TESIS de MA GÍSTER - Instituto Economía Pontificia Universidad

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E C O N O M Í A
TESIS de MAGÍSTER
IInstituto
N S T I de
T Economía
U T O
D E
DOCUMENTO
DE TRABAJO
2014
Ciclo Polı́tico Económico en el Salario Mı́nimo:
Evidencia Para un Panel de Paı́ses
Fernanda Rojas.
www.economia.puc.cl
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE
INSTITUTO
MAGISTER EN
DE
ECONOMIA
ECONOMIA
TESIS DE GRADO
MAGISTER EN ECONOMIA
Rojas, Ampuero, Fernanda Catalina
Julio, 2014
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE
INSTITUTO
MAGISTER EN
DE
ECONOMIA
ECONOMIA
CICLO POLÍTICO ECONÓMICO EN EL SALARIO MÍNIMO:
EVIDENCIA PARA UN PANEL DE PAÍSES
Fernanda Catalina Rojas Ampuero
Comisión
José Díaz
Francisco Gallego
Jeanne Lafortune
Rolf Lüders
Matías Tapia
José Tessada
Gert Wagner
Santiago, julio de 2014
Ciclo Polı́tico Económico en el Salario Mı́nimo:
Evidencia para un panel de paı́ses
Fernanda Rojas Ampuero*
08 de Agosto, 2014
Resumen
Cuando el salario mı́nimo es considerado atractivo a ojos de los votantes como instrumento de
polı́tica pública, ¿podrı́a el incumbente provocar cambios en este por motivos electorales? ¿qué condiciones hacen eso más probable? Este trabajo busca responder a esas interrogantes de forma empı́rica.
Por medio de una muestra desbalanceada de 62 democracias entre los años 1982 y 2011 se estudia
si existe un efecto elección en el ı́ndice de Kaitz medido como la razón salario mı́nimo a salario
medio. Los resultados muestran que el efecto elección corresponde a 1.38 puntos del ı́ndice y cuando
se controla por la competencia electoral ese efecto sube a 1.43 puntos indicando que, en un año electoral -relativo a uno que no lo es- el ı́ndice aumenta en la muestra considerada. Asimismo cuando el
incumbente tiene la opción de ser reelegido el efecto elección se reduce pero no desaparece, resultado
que argumenta en favor de un modelo de creación de reputación.
* Tesis
para optar al grado de Magister en Economı́a, Pontificia Universidad Católica de Chile. Trabajo realizado en
Seminario de Tesis de Magister EH Clio Lab (Conicyt PIA SOC 1102), Instituto de Economı́a UC. Becaria Conicyt,
[email protected]. Agradezco a los profesores de la comisión del Clio Lab José Dı́az, Francisco Gallego, Jeanne Lafortune,
Rolf Luders, Matı́as Tapia, José Tessada y Gert Wagner por sus comentarios y sugerencias en el desarrollo de este trabajo.
Errores y omisiones son de absoluta responsabilidad de la autora.
1
Índice
1. Introducción
3
2. Literatura Relacionada
4
3. Marco Conceptual y Metodologı́a Empı́rica
6
3.1. Marco Teórico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6
3.2. Salario Mı́nimo en la Distribución Salarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
9
3.3. Metodologı́a Empı́rica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
12
4. Datos y Estadı́stica Descriptiva
15
5. Resultados
18
5.1. Resultados Iniciales: Efectos de la Elección en el Salario Mı́nimo . . . . . . . . . . . . . .
18
5.2. Determinantes Polı́ticos del Ciclo Electoral sobre el Salario Mı́nimo . . . . . . . . . . . . .
20
5.3. Ejercicios de Robustez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
22
5.3.1. ¿El efecto de la elección es oportunismo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
22
5.3.2. Ciclos Condicionales: Mercado Laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
23
5.3.3. Ciclos Condicionales: Instituciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
24
6. Conclusiones
26
A. Construcción de la Base de Datos y Variables
35
A.1. Bases de Datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
35
A.2. Inclusión de Paı́ses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
37
B. Estadı́stica Descriptiva
38
C. Otros Resultados
43
2
1.
Introducción
Una de las polı́ticas económicas de más larga data es el salario mı́nimo y a la vez una de las que puede
generar más controversia en lo que respecta a las instituciones del mercado laboral. Cuando se justifica
la existencia de éste en el marco de polı́ticas económicas se hace en base a criterios de redistribución del
ingreso y superación de la pobreza. Mientras que los detractores de aumentar el salario mı́nimo argumentan que esto puede generar desempleo en los grupos de la población que lo reciben como los trabajadores
de baja calificación o los trabajadores jóvenes.
No obstante la discusión económica en torno al salario mı́nimo, la determinación del mismo y los cambios
que este sufre en el tiempo es también una discusión polı́tica, de hecho en el último tiempo esto se ha
convertido en un tema de valoración para la población. Alan Manning1 argumenta que a ojos de los
votantes el salario mı́nimo es una polı́tica valorada porque “... mucha gente piensa que hay algo que está
mal con el sistema económico si alguien que trabaja duro no tiene la capacidad aún de proveer los estándares de vida adecuados para sı́ mismo o su familias.” y esto se ha traducido a que a ojos de los votantes
aumentar el salario mı́nimo representa un acto de justicia para los trabajadores y familias que lo perciben.
En el sentido expuesto, el salario mı́nimo no sólo responderı́a a motivaciones de ı́ndole económica, sino
que existe un componente polı́tico en su determinación, un ejemplo de esto lo expone Gilles Saint-Paul
respecto de la campaña presidencial del año 1995 en Francia: en el año 1994 el gobierno de turno recibió
amplias crı́ticas de parte de los actores sociales por su propuesta de disminuir el salario mı́nimo en el
grupo de trabajadores jóvenes lo que llevó a la autoridad a retirar la propuesta y el año siguiente durante
la campaña presidencial uno de los candidatos tenı́a dentro de su programa un aumento en el salario
mı́nimo (Saint-Paul (1996)).
Cabe entonces preguntarse por la economı́a polı́tica que sustenta los cambios en el salario mı́nimo. Trabajos anteriores han estudiado determinantes polı́ticos del salario mı́nimo, como por ejemplo la ideologı́a
de los gobiernos o la influencia de los grupos de interés, pero de acuerdo al ejemplo del párrafo anterior
se podrı́a argumentar que el salario mı́nimo es una polı́tica económica que puede recibir la influencia
del ciclo polı́tico si es que aquél se traduce en un elemento de campaña electoral y por lo tanto, un
aumento en él en época electoral puede ser visto positivamente a ojos de los votantes. Si el gobierno de
turno percibe esto como un hecho y tiene incumbencia en los cambios que experimenta el salario mı́nimo,
podrı́an existir incentivos electorales en la determinación de esta variable entre un año y otro.
Es lo anterior lo que se busca estudiar en este trabajo. Si el salario mı́nimo se percibe como una polı́tica
atractiva para los votantes, independientemente de si son ellos los beneficiados con la polı́tica, ¿puede el
incumbente provocar cambios en el salario mı́nimo con motivaciones electorales? ¿podrı́a el salario mı́nimo responder a un efecto (ciclo) electoral? De ser ası́, ¿qué motivaciones hay detrás? En ese sentido, este
trabajo se inserta en la literatura de ciclos polı́tico económicos, donde el supuesto implı́cito serı́a que los
cambios que sufre el salario mı́nimo en un año electoral respecto de otros se producen por oportunismo
polı́tico, donde además la variable que se estudia no es la polı́tica fiscal como ha sido la tónica en este
tópico. Se busca con esto aportar a la literatura de salario mı́nimo sobre los determinantes polı́ticos del
1 Alan
Manning en artı́culo de la revista Center for Economic Performance http://cep.lse.ac.uk/_new/publications/
series.asp?prog=CEPCP
3
mismo y en la literatura de ciclos polı́tico económicos, sobre la existencia de ciclos electorales en variables
distintas a las fiscales.
Por medio de una muestra de 62 democracias entre los años 1982 y 2011 se estudiará si el salario
mı́nimo relativo al salario medio de la economı́a responde de forma positiva en un año de elección respecto de años no electorales. Se estudiará si existe evidencia para argumentar que ese cambio se produce
de forma oportunista y si es posible descartar o no otras motivaciones. Para el caso puntual del salario
mı́nimo se hará relevante entender si el efecto electoral sobre él se produce por medio de los determinantes económicos del mismo o si la justificación se produce por motivos netamente polı́ticos e institucionales.
Este trabajo se organiza de la siguiente forma, en la sección 2 se presenta la literatura sobre ciclos polı́tico
económicos y cómo se ha abordado en la literatura empı́rica la existencia de ciclos polı́tico económicos
sobre el salario mı́nimo. En la sección 3 se presenta el marco conceptual y la metodologı́a empı́rica para
estudiar la pregunta planteada. En la sección 4 se presentan los datos utilizados y la construcción de
variables. En la sección 5 se discuten los resultados de las estimaciones, para finalizar en la sección 6 con
las conclusiones.
2.
Literatura Relacionada
Cuando se comenzó a modelar la teorı́a del Ciclo Polı́tico Económico, CPE, dos enfoques fueron los
que se estudiaron. El primero de ellos era la existencia de un ciclo polı́tico oportunista, modelado por
Nordhaus (1975) y MacRae (1977), donde la motivación del gobernante serı́a mejorar las perspectivas de
reelección bajo el supuesto de que, provocando ciclos electorales en variables de relevancia para los votantes, podrı́a aumentar los votos a su favor. El segundo enfoque es el que enfatiza la existencia de ideologı́a
a la hora de crear un ciclo polı́tico en variables económicas, en este contexto Alesina (1987) sostiene que
las preferencias del incumbente respecto las desviaciones del producto relativo a las desviaciones de la
tasa de inflación determinarı́an la existencia de ciclos polı́tico económicos pre y post eleccionarios, y no
sólo oportunismo electoral pre-elecciones.
Si sostenemos que existen CPE oportunistas, la pregunta es qué motivación tiene el incumbente para generarlos. Rogo↵ (1990) desarrolla un modelo en el que es racional que el incumbente provoque un
CPE en el gasto fiscal previo a las elecciones, porque de esta forma está señalizando cuán competente es.
Es decir, se producen ciclos polı́ticos fiscales porque la autoridad está señalizando que es capaz de hacer
polı́tica fiscal responsable, todo esto bajo información imperfecta de los votantes.
La evolución en el estudio de este tópico es abundante2 , donde el foco actual en el estudio de los ciclos electorales es entender bajo qué condiciones se producen esos ciclos en el gasto o déficit fiscal. Alt
& Rose (2009) señalan que son dos caracterı́sticas contextuales las que importan al observar un CPE:
(1) instituciones polı́ticas y caracterı́sticas de los votantes y, (2) proximidad temporal y cercanı́a de la
elección. Respecto de lo primero, las caracterı́sticas de los paı́ses que condicionarı́an la existencia de un
ciclo polı́tico estudiadas en la literatura son el sistema polı́tico de los paı́ses (Persson & Tabellini (2002)),
2 Una
extensa revisión de la literatura se encuentra en Klomp & de Haan (2013b).
4
la edad de la democracia (Brender & Drazen (2005)) y el nivel de desarrollo de las naciones (Shi &
Svensson (2006)).
Pero no todo ha sido gasto ni déficit fiscal en términos macro. Drazen & Eslava (2010) desarrollan
teóricamente la idea de que los ciclos electorales se pueden observar en categorı́as del gasto que son más
relevantes para los votantes en desmedro de otras partidas del presupuesto. La evidencia empı́rica ha
mostrado que existirı́an efectos electorales en variables como el gasto en salud, gasto en educación, gasto
agrı́cola y/o salarios públicos3 . Y por otro lado, los incumbentes no utilizarı́an la misma variable instrumental todos los periodos electorales con fines oportunistas, sino que éstas variarı́an periodo a periodo,
donde una de esas variables puede ser el salario mı́nimo (Treisman & Gimpelson (2001)).
Los trabajos sobre salario mı́nimo por lo general están enfocados en los efectos del mismo sobre el
desempleo, redistribución o la proporción de trabajadores de bajos salarios4 , mientras que es menos
abundante el trabajo de los determinantes polı́ticos de éste. La literatura que ha estudiado la existencia
de efectos electorales sobre el salario mı́nimo se encuentra en trabajos para paı́ses particulares. Por ejemplo Besley & Case (1995) para el caso de los gobernadores en Estados Unidos, estudian empı́ricamente si
se cumple el modelo de creación de reputación cuando el mecanismo es la reelección del incumbente, una
de las variables dependientes que utilizan es el salario mı́nimo real y encuentran que cuando la autoridad
no puede ser reelegido el salario mı́nimo real es más bajo en promedio, sin embargo los mismos autores
discuten que podrı́an haber mecanismos que van en la dirección contraria5 .
Saint-Paul (1996) desarrolla una discusión de la economı́a polı́tica de las instituciones laborales a partir
del marco conceptual de insiders-outsiders donde los insiders son los empleados y los outsiders los desempleados. En lo que respecta al salario mı́nimo discute cuáles son los efectos indirectos del salario mı́nimo
en el bienestar del votante mediano, el cual suponen es un empleado, y cómo eso puede determinar las
preferencias de este último a la hora de votar por ejemplo, por un aumento en el salario mı́nimo. En
términos empı́ricos incluye el ciclo electoral como determinante del salario mı́nimo y no encuentra que la
variable elección tenga efectos positivos sobre la tasa de crecimiento real del salario mı́nimo en la muestra
de paı́ses europeos que consideran, de hecho el coeficiente es negativo pero no significativo.
3 Algunos
ejemplos que se encuentran en la literatura son los trabajos de Mechtel & Potrafke (2013), quienes estudian
un CPE en Alemania sobre variables que ellos categorizan como “polı́ticas activas en el mercado laboral”, refiriéndose a
polı́ticas de corto plazo sobre la tasa de creación de empleo y que llevan a caı́das en la tasa desempleo. Matschke (2003)
encuentra evidencia de CPE en los acuerdos colectivos que se producen en los salarios públicos en Alemania. Potrafke (2010)
encuentra que se producen aumentos en el gasto dedicado a salud pública en años pre-eleccionarios. Klomp & de Haan
(2013a) encuentran efectos significativos de los años pre-eleccionarios sobre el apoyo gubernamental a los sectores agrı́colas,
medido como porcentaje del gasto fiscal destinado a bienes públicos agrı́colas. Los ciclos electorales que muestran sus datos
serı́an condicionales en la ideologı́a del incumbente de turno. Faye & Niehaus (2012) estudian la existencia de ciclos polı́ticos
en el componente de ayuda extranjera entre paı́ses.
4 Véase Neumark & Wascher (2006) para una revisión de la literatura sobre el tema. Otros trabajos son los de Cunningham
(2007) para América Latina, DiNardo et al. (1996) para Estados Unidos, y los informes de la Organización Internacional
del Trabajo: ILO (1997), ILO (2010), por ejemplo.
5 Besley & Case (1995) desarrollan la idea de que cuando no hay reelección el incumbente responderı́a menos a las
presiones de los grupos de interés y por eso caerı́a el salario mı́nimo real, sin embargo el mecanismo podrı́a ser el inverso:
también podrı́an generar cambios al alza en el salario mı́nimo porque les preocupa menos la reputación puesto que no van
a elección por un periodo más. Esto último no se estudia formalmente en el paper.
5
El trabajo de Boeri (2012) aunque no es explı́cito en determinantes polı́ticos, desarrolla un modelo
donde la forma en que se fija el salario mı́nimo determinarı́a el nivel del mismo. Lo que estudia el autor
teórica y empı́ricamente es que cuando el gobierno tiene un mayor nivel de discreción sobre los cambios
que esta variable experimenta entonces, el salario mı́nimo relativo al salario medio, se fija en un nivel más
bajo que cuando el salario mı́nimo es el resultado de la negociación entre trabajadores y empresarios.
El argumento desarrollado es que el gobierno estarı́a protegiendo a los trabajadores que se encuentran
fuera de la negociación colectiva y por lo tanto para que esos trabajadores entre en el mercado laboral el
gobierno fija el salario mı́nimo en un nivel más bajo relativo al salario medio.
