CUENTAS NACIONALES DE VENEZUELA 1874-1914 CONCEPCIÓN, DIRECCIÓN Y CONDUCCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN . COLECCIÓN ECONÓMICO-FINANCIERA Cuentas Nacionales de Venezuela 1874-1914 Concepción, dirección y conducción de la investigación Tomás Enrique Carrillo Batalla Banco Central de Venezuela Caracas, 2002 Comité de Publicaciones Manuel Lago Rodríguez (Presidente) Mary Batista Lorenzo Rafael J. Crazut Carlos Hernández Delfino Armando León Rojas Ángelo Lucenti Domingo Maza Zavala Luisa F. Coronil Divo (Secretaria Técnica) Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela Proyecto Cuentas Nacionales de Venezuela Soportes Estadísticos Concepción, Dirección y Conducción de la Investigación Tomás Enrique Carrillo Batalla © Tomás Enrique Carrillo Batalla © de esta edición: Banco Central de Venezuela, 2002 Asistente del Director y Coordinador del Equipo de Investigación y responsable de la computación y estadística Bernardino Herrera Hecho el Depósito de Ley Depósito Legal: lf3522002330385 ISBN: 980-6479-36-X Equipo de Investigación Marisela Seijas Gabriel Herrera Concepción gráfica de carátula Luis Giraldo Diagramación de textos Luzmila Perdomo Corrección César Russián Impresión Fanarte, C.A. Producción Editorial: Gerencia de Comunicaciones Institucionales Departamento de Publicaciones BCV Torre Financiera, Avenida Urdaneta, Esquina de Carmelitas, piso 14, ala sur. Caracas 1010. Teléfonos: 801.55.14 801.83.80 / 801.52.35 Fax: 801.87.06 Internet: http:/www.bcv.org.ve Las ideas y opiniones contenidas en la presente publicación son de la exclusiva responsabilidad de su autor. Se prohíbe la reproducción total o parcial sin autorización previa del Banco Central de Venezuela ÍNDICE Cuentas Nacionales de Venezuela 1874-1914 CAPÍTULO I Análisis económico y ámbito político del período 1874-1914 .. 13 I.a. Introducción general ........................................................ Contexto histórico ............................................................. La economía ....................................................................... El debate ideológico ..................................................... La política general en la época de Guzmán Blanco. Período 1870-1875. Lo positivo y negativo de la política guzmancista ....................................................................... 15 17 19 20 I.b. El período 1875-1887 .................................................... La política inversionista de Guzmán Blanco ..................... Liberación de importaciones para obras de desarrollo . La política tributaria de Guzmán Blanco .......................... Críticas y reformas de Alcántara ........................................ Críticas de Alcántara a la política monetaria y bancaria de Guzmán Blanco ....................................................... Estructura institucional hacendaria, crisis económica y otras cuestiones ............................................................... Apreciación sobre la situación fiscal de 1869-1875, a la luz de las estadísticas recopiladas ................................ La estadística en el período 1873-1878............................ La evidencia estadística ................................................. Reacción y muerte de Linares Alcántara ........................... Proceso anterior al Quinquenio ......................................... Guzmán Blanco al frente del Quinquenio ........................ La economía en la época de Guzmán Blanco (Septenio y Quinquenio). La economía y las reformas hacendarias, administrativas y educacionales ......................................... 25 27 27 28 28 21 29 32 36 38 38 39 39 40 41 I.c. El período 1888-1908 ..................................................... Del guzmancismo y posguzmancismo al castrismo ............... El ámbito político-militar ................................................. La declinación del Liberalismo ..................................... La toma del poder por Castro ...................................... Las causas de fondo de la fractura del sistema a vuelta de siglo ......................................................................... El carácter genérico de la denominación “Liberalismo amarillo” y balance de los regímenes cubiertos con esa denominación .................................................. Crisis fiscal y revolución ............................................... El episodio del bloqueo ................................................ El ámbito económico-fiscal ............................................... Las fluctuaciones del café en los mercados mundiales . Los elementos de la discusión doctrinaria .................... La actividad bancaria .................................................... La actividad legislativa ....................................................... Algunos documentos de interés en este período ............... La doctrina oficial: poder Ejecutivo ............................. La doctrina oficial: poder Legislativo ........................... El pensamiento económico de la opinión pública ....... La estadística ...................................................................... I.d. El período 1908-1914 .................................................... Caída de Castro y triunfo del movimiento planeado por Gómez y Leopoldo Baptista........................................ La filosofía política del nuevo movimiento .................. Gómez: la etapa intermedia .............................................. Ámbito político general ............................................... Fractura de la Constitución de 1909 e inicio de la dictadura .............................................................. Consolidación política del régimen ............................. La liquidación de la oposición universitaria, de la prensa, de los telegrafistas y de los intelectuales . La situación económica ..................................................... Discusión sobre el desarrollo minero e industrial, las carreteras y los ferrocarriles ..................................... Documentos de interés en esta etapa ................................ Doctrina oficial ............................................................. Doctrina de la opinión pública .................................... Demostración estadística ................................................... 45 47 47 47 53 56 59 61 63 65 65 68 69 73 76 76 77 77 78 81 83 83 84 84 85 87 90 92 93 95 95 95 97 El comercio exterior ........................................................... La reforma tributaria y fiscal ............................................. Otros documentos de interés en esta etapa ....................... La doctrina oficial: el poder Ejecutivo. La Memoria de 1913 firmada por Román Cárdenas ....................... La doctrina oficial: el Congreso Nacional .................... La opinión pública ....................................................... Apreciación del período a través de las estadísticas ........... 98 99 101 101 103 104 106 CAPÍTULO II Análisis metodológico del período 1874-1914 ........................... 109 Explicación general sobre la metodología de esta obra .......... Objetivos de cada parte de la obra .................................... Soporte I ....................................................................... Soporte II ...................................................................... La población en Venezuela 1874-1914 ............................ Estudio sobre el consumo de Venezuela ........................... La inversión ....................................................................... Producto interno bruto y tamaño del Estado ................... Clasificación de importaciones .......................................... 111 111 112 113 113 115 116 117 118 CAPÍTULO III La población en Venezuela 1874-1914 ...................................... 119 III.a. Análisis del comportamiento demográfico .................... 121 III.b. Cuadros y gráficos ......................................................... 125 CAPÍTULO IV Estudio sobre el consumo en Venezuela ...................................... 129 IV.a. Consideraciones sobre el consumo ................................. 131 IV.b. Cuadros y gráficos.......................................................... 137 CAPÍTULO V La inversión .................................................................................. 149 V.a. Análisis sobre la inversión ................................................ 151 V.b. Cuadros y gráficos ........................................................... 155 CAPÍTULO VI Cálculo del producto interno bruto ............................................ 161 VI.a. Breve análisis estadístico del PIB ................................... 163 VI.b. Cuadros y gráficos ......................................................... 167 CAPÍTULO VII La dimensión del Estado: relación de ingresos y egresos fiscales respecto al PIB ................................................................. 173 VII.a. Análisis sobre el tamaño del Estado respecto a la economía nacional ............................................................ 175 VII.b. Cuadros y gráficos ........................................................ 181 Soportes estadísticos de las Cuentas Nacionales de Venezuela 1874-1914 CAPÍTULO I Muestras de importaciones y su clasificación .............................. 191 I.a. Explicación metodológica ................................................. 193 Breve análisis de la balanza comercial ............................... 197 I.b. Cuadros de clasificación de importaciones ...................... 199 CAPÍTULO II Serie de precios y sueldos ............................................................ 221 II.a. Serie de precios................................................................ Serie de precios internos ......................................................... Metodología del índice general de precios ........................ Serie de precios de consumo interno. Breve análisis ......... Serie de precios de los principales productos de exportación ......................................................................... Balatá ................................................................................. Cacao ................................................................................. Café .................................................................................... Caucho ............................................................................... Cueros de res ..................................................................... Dividive ............................................................................. Ganado vacuno .................................................................. Maderas ............................................................................. Oro .................................................................................... Sarrapia .............................................................................. II.b. Cuadros y gráficos .......................................................... II.c. Serie de sueldos ............................................................... Metodología de reconstrucción de sueldos ....................... Análisis estadístico de la estructura de los sueldos de la administración pública ............................................. II.d. Cuadros y gráficos .......................................................... FUENTES .............................................................................. 223 225 225 226 227 227 228 228 228 228 228 229 229 229 229 231 347 349 350 353 377 Cuentas Nacionales de Venezuela 1874-1914 Capítulo I ANÁLISIS ECONÓMICO Y ÁMBITO POLÍTICO DEL PERÍODO 1874-1914 I.a. Introducción general Contexto histórico Los años que corren de 1874 a 1914 comprenden cuatro regímenes bastante bien definidos, tanto institucionalmente como en sus aspectos políticos, económicos, sociales e ideológicos. El primero es el guzmancismo, el cual inicia una reacción contra el federalismo aprobado en la Constitución de 1864. El guzmancismo conserva la denominación “República Federal”, pero inicia el cambio de significación. Presenta por tanto una contradicción entre la letra escrita y la realidad actuante del régimen. La controversia sobre ese particular se inició en la Constituyente de 1873, presidida por Antonio Leocadio Guzmán, a quien se atribuye haber expresado: “Si los adversarios hubiesen dicho Federación, nosotros hubiésemos dicho Centralismo”. La frase revela la ausencia de principios del principal ideólogo en lo relativo a la esencia del movimiento que incendió campos y ciudades de Venezuela durante los cinco años de la Guerra Federal. La otra cuestión se refiere a la vocación democrática o autocrática del guzmancismo. En este sentido bastan dos aspectos del mismo: 1. Guzmán no pensó nunca en organizar un sistema que fuese escenario de tendencias contrapuestas, con plenas garantías de participación en la lucha política y respeto a la alternabilidad republicana. Su posición fue muy clara: al adversario no basta con derrotarlo, hay que erradicarlo de la escena política nacional. 2. La segunda cuestión, igualmente antidemocrática, se refiere a las elecciones, cuya esencia democrática es que sean libres y el voto sea secreto. El guzmancismo consagró en la ley que la boleta del voto fuese firmada, con ello se sepultó el secreto del voto y el principio democrático de la elección. El segundo régimen liberal, jefaturado por Rojas Paúl y luego por Andueza Palacio, dio rienda suelta a la libertad de expresión del pensamiento en las publicaciones de la época. Andueza, al recibir la franja presidencial, dijo: “Yo quiero prensa libre como el pensamiento, que analice, escudriñe y castigue con severa justicia todos los actos de mi gobierno”. Rojas Paúl, al reaccionar contra Guzmán, también se expresó en términos similares al ofrecer las garantías propias de los países democráticos. Al concluir el período, Rojas Paúl entregó el poder a Andueza en gesto consagrador de la alternabilidad en el poder público. Aunque Andueza más tarde cometió el error de quedarse al frente de la primera magistratura para presionar la reforma constitucional que no había logrado la mayoría en el Congreso, ello no borra su política hacia la libertad de pensamiento durante los dos años de su ejercicio presidencial. La reforma planteada por Rojas Paúl y luego por Andueza era una necesidad; negarla, en ambos casos, fue un grave disparate, pues en dos años no había tiempo para realizar una efectiva labor de gobierno. La reforma, en otro sentido, era también una necesidad para ir a la elección universal, directa y secreta que había sido barrida por el guzmancismo. En todo caso, este segundo régimen “liberal” fue políticamente distinto a la autocracia guzmancista y representó una apertura hacia la democracia. El tercer régimen lo representó el general Joaquín Crespo, quien para ironías del destino bautizó su rebelión de “Legalista”, denominación que se derrumbó al no entregar el poder al parlamento y conducir una primera etapa de facto. En 1893 convocó a una Constituyente que aprobó el negado proyecto de reforma constitucional de Andueza, de elevar el período a cuatro (4) años. Durante su gestión hubo prensa libre, con lo cual actuó contrariamente al guzmancismo. Su Constitución también se distanció de la de Guzmán al establecer la elección directa y secreta del Presidente de la República, sin pasar por el Consejo de Estado, como rezaba la del autócrata civilizador. Sin embargo, en los hechos continuó con el sistema semifeudal de los acuerdos con los caudillos regionales, quienes intercambiaron sus apoyos con los recibidos del primer mandatario nacional. El régimen de Andrade siguió al calco al de Crespo en materia política, aunque le faltó el “Jefe” al perecer Crespo en “La Mata Carmelera”. Ello demostró que Andrade fue puesto ahí para conservar en el mando al general Joaquín Crespo. 18 El cuarto régimen, denominado “Liberal Restaurador” por su jefe, el general Cipriano Castro, fue en verdad una mixtura de intenciones democráticas con acciones dictatoriales. La etapa inicial del gomecismo fue relativamente democrática al consagrar y mantener hasta 1913 una coalición de partidos y fuerzas políticas integradas por liberales, conservadores, baptisteros, castristas pasados al nuevo orden y gomecistas. Rómulo Gallegos en el “Editorial” de Alborada saludó con optimismo al recién instalado gobierno, diseñado por el doctor y general Leopoldo Baptista y puesto en práctica por el nuevo jefe del país, general Juan Vicente Gómez. Esa “luna de miel” duró hasta 1913, cuando Gómez y sus nuevos y sumisos socios resolvieron violar la Constitución de 1909, así como los pactos con las otras fuerzas políticas, para echar las bases de la más larga dictadura sufrida por el país en el curso de su vida independiente. La economía Igualmente distintos son los regímenes económicos y sociales. Los guzmanes fueron intervencionistas no obstante ser sedicentes liberales. La verdad es que no fueron liberales en política dado su temperamento y acciones autocráticas; tampoco lo fueron en economía si nos atenemos al folleto de Antonio Leocadio, justificador de su intervencionismo. En los textos del hijo también se pone de relieve su intervencionismo. Rojas Paúl, Andueza y Andrade dijeron abrazar la economía liberal de la libre competencia en contraste con los guzmanes. En la obra Pensamiento económico, de Juan Pablo Rojas Paúl, se puede apreciar que en la época de la presidencia de este personaje, se proclamó desde el gobierno ser seguidor de la política del liberalismo económico en contraste con los guzmanes. Crespo no fue explícito sobre la calificación de su política económica. Andrade habló más claro y se pronunció por la política económica liberal. Castro, en los hechos, fue intervencionista. No reguló precios pero sí anuló contratos, aun cuando desde el punto de vista nacionalista estaba plenamente justificado. Su orden de prisión a los banqueros por negarse a extenderle crédito al gobierno, ya en mora, es un acto de intervención incompatible con el liberalismo económico. 19 Podemos concluir que salvo Rojas Paúl, Andueza y Andrade, los demás presidentes del siglo pasado condujeron una política intervencionista en materia económica. En el siglo XX, Castro y Gómez también lo fueron. En lo que se refiere a la ideología: Guzmán, Castro y Gómez fueron autoritarios, aunque el último tuvo, como ya dijimos, una luna de miel de convivencia con las diversas corrientes políticas, lo cual permite calificar sus primeros cuatro años como de inclinación democrática limitada. El resto de su ejercicio fue plenamente autoritario y dictatorial, tanto en política como en economía. El debate ideológico Libre competencia versus monopolio, sitúa a los guzmanes del lado monopolista, lo mismo a Castro y Gómez. Rojas Paúl, Andueza y Andrade se inclinan por la libertad de mercado y la libre competencia.1 En el campo del análisis sociológico, Ángel César Rivas, Laureano Vallenilla Lanz y Pedro Manuel Arcaya son positivistas antidemocráticos integrales y sostenedores de la mano dura. En el lado opuesto inicialmente se sitúa Gil Fortoul, aunque posteriormente se puso al servicio de lo que él llamó, el “hombre fuerte y bueno”. Rufino Blanco Fombona y José Rafael Pocaterra, desde el campo del periodismo, y los profesores universitarios, Carlos León, Guillermo López y Néstor Luis Pérez, se pronunciaron por la democracia política y económica.2 En lo que se refiere a la desigualdad entre los sectores opulentos y los pobres, nada hacen los guzmanes por romper el latifundio y repartir tierras y recursos al campesinado desvalido; nada hacen Crespo, Castro y Gómez. Rojas Paúl apoya la asociación entre agricultores y ganaderos y subsidia una entidad cuyo secretario es Tomás Michelena, quien desde el periódico El Economista, órgano de esa sociedad, sostiene ideas empa- Cf. Tomás E. Carrillo Batalla y Rafael J. Crazut: Pensamiento económico de Juan Pablo Rojas Paúl, t. I. Caracas: Academia Nacional de Ciencias Económicas, 1998. El doctor Rodolfo Moleiro, en su libro sobre Gómez (De la dictadura a la democracia. Eleazar López Contreras: lindero y puente entre dos épocas. Caracas: Editorial Pomaire, 1993), refiere un reparto de tierras áridas e inservibles para el cultivo con la tecnología de la época. Se trata de un hecho aislado y minúsculo que nada aporta para matizar o atenuar el creciente latifundismo en la época de Gómez y su voraz acaparamiento y concentración en la propiedad de la tierra. 1 2 20 rentadas con la fisiocracia. Andueza continúa la misma política iniciada por Rojas Paúl, desde el Ministerio de Fomento. Cabe citar a los ministros Vicente Coronado, durante la administración de Rojas Paúl; y Francisco Batalla, durante la gestión de Andueza, quienes coinciden en ambas gestiones. La verdad es que a pesar del esfuerzo de esos ministros, la desigualdad no fue reducida en todo el siglo XIX ni durante los gobiernos de Castro y Gómez. Es más, como veremos más adelante, la concentración de la propiedad de las tierras en pocas manos se acentuó a niveles nunca antes alcanzados, durante el gobierno de los Monagas y bajo la dictadura del general Gómez. Coadyuvantes en ese proceso fueron la política monopolista del general Gómez en las incipientes industrias que en buen número cayeron en sus manos y en la comercialización de las carnes, cuyos monopolios en ciudades y pueblos del interior, las otorgaba el dictador a sus amigos y servidores en jefaturas civiles y comisarías. En esta breve introducción hemos señalado los rasgos generales de los regímenes del siglo XIX (segunda mitad) y un simple adelanto sobre Castro y Gómez. Seguidamente, pasamos a exponer y analizar en más detalle la marcha política económica y fiscal del país desde 1874 a 1914. La política general en la época de Guzmán Blanco. Período 1870-1875. Lo positivo y negativo de la política guzmancista Este período cubre el lapso principal del llamado “Septenio de Guzmán Blanco”, época en la cual sus acciones de gobierno tienen, al decir de Ramón Díaz Sánchez una impresionante apariencia revolucionaria. Es la época del Decreto sobre Instrucción Pública, gratuita y obligatoria, del matrimonio civil y de diversas reformas que instituyen de facto y de derecho, la modernización del Estado y su separación de la Iglesia. En el ámbito económico, su acción también es trascendental: instituye el ramo de la estadística, ordena el primer censo nacional; en cuanto a política monetaria, decreta la unificación monetaria, funda una compañía de crédito con los acreedores del gobierno y autoriza la emisión de billetes garantizados por sus acreencias, suprime el peaje, crea una Junta de Crédito Público para movilizar capitales con la amortización de la deuda pública, fomenta algunos rubros de la agricultura, construye carreteras y ferrocarriles, organiza la hacienda pública y hace que el producto fiscal de los impuestos tradicionales, salinas e importación sirvan para finan21 ciar el gasto público. Se propone que los ferrocarriles sean autoamortizables (espera un rendimiento de ellos de 15%). Utiliza en beneficio del país, y en beneficio propio, el manejo del crédito y de las concesiones. Sus enemigos políticos sacan cuentas de su beneficio personal. Manuel Briceño3 señala que del crédito de “Curazao”, Guzmán se benefició en 964.000 pesos venezolanos. Dice Briceño que La suma recibida por Guzmán no pasó de $ 50.000, y la parte que pagó a sus socios fue de 80.000, según aparece de una publicación hecha con datos suministrados por el General Southerland. Las aduanas produjeron según diversos documentos que tengo a la vista, un mes con otro, desde Mayo de 1870 hasta Noviembre de 1871, a razón de $ 232.000, y de esta suma tomaba Guzmán el 15 por ciento, o sea $ 34.800 por mes. En los treinta meses en que cobró este 15 por ciento percibió, pues, $ 1.044.000. Descontados de esta suma los $ 80.000, pagados a sus socios, el robo de esta vergüenza e infame especulación asciende a $ 964.000.4 En la operación con la UCV se ganó 40.000 pesos. En la operación llamada “Monopolio del Lago” se ganó 1.118.280 pesos venezolanos. Afirma Briceño que Guzmán Blanco tenía como agente en Venezuela para sus especulaciones y negocios a una conocida firma mercantil. De ella se valió para llevar a cabo una especulación que, velada con la conveniencia política y con pretextos de honra nacional, debía producirle pingües rendimientos. Buscando motivos en los auxilios que los enemigos de su gobierno podían conseguir en la isla de Curazao, cerró los puertos de Maracaibo y La Vela. Prohibió el comercio con aquella isla y estableció el monopolio de la navegación del Lago con los vapores de una Compañía de la cual, dice Briceño, él es el principal socio. Este decreto destruía la navegación de los buques de vela que daba alimento a gran parte de los habitantes de Maracaibo, arruinaba considerablemente aquella plaza y era de fatales consecuencias para las poblaciones de la Cordillera y de todo el occidente de Venezuela; pero esto nada importaba desde el momento en que aquel negocio le dejaba una utilidad que se aprecia en $ 957.000; desde el momento en que podía agregar a ella, como lo hizo, el monopolio de la harina por medio del contrabando, pues cuando las embarcaciones de vela se veían obligadas a depositar los frutos de exportación en la aduana de Puerto Cabello, y a tomar de allí los de importación, los vapores de la indicada firma hacían libremente transbordo a los vapores de mar e introducían de contrabando 300 sacos de harina por semana, monopolizando así el artículo y obtenien- Los Ilustres o la estafa de los Guzmanes. Caracas: Ediciones Fe y Cultura, reimpresión de la 3ª edición de 1884, Bogotá. Ibidem. 3 4 22 do una utilidad de $ 4 en saco; es decir $ 230.400 durante el monopolio de la navegación, de los cuales correspondían a Guzmán el 70 por 100, que es la parte que él toma de las utilidades de la casa. El monopolio de la harina le dejó $ 161.280.5 En el caso llamado de la “Deuda Pública” se ganó 680.000 pesos venezolanos. Según el mismo Briceño,6 en los manejos de la deuda interior se ganó 947.000 pesos venezolanos. El agio se organizó como sistema en el gobierno para asegurarse Guzmán Blanco la posesión del poder. La deuda exterior está en gran parte en sus manos, y los de la misma empresa son los agentes de los acreedores; de la deuda interior es dueño de $ 3.000.000. En 1874 se expidió una ley de consolidación de la deuda pública y se asignó a los nuevos documentos un interés de cinco por ciento anual. Guzmán consolidó toda la deuda que había comprado a vil precio y realizó una ganancia de $ 947.000. Hoy la deuda consolidada que posee gana por año $ 150.000 que él se hace pagar religiosamente, y entre sus esbirros se reparten dólares 250.000. El resumen de lo “robado” según Briceño, aparece en el cuadro siguiente: Sumas a que ascienden los robos: De 1864 a 1865 $ 2.580.019 Producto de la especulación de 15% $ Robo en las permutas por las Vegas de la Universidad $ Monopolio de la navegación del lago $ Monopolio y contrabando de la harina $ Venta de Tucacas $ Negocio de la deuda española $ Raciones del Regimiento de la Guardia $ Armamento contra Holanda $ Venta de los ganados del Apure $ Fabricación y falsificación de la moneda de níquel $ Sueldos anticipados $ Servicios de carruajes $ Cambios de moneda $ Robo de las alhajas de las iglesias $ Negocios con la deuda exterior $ Son..............................$ 964.000 40.000 957.000 161.280 70.000 680.000 84.000 424.000 180.000 80.000 30.000 36.000 347.000 400.000 947.000 7.980.229 Sobre las alhajas, el doctor Polanco aclara que hubo una declaración en sentido negativo de fuente eclesiástica.7 5 6 7 Ibidem. Ibidem. Cf. Tomás Polanco Alcántara: Guzmán Blanco. Caracas: Editorial Ex-Libris, 1992. 23 I.b. El período 1875-1887 26 El período cubre los años finales del Septenio de Guzmán Blanco y el inicio del denominado “continuismo” bajo el mando del general Alcántara. Se vive todavía bajo la influencia de las reformas del “Ilustre” quien, sin duda alguna, fue un financista de éxito que aplicaba los principios básicos de la economía política; tanto en provecho de su administración y en consecuencia del país, como también en el suyo propio. La política inversionista de Guzmán Blanco En efecto, Guzmán Blanco aprovecha la valorización de la producción cafetera y canaliza hacia las arcas públicas una corriente de dinero que luego se invierte en la construcción de obras de servicio público: ferrocarriles, carreteras y edificios, y en la explotación de ciertas industrias fundamentales. El mecanismo que emplea es la inversión extranjera en lugar de recurrir a los empréstitos. En esto consiste el secreto de su actividad financiera. Sin embargo, sus instrumentos no están libres de corruptelas e irregularidades en función del provecho personal, ensombreciendo con ello, dolorosamente, el aspecto positivo de su actuación. Liberación de importaciones para obras de desarrollo En este renglón, Guzmán Blanco ordena a las aduanas que permitan la libre introducción de los efectos que los ministerios de Fomento y de Obras Públicas requerían, y los enumera: tubos, barras de plomo y otros efectos para los acueductos, las obras de hierro destinadas al Capitolio de Caracas y para algunos puentes, los artículos indispensables para los ferrocarriles, herramientas y útiles para las compañías mineras, las herramientas, maquinarias y efectos para la empresa de construcción de casas y, por último, aquello que, según el Código de Hacienda, pueden introducir el Presidente de la República, los ministros del Despacho 27 y los miembros del cuerpo diplomático. He allí el provecho personal mezclado con el interés nacional. La política tributaria de Guzmán Blanco Su ministro de Hacienda (P. Toledo Bermúdez) afirma que el “Ilustre Americano” conoce ...que los excesivos impuestos, agobiando la riqueza nacional la abaten y aún la destruyen; y como a esa riqueza es siempre proporcional la producción, como lo es a ésta igualmente el cambio, ya que de éste se deriva la renta aduanera, por la importación y la exportación, deduce lógicamente que los referidos excesivos impuestos, lejos de ser propósito para aumentar la citada renta, lo son para disminuirla, puesto que secan su fuente que es la producción, sin la cual no puede haber cambio y lo prueba el haber rebajado a la mitad los derechos arancelarios, desde el primer momento en que asumió el poder, cuando la cruda y sostenida guerra que se le hacía, pudiera acaso haberlo decidido a mantenerlos en la integridad en que los encontró; así es que sólo por una profunda fe en la teoría económica de que tal reducción no habría de exponerlo a quedar sin los recursos que la guerra le hacía indispensables, no menos que respecto de los benéficos efectos que se prometía produjese sobre las industrias nacionales, a la sazón abatidísimas, por causa de la misma guerra (...) no más puede explicarse arrojo semejante, en circunstancias tan difíciles. Por último, consigna lo siguiente, sobre el mismo tema: Comprendidos en la misma clase de los artículos de primera necesidad, libres por tanto, como ellos de derechos, están también los animales vivos, con propósito de facilitar su traída para mejorar las razas del país; los carruajes, coches, calesas o sus partes componentes y las de los carros y carretas, a fin de promover con todos ellos el tráfico por la inmensa red de carreteras que enlazan ya nuestras poblaciones, y los puentes con sus cadenas, pisos y demás adherentes que hagan necesarios esas carreteras, y las máquinas y aparatos para los telégrafos eléctricos, con objeto de poner al habla a esas mismas poblaciones; los aparatos y máquinas para el alumbrado por gas, con tendencia a establecerlo por sus grandes ventajas sobre el de que nos servimos, todavía tan defectuoso. Críticas y reformas de Alcántara Su sucesor, el general Alcántara, a quien se le calificó inicialmente de “continuista” aunque a la postre reaccionó contra Guzmán, intenta corregir fallas y así crea un “nuevo” banco con vista a la “mayor seguridad” en la recaudación de las rentas, y queriendo 28 ...además atraer mayor suma de capitales, a su alrededor, crea un Instituto de Crédito que recibe de las aduanas y demás oficinas de recaudación las Rentas Nacionales, trasladándolas por su cuenta y riesgo de un punto a otro, y que facilita el pago puntual del presupuesto fondos efectivos en toda la República, teniendo el Gobierno una cuenta hasta por las tres cuartas partes del capital del Instituto. Al Gobierno se le abonan los pagarés de las Aduanas de La Guaira y Puerto Cabello con el descuento de uno por ciento y los de las otras con el de uno y cuarto por ciento. El Gobierno a su vez, abona al Instituto por comisión de cobro y de seguro el dos y cuarto por ciento sobre todas las sumas que recaudase. Con estas bases se formó un nuevo banco, con capital de V 200.000 doscientos mil venezolanos, representados en acciones de V 500, quinientos venezolanos, que fueron suscritos inmediatamente por comerciantes y otros particulares. El gobierno pudo disponer hasta de la suma de V 150.000 ciento cincuenta mil venezolanos, en vez de los V 100.000 cien mil, a que le daba derecho el antiguo banco. Además, los pagarés de las aduanas de La Guaira y Puerto Cabello, los descuenta con un cuarto por ciento menos que el anterior, y los de las otras con la misma ventaja. Críticas de Alcántara a la política monetaria y bancaria de Guzmán Blanco La instrumentación elaborada para la simplificación del circulante tuvo errores garrafales, tal como lo registra la Memoria de Hacienda de 1877, lo cual demuestra las debilidades resultantes de la falta de una adecuada evaluación y estudio de determinadas medidas, que por estas mismas razones, tuvieron efectos contraproducentes. La Memoria de Hacienda, dice al respecto lo siguiente: En 14 de junio de 1876 se comunicó a los señores H.L. Boulton y Cía., el deseo del gobierno de que ellos se encargasen como agentes suyos, de hacer acuñar dicha moneda en cuños de los Estados Unidos de la América del Norte. Los señores Boulton aceptaron la comisión y participaron en oficio de 16 del mismo mes y año que harían acuñar la suma de V 150.000 en moneda de níquel de los tipos uno y dos y medio centésimo de venezolano, así: de estos últimos, 2.000.000, de aquéllos 10.000.000. Con efecto, los señores Boulton comunicaron al Gobierno en 31 de agosto de 1876, que el cuño nacional de los Estados Unidos no podría encargarse de la acuñación de centavos por estar ocupado en acuñar moneda de plata americana; pero que una casa especial y muy respetable de Waterbury (Filadelfia), estaba dispuesta a llevar a término la obra, agregando que la pieza de un centavo tendría exactamente el mismo diámetro y espesor de la pieza americana de 5 centavos: y la de 2½ centavos tendría el diámetro del cuarto de peso americano (dollar), de 1876, pero con un espesor relativamente mayor. 29 El Gobierno se apresuró a aceptar las modificaciones propuestas, según consta de oficio de 6 de septiembre siguiente, en que se comunicó a los señores Boulton. La moneda fue acuñada en Waterbury e introducida en Venezuela, en su totalidad, para el día 28 de febrero de 1877, cuando toma posesión de la Presidencia de la República el general Alcántara. Pero no tenía un diámetro igual a la de níquel circulante en los Estados Unidos, sino uno inferior en tamaño, peso y aleación. Todo esto ocasionó dificultades al Gobierno y al público, pues a la fecha no era lícito darle a una cosa un valor mayor al intrínseco que ella tiene; primero, por la desconfianza que ellos inspiran al comercio; y segundo, por los daños que medidas semejantes le hacen sufrir al fisco. Fue así que, puesta en circulación la nueva moneda de níquel, se produjo la desaparición en el mercado de la nacional de oro que se acababa de acuñar, y aún la muy escasa de plata también nacional, que hasta entonces facilitaba las transacciones. De suerte que en el circulante continuaron predominando las onzas de varios estados latinoamericanos, la moneda prusiana de 75 céntimos de venezolano, en notable abundancia, y el medio fuerte español. Desde el punto de vista de las finanzas públicas, al encargarse de nuevo el “Ilustre...” del gobierno de la República, se preocupó por atender la necesidad de promover el mercado de moneda venezolana de oro y plata; necesidad que se manifestaba en las constantes perturbaciones que producía la circulación de toda especie de monedas extranjeras, muchas de ellas de peso y ley inferiores a la nuestra, y a cambio de la cual se extraía la venezolana de oro. Para normalizar la situación, al 30 de marzo se dictó, por el órgano del Ministerio de Relaciones Interiores, un decreto ejecutivo que señalaba al “bolívar” como unidad monetaria. El 1º de abril se encomendó al señor Manuel Antonio Matos, la acuñación en Europa y al efecto, se celebró un contrato por la vía del Ministerio de Relaciones Interiores. La resolución por la cual se autorizó al señor Matos para acuñar en la Casa de la Moneda de París e introducirlas en Venezuela, señaló una suma de cinco millones de bolívares en moneda nacional de oro y de plata, dispuestos así: dos millones quinientos mil bolívares en oro y piezas de 20 bolívares en plata; la mitad, en piezas de cinco bolívares de 900 milésimos de ley; y la otra mitad, en piezas de dos, de un bolívar y de 50 y 20 céntimos, con 835 milésimos de ley. Las aduanas de La Guaira, Puerto Cabello, Ciudad Bolívar y Maracaibo fueron designadas para que por ellas se hiciese la introducción. 30 Dado que el gobierno de Alcántara rebajó por contrato con el Banco Caracas, el 23 de septiembre de 1878, la obligación de satisfacer los dividendos de la deuda consolidada, violando el artículo 4º de la Ley vigente de Crédito Público del 6 de junio de 1874 (destinando el monto así liberado al crédito interior): y mandando a pagar solamente lo correspondiente a quienes en aquel establecimiento la radicasen, dividió, de hecho, la deuda consolidada en dos partes, haciendo así de la radicada un capital real y positivo, y de la no radicada un valor aparente. Pero dado que los intereses de la favorecida sólo se pagaron hasta el 31 de diciembre de 1878, a más de que, ya desde el mes de agosto, habían quedado paralizados los remates por dinero, para atender la legalidad, se tomaron las disposiciones siguientes: Decreto del 11 de marzo de 1879, mandando a continuar el pago de los intereses del capital no radicado. Resolución del 15 de abril de 1879, para que se prosiguiesen los remates mensuales de dinero por deuda consolidada, y los trimestrales de consolidada por consolidable. Resolución del 7 de marzo de 1879, para que se satisfaciesen los intereses de la deuda radicada, comenzando por los atrasados desde el 1º de diciembre de 1878 en que se hizo el último pago y, finalmente, otra del 30 de mayo, disponiéndose: 1. Que se realizara en bolívares; es decir, en la nueva unidad monetaria, una tercera edición de toda la deuda consolidada, para retirar de la circulación la representada en pesos venezolanos. 2. Que se emitiesen billetes de la propia deuda, por los intereses que para el mismo día 30 de mayo se estaban adeudando sobre la suma que había sido radicada en el banco. 3. Que tanto los intereses de esa deuda, como los de la que no se radicó, y los que devengaran los billetes que se dieran por intereses, según se ha dicho, se pagasen en dinero del 1º de julio de 1879 en adelante. Con respecto a la deuda consolidable, por decreto ejecutivo del 7 de abril, se señalaron 90 días para que los militares de los estados Carabobo y Bolívar, cuyos servicios a la Revolución de Abril habían sido recompensados con deuda consolidable, ocurriesen por sí o por poder para recibir los billetes que les correspondían, y que una vez vencido el término sin que los hubieren reclamado, quedarían cancelados por la Junta, los títulos ya emitidos. 31 Por resolución ejecutiva del 15 de abril de 1879, se ordenó que continuaran desde dicho mes los remates trimestrales de deuda consolidable por consolidada que quedaron paralizados después del que se celebró el 24 de junio de 1878. También estableció la misma resolución que en los remates trimestrales se admitiesen billetes de la deuda consolidada, 5% radicada en el banco, así como títulos de 1% mensual, expedidos por decretos del 15 de mayo de 1878 y 15 de enero de 1879. A raíz de las actuaciones mencionadas para el 31 de diciembre de 1885, fecha fijada para el término de la conversión, sólo se habían presentado tenedores por la suma de Bs. 542.884,59, quedando sin convertir Bs. 121.636,17; por lo cual la Junta de Crédito Público declaró prescritos todos los billetes de la deuda consolidable no presentados a la conversión por deuda nacional consolidada, anotando su nulidad en los libros y talonarios, quedando así extinguida la deuda consolidable con beneficio para la nación. Finalmente, entre otras disposiciones administrativas, la Aduana Marítima de Carúpano fue habilitada por decreto del 13 de abril para la importación y exportación, quedando en pie de igualdad con las aduanas de La Guaira, Puerto Cabello, Ciudad Bolívar y Maracaibo. Asimismo, por decreto del 21 de julio, concerniente al aprovechamiento de las salinas del Territorio Guajira, se creó allí una administración puesta a cargo de su gobernador y de un interventor. Estructura institucional hacendaria, crisis económica y otras cuestiones Las operaciones descritas, relativas a la deuda, se tramitaron por la Cartera de Crédito Público, por cuanto el antiguo Ministerio de Hacienda durante el lapso del análisis, quedó separado del de Finanzas, que se ocupaba del Presupuesto, de la Tesorería, de la vieja Sala de Examen y otras dependencias heredadas de la intendencia de la Real Hacienda, como las salinas, el contrabando, los juzgados de Hacienda, etc., mientras que al de Crédito Público se le asignó lo concerniente a la deuda pública. Otro de los rasgos del período bajo análisis se refieren a la crisis económica derivada de la baja de los precios del café en los mercados consumidores del grano en el exterior. A este efecto, son curiosas la terminología y las conclusiones a que iban llegando los sucesivos ministros de Finanzas desde 1880 hasta 1886. En la Cuenta correspondiente al período 1881-1882 había afirmado el ministro que: 32 ...grave amenaza era para las rentas públicas, al principiar la cuenta que este año comprende, la notable depreciación en que había caído el café en los mercados extranjeros; y aunque en el año anterior había propuesto al Congreso, con sabia previsión el Ilustre Americano, la Ley que este Honorable Cuerpo sancionó sobre arancel de importación, en la cual se adoptó el sistema protector, que alentaba nuestras industrias; y aunque esa ley, desde que se puso en práctica, fomentó con felices resultados nuestras producciones, no había empero, creado elementos bastantes para equilibrar el trastorno que, en la riqueza pública, había de producir la baja de café; y ante el peligro inminente, concentró el Presidente de la República, con mente previsora, los medios de hacer frente a la inopinada crisis, a fin de atenuar su intensidad: Al recomendaros, en su Mensaje de presentación del proyecto de ley de rentas y de gastos públicos para el año precitado, la necesidad de no alterar la reducción que hizo de los gastos y de no acordar erogación que no fuese esencialmente indispensable, se anticipó a toda contingencia contraria a la marcha regular de la administración fiscal: “Vedlo comprobado. Los ingresos, el año de que hablo, ascendieron a Bs. 28,974.603,80 y los egresos a Bs. 27.873.154, los primeros, en el año anterior, habían sido de Bs. 29.461.821,69 y los segundos de Bs. 26.602.040,03; lo que da una diferencia, a favor de este último, de Bs. 487.217,89, diferencia que no reconoce otra causa sino la depreciación del café, nuestro primer artículo de exportación. Este resultado habría sido mucho más perjudicial a nuestras finanzas y la crisis que hemos atravesado, mucho más peligrosa, si el Congreso no hubiera adoptado prudentemente las medidas aconsejadas por el Presidente de la República. La crisis está vencida; y aunque, como era natural, afectó la fortuna pública y la fortuna particular, el servicio público, los compromisos en que está empeñado el crédito de la Nación, la instrucción popular, las exigencias que el ejercicio del patronato impone, el fomento del país; todo en una palabra, ha sido atendido con la misma exactitud que en los períodos prósperos, sin necesidad de apelar a recursos extraordinarios, de esos que, en situaciones semejantes, habían empleado gobiernos anteriores, destituidos de previsión e impotentes para arrastrar emergencias dificultosas, vacilantes en su marcha y que, al hundirse, dejaban comprometidos honra, crédito y porvenir”. No obstante las optimistas frases transcritas, es el caso que en las cuentas del mismo Ministerio, de los años 1885 y 1886, se reafirma que el país aún está en crisis. En la Cuenta de 1885 se sostiene (documento Nº 1198) lo siguiente: Se deprecia en los mercados extranjeros el café, producto principal de nuestra agricultura, en términos que el rendimiento no cubre los gastos de producción, ni los que necesariamente exige el mantenimiento de las fincas, aumentando el mal de disminución muy serio en el numerario circulante y de igual gravedad en el producto de la renta de importación, que constituye la primera base de existencia del Tesoro público, sin que ni el tiempo ni las circunstancias hayan dado lugar a la creación y fomento de otros cultivos, a la explotación de otros veneros que puedan compensar las pérdidas causadas por la baja del preciado fruto, mientras la plaga voraz de la langosta, propagándose con espantosa 33 multiplicación en todas nuestras comarcas agrícolas, ha asolado las sementeras de cereales, sin dejar ninguna esperanza de cosechas a los que de los frutos menores contaban sacar los recursos necesarios para subsistir y para sostener sus fincas, ni a las masas populares que de estos productos hacen la base de su alimentación, trayendo por necesaria consecuencia el encarecimiento junto con la escasez de numerario, el hambre y la indigencia de la clase proletaria que amasa con el sudor de su frente el pan del diario consumo, y mientras que las fiebres han arrebatado numerosas víctimas, aumentando el cuadro de las públicas calamidades en que ha sido fecundo el año último, ni se ha suspendido la acción vivificadora del progreso en el país, ni se ha dejado de dispensar por el Gobierno con paternal interés, auxilio y protección eficaz a los pueblos que han sentido los rigores de estas calamidades; ni se han desatendido las obligaciones del servicio y los compromisos del Crédito, y todo esto, sin crear gravámenes a la renta que entorpecieran la acción administrativa del Poder que sustituya por transmisión legal del actual. En otro párrafo afirma el ministro en su Cuenta al Congreso: No está al alcance de la pericia humana, ni aun apelando a extraordinarios medios, renovar en breve término la prosperidad fiscal de las naciones cuando causas imprevistas la perturba. La depreciación del café, la plaga de la langosta, la irregularidad de las estaciones se ha coaunado para producir en Venezuela una crisis que ha pesado duramente sobre la fortuna pública y sobre la fortuna particular. No es irreparable esta perturbación, pero es obra del tiempo, de la constancia perseverante y de la ampliación incansable, el restablecimiento de las corrientes de riqueza. La necesidad que pone en ejercicio la actividad del hombre, aguijoneada por el deseo de mejorar su condición, hará buscar en la explotación por el trabajo de otros elementos de riqueza los medios de satisfacer aquel deseo. Este ministro hablaba así, ya en el período de la primera presidencia del general Joaquín Crespo, a quien también se refiere en su Memoria al decir: Cumplo con el deber constitucional de presentar mi informe para un período que se caracteriza por el esfuerzo del Benemérito general Joaquín Crespo quien con extraordinario valor y sentido del republicanismo ha coronado las etapas que ha recorrido la gloriosa revolución, gracias a las altas miras de su vasta concepción. Con la inquebrantable fidelidad al deber, que ha sido la divisa de su vida de guerrero y de político mostróse siempre extraordinario autor de la Regeneración Nacional, que con luminoso criterio profundizó el estudio de las causas que impedían el progreso en la Patria a sus gloriosos, providenciales destinos. El titular de la cartera de Finanzas en su cuenta al Soberano Congreso en 1886, decía que la crisis ese año había sido aún más grave que el anterior. Es de advertir que a mediados de septiembre se encargó de la presidencia una vez más, el Ilustre Americano General Guzmán Blanco, quien formuló la Ley de Presupuesto 1886-1887 que no había sido votada por la legislatura, circuns34 tancia por la cual había seguido rigiendo la sancionada en mayo de 1885. Por cierto que Guzmán decretó el 30 de septiembre que se siguiese pagando al General Crespo, el sueldo de Presidente, que ya estaba ejerciendo el ilustre. El Ministro decía al Congreso, que no obstante la baja de los ingresos, estos datos no deben alarmar vuestro patriótico interés por la felicidad de la República, porque al mismo tiempo puedo agregaros que la situación del Tesoro va cambiando favorablemente de una manera visible por los hábiles esfuerzos del Supremo Magistrado de la República, a quien la Providencia ha protegido siempre de un modo tan manifiesto. Por cierto que en la Cuenta del ministro de Finanzas del año 18831884 hay algunas cuestiones de interés histórico: 1. Ante gestiones del contador general de la Sala de Examen, el Ministerio tomó medidas para ...evitar el deterioro en que estaba el archivo de la antigua Intendencia General de Hacienda y el peligro inmediato que corría de ser destruido por la humedad de las piezas donde se encontraba depositado y por el descuido en que se hallaba desde tiempo inmemorial, y al efecto ordenó que se procediese inmediatamente a la reparación de las piezas en que se encontraba el precitado archivo, y a la construcción de estantes adecuados para la colocación de los diversos legajos que contiene; nombrando al efecto una comisión para la organización de sus expedientes en el orden y con el método con que, últimamente se organizó el Registro Público de esta ciudad. 2. El ministro se refiere a irregularidades administrativas que ocurrían en relación con el apresamiento de contrabandos. Dice al efecto: Observando el Gobierno que en algunas localidades acontecía, que después de aprehendido un contrabando de empleados o particulares, ocurrían algunos de los primeros al Juez competente u otra autoridad cualquiera, dando parte del hecho para adquirir así el carácter de denunciantes y participar de los derechos que, como tales acuerda la ley, con la cual se menoscaba indebidamente el beneficio que a los aprehensores correspondía, disminuyendo el estímulo que el Legislador quiso infundir en todos para perseguir el contrabando, y aunque el artículo 42, capítulo 5º, ley XX del Código de Hacienda, ordena que se distribuyan por partes iguales los efectos decomisados, entre denunciantes y aprehensores, el recto concepto de esta disposición exige que no se tengan por denunciantes, sino los que, previamente a la aprehensión, dieren parte o noticia de la existencia del contrabando; de manera que por virtud del denuncio, hayan tenido lugar el descubrimiento y la aprehensión de los efectos. Por tanto, este Ministerio, por Resolución del 24 de septiembre último, así lo dispuso. 