INMUNOTERAPIA La inmunoterapia es la vacunación con extractos alergénicos para el tratamiento específico de de las enfermedades alérgicas. Consiste en administrar mínimas dosis del producto que produce la alergia, para estimular al sistema inmunológico y modificar su respuesta anómala, que provoca la sintomatología del paciente. La inmunoterapia está indicada exclusivamente, en la alergia respiratoria por neumoalérgenos (ácaros, hongos, polen, epitelios), la anafilaxia por alergia al veneno de himenópteros (abejas, avispas), y alergia al látex. Es el único tratamiento que en estudios científicos, ha demostrado ser eficaz y seguro para modificar la evolución natural de la enfermedad alérgica. Reduce los síntomas, la necesidad de medicación farmacológica, las reagudizaciones graves, las visitas a Urgencias, las ausencias laborales/escolares; así como la aparición progresiva de nuevas sensibilizaciones, y la evolución de la rinitis al asma (sobre todo en niños y jóvenes). Las vacunas de alergia, son de dos tipos según su vía de administración: Subcutáneas y sublinguales. Las vacunas subcutáneas, necesitan una fase de iniciación, que es variable, generalmente varias inyecciones en 3 semanas, donde se va subiendo la dosis hasta llegar a la de mantenimiento, que suele mantenerse mensualmente por un período no inferior a tres años. Se administran en la cara lateroposterior del brazo, a unos 8-10cm sobre el codo. Es importante evitar la inyección intramuscular para evitar reacciones locales. Tras cada administración, el paciente debe permanecer en observación al menos 30 minutos, y no realizar ejercicio físico significativo en las dos horas siguientes. Los efectos secundarios más frecuentes, son las reacciones locales, que a continuación describimos: - R. Local inmediata: Induración/pápula de diámetro mayor o igual a 5cm (3 cm en niños), en los 30 minutos siguientes a la inyección. Se trata con frío local y antihistamínico. Al aparecer en el período de observación obligado para el paciente, será valorada por el facultativo o enfermero que la administre. Generalmente se solucionan modificando la pauta de dosis. - R. Local tardía: Induración/pápula mayor o igual a 10 cm (8 cm en niños), que pueden aparecer en las 48 horas siguientes a la inyección. Suelen estar relacionadas con la mala técnica de administración, o recciones a las sustancias excipientes/vehículos del extracto, y no por reacción al extracto alergénico per sé. Se pueden tratar con corticoide local en crema. En pocas ocasiones se producen reacciones sistémicas, en forma de rinitis, tos, urticaria, crisis de asma, o anafilaxia. La mayoría debutan antes de los 30 minutos, por lo que recibirán tratamiento inmediato por el facultativo. Son más frecuentes en la fase de iniciación, siendo excepcionales en la de mantenimiento. En caso de que la administración periódica de la vacuna se retrase más de 8 semanas en la fase de mantenimiento, se bajará la dosis ¼ cada 2 semanas de retraso. Si se retrasa más de tres meses, consultar con el Alergólogo. Las vacunas sublinguales, se aplican debajo de la lengua, en ayunas, preferiblemente por la mañana, y tras 2 minutos se tragan. Hay disponibles presentaciones en gotas, en spray, y en comprimidos dispersables. Generalmente son de administración domiciliaria diaria (o 3-5 veces por semana). Su eficacia está muy sometida al correcto cumplimiento del paciente. Los efectos secundarios más frecuentes son el picor y hormigueo locales, pasajeros con el tiempo. Menos frecuentes son las molestias digestivas, y muy infrecuentes las reacciones sistémicas. A veces se recomienda administrar la primera dosis en la consulta del médico. Las pautas cuya eficacia está demostrada científicamente, son las perennes, esto es, ciclos de al menos 3 años de tratamiento. Sin embargo, en algunos pacientes polínicos, se recomiendan pautas cortas precoestacionales, que se repetirán en años sucesivos. La indicación de la inmunoterapia, debe hacerse tras un minucioso estudio clínico y alergológico, por el especialista, para llegar al correcto diagnóstico que permita identificar los agentes verdaderamente responsables de la clínica del paciente. Sólo así éste tratamiento será eficaz y seguro. ¿Cuándo se debe suspender o retrasar la inmunoterapia? - En caso de proceso infeccioso febril concomitante. Al menos hasta 48 horas de su resolución. En caso de reagudización alérgica significativa, hasta su estabilización clínica sintomática. En caso de la IT subcutánea, se recomienda dejar al menos 10 días, entre las vacunas tradicionales. En caso de embarazo, si estaba en fase de mantenimiento, NO hay que suspenderla. Se recomienda no iniciar las vacunas de alergia. Si no se obtiene buena respuesta clínica en un período de 4 a 12 meses. Dra. Pérez Pastor. Alergóloga. Www.laura-perezpastor.docvadis.es