S e presenta una descripción de la problemática psicosocial de la madre soltera, tomando para su análisis una perspectiva transgeneracional. Se considera que pautas de interacción, mitos, creencias y mandatos familiares se transmiten a las siguientes generaciones de forma manifiesta y no manifiesta. Estos elementos estructuran y organizan en gran medida al grupo familiar de las siguientes generaciones. La visión transgeneracional Familias de madres solteras permite observar al grupo familiar desde una perspectiva más amplia pero insufiUna perspectiva transgeneracional ciente ya que también es necesario considerar la perspectiva horizontal que tiene que ver con las pautas de interacción de cada familia y los procesos de cambio de MA. DE LOURDES P. FEMAT GONZÁLEZ su ciclo de vida. Se describen los principales conceptos que constituyen el tema de la transgeneracionalidad y se presenta el caso de una familia en la que existen dos generaciones de madres solteras con la finalidad de exponer un primer análisis psicosocial de los contenidos que se transmiten de una generación a otra relacionados con la madresoltería. F PALABRAS CLAVE: madre soltera, transgeneracionalidad, pautas de interacción. Introducción EL ESTUDIO PSICOSOCIAL sobre la familia es indudablemente un campo diverso y complejo. En el transcurso del desarrollo de la investigación sobre el análisis de la estructura y organización del grupo familiar que he venido realizando (2001), han surgido diferentes vertientes que representan, cada una, una veta importante de análisis y estudio que nos muestra una gran gama de diversidades en cuanto a la estructura y formas de organización del grupo ANUARIO DE INVESTIGACIÓN 2007 • UAM-X • MÉXICO • 2008 • PP. 578-601 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS familiar. Una de ellas se refiere al de las familias constituidas por varias generaciones de madres solteras. Como he mencionado en otro texto (Femat, 2005), la problemática sobre la madre soltera en nuestro país es vigente y compleja, y está adquiriendo gran relevancia en el campo de la investigación, no solamente por los datos estadísticos que indican que en promedio entre 10 y 15 por ciento y en algunas regiones hasta 30 por ciento de mujeres en nuestro país son madres solteras (Conapo, 2004).1 La problemática acerca de la madre soltera, aun cuando es un fenómeno social antiguo y universal, últimamente está adquiriendo gran peso y relevancia en el ámbito social, económico y político. Este nuevo estatus permite un acercamiento a su propia problemática, descentrándola del modelo dominante de familia occidental. Dentro de la problemática familiar del madresolterismo existen familias en las que esta situación se repite a lo largo de varias generaciones; existen historias familiares en las que las pautas familiares sobre la maternidad soltera pareciera que se heredan de una generación a otra, madres a hijas abarcando en algunos casos hasta tres generaciones o tal vez más. Las principales particularidades que se pueden observar en este tipo de familias es la transmisión de mandatos, encargos, creencias y mitos, lo que obliga a situar esta problemática dentro de un contexto transgeneracional que permita comprender la reciprocidad, la reiteración y la complejidad de los grupos familiares. Se dice que las familias tienden a repetirse a sí mismas, es decir que existe una tendencia a repetir las problemáticas de una generación a otra, aun cuando los significados y comportamientos de la familia actual adquiera diversas formas, Murray Bowen denomina a esta particularidad “transmisión multigeneracional de pautas familiares” (Bowen, 1998:35). Desde el punto de vista psicosocial esta temática ha sido poco estudiada, lo que hemos revisado sobre el tema son estudios relacionados con la educación sexual, la familia de origen, o su función como jefa de familia, siempre dirigidos a la generación presente de la madre soltera. 1 Las estadísticas están tomadas de registros de hospitales, laborales, escolares, etcétera. En estas estadísticas se consideran a las madres que se hacen cargo de los hijos sin pareja, esto es madres divorciadas, separadas, viudas y madres solteras. SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 579 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS El interés por adentrarnos en el conocimiento de esta problemática derivó por tanto en analizar el alcance de los mandatos, expectativas y pautas de interacción que se transmiten de una generación a otra relacionadas con la madresoltería. Con la finalidad de adentrarme en esta temática realicé en conjunto con dos alumnas de servicio social, una serie de cinco entrevistas a una familia en donde había dos generaciones de madres solteras. El tema adquiere relevancia por sí mismo, ya que aun cuando por sus mismas características de ser acogidas por la familia de origen no aparece en toda su dimensión en los datos estadísticos,2 existe en un número considerable de este tipo de familias y representa, desde nuestro punto de vista, una realidad alternativa a la del modelo tradicional de familia. Es importante aclarar, para los fines de esta investigación, que se consideró como madre soltera a la mujer que se embaraza y decide tener el hijo o hija sin haberse casado o establecido algún tipo de unión de pareja, no nos referimos ni a la mujer separada o divorciada o viuda o adoptiva. También, como veremos más adelante en el caso que se describe como ejemplo, las madres solteras llegan a establecer más tarde una relación de pareja y forman una nueva familia. Esta situación establece otro tipo de problemáticas adicionales a las pautas generacionales del madresolterismo, otras formas de interacción y de establecimiento de relaciones y vínculos que tiene que ver, sobre todo, con el tipo de relación que establece la pareja y la función del padrastro. Estos temas, aun cuando aparecieron en el discurso de las mujeres entrevistadas, sólo se describirán en su conjunto, ya que el objetivo de este texto es el de exponer las formas, significados y contenidos de las pautas relacionales transgeneracionales sobre la madre soltera. El grupo familiar desde la transgeneracionalidad Este grupo social sigue y seguirá siendo el grupo primario de socialización del sujeto. Podrán cambiar los contenidos, las formas de estructurarse, de 2 Ya que los números sobre madres solteras que aparecen en encuestas y estadísticas hablan de