IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN EVANGELISTA TORREJÓN DE ARDOZ I. TORREJÓN DE ARDOZ El término de Torrejón se sitúa sobre un terreno, que con una altitud media de 600 m. desciende suavemente de Norte a Sur hacia el río Henares, que deja a su derecha al municipio. Éste, se extiende con forma romboidal, en medio de un paisaje desnudo de árboles y donde predominan los tonos amarillos y ocres, propios de un clima con escasas precipitaciones y profundos contrastes térmicos. Al Norte, limita con Ajalvir, al Noroeste con Paracuellos, al Suroeste con San Fernando de Henares y al Este, con Alcalá de Henares. Hoy dividido en dos zonas diferenciadas por la N-II, históricamente, se encontraba surcado por importantes vías pecuarias, como la Cañada Real Galiana y el Carril de Lobos. Etimológicamente, el término Torrejón deriva de ture (turris, turis) y Ardoz proviene del arroyo del mismo nombre. El sufijo jon deriva del diminutivo culus, cula, culum, que hace referencia, en último extremo, al tamaño y relativa poca importancia del torreón que junto a otros muchos formaría la línea defensiva árabe y que sirvió de hito para la aldea que surgiría posteriormente con la repoblación. Así, la fundación de la aldea de Torrejón, estaría estrechamente relacionada con la Reconquista de Alcalá de Henares. Será a principios del S. XII, cuando se establezca el definitivo dominio cristiano y comiencen a surgir, fruto de la repoblación iniciada por el Arzobispo de Toledo, pequeñas aldeas alrededor de fortificaciones de origen árabe que habían quedado sin uso. Entre ellas, Torrejón, de cuya fundación no existen aún datos concretos. Esta aldea, dependió por completo del Consejo de Alcalá, tanto jurídica como 1 administrativamente, hasta 1554, año en que alcanza la categoría de villa, aunque continuaba dependiendo del Arzobispo de Toledo. Sin embargo, ante la intención de compra de la jurisdicción por parte de Felipe II para la posterior venta de la villa a unos caballeros, los vecinos reúnen el dinero necesario para su adquisición y será en junio de 1575, cuando, concluido el pago, se conceda la Carta de Poder para desempeñar su jurisdicción. La población, se dedicaba principalmente a la agricultura cerealista y al ganado lanar. Tras sufrir los estragos de la peste y la emigración hacia la capital debido a las malas cosechas, la población se estabiliza durante el siglo XVIII y se observa una mayor evolución a partir del siglo XIX. En este momento, Torrejón aparece con una estructura económica propia de una sociedad preindustrial, aunque la proximidad a la capital hará que pronto se introduzcan diferentes innovaciones técnicas. Tras la Guerra Civil, el municipio vuelve poco a poco a su actividad normal, con un crecimiento paulatino de la población y del paisaje urbano. En 1953, a consecuencia de la firma de los Pactos de Madrid, se instaló en Torrejón la Base Aérea, que comenzó a funcionar en 1955, lo que conllevó un aluvión de personas en busca de trabajo para la construcción de la base. Este hecho, unido a la promulgación de leyes, como la de 1959 para la “Nueva Ordenación Económica” que impulsaba determinadas zonas, hizo que Torrejón creciera tanto demográfica como industrialmente, lo que supuso un amplio desarrollo urbano, convirtiéndose poco a poco en una gran área industrial, crecimiento que se ha mantenido hasta la actualidad. Hoy forma parte del llamado “Corredor del Henares” integrado por los municipios de Alcalá de Henares, Coslada, San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz, en los que, a partir del año 2001 se produjo un significativo crecimiento demográfico, superando entre todos ellos los 500.000 habitantes. Torrejón cuenta con cerca de 110.000 habitantes. II. LA IGLESIA DE SAN JUAN EVANGELISTA 1. Protección jurídica La Iglesia goza de la protección jurídica que otorga su inclusión en el Inventario de bienes culturales. Su interior no acoge bienes muebles destacables, a excepción del lienzo del retablo mayor, obra de Claudio Coello datada en 1674-1675: “El Martirio de San Juan Evangelista” que hoy aparece como la gran joya de la iglesia, de 2 la cual se conservan los bocetos preparatorios en la Biblioteca Nacional. Este lienzo está incluido en el Inventario de bienes muebles de la Iglesia. 