Los cristianos en la construcción de la nueva sociedad

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CRISTIANO PARA EL MIWDO DE HOY
Los cristianos en la construcción de la nueva sociedad
En la homilía que pronunció en el Te
Dewn de la transmisión del mando el Cardenal
describió en estos términos la tarea de los cristianos : "Abran la ruta, quiten los obstáculos
del camino de mi pueblo", nos ha urgido el Señor, por boca del Profeta Isaías. "Rompan las
cadenas injustas, devuelvan la libertad a tos
oprimidos, arranquen todos los yugos": así suena, recio, exigente, el auténtico mensaje profético; así se encarna, y se prueba una fe religiosa
verdaderamente vivida. Ritos y ceremonias, ayunos y penitencias, agradan a Dios cuando los
inspira el anhelo y el deber de hacer justicia al
hermano. "Compartir tu pan con el hambriento; albergar a los pobres sin techo... y no esquivar al que es tu propia carne: ¿no es ése el
ayuno que agrada a! Señor?" Así acabamos de
escuchar: palabras de un libro que es patrimonio de la Humanidad. Los que creemos y vivimos de esa palabra no podemos temperarla. No
nos es licito atenuar en nada el rigor de su exigencia. No podemos desvirtuar la fe, convirtiéndola en pretexto para esquivar la miseria de
quienes son nuestra carne. El Reino que esperamos comienza a construirse aquí, y uno de
sus pilares es la justicia. Por eso es que en un
acto netamente religioso, como el presente, no
dudamos en hablar de una misión urgente que
nos compromete a todos. A todos, sí: a los que
han recibido un legítimo mandato del pueblo, y
a los que hemos recibido un auténtico mandato
de Dios. Dos mandatos que por distintos y com-
plementarios caminos apuntan a una misma,
urgente tarea de liberación. El Dios que en Jesucristo se identificó con tos pobres y oprimidos nos juzgará según nuestra fidelidad a este
mandato".
Algunas inquietudes
Con la llegada de la Unidad Popular al poder hay cristianos que se han inquietado. Tomemos este texto del Cardenal como punto de
partida para un examen de conciencia y preguntémonos cuál es nuestra principal preocupación en este momento. En la hora de la verdad algunos descubrirán que lo que más les
preocupa en el fondo son sus intereses económicos. Hay quienes se inquietan por el porvenir de sus hijos. Otros son especialmente sensibles a la suerte que corren sus amigos en el
régimen que se inicia. Y esto les hace caer en la
cuenta que el amor del prójimo, en su forma
concreta, no es independiente de la clase social a la que se pertenece. Mucha gente era
víctima de la injusticia antes. Ellos las vivían
como injusticias hacia un prójimo lejano, abstracto. Ahora se trata de un prójimo próximo,
de uno del propio círculo social. A otros les
preocupa saber "si nos irán a quitar nuestras
obras (colegios, órganos de expresión, etc.)".
Retengamos esta última preocupación para considerarla más de cerca.
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La tarea del cristiano: servil ai hombre
autonomía y han generado sus propias instituciones. Como consecuencia del ataque de
La Iglesia no vive para si misma, para "sus la Revolución Francesa y el Liberalismo conobras", sino para servir al hombre. "Tengan tra la Iglesia Católica nacen en el sigla
Vds. los mismos sentimientos que tuvo Cristo, XIX las instituciones temporales confesiodice San Pablo. El cual, siendo de condición nales: escuelas, universidades, prensa católidivina, no retuvo ávidamente el ser igual a cas. Son instituciones primariamente defensiDios, sino que se: vació de si mismo tomando vas donde los católicos tratan de vivir su fe
la tundición del servidor, haciéndose semejan- en una sociedad que los rechaza. En el siglo
te a los hombres y apareciendo en su porte XX ellas evolucionan hacia las llamadas "inscomo hombre". (Filipenses II, 5-7). Esto vale tilaciones temporales de inspiración cristiana".
no súlu para cada cristiano por separado, sino Surgen además partidos políticos cristianos,
también para la Iglesia como comunidad. Si sindicatos cristianos, etc. Estas instituciones
nos preguntamos dónde está la Iglesia, nuestra pretenden realizar en la sociedad una antroporespuesta debería ser: ahí donde los cristianos logía cristiana que puede ser compartida por
están despojándose de si mismos y asumiendo hombres que no comparten la fe cristiana. Esla tarea de servir al hombre concreto que tie- tas instituciones no lian sido ni mejores ni
nen delante.
peores; han sido la forma concreta en que, dadas las circunstancias históricas concretas, se
ha tratado de servir al hombre concreto. La
Diversas formas históricas del servicio
evolución apunta hacia las instituciones simpleEn todo el mundo antiguo la sociedad re- mente temporales. Hoy son muchos los cristialigiosa y civil estuvieron indisolublemente mez- nos que piensan que no hay una "visión criscladas y confundidas. Con el Cristianismo se tiana" de la política y que militan en partidos
inicia su progresiva distinción. "Dad al César que no se hacen cuestión de ella.
lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".