las generaciones actuales y no son relacionadas en parentesco entre sí. SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 580 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS organizarse, podrá adquirir modalidades de familia tradicional, moderna o posmoderna pero el ser humano sigue y seguirá dependiendo de este grupo social para sobrevivir y constituirse como sujeto. Tal como existe en la actualidad la familia está compuesta por una red de parentesco que abarca desde una perspectiva vertical a generaciones anteriores y posteriores y desde una perspectiva horizontal a sus integrantes y parentela de la misma generación. Es en ella donde el individuo construye su primera noción de familia, misma que incorpora a su proceso de construcción de su subjetividad y con la cual creará un referente al formar su propia familia. Al constituirse la nueva familia, sus integrantes traen consigo su propia historia, experiencia y significados acerca de la familia. Dentro de las funciones, premisas socioculturales y normas que se han cristalizado tempranamente en la subjetividad de sus miembros y constituyen su esquema sociocognitivo a través del cual han establecido los vínculos primordiales, se encuentran también mandatos, legados, mitos de generaciones anteriores que se transmiten en los intercambios e interacciones de la vida cotidiana que expresan y atraviesan toda la estructura familiar, definen reglas, expectativas y normas sobre la organización familiar y sus integrantes. Dentro del núcleo familiar se llevan a cabo al mismo tiempo procesos emocionales vinculares que hacen referencia a los patrones de funcionamiento emocional que operan o circulan dinámicamente en el núcleo familiar. Estos procesos vinculares son interdependientes, complementan cada una de las funciones asignadas transgeneracionalmente. Dichas funciones conforman la realidad del grupo familiar y por tanto tienen consecuencias en la estructura familiar, en la salud mental, en las expectativas de vida individuales, de pareja y de familia. Las familias se estructuran y organizan a partir de pautas de interacción que se refieren a patrones recíprocos de comportamientos entre sus miembros, que funcionan como organizadores de las interacciones al interior de la familia y regulan los comportamientos de sus integrantes. Las formas, contenido, sentido y significado de las interacciones familiares repetidas, establecen pautas acerca de qué manera, cuándo y con quién relacionarse. De acuerdo con Salvador Minuchin (1992), las pautas de interacción que establece cada grupo familiar, “describen su historia, las funciones asignadas SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 581 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS tanto implícitas como explícitas, así como jerarquías y expectativas en relación a la familia” (Minuchin, 1992:86). Las pautas de interacción pueden repetirse a través de las generaciones. Problemáticas particulares, formas de funcionamiento o de enfrentamiento de problemas, de estructura, organización, así como mitos, creencias y valores pasan de una generación a otra. Bajo esta perspectiva los comportamientos familiares no son el resultado de coincidencias sino de las interconexiones entre las generaciones que además pueden continuar en el presente y continuarán en el futuro. De acuerdo con Mónica McGoldrick, “las interacciones y las relaciones familiares tienden a ser altamente recíprocas, pautadas y reiterativas” (McGoldrick, 1999:45). Para tratar de explicar estas formas de relaciones familiares me parece importante describir a continuación el concepto de transgeneracionalidad. El concepto de transgeneracionalidad El concepto de transgeneracionalidad ha sido estudiado y desarrollado por diferentes autores en el campo del estudio de los grupos familiares. Este enfoque permite un punto de observación y análisis más amplio para comprender los diferentes procesos tanto individuales como familiares por los que atraviesa ese grupo social en el transcurso de su vida. Dentro del campo del estudio sobre familias hay diversos planteamientos teóricos que se sustentan en una orientación sistémica, la cual menciona que los comportamientos individuales se encuentra interconectados con la de los otros miembros de la familia en una influencia reciproca que abarca no solamente a los integrantes de la familia de origen sino que la visión se amplía hacia generaciones anteriores y posteriores, lo cual incluye una dimensión histórica que se encuentra presente en la familia y que permite desde el pasado observar las relaciones actuales, aunque esto no se considera suficiente ya que también influyen de manera muy importante las transiciones por las que pasa cada grupo familiar, sobre todo cuando sus integrantes atraviesan por procesos de reorganización en su estructura y por tanto de sus relaciones. SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 582 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS Para la comprensión de las familias en su trayecto de vida a lo largo de varias generaciones, esta perspectiva tiene como fin comprender el desarrollo individual y familiar en diferentes contextos sociales, psicológicos y relacionales. Bajo la perspectiva transgeneracional, el individuo y la familia son los elementos básicos. Existen dos procesos distintos que confluyen en el pasaje de la vida del grupo familiar: las pautas familiares transgeneracionales y los sucesos que afectan a cada grupo familiar, particularmente aquellos que tienen que ver con lo que muchos autores mencionan como el “ciclo vital de la familia”.3 Se crea entonces una mirada vertical transgeneracional de transmisión de diversas pautas emocionales y una mirada horizontal en relación con la familia presente dentro de un proceso constante de desarrollo y cambio a lo largo de las generaciones. Dentro de los teóricos que se han dado a la tarea del estudio y análisis del grupo familiar con una perspectiva transgeneracional destacaremos a Murray Bowen (1998), Iván Boszormengy-Nagy (2003) y Helm Stierlin (1999), principalmente. Estos autores han desarrollado diversos conceptos, desde una perspectiva sistémica con la finalidad de explicar y comprender los elementos psicosociales transgeneracionales que se llevan a cabo en la familia y que atraviesa a todos sus integrantes conformando su proceso de subjetivización, formas de relacionarse, así como perspectivas de vida a