La historia de un hombre que ya había muerto Corría el año 1915, y Europa estaba en plena guerra. Mi padre en ese tiempo trabajaba en el ferrocarril Francés, compañía General Buenos Aires, y como él era Italiano le perdonaron ir a la guerra para que no perdiera el trabajo… y sin pensarlo dos veces se embarcó y fue. Pasaba el tiempo y mi madre no tenia noticias decidió vender lo poco que tenia y se embarcó junto a sus cuatro hijos llagamos al puerto Génova y de allí fuimos a la ciudad de Novara ,en ésta ciudad había un regimiento dónde nos daban comida;mi padre pertenecía a él. Pasamos muchas miserias y gripes. En 1918 terminó la guerra y volvimos a la Argentina con mi padre. Mí padre volvió al ferrocarril y así siguió hasta ser jefe, de distintas estaciones y yo fui creciendo. Cuando se creó la Gendarmería Nacional fui uno de los primeros que se anotó, y formó el famoso destacamento Sáenz Peña que quedó en la historia, y en una de esas patrullas por plena selva volcamos con el camión, que me paso por arriba y me fracturó todo el cuerpo, el accidente fue frente a un pueblito que se llama San Bernardo, me llevaron y me dejaron en un puesto de policía, arriba de un catre. Esa noche debido a la inconsciencia creí que iba por un caminito de flores y adelante mío había una luz blanca. Y yo siempre creo y estoy seguro que era Dios que me ayudaba. Al otro día cuando vinieron a buscarme yo estaba vivo. Me llevaron a Sáenz Peña a una clínica y recién al otro día vino un avión de Buenos Aires y me llevó al Hospital Militar, en el que estuve casi tres años .A la semana de estar internado vino el capellán y me dio la extrema unción , por que el doctor le dijo a mi padre y mi hermana que como no podían operarme, solamente quedaba en las manos de Dios. En los diarios salió que yo había muerto. Hoy tengo 94 años y en el año 2007 me condecoraron Decano de Gendarmerìa , pues soy el gendarme más antiguo. Chau Alberto Barciocco