Roma. Entre los que llegaron se pueden mencionar: Adolf Eichmann (Ricardo Klement) llegó a Argentina en 1952. Crió a su familia y trabajaba en una fábrica de automóviles. Eichmann había sido la mano derecha del jefe de las SS Heinrich Himmler en el Tercer Reich, responsable de los trenes que transportaron a millones de judíos a su muerte en los campos de exterminio en la Polonia ocupada por los nazis. Eichmann fue ahorcado en Israel en 1962. Josef Mengele, conocido por sus experimentos genéticos en los campos de concentración, como la disección de bebés vivos, y la inyección de un colorante en los ojos de los prisioneros. Se escondió en Argentina y Paraguay hasta su muer- te en 1979. Muchos escaparon a Chile. Walter Rauff, un oficial de alto rango de las SS que inventó los «Camiones de la muerte», con los cuales 500.000 prisioneros fueron asesinados con gas letal en Auschwitz. Llegó en 1950. Pasó un corto período en la cárcel y murió en Santiago en 1984. Paul Schaeffer comenzó su carrera en las Juventudes Hitlerianas antes de subir de puesto y llegó a Chile en 1960. Fue un delincuente, pederasta, pero no fue arrestado por las autoridades chilenas hasta 1996. Murió en 2010. (CIDIPAL) EN TR AD MI ÉR A P AS D CO AR IS LE TIR PO S 1 D NI 8 D EL BL ES EA BR IL