ENSAYOS GEOPOLÍTICOS EL ESPACIO Y EL PODER Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza EL ESPACIO Y EL PODER Autor Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza. ©Reserva de derecho de autor. Editor Universidad Militar Nueva Granada Carrera 11 No. 100-81 PBX: 6500000 Bogotá, D.C. – Colombia Diseño, diagramación e impresión Pictograma Creativos Ltda. Bogotá, D.C., Colombia Diseño de carátula y portadillas Mapa-mundi historico. Lith. de Thierry freres a Paris. (Caracas 1840) http://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~20060~590053:Mapamundi-historico--Lith--de Thie?sort=Pub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No&qvq =q:Codazzi%2BAgustin%2B1793%2B1859;sort:Pub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_ No;lc:RUMSEY~8~1&mi=4&trs=23 Corrección María Cristina Vega // [email protected] Carlos Osorio Pineda // [email protected] Asesor de investigación: Andrés Cotrina Acosta // [email protected] Coordinación editorial: División de Publicaciones y Comunicaciones Teléfono: 6500000 Universidad Militar Nueva Granada ISBN: xxxxxxxxxxx Queda prohibida la reproducción parcial o total de este libro, por medio de cualquier proceso reprográfico o fónico, especialmente por fotocopia, microfilme, offset o mimeógrafo (Ley 23 de 1982), sin permiso escrito del autor y del editor. Esta obra ha sido realizada con fines académicos y por la tanto exenta de propósitos comerciales. © 2012. Dedicatoria A la Universidad Militar Nueva Granada, en sus 30 años de fundación. En memoria del General Julio Londoño Londoño, creador de la Geopolítica en Colombia. A la memoria de mí querido padre. CONTENIDO Presentación A manera de exordio Introducción CAPÍTULO I. EL ESPACIO 1. Teoría y desarrollo 1.1 Territorio o espacio 1.2 El espacio, el tamaño y la forma a. El espacio b. El tamaño del espacio c. La forma del Estado 1.3 La situación con respecto del mar y otros Estados a. El Derecho del mar b. El poder marítimo c. El espacio aéreo 1.4 Los cambios en la situación debidos a un aumento o disminución del poder de uno o de varios Estados vecinos a. Breve mirada al atlas histórico b. Una reflexión histórica c. La teoría como referente Contenido 1.5 La historia de las pasadas cuestiones geográficas y el papel que las mismas representan en la política exterior a. El coloso Suramericano b. Latinoamérica y sus fronteras en conflicto c. Fuerza y mutación del espacio CAPÍTULO II. ESPACIO Y POLÍTICA 2. En el auge y el ocaso de los imperios 2.1 2.2 2.3 2.4 En el período entre guerras (1918-1939) En los posconflictos de la Segunda Guerra Mundial La posguerra fría y la geopolítica El Nuevo Orden Mundial CAPÍTULO III. EL PODER 3. El Poder. Una aproximación al tema 3.1 El poder del Estado. Conceptualizaciones 3.2 De los atributos del poder 3.3 Aspectos tangibles 3.4 Aspectos intangibles 3.5 Guerra fría y Geoestrategia 3.6 Posguerra fría y geopolítica 3.7 Posguerra fría: geoeconomía y Geoestrategia 3.8 Los órdenes geopolíticos mundiales 3.9 Los códigos geopolíticos de Taylor Contenido CAPÍTULO IV. IMPERIALISMO Y GEOPOLÍTICA 4. Del imperialismo geográfico o formal al imperialismo informal 4.1 El imperialismo geográfico o formal 4.2 El imperialismo informal 4.3 La absorción de unidades como forma de expansión imperial a. Un marco teórico b. La expansión territorial de los Estados Unidos c. La expansión territorial del Imperio Ruso 4.4 Los efectos geopolíticos de la expansión imperial a. En el imperialismo formal b. En el imperialismo informal LECTURA SELECCIONADA FRONTERAS ENSAYOS GEOPOLÍTICOS EL ESPACIO Y EL PODER PRESENTACIÓN A MANERA DE EXORDIO INTRODUCCIÓN PRESENTACIÓN E n la oportunidad de conmemorarse el trigésimo aniversario de la fundación de nuestra Universidad, el Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza, Director del Instituto de Estudios Geoestratégicos y Asuntos Políticos de esta Casa de Estudios Superiores, y dedicado a ella, da a la publicidad su último ensayo sobre aspectos geopolíticos que ha titulado “El Espacio y el Poder”. Se trata de una obra realizada con fines didácticos destinada a servir de texto de consulta a docentes y alumnos, útil especialmente a los cultores del estudio de las Relaciones Internacionales y de otras disciplinas inherentes a las Ciencias Militares y Sociales. Soportado en los hechos históricos universales y la visión de importantes tratadistas, el autor nos presenta un valioso aporte académico al destacar la importancia del espacio de un Estado y su incidencia en el uso del poder por parte de los gobernantes, de donde se colige el estrecho vínculo que existe entre la Geopolítica y la Política de Relaciones Exteriores. Al presentar este nuevo aporte académico del Brigadier General (h) Rosales Ariza, esta rectoría congratula a su autor y exhorta a la comunidad neogranadina al estudio de su contenido en la seguridad que les resultará de importante beneficio en favor de su acervo cultural y profesional. Mayor General Eduardo Herrera Berbel Rector Bogotá, julio de 2012 A MANERA DE EXORDIO L as decisiones sobre política internacional a través de la historia se tomaron por las grandes potencias fundamentadas esencialmente en la Geopolítica. Eso lo demuestra la historia. Algunas veces se equivocaron y otras muchas acertaron. Pero es más, en estos tiempos en que casi cotidianamente surgen conflictos y se adoptan posiciones que resultan inexplicables, la respuesta se encuentra en la Geopolítica. La Geopolítica guía las decisiones fundamentales en política exterior Así, de la noche a la mañana el Presidente de los Estados Unidos hace un llamamiento a sus compatriotas y se empeña en una guerra ajena y distante, llámese Corea, Viet-Nam, Irak o Afghanistan. De un día para otro lideres OTAN que mantenían cordiales relaciones con Ghadafi cambian de bando y emprenden una acción colectiva para su derrocamiento. En pocas semanas la “primavera árabe” genera un cambio político en el que varios Estados observan a sus más cercanos aliados en el banquillo de los acusados, sin que nada puedan hacer. De la supuesta amenaza de Cuba, Estados Unidos pasa a la de Irán y de ser meros espectadores del tradicional conflicto entre la India y Pakistán, las grandes potencias se constituyen en actores en el Asia Central. Otros se preguntan y ¿por qué los Estados Unidos guardan un discreto silencio frente a un líder vecino nuestro que públicamente A manera de exordio denigra de la Secretaria de Estado? Que tal que fuera Colombia, dicen… Todo esto, sino se estudia y analiza la geopolítica, será muy difícil entenderlo. En Colombia: una visión doméstica y centralista En nuestro medio sin embargo, la geopolítica estuvo inicialmente circunscrita a unos pocos estudiosos y a ser analizada principalmente en las aulas de las academias militares, ajena a los dirigentes. A ello contribuyó la ubicación de nuestra capital en el centro del país, circunstancia que nos hacía mirar hacia adentro y ser como decía Alfonso López Michelsen “El Tíbet de América”. Por ende, causa fundamental de que en Colombia no existiera un sentido espacial y una proyección externa, lo que necesariamente se reflejaba en una política internacional esencialmente de contenido doméstico. Algunos de los que tenían en sus manos las grandes decisiones del país ignoraban principios y fundamentos básicos producto de la geografía, de la economía, de la historia y de las condiciones del pueblo, para guiarse exclusivamente por su intuición o por las circunstancias políticas coyunturales del momento. La periferia no existía Así varios de los gobiernos de Colombia, una vez consolidada la independencia y la inexorable disolución de la Gran Colombia, se limitaron a administrar desde Bogotá a una fracción del país que se limitaba a Cartagena, Barranquilla, Medellín, Cali y Popayán y sus alrededores. 18 El Espacio y el Poder A manera de exordio El resto del país –más del 75 % - no existía. Ni Panamá ni la Costa Mosquitia, que comprendía toda la costa caribeña que hoy pertenece a Nicaragua y Costa Rica, estaban en la Agenda, no obstante que la Real Orden de 1803 la había adscrito al Virreinato de la Nueva Granada. De la cordillera oriental hacia el suroriente –incluyendo todos los Llanos Orientales y la inmensa región amazónica- eran territorios ignotos habitados, por “tribus bárbaras”, como decía el Concordato de 1887. La tenebrosa Casa Arana, ocupó el territorio ubicado entre los ríos Caquetá y Amazonas sin que a nadie en Colombia le importara. Tuvo que visitar la región un cónsul de Inglaterra acreditado en Manaos, llamado Sir Roger Cassement, protagonista del extraordinario libro de Vargas Llosa “El Sueño del Celta”, para que se dieran a conocer las versiones de las tropelías que cometían los capataces de Arana con los indígenas colombianos en hechos que producían horror, de lo que dejó testimonio en el “El Libro Rojo del Putumayo”, publicado en Londres. La Guajira era para algunos de nuestros dirigentes “una región desértica habitada por unos fieros indígenas, que era una carga que teníamos que compartir con Venezuela” no obstante que, nuestros derechos llegaban hasta los ejidos de la ciudad de Maracaibo. La costa del Pacífico era tan abandona y deprimida que la gente ni siquiera tenía una noción geográfica de la misma. Para algunos la costa pacífica era solamente el Chocó, una región extraña y “habitada por negros” abandonados a su propia suerte. Las gentes no podrían concebir que Nariño, Cauca y Valle tuvieran costas sobre el Pacífico y solamente sabían algo de Buenaventura por su condición de principal puerto colombiano, sin que les importara mucho las condiciones de sus habitantes. El Espacio y el Poder 19 A manera de exordio El Estado colombiano para liberarse de los problemas que le representaba la administración de esa enorme parte del país que denominaba displicentemente “Territorios Nacionales”, resolvió mediante el Concordato de 1887 y los convenios de misiones de 1903, 1928 y 1953 entregarlo a la administración de comunidades religiosas –la mayor parte de ellas extranjeras- que asumieron no solamente la educación, sino también en la práctica todas las ramas de la administración pública, así como la vida, honra y bienes de los habitantes. Había que “civilizar” a los “salvajes”… Es más, esos “salvajes” estaban también en muchas zonas fundamentales para Colombia, pero no para los gobiernos: el Catatumbo, el Cesar y Urabá, para no mencionar sino algunas que se encontraban fuera de los “Territorios Nacionales”. En esas condiciones de enorme vacío de los “Territorios Nacionales”, estos comenzaron paulatinamente a convertirse en el refugio ideal para delincuentes comunes, guerrilleros y paramilitares que amenazaban y atentaban contra los pobladores y colonos, así como en zonas propicias para las siembras cultivos ilícitos y su procesamiento, que han sido el combustible fundamental de la situación generalizada de violencia e inseguridad en la que vive el país. La Costa Mosquitia limítrofe con Costa Rica se perdió en un arbitraje del Presidente Emile Loubet de Francia en 1900, mientras que la que limitaba con Nicaragua, que estuvo ocupada por los ingleses hasta 1905, nos vimos obligados a reconocerla a Nicaragua en el tratado de 1928. Poco tiempo atrás Panamá se separó de Colombia con el “raponazo” dado por los Estados Unidos en 1903, pero con la indolencia del 20 El Espacio y el Poder A manera de exordio gobierno central, que estaba enfrascado en rivalidades personales y políticas y en guerras civiles intestinas. Se dice que el Presidente en ejercicio, José Manuel Marroquín, uno de los grandes literatos y poetas de Colombia, respondió a sus críticos diciendo „¿Y qué más quieren? Me entregan una república y yo les entrego dos“… Si Colombia no miraba ni siquiera hacia la periferia de su propio territorio, sería iluso pensar que pudiera ver hacia el exterior y tener una participación real en asuntos de importancia hemisférica o mundial. Solamente seguía la corriente…. Se abre la política exterior Nuestra política exterior estaba circunscrita casi exclusivamente a las relaciones con Venezuela y Ecuador, nuestros dos vecinos con fronteras vivas y naturalmente con los Estados Unidos. Tuvieron que pasar muchos lustros para que personas como Carlos Lleras Restrepo, Alfonso López Michelsen e Indalecio Liévano Aguirre le descubrieran al país que tenía otros vecinos que siempre había ignorado: Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití y República Dominicana. Posteriormente se dio cuenta el país que había 52 naciones africanas a las que olímpicamente habíamos considerado –tal como a los Territorios Nacionales de Colombia- en “tierra de salvajes”, no importa que entre ellas estuvieran las cunas mismas de la humanidad y de la civilización. Una nueva circunstancia preocupante Desafortunadamente, no obstante el paso de los años, en Colombia comenzó a generarse últimamente una situación alarmante: la pérdida El Espacio y el Poder 21 A manera de exordio de la identidad nacional. Paulatinamente la historia y la geografía fueron relegadas de las aulas de escuelas y colegios. Algunos estudiantes confunden al río Magdalena con el Amazonas, creen que la cumbre más alta de Colombia es el Everest y que Tomás Cipriano de Mosquera “fue el Alcalde de un municipio de Cundinamarca”. El país pasó a constituirse para algunos, simplemente en un lugar para residir y para extraer todos los beneficios al menor costo posible; de ahí que resulte indispensable al interés nacional el retorno a los programas escolares de las citadas disciplinas académicas tan propias de las ciencias humanas y sociales. Cosas de los tiempos actuales, de la vertiginosa evolución de la tecnología, de las nuevas necesidades sentidas de la juventud, explican algunos. Es extraño, pues no obstante tratarse de dos sistemas tan antagónicos –posiblemente los más antagónicos del planeta en las últimas décadas- Estados Unidos y Cuba, a los muchachos y a la población en general se les recuerdan cotidianamente la labor de sus fundadores, sus valores, su historia y las características de su territorio y los hacen sentir comprometidos y orgullosos de sus países. Para algunos en nuestro, el amor a la patria se limita simplemente a “un síndrome de selección” según el cual cuando juega nuestra maltrecha selección de futbol, suspenden sus labores y se pone las camisetas amarillas… Hacer camino al andar En Colombia poco a poco siguiendo el rastro de personas como el General Julio Londoño Londoño y otros distinguidos colombianos, el estudio de la Geopolítica se fue ampliando como materia fundamental y básica para entender no solamente los fenómenos de nuestra propia 22 El Espacio y el Poder A manera de exordio patria, sino lo que deben ser los derroteros de su política exterior. Hasta el punto que es materia en las principales facultades de relaciones exteriores del país. La obra que el Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza que hoy nos entrega, refleja su visión global de las realidades locales y mundiales y demuestra su vocación permanente de investigador que no se limita al inmediatismo del cual hemos adolecido; le conozco desde hace muchos años, desde cuando era oficial de planta de la Escuela Militar de Cadetes, recién egresado de la misma, y luego en la ya lejana época en que fungíamos como Tenientes en la Escuela de Artillería, cuando compartíamos, como lo hemos seguido haciendo, inquietudes profesionales motivadas por el sentimiento patrio. Rosales Ariza se ha distinguido por su afán de estudio e investigador y agudo observador de los problemas nacionales e internacionales y su acendrado amor por Colombia y su Ejército. Desde siempre ha sentido por la Geopolítica y todo lo que la rodea un enorme interés y una gran pasión que hoy en día son aprovechadas, en buen momento, por la Universidad Militar Nueva Granada que lo cuenta entre sus más destacados profesores e investigadores, lo que nos renueva el optimismo de que estamos transitando por otros caminos….o mejor que se está haciendo “camino al andar”… Julio Londoño Paredes Ex Ministro de Relaciones Exteriores Bogotá, Julio de 2012 El Espacio y el Poder 23 INTRODUCCIÓN R obert Strautz Hupé en su obra La lucha por el Espacio y el Poder, que he tomado como referente, anotó: “Como la política exterior se convirtió en alta estrategia, los estadistas tuvieron que revelar a sus pueblos las características de los respectivos países en relación con los otros”. El autor quiso destacar la incidencia que el factor geográfico había tenido sobre el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Y, para corroborarlo, recordó cómo el presidente Franklin D. Roosevelt, en su discurso del 23 de febrero de 1942, advirtió a sus connacionales que debían escucharlo “con un mapa del Mundo a mano”1. El valor del factor geográfico sobre la vida y evolución de los Estados, ha sido un tema que se remonta a la antigüedad y es desde luego, muy anterior a cuando fue incluido dentro de la geopolítica como ciencia, disciplina esta que, como conocemos, surge a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Tratadistas como Strauss H., citan a Heródoto y Estrabón entre aquellos pensadores que en esos lejanos tiempos, apreciaron la influencia de la tierra sobre las costumbres políticas. Siglos después, Montesquieu y Kant también destacaron la preponderancia de la geografía física en la evolución de la política. Karl Ritter (1779-1859), señalado por Strautz como uno de los más importantes geógrafos alemanes, con incidencia en toda Europa, formuló 1 STRAUTZ HUPÉ, Robert. La lucha por el Espacio y el Poder, Cap. I Hermes, México Introducción el concepto de la geografía como la “Ciencia del globo viviente”. Y, aceptado el Estado como una entidad biológica, “La vida nacional podía ser considerada por el espacio y el espacio podía ser como una fuerza política en sí mismo”2. La teoría de Ritter incidió sobre las de Ratzel (“un gran espacio mantiene la vida”), y ésta sobre las de Haushoffer (el espacio vital). El espacio territorial es concebido así como una expresión de la ley natural que justificaría la expansión del Estado y su obtención se convertiría, al decir de Strauss, en “una lucha por la supervivencia en la naturaleza”3 .El espacio entonces provee la fuerza del Estado y ésta es, a su vez, la que facilita los actos de poder. De ahí mi interés por analizar en este texto y desde la óptica académica, la relación entre el Espacio y el Poder. Esta obra se halla dividida en cuatro capítulos: El Espacio, Espacio y Política, El Poder y, finalmente, Imperialismo y Geopolítica. Cierra su contenido, como un homenaje al gestor de la Geopolítica en Colombia, General Julio Londoño Londoño, una Lectura Seleccionada, de su autoría, titulada Fronteras e inserta en su libro Fundamentos de la Geografía Política. Los estudiosos de la materia hallarán en la lectura de las páginas que pongo a su consideración, conceptos doctrinarios y opiniones de reconocidos analistas que les permitirán enriquecer sus conocimientos, útiles especialmente a docentes y estudiantes. Este libro se da a la publicidad dentro de los actos conmemorativos de los 30 años de la fundación de la Universidad Militar Nueva Granada, nuestra querida y pujante Casa de Estudios superiores que viene desarrollando con éxito y empeño patriótico su noble misión. Para ella, 2 Ibíd. Ibíd. 3 26 El Espacio y el Poder Introducción sus directivos y toda la comunidad neogranadina, dedico también esta obra, en la esperanza de que cumpla el cometido profesional que me impuse: investigar y producir conocimiento. Al culminar esta introducción, van los más sinceros agradecimientos por su valiosa cooperación, en primer lugar a mi amigo de siempre, el ex canciller y embajador Julio Londoño Paredes, por el honor que me dispensó al escribir el prólogo titulado, “A manera de Exordio”. De igual manera, extiendo mis agradecimientos a Carlos Osorio Pineda, Comunicador So­cial, dados sus oportunos comentarios, y muy especialmente a Nelson Andrés Cotrina Acosta, Politólogo y Asesor en la investigación, caracterizado por su dinamismo y competencia. Y, finalmente, van para mis futuros lectores los mejores deseos porque esta obra se constituya en un texto de consulta, que sea de aprovechamiento en su accionar profesional. Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza Bogotá, julio de 2012 El Espacio y el Poder 27 CAPÍTULO I EL ESPACIO “… no existen hechos históricos que no tengan una base geográfica…”. General Julio Londoño Londoño CAPÍTULO I EL ESPACIO 1. Teoría y desarrollo 1.1 Territorio o espacio Para Rudolf Kjellen4, creador del vocablo “geopolítica” (geopolitik), esta disciplina “es la ciencia que concibe el Estado como un organismo geográfico o como un fenómeno en el espacio”, cuya vigencia se manifiesta, de manera permanente, mediante cinco componentes que a juicio del autor de la citada definición, son: el territorio, el pueblo, la economía, la sociedad y el gobierno, siendo el primero de éstos, el territorio, aquel espacio geográfico terrestre o marítimo que ocupa o requiere ocupar el Estado y desde el cual se producen, dadas sus características, trascendentes influjos políticos. El significado moderno de territorio, afirma Taylor5 está muy ligado al concepto legal de soberanía, “La soberanía supone que hay una autoridad KJELLEN, Rudolf. El Estado como organismo viviente, 1916. TAYLOR, Peter. Geografía política. Economía – mundo, Estado – nación y localidad. Editorial Trama, Madrid 1994 p. 146. * Se refiere a la paz de Westfalia como punto de partida del sistema clásico internacional (1648-1789) “(…) Casi todos los analistas de esta materia coinciden en que la “historia” de las relaciones internacionales comienza en el año 1648, con la Paz de Westfalia, mediante la cual se puso fin a la guerra de los treinta años. A esta fecha se le reconoce generalmente como la que marca el origen del sistema internacional, toda vez que fue tan solo a mediados del siglo XVII, en que el mundo comenzó a registrar el nacimiento de los actores denominados naciones-Estados. En este momento aparecieron en escena ciertas entidades que revestían las siguientes características: (1) un gobierno central único que ejercía soberanía sobre (2) una población relativamente constante dentro de (3) un territorio relativamente bien definido (…)” En: Relaciones Internacionales. Situación Global en el siglo XXI. 4ed. Pearson y Rochester. Mc Graw Hill. Interamericana, Bogotá, 1995 p. 38. 4 5 Capítulo I. El Espacio final y absoluta en unas comunidades políticas (Himsley, 1966:26)(…) La unión del territorio y de la soberanía que surgió en el siglo posterior a 1494 y que alcanzó una forma definitiva en el Tratado de Wesftalia de 1648*-el cual se puede considerar el primer tratado que define el derecho internacional moderno–es lo que aporta la base legal del sistema interestatal moderno. El Tratado de Westfalia reconocía que cada Estado era soberano en sus territorios; es decir, ´que la interferencia en los asuntos internos de un país era el primer delito contra el Derecho Internacional…´”. El concepto de “territorio”, que en adelante denominaremos “espacio”, ajustado al concepto geopolítico actual, comprende el espacio continental e insular del Estado, los derivados del Derecho del Mar6 y de su propia normatividad, más los que le corresponden a su espacio aéreo. Sobre el particular la Constitución Política de Colombia determina7: Artículo 101: Los límites de Colombia son los establecidos en los tratados internacionales aprobados por el Congreso, debidamente ratificados por el Presidente de la República, y los definidos por los laudos arbitrales en que sea parte la Nación. Los límites señalados en la forma prevista por esta Constitución, sólo podrán modificarse en virtud de tratados aprobados por el Congreso, debidamente ratificados por el Presidente de la República. Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Montego Bay, Jamaica 10 de diciembre de 1982. Constitución Política de Colombia, Título III. Capítulo 4. 6 7 32 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio Forman parte de Colombia, además del territorio continental, el archipiélago de San Andrés, Providencia, y Santa Catalina, la Isla de Malpelo y demás islas, islotes, cayos, morros y bancos que le pertenecen. También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar territorial, la zona contigua, la plataforma continental, la zona económica exclusiva, el espacio aéreo, el segmento de la órbita geoestacionaria, el espectro electromagnético y el espacio donde actúa, de conformidad con el Derecho Internacional o con las leyes colombianas a falta de normas internacionales. Artículo 102 El territorio, con los bienes públicos que de él forman parte, pertenecen a la Nación. El Espacio y el Poder 33 Capítulo I. El Espacio J. Atencio9, siguiendo a Kjellen, nos indica que para los efectos del análisis geopolítico, resulta del mayor interés considerar el territorio del Estado desde los siguientes puntos de vista: • El espacio, el tamaño y la forma. • La situación con respecto del mar y de otros Estados. El espacio aéreo. • A los cambios en la situación, debidos a un aumento o disminución en el poder de uno o de varios de los Estados vecinos. • La historia de las pasadas cuestiones geográficas y el papel que las mismas representan en la política exterior. Bien vale la pena entonces, como contribución al desarrollo de una metodología de la investigación geopolítica, seguir los anteriores enunciados que conducen a una apropiada valoración acerca de la incidencia del espacio en el diseño de la política internacional del Estado. 1.2 El Espacio, el tamaño y la forma a. El Espacio El primer elemento para efectos del análisis geopolítico con relación al espacio, lo constituye la posición o ubicación sobre los cuales inciden el clima, los recursos naturales, la idiosincrasia de los habitantes, la economía, el valor estratégico, la accesibilidad, la contextura geopolítica, los asuntos vecinales y regionales, así como el diseño de sus intereses nacionales y su proyección en la política internacional. Algunos interrogantes nos facilitan el análisis del espacio del Estado: 9 ATENCIO, Jorge I. Qué es la Geopolítica. Pleamar, Buenos Aires, 1965, p. 24 El Espacio y el Poder 37 Capítulo I. El Espacio • ¿Se trata de un espacio continental? • ¿Se trata de un espacio insular? • En relación con las líneas de los trópicos y la zona tórrida ¿Qué lugar se halla situado su espacio? ¿Incidencia de los cambios climáticos? • ¿Posee el espacio del Estado ambas características: continental e insular? • Sí es insular, ¿se trata de una sola isla o de varias y entonces, entraría en la clasificación de los Estados archipiélagos? Ejemplo: Filipinas o Indonesia. • Si es continental, ¿el espacio le permite acceso al mar? O ¿se trata de un Estado mediterráneo? Ejemplo: Bolivia o Paraguay. • ¿Cómo inciden los aspectos morfológicos en un espacio que posee el Estado? ¿El clima y los pisos térmicos? • ¿El espacio del Estado incluye posesiones extra continentales y/o ultramarinas? • ¿El número de países colindantes en el espacio territorial del Estado? Ejemplo: China limita con 16, Rusia con 14, Brasil con 10, Colombia con 5, en tanto que los Estados Unidos con 2, el Reino Unido con 1 y Australia con ninguno. • ¿El número de países colindantes con el espacio marítimo del Estado? Ejemplo: como en los casos de Estados con costas sobre el mar Caribe, el mar del Norte, el Báltico, el Mediterráneo o el Caspio, entre otros. • ¿Estimula o limita la presencia de núcleos humanos? • ¿Crea interdependencias vecinales y/o regionales? 38 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio • ¿Cómo se podría clasificar sus fronteras y límites? Y la incidencia de las características del litoral. b. El tamaño del Espacio La extensión territorial y marítima del Estado corresponde a una situación tangible que podemos expresar en kilómetros o en millas cuadradas, y que podemos fácilmente visualizar en los mapas correspondientes a la geografía política. Las bondades que ofrece el tamaño del Estado, están relacionadas con las que le proporciona la ubicación y ésta con las perspectivas del desarrollo humano en todo o en la mayor parte del espacio. Así, por ejemplo: podemos observar que Canadá, con una de las mayores extensiones territoriales, 3.830.840 millas cuadradas, alberga una población estimada en 34,1 millones de habitantes, mientras que los Estados Unidos, con 3.614.170 millas cuadradas de extensión territorial poseía en 2010 una población de 309,3 millones10. Un caso interesante lo presenta Sri Lanka que en una superficie de 65.610 km2, alberga 20,8 millones de habitantes11. A las consideraciones anteriores habrá que agregar que en el mundo actual, el espacio del Estado puede tener una extensión adicional, no tangible, en lo referente a la superficie, pero sí, muy importante, y es aquella que pueda surgir de sus tratados internacionales o de la acción de las empresas multinacionales originarias de ese Estado. Cifras de población en 1993 del World Bank Atlas, 2010. 10 Ibíd. 11 El Espacio y el Poder 39 Capítulo I. El Espacio c. La forma del Estado Para los efectos de la influencia de los factores geográficos sobre la visión geopolítica del Estado, la “forma” se refiere a la configuración terrestre que posee su perímetro. En este sentido, podemos considerar las siguientes12: • Compacta: la que “encierra una mayor cantidad de espacio en una menor cantidad de límites”. Colombia es compacta. • Alargada: existe una considerable diferencia entre longitud y latitud. Ejemplo: Chile. Utilizando este país como ejemplo, el General Julio Londoño Londoño emplea la forma atenuada “Cuando el área se extiende a lo largo de un solo eje”13. • Fragmentaria: es el caso de los Estados insulares y archipiélagos • Mixta: incluye todas o parte de las anteriores. En relación con las fronteras y límites de Colombia, Julio Londoño Paredes, ex ministro de Relaciones Exteriores de Colombia y uno de los cultores de la geopolítica en nuestro País, nos presenta en su obra Derecho Territorial de Colombia14, una completa descripción del origen histórico que permitió la suscripción de los diferentes tratados limítrofes de Colombia. IBÁÑEZ S. Roberto. Teoría del Estado, geopolítica y Geoestrategia Vol. XVII. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares. Bogotá: 1995 p.129 12 LONDOÑO LONDOÑO, Julio. Fundamentos de la Geografía Política. Servicios de Imprenta y Publicación de las Fuerzas Armadas, Bogotá, p.76. 13 LONDOÑO PAREDES, Julio. Derecho Territorial de Colombia. Vol. V. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares, Bogotá: 1973 14 40 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio La forma guarda relación con los conceptos geopolíticos atinentes a la “contextura del Estado” dentro de los cuales se identifican: • El “Núcleo Vital” (Heartland), o área geográfica del Estado “en que están ubicados los poderes y desde donde el Estado irradia su potencia”15. En muchos casos, el “Núcleo Vital” coincide con la ubicación de la ciudad capital del Estado y su zona de influencia, aunque puede tratarse también de un espacio mucho mayor que comprendería un sector definido que dinamiza la economía. En el caso de Colombia, el “núcleo vital” podría estar comprendido dentro del triángulo que tiene como puntos extremos a Bogotá, Medellín y Cali, situándose en su interior los principales impulsos políticos, económicos e incluso históricos que tipifican el País. • Un “espacio de crecimiento” (Hinterland), o área que se extiende del núcleo vital a la frontera”16 y que viene a constituirse en el cuerpo del Estado que contribuye al desarrollo del núcleo. En este espacio, se hallan los llamados “polos de desarrollo” o sea aquellas localidades que inciden sobre el desarrollo regional; una especie de núcleos vitales zonales. Tales son los casos de Barranquilla en la costa Atlántica, Bucaramanga en el Nororiente colombiano y Villavicencio en el Suroriente colombiano. • La red de comunicaciones, terrestre, aérea, fluvial e incluso marítima y lacustre, a la cual se unen los medios inalámbricos y los que surjan de los avances tecnológicos, todos contribuye al desarrollo del Estado. ROSALES ARIZA, Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia. UMNG, Bogotá: 2005, p. 44. 15 Ibíd, p. 44. 16 El Espacio y el Poder 41 Capítulo I. El Espacio • Las fronteras o “borde que envuelve la periferia del Estado”17. Es usual emplear indistintamente los términos “límite” y “frontera”. No obstante, poseen distinta interpretación. Se entiende por límite “la línea hasta la cual el Estado ejerce su plena soberanía. El límite es el confín del Estado. La frontera es la zona contigua al límite18. Taylor, al referirse a las regiones de frontera y líneas fronterizas, indica que “Kristof (1959) se vale de la etimología de los términos para deducir lo que lo diferencia. La expresión “región de frontera” (frontier) procede del concepto de “al frente”, como si fuera “la punta de lanza de la civilización”. La expresión “línea fronteriza” (bounder), procede del “límite” (bound), que implica un límite territorial. Por consiguiente, la región de frontera está orientada hacia afuera y la línea fronteriza hacia adentro. Una línea fronteriza es una línea de separación, mientras que una región de frontera es una zona de contacto”19. En relación con las fronteras, el General Londoño Londoño, en la obra ya citada, se refiere a los denominados Puntos Triples y a las Puntas de Crecimiento20, anotando al respecto: Punto Triple: “Toda frontera posee dos extremos, cada uno de los cuales debe terminar en el mar o frente a un tercer país. Este punto en que una frontera toca un tercer país ha sido llamado Punto Triple (triplex confinm)”. 17 Ibíd, p. 44. Ibíd. P. 44. 18 19 TAYLOR, Op. Cit. p. 152. Ibíd. pp.16-47. 20 42 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio Sobre el particular el General Londoño agrega en su Nueva Geopolítica de Colombia21 que “en Suramérica hay 26 fronteras que tienen 52 extremos. De estos 13 van al mar y los otros 39 concurren a formar 13 puntos triples de los cuales 9 corresponden al Brasil, país que limita con todos los suramericanos, excepto Chile y Ecuador”. En el caso de Colombia, identifica tres puntos triples: el de la Piedra del Cocuy, en donde se encuentra con Venezuela y Brasil; el de la Quebrada de San Antonio a donde concurren también Brasil y Perú y, finalmente, el de Guepí en donde coinciden Colombia, Ecuador y Perú. Puntas de Crecimiento: “Cada vez que una frontera penetra profundamente en territorio vecino, se forma una Punta de Crecimiento. Se llama así porque a través de la historia se ha visto siempre que posee un dinamismo que no poseen otros tamos de la frontera”. El citado autor alude a la llamada “Ley de las Puntas de Crecimiento”, según la cual, “cuando el dinamismo interior de una Punta de Crecimiento es mayor que el del medio circundante, la Punta trata de ampliarse a costa del país vecino, pero cuando el medio circundante tiene una vitalidad mayor que el de la Punta, ésta trata de desaparecer”. “En Colombia existen cuatro Puntas de Crecimiento, dos de las cuales son estáticas, la de la Piedra del Cocuy en el Guanía y la del Papurí en Mitú, que penetran ambas unos 2.000 km2 en el Brasil, y dos puntas dinámicas así, la del territorio de Río de Oro en la cual Venezuela penetra profundamente entre la Serranía de los Motilones y el Río Intermedio, unos 800 kms2 (…) La segunda de las Puntas dinámicas es la formada por el Trapecio Amazónico o Trapecio de Leticia. Tiene alrededor de 7.000 kms2 y ya fue objeto de disputas armadas”. LONDOÑO, LONDOÑO, Julio. Op. Cit., Bogotá pp. 77-78. 21 El Espacio y el Poder 43 Capítulo I. El Espacio Mapa Mapa Político Colombia Mapa 2.2.Mapa Político dede Colombia (Puntas PuntasTriples) Triples)2222 (Puntasde deCrecimiento Crecimiento y y Puntas Mapa 2. Mapa Político de Colombia (Puntas de Crecimiento y Puntas Triples)22 4 4 3 2 1 2 Puntas de Crecimiento 3 2 1 Puntas de Crecimiento 1. Departamento Amazonas 2. Departamento Vaupés 1. Departamento Amazonas 3. Departamento 2. Departamento VaupésGuainía 4. Departamentos Norte de Santander 3. Departamento Guainía y Cesar 4. Departamentos Norte de Santander y Cesar 3 3 2 Puntas Triples Puntas Triples 1. Frontera Colombia – Ecuador – Perú Frontera Colombia – Brasil – Perú – Perú 1.2. Frontera Colombia – Ecuador Frontera Colombia – Brasil Venezuela 2.3. Frontera Colombia – Brasil – Perú 3. Frontera Colombia – Brasil Venezuela Fuente: http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm. Adaptación del autor. 22 Fuente: http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm Adaptación del autor. Fuente: http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm El Espacio y el Poder 44 Adaptación del autor. 24 24 Capítulo I. El Espacio 1.3 La Situación con respecto del mar y otros Estados a. El derecho del mar Los derechos de soberanía de un Estado sobre la zona marítima comprendida entre la línea de costa y la superficie marítima, tuvieron su origen en motivos de defensa soportados por el alcance de la artillería costanera. Una evolución del concepto ha hecho prevalecer las razones económicas para determinar su anchura, de tal manera que se incluyan bajo la soberanía del Estado los recursos del subsuelo, el suelo y la superficie del mar. En la actualidad, la ya citada Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982)23, regula la materia, definiendo conceptos relacionados con el Mar Territorial y la Zona Contigua, los Estrechos utilizados y la navegación internacional, los Estados Archipiélagos, la Zona Económica Exclusiva, la Plataforma Continental, la Alta Mar, el Régimen de las Islas, los Mares cerrados y semi cerrados, el Derecho de acceso al mar y desde el mar de los Estados sin litoral, la libertad de tránsito y la Protección y Preservación del Medio Marino, entre otras disposiciones. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar incluye las siguientes definiciones básicas: • Mar territorial: 1. La soberanía del Estado ribereño se extiende más allá de su territorio y de sus aguas interiores y, en el caso del Estado archipielágico, de sus aguas archipielágicas, a la franja de mar adyacente designada con el nombre de mar territorial. 2. Esta soberanía se extiende al espacio aéreo sobre el mar territorial, así como al lecho y al subsuelo del mar24 En: Espacios marítimos. Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Mar 23 Parte II El mar territorial y la zona contigua. Sección I. Disposiciones Generales, artículo 2. 24 El Espacio y el Poder 45 Capítulo I. El Espacio Todo Estado tiende a establecer la anchura de su mar territorial hasta un límite que no exceda las 12 millas marítimas a partir de líneas de base determinadas de conformidad con esta Convención25. • Zona Contigua: 1. En una zona contigua a su mar territorial, designada con el nombre de zona contigua, el Estado ribereño podrá tomar las medidas de fiscalización necesarias para: a. Prevenir las infracciones de sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios que se cometan en su territorio o en su mar territorial; b. Sancionar las infracciones de esas leyes y reglamentos cometidas en su territorio o en su mar territorial. 2. La zona contigua no podrá extenderse más allá de 24 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial26. • Zona Económica Exclusiva: Artículo 55. La zona económica exclusiva es un área situada más allá del mar territorial y adyacente a éste, sujeta al régimen jurídico específico establecido en esta Parte, de acuerdo con el cual los derechos y la jurisdicción del Estado ribereño y los derechos y libertades de los demás Estados se rigen por las disposiciones pertinentes de esta Convención. Artículo 57. La zona económica exclusiva no se extenderá más allá de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar27. La Convención, mediante los artículos 56 y 58, fija los derechos, jurisdicción y deberes del Estado ribereño, así como los derechos y deberes de otros Estados en la zona económica exclusiva. Ibíd. Sección 2. Límites del mar territorial, artículo 3. 25 Ibíd. Sección 4. Zona contigua, artículo 33. 26 Ibíd. Parte V. Zona económica exclusiva, artículos 55 y 57. 27 46 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio • Plataforma Continental: La plataforma continental de un Estado ribereño comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del margen continental o bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos en los cuales el borde exterior del margen continental no llegue a esa distancia. Por una parte, existe una plataforma continental “jurídica”, de una extensión de 200 millas, que coincide por lo tanto, con la extensión de la zona económica exclusiva, independiente de las características geológicas del lecho y del subsuelo. Por la otra, cuando la prolongación natural de las áreas submarinas adyacentes se extiende más allá de las 200 millas, el límite exterior es el borde del “margen continental” que comprende no sólo la plataforma continental propiamente dicha, sino también el “talud” y la “emersión continental” que es un área intermedia ubicada entre el talud continental y el fondo abisal. En relación con el Alta Mar, la Convención determina una serie de disposiciones generales relacionadas, entre otras, con la libertad delAlta Mar, los derechos de navegación, la condición jurídica de los buques, los deberes del Estado, el Pabellón y consideraciones de orden penal. Interesa conocer que conformecon los artículos 88 y 89,el Alta Mar será utilizado exclusivamente con fines pacíficos y ningún Estado podrá pretender en forma legítima, someter cualquier parte delAlta Mar a su soberanía.Por el artículo 90, se establece que “Todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, tienen el derecho de que los buques que enarbolan su pabellón, naveguen en Alta Mar”. El Espacio y el Poder 47 Fuente: http://fcc2ic.files.wordpress.com/2010/04/espacios_oceanicos.jpg 28 Gráfico 1. Espacios oceánicos y Derechos de los Estados28 Capítulo I. El Espacio 48 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio Diego Uribe Vargas, ex ministro de Relaciones Exteriores, en su obra Mares de Colombia. La acción diplomática que duplicó el territorio nacional29, afirma que “el mar ha sido siempre importante herramienta del hombre para su desarrollo. La comunicación, el comercio, la explotación de los recursos y la defensa armada son claros ejemplos. Su normatividad se ha consolidado mediante un accidentado proceso de formación histórica signado por la oscilación entre la libertad de los mares y su apropiación por los Estados”. El expresidente y canciller colombiano Alfonso López M., citado en la presentación de la misma obra30 indicó con referencia al valor del mar “el espacio oceánico contiene más del 95 por ciento del agua mundial y posee más hidrocarburos y minerales que aquellos que se encuentran en la superficie terrestre. El 18 % de la producción de petróleo en 1972 provenía del fondo del mar”. b. El poder marítimo El Almirante Alfred Mahan31 a quien se le atribuye la teoría del Poder Naval, fundamentó su criterio en su obra Influencia del poder naval en la historia en la siguiente afirmación: “(…) el poder marítimo es la base vital del gobierno de un Estado(…)”. Para hacer efectiva la teoría, es preciso considerar la existencia de algunos factores incidentes como: la situación geográfica, la extensión de las costas y su configuración, la relación sobre la población y el mar, y la política gubernamental, apoyados por una apropiada flota de guerra, una buena flota mercante, puertos eficientes y una industria naval adecuada. Siguiendo a Mahan, URIBE VARGAS, Diego. “Mares de Colombia. La acción diplomática que duplicó el territorio nacional” Universidad Jorge Tadeo Lozano. Bogotá: 2001, p. 32. Nota del autor: la lectura y el estudio de esta obra ilustran acerca de la delimitación marítima de Colombia e incluye como anexo el texto de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. 