película que fluctúa entre imágenes abstractas, sin aparente

Marie-Laure de Noailles y Luis Buñuel en Hyères,
1930. Archivo Centro Buñuel de Calanda (cbc).
Georges Auric, Charles de Noailles y Luis Buñuel en
Hyères, 1930. Archivo cbc.
película que fluctúa entre imágenes abstractas, sin aparente conexión, en la estela
dadaísta con fragmentos oníricos de corte más próximo al surrealismo.
Man Ray, realza las asociaciones provocadas por el azar y el subconsciente,
en obras como Emak-Bakia (1927) nombre de una casa situada cerca de Biarritz
que se puede traducir como “déjame solo” donde filmó parte de los 18 minutos
que dura esta obra en la que la experimentación fructifica en un cine-poema sin
hilo narrativo, incorporando imágenes obtenidas por la interposición de objetos
entre la luz y el celuloide, o directamente por el efecto del azar provocado al
echarle sal al negativo. Con la experimentación pretende conmover al espectador
al margen de la razón, creando realidades imaginarias y aprovechando la capacidad del cine para fascinar.
Otro fruto de la curiosidad de Man Ray es L’étoile de mer (1928) obra en la
que continuará investigando y traspasando al cine los experimentos que venía
realizando en sus fotografías, como la interposición de un cristal junto a la lente de
la cámara de modo que la realidad filmada se nos muestra distorsionada y sumida
en un halo poético, como una ensoñación. En 1929 filma Les mystères du château
du Dé en la mansión que los vizcondes de Noailles —verdaderos mecenas de la
época— poseían en Hyères, un pueblo situado en la Costa Azul francesa próximo
a Cannes, en el mismo lugar en que cuatro años después Buñuel representaría, con
la colaboración de Giacometti, su famoso poema Une giraffe (Una jirafa).
Con estas obras se comenzaba a crear una nueva poética, heredera de la
agitación del dadaísmo en la que participaron otros creadores ubicados en
Francia, como Fernand Léger con Ballet mécanique (Ballet mecánico, 1924),
René Clair con Entr’acte (Entreacto, 1924), Marcel Duchamp con Anémic Cinéma
(Cinema anémico, 1926), Germaine Dulac (única mujer que llegaría a filmar
dentro del movimiento surrealista) con La coquille et le clergyman (La concha y
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