futuro. Describen el desarrollo de las pautas de interacción y su paso de generación en generación. Uno de ellos es Murray Bowen (1998), quien concibe a la familia como una unidad donde las partes son interdependientes, es un sistema emocional, relacional y multigeneracional, por lo que los afectos, emociones e interacciones afectan al total de sus integrantes. Para este autor, la familia se puede describir como una masa indiferenciada del yo, donde sus miembros se encuentran bajo una identidad emocional aglutinada. El sistema emocional circula dentro de la masa del yo de la familia nuclear propiciando modos particulares de respuesta emocional que se manifiestan de acuerdo con tres elementos que forman parte de su modelo de explicación de los comporta3 Modelo de análisis de la familia que observa regularidades a través del tiempo: “las familias cambian en su forma y función a lo largo de su ciclo vital, y lo hacen en una secuencia ordenada de etapas evolutivas” (Falicov, 1991:33). SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 583 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS mientos familiares (Bowen, 1998:34): a) el grado de diferenciación del sí mismo o de la fusión del yo individual con el yo familiar, b) el proceso de proyección familiar que tiene que ver con las relaciones dentro del sistema emocional de la familia nuclear, considerado como un patrón relacional a partir del cual la indiferenciación familiar es proyectada o transmitida a los hijos como aquellas fuerzas emocionales externas que vienen de la familia extensa, así como del ambiente laboral y las relaciones sociales fuera de la familia. También incluye los problemas que los padres les transmiten a los hijos y que se agrega al tercer elemento, c) la interdependencia multigeneracional de los campos emocionales y tiene que ver con las pautas vinculares en generaciones previas que se transmiten de los padres a los hijos de distintos grados de madurez e inmadurez a lo largo de varias generaciones, que propician modelos implícitos de funcionamiento familiar en las generaciones siguientes. El proceso de diferenciación del sí mismo tiene que ver con un interjuego entre el grado de resolución de la dependencia emocional de los individuos y su necesidad de diferenciarse y ganar autonomía emocional respecto de su familia de origen sin perder los vínculos familiares. Este autor afirma que el grado de resolución del apego hacia la familia de origen está relacionado con el grado de diferenciaciación logrado a su vez por su padres respecto de su familia de origen; es decir, que si una pareja al constituir una nueva familia presentan altos grados de dependencia emocional hacia su familia de origen proyectará en esta nueva familia dificultades en la diferenciación de sus hijos. El proceso de proyección familiar de acuerdo con este autor se da de diferentes formas y recae en hijos e hijas de maneras diferentes de acuerdo, por un lado, con el tipo de experiencia de dependencia de la pareja, así como también por las características particulares de los hijos, ya sea por su mayor reactividad emocional y ansiedad que con los otros hijos(as), también tiene que ver el sexo de los hijos e hijas, el grado en que el sistema emocional está activado en las etapas del ciclo de vida de la familia, la capacidad de los padres ante el manejo de las emociones y ansiedades las creencias o expectativas de los padres hacia el matrimonio y los hijos. Por último, en la transmisión multigeneracional la proyección familiar se amplía más allá de la familia de origen abarcando generaciones posteriores. Éstas presentarán diferentes niveles de diferenciación dependiendo de la SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 584 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS intensidad de la proyección familiar anterior y del nivel de fusión emocional que las parejas integrantes de las nuevas familias presenten respecto de su respectiva familia de origen. En esta misma corriente de estudiosos de la transgeneracionalidad en la familia, destacan las aportaciones de Iván Boszormengy-Nagy (2003), quien afirma que las relaciones humanas, en lo profundo se encuentran basadas en una red jerárquica de obligaciones encubiertas. Propone el concepto de lealtad que se refiere a los niveles sistémico (social) e individual (psicológico) de comprensión. Incluye la unidad social, que depende de sus miembros y espera esa lealtad de ellos, así como las creencias, sentimientos y motivaciones de cada miembro como persona (Boszormengy-Nagy, 2003:9). Menciona que en las relaciones interfamiliares se crea una dependencia emocional, una influencia subjetiva que va creando compromisos de lealtad y reciprocidad en la justicia “que llegan a ser evidentes en el curso de un periodo prolongado de existencia y trabajo en común, se los reconozca o no” (BoszormengyNagy, 2003:72). La relación familiar se establece a partir de intercambios de expectativas entre los integrantes del grupo familiar y el sistema al que pertenece; esta especie de “toma y daca” que se desarrolla entre sus integrantes el autor lo describe como un balance de cuentas entre las obligaciones y su cumplimiento. Las relaciones entre el individuo y el complejo sistema multipersonal que expresa la familia, las concibe como relaciones dialécticas para entender las tendencias divergentes contradictorias y su incidencia en la determinación de las acciones y motivaciones individuales, psicológicas y relacionales. Para este autor, la estructura de las relaciones familiares es dialéctica, es una forma de desafiar las limitaciones unidimensionales, incluida la impredecibilidad de la vida y los desafíos al equilibrio. Esta dinámica relacional dialéctica de la familia conlleva actitudes manifiestas (conscientes) en conflicto, así como expectativas encubiertas (inconscientes) determinadas por un equilibrio entre el dar y recibir o lo que él llama “reciprocidad en la justicia”, concepto humanista para hacer mayor énfasis en el tipo de vínculos de pertenencia e identidad grupal y que denota “la estructura intrínseca de expectativas y obligaciones familiares” (Boszormengy-Nagy, 2003:10). SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 585 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS Asimismo, habla de una estructuración histórica del rendimiento de cuentas, de compromisos y obligaciones, la contabilización de los actos de