3. Es interesante lo que afirma el ministro Juan Pablo Rojas Paúl en la Cuenta que presenta en 1881, sobre la defensa de los intereses 35 del fisco, con respecto a dos terrenos, uno adyacente a la Aduana de Puerto Cabello y otro concerniente a la antigua “Casa Almacén” o “Factoría” de Macuto. Ésta había sido vendida a la Real Hacienda, en 1808, por el apoderado de la Compañía de Filipinas, don Joaquín de Emozabel, conforme a la Real Orden del 16 de febrero de 1806. El ministro describe la trayectoria del inmueble. Al referirse al feliz resultado de la gestión sobre un terreno en Puerto Cabello, vecino a la Aduana, afirma el ministro Rojas Paúl: De este modo, debido al marcado celo del Ilustre Americano, Regenerador y Presidente de la República, por los intereses nacionales que le están encomendados, quedó sellada definitivamente esta importante materia, que trae su origen desde 1856 y acerca de la cual se sustanció por este Ministerio el respectivo expediente. Lo que queda claro de estas últimas referencias a documentos incluidos en este volumen, es que los elogios de los ministros se trasladan de Presidente a Presidente. Lo doloroso es que a pesar de los aciertos que se atribuyen a los primeros magistrados, y de haberse afirmado tener vencida la crisis, ésta se mantuvo y hasta se acentuó. Ello era debido a hechos que estaban en buena parte fuera del margen de maniobra del ministro y del Presidente: los vaivenes de los precios en los mercados extranjeros. Naturalmente que los ajustes presupuestarios que se realizaron bajo la dirección de Guzmán Blanco, evitaron al Gobierno y al país, mayores males. Pero la superación de la crisis estaba más allá de su control. Apreciación sobre la situación fiscal de 1869-1875, a la luz de las estadísticas recopiladas Durante los años 1868 y 1869, la conflictiva situación que vivía el país en el campo político-militar se reflejó en la situación fiscal por la presencia de un acentuado déficit, originado en la caída de los ingresos fiscales, y aunque al mismo tiempo los registros señalan una disminución de los egresos, esta reducción sólo es importante en 1868, pues en 1869 casi se alcanza el nivel de gastos de 1866; por lo cual el déficit es particularmente fuerte en 1869. Con las reformas que introduce Guzmán al afianzarse en el poder y en las que enfatiza tanto el ministro Goiticoa, se aumenta el rendimiento de rubros poco significativos como el derecho sobre la sal y se aumenta la eficiencia de las aduanas. Pero el “secreto” del éxito de la gestión fiscal 36 parece estribar en haber logrado acumular pequeños excedentes en los primeros dos años de la gestión guzmancista y volcarlos de un solo golpe hacia la parte final de su mandato, lo cual, junto con la inversión extranjera que se inicia en algunos campos, como el de los ferrocarriles, produce un efecto expansivo en la economía. Por su parte, la balanza comercial muestra que durante el período conflictivo las exportaciones caen y las importaciones se mantienen. Al pacificar Guzmán el país se produce una creciente exportación que, ante una importación relativamente estable, produce un sostenido superávit comercial. Si anotamos que el período se maneja con cierta disciplina fiscal monetaria, se puede concluir que todo el conjunto de comportamiento fiscal y monetario y de manejo de inversiones produjese un impacto en la economía y en las realizaciones del Estado que dejarán profunda huella en la historia del país. SITUACIÓN FISCAL Y COMERCIAL DE VENEZUELA 1869-1875 Índice de ingresos y egresos (Base 1866-1867 = 100) 70-71 71-72 72-73 73-74 Ingresos 79 60 108 122 74-75 112 Egresos 49 48 75 83 121 41,6 25.9 34.9 36.3 --2.0 Ingresos. Egresos -------------------------x 100 Ingresos Índice de exportaciones e Importaciones (Base 1866-1867 = 100) Exportaciones 143 157 183 193 224 Importaciones 76 130 149 88 171 57.2 33.2 33.9 63.2 38.9 X -- M --------------------= 100 Composición porcentual de los Ingresos del fisco 1870-1871 1874-1875 Derechos de importación 89.8 79.3 Derechos de exportación 9,5 Derechos sobre la sal 3.7 Renta interna Otros 0.6 17.0 Total 100.0 100.0 37 La estadística en el período 1873-1878 La gestión fiscal es superavitaria, tal como venía ocurriendo desde 1870, apoyada en una relación comercial con el exterior ampliamente po-sitiva, tal como demuestra el cuadro siguiente: Período 1873/74 % 1874/75 % 1875/76 % 1876/77 % 1877/78 % 100 Actividad Ingresos 100 100 100 100 Egresos 63,3 102 68,1 92,9 90 Superávit 36,3 -2,04 31,8 7,1 9,9 Relaciones con el exterior Exportaciones 100 100 100 100 100 Importaciones 36,75 -61,1 93,3 86,1 86,1 63,2 38,9 6,7 13,8 13,9 Saldo comercial Sin embargo, puede observarse un más lento crecimiento de los ingresos fiscales que de los egresos: 0,1% contra 5,6%; lo cual señala el inicio de una tendencia deficitaria que se manifestaría con gravedad en los últimos años del siglo. Igual tendencia deficitaria se observa en la balanza comercial, pues las importaciones crecen al ritmo de 5,7% interanual promedio y las exportaciones sólo a 1,1%. Por lo demás, la estructura fiscal descansaba básicamente, como en años anteriores, en los derechos de importación. La evidencia estadística En el lapso considerado, incluida la gestión del general Linares Alcántara, se experimentó una situación favorable de la balanza comercial; dichos superávit que alcanzan un promedio aritmético de 15% representan un factor expansivo de la economía. La gestión fiscal presenta déficit en los años de inestabilidad política como consecuencia de los alzamientos militares. En los períodos de tranquilidad política se presentan superávit lo cual compensa suficientemente la expansión que podría sufrir la demanda agregada, como consecuencia del superávit de la balanza comercial. Los indicadores siguientes sirven de soporte a los comentarios precedentes: 38 SITUACIÓN FISCAL Y COMERCIO EXTERIOR Período 1878-79 % 1879-80 % 1880-81 % 1881-82 % 1882-83 1883-84 1884-85 1885-86 % % % % Ingresos 100,o 100,o 100,oo 100,o 100,o 100,o Egresos 129,o 81,2 75,8 102,5 86,3 Saldo -29,0 18,7 24,1 -2,5 13,7 Exportación 100,o 100,o 100,o 100,o Importación 72,8 93,8 64,9 82,9 Saldo 27,2 6,1 35,o 17,1 100,o 100,o 105,1 104 113,3 -5,1 -4,7 -13,3 100,o 100,o 100,o 100,o 87,4 95,0 77,o 76,o 12,5 4,9 23,o 24,o Reacción y muerte de Linares Alcántara El general Francisco Linares Alcántara, heredero político de Guzmán Blanco, había asumido el poder el 2 de marzo de 1877 para un período de dos años según la Constitución vigente en esa época. Al aproximarse el fin del corto período presidencial, el general Linares Alcántara comenzó a efectuar maniobras encaminadas a prolongar su permanencia en la Presidencia, entre las cuales se había orientado a la convocatoria de un Congreso que habría de reelegirlo. Pero las cosas no iban a resultar como él esperaba, porque hacia fines de año enfermó y falleció. Corrieron rumores de que su deceso no obedecía a un hecho normal, pero nada se ha podido saber al respecto. Proceso anterior al Quinquenio Desaparecido el general Alcántara en un clima político que clamaba contra Guzmán Blanco, el Congreso nombró primero y segundo designados a la Presidencia, a los generales Francisco Valera y Gregorio Cedeño. No agradándole a Cedeño quedar bajo la autoridad de Valera, se alzó. Poco tiempo después se alzó también el general Joaquín Crespo en el Guárico, se unió a Cedeño y juntos proclamaron a Guzmán Blanco, jefe de una revolución que recibiría el nombre de “Reivindicadora”. Cedeño y sus aliados triunfan en La Victoria, se dirigen a Caracas, acampan en Antímano, el general Valera capitula para el momento de la entrada de Cedeño a la capital, las casas se adornan con flores, se levantan arcos de triunfo y litografías de Guzmán aparecen por todas partes. 39 Guzmán Blanco al frente del Quinquenio El 15 de febrero de 1879 regresa Guzmán Blanco de Europa y hace una entrada triunfal en Caracas, entre los gritos de entusiasmo de una muchedumbre que meses antes lo insultaba y derribaba sus estatuas. Así comenzó el segundo período de Guzmán Blanco, que duraría unos cinco años, por lo cual se llamó el Quinquenio. La vanidad de Guzmán Blanco había crecido y además manifestó rencores por la reacción que hubo en su contra. En lo político procede, ante todo, a perseguir a sus enemigos; a Cedeño lo nombra ministro de la Guerra, cargo que ocuparía hasta su muerte. Se le adulaba tanto que al grupo de personajes que lo seguía lo denominaron “la Adoración Perpetua”. Con el pretexto de traer a su familia decidió viajar a Europa. Por su condición de Presidente de la República se le otorgaron honores oficiales que a juicio de su adversarios aparecían como infundados. Por París desfiló en una gran carroza, seguido por una vistosa escolta de jinetes uniformados. Fue recibido por el Presidente de Francia y por el Rey de Bélgica. En París, en la Magdalena, casaría a su hija Carlota con el duque de Morny, y a su hija Mercedes con el marqués de Noé. Cuando llega a Caracas pasea trajeado con el uniforme de mariscal. En el Quinquenio, con ocasión del centenario del Libertador, se inauguró solemnemente el Teatro Municipal; fue declarado Himno Nacional de la República la canción patriótica “Gloria al Bravo Pueblo”. El área del viejo convento de San Jacinto, que había servido de cárcel a Antonio Leocadio Guzmán en 1847, se reservó para lo que sería el Mercado Principal. Se estableció en la ciudad el alumbrado a gas y se inauguraron los tranvías de caballitos. Se fundó la Academia Venezolana de la Lengua, se inauguró el pasaje del Centenario, continuando la reforma urbana de Caracas, se construyó la Santa Capilla, luego de haber sido demolido el viejo templo de San Mauricio; se inauguró la Alameda de Altagracia, se estrenó el ferrocarril de La Guaira, se instalaron las estatuas de Vargas y de Cajigal en la Universidad y la de Washington, en donde estuvo la capilla de San Felipe Neri; la de Miranda en la Plaza Panteón; se descubrió en el Senado el cuadro de Tovar y Tovar que representa la firma del Acta de la Independencia, se instaló la luz eléctrica para iluminar el Teatro Municipal, la Plaza Bolívar, la calle del Comercio, los bulevares del Capitolio y la estatua de Guzmán en la colina de El Calvario y otra entre el Capitolio y la UCV. En Maracaibo se inauguró el Teatro Baralt. Hacia finales del Quinquenio se inaugura la capilla de Pagüita y la de El Calvario. Se inauguró el segundo gasómetro de la ciudad y el alum40 brado de gas en el Teatro Caracas. Se instaló el viaducto de Caño Amarillo, obra que al decir de la picaresca de la ciudad era un viaducto para pasarle por debajo. Guzmán Blanco tuvo que enfrentar en esos años varias “revoluciones”: en los Andes en 1884; en Lara, oriente y Bolívar en 1885; en los Andes en 1886; y en el Territorio Federal Yuruari en 1887. La economía en la época de Guzmán Blanco (Septenio y Quinquenio). La economía y las reformas hacendarias, administrativas y educacionales En la Memoria de Hacienda de 1871-1872 se destaca la reforma de la hacienda pública propiciada por el ministro Santiago Goiticoa, quien la justifica del modo siguiente: Era urgente la necesidad que tenía el país de un Código de Hacienda en armonía con los adelantos de la época. Hasta ahora se había llamado tal la compilación de algunas leyes de aduana, quedando dispersas las demás importantes disposiciones del ramo, en eso que bien puede llamarse caos de nuestra legislación fiscal, y en que aparecían confundidas materias heterogéneas, y se echaban de menos disposiciones indispensables para el buen servicio de la Hacienda nacional. Las nuevas disposiciones se reúnen en 39 “leyes” que el ministro Goiticoa resume del modo siguiente: La ley I define lo que constituye la Hacienda nacional y crea el “Gran libro” de la misma, en el que han de registrarse todos los títulos que acrediten propiedad, dominio o acciones de la Nación La II se refiere al fisco nacional y determina sus privilegios. La III trata de los bienes nacionales y fija las reglas cardinales de su administración. La IV determina las rentas nacionales. La V define lo que constituye el Tesoro nacional. La VI se contrae a la dirección y administración de la Hacienda nacional, y señala las funciones del Presidente de la Unión como supremo director y administrador. La VII trata de la recaudación de las rentas nacionales y establece los deberes de los recaudadores y las seguridades que deben prestar para el desempeño de su encargo. La VIII trata sobre presupuesto, de las reglas que deben servir de base para la formación del general de gastos públicos, y señala sus límites. La IX organiza el Ministerio de Hacienda, reduciendo su personal a sólo un secretario, tres jefes de sección, tres oficiales de número, un archivero y un portero; y determina deberes especiales al ministro, además de los que le impone la Constitución Federal. 41 La X crea el Tribunal de Cuentas como Tribunal de justicia, con la atribución principal de conocer y sentenciar en los juicios de las que correspondan a la Hacienda Nacional. La XI reglamentaría el procedimiento que debe observarse en estos mismos juicios. La XII establece la Contaduría General de Hacienda, dividida en dos salas, la de Concentración y la de Examen, y prescribe a cada oficina sus atribuciones. La XIII establece la Tesorería del servicio público, con arreglo a las funciones que ha de desempeñar en la nueva organización fiscal; determina su personal y detalla sus atribuciones. La XIV, sobre habilitación de puertos, excluye los de Río Caribe y Pampatar como puertos habilitados para la importación de su consumo, en armonía con decretos anteriores disponiendo la clausura de ambos para dicho comercio. Las leyes XV, sobre organización de las aduanas; XVI sobre régimen de aduanas para la importación; XVII, sobre comercio exterior de exportación y XVIII, sobre cabotaje, han sufrido alteraciones en armonía con la nueva estructura de las leyes de Hacienda, y se les han agregado nuevas disposiciones en resguardo de los intereses fiscales. La XIX, sobre comiso, contiene nuevas y enérgicas disposiciones para la represión del contrabando. Hace extensivas las penas a los buques y capitanes que se ocupen del comercio clandestino, y adjudica al aprehensor íntegramente el contrabando sin deducción de los derechos de aduana, como estímulo eficaz para extirparlo. La XX es la de Arancel de derecho de importación, concretado a seis clases gravadas y una libre, por el sistema decimal y sobre el peso bruto. La XXI, sobre Uso de Almacenes, contiene las mismas disposiciones del decreto que los imponía, reduciendo el gravamen al nuevo sistema monetario. La XXII trata del impuesto de cabotaje sobre las mercaderías extranjeras, excluyendo las disposiciones que gravaban los frutos y producciones del país. La XXIII se refiere a los impuestos de navegación sobre las embarcaciones que hacen el comercio exterior y de cabotaje; y comprende los derechos de puerto, de faros, de prácticos y de licencia de navegación. Las leyes XXIV, sobre para cargar y descargar XXV; sobre derechos de plancha y XXVI, sobre impuesto a la sal marina, comprenden las mismas disposiciones con que destina para ciertos títulos, despachos y nombramientos. La Ley XXVII, sobre papel sellado nacional, modifica la anterior, creando la primera clase con el valor de V. 20, sello que se estampará en pergamino y que destina para ciertos títulos, despachos y nombramientos. La ley XXVIII, sobre comercio de tránsito, deja suprimido el tránsito, por Ciudad Bolívar, de las mercaderías que se conducían antes para Colombia por aquella vía, y contiene, entre otras alteraciones, la de disminución de plazos para el depósito y para las tornaguías. La XXXIV establece la responsabilidad de todos los empleados de Hacienda. La XXXV sobre la arribada forzosa, determina las precauciones necesarias para impedir que los buques que hacen el comercio clandestino entren a nuestros puertos sin traer los documentos que previene la ley, pretextando avería, cuando no han podido efectuar el contrabando. 42 La XXXVI sobre nacionalización y arqueo de buques, permite ahora a los extranjeros nacionalizar los de su propiedad, siempre que se sometan a las reglas establecidas por dicha Ley y la de Cabotaje, y sin que por ningún pretexto haya motivo de reclamaciones que no sean las que puedan corresponder a cualquier venezolano. La XXXVII fija las funciones de los fiscales de Hacienda para que conozcan con precisión sus deberes. La XXXVIII sobre resguardos de Aduanas, materia de que nada concreto contenía nuestra legislación, establece la jurisdicción de cada Aduana, señala los deberes de cada uno y detalla la tramitación que deben observar en el desempeño de las importantes funciones que ejercen. Y finalmente, la XXXIX, de disposiciones complementarias, sanciona diversas reglas par el mejor desempeño del servicio fiscal. Para aumentar el rendimiento de las rentas provenientes de las salinas se centralizó su administración. El ministro Goiticoa explicó el procedimiento del modo siguiente: Por Decreto Ejecutivo, expedido por órganos del Ministerio de Fomento, se ha dispuesto la manera de pagar el situado constitucional a todos los Estados, y con respecto a los que posee salinas, sólo se establece la condición de que el gobierno federal entre a poseerlas. La mayor parte de los Estados que poseen salinas ha convenido ya por acuerdo de sus legislaturas en ceder su administración al Gobierno nacional y puede asegurarse que en breve constituirán sus productos la mayor parte de la renta que la Nación ha de aplicar en beneficio de los mismos Estados. Para sufragar los gastos originados por la educación gratuita y obligatoria se crearon estampillas fiscales denominadas “Estampillas de Escuela”. Goiticoa señala el proceso del modo siguiente: El Gobierno dictó una resolución por el Ministerio de Fomento en 17 de febrero de 1871, para que los documentos que expidiesen las oficinas públicas a favor de particulares o en resguardo de sus derechos, así como los que otorgasen los particulares en favor de aquéllas; o en resguardo de los intereses públicos, se firmarán sobre estampillas de escuelas por el valor que fija el Decreto de 27 de junio de 1870 sobre instrucción primaria, siendo el costo en el primer caso a cargo del fisco, y del particular, en el segundo: pero sin que se extiendan los efectos de esta disposición a los documentos que se crucen entre sí las mencionadas oficinas en asuntos de su respectiva incumbencia. El balance de la obra de Guzmán Blanco de acuerdo con su ministro Santiago Goiticoa, puede apreciarse por el final de su Memoria de 1872: Para concluir me permito consignar aquí que tendré siempre como una honra, haber pertenecido a una administración que, aun en medio del humo de los combates, ha trabajado día y noche, con ejemplar patriotismo y honradez, en promover el bien público; y que deja como prueba de su consagración, los 43 códigos nacionales; el libre tránsito en todo el territorio de la República; la instrucción primaria, gratuita y obligatoria, con renta especial aplicada a tan sagrado objeto; el libre ejercicio del voto popular, sin intervención del poder federal; el matrimonio civil; los caminos y demás obras de fomento y ornato ya realizadas, y las formalmente iniciadas, como la del ferrocarril de Caracas al mar; la protección de las industrias agrícolas y pecuaria; las decorosas prácticas diplomáticas y el examen de las reclamaciones internacionales, aplicando a su pago cuanto es compatible con los recursos del tesoro; la organización de las rentas de la Universidad Central, que ascienden hoy al triple de su anterior rendimiento; la honrada e imparcial administración de justicia; la nivelación de los gastos con la renta; el pago puntual del presupuesto, con inclusión del crédito público interior y exterior; la organización de las oficinas de Hacienda; la publicación del ingreso y egreso de las Tesorerías; la represión del contrabando; la satisfactoria solución de las dificultades que suscitó a la Iglesia el prelado señor Guevara; y sobre todo, la vida del crédito y la fecunda iniciativa al espíritu público que hasta ahora habían sido nulas.8 8 Memoria del Ministerio de Hacienda, 1872. 44 I.c. El período 1888-1908 45 46 DEL GUZMANCISMO Y POSGUZMANCISMO AL CASTRISMO El ámbito político-militar La declinación del Liberalismo Para juzgar los acontecimientos que siguieron a la juramentación del doctor Juan Pablo Rojas Paúl como Presidente de la República y que desembocaron, primero, en la ruptura del gobierno con el “Jefe” —centro y director del partido liberal, general Antonio Guzmán Blanco—, y luego con el rompimiento del segundo presidente civil, doctor Raimundo Andueza Palacio, con su antecesor inmediato, hasta verse envuelto en la crisis institucional que concluyó con la toma del poder por la fuerza por el general Joaquín Crespo, caudillo de la denominada “Revolución Legalista”, hay que situarse objetivamente, en el medio venezolano de los últimos años del guzmancismo, para comprender los anhelos de la sociedad civil y las limitaciones para hacerlos realidad. Venezuela había vivido bajo el mando de militares con las solas excepciones del frustrado gobierno de José María Vargas y del interinato del señor Tovar en los prolegómenos de la guerra federal. Lógico era, por tanto, el sentimiento nacional por la constitución de un gobierno civil y la instauración de mecanismos de alternabilidad no fundados en la fuerza de las armas. De ahí que Rojas Paúl, al reaccionar contra Guzmán, se pusiera en línea con el querer más sentido y profundo de los venezolanos. La reacción de Andueza contra Rojas Paúl se inscribe entre las maneras de responder los sucesores a las suspicacias flotantes en el ánimo público, de ser manejados por quienes antecedieron en la suprema magistratura. En cambio, la crisis institucional es de otra índole y en su desenlace campea la picaresca que a veces se viste del manto de la justicia, de la rectitud y de la ecuanimidad. Ello se pone de relieve, si se 47 toma en cuenta que la solicitud del doctor Casañas, brazo político del régimen, de una reforma para elevar a cuatro años el período constitucional, fue luego realizada al pie de la letra por la “Revolución Legalista”, una vez que se convirtió en gobierno de la República. Ello prueba que no hubo sinceridad al oponerse primero a la reforma por las vías constitucionales, ni al hacerlo por medio de la fuerza de las armas. La reforma planteada por el régimen de Andueza era justa: en dos años no había tiempo para llevar a cabo una gestión importante de gobierno. Ese breve período fue instaurado por Guzmán para manejar con mayor comodidad los hilos del poder, cuando él era el tutor de la república. Por tanto, era razonable la extensión que pedía Andueza. La intransigencia de la oposición legislativa y la zamarrería de la clase de la montonera militar encarnada en Crespo, llevaron la crisis a su punto de no retorno, produciendo un saldo negativo para las justas aspiraciones de la sociedad, que vio interrumpido aquel interesante ensayo de gobierno civil en Venezuela. Lo dicho no exonera a Andueza de su responsabilidad en el desenlace, sino que trata de situar las cosas en su justa posición. Tanto el gobierno como la oposición civil legislativa y de prensa, y Crespo tuvieron buena parte de las culpas en esos hechos que recuerda con dolor la historia nacional. En su búsqueda de legitimidad política, el 28 de abril de 1893 la Gaceta Oficial publica la nómina de 63 diputados “elegidos” para integrar una Asamblea Nacional Constituyente y reconstituir así los organismos básicos de la república. Crespo presenta su mensaje el 30 de abril, señala que algunos de sus subalternos han cometido abusos y da cuenta de su decreto del 2 de diciembre sobre devolución de bienes, aunque con la prohibición de enajenarlos: “Ancho campo tiene ahora cubierto la Asamblea Constituyente para extender un amplio perdón a los culpables”, declara y solicita confirmación de su acto de “Clemencia”. El debate sobre la materia se prolonga y hay quienes se oponen a la inclusión en la amnistía de los ex presidentes Andueza Palacio, Villegas y Villegas Pulido. El general Hernández acusa a la Constituyente de “negadora de la revolución” y responsable de una nueva frustración venezolana. Los periódicos liberales señalaron que se trata de la “intransigencia goda” contra la tolerancia liberal. El 18 de mayo, la Asamblea aprueba un amplio Decreto de Amnistía y simultáneamente y tras bastidores, Vicente Amengual se ocupa de preparar un proyecto de Constitución, la discusión sobre la 48 división político-territorial de la república da lugar a nuevas intervenciones del general Hernández, quien reclama el retorno a los veinte estados y denuncia la creación de los territorios federales como arbitrios de Guzmán Blanco, para desposeer a los estados y facilitar las especulaciones, el robo, los contratos deshonestos y los monopolios. La nueva Constitución es aprobada el 12 de junio y promulgada por Crespo el 21 de junio de 1893. En ella se estatuye que el Presidente debe ser elegido por sufragio universal, directo y secreto, y duraría cuatro años en el ejercicio de sus funciones. La Asamblea desestima una solicitud a favor de la separación de la Iglesia y el Estado. El período de la Corte Federal y el de la de Casación se prolonga a seis años. Se mantienen los nueve grandes estados y se conserva el Consejo Federal con el nombre de Consejo de Gobierno, con facultades consultivas y deliberativas. El cuerpo clausura sus sesiones el 26 de junio y el 5 de julio se celebra una ceremonia en la Casa Amarilla para jurar la Constitución. Posteriormente, Crespo será proclamado Presidente Constitucional.9 Como mecanismo para reunificar al partido Liberal, el 5 de julio de 1893 se instala una Gran Asamblea y Crespo acepta la jefatura del Liberalismo. Desde París, Guzmán sigue la evolución de la política y confía en que Crespo liquidará la fusión con los conservadores y reimplantará la hegemonía liberal; por ello, al referirse al candidato sucesoral de Crespo, señala que la eventual elección de Ignacio Andrade es inconveniente, y le advierte que si tal cosa sucede, los oligarcas volverían al poder y Crespo tendría que tomar de nuevo las armas para reivindicar las propiedades que los godos le embargarían. La solución que propone es que a Crespo lo suceda su hermano Luis, para lo cual bastaría un “retoque” a la Constitución. Crespo opinó que el consejo equivalía a una violación de principios, mientras temía que se tratase de una trampa de Guzmán. Ese mismo año de 1895 se agrava el conflicto fronterizo con Gran Bretaña; se invoca la denominada doctrina Monroe y se producen grandes manifestaciones antibritánicas en las calles de Caracas. En Guayana, el general Domingo Antonio Sifontes, comandante de la Estación de El Dorado, se opone con relativo éxito al avance británico. Entre marzo y octubre, el país presencia el experimento de un gobierno de colaboración con los conservadores, cuyo jefe, Manuel Antonio Matos, acepta ser ministro de Hacienda y jefe de una mayoría de cinco ministros en un 9 Cf. Academia de Ciencias Políticas y Sociales: Leyes y decretos de Venezuela, t. 9. Caracas: Academia de Ciencias Políticas y Sociales, 1985. 49 gobierno de ocho carteras. Éste es el método al cual recurre Crespo para liquidar una revuelta estimada como inminente y cuya jefatura se atribuía al propio Matos. Éste había afirmado que estaba en condiciones de poner fin a la crisis que afligía al país, mediante la aplicación de un programa de medidas diseñadas al efecto; pasado algún tiempo en el ejercicio del gobierno la crisis no cedió; los precios del café siguieron deprimidos en los mercados mundiales. El resultado político: el desprestigio de Matos y su salida del gobierno. Para 1897, en el bando oficial, las precandidaturas se reducen a la de Juan Francisco Castillo y a la de Ignacio Andrade, apoyada por Crespo. No hay manera de establecer una mayoría porque el Presidente y jefe del partido Liberal, rechaza cualquier intento de convención y en su lugar señala que la mayoría la establecen las adhesiones públicas y la posesión del mayor número de periódicos eleccionarios. En marzo se decide instalar en Caracas un Gran Consejo Liberal eleccionario con representación de todas las tendencias. Al finalizar la ceremonia se participa telegráficamente al general Andrade que en breve se designará una “Junta directiva de Propaganda” vinculada a su candidatura. En junio, el general Cipriano Castro, partidario de Castillo, escribe desde Colombia a Crespo recomendándole la celebración de una convención electoral para evitar violencias. Crespo ordena contestarle que “para el consejo es demasiado tarde y para la amenaza demasiado temprano”. En mayo, Andrade recibe el apoyo de la alta jerarquía eclesiástica, y en septiembre se celebran las elecciones en medio de un escamoteo de la voluntad popular, la gente del gobierno ocupa los sitios de votación y se obstruye a los electores de oposición acercarse a las urnas para consignar el voto. El escrutinio oficial asigna 406.610 votos al general Andrade, 2.203 al general Hernández, y reparte unos 493 sufragios entre otros 25 candidatos: Rojas Paúl, Guzmán Blanco, Andueza Palacio y otros. Crespo resulta electo presidente de Miranda y senador por el mismo estado y previendo las eventuales consecuencias del fraude, divide al país en cinco circunscripciones militares, reservándose el mando de la de Miranda. En febrero de 1898, Andrade se juramenta ante el Congreso; el general Hernández se alza y al ir Crespo a combatirlo muere en Cojedes, en el sitio denominado “La Mata Carmelera”, el 16 de abril de 1898. Hernández no se dio cuenta de la importancia de la pérdida causada al enemigo con la muerte de Crespo y se abstiene de iniciar una campaña que, al decir de algunos historiadores, lo hubiera podido conducir a la toma de Caracas. 50 Mientras la confusión se apoderaba del gobierno y de todas las facciones liberales, Hernández se convierte en el enemigo común para los viejos guzmancistas y para los jóvenes liberales. El Presidente carece de dotes militares y recurre al conservador Ramón Guerra, quien accede a tomar el mando siempre y cuando se le permita entenderse directamente con Matos y escoger libremente a sus colaboradores. Andrade se somete a estas condiciones que prácticamente dejan al gobierno en manos de los conservadores. Guerra sale a campaña y hace prisionero al general Hernández el 28 de junio. La muerte de Crespo plantea la necesidad de llenar la vacante de la presidencia del estado Miranda, que debe ser provista a la muerte del titular. En el seno del partido Liberal, para limitar el ascendente poder de los conservadores en el gabinete, se sugiere una reforma constitucional con el retorno a los 20 estados para asignarle autoridades liberales a las nuevas entidades. Los conservadores reaccionan duramente y exhortan a los escasos desterrados anduecistas y rojistas a que regresen al país. El primero en atender la invitación es el general José Ignacio Pulido, quien a la vuelta de algunas semanas es acusado de conspirador y enviado a La Rotunda. Más adelante retorna el ex presidente Andueza Palacio. Con motivo del debate sobre la reforma constitucional algunos plantean una vuelta a la elección de tercer grado y a los métodos de la Constitución “suiza”. Aunque el 26 de abril de 1898 el Congreso aprueba el diferimiento de la materia para las sesiones del año siguiente, Andrade obtiene autorización de las legislaturas de Miranda, Los Andes y Bermúdez para salvar el obstáculo constitucional al otorgamiento de las autonomías y designa autoridades, provocando el alzamiento de los conservadores. A Curazao emigran los generales Juan Pietri, José Ignacio Pulido y Ramón Ayala e instalan un comité revolucionario al que se agregarán Ramón Guerra y Diego Colina, quien debe preparar un alzamiento en el Estado Falcón; pero el régimen se siente tan seguro que ordena la libertad del general Hernández. En mayo llegan noticias del alzamiento en Táchira de Cipriano Castro, quien secundado por 60 combatientes había cruzado la frontera colombo-venezolana. El jefe insurgente expide una proclama para explicarse ante el país: La mayoría numérica del Congreso Nacional, rompiendo sus credenciales olvidando sus sagrados deberes para sus comitentes y para con la Patria, ha 51 cometido el gran atentado de romper e infringir la actual Constitución de la República, en su desgraciado acuerdo de abril, sobre cuyas bases reposan al actual orden de cosas y del cual debiera ser el más celoso y fiel custodio. Ha cometido, pues, el delito de prevaricato, previsto en nuestras Leyes y de lesa patria; y ha decretado la dictadura y como medio de consumar la dictadura la popular idea de la autonomía de los estados de la federación, es inaudito, un sarcasmo irritante. El alzamiento y triunfo del general Cipriano Castro es obra combinada de varios factores: revolución, audacia, habilidad para la guerra de guerrillas, anarquía en las filas militares del gobierno, desastre y decadencia del liberalismo amarillo, incapacidad del presidente Andrade para superar las dificultades derivadas de la crisis. Castro, que era jefe de una fracción minoritaria de las fuerzas del Táchira, propuso a Rangel Garbiras, jefe del conglomerado mayoritario, que el primero en alzarse sería apoyado por el otro. Rangel, al aceptar, nunca concibió que Castro, con tan escuálido contingente, podría ser tan audaz de lanzarse a semejante empresa.10 En la Batalla de Tovar, el general González Pacheco se replegó al encontrar que las cajas de pertrechos correspondían a un calibre distinto a las armas que portaban. Mario Briceño Perozo ha demostrado en su Don Juan de Trujillo11 que no hubo injerencia de la dirección política de Trujillo en el envío de las cajas, tal como las había recibido del centro del país, el comisionado militar del gobierno central, general Gil Garmendia. En ese hecho nada tuvo que ver el presidente Carrillo Guerra, como erróneamente afirmara Fabricio Gabaldón y repitieran, copiando de esa fuente, otros historiadores venezolanos. Otro hecho feliz para Castro fue su pase por Trujillo, donde desfiló en Carvajal ante un ejército bien organizado y comandado por el doctor y general Leopoldo Baptista, sin que le dispararan un solo tiro. La causa: la torpe dirección de la guerra por el presidente Andrade, quien al contestar sobre las instrucciones que le pidiera Baptista, le ordenó no librar batalla si no estaba seguro del triunfo. Andrade creía que Castro sería incuestionablemente derrotado en la llanura, cosa que no resultó así, como veremos más adelante. En Tocuyito, donde técnicamente estaba triunfando el gobierno, un toque de retirada incomprensible e inexplicado, dejó dueño del campo al bando insurgente. Lo demás lo harían los negociadores de Andrade, Matos y Luciano Mendoza, jefe del Ejército 10 Entrevista de la Don Juana. El relato verbal le fue hecho al autor de este trabajo por el doctor Eliseo Vivas Pérez, testigo presencial del encuentro. 11 Caracas: Biblioteca Venezolana Ediviagro, 1978. 52 Gubernamental, quien llegó con Castro en un vagón a la estación de Caño Amarillo, luego de concluir sus “arreglos” con el caudillo de la Restauración.12 La toma del poder por Castro La división del partido Liberal, sin jefe único después de la muerte de Joaquín Crespo; la incapacidad del presidente Andrade, designado por la influencia de aquél para liderizar al partido más sus alianzas con los conservadores para mantenerse en el poder, producen una situación anárquica en el ámbito del gobierno que facilitará la toma del poder por Cipriano Castro, quien enarbola la bandera de la restauración liberal, contra el “continuismo” de Andrade. Para septiembre de 1899, el avance de la invasión de Cipriano Castro ha sido rápido y exitoso, pero sin dominio de las regiones que dejaba tras de sí. El propio ministro de Guerra y Marina interino, general Francisco Batalla, se trasladó a Acarigua para organizar el ejército y hacerle frente a Castro. La muerte súbita de su hijo mayor, de una fiebre denominada “la económica”, en Araure, le impidió continuar al frente del ejército, regresando a Caracas con el cadáver de su hijo. Todos esos incidentes del destino, le fueron favorables a la buena estrella del nuevo y pujante caudillo de la Revolución Liberal Restauradora. El gobierno espera contener a Castro en la llanura de Tocuyito, estado Carabobo, con una fuerza que dobla la de los invasores, pero sin unidad de mando. A Andrade deben responderle los generales Diego Bautista Ferrer y Antonio Fernández, quienes rivalizaban por el ejercicio del mando. En el curso de una acción prolongada, la artillería del gobierno, comandada por Linares Alcántara, egresado de West Point, dispara contra su propia gente. En un momento determinado las tropas gubernamentales hacen retroceder a los castristas hasta el pueblo de Tocuyito, pero en ese preciso momento se deja oír el toque de retirada. El ejército del gobierno obedece, casi intacto, pero en desorden; mientras que los invasores habían perdido casi una tercera parte de sus miembros. Los militares de la época censuraron tal retirada como inadmisible, injustificable y producto de la traición. 12 El doctor Trino Baptista refirió al autor de este trabajo, que el doctor y general Leopoldo Baptista recibió un telegrama de Andrade en el sentido expuesto, texto que él tuvo oportunidad de leer. 53 Castro entra a una Valencia desguarnecida y se aloja en la habitación que Ramón Tello Mendoza tenía para recibir al presidente Andrade. Las tropas castristas son detenidas en Puerto Cabello por Antonio Paredes. La derrota de Tocuyito se convertirá en el catalizador de la anarquía del régimen y Andrade se revela impotente para contenerla. Los conservadores, encabezados por Manuel Antonio Matos, se ofrecen como mediadores ante Castro, Andrade acepta y le facilita transporte oficial hasta Puerto Cabello, mientras ordena la liberación del general Hernández para intentar contener a Castro antes de que avance a Caracas. Ante la tremenda confusión, el general Zoilo Bello Rodríguez, leal soporte de Andrade desde los inicios de su gobierno, resuelve renunciar y marcharse a Trinidad. Comprendía que el presidente Andrade estaba dominado por un nuevo grupo familiar y político, simpatizantes unos y vinculados abiertamente los otros con el Mocho Hernández, empeñados todos en mostrarle el pacto y la entrega del gobierno al nacionalismo como la única senda de su salvación. Por otra parte, la conspiración de los liberales continuistas, encabezada por el ex presidente Andueza Palacio y José Ignacio Pulido, había logrado avanzar hasta comprometer a los principales jefes militares del gobierno y a un gran número de los políticos que formaban las primeras filas del gobierno. En su condición de secretario general de la Presidencia, Bello Rodríguez asistió, en unión del ministro Arvelo y del general Celestino Peraza, a las primeras conversaciones que se celebraron en Maracay, en el campamento de Luciano Mendoza. Cuando regresa a Caracas encuentra que en realidad ya no existe gobierno, pues toda la actividad de los ministros y de los políticos está encaminada a encontrar una fórmula de gobierno distinta a la Presidencia de Ignacio Andrade. Y lo que es más grave, autorizados en este juego mortal por el propio Andrade.13 Matos estima que ante la alternativa de un entendimiento entre el Mocho Hernández y Andrade, Castro ofrece una alternativa más conveniente y eventualmente más favorable a los intereses del grupo conservador. La resistencia de los liberales al eventual entendimiento entre Andrade y el Mocho Hernández (todavía preso) le da a aquél la excusa para abandonar el gobierno y el país. El general Víctor Rodríguez asume la jefatura provisional del gobierno, y aunque el régimen todavía cuenta con caudillos con suficientes 13 54 Cf. Zoilo Bello Rodríguez: Archivo Político. Caracas: Ministerio de la Secretaría de la Presidencia-Ministerio de Defensa, 1979. tropas en Caracas (Juan Pietri), Coro (Riera), Guayana (Rolando), Táchira (Peñaloza), Puerto Cabello (Paredes), Zamora (Ovidio Antonio Abreu Grados), su voluntad de resistir se quiebra ante el ocaso de las lealtades, al punto que el jefe de las fuerzas conviene en la entrega del poder a Castro. A finales de octubre, Castro está en Caracas, asume la Presidencia y designa un gabinete en donde los “continuistas” de 1892 son mayoría; Andueza Palacio figura en el gabinete junto al Mocho Hernández. Castro, al ocupar Carora, había proclamado que el futuro Presidente sería el doctor Raimundo Andueza Palacio. El grupo de adulantes que rodeó a Castro durante tres meses en Valencia, lo hizo cambiar de opinión. De ahí que al llegar a Caracas nombrara a Andueza, canciller. Recién liberado, el general Hernández sale furtivamente de Caracas con un pequeño ejército, toma la vía de los valles del Tuy y emite una proclama en la cual asienta que Castro se contradice al prometer nuevos hombres, nuevos ideales y nuevos procedimientos para, en la práctica, hacerse de los viejos procedimientos y la ignominia de los viejos hombres. La noche del alzamiento, Castro estaba con todo su séquito inaugurando el Teatro Nacional. Con esta acción, el Mocho se convierte en el enemigo de todos y logra limar las diferencias, agravios y rencores entre el heterogéneo grupo de aliados, conservadores y andinos, más aquellos liberales que con armas en la mano para combatir a Castro, telegrafían a la Casa Amarilla para ponerse a sus órdenes. Las excepciones a esta defección liberal son escasas; entre ellas están Antonio Paredes, Juan Pablo Peñaloza, Rafael Montilla, Francisco Batalla. El Mocho Hernández prolongará su guerrilla por seis meses. La acción guerrillera de Castro, que culminó con su acceso al gobierno, tuvo un aspecto positivo para la unidad del país al haber incorporado a los andinos al poder nacional, antes ejercido por llaneros, centrales y orientales. La creciente importancia económica de los Andes tuvo mucho que ver con esos acontecimientos. La incorporación de los andinos al poder nacional fue un producto de esa realidad. En los momentos del cambio de gobierno (3 de octubre de 1899), en París, el Tribunal Internacional, compuesto por norteamericanos y británicos y presidido por el ruso Federico de Martens, despojaron a Venezuela de más de 500.000 millas de territorio y las incorporaron a la Guayana Británica. El observador por Venezuela, José María de Rojas, escribía el 4 de octubre, al canciller Calcaño que “la sentencia deja a Venezuela en posesión 55 absoluta del Delta de Orinoco e Inglaterra tendrá que desocupar Punta Barima; pero fija una línea de demarcación completamente parcial en favor de Inglaterra”. Los árbitros se habían excedido en su mandato, pues habían sido designados de derecho al fijar una línea de transacción y actuaron como árbitros arbitradores. Lo más grave es que de Martens, el árbitro ruso, presidente del Tribunal, estaba vendido a Inglaterra, a cambio de concesiones inglesas a Rusia, en cuestiones de interés para ésta en relación con sus fronteras asiáticas. El memorial de Maller Prevost demostró evidentemente que la decisión no fue imparcial, lo cual convirtió en írrita la sentencia arbitral. Cipriano Casto se siente tentado a desconocer la inicua sentencia; pero Seijas y otros consultores del Ministerio de Relaciones Exteriores, opinan que el desconocimiento no tendría éxito. Las causas de fondo de la fractura del sistema a vuelta de siglo Hasta aquí hemos narrado en grandes líneas, los acontecimientos que desembocaron en la fractura del sistema político organizado después de la Revolución Federal y más precisamente desde la consolidación del guzmancismo. Lo que hemos dicho en anteriores párrafos puede satisfacer los requisitos de la historia episódica. Las causas de fondo no han sido analizadas en profundidad. Tales fueron: 1. El derrumbe de la riqueza pecuaria en los llanos, producto del paludismo y las guerras civiles. Este hecho quitó poder a los caudillos llaneros, que eran algunos de los más importantes del liberalismo amarillo: por ejemplo. Crespo, Pulido, Batalla y otros. 2. El deterioro de la economía llanera también afectó amplias zonas de oriente, lo cual restó influencia a caudillos, como Domingo Monagas, Guzmán Álvarez y otros de la misma región. 3. Amplias áreas del centro también habían venido sufriendo los efectos destructores de las guerras civiles. 4. Simultáneamente con la declinación del poder económico de los llanos occidentales, orientales y del centro del país, los Andes fueron robusteciendo su economía, con la creciente producción y exportación del café; hasta llegar a constituirse en la principal fuente para generar divisas con las cuales pagar las importaciones. 5. El proceso de acumulación se fue acelerando en los Andes, mientras se desaceleró en los llanos y en el centro. 6. La baja de los precios del café en los mercados mundiales, fue un elemento coyuntural que agudizó el cuadro de la crisis. Desde la burguesía terrateniente y comercial hasta la clase laboral sintieron su efecto depresivo. 56 Los seis puntos anteriores revelan causas económicas del proceso. Pero hay también otras de tipo social y socioeconómicas que son dignas de mencionar: 1) la tasa de crecimiento de la población a nivel nacional fue decreciendo hacia fines del siglo XIX, dentro de ésta, la tasa de crecimiento de la población de los Andes no sólo se mantuvo, sino que ha debido aumentar, tanto por el crecimiento vegetativo, como por las fuertes corrientes migratorias de los llanos, arrasados por las guerras y por el paludismo; 2) el campesino y el sector social de pocos recursos de los pueblos y ciudades, carne de cañón de las guerras civiles, venían acusando un creciente desaliento por las promesas no cumplidas por los sucesivos abanderados de las revoluciones armadas, una vez que se hicieron dueños del poder. El entusiasmo inicial de las masas federales, azules y amarillas, se fue tornando en desencanto, lo cual creó un trasfondo de escepticismo en el pueblo venezolano por sus caudillos y jefes de gobierno; 3) el problema estructural socioeconómico generado por una estructura feudal o semifeudal de la propiedad territorial, no permitía una distribución equitativa de los frutos del esfuerzo productivo, entre los diversos estratos de la sociedad, lo cual se tradujo en un freno al proceso de desarrollo y al mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores de menores recursos. Esto hechos, unidos a la frustración por las promesas no cumplidas, fue el caldo de cultivo para un cambio radical de la situación. Castro, que era un hombre inteligente, así lo comprendió cuando habló de “nuevos hombres, nuevos procedimientos, nuevos ideales”, promesa ésta que tampoco cumplió el caudillo de la “Restauración”. En el campo político, el trasfondo económico-social también influyó en la generación de un cambio, a lo cual se unió el tiempo como factor debilitante de una clase dirigente desgastada por más de 30 años de ejercicio del mando, sin haber resuelto los problemas fundamentales que aquejaban el desenvolvimiento nacional. Producto de la acción combinada de los elementos económicos, sociales y políticos antes reseñados, fueron los siguientes hechos: 1) la anarquía que siguió al desconocimiento y desaparición de los supremos dirigentes de la situación, generales Antonio Guzmán Blanco y Joaquín Crespo. Las circunstancias no fueron propicias al surgimiento de un nuevo caudillo civil o militar que supiera, dentro de la situación, reorientar el rumbo hacia el cambio que el país anhelaba; 2) el debilitamiento nacional frente a factores externos que dañaron nuestra soberanía (el caso de la Gran Bretaña en la Guayana Esequiba, el laudo español que arrebató 57 a Venezuela una inmensa área en el costado occidental con manifiesta injusticia, contraria a los legítimos títulos desconocidos maliciosamente por el juez peninsular, el peso de la deuda externa) aumentó aún más el desprestigio de la dirigencia política. El conjunto de fuerzas en movimiento dentro de la dinámica de aquella situación, explica como Castro, sin ejército, sin armas, sin pertrechos, sin contar con el apoyo de una logística militar adecuada y sin haber derrotado contundentemente a las fuerzas de gobierno, llegó a Caracas, escoltado por las tropas del Ejecutivo depuesto, y recibió el mando en pacífica ceremonia de manos del vicepresidente en ejercicio, general Víctor Rodríguez y en presencia del clero y los miembros de las cortes Federal y de Casación. Ese hecho insólito no puede explicarse con la simple narrativa de la historia episódica: hay que ir al fondo del análisis de la historia estructural, para alcanzar la claridad que ilumine el paisaje de aquellos difíciles últimos años del siglo XIX, intento que habremos de seguir profundizando en ulteriores trabajos sobre tan fascinante tema. Al asumir la Presidencia, Castro designó un gabinete en donde participaron conservadores y liberales, pero consciente de que su fuerza estaba en el ejército, coloca a Juan Vicente Gómez y a otros seguidores en las posiciones militares de importancia. Gómez trae del Táchira tres mil hombres para añadirlos a la pequeña tropa de 1.200 hombres con quienes ocupó Caracas. Poniendo en práctica la idea de armar un ejército nacional que neutralizaría las fuerzas de los caudillos locales, Cipriano Castro adquiere 40.000 fusiles del modelo más reciente y cincuenta millones de balas; varios trenes de artillería de montaña Schneider y Krupp. A principios de 1901 se agregan cañones Creusot y ametralladoras Hotchkiss que eran novedad en el mundo. Para financiar ese gasto, que ascendió a más de cinco millones de bolívares, se redujo drásticamente el personal civil de la administración y se aumentaron los impuestos. Castro sustituía de esta manera el sistema de soporte a la estabilidad política que Guzmán Blanco fundó en pactos cuasifeudales de mutua asistencia con los caudillos regionales, por la creación de un verdadero ejército nacional. Más tarde el petróleo daría a Gómez el dinero necesario para consolidar el nuevo eje de sustentación del gobierno en ejercicio del poder público. Castro integró ese ejército principalmente con hombres del Táchira. Gómez acentuó ese rasgo organizativo de las fuerzas armadas. Así que el paso de un sistema a otro, significó la eliminación de una pirámide de poder en cuya cúspide estaba el jefe del país y cuyos bloques de soporte eran los caudillos regionales, y su sustitución por una hegemonía mili58 tar de una región que nutría las filas del ejército nacional. Ello explica que el poder central se hiciera más fuerte y que el resto del país pasara a ser dependiente del jefe del gobierno, sustituyendo el sistema bilateral inaugurado por Guzmán. Para mayo de 1901, las tropas del gobierno ascienden a 9.000 hombres: seis mil repartidos entre Caracas, La Victoria, Puerto Cabello y Valencia, tres mil en Táchira. Para fines de año el gobierno dispondrá de un ejército de 18.000 hombres. A este ejército, modernamente equipado, se enfrentaron diversos caudillos, Mendoza, Riera, Peñaloza, Domingo Monagas, Francisco Batalla y Manuel A. Matos, quien financió en buena medida la revolución. Éste obtuvo recursos de fuentes extranjeras, pero ningún documento prueba que la mayoría de los caudillos de la “libertadora” se hubiesen comprometido a entregar la soberanía económica de Venezuela a la New York and Bermúdez Co., o que se hubiesen enterado del origen de los fondos suplidos por Matos. El carácter genérico de la denominación “Liberalismo amarillo” y balance de los regímenes cubiertos con esa denominación Algunos historiadores para calificar cualquiera de los cuatro regímenes liberales del siglo pasado, a partir de 1870, han usado indistintamente la expresión “liberalismo amarillo”, como quiera que el guzmancismo (1870-1888) difiere sustancialmente de los otros tres, y que cada uno de éstos tiene sus rasgos específicos que los diferencian de los demás, consideramos que es pertinente trazar las características propias de las cuatro etapas sucesivas del dominio de los liberales sobre el poder nacional. El gobierno de Guzmán Blanco fue autocrático, el propio jefe del gobierno afirmó que no había que contentarse con derrotar al conservatismo, sino que era preciso erradicarlo de la escena política nacional. Rojas Paúl abrió el país al debate político y tanto su gobierno como el de Andueza, Crespo y Andrade respetaron la más absoluta libertad de prensa. Si bien es cierto que influyeron en la designación de sus sucesores, no puede negarse que el clima político, con todas sus limitaciones, fue mucho más amplio y democrático que el de Guzmán Blanco. Por otra parte, Guzmán Blanco fue un buen organizador del aparato del Estado y mantuvo una estricta disciplina administrativa; Crespo fue un mal administrador y Rojas Paúl y Andueza en sus efímeros períodos, no tuvieron tiempo de poner en práctica una administración innovadora y singularmente propia de sus respectivas gestiones. 59 Guzmán Blanco fue el más grande abusador para su propio beneficio en un acuerdo feudal con los caudillos regionales; Rojas Paúl y Andueza se abrieron hacia la búsqueda de un apoyo más institucional y así lo esperó el país, pero la suma de errores de los bandos opuestos que condujo al continuismo, frustró un ensayo que tanto prometía. Crespo volvió al equilibrio de pactos con los caudillos regionales. Guzmán Blanco dio impulso vigoroso a la educación popular; creó los organismos administrativos para su gestión y le dio bases tributarias autónomas para su sostenimiento. Después del Bienio, que terminó en 1888, el avance en ese ramo se detuvo y no fue perdurable en los sucesivos gobiernos hasta la muerte del general Gómez en 1936, que se descubre una nueva apertura de la educación nacional, la cual se amplió aún más a partir de 1945. En cuanto a la cultura en general, hacia fines del siglo, se hace sentir una clase académica, un sector periodístico, una pléyade de ensayistas, poetas, historiadores y sociólogos, fruto de un proceso de evolución universitaria, al cual le dio impulso Guzmán Blanco en cuanto no tropezara con los rumbos de sus intereses políticos, y se mantuvo en su esplendor durante los gobiernos de Rojas Paúl, Andueza y Crespo. En materia de obras de infraestructura: Guzmán Blanco le dio fuerza primero, con fondos del tesoro (carreteras); luego (ferrocarriles) con capital extranjero a un costo elevadísimo (garantía estatal de 7% a la inversión extranjera sobre su capital, lo cual generó el aumento de la deuda pública y conflictos con los países de origen de los titulares de esos recursos). Rojas Paúl y Andueza no innovaron nada sobre el particular; Crespo contrajo nuevos compromisos. Como se puede apreciar, desde los siguientes puntos de vista: 1) estructura de soporte del poder; 2) calidad de la administración; 3) fomento de la cultura y la educación; 4) estructura institucional de cada régimen político e imperio de la autocracia o apertura hacia la democracia y la libertad de prensa; 5) construcción de la infraestructura material, y 6) índice de probidad en el manejo de la cosa pública, se diferencian fundamentalmente los regímenes de Guzmán Blanco, Rojas Paúl, Andueza, Crespo y Andrade. Por tales razones, aunque todos se autodenominaron “liberales amarillos”; no puede usarse ese vocablo, que es de carácter genérico, para identificar individualmente cualquiera de los cuatro nombrados gobiernos. Hubo cuatro liberalismos amarillos y si se quiere, cuatro modelos de organización política. Por tanto, ninguno de los regímenes debe usarse para calificar al “liberalismo amarillo” en forma abs60 tracta. Hay que añadir un calificativo específico en cada caso, para que el curso de la historia responda a uno de sus más exigentes requisitos, desde Heródoto y Tucídides: la exactitud y la verificación de la verdad. En cuanto al “liberalismo restaurador”, también difiere de los anteriores en varios aspectos: 1) la estructura de poder se desplazó hacia la formación de un ejército nacional integrado por andinos, con predominio de tachirenses, quedando eliminado el pacto feudal de carácter militar entre el caudillo nacional y los jefes regionales; 2) los pactos con los caudillos regionales se limitan al campo político y a la integración del gobierno; 3) el proceso de desarrollo educacional y cultural queda estancado; no vuelve a retomar el ímpetu que le imprimió Guzmán; 4) la balanza autocracia-democracia se inclina en detrimento de la segunda; 5) la calidad administrativa es pobre y el déficit fiscal aumenta considerablemente; 6) la balanza nacionalismo-imperialismo se inclina a favor del primero; 7) graves conflictos militares internos y externos agobian al país. En esta etapa los conflictos externos cobran características más profundas y su manejo desembocó en el reconocimiento de nuestra debilidad frente al extranjero. Crisis fiscal y revolución A finales del siglo XIX, el capitalismo mercantil agrícola y financiero de Venezuela tiene como vocero principal a Manuel A. Matos, quien era accionista y director del Banco de Venezuela. Desde 1880, en su condición de cuñado de Guzmán Blanco, asiste a los Consejos de Gobierno de éste y luego a los de Crespo. Cuando se plantea la fusión del Banco Comercial con el Franco-Egipcio, logra impedirla y posteriormente detiene la absorción del Banco de Venezuela por el Disconto Gesellschaft de Berlín. Como embajador de Andrade va a Puerto Cabello a bordo del crucero Detroit, escoltado por el ministro Loomis de los Estados Unidos; allí se olvida de Andrade e impulsará la toma del poder por Castro, como dijimos antes. Desde su llegada al poder, Castro aumenta los gastos de guerra, el fisco debe reducir los pagos destinados a la administración civil. La deuda a cargo del Estado pasaba en el momento de la llegada de Castro al poder, según afirmara éste, de los 200 millones de bolívares. 