PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS, AL RECIBIR EL RECONOCIMIENTO “FLAMA, VIDA Y MUJER” EN EL ÁREA DE DESARROLLO GUBERNAMENTAL, QUE LE OTORGA LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN, EN EL AUDITORIO DE LA BIBLIOTECA UNIVERSITARIA “RAUL RANGEL FRÍAS”, EN LA CIUDAD DE MONTERREY, NUEVO LEÓN, EL 8 DE MARZO DE 2005. DESARROLLO. Única manera de vivir la vida. ˜™ “El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho. Wayne W. Dyer Al recibir, emocionada y agradecida, este reconocimiento, solo me viene a la boca la palabra de siempre: gracias. Pero hoy quiero aderezarla, enriquecerla con algunas reflexiones. En primer lugar, quiero agradecer a la Universidad Autónoma de Nuevo León, por haberme adoptado, por haberme ofrecido su grandeza como Alma Máter. Quiero agradecer a todas sus autoridades, al Sr. Rector, Ingeniero José Antonio González Treviño, pero también a sus alumnos y profesores, con quienes comparto el afecto, el cariño común por esta noble institución educativa, de tanta relevancia en el ámbito nacional. quienes Quiero me agradecer, consideraron además, digna de a ser reconocida con el que, desde ahora lo anticipo, considero una inmerecida deferencia a mi persona. Como dije, agradecimiento quiero con un ataviar mi fragmento del hermoso libro de Beatriz Paredes “Acaso la palabra”, que hoy quiero hacer mío –pero que pienso debiera ser de todas las mujeres de México–. Cito: 2 Aprecio ser mexicana, mujer, y tomar parte de mi generación… beneficiaria de la síntesis de acontecimientos que hicieron posible el cambio cualitativo de las mujeres en la sociedad, a saber: La generalización del acceso a la educación, y con ello, la apropiación de su conciencia; la incorporación masiva al trabajo remunerado, y con ello, la apropiación de su autosuficiencia; la posibilidad del acceso generalizado a los anticonceptivos, y con ello, la apropiación de su cuerpo; la existencia del divorcio, sin connotación de estigma social, o sea, la apropiación de su personalidad civil; la generalización del sufragio para las mujeres, y con ello, la apropiación de su personalidad ciudadana; el surgimiento del movimiento feminista, que plantea una visión distinta del mundo y reivindica el derecho a formar parte de la construcción de la historia. Fin de la cita. En ese entendido, quiero manifestar que este reconocimiento me honra, sin duda, pero esta distinción, quiero hacerla 3 extensiva a todas las mujeres de este país –profesionales y trabajadoras en general– que se desempeñan o tienen aspiraciones de desempeñarse en instituciones y organizaciones de gobierno, a todas las mujeres que están inmersas en el ámbito de lo gubernamental. A todas esas mujeres que intentan todos los días transformar su entorno laboral, mejorar las relaciones interpersonales en su ambiente de trabajo, mejorar los procesos en que intervienen y actualizarse constantemente. Quiero hacer reconocimiento dotadas de a una extensivo todas gran esas este mujeres capacidad para satisfacer, primero, sus propias necesidades, pero también las de la sociedad, mediante un desempeño de alta eficiencia y eficacia en 4 la prestación de los servicios públicos; a esas mujeres que hacen posible que las instituciones y organizaciones a las que pertenecen puedan alcanzar sus objetivos, resolver sus problemas y operar con alta calidad, excelente servicio y óptimas relaciones con usuarios y ciudadanos. Quiero, sin más, hacer un público reconocimiento a todas esas mujeres que –como las que hoy me honra acompañar en este evento– han decidido hacer del desarrollo su única opción de vida. A todas esas mujeres que impulsan y desarrollan sus propias servidores capacidades y las de públicos, dirigentes los y colaboradores con quienes conviven, para generar ideas innovadoras y aplicar con 5 efectividad las técnicas más modernas en materia de gobierno y práctica política. A todas esas mujeres que planifican y administran las instituciones de gobierno del país, en ocasiones, adversidad, bajo en condiciones de presupuesto, incertidumbre, fuerte competencia y bajo poder adquisitivo. A todas esas mujeres que –como las que hoy comparten conmigo esta distinción– han tratado y tratan a diario de hacer las cosas de manera diferente, mejor, sobresaliente, con excelencia y pasión. A esas mujeres que han comprendido que el desarrollo, en el gobierno, o en cualquier campo, no es posible si se sigue haciendo las cosas a la manera tradicional. 6 Quisiera referirme particularmente a las mujeres que laboran en el Poder Judicial de la Federación: a las 73 jueces de Distrito, (33%), a las 105 Magistradas (20%) y a las 2230 secretarias de Juzgados de Distrito y Tribunales Colegiados (40%) y, finalmente, a las 51 secretarias de estudio y cuenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (49%). Pero, muy especialmente, quiero hacer un reconocimiento a las mujeres de Nuevo León. A esas mujeres que han hecho de este Estado uno de los más prósperos de la Nación, a esas mujeres que, como dijera Don Nemesio García Naranjo, llevan en el espíritu la fertilidad que le falta a su suelo, a esas mujeres de perseverancia infinita que hacen brotar manantiales de la roca, a esas 7 mujeres en fin, que han hecho que su universidad se fije en algunas de nosotras que tratamos de hacer de nuestra labor cotidiana, una labor innovadora, desarrolladora, fructífera. A esas mujeres que han comprendido, como Don Gregorio Marañón, que “Vivir no es sólo existir, / sino existir y crear, / saber gozar y sufrir / y no dormir sin soñar. /…” A todas las mujeres de nuestro querido México que saben que “Descansar, es empezar a morir”. En fin, a todas las incansables mujeres de México, con mucha admiración y respeto. Muchas Gracias. 8