29 Ibíd. p. 16. 30 MAHAN, Alfred. The influence of sea power upon history 1660-1783.Little, Brown and Company, 1898. 31 El Espacio y el Poder 49 Capítulo I. El Espacio el General Londoño Londoño32, indicó que: “(…) el primer requisito de Mahan consistía en que la nación que quisiera conquistar el mundo debería ser un país rico; su riqueza la lograría por medio de una gran industria. La industria habría de abstenerse de materias primas traídas con ayuda de una marina eficiente la que a su vez llevaría productos manufacturados a los principales centros de comercio para regresar trayendo más materias primas (…)”33. Como ejemplo tomó a Inglaterra y anotó que esta potencia además de haber cumplido con todos los requisitos enunciados, había soportado su dominio del mar, controlando los principales “ejes de navegación” mundial, tales como “(…) Gibraltar, Malta y Suez, sobre el Mediterráneo; Terranova, Jamaica (aún no había sido abierto el Canal de Panamá) y las islas Falkland Malvinas, en América, Suráfrica y Diego Suárez, en África; Yemen, India, Singapur, Darwin, Tasmania, Sarawak y Nueva Zelandia, en el Asia (…)” Fundamentos de la Geopolítica. Colección de Oro del Militar Colombiano. Volumen IX, Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares. Bogotá: 1978. 32 Ibíd. 33 50 El Espacio y el Poder Adaptación del autor. 34 Mapa 3. Ejes de la navegación mundial. Visión del siglo XIX34 Capítulo I. El Espacio El Espacio y el Poder 51 Capítulo I. El Espacio c. El espacio aéreo Transcurrido más de un siglo del nacimiento de la aviación, ocurre que las dinámicas constantes de su evolución, producto de los avances tecnológicos, no facilitan establecer con permanencia aceptable los límites estatales ultraterrestres del espacio aéreo. También es preciso considerar las obligaciones del Estado surgidas de los acuerdos internacionales para la operación de la aviación civil, en relación con los sobrevuelos comerciales sobre su territorio y los privilegios que se concedan para aterrizaje y uso de la estructura aeroportuaria y transporte de pasajeros, correos o carga desde el exterior y hacia el exterior. En cuanto a la aviación militar, su aplicación sobre el espacio está estrechamente vinculada a consideraciones de seguridad y defensa nacional. Situación particular es la que presenta el espacio ultraterrestre. Los derechos sobre él, varían entre una delimitación sustentada en la capacidad del Estado para controlarlo, lo cual privilegia a las potencias más desarrolladas, o la que fija la soberanía hasta una altura determinada (100 km, por ejemplo), dejando el resto como de utilidad común de los Estados. Y, dentro de esta compleja situación surgen, los derechos de utilización de la “órbita geoestacionaria”, ubicada en la zona ecuatorial, cuyouso mediante el empleo del satélite, permite al Estado usuario muchísimas ventajas técnicas y económicas. 1.4 Los cambios en la situación debidos al aumento o disminución del poder de uno o de varios Estados vecinos. a. Breve mirada al atlas histórico Pearson y Rochester nos recuerdan que “la historia de la humanidad puede interpretarse como la búsqueda de una óptima unidad política con el péndulo 52 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio oscilando entre dos extremos: uno constituido por un orden único universal (los Imperios de Roma y Alejandro el Grande) y otro por un conjunto de entes políticos más pequeños”35 Entre estos, por ejemplo: el de las ciudades-Estado de la antigua Grecia o los de la Italia del Renacimiento, incluidos los que caracterizaron a la Europa feudal de la Edad Media. Ambas tendencias cedieron, al dar paso al concepto de Estado-Nación que surgió, como ya se ha notado, de la principal consecuencia del Tratado de Westfalia (1648), pero que ha requerido para su consolidación, y desde entonces, de un largo proceso en su desarrollo, en el cual los efectos de las guerras representaron un papel determinante. Ejemplos de ello, se materializaron en el siglo XIX con las reunificaciones de Alemania e Italia o en el siglo XX, con la aparición de los EstadosNación, surgidos de la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Igualmente, con los establecidos tras el colapso o la fragmentación de los Estados multinacionales como el de Austria-Hungría en 1918, de la Unión Soviética en 1990 y ó por causas similares, en los casos de Checoslovaquia y Yugoeslavia. Al inicio del siglo XX, el número de Naciones-Estado no llegaba a 50; en el período de entre-guerras se incrementó, y continuó en ascenso como consecuencia de los procesos de descolonización36, situación que ha permitido presentar, hoy en día dentro del sistema Internacional, a 192 Naciones-Estado. Op. Cit. p. 39. 35 Para observar el proceso de descolonización en África, ver mapa en: http://www.google.com.co/imgres?q=descolonizaci%C3%B3n+en+%C3%81frica&um= 1&hl=es&sa=N&tbm=isch&tbnid=XuVqagfIyED6BM:&imgrefurl=http://historiamundocontemporaneo1bach.blogspot.com 36 El Espacio y el Poder 53 54 Fuente: http://danieleconomist.blogspot.com/2012/04/la-descolonizacion-del-africa-30-de.html 37 Gráfico 2. Descolonización de África37 Capítulo I. El Espacio El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio Los conceptos “Estado” y “Nación” son a menudo utilizados indistintamente, pero poseen significados diferentes. Por Estado debe entenderse al ente político legal,y por Nación, al ente cultural o social. El Estado-Nación se nos presenta entonces como la nación jurídicamente organizada. Se afirma que durante los dos siglos siguientes al Tratado de Westfalia, fue el Estado el creador de la Nación38, pues la existencia de un gobierno con soberanía sobre un determinado espacio, estimuló a la población que lo habitaba a forjar el sentido de la nacionalidad, pero en las centurias siguientes se ha presentado un proceso contrario: han sido las naciones las que han creado muchos Estados, y sus espacios corresponden a poblaciones con idénticas o similares manifestaciones culturales, como la etnia, la religión y el idioma, generadores del nacionalismo u orgullo patriótico que estimula a que el ciudadano para que se identifique con el Estado. Las teorías geopolíticas, de Ratzel39 (“el espacio amplio conserva la vida”), y Kjellen (“si un Estado poderoso es pequeño tiene el derecho a ampliar su territorio si quiere seguir siendo poderoso”), dieron curso a la de (el Espacio Vital), propio de la Escuela Geopolítica alemana liderada por Karl Haushofer: “nada hay fuera de la amplitud del espacio, que asegure la libre existencia de una nación”40. A estos impulsos expansionistas, se habría de agregar otro: ¿Toda la nación se encuentra dentro de los límites del Estado? Fue así, entonces, como el nacional-socialismo alemán halló justificable la expansión de la Alemania de pre-guerra, procediendo a la reintegración de la región del Sarre (1934), la remilitarización de la Renania (1936), la anexión de Austria (1938), de los Sudetes (1938), que culminaría con la PEARSON y ROCHESTER. Op. Cit. p. 41. 38 39 En: http://www.umng.edu.co/www/resources/revGeopol0906.pdf En: http://www.slideshare.net/Amakara/pensadores-geopoliticos-y-sus-leyes 40 El Espacio y el Poder 55 Capítulo I. El Espacio desmembración de la Checoslovaquia de entonces, y la creación en su territorio de los Protectorados alemanes de Bohemia-Moravia (1939). Sin perjuicio de la intención política que orientó las situaciones anteriores, habrá que reconocer que la dualidad entre el espacio del Estado y la aspiración que albergue la nación dentro de él, ha sido una constante en el desarrollo de la política internacional europea derivada de los Congresos de Viena (1815), Berlín (1878), y de los tratados impuestos por los vencedores a los vencidos al final de las dos guerras mundiales. b. Una reflexión histórica Una mirada a un atlas geográfico–histórico, nos mueve a observar que la teoría geopolítica que relaciona el tamaño del espacio con el poder de su correspondiente Estado, fue prácticamente un axioma desde la antigüedad hasta bien avanzado el siglo XX, limitado por los procesos de descolonización que siguieron al término de la Segunda Guerra Mundial y al rechazo a las conquistas territoriales aceptadas por la comunidad internacional. Sólo limitadas, anotamos pues aún no podría calificarse de erradicada de la mente de aquellos estadistas que suponen interpretar que los intereses nacionales propios se identifican con la expansión territorial de su Estado. De la validez de la expresión “el espacio es poder”, bástenos con observar la expansión del Imperio Persa desde su área original en el Asia Central hasta ocupar toda el Asia Menor, alcanzar el mar Mediterráneo e intentar pe­netrar en Europa, lo cual dio origen a las llamadas “Guerras Médicas”(siglo V antes de Cristo), que concluyeron deteniendo su avance por la acción de los grie­gos con epopéyicas hazañas militares que inevitablemente registra­rá siempre la Historia Universal (Maratón, Termópilas, Salamina), y que obligaron 56 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio a los persas a desistir de su dominio sobre el Mediterráneo Oriental y los Balcanes y con ello, de los beneficios que esas conquistas les significarían. Caso contrario ocurriría tiempo después, pero dentro del mismo período histórico, cuando los griegos de Macedonia y sus aliados invadieron (334 antes de Cristo), al mando del legendario Alejandro Magno, el Imperio Persa hasta llegar a sus confines en los límites con la India. En este caso, sin llegar a constituirse un nuevo imperio de larga existencia, la acción de origen griego sobre el área invadida produjo un aporte cultural, el helenismo que también puede considerarse como una forma de expansión espacial. Mapa 4. Espacios territoriales de los Imperios Persa y de Alejandro Magno (siglo IV antes de Cristo)41 Fuente: http://irna.ir/es/es1/index1.htm 41 El Espacio y el Poder 57 Capítulo I. El Espacio Mapa 5. Máxima extensión del Imperio42 c. La teoría como referente La mayoría de los teóricos geopolíticos de finales del siglo XIX y principios del XX, dio un especial valor a la importancia de la geografía y sus recursos sobre la necesidad del tamaño espacial del Estado. Uno de ellos, Friedrich Ratzel (1844-1904), formuló los siguientes criterios:43 • Un gran espacio mantiene la vida de los Estados. • El espacio amplio es el elemento vital de toda acción política del organismo estatal. • Los factores geográficos desempeñan un papel decisivo en la vida de las naciones. • El destino de la humanidad está determinado por las leyes de la geografía. Fuente: http://www.escolar.com/avanzado/historia013.htm 42 ATENCIO. Op. Cit. Inserto, p. 34. 43 58 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio • El hombre y la sociedad humana dependen del medio en donde viven. • Las características y condiciones geográficas, muy especialmente los grandes espacios, son los fundamentos que gobiernan la relación entre los Estados y la Tierra. • El espacio, el elemento en donde respira el cuerpo político y a impulso de las leyes de la naturaleza se expande y crece, se convierte en parte inseparable del organismo vivo que es el Estado: el espacio es espacio vital. • El instinto del conductor político se basa en aspectos geográficos. A los conceptos anteriores Ratzel, considerado el padre de la Geopolítica alemana y profundo investigador que fue sobre el tema del espacio del Estado, agregó sus llamadas “Siete leyes del expansionismo”44 a saber: 1. El espacio de los Estados aumenta con el crecimiento de la cultura. 2. El crecimiento de los Estados presenta otros síntomas de desarrollo: ideas, producción comercial, actividad misionera. 3. El crecimiento de los Estados procede por la amalgamación y absorción de unidades menores. 4. La frontera es el órgano periférico del Estado y como tal, la prueba del crecimiento es la fuerza y los cambios de ese organismo. 5. En su crecimiento, el Estado tiende a incluir secciones polí­ ticamente valiosas: líneas de costa, cuencas de ríos, llanuras, regiones ricas en recursos. 6. El primer impulso para el crecimiento territorial llega al Estado primitivo desde afuera, de una civilización superior. 7. La orientación general hacia la amalgamación trasmite la tendencia de crecimiento territorial de Estado a Estado y aumenta esa tendencia en el proceso de transmisión. Ibíd. pp.154-155. 44 El Espacio y el Poder 59 Capítulo I. El Espacio Las “leyes” de Ratzel, anotó Strautz Hupé, “estaban manifiestamente hechas a la medida del imperialismo alemán”45. El citado autor estimó que Ratzel, testigo de la reunificación de su país (1871), estimuló con sus teorías las ansias imperiales de Alemania; la séptima de esas “leyes” dedujo, abría para ello ilimitadas perspectivas. Ratzel, agregó Strautz, “había puesto de relieve, con más claridad que cualquier otro escritor de su tiempo, el valor político del espacio”46. 1.5 La historia de las pasadas cuestiones geográficas y el papel que las mismas representan en la política exterior a. El Coloso Suramericano Si Portugal hubiera aceptado la sentencia del Papa Alejandro VI contenida en la llamada Bula Intercaetera del 4 de mayo de 1493, por la cual el Pontífice estableció los límites de los dominios marítimos, insulares y de “tierra firme” que corresponderían a España (Castilla y Aragón), debido a los recientes descubrimientos, la Colonia portuguesa de Brasil no se hubiera extendido más allá de las áreas de influencia de las actuales ciudades de Recife y Salvador de Bahía, ubicadas en la saliente suramericana sobre el océano Atlántico. En efecto, la Bula Papal indicada, así como la subsiguiente, “Dudom Siquidem” del 26 de septiembre del mismo año que la confirmó y se conoce también como la “Ampliación de la donación”, estableció que las islas y territorios situados al occidente de una línea trazada de norte a sur que pasara a 100 leguas de las islas Ibíd. p. 49. 45 Ibíd. p.53. 46 60 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio Azores y de Cabo Verde sobre el Atlántico, pertenecerían a la Corona de Castilla y Aragón. Una negociación posterior entre Portugal y Aragón permitió en favor de Portugal, que la línea divisoria se corriera 270 leguas más al occidente de dichas islas para un total de 370. Este reajuste del límite fue confirmado mediante el Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494), formalmente denominado “Capitulación de la Partición del Mar Océano” que no fue reconocido por las otras potencias europeas, lo cual explica la presencia en el continente de Inglaterra, Francia y Holanda. Gracias al Tratado de Tordesillas, Portugal pudo extender sus dominios al interior de Suramérica. Gráfico 3. Expansión portuguesa en Suramérica47 Fuente: Gráfico 1 http://www.oculimundienclase.blogspot.com/2011/11/el-tratado-de-tordesillas.html Gráfico 2 http://www.voyagesphotosmanu.com/Complet/images/tratado_santo_ildefonso_1777.gif 47 El Espacio y el Poder 61 Capítulo I. El Espacio La circunstancia, motivada por razones dinásticas, de hallarse las Coronas de España y Portugal bajo el mismo Monarca entre los años de 1580 y 1640 (Felipe II, III y IV), facilitó la penetración portuguesa estimulada por los exploradores o “Bandeirantes”, aún más hacia el occidente, de tal manera que para el término de la llamada “Dinastía Filipina” en 1640, los lusitanos y sus descendientes brasileros, ya habían alcanzado la desembocadura del río Caquetá sobre el Amazonas en el norte y se aproximaban al río de la Plata en el Sur, dando lugar a la firma del “Tratado de Madrid” del 13 de enero de 1750, base éste, como lo indica Londoño Paredes “De las discusiones territoriales entre Brasil de una parte, Colombia, Perú y Ecuador de la otra”48. La existencia de muchos vacíos en la interpretación de los límites sobre áreas tan extensas, no exenta de los intereses nacionales de cada potencia, obligaron a la firma de tratados subsiguientes: el Pardo (1761), y el de San Ildefonso (1777), que restableció las líneas aceptadas por el Tratado de Madrid ya citado, tanto al Norte como en la zona Meridional. Vale anotar que para entonces, los portugueses ya se habían establecido en Tabatinga, punto triple de confluencia actual de Brasil, Colombia y Perú. Tras la proclamación de la Independencia (1822), y la instauración del Imperio, Brasil acordó con Portugal un Tratado de Paz y Alianza (1825), que le aseguró su unidad territorial conforme con los límites aprobados en su Constitución de 1824, los cuales fueron ampliados en algunos sectores durante el siglo XIX a expensas de Paraguay y Bolivia por efectos de la participación brasilera en la guerra de la “Triple Alianza” (1867), Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay, y de la llamada cuestión del Acre, región boliviana que Brasil se anexó mediante el pago de indemnización (Tratado de Petropolis, 1901, de Río de Janeiro, ATENCIO. Op. Cit., p. 247. 48 62 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio 1909). Otros reajustes territoriales a favor de Brasil, resultaron de sus Tratados con Colombia, 1907 y 1928, y Perú (1909). La demarcación de límites con Uruguay, territorio al cual aspiraron al mis­ mo tiempo que Argentina, denominado por ésta como la “Banda Oriental” y por Brasil como la “Provincia Cisplatina”, condujo a un conflicto entre esos nacientes Estados que culminó con el establecimiento de la actual repú­bli­ca de Uruguay. Sus límites con Brasil, fueron fijados con pequeñas variaciones posteriores en 1851. Una aspiración argentina sobre la denominada Zona de las Palmas o de misiones correspondientes a los actuales Estados de Paraná y Santa Catalina, fue resulta en 1894 en favor de Brasil. Las cuestiones de límites con las Guayanas se resolvieron mediante arbitrajes suizo e italiano respectivamente a inicios del siglo XX; con Surinam o Guayana holandesa se definieron los límites en 1906. Con Venezuela, primó el “Uti possidetis” de 1810. Con una extensión de 8.514.877 km2, una población estimada en 204 millones de habitantes y limitando con ocho Estados soberanos y dos territorios coloniales europeos, Brasil se presenta ante el sistema internacional como una potencia emergente gracias a su pujante desarrollo económico y su estabilidad política. Al observar sobre el mapa, la amplitud de su espacio territorial, nos vienen a la mente dos teorías geopolíticas: “El espacio es poder” (Kjellen)49 y “(…) donde quiera, que ha existido una gran nación, ha sido dueña de un grande espacio” (Robert H. Strautz)50, y aparecen también cómo las pasadas cuestiones geográficas sobre el territorio de Brasil, han incidido en su política exterior. Ibíd. 49 STRAUTZ. OP. Cit. STRAUTZ. Citado en Londoño Londoño. Op. Cit., p. 38 50 El Espacio y el Poder 63 Capítulo I. El Espacio b. Latinoamérica y sus fronteras en conflicto • Una opinión preliminar El profesor Ernesto Guhl en su obra titulada “Escritos Geográficos: Las fronteras políticas y los límites naturales”51 nos indica que “un Estado no es imaginable sin una base espacio-territorial y son el poder político y el militar estatales los que determinan el dominio territorial del mismo, fijando sus fronteras como una realidad política”. De manera, agrega, que “la frontera es el producto del movimiento del poder estatal”. Podría afirmar, al menos en teoría, que las fronteras que dividen los países de América hispana, tienen su origen en las demarcaciones producto de la división político-administrativa impuesta por la Corona española o sea, en la aplicación del Utis Possidetes de 1810, situación aceptada en principio pero sujeta a controversia, en la medida en que el “Núcleo Vital” de cada Estado logró expandir su respectiva área de influencia hacia más allá del límite previsto, motivado en la mayoría de las veces, por la significación económica que unas regiones, en ese entonces lejanas o ignotas, poseían. Regiones selváticas y despobladas que por esa misma condición, a juicio del profesor Guhl, que compartimos, “sirvieron como amortiguadores para resolver los problemas político-fronterizos”. Por lo tanto, en la medida en que en una frontera dejó de ser pasiva para convertirse en dinámica, las relaciones políticas entre Estados vecinos se tornaron conflictivas y dieron lugar a la serie de disputas a las cuales se refiere, en cuanto a lo terrestre, buena parte de este trabajo. Otro tanto ocurre con las delimitaciones marítimas, sujetas a las definiciones más GUHL, Ernesto. Escritos geográficos. Las fronteras políticas y los límites naturales. FEN, Bogotá: 1991. 