61 El Banco de Venezuela servía de intermediario entre el gobierno del país y los acreedores extranjeros cuyos títulos montaban a más de cien millones. El ministro de Hacienda depositaba los intereses y la amortización de la deuda en el Banco de Venezuela y el instituto devengaba la comisión por retenerlos y enviarlos luego al exterior. Ese pingüe negocio para el banco se deteriora cuando el general Castro decide una moratoria de hecho en el servicio de la deuda. Las comisiones atrasadas representan un millón de bolívares anuales para el Banco de Venezuela mermando así sus utilidades. En entrevista con Castro, Matos señalará que seis años de desorden fiscal, dos guerras, una sostenida declinación de los precios del café y del azúcar en el mercado mundial y los intereses de la deuda pública sin pagar, estaban liquidando el crédito de Venezuela en el exterior, por lo cual recomendaba un cambio en el gabinete, reducir el presupuesto de guerra y dedicar los gastos a obras públicas, y nivelar el déficit de la administración. Castro, bajo el consejo de Andueza Palacio, solicita un crédito a la banca nacional, que al ser negado conduce a Matos y a los demás banqueros de la capital a La Rotunda. Matos saldrá de la cárcel a conspirar y lo acompañará la casi totalidad de la clase mercantil de Caracas, algunos de los cuales se mantuvieron extraños al movimiento. Los hombres de negocios en la capital estaban destinados a dar apoyo financiero e informes a los ejércitos alzados contra Castro, y desde antes de la insurgencia de Luciano Mendoza en diciembre de 1901, organizan círculos de auxilio al inminente movimiento, siendo de notar que había un clima favorable a la rebelión, por los siguientes factores: 1) amplios sectores del oriente, los Llanos, Guayana y el centro se sentían resentidos ante el triunfo y el gobierno de los andinos en el poder que antes habían ejercido. Los caudillos de esas regiones se sintieron relegados con respecto a la otrora posición de mando que ejercieron en años anteriores; 2) la clase económica, especial y señaladamente la comercial y financiera de Caracas, se alineó en su mayoría contra el gobierno; 3) ciertos factores extranjeros, como el de la New York and Bermúdez Co., resintieron la derogación de las concesiones y su reasignación a competidores del trust de Filadelfia. En el mes de octubre, Matos, que ya había desembarcado por oriente y derrotado a Juan Vicente Gómez en Carúpano, se encuentra en La Victoria con 14.000 hombres contra 6.000 del gobierno, aunque éstos tienen ventajas de posiciones. Antes de la batalla, en Villa de Cura, en reunión del Estado Mayor de la Revolución, según afirma Giacoppini 62 Zárraga, se planteó por varios generales, entre ellos algunos seguidores de Domingo Monagas, que debía aislarse a Castro en La Victoria y seguir a Caracas.14 Luciano Mendoza sostuvo la opinión de estrellarse en La Victoria, donde fracasó la revolución. La batalla se decide a favor del gobierno por varios hechos: 1) el error del nacionalista guariqueño José Manuel Hernández Rodríguez, al sacar a Eleazar Urdaneta de los Valles del Tuy y facilitar el paso de un tren cargado de pertrechos enviados y conducidos por Juan Vicente Gómez; 2) la acción de los trujillanos comandados por el doctor y general Leopoldo Baptista, quienes desalojaron a los insurgentes de las alturas de El Copey. El enfrentamiento dura 22 días, del 11 de octubre al 2 de noviembre de 1902, con un saldo de 3.000 bajas entre muertos y heridos. Matos emigra a Curazao, el ejército revolucionario se dispersa. Los insurgentes no ofrecerán de nuevo una resistencia coordinada y Juan Vicente Gómez tendrá el tiempo y los recursos para ir combatiendo y derrotando a los restos de la insurrección. La última batalla la libró en Ciudad Bolívar, donde derrotó al general Nicolás Rolando. El episodio del bloqueo En 1901, Teodoro Roosevelt llega a la presidencia de los Estados Unidos, después del asesinato de William McKinley. Hacia finales de año, en diciembre, Roosevelt recibe la visita del embajador alemán, quien expone las dificultades de Alemania en Venezuela: el país no paga las deudas contraídas con la Casa Disconto Gesellschaft, al ferrocarril alemán se le hostiliza y los nacionales de Alemania sufren atropellos y pérdidas en las guerras civiles. En la práctica solicita la anuencia de los Estados Unidos para intervenir en Venezuela. Los alemanes reciben una respuesta de manera indirecta. En el mensaje que Roosevelt dirigirá al Congreso de los Estados Unidos en el mismo mes de diciembre de 1901, mencionará a la doctrina Monroe, pero advertirá a las repúblicas de la América Latina que Estados Unidos no impedirá una intervención europea cuando algún país latinoamericano haya faltado a sus compromisos internacionales. Por su parte el secretario de Estado había respondido al embajador alemán, en nota confidencial, 14 Un relato coincidente lo oyó el autor de este trabajo de labios del general Francisco Batalla, quien asistió a la Junta de Estado Mayor, en Villa de Cura, y se pronunció por la tesis de no detenerse en La Victoria y seguir a la toma de Caracas. 63 que Estados Unidos no se opondría al bloqueo de las costas de Venezuela, siempre que no se produjese un desembarco. En febrero de 1902, llega a Caracas el comandante Pillsbury de la marina norteamericana; levanta planos del ferrocarril que sube de La Guaira, y en general se informará de las condiciones geográficas para adelantar un eventual desembarco de su propia infantería de marina si los acontecimientos del bloqueo, ya autorizado, los forzasen a ello. Pocos meses antes habían establecido una base naval en Puerto Rico. Combinados Alemania, Inglaterra e Italia comienzan a plantear sus reclamos a la cancillería venezolana. El 9 de julio de 1902, los ingleses presentan un ultimátum en donde se establece que todos los asuntos pendientes por reclamos deben ser resueltos en términos perentorios. El 19 de agosto, juzgando poco satisfactoria la respuesta venezolana, el gobierno inglés toma la decisión de intervenir militarmente. En julio de 1902, una flota norteamericana de 50 barcos había llegado a Puerto Rico. En el mes de noviembre se notifica al almirante Dewey, vencedor de las Filipinas, su traslado a Puerto Rico como jefe de la escuadra allí concentrada. A bordo del buque insignia, encontrará a Pillsbury con los planos que previamente había levantado del litoral venezolano. El 7 de diciembre de 1902, los embajadores presentan un ultimátum a la cancillería en Caracas. El 9 de diciembre las flotas inglesas y alemanas irrumpen en La Guaira, toman o queman los escasos barcos de la flota nacional. Castro emite una proclama que se hará célebre: “La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria”, y prepara la defensa en las montañas de los alrededores de Caracas. Estima que 15.000 hombres serían suficientes para resistir y derrotar a los invasores en las alturas de los Castillitos si tratasen de subir desde La Guaira. El 5 de diciembre, cuatro días antes del bloqueo, el secretario de Estado norteamericano había enviado un telegrama al canciller alemán recordándole su compromiso de no desembarcar. El 8 de diciembre, víspera del bloqueo, Roosevelt insiste ante Londres para que el bloqueo se haga sin irritar a la opinión norteamericana. En Caracas, desde el día 9, las fuerzas vivas recomiendan a Castro un arbitraje. El embajador norteamericano en Londres visita formalmente, el día 12, al canciller inglés Landown, para advertirle que en Estados Unidos la noticia del bloqueo ha despertado una tempestad callejera y que Castro ha solicitado al ministro norteamericano Bowen en Caracas que procurase una solución negociada. En la solicitud se le ruega a Estados Unidos aceptar 64 la representación de Venezuela en el tribunal de arbitraje que pudiera constituirse. “Virtualmente es una rendición”, diría un editorial del The New York Times. A finales de diciembre, Inglaterra acepta el arbitraje pero sin retirar la flota. Los alemanes mientras tanto se han dirigido a Maracaibo. El 18 de enero cañonean al castillo San Carlos, pero impedida de maniobrar en la barra, son bombardeados desde el viejo castillo, por lo cual se ven obligados a retirarse unas millas. Llevan consigo el barco Panther, seriamente averiado por un cañonazo que hizo impacto en su línea de flotación. En Washington, Roosevelt ordena a la flota norteamericana impedir un nuevo intento alemán, logrando el retiro de éstos. En febrero de 1903, cesa el bloqueo y se inician las conversaciones que concluirán con los Protocolos de Washington, especificando la forma de pago a los acreedores extranjeros: Bs. 9.401.267,86 a Inglaterra, y sumas superiores a dos millones a Francia, Italia, Alemania y Estados Unidos. En marzo de 1903, la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, presidida por el ex presidente Rojas Paúl, declarará que estos protocolos “no pueden crear una situación jurídica, que es el resultado de cosas anormales y lo anormal, lejos de constituir regla alguna, excluye la aplicación de todas”. Se imitará así la conducta de la Convención de Valencia al negarse a conocer el Protocolo de 1858. En consecuencia, el convenio pactado por Bowen fue excluido de toda tramitación constitucional y se facultó al Ejecutivo para que cumpliera, pero con la expresa salvedad de que ninguna de sus cláusulas establecería el menor antecedente en la vida política de la República. El 21 de marzo, Castro se presenta al Congreso y renuncia a la Presidencia; el Congreso rechaza la dimisión y Castro estará en pleno auge. El ámbito económico-fiscal Las fluctuaciones del café en los mercados mundiales Para 1860, la navegación a vapor llegaba al sur del lago de Maracaibo, permitiendo la extracción de la producción de la región andina, reduciendo el tiempo y fletes a la mitad y haciendo factible la concurrencia del café al mercado internacional.15 15 Cf. D.A. Rangel: Capital y desarrollo: la Venezuela agraria. Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1969. 65 Así, aunque la demanda por tabaco negro y añil, caían, sustituido por la producción del tabaco de Virginia y por colorantes sintéticos, a la demanda norteamericana y europea por el azúcar, el cacao, las carnes y el algodón, se suma la del café, con lo cual se produce un cambio en la estructura de las exportaciones y de la importación de las economías regionales. Pero a nivel internacional también debe señalarse una circunstancia, el café llamado arábigo, suave o aromático que se explota en las laderas montañosas venezolanas-colombianas y centroamericanas tiene menos productividad que el café tipo “robusta”, caturra o africano que se explota en el Brasil, pues los requerimientos técnicos de la producción del “arábigo”, que incluye la sombra y relativa humedad, no son necesarios en el “robusta” o caturra, más resistente al sol y a la sequedad. Hacia 1881, hay una distribución casi pareja de los volúmenes exportados de cafés suaves y brasileños: 4.800.000 sacos los primeros y 5.500.000 los segundos, pero a fines del siglo, 1898, la producción de Brasil alcanzará a los 11.000.000 de sacos, mientras los suaves descenderán a 4.500.000. La oferta de Brasil seguirá creciendo aceleradamente: 16.000.000 de sacos en 1902; 20.000.000 en 1907; hasta alcanzar 30.000.000 en 1929, cuando los precios del mercado colapsaron después de un breve auge durante la posguerra europea, entre 1920-1925. Es conveniente señalar que ya para 1906, Brasil, con el objetivo de evitar la caída de los precios que su enorme oferta impulsaba, instauró una política de protección de precios mediante la compra de sobrantes; financiada dicha compra, que alcanza hasta 7.000.000 de sacos, con créditos externos. Esta política permite que los productores marginales subsistan en el mercado. Mientras tanto la producción venezolana, que no mejorará técnicamente a la par de la colombiana, paulatinamente ve decrecer su colocación en el mercado y es desplazada al segundo lugar en exportación; lugar que obstenta hacia 1870; y su posición será marginal ya bien entrado el siglo XX. Así, pues, la época de gran auge del café puede situarse entre 1860 y finales del siglo, y durará unos cuarenta años dentro de los cuales hubo fluctuaciones más o menos decenales en los precios en los mercados mundiales. Las importaciones y el valor del bolívar estaban influidos básicamente por la dinámica del café; y a esta fluctuación obedecen el endeudamiento externo como instrumento de la política fiscal y el régimen monetario, pues su fundamentación bimetalista da capacidad de manipulación a 66 los agentes exportadores extranjeros, fundamentalmente a las casas alemanas radicadas en Maracaibo. La explotación del café propició la expansión poblacional de los Andes, principalmente del Táchira, a través de la inmigración de agentes provenientes de Colombia y los Llanos, especialmente de Barinas, en donde la producción del tabaco y el añil estaban en franco retroceso. El aporte de Barinas también estuvo acompañado de los capitales desplazados por el retroceso de la producción y por los efectos de la guerra federal. Mérida y Trujillo también recibieron contingentes migratorios valiosos de Portuguesa y Barinas, impulsados por las mismas fuerzas motoras que se hicieron presentes en el caso del Táchira. En 1873, cuando se levanta el primer censo de población en los Andes, se registra 14,15% de la población venezolana. El censo de 1881, arroja 15% del total de Venezuela. Para 1881, la proporción de los habitantes de los Andes en el total de Venezuela, era de 16%. En los censos de 1920 y 1926, el porcentaje alcanzará la cifra de 20%. Ese incremento y relativo crecimiento de la población de los Andes y del Táchira, en particular, tuvo consecuencias políticas, pues deja de ser un área de frontera casi deshabitada cuya conexión más importante se hacía con Cúcuta, antes que con Maracaibo o Caracas. En oriente también ocurre un proceso similar de expansión poblacional alrededor de Carúpano, pero con motivo de la incorporación de tierras nuevas al cultivo del cacao; y si en el comercio de los Andes y Maracaibo intervienen las casas comerciales de origen alemán, en oriente la conducción la llevan las casas de origen corso. En Guayana, el incremento de la exportación de oro se expande por el agotamiento de yacimientos californianos. En 1875, la explotación del mineral se hizo a través de casas inglesas y, en este caso, el incremento de la población se estimuló con las inmigraciones provenientes de Trinidad y otras islas del Caribe.16 Debe señalarse también que el agotamiento de los mejores filones y la baja consecuencial de la producción minera no limitaron el crecimiento mercantil de Guayana, porque hacia finales del siglo XIX se inicia la recolección de productos como el balatá, el caucho, la sarrapia, 16 D.A. Rangel señala que con mano de obra caribeña se fundaron las haciendas de Yaguaraparo, Irapa, Río Caribe y los centros productores de oro. Así, la mano de obra impulsada a Venezuela por una economía colonialista como la de Trinidad permitiría una tasa de beneficio elevadísima. Cf. D.A. Rangel: Capital y desarrollo: la Venezuela agraria, op. cit., p. 87. 67 que llega a conquistar notoriedad en la economía regional y logra retener la mano de obra sobrante en los yacimientos auríferos en decadencia. Así, pues, para finales de siglo la región económica en expansión estaba centralizada en el Táchira, Maracaibo, Carúpano y Ciudad Bolívar, y esta expansión obligará al centro tradicional, Caracas y Valencia a compartir con otras su poder político. Por Maracaibo, Ciudad Bolívar y Carúpano sale la exportación de fin de siglo, su manejo representa 29% de la exportación total en 1884, 49% en 1909 y 80% en 1912. Los elementos de la discusión doctrinaria Como durante todo el siglo XIX el papel económico y fiscal del Estado se concebía básicamente dentro de la doctrina liberal, éste debía atender principalmente a la justicia, el orden interior y la defensa exterior. La intervención pública se admite en servicios y en infraestructura para la colectividad: mejoras de caminos y carreteras, puertos, ferrocarriles, escuelas y hospitales. Pero además, la política fiscal debe seguir el ritmo de la economía privada; en el caso venezolano, la pauta la dan las exportaciones: cuando ocurría un auge en el comercio exterior se podían mejorar los sueldos de la burocracia y emprender ciertas obras públicas; en el caso de depresión de las exportaciones y de los derechos consecuentes, se reducían los gastos y se suspendían las obras públicas.17 El crédito público se contrataba sobre la base de adelantos del producido de los impuestos; siendo su rubro más importante el originado en las aduanas. Para 1900, el saldo de endeudamiento fiscal se sitúa en 177 millones de bolívares.18 El destino del crédito, la mayoría de las veces, era financiar un déficit fiscal previsible, incrementado por obligaciones para “reparar” los efectos de las guerras internas. En el tiempo se sucedieron una serie de operaciones de refinanciamiento. Sin embargo, se debe reconocer que el 17 Entre 1860 y final del siglo, el precio del café osciló sensiblemente; para 1875 un saco costaba 98 bolívares, 55 para la década de los 80, y de nuevo casi 100 bolívares para 1895. 18 Cf. Ramón Veloz: Economía y finanzas públicas de Venezuela, 1830-1944. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1984; D.A. Rangel: Capital y desarrollo: la Venezuela agraria, op. cit., p. 110. Antes citamos que el general Castro estimó la deuda en aproximadamente 200 millones. 68 uso del crédito origina cierto dinamismo, pues la contratación de la deuda produce un incremento de las importaciones que generalmente lleva casi a alcanzar el nivel de las exportaciones. El reverso aparece en los años posteriores; a partir de 1880 las importaciones y exportaciones se distancian porque la cuenta de servicios y capitales obliga al pago de intereses y amortizaciones. Este proceso explica la reducción de la deuda externa que para 1872 se sitúa en 226 millones y para 1890 su saldo ha ascendido a 67. En el lapso de 15 años, las exportaciones permitieron cumplir con las exigencias de la amortización y de los intereses; el corolario de este proceso fluctuante es fácil de inferir. La contratación de la deuda permitía igualar las importaciones con las exportaciones, cuando ingresaban en el país los dineros de un empréstito. Pero luego, la economía debía restringir al máximo aquéllas porque las partidas de la cuenta de servicios y de capitales se hacía pesadamente comprometedora cuando llegaba la época de pagos. En 1890, por ejemplo, las importaciones sólo registraron 66 millones de bolívares, mientras que las exportaciones de ese año fueron de 119 millones. El mecanismo descrito no era desconocido por el gobierno de Andrade, pues éste, en su mensaje presentado al Congreso en febrero de 1899, señala que se debía recurrir al crédito, a la activación de las industrias, a la creación de instituciones bancarias y a un plan de colonización de tierras incultas. La actividad bancaria Con relación a la actividad bancaria, debe señalarse que la banca comercial en Venezuela nació asociada a las funciones de tesorería del Gobierno, cobrando los derechos arancelarios y adelantando fondos para los gastos gubernamentales, lo cual le proporcionaba comisiones e intereses. Durante todo el siglo XIX estas operaciones de agente fiscal fueron atribuidas con carácter monopólico, generalmente, a una sola institución, la cual cambiaba según el giro de la política; dicho cambio produjo casi siempre la desaparición de la entidad despojada de los beneficios de la asociación con el Estado. Los primeros intentos de iniciar la actividad bancaria en Venezuela se remontan al año 1825, cuando el congreso de la Gran Colombia decretó el establecimiento en Caracas de una organización bancaria, por recomendaciones de José Rafael Revenga, bajo el nombre de Banco de Venezuela, con un capital de dos millones de pesos. Pero debido al 69 estancamiento de la economía y la oposición de los sectores comerciales caraqueños, este instituto no llegó a operar en la práctica y se redujo tan sólo al proyecto contenido en el mencionado decreto. Un segundo intento, tampoco realizado, fue el proyecto de un Instituto de Crédito Territorial, propuesto por el general Pedro Briceño Méndez, intendente de la Venezuela colombiana, al Libertador. Un tercer proyecto no llevado a los hechos fue el propuesto por la Sociedad Económica de Amigos del País a instancias de Juan Alderson, para crear un Banco Mercantil de descuento y depósito, que tendría la facultad de recibir depósitos en “dinero efectivo de la nación y las obligaciones por cuenta de derechos de importación para su cobro”. También podría emitir billetes al portador. A pesar de las necesidades económicas y el impulso que hubiese representado la actividad bancaria, es en 1839 cuando se funda el primer banco de Venezuela, denominado Banco Colonial Británico, autorizado para extender préstamos a 12% anual, recibo de depósitos, descuentos de letras del Tesoro y compra venta de giros. Su capital montaba a 330.000 pesos; este banco estuvo dirigido por Leandro Miranda. La derogación de la Ley de Libertad de Contratos de 1834, en 1848, la aprobación de la Ley de Espera y Quita de 1849, que equivalía en la práctica a una moratoria general de las deudas contraídas, llevó al Banco a cerrar sus puertas, teniendo como base una cartera de 359.000 pesos de créditos morosos. En 1850, el jefe de la escuadra británica en Trinidad obligó al gobierno de Monagas a un reconocimiento a su cargo de las deudas privadas con el banco, lo que constituyó una afrenta al honor nacional. En 1841 se establece el Banco Nacional, por decreto legislativo, con capital mixto, suscrito por particulares y el Tesoro Público. Entre sus funciones se contaba la recepción de numerario recaudado por la Tesorería Nacional en la capital y el interior del país. Su capital era de dos millones de pesos. Dejó de funcionar en 1850, por resolución del Congreso. En 1845 fue presentado y aprobado el proyecto de Francisco Aranda para la creación del Instituto de Crédito Territorial, el cual fue vetado por el presidente Soublette, por considerar inapropiado proteger a un núcleo particular como el de los agricultores y criadores con el dinero de toda la comunidad. El Presidente conservador hacía gala con esa expresión de sus convicciones liberales; partidarias de la intervención del Estado en la economía. La actividad bancaria se reinicia en 1855 con la fundación de una Compañía de Accionistas; con capital de 60.000 pesos fuertes; estaba 70 autorizada para emitir billetes, otorgaba préstamos y descontaba a 2% mensual, se ocupaba de recaudar rentas del gobierno con base en una comisión de 4% anual. Su período de operaciones fue breve. Durante la década de 1860 se crearon varios bancos en Venezuela. En 1861 se creó el Banco de Venezuela, auspiciado por el general José Antonio Páez, con un capital de 12 millones de pesos, se ocupó de recaudar parte de la renta aduanera, la emisión de billetes y el auxilio financiero del gobierno. La imposibilidad de operar satisfactoriamente lo llevó a la quiebra en 1862. En ese año se funda el primer Banco Caracas; en 1865 se establece el London and Venezuela Bank (Ltd.), con capital de 500 mil libras esterlinas, estaba facultado para emitir billetes pagaderos a la vista, aperturas de cuentas corrientes, hacía descuentos, negociaba letras y realizaba préstamos. Las presiones de tipo político y las acusaciones de retener dinero que podía servir para efectuar préstamos, lo obligó a cesar sus actividades en 1867. El ambiente de miseria, inestabilidad e inseguridad de los años 60 impidió el florecimiento de las instituciones financieras. En la década de 1870, coincidiendo con la llegada del general Antonio Guzmán Blanco al poder, se organizaron varias “compañías de crédito” y tres “bancos Caracas”. La primera de las mencionadas compañías se ocupó de facilitar la recaudación de las rentas y auxiliar en otras operaciones fiscales. Se acentúa, así, la tendencia de vincular la actividad bancaria a los requerimientos fiscales, además de obtener una fuente segura de recursos. La Compañía de Crédito tenía la facultad de emitir billetes, aunque no eran de obligatoria recepción, no poseía capital determinado sino que dependía de la cantidad suplida por el Tesoro Público cada mes. La Compañía operó durante seis años y fue liquidada por el primero de los tres “Bancos Caracas” a que nos referimos antes; esta institución comenzó a operar en junio de 1876, tenía un capital de 160 mil venezolanos, sus funciones eran de auxiliar de la Tesorería Nacional. Las primeras operaciones estuvieron vinculadas al auxilio financiero del gobierno otorgándole un crédito en cuenta corriente por 240.000 venezolanos, correspondiendo 182.000 venezolanos a deudas del gobierno con la compañía de crédito. El banco se vio obligado a cerrar sus puertas al año siguiente, por haber agotado sus arcas en préstamos al gobierno. El segundo Banco Caracas apareció a la luz pública en 1877, con un capital de 327.000 venezolanos: extendió créditos al gobierno hasta por 245.250 venezolanos, los préstamos a particulares debían ser autorizados por los accionistas reunidos en Asamblea General, se restringía, de 71 esta forma, las operaciones con el sector productor limitando las posibilidades de progreso en la actividad financiera. El tercer Banco Caracas se funda en 1879, con un capital de 260.000 venezolanos, entre los accionistas se cuentan Antonio Guzmán Blanco, recién aclamado “Dictador”: extiende créditos al gobierno por 240 mil venezolanos y se ocupa de las operaciones de tesorería que venía realizando el segundo de los “bancos Caracas”. Sus funciones duran hasta 1884, fecha en que el Banco Comercial de Venezuela, fundado en 1883, retoma estas actividades. La fundación del Banco de Maracaibo, en 1882, marca el inicio de la actividad bancaria comercial en Venezuela y rompe con el esquema tradicional de crear estructuras bancarias que sirvieran a las necesidades del fisco, lo que hacía a estas instituciones vulnerables a los cambios políticos del país, además de distraer recursos que podían contribuir con la actividad productiva. Los estatutos del Banco de Maracaibo le impedían realizar operaciones con el gobierno. La existencia de este banco obligó al Banco Comercial de Venezuela, fundado en 1883, a ampliar sus actividades financieras, contaba con un capital de 3.200.000 bolívares, realizaba compra y venta de letras, cuentas corrientes, otorgaba pagarés y tenía prohibido, según estatutos, realizar transacciones con el gobierno. La expansión de la década 1880-1890, bajo el impulso de la exportación cafetalera, permitió al Banco Comercial aumentar su capital hasta ocho millones de bolívares, y cambiar su denominación al de Banco de Venezuela, siendo el segundo de los bancos que sobreviven al nuevo siglo. Dentro de sus accionistas se encontraba el banquero Manuel Antonio Matos, artífice de las vinculaciones entre las grandes firmas comerciales, a través de la actividad financiera. La visión de financista permitió a Matos actuar como promotor de otro banco comercial en el mismo año de 1890, nos referimos al Banco Caracas, que inició sus operaciones con un capital de seis millones, actuando como accionistas algunas de las grandes casas comerciales establecidas en Caracas. Sus operaciones se orientaron al servicio de los sectores privados de la economía y la emisión de billetes. Hacia 1895 la existencia de tres instituciones financieras estabilizadas, el Banco de Maracaibo, el Caracas, y el Venezuela, abre el camino al establecimiento de una legislación bancaria derogando los decretos que normalmente se utilizaban para las aperturas de institutos financieros. Los tres bancos antes mencionados sobrevivieron hasta hace pocos años. La apertura de otros bancos, con la incorporación de accionistas distintos a la élite comercial de Caracas y Maracaibo, recibió siempre una 72 cerrada oposición; tal ocurrió con el Banco Franco-Egiptien en 1899, con el Agrícola colonizador del Alto Orinoco y Amazonas en 1896, con el Banco Nacional Bolívar y con el Banco de Crédito Hipotecario que recibió autorización en 1904 y que sin embargo no llegó a operar. La opinión principal sobre estas aperturas estuvo fundamentalmente a cargo de M.A. Matos, accionista de los Bancos de Venezuela y Caracas, quien no quería perder los privilegios y pingües beneficios que le dejaba la doble actuación como banquero comercial y agente fiscal; esta última función desempeñada por el Banco de Venezuela. Además de estas razones se debe apuntar que la oposición insistía en la reducción de los déficit fiscales del gobierno, los cuales pretendía financiar a través de empréstitos forzados por las nuevas instituciones. A este respecto se debe analizar el proyecto de ley que crea el Banco Nacional de Crédito Hipotecario. Existían, pues, factores de tipo económico, político y comerciales que impidieron el establecimiento de nuevos bancos. Hay que hacer notar con respecto a los proyectos de establecer bancos con capital extranjero, que entre 1892 y 1899 hubo ocho tentativas frustradas.19 Éstas no sólo estaban mal fundadas, sino que se orientaban principalmente hacia la especulación al amparo de privilegios fiscales, más que al fomento de la riqueza del país. La actividad legislativa Desde el punto de vista de la actividad legislativa, lo más relevante fue la introducción de reformas a la Constitución y el proyecto del Banco Nacional. En octubre de 1900 el gobierno expide un decreto que dispone la convocatoria de una Asamblea Constituyente. El Distrito Federal, los quince estados y la isla de Margarita están representados a razón de tres diputados por circunscripción, elegidos por cuerpos superiores electorales integrados por delegados bipersonales de los concejos municipales de cada jurisdicción. La Asamblea se instala a comienzos de 1901; el general Castro le rinde cuenta de su insurgencia del 99 y de la situación general del país. La situación fiscal señala que el país debía 200 millones de bolívares. Al gran ferrocarril de Venezuela se le adeudaban más de 900.000 bolívares por concepto de pasajes. Estaban gravados los vapores Bolívar, Crespo 19 Cf. Nikita Harwich Vallenilla: Formación y crisis de un sistema financiero nacional. Fondo Editorial Buria-T.E. Antonio José de Sucre, 1986, p. 68. 73 y Zamora. Se debían 440.000 bolívares al Tribunal Arbitral de París, aunque figuraban como cancelados por el gobierno de Andrade. El costo de deslinde de los nuevos límites de Guayana ascendía a la suma de Bs. 1.050.000,oo y la compra de equipos militares ascendía a 5 millones de bolívares como ya se dijo. En marzo de 1901, la Asamblea Constituyente sanciona la nueva Constitución y el general Castro la promulga el día 29. Se restablecen los veinte estados de 1864, se crean dos vicepresidencias, se extiende a seis años la duración del período presidencial y se señala el 20 de febrero de 1902 como fecha inicial del próximo sexenio. El Presidente no podría ser reelegido para el período inmediato y su elección se produciría indirectamente. Los concejos y el Senado escrutarían los votos de los estados y harían las proclamaciones.20 En febrero de 1902, Cipriano Castro se juramenta como Presidente Constitucional de la República para el período que finalizaría en 1908. Los titulares de la Primera y Segunda Vicepresidencia serían los generales Juan Vicente Gómez y José Velutini. En 1904, el Congreso asume carácter de cuerpo constitucional y se aboca a reformar la Carta de 1901. El objetivo fundamental de la reforma consiste en extender el período constitucional a fin de que el centenario de la Independencia encuentre a Castro en el ejercicio de la Presidencia. En consecuencia, se declara interrumpido el período constitucional y se señala que el próximo sexenio comenzaría en 1905 y concluiría en 1911. A objeto de regular esta nueva situación, se aprueba un Estatuto Provisional que durante algunos meses transforma a Castro en Presidente provisional. También desaparece la modalidad de elegir al Presidente por los votos de los ayuntamiento y legislaturas. Esa función pasa a un cuerpo electoral formado por 14 parlamentarios representativos de los estados y el Distrito Federal. Las circunscripciones constitutivas de la Unión quedan reducidas a 13 y, en consecuencia, desaparecen del mapa político los estados Anzoátegui, Apure, Barinas, Cojedes, Monagas, Nueva Esparta (Margarita), Portuguesa, Sucre y Yaracuy. En oriente reaparece el estado Bermúdez y Margarita es adjudicada al Distrito Federal. Al estado Bolívar se le añaden algunos distritos de la ribera norte del Orinoco. El número de territorios aumenta ya que además del Amazonas y Delta Amacuro se crean los territorios de Yuruari y Cristóbal Colón. Se funden en un solo organismo la Corte Federal y de la Casación. El alto 20 74 Cf. Academia de Ciencias Políticas y Sociales: Leyes y decretos de Venezuela, op. cit. tribunal queda integrado por siete magistrados, cuya elección correspondería al Congreso, y cada uno de los jueces representaría a una agrupación de dos estados. Una reforma fundamental es la que da término a las reuniones anuales de las cámaras legislativas y las manda a reunir cada dos años, durante un lapso improrrogable de 90 días; por ello no habrá mensajes presidenciales en 1906 y 1908, haciendo que el último mensaje de Castro sea presentado al Congreso en 1907.21 Desde el punto de vista fiscal, la mayoría de los decretos y resoluciones se refieren a modificaciones del arancel de aduana, a los remates de las rentas de licores, tabacos, a la creación y supresión de aduanas y al refinanciamiento de las deudas. El Banco Nacional se inscribe también en esta línea de conceder a particulares la recaudación de rentas y beneficiarse con porcentajes exorbitantes por los servicios prestados: 1% por recaudación, 6% por adelantos al tesoro, además de exoneraciones a impuestos y otras ventajas, al recibir tratamiento de órganos casi públicos. En 1904, Castro reúne prueba de la ayuda que la New York and Bermúdez Co., ha prestado a Matos, quien ha recibido 101.366 dólares el 23 de octubre de 1901, 5.000 el 28 de abril de 1902, otros 5.000 el 29 de diciembre de 1902 y 10.000 el 26 de diciembre. El gobierno introduce una demanda ante la Corte de Casación por los daños causados a la nación, y se los estima en más de 50 millones de bolívares, lo cual era más que la renta ordinaria de un año fiscal. La Corte ordena la ocupación temporal de las pertenencias de la demandada. El Departamento de Estado, donde el antiguo ministro en Caracas, mister Loomis, está encargado de los asuntos de América Latina, interpone sus reclamaciones. Según el Departamento de Estado se incurría en denegación de justicia; la Corte de Casación seguiría un procedimiento írrito y no sería una instancia valedera. La Cancillería rechaza la nota y señala intento de violación de la soberanía venezolana; en las relaciones con las compañías extranjeras sólo regirá el Derecho de Venezuela y los tribunales del país serán los únicos que posean jurisdicciones sobre las disputas que surjan. La polémica entre Washington y Caracas cubre los años 1904 y 1905. La opinión pública, en este período, hace críticas al mantenimiento de las altas tarifas arancelarias, creada para tiempos de excepción y mantenida después; a las ventajas concedidas a los particulares incluido el proyecto del Banco Nacional. 21 Cf., ibidem. 75 Algunos documentos de interés en este período La doctrina oficial: poder Ejecutivo En la Memoria del ministro de Hacienda, R. Tello Mendoza, hombre de confianza del caudillo Castro, incorporado a la administración desde las filas del comercio de Valencia, deja traslucir el empirismo de su proveniencia. Se encuentra en ella referencia a las dificultades del despacho a su cargo para presentar la información permitente, entre otras la estadística, entre comillas en el texto oficial, debido a las “constantes perturbaciones del orden público”, excusa que pareciera inválida después de más de dos años del acceso al poder y de instaurarse la administración restauradora. El déficit presentado en la Memoria tiene origen en un gasto de más de 50% atribuidos a gastos de guerra y las reparaciones de los edificios públicos, “inservibles”, según la Memoria, después del terremoto del 29 de octubre de 1900. Entre las particularidades de la Memoria se destaca el decreto del Presidente provisional de los Estados Unidos de Venezuela, mediante el cual ordena la entrega de certificados de acreencias con motivo de los reclamos contra el Tesoro, por razón de la guerra iniciada el 23 de mayo de 1899, y reconocidos por la Junta de Examen y Calificación de Créditos en un informe final. En dicho decreto se señala que el Congreso Nacional, en sus futuras sesiones, determinará la manera y forma de pago del capital e intereses. El tal documento tendría inicio en la serie de reclamos que culminarían en los Protocolos de Washington posteriormente. En documento correspondiente a la Memoria del año 1902 y 1903, se reiteran las dificultades para consignar información debido a la guerra, correspondiente a la Revolución Libertadora, que “todo lo trastorna y desorganiza”, lo cual habría paralizado los “progresos estadísticos”. En la Memoria de 1903, firmada por J.C. de Castro, se destaca la acuñación de numerario de plata, la explotación provisional de algunas salinas para afrontar la especulación nacida del bloqueo a que se vieron sometidos los puertos y la pérdida de Bs. 15.150 por la acuñación de Bs. 2.000.000 en monedas de oro, suspendiéndose la emisión de otros 2.000.000 de bolívares hasta tanto el tipo de cambio fuese más favorable. Otro documento que corresponde a la Memoria de 1905-1906, firmada por Eduardo Celis, señala que “Las laboriosas tareas encomendadas y sus escasas facultades”, a más de razones bien conocidas (aludiendo al conflicto exterior), hacían innecesaria “toda explicación” de las dificultades para realizar las labores asignadas al despacho. 76 La doctrina oficial: poder Legislativo Son interesantes los documentos relativos a la Ley de Bancos y el articulado que da origen al Banco Nacional, cuyas acciones podían ser suscritas por el gobierno total o parcialmente, establece la capacidad para emitir billetes y sustituir, al término de dos años, los emitidos por los bancos comerciales existentes: Caracas, Maracaibo y Venezuela; los cuales no podrían efectuar nuevas emisiones. Otro documento relativo al gasto de la renta aduanera adopta el compromiso derivado de los Acuerdos o Protocolos de Washington (1903) para garantizar el pago de la deuda externa, modificando la Ley de Crédito Público que ordenaba tal materia y que fuera aprobada en 1896. Un documento interesante aprueba el contrato de establecimiento del Banco Nacional de Venezuela, de acuerdo a ley aprobada en 1904, el cual asume la labor de auxiliar de tesorerías; actividad que venía siendo desarrollada por el Banco de Venezuela. El pensamiento económico de la opinión pública Un remitido sin firma, en el diario El Tiempo, responde a las críticas realizadas por la Cámara de Comercio ante la emisión de numerario por parte del gobierno. El centro del comentario es que la emisión gubernamental contrarrestaría la escasez de circulante y la especulación consecuente que sólo beneficiaba a los importadores-exportadores: alemanes y corsos, defendidos por la Cámara de Comercio. Otro texto originado en la opinión pública expone las conveniencias de la introducción de máquinas para la fabricación de cigarrillos y hace la extensión a todos los productos que pueden ser fabricados industrialmente, con el objeto de reducir costos y precios. Nueve documentos, todos referentes a la publicación del diario El Tiempo (1900), recogen los trabajos de F. Hernández Uztáris a favor del Banco de Venezuela, adversando a Rafael Domínguez, vocero oficial, sobre 1. Emisión de billetes por el Banco Nacional. 2. Montos de las comisiones cobradas por el Banco de Venezuela. 3. Obligación del banco para prestar al gobierno. 4. Vigencia del patrón oro. 77 R. Domínguez representaba lo que posteriormente sería la versión oficial recogida en los textos mencionados del Poder Legislativo. Un documento interesante expone un alegato para evitar la creación de impuestos extraordinarios adicionales y se reitera la doctrina que en su tiempo, sustentaba Santos Michelena, haciendo citas de este último. La estadística En este volumen presentamos los indicadores habituales del movimiento fiscal y de la balanza comercial desde 1884 hasta 1908. El material estadístico correspondiente a la actividad fiscal es el relativo al período 1884-1885-1908, y como es habitual, presenta el gasto público según dos fuentes: la Ley de Presupuesto y las erogaciones según la Memoria de Hacienda, presentando estos documentos diferencias en cifras. Para dicho período los índices que hemos elaborado señalan la constitución de déficit fiscales, una vez que el producido de los impuestos extraordinarios agota su impacto, señalan una balanza comercial favorable dentro de las magnitudes corrientes para fines del siglo XIX. 78 SITUACIÓN FISCAL Y COMERCIO EXTERIOR DE VENEZUELA 1884-1908 (%) 1884-85 1885-86 1886-87 1887-88 1888-89 1889-90 1890-91 1891-92 1892-93 1893-94 1894-95 Ingresos 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Egresos 104,7 113,3 85,0 103,7 92,6 1013 91,4 101,8 90,8 100,9 90,2 -4,7 -13,3 14,9 -3,7 1,4 -1,3 8,6 -1,8 9,20 -0,9 9,7 Déficit fiscal Exportaciones 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Importaciones 76,7 75,8 80,7 87,5 83,6 82,8 55,6 67,6 59,4 67,5 62,4 Saldo balanza comercial 23,3 24,1 19,2 12,4 16,3 17,1 44,3 32,3 40,5 32,4 37,5 1895-96 1896-97 1897-98 1898-99 1800-01 1801-02 1802-03 1803-04 1804-05 1805-06 1806-07 1807-08 Ingresos 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Egresos 128,1 98,2 136,2 87,8 84,5 102,4 91,4 67,7 109,6 102,0 122,4 97,4 Déficit fiscal -28,1 1,7 -36,2 12,2 15,5 -2,4 8,6 32,3 -9,6 -2,0 -22,4 2,6 Exportaciones 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Importaciones 54,4 73,6 58,9 77,1 70,1 84,0 70,9 73,6 66,7 55,5 63,7 69,6 Saldo balanza comercial 45,5 26,3 41,0 22,8 29,8 15,9 29,1 26,4 33,3 44,5 36,3 30,4 79 I.d. El período 1908-1914 82 Caída de Castro y triunfo del movimiento planeado por Gómez y Leopoldo Baptista La filosofía política del nuevo movimiento Leopoldo Baptista, quien se había fogueado en la lucha política desde su juventud, heredero del poder del “León de los Andes”, general Juan Bautista Araujo, y de su padre, el general José Manuel Baptista —dotado de cultura académica universitaria, con títulos en tres carreras profesionales, habiendo ocupado el Ministerio de Correos y Telégrafos bajo el gobierno de Crespo y habiendo logrado la toma de las alturas del Copey, hecho decisivo en la batalla de La Victoria, determinante de la derrota de la denominada revolución libertadora—, se convierte en el planificador y, junto con Gómez, en el ejecutor del movimiento que culmina el 19 de diciembre de 1908, con la caída de Cipriano Castro y el ascenso de Juan Vicente Gómez a la Presidencia de la República. Baptista, conocedor de la historia y de los anhelos del pueblo venezolano (intelectuales, estudiantes, profesores universitarios, campesinos, modestos funcionarios públicos y empleados del sector privado, periodistas) de vivir en un clima de libertades públicas bajo un régimen de convivencia de los distintos sectores ideológicos, convence a Gómez de la conveniencia de formar un gobierno de unidad nacional, con participación de liberales, conservadores, mochistas, acuerdo que ayudaría a la consolidación del nuevo régimen y cuya proyección hacia el futuro se concretaría en dar a todos los partidos e ideologías igualdad de oportunidades, fundados en el principio de la alternabilidad mediante transparentes procesos electorales. Ese acuerdo lo estampa en su carta a Gómez desde Curazao, ya en proceso de violación y ruptura de la Constitución de 1909. Baptista le recuerda a Gómez que ésa fue la base acordada por ellos en el movimiento de 1908. Esa iniciativa de Baptista, aprobada por Gómez, según reza en su primer mensaje a raíz del 19 de diciembre 83 de 1908, de no haberse entorpecido por las intrigas del doctor José Rosario García y otros parientes del general Gómez y los serviles instrumentos de la instauración del gobierno autoritario, habría adelantado en tres décadas la firme apertura hacia un gobierno democrático en Venezuela, respaldado por la opinión pública y las espadas de Gómez, Baptista y otros asociados del gobierno de coalición. La desviación hacia la dictadura frustró esos interesantes designios y sumió a Venezuela en la sombra del más largo y cruel de los despotismos sufridos en el curso de la historia nacional. La coalición se concreta en un poder Ejecutivo de unidad y en el diseño de una Constitución (la de 1909) que consagra en la Carta Magna las bases del nuevo sostén de convivencia política, al integrar el Consejo de Gobierno con los representantes de los diversos sectores del país y otorgar a ese cuerpo poderes presidenciales para emitir opinión y aprobar actos tan importantes como el presupuesto público y otras leyes de relevante trascendencia, como los tratados internacionales o las relacionadas con las obligaciones derivadas de la deuda pública. Ya veremos más adelante que ese sistema funcionó bien durante los primeros años, hasta 1912. Los adulantes y maestros de la intriga, en busca de su propio beneficio, convencieron a Gómez de la facilidad de violar las leyes, romper los pactos e instaurar un gobierno autoritario. Veintitrés años después, tocó al general López Contreras, retomar las banderas pisoteadas en 1912 y 1913 y encausar el país por un camino que lo llevara hasta la democracia. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos, sigamos el curso de la historia dolorosa de esos lejanos tiempos y veamos cómo se presentaron los acontecimientos. Gómez: la etapa intermedia Ámbito político general Los festejos del Centenario de la Independencia se ven conmocionados por la ruptura del general José Manuel Hernández con el régimen de Gómez. El 28 de octubre de 1911, el caudillo nacionalista se dirige al Presidente desde San Juan de Puerto Rico y formula graves reparos contra la orientación política y administrativa del nuevo régimen. Hernández critica los onerosos contratos gestionados en Europa por Delgado Chalbaud y Manuel Corao, no obstante los votos salvados de varios miembros del Consejo de Gobierno. Estos proyectos incluyen las resurrección de los planes de 1888 y 1895 sobre el establecimiento en el 84 país de un banco europeo competidor del Banco de Venezuela, la reactualización del contrato sobre saneamiento de Caracas y la cesión por medio siglo de una vasta extensión de Guayana a capitalistas franceses. La carta concluye con la renuncia de Hernández a su condición de consejero de gobierno. El incidente Gómez-Hernández provoca un debate de las cámaras que concluye con un acuerdo de solidaridad y confianza al presidente Gómez, con la salida de los mochistas del gobierno y con la vacante de la Embajada en Washington, que también detentaba el general Hernández. 1912 es un año de expectativas sobre la sucesión presidencial, por cuanto el período, conforme a la Constitución de 1909, concluía en 1913. Los diversos caudillos del liberalismo y del conservatismo se preparan para lanzar sus respectivas candidaturas. Gómez mantiene reservas ante el inminente desenlace de la situación. Observa la actitud del régimen republicano de Talf en Estado Unidos, más proclive a la intervención en los asuntos latinoamericanos que los demócratas. Márquez Bustillos, antiguo y prominente miembro del partido de los Araujo y Baptista, se pliega a Gómez y se convierte en una de las piezas clave para planear la fractura de la Constitución, mediante la aprobación en una Asamblea Constituyente —espuria de plenipotenciarios, formada por jefes y secretarios de jefaturas civiles, comisarios de aldeas— de un estatuto constitucional provisorio, antesala de la nueva Constitución del año 14, que permitió la reelección del Presidente de la República y aumentó el término del período presidencial. El triunfo de Wilson, del partido demócrata, en Estados Unidos, de línea no intervencionista, allanó más el camino del continuismo autocrático. Ello le permitió a Márquez Bustillos moverse con soltura: el estatuto creó la Presidencia Provisional; separó la Comandancia en Jefe del Ejército, que le fue reservada a Gómez. Los caudillos de los viejos partidos fueron así aplastados. La consolidación del gomecismo se operó luego, tanto por la feroz represión practicada sin misericordia por el pujante despotismo como por el aumento del ingreso público, merced a la incorporación de Venezuela a los países productores de petróleo. Fractura de la Constitución de 1909 e inicio de la dictadura A partir de 1913, el gobierno de Gómez rompe con la luna de miel de las alianzas con los diversos partidos y tendencias políticas; cierra el 85 lapso abierto a partir de 1909 a cierto margen de tolerancia a la prensa independiente y además abre cauce a las medidas orientadas a darle un nuevo cariz jurídico institucional al golpe de Estado contra la fracturada Constitución: Gómez concreta una fuerte represión a escala nacional para destruir todo vestigio de oposición cívica y militar a la usurpación así consumada. Es en ejecución de esa política que se allanan y suprimen órganos de opinión, se cierra la universidad y se persiguen y encarcelan los estudiantes; se constituyen “comisionados” para arrasar con los desafectos en el interior del país; las cárceles y fortalezas se llenan de presos con grillos de 80 libras y en oriente, los Llanos y los Andes, especialmente Trujillo, se aplica la estrategia de la tierra arrasada contra la oficialidad, haciendas y bienes de seguidores del partido de los Araujo y Baptista. Los oficiales Maximiano Durán, los Marín (coroneles Ismael y Benjamín) Los Vásquez (generales Fabricio y Francisco María) y otros son tenazmente perseguidos, Pedro Carrillo Márquez (sobrino de Márquez Bustillos) va a la cárcel, otros al exilio. El Presidente Provisional, que ha sacrificado su posición de segundo del cuerpo cívico del mencionado partido por unirse al carro triunfal del general Gómez, recibe de éste la tarea, que cumple a cabalidad, de conducir desde Miraflores, la represión contra sus antiguos compañeros. Timoleón Omaña hace correr la sangre de los descubiertos en sus guaridas montañosas; nada deja de cosechas recolectadas y ocupa las fincas para cortar toda fuente de suministros a los desafectos a la nueva usurpación. Los siete años siguientes se los bautizó en Trujillo y en toda Venezuela, como el “septenio rojo”. Así se inauguró Gómez en su nueva etapa, acompañado de demócratas teóricos como Gil Fortoul, prosternado en la práctica ante las más atroz dictadura de cuya consolidación fue coautor y corresponsable. El doctor Pedro Manuel Arcaya siguió una línea más coherente, pues nunca se ufanó de ser demócrata y asumió con valor sus responsabilidades. La participación de Márquez Bustillos fue fundamental tanto en las maniobras para darle una nueva apariencia jurídica a la ruptura de la legalidad, así como en todo lo relativo a la consolidación interna y externa del régimen gomecista. Tal es la realidad de fondo, por encima de cualquier episodio circunstancial. La inteligencia y habilidad de Márquez Bustillos desde la Presidencia Provisional, jugó un papel preponderante en todos estos menesteres, todo lo cual le ganó la confianza de Gómez para mantenerlo al frente de las más larga provisionalidad que registra la historia de Venezuela. 