lealtad como el determinante clave de las estructuras de relación y, en última instancia, de la conducta individual. Para él la justicia se refiere a las pautas de lealtad en la organización y regulación de las relaciones más cercanas a la que se agrega la existencia de “un libro mayor invisible en el que se lleva la cuenta de las obligaciones pasadas y presentes entre los miembros de la familia” (Boszormengy-Nagy, 2003:72). Helm Stierlin (1999), otro autor estudioso de la transgeneracionalidad, al igual que los anteriores, toma como fuentes para desarrollar su modelo teórico metodológico transgeneracional conceptos de la cibernética, sobre todo los relacionados a los procesos de control y de realimentación en los sistemas vivientes, asimismo incluye al igual que Iván Boszormengy-Nagy el concepto hegeliano de dialéctica a partir del cual el autor afirma que se da una fluidificación de conceptos en relación a modelos teóricos que deben ser revisados constantemente, permite el reajuste constante de conceptos, así como las cualidades, funciones o posiciones de poder en la familia. Menciona que bajo esta perspectiva se propicia un movimiento en las relaciones familiares que menciona en dos orientaciones, una reciprocidad positiva cuando existe una relación equilibrada entre los diferentes integrantes de la familia, lo cual permite el crecimiento y desarrollo de cada uno, complejizándose en la relación pero guardando el equilibrio y el crecimiento recíproco, un dialogo expansivo y aun la confrontación de ideas, y la reciprocidad negativa donde el diálogo se vuelve pobre y restringido, no hay equilibrio ni reciprocidad. En su modelo se encuentra presente la jerarquía del individuo, así como al mismo tiempo la interacción de diversos sistemas; es decir, que se reconocen las propiedades y características del individuo a la vez que se consideran como elementos de otros sistemas, tanto precedentes como posteriores; de esta manera, distingue los sistemas relacionales verticales transgeneracionales y horizontales, donde se incluye la familia nuclear así como amistades y parentescos de la misma generación. Para esta autor, la dinámica familiar se encuentra determinada sobre todo por las generaciones anteriores en la dimensión vertical, lo cual refleja una tensión entre lo históricamente constituido y la actualidad abierta al futuro; como él mismo menciona, SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 586 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS “nuestros impulsos, motivaciones y actitudes más profundas se demuestran como la consecuencia y la expresión de un acontecer familiar que trasciende las generaciones” (Stierlin, 1999:35). Este autor comparte la idea de Iván Boszormengy-Nagy acerca de la existencia de estructuras dinámicas, procesos y patrones o pautas de conflictos encubiertos, es decir que son en parte inconscientes o sólo en parte conscientes. Del mismo modo que Boszormengy-Nagy, incorpora la dimensión ética que rebasa los planteamientos las ciencias naturales y se encamina hacia una perspectiva humanística como los conceptos de explotación, obligación, honradez, justicia lealtad, confianza, rendición de cuentas que son fuerzas que determinan las formas vinculares de relación intrafamiliar e intergeneracional, ya sea como transmisores de víctimas como de ejecutores que en gran medida determinan la actuación presente, actual y futura. Abrevando de varios autores de orientación transgeneracional incluye en su modelo el concepto de individuación y su proceso de autodiferenciación y autonomía Bowen (1998), al que este autor llama individuación relacional, que expresa el principio general según el cual un proceso mayor de individuación conlleva necesariamente a un nivel más complejo de interrelación. Los modos de interacción o estructuras de relación de acción prolongada, para esta autor son principalmente de dos tipos denominados ligazón y expulsión. La ligazón se da cuando el individuo queda atrapado por más tiempo en núcleo del grupo familiar y su proceso de individuación se ve retardado, lo cual dificulta su capacidad para conformar su futuro de una manera autónoma. Si por el contrario se da el modo de expulsión la separación es prematura aunque no necesariamente autonómica. Estos dos términos contienen a su vez elementos dialécticos que compensan fuerzas ligantes y de expulsión. Un tercer concepto que desarrolla, es la delegación, cuyo elemento central es la lealtad que une al delegante con el delegado, el cual se forma desde la más temprana niñez entre padres e hijos. Estos encargos que se transmiten a la nueva generación “pueden provenir de los más diversos planos de impulsos y motivaciones” (Stierlin, 1999:47). Esta delegación puede ser en su mayoría necesaria y legítima, donde se puede demostrar la lealtad, la integridad, la capacidad de cumplir encargos que llevan no solamente un significado personal inmediato, pero también pueden llevar una carga significativa de SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 587 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS explotación cuando se convierten en sobreexigencias o en conflictos de encargos entre las lealtades que el individuo ha creado con cada progenitor, surgiendo así conflictos de lealtades, por ejemplo los delegados ligados permanecen apresados en un campo de tensiones emocionales familiares, mientras los delegados expulsados, que viven tempranamente el distanciamiento familiar, pasan gran parte de su vida ejecutando los encargos familiares, buscando el reconocimiento paterno. Para Stierlin, el concepto de legado lo describe como “una ampliación transgeneracional del principio de delegación” (Stierlin, 1999:47), que expresa una ligazón u obligación a rendir cuentas y que se mantiene a lo largo de las generaciones, por lo que desde esta perspectiva muchas de las sobreexigencias y encargos familiares pueden muy posiblemente estar determinados por generaciones anteriores. Esta perspectiva transgeneracional incluye también el concepto de mérito que toma también de Boszormengy-Nagy. El mérito en este caso es la fuerza motora, ya que el cumplimiento o no de los legados repercute en el libro de cuentas del libro de los méritos. El balance entre méritos cumplidos e incumplidos puede atravesar varias generaciones, delegando a lo largo de las generaciones méritos existentes o no existentes que se convierten muchas veces en mitos, que