Por otro lado se encuentra el trabajo de Sobel (1999), quien observa que los cambios en el salario
mı́nimo en Estados Unidos suelen producirse en periodos pre-electorales. El autor desarrolla un modelo
conceptual en el cual los cambios en el salario mı́nimo no se darı́an por motivaciones del tipo redistributivas o con objetivos de subsistencia (superación de la lı́nea de pobreza)6 sino más bien responderı́an a
presiones de grupos de interés dentro de la sociedad. El mecanismo al cual alude el autor es que los ciclos
electorales en el salario mı́nimo se observarı́an porque los gobernantes podrı́an hacer uso del trade-o↵
que se producirı́a en el corto plazo entre salario mı́nimo e ingresos totales de las familias.
Lemos (2005) hace uso del argumento de Sobel (1999) para estudiar los efectos del salario mı́nimo sobre
desempleo en Brasil. La autora utiliza como instrumento del salario mı́nimo las elecciones presidenciales
para encontrar un efecto causal en la relación anterior. Ella argumenta que las elecciones (o el ciclo polı́tico) son también un determinante de los cambios que experimenta el salario mı́nimo en el tiempo y como
es una variable exógena es válido utilizarla como instrumento econométrico en su estrategia empı́rica.
El canal por el que actuarı́an las elecciones sobre el salario mı́nimo es el de las motivaciones polı́ticas
implı́citas en su aplicación, porque serı́a útil como propaganda electoral.
Lo que se buscará en este trabajo es estudiar la existencia de un ciclo electoral (o efecto elección)
sobre el salario mı́nimo para un conjunto de 62 democracias a lo largo del tiempo. Se tratará de entender
qué motivaciones polı́ticas y/o económicas refuerzan o actúan en detrimento del ciclo electoral sobre el
salario mı́nimo.
3.
Marco Conceptual y Metodologı́a Empı́rica
3.1.
Marco Teórico
Cuando se considera que existe un ciclo polı́tico sobre alguna variable económica la primera pregunta
es si existe evidencia de este, es decir si se observa un comportamiento distinto de la variable en época
electoral y la segunda pregunta es qué motiva la aparición del mismo. El enfoque implı́cito es que el
incumbente genera un ciclo sobre una variable con motivaciones electorales oportunistas, es decir busca
aumentar la probabilidad de ser reelegido o la de su coalición partidaria porque mediante esta acción
6 El
argumento que desarrolla Sobel (1999) es que los polı́ticos a la hora de proponer cambios en el salario mı́nimo en
Estados Unidos los justifican con que este tendrı́a objetivos de redistribución de la riqueza y que la relación entre ingresos
de las familias y salarios mı́nimos serı́a positiva. En el modelo que plantea este autor los cambios que se observan en el
salario mı́nimo real serı́an mejor explicados por un modelo de interacción entre grupos de interés en el espı́ritu de Becker
(1983).
6
prevee que puede provocar que los votantes decidan votar por él/ella.
Existen mecanismos de tipo polı́tico que pueden potenciar la existencia del ciclo electoral oportunista sobre una variable económica y otros alternativos a ese canal, aunque ellos pueden actuar de forma
conjunta. Considérese primero la competencia electoral. Cuando el incumbente tiene la expectativa de que
la elección se avecina más competitiva entendida como que el margen de ganancia entre el ganador de la
elección y su competidor más cercano es bajo, entonces el comportamiento pre-electoral del gobernante
puede responder a mayor oportunismo electoral si se encuentra en peligro la continuidad del mismo o
la de su coalición. Por lo tanto bajo el argumento anterior, a mayor competencia se verı́a reforzado el
ciclo pre elecciones. Por el contrario, el canal puede ir en la dirección opuesta si es que la competencia
electoral implica mayor fair play entre las partes, mejor institucionalidad electoral y por lo tanto menos
incentivos a provocar cambios con fines electorales.
Un segundo mecanismo concerniente al ciclo polı́tico es el de la reputación. La creación de reputación
es importante para el incumbente sobretodo cuando tiene intenciones de ser reelegido. Besley & Case
(1995) sostienen que cuando hay poca información de parte de los votantes sobre cuán competente es
el gobernante, el mecanismo de la reelección puede aumentar el esfuerzo del mismo o inducir un comportamiento menos oportunista y por lo tanto inhibir un ciclo electoral en una variable económica. Este
mecanismo es capaz de explicar las diferencias en las tasas de descuento que enfrentan los gobernantes
cuando pueden y no pueden acceder a la reelección y por ende, es posible entender la racionalidad en la
existencia de un ciclo polı́tico económico en el espı́ritu de Rogo↵ (1990).
En el contexto del salario mı́nimo la reputación se hace relevante cuando un aumento en esta variable
tiene consecuencias negativas sobre desempleo en periodos posteriores al cambio. Es decir, el incumbente
puede tener incentivos a promover cambios al alza importantes en el salario mı́nimo cuando no tiene la
preocupación de ser reelegido porque no tiene que hacerse cargo de los costos del aumento en el desempleo
en periodos futuros. En cambio cuando si tiene posibilidades de reelección podrı́a no considerar provocar
aumentar el salario mı́nimo, o el aumento es más moderado, porque de esa forma señaliza a los votantes
sobre cuán competente es cuando el aumento en el desempleo que se produce por elevar el salario mı́nimo
se considera relevante.
Un tercer mecanismo es la existencia de grupos de interés que aboguen a favor de aumentos en la
variable en cuestión o por la disminución de la misma, y que en época electoral el lobby que ejercen
es mayor. En el caso puntual del salario mı́nimo Sobel (1999) argumenta que una forma de entender la
economı́a polı́tica de los cambios de esta variable (para el caso de Estados Unidos) es por un lado el ciclo
electoral y por otro, que a medida que el grupo de los trabajadores sindicalizados es más grande relativo
a la influencia que puedan ejercer los empresarios, el salario mı́nimo real es más alto en promedio. Es
decir, cuando la influencia relativa de los trabajadores es mayor se esperan alzas en el salario mı́nimo
real y aquellas son más probables en época electoral.
Los tres mecanismos anteriores pueden actuar por sı́ solos o reforzar la idea del ciclo electoral, sin
embargo se podrı́a argumentar en contra de la existencia de oportunismo cuando se considera que el
incumbente actúa por ideologı́a y/o ve en el ciclo electoral un momento propicio para impulsar reformas
7
que considera favorables para la población. Un gobernante podrı́a tener buenas razones para aumentar
el salario mı́nimo por la idea de justicia y redistribución implı́cita que se encuentra en esta variable, no
obstante la literatura sobre reformas polı́ticas y económicas muestra que estas tienden a realizarse con
mayor probabilidad en otros momentos del ciclo polı́tico, por ejemplo cuando el gobernante ha sido recién
elegido o en momentos de crisis (Rodrik (1996)). En el caso del salario mı́nimo las condiciones macro del
mercado laboral reflejadas en la tasa de desempleo puede dar luces de cuándo es más probable que se
produzca un cambio en la legislación del salario mı́nimo, por ejemplo si la tasa de desempleo es alta y ha
sido persistente en los últimos periodos podrı́a incluso ser posible que el salario mı́nimo se redujera para
ciertos tipos de trabajadores7 . Este contexto de “crisis” hace más probable un cambio en la legislación
del salario mı́nimo, lo que no necesariamente se manifiesta en época electoral.
Toda la discusión descrita en los párrafos anteriores para el caso del salario mı́nimo es relevante siempre y
cuando se pueda sostener que el incumbente tiene algún grado de maniobra sobre los cambios que pueda
experimentar esta variable. De acuerdo a los datos de la International Labor Organization (2013) en el
mundo hay dos grandes formas de fijar el salario mı́nimo. La primera de ellas es cuando el gobierno no
tiene ningún tipo de participación en la negociación y de hecho el salario mı́nimo no es único porque se fija
por acuerdos colectivos entre sindicatos y empresarios de acuerdo a sectores productivos de la economı́a.
La segunda forma incluye en la negociación al gobierno en distintos niveles directos e indirectos, en esta
forma hay tres categorı́as (Boeri (2012) e International Labor Organization (2013)):
El salario mı́nimo se fija por acuerdos entre los representantes sociales, luego es ratificado por el
gobierno. O se fija por acuerdos tripartitos donde el gobierno hace de mediador. Se llama a esta
forma de fijar el salario mı́nimo negociación.
El salario mı́nimo es fijado por el gobierno luego de consultar a los representantes de los trabajadores
y empleadores. Se llama a esta forma de fijar el salario mı́nimo consulta.
El salario mı́nimo es fijado unilateralmente por el gobierno. Se llama a esta forma de fijar el salario
mı́nimo unilateral.
De acuerdo a esta segunda forma de fijación del salario mı́nimo en el mundo, el nivel de discreción que
tiene el incumbente sobre los cambios que experimenta es relevante a la hora de entender si existe un
efecto electoral sobre él, porque permite entender si el ciclo proviene de la acción directa del gobierno o
es por otras circunstancias. Las categorı́as de consulta y unilateral son las de mayor discreción para el
incumbente.
La conceptualización hecha hasta ahora es la del gobernante, pero no la del potencial votante. En el
contexto del teorema del votante mediano ¿por qué ese individuo votarı́a por un aumento en el salario
mı́nimo, si lo más probable es que gana más que ese salario? Una razón tiene que ver con que ese votante
lo considera justo y por lo tanto está a favor de un aumento en el salario mı́nimo a pesar de que no
lo recibe. Una segunda razón es que ese votante se ve beneficiado indirectamente por un aumento en el
salario mı́nimo. Esta idea es desarrollada en términos conceptuales por Saint-Paul (1996). Argumenta
que el salario mı́nimo como institución tiene efectos indirectos en el bienestar del votante decisivo, el que
7 Ejemplos
puntuales para España y Francia en los años noventa se describen en Saint-Paul (1996).
8
por lo general es un individuo que está empleado y no recibe el salario mı́nimo y por eso los efectos no
son directos8 .
De acuerdo a los autores hay dos canales (indirectos) que pueden hacer que el votante mediano favorezca un aumento en el salario mı́nimo, el primero es que frente a un aumento en éste último el votante
mediano presiona para que su salario suba cuando existe sustituibilidad entre él y quienes están fuera del
mercado producto de que existe el salario mı́nimo. Esto implica que quienes más apoyarı́an la existencia
y/o alzas del salario mı́nimo son aquellos trabajadores que se encuentran levemente por sobre aquellos
que actualmente lo reciben (dentro de la distribución de salarios). El segundo canal es que el salario
mı́nimo puede representar una herramienta de menor costo para el gobierno a la hora de la redistribución
desde la clase media a los más pobres, porque podrı́a permitir una disminución en los impuestos salariales
(bajo ciertas circunstancias) y por lo tanto el votante mediano enfrentarı́a una menor tasa de impuestos.
No obstante lo último, si el incumbente tiene motivaciones oportunistas y manipula el salario mı́nimo con ese objetivo en época electoral, la discusión anterior no implica que el salario mı́nimo siempre
represente una variable instrumental para el gobierno y por lo tanto tampoco es de esperar que en todas
las elecciones se observen ciclos en el salario mı́nimo porque es posible que el incumbente haga uso de
distintas variables en cada ciclo electoral. Lo que se busca aquı́ es entender qué circunstancias hacen más
probable que el ciclo sobre el salario mı́nimo se produzca. Por ejemplo, como se mencionaba en el párrafo
anterior, el salario mı́nimo puede ser una herramienta de redistribución de menor costo hoy en relación a
lo que representan desembolsos fiscales como subsidios o programas sociales, pero utilizarlo puede tener
consecuencias ex post en desempleo y aumento en los pagos de seguros de desempleo.
3.2.
Salario Mı́nimo en la Distribución Salarial
El marco conceptual anterior que se referı́a a las motivaciones del incumbente no es particular al
salario mı́nimo porque los mecanismos polı́ticos antes expuestos se han aplicado en su mayorı́a al estudio
de la polı́tica fiscal. Por lo tanto, un elemento importante a considerar es la relevancia del salario mı́nimo
dentro de la distribución salarial y por ende, la interrogante de hasta qué punto los cambios en el primero
tienen efectos sobre la segunda también puede dar luces sobre las motivaciones del incumbente para
utilizar el salario mı́nimo como instrumento de manipulación electoral.
Como el salario mı́nimo es una polı́tica pública con objetivos económicos determinados, entender a qué
parte de la población afecta puede ayudar a comprender las motivaciones de los gobernantes para que
éste aumente o no. En la tabla 1 se ve que en general el porcentaje de trabajadores (sobre el total) que
ganan el salario mı́nimo es bajo, pero con alta variabilidad entre paı́ses. Si bien la mayorı́a de los paı́ses de
Latinoamérica muestran porcentajes menores al 5 %, en el caso europeo la variabilidad es incluso mayor.
Por otro lado se encuentra el caso Estados Unidos, que es de los paı́ses con mayor flexibilidad laboral, de
aquellos con el menor porcentaje de trabajadores que ganan el salario mı́nimo y que además ha venido
8 El
marco conceptual de este autor no es el de oportunismo polı́tico ni ciclo electoral (aunque lo menciona), sino más
bien el que corresponde al de insiders-outsiders en el mercado del trabajo, los votantes votan por cambios institucionales
del salario mı́nimo, la protección laboral y beneficios de desempleo. Sin embargo la discusión que el autor hace sirve para
entender de qué forma cambios en el salario mı́nimo puede tener impacto en las decisiones de los votantes.
9
decreciendo en el tiempo.
Como lo sostiene Cunningham (2007), un bajo porcentaje de trabajadores que ganan el salario mı́nimo
respecto del total no es un indicio de la poca importancia de éste dentro de la distribución de salarios.
Estudios de la ILO (2010) para Brasil y Chile, muestran que aumentos en el salario mı́nimo han llevado
a que la proporción de trabajadores de bajos salarios disminuya en el tiempo o han tenido impactos
positivos sobre la disminución de la desigualdad salarial, en cambio en paı́ses como Corea del Sur o
Indonesia no se puede decir lo mismo, en parte por la débil aplicación de la legislación sobre salarios
mı́nimos y por el bajo nivel de los mismos (razón salario mı́nimo a salario mediano que no supera el 25 %).
En los casos de paı́ses como Estados Unidos o Inglaterra la situación es distinta, el salario mı́nimo es
un elemento de interés en los mercados laborales de trabajadores jóvenes, trabajadores informales o con
menor educación y/o capacitación, esto a pesar de su baja incidencia en número de trabajadores (tabla 1).
En la misma tabla se encuentra el porcentaje de trabajadores de bajos salarios9 para ciertos paı́ses
y años especı́ficos de acuerdo a la disponibilidad de datos. En promedio el porcentaje de trabajadores
de bajos salarios se encuentra en torno al 20 % con casos puntuales por debajo, como Colombia, España o Bélgica. Estos porcentajes superan hasta en 4 veces y más el porcentaje de trabajadores que
ganan el salario mı́nimo. Cambios en este último han demostrado tener impacto en la primera variable,
reduciendo el número de trabajadores que ganan bajos salarios, y eso es a pesar de que la influencia del salario mı́nimo medido como número de trabajadores que lo perciben sea una parte menor de esa población.
Por otro lado, esta variable se hace relevante al considerar los mecanismos indirectos que tiene el salario mı́nimo dentro de la distribución de salarios, en relación a la justificación de Saint-Paul (1996) los
trabajadores de bajos salarios pueden incluir a los empleados que se encuentran levemente por sobre
quienes ganan el salario mı́nimo y por lo tanto favorecerı́an un aumento de este.
En la misma tabla 1 se muestra el porcentaje de la fuerza de trabajo que corresponde a jóvenes entre 15 y 25 años, quienes son una parte importante de la población que potencialmente ganarı́a el salario
mı́nimo. En este caso las diferencias entre América Latina y los otros continentes son importantes. En
paı́ses europeos y Estados Unidos ese porcentaje se encuentra por debajo de los paı́ses latinoamericanos.
Esto argumenta a favor de lo que se discutı́a en los párrafos anteriores, en paı́ses como Estados Unidos
o Gran Bretaña el salario mı́nimo es un factor de relevancia para mercados laborales especı́ficos (trabajadores jóvenes en este caso), a pesar de que en promedio el porcentaje de la población que lo recibe es
menor que en otros paı́ses.