86 Consolidación política del régimen Tal como se ha dicho, 1913 fue el año de la instauración abierta de la dictadura, con el paso inicial de la eliminación del Consejo de Gobierno en donde quedan los últimos representante de diversos partidos, después de la ruptura con Hernández. El incidente que lo inicia fue el compromiso aceptado por el canciller José Ladislao Andara, de pagar una suma indeterminada por concepto de reclamos franceses antes de someterlo al Consejo. El presidente del cuerpo transcribe una decisión mayoritaria según la cual el protocolo debió ser sometido a la consideración del Consejo y no a posteriori como lo pretendía la Cancillería. El procurador Arcaya se dirige a la Corte solicitando que se declare ilegal e infundada la controversia que ha suscitado el Consejo de Gobierno y afirma que, por lo tanto, este cuerpo está en la “obligación de emitir el voto consultivo que se le ha exigido”. La solicitud, fechada el 28 de marzo de 1913, es resuelta por el alto tribunal, el día 29 en favor del procurador. El asunto regresa al Consejo de Gobierno y una Comisión Especial produce un informe negativo. El Consejo sigue existiendo, pero la inasistencia de los consejeros impide el logro del quórum reglamentario para la obligatoria renovación de la Junta Directiva y proporciona un pretexto para proceder a la reestructuración del organismo con base en los suplentes. En ello, Gil Fortoul jugó un papel importante. Es de advertir que el Consejo de Gobierno fue el centro del pacto institucional de carácter plural, por cuya virtud dicho cuerpo fue integrado por los altos jefes de los distintos partidos tradicionales (liberales, conservadores, mochistas, excastristas y gomecistas de nuevo cuño), quienes concertaron su apoyo a Gómez con base en la Constitución de 1909, que consagró la no reelección del Presidente de la República, norma que fue violada por Gómez mediante la maniobra preparada por Márquez Bustillos, Arcaya, Gil Fortoul, Andueza, González Guinán y otros, que se concretó en la Asamblea de Plenipotenciarios, con la aprobación de un Estatuto Constitucional provisorio y, finalmente, la Constitución de 1914. Volviendo al protocolo, éste fue aprobado por las Cámaras Legislativas, el 2 de mayo de 1913. Siendo de notar que al momento de la aprobación del “Protocolo Francés”, se alzó la última voz libre en el parlamento venezolano. Fue la del doctor Trino Baptista, quien regresó al país después de largo exilio, para presidir la Cámara del Senado en 1937, después de la muerte del general Gómez. 87 También en mayo de 1913, Gómez descubre una conspiración encabezada por el general Román Delgado Chalbaud y, según versión oficial, por varios miembros del Consejo de Gobierno,22 la aludida conspiración sería pretexto para perseguir y encarcelar a todos los no plegados a la instauración de la dictadura. En julio se lanzaría desde El Pregonero la candidatura presidencial del doctor Félix Montes: son apresados sus promotores; entre ellos, su director Rafael Arévalo González y el doctor Montes tuvo que esconderse y escapar a Curazao. El 28 de julio, el Presidente anunciaba al país una inminente invasión de Castro; el 1º de agosto se suspenden las garantías constitucionales y el 3 de agosto será declarada la alteración de la paz. Gómez sale en campaña contra el ausente Castro al frente de un ejército de 6.000 hombres. Apenas llegaría hasta Maracay, y el 28 de diciembre anunciaría que regresaba a la capital en unión de su “ejército victorioso”. La supuesta conspiración de Castro fue fraguada por Gómez y León Jurado, quien hizo creer al general Jorge Bello y a otros oficiales castristas, a través de oscuros infidentes, que estaba a favor de Castro y dispuesto a alzarse contra Gómez y que podría entrar por el estado Falcón. Las víctimas de ese engaño reunieron oficiales y tropas y desembarcaron por Coro, siendo recibidos con vivas a Castro por la tropas de León Jurado, para luego hacerlos presos en medio de las celebraciones. Posteriormente serán llevados a Maracay, donde los esperaba el “Ejército expedicionario”, encabezado por Gómez. La represión iniciada contra el ejército invasor fue de proporciones incalificables; muchos fueron trasladados a La Rotunda y sometidos a torturas; otros fueron enviados a trabajos forzados en carreteras, y allí sucumbieron.23 La divisa del terror fue, en adelante, el mecanismo de preservación y negociación implementado por el régimen. La fraudulenta invasión da pretexto para no celebrar las elecciones y en consecuencia quedan suspendidos todos los procesos institucionales. Hay que reconstruir el orden republicano y para ello se apela a la fórmula (guzmancista) de recurrir a un Congreso de Diputados Plenipotenciarios de los Estados: la Asamblea se instala en Caracas, el 19 de abril de 1914, sanciona un Estatuto Constitucional Provisorio de 81 artículos y 22 La conspiración será pretexto para perseguir y encarcelar un gran número de venezolanos. 23 Cf. José Rafael Pocaterra: Memorias de un venezolano de la decadencia, t. II. Caracas: Editorial Edime, 1966, pp. 65-68. 88 elige Presidente provisional de la República al doctor Victorino Márquez Bustillos. Este Estatuto “...era el reflejo de los factores reales de Poder, después de una larga y sorda lucha entre los caudillos civiles y militares provenientes de viejos partidos (y las guerras civiles) y Juan Vicente Gómez, representante de las nuevas formas de poder autocrático...”.24 El estatuto aprobado a posteriori de las acciones de hecho, por plenipotenciarios de los distritos, crea el cargo de comandante en jefe del Ejército Nacional, para ser ejercido por Gómez, y estatuye que su titular durará en el ejercicio de sus funciones el mismo lapso que el Presidente provisional. Reestablece además las dos vicepresidencias de la República y elimina el Consejo de Gobierno. El siguiente 13 de junio es aprobada una Constitución que, salvo en el caso de los transitorios vicepresidentes, recoge los lineamientos fundamentales del Estatuto. El próximo período constitucional comienza el 30 de junio de 1915 y se extiende a un lapso de siete años. Todo ello dio lugar a una larga y curiosa situación según la cual el doctor Márquez Bustillos actuaría hasta 1922 como Presidente provisional, y el general Gómez como Presidente constitucional electo comandante en jefe del Ejército Nacional. Será la más larga y servil provisionalidad en la historia de Venezuela. Al respecto, la historiadora Yolanda Segnini extrae del Archivo Histórico de Miraflores (copias del Instituto de Estudios Hispanoamericanos, UCV), las expresiones tomadas de 130 cartas remitidas por el Presidente Provisional al comandante en jefe del Ejército, son del orden siguiente: El Presidente provisional “debe viajar cuando menos una vez semanal a Maracay. No puede tomar ninguna iniciativa. Hasta los asuntos más intrascendentes tiene que informarlos y consultarlos a Gómez”.25 El doctor Márquez Bustillos debió su nombramiento a la Primera Magistratura, al hecho de haberse decidido por Gómez cuando aún circulaban otros nombres de posibles candidatos presidenciales. Su papel fue importante en la articulación y ejecución de las ideas de convocar al Congreso Plenipotenciario y saltar así el obstáculo de la cláusula de no reelección, mediante su eliminación en la nueva Constitución aprobada en 1914. 24 Juan Bautista Fuenmayor: Historia de la Venezuela política contemporánea,18991968, t. I. Caracas: Talleres Gráficos de Miguel Ángel García, 1984, p. 255. 25 Yolanda Segnini: La consolidación del régimen de Juan Vicente Gómez. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1982. 89 Desde el punto de vista militar, un cruento episodio sería el de las jornadas guerrilleras que tuvieron lugar en el estado Monagas en 1914, y que tuvieron por protagonistas a Horacio Ducharne y Sixto Gil. Se requerirán varios años para dar cuenta de los osados guerrilleros orientales, apoyados en los productores de café. Dicho apoyo se ha señalado como indicador del descontento que existía en los medios cafeteros orientales ante la política oficial. Hubo otros pronunciamientos no eficaces en otros lugares del país, los cuales fueron formalmente aplastados por el mayor poder de fuego del nuevo ejército nacional. La liquidación de la oposición universitaria, de la prensa, de los telegrafistas y de los intelectuales A la situación de suspensión de las garantías constitucionales y la no celebración de elecciones se une la problemática de la Universidad Central de Venezuela. La reforma de la enseñanza en la Universidad Central, dirigida a eliminar la escolaridad y otorgar el derecho a los estudiantes a prepararse por su cuenta y presentar exámenes en las fechas señaladas por el gobierno, generó protestas por parte del personal docente de la universidad, que contó con el apoyo del estudiantado, quienes además aprovecharon la oportunidad para protestar contra el continuismo gomecista. El rector, Guevara Rojas, responde violentamente a las protestas y solicita al ministro de Educación, para ese entonces José Gil Fortoul, la clausura de la Universidad Central, haciéndose efectiva esta medida a partir del 19 de diciembre de 1912. Poco tiempo después es clausurada la Asociación de Estudiantes como respuesta a las voces de protesta que allí se levantaron. El historiador Ramón J. Velásquez afirma que la clausura de la Asociación de Estudiantes se debe al hecho de haber denunciado la maniobra continuista del presidente Gómez e invitar a los venezolanos a luchar por el mantenimiento del orden constitucional.26 Esta posición de la Asociación de Estudiantes condujo a que se la declarara ilegal y fueran perseguidos todos sus miembros, encarcelados algunos, otros exiliados. Entre los integrantes del Comité Directivo cabe mencionar a los siguientes: Enrique Tejera, Alfredo Damirón, F.S. Angulo Ariza, Gustavo Macha26 90 Cf. Ramón J. Velásquez: “El siglo XX”. En Conocer a Venezuela. Historia 5. Caracas: Editorial Salvat, 1985, p. 549. Ver igualmente, Ramón J. Velásquez: La oposición a la dictadura gomecista, t. II, v. 1, libro 3. Caracas: Ediciones del Congreso de la República, 1983. p. XXII. do, Nicomedes Zuloaga, Salvador de la Plaza y Oscar Augusto Machado. Esta acción de la barbarie obligó al país a contar con una sola universidad, la de Mérida, durante casi una década. Las actuaciones de Guevara Rojas fueron premiadas por el régimen gomecista con su nombramiento como ministro de Educación, a partir del 3 de enero de 1913. El objetivo de doblegar todas la voluntades del país a las órdenes emanadas del dictador, condujo a una implacable represión contra la prensa, los redactores de El Tiempo y algunos otros periodistas de profesión o de ocasión fueron detenidos por “orden superior”,27 por haber emitido opiniones contrarias a la versión oficial y perturbar la paz pública. El Pregonero fue otro de los periódicos perseguidos y aniquilados por oponerse a la falta de libertad. Quien de alguna manera osara enfrentar el régimen de la usurpación corría el riesgo de acabar sus días en una cárcel o vivir en el exilio. La única forma de sobrevivencia que encontró la prensa fue obviar los exabruptos cometidos por el régimen y reseñar notas nacionales e internacionales que alabaran las actuaciones de Gómez. 28 La amenaza y la represión directa contra periodistas y dueños de periódicos fue el mecanismo para lograr este objetivo. La persecución y el hostigamiento a los intelectuales será una constante durante todo el régimen gomecista. En 1909 fue encarcelado Rufino Blanco Fombona, a Romerogarcía se le expulsó del país en 1908. La vía tomada por algunos intelectuales para sobrevivir o no ir al destierro fue plegarse al régimen gomecista, apoyar las atrocidades políticas y económicas29 que se cometieron, así “...envilecerlos, ponerlos en complicidad con los chanchullos de la administración para inutilizar el valor moral de sus protestas”.30 El descontento de la población con el régimen continuista puede constatarse en el hecho de haber solicitado todos los telegrafistas del país mejoras para el servicio y denunciar las irregularidades que ocurrían 27 28 29 30 José Rafael Pocaterra: Memorias de un venezolano de la decadencia, op. cit., p. 39. Cf. El volumen 53 de Tomás E. Carrillo Batalla: Historia de las finanzas públicas de Venezuela (Caracas: Italgráfica, 1989), correspondiente a la sección “Opinión Pública de 1913-14”, contiene varios artículos con estas características. Es de observar que los trabajos forzados en carreteras y en las haciendas de Gómez por parte de los presos políticos y comunes representa un envilecimiento de la mano de la obra asalariada, que les impidió disfrutar de la supuesta bonanza económica del país. José Rafael Pocaterra: Memorias de un venezolano de la decadencia, op. cit., p. 41. 91 en la Dirección General de Telégrafos. “La respuesta fue la prisión de numerosos telegrafistas entre los cuales estaba Rafael Silva, hecho preso por orden del encargado de la Presidencia de la República, José Gil Fortoul”.31 La situación económica La renta aduanera y consular representó en 1911 y 1912 el principal rubro de ingreso, lo que significaba que a pesar de los análisis y sugerencias efectuadas por Abel Santos, no se había modificado considerablemente la estructura de los ingresos fiscales. Sin embargo, para 1911 existían diversos proyectos de exploración por parte de concesionarios ingleses, dirigidos a explorar la existencia de petróleo, así como la explotación de depósitos de mineral de hierro por parte de sindicatos canadienses. La lentitud en llevar a cabo estos proyectos se debía en parte a la inexistencia de vías de comunicación adecuadas, que además aislaba comercialmente a grandes regiones del país, imposibilitando la diversificación de la producción interna que pudiera fortalecer la renta interna. La mejora del mercado internacional permitía al país ver incrementados los precios de exportación del café en los años 1911 y 1912, lo que se tradujo en un sensible incremento en el monto de las exportaciones, representando 35 millones de bolívares más en 1911-1912 en relación con 1910-1911, con esto facilita el aumento en los ingresos de la Hacienda Pública que pasan de 70,5 millones en 1910-11 a 82,7 millones en 1911-12; estos elementos permiten al gobierno hacer frente a los pagos de la deuda externa y mantener el proceso de modernización del ejército, con egresos que promediaron 1% del presupuesto total durante los años 1911 y 1912. La mejora en los ingresos fiscales y los altos precios de exportación del café, son elementos económicos que incidieron favorablemente en los planes políticos del general Juan Vicente Gómez y su posterior consolidación. La promulgación de la Ley de Bancos de 1910 y el proyecto del Banco Nacional32 tienen como intención la modernización del sistema financiero nacional, con el objeto de hacerlo más operativo y permitir 31 32 92 Boletín del Archivo Histórico de Miraflores, nº 126, año XXVII. Caracas, 1988. Cf. Tomás E. Carrillo Batalla: Historia de las finanzas públicas de Venezuela, vols. 45 y 46, Caracas: Italgráfica, 1989. Esa colección recoge la Ley y el Debate Público alrededor del proyecto. que sirva de instrumento para la entrada de nuevo capital externo, que contribuya a iniciar la explotación de recursos naturales existentes en el país. El proyecto inicial de crear un nuevo banco que compartiera funciones con el Banco de Venezuela, ideado por Delgado Chalbaud, fue posteriormente modificado con la idea de crear un Banco Nacional de Venezuela que tuviera, de hecho, capacidad de emisión y pudiese implementar la circulación obligatoria de billetes, que a la postre redundara en mejora de la capacidad comercial general. La imposibilidad de implementar este nuevo banco y el propuesto por el Crédit Frangais con capital extranjero, estuvo vinculada a la fuerte oposición que presentó el Banco de Venezuela, encabezado por Vicente Lecuna, quien al final se impuso a partir de una reunión sostenida en noviembre de 1911, donde demostraba la inconveniencia de estos proyectos desde el punto de vista estratégico. La situación económica no presentaba mejora; el aumento en las exportaciones estuvo vinculado, como señalamos, al incremento en los precios del café, presentando el resto de las exportaciones niveles semejantes de los alcanzados en 1909-10. La imposibilidad de mejorar el sector financiero hacía a los agricultores y productores depender de los usureros y de las posibles inversiones que implementaría el Estado, que por sus compromisos externos poco era lo que podía invertir. Las presiones económicas internas y externas obligaban a emprender fuertes reformas dirigidas a mejorar la renta interna, reorganizar la tesorería y “aclarar el arancel”, según dijo el ministro Muñoz Tébar, pero en términos generales estas medidas resultaron débiles para enfrentar la situación imperante. Discusión sobre el desarrollo minero e industrial, las carreteras y los ferrocarriles A pesar del alza en los precios del café, la economía no se había recuperado completamente en los años 1911-1912 y continuaba la discusión sobre la reforma en la recaudación de los principales rubros de la renta interna y aduanal. En 1911 se produce una interesante discusión sobre las posibilidades de desarrollo de la industria minera y la utilización de los recursos financieros internos y externos para lograr el progreso nacional. La discusión sobre la necesidad de desarrollar las vías de comunicación presenta dos tendencias marcadas: en primer lugar, por los requerimientos de los inversionistas extranjeros, que ubicaron importantes 93 yacimientos de diversos minerales en la zona occidental, central y oriental; y en segundo término, las necesidades estratégicas del régimen gomecista que requería de adecuadas vías de comunicación para consolidar su dominio sobre el territorio nacional. La discusión sobre las concesiones de ferrocarriles ocupó varios debates en el Congreso, y fue motivo de consideraciones en la Memoria de Hacienda, y por parte del ministro de Obras Públicas, que había diseñado un plan nacional de comunicación que tenía como objetivo enlazar todo el país, facilitando tanto la movilización de tropas como el intercambio comercial de productos. La discusión sobre medios de comunicación también consideró qué tipo de transporte era más económico; si la construcción y rescate de vías férreas o la construcción de carreteras mecanizadas. Al respecto, en mayo de 1912, el senador Alberto Smith señala: “...el actual gobierno que tiene la gloria de haber iniciado la mecanización de nuestras carreteras, sólo gasta en éstas por término medio 36.000 Bs. por kilómetro. Sin embargo cada kilómetro de los rescatados (de Vías Férreas) nos cuesta 210.000 Bs...”. Estas apreciaciones son el preludio de una filosofía en materia vial que perdurará hasta finales del siglo XX. Otro elemento de interés dentro de la discusión oficial fue la necesidad de recibir capitales extranjeros, técnicas de países más adelantados que el nuestro y experiencia para nuestro desarrollo industrial, como lo sostuvo el general Juan Vicente Gómez en su Mensaje Extraordinario al Congreso, en octubre de 1911. Esta posición será posteriormente asumida por los ministros y defendida en el Congreso, al aprobar leyes dirigidas a la instalación de industrias con capital foráneo. A pesar de las consideraciones doctrinales señaladas, lo que ocupó más tiempo tanto en las consideraciones oficiales, emanadas del Ministerio de Hacienda, como en la opinión pública fue el problema relativo a la cancelación de la deuda externa y la recuperación del crédito exterior. Al respecto la prensa, que comenzaba a reflejar la posición oficial, reseñaba las cancelaciones de deuda externa que efectuaba la República y dedicaba gran parte del tiempo a analizar cómo el crédito de Venezuela en el exterior se recuperaba paulatinamente, lo que contribuía, a su vez, a pensar en Venezuela como sitio seguro de inversión externa. Esta posición reforzaba la oficial de presentar al país como pagador de sus deudas, hecho que se reflejaba en el discurso político, haciéndose efectivo al mantener a Venezuela al día en sus compromisos externos. Existía, aparentemente, el objetivo final de impulsar el desarrollo económico del país, sólo que la estructura económica responde adecua94 damente cuando se corresponde con una estructura política eficiente y administrativa. Documentos de interés en esta etapa Doctrina oficial Es interesante la Exposición de Motivos del ministro de Hacienda, Antonio Pimentel, al presentar la Memoria y Cuenta de su despacho en 1911. La primera parte resume el movimiento de ingresos y egresos de las rentas públicas de los años 1909 y 1910, sin considerar los materiales estadísticos presentados. Se refiere el ministro a la necesidad de reformar el Código de Hacienda, para adaptarlo a las necesidades actuales.33 Al considerar el aumento de las rentas lo atribuye más a factores políticos que económicos: “...Se debe en primer término a la paz que disfruta la nación”. En el documento señala la necesidad de reformar íntegramente el arancel, ...pues este sólo ha recibido modificaciones para controlar la entrada de mercancías y obtener recursos fiscales. Dentro de las consideraciones sobre progreso económico integral, sugiere la posibilidad de crear nuevas instituciones de crédito que permitan al sector productor hacer sus operaciones en mejores condiciones. En términos generales, es un documento convencional que carece del brillo intelectual de los presentados por Abel Santos. Otro documento tiene el extraordinario valor de analizar detalladamente las operaciones de la Hacienda Pública Nacional; presenta en extenso el estado del crédito nacional y realiza importantes consideraciones sobre las reformas de las leyes emprendidas en 1911. Doctrina de la opinión pública Otro documento representa una avanzada visión sobre el problema del rendimiento del capital y las condiciones para el desarrollo de una nación. El autor realiza importantes consideraciones teóricas sobre los factores que inciden en el rendimiento de las inversiones. 33 Consideraciones de ese tipo con mayor profundidad doctrinal habían sido hechas por Abel Santos, al respecto ver Tomás E. Carrillo Batalla: Historia de las finanzas públicas de Venezuela, vol. 53, op. cit. 95 Otro documento recoge el mensaje del general Juan Vicente Gómez al Congreso Nacional en 1911. Tal intervención fue objeto de comentarios en la opinión pública, y en ella se dibujan las líneas estratégicas de lo que consideraba las bases del desarrollo nacional. Una constante durante todo el régimen de Juan Vicente Gómez, fue la de reseñar las opiniones que en el exterior se emitían sobre Venezuela. Así, existe un documento que representa una reproducción de un artículo originalmente publicado en Argos, periódico de Puerto España, posteriormente traducido al inglés por The Mirror. En él se emiten favorables conceptos sobre la reciente gestión del general Gómez y los logros en materia de deuda externa. Dos documentos recogen interesantes trabajos sobre los esfuerzos que, según los mismos, realiza Venezuela por alcanzar su desarrollo comercial e industrial. Los comentarios giran, en ambos casos, sobre las actividades del gobierno del Benemérito general Gómez. En un artículo se comentan los progresos que se han logrado en materia financiera, y la efectividad del Banco Caracas para llevar adelante sus operaciones. Las estadísticas mercantiles son brevemente comentadas en otro artículo, que es además una interesante muestra de periodismo económico de 1912, que trata de reflejar objetivamente la actividad económica nacional. Otros artículos reproducen análisis que en diferentes países se han efectuado sobre la banca venezolana, el desarrollo de las vías de comunicación y el potencial de la industria minera. En todos los casos las apreciaciones fueron elogiosas para Venezuela y representaban un innovador mecanismo de propaganda que contribuyó a mejorar la imagen externa del país y así incentivar la inversión foránea. Demuestran que el gobierno del general Gómez le dio gran importancia a la propaganda de Venezuela en el exterior. La política de Gómez de entenderse bien con factores económicos externos, va impregnando todos sus actos políticos. Su posterior pacto con esos factores daría impulso a la inversión extranjera en áreas mineras y petroleras, y haría de Venezuela un campo propicio a la acción imperialista de los intereses económicos privados de las grandes potencias industriales del mundo, especialmente Inglaterra y Estados Unidos. 96 Demostración estadística Las estadísticas muestran un superávit fiscal en 1908-1909, del orden de 2,7%, para luego presentarse un significativo déficit en el año fiscal 1909-10. A partir de ese año se produce una aceleración en el monto del superávit, favorecido principalmente por el aumento del ingreso proveniente del renglón “Derechos de importación” que representó, en el período 1907-1913, más de 70% de todos los ingresos fiscales. En ese mismo período se logra un resultado positivo en el saldo de “Exportaciones e importaciones”, que en su mayor parte fue destinado a cubrir el servicio de la deuda externa, como lo señalamos antes. Las importaciones se redujeron en relación con las exportaciones a partir del año fiscal 1910-11, lo que favoreció el crecimiento acelerado del superávit. La composición de los ingresos fiscales sufrió una leve modificación a favor de los “Derechos de importación”, que pasan de 72,26% en el año 1907-1908 hasta 75,90% en el año 1912-1913, gracias al aumento absoluto del monto de las importaciones, vinculadas al acelerado crecimiento de las exportaciones, fundamentalmente a partir del año 1910-11, por virtud del aumento de los precios internacionales del café. Las distorsiones señaladas, el predominio de los “Derechos de importación”, serán punto de reflexión a partir de 1913-14, con el objetivo de corregirlas en el mediano plazo y lograr diversificar las fuentes de ingreso del fisco nacional. ÍNDICE DE INGRESOS Y EGRESOS (Base 1907-1908) Ingresos Egresos Saldo 1908-1909 1909-1910 99 96 97 2.70 1910-1911 138 1911-1912 163 1912-1913 129 1913-1914 119 106 125 130 126 131 -10.91 9.22 20.38 1.95 -10.08 ÍNDICE DE EXPORTACIONES E IMPORTACIONES Base (1907-1908) 1908-1909 Importaciones 90 Exportaciones 106 1909-1910 111 1910-1911 1911-1912 1912-1913 147 194 187 1913-1914 179 124 171 191 164 97 SALDO DE EXPORTACIONES E IMPORTACIONES Base (1907-1908) 1908-1909 1909-1910 1910-1911 1911-1912 1912-1913 1913-1914 Exportaciones 100 100 100 100 100 100 Importaciones 59.15 66 83 79.26 68 65 Saldo 40.85 34.46 17.27 20.74 31.26 35 COMPOSICIÓN Derechos de importación Renta sobre sal Renta interna Otros Total ingresos PORCENTUAL DE LOS INGRESOS FISCALES 1907-1908 1912-1913 72.26 75.90 6.89 ____ ____ 20.85 22.36 1.74 100 100 El comercio exterior La anhelada presencia del capital internacional en la economía venezolana comienza a presentar resultados firmes en 1912. En este sentido, Guillermo Morón señala: En 1912, The Caribbean Petroleum Company, filial de la General Asphalt, obtuvo las concesiones sobre los territorios de los Estados Mérida, Trujillo, Zulia, Lara, Falcón, Carabobo, Yaracuy, Sucre, Monagas, Anzoátegui y Nueva Esparta. Condiciones: Un bolívar por hectárea, regalía de dos bolívares por toneladas métrica de producción bruta y 50% de derechos de importación de productos refinados.34 Posteriormente, la Royal Dutch Shell, de capital británico y holandés, dirigida por Henry Deterding, adquiriría los derechos respectivos, abriendo nuevas filiales y obteniendo concesiones de manos de venezolanos, lo cual es indicativo de la nueva realidad económica. Al efecto, la inversión y el trabajo se orientan hacia el sector minero. Las necesidades de nuevas inversiones de bienes de capital comenzarán a reflejarse en las importaciones del país, con un marcado aumento de los bienes dirigidos a incrementar la industria petrolera y llevar adelante los planes viales diseñados años antes. El comercio exterior siguió siendo favorable a Venezuela y en el año fiscal 1912-13 se exportó por primera vez más de un millón de sacos de 34 98 Guillermo Morón: Historia de Venezuela, t. V. Caracas: Italgráfica, 1971. café. Los precios de algunos productos agrícolas (sarrapia, cacao y otros) también alcanzan altos niveles que permiten obtener 47,1 millones de bolívares con saldo favorable en comercio exterior. El saldo entre ingresos y egresos fiscales presenta un monto ligeramente favorable: 3,078 millones de bolívares, gracias a la leve disminución en el gasto con relación al año anterior, sin embargo, el gasto militar aumentó en cerca de 30% en relación con el año 1911-12, lo que impedía que la bonanza económica se transformara en prosperidad y desarrollo nacional. Durante el año 1913-14, el saldo comercial siguió favorable, alcanzando los 48,3 millones de bolívares; el café continuó siendo la principal fuente de ingresos, aunque con una leve caída en los precios del mercado internacional. Este año se inicia un declive en el precio de casi todos los renglones agrícolas exportables. El fisco cerró con un déficit de 4,5 millones de bolívares, financiado con reservas del Tesoro, debido fundamentalmente a la política militar impuesta por el régimen gomecista, que a pesar del declive de los ingresos, incrementó considerablemente el gasto de Guerra y Marina hasta representar 32,1 % del total del gasto público. Este hecho deprimió la actividad interna y se tradujo en miseria general. Gómez, con su política presupuestaria, moderniza el ejército, paga mejores sueldos a sus militares y así asegura su consolidación como jefe absoluto del gobierno. La reforma tributaria y fiscal Antes de la explosión del gasto, el ministro Cárdenas se propone un programa de modernización de las finanzas públicas que incluye la recaudación oportuna y suficiente de las rentas, el control del gasto y el establecimiento de un mejor ordenamiento de la contabilidad fiscal. Esta forma era imprescindible para sortear los déficit que se venían arrastrando, no sólo por un incremento de los gastos militares, desde los tiempos de Castro, y la necesidad de hacer frente a la deuda externa derivadas de los protocolos de Washington, sino por la caída de los precios de los productos de exportación que mermaban la renta aduanera. La reforma fiscal debía proporcionar los medios para adelantar las reformas en los otros ámbitos de la política, para que le permitieran a Juan Vicente Gómez afianzar su régimen; allí se incluía el programa de vialidad para aumentar la facilidad del transporte militar. Román Cárdenas asume el Ministerio de Hacienda después de ocupar la cartera de Obras Públicas. Al proponerle Juan Vicente Gómez su 99 traslado al Ministerio de Hacienda, Cárdenas le sugiere la necesidad de informarse en el exterior de los adelantos en el área de la administración fiscal. Viaja a Londres y a su regreso establece como objetivo de su gestión, el obtener la mayor cantidad de recursos posibles para el Estado, sin elevar ni crear nuevos impuestos, sino a través de la mejora en la administración en tres aspectos: 1. El primero está relacionado con el funcionamiento y la organización del Ministerio para establecer un instrumento capaz de afrontar la complejidad de la empresa a su cargo. 2. El segundo se refiere a la normativa legal para establecer un cuerpo jurídico coherente. 3. El tercero se vincula con el proceso de recaudación y administración de las rentas del Estado y se basa en dos principios: la unidad del tesoro y el incremento de la renta interna en lugar de la aduanera. En lo relativo a la organización del Ministerio crea una Dirección General de Administración para ocuparse del estudio permanente y sistemático de los asuntos que interesan al desarrollo de las finanzas públicas. La Dirección General de Administración será la responsable de la recolección, coordinación, registro y estudio de los aspectos relacionados con la práctica administrativa y fiscal. Estarían a su cargo: los bienes nacionales; la materia naval y potenciar el Servicio de Resguardos; las rentas, contribuciones, impuestos y demás ingresos nacionales: legislación aduanera y arancelaria; las inspectorías de hacienda; la estadística fiscal mercantil; la memoria anual para ser presentada al Congreso; la elaboración de los decretos y demás disposiciones ejecutivas del Ministerio; la biblioteca, el archivo, las publicaciones del despacho y la preparación de trabajos y estudios financieros relacionados con la Hacienda Pública. De ella emanan las directrices, los reglamentos y la supervisión de todo el organismo. Se reorganizan la Dirección de Aduanas y la Dirección del Tesoro; se crea una Oficina de Tesorería y cuatro servicios adscritos a esa dirección: el Servicio de Recaudación y Centralización de Rentas, el Servicio de Gerencia de Rentas, el Servicio de Ordenación de Pagos y el Servicio de Contabilidad. Con ello se tendía a especializar cada dirección para erradicar la dispersión existente con anterioridad. Sin embargo, el reordenamiento no sería, en ningún caso, rígido, estaría sujeto a modificaciones de acuerdo a como se fueran desenvolviendo las circunstancias. Así, la organización 100 que se establece en 1913 sufre posteriormente algunos ajustes: la ejecución del presupuesto que estaba a cargo de la Dirección General de Administración pasará a la Dirección del Tesoro y la Gerencia de Rentas Interna, para descentralizar algunas labores del Ministerio, hacer más eficaz al ejercicio de las funciones y acelerar el despacho ordinario. Se reglamenta el régimen interno de trabajo para lograr una eficiente, ordenada y correcta marcha de las diversas oficinas del Departamento y, además, se hace un esfuerzo para capacitar el personal del Ministerio. El balance anual se convierte en instrumento para evaluar y llevar el control del Ministerio. Se sugiere la modificación del artículo 103 de la Constitución, el cual norma la forma en que deben presentar sus relaciones los distintos despachos con el objeto de evaluar con exactitud la marcha de los ministerios. Así, el sentido de la Memoria no debía ser exclusivamente rendir cuentas ante el Ejecutivo, sino el medio para conocer las deficiencias que puedan estar presentes en el funcionamiento de cada despacho. En principio, las sugerencias emanadas del Ministerio constituyen un listado de 43 recomendaciones, incluyendo algunas relativas a la Presidencia y al propio Congreso Nacional. Otros documentos de interés en esta etapa La doctrina oficial: el poder Ejecutivo. La Memoria de 1913 firmada por Román Cárdenas La Memoria se abre con la Exposición de Motivos del ministro de Hacienda en 1913. Esta Memoria está firmada por Román Cárdenas y contiene una breve descripción de la situación de la Hacienda Pública Nacional al posesionarse del cargo. Reflexiona el ministro sobre la importancia de la Hacienda Pública y señala que “es la base fundamental de la vida nacional”, de allí la necesidad de presentar memorias que reflejan la actividad gubernamental en el ámbito fiscal; critica la deficiencia de las anteriores memorias y atribuye este hecho a la inexistencia de una Ley Orgánica de Hacienda moderna. Apenas han transcurrido tres meses desde su toma de posesión y ya el ministro vislumbra los posibles cambios al ordenamiento jurídico. En el documento plantea “dictar una ley que codifique nuestra contabilidad pública en un solo cuerpo de doctrina, separado, metódico y completo en cuanto sea posible...”. Esta ley perseguía lograr la uniformidad, prontitud y acierto para lograr la legitimidad de la renta y de la 101 inversión. El trasfondo de esta propuesta es alcanzar la unificación del tesoro, la eliminación de todos los tesoros existentes y centralizar el flujo de los caudales del Estado. Señala, además, el ministro, la necesidad de reglamentación de la cuenta presentada al Congreso; esto debe hacerse “para la buena marcha de la Administración Nacional”. Las reformas señaladas, indica el documento, tienen por fin promover la Hacienda Pública. Otro documento35 es un interesante informe sobre la actividad económica del país: allí se encuentran en detalle la fuente de algunos ingresos del país, además se comenta brevemente la evolución de las rentas y se presenta un cuadro sobre “Ramos de Productos”; todos estos datos son posteriormente analizados comparativamente en los años 1910-1911 y 1911-1912. Otro texto36 representa la segunda Exposición de Motivos que dirige Román Cárdenas al Congreso Nacional como ministro de Hacienda. Este documento recoge los lineamientos generales de la reforma fiscal que había emprendido el ministro en 1913. El ministro anuncia algunas reformas ya emprendidas: la Memoria de Hacienda será, en adelante, una relación de documentos compilados por las diferentes direcciones, que refleje el contenido doctrinal de la gestión y que anuncie las áreas fundamentales objeto de reforma; a este respecto, el ministro indica la necesidad de tener un Código de Hacienda moderno que sirva como guía del sistema hacendístico. Al final de la Exposición de Motivos el ministro presenta la relación detallada de las diferentes áreas objeto de reforma, las divide en tres: 1. Las que son de exclusiva competencia del poder Legislativo. 2. Las áreas propias del poder Ejecutivo. 3. Las que conciernen al ministro de Hacienda. Los instrumentos legales a reformar comprenden casi todo el universo hacendístico: aspectos administrativos sobre presentación del presupuesto, mejoras a los servicios prestados, legislación sobre renta interna (Ley de Renta Nacional de Licores), reforma del Código de Hacienda y, en general, áreas particulares dirigidas a mejorar la circulación y la eficiencia de las direcciones, el pago de deuda y otras. 35 36 102 Cf. Tomás E. Carrillo Batalla: Historia de las finanzas públicas de Venezuela, t. 53, op. cit. Cf., ibidem. El Informe37 de la Inspección General de Aduanas presenta un largo trabajo sobre diferentes aspectos de las aduanas nacionales, los puertos y las actividades realizadas por éstas. Contiene, por primera vez, aspectos analíticos que explican la situación de los puertos y los servicios que pueden prestar; la estructura permanente contable es abandonada y abunda en detalles sobre las actividades económicas de las aduanas. Contiene un aparte que reseña la legislación fiscal, en los aspectos referidos a: 1) administración de aduanas, 2) organización de las aduanas y 3) sobre la descarga de buques. Indica algunas insuficiencias de la ley vigente para la época en los aspectos señalados. Una de las innovaciones introducidas por Román Cárdenas, consiste en la Dirección General de Administración, que comenzó a funcionar a partir del 1º de julio de 1913. El documento38 recoge las atribuciones de la Dirección: a) asuntos a cargo del director, los cuales son la Memoria y Cuenta, los proyectos de leyes, el proyecto de Ley de Presupuesto General de Rentas y Gastos, entre otros; b) Servicio de Rentas Nacionales; c) Servicio de Bienes Nacionales y d) Servicio de Personal, Estadística y Publicaciones. Seguidamente el documento analiza uno de los puntos que son propios de la nueva Dirección. El aparte reservado al proyecto de Ley de Presupuesto General de Rentas y Gastos Públicos es un extraordinario documento doctrinal que analiza la importancia del presupuesto dentro de la actividad económica y los proyectos que debe llevar a cabo el gobierno nacional, además repasa minuciosamente todos los apartados legales que tienen que ver con la formulación del presupuesto, y cómo incidir de manera práctica al formularlo y ejecutarlo. Es, pues, éste un valioso documento clave para poder entender todas las reformas que en materia fiscal fueron introducidas. La doctrina oficial: el Congreso Nacional Las discusiones del Congreso Nacional reflejan el ambiente favorable a las inversiones en diferentes áreas de la actividad económica, dando mayor énfasis a la posibilidad de inversiones externas. Los siguientes documentos39 son reflejos de la anterior afirmación. Uno reproduce la discusión sobre el proyecto de Ley sobre Privilegios de 37 38 39 Cf., ibidem. Cf., ibidem. Cf., ibidem. 103 Industrias Inexplotadas, en él se discute la conveniencia de otorgar condiciones especiales de explotación a determinadas industrias para que pueda favorecerse su desarrollo. Entre los privilegios previstos para “el caso que quiera trasladarse una industria nueva”, se encuentran: la posibilidad del monopolio por un determinado número de años estables o “según la naturaleza, el Ejecutivo Nacional podrá conceder este privilegio para todo el territorio nacional o posición de él”, además le otorga una alta discrecionalidad el Ejecutivo Nacional para decidir qué empresas deben instalarse en el territorio y qué tiempo deben permanecer los privilegios consagrados por la ley. Otro texto reproduce la tercera y última discusión del proyecto de Ley de Privilegios de Industrias Inexplotadas. La última discusión de la ley abunda en argumentos que justifican el otorgamiento de privilegios especiales a las industrias inexplotadas. Los ejemplos más importantes se refieren a la Cervecería Nacional, que produjo efectos positivos inmediatos a su instalación; la fábrica de vidrio, que según el senador Sanabria, “fabrica a un precio que equivale al 60% del que tenían (los vidrios) que se importaban”. La argumentación está dirigida a convencer a la mayoría de la importancia de otorgar privilegios. La discusión más fuerte reflejada en este documento se refiere al tiempo que se debe otorgar como monopolio a una empresa. Es interesante la discusión doctrinal sobre la libertad de empresa y la emigración de capitales nacionales al no sentirse seguros. Otro documento40 se refiere a la discusión del proyecto de Ley de Bancos, el senador Roso Chacón sustenta la importancia de esta Ley, “porque la (Ley) de 1911 no es propiamente una Ley de Bancos, es para establecer un Banco”. Los elementos más importantes se refieren a la necesidad de aprobar una Ley de Bancos y no una que cree un banco. Se discute además la base para la emisión de circulante (se debate entre el oro y la plata), fuerte polémica despertó la retroactividad de la ley, al considerar que éstas debían aplicarse a los bancos existentes. El documento recoge, a grandes rasgos, el predominio de las corrientes liberales sobre la actividad económica y la libre movilidad del capital. La opinión pública Hacia 1913, la prensa comienza a reflejar la opinión oficial del régimen, la mayoría de los artículos en materia económica estaban dirigidos 40 104 Cf., ibidem. a apoyar la actuación de Gómez. Continúa de manera sostenida la reproducción de artículos de la prensa extranjera, laudatorios de “la labor de progreso” llevada a cabo en Venezuela. El primer artículo41 resume la actuación del gobierno en materia vial y destaca la importancia económica que tienen las inversiones en esta materia, favorecedoras no sólo del tráfico mercantil, sino de la cultura general y del sentimiento patriótico; existe un profundo trasfondo ideológico en esta expresión, al identificar la obra económica con un gran proyecto de integración nacional. El siguiente42 inicia una fuerte discusión en la opinión pública sobre el Protocolo Franco-Venezolano, en este documento se razona lo equivocado que estaba el Consejo de Gobierno al negar el voto favorable a dicho Protocolo; señala el articulista que el Consejo no tenía la facultad constitucional para negar o aprobar el Protocolo, sólo se le consultaba porque no se trataba “de un voto deliberativo, que es previo a las decisiones ejecutivas”, se avala, así, la decisión de Gómez de no reiniciar discusión con los franceses y se reconoce su poder de decidir sin previa consulta.43 La opinión jurídica se refleja en el texto firmado, entre otros, por José Gil Fortoul y Pedro Manuel Arcaya; en él se argumenta la legitimidad de la firma del Protocolo; se refiere que para satisfacer las reclamaciones de ciudadanos franceses en Venezuela, se deben seguir las decisiones de los tribunales venezolanos y no las de elementos impuestos. Sin embargo, todas las consideraciones de tipo jurídico e histórico están dirigidas a demostrar la legitimidad del Protocolo, señalándose como un éxito de la Cancillería y, por supuesto, del Presidente. Los otros artículos44 se dedican a demostrar la importancia de la firma del Protocolo Franco-Venezolano y su legitimidad jurídica; así como los importantes efectos económicos que producirá. Las firmas de los diferentes artículos corresponden a conspicuos gomecistas que emplearon largas horas de reflexión para demostrar la bondad del Protocolo y borrar la mancha que representó el haber sido negado por el Consejo de Gobierno. 41 42 43 44 Cf., ibidem. Cf., ibidem. El ya referido Protocolo Franco-Venezolano fue el pretexto del gobierno para ir desmantelando la base institucional de la primera etapa del gobierno de Gómez, la cual se fundó en la organización de un gobierno de unidad nacional. Cf. Tomás E. Carrillo Batalla: Historia de las finanzas públicas de Venezuela, t. 53, op. cit. 105 Otro artículo45 se inscribe dentro de los estudios dirigidos a demostrar “la extraordinaria impulsión que el Gobierno Nacional imprime al importante ramo de Obras Públicas”. Reseña los diferentes tramos de carretera que han recibido la atención del régimen y destaca el avance hacia la integración del territorio nacional. Apreciación del período a través de las estadísticas La reforma fiscal iniciada por Román Cárdenas comienza a dar frutos a partir del año 1914. Por esta razón, las estadísticas muestran que en el ámbito fiscal no hay un comportamiento uniforme entre ingresos y egresos. Así tenemos que en el año fiscal 1912-1913 se presenta un superávit fiscal, pero al año siguiente las finanzas públicas presentan un déficit superior al del año 1909-10. La composición de los ingresos fiscales muestran un significativo cambio, al pasar la participación de la renta interna de 24% en 1909-10 a 31% en 1914-15; sin embargo, este repunte de la renta interna y la caída de la renta externa no se debe sólo al progreso interno, sino, también, al inicio de la guerra europea en 1914, que presiona una significativa caída de los “Derechos de importación” (12,3 millones) en relación con el año anterior. En el comercio exterior se siguió presentando un superávit sostenido, explicado por dos razones: a) el alto valor de las exportaciones, con una leve caída en el año 1914-1915, y b) la sensible disminución de las importaciones, para poder generar este superávit. La política de altos superávit estaba dirigida a lograr recursos destinados a cancelar la deuda externa, principal política económica presentada por el régimen gomecista y piedra angular para lograr una buena imagen en el exterior. SITUACIÓN FISCAL Y COMERCIAL DE VENEZUELA Índice de ingresos y egresos (Base 1909-1910) 1909-1910 1912-1913 1913-1914 1914-1915 Ingresos 100 135 124 Egresos 100 119 124 86 Saldo 100* 81 -119 152 *Déficit de 3,78 millones de Bs. 45 106 Cf., ibidem. 138 SALDO EN EXPORTACIONES E IMPORTACIONES 1909-1910 1912-1913 1913-1914 Exportaciones 100 100 100 100 Importaciones 65,54 68,38 64,6 57.00 Saldo 34,46 31,62 35,40 43 COMPOSICIÓN Derechos de importación Renta sobre sal Renta interna Total ingresos 1914-1915 PORCENTUAL DE LOS INGRESOS FISCALES 1909-1910 1914-1915 60,01 60,50 7,22 8,37 23,77 31,13 100 100 107 Capítulo II ANÁLISIS METODOLÓGICO DEL PERÍODO 1874-1914 110 EXPLICACIÓN GENERAL SOBRE LA METODOLOGÍA DE ESTA OBRA Objetivos de cada parte de la obra El objetivo básico de esta obra es la construcción de las Cuentas Nacionales, las cuales comprenden las del consumo de la inversión y las del ingreso o el producto interno bruto. Las Cuentas Nacionales, en la actualidad, se levantan con base en datos derivados de la marcha de la economía, de cuyas transacciones son tomadas por quienes las calculan, así como de informaciones de personas vivas, las cuales generalmente se obtienen en encuestas. El lector de estas páginas podrá imaginar los penosos trabajos que hemos tenido que sufrir para superar y así construir las Cuentas Nacionales de períodos pasados, donde los documentos son escasos o no son lo suficientemente elocuentes sobre los datos indispensables y, además, los actores y posibles informantes están muertos en función de nuestro trabajo, en relación con aspectos fundamentales de la economía. Para calcular las Cuentas Nacionales se procedió: 1º a indagar y llegar al conocimiento del consumo; 2º igual tarea con respecto a la inversión. Se empezó por tanto, por esos componentes. Para llegar al conocimiento del consumo estudiamos, ante todo, la población total, lo cual comportó un gran esfuerzo. En el período 18001830, hubo que examinar los registros eclesiásticos, las estimaciones de Humboldt, Codazzi, De Pons, el obispo Martí, etc. Para ello se procedió, en el período 1800-1830, a indagar las raciones y su costo en dinero. En el período 1831-1873 utilizamos las estimaciones de Codazzi. En el presente período, 1874-1914, hemos ajustado el monto con nuevos datos logrados para hacer más realistas el cálculo. El monto alcanzado se multiplicó por la población y el resultado es el consumo total. 111 Esta cifra está compuesta por dos partes: una producida en el país, otra importada. Para obtener la producida en Venezuela hay que deducir la importada. Ello comportó un inmenso trabajo de discriminación de las importaciones, lo cual se realizó a cabalidad. Por otra parte, hay un consumo que se produce en Venezuela y se exporta. Hubo por tanto que deducir el consumo importado. Ello nos dejó con el neto del consumo entre el exportado y el importado. Si de la operación indicada, el exportado es igual al importado, en ese caso no hay que deducir del consumo total calculado con base en la población y su multiplicación por el coeficiente del consumo per cápita. Si el exportado es mayor que el importado, tampoco hay que deducir nada. Tal fue el método seguido en este punto. Para calcular la inversión se procedió así: se partió del consumo producido en Venezuela, monto que es igual a la producción de ese segmento. A ello hay que añadir la producción de ese monto exportado, menos la importación. Ese saldo, unido a la producción interna del consumo, se multiplica por un coeficiente que no está lejos del tipo de interés. El resultado es igual a la inversión. Soporte I Hechos los cálculos y estimaciones integrantes de las Cuentas Nacionales, se insertan a continuación los soportes estadísticos. Tales son los que nos sirvieron para discriminar las importaciones. El “Soporte I” son las contenidas en él; es decir, las partidas de importación de bienes que fueron útiles para la clasificación de todo lo que ingresaba a la economía nacional. La clasificación se basó en identificar dos tipos de consumo: los bienes de consumo final, por un lado; y los bienes de capital y materia prima, por otro. Estas listas de artículos importados fueron necesarias para nuestro trabajo sobre las Cuentas Nacionales, y además pueden resultar sumamente útiles para aquellos investigadores especializados o no en historia económica de Venezuela, sobre todo para el seguimiento y comportamiento de muchos bienes de consumo o inversión. Además, orienta a dichos investigadores hacia la búsqueda documental específica, toda vez que ya han sido construidas las series estadísticas fundamentales que funcionan como marco general para los objetivos específicos de nuestro trabajo. 112 Soporte II El “Soporte II” concierne a la serie de precios y sueldos, se persigue por un lado, estimar el índice general de precios del período de años que ocupa esta parte del proyecto, mediante la construcción de series de precios de productos de comprobado consumo masivo y, por tanto, representativos del comportamiento del mercado venezolano. Y por otro, establecer un marco de referencia acerca de la remuneración de trabajo en Venezuela, tomando como esquema básico la oferta de sueldos ofrecidos por la administración pública, y que supone para la economía del siglo XIX, las fronteras elementales de la remuneración para el resto de la economía. El período 1874-1914 se complementa con los dos períodos ya concretados por este ambicioso proyecto; a saber: la etapa que recorre los años 1800-1830, últimos años de la colonia, la guerra de independencia y el proceso de aparición definitiva de la República de Venezuela; y el período que ocupa los años 1831-1873. Para dichos lapsos se ha aplicado un mismo modelo de estimación usado para este lapso 1874-1914, por lo que ya se cuenta con dichas variables de estudio para todo el siglo XIX. En cuanto al siglo XX, esta obra abarca hasta 1914, ya se encuentra en proceso el período que abarca desde ese año hasta 1935. Explicados los objetivos, pasemos a revisar las fuentes y los procedimientos metodológicos que permitieron la elaboración de esta obra. Hemos dividido en “capítulos” la parte de la obra cuyos distintos pasos conducen al cálculo de las Cuentas Nacionales. A continuación se insertan comentarios en relación con cada capítulo. La población en Venezuela 1874-1914 A diferencia de los períodos anteriores, las fuentes demográficas en Venezuela estaban constituidas por los registros religiosos sobre los nacimientos, defunciones, matrimonios y demás eventos que merecían, por parte de la Iglesia, estimaciones para el cálculo de la feligresía; la religiosa se constituía en la fuente más minuciosa, por excelencia, con que cuenta la historia para los cálculos demográficos. Se agregan, además, las estimaciones testimoniales por parte de estudiosos de cada época, y las que llevaba a cabo el propio Estado para distintos propósitos, siendo el más relevante de todos, la estimación de la base poblacional re-querida para la asignación del número de diputados correspondiente a cada provincia o estado, según sea la estructura político-territorial asumida en distintos 113 momentos. Las series de población de los años anteriores a 1874, pueden encontrarse en los tomos 1800-1830 y 1831-1873. Contamos para este período 1874-1914, con la fuente de los primeros censos oficiales que se hayan realizado en el territorio nacional. A pesar de las imprecisiones de estos primeros esfuerzos del Estado venezolano por ponerse al día con la tecnología demográfica, constituyen la más fiel y documentada referencia poblacional con que hasta ahora pueda contarse. Pero la intención de censar, en términos modernos, ya había sido decretado en ley de 1847, y no fue sino hasta 1873 cuando se levanta el I Censo Nacional de Población, bajo la presidencia de Guzmán Blanco. Le siguieron dos censos más en lo que quedaba del siglo XIX, el de 1881 y el de 1891, cuando se interrumpe hasta 1920, año del IV Censo, sumamente criticado por la sospecha de alteración de cifras regionales ante el temor de los estados regionales a ser rebajados a la condición de territorios federales, hasta el punto de que sus datos jamás fueron publicados de manera oficial. Seis años más tarde, se levanta el V Censo (1926), y una década posterior, el VI Censo (1936). Aun con el criticado IV Censo de 1920, al que se acusa de estar sobredimensionado, el comportamiento demográfico venezolano durante este período se muestra verdaderamente pobre. Llama la atención, por ejemplo, que los crecimientos absolutos entre 1873 (I Censo) y 1881 (II Censo), por una parte, y entre 1881 y 1891 (III Censo) alcancen poco menos de 300.000 habitantes y 250.000, respectivamente, conocidas las diferencias de 8 y 10 años entre unos y otros; mientras, el IV Censo, levantado casi 30 años después, registró un crecimiento de poco menos de 90.000 habitantes. Ello hace pensar que, lejos de sobreestimación, dicho empadronamiento podría haber pecado más bien de subestimación. Estos comentarios corresponden a los breves análisis estadísticos que insertamos para cada capítulo. La realidad histórica no puede ignorar que Venezuela sufrió dos procesos particularmente penosos que diezmaron su población desde fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Tales fueron las guerras civiles que azotaron al país, desde mediados del siglo XIX hasta la vuelta de esta centuria y comienzos del siglo. El paludismo fue otro factor negativo, las pobres condiciones sanitarias nada hicieron para enfrentar la anquilostomiasis, la fiebre amarilla y la malaria, no está fuera de lugar atribuir a esos elementos el virtual estancamiento poblacional del período 1891-1926. Lo que interesa destacar, a efectos metodológicos, es que nos inclinamos a creer que las cifras anuales que introducimos como base para los cálculos, aluden más a universos conservadores que a cifras abultadas. 