(9) Vayreda y Vila.—PLANTAS NOTABLES DE CATALUÑA. 333 Ninguna duda me cabe de que M. Jordán y sus discípulos, al defender su teoría , lo hacen animados de recta intención y elevadas miras, creyendo oponer con ella una valla insuperable á la absurda teoría darwinista y sus ridiculas consecuencias. En cuanto á la idea de subdividir las especies ó tipos llamados linéanos, en nuevas especies, se justifica entendiendo que de esta manera su procedimiento es comparable al método analítico, medio seguro de llegar al conocimiento de la verdad (1); puesto que á no ser legítimas las especies de esta suerte establecidas, tarde ó temprano se descubren las formas típicas de que proceden. Muy laudable sería el propósito de tan esclarecidos botánicos si su opinión no adoleciera de dos graA'es y principales defectos: 1.°, aumentar considerablemente la confusión en la nomenclatura y en la sinonimia; 2.°, fomentar el prurito de reconocer especies nuevas, que estriban á veces en ligerísimas diferencias y sin las indispensables garantías de fijeza. Prescindiendo, pues, de los mencionados inconvenientes, creo que no sería inadmisible semejante teoría, considerando la necesidad de serios estudios sobre algunas especies y aun géneros linéanos, fraccionándolos respectivamente en nuevas y legítimas especies y géneros, procediendo, empero, con sumo cuidado y parsimonia. En primer lug-ar, sería de todo punto necesario hacerse cargo de la exacta definición de la especie, precisando rigorosamente el grado de importancia que r e quieren los caracteres específicos, y después asegurarse en lo posible de su verdadera fijeza (2). De lo que acabo de exponer, puede fácilmente deducirse cuál es la idea que tengo formada acerca de la manera de considerar la especie v e getal. En mi concepto, hállase ésta dotada de inmutabilidad en sus caracteres específicos más esenciales ó fundamentales, pero es suceptible de una varialilidad limitada en los caracteres de inferior categoría. Paréceme esta opinión la más r a cional, dados los actuales conocimientos de la ciencia. A mi (1) O. D e b e a u x , Rec7iereh.es Sur la Vi. des Pyr. (2) L a s o b s e r v a c i o n e s m i c r o s c ó p i c o - a n a t ó m i e a s , de l o s ó r g a n o s m á s i m p o r t a n t e s de № . , p á g . 7. l o s v e g e t a l e s ( p o c o e n u s o t o d a v í a ) d a r á n á n u e s t r o j u i c i o m u c h a l u z para l l e g a r al grado de perfección necesario para asegurarse fácilmente de las diferencias especificas y s u fijeza. ANALES DE HIST. N A T . — V I I I . 23