2. Informe histórico-artístico Las características originales de la iglesia primitiva, antes de la reforma a la que se sometió en el siglo XVIII y que la configuró como hoy la conocemos, remitían al renacimiento y era una iglesia más pequeña, con dos capillas y dos naves. Su forma actual tras esta reforma sigue las premisas del barroco tardío, donde se siguen los modelos propuestos por teóricos como los de Fray Lorenzo de San Nicolás como ocurre en los templos de su entorno que también fueron ampliados o construidos en la segunda mitad del siglo XVIII. En la segunda mitad del siglo XVIII concurren dos hechos que obligan a ampliar las iglesias: la obligación de sacar los enterramientos del interior de los templos, como medida de higiene y salud, siguiendo las medidas del Cardenal Lorenzana y que afectan a Torrejón en 1788 y el aumento de población. La iglesia de San Juan Evangelista, como otras de la zona inmediata, no es una excepción y es el resultado de este contexto cultural. Se trata de un edificio de tres naves con testero recto, insertadas en un rectángulo que cobija a los pies la torre campanario y en la cabecera, flanqueando la Capilla Mayor sobre tres gradas, la sacristía y diversas dependencias. Las naves se separan por pilares que soportan arcos carpaneles. La central es más alta y más ancha y se cubre con una bóveda de cañón y las naves laterales, con bóvedas de arista. A los pies se sitúa el coro alto, soportado por un arco rebajado. El paso al presbiterio, además de marcado por gradas, se remarca por un arco triunfal de medio punto. La capilla Mayor se encuentra elevada sobre tres gradas y en el centro se sitúa el altar. Como elemento unificador del templo, la cornisa de las pilastras toscanas adosadas a los pilares, recorre todo el perímetro del templo. Todo el espacio está pintado en blanco, salvo las líneas que marcan los elementos constructivos, como la cornisa o el arranque de la cúpula. En el cuerpo bajo de la torre, se sitúa capilla bautismal, que aparece como la parte más antigua de la iglesia, cubriéndose con bóveda gótica de crucería con terceletes. El crucero se cubre con cúpula sobre pechinas y linterna que remata en chapitel al exterior. Las cubiertas a dos aguas, reflejan al exterior los diferentes espacios interiores. En todas las fachadas, salvo en la fachada principal, se encastran dependencias parroquiales, que sobresalen de la uniformidad del recinto del 3 templo parroquial, ya que sus fachadas son de ladrillo, mientras que toda la Iglesia presenta los muros enlucidos. La fachada principal que da a la plaza mayor, aparece flanqueada por la torre campanario, de piedra con tres cuerpos separados por impostas, el primero del XVI. El tercer cuerpo es el de campanas y en sus cuatro lados presenta dos vanos de medio punto y remata con un chapitel de pizarra con bola y cruz de hierro característico del barroco madrileño, como los planteados por Fray Lorenzo de San Nicolás, aunque en este caso se instalara con las obras de Muguruza en los años 40 del XX. La fachada es de piedra blanca finamente moldurada, rematada en una estructura arquitrabada que cobija guirnaldas flanqueadas por unas ménsulas que soportan una cornisa adintelada. Sobre ella se observa una pequeña hornacina que alberga un crucifijo. Se remata con una sencilla cornisa que recorre todo el perímetro de la Iglesia. Al interior, el espacio de la capilla mayor, lo preside un Retablo, que fue inaugurado en 1949, obra de Santiago Lara y Molina, que sustituye al original barroco del siglo XVII. En este retablo sobresale la pintura de Claudio Coello datada en 1674-1675: “El Martirio de San Juan Evangelista”, que hoy aparece como la gran joya de la iglesia, de la cual se conservan los bocetos preparatorios en la Biblioteca Nacional. El resto de las imágenes del retablo (de tres calles, con un cuerpo central con predela y ático con Calvario) son de nueva