PROFESIONALES E INTELECTUALES CATÓLICOS ABOGAN POR LA REHABILITACIÓN DE LA POLÍTICA

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PROFESIONALES E INTELECTUALES CATÓLICOS ABOGAN POR LA REHABILITACIÓN DE LA
POLÍTICA
Lunes, 27 de enero de 2014
“El desapego de la política y de los políticos de un creciente número de nuestros
conciudadanos es una realidad cada vez más contrastada y puede convertirse en una auténtica
tragedia para nuestra democracia”. Esta ha sido una de las afirmaciones sobre las que ha
girado el encuentro anual de pensamiento cristiano que se ha celebrado esta tarde en el
Arzobispado de Sevilla, y que ha contado con la ponencia de Agustín D. Moratalla, profesor del
Departamento de Filosofía del Derecho, Moral y Política de la Universidad de Valencia y
recientemente elegido director de la UIMP en la capital levantina.
La jornada, que ha presidido mons. Juan José Asenjo, ha sido seguida por una nutrida
representación de personalidades (más de un centenar) de la cultura, política, empresa, iglesia
y sociedad sevillanas, que respondieron a la convocatoria de la Delegación Diocesana de
Apostolado Seglar.
Mensaje “de esperanza y compromiso con la sociedad”
Los participantes coincidieron en la necesidad de un compromiso de los cristianos en la vida
pública, que calificaron como “necesario, posible, legítimo y democrático”. En este sentido, se
reconoció la militancia de muchos cristianos en los actuales partidos políticos, si bien “no
siempre sus opiniones revelan el compromiso con el mensaje de Jesús”. En el documento
resultante del encuentro se hizo especial hincapié en la conveniencia de trasladar un mensaje
“de esperanza y compromiso con la sociedad”, especialmente en estos tiempos de crisis. Ello
obedece –según reza el citado documento- a una “coherencia con la conciencia” más que al
sometimiento de las instituciones seculares a las religiosas. Abundando en este tema, a lo
largo del encuentro se recordaron algunas declaraciones del Papa Francisco, en particular su
llamada a los católicos en política para que “sean siempre coherentes con el Evangelio”.
“El político cristiano no debe prescindir de su conciencia”
Los participantes coincidieron en que “el político cristiano no debe prescindir de su conciencia
ni de sus convicciones religiosas en el momento de tomar unas decisiones, sin traicionarse a sí
mismo o su fe”. Al respecto, se suscitó un interesante debate sobre el papel de los católicos a
favor de la regeneración política, y para ello se planteó la necesidad de trabajar en la
educación moral de la sociedad. En ese compromiso con la regeneración “no hay razones
objetivas para las divisiones, las exclusiones, los enfrentamientos”, y los esfuerzos se deben
centrar en “recuperar el bien moral objetivo y la recta conciencia, también en la vida social y
política, como garantía del bien de todos”.
Los participantes coincidieron también en la conveniencia de dejar de considerar al hombre
solo como un votante o un trabajador: “es más que un simple ciudadano, y la fe cristiana
resalta el valor sagrado de todas las personas, superior a las mismas instituciones políticas
cuya actividad tiende –casi de manera natural e imperceptible- a querer invadir la vida
entera”. Igualmente, se destacó la necesidad de que los cristianos se impliquen en la vida
pública, no sólo desde la esfera política: “Un buen profesor, un buen juez, un buen empresario,
un buen funcionario, un buen médico, un buen artesano, agricultor u obrero industrial están
haciendo política educativa, social, empresarial, laboral o sanitaria desde sus puestos de
trabajo públicos o privados.”
Un nuevo estilo de autoridad
Por otro lado se abordó, como alternativa a la tendencia actual, “un nuevo estilo de autoridad
de los representantes públicos”, que se debe ejercitar y mostrar a través de la capacidad de
servicio, pasando por la aceptación de la participación y el diálogo. Se trata, en suma, de “una
autoridad que se hace servicio, descubriendo que la medida de la grandeza de una sociedad
está determinada por la forma en la que se trata justamente a los más desfavorecidos”. Los
participantes concluyeron que la rehabilitación de la política es uno de los objetivos de la
participación de los cristianos laicos en la vida pública.
Tras lo expuesto se plantearon varias cuestiones relacionadas con la participación del católico
en política, su presencia en partidos que abanderan posturas no coherentes con el Evangelio,
los “conflictos de conciencia”, la conveniencia de crear foros de debate entre cristianos
pertenecientes a distintos partidos, el uso de las redes de participación ciudadana, etc.
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