en muchas ocasiones obstruye el diálogo enriquecedor, rigidiza los intercambios familiares y empobrece las relaciones, pues la familia busca cumplir con mandatos familiares estableciéndose pautas de interacción de reciprocidad negativa. Finalmente, Stierlin nos dice que “la perspectiva plurigeneracional nos revela una dimensión de relaciones humanas en la que, a lo largo de varias generaciones, se transmiten legados, se construyen o desmontan libros mayores de méritos, se cumplen o incumplen deberes, se demuestran o traicionan lealtades invisibles” (Stierlin, 1999:53). Un caso a manera de ejemplo Con la finalidad de ahondar en los procesos psicosociales transgeneracionales que se llevan a cabo en este tipo de familias, se realizaron cinco entrevistas grupales de tipo cualitativo a una familia constituida por dos generaciones de madres solteras. SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 588 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS El concepto de familia para esta investigación incluye a todos y todas los y las integrantes de las generaciones involucradas de manera directa de al menos tres generaciones, abuelos padres y nietos. La población de madres solteras que interesa abordar y que esta familia cumple, es aquella en la que las mujeres: a) Han quedado embarazadas sin tener pareja estable;es decir, que no tuvieron un lazo legal o unión libre por al menos un año. b) Han sido acogidas por su familia; es decir, que los padres se han hecho cargo de la maternidad, el parto, la crianza del hijo o hija de la madre soltera, que ésta vive o vivió con sus padres como madre soltera. c) que existan al menos dos generaciones de madres solteras con estas mismas características. El objetivo de aplicar este tipo de entrevistas es el de buscar en el discurso grupal los significados que le asignan desde su propia experiencia a los mandatos, creencias, mitos y pautas de interacción que se han transmitido de una generación a otra en cuanto a la madresoltería, así como también los significados de ser o haber sido madre soltera y los que le asignan a la familia ante las generaciones pasadas y posteriores. Las entrevistas se realizaron una vez por semana en el domicilio de un familiar; fueron grabadas y después transcritas para su análisis mediante la técnica de análisis de contenido (Taylor y Bogdan, 1987). Se tomó como categoría de análisis las pautas de interacción transgeneracionalidad. Es importante aclarar que el trabajo que se realizó con esta familia tuvo como principal objetivo llevar a cabo un primer acercamiento a la problemática que aquí se describe. El ejercicio de análisis y los resultados que se presentan son en gran medida una primera mirada desde la teoría y la metodología. Presentación del caso El ejemplo que se presenta es el de una familia donde han sido madres solteras la madre y cuatro de sus hijas. Está constituida por la madre de 72 SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 589 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS años, el esposo de 62 años (primera generación), la hija mayor de 45 años que la madre tuvo como madre soltera a los 27 años (segunda generación), su hija de 22 años que tuvo cuando se casó, su hijo de 19 que tuvo como madre soltera (tercera generación) y su pareja actual. De su matrimonio, la madre (primera generación), tuvo cuatro hijas y dos hijos. La mayor de las hijas, actualmente de 42 años, fue madre soltera a los 21 años (segunda generación) y tuvo una hija que actualmente tiene 21 años (tercera generación), ella decidió no casarse ni tener pareja; la segunda hija que hoy tiene 40 años fue madre soltera a los 16 (segunda generación) de una hija que actualmente tiene 24, después se casó y tuvo dos hijos varones que hoy tienen 16 y 14 años respectivamente (tercera generación). La hija menor que actualmente tiene 34 años (segunda generación) fue madre soltera al cumplir los 15 años de un hijo que hoy tiene 19, más tarde se fue a vivir con su actual pareja con la que tiene un hijo que hoy tiene 15 años (tercera generación). Análisis transgeneracional de la familia entrevistada Dentro de la estructura horizontal de esta familia se encontraron algunos rasgos generales característicos de familias deprivativas que atraviesan a las dos generaciones y llega a tener repercusiones en la tercera generación compuesta por los hijos e hijas de la segunda generación. El más importante es el de la violencia familiar ejercida por los padres de la primera generación, tanto entre ellos (violencia de pareja) como hacia los hijos e hijas de la segunda generación, así como entre éstos mismos. De acuerdo con lo que las entrevistadas mencionaron, en el sistema de relaciones horizontales la violencia familiar se ejercía física, verbal y emocionalmente de forma generalizada, llegando a constituirse como pautas dominantes de interacción familiar que se manifestaron principalmente en las primeras fases del ciclo de vida de esta familia, como la formación de la pareja, el nacimiento de los hijos, la etapa de crianza y la adolescencia de éstos: SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 590 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS Es que en la casa se vivió mucha violencia, mucha violencia intrafamiliar, entonces de la única forma que sabíamos reaccionar era con violencia. El ejercicio de la violencia en esta familia se encuentra aunado al tema de ser madre soltera, lo cual hace que se incremente aún más su carga emocional y se inicia con actitudes de celotipia por parte del esposo, que manifiesta con golpes, insultos y humillaciones no sólo hacia la hija de la esposa sino también, y sobre todo, hacia ella. Las razones que expresan las entrevistadas para tratar de explicar los comportamientos violentos del esposo fueron los celos: “tenía celos, y no tenía celos sólo de la hija sino del papá de la hija”. Reconocen la problemática conyugal y familiar causada por la celotipia que es un rasgo característico del hombre violento y que se aúna a la culpabilidad de la esposa por haber sido madre soltera, según relata una de las hijas de la segunda generación: Ella (su mamá) se sentía agradecida con él (su papá) porque la había querido con una hija, porque era madre soltera y aun así la había querido. La violencia vivida entre los padres y hacia los hijos y sobre todo hacia las hijas de la segunda generación propició al mismo tiempo miedo y temor