Esquema de Objetivos de Inflación

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ESQUEMA
DE
OBJETIVOS
DE
INFLACIÓN
Esquema de Objetivos de Inflación
A partir de la adopción del régimen de libre flotación cambiaria, como
consecuencia de la crisis de balanza de pagos de 1994-1995, el tipo de cambio
dejó de funcionar como el instrumento de política que coordinaba las expectativas
de inflación alrededor de los objetivos de la autoridad. En estas circunstancias, la
política monetaria asumió ese papel que, en términos técnicos, se conoce como
ancla nominal de la economía.
El esquema de la política monetaria se ha modificado con el fin de
incrementar su efectividad y transparencia ante los cambios que ha
experimentado la economía de México. Esta evolución ha tenido como resultado
una convergencia gradual hacia un esquema de objetivos de inflación. Este
esquema de la política monetaria fue utilizado por primera vez en 1990 por Nueva
Zelandia. A partir de entonces, varios países, desarrollados y emergentes, se
han inclinado por este esquema. Ello, como resultado de los problemas que
enfrentaron las estrategias sustentadas en agregados monetarios o en objetivos
de tipo de cambio. Entre los países desarrollados que han adoptado este enfoque
se encuentran, además de Nueva Zelandia, Australia, Canadá, Inglaterra,
Islandia, Noruega, Suecia, y Suiza, mientras que entre los países emergentes
están Brasil, Chile, Colombia, Corea, Filipinas, Hungría, Israel, Perú, Polonia,
República Checa, Sudáfrica y Tailandia. Las principales características de este
régimen monetario, el cual se centra en alcanzar los objetivos de inflación
propuestos, son las siguientes:
(a)
El reconocimiento de la estabilidad de precios como el objetivo
fundamental de la política monetaria.
(b)
El anuncio de objetivos de inflación de mediano plazo.
(c)
Contar con una autoridad monetaria autónoma.
(d)
La aplicación de la política monetaria en un marco de
transparencia, el cual se sustenta en una estrategia de
comunicación respecto de los objetivos, planes y decisiones de la
autoridad monetaria.
(e)
Un análisis de todas la fuentes de presiones inflacionarias con el
fin de evaluar la trayectoria futura del crecimiento de los precios.
Dicho análisis es la principal referencia para las decisiones de la
política monetaria.
(f)
El uso de mediciones alternativas de la inflación, como la inflación
subyacente, para separar aquellos fenómenos que inciden de
manera transitoria sobre la inflación e identificar la tendencia de
mediano plazo del crecimiento de los precios.
Entre los beneficios que han obtenido los países que adoptaron este
esquema destacan los siguientes:
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ESQUEMA
DE
OBJETIVOS
DE
INFLACIÓN
(a)
Mayor transparencia y mejora en el entendimiento de la aplicación
de la política monetaria.
(b)
Mejor rendición de cuentas por parte de la autoridad monetaria.
(c)
Reducción de la inflación y su volatilidad, así como la
consolidación de la estabilidad de precios.
(d)
Disminución del efecto sobre la inflación de choques a otras
variables económicas, como el tipo de cambio.
(e)
Anclaje de las expectativas de inflación alrededor del objetivo de
inflación.
(f)
Descenso de los costos asociados con procesos de desinflación.
(g)
Favorable desempeño en otras variables económicas relevantes
para el bienestar de la población, como la volatilidad del tipo de
cambio.
En el documento Régimen de Política Monetaria se describen los
principales elementos del esquema de objetivos de inflación que sigue
actualmente el Banco de México.
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