51 64 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio recientes al Derecho del Mar, no siempre aceptadas por las partes en litigio, pues, como en el caso terrestre, priman los intereses económicos de cada querellante. • El Uti Possidetis Jure de 1810 El ex canciller colombiano Julio Londoño Paredes, uno de nuestros contemporáneos más versados sobre el tema, nos recuerda que el “Uti Possidetis” “fue una antigua norma del derecho romano según la cual cuando se litigaba ante un Magistrado Pretor por la posesión de un bien mueble o inmueble, éste mediante un procedimiento sumario conocía de la causa y en base a la formula “Uta possidetisitapossideatis” , (como habéis poseído, así poseáis) disponía quién debía detentarlo mientras culminaba la causa definitiva entorno de su propiedad (…) Dentro del ámbito latinoamericano el “Uti Possidetis” se refirió, desde el primer momento a los territorios que hacían parte de cada una de las divisiones mayores de las colonias hispanas al iniciarse en ellas el estado de beligerancia contra el poder español”52. De tal manera, anotamos que según este principio y para el caso de la delimitación de las fronteras de Colombia, estas deberían ser las mismas que en el año de 1810 mantenía el Virreinato de la Nueva Granada con las entidades territoriales vecinas pertenecientes a la Corona española. Es lamentable que la aplicación del principio anotado no fue estrictamente cumplida, y dio lugar a controversias sobre límites entre la mayoría de los nuevos Estados de la América latina, problema que ha incidido en gran medida sobre la orientación de sus políticas exteriores. LONDOÑO PAREDES, Julio. La frontera terrestre colombo-venezolana. El proceso de la fijación de 1492-1941. Colección bibliográfica del Banco de la República. Bogotá: 1990. p.11. 52 El Espacio y el Poder 65 Capítulo I. El Espacio • Conflictos fronterizos La consolidación de los espacios territoriales de los Estados latinoamericanos, aún no resueltos en algunos casos, ha sido objeto de un largo proceso desarrollado especialmente durante el siglo XIX, que se inicia con la confrontación de Brasil con Argentina a raíz de sus aspiraciones sobre la “Banda Oriental” que culminó con el reconocimiento de la independencia de Uruguay (1828) y, seguida por la guerra colomboperuana de ese año por cuestiones limítrofes, a las cuales habrá que agregar también, en Suramérica, las guerras del Pacífico (1837 y 1879), desarrolladas por la alianza perú-boliviana contra Chile y que significó la pérdida de la salida al mar de Bolivia, la guerra de la Triple Alianza (Brasil, Argentina y Uruguay, 1865-1870), que devastó a Paraguay o del conflicto del Acre que significó para Bolivia, la pérdida en favor de Brasil, de este territorio amazónico. El siguiente cuadro53, permite al lector observar las fronteras en conflicto en nuestro continente: No. Países Situación 01 Antártica 02 Argentina - Gran Bretaña Reclamación Islas Malvinas, Georgias y Sandwich 03 Gran Bretaña – Argentina - Chile Reclamación de soberanía sobre la Antártica 04 Argentina – Uruguay 05 Uruguay – Brasil Pugna geoestratégica Constricción de fábricas e celulosa Reclamación del Rincón de Artigas y la isla Brasilera Conflictos fronterizos. Fuente: Elaborado por León Levi Valderrama, Asesor del IEGAP. En: Specto, octubre – diciembre. Edición Especial, 2007. 53 66 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio No. Países Situación 06 Chile – Argentina 07 Bolivia – chile - Perú 08 Perú – Chile 09 Ecuador – Perú 10 Ecuador – Colombia Presencia de la guerrilla – Fumigación con glifosato 11 Surinam - Guyana Delimitación marítima – Reclamación territorial 12 Venezuela – Guyana 13 Venezuela – Trinidad y Tobago Delimitación del Canal de Beagle Bolivia reclama salida al mar Delimitación marítima Cordillera del Cóndor – Guerra en 1995 Reclamación territorio del Esequibo Reclamación marítima por áreas pesqueras 14 Colombia – Venezuela Delimitación marítima 15 Nicaragua – Colombia 16 Costa rica – Nicaragua Derechos de navegación en el río San Juan 17 Nicaragua – Honduras Delimitación marítima 18 19 20 Posesión archipiélago de San Andrés y Providencia El Salvador – Posesión de la isla Conejo (Golfo de Fonseca) Honduras El Salvador – Posesión de la isla Conejo (Golfo de Fonseca) Honduras – Nicaragua Guatemala – Belice Reclamación de 12.7 kmts. (22.993) 21 Haití – Estados Unidos Posesión de isla de Navaza 22 República Dominicana Problemas por el control de frontera e – Haití inmigración 23 Cuba – Estados Unidos Base naval estadounidense de Guantánamo 24 México – Estados Unidos 25 Ártico Construcción de un muro en la frontera Pugna geoestratégica El Espacio y el Poder 67 Capítulo I. El Espacio Mapa 6. Fronteras en Conflicto54 Ibíd. 54 68 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio c. Fuerza y mutación del Espacio En un ensayo sobre temas geopolíticos relacionados con el ciclo vital del Estado y partiendo de una mirada al Atlas Histórico, anoté que: “El mapa político del mundo de hoy no es igual al de hace cincuenta años. Es probable que tampoco éste sea el mismo en breve tiempo; sin embargo el espacio geográfico no ha cambiado ni cambiará fundamentalmente. ¿Qué ha ocurrido entonces? Simplemente que sobre estos espacios geográficos han nacido, crecido y desaparecido Estados. En veces las nacionalidades han tratado de congregarse alrededor de una sola entidad estatal. En otras un Estado multinacional no ha resistido las presiones de sus diversas etnias y ha estallado dejando tras sí el recuerdo de su grandeza y realización histórica para dar paso a varios nuevos Estados”55. En menos de una centuria (325 a 235 antes de Cristo), el imperio formado por Alejandro Magno se creó y se desmembró, dando inicio a una serie de Estados surgidos de la repartición geográfica que correspondió, como una especie de herencia, a los generales griegos más destacados, Estados de breve existencia cuyo ciclo vital culminó al ser absorbidos por otras culturas. Durante el primer milenio de la era cristiana, Roma que había alcanzado su mayor extensión en el reinado de Adriano (117-138), sucumbió finalmente en su sector occidental bajo el agonizante gobierno de Flavio Rómulo Augusto (475–476), dentro de un reducido espacio en donde debió añorar las pasadas glorias imperiales. Las invasiones de las tribus bárbaras se encargaron de liquidarlo. El milenio siguiente sería ROSALES ARIZA, Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia. Liderazgo y poder. Ensayos. UMNG, Bogotá: 2005 p. 51. 55 El Espacio y el Poder 69 Capítulo I. El Espacio testigo del crecimiento del Islam y de su extensión político-religiosa que amenazó con desbordarse sobre la Europa central en donde el mundo de Carlo Magno no resistió los ímpetus del feudalismo, generador a su turno de las ambiciones dinásticas gracias a las cuales el Continente se transformó en un mosaico de Estados. La caída de Constantinopla (1453), y el hallazgo de América (1492), que marcan el final de la edad media y el inicio de la moderna, darían origen a otros imperios (español, inglés, francés, holandés), así como a su desaparición y a nuevos Estados surgidos de los procesos independentistas, de reunificación o de la descolonización durante los siglos XIX y XX. En los espacios geográficos anhelados por las diversas culturas, que han sido su fuerza creadora, también se generaron los impulsos necesarios para su evolución. Las condiciones geográficas, nos dice Strautz, “determinan en gran parte donde se hace la historia, pero es siempre el hombre quien la hace”56. Ibíd. p.204. 56 70 El Espacio y el Poder Capítulo I. El Espacio LECTURAS RECOMENDAS ATENCIO, Jorge I. Qué es la Geopolítica. Pleamar, Buenos Aires 1965 Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Montego Bay, Jamaica 10 de diciembre de 1982. IBÁÑEZ S. Roberto. Teoría del Estado, geopolítica y Geoestrategia. Vol. XVII. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares, Bogotá: 1995. KJELLEN, Rudolf. El Estado como organismo viviente, 1916. LONDOÑOLONDOÑO, Julio. Fundamentos de la Geografía Política. Servicios de Imprenta y Publicación de las Fuerzas Armadas. LONDOÑOLONDOÑO, Julio. Nueva Geopolítica de Colombia. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares. Bogotá. LONDOÑO PAREDES, Julio. La frontera terrestre colombo-venezolana. El proceso de la fijación de 1492-1941. Colección bibliográfica del Banco de la República. Bogotá: 1990 MAHAN, Alfred. The influence of sea power upon history. Little, Brown and Company. PEARSON, Frederic S. y ROCHESTER J. Martin. Relaciones Internacionales: situación global en el siglo XXI. 4 ed. McGraw Hill. Bogotá: 2000. ROSALES A. Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia.UMNG, Bogotá: 2005. STRAUTZ H, Robert. La lucha por el espacio y el poder. Traducción de Ramón Ulia. Rustica, México: 1945. TAYLOR, Peter. Geografía política. Economía – mundo, Estado – nación y localidad. Trama, Madrid: 1994. URIBE VARGAS, Diego. Mares de Colombia. La acción diplomática que duplicó el territorio nacional. Universidad Jorge Tadeo Lozano. Bogotá: 2001. El Espacio y el Poder 71 CAPÍTULO II ESPACIO Y POLÍTICA “El espacio terrestre es la primera e inmodificable condición de vida¨ F. Ratzel CAPÍTULO II ESPACIO Y POLÍTICA 2. En el auge y el ocaso de los imperios La expresión de Ratzel acerca de la condición biológica del Estado: “el espacio amplio conserva la vida”57, estimuló la teoría del “espacio vital” o sea de aquel que evidentemente requiere el Estado, en especial la población, para subsistir. Ratzel reafirmó sus conceptos sobre la teoría al manifestar58: • El espacio terrestre es la primera e inmodificable condición de vida. • La multiplicación de los habitantes de un país modifica su relación espacial. • La determinación del “lebernsraum” (espacio vital) que la Tierra ofrecía en determinado momento, o su nueva estimación es vista como una importante tarea, no sólo porque de ese espacio depende la magnitud de vida posible sino porque aparecen distintos motivos de diferenciación relacionados con su magnitud. El desarrollo de nuevas formas de vida siempre dependerá del espacio disponible. • (…) un Estado es tanto más fuerte y duradero cuanto más armónico haya sido el crecimiento del binomio pueblo-Estado y cuanta más correspondencia haya existido entre su territorio político y el ocupado por la población (…). • Una frontera podrá circunscribir a un pueblo a una determinada área Mencionada por K. Hausshofer en Poder y Espacio. Inserta en Antología Geopolítica. Obra citada de A. Rattembach. P.89. 57 Ratzel, criterios insertos en Antología Geopolítica p. 31-40. 58 Capítulo II: Espacio y Política por decenios o aun siglos. Pero, cuando llega el momento histórico, su desarrollo hace quebrar esas barreras. Para considerar si el fundamento teórico de Ratzel puede aceptarse a inicios del siglo XXI, cuando este fue expuesto a finales del XIX, es preciso tener en cuenta el conjunto de situaciones que impactaban el ciclo histórico cuando se produjo: en lo político, los procesos de unificación de Alemania e Italia con repercusiones inmediatas dentro del reducido y ambicioso sistema internacional de entonces, caracterizado por el forcejeo entre las llamadas “potencias marítimas” (Inglaterra y Francia), y las denominadas “potencias continentales” (Alemania, Austria-Hungría y Rusia), el auge del neocolonialismo que había encontrado en África, Asia y Oceanía el botín de Europa. El económico: el esplendor de la Revolución Industrial, motor que era y es del desarrollo. Y desde luego, el “debut” dentro del club de las potencias imperiales y marítimas de los Estados Unidos, ya expandidos territorialmente a expensas de México y con posiciones ultra marinas en Filipinas y Puerto Rico, como trofeo de su victoria sobre el agónico imperio español en 1899 y que le permitieron crear sobre Cuba, una especie de protectorado y hacer del mar Caribe, para su beneficio, una especie de nuevo “Mare Nostrum”. Para entonces, el modelo por alcanzar era el Imperio Británico que ocupaba unas tres cuartas partes del Globo terráqueo. Así podía observarse en un mapamundi donde aparecían en color rosa las posesiones británicas. Si los ingleses lo habían logrado, ¿por qué no los alemanes que lo merecían y que dentro de su espacio no estaban ni cabían todos? Ratzel no fue testigo del desarrollo y derrota de su amada Alemania en la Primera Guerra Mundial, pues falleció en 1904, pero en sus obras59 Entre las obras de Ratzel, sobre la geopolítica se destacan: Antropogeografía (1891), Geografía política (1897) y la Tierra y la vida (1902). 59 76 El Espacio y el Poder Capítulo II: Espacio y Política se advierte el rigor de su etnia y la devoción a los ideales germanos. Su contraparte, el inglés Sir Halford J. Mackinder (1861-1947) en su obra, texto obligado de consulta por varias décadas “El Pivote geográfico de la Historia”60 y testigo que fue de las dos grandes guerras, estuvo muy cerca del pensamiento ratzeliano al manifestar que “El equilibrio del poder político en un momento dado es, por supuesto, el producto de las condiciones geográficas, tanto económicas como estratégicas, por una parte, y del número relativo, la virilidad, los equipos y la organización de los pueblos competidores, por la otra”61. Conferencia pronunciada en la Real Sociedad Geográfica de Londres el 28 de enero de 1904 60 Op. Cit. p. 80. 61 El Espacio y el Poder 77 78 Fuente: http://raulrv.blogspot.com/2010/03/el-imperio-colonial-britanico.html 62 Mapa 7. Imperio Británico a inicios del siglo XX62 Capítulo II: Espacio y Política El Espacio y el Poder Capítulo II: Espacio y Política La causa principal, a nuestro juicio, del desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial o Gran Guerra (1914-1918), obedeció especialmente a la preservación u obtención, según el caso, de los intereses geopolíticos y su aplicación geoestratégica de las potencias europeas, alineadas como estaban en vísperas de la conflagración en los pactos conocidos como de la Triple Entente (Francia, Inglaterra, Rusia), y la de los imperios centrales (Alemania, Austria-Hungría e inicialmente Italia), o Triple Alianza, sobre el Mediterráneo del Sur, los Balcanes, África, el Próximo y Lejano Oriente, el subcontinente asiático y el Pacifico insular, claves para su comercio y desarrollo. El control o el dominio del espacio se había convertido en el objetivo principal de la política exterior europea fomentada por un imperialismo desbocado63 que le produjo al Mundo, la mayor catástrofe de su historia: 9 millones de muertos y que al cambiar el mapa político centro europeo y el de los dominios coloniales, se convertiría en una de las causas de la siguiente hecatombe. 2.1 En el período entre guerras (1918-1939) Las potencias marítimas, virtuales vencedoras de la Primera Guerra Mundial, al imponer sus condiciones de paz a los vencidos, crearon un nuevo orden geopolítico caracterizado por la aparición de Estados que afectaron los espacios históricos y desarraigaron nacionalidades, ya fuera por segregación o anexión de territorios, situación que impuso un cambio en el mapa político europeo y consecuencialmente en el correspondiente al mundo colonial de entonces, con perjuicio para Rusia y Alemania, al cual se sumó la desaparición del Imperio Austro-húngaro de cuyas ruinas surgió, Checoslovaquia, se reconstruyó el sudeste europeo y renació Polonia. FULLER, J.F. Batallas Decisivas del mundo Occidental. Vol. III. Luis Caralt editor Barcelona 1961, p. 201 anota que: “Entre 1890 y finales de siglo Gran Bretaña adquirió 4.574.000 millas cuadradas, Francia 3.583.580; Alemania 1.026.220; Bélgica 847.000 y Estados Unidos el resto del viejo Imperio español”. 63 El Espacio y el Poder 79 Capítulo II: Espacio y Política En el primer caso, Checoslovaquia, se trató de la fusión de dos pueblos con profundas diferencias culturales: seis millones de checos y tres millones de eslovacos, en cuyo territorio también convivían importantes minorías alemanas, húngaras y ucranianas. En cuanto al “Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos”, más tarde Yugoslavia, al cual se agregó Montenegro, la situación presentaba: 3 millones de serbios ortodoxos, 4 millones de croatas católicos a los cuales se agregaron 1,5 millones eslovenos de igual religión; todo lo anterior sin contar a 500.000 alemanes, 400.000 turcos y 200.000 rumanos. Rumania, por otra parte, duplicó tanto su territorio como su población, incluyendo dentro de esta última a 3 millones de origen húngaro, alemán, ucraniano, búlgaro, ruso y serbio. Rusia, ya sin fuerza militar y en pleno auge revolucionario, tuvo que admitir que de su antiguo espacio imperial surgieran Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania. Turquía se redujo aún más, en beneficio de Grecia, Bulgaria e Italia. Y Hungría, finalmente, perdió las dos terceras partes de su antiguo territorio en favor de Checoslovaquia, Rumania y la nueva Yugoslavia64. Por otra parte las ambiciones imperiales de la Italia fascista en África y el Mediterráneo, así como las del Japón en Asia, contribuyeron a enrarecer el panorama geopolítico mundial previo al inicio de la guerra. Las cifras incluidas en este párrafo, proceden de la obra citada de J. Pirenne. pp. 172-178. 64 80 El Espacio y el Poder Fuente: http://uy.kalipedia.com/popup/popupWindow.html?anchor=klpprcfil&tipo=imprimir&titulo=Imprimir%20Art%EDculo&xref= 20070717klphisuni_266.Kes 65 Mapa 8. El nuevo mapa de Europa después de la Primera Guerra Mundial65 Capítulo II: Espacio y Política El Espacio y el Poder 81 Capítulo II: Espacio y Política Aunque existe consenso acerca de los orígenes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en cuanto a su identificación, se destacan: la política de ejecución de los Tratados (1919-1924), la de la seguridad colectiva y la crisis económica mundial de 1929. El auge de las dictaduras totalitarias, la formación de los bloques o alianzas y especialmente los golpes de fuerza alemanes que actuaron como detonantes, no cabe duda que los intereses geopolíticos de cada potencia, motores de sus respectivas políticas exteriores, constituyeron el verdadero “Casus belli”. Así lo confirma Spykman66, orientador que fue de la geopolítica estadounidense, cuando anotó: “El campo de acción particular de la Geopolítica sería la política exterior del Estado. Por lo métodos de análisis que le son propios sabría utilizar los datos de la geografía - entendiendo esto en su más amplio sentido- para decidir un comportamiento político que permita alcanzar ciertos objetivos”67. Gallois, siguiendo a Spykman se pregunta (…) ¿cómo mantener la paz ignorando los espacios terrestres y marítimos, eventuales objeto de la disputa entre Estados rivales? Y también, teniendo en cuenta una situación geográfica particular, ¿a qué política, a qué estrategia adherirse para asegurar la seguridad del Estado, aunque se defienda en las mejores condiciones? (…). Del valor del espacio geográfico, como elemento trascendente en el diseño de una política exterior que contribuya al desarrollo de un interés nacional, baste citar el Pacto de No Agresión acordado entre Alemania Fuente: http://uy.kalipedia.com/popup/popupWindow.html?anchor=klpprcfil&tipo=impri mir&titulo=Imprimir%20Art%EDculo&xref=20070717klphisuni_266.Kes 66 SPYKMAN, Nicolás (1893-1943). De origen holandés y orientador de la geopolítica estadounidense. Profesor de Ciencia Política y Sociología y Relaciones Internacionales en las Universidades de California y Yale, miembro de importantes academias científicas de USA y autor de varias obras de su especialidad. 