hacia los padres, una sensación de soledad, una escasa comunicación, una baja autoestima de la madre y de las hijas, como ellas misma lo refieren: Tanto mi mamá como nosotras hemos tenido muy baja autoestima y cuando encontramos a alguien que nos quiere, decimos yo ya no lo voy a soltar porque yo ya no voy a encontrar otra persona que me quiera, porque no te sientes capaz de atraer a otra persona. Esta situación emocional repercutió en las hijas de la segunda generación principalmente en la elección de pareja, los embarazos fuera del matrimonio y la función del padrastro en sus propias familias, SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 591 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS Si yo hubiera sido una persona valorándome más, yo hubiera sacado adelante a mis hijos pienso que sin ningún problema, sola o acompañada. Asimismo, piensan que se la han transmitido a sus propios hijos e hijas. Yo pienso que [...] a la mejor la falta de autoestima que tenemos nosotros como madres se la hemos pasado de alguna manera a nuestro hijos; ella [su sobrina] nunca me ha dicho que se sentía relegada o que su madre la hubiera cambiado por su marido [...] Siento que le falta autoestima, tiene tristeza, falta de seguridad y muchas veces no sabe qué hacer. Otra característica de las familias deprivativas que se observó en las relaciones entre la primera y segunda generación de ésta, fue la de un alto grado de dependencia emocional de los hijos y sobre todo de las hijas hacia sus padres. Atemorizados por la atmósfera de violencia, los hijos e hijas se encuentran constantemente ante la disyuntiva de apoyar o no a la madre víctima de violencia o al padre quien la ejerce, dando lugar a lo que menciona Bowen, una “interdependencia multigeneracional de los campos emocionales” (1998:34). Los problemas, en este caso de violencia de los padres, involucran en el conflicto a los hijos e hijas viendo afectadas sus lealtades hacia uno u otro. Como se podrá notar, la violencia intrafamiliar, en este caso, conlleva un fuerte ingrediente de género, ya que son las mujeres las que resintieron en mayor grado sus consecuencias tanto física como emocionalmente y definió en gran medida los derroteros de su vida emocional. La violencia que el padrastro ejercía sobre la hija de su esposa propició la separación de la madre y su hija. Esta hija creció bajo un sentimiento de abandono muy profundo que no le permitió desarrollar un sentido de pertenencia familiar, que lo describe de la siguiente manera: [...] que no hallamos que nada es de nosotras, no encajamos ni es esta familia ni en esta familia, ni esta es mi casa, no tenemos nada, aunque tenga mi mamá que es mi tía, mi mamá que es mi SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 592 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS mamá pero ella tiene sus hijos, mi tía tiene sus hijos, su familia, sus nietos, o voy sobrando. En el caso de la primera hija del matrimonio de la primera generación, la toma de decisión de no establecer una relación de pareja después de haber sido madre soltera, incluye su experiencia sobre el maltrato a su media hermana mayor de parte de su padre: [...] yo me quedé sin casarme por que a mí sí me dejó marcado o sea mi mamá siempre nos está diciendo de lo mal que mi papá se había portado con mi hermana. De la misma manera, la segunda hija del matrimonio que fue también madre soltera y que se casó cinco años después, no permite que su actual esposo establezca un acercamiento afectivo con su hija por el mismo temor: Yo me casé cuando la niña tenía cinco años [...] mi mamá nos platicaba mucho de lo que había sucedido con mi hermana, yo tenía mucho rencor tanto hacia mi papá como hacia los hombres y entonces pues como que le quise cargar todas las culpas a mi marido y yo nunca permití que tuvieran una relación. Yo me fui a vivir con él pero yo dejé a la niña con mi mamá. La tercera hija que también fue madre soltera y se casó dos años después, ha sufrido ante las diferencias de su esposo entre el hijo de ella y el que tienen entre los dos, llegando también a ejercer violencia de pareja: Yo sí he tenido muchos problemas con el papá de mis actuales hijos por mi papá, yo sí viví lo mismo que vivió mi mamá, viví que esta persona maltratara a mi hijo y he vivido con él 15 años. La dinámica de la violencia generada de la primera generación a la segunda trascendió a la tercera, sobre todo en cuanto a la relación con el padrastro, y el caso donde se repite el abandono de la hija. Evidentemente la vivencia de la violencia en esta familia influyó en gran medida en las estructura, pautas de interacción familiar y en las experiencias SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 593 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS de ser madres solteras, sin embargo, no cabe pensar que haya sido la causa única. Más bien se antepone el elemento de las creencias que esta familia ha construido sobre ser madre soltera, así como los mandatos que se repiten generacionalmente y que estructura pautas de interacción transgeneracional. En este sentido, se puede afirmar que los mensajes sobre la madresoltería en esta familia en particular, se impregnaron de actitudes y comportamientos violentos y cada mujer lo incluyó de acuerdo con su propia historia, ciclo de vida y experiencia familiar, digamos que la violencia intrafamiliar fue el ingrediente que atravesó las interacciones sobre la madresoltería. Pautas transgeneracionales En cuanto a las pautas transgeneracionales sobre madre soltera se encontró en primer lugar que los contenidos de la madresoltería alcanzan a generaciones anteriores y posteriores a las analizadas. En el sistema de relaciones verticales de esta familia se pudieron ubicar cuatro generaciones: 1. El padre y una de sus hermanas. 2. La hija madre soltera y sus hermanas (primera generación analizada). 3. La hija que la madre soltera tuvo primero y las hijas e hijos del matrimonio posterior, quienes forman la segunda generación estudiada. 