factura, con escenas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. El resto de los retablos de la iglesia, también son de nueva factura. El templo de San Juan Evangelista de Torrejón de Ardoz, presenta una abundante documentación que permite analizar las distintas fases de su construcción a través de la lectura de los libros de fábrica, entre 1570 y 1790. Desde 1602, se manifiesta la necesidad de realizar obras en un templo primitivo, que se ha quedado pequeño. Así, se cita el pago a dos maestros de obra: Sebastián Velásquez y Juan Martínez por las obras que se hicieron en el templo. Parece ser que la elevada cantidad, comprendió obras que ampliaron la iglesia con una nave separada por pilares y contemplaban también la construcción de la nave con muros de mampostería y piedra, dos puertas de piedra berroqueña, que se situarían en el muro meridional y en el hastial, situación que se mantiene hoy, aunque la meridional está cegada. Estas primeras obras, terminan en 1620. Es en este año cuando “…se ataja la iglesia para poner el altar y la sacristía en el cuerpo y derribar la capilla mayor… “, obras que se prolongarán hasta mediados del siglo XVII. Mientras se realizan las obras de la Capilla Mayor, la torre se consolida y remata con un capitel de pizarra, reparándose también el cuerpo de campanas. 4 Ante la escasez de ornamentos de la Capilla Mayor, en 1675, José de Churriguera y José Rates “maestros de talla y escultura, vecinos de Madrid” realizan el retablo que será dorado por José Villanueva, que tenía en el centro un transparente para iluminar la custodia y también un gran cuadro por el que se pagó 10.000 reales a Claudio Coello con el tema “Martirio de San Juan Evangelista ante Porta Latinam”. Este retablo se perdería en un incendio y únicamente se salvó el magnífico lienzo. El retablo actual, es de Santiago Lara y Molina, sustituyendo a aquel, hoy perdido, puramente barroco con columnas salomónicas. A finales del siglo XVII se realizan nuevas obras de consolidación y mantenimiento debido a las grietas que aparecían en las naves y en las dos capillas principales, la de los Mesa y la de Nuestra Sra. del Rosario, patrona de la villa. Durante la primera mitad del siglo XVIII, se realizan diversas obras. En 1745, la Iglesia sufre una inundación y se ha de terraplenar el suelo. Posteriormente, hacia 1775, se manifiesta la necesidad de acometer una gran obra para adecuar la Capilla Mayor con la nave “…la necesidad de hacer una gran obra… como las naves no tienen firmeza para sostenerlas, ni la altura, ni anchura que corresponde a lo magnífico de la Capilla Mayor, que se hizo… que es obra nueva con la que debe corresponder la de todo el cuerpo de la Iglesia…” Este hecho, junto a otros problemas que se planteaban, hizo que se proyectaran nuevas obras, que comenzaron en 1784 y que dan a la Iglesia de San Juan Evangelista su aspecto actual, en altura y perímetro, utilizando para ello ladrillo, mampostería y piedra en la torre, materiales tradicionales en la zona. Las obras se encargaron al arquitecto maestro de obras D. Manuel Brandi, vecino de Madrid. Se desmontaron las naves y se construyó un muro para separar las obras del espacio de la Capilla Mayor. Tras finalizar la obra de las naves, se interviene en la Capilla Mayor, en los retablos y el púlpito, en la cúpula, en el órgano, la torre, puertas… realizándose el empedrado alrededor de la iglesia. Durante el siglo XIX, se realizan retejos y consolidaciones. Pero este templo dedicado a San Juan Evangelista, sufrirá un grave incendio durante la Guerra Civil, lo que provocará su total remodelación, siguiendo el programa de recuperación de templos que desarrolló “Regiones Devastadas” y que se encargó al arquitecto Pedro Muguruza Otaño en 1941, que realizó cuatro proyectos hasta 19451. 1 En un primer momento se interviene en la sacristía, en el pasillo de la sacristía, sacristía vieja y escalera de subida al coro. En la nave central se procede al picado y tendido de desconchado, se tratan las humedades y se procede a la pavimentación. Se construye la media naranja de la cúpula, con cuatro lunetos (según el libro de fábrica de 1745, tenía 6 ventanas) y se cubre de pizarra la torre. 