Lo que podemos concluir es que un bajo porcentaje de trabajadores que ganan el salario mı́nimo no
es un indicador de su poca importancia en la distribución salarial y que por lo tanto las motivaciones del
incumbente para generar cambios en el salario mı́nimo se pueden deber precisamente a apuntar hacia los
sectores de la población a quienes les importa el salario mı́nimo por sus efectos indirectos, independiente
de si lo perciben en forma de salario, porque éste puede traducirse en un elemento de campaña electoral
a pesar de que tenga efectos adversos después. Saint-Paul lo explica bien: “...la gente tiende estar más
9 Variable
que se define como el porcentaje de trabajadores que ganan menos de dos tercios del salario mediano de la
economı́a, de acuerdo a la base de datos de Salarios de la ILO.
10
Tabla 1: Trabajadores que ganan el Salario Mı́nimo, de Bajos Ingresos y Fuerza de Trabajo Joven
Paı́s
Trabajadores que
Trabajadores
Fuerza Trabajo
ganan SM (*)
Bajos Salarios (+)
Joven (++)
%
Año
%
%
Año
Uruguay
5.00
2001
-
Paraguay
<5
1997-2002
-
26.2
2002
Nicaragua
<5
1997-2002
-
29.23
1998
Colombia
<5
1997-2002
14.32
19.67
2000
Perú
<5
1997-2002
23.74
23.46
2002
Guatemala
<5
1997-2002
-
31.26
1999
El Salvador
<5
1997-2002
-
23.06
2002
Costa Rica
<5
1997-2002
21.52
24.21
2002
Chile
<5
1997-2002
27.04
13.62
2000
Bolivia
<5
1997-2002
-
21.82
2000
México
<5
1997-2002
19.36
22.5
2002
Argentina
20.16
1996
<5
1997-2002
32.47
17.95
2002
Panamá
13.00
2000
20.34
22.31
2000
Brasil
>10
2000
23.26
22.87
2000
Ecuador
>10
2000
30.61
24.19
2000
Venezuela
20.00
1998
18.02
22.6
1998
Bulgaria
5.80
2007
-
8.43
2007
Hungrı́a
11.50
2007
21.16
7.53
2007
Irlanda
9.20
2007
21.69
15.84
2007
Polonia
8.90
2007
23.30
11.73
2006
Rumania
4.90
2007
-
9.77
2007
España
3.80
2007
14.10
8.28
2007
Reino Unido
9.50
2007
20.54
15.57
2007
Bélgica
6.90
2007
12.34
9.58
2005
1993
27.70
21.28
1998
27.2 (salarios <= SM)
2004
-
20.04
2001
2.10
2012
25.14
13.06
2011
4.70
1992
25.16
16.21
1995
Indonesia
India
Estados Unidos
14.8 (trab. urbanos)
14.7 (manufacturas)
(*) Fuente de datos para paı́ses de América Latina: Kristensen y Cunningham (2006); Paı́ses Europeos:
Rycx y Kampelmann (2012); Indonesia: Ramma (2001); India: Belzer, Rani, OIT (2010);
Estados Unidos: US Bureau of Labor Statistics.
El caso de India considera a todos los trabajadores que ganan el salario mı́nimo y menos.
(+) Fuente: ILO Wage Database
(++) ILOSTAT
11
segura sobre los efectos directos de las polı́ticas que de los efectos indirectos: mientras el efecto directo de
reducir el salario mı́nimo es disminuir el ingreso de quienes ganan el salario mı́nimo; la creación de empleo
posterior sólo viene después...” (Saint-Paul (2004)). En este sentido, si el salario mı́nimo se observa como
una polı́tica deseada u óptima a ojos de los votantes hoy, los efectos indirectos negativos sobre el empleo
producto de un aumento del mismo es una consecuencia posterior.
Como se vio, puede existir una estrecha relación entre trabajadores de bajos salarios y salario mı́nimo de acuerdo a lo planteado en los párrafos previos. Pero de los datos anteriores no es fácil inferir qué
es un salario mı́nimo bajo o un salario mı́nimo alto dentro de una economı́a. De acuerdo a Cunningham (2007) en un estudio del IPEA10 (2002) que utiliza un corte transversal de paı́ses se encuentra la
existencia de un cluster en torno al punto donde el salario mı́nimo representa el 40 % del salario medio
en el sector de las manufacturas. Valores del salario mı́nimo por sobre ese punto se considerarı́an altos
dentro de la distribución salarial y bajos en caso contrario. La pregunta es si es en el primer tipo de
paı́ses donde es más probable encontrar ciclos electorales sobre el salario mı́nimo o si es en el segundo
grupo. A priori no está claro porque un salario mı́nimo bajo (relativo al salario medio) implica menos
distorsiones en el mercado del trabajo y por lo tanto los incentivos electorales se ven reforzados o el
efecto podrı́a ir en la dirección contraria. La pregunta es qué circunstancias especı́ficas al mercado laboral o la economı́a en su conjunto hacen más probable que el salario mı́nimo aumente en un año electoral.
Las interrogantes expuestas aquı́ se estudiarán en términos empı́ricos. En la siguiente sección se expone la estrategia empı́rica para abordar la pregunta de si existe un ciclo electoral sobre el salario mı́nimo.
3.3.
Metodologı́a Empı́rica
Para hacer comparables los datos de salario mı́nimo entre paı́ses se utilizará el ı́ndice de Kaitz, el que
corresponde a la razón entre salario mı́nimo y salario medio de la economı́a:
Indice Kaitzit =
Salario M inimoit
Salario M edioit
(1)
El ı́ndice de Kaitz es una medida de la penetración del salario mı́nimo (the “bite of”), en este sentido
permite hacer comparables los salarios mı́nimos entre paı́ses porque entrega una idea de cuán restrictiva
es la legislación en cada una de las economı́as. Este ı́ndice es ampliamente utilizado en la literatura sin
embargo existen medidas alternativas como el ı́ndice de Spike que mide el porcentaje de trabajadores
que ganan el salario mı́nimo en una economı́a (se mostraba en la sección anterior), pero es menos utilizado en comparaciones internacionales porque la disponibilidad de datos es limitada y como se vio en la
subsección anterior un bajo porcentaje de trabajadores que ganan el salario mı́nimo no implica su menor
relevancia dentro de la distribución salarial.
Lemos (2005) discute la aplicabilidad del ı́ndice de Kaitz para medir los efectos del salario mı́nimo
en el desempleo, ella argumenta que una mejor medida es el ı́ndice de Spike porque por un lado, permite
entender la erosión del salario mı́nimo relativo al resto de los salarios en la economı́a, y por otro es una
medida de los costos de empleo extra. La discusión de la autora radica en la mejor identificación de los
efectos causales del salario mı́nimo sobre el desempleo, como la pregunta de este trabajo no es eso sino
10 Instituto
de Pesquisa Económica de Brasil.
12
entender si el ciclo electoral provoca cambios en el salario mı́nimo, el ı́ndice de Kaitz es apropiado porque
si éste último aumenta implica que el salario mı́nimo está aumentando por sobre el salario medio de la
economı́a, por lo tanto al cuantificar el efecto elección este se traduce en puntos del ı́ndice de Kaitz y no
de salario mı́nimo nominal.
Sin embargo, hay dos elementos a considerar cuando se utiliza el ı́ndice de Kaitz. El primero de ellos
tiene que ver con la distribución salarial, porque el observar cambios en el indicador de la ecuación
1 pueden no sólo deberse a cambios en el numerador del mismo sino también en el denominador. Si
el salario mı́nimo aumenta (numerador) hay potenciales cambios en la distribución de salarios de la
economı́a que pueden elevar el salario medio (denominador) y, por lo tanto, un aumento en el salario mı́nimo no se ve reflejado en el ı́ndice de Kaitz porque serı́a suavizado por el aumento en los salarios medios.
El segundo punto es el hecho de que exista también un ciclo electoral en los salarios medios, por ejemplo
porque existe un ciclo electoral fiscal que eleva en el corto plazo los salarios en la economı́a. Esto llevarı́a a
que si existe un ciclo electoral en el salario mı́nimo el ı́ndice de Kaitz no recoje ese hecho porque también
están aumentando los salarios medios de la economı́a por la misma razón, y de hecho el ı́ndice puede
caer si los últimos aumentan más que el primero.
Para tratar de solucionar los dos problemas expuestos se recalcula el ı́ndice de Kaitz utilizando el rezago
del salario medio ajustado por la inflación del periodo anterior de la siguiente forma:
⇤
Indice Kaitzit
=
Salario M inimoit
Salario M edioi,t 1 · (1 + ⇡i,t
1)
(2)
Este segundo indicador soluciona el problema que se produce en el primero cuando se observan aumentos
del salario mı́nimo, porque el ajuste que se hace es sólo por inflación y no por distribución salarial reflejada en el salario medio, y si suponemos que hay un ciclo electoral este se manifiesta en el periodo t y no
en t
1, por lo tanto el salario medio utilizado en la ecuación 2 no está sujeto a cambios electorales11 .
Este denominador suponemos que es el salario medio de la economı́a que se observarı́a si no hay cambios
en el salario mı́nimo de un periodo a otro.
Un último punto a considerar que no es posible resolver es que este indicador tampoco es perfecto
porque los salarios medios pueden verse fuertemente influenciados por los salarios altos de la economı́a,
y por lo tanto un mejor denominador para el ı́ndice serı́a utilizar los salarios medianos que omiten ese
problema (Cunningham (2007)). Sin embargo, la disponibilidad de datos para salarios medianos es limitada para un número grande de paı́ses en el tiempo. De ahora en adelante cada vez que nos refiramos a
salario mı́nimo en este trabajo, estaremos hablando de la ecuación 2.
La metodologı́a empı́rica que se utilizará es la estimación de panel con efectos fijos, siguiendo el trabajo de Boeri (2012)12 . Las ecuaciones a estimar son las siguientes:
0
yit = ↵ + fi + ft + electionit + Xi,t
11 Por
1
+ uit
(3)
otro lado si hubiese un ciclo electoral en los salarios medios serı́a de esperar que fuera de segundo orden porque no
es una variable que sea de fácil manipulación para el incumbente.
12 Boeri (2012) en su trabajo considera la existencia de efectos aleatorios y no fijos como aquı́, los test estadı́sticos para
la muestra que se utiliza en este trabajo rechazan la existencia de efectos aleatorios, al incluir variables de control en las
especificaciones.
13
0
yit = ↵ + fi + ft + electionit + Zit
1✓
+ electionit ⇤ Zit
1
0
+ Xi,t
1
+ uit
(4)
Donde yit es el ı́ndice de Kaitz de la ecuación 2, fi y ft son efectos fijos por paı́s y por año que aı́slan elementos idiosincráticos de los paı́ses y temporales sobre la variable dependiente, permitiendo una
mejor identificación del efecto electoral que se mide por medio de la variable electionit , que se construye como una dummy que toma el valor 1 en un año electoral y 0 si no. De existir un ciclo polı́tico
sobre el salario mı́nimo se esperarı́a que el coeficiente
sea positivo y significativo, y que en periodos
distintos a la elección (un año antes o un año después) los efectos sean nulos o menores al del año electoral.
Por otro lado, la matriz Xit
1
es un conjunto de variables explicativas que incluye a la inflación, el
logaritmo del PIB per cápita y el crecimiento del mismo, se las incluye como rezagos para evitar problemas de endogeneidad. Se controla por la inflación porque los cambios nominales en el salario mı́nimo
se justifican en parte por aumentos en esta variable. El nivel del PIB per cápita controla por el nivel
de desarrollo económico de los paı́ses y el crecimiento del mismo porque es más probable que el salario
mı́nimo aumente en tiempos de bonanza económica.
La ecuación 4 representa la forma de estimar los canales por los que actúa el ciclo electoral sobre el
salario mı́nimo. Se considerará la interacción entre la variable elección y una matriz de variables Zit
1.
Esta matriz incluye dos grandes grupos de variables motivadas por la discusión de las dos subsecciones anteriores. Las primeras son aquellas relacionadas con los canales polı́ticos que pueden explicar el
ciclo electoral, esas son las competencia electoral, la re-elección (reputación) y los grupos de interés. El
segundo grupo de variables incluidas en Zit
1
son aquellas que caracterizan al mercado laboral y son
determinantes del salario mı́nimo: el porcentaje de trabajadores de bajos salarios, la fuerza de trabajo
joven (15-24 años) como porcentaje del total, la educación de la población y el desempleo; se quiere
estudiar si los efectos de la elección son potenciados o no bajo circunstancias especı́ficas de los mercados
laborales. Todas las variables que se incluyen en la matriz Z entran en la regresión como rezagos, de
forma que sea posible disminuir la potencial endogeneidad que se produce entre esas variables y el ı́ndice
de Kaitz, a excepción de la competencia electoral que se verá en los próximos párrafos.
Un supuesto fundamental a la hora de estudiar los efectos del ciclo polı́tico sobre alguna variable económica es que la variable elección es exógena porque no es manipulable por el incumbente y por lo tanto,
el efecto estimado por
es un efecto causal. Esto no es necesariamente cierto en sistemas parlamentarios
donde el incumbente puede llamar a elecciones antes de la fecha establecida, se tratará de solventar
ese problema en la estimación estudiando si el efecto de la variable elección es uno proveniente de las
elecciones “predeterminadas”, aquellas que se realizan en la fecha establecida por el calendario electoral,
o de las elecciones “endógenas”, que son las que no corresponden a la fecha establecida, las que por lo
general se adelantan.
En la sección siguiente se detallan los datos que se utilizarán para estimar los efectos del ciclo polı́tico sobre el ı́ndice de Kaitz.
14
4.
Datos y Estadı́stica Descriptiva
La construcción de la base de datos para este trabajo se sustenta en diversas fuentes13 . La variable
relevante para este estudio es la razón salario mı́nimo a salario medio, los datos se obtienen a partir
del trabajo del FMI y Aleksynska y Schindler (2011), Labor Market Regulations in Low-Middle- and
High-IncomeCountries: A New Panel Database, base de datos que tiene observaciones de salario mı́nimo
entre 1980 y 2005 para un grupo importante de paı́ses. Esta base se construye en su mayorı́a con los
datos disponibles en las estadı́sticas de la ILO. Esta última institución a su vez, construye una base con
datos de salario mı́nimo, salario medio y salario mediano más actual entre los años 1995 a 2011 que se
encuentra en las bases TRAVAIL: Conditions of Work and Employment.
En este trabajo se juntan las dos bases de datos anteriores cuando es posible hacerlo en cada paı́s
(cuando los datos son comparables porque provienen de la misma fuente para cada paı́s en particular),
de tal forma que se construye un panel más largo y con un mayor número de paı́ses respecto a la primera
base de datos. Se obtiene un panel desbalanceado con 71 paı́ses para los cuales es posible obtener la razón
salario mı́nimo a salario medio entre los años 1980 y 2011.
De la misma base de datos de la OIT, TRAVAIL, es posible establecer de qué forma se fija el salario mı́nimo en cada uno de los paı́ses. En términos generales los paı́ses pueden fijar el salario mı́nimo
de dos formas, por negociación colectiva entre empresarios y trabajadores, lo que implica que no existe
un salario mı́nimo único y el gobierno no participa de la negociación, en estos paı́ses no existen datos
de salario mı́nimo en las bases de datos anteriores14 . La segunda forma de fijar el salario mı́nimo es una
donde el gobierno si participa de la negociación tanto directa o indirectamente, son esos paı́ses los que
consideramos en este estudio. Existı́an tres formas de fijar el salario mı́nimo por parte del gobierno que
se mencionaban en la sección anterior. Esta base de datos permite identificar cada una de ellas en cada
paı́s. Se descartan de la muestra los paı́ses que a pesar de entrar en esta forma de fijar el salario mı́nimo,
éste no es único a nivel de paı́s porque se fija por los gobiernos regionales y no por el gobierno central15 .