114 Esta última afirmación la hacemos con base en la toma de cifras de población de otras fuentes oficiales. En efecto, además de las provenientes de los censos referidos, se ha hecho un esfuerzo por localizar estimaciones de población que aparecen en las Memorias de los ministerios de Hacienda y Fomento, respectivamente. Dichas estimaciones ministeriales, cónsonas con las materias que trata, centran su interés en las cifras más exactas posibles a efectos de la promoción del país en el concierto internacional, para atraer capitales de inversión, que por esta época fue particularmente intenso. Bajo estas circunstancias, las cifras estimadas de los años no censales lucen relativamente confiables, no obstante las na-turales reservas que el examen de la realidad histórica aconseja poner de relieve en este caso. Como el propósito de la construcción de la serie anual de población no es otro que el de la estimación del consumo per cápita, hemos tomado los datos más cautos de la autoría oficial para complementar la totalidad del rango de la serie, estimándose los años “vacíos” con cálculos a través de o bien de crecimiento geométrico o bien con recta de ajuste, cuidando evitar “saltos bruscos” en la débil pendiente que al final nos arroja la serie completa, con un crecimiento absoluto de mayor por habitante para todo el período que el señalado anteriormente. Estudio sobre el consumo de Venezuela Si a cada habitante de la República le asignamos un monto mínimo indispensable para su sustento, obtendremos el consumo per cápita, y multiplicando este coeficiente por el total de la población, arribaremos al consumo total, en un escenario conservador y por tanto altamente probable. Este consumo total se descompone a su vez en consumo interno; es decir, el consumo total menos el consumo de bienes que se importan por los principales puertos de la República, en consecuencia, el consumo importado. Tal desagregación es necesaria a efectos de evitar la doble contabilidad en el cálculo del PIB. El porcentaje del consumo importado fue a su vez producto del proceso de clasificación de importaciones, que permitió diferenciar a los bienes de consumo final de los bienes de capital y materia prima. Para estimar el consumo individual utilizamos el modelo confeccionado por Agustín Codazzi a mediados del siglo XIX, que aplicamos a efectos de la misma estimación para el período 1831-1873. Dicho estudio expresaba que el consumo promedio del venezolano alcanzaba 1,13 115 reales diarios, que convertidos a bolívares de nuestro período en estudio, equivalen a 0,57 bolívares diarios. La base de esta equivalencia la tomamos de nuestras propias corroboraciones documentales, las cuales coinciden con la de otros autores, de la siguiente forma: 1 peso fuerte = 8 reales = 4 bolívares. La estructura de este consumo se distribuye en tres grandes renglones: alimentos y bebidas, que absorbe casi 56%; textiles y calzados, con poco más de 12%; y el de los bienes diversos con el resto porcentual, casi 32%. Esta proporción la hemos podido contrastar en algunas “tomas” análogas, como la de algunas partidas de importación, las cuales ofrecen viabilidad al modelo. Tomando como referencia la relación del consumo individual arriba indicada, establecimos una correlación con los sueldos mínimos del Estado durante los años de la década de 1850, que arrojaron un promedio estimado de 40% del ingreso inferior de la administración pública. Esto implica que un salario mínimo podía sostener al menos a dos personas adultas y a dos niños, afirmación nada descabellada al decir del riguroso estudio de Codazzi. Dicho porcentaje fue aplicado luego a los sueldos mínimos que pagó la nómina oficial durante los años 1874-1914, teniendo como resultado el consumo per cápita anual, tanto en bolívares diarios como en bolívares anuales. De este modo, nos alejamos de la rigidez de un solo coeficiente para todo este lapso, flexibilizándolo de acuerdo con el nivel de los ingresos más bajos para cada año en particular. La inversión La inversión se entiende como la adquisición de los bienes de capital y materia prima que pasarán a engrosar los activos de la actividad económica de forma general. La simplicidad descrita está lejos de los actuales métodos aplicados para la confección de las Cuentas Nacionales de hoy día. Los términos de las construcciones del pasado se han tomado en su acepción más básica, a efectos del cálculo de las Cuentas Nacionales del siglo XIX. El primer paso consiste en calcular el producto interno sin inversión, resultado de la suma del producto para el consumo interno ya estimado y el total de las exportaciones. A este PIB sin inversión se le aplica un “coeficiente de rentabilidad”; es decir, un porcentaje mínimo indispensable que requiere cualquier actividad económica para autosostenerse, el cual en el siglo XIX fue en líneas generales una constante. Estima116 mos este coeficiente de rentabilidad en 6% para todos los años. De la aplicación de esta constante al producto sin inversión se obtiene la inversión interna, la cual representa la capacidad de ahorro más moderada posible con que cuenta el país a efectos de su inversión. Por otra parte, se estima también la inversión importada. Para calcular esta variable, se toman las listas de importaciones anuales representativas del flujo comercial que se opera en nuestros principales puertos, para clasificarlas en bienes de consumo y bienes de inversión. La porción que corresponde a los bienes de capital se expresa en proporciones porcentuales, de tal modo que a cada año de la serie el valor de importaciones corresponde un porcentaje particular de esta clasificación. Para efectos del cálculo se convierte a valor dicha proporción respecto de las importaciones totales. Finalmente, la suma de la inversión interna más la inversión importada nos lleva a obtener la inversión total, siendo éste el segundo componente del producto que requerimos para su cálculo. Producto interno bruto y tamaño del Estado De la suma del consumo total y la inversión total deslastradas de posibles duplicaciones, resulta el PIB. Con el comportamiento de estas cifras anuales construimos su evolución a través de la variación porcentual, tomando como año base a 1875. Asimismo, con base en los ingresos y egresos fiscales declarados en las “memorias y cuentas” del Ministerio de Hacienda, establecemos el “tamaño del Estado” con respecto al PIB, tanto en lo que tiene que ver con los ingresos fiscales, como en sus egresos. Aprovechando, además, el contar con el índice general de precios de toda la cronología, introducimos la novedad de confeccionar un cuadro y gráfico comparativo conteniendo las respectivas variaciones porcentuales del PIB, de los ingresos fiscales y del índice general de precios. La intención es facilitar al lector el contar con una rápida herramienta de análisis. Una vez que el usuario de esta obra se introduzca en los capítulos siguientes, intentaremos orientarlo en términos de los análisis del comportamiento estadístico de todas las variables en juego, posibilitando de esta manera una mayor comprensión de los fenómenos económicos referidos por todas estas cuentas. 117 Clasificación de importaciones La ruta más dificultosa del procedimiento que permitió esta obra fue el estudio de las importaciones. En primer lugar por la poca información detallada de los bienes importados al país; en su lugar pueden sí encontrarse montos totales o alusiones generales de un conjunto de bienes, siempre respondiendo a la lógica de los sistemas tributarios y demás exigencias de la contabilidad aduanera. Sin embargo, fue posible encontrar algunas descripciones relativamente detalladas de los diferentes puertos habilitados. Dimos cabida a los puertos de La Guaira, Puerto Cabello y Maracaibo, los cuales expresan una mayor heterogeneidad de los productos, que luego se sometían a la distribución del comercio interno. Así pues, tomamos los años de mayor abundancia de datos, para calcular una base porcentual inicial, que luego se contrastaba con algunas muestras parciales para el resto de los años, y así sucesivamente hasta completar la serie completa, utilizando una razón porcentual con base en el total de los bienes importados. El criterio para clasificar es relativamente sencillo, pero en ocasiones engorroso a la hora de dilucidar cuál bien es de consumo final y cuál de capital y materia prima. Muchos artículos no ofrecían dudas. El arroz, por ejemplo, es un bien de consumo final, y los metales como el hierro en barras, son materia prima. Pero hay casos como el azúcar, que cumple esa doble condición, pues sabemos que este producto es materia prima básica para la producción interna de ciertos bienes de consumo final. Ante la duda optamos siempre por considerarlos bienes de consumo, toda vez que nuestra industria nacional no se hallaba desarrollada por esta época, y porque la actividad artesanal no representaba un peso considerable que distorsionara considerablemente nuestro modelo. A partir de 1913, tropezamos con estadísticas específicas y muy detalladas sobre nuestro comercio exterior, en contraste con la generalidad del sistema de información fiscal precedente. Ello puede observarse a simple vista, pues las partidas de importaciones sobrepasan los 400 artículos que entraban por nuestros puertos, y a medida que avanzaba el período dicha información se hizo más compleja y abundante. En esa medida, nuestros cálculos se hicieron más confiables, aunque más dificultosos y sofisticados. En todo caso, la obtención final de la clasificación de importaciones fue para este período, y el que sigue, mucho más sólido y fundamentado que los usados en los años anteriores, en donde la comprobación de muestreo se hizo sobre la base de las partidas de los distintos buques que calaban en nuestras radas portuarias. 118 Capítulo III LA POBLACIÓN EN VENEZUELA 1874-1914 119 III.a. Análisis del comportamiento demográfico 122 Tomados los sucesivos censos que abarcan el período 1874-1914; a saber, del I al IV Censo, levantados en 1873, 1881, 1891 y 1920, además de las estimaciones oficiales que año a año se publicaban en las Memorias de los ministerios de Hacienda y Fomento, se construye la siguiente serie de población, cuyos años vacíos se completan mediante cálculos, más específicamente, por progresión geométrica, interpolando los datos de los extremos de cada segmento de la serie. Observemos el siguiente comportamiento que ofrecen estas cifras. En términos absolutos, el período experimenta un crecimiento de 609.191habitantes, lo cual representa un muy pobre avance demográfico, toda vez que en el lapso de 40 años dicho crecimiento representó apenas 34%, para una media interanual de 0,85%. Dichas tasas se ubican por debajo de lo que la demografía clásica tipifica como “crecimiento natural”, cuyos porcentajes oscilan alrededor de 2%. Las guerras civiles, la malaria, la fiebre amarilla, la anquilostomiasis, los parásitos internos y externos, la alimentación poco nutritiva, el atraso sanitario-asistencial tienen mucho que ver con esos resultados demográficos. La pendiente de este movimiento no fue pareja a lo largo de todo este lapso. Entre 1874 y 1881, el país registró su tasa de crecimiento poblacional más alta, promediando 1,91% interanual, siendo en 1880 cuando se supera la barrera de los dos millones de habitantes, poco más del doble que al principio del siglo XIX. Este considerable crecimiento no parece obedecer a una corriente inmigratoria considerable, pese a los esfuerzos gubernamentales por estimular la inmigración. Sumando las cifras expresadas en las Memorias del Ministerio de Fomento, entre 1874 y 1888 se registró apenas la entrada de 20.827 inmigrantes, mientras en el mismo período la población venezolana ya había logrado un aumento absoluto de 461.881 almas. En la década de 1890 cae en -0,77 puntos para un avance demográfico de 1,14% cada año, pero la tendencia muestra un progresivo freno 123 de la efusiva velocidad registrada en la década anterior. El crecimiento absoluto de 50.174 de esta década contrasta considerablemente con el casi poco menos de medio millón de la década anterior. Finalmente, los primeros 14 años del siglo reflejan un crecimiento de casi cero, menor a los 10 años anteriores, con un absoluto de 42.768 habitantes, una distribución interanual promedio de 0,13%. La documentación oficial muestra un casi nulo saldo migratorio, refiriéndose a los ingresos y salidas del país que puedan explicar, en parte, tan drástica caída en el ritmo de crecimiento de la población. En consecuencia, el origen de estas dos pendientes demográficas que expresa el período, se encuentra sin duda en variables causales internas. Las crisis agrarias de esos años, el aumento desmedido de los precios de bienes y consumo, las precarias condiciones higiénicas, la ausencia de un sistema de salud que contrarreste el escenario agravado de epidemias y endemias que azotaban permanentemente al país, los últimos movimientos bélicos de principios de siglo, entre muchas otras causas, debieron intervenir en la depresión demográfica que vivió Venezuela durante los tres primeros lustros del siglo XX. 124 III.b. Cuadros y gráficos 126 CUADRO Nº III.1 POBLACIÓN DE VENEZUELA 1873-1914 en habitantes Años Población 1873 1.784.194 Variación % interanual 0 Variación % 0 = 1873 0 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1.818.216 1.852.887 1.888.219 1.924.224 1.960.917 1.998.309 2.036.413 2.075.245 2.098.830 2.122.683 2.146.806 2.171.204 2.195.880 2.220.835 2.246.075 2.271.601 2.297.417 2.323.527 2.326.521 2.329.520 2.332.522 2.335.528 2.338.538 2.341.552 2.344.570 2.347.591 2.350.617 2.353.646 2.356.679 2.359.717 2.362.758 2.365.803 2.368.852 2.371.905 2.374.961 2.378.022 2.381.087 2.384.156 2.387.228 2.390.305 2.393.385 1,91 1,91 1,91 1,91 1,91 1,91 1,91 1,91 1,14 1,14 1,14 1,14 1,14 1,14 1,14 1,14 1,14 1,14 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 1,91 3,85 5,83 7,85 9,90 12,00 14,14 16,31 17,63 18,97 20,32 21,69 23,07 24,47 25,89 27,32 28,76 30,23 30,40 30,56 30,73 30,90 31,07 31,24 31,41 31,58 31,75 31,92 32,09 32,26 32,43 32,60 32,77 32,94 33,11 33,28 33,45 33,63 33,80 33,97 34,14 Fuentes: Primero, Segundo y Tercer Censo Nacional de Población, 1873, 1881 y 1891, respectivamente. Proyección hacia 1914, obtenida de las Memorias del Ministerio de Interior y Justicia de todos los años comprendidos por el período, y de las Memorias del Ministerio de Fomento. 127 128 0,5 0 1911 1910 1909 1908 1907 1906 1905 1904 1903 1902 1901 1900 1899 1898 1897 1896 1895 1894 1893 1892 1891 1890 1889 1888 1887 1886 1885 1884 1883 1882 1881 1880 1879 1878 1877 1876 1875 1874 1873 1914 1 1913 1,5 1914 2 1912 2,5 1913 GRÁFICO Nº III.2 POBLACIÓN DE VENEZUELA 1873-1914 Variación % interanual 1912 1911 1910 1909 1908 1907 1906 1905 1904 1903 1902 1901 1900 1899 1898 1897 1896 1895 1894 1893 1892 1891 1890 1889 1888 1887 1886 1885 1884 1883 1882 1881 1880 1879 1878 1877 1876 1875 1874 1873 GRÁFICO Nº III.1 POBLACIÓN DE VENEZUELA 1873-1914 3.000.000 2.500.000 2.000.000 1.500.000 1.000.000 500.000 0 Capítulo IV ESTUDIO SOBRE EL CONSUMO EN VENEZUELA 129 IV.a. Consideraciones sobre el consumo 132 Explicábamos en el Capítulo II: “Análisis metodológico del período 1874-1914”, que al asignarle a cada habitante del país un valor base, indispensable para garantizar su sustento diario, podemos obtener el consumo per cápita nacional; es decir, una cantidad de dinero bajo el supuesto de que, al menos, cada persona dentro de nuestras fronteras se vea precisada a consumir a fin de garantizar su existencia, aun considerando los altos niveles de economía de autoabastecimiento que, hasta muy adentrado el siglo XX, caracterizaba la bucólica vida de la cotidianidad venezolana. Es tan tentador como temerario especular sobre la sospecha que produce esta parte de la investigación: la posibilidad de que 80% de los bienes consumidos por el venezolano promedio se los satisfacía a sí mismo. Esto es, huerto familiar, su propio suministro de leña para cocinar, la autofabricación de calzados y vestidos, el transporte a pie o a lomo de mula, entre otras tantas formas de vivir que no requieren intercambiar servicios ofrecidos en el mercado. Sobre la base, repetimos, de esta especulación, nos queda apenas 20% de la economía, según resultaría de los registros oficiales. Y no deben estar muy distantes de la realidad dichas cifras especulativas. Puede decirse que en promedio, durante este período 1874-1914, los venezolanos importaban 40 bolívares anuales per cápita en bienes de consumo y bienes de capital. Si el más bajo de los sueldos mínimos en el mismo período ascendía a 700 bolívares anuales, ello indicaría que apenas 6% de este ingreso mínimo se destinaba al consumo importado. Y como es sabido, la mayor parte de los bienes de consumo final provenían desde el exterior, aunque este mismo estudio revela un importante avance en la importación de bienes de capital, durante la década de 1880, cuando se inician las obras ferrocarrileras y la instalación de las redes telecomunicacionales (telégrafos y teléfonos), así como, un tanto más tardíamente, los servicios de electricidad, automotores, etc., que presionan sin duda este grupo de bienes importados. Así pues, consideramos factible el hecho de que un habitante medio adquiriera 133 apenas ese 6% en bienes importados, y el restante 14% de producción nacional, fundamentalmente, en comestibles y bebidas. El resto del consumo lo satisfacía una rudimentaria economía casera. Esta realidad variaría con el cambio de la condición rural a la condición urbana, ya avanzado el siglo XX. Aun en este escenario, esta investigación optó por sujetar las variaciones del consumo por habitante a las posibilidades del ingreso mínimo, entendiendo por éste a los más bajos sueldos que ofrecía la administración pública, que debieron ser si no inferiores, al menos nunca mayores que las remuneraciones ofrecidas por el sector privado. Tomando como válido el riguroso estudio llevado a cabo por Agustín Codazzi, publicado a mediados de 1840, la estructura del consumo indispensable del venezolano medio no debió superar la barrera de 40% del sueldo mínimo. La estructura de este consumo se distribuye en tres grandes renglones: alimentos y bebidas, que absorbe casi 56%; textiles y calzados, con poco más de 12%; y el de los bienes diversos con el resto porcentual, casi 32%. Esta proporción la hemos podido contrastar en algunas “tomas” análogas, como las de algunas partidas de importación, las cuales ofrecen viabilidad al modelo. Como en términos de gran población, el país mantuvo casi inalterados sus modos de vida y por ende de consumo a lo largo de este período, se decide asumir esa estructura de consumo como estable a lo largo de la serie. En consecuencia, el valor del consumo per cápita variará conforme lo hace el sueldo mínimo promedio pagado por el Estado. Una vez hallado dicho consumo por habitante de cada año en particular, mediando de antemano el cálculo del sueldo mínimo promedio, tomado de las diferentes entidades del sector público, el consumo total sería igual a este consumo per cápita anual por el total de población en el año respectivo. Luego, para evitar la doble contabilidad en el cálculo del producto interno bruto (PIB), este consumo será dividido entre el consumo interno y el consumo importado, procedimiento ya explicado en las páginas introductorias de este trabajo y con más detalles en los capítulos siguientes. El resultado de estos cálculos se dibuja en los gráficos respectivos siguientes a este análisis. Éste indica que el período se inicia con un consumo per cápita diario de Bs. 2,10 y termina en algo menos, lo cual revela un retroceso, sobre todo si incorporamos al análisis los resultados de la serie de precios, que indican una considerable escalada inflacionaria en los últimos tres quinquenios. Este deterioro del consumo debió incidir sin duda en las condiciones de vida que afectaron, como ya se afirmó atrás, el pobre comportamiento demográfico durante este mismo lapso de tiempo. 134 En el ínterin de este período 1874-1914, nos encontramos con dos pendientes negativas en los montos del consumo per cápita diario. El primer vértice de este ángulo hacia abajo ocurre desde 1885, caída que dura una década, llegando al nivel más bajo de Bs. 1,75 diario. Esta línea se recupera lentamente a partir de 1896, hasta que en 1905 alcanza su punto más alto de Bs. 2,15, y comienza allí una segunda pendiente negativa que en 1910 impone un piso de Bs. 1,84, retornando entonces a su recuperación, pero sin alcanzar jamás los niveles de 1874. Es necesario hacer un estudio más detallado para explicar en forma más exhaustiva las consecuencias de tan dramática línea del consumo per cápita diario. Preveemos que la disparada de precios que ocurren en las dos últimas décadas debieron afectar considerablemente la vida cotidiana del venezolano medio, toda vez que, como lo indican los estudios de precios que anteceden a este lapso de estudio, el país no estaba acostumbrado a altas velocidades en el aumento de los precios. En todo caso, estas variables estadísticas ya estimadas ofrecen un campo fértil de investigación sobre estos aspectos poco explorados de nuestra historiografía económica. El comportamiento del consumo per cápita diario incide directamente sobre el consumo total, pero las pendientes negativas que se observaran en aquella variable fue contrarrestada por el aumento de la población, que aunque por debajo de las medidas demográficas tradicionales, no dejó de aumentar a diversos ritmos. En efecto, como puede verse en los cuadros respectivos, el consumo total osciló entre 1,3 millardos de bolívares en 1874, hasta 1,8 millardos en 1914, un saldo de 0,5 millardos para todo el período. No obstante representar apenas un promedio de 60 millones de bolívares, el consumo importado alcanzó un diferencial positivo de 27,3 millones a lo largo de toda la serie, lo que supera en ritmo al consumo total. Esto se obtiene de la diferencia que alcanzando en 1874 los 40,7 millones de bolívares asciende a 68 millones en 1914. Aun así, con muchos picos hacia arriba y hacia abajo, el consumo importado en Venezuela no llegó más allá de 4% del total del consumo, incluso, llegó a representar en 1901, menos de 1% del mismo. Así pues, es abrumador el peso del consumo interno, que nunca bajó de 96% del total del consumo, fluctuando de 1,4 a 1,7 millardos de bolívares entre 1974 y 1914. Todo lo cual revela una Venezuela bastante distante de la realidad actual, cuando la mayor parte de lo que consumimos los venezolanos entra por los puertos nacionales. 135 IV.b. Cuadros y gráficos 138 CUADRO Nº IV.1 CONSUMO PER CÁPITA EN VENEZUELA Proyección del consumo según modelo de A. Codazzi Tipo de consumo Valor en reales diarios Equivalencia en bolívares Proporción porcentual Consumo de alimentos 0,63 0,32 55,75 Consumo de textiles 0,14 0,07 12,39 Consumos de bienes diversos 0,36 0,18 31,86 Total consumo per cápita diario 1,13 0,57 100 Fuente: cálculos propios sobre la base del estudio realizado por Agustín Codazzi en 1844. GRÁFICO Nº IV.1 ESTRUCTURA PROMEDIO DEL CONSUMO. PERÍODO 1873-1914 Bienes diversos 32% Alimentos 56% Textiles 12% Fuente: cálculos propios sobre la base del estudio realizado por Agustín Codazzi en 1844. 139 CONSUMO PER GRÁFICO Nº IV.2. VENEZUELA 1875-1914 CÁPITA EN 2 ,5 0 Bs. por habitante 2 ,0 0 1 ,5 0 1 ,0 0 0 ,5 0 S e rie a n u a l CUADRO Nº IV.2 SUELDOS MÍNIMOS PROMEDIO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN LOS QUINQUENIOS COMPRENDIDOS ENTRE Bs./anuales 1875 Y 1935 Bs./diarios 1875 1920 5,26 1880 19210 5,26 1885 1920 5,26 1890 1600 4,38 1895 1600 4,38 1900 1680 4,60 1905 1960 5,37 1910 1680 4,60 1915 1960 5,37 1920 1960 5,37 1925 1960 5,37 1930 2000 5,48 1935 2000 5,48 Fuente: cálculos propios sobre la base de las leyes de presupuestos de los años respectivos. 140 1913 1911 1909 1907 1905 1903 1901 1899 1897 1895 1893 1891 1889 1887 1885 1883 1881 1879 1877 1875 0 ,0 0 CUADRO Nº IV.3 SUELDO MÍNIMO PROMEDIO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 1875-1914 Años Bs./anuales Bs./diarios 1875 1.920 5,26 1876 1.920 5,26 1877 1.920 5,26 1878 1.920 5,26 1879 1.920 5,26 1880 1.920 5,26 1881 1.920 5,26 1882 1.920 5,26 1883 1.920 5,26 1884 1.920 5,26 1885 1.920 5,26 1886 1.851 5,07 1887 1.785 4,89 1888 1.721 4,72 1889 1.659 4,55 1890 1.600 4,38 1891 1.600 4,38 1892 1.600 4,38 1893 1.600 4,38 1894 1.600 4,38 1895 1.600 4,38 1896 1.616 4,43 1897 1.632 4,47 1898 1.648 4,51 1899 1.664 4,56 1900 1.680 4,60 1901 1.733 4,75 1902 1.787 4,90 1903 1.843 5,05 1904 1.900 5,21 1905 1.960 5,37 1906 1.900 5,21 1907 1.843 5,05 1908 1.787 4,90 1909 1.733 4,75 1910 1.680 4,60 1911 1.733 4,75 1912 1.787 4,90 1913 1.843 5,05 1914 1.900 5,21 Fuente: cálculos propios sobre la base de información de las leyes de presupuesto de los años respectivos. 141 CUADRO Nº IV.4 CONSUMO PER CÁPITA 1875-1914 Años Bs./diarios Bs./anuales 1875 2,10 768 1876 2,10 768 1877 2,10 768 1878 2,10 768 1879 2,10 768 1880 2,10 768 1881 2,10 768 1882 2,10 768 1883 2,10 768 1884 2,10 768 1885 2,10 768 1886 2,03 740 1887 1,96 714 1888 1,89 688 1889 1,82 664 1890 1,75 640 1891 1,75 640 1892 1,75 640 1893 1,75 640 1894 1,75 640 1895 1,75 640 1896 1,77 646 1897 1,79 653 1898 1,81 659 1899 1,82 665 1900 1,84 672 1901 1,90 693 1902 1,96 715 1903 2,02 737 1904 2,08 760 1905 2,15 784 1906 2,08 760 1907 2,02 737 1908 1,96 715 1909 1,90 693 1910 1,84 672 1911 1,90 693 1912 1,96 715 1913 2,02 737 1914 2,08 760 Fuente: cálculos propios sobre la base de información de las leyes de presupuesto de los años respectivos. Nota: se ha tomado como consumo per cápita 40% del sueldo mínimo promedio de la administración pública. 142 CUADRO Nº IV.5 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES en proporciones porcentuales 1875-1914 Año Bienes de capital y materia prima Bienes de consumo 1875 23,04 76,96 1876 55,29 44,71 1877 51,41 48,59 1878 57,21 42,79 1879 56,77 43,23 1880 56,33 43,67 1881 55,88 44,12 1882 55,42 44,58 1883 54,96 45,04 1884 54,50 45,50 1885 54,03 45,97 1886 53,56 46,44 1887 53,08 46,92 1888 52,60 47,40 1889 52,11 47,89 1890 51,62 48,38 1891 51,12 48,88 1892 50,62 49,38 1893 50,11 49,89 1894 49,60 50,40 1895 49,08 50,92 1896 48,56 51,44 1897 48,03 51,97 1898 46,81 53,19 1899 45,56 54,44 1900 44,28 55,72 1901 42,97 57,03 1902 41,63 58,37 1903 40,26 59,74 1904 38,86 61,14 1905 37,42 62,58 1906 35,95 64,05 1907 34,44 65,56 1908 32,90 67,10 1909 31,33 68,67 1910 29,71 70,29 1911 28,06 71,94 1912 26,37 73,63 1913 24,64 75,36 1914 22,87 77,13 Fuente: cálculos propios sobre la base de los expedientes de importación publicados por el Ministerio de Hacienda en sus Memorias anuales. 143 CUADRO Nº IV.6 CONSUMO TOTAL 1875-1914 Años Población Consumo per cápita en Bs./año Consumo total en Bs. 1875 1.818.216 768 1.396.389.927 1876 1.852.887 768 1.423.017.105 1877 1.888.219 768 1.450.152.024 1878 1.924.224 768 1.477.804.369 1879 1.960.917 768 1.505.984.004 1880 1.998.309 768 1.534.700.985 1881 2.036.413 768 1.563.965.558 1882 2.075.245 768 1.593.788.160 1883 2.098.830 768 1.611.901.247 1884 2.122.683 768 1.630.220.185 1885 2.146.806 768 1.648.747.315 1886 2.171.204 740 1.607.774.745 1887 2.195.880 714 1.567.822.560 1888 2.220.835 688 1.528.863.162 1889 2.246.075 664 1.490.871.880 1890 2.271.601 640 1.453.824.658 1891 2.297.417 640 1.470.347.087 1892 2.323.527 640 1.487.057.280 1893 2.326.521 640 1.488.973.747 1894 2.329.520 640 1.490.892.685 1895 2.332.522 640 1.492.814.095 1896 2.335.528 646 1.509.393.887 1897 2.338.538 653 1.526.157.822 1898 2.341.552 659 1.543.107.943 1899 2.344.570 665 1.560.246.319 1900 2.347.591 672 1.577.581.272 1901 2.350.617 693 1.629.072.130 1902 2.353.646 715 1.682.243.605 1903 2.356.679 737 1.737.150.549 1904 2.359.717 760 1.793.849.608 1905 2.362.758 784 1.852.402.026 1906 2.365.803 760 1.798.476.289 1907 2.368.852 737 1.746.122.991 1908 2.371.905 715 1.695.293.688 1909 2.374.961 693 1.645.944.016 1910 2.378.022 672 1.598.030.903 1911 2.381.087 693 1.650.189.220 1912 2.384.156 715 1.704.049.938 1913 2.387.228 737 1.759.668.622 1914 2.390.305 760 1.817.102.650 Fuente: cálculos propios sobre la base de información de las leyes de presupuesto de los años respectivos. Nota: se ha tomado como consumo per cápita 40% del sueldo mínimo promedio de la administración pública. 144 CONSUMO GRÁFICO Nº IV.3 VENEZUELA 1875-1914 TOTAL EN 2.000.000.000 2.000.000.000 1.800.000.000 1.800.000.000 1.600.000.000 1.600.000.000 1.400.000.000 1.400.000.000 1.000.000.000 1.000.000.000 800.000.000 800.000.000 600.000.000 600.000.000 400.000.000 400.000.000 1914 1913 1912 1911 1910 1909 1908 1907 1906 1905 1904 1903 1902 1901 1900 1899 1898 1897 1896 1895 1894 1893 1892 1891 1890 1889 1888 1887 1886 1885 1884 1883 1882 1881 1880 1879 1878 1877 00 1876 200.000.000 200.000.000 1875 Bol vares 1.200.000.000 1.200.000.000 Años 145 CUADRO Nº IV.7 CONSUMO IMPORTADO 1875-1914 Años Importaciones totales en Bs. 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 52.931.536 75.216.867 72.590.049 65.017.756 42.050.023 48.500.822 44.853.282 58.219.129 86.265.656 69.681.193 58.710.238 62.453.378 73.191.880 78.963.289 81.372.257 83.614.412 66.674.481 71.094.899 52.783.451 72.744.578 62.114.338 60.688.077 68.712.181 43.906.442 71.902.344 53.966.355 55.900.306 63.877.000 28.108.804 59.459.233 48.434.144 44.952.868 51.679.088 54.420.668 49.180.485 56.640.972 80.178.933 105.677.096 101.955.735 88.110.377 Bienes de consumo importados (%) Consumo importado en Bs. 76,96 44,71 48,59 42,79 43,23 43,67 44,12 44,58 45,04 45,50 45,97 46,44 46,92 47,40 47,89 48,38 48,88 49,38 49,89 50,40 50,92 51,44 51,97 53,19 54,44 55,72 57,03 58,37 59,74 61,14 62,58 64,05 65,56 67,10 68,67 70,29 71,94 73,63 75,36 77,13 40.736.110 33.629.461 35.271.505 27.821.098 18.178.213 21.182.475 19.790.851 25.952.465 38.850.220 31.703.980 26.987.006 29.002.768 34.339.113 37.427.779 38.966.181 40.451.560 32.587.904 35.105.720 26.331.759 36.662.779 31.627.092 31.218.601 35.709.720 23.354.333 39.144.322 30.070.131 31.879.604 37.284.623 16.792.452 36.356.123 30.310.730 28.793.116 33.879.159 36.514.735 33.774.085 39.811.450 57.679.844 77.809.241 76.833.121 67.959.533 Fuente: las importaciones totales se obtienen de las Memorias del Ministerio de Hacienda. Los % de bienes de consumo importados resultan de cálculos propios sobre una muestra de listas de importación por artículos, publicadas por los ministerios de Hacienda y Fomento en diversos documentos oficiales (ver fuentes). Cálculo: el consumo importado se obtiene extrayendo de las importaciones totales la proporción porcentual que abarca los bienes destinados para el consumo final. 146 CUADRO Nº IV.8 CONSUMO INTERNO 1875-1914 Años Consumo total en Bs. Consumo importado en Bs. % Consumo importado sobre el consumo total Consumo interno en Bs. 1875 1.396.389.927 40.736.110 2,92 1.355.653.818 1876 1.423.017.105 33.629.461 2,36 1.389.387.643 1877 1.450.152.024 35.271.505 2,43 1.414.880.520 1878 1.477.804.369 27.821.098 1,88 1.449.983.271 1879 1.505.984.004 18.178.213 1,21 1.487.805.791 1880 1.534.700.985 21.182.475 1,38 1.513.518.510 1881 1.563.965.558 19.790.851 1,27 1.544.174.707 1882 1.593.788.160 25.952.465 1,63 1.567.835.695 1883 1.611.901.247 38.850.220 2,41 1.573.051.027 1884 1.630.220.185 31.703.980 1,94 1.598.516.205 1885 1.648.747.315 26.987.006 1,64 1.621.760.309 1886 1.607.774.745 29.002.768 1,80 1.578.771.977 1887 1.567.822.560 34.339.113 2,19 1.533.483.447 1888 1.528.863.162 37.427.779 2,45 1.491.435.383 1889 1.490.871.880 38.966.181 2,61 1.451.905.699 1890 1.453.824.658 40.451.560 2,78 1.413.373.098 1891 1.470.347.087 32.587.904 2,22 1.437.759.183 1892 1.487.057.280 35.105.720 2,36 1.451.951.560 1893 1.488.973.747 26.331.759 1,77 1.462.641.988 1894 1.490.892.685 36.662.779 2,46 1.454.229.906 1895 1.492.814.095 31.627.092 2,12 1.461.187.003 1896 1.509.393.887 31.218.601 2,07 1.478.175.287 1897 1.526.157.822 35.709.720 2,34 1.490.448.101 1898 1.543.107.943 23.354.333 1,51 1.519.753.610 1899 1.560.246.319 39.144.322 2,51 1.521.101.997 1900 1.577.581.272 30.070.131 1,91 1.547.511.141 1901 1.629.072.130 31.879.604 1,96 1.597.192.526 1902 1.682.243.605 37.284.623 2,22 1.644.958.982 1903 1.737.150.549 16.792.452 0,97 1.720.358.097 1904 1.793.849.608 36.356.123 2,03 1.757.493.485 1905 1.852.402.026 30.310.730 1,64 1.822.091.297 1906 1.798.476.289 28.793.116 1,60 1.769.683.172 1907 1.746.122.991 33.879.159 1,94 1.712.243.832 1908 1.695.293.688 36.514.735 2,15 1.658.778.953 1909 1.645.944.016 33.774.085 2,05 1.612.169.931 1910 1.598.030.903 39.811.450 2,49 1.558.219.454 1911 1.650.189.220 57.679.844 3,50 1.592.509.376 1912 1.704.049.938 77.809.241 4,57 1.626.240.697 1913 1.759.668.622 76.833.121 4,37 1.682.835.501 1914 1.817.102.650 67.959.533 3,74 1.749.143.117 Fuente: las importaciones totales se obtienen de las Memorias del Ministerio de Hacienda. Cálculo: el consumo importado se obtiene extrayendo de las importaciones totales la proporción porcentual que abarca los bienes destinados para el consumo final de la administración pública. El consumo interno resulta de la diferencia entre el consumo total y el consumo importado. 147 Capítulo V LA INVERSIÓN V.a. Análisis sobre la inversión 152 Trataremos principalmente de la inversión a la adquisición de los bienes de capital y materia prima destinados a engrosar los activos del balance económico en forma general, a fin de sostener y ampliar la actividad económica. La primera ruta que nos conduce al cálculo de la inversión es la estimación del producto interno sin inversión, resultado de la suma del consumo interno ya estimado y del total de las exportaciones. Así tenemos que las exportaciones venezolanas crecieron de 86,5 millones de bolívares en 1874 a 136,4 millones en 1914. En consecuencia, sumando las cifras anuales de exportación, el período osciló entre 1,4 y 1,8 millardos de bolívares; es decir, un millardo menos que el obtenido por el consumo total en el mismo lapso. Ello se debió a una caída abrupta en el ritmo de las exportaciones durante la primera década del siglo XX, el cual transcurrió con montos de exportación por debajo de los niveles de 1874. A este producto sin inversión se le aplica un “coeficiente para el desarrollo”, es decir, un porcentaje mínimo indispensable que requiere cualquier actividad económica para fines de su desenvolvimiento, el cual es estable en el período del análisis. Estimamos este coeficiente en 6% para todos los años. De la aplicación de este coeficiente al producto sin inversión se obtiene la inversión interna, la cual representa la capacidad de ahorro más moderada posible con que cuenta el país a efectos de su reinversión. De este modo fluctúa con similar ritmo al de las exportaciones, estimada en 86,5 millones de bolívares para 1874, para cerrar en 113,1 millones de bolívares en 1914. Paralelamente, también se estima la inversión importada, que resulta de la aplicación de nuestro modelo de clasificación de importaciones, arrojando cifras de menor magnitud: 12,2 millones de bolívares a partir de 1874 hasta llegar a 20,2 millones de bolívares en 1914. Sin embargo, es de hacer notar que a lo interno de la serie la inversión importada 153 llegó más que a duplicar este último monto. Es el caso de 1883 con 47,4 millones de bolívares, y de 1890 cuando desciende levemente a 43,2 millones de bolívares. Finalmente, la suma de la inversión interna más la inversión importada nos lleva a obtener la inversión total, siendo éste el segundo componente del PIB que requerimos para su cálculo. La agregación de estas dos variables ajustan el comportamiento irregular de ambas por separado. De 98,7 millones de bolívares de 1874 la serie cierra en 133,3 millones en 1914, a pesar de que en su intermedio había alcanzado montos de 147,7 millones de bolívares. 154 V.b. Cuadros y gráficos 155 156 CUADRO Nº V.1 PRODUCTO INTERNO SIN INVERSIÓN 1875-1914 Años Valor del producto para consumo interno en bolívares 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1.355.653.818 1.389.387.643 1.414.880.520 1.449.983.271 1.487.805.791 1.513.518.510 1.544.174.707 1.567.835.695 1.573.051.027 1.598.516.205 1.621.760.309 1.578.771.977 1.533.483.447 1.491.435.383 1.451.905.699 1.413.373.098 1.437.759.183 1.451.951.560 1.462.641.988 1.454.229.906 1.461.187.003 1.478.175.287 1.490.448.101 1.519.753.610 1.521.101.997 1.547.511.141 1.597.192.526 1.644.958.982 1.720.358.097 1.757.493.485 1.822.091.297 1.769.683.172 1.712.243.832 1.658.778.953 1.612.169.931 1.558.219.454 1.592.509.376 1.626.240.697 1.682.835.501 1.749.143.117 Valor del producto para las exportaciones en bolívares 86.520.255 80.563.133 70.605.732 75.474.889 57.746.499 51.677.192 69.053.429 70.226.539 98.601.133 73.589.605 76.553.068 82.304.289 90.640.499 90.210.129 97.271.306 100.917.388 119.817.338 105.076.615 88.792.106 107.655.694 99.480.398 111.455.143 93.244.229 74.498.003 93.244.815 77.729.694 79.702.277 75.965.178 39.651.572 80.694.142 72.516.051 80.892.120 81.019.864 78.145.218 33.964.831 11.750.000 96.920.229 133.323.961 149.101.191 136.392.868 Producto interno sin inversión en bolívares 1.442.174.072 1.469.950.776 1.485.486.251 1.525.458.160 1.545.552.290 1.565.195.703 1.613.228.136 1.638.062.234 1.671.652.160 1.672.105.810 1.698.313.377 1.661.076.266 1.624.123.946 1.581.645.512 1.549.177.005 1.514.290.486 1.557.576.521 1.557.028.175 1.551.434.094 1.561.885.600 1.560.667.401 1.589.630.430 1.583.692.330 1.594.251.614 1.614.346.812 1.625.240.835 1.676.894.803 1.720.924.159 1.760.009.669 1.838.187.627 1.894.607.348 1.850.575.292 1.793.263.697 1.736.924.171 1.646.134.762 1.569.969.454 1.689.429.605 1.759.564.658 1.831.936.692 1.885.535.985 Fuente: las exportaciones totales se obtienen de las Memorias del Ministerio de Hacienda. Cálculo: el producto interno sin inversión resulta de adicionar al consumo interno el total de las exportaciones totales. 157 CUADRO Nº V.2 INVERSIÓN INTERNA 1875-1914 Años Producto interno sin inversión en Bs. Inversión interna en Bs. 1875 1.442.174.072 86.530.444 1876 1.469.950.776 88.197.047 1877 1.485.486.251 89.129.175 1878 1.525.458.160 91.527.490 1879 1.545.552.290 92.733.137 1880 1.565.195.703 93.911.742 1881 1.613.228.136 96.793.688 1882 1.638.062.234 98.283.734 1883 1.671.652.160 100.299.130 1884 1.672.105.810 100.326.349 1885 1.698.313.377 101.898.803 1886 1.661.076.266 99.664.576 1887 1.624.123.946 97.447.437 1888 1.581.645.512 94.898.731 1889 1.549.177.005 92.950.620 1890 1.514.290.486 90.857.429 1891 1.557.576.521 93.454.591 1892 1.557.028.175 93.421.691 1893 1.551.434.094 93.086.046 1894 1.561.885.600 93.713.136 1895 1.560.667.401 93.640.044 1896 1.589.630.430 95.377.826 1897 1.583.692.330 95.021.540 1898 1.594.251.614 95.655.097 1899 1.614.346.812 96.860.809 1900 1.625.240.835 97.514.450 1901 1.676.894.803 100.613.688 1902 1.720.924.159 103.255.450 1903 1.760.009.669 105.600.580 1904 1.838.187.627 110.291.258 1905 1.894.607.348 113.676.441 1906 1.850.575.292 111.034.518 1907 1.793.263.697 107.595.822 1908 1.736.924.171 104.215.450 1909 1.646.134.762 98.768.086 1910 1.569.969.454 94.198.167 1911 1.689.429.605 101.365.776 1912 1.759.564.658 105.573.879 1913 1.831.936.692 109.916.202 1914 1.885.535.985 113.132.159 Fuente: cáculos propios. La inversión interna resulta de aplicar al producto Interno sin inversión un factor de rentabilidad mínima que esta investigación ha convenido en establecer en 6%. 158 CUADRO Nº V.3 INVERSIÓN IMPORTADA 1875-1914 Años 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 Importaciones totales en Bs. 52.931.536 75.216.867 72.590.049 65.017.756 42.050.023 48.500.822 44.853.282 58.219.129 86.265.656 69.681.193 58.710.238 62.453.378 73.191.880 78.963.289 81.372.257 83.614.412 66.674.481 71.094.899 52.783.451 72.744.578 62.114.338 60.688.077 68.712.181 43.906.442 71.902.344 53.966.355 55.900.306 63.877.000 28.108.804 59.459.233 48.434.144 44.952.868 51.679.088 54.420.668 49.180.485 56.640.972 80.178.933 105.677.096 101.955.735 88.110.377 Bienes de capital importados (%) Inversión importada en Bs. 23,04 55,29 51,41 57,21 56,77 56,33 55,88 55,42 54,96 54,50 54,03 53,56 53,08 52,60 52,11 51,62 51,12 50,62 50,11 49,60 49,08 48,56 48,03 46,81 45,56 44,28 42,97 41,63 40,26 38,86 37,42 35,95 34,44 32,90 31,33 29,71 28,06 26,37 24,64 22,87 12.195.426 41.587.406 37.318.544 37.196.658 23.871.811 27.318.347 25.062.431 32.266.664 47.415.436 37.977.213 31.723.232 33.450.610 38.852.767 41.535.510 42.406.076 43.162.852 34.086.577 35.989.179 26.451.692 36.081.799 30.487.246 29.469.476 33.002.460 20.552.109 32.758.022 23.896.224 24.020.701 26.592.377 11.316.352 23.103.110 18.123.414 16.159.751 17.799.929 17.905.933 15.406.399 16.829.522 22.499.089 27.867.855 25.122.614 20.150.843 Fuente: las importaciones totales se obtienen de las Memorias del Ministerio de Hacienda. Los % de bienes de consumo importados resultan de cálculos propios sobre una muestra de listas de importación por artículos publicados por los ministerios de Hacienda y Fomento en diversos documentos oficiales (ver fuentes). Cálculo: el consumo importado se obtiene extrayendo de las importaciones totales la proporción porcentual que abarca los bienes destinados para el consumo final. 159 CUADRO Nº V.4 INVERSIÓN TOTAL 1875-1914 Años Inversión interna en Bs. Inversión importada en Bs. Inversión total en Bs. 1875 86.530.444 12.195.426 98.725.870 1876 88.197.047 41.587.406 129.784.452 1877 89.129.175 37.318.544 126.447.719 1878 91.527.490 37.196.658 128.724.148 1879 92.733.137 23.871.811 116.604.948 1880 93.911.742 27.318.347 121.230.090 1881 96.793.688 25.062.431 121.856.119 1882 98.283.734 32.266.664 130.550.399 1883 100.299.130 47.415.436 147.714.565 1884 100.326.349 37.977.213 138.303.561 1885 101.898.803 31.723.232 133.622.035 1886 99.664.576 33.450.610 133.115.186 1887 97.447.437 38.852.767 136.300.204 1888 94.898.731 41.535.510 136.434.241 1889 92.950.620 42.406.076 135.356.696 1890 90.857.429 43.162.852 134.020.281 1891 93.454.591 34.086.577 127.541.168 1892 93.421.691 35.989.179 129.410.870 1893 93.086.046 26.451.692 119.537.737 1894 93.713.136 36.081.799 129.794.935 1895 93.640.044 30.487.246 124.127.290 1896 95.377.826 29.469.476 124.847.302 1897 95.021.540 33.002.460 128.024.000 1898 95.655.097 20.552.109 116.207.206 1899 96.860.809 32.758.022 129.618.830 1900 97.514.450 23.896.224 121.410.674 1901 100.613.688 24.020.701 124.634.389 1902 103.255.450 26.592.377 129.847.826 1903 105.600.580 11.316.352 116.916.932 1904 110.291.258 23.103.110 133.394.368 1905 113.676.441 18.123.414 131.799.855 1906 111.034.518 16.159.751 127.194.269 1907 107.595.822 17.799.929 125.395.751 1908 104.215.450 17.905.933 122.121.383 1909 98.768.086 15.406.399 114.174.485 1910 94.198.167 16.829.522 111.027.689 1911 101.365.776 22.499.089 123.864.866 1912 105.573.879 27.867.855 133.441.734 1913 109.916.202 25.122.614 135.038.815 1914 113.132.159 20.150.843 133.283.002 Fuente: la inversión interna e importada se han obtenido por cálculos propios según fuentes especificadas en los cuadros respectivos. Cálculo: la inversión total resulta de agregar la inversión interna con la inversión importada. 160 Capítulo VI CÁLCULO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO 161 VI.a. Breve análisis estadístico del PIB 164 El producto interno bruto es consecuencia de la suma del consumo total y la inversión total. Los montos del PIB venezolano para el período se inician con 1,5 millardos en el primer año, para arribar a casi dos millardos de bolívares en 1914. Todo lo cual expresa el tamaño global de nuestra economía. Con el comportamiento de estas cifras anuales construimos su evolución a través de la variación porcentual, tomando como año base a 1874. Tomando en cuenta estas variaciones porcentuales fijas respecto al año inicial de la serie, pueden observarse tres tipos de comportamiento del PIB %, tal como se aprecia en el Gráfico VI.2 (véase p. 169). A saber: Primero: un PIB % positivo pero de pendiente negativa entre 1874 y 1885, que pasó de 3,86% en 1874 a 2,05% en 1885. En este lapso hubo un descenso en la tasa de crecimiento económico. Segundo: dos lapsos de crecimiento positivo: el primero entre 1891 y 1904, con muchos picos irregulares hacia abajo pero que permiten ofrecer un crecimiento de alrededor de 2% interanual; el segundo crecimiento positivo se observa al final de la serie, entre 1911 y 1914, en el que el PIB obtiene su punto más alto de 5,90% en 1913, pero retornando hacia una drástica caída el siguiente año. Tercero: dos caídas negativas del PIB %: una en el lapso 1886-1890, cuando se tocó fondo de -2,36%; y la otra entre 1905 y 1910, cuando el PIB alcanza su más bajo nivel de crecimiento con -3,15% en 1909. 165 VI.b. Cuadros y gráficos 168 CUADRO Nº VI.1 PRODUCTO INTERNO BRUTO 1875-1914 en Bs. Años Consumo total Inversión total PIB 1875 1.396.389.927 98.725.870 1.495.115.798 1876 1.423.017.105 129.784.452 1.552.801.557 1877 1.450.152.024 126.447.719 1.576.599.744 1878 1.477.804.369 128.724.148 1.606.528.517 1879 1.505.984.004 116.604.948 1.622.588.952 1880 1.534.700.985 121.230.090 1.655.931.075 1881 1.563.965.558 121.856.119 1.685.821.677 1882 1.593.788.160 130.550.399 1.724.338.559 1883 1.611.901.247 147.714.565 1.759.615.812 1884 1.630.220.185 138.303.561 1.768.523.747 1885 1.648.747.315 133.622.035 1.782.369.350 1886 1.607.774.745 133.115.186 1.740.889.931 1887 1.567.822.560 136.300.204 1.704.122.764 1888 1.528.863.162 136.434.241 1.665.297.403 1889 1.490.871.880 135.356.696 1.626.228.576 1890 1.453.824.658 134.020.281 1.587.844.938 1891 1.470.347.087 127.541.168 1.597.888.255 1892 1.487.057.280 129.410.870 1.616.468.150 1893 1.488.973.747 119.537.737 1.608.511.485 1894 1.490.892.685 129.794.935 1.620.687.620 1895 1.492.814.095 124.127.290 1.616.941.385 1896 1.509.393.887 124.847.302 1.634.241.189 1897 1.526.157.822 128.024.000 1.654.181.822 1898 1.543.107.943 116.207.206 1.659.315.149 1899 1.560.246.319 129.618.830 1.689.865.149 1900 1.577.581.272 121.410.674 1.698.991.946 1901 1.629.072.130 124.634.389 1.753.706.520 1902 1.682.243.605 129.847.826 1.812.091.431 1903 1.737.150.549 116.916.932 1.854.067.481 1904 1.793.849.608 133.394.368 1.927.243.976 1905 1.852.402.026 131.799.855 1.984.201.881 1906 1.798.476.289 127.194.269 1.925.670.557 1907 1.746.122.991 125.395.751 1.871.518.742 1908 1.695.293.688 122.121.383 1.817.415.071 1909 1.645.944.016 114.174.485 1.760.118.501 1910 1.598.030.903 111.027.689 1.709.058.593 1911 1.650.189.220 123.864.866 1.774.054.085 1912 1.704.049.938 133.441.734 1.837.491.672 1913 1.759.668.622 135.038.815 1.894.707.437 1914 1.817.102.650 133.283.002 1.950.385.652 Fuente: el consumo total y la inversión total se han obtenido por cálculos propios según fuentes especificadas en los cuadros respectivos. Cálculo: el producto interno bruto resulta de agregar el consumo total y la inversión total. 169 CUADRO Nº VI.2 VARIACIÓN PORCENTUAL DEL PIB 1875-1914 en Bs. y % Años PIB Variación interanual Variación 0 = 1875 1875 1.495.115.798 0 0 1876 1.552.801.557 3,86 3,86 1877 1.576.599.744 1,53 5,45 1878 1.606.528.517 1,90 7,45 1879 1.622.588.952 1,00 8,53 1880 1.655.931.075 2,05 10,76 1881 1.685.821.677 1,81 12,76 1882 1.724.338.559 2,28 15,33 1883 1.759.615.812 2,05 17,69 1884 1.768.523.747 0,51 18,29 1885 1.782.369.350 0,78 19,21 1886 1.740.889.931 -2,33 16,44 1887 1.704.122.764 -2,11 13,98 1888 1.665.297.403 -2,28 11,38 1889 1.626.228.576 -2,35 8,77 1890 1.587.844.938 -2,36 6,20 1891 1.597.888.255 0,63 6,87 1892 1.616.468.150 1,16 8,12 1893 1.608.511.485 -0,49 7,58 1894 1.620.687.620 0,76 8,40 1895 1.616.941.385 -0,23 8,15 1896 1.634.241.189 1,07 9,31 1897 1.654.181.822 1,22 10,64 1898 1.659.315.149 0,31 10,98 1899 1.689.865.149 1,84 13,03 1900 1.698.991.946 0,54 13,64 1901 1.753.706.520 3,22 17,30 1902 1.812.091.431 3,33 21,20 1903 1.854.067.481 2,32 24,01 1904 1.927.243.976 3,95 28,90 1905 1.984.201.881 2,96 32,71 1906 1.925.670.557 -2,95 28,80 1907 1.871.518.742 -2,81 25,18 1908 1.817.415.071 -2,89 21,56 1909 1.760.118.501 -3,15 17,72 1910 1.709.058.593 -2,90 14,31 1911 1.774.054.085 3,80 18,66 1912 1.837.491.672 3,58 22,90 1913 1.894.707.437 3,11 26,73 1914 1.950.385.652 2,94 30,45 Fuente: el consumo total y la inversión total se han obtenido por cálculos propios según fuentes especificadas en los cuadros respectivos, de donde resulta el PIB. 170 GRÁFICO Nº VI.1 EVOLUCIÓN DE LOS COMPONENTES DEL PIB Año base = 1875 2.0 00.000.000 1.8 00.000.000 1.6 00.000.000 Bol vares 1.4 00.000.000 1.2 00.000.000 1.0 00.000.000 800.000.000 600.000.000 400.000.000 200.000.000 1913 1911 1909 1907 1905 1903 1901 1899 1897 1895 1893 1891 1889 1887 1885 1883 1881 1879 1877 1875 0 Años Cons um o tota l Invers i n total GRÁFICO Nº VI.2 VARIACIÓN PORCENTUAL DEL PIB Año base = 1875 7 6 5 4 2 1 1913 1911 1909 1907 1905 1903 1901 1899 1897 1895 1893 1891 1889 1887 1885 1883 1881 1879 1877 0 1875 Variaci n % 3 -1 -2 -3 -4 A æo s 171 Capítulo VII LA DIMENSIÓN DEL ESTADO: RELACIÓN DE INGRESOS Y EGRESOS FISCALES RESPECTO AL PIB VII.a. Análisis sobre el tamaño del Estado respecto a la economía nacional 176 Con base en los ingresos y egresos fiscales declarados en las “memoria y cuenta” del Ministerio de Hacienda, se puede inferir el “tamaño del Estado” con respecto al PIB, tanto en lo que tiene que ver con los ingresos fiscales, como en sus egresos. Así, por tamaño del Estado entenderemos la proporción porcentual resultante entre el valor del PIB y el valor total de los ingresos y egresos del Estado, que a la postre es el resultado de sus recaudaciones tributarias sobre esa misma economía. A partir de 1874, se observan una serie de déficit recurrentes: 14 de los 40 años de la serie arrojan saldos negativos en la relación ingresosegresos fiscales. En términos absolutos, el ingreso de 1874 registró 11,8 millones de bolívares para cerrar el ciclo con 60,5 millones. Los egresos, por su parte, inician el lapso en 5,2 millones de bolívares para cerrar en 44,8 en 1914. Hasta 1874, la tradición del balance fiscal arrojaba un contundente saldo positivo a favor de los ingresos. De acuerdo con la tradición secular que parte desde el año cero del siglo XIX venezolano, el balance fiscal fue abrumadoramente positivo. Es decir, hasta 1873 el valor de las recaudaciones fiscales superó ampliamente sus saldos anuales al monto de los gastos ordinarios. Sin embargo, esta afirmación debe tomarse en términos estrictamente nominales, ya que capítulo aparte deben ocupar los gastos por concepto de deuda, cuya constante presión obligaba a legislar para impedir que más de un tercio del ingreso se destinara a honrar la deuda pública, la cual superaba ampliamente los montos de ingreso. Desde este contexto, no cabe duda que nuestro desempeño fiscal se encontró severamente acosado por un permanente déficit generado por la deuda. Aún así, antes de 1874 los escasos años nominalmente negativos de nuestro balance fiscal jamás se prolongaron en el tiempo. Entonces, dichos déficit fueron lapsos breves y estrictamente coyunturales, quizás más a causa de un relajamiento en la disciplina de la recaudación que de una caída real de la economía. Estos resultados deben analizarse en ra177 zón de tomar en cuenta o no la carga de la deuda pública que venía arrastrando nuestro país desde sus comienzos como Estado independiente. Tal como aparece en nuestro libro sobre la evolución de la deuda desde los orígenes de la Colombia bolivariana hasta 1874, con la sola excepción del período 1830-1848, la deuda siempre trazó una trayectoria de sostenido crecimiento, por tales razones, los balances fiscales con base en los ingresos y egresos sin tomar en cuenta la carga o servicio de la deuda no son realistas.46 Por el contrario, para el período 1874-1814 ocurre la mayor cantidad de saldos rojos en nuestro saldo fiscal, pues de los 40 años comprendidos en este lapso, 17 años resultaron deficitarios. Pero además, se observan también por primera vez prolongados lapsos negativos del movimiento fiscal. Afortunadamente en bloques, como el caso de los trienios 18831886 y 1905-1908. El mayor monto superavitario lo ostenta el año 1911 con 18,7 millones, contra el mayor déficit de 1895 con -14,5 millones de bolívares. Los menores montos de superavit ocurren en 1896 con 0,8 millones, contra el menor déficit de 1893 con 0,5 millones de bolívares. En términos seculares, el balance fiscal denota una pendiente positiva, sólo interrumpida con una recta negativa entre los años 1895 y 1903, a partir de los cuales se retoma una escalada de ascenso, pese a un retroceso en el último año de la serie, tal como se aprecia en el Gráfico VII.1 (véase p. 181). Se observan, sin embargo, muchos picos irregulares y un spread muy estrecho entre los ingresos y los egresos, lo que constituye otra característica diferenciadora de este período con respecto a los anteriormente aludidos. Por otra parte, la proporción de los ingresos fiscales respecto al monto del PIB, que esta investigación denomina “tamaño del Estado”, no superó jamás la barrera de 5% proporcional. Su promedio a lo largo de la serie remontó 2,35%. Todo lo cual habla de un Estado considerablemente pequeño en relación con el tamaño de la economía nacional. Asimismo, aprovechando contar con el índice general de precios de toda la cronología, se confeccionó un cuadro y gráfico comparativo conteniendo las respectivas variaciones porcentuales del PIB, de los ingresos fiscales y del índice general de precios. De esta última comparación se desprende el siguiente contraste: hasta 1887, las variaciones porcentuales del PIB, del ingreso fiscal y del índice de precios marcharon relativamente parejos. A partir de enton46 178 Cf. Tomás E. Carrillo Batalla: El pensamiento económico de Francisco Pimentel y Roth. Caracas: Academia Nacional de Ciencias Económicas, 1990. ces, el PIB marchará, por lo general, por debajo del ritmo de crecimiento respecto de los ingresos fiscales, sin distanciarse mucho el uno del otro. Mientras que a una caída de los precios que no llegó al -20 %, ocurrida entre los años 1887 y 1902, y a la que siguió una escalada inflacionaria sin precedentes que termina la serie en 120% respecto de 1874. Este comportamiento observado a principios del siglo XX, debió impactar considerablemente en la marcha de la economía venezolana. 