INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY. CAMPUS ESTADO DE MÉXICO. Las consecuencias sociales de la Revolución Industrial. Historia mundial contemporánea. Gpo. 2. 16 de agosto de 2002. Los efectos sociales de la Revolución Industrial. Introducción. Como ya hemos visto, la Revolución Industrial es el conjunto de transformaciones económicas, políticas y técnicas que se inician en Inglaterra en el último cuarto del siglo XVIII y que posteriormente se extienden a Europa y el resto del mundo. El período histórico donde se registró un proceso de honda transformación en los métodos de producción, comunicación y transporte. El invento y desarrollo del motor a vapor reemplazó a la energía muscular proveniente del hombre y las fuerzas del agua y el viento, con lo cual el trabajo manual pasó a convertirse en mecánico. Esta revolución en el modo de hacer y producir las cosas fue producto de la maduración progresiva de muchos factores ya latentes en el Renacimiento y abarcó no sólo a la industria, sino también a la agricultura, comercio, finanzas, estructura social, educación y al campo del pensamiento vinculado al trabajo. Desarrollo. La Revolución Industrial hizo surgir dos clases sociales: el proletariado o clase obrera y la burguesía industrial. El primer grupo quedo integrado por los trabajadores de las fábricas; la burguesía industrial se formó con los propietarios de las industrias. Como consecuencia de las grandes transformaciones económicas derivadas de la Revolución Industrial, se produjeron también significativos cambios sociales, por ejemplo, la aparición de las fábricas y el crecimiento de las ciudades. La industria doméstica y los talleres artesanales desaparecieron por la introducción de maquinaria y la instalación de numerosas fábricas. Esto obedeció a que la industria tradicional no podía competir contra las fábricas, pues éstas producían grandes cantidades de mercancías con rapidez y a un bajo costo en términos comparativos. El desarrollo de la industria atrajo a miles de campesinos, los cuales emigraron del medio rural a las ciudades en busca de trabajo. Los centros urbanos crecieron con gran rapidez y, por tanto, de manera desordenada. Debido a la escasez de viviendas, las familias obreras, por lo general numerosas, vivían amontonadas en reducidas e insalubres casuchas. A medida que avanzó la urbanización se agudizó la separación entre los grupos acomodados, que habitaban en barrios confortables, y los obreros, condenados por la miseria a apretujarse en hileras de casas malolientes. El aire impuro que se respiraba en los barrios obreros y la carencia de servicios elementales, como agua potable 1 y drenaje, acortaba la vida de sus habitantes. Conclusión. La Revolución Industrial dio paso a un nuevo tipo de sociedad. Esta es la causa de su importancia. Hay que tener en cuenta que, junto con la Revolución Francesa, originó el mundo en que vivimos. Es, en cierta medida, el final de un proceso que se había iniciado mucho tiempo antes, pero también el comienzo de otro que todavía no ha terminado. Por ello, el punto de vista que se tenga respecto a esta nueva sociedad hace que las consecuencias de la Revolución Industrial se vean de forma distinta: de forma que para unos produjo una gran desigualdad social, mientras que para otros un gran crecimiento económico. En realidad todos tienen parte de razón, pues la Revolución Industrial es un cambio económico y social que dio lugar a la sociedad capitalista industrial en la que estamos viviendo. Bibliografía. CORBELLA, José. Historia, Ciencias Sociales. Primera edición en español. Ed. McGraw−Hill/Interamericana de España S.A. España 1995. SPIELVOGEL, Jackson. Civilizaciones de Occidente. International Thompson Editores, 1999. 2