4. Los hijos e hijas de ésta, que forman la tercera generación. En la primera generación analizada, la madre toma como referencia la vida de una tía soltera y sin hijos para decidir ser madre soltera: [...] mi caso es que yo tenía una tía soltera que andaba rodando con un sobrino y con otro y no me gustó, no me gustó para nada. Y entonces yo dije voy a tener un hijo aunque sea soltera, de hecho fue premeditado, yo no me quería quedar sola como mi tía. También influye el ciclo de vida por el que estaba atravesando, ya que para ella las fases de establecimiento de la nueva familia y de la maternidad estaban pasando: SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 594 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS Y yo pensaba dentro de mí: yo sola no me quedo, ya estoy muy grande, y a los veinticinco años dije: yo tengo un hijo, yo no me quedo sola. La decisión de embarazarse y tener un hijo como madre soltera es bien acogida por su familia de origen, por sus hermanas y su padre que sí bien no aceptaba mucho la idea de que su hija fuera madre soltera tampoco se lo reprochó: [Con la familia de origen] absolutamente nada, una de mis hermanas que de hecho fue con quien se crió mi hija feliz de que yo estuviera embarazada, mi papá pues no feliz pero jamás me hizo un reproche. En la segunda generación, como se mencionó anteriormente, cuatro de las hijas repiten la pauta de la madresoltería. Si bien las razones que manifiestan, los contenidos del significado que le asignan, así como la experiencia familiar son diferentes, lo cierto es que el discurso de la madre de la primera generación contiene un permiso, manifiesto o latente, que ha atravesado la estructura y organización familiar desde que ésta inició, como lo menciona la propia madre: Dentro de mi modo de ver yo no quería que fueran madres solteras pero si me hubieran preguntado en aquel entonces a mi modo de pensar a mí no me hubiera afectado mucho si yo también estaba dispuesta a ser madre soltera. Ante la pregunta de que si consideraba que su experiencia como madre soltera habría influido de alguna manera en la experiencia de sus hijas como madres solteras, ella lo niega pero deja entrever una actitud de permiso, de no prohibición, de confirmar que su decisión de ser madre soltera se debió a su forma de pensar abierta y liberal y a su propia responsabilidad: Yo creo que no, pero tampoco tuvieron ningún cuidado, ningún reparo porque también veían que yo no era muy conservadora SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 595 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS que yo hubiera dicho me tienen que salir de blanco, para nada [...] No iba a pasar nada y lo único que tenían que hacer era cargar con su responsabilidad. De acuerdo con el discurso de las madres solteras de la segunda generación, la postura de su madre respecto de la posibilidad de ser madre soltera sin ser expulsadas o castigadas por la familia de origen, abrió la posibilidad de repetir esta pauta sin el temor de ser rechazadas ni por los padres: No se veía mal, no decíamos mi mamá me va a pegar o me va a correr. Por ejemplo cuando yo estuve ya embarazada yo nunca pensé en que me iba a quedar sola, había una muchacha que iba a hacer el quehacer a otra casa y precisamente la habían corrido porque estaba embarazada, pero yo sabía perfectamente que a mí no me iba a pasar eso, yo confiaba en lo que era mi papá y mi mamá y sabía que no me iban a correr de mi casa [ni por las hermanas]: Yo viví los embarazos de mis hermanas, y yo no lo vi mal, yo lo vi bien a mi me súper encantaba [Aunque sí por los hermanos, quienes manifestaron su desacuerdo]: Mis hermanos eran más chicos y sí hubo reclamaciones de parte de ellos, no me querían dejar salir, me decían que no tenía por qué salir que ya tenía una niña y que me hiciera cargo de mi hija. Si bien la pauta de relación del madresolterismo se repite en cuatro de las hijas de la segunda generación, las razones y circunstancias son diferentes a las de la madre de la primera. En estos casos la hija que la madre de primera generación tuvo como madre soltera expresó que quiso ser madre para tener algo propio, algo que le perteneciera ya que al haber vivido de chica con diferentes familias y parientes sentía que nada era de ella: [...] yo siempre he sentido que nada era mío, ni mi casa ni mi familia nada era mío, entonces al estar embarazada iba a ser mi bebé, al menos por un momento iba a ser mío, entonces no me sentía mal. SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 596 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS La primera hija del matrimonio de la primera generación analizada se embarazó a los a los 20 años. No menciona alguna intensionalidad manifiesta para ser madre. Su embarazo fue producto de una relación de amistad, en la que el padre no quiso asumir su paternidad. La madre decidió tener a su hijo dedicándose a su maternidad completamente y no establecer ninguna relación de pareja. Fue acogida por su familia de origen con quien vive hasta la actualidad. La segunda hija que se convirtió en madre soltera, menciona que se embarazó a los 16 años de su novio de quien estaba enamorada y que no pensó en realidad que se convertiría en madre soltera y menos a esa edad. Pensaban casarse pero entre su mamá y ella decidieron que ese muchacho no le convenía, así que terminó la relación. También en este caso fue acogida por la familia de origen. La tercera hija que se convierte en madre soltera a los 15 años menciona que se embarazó porque estaba muy enamorada y se quería salir de su casa: Yo me relaciono con él y me promete la luna y las estrellas y como veo que mis papá se peleaban mucho y no era el ambiente que a mí me gustaba, pues yo dije, me salgo. El padre en este caso tampoco aceptó su paternidad, la hija tuvo a su hijo con el apoyo de su familia de origen. Análisis premilitar Desde el punto de vista de la transgeneracionalidad para analizar una familia es necesario ampliar sus fronteras, extenderlas para incluir a las varias generaciones involucradas, como en este caso, lo cual rebela la relación de tensión entre lo históricamente constituido y las relaciones y dinámica actual. En el caso analizado se puede observar una insuficiencia de individuación relacional en la cual los miembros de la familia, sobre todo las mujeres, se encuentran con enormes dificultades para delimitar sus propios deseos, expectativas y sentimientos de los de los otros. Esta situación la describe Boszormenyi-Nagy (1999) como una forma de fusión intersubjetiva que impide su proceso de individuación y diferenciación entre unos y otros. SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 597 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS Las respuestas a esta fusión pueden ser presentadas, como en los casos estudiados