(Marcos XII, 17). Los primeros cristianos vi- Hacia nuevas formas de servicio
vieron en carne propia la distinción y ello los
llevó muchas veces al martirio. Pero con la
Lo que se desprende de este rápido exaconversión de los emperadores vuelven a con- men es que el cristiano no tiene una forma defundirse las dos sociedades. A partir de la caí- terminada de servir al hombre, sino que Dios
da del Imperio Romano, el fenómeno se acen- le va hablando a través de las circunstancias
túa. En medio del caos que sobrevino, los obis- históricas. No es fácil predecir qué formas nuepos se vieron obligados a veces a ser alcaldes, vas vaya a tomar nuestro servicio del hombre.
y los monjes se convirtieron en cultivadores, Pero hay que cotttar con la posibilidad de que
bibliotecarios y hasta calígrafos. La sociedad puedan llegar tiempos de silencio, en que haya
necesitaba que esas tareas fueran desempeña- que estar trabajando duramente en la brecha
das y no había otros que las hiciera. Los cris- de las tareas comunes. Un teólogo protestante
tianos no se perdieron en una discusión sobre ha escrito: "Hay momentos en que no hace
la distinción entre funciones sacras y profanas; tanta falta decir por qué amamos al hombre,
hicieron simplemente lo que tenían que hacer. sino simplemente hay que amarlo". Si veo a alDurante siglos las instituciones propias de la guien que se está ahogando, me dedico a saIglesia fueron también las instituciones de la carlo a flote y no a explicarle por qué lo hago.
sociedad civil. Así las universidades nacieron No sabemos cuál será el precio que los chilecomo prolongación de las escuelas catedralicias nos tendremos que pagar por construir una
y conventuales.
sociedad más justa. En todo caso los cristianos
A partir del siglo XV se afianza un movi- deberíamos estar dispuestos a pagarlo y "nuesmiento de laicización de la sociedad. A fines tras obras" no deberían ser un muro que nos
del siglo XVIII el Estado moderno y el orden separara de nuestros hermanos hombres en los
económico moderno han alcanzado su plena momentos más difíciles.
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Lo más propio del servicio cristiano al hambre
intimo de nosotros suceden cosas que no son
perceptibles para una mirada distraída. Está en
".. . una misión urgente nos compromete posesión del hilo secreto de la historia. El anuna iodos. A todos, sí: a los que han recibido un cio de esta "buena nueva", del Evangelio, es
legítimo mandato del pueblo, y a los que hemos algo parado jal: respetuoso y escandaloso a la
recibido un auténtico mándalo de Dios. Dos vez. Este anuncio es respetuoso; estimula, pero
mandatos que por distintos y complementarios no fuerza las maduraciones humanas. El apóscaminos apuntan a una misma, urgente tarea tol del Evangelio sabe que Dios tiene su tiemde liberación". La tarea es una sola: liberar al po para hablar a cada hombre y a cada época.
hombre de ¡oda [orina de servidumbre. La abor- El debe ayudar a acercarse a ese tiempo, pero
damos como hombres y como cristianos. El no ha de forzarlo. Debe saber auscultar el mohecho de ser cristiano no deroga nuestra con- mento en que Dios quiere dirigirse al hombre.
dición de hombre, sino que nos estimula a Normalmente el anuncio evangélico ha de ser
serlo en plenitud. El cristiano no va a traba- respuesta a preguntas vitales que el hombre se
jar en la construcción de la nueva sociedad ha hecho. Pero hay algo profundamente descomo un medio para legitimarse en ella v ad- concertante: a veces Dios habla en forma inquirir el derecho a anudar el Evangelio. No va tempestiva. Así le habla a la mayoría de los proa trabajar por razones oportunistas, sino por fetas en el Antiguo Testamento, asi le habla a
razones hondas: porque la construcción de esa Pablo en el camino de Damasco. Hasta el fin
sociedad es también su tarea.
de los tiempos seguirá siendo válido lo que
Pablo
escribe a los cristianos de Corinto, que
Sin embargo, el cristiano tiene también alla
cruz
de Cristo es "escándalo para los judíos
go que es exclusivo suyo, algo que no está en
y
locura
para los gentiles". (I Corintios I, 23).
conflicto con su tarea de hombre, sino que es
Hace
falta
mucha sensibilidad religiosa para
profundización de la misma. Por la fe él cosaber
cuándo
es uno y cuándo el otro el modo
noce el sentido más hondo del proceso en el
como
el
Evangelio
ha de ser anunciado.
cual está embarcado, sabe que Cristo está actuando en esta historia y sabe c/iíe en lu más
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