67 82 El Espacio y el Poder Capítulo II: Espacio y Política y la Unión Soviética, con regímenes tan antagónicos, el 23 de agosto de 1939, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, que incluyó un protocolo secreto por el cual las partes fijaban sus respectivas esferas de interés o de influencia en el Este de Europa68. Gracias a este pacto, Alemania logró neutralizar cualquier posibilidad de una confrontación militar con la URSS hasta tanto se decidiera a lanzar una ofensiva en su contra de ésta en el verano de 1941. En una u otra decisión alemana primaron sus intereses geopolíticos. 2.2 En las posguerras de la Segunda Guerra Mundial Los Estados Unidos vencedores absolutos de la Segunda Guerra Mundial, diseñaron a partir de su término, especialmente en el escenario europeo, una política exterior adoptada también por sus aliados y fundamentada en dos principios: Contención y Disuasión, referidos a detener la expansión en línea durante el complejo desarrollo de la llamada “Guerra Fría” (1945-1989). Quizás sin proponérselo, pero evidentemente aplicable, la ejecución de tal política encontró su soporte en la visión de dos paradigmas de la Geopolítica, tanto estrategas como geógrafos, Sir Halford Mackinder y Nicolas Spykman. En el protocolo secreto se incluyeron las siguientes clausulas: “1. En caso de que se produzcan modificaciones político-territoriales en los Estados bálticos (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania) la frontera septentrional lituana se considera como límite natural de las zonas de influencia de Alemania y la URSS. Ambas potencias, no obstante, reconocen los derechos de Lituania sobre el territorio de Vilna. 2. Ante la eventualidad de ciertos cambios político-territoriales de la zona de influencia del Estado polaco, el límite de las zonas de influencia de la URSS y Alemania, será aproximadamente el señalado por los ríos Narev, Vístula y San. El que ambas partes se decidan por mantener un Estado polaco soberano y en tal caso la delimitación de sus fronteras será fijado según el desarrollo de futuros acontecimientos políticos. 3. Con referencia a los territorios del sudeste de Europa, por parte soviética se hace destacar su interés por Besarabia. En cuanto a Alemania, ésta se compromete a desligarse de todo interés político en relación con dicho territorio…” Inserto en Historia Universal. Tomo XII Siglo XX, Círculo de lectores, ediciones Lerner, Bogotá, pp. 264-265. 68 El Espacio y el Poder 83 Capítulo II: Espacio y Política Mackinder había advertido en su célebre conferencia sobre “El pivote geográfico de la historia” teoría que reiteró en 1943, ampliada al Asia central, de la existencia de una “región pivote” o corazón continental que localizó en territorio de Rusia y desde donde a su juicio, emergieron históricamente los impulsos y las fuerzas decisorias del poder continental europeo, dando curso al siguiente planteamiento: “Quien gobierne la Europa Oriental dominará el corazón continental; quien gobierne el corazón continental dominará la isla mundial (Eurasia-África); quien gobierne la isla mundial dominará el mundo” Observada la teoría en 1945, se podía deducir que la potencia terrestre que dominara la “región pivote” tendría la superioridad estratégica. Esa potencia era la URSS, la cual, en paralelo con el avance victorioso de sus tropas sobre los dominios de la Alemania nazi, había instaurado gobiernos satélites en los países supuestamente “liberados” de Europa Oriental. Spykman por su parte, visualizó la necesidad para los Estados Unidos, de neutralizar el poder de un “corazón continental” que ya era evidente desde 1944. Para ello, era necesario controlar el límite exterior de la “región pivote” al cual denominó “margen continental” (Rimland), o zona de contacto separadora de los intereses geopolíticos de las dos potencias. Taylor afirma69 que “Si la antigua URSS era una fortaleza, lo que había que hacer era rodearla y sellarla. En la jerga política esta maniobra se llama contención, y el sello estaba constituido por el anillo de alianzas antisoviéticas que se pactaron tras la guerra en el margen continental (la OTAN en Europa, el CENTO en Asia Occidental y la SEATO en Asia Oriental)”. En contra posición, la URSS creó el Pacto de Varsovia; de la disuasión, concluimos, se encargó la amenaza nuclear. Op. Cit. p.54. 69 84 El Espacio y el Poder El Espacio y el Poder Fuente: http://elrenglon.com/pacto-de-varsovia.php NOTA: Edición del Autor 70 Mapa 9. Guerra Fría Alianzas Antisoviéticas y Pacto de Varsovia70 Capítulo II: Espacio y Política 85 Capítulo II: Espacio y Política En su momento, anoté que el orden mundial que surgió al final de la Segunda Guerra Mundial, consecuencia de los acuerdos entre las potencias aliadas, especialmente en Yalta (1944), y Postdam (1945), se había expresado en la denominada Guerra Fría, período de tensiones entre las dos grandes potencias y dentro del marco de la “Bipolaridad”. Cuando el 5 de marzo de 1946, Wiston Churchill afirmó en Fulton, EEUU, que desde Stettin, en el Báltico, hasta Trieste, en el Adriático, “Una cortina de hierro se ha abatido sobre el continente” con esa expresión indicó cuál era la frontera geográfica que separaría durante casi medio siglo el Occidente capitalista del Oriente comunista. 2.3 La “posguerra fría” y la geopolítica Los sorpresivos reajustes geopolíticos ocurridos en el escenario europeo a partir de 1989, que condujeron a la desaparición del “rimland” como consecuencia del fin de la “bipolaridad”, constituyeron el inicio de la denominada “posguerra fría”, situación que se produjo de manera paulatina en un proceso que requirió del transcurso de tres años para su concreción, así: • 1989: Fin de los regímenes comunistas en Polonia, Checoslovaquia71, Alemania Oriental, Hungría, Bulgaria y Rumania. • 1990: Reunificación de Alemania. • 1990: Colapso del Estado soviético; la URSS se desintegra y de ella surgieron 14 repúblicas72. De la disolución de este país surgieron dos países, la República Checa y Eslovaquia. 71 Lituania, Estonia, Letonia, Moldavia, Ucrania, Belorusia, Georgia, Armenia, Azerbaijan, Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán y Tajikistan. 72 86 El Espacio y el Poder Capítulo II: Espacio y Política Acerca de lo trascendente del año de 1989, Pearson y Rochester citan la opinión de George E. Will, expresada en su columna del Newsweek, noviembre 20 de 1989, cuando anotó: “(…) Ningún año en la historia, aun teniendo en cuenta los hechos que sucedieron en el siglo XVI, han afectado tanta gente o movido tan complejas sociedades en el torbellino de cambio como 1989.Este ha sido el año más sorprendente, interesante y de mayores consecuencias”73. Aunque la antigua Yugoslavia no formaba parte del bloque soviético, pues se había aislado de éste para conformar el grupo de los “no alineados”, su fragmentación en cinco nuevos Estados74, un ejemplo de las nacionalidades contra el Estado, hecho acaecido en la posguerra fría, posee relevancia dentro del nuevo ámbito y en particular del área de los Balcanes. No obstante, el nuevo panorama geopolítico presentado en Europa, para los analistas del tema, resultó muy aventurado pronosticar el inicio de una nueva era bajo la hegemonía absoluta de los Estados Unidos; podría aceptarse a lo sumo, la confrontación de su liderazgo en el mundo occidental, pero no en el poder global. Las razones: en lo económico, una acelerada presencia efectiva y por lo tanto competitiva del Japón, China, India y algunos países del Sudoeste asiático y de la Unión Europea como bloque; en lo político y cultural, las incidencias del radicalismo islámico en un sector de gran valor geoestratégico dentro de la “isla mundial” Op. Cit p. 66. Nota: el columnista se estaba refiriendo a los hechos cumplidos entre el 5 de junio en Varsovia y el 10 de noviembre en Sofía, periodo durante el cual cayeron los regímenes comunistas en Polonia, Hungría Alemania Oriental y Bulgaria. Para la fecha del escrito, aún faltaban por caer en ese mismo año, los gobiernos pro-marxistas de Checoslovaquia (noviembre 24) y Rumania (diciembre 25). 73 Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia y Macedonia. 74 El Espacio y el Poder 87 Capítulo II: Espacio y Política (Euroasia-África), sin perjuicio de la importancia vital de los nuevos recursos energéticos del Cáucaso y el Asia Central compartidos por las nuevas repúblicas exsoviéticas y por regímenes islámicos no afectan a los Estados Unidos. Todo ello explica la intervención militar de este país, acompañado casi simbólicamente por sus aliados, en la llamada “primera guerra del golfo” contra Irak, con el pretexto de eliminar la supuesta existencia de armas de destrucción masiva en el territorio de ese Estado. 2.4 “El Nuevo Orden Mundial” “Fracasadas, anoté75 la “Perestroika”, que pretendía la restructuración económica soviética y el “Glasnot”, relacionado con la liberación política, el coloso comunista se derrumbó, Gorbachov no lo pudo evitar. La bipolaridad, en consecuencia, colapsó. El desafío ideológico comunista y el reto geopolítico soviético desaparecieron simultáneamente”. Henry Kissinger expresó en 1994, que para los Estados Unidos no existía a partir de entonces, un desafío ideológico ni un enfrentamiento geoestratégico. Un “Nuevo Orden Mundial”, así se le denominó, surgió entonces, pero de sus propósitos tan esperanzadores para un mundo que apenas empezaba a recordar como cosa del pasado la perspectiva de una confrontación nuclear, pronto surgió una nueva amenaza: el terrorismo, materializado por los trágicos hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001. Consecuencialmente, apareció un reajuste al nuevo orden en el que los intereses geopolíticos se han visualizado en los posicionamientos geoestratégicos para atender tanto la amenaza terrorista, especialmente la surgida del radicalismo islámico, como con la necesidad de obtener y controlar los principales recursos energéticos, hídricos, vegetales y minerales. Así las cosas nos hallamos ROSALES, Op. Cit. p. 94. 75 88 El Espacio y el Poder Capítulo II: Espacio y Política ante la globalización de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos. Klare, analista estadounidense, cita la observación contenida en el informe del Consejo de Seguridad de su país en 1999: “(…) Debemos mantenernos conscientes de la necesidad de estabilidad y seguridad regionales en áreas claves de producción a fin de garantizar nuestro acceso a esos recursos tanto como a su libre circulación76 (…)” Por su parte, Z. Brzezinski77, ex-consejero de Seguridad de EEUU, había precisado con anterioridad, luego de advertir sobre el inmenso valor estratégico del conjunto de Eurasia: “Para los Estados Unidos, Eurasia es la principal recompensa geopolítica”. KLARE T. Michael. La Nueva geografía de los conflictos internacionales. En Foreing Affairs en español 2001. Inserto por el autor en Geopolítica y Geoestrategia, p. 94. 76 BRZEZINSKI, Zbigniew. El Gran tablero Mundial (1998). Inserto en Rosales. Op. Cit. p.96. 77 El Espacio y el Poder 89 Capítulo II: Espacio y Política LECTURAS RECOMENDADAS ATENCIO, Jorge I. Qué es la Geopolítica. Pleamar, Buenos Aires: 1965. IBÁÑEZ S. Roberto. Teoría del Estado, Geopolítica y Geoestrategia. Vol. XVII. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares. Bogotá: 1995. KJELLEN, Rudolf. El Estado como organismo viviente, 1916. LONDOÑO PAREDES, Julio. Derecho Territorial de Colombia. Vol. V. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares, Bogotá: 1973. LONDOÑOLONDOÑO, Julio. Fundamentos de la Geografía Política. Servicios de Imprenta y Publicación de las Fuerzas Armadas. Bogotá. PEARSON ROCHESTER Relaciones Internacionales. ROSALES A. Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia. UMNG. Bogotá: 2005. TAYLOR, Peter. Geografía política. Economía – mundo, Estado – nación y localidad. Trama, Madrid: 1994. 90 El Espacio y el Poder CAPÍTULO III EL PODER “Existe como inclinación general de toda la humanidad, un perpetuo e incansable deseo de poder, y más poder, que cesa solamente con la muerte”. Thomas Hobbes CAPÍTULO III EL PODER 3. El Poder. Una aproximación al tema A partir de la Paz de Westfalia (1648) hasta nuestros días, analistas como Pearson y Rochester dividen “Los últimos siglos de la historia de las relaciones internacionales en cuatro períodos: (1) El sistema clásico internacional (1648-1789), (2) El sistema internacional de transición (1789-1945), (3) El sistema posterior a la Segunda Guerra Mundial (1945-1989) y (4) El sistema contemporáneo o posterior a la Guerra Fría”, determinando y evaluando tanto los actores como el poder y la riqueza, el grado de polarización, los objetivos y los medios, incidentes en cada periodo78. La aplicación de tal metodología nos permite establecer cuál ha sido, a lo largo de la historia más reciente, la aplicación del concepto del Poder partiendo del que procedía de la voluntad omnímoda de un gobernante, el monarca o el mandatario absoluto, hasta el implemento de la democratización en que el origen y fortaleza de ese poder, procede del pueblo soberano. Resulta evidente, si seguimos la acertada compartimentación esbozada por los citados autores y dentro de ésta efectuamos una valoración de los temas propuestos para examen, que la vigencia del poder de un Estado se halla condicionada por el grado de credibilidad y firmeza que posean sus instituciones y el sistema de gobierno, sus recursos económicos, su potencialidad militar y muy especialmente el carácter de su población. Op. Cit p. 37. 78 Capítulo III: El Poder 3.1 El Poder del Estado; Conceptualizaciones Hernan Heller79 en su obra, Teoría del Estado, afirma que “Al decir que el Estado es una unidad real queremos significar que aquél, al igual que cualquier otra organización, es ante todo una conexión real de efectividad, por lo que el poder estatal se nos aparece, no como una unidad meramente imaginada por nosotros, sino como una unidad que actúa de modo causal (…) El poder del Estado, como unidad de acción no puede ser referido ni a los actos de los que tienen el poder, ni a los sometidos al mismo. El que varias actividades de los súbditos vengan finalmente a dar lugar a una unidad de acción, se explica porque esas actividades acumuladas son actualizadas unitariamente por un gobernante (…) El gobernante tiene el poder en el Estado pero nunca posee el poder del Estado”. De las conceptualizaciones anteriores, se desprende que el poder del Estado tiene como fuentes la cooperación de todos expresada en la unidad de acción y en la legitimidad donde se origina tal poder para su aplicación en el interior. En este sentido, el poder debe contribuir al logro de los fines esenciales del Estado80. Si la aplicación del poder de un Estado es llevado al plano de la acción política exterior con relación a otro u otros Estados, de lo que se trataría HELLER, Hernan. Teoría del Estado, 8 ed. Fondo de Cultura Económica. México: 1977 p.256. 79 La Constitución Política de Colombia en su artículo 2, inciso primero, dispone: “Son fines esenciales del Estado, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afecten y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo”. 80 94 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder es de una imposición ya por la presión o por la fuerza, aunque también podría producirse por la concertación de intereses. En el primer caso nos hallaríamos ante la aplicación de una “Política de poder”. En el segundo, ante el desarrollo de una “Política de equilibrio del poder”. Desde la óptica militar aplicada a la Estrategia, el término “Poder Nacional” es preferiblemente empleado, sin que se produzcan variaciones en su alcance y elementos al de poder del Estado. Lo anterior se explica si se tiene en cuenta que desde la lógica estratégica, el poder en referencia ha estado vinculado históricamente con la capacidad militar, toda vez que la guerra es a su juicio, la “ultima ratio” del poder. El investigador y analista colombiano en temas de Seguridad y Defensa Nacional, coronel Manuel Guillermo Martínez Pachón81, define el Poder Nacional como “la capacidad física y sicológica del Estado, fusionada con la Voluntad del gobernante e integrada a la Unidad de la Sociedad, para lograr sus objetivos e intereses”. Agrega Martínez Pachón que el Poder Nacional implica “dominio, preponderancia, es relativo y circunstancial. Su dimensión se aprecia en relación a las capacidades que sustentan otros adversarios, cuando son competencia en búsqueda de un mismo fin. Opera de acuerdo a la estructura dinámica del Estado, que permite ideológicamente, configurar las capacidades para desarrollar una actividad de reacción o de resistencia, dependiendo bien, del vínculo político con el militar o del político con el económico. Los dos determinan las relaciones internacionales, obligando a establecer un sistema de autodefensa, como protección ante posibles rivales. En el campo interno, las relaciones de lo político con lo económico y el monopolio de la fuerza que tienen los gobiernos, les obliga a garantizar la Seguridad al Estado”. MARTÍNEZ P. Manuel. Profesor y Asesor de la Escuela Superior de Guerra de Colombia y consultor militar en temas relativos a la Seguridad y la Defensa Nacional. 81 El Espacio y el Poder 95 Capítulo III: El Poder David Jablonsky se identifica con Hans Morgenthau en el sentido de que es “un intento equivocado definir el poder nacional en términos de un elemento de ese poder”82. Y Agrega que “una habilidad de la nación para convertir el poder nacional en un poder operacional está basada en muchas consideraciones no menos importantes como la interrelación política y sicológica de factores tales como la efectividad gubernamental y la unidad nacional”83. A modo de complemento, cito a continuación los siguientes conceptos del autor en comento: • El Poder Nacional es contextual en que éste sólo puede evaluarse en términos de todos los elementos del poder y solamente en relación con otro jugador o jugadores y en la situación en la cual el poder se está ejerciendo. • El Poder Nacional es relativo, no absoluto. Simplemente, una nación no tiene poder en abstracto en y de sí misma sino solamente poder con otro actor o actores en la arena internacional. 3.2 De los atributos del poder Para intentar “medir” el poder del “actor” en este caso el país, es necesario considerar tanto el momento histórico por el cual atraviesa el sistema internacional como por la incidencia, cada vez más influyente, de los avances de la Ciencia, la Innovación y la Tecnología, pues estos JABLONSKY, David. Poder Nacional, referenciado en la Unidad Temática Fundamentos de la lógica estratégica; Poder e Influencia. Lectura escogida Escuela Superior de Guerra. From Parameters, Spring 1997,pp. 34-54. 82 Ibíd. El Departamento de Defensa de los Estados Unidos define el Poder Nacional como el “Arte y la Ciencia de desarrollar y emplear los poderes político, económico y sicológico del Estado-nación con sus Fuerzas Armadas en paz o en guerra para alcanzar los objetivos nacionales”. Citado por Jablonsky. 83 96 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder últimos interactúan y son decisorios en la aplicación del poder. Podemos anotar que incluida esta última precisión, el poder de un Estado puede darse sobre las siguientes bases: 3.3 Aspectos tangibles: • Geográficos: Tamaño del espacio, ubicación, recursos naturales. • Económicos: PNB, industrialización. • Militares: Composición y fuerza. • Poblacionales: Número de habitantes y su ubicación dentro del espacio. • Actualidad: Ciencia, Innovación y Tecnología 3.4 Aspectos intangibles: • Credibilidad ante el sistema internacional • El carácter y la moral nacional 3.5 Guerra fría y geoestrategia Henry Kissinger en su obra La Diplomacia84, observa que la delegación estadounidense a la Conferencia de Postdam (17 de julio a 2 de agosto de 1945) tenía en claro no permitir en el futuro, la continuidad de la política del equilibrio del poder que había sido por mucho tiempo característica de la diplomacia europea, y que aceptaba la existencia de KISSINGER, Henry. La Diplomacia. Primera edición en español. Fondo de Cultura Económica, México: 1995. 