la libertad de catedra en nuestra alma mater

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LA LIBERTAD DE CATEDRA
EN NUESTRA ALMA MATER
M. En E. S. Elena Gonzalez Vargas,
Cronista De La Facultad De Quimica
En el presente siglo XXI, toda persona universitaria dentro de su
respectivo contexto sociocultural, al aludir la formación integral del
alumno debe reconsiderar y aquilatar el artículo tercero de la
Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos. Particularmente su
apartado VII, por estar dedicado a las universidades y demás
instituciones de educación superior con autonomía, su facultad y
responsabilidad de gobernarse a sí mismas. Universidades autónomas
que realizan sus funciones de educar, investigar y difundir la cultura de
acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de
cátedra, de investigación y de libre examen y discusión de las ideas.
De aquí, que es necesario pensar que la libertad conlleva a situarnos a
que es una libertad humana, una libertad situada, una libertad bajo
condición, una libertad relativa, que es esencialmente interior y
existencial, sobre todo por llevar una carga de responsabilidad por lo
que se elige ser y, con ello, es un cumplimiento en la secuencia
ordenada de la vida. Por lo que el significado de vivir como le guste sin
estar vinculado por ley alguna, carece de sentido en la formación
integral del individuo, el ciudadano o la gente universitaria.
Cada vez que la persona universitaria se enfrenta al deber de decidir
por sí misma, también, activa el deber de reflexión y compromiso para
poderse movilizar y desempeñar su parte significativa en su contexto. A
modo que siendo una persona libre en un grupo y ante circunstancias
extremosas,
refleja
y
expresa
un
pensamiento
autosuficiente
y
autónomo, y es uno de los mejores jueces de las conductas de las
demás personas. De ahí que la libertad sólo puede conocerse por
experiencia, cuando se distingue lo que le dice la razón, aunque la
voluntad puede quererlo y no quererlo. Todo esto nos lleva a afirmar
que el universitario debe educarse día con día para alcanzar
autonomía y responsabilidad que le son connaturales.
En toda la comunidad universitaria, el educador al ser catedrático se
convierte en la fuente primordial por dejar huella en sus alumnos y/o
discípulos. Porque es persona auténtica y enseña a serlo; educa en la
autonomía del alumno al formarlo para ser capaz de reaccionar y de
tomar iniciativas; es persona de responsabilidad y respetuosa de la
individualidad de cada alumno; es guía moral e intelectual en
momentos difíciles de la vida del alumno; es persona que con su
ejemplo de alto nivel ético y de vida digna encauza a sus alumnos
hacia la congruencia de sus capacidades de pensar, de expresión y de
acción en una vida digna que encuentra su origen en la razón.
De aquí que entre las significaciones de libertad de cátedra en las
universidades públicas están:
* Aquella que permite al profesor conducir a sus alumnos de tal suerte
que lleguen a ser hombres cultivados. Culto es la persona que ha
adquirido el respeto por lo humano, que reconoce el valor positivo de
todos los esfuerzos creadores realizados entre los hombres.
* La libertad de cátedra, el libre examen y la discusión de las ideas son
inherentes a la investigación, el aprendizaje y la enseñanza. Sin ellas son
imposibles el progreso histórico, el desarrollo de la ciencia y de la
cultura.
* La sociedad espera de los egresados de la Universidad, un espíritu de
objetividad desapasionada, una disposición
y una amplitud de
horizonte que se forma en la seria ocupación profesional. ¿Cómo
alcanzar este propósito sino es a través de la libertad que sostiene el
espíritu crítico y creador?.
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