5 III. RESTAURACIONES La restauración de la Iglesia de Torrejón de Ardoz se ha realizado en varias fases. En 2001, se autorizó el proyecto de ejecución de restauración de la iglesia San Juan Evangelista de Torrejón de Ardoz, FASE I, con el consecuente estudio de seguridad y de salud y una exhaustiva memoria histórica redactada por la historiadora Dª Trinidad Junquera Martín. Este proyecto tenía como objetivo principal la intervención en las cubiertas y fachadas de los cuerpos altos del inmueble. El proyecto, se centró en la consolidación y restauración de las cubiertas, en la restauración de fachadas y paramentos de los cuerpos superiores de la nave central y del crucero y en la ejecución de catas en las fachadas de los cuerpos bajos, para obtener datos y realizar estudios previos a posibles futuras actuaciones. En el año 2002 se autorizó el proyecto de ejecución de restauración de la FASE II de la Iglesia En este proyecto se manifestaba la necesidad de restaurar las fachadas, con recuperación de la fábrica exterior de ladrillo, además de restaurar los elementos pétreos, es decir, la portada y el zócalo perimetral. Asimismo, se restauró la cubierta del cuerpo posterior y se procedió a la restauración de las carpinterías exteriores y de las rejas. En este proyecto se procedió a establecer un sistema de protección de las vidrieras. En 2006, se autorizó el proyecto de ejecución de restauración del espacio interior de la Iglesia, fechado en diciembre de 2005, redactado en el marco del convenio de colaboración entre la Provincia Eclesiástica de Madrid, a la que pertenece el obispado de Alcalá y la Dirección General de Patrimonio, dependiente de la Consejería de Educación y Cultura. En dicho proyecto, se definían las siguientes patologías y procedimientos de actuación: 1. Patologías En 1943 se propone la pavimentación del templo con baldosa hidráulica y en una ampliación de proyecto de 1944 se plantea la reconstrucción del capitel de la torre, la reconstrucción de la linterna del crucero y de la escalera de la sacristía y la reconstrucción de a nave posterior a esta. En 1945, se repara el púlpito, el coro, la escalera, barandilla, carpinterías, puertas y ventanas; se instaló el altar mayor y se construyeron paramentos sobre los que se adosaron columnazas de escayola con basas y capiteles, rematándolos con un entablamento completo; se reparó la sala de catequesis y se pintó con pintura de temple liso. En el libro de bautismos de 1949 y con motivo de la bendición del Retablo y del Altar Mayor, se hace referencia a la construcción de dos chapiteles, repaso de las cubiertas y puertas interiores, además de realizarse nuevas ventanas y diversas obras menores. 6 Las naves de la iglesia habían sido pavimentadas con solados de terrazo blanco y negro, que aunque de buena calidad, aparecían inadecuadas. En la zona del presbiterio se utilizaron piezas de mármol blanco pulido, pavimento que se complementa con el zócalo chapado también en mármol de color crema. En la sacristía aparecía tarima de madera en recuadros y zócalo perimetral de azulejos tipo “andaluz”. En el coro y en la sala destinada a la catequesis de la planta superior el solado era terrazo y baldosa hidráulica, mientras que la antigua Capilla Bautismal, que albergaba la caldera, se encontraba solada con cemento. La capilla de la torre presentaba solado de piedra caliza de buena calidad y la escalera de acceso al coro, peldaños de madera que se encontraban en mal estado de conservación. Los paramentos verticales y bóvedas, presentaban tendidos de yeso pintados al temple o con pintura plástica en color blanco, con suciedad generalizada y manchas puntuales de antiguas filtraciones. Las molduras, aparecían resaltadas con colores inadecuados. No aparecían grietas de importancia salvo las correspondientes a los empujes de la cúpula del crucero. El estado de las carpinterías en general era bueno, salvo las ventanas de la fachada principal, sobre todo la tronera de la capilla