84 El Espacio y el Poder 97 Capítulo III: El Poder zonas de interés para cada potencia. La visión de los Estados Unidos, sostenida por el presidente Franlkin D. Roosevelt, preveía un orden mundial gobernado por las cuatro potencias vencedoras. El documento preparado por el Departamento de Estado para la delegación, preveía que el establecimiento de esferas de interés “representarían la política de poder pura y simple con todas sus desventajas concomitantes… Nuestro primer objetivo debe suprimir las causas que hacen que las naciones sientan que tales esferas (de interés) son necesarias para edificar su seguridad…”85. La intención norteamericana quedaría en Postdam sin oportunidad de realizarse. La Unión Soviética se negó a tratar la posibilidad de un futuro democrático para los países de Europa Oriental ocupados por sus ejércitos y, para desencanto de los occidentales, presentó propuestas tan sorprendentes como pedir para sí, el libre tránsito soviético por los “Los Estrechos”, una base militar en el Bósforo y una parte de las colonias italianas en África. Todo lo anterior, sin perjuicio de su absorción de los Estados Bálticos y partes de Rumania, Checoslovaquia, Polonia y Finlandia. La Unión Soviética no volvería a resignarse a ser una potencia terrestre encerrada, por lo tanto, –lejos de extinguirse- en Postdam renacieron las esferas de interés. El inicio de la Guerra Fría, como un nuevo orden geopolítico mundial de la posguerra, tuvo allí su gestación. Postdam fue un fracaso para la coexistencia pacífica. Las delegaciones partieron y muy pronto, con las exigencias soviéticas, llegaron: el puente aéreo aliado sobre Berlín para romper el bloqueo ruso, la contención anglo -norteamericana para impedir el triunfo de las guerrillas comunistas en Grecia, el plan Marshall para reconstruir Europa Occidental y Insertado en Kissinger, Op. Cit. 85 98 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder desestimular el marxismo y, muy importante, la Doctrina Truman por la cual los Estados Unidos se comprometían a defender las democracias en cualquier parte del Mundo. La Guerra Fría y con ella, la bipolaridad habían surgido. Con realismo político, Wiston Churchill, en la ya citada conferencia en Fulton, agregó también que se hacía necesaria una alianza entre los Estados Unidos y la comunidad británica para hacer frente a la amenaza soviética. Consecuencia de la Doctrina Truman, fue la puesta en marcha por parte de los Estados Unidos y sus aliados, de la política de Contención y Disuasión frente a la Unión Soviética y sus satélites. Es decir, el control del “margen continental” o Rimland a fin de neutralizar el “corazón continental” representado por la URSS, lo cual significó, en términos geopolíticos y con los ajustes del caso, una aplicación de la teoría de Mackinder. La materialización de tal política y su desarrollo estratégico, se constituyeron en la primera expresión en la historia, de la geoestrategia a nivel global. Para ello se pactaron una serie de Alianzas, una de las cuales, la OTAN, aún sobrevive. La “Contención” significó el establecimiento, previo despliegue de los medios militares necesarios para impedir que la Unión Soviética, se apoderara de la “isla mundial” o sea de Eurasia. Los pactos de la OTAN en Europa, CENTO en Asia Occidental y SEATO en Asia Oriental, conformaron el anillo antisoviético colocado sobre el margen continental. La “Disuasión” se expresó por medio de la amenaza nuclear, complemento de la contención, lo que significó en consecuencia, el inicio de una carrera armamentista entre las superpotencias, que mantuvo al mundo en permanente estado de tensión. El Espacio y el Poder 99 Capítulo III: El Poder La OTAN (1949), incluyó a la mayor parte de los países de Europa Occidental y se extendió a Grecia y Turquía. La SEATO (1954), comprendió a EEUU, Gran Bretaña, Francia, Nueva Zelandia, Filipinas, Pakistán y Tailandia; el CENTO (1955), anteriormente Pacto de Bagdad, a EEUU, Gran Bretaña, Turquía, Irak, Irán y Pakistán. Como puede observarse un amplio tramado militar y político superaba las diferencias que en su interior, podrían tener integrantes de variadas culturas. A estas alianzas, se sumaron otras de tipo bilateral acordadas por EEUU con Canadá, Israel, Jordania, Arabia Saudita y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) como también el ANZUS(Australia, Nueva Zelandia, Estados Unidos), con los cuales se pretendió impedir un desbordamiento soviético mas allá del margen continental. De la magnitud de esta política en 1970, nos da cuenta Paul Kennedy, en su obra Auge y caída de las grandes potencias86: “Estados Unidos tenía más de un millón de soldados en 30 países, era miembro de cuatro alianzas defensivas regionales y parte activo de una quinta, tenía tratados de defensa mutua con 42 naciones, era miembro de 53 Organizaciones Internacionales y proporcionaba ayuda militar o económica a casi 100 naciones de la faz del globo”. Al millón de soldados ya citados, había que agregar el desplazamiento de al menos tres flotas navales en el Mediterráneo, el Pacífico y el Atlántico y los componentes aéreos correspondientes al Pacto. Como KENNEDY, Paul. Auge y caída de las grandes Potencias. Plaza y Janés, Barcelona 1989, Citado en Steele, R Aron y otros autores. 86 100 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder contraparte de la OTAN, surgió el Pacto de Varsovia que implicó el desplazamiento de fuerzas soviéticas sobre el territorio de sus aliados en la Europa Oriental, y del incremento sin precedentes de su marina de guerra con presencia en todos los mares. La Geoestrategia alcanzó, entonces, su máxima expresión. En ese contexto se presentaban en 1980, entre los pactos enfrentados, una medición de fuerzas sin precedentes: 13,9 millones de hombres (6,4 activos y 7,5 de reserva), del Pacto de Varsovia (1955), frente a 11,8 millones de hombres (5 en activo y 6,8 en reserva) de la OTAN. La diferencia a favor de los soviéticos, la superaban los aliados con su tecnología y una amplísima superioridad aeronaval. Uno de los puntos críticos de este forcejeo, fue la “crisis de los misiles en Cuba” (1962), originada por el intento soviético de instalar bases en la isla, situación que sólo pudo solucionarse mediante una compensación geoestratégica, retirando Estados Unidos bases de misiles en Turquía. La coexistencia pacífica (1985-1989) surgió con la llegada al poder en la URSS, de Mijaíl Gorbachov, quien asumió con realismo una nueva política, la “Perestroika” encaminada al reconocimiento de los valores humanos, lo cual permitió que la guerra fría entrara en agonía, estimulada también por la crisis económica que contribuyó notablemente al derrumbamiento del antiguo coloso soviético. La guerra fría, como el nuevo orden geopolítico de la posguerra, caracterizada por la contención y la disuasión, fue también el período de la Historia Universal cuando el posicionamiento geoestratégico global se constituyó en el soporte de la política. El Espacio y el Poder 101 Capítulo III: El Poder 3.6 Posguerra fría y Geopolítica Bajo el supuesto de que el detonante que produjo el fin de la guerra fría había sido, además del colapso político de la URSS, el deterioro de la economía soviética incapaz ya de sostener los costos de una carrera armamentista tendiente a nivelar la capacidad de sus fuerzas armadas con respecto de la de su rival estadounidense, algunos analistas pensaron en que el vacío de poder sería llenado por Japón y la Alemania unida, creándose así un nuevo panorama geopolítico. Más no lo fue; Rusia, aún sin prosperidad económica, no perdió su capacidad militar ni dejó de ser la potencia euroasiática que alberga el “heartland”, en tanto que lo Estados Unidos sólo podían asumir una hegemonía limitada, hecho confirmado por su necesidad de alianzas en la primera guerra de Irak, para la cual debió colocarse en nombre de la ONU a la cabeza de una fuerza multinacional, a la espera de crear e imponer su propio Orden Mundial, propósito éste que debería lograr previo el sometimiento del nuevo enemigo: el terrorismo islámico y otras manifestaciones político-culturales que carecen oficialmente de un vocero estatal y se creó, por su condición asimétrica, una inesperada modalidad en el manejo de las relaciones internacionales con efectos sobre la seguridad nacional. En tales condiciones, los Estados Unidos emergieron de la guerra fría, prestos a asumir la hegemonía, pero con menos poder nuevas amenazas y otros centros del orden geopolítico como la Unión Europea y las zonas vitales de Asia Central y del Asia-Pacífico que constituyen áreas de un inmenso valor geoestratégico dado los recursos que poseen. 3.7 Postguerra Fría: Geoeconomía y Geoestrategia Desaparecidos los factores que estimulaban la guerra fría, los Estados Unidos surgieron como la única superpotencia del Planeta. Se convirtieron, 102 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder como lo califican los analistas, en el poder hegemónico. La ausencia de la antigua bipolaridad presenta a este “Hegemón” sin contendor político o militar. Sin embargo, las viejas amenazas han sido remplazadas por nuevas y de variada naturaleza como lo son el terrorismo, las migraciones, el narcotráfico, el contrabando de armas, la explosión demográfica, el crimen transnacional y otras manifestaciones de violencia organizada que amenazan la paz mundial. Todo ello dentro de un escenario donde la posesión de los recursos clave para la supervivencia humana, muchos de los cuales se hallan en países caracterizados por su inestabilidad política, empiezan a formar parte de un creciente forcejeo. “La seguridad nacional depende del triunfo en el compromiso de la economía global”87, recomendó el Institute for Natitonal Security Studies en 1999 al Pentágono. Con antelación y ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU, el secretario de Estado, Warren, ya había expresado en 1993, que la administración Clinton “Impulsará la seguridad económica de América con la misma energía e inventiva que antes dedicábamos a la guerra fría”88. Consecuencialmente las Fuerzas Armadas de EEUU enfrentaron la tarea de “proteger los flujos internacionales de materias primas esenciales, considerada como su contribución exclusiva e insustituible a la seguridad económica de la nación”89 He aquí un claro ejemplo de la integración Geoeconómica con la Geoestratégica. Dentro de este entorno, Eurasia se constituye en el centro del objetivo. “Para los Estados Unidos, indica Brzezinski; Eurasia es la principal recompensa geopolítica”90. En desarrollo de esta apreciación y para facilitar la concepción Citado por Michael T. Klare. En Guerra por los recursos. Urano, Barcelona: 2003. 87 Ibíd. 88 Ibíd. 89 BRZEZINSKI, Zbigniew. El gran tablero mundial. Pardos, Barcelona: 1998. 90 El Espacio y el Poder 103 Capítulo III: El Poder general de la política por seguir, el citado tratadista señala que en la masa eurasiática, es necesario distinguir entre los “Jugadores Estratégicos” y los “Pivotes Geopolíticos”. Entre los primeros, se hallan aquellos Estados “con capacidad y voluntad nacional de ejercer poder o influencia más allá de sus fronteras – en una medida capaz de afectar los intereses estadounidenses – el estado actual de las cuestiones geopolíticas”. Los segundos – los pivotes – son los Estados cuya importancia se deriva no de su poder y sus motivaciones, sino más bien de su situación geopolítica. Entre los jugadores geoestratégicos, se hallan en Eurasia: Francia, Alemania, Rusia, China e India. Gran Bretaña y Japón en los extremos occidental y oriental respectivamente, poseen también un papel importante. Como pivotes geopolíticos: Ucrania, Azerbaiyán, Turquía, Irán, y Corea del Sur. Una y otra clasificación versan sobre la posesión, control y comercialización de los recursos. Para el caso de los recursos energéticos, gas y petróleo, el Asia Central es el área anhelada. Ésta, anota M. Klare, “que se extiende de los Montes Urales a la frontera occidental de China, se ha convertido hoy en un importante objetivo estratégico debido a las grandes reservas de petróleo y gas natural que se cree yacen bajo el mar Caspio y sus alrededores”91, opinión que se apoya en la observación del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en su informe anual de 1999, en el sentido de que “Estados Unidos seguirá manteniendo un interés vital en asegurar los suministros de petróleo en el exterior” y por lo tanto “debemos mantenernos conscientes de la necesidad de la estabilidad y seguridad regionales en áreas claves de producción a fin de garantizar nuestro acceso a esos recursos tanto como a su libre circulación”. Ibíd. 91 104 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder Un ejemplo, anterior a la actual intervención norteamericana en Irak, lo constituyó la operación “Centrazbat” en 1997, mediante la cual Estados Unidos luego de un desplazamiento aéreo de 13.000 kilómetros, lanzaron desde Fort Bragg (Carolina del Norte), un batallón de paracaidistas de la División 82 aerotransportada, sobre una zona desértica en Kazajistán, en el marco de sus maniobras conjuntas contra supuestas amenazas a la estabilidad regional. En el fondo de esta primera aparición de tropas estadounidenses en territorio de la antigua Unión Soviética, subyace el valor geopolítico y geoeconómico de la cuenca del mar Caspio que incluye varios países del Asia Central que contienen, según los cálculos, 270.000 millones de barriles de petróleo, equivalentes a una quinta parte de las reservas mundiales, así como 19 billones de metros cúbicos de gas natural que corresponden a la octava parte de dicha reserva. Las proyecciones del consumo de energía para 2020, indican que el petróleo y el gas representarán las dos terceras partes del consumo de energía mundial, de las cuales el petróleo en sus diversas formas, será empleado en un 95%, para fines de transporte. La situación de las cinco principales reservas comprobadas de petróleo en el área, 201192 es: País Miles de millones de barriles (mmb) Porcentaje a nivel mundial Arabia Saudita Irán Irak Kuwait Emiratos Árabes 265.4 151.2 143.1 101.5 97.8 16.1% 9.1 % 8.7% 6.1% 5.9% En: http://www.bp.com/assets/bp_internet/globalbp/globalbp_uk_english/reports_and_ publications/statistical_energy_review_2011/STAGING/local_assets/pdf/statistical_review_of_world_energy_full_report_2012.pdf 92 El Espacio y el Poder 105 Capítulo III: El Poder Como puede apreciarse, las reservas actuales que existen en el Oriente próximo y las potenciales de la cuenca del mar Caspio, representan el presente y el futuro de la principal fuente de energía que sobre un área de inestabilidad y germen de muchas de las nuevas amenazas, se constituye por lo tanto, en el primer objetivo geopolítico y en consecuencia, de interés geoestratégico para los Estados Unidos. El posicionamiento geoestratégico necesario para garantizar, tanto el acceso como la libre circulación de los citados recursos, requiere el control físico de los siguientes puntos geográficos: • Estrecho de Ormuz (salida del golfo Pérsico) • Bad el Mandeb (salida del mar Rojo) • Canal del Suez (mar Rojo-Mediterráneo) • Bósforo (enlaza el Mediterráneo con el mar Negro) • Estrecho de Malaca (paso hacia Asia Oriental) Los puntos geográficos anteriores se hallan en una extensa zona denominada por Klare como “El triángulo estratégico” comprendido por el golfo Pérsico, el mar Caspio al Norte y el mar de China meridional al Este. Si aceptamos este planteamiento, podríamos admitir también que el “corazón de la tierra”, el heartland de Mackinder, se ha desplazado ahora hacia el Centro y el Este de Asia. Con todo, prevalece la teoría geopolítica relacionada con el demonio de la isla mundial y esa isla es Eurasia. Un indicativo de las previsiones para un posicionamiento geoestratégico suficiente que permitió en tiempo y espacio, ubicar desde el Continente la fuerza de maniobra o de “Despliegue Rápido” en el área del golfo Pérsico, 106 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder lo constituyó la presencia en sus aguas de una flota de guerra encabezada por dos portaaviones, un crucero y nueve buques más de misiles cuyas tripulaciones superaron 13.500 efectivos y que el Ejército tuviese en Kuwait, armamento para una División o que la Infantería de Marina almacenara el apoyo logístico necesario para una fuerza de 15.000 hombres. Todo lo anterior, sin contar el suministro de armas a los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, sus aliados que entre 1990 y 1998, recibieron equipos militares por un valor superior a los US 42.000 millones. En otro punto del “Triángulo Estratégico”, el mar de China meridional, se prevé para el futuro, la presencia de conflictos que tendrían su origen en la posesión de las reservas de petróleo que allí existen. Se trata de disponer de suministros adicionales de energía necesaria para los mayores centros económicos del Oriente asiático: China, Indonesia, Japón, Malasia, Filipinas, Corea del Sur, Singapur, Taiwán y Tailandia, cuyo consumo aumenta anualmente de manera significativa. “Las proyecciones para el 2020 son que Asia representará, aproximadamente, un 34% del consumo de energía mundial total”.93 El extraordinario incremento económico de los países adyacentes o insulares del mar de China meridional, implica mayores demandas de energía, especialmente gas y petróleo, en tales cantidades (33.000 millones de barriles de petróleo en 2020), que superará ampliamente las necesidades de América Latina, el Oriente próximo y la ex- Unión Soviética juntos. China y Japón sumarán una quinta parte del consumo total mundial en el año 2020, prácticamente igual que el conjunto de Europa Occidental y América Latina94. Fuente: U.S. Departament of Energy 2000, citado por M. Klare. Op. Cit. 93 Ibíd. 94 El Espacio y el Poder 107 Capítulo III: El Poder Los intereses de los Estados Unidos en la mayoría de los países de esta región contribuyen a que sobre ella se hallen también fuerzas desplazadas, consecuencia que resulta de los impositivos estratégicos. En enero de 2000, la Séptima Flota de los Estados Unidos, incluía allí, tres cruceros y otras 11 unidades navales de superficie. Pero, ¿el problema de la insuficiencia y la demanda de recursos está limitado al gas y el petróleo? Todo indica que en un futuro próximo, también se extenderá a otros como el agua, los minerales y las maderas, por ejemplo, que incidirán notoriamente en los asuntos relacionados con la Seguridad Nacional. El agua constituirá el principal problema. Las disputas por su aprovisionamiento se vislumbran entre los países de las cuencas de los ríos Nilo en África Oriental, y del Jordán y el Tigris-Éufrates, en Irán, Irak, Siria y Turquía, y el río Indo en India y Pakistán. En el primero de los casos, el Nilo, compromete a seis países: Egipto, Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda95. Las disputas por el control de las cuencas y sus fuentes entre los países afectados, algunos de ellos productores de energía, afectará la paz mundial. Entonces, un reajuste geoestratégico será necesario. Conclusiones Luego de la guerra fría, al desaparecer los factores que la generaron, la antigua bipolaridad cedió espacio a la presencia de un poder hegemónico La cuenca del río Nilo abarca 3.350.000 kilómetros cuadrados, además de los países señalados como principales, es necesario incluir al Congo, Tanzania y Uganda que son parte de la Cuenca 95 108 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder mundial: la geopolítica de entonces correspondió a un nuevo orden mundial concebido como la aplicación de políticas de contención y disuasión que en desarrollo de los tratados acordados entre los Estados Unidos y sus aliados para enfrentar la amenaza soviética, se tradujeron en desarrollos propios de la Geoestrategia. En la posguerra, la agenda mundial contempla nuevas amenazas para la paz. Entre estas amenazas, surgen las que están relacionadas con la escasez de recursos vitales para el desarrollo de los Estados, en especial para los intereses nacionales de las grandes potencias de Occidente, incluido Japón, lideradas por los Estados Unidos. Los recursos vitales y sus reservas en particular, el gas y el petróleo, se hallan en áreas de tensión caracterizadas por su inestabilidad política y presencia de fuerzas generadoras de otro tipo de amenazas, entre ellas el terrorismo, que constituyen un grave peligro para la paz mundial. Neutralizar las amenazas que afectan los intereses económicos o las que atentan contra la estabilidad de las democracias y la seguridad humana es una tarea prioritaria. El posicionamiento geoestratégico es un medio para tal fin. 3.8 Los órdenes geopolíticos mundiales Los órdenes geopolíticos mundiales corresponden a una expresión referida al período histórico de la vigencia de una situación que tuvo o tiene, decisiva incidencia sobre el sistema internacional y se asocia con el período de poder potencia hegemónica. En realidad está relacionada con el auge y la caída de una o un grupo de potencias dentro de un ciclo o período histórico. El Espacio y el Poder 109 Capítulo III: El Poder Taylor, al referirse a este tema, recurre a los modelos sugeridos por Modelsky y Wallderstein (especialistas en temas geopolíticos), que convergen en que la ocurrencia de hegemonías mundiales sólo se ha presentado en tres oportunidades a partir del siglo XVII, así: • Hegemonía de Holanda, siglo XVII • Hegemonía de Gran Bretaña, siglos XVIII y XIX • Hegemonía de Estados Unidos, siglo XX Con anterioridad al siglo XVII, incluso en parte de él, bien podría considerarse a España y Portugal, aunque estas potencias más que hegemónicas fueron líderes de un período de descubrimientos que les permitieron incorporar en sus espacios, amplias áreas geográficas explotadas principalmente para su beneficio económico. Siguiendo nuevamente a Taylor, resulta interesante observar que por cada ciclo surge un orden geopolítico mundial. Así por ejemplo: los dos ciclos de la hegemonía británica ocurridos entre 1790 y 1914, produjeron el Orden Mundial de Hegemonía y Concertación (equilibrio europeo, libre comercio, mercantilismo, imperialismo), en tanto que durante el ciclo hegemónico estadounidense vigente que se inició con el fin de la Primera Guerra Mundial, se han presentado tres Ordenes Mundiales: • Orden Mundial durante la sucesión británica (1914-1945) • Orden Mundial de la Guerra Fría (1945-1989) • El Nuevo Orden Mundial (1989-) 110 El Espacio y el Poder Capítulo III: El Poder 3.9 Los códigos geopolíticos de Taylor Peter Taylor en la obra citada, nos introduce con razones válidas en las figuras de los Códigos Geopolíticos, definiéndolos estos como “Un conjunto de supuestos estratégicos que elabora un Gobierno sobre otros Estados para orientar su política exterior”. Y agrega que “Estos códigos operativos suponen la evaluación según su importancia estratégica y como amenazas potenciales de lugares que están más allá de las fronteras del Estado”96, y se presentan en tres niveles así: • El Código de nivel local: se refiere a la evaluación de los Estados vecinos y su proyección obliga a los gobiernos de todos los países. • Los Códigos de nivel regional: se refiere a los que son proyectados por los gobiernos que aspiran a llevar su política más allá de los Estados vecinos que pertenecen a su misma área geográfica. • Los Códigos de nivel global: propios de una gran potencia que visualiza su poder mundial. Independiente de la formulación de esas tres categorías, se contempla también la existencia de un Código Alternativo que puede ocurrir cuando un gobierno practica una política “estadocéntrica” como la de Japón del siglo XIX y anteriores, cerrada, autónoma y nacionalista o cuando por conveniencia, un gobierno prefiere marginarse de situaciones que le generen compromisos. Tal el caso de India, Egipto y Yugoslavia como líderes del movimiento de los No Alineados (NOAL), durante el período de la guerra fría. TAYLOR. Op. Cit. p.85 Oportunamente Taylor abona la expresión a Gaddis (1982), para quien esos códigos consisten en los “Supuestos geográfico-políticos en que se basa la política exterior de un país”. 