La segunda variable clave es la de elección. Ésta se obtiene principalmente de la base de Instituciones Polı́ticas del Banco Mundial (2012) en base al trabajo de Thorsten Beck, George Clarke, Alberto
Gro↵, Philip Keefer, and Patrick Walsh (2001) “New tools in comparative political economy: The Database
of Political Institutions”, y de los datos de Elecciones de Election Guide y de Election Results Archive
de las universidades de Bhinghamton y Georgetown. Para los paı́ses de África se utilizan los datos de
African Elections Database.
Como se mencionó en la sección anterior, podrı́a existir la preocupación de que la variable de elección no sea del todo exógena. Para identificar si una elección es predeterminada o no se utilizan los datos
de Brender & Drazen (2005) y Brender & Drazen (2008)16 y se los complementa con la base de datos de
Election Guide, en la cual se especifica si una elección fue realizada previo a la fecha establecida por la
frecuencia normal electoral.
13 Véase
14 Paı́ses
el Apéndice A.1. para el detalle de las bases de datos utilizadas en este trabajo.
que entran en esta categorı́a y por lo tanto no se utilizan en este estudio son: Austria, Bélgica, Dinamarca,
Etiopı́a, Finlandia, Alemania, Italia, Noruega, Singapur, Suecia y Suiza.
15 Los paı́ses que se encuentran en esta situación son: Canadá, Japón, Indonesia, Pakistán, Filipinas y China.
16 Disponibles en la página web de los autores, véase el apéndice A.1 para más detalles.
15
En la literatura de ciclos polı́tico económicos la variable elección es una dummy que se construye de
acuerdo al mes en que se realiza la elección, de esta forma se busca disminuir el ruido de la misma
y poder identificar de mejor forma un periodo (pre) electoral y sus efectos sobre variables económicas
(Drazen & Eslava (2010)) de la siguiente forma:
Elección es igual a 1 si la elección se realiza entre Julio y Diciembre del año electoral.
Elección es igual a 1 en el rezago de la elección original, si la elección se realiza entre Enero y Junio
del año electoral.
Finalmente, siguiendo el estudio de Persson & Tabellini (2002) consideraremos en la muestra a aquellos
paı́ses con un nivel mı́nimo de institucionalidad democrática que sustenten la competitividad de las elecciones y restricciones al ejecutivo. Para ello se hace uso de la variable polity de la base de datos de Polity
IV (versión 2013). Se incluyen paı́ses donde la variable polity es positiva (para más detalles de la forma
en que se construye esta base de datos y las variables véase el apéndice A). Finalmente consideramos
paı́ses en los que se produzca al menos una elección en el periodo de estudio.
De la sección anterior sostenı́amos la posibilidad de la existencia de tres mecanismos que podrı́an explicar
la transmisión de un ciclo electoral, esos eran la competencia electoral, la reelección y los grupos de interés. Se describen aquı́ las proxies que se utilizarán para controlar por estos mecanismos en la estrategia
empı́rica (detalles de las fuentes se encuentran en el anexo A.1):
Competencia Electoral: Para estudiar las consecuencias de la competencia electoral forward, se
define la siguiente variable17 ,
⇣
Competencia = 100 · 1
V otos Ganador V otos 2do ⌘
V otosT otales
(5)
Una elección se dice más competitiva cuando el margen de ganancia entre el ganador de la elección
y quien lo sigue es bajo. La variable de competencia se encuentra entre 0 y 100, donde valores mayores implican mayor competencia. En el año de la elección la competencia es el resultado ex post
de la elección, por eso mismo es que se le llama competencia forward. El valor de la competencia
electoral se repite después de la elección hasta el periodo previo a la elección siguiente.
Hay dos tipos de competencia electoral, la competencia presidencial y la competencia parlamentaria. La primera se calcula en base a la ecuación 5 con los votos obtenidos en la elección presidencial.
La competencia parlamentaria en cambio, se calcula en base al porcentaje de votos que reciben los
partidos polı́ticos en el parlamento, donde los votos del ganador corresponden al porcentaje de votos que recibe la coalición de partidos ganadora18 (la con más votos) menos el porcentaje de votos
de la coalición de partidos que lo sucede (oposición).
Re-elección (reputación): Para estudiar este canal se considerará si el incumbente presenta restricciones para volver a presentarse como candidato en la próxima elección. En la base de datos del
17 Definición
de Camacho & Conover (2011). Existen otras opciones para medir la competencia electoral, para un ejemplo
de eso véase el trabajo de Faye & Niehaus (2012).
18 Que puede ser la del primer ministro elegido, se presume que si el primer ministro salió elegido es porque tenı́a mayorı́a
partidaria en el congreso.
16
Banco Mundial de Political Institutions se construye la variable múltiples periodos 19 , ésta es una
variable dummy que toma el valor de 1 cuando el/la actual gobernante puede bajo circunstancias
institucionales (legales) presentarse como candidato a una nueva elección luego de su mandato actual, independiente de si lo hace o no, en definitiva corresponde a si puede ser reelegido/a o no.
En regı́menes parlamentarios esta variable siempre toma el valor de 1 porque la elección es la del
primer ministro.
Grupos de Interés (relativo): Para medir la incidencia de los grupos de interés sobre el salario
mı́nimo Sobel (1999) utiliza la siguiente variable:
Grupo Interesit =
100
Densidad Sindicalit
Impuestos Corporativosit
(6)
Donde Densidad Sindical corresponde al porcentaje de trabajadores afiliados a sindicatos sobre
el total, e Impuestos Corporativos es la tasa máxima de impuestos corporativos que perciben
las empresas en un paı́s y año determinados. Lo que se busca con esta variable es medir el poder
relativo de los sindicatos respecto al de las empresas en el tiempo.
La lógica con la que funciona el ı́ndice es que un aumento en el mismo se relaciona con un aumento en el poder relativo de los sindicatos como representantes de los trabajadores, respecto del
poder de los empresarios y por lo tanto, existirı́a una correlación positiva entre el ı́ndice de grupos
de interés y el salario mı́nimo. El indicador puede aumentar por dos razones, la primera de ellas
es el aumento en la afiliación sindical de los trabajadores en una economı́a, la segunda es por un
aumento en la tasa impositiva que enfrentan las empresas, entendiendo que frente a ese escenario
los empresarios verı́an reducido su poder de negociación o influencia respecto de los trabajadores.
Lo que se espera de la inclusión de esta variable en la estimación es un coeficiente positivo para el
nivel, y lo mismo para la interacción con la elección si es que los sindicatos - relativo a las empresas
- son capaces de ejercer lobby para provocar aumentos en el salario mı́nimo en años electorales.
El uso de las fuentes anteriores permite obtener un panel desbalanceado de 62 paı́ses entre los años 1982
y 2011 para un total de 962 observaciones de la razón salario mı́nimo a salario medio, con un mı́nimo de
3 y máximo de 26 observaciones por paı́s. Estadı́stica descriptiva del ı́ndice de Kaitz que considerábamos
en la ecuación 2 se encuentra en la tabla B.1. En promedio en esta muestra el salario mı́nimo representa
el 40.17 % del salario medio. En años de elección esta razón sube a 41.26 % versus 39.81 % en años no
electorales. Esta diferencia de 1.45 puntos porcentuales no es estadı́sticamente significativa en la muestra
como un pool de datos.
En la figura 1 se muestra la distribución de datos de la muestra anterior de acuerdo al año del ciclo
polı́tico. El punto t es el año electoral, por lo tanto t
1yt
2 son el primer y segundo rezago de la
elección, equivalentemente t + 1 y t + 2 son el primer y segundo año después de la elección. Los puntos
unidos por una lı́nea son las medias del ı́ndice de Kaitz por periodo. Esos valores y sus intervalos de
confianza se encuentran en la tabla B.4. Se observa que en un año electoral la media de la razón salario
mı́nimo a salario medio es 1.29 puntos porcentuales superior que un año anterior a la elección (41.05
v/s 39.76) y, 2.53 puntos porcentuales mayor en un año electoral versus el año que le sigue (41.05 v/s
19 Variable
multpl en la base de datos.
17
38.52), no obstante esas diferencias no son significativas en la muestra completa. Veremos más adelante que al incluir los efectos fijos en la estimación las medias anteriores mostrarán diferencias significativas.
Si comparamos la razón salario mı́nimo a salario medio de acuerdo al sistema polı́tico de los paı́ses
vemos que en promedio en los paı́ses presidenciales esa razón es menor en 1.67 puntos porcentuales,
diferencia que no es significativa.
Cuando observamos en cambio el promedio de esta variable de acuerdo a la forma en que se fija el salario
mı́nimo, en los procesos en que el gobierno participa directamente en su fijación, es decir en los procesos
de consulta y unilateral, la razón es 5.3 puntos porcentuales más bajo respecto de los procesos de negociación, esta diferencia es estadı́sticamente significativa al 1 % y concuerda con el estudio de Boeri (2012).
En la muestra de 962 observaciones, 238 de ellas son años electorales (tabla B.2), de las cuales 134
son elecciones parlamentarias y 104 elecciones presidenciales. Estas se definen de acuerdo al sistema polı́tico de los paı́ses es decir, en sistemas presidenciales sólo consideramos elecciones presidenciales y no
legislativas (que a veces coinciden), y en sistemas parlamentarios consideramos las elecciones legislativas
que de hecho coinciden con las de elección del ejecutivo porque en las mismas es elegido el primer ministro. En 180 de 238 elecciones existen acuerdos institucionales en los que se permitirı́a a los incumbentes
ser reelegidos, esto no implica que hayan sido candidatos o reelegidos de facto, sólo existı́a la posibilidad.
De esas 180, 51 son elecciones presidenciales y 129 son elecciones parlamentarias.
En la siguiente sección se encuentran las estimaciones empı́ricas de los efectos del ciclo polı́tico sobre
el salario mı́nimo.
5.
Resultados
5.1.
Resultados Iniciales: Efectos de la Elección en el Salario Mı́nimo
Las estimaciones de la especificación inicial para la ecuación 3, donde sólo se controla por el efecto
de la elección sobre la razón salario mı́nimo a salario medio se encuentran en la tabla 2. La columna (1)
muestra el efecto aislado de la elección para la muestra completa de 62 paı́ses, los resultados habları́an
de que en un año electoral la razón salario mı́nimo a medio aumenta en promedio en 1.38 puntos porcentuales, aumento que es estadı́sticamente significativo al 5 % y que podemos considerar causal puesto que
proviene de elecciones consideradas predeterminadas y no endógenas20 . Un aumento de esa magnitud en
el ı́ndice de Kaitz para el paı́s promedio de la muestra implica que en un año electoral el ı́ndice sube de
40 a 41.38 puntos. Si suponemos que los salarios medios sólo se ajustan por inflación21 , el aumento en el
20 El
argumento utilizado aquı́ es que el efecto que se encuentra en el ciclo proviene de elecciones que se consideran
predeterminadas y no de elecciones que no se realizan en la fecha establecida de acuerdo a la frecuencia habitual, esto en
base a la definición de Brender & Drazen (2005). Las estimaciones que respaldan este argumento se encuentran en el anexo
C.4
21 De
acuerdo a la ecuación 2 para el ı́ndice de Kaitz revisado, el crecimiento de este ı́ndice se puede descomponer en
el crecimiento real del salario mı́nimo en el periodo t menos el crecimiento real del salario medio en el periodo t
1. El
supuesto que se hace aquı́ para interpretar el coeficiente de la estimación es que el crecimiento real del salario medio es
cero, lo que no es necesariamente cierto, por ejemplo si hay crecimiento económico.
18
ı́ndice de Kaitz se deberı́a netamente al aumento real del salario mı́nimo en 1.38 %, lo que corresponde a
un tercio del crecimiento real promedio del salario mı́nimo en la muestra22 (véase tabla B.3). Notar que
si hubiese crecimiento real de los salarios medios entonces el crecimiento real del salario mı́nimo en un
año electoral superarı́a el 1.38 % que representa el coeficiente estimado de la elección.
La estimación anterior corresponde al efecto aislado del ciclo electoral sobre el ı́ndice de Kaitz controlando por las variables macro de la matriz Xit
1
23
, no obstante que el grado de competencia de la
elección puede determinar las decisiones del incumbente a la hora de manipular o no una variable económica. Como se exponı́an previamente, los efectos de la competencia pueden corresponder a canales que
se contraponen entre ellos. Por un lado, si hay mayor competencia, para ganar más votos el incumbente
puede querer aumentar más el salario mı́nimo que de costumbre en un año electoral con el objetivo de
aumentar la probabilidad de ser reelecto porque consigue más votos, esto significa que está apuntando
al votante marginal para el cual aumentar el salario mı́nimo es una polı́tica deseada. Pero por otro lado,
mayor competencia puede reflejar mejores sistemas electorales y, por lo tanto mayor y mejor institucionalidad en el proceso electoral, lo que el incumbente percibirı́a como una restricción para manipular esta
variable económica previo a las elecciones.
En las columnas (2), (3) y (4) de la tabla 2 se analizan los efectos diferenciales de una elección más
competitiva sobre el salario mı́nimo. En las especificaciones anteriores y en adelante, se controla por la
diferencia entre competencia electoral menos la media muestral de la competencia. Los resultados muestran efectos distintos de la competencia presidencial y parlamentaria de un punto más en cada variable,
aunque no significativos. De acuerdo a la columna (4) de la tabla, vemos que el aumento de 1 punto en
la competencia presidencial respecto de la media muestral en el año electoral llevarı́a a que el efecto de la
elección sobre el salario mı́nimo aumente en 0.03 puntos porcentuales. Mientras que la competencia parlamentaria tendrı́a efectos negativos sobre el efecto de la elección, el aumento de 1 punto de competencia
(respecto de la media) en la próxima elección llevarı́a a reducir los incentivos a subir el salario mı́nimo
en un año electoral en 0.077 puntos porcentuales. El efecto de la elección en esta especificación sube a
1.425 puntos porcentuales, estimador que supera el tercio de crecimiento del salario real promedio en esta
muestra. De aquı́ en adelante las estimaciones e interpretaciones se harán en base a esta especificación
número (4).
¿Cómo se interpretan los resultados anteriores? Estas estimaciones no muestran que el ciclo electoral
sobre el salario mı́nimo tenga efectos adicionales producto de mayor competencia electoral, sin embargo
es posible discutir que el signo de la correlación entre ambas variables estarı́a determinada por el tipo
de régimen polı́tico de los paı́ses, al menos durante un año electoral (el efecto nivel de la competencia es
negativo para cualquier tipo de régimen, los coeficientes no se reportan). Bajo sistemas parlamentarios
se puede argumentar que hay un mayor control sobre el ejecutivo y por lo tanto es más probable que la
ratificación del aumento en el salario mı́nimo deba venir por el mecanismo institucional de aprobación
en el congreso, más que por el solo hecho de que hay más competencia. Por lo tanto la diferencia que
22 En
la muestra de 62 paı́ses que se consideran, la tasa de crecimiento real promedio del salario mı́nimo es de 3.9 % anual
y el crecimiento promedio del ı́ndice de Kaitz de la ecuación 2 es 2.97 % (sin considerar valores extremos de las colas del
1 %, si se las incluye es de 9 %) donde cerca del 50 % de las observaciones para este último indicador muestra tasas de
crecimiento negativas.
23 Los coeficientes de las variables que se incluyen en esa matriz no se reportan en las estimaciones.
19
observamos en los efectos diferenciales de la competencia electoral presidencial (positiva) y parlamentaria (negativa) podrı́an deberse a que en sistemas presidenciales el ejecutivo tendrı́a un mayor nivel de
discreción sobre los cambios en el salario mı́nimo y por lo tanto ese serı́a el efecto que predomina en esa
interacción más que la competencia per sé.
Por último, en la estimación de la columna (5) se incluye la existencia de un efecto diferencial de acuerdo
a la discrecionalidad con la que actúa el gobierno a la hora de impulsar cambios en la variable salario
mı́nimo. Se incluye ahı́ la interacción entre elección y alta discreción de acuerdo a las categorı́as de fijación
de consulta y unilateral. Se observa que el nivel de discreción no es determinante a la hora de provocar
un efecto electoral en el ı́ndice de Kaitz, no obstante el signo negativo apuntarı́a a que el mecanismo que
ahı́ se encuentra es el que sostenı́a Boeri (2012).
5.2.