179 VII.b. Cuadros y gráficos 182 CUADRO Nº VII.1 ESTRUCTURA FISCAL 1875-1914 en Bs. Año fiscal Ingresos Egresos Balance 4.216.328 1873 1874 7.766.817 3.550.489 1874 1875 11.795.356 5.155.710 6.639.646 1875 1876 12.950.999 4.448.593 8.502.406 1876 1877 26.256.830 24.408.623 1.848.207 1877 1878 23.833.708 21.477.748 2.355.960 1878 1879 33.457.477 22.489.923 10.967.555 1879 1880 28.912.870 23.502.097 5.410.773 1880 1881 29.766.688 22.566.407 7.200.281 1881 1882 28.974.604 30.003.086 -1.028.482 1882 1883 28.987.522 25.021.124 3.966.398 1883 1884 34.255.390 36.000.122 -1.744.732 1884 1885 32.939.516 34.505.345 -1.565.829 1885 1886 27.341.186 30.985.007 -3.643.821 1886 1887 33.686.246 28.644.576 5.041.670 1887 1888 40.724.531 42.254.951 -1.530.420 1888 1889 40.395.391 37.423.390 2.972.001 1889 1890 45.031.225 45.630.867 -599.642 1890 1891 35.976.000 49.122.477 -13.146.477 1891 1892 43.937.434 44.732.466 -795.032 1892 1893 36.724.973 33.374.980 3.349.993 1893 1894 51.421.876 51.919.795 -497.919 1894 1895 48.656.797 43.891.526 4.765.271 1895 1896 51.459.947 65.959.787 -14.499.840 1896 1897 48.313.540 47.475.902 837.638 1897 1898 33.429.826 45.542.525 -12.112.699 1898 1899 40.563.760 35.651.502 4.912.258 1899 1900 27.269.194 24.203.139 3.066.055 1900 1901 44.945.262 37.984.405 6.960.857 1901 1902 31.650.766 32.421.784 -771.018 1902 1903 25.738.595 23.536.673 2.201.922 1903 1904 56.523.977 38.369.429 18.154.548 1904 1905 46.877.853 51.356.229 -4.478.376 1905 1906 49.334.669 50.345.141 -1.010.472 1906 1907 49.929.301 61.146.394 -11.217.093 1907 1908 50.803.153 49.375.203 1.427.950 1908 1909 50.410.132 47.668.810 2.741.322 1909 1910 48.552.857 52.337.175 -3.784.318 1910 1911 69.862.184 61.640.010 8.222.174 1911 1912 82.793.512 64.069.521 18.723.991 1912 1913 65.426.539 62.384.023 3.042.516 1913 1914 60.370.993 64.873.598 -4.502.605 1914 1915 50.598.451 44.830.052 5.768.399 Fuente: Leyes de Presupuesto y Memorias del Ministerio de Hacienda de los años respectivos. 183 GRÁFICO Nº VII.1 INGRESOS Y EGRESOS FISCALES 90.000.000 80.000.000 70.000.000 Bol vares 60.000.000 50.000.000 40.000.000 30.000.000 20.000.000 10.000.000 1913 1911 1909 1907 1905 1903 1899 1901 1897 1895 1893 1891 1889 1887 1885 1883 1881 1879 1877 1875 1873 0 Aæos Ingresos TAMAÑO DEL Egresos GRÁFICO Nº VII.2 ESTADO. % DE INGRESOS Y EGRESOS SOBRE EL PIB 5,00 4,50 % respecto al PIB 4,00 3,50 3,00 2,50 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 Aæos % Ingreso sobre el PIB 184 % Egreso sobre el PIB TAMAÑO Año fiscal Ingresos CUADRO Nº VII.2 ESTADO RESPECTO 1875-1914 en Bs. DEL Egresos PIB DEL PIB % Ingreso s/PIB % Egreso s/PIB 1874 1875 11.795.356 5.155.710 1.495.115.798 0,79 0,34 1875 1876 12.950.999 4.448.593 1.552.801.557 0,83 0,29 1876 1877 26.256.830 24.408.623 1.576.599.744 1,67 1,55 1877 1878 23.833.708 21.477.748 1.606.528.517 1,48 1,34 1878 1879 33.457.477 22.489.923 1.622.588.952 2,06 1,39 1879 1880 28.912.870 23.502.097 1.655.931.075 1,75 1,42 1880 1881 29.766.688 22.566.407 1.685.821.677 1,77 1,34 1881 1882 28.974.604 30.003.086 1.724.338.559 1,68 1,74 1882 1883 28.987.522 25.021.124 1.759.615.812 1,65 1,42 1883 1884 34.255.390 36.000.122 1.768.523.747 1,94 2,04 1884 1885 32.939.516 34.505.345 1.782.369.350 1,85 1,94 1885 1886 27.341.186 30.985.007 1.740.889.931 1,57 1,78 1886 1887 33.686.246 28.644.576 1.704.122.764 1,98 1,68 1887 1888 40.724.531 42.254.951 1.665.297.403 2,45 2,54 1888 1889 40.395.391 37.423.390 1.626.228.576 2,48 2,30 1889 1890 45.031.225 45.630.867 1.587.844.938 2,84 2,87 1890 1891 35.976.000 49.122.477 1.597.888.255 2,25 3,07 1891 1892 43.937.434 44.732.466 1.616.468.150 2,72 2,77 1892 1893 36.724.973 33.374.980 1.608.511.485 2,28 2,07 1893 1894 51.421.876 51.919.795 1.620.687.620 3,17 3,20 1894 1895 48.656.797 43.891.526 1.616.941.385 3,01 2,71 1895 1896 51.459.947 65.959.787 1.634.241.189 3,15 4,04 1896 1897 48.313.540 47.475.902 1.654.181.822 2,92 2,87 1897 1898 33.429.826 45.542.525 1.659.315.149 2,01 2,74 1898 1899 40.563.760 35.651.502 1.689.865.149 2,40 2,11 1899 1900 27.269.194 24.203.139 1.698.991.946 1,61 1,42 1900 1901 44.945.262 37.984.405 1.753.706.520 2,56 2,17 1901 1902 31.650.766 32.421.784 1.812.091.431 1,75 1,79 1902 1903 25.738.595 23.536.673 1.854.067.481 1,39 1,27 1903 1904 56.523.977 38.369.429 1.927.243.976 2,93 1,99 1904 1905 46.877.853 51.356.229 1.984.201.881 2,36 2,59 1905 1906 49.334.669 50.345.141 1.925.670.557 2,56 2,61 1906 1907 49.929.301 61.146.394 1.871.518.742 2,67 3,27 1907 1908 50.803.153 49.375.203 1.817.415.071 2,80 2,72 1908 1909 50.410.132 47.668.810 1.760.118.501 2,86 2,71 1909 1910 48.552.857 52.337.175 1.709.058.593 2,84 3,06 1910 1911 69.862.184 61.640.010 1.774.054.085 3,94 3,47 1911 1912 82.793.512 64.069.521 1.837.491.672 4,51 3,49 1912 1913 65.426.539 62.384.023 1.945.884.083 3,36 3,21 1913 1914 60.370.993 64.873.598 1.950.385.652 3,10 3,33 Promedios del período 2,35 2,27 Fuente: Leyes de Presupuesto y Memorias del Ministerio de Hacienda de los años respectivos. 185 COMPARACIÓN ENTRE CUADRO Nº VII.3 PIB, INGRESOS FISCALES 1875-1914 Variaciones porcentuales % Ingreso s/PIB E ÍNDICE DE PRECIOS Año V % PIB V % IP 1875 0,00 0,79 -0,22 1876 3,86 0,83 -0,67 1877 1,53 1,67 6,52 1878 1,90 1,48 1,51 1879 1,00 2,06 0,81 1880 2,05 1,75 1,14 1881 1,81 1,77 4,21 1882 2,28 1,68 7,65 1883 2,05 1,65 -3,80 1884 0,51 1,94 -5,27 1885 0,78 1,85 6,06 1886 -2,33 1,57 -1,62 1887 -2,11 1,98 6,18 1888 -2,28 2,45 -8,04 1889 -2,35 2,48 -7,13 1890 -2,36 2,84 -18,88 1891 0,63 2,25 -17,80 1892 1,16 2,72 -15,98 1893 -0,49 2,28 11,84 1894 0,76 3,17 -6,12 1895 -0,23 3,01 -3,04 1896 1,07 3,15 0,32 1897 1,22 2,92 4,17 1898 0,31 2,01 7,60 1899 1,84 2,40 12,10 1900 0,54 1,61 16,53 1901 3,22 2,56 21,40 1902 3,33 1,75 26,59 1903 2,32 1,39 32,16 1904 3,95 2,93 38,26 1905 2,96 2,36 44,67 1906 -2,95 2,56 53,28 1907 -2,81 2,67 58,54 1908 -2,89 2,80 66,18 1909 -3,15 2,86 74,35 1910 -2,90 2,84 83,45 1911 3,80 3,94 93,10 1912 3,58 4,51 103,05 1913 5,90 3,36 113,33 1914 0,23 3,10 120,78 * Año base = 1874 Fuente: cálculos propios sobre los resultados de los cuadros VI.1, VII.1 y el IGP contenido en los Soportes Estadísticos de esta obra. 186 COMPARACIÓN ENTRE EL GRÁFICO Nº VII.3 PIB, INGRESOS FISCALES E ÍNDICE DE PRECIOS 140,00 120,00 100,00 60,00 40,00 20,00 1913 1911 1909 1907 1905 1903 1901 1899 1897 1895 1893 1891 1889 1887 1885 1883 1881 1879 1877 0,00 1875 Variaciones % % Variaciones 80,00 -20,00 -40,00 AñosAæos VV%% PIB PIB %% Ingreso fiscal s/PIB Ingreso fiscal s/ PIB V% de Precios V %˝ndice Índice de Precios 187 Soportes estadísticos de las Cuentas Nacionales de Venezuela 1874-1914 Capítulo I MUESTRAS DE IMPORTACIONES Y SU CLASIFICACIÓN I.a. Explicación metodológica El análisis de las importaciones constituye un componente esencial de la presente investigación, toda vez que permite el cálculo del producto interno bruto (PIB) en los términos ya expuestos a lo largo del Capítulo II: “Análisis metodológico del período 1874-1914”, impidiendo la doble contabilidad tanto para el consumo como para la inversión. A esta parte la hemos denominado “Muestras de importaciones y su clasificación”. Implica descomponer el valor total de los bienes importados en dos grandes grupos: uno, el grupo de los bienes de consumo final; y dos, el grupo de los bienes de capital y materia prima. Por bienes de consumo final entendemos la condición de todos aquellos productos que una vez puestos en la circulación mercantil, no requieren de ningún proceso productivo previo, pues ya se encuentran listos para llegar al último eslabón de la cadena productiva. Por bienes de capital y materia prima concebimos a aquellos productos que, si bien se encuentran en el mercado, son: partes agregadas de un bien productor de otros bienes, productos que están destinados a ser incorporados o a formar parte de equipos o artículos productores de otros bienes, productos a ser transformados en objetos o materiales listos para el consumo después del proceso industrial correspondiente. Descompuestos de este modo, obtenemos los componentes esenciales del PIB: consumo e inversión. Para la presente investigación se han tomado “muestras” de listas de bienes de importación que se encuentran disponibles en forma documental, pero dispersas en los documentos anexos de la “memoria y cuenta” de los ministerios de Hacienda y Fomento —hace este último su aparición para este período en estudio— o en esporádicas publicaciones de estadísticas mercantiles que imprimía el Ejecutivo Nacional con el fin de promover y estimular inversiones extranjeras en nuestro territorio. El Boletín de la Riqueza Nacional, por ejemplo, fue una serie mensual publicada entre 1890 y 1893, por el Ministerio de Fomento, contentiva de valiosísima información estadística y cualitativa, donde predominaban los proyectos de explotación de minas, proyectos ferrocarrileros, potencialidades agrícolas, proyectos telecomunicacionales, diversas estadísticas, entre otros aspectos. Paradójicamente, la constatación de una moderna tecnología contable para este período, no se encuentra acorde con la posibilidad de obtener partidas de importación detalladas para cada uno de los años. Procedimos, en consecuencia, a aplicar una metodología similar a la que fue aplicada en los períodos anteriores: la técnica del muestreo. Así, sólo fue posible conseguir seis partidas lo suficientemente especificadas, referidas a los puertos de La Guaira (LG), Puerto Cabello (PC) y Maracaibo (M) en distintos casos. A continuación exponemos un cuadro síntesis especificando el año de la muestra, el puerto donde se toma, los valores de la muestra y del total de exportaciones, y la proporción porcentual del valor de la muestra respecto del valor total de importación, cuyo promedio se ubica en 37%, con lo cual nos consideramos satisfechos por cuanto la muestra representa un considerable universo de bienes importados, si acaso los más consumidos en el país. Años de muestra Lugar de muestra Valor de importación Valor total de importaciones de la muestra Proporción porcentual 1875 LG 13.229.000 52.931.536 24,99 1876 LG 13.968.597 75.216.867 18,57 1878 LG 7.856.478 65.017.756 12,08 1897 LG y PC 31.948.549 68.712.181 46,50 1913 LG y PC 48.037.895 101.955.735 47,12 1914 LG, PC y M 65.176.253 88.110.377 73,97 Como puede observarse en los cuadros de partidas de importación extensos que siguen a estos comentarios, el siguiente paso consistió en clasificar dichos bienes importados. Se muestra, en primer lugar, todos los bienes de consumo final, seguido de los bienes de capital y materia prima, que convenimos en presentarlos en franjas oscuras para su diferenciación pedagógica. Luego, con base en el total de la muestra, se obtienen las diferentes proporciones porcentuales para cada tipo. Finalmente, estos años muestrales se proyectan con base en el total de importaciones, completando la serie de 40 años al aplicar la recta de regresión, para luego contrastar con los montos que en las memorias y cuentas refieren al sistema tributario (escalas de tributación por tipo de bienes y bienes libres de derechos, los cuales inferimos todos como bienes de capital). De este modo hacemos una crítica interna a nuestros propios cálculos. 196 BREVE ANÁLISIS DE LA BALANZA COMERCIAL Entendemos la balanza comercial como la diferencia entre el valor de las exportaciones respecto al valor de las importaciones. Este aspecto importante de nuestra economía fue incluido en los tomos respectivos correspondientes a los períodos 1800-1830 y 1831-1873. De un análisis interno de esta información podemos concluir en las siguientes consideraciones: • En términos seculares, la balanza comercial fue ampliamente positiva; es decir, el valor de las exportaciones fueron siempre mayores que el valor de las importaciones. • La separación o diferencia absoluta entre exportaciones e importaciones resultó en promedio muy amplia a favor de las exportaciones. La media de la diferencia alcanzó los 20,7 millones de bolívares, siendo los extremos de 5,4 millones, la más baja; y 50,8 millones, la más alta. • Sólo tres años resultaron con balanza negativa: 1877, con 2 millones; y los años 1909 y 1910, con 15,2 y 45 millones, respectivamente. Ello se debió, más a la caída de las exportaciones que a un aumento de las importaciones. • Se observan cuatro movimientos de pendientes: 1. Breve caída de las exportaciones entre 1874 y 1881, cuando las importaciones también cayeron en esos últimos cuatro años, con una separación por debajo de la media. 2. Acelerado crecimiento de ambas variables entre 1882 1891, con balanza positiva y alta separación por encima de la media. 3. Caída sostenida de ambas variables entre 1892 y 1903, con baja separación. 197 4. Entre 1904 y 1908, procede recuperación y estabilidad, que sigue al pico más bajo en 1910, con balanza negativa, para recuperarse hasta alcanzar montos superiores al resto de la serie en los últimos años 1912-1914, alcanzando altos niveles de separación entre ambas magnitudes. 198 I.b. Cuadros de clasificación de importaciones 199 200 CUADRO Nº I.1 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES, 1875 Bienes importados Cantidad Agua florida Aguardiente en otros envases Arvejas Arroz Artículos de algodón Artículos de algodón manufacturados Azúcar Bagaje Banco de madera Café Caraotas Carne salada Cigarrillos Frutas frescas y secas Garbanzos Ginebra Harina de trigo Jabón Kerosén Mantequilla Municiones Papas Pescado en aceites Pescado salado Pólvora Sardinas Sidra en otros envases Tabaco en rama Vino en botellas Zapatos hechos Zaraza Acero Brea Clavos de hierro Esperma Fósforo Hierro en barras Hierro redondo Hilos de toda clase Liencillo Loneta Machetes y hachas Papel blanco Pistones Suela 2 27 8 10 1 1 5 10 6 6 40 1 1 20 10 18 8 51 4 1 6 10 1 3 11 14 3 2 4 1 2 8 133 3 2 2 2 8 1 2 1 2 1 1 1 Unid. Cajas Sacos Cajas Cajas Barril Sacos Sacos Sacos Sacos Barril Cajas Cajas Barril Sacos Cajas Barril Cajas Par Cajas Barras Cajas Cajas Cajas Cajas Cajas Cajas Cajas Total Bienes de consumo Bienes de capital y materia prima Valor en pesos 21 662 300 536 12 16 286 83 15 279 2.000 42 11 1.000 500 309 368 1.200 135 14 32 406 15 134 179 1.074 83 21 107 3 49 344 936 305 19 15 47 344 16 178 63 648 126 2 4 13.229 10.182 3.048 100 % 76,96 % 23,04 % Fuente: elaboración propia sobre la base de estadísticas de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, 1876. Nota: los bienes de consumo final se presentan en fondo blanco, y en fondo gris los bienes de capital y materia prima. 201 CUADRO Nº I.2 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES, 1876 Bienes importados Cantidad Armas blancas y de fuego Artículos varios Cigarrillos y sus materiales Comestibles Cuchillería Drogas y medicinas Fuegos artificiales Harina de trigo Jabón y sus materias primas Loza fina y ordinaria Muebles y efectos de familia Peluquería y perfumería Pólvora y municiones Productos animales Productos naturales y manufacturados de Colombia Quincalla y artículos de escritorio Relojes y prendas finas Ropa hecha Sombreros y sus materiales Tabaco en rama y elaborado Velas y aceites para alumbrar Vino y licores Alimentos para animales Artículos de marina Carbón de piedra Carruajes y arneses Calzado y materiales de zapatería y talabartería Cordelería e hilo acarreto Coleta, crudo y cañamazo Corchos y tapones Fósforos y sus materiales Fotografía y sus materiales Hierro, cobre, zinc manufacturado Hilos de todas clases Instrumentos y aparatos científicos Instrumentos y aparatos musicales Maderas de todas clases Máquinas para industrias y manufactura Mercancía de algodón Mercancía de hilo Mercancía de hilo y algodón Mercancía de lana Mercancía de lana y algodón Mercancía de seda Mercancías mezcladas 9.939 1.926.080 180.112 12.702.751 21.015 887.570 53.286 10.115.085 2.211.002 799.231 364.745 180.813 93.554 3.919 124.882 1.230.603 7.773 98.910 61.296 270.301 2.080.832 8.458.892 188.442 296.099 162.119 187.026 130.524 289.505 930.672 5.273 76.912 1.911 2.561.888 122.626 1.435 32.211 2.711.918 601.427 3.591.287 1.368.161 15.183 272.850 5.232 27.185 7.289 Total Bienes de consumo Bienes de capital y materia prima Valor en pesos 18.820 573.030 123.784 1.750.577 16.345 273.888 16.331 690.069 307.454 8.602 115.047 96.288 46.415 2.898 62.303 579.24 103.311 205.610 241.401 165.600 346.383 948.234 10.702 43.564 3.033 52.359 234.598 97.702 241.926 4.462 6.725 2.036 460.818 113.495 2.598 29.179 55.493 198.148 3.686.581 1.259.234 14.741 527.579 11.985 192.21 27.783 13.968.597 6.691.635 7.276.962 100 % 48 % 52 % Fuente: elaboración propia sobre la base de estadísticas de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, 1876. Nota: los bienes de consumo final se presentan en fondo blanco, y en fondo gris los bienes de capital y materia prima. Todas las cantidades se expresan en kilogramos. 202 CUADRO Nº I.3 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES, 1877 Bienes importados Cantidad Armas de fuego, pólvora y municiones Artículos varios Cigarrillos y sus materiales Comestibles Drogas y medicinas Harina Jabón y sus materias primas Loza fina y ordinaria Mercancías libres Muebles y efectos de familia Peluquería y perfumería Quincalla y artículos de escritorio Relojes y prendas finas Ropa hecha Sombreros y sus materiales Tabaco en rama y elaborado Velas y aceites para alumbrar Vino y licores Artículos de marina Carbón de piedra Carruajes y arneses Calzado y materiales de zapatería y talabartería Cordelería e hilo acarreto Coleta, crudo y cañamazo Fósforos y sus materiales Fotografía y sus materiales Hierro, cobre, zinc manufacturado Hilos de todas clases Instrumentos y aparatos científicos Instrumentos y aparatos musicales Maderas de todas clases Máquinas para industrias y manufactura Materiales para edificios Mercancía de algodón Mercancía de hilo Mercancía de hilo y algodón Mercancía de lana Mercancía de lana y algodón Mercancía de seda Mercancía de seda y algodón Mercancías mezcladas Metales Oro y plata acuñada Papel de estraza Pinturas y sus materiales Vidrio y cristalería 121.475.200 246.745.950 60.040 2.537.577.150 303.622.300 5.442.798.500 1.061.502 383.901 10.508.082.532 259.081.905 110.317.370 314.139.255 8.823.750 48.070.400 35.621.900 104.026.900 977.091.375 2.393.083.486 85.014 920.842 77.225 64.743.523 102.902.420 321.154.550 65.692.500 4.009.250 1.542.606.740 66.616.250 1.371.730 42.264.220 62.381 225.451.500 15.064 1.644.981.450 373.839.210 27.149.500 137.997.750 63.724.630 12.410.565 4.773.500 23.078.250 2.031 976.515 128.880.500 157.849.350 226.713.750 Total Bienes de consumo Bienes de capital y materia prima Valor en pesos 45.776 118.272 40.321 566.066 123.162 387.868 110.658 47.140 711.736 86.509 55.708 217.322 113.576 109.088 135.871 50.744 170.919 297.861 13.590 4.738 19.702 120.710 35.272 84.104 8.758 3.238 302.085 62.717 3.077 27.969 4.230 91.260 586 1.580.864 333.846 34.959 241.812 46.625 81.359 5.924 75.504 1.178 324.532 9.271 26.783 40.525 6.973.815 3.388.597 3.585.218 100 % 49 % 51 % Fuente: elaboración propia sobre la base de estadísticas de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, 1877. Nota: los bienes de consumo final se presentan en fondo blanco, y en fondo gris los bienes de capital y materia prima. Todas las cantidades se expresan en kilogramos. 203 CUADRO Nº I.4 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES, 1878 Bienes importados Cantidad Armas de fuego Artículos varios Cigarrillos y sus materiales Comestibles Drogas y medicinas Harina Jabón y sus materias primas Loza fina y ordinaria Mercancías libres Muebles y efectos de familia Peluquería y perfumería Quincalla y artículos de escritorio Relojes y prendas finas Ropa hecha Sombreros y sus materiales Tabaco en rama y elaborado Velas y aceites para alumbrar Vino y licores Artículos de marina Carbón de piedra Carruajes y arneses Calzado y materiales de zapatería y talabartería Cordelería e hilo acarreto Coleta, crudo y cañamazo Fósforos y sus materiales Fotografía y sus materiales Hierro, cobre, zinc manufacturado Hilos de todas clases Instrumentos y aparatos científicos Instrumentos y aparatos musicales Maderas de todas clases Máquinas para industrias y manufactura Materiales para edificios Mercancía de algodón Mercancía de hilo Mercancía de hilo y algodón Mercancía de lana Mercancía de lana y algodón Mercancía de seda Mercancía de seda y algodón Mercancías mezcladas Metales Oro y plata acuñada Papel de estraza Pinturas y sus materiales Tipografía y materiales de imprenta Vidrio y cristalería 87.895 400.717 142.900 269.624.575 372.125 4.132.354 1.093.005 637.659 8.478.695 157.857 133.579 287.107 5.400 66.723 35.943 63.452 1.368.949 3.567.214 87.950 66.372 44.477 91.302 159.863 375.469 7.959 1.066 1.479.718 81.084 1.023 26.773 50.236 153.765 18.219 2.374.039 450.688 24.739 156.589 20.789 13.140 81 57.838 1.337 889 168.752 138.660 14.236 246.331 Total Bienes de consumo Bienes de capital y materia prima Valor en pesos 44.904 143.013 88.226 584.492 132.057 348.119 149.417 66.235 514.325 40.722 69.113 217.649 52.744 130.053 122.615 40.659 199.827 417.240 17.465 492 10.045 158.439 55.398 97.306 1.562 1.874 285.852 87.675 3.808 20.700 5.846 59.127 1.430 2.171.744 414.513 28.742 276.493 39.810 83.442 707 124.769 1.189 466.972 13.769 19.847 5.612 40.437 7.856.478 3.361.412 4.495.066 100 % 43 % 57 % Fuente: elaboración propia sobre la base de estadísticas de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, 1879. Nota: los bienes de consumo final se presentan en fondo blanco, y en fondo gris los bienes de capital y materia prima. Todas las cantidades se expresan en kilogramos. 204 CUADRO Nº I.5 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES, 1897* Bienes importados Cantidad Armas de fuego Artículos varios Cigarrillos y picadura Comestibles Drogas y medicinas Harina de trigo y otros cereales Loza fina y ordinaria Muebles y efectos del hogar Oro y plata acuñada Peluquería y perfumería Quincalla y artículos de escritorio Relojes y prendas finas Ropa hecha Sombreros y sus materiales Tabaco en rama y elaborado Velas y aceites para alumbrar Vino y licores Artículos de marina Carbón de piedra Calzados y materiales de talabartería Carruajes y arneses Cordelería e hilo acarreto Coleta, crudo y cañamazo Fotografía y sus materiales Fósforos y sus materiales Hierro, cobre, zinc manufacturado Hilos de todas clases Instrumentos y aparatos científicos Jabón y sus materias primas Maderas de todas clases Materiales de construcción Máquinas para industrias y manufactura Mercancía de seda Mercancía de lana Mercancía de hilo Mercancía de algodón Mercancía de seda y algodón Mercancía de hilo y algodón Mercancía de lana y algodón Mercancías libres Metales Pinturas y sus materiales Papel de estraza Tipografía y materiales de imprenta Vidrio y cristalería 39.280 2.903.759 410.700 7.948.605 430.259 9.927.788 326.772 171.961 315 116.588 562.077 3.212 2.723 41.528 11.927 235.697 3.485.154 198.601 16.245.309 12.929 9.825 50.698 720.166 8.085 30 1.970.504 51.385 3.953 1.443.192 853.377 6.638.172 150.923 16.506 108.141 144.135 2.081.735 1.533 17.756 8.825 3.494.670 8.438 200.530 427.588 522.727 299.710 Total Bienes de consumo Bienes de capital y materia prima Valor en pesos 100.488 3.177.566 1.203.718 4.207.145 845.833 1.699.901 163.083 296.301 172.672 229.565 1.293.745 211.433 27.691 538.124 86.725 445.502 1.871.768 181.884 265.563 852.784 22.710 86.462 521.796 27.672 150 846.682 290.615 30.045 153.584 197.634 356.249 204.058 565.196 745.714 552.029 6.311.418 34.919 61.698 81.781 2.112.014 134.639 104.561 229.565 268.150 137.717 31.948.549 16.571.260 15.377.289 100 % 52 % 48 % * Sólo Puerto de La Guaira. Fuente: elaboración propia sobre la base de estadísticas de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, 1897. Nota: los bienes de consumo final se presentan en fondo blanco, y en fondo gris los bienes de capital y materia prima. Todas las cantidades se expresan en kilogramos. 205 CUADRO Nº I.6 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES, 1913 Bienes importados Abanicos de cartón Abanicos de seda Abalorios Aceite de almendras Aceite de colza Aceite de oliva Aceite de semillas de algodón Aceite de palma Aceite de sésamo Aceite de linaza Aceite de kerosén Aceitunas y alcaparras Aguas minerales Agua de azahares Alcaparras Alfombras Alhucema Alimentos preparados Almanaques y anuncios Almillas y medias de algodón Almillas y medias de lana Almillas de hilo Almendras Alpiste Alumbre Amargos Artículos de escritorio Armas de fuego y accesorios Armas blancas Arneses Artículos de tocador Arroz en grano Arroz molido Automóviles y accesorios Avena Avena quebrantada Aves domésticas Azúcar Barro manufacturado Bastones y fuetes Baúles Bayeta Biberones y sus picos Bicicletas, motocicletas y accesorios Blankit Boquillas y pipas Bórax Botellas “Thermos” Bragueros Broches Calzados Cápsulas para revólver Carne salada y fresca Catálogos y muestras Cebada malteada Cebada mondada Cebollas y ajos Cantidad 1.489 33 635 3.406 11.240 198.389 7.008 804 722 72.717 2.756 30.211 69.203 4.913 18.810 2.386 2.122 28.551 44.803 60.072 468 11 1.540 22.907 949 674 198.054 8.971 259 1.979 9.250 2.795 586 154.663 4.227 10.184 154 64.551 27.776 24.593 2.824 29.191 1.564 17.364 49.432 107 777.758 341 213 4.441 49 49.344 3.147 1.720 171.585 13.834 5.380 Valor en pesos 5.931 955 3.546 4.100 4.700 239.226 7.760 579 700 4.633 468.321 25.686 25.882 4.512 15.686 11.068 710 59.142 52.650 487.349 7.070 183 4.998 17.143 385 1.600 58.616 173.638 3.887 10.527 24.978 765.772 358 519.042 964 4.699 499 25.404 15.967 3.110 3.445 495.070 9.855 85.703 54.291 936 159.270 1.528 1.874 26.455 2.045 116.169 9.482 798 125.330 5.435 2.627 (continúa) 206 (viene) Cepillos Cerveza Cigarrillos Clean surface Cochecitos para niños Cola ordinaria Colchones Conservas alimenticias Cromos Cubiertos de plata alemana Cuchillos y tenedores Desinfectantes Dedales Dulces Efectos personales Encurtidos Escobas y escobillones Especias Escopetas ordinarias Esponjas Espuela de plata alemana Etiquetas litografiadas Extractos de campeche Extractos de cuajo Extracto curtiente Estucatina Fécula para planchar Felpudos Filtros para agua Flores artificiales Fósiles Fotografía y útiles Frazadas de lana Frutas frescas Frutas secas Fustes para montura Galletas con dulce Galletas sin dulce Gelatina Harina de avena Harina de cebada Harina de maíz Harina de trigo Harina lacteada Hielo Horquillas para el cabello Hojillas de oro y plata falsa Huevos de aves Imágenes Incienso Jabón Jabón de piedra Jamones Jarabes Juegos de deportes Juegos de salón Jugo de frutas Juguetes Lámparas y linternas Lápices de plomo Leche condensada 7.021 574.365 626 43 871 3.754 1.953 135.506 8.687 860 40.525 52.211 111 249.429 932 36.694 2.044 143.098 39.235 104 50 1.413 529 89 3.836 1.269 351 6.910 5.721 309 49 11.314 2.183 89.012 80.415 860 68.498 174.064 1.985 120 321 3.670 7.054.436 5.546 10.100 1.364 80 692 4.592 1.380 2.682 62 147.049 6.788 516 641 10.351 50.964 31.895 1.145 41.820 22.830 175.792 4.320 130 969 4.279 3.754 242.663 29.522 8.342 153.494 90.286 465 285.929 5.744 26.290 3.384 117.521 193.910 1.857 365 6.404 397 971 1.490 94 325 16.446 16.204 3.985 130 52.723 7.927 68.858 89.853 2.037 78.252 135.775 5.738 65 364 2.664 1.917.834 14.007 300 4.813 627 1.196 18.411 1.584 2.696 51 290.615 4.356 841 2.931 9.432 112.120 87.474 481 40.175 (continúa) 207 (viene) Legumbres preparadas Legumbres sin preparar Libros a la rústica Libros científicos Libros empastados Linaza en grano Loza ordinaria Lúpulo Maíz Maicena Maletas Maní Mangueras Manígrafos Manteca Mantequilla Medicinas y drogas Menestras Motas para polvo Muebles de hierro Muebles de madera fina Municiones Música escrita Naipes Navajas y tijeras Objetos de fantasía Ornamentos para iglesias Pañolones de lana Papas Papel para cigarrillos Papel dorado y plateado Papel manufacturado Papel no especificado Papel de media cola Paraguas de algodón Paraguas de seda Pasta para lustrar Pasta para sopas Peines y peinetas Perfumería Petates Pescado preparado Pez rubia Pianos Piedras para amolar Piedra pómez Pirotécnicos Pizarras y lápices Plata alemana manufacturada Plumas para adornos Plumeros Prendas falsas Polvos para hornear Porcelana manufacturada Quesos Refrigeradoras Regaliz Relojes de bolsillo Relojes de mesa y pared Ropa hecha Sagú 24.049 1.167 34.401 7.440 7.282 5.196 152.205 11.025 4.487 206 2.678 445 2.110 103 203.102 348.092 311.406 34.321 636 21.859 12.568 83.090 3.283 3.340 5.704 2.972 676 268 167.865 25.083 117 14.048 496.885 11.709 915.196 507 787 2.083 6.768 90.674 462 87.341 633.361 20.333 1.615 885 52 5.952 2.205 30 118 1.533 255 24.045 121.321 1.646 987 83 6.455 1.011 12.465 30.808 514 60.477 19.452 20.516 10.827 78.361 47.358 2.321 171 14.345 312 9.586 1.706 179.754 757.188 126.521 23.578 5.979 24.361 24.746 48.953 2.097 10.750 52.489 20.505 11.603 6.394 23.168 62.630 557 21.140 284.125 4.481 39.419 5.167 376 2.205 53.294 301.846 764 62.255 131.114 50.668 1.440 434 150 2.486 26.818 1.335 437 22.184 629 22.503 175.699 1.500 918 1.404 25.931 9.849 7.247 (continúa) 208 (viene) Sal de Epsom y Glauber Sardinas Sombreros adornados Sombreros sin adornar Sulú Tabaco elaborado Talco en polvo Tapioca Té Termómetros Tiza Trampas para roedores Trigo quebrantado Tocino Triquitraques Velas de esperma Velocípedo Veneno para roedores Vinagre Vinos Vino en botellas Yesqueros Abonos Accesorios para máquinas Aceite para máquinas Acero en barras Acero manufacturado Ácidos Ácido sulfúrico Adornos funerarios Afrecho Agujas y alfileres Alambre de púas y grapas Alambre de hierro Algodón en rama Alquitrán Aluminio y níquel manufacturado Amianto Animales vivos Anzuelos Aparatos de óptica Aparatos eléctricos y accesorios Aparatos extintores de incendio Aparatos para desinfección Aparatos para alumbrado Arena blanca Artículos para dentistas Artículos para el calzado Artículos para fabricar sombreros Asbestos Aserrín de corcho Asfalto Atomizadores Azogue Balanzas Bandas para máquinas Barba de ballenas Barnices charoles Barriles Bicarbonato de soda Bicarbonato de potasio 46.849 479.577 1.275 36.625 635 1.780 187 488 1.825 55 1.787 1.705 7.658 1.180 4.774 1.197 2.269 1.669 11.668 1.230.435 106.851 52 48.859 48.656 200.147 174 8.864 114.735 9.345 3.515 2.565 2.300 1.380.070 193.356 3.933 3.590 7.530 1.699 5.656 1.105 326 297.697 666 1.080 36.485 65.025 8.493 2.025 9.867 2.267 10.866 1.002 1.534 563 25.439 6.231 50 11.294 24.593 42.677 655 4.498 518.399 37.566 577.558 412 26.406 30 690 4.682 302 656 1.840 3.254 1.875 4.695 1.752 4.266 1.497 5.227 644.925 195.728 652 15.765 163.754 79.936 61.349 34.695 51.714 2.389 12.442 367 10.002 333.089 81.244 7.387 5.005 30.236 1.304 20.353 4.846 3.242 571.310 1.997 2.542 74.268 2.735 45.167 16.856 80.409 663 6.000 315 4.004 2.898 108.357 30.788 183 1.149 3.124 9.034 532 (continúa) 209 (viene) Billares accesorios Billetes de banco Bombas hidráulicas Botellas para aguas gaseosas Botellas vacías Botes y embarcaciones Botones Brochas y pinceles Bronce Cal Cables de acero Cadenas y anclas Cajas fuertes y registradora Cáñamo en rama Cañuelas y marcos Carbón mineral Carboncillo para luz eléctrica Carbón vegetal Carburo de calcio Cartón en pasta Cartón fino Cartón manufacturado Carretillas de mano Carrocería Caucho manufacturado Celuloide manufacturado Cemento romano Cemento aglutinante Cera sin labrar Cerda vegetal Cerote para zapatos Cianuro de potasio Cinematógrafos y accesorios Clavazón de hierro Cloruro de cal Cobre Cobre manufacturado Colorión para fotografías Corchos Cordelería Corsets y artículos para fabricarlos Creta Crudo N° 3 Cuerdas y entorchados Dinamita Ejes resortes para carro Elásticas y ligas Empacadura para máquinas Encerados Efectos para el Gobierno Nacional Efectos para el ferrocarril de Táchira Efectos para la flota del Lago Esmeril Espejos Estambre en rama Estanques de hierro Estaño en barra Estaño manufacturado Estearina Fibras vegetales Fieltros sin fular 29 2.140 49.432 109.556 1.232 10.245 14.737 17.079 3.285 5.106 5.824 14.848 31.125 52 11.573 12.875 123.041 55 352.584 50.230 47.075 26.644 16.027 80 7.606 2.437 5.921.722 2 1.066 3.255 76 26.063 2.118 278.833 3.066 50.355 54.003 100 4.076 785.762 1.365 238 800.076 619 13.220 7.860 460 6.405 6.866 293.451 208.003 27.245 268 26.894 4.282 6.723 2.233 8.317 944.308 10.312 1.605 780 14.461 54.291 27.865 574 27.042 100.874 11.449 4.819 272 5.012 8.373 65.775 139 13.355 334.645 16.464 52 121.578 11.986 19.552 55.128 12.052 74.361 43.215 26.050 319.496 10 1.866 1.064 210 17.414 13.336 110.673 82.884 85.951 150.538 58 19.125 217.039 4.980 58 953.135 17.680 38.629 3.595 5.523 14.051 9.249 694.227 47.954 26.093 389 39.577 30.647 10.012 9.931 22.058 855.862 7.891 9.876 (continúa) 210 (viene) Flejes de hierro Fonógrafo y accesorios Fósforos en pasta Garrafones vacíos Gas ácido carbónico Goma arábiga Grasa para máquinas Guarales Hachuelas Hebillas Heno Herramientas y maquinaria para agricultura Hierro en bruto Hierro manufacturado Hierro para edificios Hierro para uso doméstico Hilo acarreto e hilaza Hilo para coser, tejer y bordar Hiposulfito de sodio Hojalata Hojalata manufacturada Hule Incubadoras Inodoros Instrumentos científicos Instrumentos musicales Instrumentos para arte y oficios Jarcias Jeringas Juncos y mimbre manufacturado Ladrillos refractarios Ladrillos para limpiar cubiertos Lata-papel Libros en blanco Llantas de caucho Madera manufacturada Madera sin manufacturar Madera en trozas Maniquíes Maquinarias Máquinas y útiles para imprenta Máquinas para aguas gaseosas Máquinas para minas Máquinas para telares Máquinas para matar insectos Máquinas para pirograbar Mármol labrado Materiales para caminos de hierro Masa filtrante Materias tintóreas Marfil y nácar manufacturado Mechas para lámparas Mechas para minas Mechas para velas Mimbre y junco manufacturado Molinos Mollejones Monturas Mosaicos Motores y accesorios Musgo artificial 29.967 9.684 341 68.439 54.433 11.118 20.312 11.729 303 205 1.937 921.721 1.598.678 323.559 889.046 484.862 83.806 72.099 1.705 53.243 38.959 8.815 670 14.304 1.188 3.076 75.248 5.009 6.072 2.595 126.166 3.193 2.170 21.124 5.418 626.555 1.453.427 456.902 828 1.129.807 32.177 2.920 1.058.141 126.941 916 67 28.154 2.829.190 14.188 176 59 420 1.894 7.011 2.278 8.668 4.170 112 25.028 272.981 2.031 19.556 58.337 666 33.615 31.907 15.336 11.940 27.008 492 530 187 708.805 487.736 403.059 386.417 324.209 175.091 487.678 714 215.757 49.009 18.910 944 11.414 26.215 11.052 140.352 5.003 24.708 6.743 5.984 377 1.586 45.930 38.691 288.718 217.534 103.743 368 1.486.662 85.427 7.689 7.502.249 110.947 2.048 564 19.478 1.086.240 2.620 170 2.475 946 5.207 2.145 6.894 9.927 1.704 176 14.226 283.757 5.725 (continúa) 211 (viene) Órganos Oro acuñado Oro manufacturado Pábilo Paja sin manufacturar Pantallas para lámparas Papel de imprenta Papel de tapicería Papel de lija Parafina Películas cinematográficas Pesarios Petróleo crudo Piedras litográficas Piedra en bruto Piedras preciosas Pieles curtidas manufacturadas Pieles curtidas no manufacturadas Pinturas finas Pinturas ordinarias Plantas vivas Plata manufacturada Plata acuñada Plomo en barras Plumas para almohadas Pólvora Polvos contra insectos Polvo de mármol Polvo para clarificar vino Prensas para copiar Rasuras de madera Remos para botes Romanas y pesas Sacos vacíos Sacos de lona y cañamazos Sal de nitro Sanguijuelas Sebo Semillas Sémola Sifones Silicato de soda Sobres Soda y potasa Suela Sulfato de aluminio Sulfato de cobre Tabaco sin elaborar Telas y tejidos de algodón Telas de algodón labradas Telas y tejidos de lana Telas y tejidos de seda Telas y tejidos de seda mezclada Telas de lino Telas de cerda Tela pelo de camello Tela de ramié Tela de cañamazo Tejidos de alambre de hierro Tierra para edificios Tierra refractaria 1.744 543 6 98 37.867 187 455.522 16.392 1.009 3.638 1.613 26 18.033 25 273.000 6 752 47.817 20.407 207.678 5.981 50 1.085 4.137 30 16.021 82 10.386 83 768 1.165 58 38.924 97.325 41.728 16.946 35 29.659 2.691 20.366 335 101.840 2.208 263.701 7.838 11.935 957 2.008 1.842.164 28.353 41.050 1.584 4.182 26.920 324 62 217 306 13.231 46.602 1.130 5.139 1.668.050 6.000 401 5.807 562 128.697 13.178 668 2.463 53.204 192 2.260 97 1.560 7 8.157 627.859 52.027 129.432 7.888 1.164 200.000 2.291 1.335 23.509 288 578 375 414 483 750 48.606 22.819 62.935 10.832 228 33.722 8.961 7.611 860 10.942 6.010 65.105 8.186 77.127 385 12.423 7.642.899 244.915 465.628 99.901 106.107 152.647 2.164 686 921 919 11.631 4.531 55 (continúa) 212 (viene) Trementina Tripas secas Tubería de hierro Túmulos de mármol Veneno para pieles Vidrios manufacturados Vidrios planos Yeso en polvo Yeso manufacturado Zinc en láminas Zinc manufacturado 22.118 48 931.458 88 3.125 204.731 122.106 18.912 2.471 30.319 3.295 Total Bienes de consumo Bienes de capital y materia prima 14.981 234 337.763 250 2.176 276.621 36.821 2.214 1.663 22.085 4.672 48.037.895 13.507.534 34.530.361 100% 28% 72% Fuente: elaboración propia sobre la base de estadísticas de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, 1913. Nota: los bienes de consumo final se presentan en fondo blanco, y en fondo gris los bienes de capital y materia prima. Todas las cantidades se expresan en kilogramos. 213 CUADRO Nº I.7 CLASIFICACIÓN DE IMPORTACIONES,1914 Bienes importados Abalorios Abanicos de cartón Aceite de almendras Aceite de oliva Aceite de semillas de algodón Aceite de palma Aceite de sésamo Aceite de linaza Aceite de kerosén Aceitunas Aguas minerales Agua de azahares Afrecho Alcaparras Alfombras Almanaques y anuncios Alhucema Alimentos preparados Almillas y medias de algodón Almillas y medias de lana Almendras mondadas Alpiste Alumbre Amargos Aparatos eléctricos y accesorios Aparatos extintores de incendio Aparatos para alumbrado Artículos de escritorio Artículos de tocador Armas blancas Armas de fuego y accesorios Arroz en grano Arrow root Automóviles y accesorios Avena Avena quebrantada Azúcar Azulillo Barro manufacturado Bastones y fuetes Bayeta Bebidas alcohólicas Betún para el calzado Biberones y sus picos Bicicletas y motocicletas Billares accesorios Blankit Botellas “Thermos” Bórax Carne salada Cápsulas para revólver Catálogos y muestras Cebada malteada Cebada mondada Cebollas y ajos Cepillos Cerveza Cantidad en Kg 130 324 886 147.095 1.804 711 124 48.739 2.230.232 36.312 46.779 2.912 2.221 21.826 987 34.246 767 49.861 44.462 88 1.677 18.660 1.986 193 8.814.804 1.327 8.291 18.969 1.792 45 4.814 2.820.322 990 100.237 213 19.143 28.154 7.722 22.038 1.066 7.001 90.466 4.765 1.578 3.929 780 2.427 266 1.816 8.052 3.817 3.327 354.614 70.739 3.790 2.805 165.418 Valor en pesos 975 135 1.169 181.847 1.499 515 66 41.817 371.873 24.642 17.141 2.098 3.443 16.724 10.449 61.521 1.044 75.955 363.530 1.130 4.802 16.578 7.384 440 161.593 564 20.052 51.606 4.841 550 134.066 923.798 425 267.054 47 5.176 12.964 5.783 8.982 7.432 33.367 228.318 9.949 3.836 12.653.074 950 4.886 835 922 7.165 93.848 3.298 95.524 29.098 2.242 11.158 83.167 (continúa) 214 (viene) Cigarrillos Clean surface Cochecitos para niños Cola ordinaria Colodión Colchones Colmenas Conservas alimenticias Corechos Cromos Cubiertos de plata alemana Cuchillos y tenedores Cuerdas y entorchados Dedales Desinfectantes Dulces Efectos personales Encurtidos en mostaza Encurtidos en vinagre Escobas Escobillones Escopetas ordinarias Especias Esponjas Estearina Estopa Espuela de plata alemana Etiquetas litografiadas Extractos de campeche Extractos de cuajo Extractos quebracho Fécula para planchar Felpudos Fieltros para agua Flores artificiales Frutas frescas Frutas pasadas y secas Fuelles y fraguas Fuetes para montura Galletas con dulce Galletas sin dulce Gelatina Guantes Harina de avena Harina de cebada Harina lacteada Harina de maíz Harina de trigo Hielo Hierro para uso doméstico Horquilla para el cabello Huevos de aves Imágenes Incienso Inodoros Jabón Jamones Jarabes Juegos de deportes Juegos de salón 695 415 2.758 2.740 96 1.779 362 89.650 2.256 3.184 723 6.113 281 32 28.314 133.065 827 3.393 18.639 719 427 9.426 118.841 15 563.112 17.711 73 1.883 284 31 4.694 428 98 3.063 31 64.945 45.158 595 227 34.458 171.415 1.277 11 947 625 1.649 2.904 6.551.247 245 243.757 70 1.184 3.388 974 17.449 1.200 101.234 5.252 472 430 5.740 5.558 7.101 3.335 101 2.555 560 140.464 10.457 10.912 6.292 25.071 7.124 60 24.651.050 189.226 5.788 2.466 12.505 1.159 1.164 31.196 164.270 470 552.966 13.028 380 11.507 21.860 822 1.980 244 166 6.471 288 49.378 44.714 439 682 44.896 135.220 4.092 1.000 45.195 506 4.332 1.016 2.077.875 10 167.148 75 1.274 12.765 3.002 17.197 856 225.226 4.941 1.114 1.613 (continúa) 215 (viene) Jugos de frutas Juguetes Kreso Ladrillos para limpiar cubiertos Lámparas y linternas Lámparas y aparatos para alcohol Leche condensada Legumbres preparadas Legumbres sin preparar Libros a la rústica Libros científicos Libros empastados Linaza en grano Loza ordinaria Lúpulo Llantas de caucho Maicena Maíz Maletas de tela Mangueras Manteca Mantequilla Mariposas para luz Mechas para lámparas Mechas para velas Medicinas y drogas Menestra Mollejones Monturas Monumentos de piedra y bronce Motas para polvo Muebles de hierro Muebles de madera finos Municiones Naipes Navajas y tijeras Objetos de fantasía Órganos Ornamentos para iglesias Papas Papel para cigarrillos Papel dorado y plateado Papel manufacturado Papel no especificado Paraguas de algodón Paraguas de seda Pasta para lustrar Pasta para sopas Peines y peinetas Perfumería Pescado preparado Petate Pez rubina Pianos Piedras para amolar Piedra pómez Pieles curtidas Pizarras y lápices Platería alemana manufacturada Plumas para adornos 3.285 23.848 96 4.025 16.118 1.301 10.613 12.632 261 19.238 4.320 6.389 1.693 61.526 7.432 4.513 197 500 337 1.840 308.563 155.972 88 335 5.181 210.654 58.695 2.205 83 213 116 7.189 16.844 67.043 3.891 2.090 723 3.039 63 24 50.240 64 16.846 43.408 4.255 136 1.456 1.343 3.337 41.696 34.372 1.526 419.745 10.785 4.168 236 25.078 3.182 672 24 3.900 43.427 8.840 756 36.879 1.829 12.920 13.774 174 41.853 13.673 13.559 1.575 34.028 32.082 29.499 132 233 784 6.562 429.900 369.547 139 896 17.646 807.793 867.793 30.788 727 1.043 6.836 3.869 39.285 42.602 14.234 17.599 3.639 7.205 670 33.068 118.720 229 11.236 215.674 16.460 2.000 2.222 829 267.118 150.696 32.604 2.365 77.203 29.478 639 100 373.336 1.699 9.518 62 (continúa) 216 (viene) Plumeros Prendas falsas Prendas finas Pólvora Polvos contra insectos Polvos para hornear Porcelana manufacturada Quesos Refrigeradoras Regaliz Relojes de bolsillo Relojes de mesa y pared Ropa hecha Sagú Sal de Epsom y Glauber Sardinas Sebo Sobres Sombreros adornados Sombreros sin adornados Sulú Tabaco elaborado Tabaco no elaborado Tabaco en polvo y picado Talco en polvo Tapioca Té Tiza Trampas para roedores Trigo quebrantado Tripas secas Triquitraques Tocino Velas de espermas Veneno para roedores Vinagre Vino en barriles Vino en botellas Yesqueros Abonos Accesorios para máquinas Aceite para máquinas Aceite bituminoso Acero en barras Acero manufacturado Ácidos Ácido sulfúrico Ácido esteárico Adornos funerarios Agujas y alfileres Alambre de púas y grapas Alambre de hierro Algodón en rama y planchado Alquitrán Aluminio y níquel manufacturado Amoníaco líquido Animales vivos Anzuelos Aparatos de óptica Artículos para el calzado 109 423 1 15.227 1.872 266 8.994 65.403 2.505 205 61 1.627 4.510 3.051 33.696 159.069 17.340 812 468 6.861 351 992 58 54 389 12 1.670 4.684 1.863 3.354 61 2.632 1.241 982 686 5.596 87.627 64.455 239 19.797 47.052 230.533 356 84.996 14.940 22.447 2.552 62.114 1.970 1.075 894.440 76.870 245.127 41.962 848 14.963 11.250 904 198 764 578 5.985 16 20.155 1.952 579 13.479 94.997 3.178 261 800 4.942 35.106 1.491 4.949 164.950 23.168 1.779 17.341 185.543 97 12.067 473 232 782 10 5.113 1.131 1.508 1.738 234 4.407 1.831 881 1.397 2.773 439.870 98.160 237 4.707 177.688 78.548 344 21.720 23.038 14.028 1.631 57.578 6.650 69.360 215.596 31.777 302.448 6.572 6.647 16.612 10.083 4.068 3.568 6.109 (continúa) 217 (viene) Artículos para fabricar sombreros Artículos para dentistas Arneses Asbestos Azogue Balanzas Bandas para máquinas Barnices charoles Barriles vacíos Bencina y gasolina Bicarbonato de soda Bombas hidráulicas Botellas para aguas gaseosas Botellas vacías Botes y embarcaciones Botones Brochas y pinceles Broches Bronce manufacturado Bronce Bruzas para bestias Cables de alambre Cadenas y anclas Cajas fuertes y registradora Carbón mineral Carboncillo para luz eléctrica Carburo de calcio Cañuelas y marcos Cartón en pasta Cartón manufacturado Carretillas de mano Carrocería Caucho manufacturado Cemento blanco Cemento romano Celuloide manufacturado Cera sin manufacturar Cerda animal Cerda vegetal Cerote para zapatos Cianuro de potasio Cintas para empaquetar Cinematógrafos y accesorios Clavazón de hierro Cloruro de cal Cloro magnesio Cobre en láminas Cobre manufacturado Cordelería Corsets y artículos para fabricarlos Creta Crisoles Crudo N° 3 Dinamita Efectos para el Gobierno Nacional Efectos para la flota del Lago Ejes resortes para carro Elásticas y ligas Empacadura Encerados Esmeril 4.868 699 956 3.463 159 17.028 4.450 10.759 1.859 553.199 36.005 44.922 62.888 618.968 8.517 4.418 900 1.429 5.397 8.657 121 17.067 8.355 15.113 8.700.702 8.101 323.486 7.158 42.635 27.080 29.187 28.084 3.874 24.164 3.381.881 1.626 28.293.315 93 315 106 5.858 587 3.464 219.332 10.935 23.383 8.774 35.815 187.085 476 61 786 193.281 8.359 1.842 5.890 13.843 244 2.433 4.766 227 48.142 6.412 4.333 2.146 680 39.387 24.322 14.178 518 211.771 10.475 68.362 15.609 145.707 28.806 30.338 7.480 6.392 15.555 14.708 225 13.533 5.243 21.336 262.896 6.723 92.072 7.460 10.341 23.716 15.169 23.639 31.446 2.711 239.782 9.781 852 1.348 90 338 8.195 2.044 59.690 69.702 1.807 2.797 16.732 76.578 181.554 5.298 28 712 237.875 10.660 50.453 6.613 7.354 2.621 13.498 13.187 327 (continúa) 218 (viene) Espejos Estambre en rama Estaño en barra Estaño manufacturado Fibras Fieltros sin fular Flejes de hierro Fonógrafo y accesorios Fósforos en pasta Fotografía y útiles Garrafones vacíos Gas ácido carbónico Goma arábiga Grasa para máquinas Guarales Hierro para edificios Hierro en bruto Hierro manufacturado Herramientas y maquinaria para agricultura Hilo acarreto e hilacha Hilo para coser, tejer y bordar Hiposulfito de sodio Hojalata Hojalata manufacturada Hule Incubadoras Instrumentos científicos Instrumentos para arte y oficios Instrumentos para música Jarcias de alambre Jeringas Ladrillos refractarios Lata-papel Libros en blanco Lithita Madera acepillada Madera sin acepillar Madera manufacturada Manganeso en polvo Maquinarias Máquinas para aguas gaseosa Máquinas para minas Máquinas para telares Máquinas y útiles para imprenta Marfil y nácar manufacturado Mármol en polvo Mármol labrado Mármol sin labrado Masa filtrante Materiales para caminos de hierro Materias tintóreas Mechas para minas Mimbre y junco manufacturado Molinos Mosaicos Motores y accesorios Oro acuñado Oro manufacturado Pábilo Paja y palma Papel de imprenta 7.249 861 19.077 2.140 74.541 294 5.437 6.326 401 6.437 4.864 46.889 4.745 21.289 10.389 576.027 413.755 4.795.548 373.016 39.257 57.077 802 39.240 35.333 6.659 89 2.245 58.286 1.156 333 1.969 129.736 1.474 10.599 38 59.474 1.557.648 154.551 102 751.981 1.479 123.489 6.588 15.598 74 5.904 13.256 13.752 1.068 873.293 55 1.700 5.584 37.251 9.430 137.006 960 1 47 45.481 391.450 11.418 6.024 7.365 5.047 41.968 2.305 4.602 29.848 825 23.564 2.747 25.425 7.471 8.991 25.988 215.592 106.214 349.577 406.814 93.403 342.512 130 15.377 49.838 13.588 146 9.515 124.747 8.643 382 8.607 9.662 986 21.013 99 19.349 138.148 100.840 103 881.451 3.938 180.310 4.895 37.480 476 263 13.546 4.500 2.159 301.043 47 4.479 95.384 12.326 322 632 2.597.882 140 283 13.660 108.659 (continúa) 219 (viene) Papel de lija Papel de tapicería Parafina Pasta para pegar metales Pasta para rodillos Petróleo crudo Pinturas finas Pinturas ordinarias Piernas artificiales Plantas vivas Plata manufacturada Plomo en barras Plomo manufacturado Rasuras de madera Romanas y pesas Sacos vacíos Salitre Sal de roca Sal de nitro Sanguijuelas Seda de madeja Semillas Sémola Silicato de soda Soda y potasa Sulfato de aluminio Sulfato de cobre Suela Tejido de alambre de hierro Telas y tejidos de algodón Telas de algodón labradas Telas de cerda Telas de lana Telas de lino Telas de seda mezclada Telas de seda pura Tela impermeable Tela pelo de camello Termómetros Tierra para edificios Tierra refractaria Trementina Tornillos para herreros Tubería de hierro Veneno para pieles Vidrios planos Vidrios manufacturados Yeso en polvo Zinc en láminas Zinc manufacturado 2.215 25.703 45.046 26 144 69.553 13.935 157.188 8 4.061 8 2.580 2.386 819 19.030 42.009 1.681 34 12.995 15 29 7.436 12.279 125.204 250.865 11.685 80 7.645 12.523 1.006.457 19.662 202 13.161 8.015 1.547 684 1.109 683 200 2.367 163.087 19.454 976 819.483 6.420 20.748 60.851 12.009 13.328 3.811 Total Bienes de consumo Bienes de capital y materia prima 2.783 20.246 22.321 40 154 8.685 38.346 102.627 520 7.804 844 1.952 1.306 437 26.299 48.538 1.760 10 14.727 81 1.430 10.700 4.963 15.298 59.336 1.620 27 10.863 8.152 3.912.543 159.034 2.223 155.473 46.238 45.395 20.284 2.751 4.485 1.110 422 9.450 12.725 993 206.620 5.762 9.180 95.964 1.902 3.756 4.430 65.176.253 50.270.381 20.365.618 100 % 77 % 31 % Fuente: elaboración propia sobre la base de estadísticas de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, 1915. Nota: los bienes de consumo final se presentan en fondo blanco, y en fondo gris los bienes de capital y materia prima. Todas las cantidades se expresan en kilogramos. 220 Capítulo II SERIE DE PRECIOS Y SUELDOS II.a. Serie de precios SERIE DE PRECIOS INTERNOS Metodología del índice general de precios El objetivo de este soporte se concentra en el cálculo del índice general de precios (IGP) representativo de la economía nacional durante este período, así como establecer una estructura referencial de los sueldos, tomando como referente los que ofertaba la administración pública, de lo cual inferimos que nunca sería mayor al vigente en promedio, en el resto de la economía nacional. En el caso de los precios, la tarea consistió en construir, en lo posible, la serie que abarca este período, con la mayor cantidad de productos, de acuerdo con los procedimientos que seguimos en los períodos anteriores. Ello se logró parcialmente, pues las fuentes disponibles sólo nos permitieron reunir un conjunto de bienes, en su mayor parte del género alimenticio. No pudimos obtener precios confiables en el ramo de las herramientas ni de los textiles, mientras que, por su parte, las partidas de importación no daban mayores detalles de dichos bienes. Procedimos, en consecuencia, a reunir un solo conjunto de precios con los bienes más consumidos. Así logramos confeccionar, lo más documentalmente posible, una lista de 43 productos que se alistan en el Cuadro II.1.1 (véase p. 231). Ellos nos parecieron suficientes para basar el cálculo del IGP, toda vez que, de acuerdo a las partidas de importación, dichos bienes alcanzan casi 50% de los montos de las muestras de importación, no obstante que muchos de esos bienes eran producidos en el país. Además, decidimos incluir en esta oportunidad un nuevo índice de precios, agrupando los principales productos de exportación. Así tenemos, por un lado, el IGP representativo del consumo interno de nuestro mercado; y por otro, el índice de precios de los rubros más exportados por Venezuela durante el período. El procedimiento matemático es el mismo el utilizado en los anteriores períodos. Cada producto se presenta en una serie anual donde se exponen la unidad en que se mide, su precio absoluto para cada año y su índice de precio particular. Luego se hace un cuadro resumen con los precios promedios quinquenales y sus índices de precios particulares, también quinquenales; y finalmente dos gráficos, uno con los precios quinquenales absolutos, y otro similar con los quinquenales relativos. Serie de pr ecios de consumo interno precios interno.. Breve análisis En las anteriores experiencias de esta investigación pudimos constatar que el fenómeno inflacionario en Venezuela era prácticamente desconocido, pues las pendientes del IGP no mostraban mayores saltos a lo largo del tiempo, sino variaciones de pocos grados en sus ángulos. En este período en particular, la condición de precios estables; es decir, con IGP inferior a 10%, se mantuvo hasta 1898. A partir de entonces, la economía venezolana registró una considerable expansión inflacionaria que cerraría la serie, en 1914, con 120,8% respecto a 1874. Durante los dos primeros quinquenios, el IGP no llegó a 2%. En la década 1886-1896, los precios se derrumbaron hasta en -6% respecto a 1874. En el quinquenio 1896-1900, comienza a observarse el repunte inflacionario con un promedio de 8,2%, para luego dispararse durante los tres lustros restantes a 32,6%, 67,2% y 107,6%, respectivamente; esto representa una pendiente sin precedentes en la historia de los precios, de acuerdo con el IGP que esta investigación ha construido para períodos anteriores. Salvo las caraotas negras, las escobas importadas, la soda cáustica, todos los bienes de la lista se comportaron tal como se expresa en el IGP, el cual no es otra cosa que un promedio representativo de ese conjunto de bienes. El resto de los bienes registraron pendientes similares, de mayor o menor ángulo. El más representativo de estos bienes es la harina de trigo, por ser el producto de mayor proporción de consumo en la escala de bienes importados, cuya ojiva se aproxima al promedio general, comportándose como el producto referente del resto de los bienes. 