Embarazo a solas Magister Tiare Tapia Instituto de Terapia Familiar y de Pareja El embarazo, bajo las circunstancias apropiadas, es decir, un embarazo esperado y deseado por ambas partes de la pareja, debe ser una etapa maravillosa para los padres, y seguido a eso, la crianza de los hijos, a pesar de ser complicada en ocasiones, también debe ser vivida como una etapa llena de alegrías, desafíos y momentos para recordar en pareja y en familia. En nuestros días, ser madre soltera, no constituye un tema tabú como lo era hace varios años. Las opiniones que se tienen de madres que deciden continuar con sus embarazos, a pesar de no tener una pareja estable, o las mujeres que deciden tener un hijo por elección propia, han cambiado considerablemente y son reconocidas por la sociedad, (aunque no siempre de manera positiva), y motivadas a seguir adelante con su decisión. Tomando en cuenta que existen una serie de obstáculos que se presentan al momento de tener un hijo en pareja, estos se exacerban cuando es la madre sola quien tiene que atravesar por ellos. Los ajustes a nivel económico, de vivienda y trabajo, son algunas de las cosas que pueden afectar el curso del embarazo y del desarrollo del niño luego de haber nacido; esto, sin tomar en cuenta el estado emocional de la madre. Está claro que existe una gran diferencia entre ser una madre soltera adolescente con un embarazo no deseado y una madre soltera por decisión propia (sin contar la amplia gama de alternativas que existe entre una y otra). A pesar de estas diferencias, podemos pensar en varias cosas que ayudarían a vivir esta experiencia, de ser madre soltera, de una manera adecuada tanto para que la madre, como el hijo, puedan tener un desarrollo emocional estable y sano. Una de esas cosas, y desde mi punto de vista, la principal, es que al ser madres solteras, son la principal fuente de influencia en toda la vida de sus hijos, especialmente en sus primeras etapas de desarrollo, y en cómo piensan su realidad. El hecho de que la figura paterna no esté presente, no significa que las madres solteras tengan una doble función (padre y madre). Las madres solteras son sólo eso: madres, pero con una responsabilidad aumentada al enfrentar el desafío de formar a los hijos sola. Significa que estas madres solteras tienen que asegurarse ser modelos para que sus hijos puedan aprender a expresar sus emociones, que tengan conductas apropiadas y que su desarrollo cognitivo sea el mejor. La estabilidad emocional de la madre será factor influyente y determinante en el desarrollo emocional del niño. Si una madre soltera se ha sentido rechazada por la sociedad, a raíz de esta condición, ésta sensación podrá ser transmitida al niño, quien aprenderá a sentirse rechazado. Si una madre vive su situación de soltería como una vergüenza, el niño aprenderá a sentirse avergonzado de su historia. Si una madre no sabe expresar o manejar sus propias emociones, el niño tampoco será capaz de hacerlo. Asumir el rol de madre soltera, implica también establecer límites claros con la familia y las redes de apoyo social. El apoyo emocional que brinda la familia de origen es fundamental para el desarrollo de esta nueva unidad familiar monoparental. El tener claro el concepto de formar una familia monoparental es importante a la hora de establecer límites. La madre soltera y su hijo forman una familia por sí sola, y el establecimiento de los límites en cuanto a los roles que deben cumplir los abuelos es parte importante para el desarrollo de esta nueva familia. Que la madre logre empoderarse del concepto de ser la jefa de esta nueva familia le permitirá definir cómo quiere educar a su hijo; sin que esto signifique aislarse de las redes de apoyo que la rodean. Contar con familia y amigos apoyadores y contenedores ayuda a que la madre pueda sentirse capaz de llevar a cabo las tareas de ser madre soltera. Brindarle al niño una figura paterna o masculina también constituye un apoyo importante para el desarrollo emocional del niño. No necesariamente estamos hablando del padre biológico. Estamos hablando de una figura con la que los niños se puedan identificar. En muchas ocasiones, este rol lo desempeña un abuelo, hermano o amigo, que establezca una relación con esta nueva familia. Lo importante es que esta sea una figura estable en el círculo familiar y que además de dar apoyo, esté comprometido con participar de la educación del niño; también es importante, que esta figura, sea respetuosa de los límites establecidos por la madre y que sea modelo para que el niño o la niña puedan seguir. Ser madre es una bendición, ser madre soltera lo es también. Ser responsable de su maternidad es el primer gran paso hacia una relación madre e hijo(a) saludable, íntima y evolutiva, donde la comunicación, la disciplina y el convencimiento de que es posible ser una familia monoparental funcional, son los ejes fundamentales sobre los cuales se desarrollará tanto la madre como el hijo(a).