gótica, cerrada con vidrio armado. La instalación eléctrica y de iluminación era insuficiente y obsoleta, sin cumplir las garantías mínimas de seguridad exigibles en un recinto de uso público. Debido a las condiciones acústicas del templo, se instaló un sistema de megafonía doble, que si bien se había revelado eficaz para las necesidades del templo, estéticamente provocaba un gran contraste debido al tamaño de los altavoces. Como sistema de calefacción se utilizaba una caldera de gasóleo y climatizador centralizados, situados en la antigua capilla bautismal, que alimentaban una red de circuitos de impulsión y retorno de aire caliente. Las dimensiones de caldera y climatizador, su ubicación y la situación de la chimenea para la salida de gases de combustión, aparecían inadecuados. 2. Trabajos de restauración Los trabajos de restauración se han realizado teniendo en cuenta las características únicas del inmueble y su uso litúrgico. El tratamiento ha tenido como objetivo recuperar el espacio interior del templo y permitir su correcto mantenimiento en el futuro, eliminando las causas de las lesiones actuales y 7 permitiendo la lectura histórica y arquitectónica del edificio, garantizando al mismo tiempo su uso y función. En función de las patologías enumeradas anteriormente se plantearon los trabajos de restauración, ejecutados por personal técnico cualificado. En un primer momento se protegieron los retablos, ya que las tareas de restauración podían afectarles (suciedad, polvo…). Respecto a los trabajos relacionados con los pavimentos, se levantaron los solados existentes y se sustituyó por uno nuevo, de piedra caliza y se ejecutó una canaleta perimetral interior de drenaje. Igualmente, se eliminó el solado de mármol del presbiterio, recuperándose el pavimento original. Se reformó y actualizó el sistema eléctrico y de iluminación, más adecuado a las necesidades del templo y se instaló un nuevo sistema de megafonía, más moderno y discreto. Se ejecutaron reformas en la sacristía y en la capilla bajo la torre. Se acondicionó la bóveda de la nave central y los paramentos. Una de las actuaciones más importantes fue la referida a la recuperación espacial de la capilla bautismal: se eliminaron los climatizadores y la chimenea del sistema de calefacción, eliminándose también la tabiquería de la planta superior. Se eligió un nuevo sistema de calefacción por fan-coils, enterrados en el suelo, alimentado por una caldera exterior que a su vez se encontraba enterrada en el patio lateral. Los trabajos de restauración de la capilla bautismal comprendían la recuperación de la configuración espacial de la capilla bautismal y de su relación con el sotocoro, el coro y la nave lateral. Para ello, se han realizado las pertinentes catas en muros y forjados y el correspondiente estudio de las fábricas que la definen y se procedido a la restauración de la dicha capilla. IV. INVERSIÓN SUBVENCIÓN CONVENIO IGLESIA CATÓLICA 2001 FASE I Cubiertas y estructuras de cubierta Arquitecto redactor y director de obras: José Luis González Sánchez Arquitecto técnico: Lourdes García Moreno Empresa: F.J. Molina Subvención nominativa Dirección General de Patrimonio 1.- 22.821.542. PTAS (137.160,22 €) 2.- (Segunda parte del convenio) 25.724,45 € Total (137.160,22+25.724,45) 162.884,67 € PLAN PRISMA 2002 8 FASE II Fachadas Arquitecto redactor y director de obras: José Luis González Sánchez Arquitecto técnico: Mercedes González Calzadilla Empresa: Freyssinet Gestión Municipal 119.249,84€ SUBVENCIÓN CONVENIO ENTRE LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE MADRID, A LA QUE PERTENECE EL OBISPADO DE ALCALÁ Y LA CONSEJERÍA DE CULTURA Y DEPORTES (DIRECCIÓN GENERAL DE PATRIMONIO HISTÓRICO) 2006-2007 Restauración del Espacio Interior Subvención nominativa Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid Arquitecto redactor y director de obras: José Luis González Sánchez Arquitecto técnico: Mercedes González Calzadilla Empresa: Artemon 432.575,27 € INVERSIÓN TOTAL EN EL PERIODO 2003-2007: 551.825’11€ INVERSIÓN TOTAL EN EL PERIODO 2001-2007: 714.709’78€ 9