96 El Espacio y el Poder 111 Capítulo III: El Poder LECTURAS RECOMENDADAS BRZEZINSKI. Zbigniew. El gran tablero mundial. Pardos, Barcelona: 1998. HELLER, Hernan. Teoría del Estado. 8ed. Fondo de Cultura Económica, México: 1977. JABLONSKY, David. Poder Nacional, referenciado en la Unidad Temática Fundamentos de la lógica estratégica. Poder e Influencia. Lectura escogida Escuela Superior de Guerra. From Parameters, Spring 1997. KENNEDY, Paul. Auge y Caída de las grandes Potencias. Plaza y Janés, Barcelona: 1989. KISSINGER, Henry. La Diplomacia. Primera edición en español. Fondo de Cultura Económica. México: 1995. KJELLEN, Rudolph. El Estado como forma de vida, conferencia donde se creó el vocablo “Geopolítica” MACKINDER, Halford. El Pivote geográfico de la Historia. RATZEL, Federico. Antropografía y Geografía política. ROSALES A, Gustavo. Fundamentos: Geopolítica e Historia. Programa de Geopolítica de Educación a Distancia de la UMNG. Unidad Académica No.1. 2000. SPYKMAN, Nicolas (1893-1943). Holandés naturalizado en USA, Profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de California y Decano de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad de Yale, autor de varias publicaciones sobre el tema. TAYLOR, J. Peter. Geografía Política. Estados, Nación y Localidad. Transa. Madrid: 1994. 112 El Espacio y el Poder CAPÍTULO IV IMPERIALISMO Y PODER “En su crecimiento, el Estado lucha por la absorción de secciones políticamente importantes”. F. Ratzel CAPÍTULO IV IMPERIALISMO Y PODER 4. Del imperialismo geográfico o formal al imperialismo informal 4.1 El imperialismo geográfico o formal El dominio sobre el espacio territorial que incluiría su control político, económico, ubicado en una zona periférica de un Estado, con el establecimiento de colonias, fue la característica propia del imperialismo geográfico o formal que rigió sobre el Universo entre los siglos XVI y XX a partir de la formación de los imperios español y portugués, y que culminó en la disolución de los imperios británico y francés, especialmente, como resultado de los movimientos independentistas ocurridos en África y Asia como consecuencia de los procesos de descolonización que fomentó la ONU luego de la Segunda Guerra Mundial. Taylor97 sostiene que en el imperialismo formal, se presentaron dos ciclos que permiten “medir” sus potencialidades para lo cual se toman como índices “las cifras de población, extensión de riqueza existente cuando el centro ejercía el control político del mundo” en sus correspondientes colonias bajo el gobierno de una autoridad delegada. Los dos ciclos “reproducen” a su vez, dos modas de expansión o contracción colonial, así: TAYLOR, Op. Cit p. 105. 97 Capítulo IV: Imperialismo y Poder • Primer ciclo: 1500 a 1750 Se inicia con las actividades coloniales de España y Portugal, a partir del Tratado de Tordesillas y se incrementa en la medida en que otras potencias europeas, Francia, Inglaterra y Holanda hicieron presencia en América del Norte, el Caribe, África y Asia, privilegiándose las dos primeras especialmente con las posesiones en su orden, de las Indias e Indonesia que ocurrieron al final del ciclo. • Segundo ciclo: 1800 – 1975 El espacio colonial europeo sufre un fuerte deterioro con la independencia de las principales colonias españolas y portuguesas de América Latina que marcaron el inicio de la decadencia del poder imperial de esos Estados, pero que resurge en otros, especialmente en Gran Bretaña, dando paso al período conocido como el “neocolonialismo” del siglo XIX que alcanza su auge entre 1875 y 1900, cuando la mayoría del Viejo Mundo se hace presente en África, Asia y Oceanía para luego de la Primera Guerra Mundial, iniciar un declive con la independencia de Australia. Prosigue al culminar la Segunda Guerra Mundial al iniciarse los procesos de independencia o descolonización que extinguieron las posesiones coloniales europeas en África, el Subcontinente asiático, el Sudoeste de Asia y en el océano Índico y Pacífico. No obstante, aún subsisten algunos reductos del antiguo imperialismo; pequeños enclaves insulares en la Polinesia y las Antillas menores, pero quizás el vestigio más representativo lo constituye la presencia británica en las islas Malvinas sobre el Atlántico Sur que la Argentina, con el respaldo de América Latina, viene reclamando como suyas desde hace más de un siglo. 116 El Espacio y el Poder Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:World_1898_empires_colonies_territory.png?uselang=es 98 Mapa 10. El Mundo en 1898. Los imperios formales98 Capítulo IV: Imperialismo y Poder El Espacio y el Poder 117 Capítulo IV: Imperialismo y Poder 4.2 El imperialismo informal Con este término, el imperialismo informal, se identifica el dominio que sobre la economía mundial puede ejercer una potencia, de preferencia de carácter hegemónico. De hecho, esa acción de las potencias crea situaciones de dependencia de aquellos Estados débiles en recursos esenciales en relación con los que sí los poseen; ello sin perjuicio de que el Estado hegemón, como parte de sus intereses nacionales, o sea, en la aplicación de su código geopolítico, procede a controlar la producción y distribución comercial de los recursos que otros poseen en mayor cantidad y que le son necesarios. Tarea que el hegemón cumple mediante la geoestrategia y la presión política o por medio de las empresas multinacionales con sede en su territorio. Pearson y Rochester99 anotan que las preeminencia económica de los Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial, “permitió a las empresas estadounidenses expandir rápidamente sus inversiones en el exterior; las cuales aumentaron cerca de diez veces entre 1950 y 1970; entre 1971 y 1990 el valor contable de las inversiones estadounidenses en el exterior se incrementó de US 82.000 millones a más de US 345.000 millones”. Los Estados Unidos eran la base, en 1995, de las oficinas matrices de 150 de las 500 corporaciones transnacionales existentes para esa época en el Mundo, las cuales controlaban el 70% del comercio global. Como lo anotan los citados analistas, se trata de imperios invisibles; de muchas formas subordinadas al imperio mayor, el hegemón de donde proceden. PEARSON Y ROCHESTER. Op. Cit, pp. 460 – 461 99 118 El Espacio y el Poder Capítulo IV: Imperialismo y Poder 5. La absorción de unidades como forma de expansión imperial 5.1 Un marco teórico Friedrich Ratzel, en desarrollo de su concepción biológica de los Estados, formuló las que hoy conocemos como las “Leyes de crecimiento del Estado”. De éstas se desprende la necesidad del espacio para que el Estado cumpla sin mayores obstáculos, su ciclo vital. Para los efectos de este ensayo geopolítico, bástenos citar tres de esos enunciados: • “En su crecimiento, el Estado lucha por la absorción de secciones políticamente importantes”. • “El crecimiento del Estado se manifiesta por la adición de otros Estados, en el proceso de amalgamación”. • La tendencia general hacia la anexión territorial y la amalgamación, transmite el movimiento de Estado a Estado, y aumenta su intensidad”. Los planteamientos anteriores, que contribuyen al soporte de la teoría ratzeliana de que el Estado es un organismo territorial (“una porción de humanidad y un pedazo de suelo”), podemos confirmarla con los ejemplos que acerca de su expansión territorial, nos presentan los Estados Unidos y Rusia. 5.2 La expansión territorial de los Estados Unidos La expansión territorial de los Estados Unidos constituye uno de los procesos más interesantes de observar como un ejemplo de visión geopolítica: un país que surgió como consecuencia de la confederación de 13 colonias El Espacio y el Poder 119 Capítulo IV: Imperialismo y Poder inglesas sobre el océano Atlántico, logró extenderse en menos de un siglo, hasta alcanzar el océano Pacífico y asomarse al mar Caribe. El país original amplió siete veces sus fronteras incorporando y colonizando nuevos espacios hasta darles la condición de Estados, los cuales hoy ascienden a 50, no incluyendo dentro de esta conformación a los territorios formalmente no incorporados o con la situación de “libre asociado”. Gráfico 4. Expansión territorial de los Estados Unidos100 Fuente: www.atlas-historique.net Nota 1: Textos originales de la fuente en idioma francés. Nota 2: Adquisiciones fuera del mapa: Alaska (1867), Puerto Rico (1898), Samoa, (1899), Hawái, Guam y Samoa (1900), Islas Vírgenes (1917), Islas Marianas (1947). 100 120 El Espacio y el Poder Capítulo IV: Imperialismo y Poder Fieles a la convicción de su “Destino Manifiesto”101, los Estados Unidos hicieron propia la doctrina que sobre el Poder Naval formulara el Almirante Alfred Mahan en su obra, anteriormente citada, La influencia del Poder Naval en la Historia, 1660-1783,que explica la presencia estadounidense en territorios de ultramar, tanto en el Pacífico asiático como en el Caribe, desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el presente. Del inmenso valor que los gobernantes del naciente imperio dieron a la necesidad de su expansión, bástenos citar los siguientes apartes insertos en un escrito de don Enrique Gaviria Liévano102 que aporta luces sobre la clarividencia geopolítica de aquellos: “(…) El Gobierno norteamericano sólo abandonó la política de neutralidad cuando logró que España firmara y ratificara el Tratado Transcontinental de 1821. Este tratado venía a garantizarle a los Estados Unidos la propiedad completa y absoluta de La Florida, ya que establecía una línea fronteriza del Atlántico al Pacífico que le permitía ejercer el completo dominio y control sobre todo el valle del Misisipi (…)” La expresión Destino Manifiesto (Manifest Destiny). “Aparece por primera vez en el artículo Anexión del periodista John L. O’Sullivan, publicado en la revista Democratic Review de Nueva York, en el número de julio-agosto de 1845. En él se decía: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”. wikipedia.org/wiki/Doctrina_del_destino_manifiesto 101 102 GAVIRIA LIÉVANO, Enrique. Magister en Derecho Comparado de la Universidad de Michigan y actual Presidente de la Academia Colombiana de Historia. En El reconocimiento de nuestra Independencia y los intereses mercantiles anglosajones. Boletín 853 de Historia y Antigüedades de la ACH, pp. 226-227. El Espacio y el Poder 121 Capítulo IV: Imperialismo y Poder “(…) Con ocasión de una propuesta formulada por el ministro inglés Canning de celebrar con los Estados Unidos un pacto contra los planes de reconquista de la Santa Alianza, el presidente Thomas Jefferson dijo lo siguiente: Tenemos que preguntarnos primeramente, si deseamos adquirir para nuestra confederación alguna o algunas de las provincias españolas. Confieso ingenuamente que siempre he considerado a Cuba como la adición más interesante que pudiera hacerse a nuestro sistema de estados federales. El dominio que esa Isla, junto con la Punta de la Florida, nos daría sobre el Golfo de Méjico y los países e istmos que lo limitan; lo mismo que sobre todas las aguas que en él desembocan, llenaría la media de nuestro bienestar”103. “Sobra decir que la propuesta del ministro inglés Canning de celebrar una alianza con los Estados Unidos fue rechazada (...)”. En su defecto, anota Liévano, “Se proclamó la célebre Doctrina Monroe del 2 de diciembre de 1823” que casi un siglo después, tuvo como corolario la política del “Gran Garrote” (Big Stick), del presidente Teodoro Roosevelt y que uno de sus sucesores, William Taft, en cuanto a Latinoamérica, continuó desarrollando mediante la intervención de su país en Centro América y el Caribe, expresando sin reato en 1912, que “El hemisferio todo nos pertenecerá como de hecho, ya nos pertenece moralmente en virtud de la superioridad de nuestra raza”104. Ibíd. Incluido por el autor en El pensamiento internacional de Bolívar. Simposio Ítalocolombiano sobre Bolívar. Universidad Externado de Colombia (Bogotá: 1983), p. 176. 103 Citado por Mauricio Lemoine en su artículo titulado “En nombre del Destino Manifiesto”. En: http://www.cubaminrex.cu/Opinion/Destino%20manifiesto.htm 104 122 El Espacio y el Poder Capítulo IV: Imperialismo y Poder La anterior afirmación, tan propia de la mentalidad anglosajona de entonces, aunque inaceptable, posee sus raíces en los criterios expresados por Willi Paul Adams en su obra, Los Estados Unidos de América, al manifestar que desde los primeros asentamientos de los europeos hasta la Independencia –y más allá aún-, la sociedad de los blancos de Norteamérica fue fundamentalmente para utilizar la precisa expresión de Louis Hartz, un fragmento de Europa y que “(…) en América lucharon emigrantes europeos por su autodeterminación (…)”105. 5.2 La expansión territorial del imperio ruso. Culminado el largo proceso de consolidación del principado de Moscovia, origen de la Rusia zarista que se gestó entre los siglos XII y XVI, se inició de manera acelerada la expansión territorial del nuevo imperio en dirección al Suroeste, Sureste y el Este. En relación con éste último, el siglo XVI sería testigo de la penetración rusa en Siberia a partir de 1542 hasta alcanzar el océano Pacífico en 1671 y luego desbordarlo en 1742, tras cruzar el estrecho de Bering e iniciar su exploración sobre Alaska en América del Norte. En el siglo XVIII, el Imperio avanzó territorialmente hasta alcanzar el mar Negro con la conquista de Ucrania y la península de Crimea. Otro tanto había logrado hacia el Oriente europeo, luego de vencer a Suecia acceder al mar Báltico, obteniendo el control de la región que lleva ese nombre. A inicios del XIX, incorporó a Finlandia, Besarabia y gran parte de la antigua Polonia; y a mediados de esa centuria, consolidó sus conquistas en el Cáucaso y el Asia Central. ADAMS, Willi. Los Estados Unidos de América. Siglo XIX, México: pp. 12-13. 105 El Espacio y el Poder 123 Capítulo IV: Imperialismo y Poder Gráfico 5. Expansión Territorial de Rusia 1533-1894106 La expansión rusa sobre el Asia Central, condujo a períodos de tensión con la Gran Bretaña que veía amenazada su propia seguridad imperial por la nueva cercanía zarista a la India y a Afganistán. La política expansionista desarrollada por el zar Alejandro II y sus sucesores entre 1855 y 1914, produjo el mapa político que caracterizó al imperio ruso hasta la Primera Guerra Mundial. De no haber ocurrido la venta de Alaska y las islas Aleutianas a los Estados Unidos en 1867, y sufrido una importante derrota por parte de Japón en 1905 que le ocasionó la pérdida de las islas de Sahalín y las Kuriles, la presencia rusa en el Norte del océano Pacífico, le habría creado un escenario geopolítico favorable sobre un área que tiempo después se convertiría en un espacio de tensión mundial vigente por décadas. No ajeno a su talante expansionista, el imperio ruso sostuvo Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Adquisiciones_territoriales_de_Rusia 106 124 El Espacio y el Poder Capítulo IV: Imperialismo y Poder sin perjuicio de su accionar en Asia, su política internacional denominada “paneslavismo”, la cual con el pretexto de proteger a sus hermanos eslavos en los Balcanes, pretendía ejercer el control sobre esos países e imponerse sobre el ya agónico imperio otomano. 5.3 Los efectos geopolíticos de la expansión imperial En el imperialismo formal antes de finalizar la antepenúltima década del siglo XIX (1885), se produjo “una transformación profunda en las relaciones entre potencias europeas. La fiebre del imperialismo se adueña de los gabinetes europeos progresivamente y sin que se den cuenta las propios políticos”, observó W. Mommsen107, quien calificó como “delirio del imperialismo” (1885-1906), el clamor general por la posesión de colonias y nuevas fuentes de mercado extraterritoriales. Esa “transformación profunda” a la cual se refiere el autor, estuvo relacionada con el paulatino deterioro que sufrió la política del “equilibrio del poder” que había caracterizado las relaciones entre las principales potencias europeas108 de entonces, provocada por la carrera imperial y que incidió en la conformación de los Pactos entre los Estados, como el de la Entente Cordiale o la Triple Alianza que precedieron el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial y antesala que fueron del reajuste geopolítico, previo y posterior, no sólo intereuropeo, sino también global. El escenario geopolítico universal que precedió a la citada confrontación, se había creado en el origen del delirio imperial por las siguientes causas: • La repartición de África. MOMMSEN, Wolfgang. La época del imperialismo. Historia Universal. Vol. 28, 10 ed. Siglo XXI. México, p.137. 107 Inglaterra, Alemania, Rusia y Austria-Hungría. 108 El Espacio y el Poder 125 Capítulo IV: Imperialismo y Poder • La repartición del océano Pacífico. • La consolidación del poder británico en la India, y del francés en la Indochina. • La consolidación de la hegemonía de los Estados Unidos en América Latina. • Y las intenciones de Rusia de consolidarse como potencia en el Asia Central. Para tomar sólo como ejemplo: los dos primeros casos (África y el océano Pacífico) bástenos con citar: • África: una observación al mapa político de este continente a inicios del siglo XX, nos muestra tan sólo dos Estados independientes: Liberia y Etiopía. Éste último próximo a ser víctima de una intervención italiana. El resto de África lo constituían colonias y protectorados de Inglaterra, Francia, Alemania, Portugal, Italia, Bélgica y España. Simplificando los nombres de los dominios territoriales, en los mapas se empleaban denominaciones como: África Occidental francesa, África Sudoccidental u Oriental alemana, según la posición; el Sudán Anglo-egipcio, el África Oriental británica, el África Ecuatorial francesa, el Marruecos francés o el español, la Somalia italiana, el Congo-belga y la Sudáfrica inglesa, entre otras. El área más sensible a los intereses de las potencias, la constituyó el Norte de África por su acceso al mar Mediterráneo, necesario a los ingleses para el control del Canal de Suez e ingreso al mar Rojo, ruta indispensable para llegar con mayor rapidez a la India, calificada como “La joya de la Corona británica”. 