Determinantes Polı́ticos del Ciclo Electoral sobre el Salario Mı́nimo
Como se discutió en secciones anteriores, el marco conceptual en el que se inserta esta investigación
sostiene que el ciclo electoral (efecto de la elección sobre el ı́ndice de Kaitz) es uno causado por oportunismo electoral, y que además de la competencia electoral dos mecanismos polı́ticos podrı́an determinar la
existencia de aquél, el primero eran las posibilidades de re-elección del incumbente que permite entender
el canal de la reputación y el segundo, los grupos de interés a favor y en contra de cambios en el salario
mı́nimo.
Si el incumbente tiene la posibilidad de ser reelegido su comportamiento pre-electoral puede verse determinado por esta situación. Si esa opción está presente, el gobernante podrı́a no tener incentivos a provocar
un ciclo polı́tico económico porque tiene que hacerse cargo de las consecuencias económicas posteriores
que produce generar cambios en el salario mı́nimo, como por ejemplo aumentos en desempleo. En la
columna (1) de la tabla 3 se incluye en la especificación preferida de la tabla anterior la interacción
entre elección y reelección del incumbente. Los resultados muestran que cuando el gobernante tiene la
posibilidad de presentarse nuevamente como candidato presidencial, el efecto de la elección sobre el ı́ndice
de Kaitz serı́a contrarrestado, pero no desaparece (diferencia entre los coeficientes es de 0.58 puntos)24 .
Esto muestra que puede estar jugando un rol el mecanismo de la reputación.
Un punto importante es si ese mecanismo funciona de manera distinta cuando la competencia electoral que se percibe en la próxima elección es más alta, es decir, si la competencia electoral es mayor
los incentivos del incumbente a provocar cambios en el salario mı́nimo podrı́an ser oportunistas aunque
tenga la opción de ser reelegido. Esto es lo que muestra la columna (2) de la tabla 3. En esa especificación se interactúa la variable de elección, reelección y la de competencia, lo que se observa es que en
una elección parlamentaria que se percibe como más competitiva en la que el primer ministro tiene la
opción de ser reelegido es más probable que se produzca un aumento en el ı́ndice de Kaitz, aunque el
efecto electoral de la competencia parlamentaria sigue operando en el sentido contrario y esta vez mejora
su significancia. En este sentido cuando hay más competencia electoral, a pesar de que el incumbente le
24 Se
testea la hipótesis de que la suma de los coeficientes de las variables elección y elección con posibilidad de reelección
es mayor que cero, el test no permite rechazar la hipótesis nula (p-value de 0.74), por lo tanto tenemos evidencia que
sustenta que el efecto de la elección se mantiene pero se reduce sustantivamente.
20
importe su reputación, esta motivación se ve disminuida.
El segundo mecanismo que podrı́a motivar la existencia del efecto electoral sobre el salario mı́nimo
es la presencia de grupos de interés. En este caso se controla por el poder relativo de trabajadores y empresarios de acuerdo a lo planteado por Sobel (1999). En las especificaciones de las columnas (3) y (4) de
la tabla 3 se encuentra esto25 . Para evitar problemas de causalidad reversa se controla por el rezago de la
variable26 . Los resultados de la columna (3) no muestran un coeficiente significativo del efecto diferencial
en un año electoral del mayor poder relativo de sindicatos respecto de empresarios sobre el ı́ndice de
Kaitz, sin embargo el signo del coeficiente indicarı́a que cuando el poder de los sindicatos relativo al de
las empresas es alto se observarı́a en promedio que el ı́ndice de Kaitz se reduce, a pesar de que el efecto
nivel de la variable grupos de interés sea positivo (valor que no es reportado en la tabla).
El resultado anterior es contrario al que se esperaba, pudiendo atribuirse a que de existir la influencia sindical sobre los salarios mı́nimos, estos no actúan de manera especial en un año electoral y por lo
tanto no ejercen mayor presión en ese momento, resultado que va en contra de lo propuesto por Sobel
(1999) para el caso de Estados Unidos. Por otro lado, la variable de densidad sindical es una que muestra
altos errores de medición porque no siempre es posible obtener los datos precisos de afiliación sindical y
en ocasiones no se mide respecto del total de trabajadores si no que respecto de la fuerza laboral, lo que
impide una buena comparación entre paı́ses y eso esté sesgando los resultados anteriores.
Queriendo desagregar los efectos de los dos componentes de la variable grupo de interés, se controla
por ambas variables de forma separada en la especificación siguiente en la columna (4)27 . Lo que se
observa es que cuando la densidad sindical es alta, el efecto diferencial de ésta en una elección es negativo
sobre el salario mı́nimo, pero no significativo. Cuando el poder de las empresas es alto, reflejado en una
tasa menor de impuestos corporativos, los efectos de tener mayor “poder empresarial” contrarrestarı́an
los efectos positivos de la elección sobre el ı́ndice de Kaitz, aunque tampoco es significativo. El signo del
primer coeficiente es inesperado pero concuerda con lo que encontrábamos al controlar por la variable
grupos de interés, lo que podrı́a estar sucediendo es que si bien la relación entre sindicalización y salario
mı́nimo es positiva, la influencia de los sindicatos no necesariamente se manifiesta en época electoral
(véase tabla anexo C.5 para desagregación de los efectos). Para la variable proxy del poder empresarial
la relación con el ı́ndice de Kaitz es negativa y la interacción con elección también lo es, pero ese efecto
no es distinto de cero28 reflejado en el coeficiente de esa interacción.
25 Igual
que para la competencia electoral, se resta a la variable grupo de interés la media muestral, pero aquı́ se construye
una dummy que toma el valor de 1 (incidencia alta del grupo de interés pro salario mı́nimo) y cero en otro caso cuando el
valor de (Grupo Interesit Grupo ¯Interes) es positivo.
26 La
inclusión de esta variable en la estimación reduce sustancialmente los datos en la estimación porque la disponibilidad
de los mismos para esta variable es limitada, tanto en paı́ses como en tiempo. Se realiza la estimación de los resultados
iniciales (estimación (4) de la tabla 2) en esta muestra restringida de datos para descartar que los resultados que se obtienen
provienen de una muestra que es sustancialmente distinta a la original. Esas estimaciones se encuentran en la tabla anexo
C.5, en ellas se observa que no es posible descartar el efecto de la elección en las muestras que ahı́ se reportan.
27 Igual que antes el valor de la variable en cuestión (densidad sindical o 100 menos impuestos corporativos) toma el valor
de 1 cuando se encuentra por sobre la media muestral respectiva.
28 Los coeficientes de las variables en nivel no se reportan en las tablas pero muestran correlación positiva para la tasa de
sindicalización e ı́ndice de Kaitz y, correlación negativa para la variable que es 100 menos impuestos corporativos e ı́ndice
de Kaitz.
21
Los resultados hasta ahora muestran que el mecanismo de la reputación serı́a considerado por el incumbente a la hora de provocar cambios en el salario mı́nimo de acuerdo a lo que se puede observar
por medio del ı́ndice de Kaitz, pero cuando la competencia electoral es alta, en el caso de paı́ses con
sistemas parlamentarios el mecanismo de la reputación desaparece o se reduce. Por otro lado, se descarta
que sean los grupos de interés los que provoquen el ciclo electoral en el salario mı́nimo en la muestra
aquı́ considerada, lo que no es lo mismo que decir que los grupos de interés no ejerzan acción para la
determinación del salario mı́nimo, sólo que no se puede asegurar que eso ocurra de forma especial en
años de elección.
5.3.
Ejercicios de Robustez
5.3.1.
¿El efecto de la elección es oportunismo?
En la discusión anterior estaba implı́cito que la motivación de los gobernantes era oportunismo y que
la reputación actuaba en contra de eso, una forma de plantear que esto está ocurriendo es que en años
no electorales o post electorales deberı́an observarse cambios más discretos en el salario mı́nimo o incluso
reversión de la polı́tica después de la elección. En el contexto del salario mı́nimo reversión se entenderı́a
como no generar cambios al alza sobre este último en años no electorales, por lo tanto el coeficiente para
esa variable en la estimación de la ecuación 3 sobre el ı́ndice de Kaitz serı́a igual a cero o negativo29
(bajo el supuesto que los salarios medios sólo aumentan por efecto de la inflación).
En las columnas (5), (6) y (7) de la tabla 3 se estudia lo anterior. En la columna (5), que es igual
a la estimación baseline (columna (4) de la tabla 2), se controla por el rezago de la elección. Lo que se
observa es que los cambios al alza en el salario mı́nimo (relativo al salario medio) también se llevarı́an
a cabo un año antes de la elección pero el aumento en términos porcentuales serı́a menor al de año
electoral30 . En la columna (6) el ejercicio se hace con el adelanto de la elección, en este caso se observa
que la polı́tica de aumentar el salario mı́nimo se verı́a revertida post elección, argumentando a favor de la
teorı́a de oportunismo, la evidencia nos dirı́a que el efecto es igual a cero post elección. Cuando se incluye
el rezago y el adelanto de la elección en la regresión de la columna (7) lo que se obtiene es que sigue
existiendo un ciclo electoral sobre el ı́ndice de Kaitz pero que sólo serı́a significativo en el año de elección,
el efecto pre eleccionario (coeficiente del rezago) se reducirı́a en magnitud y deja de ser significativo,
por el lado de la reversión post electoral (coeficiente del adelanto) el signo es ahora positivo pero no
significativo igual que antes.
El ejercicio anterior respaldarı́a que los cambios en el salario mı́nimo que observamos en un periodo
electoral no es una polı́tica que se repita post elección y por lo tanto argumentarı́a en favor del oportunismo polı́tico, reflejando al mismo tiempo que los aumentos en el salario mı́nimo son en promedio
polı́ticas de corto plazo que no generan aumentos reales en el mismo de forma sustancial en un año
electoral, de acuerdo a los coeficientes estimados.
29 El
ı́ndice de Kaitz puede disminuir de un periodo a otro si los salarios medios suben más que el salario mı́nimo.
el test de hipótesis no rechaza que la diferencia entre los coeficientes sea igual o mayor que cero.
30 Pero
22
5.3.2.
Ciclos Condicionales: Mercado Laboral
Hasta ahora sólo se ha considerado que el efecto de la elección sobre el ı́ndice de Kaitz es un fenómeno
que se explica por razones polı́ticas, sin embargo cuando se discute cómo deberı́a ser determinado el nivel
del salario mı́nimo se hace en base a argumentos económicos. Dos elementos que aquı́ se consideran son
la población a la que potencialmente afecta el salario mı́nimo y, si las condiciones en el mercado laboral
permiten aumentar el salario mı́nimo de un periodo a otro. Se quiere estudiar si bajo estas circunstancias
el ciclo electoral en el ı́ndice de Kaitz es más o menos probable.
Para el primer conjunto de variables se considerarán los trabajadores de bajos salarios, el porcentaje
de la población con menos estudios y la fuerza de trabajo joven. Todas estas variables pueden interpretarse como la población que potencialmente podrı́a ganar el salario mı́nimo. Como se discutió en la
sección metodológica, existirı́a una relación negativa entre salario mı́nimo y porcentaje de trabajadores
de bajos salarios, donde aumentos en el primero habrı́an permitido que la incidencia de los trabajadores
de bajas remuneraciones haya disminuido en el tiempo, por lo tanto es de esperarse que si la incidencia
de esos trabajadores es importante en la economı́a entonces, es más probable que se produzcan aumentos
en el salario mı́nimo en el futuro, por un lado porque se considera justo como polı́tica pública y por
otro, porque son justamente esos trabajadores los que favorecen aumentos del salario mı́nimo cuando se
encuentran dentro del mercado laboral.
La lógica con la población con menor educación es la misma, se utilizan las proxies de educación primaria y secundaria de Barro & Lee (2010). Cuando la población con menor educación o capacitación es
abundante podrı́a esperarse que en el futuro se produzca un aumento en el salario mı́nimo por lo tanto
el efecto de la elección se refuerza. Por el contrario, el efecto elección puede ser contrarrestado si esas
variables están apuntando a los trabajadores de menor capacitación, entonces pueden ser justo estos los
que frente a un aumento del salario mı́nimo sean los que queden desempleados.
Finalmente se considera la fuerza de trabajo joven como porcentaje de la fuerza laboral. Uno de los
grupos importantes a la hora de recibir el salario mı́nimo son los trabajadores jóvenes para quienes es
probable que frente a un aumento en el salario mı́nimo los efectos en desempleo se vean reflejados en ese
grupo de trabajadores. Por lo tanto si esa población es un grupo importante dentro del mercado laboral,
el incumbente podrı́a verse restringido a la hora de promover aumentos en el salario mı́nimo porque no
está dispuesto a asumir los costos de desempleo posterior.
Las tres variables anteriores se incluyen de forma separada en las especificaciones (2) a la (5) de la
tabla 4. Los coeficientes que se muestran son los
de la ecuación 4 para cada uno de los controles aquı́
especificados. Se los incluye en regresiones separadas porque hay restricciones de datos para cada una de
las variables. Los efectos diferenciales en un año electoral de cada uno de los regresores anteriores muestra
los signos esperados pero en ningún caso son significativos, mostrando que a pesar de que esas variables
sean determinantes del ı́ndice de Kaitz (coeficientes para las variables en nivel son significativos, pero no
se reportan), no hay un comportamiento distinto de ellas en periodos electorales. Esto se podrı́a entender
como que el incumbente podrı́a generar cambios en el salario mı́nimo sin considerar estas condicionantes,
23
porque el efecto de la elección se mantiene aún incluyéndoselas31 .
El segundo elemento a considerar es si el ciclo electoral que se habı́a encontrado en el ı́ndice de Kaitz es
más probable de observar cuando el mercado laboral se encuentra en un estado de bajo desempleo, o si
el ciclo se observa en paı́ses donde el salario mı́nimo es más o menos restrictivo (ı́ndice de Kaitz superior
o inferior a 40, véase la discusión de la sección 3.2).
Las estimaciones corresponden a las columnas (6) y (7) de la tabla 4. En la primera se incluye la interacción entre elección y una dummy de bajo desempleo que toma el valor 1 cuando la tasa de desempleo
del periodo anterior es menor a 3.5 % (Boeri (2012)). El efecto diferencial de que en un periodo anterior
el desempleo sea bajo reforzarı́a el ciclo electoral sobre el ı́ndice de Kaitz, evidencia que sustentarı́a el
hecho de que cuando el desempleo es bajo el incumbente tiene mayor margen de maniobra sobre el salario
mı́nimo porque los efectos del aumento en el mismo no provocarı́an profundización de ellos y eso se verı́a
reforzado en periodos electorales, si bien eso se desprende del signo del coeficiente de interacción, no
podemos descartar que sea distinto de cero.
En la columna (7) de la tabla 4 se incluye la interacción entre la variable elección y una dummy de
salario mı́nimo alto32 . El efecto del ciclo electoral se traduce casi completamente a que éste se producirı́a
en los paı́ses de salario mı́nimo alto, en promedio. Lo que estarı́amos observando es que el ciclo se darı́a
con mayor probabilidad en paı́ses con altos salarios mı́nimos. Observando la tabla B.5, los paı́ses donde
en promedio el ı́ndice de Kaitz es mayor a 40 tienden a ser desarrollados y donde la desigualdad salarial
es menor, si consideramos que son en gran medida paı́ses europeos también se puede argumentar a favor
de una mayor regulación de los mercados laborales y por lo tanto la existencia del reforzamiento del ciclo
por ese canal.
Se puede concluir de los resultados que se presentan en esta subsección que las caracterı́sticas del mercado
laboral que son determinantes del salario mı́nimo no son los canales por los que el efecto de la elección
se ve explicado, al menos en la muestra aquı́ considerada, pero aún ası́ muestran el signo correcto y por
lo tanto la dirección del efecto que se esperaba.
5.3.3.
Ciclos Condicionales: Instituciones
Alt & Rose (2009) sostienen que variables que condicionan los ciclos electorales son las caracterı́sticas de los votantes y las instituciones, se verá aquı́ si esas son relevantes en el caso del salario mı́nimo.