226 SERIE DE PRECIOS DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS DE EXPORTACIÓN Confeccionamos una lista total de 10 productos de exportación. El comportamiento de sus precios en general puede observarse en el Cuadro II.2.1 (véase p. 321) el cual nos revela un desenvolvimiento diferente al del IGP de los productos importados y/o producidos para el mercado de consumo nacional. Sin considerar la proporción de sus volúmenes, representados fundamentalmente por el café y el cacao, observamos en estos bienes de exportación cuatro ciclos bien definidos: 1. Caída de precios desde 1874 hasta 1886 que casi llega a -20%. 2. Una coyuntural recuperación hasta poco menos de 10%, en el año 1887. 3. Luego de este año se abre paso a una nueva y más profunda caída que se prolonga hasta 1911 y que sobrepasa los 20 puntos porcentuales. 4. Un último lapso de recuperación en 1913, para un promedio quinquenal de 10,5%. Pasemos a analizar uno a uno los productos que componen este conjunto. Balatá Es también un producto que aparece por primera vez en la lista de exportaciones venezolanas durante este período. Su precio osciló en un estrecho margen: comienza en Bs. 4 por kilogramo; su peor momento fue en 1904, con Bs. 2,52; y su mejor año apenas superó los 5 bolívares. Sin embargo, sus promedios quinquenales indican una pendiente positiva. 227 Cacao A excepción de dos años con niveles positivos: 1878 y 1879, el cacao es el bien exportable que mayor caída de sus precios de exportación registra en este período. De 1,61 Bs./Kg pasa a 1,26 Bs./Kg. La caída es tan brutal y sostenida que llegó hasta casi un bolívar en 1910, para recuperarse ligeramente durante el último año. Café A lo largo de la serie este producto jamás logró recuperar los niveles de precios de 1874, de 1,64 Bs. por kilo, salvo en 1890 y 1891. Sin embargo, el producto mostró ciclos de recuperación previos y posteriores a su peor caída, ocurrida en 1902 cuando su índice alcanzó 61%. Así, sus mejores quinquenios resultaron los de 1886-1890 y 1891-1895, con caídas inferiores a 10% respecto del año inicial de la serie, cuando cierra a un bolívar cada kilogramo. Caucho Se trata de un producto que ocupa sólo los últimos cuatro quinquenios de la serie, pues aparece por primera vez como bien de exportación en 1897. Comienza ese año con un precio de Bs. 5 por kilogramo y rápidamente se dispara hasta alcanzar su mayor pico en 1906, cuando alcanza los 24 bolívares. Pero al año siguiente, y hasta el cierre de la serie, comienza a retornar a sus precios iniciales. Cueros de res Junto con el cacao, uno de los bienes con más larga tradición exportadora. Su precio fue sumamente estable hacia el alza, aunque con algunos picos hacia abajo. Abre la serie a casi 18 bolívares la unidad y cierra, en 1914, a poco más de 23 bolívares. Por ello, su gráfica se encuentra en positivo, colocándose como uno de los pocos bienes de estable precio internacional. Dividive Esta materia prima de colorante textil mostró una tendencia relativa hacia la baja. Abre la serie en Bs. 0,49 el kilogramo y cierra en Bs. 0,11. 228 Tuvo un breve repunte en 1887 cuando alcanza la astronómica cifra de casi 5 bolívares por kilo, pero resultó un fenómeno más coyuntural que de su estructura de precios que cayó, al año siguiente, a una cuarta parte del precio del año cero (1874). En consecuencia, este producto refleja una pendiente cuyo mayor recorrido lo hace en el cuadrante negativo. Ganado vacuno Este producto representa el equivalente al café en el ramo de la cría. La evolución de sus precios traza una considerable caída que fue constante, a pesar de que abre la serie con Bs. 80 por cabeza y cierra en Bs. 96,28. Pero en promedio quinquenal los cinco primeros lustros marcaron por encima de los Bs. 100. En en el lustro 1896-1900 intenta regresar a los precios de 1874, sin lograrlo. En 1906 llegó a experimentar su caída más estrepitosa con Bs. 6,3 por cabeza, recuperándose al cerrar la serie a poco menos del nivel de los Bs. 100. Maderas Sumamente irregular el precio de las maderas de exportaciones venezolana para este período, pues osciló entre Bs. 0,7 y 0,4 cada kilogramo. Por encontrarse su precio en Bs. 0,8 el kilo en el año inicial de la serie, el polígono de su gráfica cae en el cuadrante negativo, en la totalidad del período en cuestión. Oro El oro venezolano tuvo en este período una serie negativa: abre en Bs. 3.269 el kilogramo para cerrar en Bs. 2.659. Su gráfica muestra una pendiente en “u”, ya que el lustro intermedio 1896-1900 registra el peor promedio, con Bs. 2.448, para recuperarse levemente aunque termina cerrando la serie en baja. Sarrapia Los precios de este producto se comportaron de modo irregular a lo largo de los ocho quinquenios. Inicia la serie marcando Bs. 3,7 cada kilogramo, y pese a que repunta a poco más de 4 bolívares en 1878, durante este primer quinquenio promedió Bs. 3,36. Se mantiene sin mayores sobresaltos por dos lustros más, hasta que alcanza una media en 229 la primera mitad de la década de 1890, de Bs. 8,5 el kilo. Vuelve a caer en los últimos cinco años del siglo XIX y el siguiente del siglo XX, para recuperarse en la segunda década. Finalmente, como contagiado por la onda inflacionaria del resto de los bienes, se dispara en sus precios hasta tocar el impresionante techo de 26,4 bolívares el kilogramo, y cerrar la serie promediando Bs. 11,54. 230 II.b. Cuadros y gráficos 231 232 CUADRO Nº II.1.1 LISTA DE PRODUCTOS UTILIZADOS PARA EL CÁLCULO DEL ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS Bienes Unidad de valor 3 1 Aceite de coco Bs./Botella 4 2 Aguardiente Bs./Kg 5 3 Ajo Bs./Ristra 6 4 Almidón Bs./Kg 7 5 Arroz Bs./Kg 8 6 Azúcar Bs./Kg 9 7 Bacalao Bs./Kg 10 8 Caraotas blancas Bs./Kg 11 9 Caraotas negras Bs./Kg 12 10 Carne 13 11 Cebolla Bs./Kg Bs./Kg 14 12 Coco Bs./Unidad 15 13 Cueros de chivo Bs./Kg 16 14 Cueros de res Bs./Unidad 17 15 Cueros de venado Bs./Kg 18 16 Escobas importadas Bs./Unidad 19 17 Escobas nacionales Bs./Unidad 20 18 Fideos Bs./Kg 21 19 Fósforo Bs./Gruesa 22 20 Frijoles Bs./Kg 23 21 Garbanzos Bs./Kg 24 22 Harina Bs./Kg 25 23 Jabón Bs./Kg 26 24 Jamón Bs./Kg 27 25 Kerosén Bs./Litro 28 26 Maíz Bs./Fanega 29 27 Manteca importada Bs./Kg 30 28 Manteca nacional Bs./Kg 31 29 Mantequilla importada Bs./Kg 32 30 Papas Bs./Kg. 33 31 Ron Bs./Carga 34 32 Sal Bs./Fanega 35 33 Sebo criollo Bs./Kg 36 34 Sebo importado Bs./Fanega 37 35 Soda Bs./Litro 38 36 Soda cáustica Bs./Kg. 39 37 Tabaco Bs./Arroba 40 38 Velas de sebo Bs./Kg 41 39 Velas esteáricas Bs./Kg 42 40 Vinagre Bs./Litro 43 41 Vino dulce Bs./Litro 44 42 Vino seco Bs./Litro 45 43 Vino tinto Bs./Barriles 233 GRÁFICO Nº II.1.1 ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS 140,00 120,00 100,00 Variaciones % 80,00 60,00 40,00 -20,00 -40,00 Aæos 234 1914 1912 1910 1908 1906 1904 1902 1900 1898 1896 1894 1892 1890 1888 1886 1884 1882 1880 1878 1876 0,00 1874 20,00 CUADRO Nº II.1.2 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Índice general de precios. Variaciones porcentuales Año Índice general de precios 1874 0,00 1875 -0,22 1876 -0,67 1877 6,52 1878 1,51 1879 0,81 1880 1,14 1881 4,21 1882 7,65 1883 -3,80 1884 -5,27 1885 6,06 1886 -1,62 1887 6,18 1888 -8,04 1889 -7,13 1890 -18,88 1891 -17,80 1892 -15,98 1893 11,84 1894 -6,12 1895 -3,04 1896 0,32 1897 4,17 1898 7,60 1899 12,10 1900 16,53 1901 21,40 1902 26,59 1903 32,16 1904 38,26 1905 44,67 1906 53,28 1907 58,54 1908 66,18 1909 74,35 1910 83,45 1911 93,10 1912 103,05 1913 113,33 1914 120,78 * Año base = 1874 235 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Promedio quinquenal 1874-1880 1,30 1881-1885 1,77 1886-1890 -5,90 1891-1895 -6,22 1896-1900 8,15 1901-1905 32,62 1906-1910 67,16 1911-1914 107,57 PROMEDIO QUINQUENAL 120,00 100,00 Precio Bs./Kg 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1874-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 Quinquenios 236 CUADRO Nº II.1.3 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Aceite de coco. Bs./Botella SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,31 IP %* 0,00 1875 0,31 -0,29 1876 0,31 0,00 1877 0,31 0,00 1878 0,25 -19,35 1879 0,25 -19,35 1880 0,28 -9,68 1881 0,28 -9,68 1882 0,28 -9,68 1883 0,28 -9,68 1884 0,28 -9,68 1885 0,28 -9,68 1886 0,30 -4,84 1887 0,31 0,00 1888 0,25 -20,21 1889 0,26 -16,54 1890 0,22 -29,34 1891 0,22 -27,53 1892 0,23 -25,62 1893 0,28 -9,68 1894 0,29 -7,72 1895 0,30 -4,12 1896 0,31 -0,32 1897 0,32 3,71 1898 0,33 7,97 1899 0,35 12,48 1900 0,36 17,26 1901 0,38 22,33 1902 0,40 27,71 1903 0,41 33,42 1904 0,43 39,48 1905 0,45 45,92 1906 0,47 52,78 1907 0,50 60,06 1908 0,52 67,82 1909 0,55 76,08 1910 0,57 84,88 1911 0,60 94,26 1912 0,63 104,26 1913 0,67 114,93 1914 0,69 122,52 * Año base = 1874 237 PROMEDIOS Quinquenio QUINQUENALES Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,28 -8,11 1881-1885 0,28 -9,68 1886-1890 0,27 -14,18 1891-1895 0,26 -14,94 1896-1900 0,34 8,22 1901-1905 0,41 33,77 1906-1910 0,52 68,32 1911-1914 0,65 108,99 PRECIO PROMEDIO 0,70 Precio Bs./Botella 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 % aæo base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 -20,00 -40,00 Quinquenios 238 1901-1905 1906-1910 1911-1914 CUADRO Nº II.1.4 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Aguardiente. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,08 IP %* 0,00 1875 0,08 -0,13 1876 0,08 0,16 1877 0,09 20,19 1878 0,12 60,26 1879 0,11 40,22 1880 0,08 0,16 1881 0,07 -3,85 1882 0,14 84,29 1883 0,11 40,22 1884 0,08 -3,11 1885 0,06 -21,88 1886 0,10 24,20 1887 0,13 68,27 1888 0,07 -3,85 1889 0,07 -9,86 1890 0,06 -29,18 1891 0,06 -27,37 1892 0,06 -25,46 1893 0,06 -27,88 1894 0,07 -7,56 1895 0,07 -3,96 1896 0,08 -0,16 1897 0,08 3,87 1898 0,08 8,13 1899 0,09 12,64 1900 0,09 17,42 1901 0,10 22,49 1902 0,10 27,87 1903 0,10 33,58 1904 0,11 39,64 1905 0,11 46,08 1906 0,12 52,94 1907 0,12 60,22 1908 0,13 67,98 1909 0,14 76,24 1910 0,14 85,04 1911 0,15 94,42 1912 0,16 104,42 1913 0,17 115,09 1914 0,17 122,68 * Año base = 1874 239 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,09 20,14 1881-1885 0,09 19,14 1886-1890 0,09 9,92 1891-1895 0,06 -18,45 1896-1900 0,08 8,38 1901-1905 0,10 33,93 1906-1910 0,13 68,48 1911-1914 0,16 109,15 PRECIO PROMEDIO 0,18 0,16 Precio Bs./Kg 0,14 0,12 0,10 0,08 0,06 0,04 0,02 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 % aæo base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 -20,00 -40,00 Quinquenios 240 1906-1910 1911-1914 CUADRO Nº II.1.5 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Ajo. Bs./Ristra SERIE ANUAL Año Precio 1874 23,70 IP %* 0,00 1875 30,54 28,86 1876 30,00 26,58 1877 25,00 5,49 1878 45,00 89,87 1879 45,00 89,87 1880 45,00 89,87 1881 17,50 -26,16 1882 17,50 -26,16 1883 25,00 5,49 1884 22,92 -3,28 1885 15,00 -36,71 1886 18,75 -20,89 1887 47,50 100,42 1888 19,00 -19,83 1889 12,50 -47,26 1890 15,00 -36,71 1891 15,00 -36,71 1892 15,00 -36,71 1893 15,00 -36,71 1894 21,87 -7,73 1895 22,72 -4,13 1896 23,62 -0,32 1897 24,58 3,71 1898 25,59 7,98 1899 26,66 12,50 1900 27,80 17,28 1901 29,00 22,36 1902 30,28 27,74 1903 31,63 33,46 1904 33,07 39,53 1905 34,60 45,98 1906 36,22 52,84 1907 37,95 60,14 1908 39,79 67,90 1909 41,75 76,17 1910 43,84 84,98 1911 46,07 94,38 1912 48,44 104,39 1913 50,97 115,08 1914 52,77 122,67 * Año base = 1874 241 PROMEDIOS Quinquenio QUINQUENALES Precio promedio IP promedio 1875-1880 36,76 55,09 1881-1885 19,58 -17,36 1886-1890 22,55 -4,85 1891-1895 17,92 -24,40 1896-1900 25,65 8,23 1901-1905 31,71 33,82 1906-1910 39,91 68,41 1911-1914 49,56 109,13 PRECIO PROMEDIO 60,00 Precio Bs./Ristra 50,00 40,00 30,00 20,00 10,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 % aæo base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 -20,00 -40,00 Quinquenios 242 CUADRO Nº II.1.6 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Almidón. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,15 IP %* 0,00 1875 0,15 -0,29 1876 0,15 0,15 1877 0,21 40,95 1878 0,19 29,82 1879 0,14 -3,56 1880 0,13 -10,98 1881 0,35 137,39 1882 0,39 167,06 1883 0,14 -7,27 1884 0,14 -3,27 1885 0,27 85,46 1886 0,20 37,24 1887 0,13 -10,98 1888 0,12 -18,40 1889 0,11 -22,11 1890 0,10 -29,34 -27,53 1891 0,11 1892 0,11 -25,62 1893 0,32 115,13 1894 0,14 -7,72 1895 0,14 -4,12 1896 0,15 -0,32 1897 0,15 3,71 1898 0,16 7,97 1899 0,16 12,48 1900 0,17 17,26 1901 0,18 22,33 1902 0,19 27,71 1903 0,20 33,42 1904 0,20 39,48 1905 0,21 45,92 1906 0,22 52,78 1907 0,23 60,06 1908 0,25 67,82 1909 0,26 76,08 1910 0,27 84,88 1911 0,28 94,26 1912 0,30 104,26 1913 0,31 114,93 1914 0,33 122,52 * Año base = 1874 243 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,16 9,35 1881-1885 0,26 75,87 1886-1890 0,13 -8,72 1891-1895 0,16 10,03 1896-1900 0,16 8,22 1901-1905 0,20 33,77 1906-1910 0,25 68,32 1911-1914 0,31 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,35 Precio Bs./Kg 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 % aæo base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 Quinquenios 244 CUADRO Nº II.1.7 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Arroz. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 Precio 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,13 0,12 0,13 0,13 0,13 0,14 0,15 0,11 0,05 0,11 0,11 0,11 0,11 0,11 0,10 0,11 0,12 0,12 0,13 0,14 0,15 0,15 0,16 0,17 0,18 0,19 0,20 0,22 0,23 0,24 0,26 0,27 0,29 0,30 0,32 IP %* 0,00 0,00 2,17 0,33 -1,76 2,42 -5,94 0,33 0,33 -1,76 5,60 12,88 -16,39 -62,37 -16,39 -16,39 -15,38 -15,38 -15,38 -20,57 -15,92 -11,00 -5,80 -0,29 5,55 11,72 18,26 25,18 32,50 40,25 48,46 57,14 66,33 76,06 86,36 97,27 108,81 121,02 133,95 147,64 1914 0,33 153,85 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 245 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,13 -0,46 1881-1885 0,13 3,48 1886-1890 0,10 -25,38 1891-1895 0,11 -15,65 1896-1900 0,14 5,89 1901-1905 0,18 40,70 1906-1910 0,24 86,97 1911-1914 0,31 139,11 PRECIO PROMEDIO 0,35 0,30 Precio Bs./Kg 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 160,00 140,00 % aæo base: 1874 120,00 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 -20,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -40,00 Quinquenios 246 CUADRO Nº II.1.8 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Azúcar. Bs./Kg SERIE Año 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 ANUAL Precio 0,35 0,37 0,39 0,43 0,45 0,46 0,43 0,49 0,57 0,45 0,34 0,23 0,23 0,29 0,24 0,30 0,31 0,31 0,32 0,32 0,32 0,33 0,33 0,34 0,34 0,35 0,36 0,36 0,37 0,37 0,38 0,39 0,39 0,40 0,41 0,42 0,42 0,43 0,44 0,45 0,46 IP %* 0,00 5,90 11,80 24,22 27,33 30,43 24,22 39,75 61,49 27,33 -3,73 -34,78 -34,78 -16,15 -31,68 -13,04 -11,63 -10,19 -8,73 -9,94 -8,37 -6,77 -5,15 -3,49 -1,81 -0,10 1,64 3,41 5,22 7,05 8,92 10,82 12,75 14,71 16,71 18,75 20,82 22,92 25,07 27,25 31,43 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 247 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,42 20,65 1881-1885 0,41 18,01 1886-1890 0,27 -21,46 1891-1895 0,32 -8,80 1896-1900 0,34 -1,78 1901-1905 0,37 7,08 1906-1910 0,41 16,75 1911-1914 0,44 26,67 PRECIO PROMEDIO 0,50 0,45 0,40 Precio Bs./Kg 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 30,00 % aæo base: 1874 20,00 10,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 -10,00 -20,00 -30,00 Quinquenios 248 1901-1905 CUADRO Nº II.1.9 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Bacalao. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 Precio 0,37 0,37 0,37 0,39 0,34 0,41 0,37 0,37 0,37 0,39 IP %* 0,00 -0,29 -0,12 5,76 -8,93 11,63 -0,12 -0,12 -0,12 5,76 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 0,39 0,39 0,39 0,39 0,30 0,35 0,26 0,27 0,28 0,22 0,34 0,35 0,37 5,76 5,76 5,76 5,76 -17,74 -5,99 -29,34 -27,53 -25,62 -40,48 -7,72 -4,12 -0,32 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 0,38 0,40 0,42 0,43 0,45 0,47 0,49 0,52 0,54 0,57 0,59 0,62 3,71 7,97 12,48 17,26 22,33 27,71 33,42 39,48 45,92 52,78 60,06 67,82 1909 1910 1911 1912 1913 1914 0,65 0,68 0,72 0,76 0,80 0,82 76,08 84,88 94,26 104,26 114,93 122,52 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 249 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,37 1881-1885 0,38 3,41 1886-1890 0,34 -8,31 1891-1895 0,29 -21,10 1896-1900 0,40 8,22 1901-1905 0,49 33,77 1906-1910 0,62 68,32 1911-1914 0,77 108,99 PRECIO IP promedio 1,32 PROMEDIO 0,90 0,80 Precio Bs./Kg 0,70 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 % aæo base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 -20,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -40,00 Quinquenios 250 CUADRO Nº II.1.10 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Caraotas blancas. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,10 IP %* 0,00 1875 0,13 29,71 1876 0,13 33,31 1877 0,14 43,56 1878 0,07 -25,66 1879 0,07 -25,66 1880 0,07 -30,78 1881 0,07 -28,22 1882 0,07 -28,22 1883 0,07 -28,22 1884 0,13 26,73 1885 0,27 166,61 1886 0,13 28,18 1887 0,12 17,92 1888 0,15 48,69 1889 0,15 48,69 1890 0,15 48,69 1891 0,15 48,69 1892 0,15 48,69 1893 0,15 48,69 1894 0,12 22,28 1895 0,13 25,88 1896 0,13 29,68 1897 0,13 33,71 1898 0,14 37,97 1899 0,14 42,48 1900 0,15 47,26 1901 0,15 52,33 1902 0,16 57,71 1903 0,16 63,42 1904 0,17 69,48 1905 0,18 75,92 1906 0,18 82,78 1907 0,19 90,06 1908 0,20 97,82 1909 0,21 106,08 1910 0,21 114,88 1911 0,22 124,26 1912 0,23 134,26 1913 0,24 144,93 1914 0,25 152,52 * Año base = 1874 251 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,10 4,08 1881-1885 0,12 21,74 1886-1890 0,14 38,43 1891-1895 0,14 38,84 1896-1900 0,14 38,22 1901-1905 0,16 63,77 1906-1910 0,20 98,32 1911-1914 0,24 138,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,30 Precio Bs./Kg 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 160,00 % aæo base: 1874 140,00 120,00 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios Quinquenios 252 CUADRO Nº II.1.11 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Caraotas negras. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio IP %* 1874 0,14 0,00 1875 0,14 0,00 1876 0,14 -2,95 -19,43 1877 0,11 1878 0,13 -8,44 1879 0,22 53,81 1880 0,16 13,53 1881 0,21 46,49 1882 0,11 -19,43 1883 0,11 -19,43 1884 0,14 0,00 1885 0,32 130,72 1886 0,14 -1,12 1887 0,11 -19,43 1888 0,13 -6,61 1889 0,17 22,69 1890 0,14 0,00 1891 0,14 0,00 1892 0,14 0,00 1893 0,18 28,18 1894 0,14 0,00 1895 0,14 0,00 1896 0,14 0,00 1897 0,14 0,00 1898 0,14 0,00 1899 0,14 0,00 1900 0,14 0,00 1901 0,14 0,00 1902 0,14 0,00 1903 0,14 0,00 1904 0,14 0,00 1905 0,14 0,00 1906 0,14 0,00 1907 0,14 0,00 1908 0,14 0,00 1909 0,14 0,00 1910 0,14 0,00 1911 0,14 0,00 1912 0,14 0,00 1913 0,14 0,00 1914 0,14 0,00 * Año base = 1874 253 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,15 6,09 1881-1885 0,18 27,67 1886-1890 0,14 -0,90 1891-1895 0,15 5,64 1896-1900 0,14 0,00 1901-1905 0,14 0,00 1906-1910 0,14 0,00 1911-1914 0,14 0,00 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,20 0,18 Precio Bs./Kg 0,16 0,14 0,12 0,10 0,08 0,06 0,04 0,02 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 30,00 % aæo base: 1874 25,00 20,00 15,00 10,00 5,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 -5,00 Quinquenios Quinquenios 254 CUADRO Nº II.1.12 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Carne. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio IP %* 1874 0,48 0,00 1875 0,48 0,00 1876 0,48 0,00 1877 0,48 0,00 1878 0,48 0,00 1879 0,48 -0,36 1880 0,52 8,70 1881 0,50 4,17 1882 0,50 4,17 1883 0,22 -54,71 1884 0,24 -50,18 1885 0,26 -45,65 1886 0,52 8,70 1887 0,17 -63,77 1888 0,17 -63,77 1889 0,13 -72,83 1890 0,14 -70,94 1891 0,15 -68,93 1892 0,16 -66,77 1893 0,17 -63,77 1894 0,19 -61,27 1895 0,20 -58,60 1896 0,21 -55,74 1897 0,23 -52,69 1898 0,24 -49,42 1899 0,26 -45,93 1900 0,28 -42,20 1901 0,30 -38,22 1902 0,32 -33,96 1903 0,34 -29,40 1904 0,36 -24,53 1905 0,39 -19,32 1906 0,41 -13,76 1907 0,44 -7,81 1908 0,47 -1,45 1909 0,51 5,35 1910 0,54 12,62 1911 0,58 20,39 1912 0,62 28,69 1913 0,66 37,57 1914 0,69 43,75 * Año base = 1874 255 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,49 1,39 1881-1885 0,34 -28,44 1886-1890 0,23 -52,52 1891-1895 0,17 -63,87 1896-1900 0,24 -49,20 1901-1905 0,34 -29,09 1906-1910 0,48 -1,01 1911-1914 0,64 32,60 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,70 0,60 Precio Bs./Kg 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 Quinquenios Quinquenios ÍNDICE 1901-1905 1906-1910 1911-1914 DE PRECIOS 40,00 % aæo base: 1874 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 -60,00 -80,00 Quinquenios Quinquenios 256 CUADRO Nº II.1.13 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Cebolla. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,59 IP %* 0,00 1875 0,40 -32,50 1876 0,21 -65,00 1877 0,39 -33,68 1878 0,21 -65,00 1879 0,23 -61,31 1880 0,28 -52,10 1881 0,14 -76,05 1882 0,43 -26,31 1883 0,35 -41,05 1884 0,27 -53,94 1885 0,20 -66,84 1886 0,48 -18,94 1887 0,41 -29,99 1888 0,41 -29,99 1889 0,34 -42,89 1890 0,33 -44,07 1891 0,33 -44,07 1892 0,33 -44,07 1893 0,33 -44,73 1894 0,34 -43,18 1895 0,34 -41,59 1896 0,35 -39,95 1897 0,36 -38,26 1898 0,37 -36,53 1899 0,38 -34,75 1900 0,40 -32,92 1901 0,41 -31,04 1902 0,42 -29,10 1903 0,43 -27,11 1904 0,44 -25,07 1905 0,45 -22,97 1906 0,47 -20,81 1907 0,48 -18,58 1908 0,49 -16,30 1909 0,51 -13,95 1910 0,52 -11,54 1911 0,54 -9,06 1912 0,55 -6,51 1913 0,57 -3,88 1914 0,59 0,00 * Año base = 1874 257 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,29 -51,60 1881-1885 0,28 -52,84 1886-1890 0,39 -33,18 1891-1895 0,33 -43,53 1896-1900 0,37 -36,48 1901-1905 0,43 -27,06 1906-1910 0,49 -16,24 1911-1914 0,56 -4,86 PRECIO PROMEDIO 0,60 Precio Bs./Kg 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 % aæo base: 1874 -10,00 -20,00 -30,00 -40,00 -50,00 -60,00 Quinquenios 258 CUADRO Nº II.1.14 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Coco. Bs./Unidad SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,04 IP %* 0,00 1875 0,04 -0,29 1876 0,04 -12,50 1877 0,03 -21,88 1878 0,03 -34,38 1879 0,03 -31,25 1880 0,03 -31,25 1881 0,03 -31,25 1882 0,03 -31,25 1883 0,02 -43,75 1884 0,03 -37,50 1885 0,03 -31,25 1886 0,03 -31,25 1887 0,04 0,00 1888 0,05 18,75 1889 0,03 -28,13 1890 0,03 -29,34 1891 0,03 -27,53 1892 0,03 -25,62 1893 0,05 12,50 1894 0,04 -7,72 1895 0,04 -4,12 1896 0,04 -0,32 1897 0,04 3,71 1898 0,04 7,97 1899 0,04 12,48 1900 0,05 17,26 1901 0,05 22,33 1902 0,05 27,71 1903 0,05 33,42 1904 0,06 39,48 1905 0,06 45,92 1906 0,06 52,78 1907 0,06 60,06 1908 0,07 67,82 1909 0,07 76,08 1910 0,07 84,88 1911 0,08 94,26 1912 0,08 104,26 1913 0,09 114,93 1914 0,09 122,52 * Año base = 1874 259 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,03 -21,92 1881-1885 0,03 -35,00 1886-1890 0,03 -13,99 1891-1895 0,04 -10,50 1896-1900 0,04 8,22 1901-1905 0,05 33,77 1906-1910 0,07 68,32 1911-1914 0,08 108,99 PRECIO PROMEDIO 0,09 0,08 Precio Bs./Unidad 0,07 0,06 0,05 0,04 0,03 0,02 0,01 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % aæo base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 -20,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -40,00 -60,00 Quinquenios 260 CUADRO Nº II.1.15 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Cueros de chivo. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,50 IP %* 0,00 1875 0,57 13,71 1876 0,57 14,21 1877 0,61 22,18 1878 0,60 20,96 1879 0,56 11,73 1880 0,58 16,96 1881 0,57 13,04 1882 0,61 21,74 1883 0,80 60,87 1884 0,55 10,73 1885 0,59 17,39 1886 0,37 -26,09 1887 0,57 13,04 1888 0,59 17,39 1889 0,54 8,70 1890 0,42 -15,34 1891 0,43 -13,53 1892 0,44 -11,62 1893 0,65 30,43 1894 0,53 6,28 1895 0,55 9,88 1896 0,57 13,68 1897 0,59 17,71 1898 0,61 21,97 1899 0,63 26,48 1900 0,66 31,26 1901 0,68 36,33 1902 0,71 41,71 1903 0,74 47,42 1904 0,77 53,48 1905 0,80 59,92 1906 0,83 66,78 1907 0,87 74,06 1908 0,91 81,82 1909 0,95 90,08 1910 0,99 98,88 1911 1,04 108,26 1912 1,09 118,26 1913 1,14 128,93 1914 1,18 136,52 * Año base = 1874 261 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,58 16,62 1881-1885 0,62 24,75 1886-1890 0,50 -0,46 1891-1895 0,52 4,29 1896-1900 0,61 22,22 1901-1905 0,74 47,77 1906-1910 0,91 82,32 1911-1914 1,11 122,99 PRECIO PROMEDIO 1,20 Precio Bs./Kg 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 140,00 120,00 % aæo base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 Quinquenios 262 CUADRO Nº II.1.16 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Cueros de res. Bs./Unidad SERIE ANUAL Año Precio 1874 15,77 IP %* 0,00 1875 17,95 13,85 1876 18,03 14,35 1877 19,29 22,32 1878 19,10 21,10 1879 17,64 11,87 1880 18,47 17,10 1881 18,00 14,14 1882 18,75 18,90 1883 19,00 20,48 1884 18,50 17,31 1885 18,00 14,14 1886 6,75 -57,20 1887 15,50 -1,71 1888 14,75 -6,47 1889 12,75 -19,15 1890 13,37 -15,20 1891 13,66 -13,39 1892 13,96 -11,48 1893 18,13 14,97 1894 16,78 6,42 1895 17,35 10,02 1896 17,95 13,82 1897 18,58 17,85 1898 19,26 22,11 1899 19,97 26,62 1900 20,72 31,40 1901 21,52 36,47 1902 22,37 41,85 1903 23,27 47,56 1904 24,23 53,62 1905 25,24 60,07 1906 26,32 66,92 1907 27,47 74,20 1908 28,70 81,96 1909 30,00 90,22 1910 31,39 99,02 1911 32,86 108,40 1912 34,44 118,40 1913 36,12 129,07 1914 37,32 136,66 * Año base = 1874 263 PROMEDIOS Quinquenio QUINQUENALES Precio promedio IP promedio 1875-1880 18,41 1881-1885 18,45 16,99 1886-1890 12,62 -19,95 1891-1895 15,98 1,30 1896-1900 19,30 22,36 1901-1905 23,33 47,91 1906-1910 28,77 82,46 1911-1914 35,19 123,13 PRECIO 16,77 PROMEDIO 40,00 35,00 Precio Bs./Kg 30,00 25,00 20,00 15,00 10,00 5,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 140,00 120,00 % aæo base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 -20,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -40,00 Quinquenios 264 CUADRO Nº II.1.17 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Cueros de venado. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 Precio 0,99 1,13 IP %* 0,00 13,85 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1,13 1,21 1,20 1,11 1,16 1,13 1,26 0,91 1,10 0,59 0,67 0,50 14,35 22,32 21,10 11,88 17,10 14,19 27,36 -7,77 10,87 -40,71 -31,93 -49,49 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 0,60 0,78 0,84 0,86 0,88 0,54 1,05 1,09 1,13 1,17 1,21 1,25 1,30 -39,61 -20,95 -15,20 -13,39 -11,48 -45,10 6,42 10,02 13,82 17,85 22,11 26,62 31,40 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1,35 1,40 1,46 1,52 1,58 1,65 1,72 1,80 1,88 1,97 2,06 2,16 36,47 41,85 47,56 53,62 60,07 66,92 74,20 81,96 90,22 99,02 108,40 118,40 1913 1914 2,27 2,34 129,07 136,66 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 265 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 1,16 16,77 1881-1885 1,16 0,79 1886-1890 1,18 -31,44 1891-1895 1,09 -10,71 1896-1900 1,21 22,36 1901-1905 1,46 47,91 1906-1910 1,81 82,46 1911-1914 2,21 123,13 PRECIO PROMEDIO 2,50 Precio Bs./Kg 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 140,00 120,00 % año base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 266 CUADRO Nº II.1.18 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Escobas importadas. Bs./Unidad SERIE ANUAL Año Precio 1874 3,62 IP %* 0,00 1875 3,62 -0,15 1876 3,63 0,00 1877 3,38 -6,90 1878 2,38 -34,48 1879 2,75 -24,14 1880 2,75 -24,14 1881 2,75 -24,14 1882 3,25 -10,34 1883 3,25 -10,34 1884 2,81 -22,41 1885 2,38 -34,48 1886 2,63 -27,59 1887 3,25 -10,34 1888 2,75 -24,14 1889 2,25 -37,93 1890 2,47 -31,95 1891 2,70 -25,40 1892 2,96 -18,22 1893 3,25 -10,34 1894 3,14 -13,29 1895 3,04 -16,15 1896 2,94 -18,90 1897 2,84 -21,57 1898 2,75 -24,15 1899 2,66 -26,65 1900 2,57 -29,06 1901 2,49 -31,39 1902 2,41 -33,65 1903 2,33 -35,83 1904 2,25 -37,94 1905 2,18 -39,99 1906 2,10 -41,96 1907 2,03 -43,87 1908 1,97 -45,72 1909 1,90 -47,50 1910 1,84 -49,23 1911 1,78 -50,90 1912 1,72 -52,51 1913 1,66 -54,08 1914 1,61 -55,59 * Año base = 1874 267 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 3,08 -14,97 1881-1885 2,89 -20,34 1886-1890 2,67 -26,39 1891-1895 3,02 -16,68 1896-1900 2,75 -24,07 1901-1905 2,33 -35,76 1906-1910 1,97 -45,65 1911-1914 1,69 -53,27 PRECIO PROMEDIO 3,50 Precio Bs./Unidad 3,00 2,50 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 % año base: 1874 -10,00 -20,00 -30,00 -40,00 -50,00 -60,00 Quinquenios 268 1901-1905 1906-1910 1911-1914 CUADRO Nº II.1.19 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Escobas nacionales. Bs./Unidad SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,26 IP %* 0,00 1875 0,26 -0,29 1876 0,26 0,16 1877 0,31 20,19 1878 0,19 -27,88 1879 0,23 -11,86 1880 0,23 -11,86 1881 0,23 -11,86 1882 0,23 -11,86 1883 0,21 -19,87 1884 0,21 -19,87 1885 0,21 -19,87 1886 0,31 20,19 1887 0,21 -19,87 1888 0,29 12,18 1889 0,11 -55,93 1890 0,18 -29,34 1891 0,19 -27,53 1892 0,19 -25,62 1893 0,29 12,18 1894 0,24 -7,72 1895 0,25 -4,12 1896 0,26 -0,32 1897 0,27 3,71 1898 0,28 7,97 1899 0,29 12,48 1900 0,30 17,26 1901 0,32 22,33 1902 0,33 27,71 1903 0,35 33,42 1904 0,36 39,48 1905 0,38 45,92 1906 0,40 52,78 1907 0,42 60,06 1908 0,44 67,82 1909 0,46 76,08 1910 0,48 84,88 1911 0,51 94,26 1912 0,53 104,26 1913 0,56 114,93 1914 0,58 122,52 * Año base = 1874 269 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,25 -5,26 1881-1885 0,22 -16,67 1886-1890 0,22 -14,55 1891-1895 0,23 -10,57 1896-1900 0,28 8,22 1901-1905 0,35 33,77 1906-1910 0,44 68,32 1911-1914 0,54 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,60 Precio Bs./Unidad 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios Quinquenios 270 CUADRO Nº II.1.20 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Fideos. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,02 IP %* 0,00 1875 0,02 -0,29 1876 0,02 21,77 1877 0,02 -3,87 1878 0,02 8,95 1879 0,02 8,95 1880 0,02 8,95 1881 0,02 9,21 1882 0,03 28,18 1883 0,03 41,00 1884 0,03 28,18 1885 0,02 15,36 1886 0,01 -29,76 1887 0,01 -45,65 1888 0,13 566,53 1889 0,13 566,53 1890 0,01 -29,34 1891 0,01 -27,53 1892 0,01 -25,62 1893 0,01 -29,76 1894 0,02 -7,72 1895 0,02 -4,12 1896 0,02 -0,32 1897 0,02 3,71 1898 0,02 7,97 1899 0,02 12,48 1900 0,02 17,26 1901 0,02 22,33 1902 0,03 27,71 1903 0,03 33,42 1904 0,03 39,48 1905 0,03 45,92 1906 0,03 52,78 1907 0,03 60,06 1908 0,03 67,82 1909 0,04 76,08 1910 0,04 84,88 1911 0,04 94,26 1912 0,04 104,26 1913 0,04 114,93 1914 0,04 122,52 * Año base = 1874 271 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,02 7,41 1881-1885 0,02 24,38 1886-1890 0,06 205,66 1891-1895 0,02 -18,95 1896-1900 0,02 8,22 1901-1905 0,03 33,77 1906-1910 0,03 68,32 1911-1914 0,04 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,07 0,06 Precio Bs./Kg 0,05 0,04 0,03 0,02 0,01 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 250,00 % año base: 1874 200,00 150,00 100,00 50,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -50,00 Quinquenios 272 CUADRO Nº II.1.21 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Fósforo. Bs./Gruesa SERIE ANUAL Año Precio 1874 1,13 IP %* 0,00 1875 1,13 -0,29 1876 1,13 0,00 1877 1,43 26,55 1878 1,13 0,00 1879 1,13 0,00 1880 1,13 0,00 1881 1,00 -11,50 1882 0,87 -23,01 1883 0,87 -23,01 1884 0,87 -23,01 1885 0,87 -23,01 1886 1,00 -11,50 1887 8,00 607,96 1888 0,90 -20,21 1889 1,13 0,00 1890 0,80 -29,34 1891 0,82 -27,53 1892 0,84 -25,62 1893 7,50 563,72 1894 1,04 -7,72 1895 1,08 -4,12 1896 1,13 -0,32 1897 1,17 3,71 1898 1,22 7,97 1899 1,27 12,48 1900 1,33 17,26 1901 1,38 22,33 1902 1,44 27,71 1903 1,51 33,42 1904 1,58 39,48 1905 1,65 45,92 1906 1,73 52,78 1907 1,81 60,06 1908 1,90 67,82 1909 1,99 76,08 1910 2,09 84,88 1911 2,20 94,26 1912 2,31 104,26 1913 2,43 114,93 1914 2,51 122,52 * Año base = 1874 273 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 1,18 4,38 1881-1885 0,90 -20,71 1886-1890 2,37 109,38 1891-1895 2,26 99,74 1896-1900 1,22 8,22 1901-1905 1,51 33,77 1906-1910 1,90 68,32 1911-1914 2,36 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO Precio Bs./Gruesa 2,50 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 274 CUADRO Nº II.1.22 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Frijoles. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,21 IP %* 0,00 1875 0,21 -0,29 1876 0,21 -1,19 1877 0,18 -15,30 1878 0,16 -22,36 1879 0,26 22,34 1880 0,30 41,16 1881 0,16 -24,71 1882 0,16 -24,71 1883 0,14 -31,77 1884 0,20 -3,27 1885 0,52 149,39 1886 0,23 8,23 1887 0,24 12,93 1888 0,17 -20,01 1889 0,27 27,05 1890 0,15 -29,34 1891 0,15 -27,53 1892 0,16 -25,62 1893 0,30 41,16 1894 0,19 -7,72 1895 0,20 -4,12 1896 0,21 -0,32 1897 0,22 3,71 1898 0,23 7,97 1899 0,24 12,48 1900 0,25 17,26 1901 0,26 22,33 1902 0,27 27,71 1903 0,28 33,42 1904 0,29 39,48 1905 0,31 45,92 1906 0,32 52,78 1907 0,34 60,06 1908 0,35 67,82 1909 0,37 76,08 1910 0,39 84,88 1911 0,41 94,26 1912 0,43 104,26 1913 0,45 114,93 1914 0,47 122,52 * Año base = 1874 275 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,22 4,06 1881-1885 0,24 12,98 1886-1890 0,21 -0,23 1891-1895 0,20 -4,77 1896-1900 0,23 8,22 1901-1905 0,28 33,77 1906-1910 0,35 68,32 1911-1914 0,44 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,50 0,45 Precio Bs./Kg 0,40 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 -20,00 Quinquenios 276 1906-1910 1911-1914 CUADRO Nº II.1.23 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Garbanzos. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 1876 1877 1878 1879 Precio 0,20 0,20 0,20 0,26 0,23 0,24 IP %* 0,00 -0,29 -2,17 30,43 14,13 19,57 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 0,24 0,30 0,30 0,24 0,28 0,33 0,34 0,28 0,27 0,27 0,14 0,14 0,15 19,57 52,17 52,17 19,57 41,30 63,04 68,48 41,30 35,87 35,87 -29,34 -27,53 -25,62 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 0,22 0,18 0,19 0,20 0,21 0,22 0,22 0,23 0,24 0,26 0,27 0,28 8,70 -7,72 -4,12 -0,32 3,71 7,97 12,48 17,26 22,33 27,71 33,42 39,48 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 0,29 0,31 0,32 0,34 0,35 0,37 0,39 0,41 0,43 0,45 45,92 52,78 60,06 67,82 76,08 84,88 94,26 104,26 114,93 122,52 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 277 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,23 13,54 1881-1885 0,29 45,65 1886-1890 0,26 30,44 1891-1895 0,18 -11,26 1896-1900 0,22 8,22 1901-1905 0,27 33,77 1906-1910 0,34 68,32 1911-1914 0,42 108,99 PRECIO PROMEDIO 0,45 0,40 Precio Bs./Kg 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 Quinquenios 278 CUADRO Nº II.1.24 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Harina. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,54 IP %* 0,00 1875 0,54 -0,29 1876 0,54 0,64 1877 0,54 0,64 1878 0,58 6,93 1879 0,57 5,68 1880 0,60 10,71 1881 0,49 -9,42 1882 0,58 8,19 1883 0,50 -6,90 1884 0,46 -14,45 1885 0,42 -22,00 1886 0,43 -19,48 1887 0,42 -22,00 1888 0,40 -25,77 1889 0,39 -27,03 1890 0,38 -29,34 1891 0,39 -27,53 1892 0,40 -25,62 1893 0,47 -13,19 1894 0,50 -7,72 1895 0,52 -4,12 1896 0,54 -0,32 1897 0,56 3,71 1898 0,58 7,97 1899 0,61 12,48 1900 0,63 17,26 1901 0,66 22,33 1902 0,69 27,71 1903 0,72 33,42 1904 0,75 39,48 1905 0,79 45,92 1906 0,82 52,78 1907 0,86 60,06 1908 0,91 67,82 1909 0,95 76,08 1910 1,00 84,88 1911 1,05 94,26 1912 1,10 104,26 1913 1,16 114,93 1914 1,20 122,52 * Año base = 1874 279 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,56 4,05 1881-1885 0,49 -8,92 1886-1890 0,41 -24,73 1891-1895 0,46 -15,64 1896-1900 0,58 8,22 1901-1905 0,72 33,77 1906-1910 0,91 68,32 1911-1914 1,13 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 1,20 Precio Bs./Kg 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 280 CUADRO Nº II.1.25 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Jabón. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 2,00 IP %* 0,00 1875 1,99 -0,29 1876 2,00 0,00 1877 2,00 0,00 1878 2,00 0,00 1879 2,00 0,00 1880 2,00 0,00 1881 1,63 -18,75 1882 2,00 0,00 1883 1,50 -25,00 1884 1,60 -20,25 1885 1,69 -15,50 1886 7,25 262,50 1887 1,69 -15,50 1888 1,69 -15,50 1889 1,69 -15,50 1890 1,69 -15,50 1891 1,69 -15,50 1892 1,69 -15,50 1893 1,69 -15,50 1894 1,85 -7,72 1895 1,92 -4,12 1896 1,99 -0,32 1897 2,07 3,71 1898 2,16 7,97 1899 2,25 12,48 1900 2,35 17,26 1901 2,45 22,33 1902 2,55 27,71 1903 2,67 33,42 1904 2,79 39,48 1905 2,92 45,92 1906 3,06 52,78 1907 3,20 60,06 1908 3,36 67,82 1909 3,52 76,08 1910 3,70 84,88 1911 3,89 94,26 1912 4,09 104,26 1913 4,30 114,93 1914 4,45 122,52 * Año base = 1874 281 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 2,00 -0,05 1881-1885 1,68 -15,90 1886-1890 2,80 40,10 1891-1895 1,77 -11,67 1896-1900 2,16 8,22 1901-1905 2,68 33,77 1906-1910 3,37 68,32 1911-1914 4,18 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 4,50 4,00 Precio Bs./Kg 3,50 3,00 2,50 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 282 CUADRO Nº II.1.26 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Jamón. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,73 IP %* 0,00 1875 0,73 -0,29 1876 0,73 -0,24 1877 0,70 -4,71 1878 0,67 -7,68 1879 0,63 -13,64 1880 0,63 -13,64 1881 0,63 -13,64 1882 0,63 -13,64 1883 0,65 -10,66 1884 0,69 -5,45 1885 0,73 -0,24 1886 0,78 7,21 1887 0,64 -12,15 1888 0,66 -9,17 1889 0,66 -9,17 1890 0,52 -29,34 1891 0,53 -27,53 1892 0,54 -25,62 1893 0,64 -12,15 1894 0,67 -7,72 1895 0,70 -4,12 1896 0,73 -0,32 1897 0,76 3,71 1898 0,79 7,97 1899 0,82 12,48 1900 0,86 17,26 1901 0,89 22,33 1902 0,93 27,71 1903 0,97 33,42 1904 1,02 39,48 1905 1,07 45,92 1906 1,12 52,78 1907 1,17 60,06 1908 1,23 67,82 1909 1,29 76,08 1910 1,35 84,88 1911 1,42 94,26 1912 1,49 104,26 1913 1,57 114,93 1914 1,62 122,52 * Año base = 1874 283 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,68 -6,70 1881-1885 0,67 -8,73 1886-1890 0,65 -10,53 1891-1895 0,62 -15,43 1896-1900 0,79 8,22 1901-1905 0,98 33,77 1906-1910 1,23 68,32 1911-1914 1,53 108,99 PRECIO PROMEDIO 1,80 1,60 Precio Bs./Kg 1,40 1,20 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 284 CUADRO Nº II.1.27 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Kerosén. Bs./Litro SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,16 IP %* 0,00 1875 0,16 -0,29 1876 0,16 -2,50 1877 1,08 571,88 1878 0,66 314,06 1879 0,61 282,81 1880 0,59 267,19 1881 0,61 283,13 1882 0,55 243,75 1883 0,59 267,19 1884 0,56 251,88 1885 0,54 235,94 1886 0,53 228,13 1887 0,53 228,13 1888 0,49 204,69 1889 0,51 220,63 1890 0,11 -29,34 1891 0,12 -27,53 1892 0,12 -25,62 1893 0,54 235,94 1894 0,15 -7,72 1895 0,15 -4,12 1896 0,16 -0,32 1897 0,17 3,71 1898 0,17 7,97 1899 0,18 12,48 1900 0,19 17,26 1901 0,20 22,33 1902 0,20 27,71 1903 0,21 33,42 1904 0,22 39,48 1905 0,23 45,92 1906 0,24 52,78 1907 0,26 60,06 1908 0,27 67,82 1909 0,28 76,08 1910 0,30 84,88 1911 0,31 94,26 1912 0,33 104,26 1913 0,34 114,93 1914 0,36 122,52 * Año base = 1874 285 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,54 238,86 1881-1885 0,57 256,38 1886-1890 0,43 170,44 1891-1895 0,21 34,19 1896-1900 0,17 8,22 1901-1905 0,21 33,77 1906-1910 0,27 68,32 1911-1914 0,33 108,99 PRECIO PROMEDIO 0,60 Precio Bs./Litro 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 300,00 % año base: 1874 250,00 200,00 150,00 100,00 50,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios 286 CUADRO Nº II.1.28 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Maíz. Bs./Fanega SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,35 IP %* 0,00 1875 0,06 -83,14 1876 0,06 -83,51 1877 0,07 -78,75 1878 0,06 -81,68 1879 0,08 -78,02 1880 0,07 -81,32 1881 0,11 -67,76 1882 0,06 -82,41 1883 0,05 -85,35 1884 0,05 -86,12 1885 0,12 -66,29 1886 0,09 -74,35 1887 0,06 -82,03 1888 0,06 -83,15 1889 0,08 -78,02 1890 0,04 -88,57 1891 0,04 -88,57 1892 0,03 -91,43 1893 0,07 -79,48 1894 0,03 -90,58 1895 0,05 -86,98 1896 0,06 -83,17 1897 0,07 -79,14 1898 0,09 -74,88 1899 0,10 -70,37 1900 0,12 -65,58 1901 0,14 -60,51 1902 0,16 -55,13 1903 0,18 -49,42 1904 0,20 -43,35 1905 0,22 -36,91 1906 0,24 -30,05 1907 0,27 -22,76 1908 0,30 -15,01 1909 0,33 -6,74 1910 0,36 2,06 1911 0,39 11,44 1912 0,42 21,45 1913 0,46 32,13 1914 0,49 39,72 * Año base = 1874 287 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,07 -81,07 1881-1885 0,08 -77,59 1886-1890 0,07 -81,22 1891-1895 0,04 -87,41 1896-1900 0,09 -74,63 1901-1905 0,18 -49,06 1906-1910 0,30 -14,50 1911-1914 0,44 26,18 PRECIO PROMEDIO 0,50 0,45 0,40 Precio Bs./Kg 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 40,00 20,00 % año base: 1874 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 -60,00 -80,00 -100,00 Quinquenios 288 CUADRO Nº II.1.29 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Manteca importada. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,15 IP %* 0,00 1875 0,15 -0,29 1876 0,15 -0,36 1877 0,57 276,81 1878 0,47 215,22 1879 0,45 200,72 1880 0,46 204,35 1881 0,58 284,06 1882 0,54 262,32 1883 0,55 269,57 1884 0,15 -3,27 1885 0,43 189,86 1886 0,39 157,25 1887 0,10 -35,30 1888 0,38 153,62 1889 0,13 -16,54 1890 0,11 -29,34 1891 0,11 -27,53 1892 0,11 -25,62 1893 0,13 -11,13 1894 0,14 -7,72 1895 0,14 -4,12 1896 0,15 -0,32 1897 0,16 3,71 1898 0,16 7,97 1899 0,17 12,48 1900 0,18 17,26 1901 0,18 22,33 1902 0,19 27,71 1903 0,20 33,42 1904 0,21 39,48 1905 0,22 45,92 1906 0,23 52,78 1907 0,24 60,06 1908 0,25 67,82 1909 0,26 76,08 1910 0,28 84,88 1911 0,29 94,26 1912 0,31 104,26 1913 0,32 114,93 1914 0,33 122,52 * Año base = 1874 289 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,37 149,41 1881-1885 0,45 200,51 1886-1890 0,22 45,94 1891-1895 0,13 -15,23 1896-1900 0,16 8,22 1901-1905 0,20 33,77 1906-1910 0,25 68,32 1911-1914 0,31 108,99 PRECIO PROMEDIO 0,50 0,45 0,40 Precio Bs./Kg 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 250,00 % año base: 1874 200,00 150,00 100,00 50,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -50,00 Quinquenios 290 CUADRO Nº II.1.30 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Manteca nacional. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 1876 1877 1878 1879 Precio 0,33 0,33 0,64 0,57 0,55 0,51 IP %* 0,00 -0,29 93,94 71,28 67,98 54,81 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 0,41 0,61 0,57 0,49 0,48 0,47 0,59 0,53 0,39 0,41 0,39 0,36 0,25 23,62 84,45 71,28 48,22 44,93 41,63 77,87 61,40 18,58 25,16 16,92 8,68 -25,62 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 0,45 0,30 0,32 0,33 0,34 0,36 0,37 0,39 0,40 0,42 0,44 0,46 35,05 -7,72 -4,12 -0,32 3,71 7,97 12,48 17,26 22,33 27,71 33,42 39,48 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 0,48 0,50 0,53 0,55 0,58 0,61 0,64 0,67 0,71 0,73 45,92 52,78 60,06 67,82 76,08 84,88 94,26 104,26 114,93 122,52 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 291 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,50 51,89 1881-1885 0,52 58,10 1886-1890 0,46 39,99 1891-1895 0,33 1,25 1896-1900 0,36 8,22 1901-1905 0,44 33,77 1906-1910 0,56 68,32 1911-1914 0,69 108,99 PRECIO PROMEDIO 0,80 0,70 Precio Bs./Kg 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 % año base: 1874 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios 292 CUADRO Nº II.1.31 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Mantequilla importada. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,71 IP %* 0,00 1875 0,84 18,29 1876 0,99 39,92 1877 1,18 65,51 1878 1,36 92,06 1879 0,83 16,91 1880 0,91 28,04 1881 1,19 67,01 1882 1,17 64,23 1883 1,17 64,23 1884 1,32 86,49 1885 1,48 108,76 1886 1,07 50,31 1887 1,05 47,53 1888 1,07 50,31 1889 1,07 50,31 1890 1,13 59,01 1891 1,19 68,21 1892 1,26 77,94 1893 1,34 89,28 1894 1,38 94,49 1895 1,42 99,84 1896 1,46 105,34 1897 1,50 110,99 1898 1,54 116,80 1899 1,58 122,77 1900 1,63 128,90 1901 1,67 135,20 1902 1,72 141,68 1903 1,76 148,33 1904 1,81 155,16 1905 1,86 162,19 1906 1,91 169,40 1907 1,97 176,82 1908 2,02 184,44 1909 2,08 192,27 1910 2,13 200,31 1911 2,19 208,58 1912 2,25 217,07 1913 2,31 225,80 1914 2,37 233,80 * Año base = 1874 293 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 1,02 43,45 1881-1885 1,26 78,14 1886-1890 1,08 51,49 1891-1895 1,32 85,95 1896-1900 1,54 116,96 1901-1905 1,76 148,51 1906-1910 2,02 184,65 1911-1914 2,28 221,31 PRECIO PROMEDIO 2,50 Precio Bs./Kg 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 250,00 % año base: 1874 200,00 150,00 100,00 50,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios 294 CUADRO Nº II.1.32 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Papas. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,17 IP %* 0,00 1875 0,10 -43,65 1876 0,02 -87,30 1877 0,01 -91,98 1878 0,05 -70,59 1879 0,15 -11,76 1880 0,12 -27,81 1881 0,15 -14,44 1882 0,18 4,28 1883 0,15 -9,09 1884 0,14 -15,78 1885 0,13 -22,46 1886 0,17 -1,07 1887 0,16 -6,42 1888 0,16 -6,42 1889 0,21 25,67 1890 0,20 19,05 1891 0,19 12,93 1892 0,18 7,12 1893 0,17 1,60 1894 0,19 10,33 1895 0,20 19,82 1896 0,22 30,11 1897 0,24 41,29 1898 0,26 53,43 1899 0,28 66,62 1900 0,31 80,93 1901 0,33 96,48 1902 0,36 113,36 1903 0,39 131,70 1904 0,43 151,61 1905 0,46 173,23 1906 0,50 196,71 1907 0,55 222,20 1908 0,59 249,89 1909 0,65 279,95 1910 0,70 312,60 1911 0,76 348,05 1912 0,83 386,56 1913 0,90 428,36 1914 0,96 464,71 * Año base = 1874 295 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,08 -55,51 1881-1885 0,15 -11,50 1886-1890 0,18 6,16 1891-1895 0,19 10,36 1896-1900 0,26 54,48 1901-1905 0,40 133,28 1906-1910 0,60 252,27 1911-1914 0,86 406,92 PRECIO PROMEDIO 1,00 0,90 0,80 Precio Bs./Kg 0,70 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 500,00 % año base: 1874 400,00 300,00 200,00 100,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -100,00 Quinquenios 296 CUADRO Nº II.1.33 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Ron. Bs./Carga SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,29 IP %* 0,00 1875 0,29 -0,29 1876 0,29 0,21 1877 0,31 8,18 1878 0,31 6,96 1879 0,28 -2,27 1880 0,30 2,96 1881 0,33 12,40 1882 0,34 17,38 1883 0,29 1,28 1884 0,29 1,28 1885 0,29 1,28 1886 0,29 1,28 1887 0,29 1,28 1888 0,29 1,28 1889 0,29 1,28 1890 0,20 -29,34 1891 0,21 -27,53 1892 0,22 -25,62 1893 0,26 -11,13 1894 0,27 -7,72 1895 0,28 -4,12 1896 0,29 -0,32 1897 0,30 3,71 1898 0,31 7,97 1899 0,33 12,48 1900 0,34 17,26 1901 0,35 22,33 1902 0,37 27,71 1903 0,39 33,42 1904 0,40 39,48 1905 0,42 45,92 1906 0,44 52,78 1907 0,46 60,06 1908 0,49 67,82 1909 0,51 76,08 1910 0,54 84,88 1911 0,56 94,26 1912 0,59 104,26 1913 0,62 114,93 1914 0,65 122,52 * Año base = 1874 297 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,30 1881-1885 0,31 6,72 1886-1890 0,28 -4,85 1891-1895 0,25 -15,23 1896-1900 0,31 8,22 1901-1905 0,39 33,77 1906-1910 0,49 68,32 1911-1914 0,61 108,99 PRECIO IP promedio 2,62 PROMEDIO 0,70 Precio Bs./Carga 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 298 CUADRO Nº II.1.34 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Sal. Bs./Fauga SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,08 IP %* 0,00 1875 0,08 -0,29 1876 0,08 -2,95 1877 0,09 6,75 1878 0,08 -2,95 1879 0,07 -7,80 1880 0,08 -5,38 1881 0,07 -12,66 1882 0,07 -17,51 1883 0,07 -7,80 1884 0,07 -18,72 1885 0,06 -29,64 1886 0,07 -17,51 1887 0,06 -21,10 1888 0,06 -21,10 1889 0,06 -22,36 1890 0,06 -29,34 1891 0,06 -27,53 1892 0,06 -25,62 1893 0,06 -25,00 1894 0,07 -7,72 1895 0,08 -4,12 1896 0,08 -0,32 1897 0,08 3,71 1898 0,09 7,97 1899 0,09 12,48 1900 0,09 17,26 1901 0,10 22,33 1902 0,10 27,71 1903 0,11 33,42 1904 0,11 39,48 1905 0,12 45,92 1906 0,12 52,78 1907 0,13 60,06 1908 0,13 67,82 1909 0,14 76,08 1910 0,15 84,88 1911 0,16 94,26 1912 0,16 104,26 1913 0,17 114,93 1914 0,18 122,52 * Año base = 1874 299 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,08 -2,10 1881-1885 0,07 -17,27 1886-1890 0,06 -22,28 1891-1895 0,07 -18,00 1896-1900 0,09 8,22 1901-1905 0,11 33,77 1906-1910 0,13 68,32 1911-1914 0,17 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,18 Precio Bs./Fanega 0,16 0,14 0,12 0,10 0,08 0,06 0,04 0,02 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 300 CUADRO Nº II.1.35 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Sebo criollo. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,30 IP %* 0,00 1875 0,30 -0,29 1876 0,30 1,45 1877 0,30 1,45 1878 0,30 1,45 1879 0,30 1,45 1880 0,30 1,45 1881 0,26 -13,04 1882 0,26 -13,04 1883 0,26 -13,04 1884 0,26 -13,04 1885 0,26 -13,04 1886 0,37 23,19 1887 0,26 -13,04 1888 0,37 23,19 1889 0,37 23,19 1890 0,21 -29,34 1891 0,22 -27,53 1892 0,22 -25,62 1893 0,26 -13,04 1894 0,28 -7,72 1895 0,29 -4,12 1896 0,30 -0,32 1897 0,31 3,71 1898 0,32 7,97 1899 0,34 12,48 1900 0,35 17,26 1901 0,37 22,33 1902 0,38 27,71 1903 0,40 33,42 1904 0,42 39,48 1905 0,44 45,92 1906 0,46 52,78 1907 0,48 60,06 1908 0,50 67,82 1909 0,53 76,08 1910 0,55 84,88 1911 0,58 94,26 1912 0,61 104,26 1913 0,64 114,93 1914 0,67 122,52 * Año base = 1874 301 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,30 1,16 1881-1885 0,26 -13,04 1886-1890 0,32 5,44 1891-1895 0,25 -15,61 1896-1900 0,32 8,22 1901-1905 0,40 33,77 1906-1910 0,50 68,32 1911-1914 0,63 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,70 0,60 Precio Bs./Kg 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 302 CUADRO Nº II.1.36 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Sebo importado. Bs./Fanega SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,41 IP %* 0,00 1875 0,41 -0,29 1876 0,41 1,07 1877 0,41 1,07 1878 0,39 -5,52 1879 0,39 -5,52 1880 0,41 -1,12 1881 0,41 -1,12 1882 0,41 -1,12 1883 0,45 9,86 1884 0,40 -3,27 1885 0,38 -7,69 1886 0,33 -19,07 1887 0,27 -35,30 1888 0,33 -20,21 1889 0,34 -16,54 1890 0,29 -29,34 1891 0,30 -27,53 1892 0,30 -25,62 1893 0,36 -11,13 1894 0,38 -7,72 1895 0,39 -4,12 1896 0,41 -0,32 1897 0,43 3,71 1898 0,44 7,97 1899 0,46 12,48 1900 0,48 17,26 1901 0,50 22,33 1902 0,52 27,71 1903 0,55 33,42 1904 0,57 39,48 1905 0,60 45,92 1906 0,63 52,78 1907 0,66 60,06 1908 0,69 67,82 1909 0,72 76,08 1910 0,76 84,88 1911 0,80 94,26 1912 0,84 104,26 1913 0,88 114,93 1914 0,91 122,52 * Año base = 1874 303 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,40 -1,72 1881-1885 0,41 -0,67 1886-1890 0,31 -24,09 1891-1895 0,35 -15,23 1896-1900 0,44 8,22 1901-1905 0,55 33,77 1906-1910 0,69 68,32 1911-1914 0,86 108,99 PRECIO PROMEDIO 0,90 Precio Bs./Fanega 0,80 0,70 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 -20,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -40,00 Quinquenios 304 CUADRO Nº II.1.37 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Soda. Bs./Litro SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,40 IP %* 0,00 1875 0,40 -0,29 1876 0,40 -0,88 1877 0,40 -0,88 1878 0,43 6,96 1879 0,39 -2,27 1880 0,41 2,96 1881 0,45 12,40 1882 0,47 17,38 1883 0,40 1,13 1884 0,39 -3,27 1885 0,37 -7,69 1886 0,32 -19,07 1887 0,26 -35,30 1888 0,32 -20,21 1889 0,33 -16,54 1890 0,28 -29,34 1891 0,29 -27,53 1892 0,30 -25,62 1893 0,36 -11,13 1894 0,37 -7,72 1895 0,38 -4,12 1896 0,40 -0,32 1897 0,41 3,71 1898 0,43 7,97 1899 0,45 12,48 1900 0,47 17,26 1901 0,49 22,33 1902 0,51 27,71 1903 0,53 33,42 1904 0,56 39,48 1905 0,58 45,92 1906 0,61 52,78 1907 0,64 60,06 1908 0,67 67,82 1909 0,70 76,08 1910 0,74 84,88 1911 0,78 94,26 1912 0,82 104,26 1913 0,86 114,93 1914 0,89 122,52 * Año base = 1874 305 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,40 1881-1885 0,42 3,99 1886-1890 0,30 -24,09 1891-1895 0,34 -15,23 1896-1900 0,43 8,22 1901-1905 0,54 33,77 1906-1910 0,67 68,32 1911-1914 0,84 108,99 PRECIO IP promedio 0,93 PROMEDIO 0,90 0,80 Precio Bs./Litro 0,70 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 306 CUADRO Nº II.1.38 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Soda cáustica. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 1876 1877 1878 1879 Precio 0,28 0,30 0,32 0,27 0,27 0,27 IP %* 0,00 6,29 12,58 -2,95 -2,95 -2,95 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 0,27 0,27 0,27 0,26 0,24 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 -2,95 -2,95 -2,95 -6,83 -14,60 -22,36 -22,36 -22,36 -22,36 -22,36 -22,36 -22,36 -22,36 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,22 0,23 0,23 0,23 -22,36 -22,04 -21,71 -21,39 -21,06 -20,74 -20,41 -20,08 -19,74 -19,41 -19,08 -18,74 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 0,23 0,23 0,23 0,23 0,23 0,23 0,23 0,24 0,24 0,24 -18,40 -18,06 -17,72 -17,38 -17,04 -16,69 -16,35 -16,00 -15,65 -14,29 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 307 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,28 1,18 1881-1885 0,25 -9,94 1886-1890 0,22 -22,36 1891-1895 0,22 -22,17 1896-1900 0,22 -20,73 1901-1905 0,23 -19,07 1906-1910 0,23 -17,38 1911-1914 0,24 -15,57 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,30 Precio Bs./Kg 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 5,00 0,00 % año base: 1874 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -5,00 -10,00 -15,00 -20,00 -25,00 Quinquenios 308 CUADRO Nº II.1.39 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Tabaco. Bs./Arroba SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,52 IP %* 0,00 1875 0,52 -0,29 1876 0,52 0,33 1877 0,52 0,33 1878 0,39 -24,75 1879 0,52 0,33 1880 0,52 0,33 1881 0,40 -22,66 1882 0,48 -8,03 1883 0,30 -41,47 1884 0,50 -3,27 1885 1,26 142,47 1886 0,70 33,78 1887 0,65 25,42 1888 0,59 12,88 1889 0,48 -8,03 1890 0,37 -29,34 1891 0,38 -27,53 1892 0,39 -25,62 1893 0,87 67,22 1894 0,48 -7,72 1895 0,50 -4,12 1896 0,52 -0,32 1897 0,54 3,71 1898 0,56 7,97 1899 0,58 12,48 1900 0,61 17,26 1901 0,64 22,33 1902 0,66 27,71 1903 0,69 33,42 1904 0,73 39,48 1905 0,76 45,92 1906 0,79 52,78 1907 0,83 60,06 1908 0,87 67,82 1909 0,92 76,08 1910 0,96 84,88 1911 1,01 94,26 1912 1,06 104,26 1913 1,12 114,93 1914 1,16 122,52 * Año base = 1874 309 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,50 -3,95 1881-1885 0,59 13,41 1886-1890 0,56 6,94 1891-1895 0,52 0,44 1896-1900 0,56 8,22 1901-1905 0,70 33,77 1906-1910 0,88 68,32 1911-1914 1,09 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 1,20 Precio Bs./Arroba 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 Quinquenios 310 CUADRO Nº II.1.40 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Velas de sebo. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 Precio 0,40 0,40 IP %* 0,00 0,54 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 0,39 0,57 0,54 0,53 0,55 0,59 0,61 0,54 0,53 0,51 0,46 0,40 -2,17 43,18 35,87 32,73 37,96 47,40 52,38 36,13 31,73 27,31 15,93 -0,30 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 0,46 0,47 0,42 0,43 0,44 0,50 0,51 0,52 0,54 0,55 0,57 0,59 0,61 14,79 18,46 5,66 7,47 9,38 23,87 27,28 30,88 34,68 38,71 42,97 47,48 52,26 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 0,63 0,65 0,67 0,70 0,72 0,75 0,78 0,81 0,84 0,88 0,92 0,96 57,33 62,71 68,42 74,48 80,92 87,78 95,06 102,82 111,08 119,88 129,26 139,26 1913 1914 1,00 1,03 149,93 157,52 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 311 PROMEDIOS Quinquenio QUINQUENALES Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,50 24,69 1881-1885 0,56 38,99 1886-1890 0,44 10,91 1891-1895 0,48 19,77 1896-1900 0,57 43,22 1901-1905 0,68 68,77 1906-1910 0,81 103,32 1911-1914 0,98 143,99 PRECIO PROMEDIO 1,20 Precio Bs./Kg 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 Quinquenios 312 CUADRO Nº II.1.41 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Velas esteáricas. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio IP %* 1874 0,64 0,00 1875 0,64 0,20 1876 0,60 -6,59 1877 0,58 -9,14 1878 0,57 -11,68 1879 0,46 -28,83 1880 0,47 -26,97 1881 0,55 -14,16 1882 0,58 -9,18 1883 0,48 -25,43 1884 0,38 -40,56 1885 0,42 -34,25 1886 0,34 -47,35 1887 0,46 -28,67 1888 0,26 -59,24 1889 0,36 -43,10 1890 0,28 -55,90 1891 0,29 -54,09 1892 0,38 -40,56 1893 0,40 -37,69 1894 0,42 -34,29 1895 0,44 -30,69 1896 0,47 -26,88 1897 0,49 -22,86 1898 0,52 -18,60 1899 0,55 -14,08 1900 0,58 -9,30 1901 0,61 -4,23 1902 0,65 1,15 1903 0,68 6,86 1904 0,72 12,92 1905 0,76 19,36 1906 0,81 26,21 1907 0,85 33,50 1908 0,90 41,26 1909 0,96 49,52 1910 1,01 58,31 1911 1,07 67,69 1912 1,14 77,70 1913 1,21 88,37 1914 1,25 95,96 * Año base = 1874 313 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,55 -13,83 1881-1885 0,48 -24,72 1886-1890 0,34 -46,85 1891-1895 0,39 -39,46 1896-1900 0,52 -18,34 1901-1905 0,69 7,21 1906-1910 0,91 41,76 1911-1914 1,17 82,43 PRECIO PROMEDIO 1,40 1,20 Precio Bs./Kg 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 100,00 80,00 % año base: 1874 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 -60,00 Quinquenios 314 CUADRO Nº II.1.42 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Vinagre. Bs./Litro SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,19 IP %* 0,00 1875 0,19 -1,63 1876 0,17 -8,19 1877 0,17 -8,19 1878 0,17 -8,19 1879 0,17 -8,19 1880 0,17 -8,19 1881 0,26 37,72 1882 0,17 -8,19 1883 0,17 -9,39 1884 0,16 -13,80 1885 0,16 -18,22 1886 0,13 -29,59 1887 0,10 -45,83 1888 0,13 -30,73 1889 0,14 -27,07 1890 0,11 -39,87 1891 0,12 -38,06 1892 0,12 -36,15 1893 0,15 -21,66 1894 0,16 -18,25 1895 0,16 -14,65 1896 0,17 -10,85 1897 0,18 -6,82 1898 0,19 -2,56 1899 0,19 1,95 1900 0,20 6,73 1901 0,21 11,80 1902 0,22 17,18 1903 0,23 22,89 1904 0,25 28,96 1905 0,26 35,40 1906 0,27 42,25 1907 0,28 49,54 1908 0,30 57,29 1909 0,31 65,55 1910 0,33 74,35 1911 0,35 83,73 1912 0,37 93,73 1913 0,39 104,41 1914 0,40 111,99 * Año base = 1874 315 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,18 -7,10 1881-1885 0,19 -2,38 1886-1890 0,12 -34,62 1891-1895 0,14 -25,75 1896-1900 0,19 -2,31 1901-1905 0,23 23,25 1906-1910 0,30 57,80 1911-1914 0,38 98,47 PRECIO PROMEDIO 0,40 0,35 Precio Bs./Litro 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 -60,00 Quinquenios 316 CUADRO Nº II.1.43 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Vino dulce. Bs./Litro SERIE ANUAL Año Precio IP %* 1874 0,11 0,00 1875 0,11 0,00 1876 0,11 0,00 1877 0,11 3,83 1878 0,11 -1,00 1879 0,11 -1,00 1880 0,13 20,73 1881 0,17 54,53 1882 0,13 20,73 1883 0,13 20,73 1884 0,12 7,45 1885 0,10 -5,83 1886 0,10 -5,83 1887 0,09 -18,18 1888 0,08 -27,56 1889 0,11 1,41 1890 0,11 1,41 1891 0,09 -18,18 1892 0,10 -5,83 1893 0,10 -5,83 1894 0,11 2,22 1895 0,12 10,96 1896 0,13 20,44 1897 0,14 30,74 1898 0,16 41,92 1899 0,17 54,05 1900 0,18 67,22 1901 0,20 81,52 1902 0,22 97,04 1903 0,24 113,89 1904 0,26 132,17 1905 0,28 152,02 1906 0,30 173,57 1907 0,33 196,96 1908 0,35 222,35 1909 0,38 249,91 1910 0,42 279,82 1911 0,45 312,30 1912 0,49 347,54 1913 0,53 385,81 1914 0,56 409,09 * Año base = 1874 317 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,11 3,76 1881-1885 0,13 19,52 1886-1890 0,10 -9,75 1891-1895 0,11 -3,33 1896-1900 0,16 42,88 1901-1905 0,24 115,33 1906-1910 0,36 224,52 1911-1914 0,51 363,68 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,60 Precio Bs./Litro 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 400,00 350,00 % año base: 1874 300,00 250,00 200,00 150,00 100,00 50,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -50,00 Quinquenios 318 CUADRO Nº II.1.44 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Vino seco. Bs./Litro SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,20 IP %* 0,00 1875 0,20 -0,29 1876 0,20 1,57 1877 0,21 5,24 1878 0,21 5,24 1879 0,21 2,80 1880 0,23 12,59 1881 0,23 15,03 1882 0,24 22,38 1883 0,25 24,82 1884 0,24 21,15 1885 0,23 17,48 1886 0,16 -19,07 1887 0,13 -35,30 1888 0,16 -20,21 1889 0,17 -16,54 1890 0,14 -29,34 1891 0,14 -27,53 1892 0,15 -25,62 1893 0,18 -11,13 1894 0,18 -7,72 1895 0,19 -4,12 1896 0,20 -0,32 1897 0,21 3,71 1898 0,22 7,97 1899 0,22 12,48 1900 0,23 17,26 1901 0,24 22,33 1902 0,26 27,71 1903 0,27 33,42 1904 0,28 39,48 1905 0,29 45,92 1906 0,31 52,78 1907 0,32 60,06 1908 0,34 67,82 1909 0,35 76,08 1910 0,37 84,88 1911 0,39 94,26 1912 0,41 104,26 1913 0,43 114,93 1914 0,45 122,52 * Año base = 1874 319 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 0,21 4,53 1881-1885 0,24 20,17 1886-1890 0,15 -24,09 1891-1895 0,17 -15,23 1896-1900 0,22 8,22 1901-1905 0,27 33,77 1906-1910 0,34 68,32 1911-1914 0,42 108,99 PRECIO IP promedio PROMEDIO 0,45 0,40 Precio Bs./Litro 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 120,00 100,00 % año base: 1874 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -40,00 Quinquenios 320 CUADRO Nº II.1.45 SERIE DE PRECIOS 1874-1914 Vino tinto. Bs./Barriles SERIE ANUAL Año Precio IP %* 1874 0,42 0,00 1875 0,42 0,87 1876 0,44 3,83 1877 0,72 70,59 1878 0,81 92,84 1879 0,52 24,60 1880 0,71 69,10 1881 0,65 55,75 1882 0,65 55,75 1883 0,65 55,90 1884 0,64 51,49 1885 0,62 47,07 1886 0,57 35,70 1887 0,50 19,46 1888 0,57 34,56 1889 0,58 38,22 1890 0,53 25,42 1891 0,53 27,23 1892 0,54 29,14 1893 0,60 43,63 1894 0,62 47,04 1895 0,63 50,64 1896 0,65 54,44 1897 0,67 58,47 1898 0,68 62,73 1899 0,70 67,24 1900 0,72 72,02 1901 0,74 77,09 1902 0,77 82,47 1903 0,79 88,18 1904 0,82 94,24 1905 0,84 100,69 1906 0,87 107,54 1907 0,90 114,82 1908 0,93 122,58 1909 0,97 130,84 1910 1,01 139,64 1911 1,05 149,02 1912 1,09 159,02 1913 1,13 169,69 1914 1,16 177,28 * Año base = 1874 321 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,60 43,64 1881-1885 0,64 53,19 1886-1890 0,55 30,67 1891-1895 0,59 39,53 1896-1900 0,68 62,98 1901-1905 0,79 88,53 1906-1910 0,94 123,08 1911-1914 1,11 163,75 PRECIO PROMEDIO 1,20 Precio Bs./Barriles 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 180,00 160,00 % año base: 1874 140,00 120,00 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios 322 CUADRO Nº II.2.1 LISTA DE PRODUCTOS UTILIZADOS PARA EL CÁLCULO DEL ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN Bienes 1. Balatá Unidad de valor Bs./Kg 2. Cacao Bs./Caja 3. Café Bs./Kg 4. Caucho Bs./Kg 5. Cueros de res Bs./Unidad 6. Dividive Bs./Ristra 7. Ganado vacuno Bs./Kg 8. Maderas Bs./Quintal 9. Oro Bs./Kg 10. Sarrapia Bs./Kg 323 CUADRO Nº II.2.2 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Índice general de precios de exportación. Variaciones porcentuales SERIE Índice general de precios 0,00 -14,85 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 -10,10 2,67 -2,73 -15,38 -12,75 -14,06 -16,87 -17,38 -19,89 -19,89 -15,65 96,61 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 -12,64 -13,41 -9,36 2,11 -0,43 0,69 -5,99 -17,21 -29,23 -20,58 -23,66 -22,33 -20,10 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 -19,12 -18,15 -23,89 -24,84 -27,27 11,44 -26,04 -24,11 -4,67 3,90 48,09 -0,88 1913 1914 9,21 -14,25 * Año base = 1874 324 ANUAL Año 1874 1875 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Índices promedios 1874-1880 -7,59 1881-1885 -17,62 1886-1890 9,11 1891-1895 -4,17 1896-1900 -23,18 1901-1905 -22,65 1906-1910 -7,90 1911-1914 10,54 ÍNDICES PROMEDIOS 15,00 10,00 Precio Bs./Kg 5,00 0,00 1874-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -5,00 -10,00 -15,00 -20,00 -25,00 Quinquenios 325 GRÁFICO Nº II.2.1 ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 120,00 100,00 Variaciones % 80,00 60,00 40,00 20,00 326 12 14 19 08 06 10 19 19 19 02 00 04 19 19 19 19 96 Aæos 98 94 92 90 -40,00 18 18 18 18 18 86 84 88 18 18 82 18 18 80 78 18 18 74 18 18 -20,00 76 0,00 CUADRO Nº II.2.3 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Balatá. Bs./Kg SERIE Año ANUAL Precio IP %* 1874 - - 1875 - - 1876 - - 1877 - - 1878 - - 1879 - - 1880 - - 1881 - - 1882 - - 1883 - - 1884 - - 1885 - - 1886 - - 1887 - - 1888 - - 1889 - - 1890 - - 1891 - - 1892 - - 1893 - - 1894 - - 1895 4,00 0,00 1896 3,43 -14,25 1897 2,98 -25,50 1898 3,15 -21,25 1899 3,06 -23,50 1900 3,60 -10,00 1901 3,68 -8,00 1902 3,76 -6,00 1903 3,84 -4,00 1904 2,52 -37,00 1905 3,02 -24,50 1906 3,48 -13,00 1907 3,53 -11,75 1908 4,07 1,75 1909 5,10 27,50 1910 4,96 24,00 1911 4,82 20,50 1912 4,68 17,00 1913 4,55 13,75 1914 3,82 -4,50 * Año base = 1874 327 PROMEDIOS Quinquenio QUINQUENALES Precio promedio IP promedio 1875-1880 - - 1881-1885 - - 1886-1890 - - 1891-1895 4,00 0,00 1896-1900 3,24 -18,90 1901-1905 3,36 -15,90 1906-1910 4,23 5,70 1911-1914 4,47 11,69 PRECIO PROMEDIO 5,00 4,50 4,00 Precio Bs./Kg 3,50 3,00 2,50 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 15,00 10,00 % aæo base: 1874 5,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -5,00 -10,00 -15,00 -20,00 -25,00 Quinquenios 328 CUADRO Nº II.2.4 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Cacao. Bs./Caja SERIE ANUAL Año Precio 1874 1,61 IP %* 0,00 1875 1,17 -27,33 1876 1,19 -26,09 1877 1,20 -25,47 1878 1,80 11,80 1879 1,69 4,97 1880 1,58 -1,86 1881 1,53 -4,97 1882 1,59 -1,24 1883 1,61 0,00 1884 1,65 2,48 1885 1,65 2,48 1886 2,04 26,71 1887 1,45 -9,94 1888 1,36 -15,53 1889 1,34 -16,77 1890 1,48 -8,07 1891 1,45 -9,94 1892 1,31 -18,63 1893 1,29 -19,88 1894 1,13 -29,81 1895 1,04 -35,40 1896 0,78 -51,55 1897 1,30 -19,25 1898 1,28 -20,50 1899 1,50 -6,83 1900 1,60 -0,62 1901 1,54 -4,35 1902 1,47 -8,70 1903 1,14 -29,19 1904 1,17 -27,33 1905 1,06 -34,16 1906 1,20 -25,47 1907 1,33 -17,39 1908 1,11 -31,06 1909 1,08 -32,92 1910 1,03 -36,02 1911 1,10 -31,68 1912 1,40 -13,04 1913 1,41 -12,42 1914 1,26 -21,74 * Año base = 1874 329 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 1,46 -10,66 1881-1885 1,61 -0,25 1886-1890 1,53 -4,72 1891-1895 1,24 -22,73 1896-1900 1,29 -19,75 1901-1905 1,28 -20,75 1906-1910 1,15 -28,57 1911-1914 1,29 -19,72 PRECIO PROMEDIO 1,80 1,60 Precio Bs./Caja 1,40 1,20 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 % aæo base: 1874 -5,00 -10,00 -15,00 -20,00 -25,00 -30,00 Quinquenios 330 CUADRO Nº II.2.5 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Café. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio IP %* 1874 1,64 0,00 1875 1,74 6,10 1876 1,28 -21,95 15,85 1877 1,9 1878 1,5 -8,54 1879 1,38 -15,85 1880 0,91 -44,51 1881 1,01 -38,41 1882 1,07 -34,76 1883 0,94 -42,68 1884 0,91 -44,51 1885 0,91 -44,51 1886 1,19 -27,44 1887 1,39 -15,24 1888 1,39 -15,24 1889 1,65 0,61 1890 1,77 7,93 1891 1,65 0,61 1892 1,47 -10,37 1893 1,56 -4,88 1894 1,64 0,00 1895 1,39 -15,24 1896 1,20 -26,83 1897 1,20 -26,83 1898 0,72 -56,10 1899 0,84 -48,78 1900 0,70 -57,32 1901 0,67 -59,15 1902 0,64 -60,98 1903 0,66 -59,76 1904 0,79 -51,83 1905 0,87 -46,95 1906 2,23 35,98 1907 0,86 -47,56 1908 0,86 -47,56 1909 0,87 -46,95 1910 1,16 -29,27 1911 1,42 -13,41 1912 1,43 -12,80 1913 1,19 -27,44 1914 1,01 -38,41 * Año base = 1874 331 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio 1875-1880 1,48 -11,48 1881-1885 0,97 -40,98 1886-1890 1,48 -9,88 1891-1895 1,54 -5,98 1896-1900 0,93 -43,17 1901-1905 0,73 -55,73 1906-1910 1,20 -27,07 1911-1914 1,26 -23,02 PRECIO IP promedio PROMEDIO 1,80 1,60 Precio Bs./Kg 1,40 1,20 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 % aæo base: 1874 -10,00 -20,00 -30,00 -40,00 -50,00 -60,00 Quinquenios 332 CUADRO Nº II.2.6 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Caucho. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 - IP %* - 1875 - - 1876 - - 1877 - - 1878 - - 1879 - - 1880 - - 1881 - - 1882 - - 1883 - - 1884 - - 1885 - - 1886 - - 1887 - - 1888 - - 1889 - - 1890 - - 1891 - - 1892 - - 1893 - - 1894 - - 1895 - - 1896 - - 1897 5,00 0,00 1898 8,13 62,60 1899 6,05 21,00 1900 5,49 9,80 1901 4,50 -10,00 1902 3,52 -29,60 1903 4,46 -10,80 1904 8,02 60,40 1905 7,85 57,00 1906 24,27 385,40 1907 6,31 26,20 1908 6,56 31,20 1909 11,85 137,00 1910 7,22 44,40 1911 6,93 38,60 1912 6,69 33,80 1913 5,81 16,20 1914 5,99 19,80 * Año base = 1874 333 PROMEDIOS Quinquenio QUINQUENALES Precio promedio IP promedio 1875-1880 - - 1881-1885 - - 1886-1890 - - 1891-1895 - - 1896-1900 6,17 23,35 1901-1905 5,67 13,40 1906-1910 11,24 124,84 1911-1914 6,36 27,10 PRECIO PROMEDIO 12,00 Precio Bs./Kg 10,00 8,00 6,00 4,00 2,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 140,00 % aæo base: 1874 120,00 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 Quinquenios 334 CUADRO Nº II.2.7 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Cueros de res. Bs./Unidad SERIE ANUAL Año Precio 1874 17,79 IP %* 0,00 1875 7,01 -60,60 1876 7,00 -60,65 1877 17,41 -2,14 1878 4,50 -74,70 1879 0,15 -99,16 1880 14,70 -17,37 1881 15,90 -10,62 1882 8,60 -51,66 1883 13,04 -26,70 1884 14,08 -20,85 1885 14,08 -20,85 1886 13,43 -24,51 1887 12,51 -29,68 1888 10,77 -39,46 1889 10,46 -41,20 1890 14,82 -16,69 1891 8,23 -53,74 1892 12,33 -30,69 1893 11,47 -35,53 1894 19,49 9,56 1895 10,32 -41,99 1896 12,00 -32,55 1897 12,00 -32,55 1898 14,00 -21,30 1899 13,00 -26,93 1900 14,00 -21,30 1901 13,40 -24,68 1902 12,81 -27,99 1903 14,58 -18,04 1904 15,53 -12,70 1905 16,73 -5,96 1906 2,27 -87,24 1907 14,43 -18,89 1908 14,52 -18,38 1909 17,08 -3,99 1910 16,29 -8,43 1911 18,57 4,38 1912 20,54 15,46 1913 26,20 47,27 1914 23,17 30,24 * Año base = 1874 335 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 8,46 -52,44 1881-1885 13,14 -26,14 1886-1890 12,40 -30,31 1891-1895 12,37 -30,48 1896-1900 13,00 -26,93 1901-1905 14,61 -17,88 1906-1910 12,92 -27,39 1911-1914 22,12 24,34 PRECIO PROMEDIO 25,00 Precio Bs./Unidad 20,00 15,00 10,00 5,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 30,00 20,00 % aæo base: 1874 10,00 0,00 -10,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 -30,00 -40,00 -50,00 -60,00 Quinquenios 336 CUADRO Nº II.2.8 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Dividive. Bs./Ristra SERIE ANUAL Año Precio 1874 0,49 IP %* 0,00 1875 0,35 -28,57 1876 0,36 -26,53 1877 0,36 -26,53 1878 0,13 -73,94 1879 0,17 -65,31 1880 0,16 -67,35 1881 0,14 -71,43 1882 0,09 -81,63 1883 0,10 -79,59 1884 0,09 -81,63 1885 0,09 -81,63 1886 0,10 -79,59 1887 4,91 902,04 1888 0,11 -77,55 1889 0,12 -75,51 1890 0,13 -73,47 1891 0,13 -73,47 1892 0,12 -75,51 1893 0,08 -83,67 1894 0,09 -81,63 1895 0,13 -73,47 1896 0,09 -81,63 1897 0,09 -81,63 1898 0,09 -81,63 1899 0,10 -79,59 1900 0,10 -79,59 1901 0,10 -79,59 1902 0,10 -79,59 1903 0,10 -79,59 1904 0,09 -81,63 1905 0,11 -77,55 1906 0,07 -85,71 1907 0,09 -81,63 1908 0,09 -81,63 1909 0,08 -83,67 1910 0,08 -83,67 1911 0,08 -83,67 1912 0,07 -85,71 1913 0,11 -77,55 1914 0,11 -77,55 * Año base = 1874 337 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,25 -48,04 1881-1885 0,10 -79,18 1886-1890 1,07 119,18 1891-1895 0,11 -77,55 1896-1900 0,09 -80,82 1901-1905 0,10 -79,59 1906-1910 0,08 -83,27 1911-1914 0,09 -81,12 PRECIO PROMEDIO 1,20 Precio Bs./Ristra 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 150,00 % aæo base: 1874 100,00 50,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -50,00 -100,00 Quinquenios 338 CUADRO Nº II.2.9 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Ganado vacuno. Bs./Kg SERIE ANUAL Año 1874 1875 Precio 80,00 93,44 IP %* 0,00 16,80 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 109,13 127,46 148,87 173,87 162,47 153,99 138,49 118,47 104,18 104,18 104,00 111,26 36,41 59,33 86,09 117,34 103,09 92,49 73,11 48,09 30,23 30,23 30,00 39,08 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 115,24 101,26 100,21 97,40 103,03 103,89 121,32 98,98 100,00 152,29 111,35 110,00 109,65 44,05 26,58 25,26 21,75 28,79 29,86 51,65 23,73 25,00 90,36 39,19 37,50 37,06 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 88,33 67,00 67,53 67,50 72,10 67,30 78,19 95,09 84,08 95,81 93,21 90,59 10,41 -16,25 -15,59 -15,63 -9,88 -15,88 -2,26 18,86 5,10 19,76 16,51 13,24 1913 1914 117,86 96,28 47,33 20,35 * Año base = 1874 Nota: entre los años 1874 y 1893, los precios se expresaban en quintales, los cuales se han convertido en kg, con la equivalencia 1 quintal = 46 kg. 339 PROMEDIOS Quinquenio QUINQUENALES Precio promedio IP promedio 1875-1880 135,87 69,84 1881-1885 123,86 54,83 1886-1890 106,39 32,99 1891-1895 104,92 31,16 1896-1900 116,66 45,82 1901-1905 72,49 -9,39 1906-1910 84,09 5,12 1911-1914 99,49 24,36 PRECIO PROMEDIO 160,00 140,00 120,00 Precio Bs./Kg 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 80,00 70,00 % aæo base: 1874 60,00 50,00 40,00 30,00 20,00 10,00 0,00 -10,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 -20,00 Quinquenios 340 CUADRO Nº II.2.10 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Maderas. Bs./Quintal SERIE ANUAL Año Precio IP %* 1874 0,08 0,00 1875 0,08 0,00 1876 0,11 37,50 1877 0,10 25,00 1878 0,10 25,00 1879 0,02 -75,00 1880 0,02 -75,00 1881 0,02 -75,00 1882 0,05 -37,50 1883 0,05 -37,50 1884 0,04 -50,00 1885 0,04 -50,00 1886 0,05 -37,50 1887 0,05 -37,50 1888 0,04 -50,00 1889 0,05 -37,50 1890 0,05 -37,50 1891 0,05 -37,50 1892 0,05 -37,50 1893 0,05 -37,50 1894 0,04 -50,00 1895 0,05 -37,50 1896 0,02 -75,00 1897 0,02 -75,00 1898 0,02 -75,00 1899 0,04 -50,00 1900 0,04 -50,00 1901 0,04 -50,00 1902 0,03 -62,50 1903 0,10 25,00 1904 0,07 -12,50 1905 0,04 -50,00 1906 0,01 -87,50 1907 0,04 -50,00 1908 0,03 -62,50 1909 0,09 12,50 1910 0,03 -62,50 1911 0,03 -62,50 1912 0,04 -50,00 1913 0,04 -50,00 1914 0,05 -37,50 * Año base = 1874 341 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 0,07 -10,42 1881-1885 0,04 -50,00 1886-1890 0,05 -40,00 1891-1895 0,05 -40,00 1896-1900 0,03 -65,00 1901-1905 0,06 -30,00 1906-1910 0,04 -50,00 1911-1914 0,04 -50,00 PRECIO PROMEDIO 0,08 0,07 Precio Bs./Quintal 0,06 0,05 0,04 0,03 0,02 0,01 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 % aæo base: 1874 -10,00 -20,00 -30,00 -40,00 -50,00 -60,00 -70,00 Quinquenios 342 CUADRO Nº II.2.11 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Oro. Bs./Kg SERIE Año ANUAL Precio IP %* 1874 3.268,51 1875 3.270,66 0,00 0,07 1876 3.267,80 -0,02 1877 3.267,39 -0,03 1878 3.266,80 -0,05 1879 3.266,92 -0,05 1880 3.267,03 -0,05 1881 3.266,83 -0,05 1882 3.266,79 -0,05 1883 3.266,70 -0,06 1884 3.266,69 -0,06 1885 3.266,69 -0,06 1886 3.182,68 -2,63 1887 3.532,60 8,08 1888 2.800,48 -14,32 1889 3.010,30 -7,90 1890 2.942,45 -9,98 1891 2.739,07 -16,20 1892 2.573,12 -21,28 1893 2.665,69 -18,44 1894 2.216,84 -32,18 1895 2.309,03 -29,36 1896 2.353,85 -27,98 1897 2.279,72 -30,25 1898 2.298,16 -29,69 1899 2.662,67 -18,54 1900 2.647,00 -19,02 1901 3.413,10 4,42 1902 4.179,19 27,86 1903 2.682,13 -17,94 1904 2.436,92 -25,44 1905 2.145,79 -34,35 1906 3.027,56 -7,37 1907 3.664,00 12,10 1908 2.186,99 -33,09 1909 2.463,70 -24,62 1910 2.555,02 -21,83 1911 2.527,27 -22,68 1912 2.499,53 -23,53 1913 2.785,47 -14,78 1914 2.659,09 -18,65 * Año base = 1874 343 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 3.267,87 -0,02 1881-1885 3.266,74 -0,05 1886-1890 3.093,70 -5,35 1891-1895 2.500,75 -23,49 1896-1900 2.448,28 -25,09 1901-1905 2.971,43 -9,09 1906-1910 2.779,45 -14,96 1911-1914 2.617,84 -19,91 PRECIO PROMEDIO 3.500,00 3.000,00 Precio Bs./Kg 2.500,00 2.000,00 1.500,00 1.000,00 500,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 % aæo base: 1874 -5,00 -10,00 -15,00 -20,00 -25,00 -30,00 Quinquenios Quinquenios 344 CUADRO Nº II.2.12 SERIE DE PRECIOS DE EXPORTACIÓN 1874-1914 Sarrapia. Bs./Kg SERIE ANUAL Año Precio 1874 3,70 IP %* 0,00 1875 2,69 -27,30 1876 2,74 -25,95 1877 2,76 -25,41 1878 4,14 11,89 1879 3,88 4,86 1880 3,63 -1,89 1881 3,52 -4,86 1882 3,65 -1,35 1883 3,70 0,00 1884 3,80 2,70 1885 3,80 2,70 1886 3,42 -7,57 1887 0,12 -96,76 1888 6,10 64,86 1889 5,55 50,00 1890 2,29 -38,11 1891 10,45 182,43 1892 9,76 163,78 1893 10,00 170,27 1894 6,70 81,08 1895 5,63 52,16 1896 4,49 21,35 1897 3,50 -5,41 1898 2,47 -33,24 1899 2,68 -27,57 1900 3,30 -10,81 1901 4,97 34,32 1902 6,65 79,73 1903 2,64 -28,65 1904 2,13 -42,43 1905 2,18 -41,08 1906 7,07 91,08 1907 1,33 -64,05 1908 2,84 -23,24 1909 2,34 -36,76 1910 10,68 188,65 1911 26,41 613,78 1912 7,11 92,16 1913 9,40 154,05 1914 3,25 -12,16 * Año base = 1874 345 PROMEDIOS QUINQUENALES Quinquenio Precio promedio IP promedio 1875-1880 3,36 -10,63 1881-1885 3,69 -0,16 1886-1890 3,50 -5,51 1891-1895 8,51 129,95 -11,14 1896-1900 3,29 1901-1905 3,71 0,38 1906-1910 4,85 31,14 1911-1914 11,54 211,96 PRECIO PROMEDIO 14,00 12,00 Precio Bs./Kg 10,00 8,00 6,00 4,00 2,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 Quinquenios Quinquenios ÍNDICE DE PRECIOS 250,00 % aæo base: 1874 200,00 150,00 100,00 50,00 0,00 1875-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -50,00 Quinquenios Quinquenios 346 II.c. Serie de sueldos 348 Metodología de reconstrucción de sueldos La reconstrucción de los sueldos de la administración pública para este período nos es útil en dos aplicaciones: la primera, para obtener sueldos mínimos anuales de referencia que posteriormente se incluyen en el modelo de análisis del consumo, tal como se explica y se expresa en el Capítulo II: “Análisis metodológico del período 1874-1914”. Se infiere que dichos sueldos mínimos representan el “escenario más bajo” en cuanto a la remuneración al trabajo en nuestra economía, puesto que es relativamente lógico suponer que los sueldos públicos fueron, si no más bajos, al menos similares a los que regían pagados por los patronos en el sector privado, a sus empleados y obreros; la segunda aplicación tiene que ver con las estadísticas históricas mismas, el cual es un interesante objetivo de esta investigación. La reconstrucción de las series de sueldos constituye un referente invalorable para el análisis económico que se desprende del conjunto de variables aquí trabajadas. El comportamiento de los sueldos se ofrece más lento que en el caso de los precios de los bienes de consumo y capital. En consecuencia, a diferencia de los últimos, hemos construido la serie por períodos quinquenales. En esta oportunidad, nos sirven de referencia la estructura de sueldos de la administración pública que se pagaron de forma oficial en los años quinquenales 1875, 1880, 1885, 1890, 1895, 1900, 1905, 1910 y 1915. Asimismo, se tomaron sólo los cargos públicos más representativos, obviando aquellos que se repiten y redundan a todo lo largo de los distintos entes del Estado. Así como se tomaron sólo las instituciones más consolidadas y que permanecieran en el tiempo, lo cual supone un seguimiento del sueldo de un mismo oficio específico, el cual no diera lugar a saltos bruscos y sospechosos en la serie. 349 Se promedian el conjunto de sueldos de cada ente estatal y se ordenan en forma descendente en la escala salarial. Así, tenemos que la primera fila representa los sueldos más altos; la última, los sueldos mínimos; y en la fila especial de promedios, el punto intermedio entre ambos extremos, tomando en cuenta la considerable cantidad de sueldos intermedios entre uno y otro. Estos tres niveles salariales se toman para construir gráficas por cada institución. El orden en que aparecen los sueldos por instituciones obedece a la escala de valor descendente, por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores será la primera de la lista, toda vez que ostenta los mayores sueldos promedios, mientras que al Poder Legislativo se le asigna el último peldaño en la lista, por ser la institución que más bajos sueldos promedios pagaba a sus empleados. Finalmente, se construye un cuadro síntesis donde se promedia a su vez las respectivas medias de cada ente estatal, resultando una cifra representativa de todo el conjunto del público, acompañado en una gráfica con todos los promedios incluyendo la media general. Para culminar, se ofrece otro cuadro donde se compara la evolución, expresada en variaciones porcentuales, de los sueldos y el índice general de precios, lo cual da una idea de la fortaleza o deterioro de los sueldos respecto del costo del consumo. Análisis estadístico de la estructura de los sueldos de la administración pública Para el período 1874-1914 los sueldos de la administración pública terminaron en una proporción mayor, equivalente a 16% respecto al promedio del año inicial de la serie. Hasta el fin del siglo XIX, los sueldos se movieron hacia arriba muy lentamente. Así lo indican los tres primeros quinquenios, cuando el sueldo promedio general fluctuó entre casi Bs. 4.000 anuales a 4.600 en 1890; al cerrar la centuria logró alcanzar los Bs 5.000. En el siglo XX, el mejor quinquenio lo representa el año 1910, cuando el sueldo promedio se elevó a Bs. 7.500, un alza de 87% respecto a 1874. El siguiente lustro cae estrepitosamente para retornar al nivel de Bs. 4.600, que había sido superado en 1895. Las instituciones públicas que pagaban los mejores sueldos promedios fueron el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Alta Corte Federal y el Ministerio de Hacienda, cuyos promedios alcanzaban entre Bs. 5.800 y casi 10.000, mientras que el resto de las instituciones apuntadas acusan promedios distantes de la media general, con sueldos por debajo de los Bs. 3.000. 350 Por su parte, los sueldos más altos sufrieron las peores caídas absolutas a lo largo de la serie. El promedio de los sueldos más altos se ubica en el año inicial en Bs. 12.500, llega a su monto más alto de la serie en 1910 con Bs. 32.500, para retroceder a Bs. 19.000 en 1915. Contrariamente, este nivel consigue un cierre relativo de 54%, muy por encima del 16% de los sueldos promedios. Los sueldos mínimos también se vieron favorecidos con un cierre relativo aún mayor, pues logra culminar la cronología ganando un terreno de 65% en 1914, respecto a los sueldos de 1874. Esto es en términos absolutos, una avanzada de Bs. 882 anuales, hasta Bs. 1.455 entre uno y otro extremo. Sin embargo, en 1910 el sueldo mínimo del Estado había alcanzado una notable suma: Bs. 2.500 anuales; es decir, una variación porcentual de 177% respecto al año base de la serie. Respecto a la evaluación comparativa entre sueldos promedios y el índice general de precios, se observa que la serie ofrece un escenario sumamente favorable al crecimiento de los sueldos. Desde 1874 hasta 1910 las variaciones porcentuales de los sueldos se mantuvieron siempre por encima del índice de precios. Incluso, en los quinquenios 1895-1900 y 1900-1905, el aumento de sueldos creció a mayor velocidad en positivo, mientras que los precios cayeron a niveles inferiores a los de 1874; es decir, tendieron a una pendiente de parecido ángulo al de los sueldos pero en tendencia negativa. Esta bonanza de sueldos con respecto al costo del consumo se esfuma a partir de 1910 cuando, simultáneamente con el fuerte impacto que produce el boom inflacionario sin precedentes que padece el país desde quinquenios atrás, la administración pública decide una reducción considerable en su estructura de sueldos. Valdría la pena indagar cómo se comportó el resto de la remuneración al trabajo en el país por esos años, pero suponemos que la caída de los sueldos del Estado puede haber influenciado en el resto del escenario nacional. 351 II.d. Cuadros y gráficos 354 CUADRO Nº II.3.1 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Evolución de sueldos promedios Instituciones Ministerio de Relaciones Exteriores 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 7.832 8.629 8.629 8.200 9.057 7.989 11.983 18.723 9.986 Alta Corte Federal 7.104 6.932 6.100 7.408 7.240 9.009 10.777 10.793 9.621 Ministerio de Hacienda 5.870 5.598 5.719 6.799 6.801 6.607 6.579 7.284 5.800 Instrucción Pública 5.230 6.129 6.209 5.829 6.209 7.646 6.564 9.777 5.214 Ministerio de Interior y Justicia 3.795 4.114 4.354 5.644 6.282 7.025 9.938 15.120 6.664 Servicio de Correos Nacionales 3.347 4.553 4.553 3.647 3.512 3.277 2.759 4.094 2.496 Ministerio de Guerra y Marina 2.563 2.691 3.122 3.480 3.622 3.793 3.544 3.827 2.640 Asignaciones eclesiásticas 1.717 1.752 1.752 1.573 1.752 1.795 1.487 1.250 763 Hospital Militar 1.255 2.147 1.852 2.246 2.442 2.549 2.437 2.206 2.289 1.249 1.389 1.405 1.265 1.245 1.084 2.114 1.827 1.053 3.996 4.393 4.369 4.609 4.816 5.077 5.818 7.490 4.653 0 10 9 15 21 27 46 87 16 Poder Legislativo Promedio Variación % Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. 355 356 GRÁFICO Nº II.3.1 SUELDOS 9.986 1915 Quinquenios 1905 1900 1895 1890 1885 1880 1875 9.621 18.723 1910 5.800 10.793 11.983 7.989 ANUALES PROMEDIOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 7.284 10.777 9.009 6.579 6.607 9.057 7.240 6.801 8.200 7.408 6.799 8.629 8.629 7.832 6.100 7.104 6.564 7.025 6.209 2.759 3.277 3.827 1.250 2.206 1.827 3.544 1.487 2.437 2.114 4.653 7.490 5.818 3.793 1.795 2.549 1.084 5.077 6.282 3.512 3.622 1.752 2.442 1.245 4.816 5.644 3.647 3.480 1.573 2.246 1.265 4.609 4.553 3.122 1.752 1.852 1.405 4.369 4.553 2.691 1.752 2.147 1.389 4.393 4.354 6.129 2.640 763 2.289 1.053 4.094 9.938 5.829 5.870 2.496 15.120 6.209 5.598 6.664 9.777 7.646 5.719 6.932 5.214 4.114 5.230 3.795 3.347 2.563 1.717 1.255 1.249 3.996 Relaciones Exteriores Alta Corte Federal Hacienda Instrucci n Pœblica Interior y Justicia Correos Nacionales Guerra y Marina Asignaciones EclesiÆstic as Hospital MIlitar Poder Legislativo Promedio GRÁFICO Nº II.3.2 COMPARACIÓN DE LOS SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 20.000 18.000 Bol vares mensuales 16.000 14.000 12.000 10.000 8.000 6.000 4.000 2.000 0 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 Quinquenio MÆximo Medio M nimo 357 CUADRO II.3.2 COMPARACIÓN DE VARIACIÓN PORCENTUAL ENTRE SUELDOS PROMEDIOS Y EL ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS Promedios quinquenales Quinquenios IGP Sueldos promedios 1874-1880 1,30 10 1881-1885 1,77 9 1886-1890 -5,90 15 1891-1895 -6,22 21 1896-1900 8,15 27 1901-1905 32,62 46 1906-1910 67,16 87 1911-1914 107,57 16 Fuente: elaboración propia, ver fuentes de cuadros originales de precios y sueldos. 358 GRÁFICO II.3.3. EVOLUCIÓN DE SUELDO PROMEDIO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (IGP) Y DEL ÍNDICE GENERAL DE PRECIOS 120,00 Variaciones porcentuales 100,00 80,00 60,00 40,00 20,00 0,00 1874-1880 1881-1885 1886-1890 1891-1895 1896-1900 1901-1905 1906-1910 1911-1914 -20,00 Quinquenios IGP Sueldos 359 360 CUADRO Nº II.3.3 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EVOLUCIÓN DE SUELDOS MÁS ALTOS Instituciones 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 Ministerio de Relaciones Exteriores 15.360 18.000 18.000 15.000 20.000 19.200 28.800 45.000 24.000 Alta Corte Federal 13.440 13.440 11.200 14.000 14.000 19.000 24.000 24.000 32.000 Ministerio de Hacienda 15.360 18.000 18.000 15.000 20.000 19.200 28.800 48.000 24.000 Instrucción Pública 15.360 18.000 18.800 15.000 20.000 19.200 28.800 45.000 24.000 Ministerio de Interior y Justicia 20.000 20.000 20.000 60.000 60.000 60.000 60.000 60.000 30.000 Servicio de Correos Nacionales 7.680 12.800 12.800 9.600 12.000 7.680 5.460 12.000 7.200 15.360 18.000 18.000 15.000 20.000 16.000 24.000 48.000 24.000 Asignaciones eclesiásticas 6.400 6.400 6.400 6.400 6.400 5.440 4.940 4.439 2.220 Hospital Militar 3.500 4.746 4.009 7.342 7.020 7.300 6.981 5.473 6.039 Poder Legislativo 9.600 9.600 9.600 9.600 9.600 6.720 10.349 9.107 5.555 12.496 14.376 14.134 17.482 19.936 19.224 23.531 32.435 19.273 0 15 13 40 60 54 88 160 54 Ministerio de Guerra y Marina Promedio Variación % Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. CUADRO Nº II.3.4 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EVOLUCIÓN DE SUELDOS MÍNIMOS en bolívares mensuales Instituciones 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 2.667 4.000 4.000 4.000 5.000 6.000 9.000 14.063 7.500 Alta Corte Federal 960 1.920 1.920 1.600 1.600 1.600 1.600 1.680 1.960 Ministerio de Hacienda 768 768 768 768 922 800 800 889 444 1.638 1.920 1.920 1.920 1.920 1.920 1.440 2.160 1.152 347 Ministerio de Relaciones Exteriores Instrucción Pública Ministerio de Interior y Justicia Servicio de Correos Nacionales Ministerio de Guerra y Marina Asignaciones eclesiásticas 451 564 564 600 600 744 1.220 827 1.536 1.920 1.920 1.920 1.200 1.440 1.440 1.920 960 60 60 60 120 120 120 100 1.200 900 80 100 100 100 100 100 73 45 34 Hospital Militar 144 360 347 635 607 631 604 473 522 Poder Legislativo 512 160 160 160 178 124 191 1.200 732 882 1.177 1.176 1.182 1.225 1.348 1.647 2.446 1.455 0 34 33 34 39 53 87 177 65 Promedio Variación % Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. 361 362 CUADRO Nº III.3.5 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES Personal 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 15.360 18.000 18.000 15.000 20.000 19.200 28.800 45.000 24.000 Consultor 9.600 9.600 9.600 9.600 9.600 7.680 11.520 18.000 9.600 Director 9.600 9.600 9.600 9.600 9.600 7.680 11.520 18.000 9.600 Traductor e intérprete 9.600 9.600 9.600 9.600 7.200 5.760 8.640 13.500 7.200 Archivero 4.800 4.800 4.800 4.800 6.000 4.800 7.200 11.250 6.000 Oficial de número 3.200 4.800 4.800 4.800 6.000 4.800 7.200 11.250 6.000 Calígrafo 2.667 4.000 4.000 4.000 5.000 6.000 9.000 14.063 7.500 7.832 8.629 8.629 8.200 9.057 7.989 11.983 18.723 9.986 0 10 0 -5 10 -12 50 56 -47 Ministro Promedio Variación % Fuente: elaboració propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. CUADRO Nº II.3.6 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA ALTA CORTE FEDERAL Personal 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 Presidente 13.440 13.440 11.200 14.000 14.000 19.000 24.000 24.000 32.000 Vocal 11.520 11.520 9.600 12.000 12.000 14.000 16.000 16.000 8.000 Secretario 5.760 4.780 4.780 5.600 5.600 6.800 8.000 8.000 4.000 Oficial mayor 3.840 3.000 3.000 3.840 3.000 3.643 4.286 4.286 2.143 960 1.920 1.920 1.600 1.600 1.600 1.600 1.680 1.960 7.104 6.932 6.100 7.408 7.240 9.009 10.777 10.793 9.621 0 -2 -12 21 -2 24 20 0 -11 Portero Promedio Variación % Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. 363 364 CUADRO Nº III.3.7 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA MINISTERIO DE HACIENDA Personal 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 Ministro 15.360 18.000 18.000 15.000 20.000 19.200 28.800 48.000 24.000 Administrador de aduana 12.800 12.800 12.800 12.800 10.667 14.400 14.400 1.400 7.200 Contador 12.000 11.520 11.520 11.520 9.600 9.600 7.200 9.600 4.300 Fiscal de Hacienda 11.520 7.200 7.200 14.400 14.400 12.960 14.400 16.000 8.000 Tesorero 11.520 9.600 9.600 19.200 19.200 17.280 19.200 21.333 10.667 Director 9.600 9.600 9.600 9.600 9.600 7.680 7.200 9.600 54.000 Inspector 9.600 9.600 9.600 9.600 9.600 10.000 11.111 12.346 6.173 Interventor 8.000 9.600 9.600 9.600 8.000 7.200 8.000 8.000 4.000 Cajero 7.680 7.680 7.680 9.600 9.600 7.680 8.400 9.600 4.800 Jefe de estadística 7.680 7.680 7.680 11.520 11.520 10.368 10.368 11.520 5.760 Primer liquidador 7.680 7.680 9.680 9.680 9.680 7.680 8.400 6.000 3.000 Encargado de correspondencia 6.912 5.760 5.760 5.760 4.800 4.320 4.800 4.800 2.400 Liquidador 6.000 5.760 5.760 7.680 7.200 6.120 4.800 6.000 3.000 Archivero 5.760 1.952 2.440 4.880 6.000 3.600 2.880 3.200 2.400 Fiel de peso 5.760 5.760 5.760 5.760 6.000 4.800 4.800 5.333 2.667 Guarda almacén 5.760 5.760 5.760 5.760 4.320 7.200 4.800 4.800 3.000 Tenedor de libros 5.760 5.760 5.760 5.760 4.800 6.120 7.200 6.000 3.600 Segundo liquidador 4.800 4.800 4.800 4.800 5.760 5.000 5.000 5.556 2.778 (continúa) 365 1.152 Bogador Variación % Promedio 1.536 Portero 0 5.870 768 2.400 Secretario Jefe de caleta 2.512 Oficial de correspondencia Copista de cuenta 2.512 2.688 Adjunto de caja 2.512 2.688 Expendedor de estampillas Oficial de cabotaje 2.987 Oficial de tránsito Intérprete 3.200 3.200 Oficial 3.876 3.472 Oficial de estadística Oficial mayor Jefe de cabotaje 1875 4.000 Personal 1880 -5 5.598 768 1.440 1.300 2.880 2.512 2.512 2.492 2.663 2.688 2.959 3.200 3.200 1.920 3.840 3.840 1885 2 5.719 768 1.000 1.152 2.880 3.200 3.200 2.515 2.688 2.688 2.987 3.360 3.200 2.400 3.840 3.840 1890 19 6.799 768 2.000 1.920 5.760 3.200 3.200 2.515 2.688 3.840 2.987 3.360 4.800 4.800 3.840 5.760 Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. (viene) 1895 0 6.801 922 2.459 1.920 4.800 2.880 3.840 2.520 2.400 2.880 2.667 6.000 4.800 4.800 6.000 4.800 1900 -3 6.607 800 1.475 1.920 4.320 3.600 4.000 2.520 3.240 9.600 3.600 4.000 4.320 4.320 4.800 4.320 1905 0 6.579 800 1.180 1.920 3.240 1.920 2.400 2.160 2.880 3.600 3.938 3.556 4.320 4.320 4.320 4.800 1910 11 7.284 889 1.311 1.920 7.200 1.707 3.600 1.920 2.800 4.800 2.813 3.600 4.800 4.800 4.320 4.800 1915 -20 5.800 444 984 1.200 2.400 1.067 1.680 1.200 14.400 2.880 1.406 1.800 2.400 2.400 3.000 2.400 366 CUADRO Nº II.3.8 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA INSTRUCCIÓN PÚBLICA Personal 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 Ministro 15.360 18.000 18.800 15.000 20.000 19.200 28.800 45.000 24.000 Director 8.192 9.600 9.600 9.600 9.600 15.360 7.200 9.600 5.120 Tesorero 6.144 7.200 7.200 7.200 7.200 6.912 10.368 16.200 8.640 Expendedor de estampillas 5.734 6.720 6.720 6.720 6.720 10.752 5.040 6.720 3.584 Oficial 4.096 4.800 4.800 4.800 4.800 4.320 2.700 4.800 2.560 Oficial de presupuesto 4.096 4.800 4.800 4.800 4.800 7.680 3.600 4.800 2.560 Oficial de correspondencia 3.482 4.080 4.080 4.080 2.400 3.840 1.800 2.400 1.280 Tenedor de libros 1.920 2.250 2.250 2.250 2.250 3.600 1.688 2.250 1.200 Archivero 1.638 1.920 1.920 1.920 2.400 2.880 3.000 3.840 2.048 Portero 1.638 1.920 1.920 1.920 1.920 1.920 1.440 2.160 1.152 5.230 6.129 6.209 5.829 6.209 7.646 6.564 9.777 5.214 0 17 1 -6 7 23 -14 49 -47 Promedio Variación % Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. CUADRO Nº II.3.9 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA MINISTERIO DE INTERIOR Y JUSTICIA Personal 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 Presidente de la República 20.000 20.000 20.000 60.000 60.000 60.000 60.000 60.000 30.000 Ministro de Fomento 15.360 15.360 15.360 15.000 20.000 19.200 28.800 48.000 24.000 Director de Fomento 9.600 9.600 9.600 9.600 9.600 7.680 7.680 9.600 4.032 Grabador litográfico 9.499 11.874 13.536 14.400 19.296 23.927 39.240 64.320 27.014 Administrador 8.960 3.840 4.378 2.840 3.806 4.752 7.793 7.125 3.000 Fiscal general 5.822 7.277 7.277 7.742 7.742 9.600 9.600 9.600 4.800 Gerente 5.699 7.124 8.122 8.640 11.578 14.356 23.544 38.592 16.209 Gobernador 4.800 4.800 4.800 4.800 4.800 5.952 9.761 61.182 25.697 Prensista litográfico 4.749 5.937 6.768 7.200 9.648 11.964 19.620 32.160 13.507 Defensor general 4.658 5.822 5.822 6.194 6.194 7.680 9.600 9.600 4.800 Cajista 3.958 4.947 5.640 6.000 8.040 9.970 16.350 26.800 11.256 Oficial de Fomento 3.840 5.647 5.647 4.800 1.800 4.320 7.848 4.800 2.400 Oficial escribiente 3.840 2.496 2.845 2.400 3.216 3.988 6.540 10.720 4.502 Oficial de 1era clase 3.610 4.512 4.512 4.800 4.800 4.320 7.085 4.800 2.016 Contador 2.533 3.166 3.610 3.840 5.146 6.381 10.464 17.152 7.204 Editor de Gaceta Oficial 2.216 2.771 3.158 3.360 4.502 5.583 9.156 15.008 6.303 Portero del Ejecutivo 1.920 2.400 2.400 2.400 2.400 2.400 3.936 2.667 1.120 Corrector de obras 1.900 2.375 2.707 2.880 3.859 4.785 7.848 12.864 5.403 367 (continúa) 368 Variación % 0 3.795 451 Promedio 475 Compilador 792 Tesorero Repartidor de gacetas 792 Bibliotecario 512 792 Anticuario 480 816 Portero Cocinera 950 Policía Sirviente 950 1.224 Inspector técnico Fogonero 1.536 Secretario 1.536 1.583 Ayudante de mecánico Portero del ministro 1.583 Ayudante de corrector Escribiente 1875 1.583 Instituciones 1880 8 4.114 564 594 480 160 989 989 989 1.200 1.187 1.187 1.800 1.920 1.920 1.979 1.979 1.979 1885 6 4.354 564 677 480 160 1.128 1.128 1.128 1.200 1.354 1.354 1.800 1.920 2.189 2.256 2.256 2.256 1890 30 5.644 600 720 480 160 1.200 1.200 1.200 1.920 1.440 1.440 2.880 1.920 2.627 2.400 2.400 2.400 Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. (viene) 1895 11 6.282 600 965 643 178 1.608 1.608 1.608 1.920 1.440 1.930 2.880 1.920 2.880 1.440 3.216 2.340 1900 12 7.025 744 1.200 798 124 1.994 1.994 1.994 1.920 1.786 2.393 3.571 2.400 2.400 1.786 3.988 2.902 1905 41 9.938 1.220 3.600 1.308 191 3.270 3.270 3.270 2.100 2.928 3.924 5.857 3.936 3.936 2.928 6.540 4.759 1910 52 15.120 827 4.800 8.198 1.200 5.360 5.360 5.360 1.920 4.800 6.432 3.582 2.667 5.248 4.800 10.720 7.800 1915 -56 6.664 347 2.016 3.443 732 2.251 2.251 2.251 690 2.016 2.701 1.504 1.120 2.204 2.016 4.502 3.276 CUADRO Nº III.3.10 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA SERVICIO DE CORREOS NACIONALES Personal Director 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 7.680 12.800 12.800 9.600 12.000 7.680 5.460 12.000 7.200 Interventor 5.760 9.600 9.600 7.200 7.200 6.120 4.680 8.400 4.200 Oficial de correspondencia 3.840 3.840 3.840 2.880 1.200 2.880 2.400 2.400 1.920 Tenedor de libros 3.500 4.500 4.500 4.500 5.000 4.250 3.250 5.833 2.917 Archivero 3.072 3.120 3.120 2.400 2.880 2.400 2.400 2.400 1.920 Escribiente 3.072 3.120 3.120 2.880 3.000 2.880 2.400 2.880 2.304 Empaquetador 2.500 3.744 3.744 2.880 1.920 2.880 2.400 2.400 1.920 Distribuidor de correspondencia 2.400 3.120 3.120 2.800 1.867 2.880 2.400 2.400 1.920 Cartero primero 1.920 2.400 2.400 1.920 1.400 1.440 1.920 2.400 1.200 Cartero segundo 1.536 1.920 1.920 1.140 960 1.200 1.600 2.000 1.000 Portero Promedio Variación % 1.536 1.920 1.920 1.920 1.200 1.440 1.440 1.920 960 3.347 4.553 4.553 3.647 3.512 3.277 2.759 4.094 2.496 0 36 0 -20 -4 -7 -16 48 -39 Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. 369 370 CUADRO Nº II.3.11 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA MINISTERIO DE GUERRA Y MARINA Personal Ministro de Guerra y Marina 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 15.360 18.000 18.000 15.000 20.000 16.000 24.000 48.000 24.000 5.400 Director 9.830 11.520 11.520 9.600 9.600 7.680 7.200 9.600 Subdirector de Guerra 9.830 11.520 11.520 9.600 9.600 4.320 9.600 9.600 5.400 Inspector general 9.600 6.701 8.935 11.169 14.400 14.400 7.200 7.300 6.159 Comandante segundo 6.144 2.738 3.066 3.504 3.504 3.500 4.083 3.267 2.800 General comandante de armas 6.144 7.680 7.680 6.480 6.480 6.480 4.860 6.480 3.240 General de Brigada 5.760 5.760 7.774 7.774 12.422 11.665 8.749 3.499 3.499 Jefe de contabilidad 5.760 8.640 8.640 7.200 6.667 4.320 6.451 4.896 2.448 2.400 Capellán 5.611 2.500 2.800 3.200 3.400 3.000 3.500 2.800 Médico cirujano 5.000 5.760 4.865 9.600 4.854 6.000 4.500 3.904 3.937 Primer oficial 4.915 5.760 5.760 4.800 4.800 4.320 6.480 4.800 2.400 Coronel habilitado 3.892 4.865 4.865 4.865 4.837 16.208 12.156 16.208 5.547 Capitán de correspondencia 3.456 4.320 4.320 1.945 1.934 6.480 4.860 6.480 6.366 Primer comandante 3.456 3.456 8.796 9.600 6.900 9.600 7.200 5.760 5.475 Segundo oficial 3.318 3.888 3.888 3.240 3.000 3.600 5.376 4.080 2.040 Talabartero 3.094 2.160 1.132 1.415 1.825 1.825 3.000 7.300 4.745 Segundo comandante 2.688 2.484 6.322 6.900 6.900 6.000 4.800 3.840 3.600 Archivero 2.400 3.560 3.007 5.933 3.000 3.600 2.688 2.332 2.400 Guardaparque 2.400 4.865 4.865 4.865 7.774 7.300 5.475 2.190 2.190 (continúa) 371 (viene) 1.152 1.125 1.122 Teniente escribiente Jefe de artillería Primer piloto 787 787 772 772 768 Practicante ordinario Sargento primero Sargento mayor Carpintero Contador Practicante mayor 900 787 Farmacéutico 960 1.308 Cocinero Primer contramaestre 1.463 Primer ingeniero Teniente ayudante 1.598 1.920 Portero 1.536 1.920 Oficial de contabilidad Capitán ayudante 2.304 Mecánico Alférez 1875 2.400 Personal 283 579 579 1.167 1.167 1.167 900 432 1.037 1.414 1.440 360 1.839 1.920 1.198 1.440 2.880 3.456 997 1880 1885 720 514 514 986 986 986 1.200 1.100 2.639 3.600 1.440 576 4.680 1.920 1.063 1.278 2.880 3.456 1.345 1890 1.440 587 587 1.945 1.945 1.945 1.500 1.200 2.880 7.200 1.440 365 9.360 1.945 1.215 1.460 1.920 2.880 3.890 1895 1.440 587 678 1.934 1.934 4.800 1.934 1.200 2.880 7.200 1.432 426 9.360 1.934 1.215 1.460 1.920 2.667 1.934 1900 1.440 587 675 1.934 1.934 3.504 1.934 3.600 2.504 7.200 4.798 311 9.360 1.934 912 1.460 1.920 1.728 3.650 1905 1.440 685 788 1.444 1.444 2.616 1.547 1.800 2.003 7.200 3.598 1.200 7.200 1.451 1.064 1.703 1.440 3.240 2.738 1910 1.152 548 630 1.253 1.253 2.270 1.813 1.440 1.603 5.760 4.798 950 5.760 1.934 851 1.363 1.920 2.459 2.375 1915 (continúa) 720 470 1.368 1.289 1.289 2.700 1.530 1.440 1.503 5.250 1.642 720 5.400 1.900 730 1.168 960 1.229 2.395 372 150 Despensero Variación % Promedio 0 2.563 60 300 Grumete Aceitero 312 Cabo segundo 80 432 Corneta de orden Fogonero 450 512 Sirviente Tercer ingeniero 560 Enfermero 460 672 Cabo primero Sargento primero 720 Sargento segundo 485 748 Segundo piloto 470 750 Segundo ingeniero Sargento portero 768 Segundo contramaestre Celador 1875 Personal 5 2.691 60 80 189 300 390 365 566 460 587 720 228 560 540 540 691 943 346 1880 16 3.122 60 80 480 300 394 365 1.440 621 587 608 365 747 423 547 1.759 2.400 880 1885 11 3.480 120 100 960 480 430 365 2.880 1.795 587 1.200 365 934 570 547 1.920 4.800 960 1890 Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. (viene) 4 3.622 120 100 960 480 430 400 2.880 2.306 584 1.400 600 1.204 570 638 1.920 4.800 960 1895 1900 5 3.793 120 100 960 480 510 600 2.880 1.460 1.956 1.022 600 1.204 510 635 1.670 4.800 1.440 1905 -7 3.544 100 80 960 384 630 450 2.880 1.095 1.467 763 800 963 684 741 1.336 3.600 1.200 8 3.827 1.200 960 768 450 504 450 2.304 950 1.956 662 633 1.129 547 593 1.069 2.880 960 1910 -31 2.640 900 810 480 380 889 450 2.100 958 669 788 480 952 958 1.095 1.002 3.600 960 1915 CUADRO Nº II.3.12 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA ASIGNACIONES ECLESIÁSTICAS Personal Deán 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 6.400 6.400 6.400 6.400 6.400 5.440 4.940 4.439 2.220 1.977 Arcediano 5.120 5.120 5.120 5.120 5.120 4.579 4.266 3.953 Chantre 4.480 4.480 4.480 4.480 4.480 4.579 4.266 3.953 1.977 Prior 4.480 4.480 4.480 3.733 4.480 4.579 4.266 3.952 1.975 Tesorero 4.480 4.480 4.480 4.480 5.579 4.766 3.953 1.977 Racionero 3.840 3.840 3.840 3.200 3.840 3.840 3.693 3.545 1.772 Maestre escuela 3.200 3.200 3.200 2.667 3.200 4.579 2.290 2.198 1.099 1.006 Cura de parroquia 2.560 2.000 2.000 2.000 2.000 2.000 1.920 1.342 Cura de sagrario 1.920 1.200 1.200 1.200 1.200 1.200 1.058 916 687 Maestro de capilla 1.280 1.600 1.600 1.600 1.600 1.600 1.158 716 538 Sacristán mayor 960 1.200 1.200 1.200 1.200 1.200 869 537 404 Secretario de cabildo 840 1.050 1.050 1.050 1.050 1.050 753 456 353 Campanero 800 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 719 437 320 Organista 800 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 723 446 336 (continúa) 373 374 344 320 320 Apuntador de fallas Bajonista Sacristán menor 80 Primer monaguillo Monaguillo menor 0 1.717 160 Fuellero Variación % 256 256 Acólitos Promedio 480 576 Pertiguero 480 640 Sochante Relojero 640 Maestro de ceremonia Capellán de extraerección 640 1875 Capellán de erección Instituciones 2 1.752 100 200 200 200 400 400 430 600 600 720 800 800 800 1880 0 1.752 100 200 200 200 400 400 430 600 600 720 800 800 800 1885 -10 1.573 100 200 200 200 400 400 430 600 600 720 800 800 800 1890 Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. (viene) 11 1.752 100 200 200 200 400 400 430 600 600 720 800 800 800 1895 2 1.795 100 200 200 200 400 400 430 600 600 720 800 800 800 1900 -17 1.487 73 145 200 207 289 289 311 434 433 521 400 579 579 1905 -16 1.250 45 89 200 214 178 178 192 268 265 321 247 358 357 1910 1915 -39 763 34 67 189 180 135 135 192 250 399 242 247 270 1.610 CUADRO Nº III.3.13 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA HOSPITAL MILITAR Personal 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 General en jefe 3.500 4.746 4.009 7.342 7.020 7.300 6.981 5.473 6.039 Médico director 2.688 5.760 4.865 5.400 5.616 6.000 5.738 5.475 3.650 Practicante mayor 2.347 3.183 2.688 1.945 1.860 1.934 1.849 1.450 1.600 Médico de sección 1.613 3.456 2.919 3.240 3.370 3.504 3.351 4.380 3.650 Contador 1.440 3.410 2.880 1.945 3.370 3.504 3.351 3.307 3.968 Ecónomo 1.440 1.953 1.649 3.021 2.888 3.003 2.872 2.252 2.485 Mayordomo 1.440 1.953 1.880 3.443 3.292 3.424 3.274 2.567 2.832 Farmacéutico 890 1.908 1.611 1.788 1.860 1.934 1.849 1.825 2.190 Cabo de sala 864 1.172 1.128 2.066 1.975 2.054 1.964 1.540 1.699 Cocinero 864 1.172 990 668 1.158 1.204 1.151 1.136 1.363 Enfermero 864 1.172 990 668 1.158 1.204 1.151 1.136 1.363 Escribiente 864 1.882 1.590 1.074 1.860 1.934 1.849 1.825 2.190 Practicante de número 768 1.705 1.440 973 1.404 1.460 1.396 1.378 1.653 Sirviente 720 976 940 1.721 1.646 1.712 1.637 1.283 1.416 Ayudante de cocina 458 621 524 354 614 638 610 584 Guardarropa 430 1.075 1.035 1.895 1.812 1.885 1.802 1.413 Galopines 144 360 347 635 607 631 604 473 1.255 2.147 1.852 2.246 2.442 2.549 2.437 2.206 0 71 -14 21 9 4 -4 -9 Promedio Variación % 375 Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. 730 1.559 522 2.289 4 376 CUADRO Nº II.3.14 SUELDOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PODER LEGISLATIVO Personal 1875 1880 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915 Director 9.600 9.600 9.600 9.600 9.600 6.720 10.349 9.107 5.555 Cajero 1.200 1.200 1.200 1.200 1.332 932 1.436 1.264 771 Secretario 800 1.000 1.000 800 800 560 3.600 2.800 1.400 Taquígrafo 480 1.344 1.438 800 600 1.800 1.400 840 512 Oficial menor 256 717 767 675 749 547 842 741 452 Escribiente 240 672 719 400 200 140 720 560 350 Subsecretario 480 600 600 400 400 280 2.400 1.850 925 Oficial mayor 400 500 500 360 360 252 1.800 1.400 700 Jefe de sección 320 400 400 300 300 210 1.500 1.170 630 Archivero 192 240 240 240 220 960 750 660 403 Portero 512 240 240 240 200 480 375 330 201 Sirviente 512 160 160 160 178 124 191 1.200 732 1.249 1.389 1.405 1.265 1.245 1.084 2.114 1.827 1.053 0 11 1 -10 -2 -13 95 -14 -42 Promedio Variación % Fuente: elaboración propia, con base en las leyes de presupuesto de cada año respectivo. FUENTES ACADEMIA DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES: Leyes y decretos de Venezuela, t. 9. Caracas: Academia de Ciencias Políticas y Sociales, 1985. BELLO RODRÍGUEZ, Zoilo: Archivo Político. Caracas: Ministerio de la Secretaría de la Presidencia-Ministerio de Defensa, 1979. BRICEÑO, Manuel: Los Ilustres o la estafa de los Guzmanes. Caracas: Ediciones Fe y Cultura, reimpresión de la 3ª edición de 1884, Bogotá. BRICEÑO PEROZO, Mario: Don Juan de Trujillo. Caracas: Biblioteca Venezolana Ediviagro, 1978. CARRILLO BATALLA, Tomás E.: Historia de las finanzas públicas de Venezuela, vol. 45. Caracas: Italgráfica, 1989. __________: Historia de las finanzas públicas de Venezuela, vol. 46. Caracas: Italgráfica, 1989. __________: Historia de las finanzas públicas de Venezuela, vol. 53. Caracas: Italgráfica, 1989. __________: El pensamiento económico de Francisco Pimentel y Roth. Caracas: Academia Nacional de Ciencias Económicas, 1990. CARRILLO BATALLA, Tomás E. y Rafael J. Crazut: Pensamiento económico de Juan Pablo Rojas Paúl, t. I. Caracas: Academia Nacional de Ciencias Económicas, 1998. FUENMAYOR, Juan Bautista: Historia de la Venezuela política contemporánea. Caracas: Talleres Gráficos de Miguel Ángel García, 1984. HARWICH VALLENILLA, Nikita: Formación y crisis de un sistema financiero nacional. Fondo Editorial Buria-T.E. Antonio José de Sucre, 1986. 377 MOLEIRO, Rodolfo: De la dictadura a la democracia. Eleazar López Contreras: lindero y puente entre dos épocas. Caracas: Editorial Pomaire, 1993. MORÓN, Guillermo: Historia de Venezuela, t. V. Caracas: Italgráfica, 1971. POCATERRA, José Rafael: Memorias de un venezolano de la decadencia, t. II. Caracas: Editorial Edime, 1966. POLANCO ALCÁNTARA, Tomás: Guzmán Blanco. Caracas: Editorial Ex-Libris, 1992. RANGEL, Domingo A.: Capital y desarrollo: la Venezuela agraria . Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1969. SEGNINI, Yolanda: La consolidación del régimen de Juan Vicente Gómez. 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Para su producción se utilizó papel Finnpap, base 60 grs. y letra Agaramond. 379 T OMÁS E NRIQUE C ARRILLO B ATALLA Nació en Caracas, es Abogado de la República, Master en Economía y doctor en Economía así como en Ciencias Políticas. «Doctor Honoris Causa» por la Simón Bolívar (Barranquilla-Colombia) y Santa María (Caracas-Venezuela). Ha servido a las Universidades Central de Venezuela y Santa María en actividades de investigación, docencia y asesoría. Actualmente es Profesor Titular en condición de jubilado por Faces-UCV. Ha participado en numerosos eventos científicos nacionales e internacionales a nivel de misiones, congresos y conferencias con ponencias sobre legislación, fiscalidad, economía e historia. Adelanta los proyectos sobre «Historia de las Finanzas Públicas de Venezuela», auspiciado por la Academia Nacional de la Historia, «Estadísticas Históricas de Venezuela» y la «Historia del Pensamiento Económico Venezolano», financiados por la Academia Nacional de Ciencias Económicas; corporaciones de las cuales es Individuo de Número, al igual que la de Ciencias Políticas y Sociales y la Asociación Venezolana de Derecho Tributario. Con una fructífera producción intelectual, la extensa obra publicada de contenido histórico, jurídico y económico, se acerca a cien títulos con más de 400 tomos.