DICTAMEN DE LA VICESECRETARIA GENERAL SOBRE LA TITULARIDAD INTELECTUAL E INDUSTRIAL DE DETERMINADAS OBRAS/INVENCIONES RELACIONADAS CON LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA. PARTICULAR REFERENCIA A LOS PROYECTOS FIN DE CARRERA 1- Con carácter previo, es necesario distinguir entre propiedad intelectual e industrial. Aunque presentan elementos comunes, pues ambas generan para el titular del derecho la utilización exclusiva del mismo, una y otra propiedad tienen objetos diferentes. Así, la propiedad intelectual implica el derecho de plena disposición y de explotación exclusiva de la OBRA (científica, artística, etc ... ), sin más limitaciones que las establecidas en la Ley. Supone el reconocimiento de la autoría de una obra o reproducción con la consiguiente prohibición de que otras personas se arroguen tal autoría y los derechos que de la misma puedan derivar. Mediante la propiedad industrial se protegen las INVENCIONES nuevas que impliquen una actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial. Durante un determinado plazo de tiempo (20 años), la patente concede a su titular el derecho exclusivo de utilización/comercialización. Puede ocurrir, pues, que una persona invente algo (propiedad industrial) sin haber creado una obra intelectual y viceversa, que alguien realice lo segundo sin que de ello se derive ninguna invención. En consecuencia, no necesariamente deben ir unidas una y otra propiedad, aun cuando también es posible que a partir de una obra se generen invenciones, en cuyo caso concurrirían las dos propiedades en la misma persona. 2- Teniendo en cuenta lo dispuesto en el Real Decreto Legislativo 1/1996, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual (arts. 5, 13 y 37), la TITULARIDAD INTELECTUAL de los Proyectos Fin de Carrera -en tanto que obra científica- corresponde a su creador, sin perjuicio de que determinadas personas jurídicas puedan beneficiarse -en los casos expresamente previstos- de tales Proyectos. En esta línea, la exclusiva titularidad del autor presenta los siguientes límites: A) No puede impedir la REPRODUCCION de la obra cuando ésta se realice con fines de investigación no lucrativos y sea llevada a cabo por una entidad pública -como puede ser la Universidad- o institución de carácter cultural o científico. B) Tampoco puede impedir y ni siquiera solicitar remuneración por los PRESTAMOS que de la obra se realicen a instituciones culturales y docentes. En cuanto a la PROPIEDAD INDUSTRIAL, la Ley 11/1986, de Patentes de Invención y Modelos de Utilidad, distingue entre: A) INVENCIONES LABORALES REALIZADAS POR ELTRABAJADOR (art. 1 5): Al) Pertenecientes al EMPRESARIO, cuando han sido realizadas durante la vigencia del contrato de trabajo y, además, sean fruto de una actividad del trabajador que, explícita o implícitamente, constituya el objeto del contrato. El trabajador tendrá derecho de remuneración únicamente cuando la importancia de la invención y su actividad excedan de forma evidente tal objeto. A2) Pertenecientes al TRABAJADOR, cuando no concurran las circunstancias del apartado Al. No obstante, el empresario tendrá derecho a asumir la titularidad de la invención o a reservarse su utilización cuando, a pesar de no concurrir estrictamente las circunstancias del apartado Al, hubieran sido determinantes los conocimientos adquiridos en la empresa o los medios proporcionados por ésta. Si el empresario ejercita tales derechos, el trabajador tendrá derecho de compensación económica. B) INVENCIONES UNIVERSITARIAS (art. 20): Se entiende por tales las realizadas por el profesorado como consecuencia de su función investigadora en la Universidad siempre que, además, pertenezcan al ámbito de sus funciones docente e investigadora. En estas circunstancias, la invención pertenece a la Universidad, sin perjuicio de que el profesor participe en los beneficios que de aquélla se obtengan. Puede ocurrir que la Universidad ceda la titularidad al profesor. En este caso, será la Universidad la que participe en los beneficios. Las eventuales invenciones realizadas en el marco de un Proyecto Fin de Carrera no parecen encuadrables ni en el régimen de las invenciones laborales -toda vez que falta una relación laboral- ni en el régimen de las invenciones universitarias -ya que sus autores no tienen la consideración de profesor, por mucho que se haga una interpretación amplia de este término, abarcando, por ejemplo, a becarios de investigación. Los estudiantes, aunque miembros de la Universidad, no mantienen con esta una relación laboral, ni funcionarial ni de dependencia. Sus invenciones, aun cuando realizadas en su Proyecto Fin de Carrera, no tendrían la consideración ni de laborales ni de universitarias, por lo cual corresponderían a su inventor -estudiante-. No obstante, en algunos supuestos, los conocimientos y los medios MATERIALES O PERSONALES obtenidos de la Universidad han podido ser determinantes de la invención. En este caso, podría prescindirse del requisito de relación laboral/funcionarial y poner el acento precisamente en esta relación de causalidad entre medios y resultados. Así -de forma similar a lo que ocurre en el supuesto A2la Universidad podría prever que asume la titularidad de la invención o que se reserva su utilización. Obsérvese que, incluso en este caso, el estudiante tendría derecho a un beneficio económico, ponderando la relevancia de la invención y el valor de los medios/conocimientos aportados por la Universidad y por el estudiante.