Respecto de la primera, una de las variables que se ha incluido en la literatura sobre ciclos polı́ticos es
la propiedad de una democracia de ser nueva o consolidada (para la construcción de la variable nueva
democracia véase el apéndice A.1). Cuando una democracia es nueva se considera que los votantes tienen
menos información o reciben de forma parcial las decisiones del gobierno, en cambio cuando la democracia se establece aumenta el número de elecciones que se han llevado a cabo y los votantes actúan como
31 En
el único caso que esto no ocurre es al controlar por la fuerza de trabajo joven, sin embargo al considerar la regresión
baseline en la muestra para la cual están disponibles los datos de fuerza de trabajo joven el efecto de la elección tampoco
era significativo, ni positivo. Esto se encuentra en el anexo C.6.
32 Es una dummy que varı́a por paı́s. Toma el valor de 1 cuando el ı́ndice de Kaitz promedio por paı́s de la muestra tiene
un valor mayor o igual a 40.
24
fiscalizadores del actuar del gobierno, éste último tiene menos incentivos a “engañar” a los primeros y
por lo tanto no se observarı́an ciclos polı́tico económicos (Brender & Drazen (2005)).
Los resultados de la inclusión de la interacción entre elección y nueva democracia se encuentran en
la columna (1) de la tabla 5. El efecto diferencial electoral en una nueva democracia es negativo sobre el
ı́ndice de Kaitz, lo que potencialmente podrı́a indicar que en nuevas democracias los ciclos electorales no
se producirı́an en el salario mı́nimo, o que de producirse son en promedio menores respecto de paı́ses que
son democracias consolidadas. El mecanismo que hay detrás podrı́a indicar que cuando la democracia es
nueva probablemente el incumbente utiliza como variable de manipulación electoral el gasto fiscal, como
lo estudian los autores mencionados antes, mientras que cuando la democracia se establece el incumbente
debe recurrir a otros instrumentos de manipulación, uno de los cuales podrı́a ser el salario mı́nimo.
Respecto de la institucionalidad de los paı́ses se considerarán las reglas fiscales y las restricciones al
ejecutivo. Rose (2006) sostiene que la aplicación de reglas fiscales limitarı́an la capacidad de los gobernantes para generar ciclos polı́tico fiscales. Para el caso puntual del salario mı́nimo la existencia de reglas
fiscales en un paı́s en particular podrı́a presentar dos efectos concernientes al mismo. Por lo general
paı́ses con reglas fiscales son aquellos donde la institucionalidad fiscal funciona correctamente y por lo
tanto son paı́ses con niveles de desarrollo medio altos. Por otro lado, cuando existen reglas fiscales es de
esperar que los ciclos electorales en el gasto fiscal se vean reducidos y por lo tanto de existir incentivos
oportunistas de parte de la autoridad, los ciclos se vean reflejados en variables distintas al gasto fiscal de
forma agregada o en componentes especı́ficos del gasto. Por lo tanto la regla fiscal mostrarı́a la existencia
de sustitución entre polı́ticas de manipulación, en este caso variables fiscales reemplazadas por el salario
mı́nimo.
La inclusión de la interacción entre elección y la variable de reglas fiscales como una dummy, donde
ésta toma el valor de 1 si el paı́s tiene algún tipo de regla fiscal y 0 si no, se muestra en la columna (2)
de la tabla 5. La interacción permite testear si el canal por el que actúa la regla fiscal en años electorales es por la vı́a de sustitución del gasto por medio de aumentos en el salario mı́nimo como variable
instrumental, con lo que el coeficiente serı́a positivo o, si es reflejo de mejores instituciones entonces
debiese ser negativo. Lo que se obtiene es que el efecto diferencial de una elección en un paı́s con reglas
fiscales es negativa, es decir, la existencia de reglas fiscales reduce el efecto de la elección sobre el ı́ndice
de Kaitz. Para que hubiese sustitución entre instrumentos tendrı́amos que observar que el coeficiente de
la interacción fuese positivo sin embargo es negativo, por lo tanto el canal que está predominando en
este caso es que en paı́ses de mayor y mejor institucionalidad y mayor desarrollo en promedio, reflejado
por la existencia de reglas fiscales, los ciclos polı́ticos en el salario mı́nimo son menos comunes, lo que
es consistente con lo encontrado en la literatura sobre ciclos polı́ticos y desarrollo de los paı́ses (Shi &
Svensson (2006)). El coeficiente que se encuentra para la interacción mostrarı́a una reducción importante
del ciclo sobre el salario mı́nimo.
Del mismo modo que para la variable de reglas fiscales, se estudia el efecto de las restricciones al ejecutivo en los ciclos electorales sobre el salario mı́nimo. Lo que muestra la estimación de la columna (3)
es que en un año electoral en paı́ses con mayores restricciones al ejecutivo, el efecto de la elección se
verı́a incrementado, aunque sin ser estadı́sticamente significativo en la muestra en cuestión. Lo que serı́a
25
contraintuitivo de acuerdo a lo que reflejaban las reglas fiscales.
Los resultados anteriores para reglas fiscales y nuevas democracias se ven reforzados cuando se incluyen todos juntos en la especificación de la columna (4), mostrando que en paı́ses ya sea donde hay reglas
fiscales y/o son nuevas democracias los efectos del ciclo polı́tico que encontrábamos antes en el salario
mı́nimo se verı́an reducidos sustancialmente. La institucionalidad actuarı́a como una restricción de una
potencial manipulación electoral del salario mı́nimo.
6.
Conclusiones
Un ciclo electoral se define como la intención del incumbente de generar expansión económica en los
periodos previos a la elección y en algunas circunstancias una recesión post elección. La literatura sobre
ciclos polı́tico económicos es extensa, abarca desde la perspectiva teórica diversas lı́neas de investigación como el oportunismo electoral o la ideologı́a. Por el lado de la evidencia empı́rica los resultados
son mixtos, donde la conclusión que se puede obtener es que los ciclos polı́tico fiscales son un fenómeno
condicional a las caracterı́sticas institucionales de los paı́ses.
Hasta ahora el estudio del ciclo polı́tico económico habı́a concentrado los esfuerzos en entender bajo
qué circunstancias se producen los ciclos electorales en el gasto fiscal, los impuestos o ciertos componentes más especı́ficos del gasto como en educación, salud o infraestructura. Sin embargo pocos han sido los
autores que han extendido el fenómeno del ciclo electoral a otras variables de relevancia económica, en
parte porque el gasto fiscal corresponde a una variable de mayor manejo para el incumbente.
La pregunta es entonces si existen ciclos electorales en otras variables distintas al gasto, en particular variables que se refieren al mercado laboral y que son de alta visibilidad pública como lo es el salario
mı́nimo. Autores como Lemos (2005), Sobel (1999) y Treisman & Gimpelson (2001) estudian la existencia
de un ciclo electoral sobre el salario mı́nimo de acuerdo a distintas motivaciones como la propaganda
electoral, el lobby de los grupos de interés o se sostiene implı́citamente la existencia de oportunismo, pero
en ninguno de esos estudios se realiza una comparación de varios paı́ses en el tiempo en conjunto.
En este trabajo se estudia si el salario mı́nimo - medido por medio del ı́ndice de Kaitz como una medida
de lo restrictivo que puede ser - responde a un efecto elección. Los resultados para una muestra de 62
democracias entre los años 1982 y 2011 evidencian la existencia de un efecto electoral en el ı́ndice. El
coeficiente de la variable elección muestra que en promedio el ı́ndice de Kaitz aumentarı́a en 1.43 puntos
porcentuales en un año de elección respecto de otro (cuando se controla por competencia electoral), lo
que en términos reales serı́a en promedio menos de la mitad de la tasa de crecimiento de los salarios
mı́nimos en la muestra considerada. Cambios que además se consideran de corto plazo porque no hay
permanencia de la polı́tica post elecciones, es decir, se evidencia un ciclo electoral en el salario mı́nimo
pero sin distorsiones reales importantes. Esto es un indicio de la existencia de un ciclo electoral en el
salario mı́nimo, pero no implica que esto ocurra todos los periodos electorales, ni que se use en conjunto
con otras polı́ticas.
26
Los ejercicios empı́ricos muestran que las variables polı́ticas son también determinantes del salario mı́nimo. Cómo actúan esos determinantes es lo que se busca entender en este trabajo. En principio los
resultados permitirı́an argumentar que el efecto electoral que se observa podrı́a deberse a oportunismo
y no uno en el que predomine la existencia de grupos de interés pro salario mı́nimo, pero no permiten
descartar que existan otras motivaciones detrás del ciclo, como la oportunidad que observa el incumbente
en un año electoral de realizar reformas económicas que cree apropiadas o responden a su ideologı́a, pero
que en otro momento del ciclo electoral no podrı́a hacerlo porque existen más obstáculos polı́ticos de la
oposición. Si se sostiene que el efecto de la elección es por motivaciones oportunistas, el mecanismo de la
reelección del incumbente mostrarı́a que a éste le preocupa su reputación y/o no está dispuesto a asumir
las consecuencias negativas sobre el empleo de un aumento en el salario mı́nimo en periodos posteriores, por lo tanto frente a esas circunstancias el efecto de la elección sobre el ı́ndice de Kaitz se ve reducido.
Los ciclos electorales sobre el salario mı́nimo a la vez son más probables de encontrar en paı́ses donde el salario mı́nimo es alto (ı́ndice de Kaitz es mayor a 40 %) pero las motivaciones electorales del
incumbente no responderı́an a provocar cambios en el salario mı́nimo en pro de trabajadores de bajos
salarios, ni se verı́an disminuidas porque la población de trabajadores jóvenes es abundante en la fuerza
laboral. Es decir, las condiciones económicas del mercado del trabajo no serı́an los canales de transmisión
del ciclo polı́tico sobre salario mı́nimo, sino que las motivaciones polı́ticas del incumbente explicarı́an en
mayor medida la existencia del ciclo.
Por otro lado, los resultados indicarı́an que el fenómeno polı́tico económico que aquı́ se ha estudiado
serı́a uno particular a paı́ses en democracia pero en democracias de larga data, producto de que los
resultados muestran que en nuevas democracias el ciclo se reduce en promedio, probablemente porque el
salario mı́nimo no es prioridad electoral en esos paı́ses sino más bien es el gasto fiscal. Ası́ mismo, cuando
los paı́ses muestran una estructura institucional fiscal sólida medida por reglas fiscales, el efecto de la elección sobre el salario mı́nimo se verı́a reducido. Todo esto en el contexto de ciclos electorales condicionales.
El aporte de este trabajo radica en primer lugar en ampliar el estudio de los determinantes polı́ticos
en la fijación del salario mı́nimo y en segundo lugar mostrar evidencia que la teorı́a del ciclo polı́tico
económico es aplicable en una variable distinta a las ya estudiadas en la literatura de ciclos polı́tico
fiscales, donde la comparación que aquı́ se hace es para un panel de paı́ses.
Estudiar las motivaciones electorales que hay detrás de los cambios del salario mı́nimo se hace relevante a la hora de hacer polı́tica pública por medio de esta variable económica, sobretodo cuando el
foco de la misma no se justificarı́a por las primeras, sino que para mejorar las condiciones de vida de los
hogares y trabajadores más pobres o de menor productividad. Si bien aquı́ no se realiza un juicio de valor
sobre lo que es deseable en el salario mı́nimo, la evidencia presentada indicarı́a que los cambios en este
último en época electoral vendrı́an de la mano de motivaciones polı́ticas y no económicas. Es deseable y
de relevancia continuar en términos teóricos esta discusión para entender los mecanismos que hay detrás
de las correlaciones que este trabajo ha expuesto en términos empı́ricos.
27
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30
Tabla 2: Efectos de la Elección sobre el ı́ndice de Kaitz
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
Elecciónit
1.383**
1.346**
1.462**
1.425**
1.730**
(0.607)
(0.612)
(0.644)
(0.649)
(0.710)
0.0308
0.0309
0.0242
(0.0392)
(0.0390)
(0.0398)
-0.0773
-0.0770
-0.0756
(0.0634)
(0.0637)
(0.0633)
Elecciónit *(CP resit
CP¯res)
Elecciónit *(CP arlit
CP¯arl)
Elecit *AltaDisci
-1.480
(0.942)
Constante
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
-11.12
-10.18
-10.08
-9.136
-9.240
(75.72)
(74.99)
(74.22)
(73.44)
(73.48)
962
962
962
962
962
0.103
0.103
0.108
0.109
0.109
62
62
62
62
62
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
La variable AltaDisc corresponde a las dos categorı́as de alta discreción en la fijación
del salario mı́nimo. Véase la discusión en el texto para más detalles.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel cuando varı́an {i, t},
pero no son reportados sus coeficientes.
31
Tabla 3: Determinantes Polı́ticos del Ciclo Electoral sobre el ı́ndice de Kaitz
Reputación
Grupos de Interés
Reversión
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
Elección
3.696**
3.337*
1.383
1.168
1.839**
1.302*
1.871*
(1.790)
(1.863)
(0.859)
(1.065)
(0.789)
(0.691)
(0.949)
0.0213
0.0204
-0.0417
-0.0314
0.0307
0.0383
0.0370
(0.0480)
(0.102)
(0.0494)
(0.0516)
(0.0392)
(0.0395)
(0.0396)
Elecciónit *(CP resit
CP¯res)
Elecciónit *(CP arlit
CP¯arl)
Elecit *Reelecit
Elecit *Reelecit
1
1 *(CP resit
CP¯res)
1 *(CP arlit
CP¯arl)
-0.0611
-0.340*
-0.00247
-0.0243
-0.0763
-0.0816
-0.0814
(0.0561)
(0.202)
(0.0461)
(0.0512)
(0.0630)
(0.0642)
(0.0638)
-3.115*
-3.217
(1.755)
(1.977)
-0.0163
(0.114)
Elecit *Reelecit
0.349*
(0.205)
Elecit *Grupo Interésit
-1.455
1
(1.305)
Elecit *Densidad Sindicalit
-0.0181
1
(1.289)
Elecit *(100-Imp.Corporativoit
1)
-1.307
(1.289)
Elecciónit
1
1.315**
1.280
(0.630)
(0.789)
Elecciónit+1
Constante
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
-0.167
0.350
(0.584)
(0.719)
18.36
3.619
138.4
121.1
-8.824
-11.94
-10.89
(56.95)
(69.99)
(162.7)
(177.2)
(73.78)
(88.47)
(88.78)
962
962
339
339
962
929
929
0.119
0.128
0.107
0.134
0.111
0.110
0.112
62
62
52
52
62
62
62
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
La variable Reelec corresponde a la dummy de reelección del incumbente.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel cuando varı́an {i, t},
pero no son reportados sus coeficientes.
32
Tabla 4: Ciclo Electoral del Salario Mı́nimo y Caracterı́sticas del Mercado Laboral
Baseline
TBSal
Prim.
Sec.
FTjoven
Desemp.
AltoSM
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
Elecciónit
1.425**
3.078*
1.694**
1.671**
-0.130
1.507**
-0.270
(0.649)
(1.766)
(0.648)
(0.633)
(0.588)
(0.712)
(0.641)
0.0309
-0.209
0.0205
0.0293
-0.00883
0.00341
0.0203
(0.0390)
(0.128)
(0.0465)
(0.0460)
(0.0503)
(0.0402)
(0.0402)
-0.0770
-0.178
-0.0796
-0.0792
0.0229
-0.0834
-0.0825
(0.0637)
(0.109)
(0.0680)
(0.0692)
(0.0282)
(0.0654)
(0.0601)
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
Elecit *(TBSalit
¯
1 -T BSal)
0.183
(0.265)
Elecit *( %Primit
¯
1 - %P rim)
0.00478
(0.0324)
Elecit *( %Secit
¯
1 - %Sec)
0.0129
(0.0359)
Elecit *(FTjovenit
¯
1 - %F T joven)
-0.0852
(0.111)
Elecit *1 · (Bajo Desempleoit
1)
1.338
(4.063)
Elecit *AltoSMi
3.188**
(1.261)
Constante
-9.136
179.1
-13.31
-8.705
-45.55
7.033
-10.33
(73.44)
(185.0)
(75.39)
(75.94)
(68.17)
(74.77)
(73.22)
962
228
936
936
577
840
962
0.109
0.302
0.121
0.125
0.117
0.124
0.113
62
28
61
61
60
53
62
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
Las variables T BSal, F T joven, P rim y Sec corresponden a trabajadores de bajos salarios ( %),
fuerza de trabajo joven, porcentaje de la población con educación primaria y secundaria, respectivamente.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel cuando varı́an {i, t},
pero no son reportados sus coeficientes.