por un sobreinvolucramiento como en el caso de las tres últimas hijas, o por aislamiento como en el caso de la primera hija de la madre de la primera generación, donde se observa una constante defensa hacia la fusión, de cualquier forma son dos caras de la misma moneda, pues de cualquier forma prevalece una dependencia emocional hacia la familia de origen. En relación a las lealtades que se crean entre los integrantes de la familia, que Boszormengy-Nagy (1999) define como el contexto motivacional interpersonal que es el que impulsa las repeticiones de pautas familiares, se podría afirmar que las cuatro hijas responden a estas lealtades familiares sobre el tema del madresolterismo en el hecho de convertirse en madres solteras como una proyección familiar de una generación a otra. En las lealtades individuales y del sistema se incluye la unidad social de sus miembros y espera la lealtad de éstos, así como las creencias, sentimientos y motivaciones de cada miembro como persona. En este sentido las hijas muestran su lealtad individual a la familia de acuerdo también con los niveles de fusión que se han establecido, así la primera hija del matrimonio de primera generación decide no establecer ninguna relación de pareja y se integra a la familia de origen. La segunda hija, decide junto con su madre no casarse y cuando lo hace deja a la hija que tuvo como madre soltera, en la de sus padres. La tercera hija vive de casada la misma dinámica de violencia de su madre. De acuerdo con Bowen (1998), el tema de la madresoltería sería el proceso emocional que circula dentro de la familia y se refleja con los modos particulares de respuesta emocional de las hijas que dependen de lo que este autor llama el compromiso básico que cada una ha adquirido en la masa del yo familiar. Como se describe anteriormente, para este autor lo que se transmite de una generación a otra son los niveles de madurez, donde las decisiones importantes de la vida se toman o bien desde el sistema afectivo o desde el intelectivo (Bowen, 1998:38), de acuerdo con el grado de dependencia emocional que exista hacia la familia de origen. Desde esta perspectiva se podría afirmar que la decisión de la madre y de las hijas podría encontrase en el ámbito del sistema afectivo, ya que fueron tomadas más bien basándose en lo que sentían que era justo, son dependientes de los sentimientos que SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 598 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS los demás experimentan hacia ellas, sin que por ello se manifiesten rasgos del sistema intelectivo. Los procesos de cambio del ciclo vital en el que se encontraban, tales como la fase de el establecimiento de la nueva familia, la maternidad, la adolescencia, no siguieron los causes establecidos en el modelo, lo cual también influyó en la decisión de embarazarse. Estos procesos de cambio se encuentran sustentados en el conjunto de premisas socioculturales que orientan los contenidos y expectativas familiares y sociales. Cuando el ciclo vital se ve perturbado en la secuencia socialmente establecida, cuando alguna de las etapas no ocurre u ocurre fuera de los tiempos asignados, o bien ocurre fuera de la norma social establecida para esa determinada etapa, como en los casos de las hijas que se embarazaron siendo adolescentes o el de la madre de primera generación que decide embarazarse pues la etapa de maternidad para ella estaba pasando, se llegan a crear desajustes en la estructura y organización familiar que se sumaron a la problemática de la violencia y a la fuerte dependencia emocional hacia la familia de origen. Algunas reflexiones finales La perspectiva transgeneracional para el análisis de la familia nos permite adentrarnos en su problemática desde una perspectiva multidimensional que abarca histórica, ciclo de vida y características particulares de su dinámica. En este caso la violencia intrafamiliar fue un ingrediente importante que atravesó la transmisión generacional de la madresoltería que cada quien tomó y acomodó a su propia experiencia familiar y al ciclo de vida por el que estaban pasando. Se puede afirmar que las pautas relacionales que se transmite de una generación a otra no se repiten, como mencionan los autores, sino que más bien se reconstruyen, lo cual otorga otro matiz al abordaje del problema de la transgeneracionalidad, lo vuelve más dinámico y complejo. El elemento de la dependencia emocional hacia la familia de origen, sin embargo, es central en la transmisión generacional. Los niveles de fusión, difícilmente cuantificables, se expresan en los comportamientos, toma de SIGNIFICACIONES IMAGINARIAS, MITOS Y GÉNERO 599 FAMILIAS DE MADRES SOLTERAS decisiones, capacidad para pensar por sí mismo y no en función de las expectativas, motivaciones y mandatos de otros. Aun cuando se convierten en madres solteras, esta decisión se da bajo otros parámetros, otros contenidos, algunos de ellos son asumidos por las hijas, sobre todo por las que manifestaron mayor fusión respecto de su núcleo familiar; sin embargo, queda la duda acerca de si realmente todas fueron madres solteras siguiendo en gran medida el mandato-permiso de la primera generación, o si tal permiso viene de otras voces más ancestrales que hablan de que se puede ser madre y criar al hijo sin la presencia del hombre, sin que se viva en el seno de una familia deprivativa, sino por el sólo hecho de que las mujeres tenemos esa capacidad biológica. El análisis que aquí se describió no refleja en su totalidad la complejidad que conlleva introducirse en la trama de una perspectiva transgeneracional para el estudio de la familia; dejó fuera por ejemplo aspectos sobre las premisas de género que atraviesan la violencia intrafamiliar y las funciones de la familia, la función psicológica y social de la maternidad, así como la problemática acerca de la relación entre los hijos de las madres solteras y los padrastros. Temas todos muy actuales que debido al tiempo y al límite de la extensión del texto, quedarán para más adelante. Agradezco enormemente la generosidad de las mujeres entrevistadas y reconozco en ellas la conciencia que han adquirido de su propia realidad familiar, su inteligencia y sensibilidad para no permitir que la violencia intrafamiliar se haya convertido en un mandato que les hereden a sus hijos e hijas. Bibliografía Boszormenyi-Nagy, I. 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