126 El Espacio y el Poder Capítulo IV: Imperialismo y Poder • El océano Pacífico: el área geográfica que hoy denominamos como del Asia Pacífico y Oceanía, nos aparecía a inicios del siglo XIX, bajo la denominación genérica de océano Pacífico, como un inmenso sector del Globo terráqueo dominado por tan sólo seis potencias mundiales entre las cuales ya figuraban dos no europeas: Japón y Estados Unidos, y entre las primeras, a Inglaterra, Holanda, Francia y Rusia. • Los Estados Unidos emergieron en el Pacífico, luego de su victoria sobre España (1899), al recibir las Filipinas y la isla de Guam. Para la misma época, oficializaron la anexión de Hawai y de las islas de Wake y Midway. Con anterioridad y como consecuencia de la compra de Alaska a Rusia (1867), habían obtenido las islas Aleutianas. Holanda poseía el dominio de las islas que conforman Indonesia, con excepción del Norte de Borneo y la parte Occidental de Nueva Guinea. Francia poseía la Indochina, Inglaterra tenía el dominio de Australia, Nueva Zelanda y parte de Nueva Guinea. Alemania, por adquisición a España, las islas Marianas y compartía con las otras potencias europeas y los Estados Unidos el enjambre de islas que componen la Micronesia. Rusia, al Norte, ocupaba la isla de Sahalin. Otras situaciones de inmenso valor geopolítico incidirían notablemente en el desarrollo de la política internacional así: la tensión ruso-británica por el control del Asia Central; el auge del Japón como potencia y el incremento de la hegemonía de los Estados Unidos en Latinoamérica. El fin de la Primera Guerra Mundial no terminaría con el imperialismo formal, las colonias alemanas quedaron en poder de los vencedores y una nueva situación se generó cuando la Sociedad de las Naciones colocó bajo mandato transitorio de Inglaterra y Francia, antiguos territorios del El Espacio y el Poder 127 Capítulo IV: Imperialismo y Poder Imperio Otomano en el Próximo Oriente (Palestina, Irak, Siria, Líbano y en el Golfo Pérsico), creándose allí, desde entonces, un área de tensión mundial que prosigue hasta nuestros días. 6. En el imperialismo informal Con el título de La nueva geografía de los conflictos internacionales, Michael T. Klare109publicó en 2001, un interesante análisis cuya introducción nos permite apreciar cómo el valor de los recursos se constituye en interés vital para una potencia hegemónica o para sus aliados, sin requerirse la ocupación física de un territorio, sino mediante el empleo de su capacidad para lograr un objetivo geopolítico mediante la acción geoestratégica. Transcribo a continuación con fines académicos, el siguiente aparte: “(…)En octubre de 1999, en una rara alteración de la geografía militar de Estados Unidos, el Departamento de Defensa cambió el mando general de las fuerzas estadounidenses en Asia Central al trasladar la Comandancia del Pacífico a la Comandancia Central. Esta decisión no produjo titulares en la prensa ni otras muestras de interés en Estados Unidos, y sin embargo representó un cambio significativo en el pensamiento estratégico estadounidense. Asia Central se había considerado antaño un asunto periférico, un rincón alejado de las principales áreas de responsabilidad de la Comandancia del Pacífico (China, Japón y la península de Corea). Pero esa región, que se extiende de los montes Urales a la frontera occidental de China, se ha convertido hoy en importante objetivo KLARE, Michael. La nueva geografía de los conflictos internacionales: en Foreing Affairs en español, Verano de 2001. En: http://www.idepe.org/pdf/GeografiaConflictos.pdf 109 128 El Espacio y el Poder Capítulo IV: Imperialismo y Poder estratégico debido a las grandes reservas de petróleo y gas natural que se cree que yacen bajo el Mar Caspio y sus alrededores. Como la Comandancia Central ya tiene a su cargo las fuerzas de Estados Unidos en la región del Golfo Pérsico, su toma del control sobre Asia Central significa que esta área recibirá ahora una atención más cercana de parte de aquellos cuya tarea primaria es proteger el flujo de petróleo hacia Estados Unidos y sus aliados. La nueva preeminencia de Asia Central y de su potencial riqueza petrolera no es sino un signo de una transformación mayor en el pensamiento estratégico estadounidense. Durante la Guerra Fría, las áreas de mayor interés para los planificadores militares eran las de confrontación entre Estados Unidos y el bloque aliado soviético: Europa Central y del sureste y el Lejano Oriente. Sin embargo, desde el fin de la Guerra Fría, estas áreas han perdido mucha de su importancia estratégica para Estados Unidos (salvo, quizá, por la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur), en tanto que otras regiones –el Golfo Pérsico, la cuenca del Mar Caspio y el mar de la China Meridional– están recibiendo cada vez mayor atención del Pentágono (…)”. El Espacio y el Poder 129 Capítulo IV: Imperialismo y Poder Mapa 11. Mar Caspio: valor geopolítico y geoestratégico de un área de tensión mundial110 Recursos: 270.000 millones de barriles de petróleo (quinta parte de las reservas mundiales). 19 billones de metros cúbicos de gas natural (octava parte de las reservas mundiales). Se confirma así, la sentencia de Zbigniew Brzezinski: “La geoestrategia es la gestión estratégica de los intereses geopolíticos”, que el mismo autor confirma al anotar que“La potencia que domine Eurasia podrá controlar dos de las tres regiones más avanzadas y económicamente más productivas”. El gráfico adjunto, permite apreciar la validez del concepto: Fuente: http://www.clubdelamar.org/caspio.htm 110 130 El Espacio y el Poder Capítulo IV: Imperialismo y Poder LECTURAS RECOMENDADAS ADAMS, Willi. Los Estados Unidos de América. Siglo XIX, México. GAVIRIA LÍEVANO, Enrique. El reconocimiento de nuestra Independencia y los intereses mercantiles anglosajones. Boletín 853 de Historia y Antigüedades de la ACH. KLARE, Michael. La nueva geografía de los conflictos internacionales. En: Foreing Affairs en español, Verano de 2001. MOMMSEN, Wolfgang. La época del imperialismo. Historia Universal. Vol. 28, 10 ed. Siglo XXI, México. El Espacio y el Poder 133 LECTURA SELECCIONADA FRONTERAS “La línea en donde termina el espacio de una nación constituye sus límites. Los límites que son comunes a dos países construyen fronteras”. General Julio Londoño Londoño ANEXO LECTURA SELECCIONADA FRONTERAS112 General Julio Londoño Londoño 1.) El Estado soberano es, por lo menos en sus principios, fuerza organizada. Su historia comienza con la guerra. Por esta razón sus fronteras son estratégicas. Strautz-Hupé. 2.) Las fronteras tienen que ser trazadas de acuerdo con consideraciones étnicas, culturales, económicas y topográficas, cada una de las cuales debe dar paso al principio de libre intercambio entre los pueblos. Lord Curzon. 3.) El objetivo primordial de todo arreglo de fronteras consiste en hacer la guerra imposible. W. Lyde. La línea en donde termina el espacio de una nación constituye sus límites. Los límites que son comunes a dos países constituyen las fronteras. Hasta el día de hoy ha sido imposible a los países vivir sin fronteras porque éstas sirven no solamente de apoyo a la defensa militar sino que LONDOÑO LONDOÑO. Fundamentos de la geografía política. Op. Cit., pp 45-49. 112 Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras tiene que indicar el sitio donde empieza la política aduanera, comercial, educacionista, económica, etc. La idea de frontera ha venido evolucionando con el tiempo. Al principio, puede decirse que las fronteras no existían prácticamente. Naciones como Grecia y Roma, por ejemplo, tenían tal despreocupación por el asunto que ni sus mismos gobiernos podían fijar sus fronteras. Más tarde, en la Edad Media, las fronteras estuvieron constituidas casi por completo por anchas fajas de terreno comunes a las dos naciones limítrofes. Pero a medida que la civilización fue tomando cuerpo, que el comercio adquirió un papel preponderante en la vida las naciones y que los medios de la industria permitieron explotar el terreno en todos los sitios posibles, las fajas anteriores se fueron reduciendo hasta llegar a una línea que es lo que constituye hoy el trazo fronterizo. La frontera nacional en todo el mundo, se fija ahora hasta en sus más pequeños detalles ya que ha llegado en esta forma final, a constituir el supremo elemento separador entre dos áreas geográficas completamente distintas, que tienen aspiraciones, pasiones, ideales, ambiciones y sentimientos muy diferentes y frecuentemente antagónicos. Puntos triples: Toda frontera posee dos extremos, cada uno de los cuales debe terminar en el mar o frente aun tercer país. Este punto en que una frontera toca un tercer país, ha sido llamado Punto Triple (Triplex confinm). La determinación de uno de estos puntos triples en un arreglo cualquiera fronterizo que toque uno de ellos, se presta a las más delicadas situaciones internacionales, porque si en estas materias de fronteras las dificultades son tan grandes para llegar un arreglo pacífico entre dos 138 El Espacio y el Poder Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras naciones, la dificultad se acrecienta cuando se trata de tres. Y siguiendo la historia de la formación de estos puntos triples en los países, se llega a menudo a perfilar la historia diplomática nacional. Sí miramos los límites de países suramericanos, hallamos que entre todos hay 26 fronteras, de las cuales 13 extremos están sobre el mar y los otros 39 constituyen puntos triples cuya fijación ha exigido los más de dedicados esfuerzos y cuidadosos estudios de la política Suramérica. Puntas de crecimiento: Si pudiera concebirse un país cuyas fronteras estuvieran representadas por un círculo perfecto, se tendría el caso de la mayor extensión superficial encerrada por el más corto trayecto fronterizo. Pero este caso puede considerarse normalmente como imposible por lo general, todas las fronteras forman entrantes y salientes que les dan su verdadera personalidad. Se ha discutido mucho sobre el hecho de sí es mejor para un país tener una inmensa extensión de frontera en relación con su superficie o si es preferible el caso contrarío. Ninguna de las dos tendencias puede tomarse como norma general. Todo depende de la política nacional. Para los Estados muy fuertes, parece conveniente la mayor extensión de las fronteras, porque así tienen mayor número de contactos, mejores facilidades para el comercio, mayor influencia desde el punto de vista militar, grandes facilidades para las concentraciones y ataques en caso de hospitalidades. Para los países pequeños y débiles, se estima como fundamental el caso contrario. Del estudio de estas teorías a través de la historia, se ha sacado una ley que ha sido denominada Ley de las Puntas de Crecimiento. Cada vez que la frontera de un país penetra profundamente en el territorio de otro, se produce lo que ha sido llamado una Punta de Crecimiento. El Espacio y el Poder 139 Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras Cuando el interior de esta punta tiene una fuerza humana y política mayor que aquella del espacio que la rodea, la punta trata de ensancharse a costa del territorio del vecino. Si el interior de la punta es más débil, es decir, existe mayor fuerza humana y política en el medio circundante, la punta está en peligro de desaparecer. No es necesario para la ampliación del espacio de las puntas o para su completa desaparición una guerra o siquiera una situación de tensión entre las relaciones de los dos países. Por lo general, un arreglo diplomático pone punto final a este asunto. En Suramérica, son muchas las puntas de crecimiento que sean han ampliado y muchas también las que han desaparecido sin necesidad de conflictos armados o diplomáticos. Es preciso, tener en cuenta que la dinámica de estas puntas de crecimiento no se sucede o se manifiesta, sino cuando tiene que ver con la población más o menos importante o con una actividad comercial destacada. Mientras esta condición no se haga patente, la punta permanecerá estacionaria y así puede permanecer durante muchos años. En la América del Sur, en donde las fronteras son por lo general vacías, las puntas de crecimiento numerosísimas que se encuentran no tienen por el momento dinamismo alguno en su mayoría, pero habrán de tenerlo un día, cuando haya crecido suficientemente la población del Continente. El elemento geográfico fronterizo: Una de las cuestiones que más a fondo se han estudiado con materias internacionales, es el asunto del mejor elemento geográfico para la constitución de la frontera. Sobre el particular, no hay acuerdo, pero las ideas más generalizadas pueden resumirse así: El Rio: Ofrece la ventaja de no presentar dificultades al trazado del tal manera que la delimitación es sencilla. Desde este punto de visita sólo ofrece el problema de la pertenencia de las islas. Normalmente en 140 El Espacio y el Poder Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras el río se señala como línea el Talweg, esto es, la máxima profundidad del canal de la corriente. En esta forma, la pertenecía de las islas se facilitan notablemente. El gran inconveniente del río como límite político, es que rompe una entidad perfectamente definida, ya que, tal como lo enunciamos al estudiar los ríos, el valle de cada uno de ellos forma una entidad que tiene intereses comunes y la división por mitad de esos intereses para someterlos a administraciones distintas, traen necesariamente fricciones constantes y coloca a los dos países limítrofes en un terreno de proximidad a una serie de rozamientos diplomáticos cuando no a conflictos armados. El caso del Rhin entre Francia y Alemania, que ha sido motivo de peleas encarnizadas por muchos siglos, es un ejemplo claro. La política internacional suramericana encuentra su aspecto agresivo en los ríos como fronteras políticas. Ejemplo: Argentina y Brasil, 1891; Bolivia y Paraguay, 1895; Brasil y Guayana Inglesa, 1898; Ecuador y Perú, 1913 y 1924; Colombia y Perú 1933… etc. La montaña: Se ha estimado la montaña como el mejor de los límites naturales y por lo tanto, se ha tratado de buscar en todos los tratados; las razones que se alegan para esta bondad son los siguientes: Primera-Forman barreras que dividen los puebles en dos lados diferentes. Segunda-La parte alta está generalmente despoblada, lo que establece aún más, una perfecta división de las áreas. Tercera-La cresta está perfectamente marcada, de tal manera que no se presta a interpretaciones capciosas. El Espacio y el Poder 141 Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras Cuarta-No cambia nunca, como puede pasar con los ríos fronterizos u otros accidentes. Las fronteras entre España y Francia, Suecia y Noruega, España y Portugal, India y Tíbet son buenos ejemplos de esta forma de división. Los desiertos: Aunque los desiertos no ofrecen, como las cordilleras, una línea precisa, tiene la ventaja que la tierra es de poco valor y casi completamente despoblada, lo cual ayuda a que no se presenten fricciones entre los países. El mar: Los brazos o estrechos y en general las masas de agua marítima que separan dos países, se consideran como el más ventajoso de los elementos que pueden servir de límite natural entre los Estados. Los dos países quedan efectivamente separados y sin embargo, el comercio que les ha servido eficientemente a lo largo de su historia continúa normalmente. Líneas astronómicas: muchas veces, cuando no es posible trazar la frontera por medio de límites naturales, se apela a los meridianos y paralelos. Estas líneas imaginarias que a primera vista deberían ser tenidas como los peores límites políticos, han resultado en el trascurso del tiempo mejores que muchas otras, es decir, más aptas que los ríos, por ejemplo, para conservar la armonía internacional. En grandes trozos de límites de esta clase entre los Estados Unidos y Canadá, se presentan estas condiciones que satisfacen por entero las buenas relaciones entre los dos países. Fronteras múltiples: por ventajosas que sean las condiciones en que un país haya podido solventar el asunto de sus fronteras políticas, es casi imposible conseguir que la línea que las indica, divida la vida de las dos naciones en sus diversos aspectos. Más hacia delante o hacia atrás de esta 142 El Espacio y el Poder Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras línea, se encontrarán siempre condiciones generales o zonas especiales que hubieran debido coincidir con el trazo fronterizo. Así, por ejemplo: sería muy conveniente que la frontera política coincidiera con la línea divisoria entre las lenguas, las religiones, los estatutos comerciales, los conjuntos raciales, etc., pero esto no se logra. Por tal razón, en el estudio de las fronteras, y especialmente cuando se hacen planes de guerra, la diferenciación de estas líneas es de importancia primordial. Así, hay que distinguir en trabajos fronterizos cuidadosamente la frontera política de la frontera religiosa, lingüística, comercial y especialmente de la frontera estratégica, denominando así la línea interpuesta entre los sitios que ofrecen ventajas definitivas para el ataque o la defensa en caso de hostilidades entre los dos países. El Espacio y el Poder 143 BIBLIOGRAFÍA ATENCIO, Jorge I. Qué es la Geopolítica. Pleamar, Buenos Aires: 1965. BRZEZINSKI, Zbigniew. El gran tablero mundial. Pardos Ibérica, Barcelona: 1998. Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Montego Bay, Jamaica: 10 de diciembre de 1982. HELLER, Hernan. Teoría del Estado. 8 ed. Fondo de Cultura Económica, México: 1977. IBÁÑEZ S., Roberto. Teoría del Estado, Geopolítica y Geoestrategia. Vol. XVII. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares, Bogotá: 1995. JABLONSKY, David. Fundamentos de la lógica estratégica. From Parameters, Spring: 1997. KENNEDY, Paul. Auge y Caída de las grandes Potencias. Plaza y Janés, Barcelona: 1989. KISSINGER, Henry. La Diplomacia. Edición en español, Fondo de Cultura Económica, México: 1995. KJELLEN, Rudolf. El Estado como organismo viviente. 1916. LONDOÑO LONDOÑO, Julio. Fundamentos de la Geografía Política. Servicios de Imprenta y Publicación de las Fuerzas Armadas. LONDOÑO LONDOÑO, Julio. Nueva Geopolítica de Colombia. Creditos a Ilustraciones Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares. Bogotá. LONDOÑO PAREDES, Julio. Derecho Territorial de Colombia. Vol. V. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares, Bogotá: 1973. LONDOÑO PAREDES, Julio. La frontera terrestre colombo-venezolana. El proceso de la fijación de 1492-1941. Colección bibliográfica del Banco de la República. Bogotá: 1990. MACKINDER, Halford. El Pivote geográfico de la Historia. MAHAN, Alfred. The influence of sea power upon history. Little, Brown and Company. PEARSON, Frederic S. y ROCHESTER, J. Martin. Relaciones Internacionales: situación global en el siglo XXI. 4 ed. Bogotá: McGraw Hill, 2000. RATZEL, Federico. Antropografía y Geografía política. ROSALES A., Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia.UMNG, Bogotá: 2005. STRAUTZ H., Robert. La lucha por el espacio y el poder. Traducción de Ramón Ulia. Hermes, México: 1945. TAYLOR, J. Peter. Geografía Política. Estados, Nación y Localidad. Edición en español. Transa, Madrid: 1994. URIBE VARGAS, Diego. Mares de Colombia. La acción diplomática que duplicó el territorio nacional. Universidad Jorge Tadeo Lozano. Bogotá: 2001. 146 El Espacio y el Poder CREDITOS A ILUSTRACIONES MAPAS MAPA 1. Espacio territorial y marítimo de Colombia (Instituto Geográfico Agustín Codazzi) Fronteras Terrestres y Marítimas Escala 1: 2´500.000 MAPA 2. Mapa Político de Colombia (Puntas de Crecimiento y Puntas Triples) http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm MAPA 3. Ejes de la navegación mundial. Visión del siglo XIX MAPA 4. Espacios Territoriales de los Imperios Persa y de Alejandro Magno (Siglo IV antes de Cristo) http://irna.ir/es/es1/index1.htm Mapa 5. Máxima Extensión Del Imperio http://www.escolar.com/avanzado/historia013.htm MAPA 6. Fronteras en Conflicto Conflictos fronterizos. Fuente: Elaborado por León Levi Valderrama, Asesor del IEGAP. Presente en “Specto” octubre – diciembre. Edición Especial 2007 Creditos a Ilustraciones MAPA 7. Imperio Británico a inicios del siglo XX http://raulrv.blogspot.com/2010/03/el-imperio-colonial-britanico.html MAPA 8. El nuevo mapa de Europa después de la Primera Guerra Mundial http://uy.kalipedia.com/popup/popupWindow.html?anchor=klpp rcfil&tipo=imprimir&titulo=Imprimir%20Art%EDculo&xref=200707 17klphisuni_266.Kes Mapa 9. Guerra Fría. Alianzas Antisoviéticas y Pacto de Varsovia http://elrenglon.com/pacto-de-varsovia.php MAPA 10. En Mundo en 1898. Los Imperios Formales http://commons.wikimedia.org/wiki/File:World_1898_empires_ colonies_territory.png?uselang=es MAPA 11. Mar Caspio: valor Geopolítico y Geoestratégico de un área de tensión mundial http://www.clubdelamar.org/caspio.htm GRÁFICOS GRÁFICO 1. Espacios oceánicos y Derechos de los Estados http://fcc2ic.files.wordpress.com/2010/04/espacios_oceanicos.jpg 148 El Espacio y el Poder Creditos a Ilustraciones GRÁFICO 2. Descolonización de África http://danieleconomist.blogspot.com/2012/04/la-descolonizaciondel-africa-30-de.html GRÁFICO 3. Expansión portuguesa en Suramérica http://www.oculimundienclase.blogspot.com/2011/11/el-tratadode-tordesillas.html http://www.voyagesphotosmanu.com/Complet/images/tratado_ santo_ildefonso_1777.gif GRÁFICO 4. Expansión territorial de los Estados Unidos www.atlas-historique.net GRÁFICO 5. Expansión territorial de Rusia 1533-1894 http://es.wikipedia.org/wiki/Adquisiciones_territoriales_de_Rusia Geopolítica y Geoestrategia de los recursos Cuaderno de Análisis No. 01 de 2010 “La Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de N.A 2010”. Doctrina Obama: Percepción Geopolítica y su Aplicación Geoestratégica. IEGAP. Afán, Bogotá: diciembre de 2010. Fuente: investigación y elaboración del mapa a cargo de León Levi Valderrama. El Espacio y el Poder 149 Este libro se terminó de imprimir en julio de 2012 en los talleres de Pictograma Creativos Ltda. Tel. 562 2631 - 201 1096 Carrera 22 No. 17-60 Bodega 49