33
Tabla 5: Ciclo Electoral del Salario Mı́nimo e Instituciones
Nueva Demo
Regla fiscal
Rest. Ejec.
Todos
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
Elecciónit
1.961**
2.020**
1.229*
2.533**
(0.815)
(0.774)
(0.695)
(0.997)
0.0453
0.0284
0.0301
0.0436
(0.0408)
(0.0396)
(0.0390)
(0.0405)
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
Elecit *NuevaDemoc.it
Elecit *ReglaFiscalit
Elecit *Rest.Ejec.it
Constant
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
1
-0.0777
-0.0754
-0.0781
-0.0762
(0.0642)
(0.0613)
(0.0636)
(0.0612)
-2.745*
-3.313**
(1.553)
(1.600)
1
-1.940**
-2.371**
(0.863)
(0.912)
1
0.0347
0.0508
(0.0448)
(0.0473)
-6.793
-4.949
-9.433
-2.942
(73.81)
(72.86)
(73.54)
(73.36)
962
962
962
962
0.111
0.114
0.109
0.117
62
62
62
62
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel cuando varı́an {i, t},
pero no son reportados sus coeficientes.
34
A.
Construcción de la Base de Datos y Variables
Para la construcción de la base de datos de este trabajo se utilizan diversas fuentes, las que se listan y
describen a continuación, donde además se detallan los criterios para la inclusión de paı́ses en la muestra.
A.1.
Bases de Datos
1. Salario Mı́nimo y Salario Medio: Se utiliza la base de datos de salarios mı́nimos del FMI de
Aleksynska y Schindler (2011), Labor Market Regulations in Low-Middle- and High-IncomeCountries:
A New Panel Database, que tiene observaciones de salario mı́nimo, salario medio, cobertura de seguros de desempleo y regulación laboral entre 1980 y 2005 para un grupo importante de paı́ses.
Esta base se construye en su mayorı́a con los datos disponibles en las estadı́sticas de la OIT. El
departamento de estadı́sticas de la OIT construye una base con datos de salario mı́nimo, salario
medio y salario mediano más actual entre los años 1995 a 2011 que se encuentra en las bases de
datos TRAVAIL: Conditions of Work and Employment.
En este trabajo se juntan las dos bases de datos anteriores cuando es posible hacerlo en cada
paı́s (cuando los datos son comparables porque provienen de la misma fuente para cada paı́s en
particular), de tal forma que se construye un panel más largo y con un mayor número de paı́ses
respecto a la primera base de datos. Se obtiene un panel desbalanceado con 72 paı́ses entre los años
1980 y 2011 con datos de salario mı́nimo nominal, de los cuales 72 tiene datos de salarios medios,
para un total de 1166 observaciones.
2. Elecciones y Variables Polı́ticas: Para la construcción de la variable elección y competencia electoral se utilizan los datos del proyecto del Banco Mundial de Instituciones Polı́ticas, versión 2012 de
Thorsten Beck, George Clarke, Alberto Gro↵, Philip Keefer, and Patrick Walsh (2001) “New tools
in comparative political economy: The Database of Political Institutions”, datos de Elecciones de
Election Guide 33 y de Election Results Archive de las universidades de Bhinghamton y Georgetown,
y para los paı́ses de África se utilizan los datos de African Elections Database34 .
Para determinar si la variable de elección es endógena o predeterminada se utiliza la base de
datos del trabajo de Brender y Drazen (2005, 2008)35 . Los autores consideran las elecciones predeterminadas como aquellas que se llevaran a cabo en la frecuencia establecida por cada paı́s en
forma legal respecto de la elección anterior. Los datos de los autores llegan hasta el año 2001, se
complementan los siguientes años con los datos disponibles en Election Guide, base en la cual se
especifica si cada elección tuvo carácter de determinada o snap, este concepto se utiliza cuando una
elección legislativa fue convocada previo al término de la frecuencia establecida.
3. Polity IV: Se utiliza la variable polity construida en base a democracia y autocracia. El valor de
polity se encuentra entre -10 y 10. Cuando el valor de polity es mayor o igual a 0 se considera que el
paı́s pasa el filtro de un nivel mı́nimo de democracia, en ese contexto es posible construir la variable
de nueva democracia. Una nueva democracia es un paı́s que posee un valor de polity positivo previo
33 en
electionguide.org
http://africanelections.tripod.com/index.html
35 http://econweb.umd.edu/~drazen/Working_Papers/DATA_STATISTCAL_APPENDIX.pdf
34 en
35
a haber tenido valores negativos. La nueva democracia comienza cuando se produce el quiebre en
el valor de polity hasta el año anterior a la cuarta elección posterior a convertirse en democracia.
4. ILOSTAT: Es la base de datos estadı́stica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, ILO
en inglés). De esta base se obtienen las siguientes variables que varı́an por paı́s y por año: Fuerza
de Trabajo (miles de personas), Fuerza de Trabajo joven (15-24 años, miles de personas)
5. Grupos de Interés: Para la construcción de esta variable se requieren de dos componentes, la tasa
de densidad sindical y la tasa de impuestos corporativos.
La primera variable se obtiene en su gran mayorı́a de UNIONS 2011: Trade Union Membership Statistics Database, base de datos construida por la OIT, la que cubre a 67 paı́ses desde 1990.
Estos datos son complementados con el estudio de Visser (2013): ICTWSS, Database on Institutional Characteristics of Trade Unions, Wage Setting, State Intervention and Social Pacts in 34
countries between1960 and 200736 . Se incluyen posteriormente datos obtenidos de estudios de casos
para los paı́ses que faltan, en su mayorı́a latinoamericanos, una desventaja de esto último es que las
estimaciones de esos estudios cubren sólo subperiodos de la muestra de salarios mı́nimos original o
estimaciones puntuales para uno o dos años.
La segunda variable requerida es la tasa máxima de impuestos corporativos que enfrentan las
empresas en los paı́ses cada año. Se obtiene la base de datos de KPMG quienes realizan encuestas
a nivel paı́s para la recopilación de los datos. Estos están disponibles a partir del año 1993 para los
paı́ses desarrollados, y desde 1997 para los paı́ses en desarrollo.
6. Salarios: La OIT construye una base de datos de salarios que comienza en el año 1995, de la
que es posible obtener el porcentaje de trabajadores empleados que ganan menos de 2/3 del salario
mediano en el ILO Global Wage Report, a estos trabajadores se le cataloga como “low pay workers”.
7. Educación: Barro y Lee (2012) construyen datos del número de años de educación promedio de la
población y el porcentaje de personas sobre los 15 y 25 años con escolaridad primaria, secundaria
o terciaria completa o con al menos 1 año en cada nivel (incompleta). Es una base de datos para
146 paı́ses con datos en intervalos cada 5 años a partir de 1950 hasta 2010.
8. World Economic Outlook: De la base de datos del World Economic Outlook, April 2014, del Fondo
Monetario Internacional se obtienen las variables de Producto Interno Bruto per cápita y crecimiento del mismo, tasa de inflación y tasa de desempleo.
9. Reglas Fiscales: El proyecto Fiscal Rules at a Glance del FMI y Tidiane Kinda, Christina Kolerus,
Priscilla Muthoora y Anke Weber (2013), en el que se construye una base de datos para 85 paı́ses
del mundo que han implementado algún tipo de regla fiscal a partir de 1985 (hasta agosto de 2013).
La base de datos desagrega el tipo de regla fiscal que se ha implementado en cada uno de los paı́ses
y a partir de qué año. En este trabajo se usa la definición amplia de regla fiscal, se considera que
un paı́s implementa una regla fiscal si en el año anterior estaba en práctica al menos un tipo de
regla fiscal: balance fiscal, gasto fiscal, deuda fiscal y/o ingreso fiscal.
36 http://www.uva-aias.net/208
36
A.2.
Inclusión de Paı́ses
La selección de paı́ses se hace en base a tres criterios. El primero de ellos es la forma en que se fija
el salario mı́nimo en cada paı́s. Y el segundo es si el paı́s pasa por el filtro de “polity”que asegura un
mı́nimo nivel de democracia; y el tercero es que el paı́s muestre al menos una elección en el periodo en
el que se le observa.
1. Fijación del Salario Mı́nimo. Existen dos formas generales en las que se fija el salario mı́nimo en una
economı́a. La primera de ellas es que no existe un salario mı́nimo de forma general, si no que la fijación se hace por Acuerdos Colectivos entre los trabajadores y los empleadores, de tal forma que no
es posible reportar un nivel de salario mı́nimo porque varı́a a nivel de sector o industria en cada paı́s.
La segunda forma de fijar el salario mı́nimo es una donde participa directa o indirectamente el
gobierno, dentro de esta misma hay tres categorı́as (Boeri (2012) y OIT (2013)):
El salario mı́nimo se fija por acuerdos entre los representantes sociales, luego es ratificado por
el gobierno. O se fija por acuerdo tripartitos donde el gobierno hace de mediador.
El salario mı́nimo es fijado por el gobierno luego de consultar a los representantes de los
trabajadores y empleadores.
El salario mı́nimo es fijado unilateralmente por el gobierno.
En la muestra de paı́ses válidos se consideran a los que entran en la segunda categorı́a y que cumplen
con cualquiera de los tres criterios mencionados antes, es decir todos aquellos en que el gobierno
participa de la fijación, aunque sea sólo como un proceso de ratificación. Se descartan los paı́ses en
los que no hay salario mı́nimo (en la muestra el paı́s tiene salario mı́nimo igual a cero en todo el periodo). Cuando el salario mı́nimo se fija por sectores, en la muestra se observa el salario promedio37 .
Finalmente, de la muestra anterior se descartan 6 paı́ses en los cuales a pesar de pasar por el
filtro anterior el salario mı́nimo se fija a nivel de gobiernos locales, por lo tanto hay más de un
salario mı́nimo y el ciclo polı́tico local no es necesariamente el mismo que el ciclo polı́tico nacional.
Estos paı́ses son: Canadá, Japón, Indonesia, Pakistán, Filipinas y China (además este último no
tiene elecciones).
2. Filtro Polity: En base a valores positivos de la variable polity se selecciona a los paı́ses de acuerdo a
si tienen instituciones democráticas, mayores valores de polity se asocian a mejores democracias. De
esta forma nos aseguramos que el paı́s presente niveles mı́nimos de competitividad, participación
polı́tica, apertura en la selección del ejecutivo y restricciones sobre el mismo (Persson y Tabellini,
2002).
37 Los
detalles se encuentran en el manual de usuario de la base de datos de Aleksynska y Schindler (2011), Labor Market
Regulations in Low-Middle- and High-IncomeCountries: A New Panel Database. y en las fuentes citadas por la OIT en la
base de datos de salarios.
37
B.
Estadı́stica Descriptiva
Tabla B.1: Salario Mı́nimo a Salario Medio (*100)
Muestra
mean
min
max
sd
N
Completa
40.17
0
122.1
19.44
962
Por elección
No hay elección
39.81
0
106.1
19.14
724
Hay elección
41.26
0
122.1
20.32
238
Diferencia (*)
1.45
-
-
-
-
Por Sistema Polı́tico
Parlamentarios
40.99
0
122.1
19.34
491
Presidenciales
39.32
0.172
106.1
19.53
471
Diferencia (*)
1.67
-
-
-
-
Por Forma de Fijación del Salario Mı́nimo
Negociación (1)
43.54
0.172
106.1
21.20
349
Consulta (2)
41.62
0
122.1
18.71
422
Unilateral (3)
30.80
0.453
58.10
14.08
191
Consulta o Unilateral (4)
38.25
0
122.1
18.1
613
Diferencia [(1)-(4)] (**)
5.29
-
-
-
-
(*) Diferencia no significativa
(**) Diferencia significativa al 1 %.
Tabla B.2: Distribución de Elecciones en la Muestra
Muestra
Total
Predeterm.
Endógenas
Reelección
Total de Elecciones
238
187
51
180
Presidenciales
104
89
15
51
Parlamentarias
134
98
36
129
Tabla B.3: Crecimiento Real y Nominal de los componentes del ı́ndice de Kaitz
Variables
mean
min
max
sd
Crecimiento Kaitz
9.90
-97.90
1548
82.44
Crec. Real
3.90
-79.02
1287
47.11
Crec. Nominal
42.94
-24.33
6603
295.8
Crec. Real
1.39
-91.62
258.1
14.56
Crec. Nominal
34.31
-52.00
6113
242.5
Salario Mı́nimo
Salario Medio
(*) se consideran 863 observaciones en esta tabla.
38
Figura 1: Distribución por Periodo1
1: Cuando se sacan de la muestra los valores superiores a 100, las medias por periodo no cambian
sustantivamente.
Tabla B.4: Media SMin/SMed por periodo
Periodo
Obs
Mean
Std.Err.
95 % Conf. Interval
t-2
116
41.64
1.713
38.25
45.04
t-1 (*)
173
39.76
1.506
36.79
42.74
t (Año elección)
240
41.05
1.318
38.45
43.64
t+1 (*)
177
38.52
1.472
35.61
41.42
t+2
234
39.85
1.240
37.41
42.29
(*) Diferencia respecto del año electoral t no significativa.
39
Tabla B.5: Paı́ses de la Muestra
Paı́s
SMin/SMed
Primer Año
Último Año
Num. Años
Albania
67.53
1991
2006
16
Sistema
Argentina
22.48
1983
2006
24
Presidencial
Australia
57.54
1982
2006
25
Parlamentario
Belgium
57.45
1982
2005
24
Parlamentario
Bolivia
21.80
1986
2003
18
Presidencial
Botswana
18.19
2000
2009
10
Parlamentario
Brazil
19.38
1995
2003
9
Presidencial
Bulgaria
44.18
1990
2007
18
Parlamentario
Parlamentario
Chile
38.40
1989
2006
18
Presidencial
Colombia
49.62
1982
2007
26
Presidencial
Costa Rica
65.46
2002
2006
5
Presidencial
Croatia
34.83
2000
2011
12
Parlamentario
Czech Republic
2.86
1997
2006
10
Parlamentario
Dominican Republic
53.37
1982
2005
24
Presidencial
Ecuador
67.90
1982
2005
24
Presidencial
El Salvador
55.93
1984
2005
22
Presidencial
Estonia
30.33
1995
2007
13
Parlamentario
Ethiopia
6.16
1995
2001
7
Parlamentario
France
61.12
1982
2005
24
Parlamentario
Ghana
20.51
1996
2005
10
Presidencial
Greece
55.84
1982
2003
22
Parlamentario
Guatemala
32.46
1986
2003
18
Presidencial
Honduras
42.15
1996
2010
15
Presidencial
Hungary
37.87
1990
2007
18
Parlamentario
India
37.93
2001
2010
10
Parlamentario
Ireland
53.31
2001
2007
7
Parlamentario
Israel
46.64
1996
2011
16
Parlamentario
Jamaica
29.65
1987
2003
17
Parlamentario
Kenya
19.79
2002
2005
4
Presidencial
Korea, South
27.11
1988
2006
19
Presidencial
Kyrgyzstan
5.43
2005
2011
7
Presidencial
Latvia
34.87
1994
2011
18
Parlamentario
Lesotho
74.40
2002
2011
10
Parlamentario
Lithuania
41.26
2001
2011
11
Presidencial
Luxembourg
42.02
1996
2011
16
Parlamentario
Mauritius
22.14
2009
2011
3
Parlamentario
Mexico
22.37
1988
2006
19
Presidencial
Mongolia
34.07
2009
2011
3
Presidencial
Nepal
76.67
1992
2000
9
Parlamentario
Netherlands
26.46
1982
2005
24
Parlamentario
New Zealand
41.95
1982
2006
25
Parlamentario
Nicaragua
50.23
1996
2005
10
Presidencial
Panama
51.32
1996
2010
15
Presidencial
Paraguay
65.18
1989
2002
14
Presidencial
Peru
41.09
1982
2006
25
Presidencial
Poland
37.27
1989
2006
18
Presidencial
Portugal
55.90
1982
2005
24
Parlamentario
Romania
47.92
1990
2006
17
Parlamentario
Russia
11.04
1994
2011
18
Presidencial
Senegal
19.16
2000
2006
7
Presidencial
Slovakia
41.03
2001
2011
11
Parlamentario
Slovenia
43.73
2001
2011
11
Parlamentario
Spain
30.14
1982
2007
26
Parlamentario
Sri Lanka
50.50
1982
2005
24
Presidencial
Taiwan
42.66
1992
2007
16
Presidencial
Thailand
53.63
1990
2005
16
Parlamentario
Turkey
9.42
1983
2006
24
Parlamentario
Ukraine
34.39
1994
2011
18
Presidencial
United Kingdom
40.03
1984
2007
24
Parlamentario
United States
34.32
1982
2006
25
Presidencial
Uruguay
31.90
1986
1998
13
Presidencial
Venezuela
71.08
1996
2008
13
Presidencial
Nota 1: Los paı́ses que aquı́ se muestran corresponden a todos ellos donde el salario mı́nimo
es fijado o ratificado por el gobierno central y pasan el filtro polity.
Nota 2: Paı́ses donde el sistema polı́tico es uno donde el presidente es elegido por Asamblea
se tratan como parlamentarios porque la competencia presidencial no está disponible dada la
40
forma en que se elige al presidente, ese es el caso de Estonia
Nota 3 : Hay paı́ses donde el sistema polı́tico ha variado en el tiempo, se considera eso en las
regresiones, aquı́ se expone el sistema que ha predominado en la muestra.
Tabla B.6: Paı́ses que no pasan filtro Polity
Paı́s
Smin/Smed
Primer Año
Último Año
Núm. Años
Elecciones
Sistema
Algeria
34.21
1991
1997
7
1
Presidencial
Argentina
11.13
1982
1982
1
0
Presidencial
Azerbaijan
16.60
1996
2011
16
3
Presidencial
Belarus
23.29
1996
2011
16
3
Asamblea Presidencial
Bulgaria
49.07
1982
1989
8
0
Presidencial
Burkina Faso
58.95
1998
2000
3
1
Presidencial
Cameroon
12.09
1999
2005
7
0
Presidencial
Chile
21.24
1982
1988
7
0
Presidencial
Croatia
34.03
1999
1999
1
1
Asamblea Presidencial
Egypt
20.32
1991
2005
15
4
Presidencial
El Salvador
48.19
1982
1983
2
1
Parlamentario
Ethiopia
2.87
2005
2005
1
1
Presidencial
Ghana
33.27
1982
1995
14
1
Presidencial
Guatemala
42.78
1982
1985
4
1
Asamblea Presidencial
Hungary
39.07
1982
1989
8
2
Presidencial
Kenya
28.73
1992
2001
10
2
Presidencial
Kyrgyzstan
8.73
1996
2010
15
1
Parlamentario
Lesotho
56.48
1999
2001
3
1
Presidencial
Mexico
34.67
1982
1987
6
1
Presidencial
Nigeria
26.60
1986
1998
13
1
Presidencial
Peru
27.27
1992
2000
9
1
Asamblea Presidencial
Poland
26.44
1982
1988
7
2
Asamblea Presidencial
Romania
49.21
1982
1989
8
2
Presidencial
Senegal
23.41
1996
1999
4
1
Asamblea Presidencial
Parlamentario
Taiwan
51.75
1984
1991
8
0
Thailand
51.19
1991
2006
16
0
Presidencial
Turkey
8.59
1982
1982
1
0
Presidencial
Uganda
1.97
2005
2011
7
2
Presidencial
Venezuela
63.62
2009
2010
2
0
Asamblea Presidencial
Vietnam
20.18
1996
2005
10
4
Presidencial
Nota: Asamblea Presidencial es una tercera categorı́a en la base de datos de Instituciones Polı́ticas del Banco Mundial,
en las estimaciones se considera a esta categorı́a como sistema parlamentario, a menos que las elecciones
presidenciales sean explı́citas.
Tabla B.7: Número de Paı́ses con altos SM
Kaitz
Media Muestral
IPEA (2002)
Estados Unidos
Paı́ses >=
Paı́ses <
40.17
30
32
40
31
31
34.32
39
23
41
Tabla B.8: Estadı́stica Descriptiva Variables de Control
Variable
Mean
Std.Dev.
Min
Max
N
n
Competencia Parlamentaria
81.89
25.24
0
100
489
35
Competencia Presidencial
80.87
19.96
0
99.78
471
36
Grupo Interés
0.333
0.187
0.03
1.049
369
52
Densidad Sindical
26.05
15.54
2.10
81.20
629
57
Tasa Imp. Corporativos
29.58
7.226
10
49.22
494
52
% Primaria Incompleta
32.60
16.54
1.146
68.00
959
61
% Secundaria Incompleta
43.05
17.16
8.182
87.97
959
61
% Trabajadores bajos salarios
20.47
5.595
10.83
34.05
243
28
Fuerza de Trabajo Joven %
17.1
6.05
6.11
31.3
601
61
Desempleo %
8.929
4.199
1.400
26.50
840
53
Reglas Fiscales
0.339
0.474
0
1
962
62
Restricciones al Ejecutivo
6.324
1.021
3
7
962
62
Nueva Democracia
0.230
0.421
0
1
962
62
Inflación ( %) [*]
38.7
29.95
-8.24
7482
962
62
ln(PIBpc)
9.042
0.883
5.978
11.30
962
62
0.0242
0.0424
-0.267
0.162
962
62
%PIB pc
Nota: Véase Apéndice para descripción de variables y fuentes de datos.
[*]: El alto valor promedio de la tasa de inflación se debe a que existe cerca de un 4 %
de datos con valores para las tasas de inflación que superan el 100 %.
42
C.
Otros Resultados
Tabla C.1: Efectos de la Elección sobre el ı́ndice de Kaitz, Efectos Fijos
Todos
Presid.
Todos
Todos
Todos
Todos
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
Elecciónit
1.383**
0.383
2.117***
1.346**
1.462**
1.425**
(0.607)
(0.974)
(0.794)
(0.612)
(0.644)
(0.649)
Elecit *Sistema Presidencialit
-1.610
(1.061)
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
Constante
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
0.0308
0.0309
(0.0392)
(0.0390)
-0.0773
-0.0770
(0.0634)
(0.0637)
-11.12
142.4
-11.62
-10.18
-10.08
-9.136
(75.72)
(112.0)
(75.47)
(74.99)
(74.22)
(73.44)
962
471
962
962
962
962
0.103
0.194
0.104
0.103
0.108
0.109
62
36
62
62
62
62
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel,
pero no son reportados sus coeficientes.
43
Tabla C.2: Efectos de la Elección sobre el ı́ndice de Kaitz, Efectos Aleatorios
RE
RE
RE
RE
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
Elecciónit
1.242**
1.222**
1.333**
1.313**
(0.562)
(0.560)
(0.606)
(0.604)
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
Constante
0.0176
0.0178
(0.0414)
(0.0412)
-0.0781
-0.0781
(0.0674)
(0.0675)
11.87
12.20
10.51
10.78
(23.02)
(22.79)
(23.60)
(23.42)
0.1906
0.0001
0.2279
0.0003
Observaciones
962
962
962
962
Num. Paı́ses
62
62
62
62
Sargan-Hansen (p-val)
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel,
pero no son reportados sus coeficientes.
P-value del test Sargan-Hansen menor a 0.05 indica que es deseable utilizar efectos fijos.
44
Tabla C.3: Estimación en muestra que no considera el filtro Polity
Variables
(1)
Elecciónit
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
(2)
1.014
-2.128
(0.694)
(1.855)
-0.00488
0.0260
(0.0281)
(0.0356)
-0.0658
-0.0579
(0.0519)
(0.0532)
Elecit *FiltroPolityit
3.394*
(1.708)
Constant
-87.05
-87.64
(58.76)
(59.03)
Observaciones
1,157
1,157
R-squared
0.130
0.134
71
71
Num. Paı́ses
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control
de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia
presidencial y parlamentaria.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen
en nivel cuando varı́an {i, t}, pero no son reportados sus
coeficientes.
45
Tabla C.4: Endogeneidad de la Elección
Baseline
Baseline
Endog
Endog
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
Elecciónit
1.383**
1.425**
(0.607)
(0.649)
1.330*
1.511*
(0.732)
(0.840)
1.589
1.486
(1.944)
(1.927)
Elección Predeterminadait
Elección Endógenait
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
0.0309
(0.0390)
-0.0770
(0.0637)
Elec Pred.it *(CP resit
CP¯res)
0.0269
(0.0522)
CP¯arl)
Elec Predit *(CP arlit
-0.128
(0.106)
Elec Endog.it *(CP resit
CP¯res)
Elec Endog.it *(CP arlit
CP¯arl)
0.0480
(0.112)
0.0421
(0.0633)
Constante
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
-11.12
-9.136
-11.42
-2.572
(75.72)
(73.44)
(75.55)
(72.83)
962
962
962
962
0.103
0.109
0.103
0.113
62
62
62
62
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel,
pero no son reportados sus coeficientes.
Las variables Pred. y Endog. corresponden a las definiciones de elecciones
predeterminadas y endógenas, respectivamente.
46
Tabla C.5: Estimación con la variable Grupos de Interés
GI
GI
DSind.
DSind.
Imp.Corp.
Imp.Corp.
Variables
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
Elecciónit
0.677
1.383
1.307
0.756
1.466**
1.918**
(0.550)
(0.859)
(0.941)
(0.988)
(0.633)
(0.815)
-0.0351
-0.0417
-0.0240
-0.0220
-0.0942*
-0.0943*
(0.0504)
(0.0494)
(0.0480)
(0.0500)
(0.0543)
(0.0519)
-0.00836
-0.00247
-0.112
-0.118
-0.0426
-0.0411
(0.0448)
(0.0461)
(0.0999)
(0.0982)
(0.0557)
(0.0528)
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
Elecit *Grupo Interésit
-1.455
1
(1.305)
Elecit *Densidad Sindicalit
1.426
1
(1.604)
Elecit *(100-Imp.Corporativoit
1)
-1.370
(1.104)
Constante
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
145.1
138.4
-28.79
-52.62
201.6
197.8
(164.9)
(162.7)
(111.0)
(112.5)
(151.9)
(149.0)
339
339
626
626
448
448
0.104
0.107
0.146
0.158
0.116
0.123
52
52
58
58
52
52
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
Las variables de grupos de interés son dummies de alta incidencia, de acuerdo a lo descrito en el texto.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel cuando varı́an {i, t},
pero no son reportados sus coeficientes.
47
Tabla C.6: Estimación con las variables de Mercado Laboral
TBSal
TBSal
Baseline
Prim.
Sec.
FTjoven
FTjoven
Desemp.
Desemp.
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
1.507**
Variables
Elecciónit
Elecit *(CP resit
CP¯res)
Elecit *(CP arlit
CP¯arl)
2.836
3.078*
1.657**
1.694**
1.671**
-0.117
-0.130
1.658**
(1.721)
(1.766)
(0.652)
(0.648)
(0.633)
(0.574)
(0.588)
(0.725)
(0.712)
-0.183
-0.209
0.0258
0.0205
0.0293
0.00942
-0.00883
0.00711
0.00341
(0.111)
(0.128)
(0.0468)
(0.0465)
(0.0460)
(0.0541)
(0.0503)
(0.0380)
(0.0402)
-0.222
-0.178
-0.0824
-0.0796
-0.0792
0.0203
0.0229
-0.0891
-0.0834
(0.151)
(0.109)
(0.0692)
(0.0680)
(0.0692)
(0.0257)
(0.0282)
(0.0757)
(0.0654)
¯
Elecit *(TBSalit
1 -T BSal)
0.183
(0.265)
Elecit *( %Primit
¯
1 - %P rim)
0.00478
(0.0324)
Elecit *( %Secit
¯
1 - %Sec)
0.0129
(0.0359)
Elecit *(FTjovenit
¯
1 - %F T joven)
-0.0852
(0.111)
Elecit *1 · (Bajo Desempleoit
1)
1.338
(4.063)
Constante
261.4
179.1
5.550
-13.31
-8.705
-59.53
-45.55
-2.913
7.033
(218.6)
(185.0)
(74.11)
(75.39)
(75.94)
(72.01)
(68.17)
(77.38)
(74.77)
228
228
936
936
936
577
577
840
840
0.215
0.302
0.112
0.121
0.125
0.104
0.117
0.111
0.124
28
28
61
61
61
60
60
53
53
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Nota: Todas las estimaciones incluyen las variables de control de la matriz Xit
1.
Las variables CP res y CP arl corresponden a competencia presidencial y parlamentaria.
Las variables T BSal, F T joven, P rim y Sec corresponden a trabajadores de bajos salarios ( %),
fuerza de trabajo joven, porcentaje de la población con educación primaria y secundaria, respectivamente.
Todas las variables interactuadas con eleccionit se incluyen en nivel cuando varı́an {i, t},
pero no son reportados sus coeficientes.
48
Tabla C.7: Ciclo Electoral, Instituciones y caracterı́sticas de la Oferta Laboral
Variables
Elecciónit *
CP¯res)
Elecit *(CP resit
CP¯arl)
Elecit *(CP arlit
Elecit *ReglaFiscalit
1
Elecit *NuevaDemoc.it
Elecit *Rest.Ejec.it
1
1
¯
Elecit *(TBSalit
1 -T BSal)
TBSal
Prim
Sec
FTjoven
Desemp.
GI
Alta Disc
Reelec.
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
5.616
2.566
2.880
-2.897
2.713**
2.844
5.164**
4.011**
(17.76)
(8.278)
(8.410)
(6.751)
(1.078)
(5.900)
(2.054)
(1.999)
-0.265*
0.0292
0.0380
-0.0194
0.0161
-0.0742
0.0419
0.0533
(0.152)
(0.0495)
(0.0495)
(0.0597)
(0.0419)
(0.0624)
(0.0560)
(0.0998)
-0.127
-0.0786
-0.0777
0.0179
-0.0799
-0.00838
-0.0618
-0.340*
(0.124)
(0.0701)
(0.0710)
(0.0322)
(0.0615)
(0.0456)
(0.0542)
(0.199)
-5.546
-2.792**
-2.906**
-1.434
-2.743**
-1.617
-1.652**
-1.189
(3.539)
(1.218)
(1.187)
(1.142)
(1.068)
(1.693)
(0.783)
(0.832)
-1.910
-3.285**
-3.207*
1.071
-2.821
-1.274
-3.205*
-3.785**
(2.649)
(1.635)
(1.650)
(1.699)
(1.713)
(2.131)
(1.749)
(1.871)
0.173
0.111
0.0607
0.488
0.0447
0.00583
0.0558
0.0592
(2.881)
(1.311)
(1.334)
(1.043)
(0.0515)
(0.984)
(0.0596)
(0.0539)
0.162
(0.224)
Elecit *( %Primit
¯
1 - %P rim)
-0.00234
(0.0375)
Elecit *( %Secit
¯
1 - %Sec)
0.0182
(0.0437)
Elecit *(FTjovenit
¯
1 - %F T joven)
-0.114
(0.135)
Elecit *1 · (Bajo Desempleoit
Elecit *Grupo Interésit
1)
1.558
(4.338)
-1.561
1
(1.345)
Elecit *AltaDisc.it
-4.750**
(2.284)
Elecit *Reelecciónit
Elecit *Reelecit
1
1 *AltaDisci
-3.734*
-3.133
(1.951)
(2.098)
5.025*
(2.594)
Elecit *Reelecit
1 *(CP resit
CP¯res)
Elecit *Reelecit
1 *(CP arlit
CP¯arl)
-0.0387
(0.111)
0.350*
(0.203)
Constant
Observaciones
R-squared
Num. Paı́ses
172.4
-7.162
-1.525
-41.94
9.557
160.9
27.51
11.23
(195.6)
(87.18)
(76.64)
(68.96)
(75.66)
(171.3)
(56.57)
(69.65)
228
936
936
577
840
339
962
962
0.331
0.131
0.134
0.123
0.130
0.123
0.130
0.137
28
61
61
60
53
52
62
62
Robust standard errors in parentheses
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
49
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